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Para dónde

Para dónde

No hemos cruzado el puente

Paul A. Sánchez

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C9 uando todavía era candidato, Donald Trump comenzó a hablar del muro en la frontera norte de nuestro país. Rápidamente, analistas, políticos y líderes empresariales de México y Estados Unidos comenzaron a criticar la medida. La política era segregacionista y anti-internacionalista en un ambiente de fuerte globalización, parecía una mala idea y fue atacada aludiendo al principio de la ciudanía mundial y la aspiración a un mundo sin fronteras. Pero Trump es un político astuto, mientras la discusión en ese momento era “No al muro” en contra de la postura de “Sí al muro”, con un argumento cambió la discusión. Trump dijo sí habrá muro y México lo va a pagar. Fue Doctor en Política Pública con más de 10 años de experiencia en materia energética en los sectores público, privado, social y académico.

un éxito en su base electoral, la respuesta inmediata de México fue el rechazo, por supuesto que nuestra nación no pagará el muro. Entonces el debate pasó de si era moralmente aceptable un muro entre las dos naciones, a quién pagaría el muro, dando por hecho que se habría de construir. Pues bien, algo similar pasa en el sector petrolero en estos días. El paquete económico para 2020 estableció un precio de 49 dólares por barril de petróleo y cuando comenzaron las primeras caídas del precio fue evidente que el número podría haber quedado muy alto, lo que podría lesionar las finanzas del país. Mucho se ha dicho pero poco se sabe de las coberturas, algunos dicen que se cubrió todo el ingreso de la hacienda pública, otros que no. Fuera de eso, los barriles que produzca PEMEX por encima de los ingresos cubiertos por la Secretaría de Hacienda no estaban cubiertos en su totalidad, sólo un margen de 5 dólares. Esto es un problema porque el costo de producción de 2019 reportado por PEMEX a las autoridades estadounidenses indica que le cuesta a la empresa casi 20 dólares por cada barril extraído.

Una vez que llegamos a los precios negativos, la preocupación fue evidente, ya no era sólo una cuestión de poca rentabilidad sino de pérdidas operativas cuando el barril estuvo por debajo de los 20 dólares. Ahora que los precios del crudo muestran cierto grado de mejoría hasta acercarse casi a los 30 dólares por barril por la Mezcla Mexicana de Exportación, algunos festejan como si la recuperación hubiera sido por encima de los 50 dólares que se presupuestó en el paquete económico para este año. Esto es importante porque la discusión pasó de lo difícil que era pasar del otro lado, a creer que ya vamos en la mitad del puente. Es decir, no hemos cruzado el puente y todavía no estamos en una zona de confort, los precios cercanos a los 30 dólares todavía no alivian la precaria situación de la empresa productiva del estado. Salir de los precios nega

“Pero el debate cambió, de discutir sobre si los precios que equilibran a la hacienda pública y a PEMEX son cercanos a los 50 dólares, a decir que el precio se recuperó completamente porque nos acercamos a los 30 dólares”.

tivos y romper la barrera de los 20 dólares seguro que es una noticia positiva, pero no representa que las cosas ya mejoraron y que se recuperaron los precios. El precio cercano a los 30 dólares, que se vislumbra dentro del rango de equilibrio para el 2020, no permite que PEMEX tenga una utilidad neta positiva y mucho menos garantiza la estabilidad financiera de los ingresos petroleros. Pero el debate cambió, de discutir sobre si los precios que equilibran a la hacienda pública y a PEMEX son cercanos a los 50 dólares, a decir que el precio se recuperó completamente porque nos acercamos a los 30 dólares. No se debe perder de vista que lo importa es, pues, que los precios del petróleo no se han recuperado todavía, los efectos en la demanda no se han resuelto, ni los problemas de la saturación en la capacidad de almacenamiento y la producción mundial coordinada tampoco. El final del puente todavía se ve lejano, todavía no llegamos al otro lado y sería prudente mantener las estrategias bajo el escenario de los precios más bajos históricos, a precios constantes porque todavía no hemos cruzado el puente. ¡Nos vemos en siete!

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