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La Política Energética en México
¿Un cambio necesario?
Salvador Nhun Miranda González
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ipsalvador.miranda@yahoo.com.mx Ingeniero Petrolero, Especialista en Derecho Energético UNAM. Project Manager PMI - ITESM
Jose Alfredo Fuentes Serrano
fuentes.oilgas@gmail.com Ingeniero Petrolero, Especialista en Derecho Energético UNAM. Especialista en Sistemas de Medición de Hidrocarburos.
México ha experimentado grandes cambios en materia energética, uno de ellos es que se ha promovido la competencia en beneficio de los consumidores, intentando modernizar al sector energético, lo que conlleva la reducción de riesgos financieros y el desarrollo con responsabilidad social y ambiental.
“Recordemos que tratándose del sector energético, las áreas estratégicas, tienen preferencia sobre cualquier otra actividad que implique el aprovechamiento de la superficie o del subsuelo”
Promover la competencia da como resultado, procedimientos complejos y transparentes en la asignación de proyectos a través de subastas de energía eléctrica y rondas de licitación de campos petroleros que garanticen la seguridad energética y el desarrollo del país. Respecto a la iniciativas propuestas por la administración actual, al parecer tienen como objetivo reforzar a las Empresas Productivas del Estado (EPE’s) como CFE y PEMEX. En el caso de la iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), una de las modificaciones propuestas es cambiar el orden de despacho de la energía dando prioridad a la CFE para usar centrales de generación eléctrica más caras, obsoletas y contaminantes, lo cual se opone a diversas disposiciones constitucionales como el derecho a un medio ambiente sano y la libertad de competencia.
“Actualmente las energías renovables como la solar y la eólica son más baratas y limpias en comparación con tecnologías de combustibles fósiles que requieren de grandes inversiones para la generación de energía eléctrica”
En México, el despacho de la energía eléctrica se determina con criterios de seguridad y eficiencia económica definiéndose como un mecanismo que decide el orden en el que cada central eléctrica inyecta su energía a la red en un periodo determinado. Aunque puede parecer adecuado ocupar toda la infraestructura disponible de CFE para cubrir la demanda eléctrica que crece día con día, es necesario reflexionar a qué costo económico, social y ambiental se garantizaría el suministro eléctrico a toda la población mexicana. Aunado a lo anterior, este mismo año se presentó la propuesta de ley en materia de hidrocarburos, la cual propone una regulación más estricta como la aplicación de la negativa ficta y la suspensión de permisos, lo que ha provocado incertidumbre entre los inversionistas privados ante las modificaciones propuestas a las leyes en materia energética, además de que la infraestructura de los particulares podrá ser
utilizada por las EPE’s con el fin de garantizar los intereses del país. Ambas reformas a las leyes energéticas han sido motivo de diversos amparos y se encuentran suspendidas, por órdenes de jueces especializados en materia de competencia, debido a la existencia de intereses jurídicos y legítimos de por medio, proponiéndose medidas cautelares en ambos casos, como el restablecimiento provisional de la regulación asimétrica, es decir una situación de igualdad entre empresas privadas y EPE’s, con el fin de evitar de esta manera ventajas competitivas o competencia desleal en el sector hidrocarburos. Es necesario analizar muchos aspectos antes de proponer una nueva política energética donde los cambios sean en beneficio de los mexicanos y del país. Dicha política deberá contar con una regulación equilibrada, ya que los extremos podrían traer consecuencias como vacíos legales, faltas de inversión e incluso fallas en el suministro de los energéticos, evitando el desarrollo del sector y provocando un posible incremento en los costos de las actividades y de los servicios. Hace unos días México atravesó el más grande proceso electoral de su historia en medio de una crisis sanitaria que azota al mundo, en este contexto un cambio en las políticas del país podría mejorar la situación de todos los sectores. Los resultados de las elecciones son un punto clave para la toma de decisiones del sector energético. Lo importante es que quien haya ganado las elecciones, deberá tomar decisiones importantes para la reactivación de la economía mexicana llevando a cabo estrategias que ayuden a corregir el rumbo de la política energética actual y la recientemente propuesta, pero sobretodo deberá apegarse y cumplir con los acuerdos internacionales pactados con anterioridad si quiere gozar de una diplomacia sana cumpliendo compromisos y evitando arbitrajes internacionales.