6 minute read

Pulmones

Pulmones marinos

Reguladores del planeta

Advertisement

Violeta Ortega Navarrete

violeta@oem.org.mx Editora, Diseñadora multidisiplinaria por el INBA, activista ambiental.

Normalmente pensamos que el oxígeno que consumimos es el resultado de la fotosíntesis de bosques o selvas. Sin embargo gran cantidades del oxígeno que se libera a la atmósfera proviene de los ‘bosques submarinos’. Estos bosques submarinos son ecosistemas de macroalgas que albergan una gran variedad de vida marina. Pueden ser pequeños en extensión, pero también pueden llegar a ocupar hectáreas. Las algas que los conforman pueden llegar a medir hasta 30 m de alto y, dependiendo de su especie se adaptan a vivir hasta a 200 m de profundidad. La importancia de estos bosques marinos radica que son capaces de procesar mucho del CO2 que producimos los humanos, en general los océanos han incorporado alrededor del 40% del dióxido de carbono antropogénico emitido a la atmósfera, según los especialistas. Estos complejos ecosistemas de algas se están viendo seriamente amenazados por el aumento de la temperatura de las aguas oceánicas, causado por el calentamiento global. Pues para subsistir necesitan tener una temperatura menor a los 20 grados centígrados, así como condiciones específicas de nutrientes que, desafortunadamente son alterados por las actividades propias de las zonas costeras como la pesca industrial y la contaminación química de las aguas marinas. Los bosques marinos fijan el carbono, ayudan a mantener la calidad del agua y estabilizan el suelo marino. Son uno de los ecosistemas más productivos ecológicamente hablando, es decir, que producen grandes cantidades de alimento fotosintético y oxígeno; tanto como los arrecifes, humedales y selvas. Por lo que también albergan a muchas especies de invertebrados, crustácesos y peces, así como lobos y elefantes marinos. Los bosques de algas proveen hábitat a una gran cantidad de organismos de gran importancia pesquera para el país, tal es el caso del abulón, langosta espinosa, caracol de California, erizo púrpura y el pepino de mar. Por otro lado, los bosques de macroalgas actúan como importantes barreras que protegen la línea de la costa de la fuerza de las olas. Como decíamos anteriormente también contribuyen a la fijación de carbono producido de mane-

ra natural o por la actividad humana, producen materia orgánica y energía, mantienen la calidad del agua y estabilizan el sustrato marino. Las principales amenazas de estos ecosistemas son los fenómenos climáticos que afectan la temperatura y los nutrientes, como el fenómeno de El Niño que puede reducir estos bosques hasta en un 90% de su cobertura. Otras amenazas son las tormentas y la proliferación de organismos herbívoros a consecuencia del exceso en la cacería y pesca de sus depredadores. Desafortunadamente en nuestro país vamos muy atrasados en cuanto a políticas públicas que promuevan la conservación de estos ecosistemas y en general la preservación del medio ambiente. En México la legislación establece las especificaciones para la preservación, conservación y aprovechamiento sustentable de la zona costera, así como su restauración. Sin embargo, de todos nuestro perímetro costero, solo existen unos cuantos bosques marinos protegidos: tres en Baja California, uno en Yucatán, uno en Colima y uno en Sonora. Internacionalmente, algunos paí-

La importancia de es tos bosques marinos radi ca que son capaces de pro “ cesar mucho del CO2 que producimos los humanos”

ses se están esfuerzando por protegerlos, debido a su gran importancia ecológica en aporte de oxígeno y fijación de CO2. Por ejemplo, en la Universidad de Queens, en Australia, se está haciendo un mapeo para determinar las ubicaciones y tamaños de estos ecosistemas, para conocer en qué estado se encuentran y tratar de preservarlos sanos o reestablecerlos.

Pobreza energética

Paolo Gabriel Paez Orozco

paolo@oem.org.mx Ingeniero geólogo por la UNAM con estudios de geotecnia; especialista en modelación e investigador.

Hoy vivimos en tiempos donde el sector energético y las energías renovables han tenido un avance tecnológico, su acceso o disponibilidad se ha hecho cada vez más rentables y la generación de energía eléctrica ha sido cada vez más barata en comparación con otros tipos de combustibles y tecnologías. A pesar de esto, aún hay sectores de la población que difícilmente han podido tener acceso a ciertos servicios energéticos. De acuerdo con el Ministerio para la Transición Ecológica del Gobierno de España (2018) se define a la pobreza energética como: “La situación en la que se encuentra un hogar en el que no pueden ser satisfechas las necesidades básicas de suministro de energía, como consecuencia de un nivel de ingresos insuficientes y que, en su caso, puede verse agravada por disponer de una vivienda ineficiente en energía.” (p.6) Una persona que tienen estas limitantes de acceso a servicios básicos se convierte en un consumidor vulnerable, al cual el Ministerio para la Transición Ecológica del Gobierno de España (2018) lo define como: “Es el consumidor de energía eléctrica o de usos térmicos que se encuentra en situación de pobreza energética, pudiendo ser beneficiario de las medidas de apoyo establecidas por las administraciones.” (p.6) De acuerdo al Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN 2021 -2035) de la Secretaria de Energía (2021), al cierre de 2020 el país tiene una cobertura de infraestructura eléctrica del 98.08%, sin embargo, aún falta electrificar a 1.26 millones de personas, esto puede deberse a la falta de infraestructura que permita tener acceso a una línea de transmisión a estos hogares. Otras posibles causas son la falta de caminos o accesos a estos hogares, el tipo y número de electrodomésticos de los que se disponen, el uso de combustibles como leña y carbón e inclusive, una seguridad financiera y afectaciones a los ingresos a sus hogares para el pago de energía eléctrica y otros combustibles como el gas LP y gas natural. Recientemente el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2018) realizó

Aún falta electrificar a 1.26 millones de perso“ nas, esto puede deberse a la falta de infraestructura”

una Encuesta Nacional sobre Consumo de Energéticos en Viviendas Particulares (ENCEVI 2018) que presenta datos interesantes como: • En localidades menores a 15 mil habitantes (rurales), 30% de los focos son aún incandescentes. • El combustible principal de uso en las viviendas del país es el gas LP con 79%, les sigue el uso de leña o carbón con 11%, y el gas natural representa 7%. • En el 85% de las viviendas del país se declaró usar una estufa para calentar o cocinar alimentos. • El 87.9% de las viviendas usan refrigerador. • El 71% de las viviendas en México usa lavadora. • Se contabilizan poco más de 7 millones de equipos de aire acondicionado en uso en viviendas particulares en el país 48.1% en el norte, 1.3% en el centro y 12.4% en el sur. • A nivel nacional únicamente 6.3% de las viviendas en el país usan algún tipo de equipo de calefacción. En resumen, se muestran datos donde aún existen consumidores que no disponen de ciertos electrodomésticos en sus hogares, los cuales pueden ser indispensables para satisfacer sus necesidades. Otra posible afectación de manera indirecta es el precio de las gasolinas y el diésel. Aunque su principal consumo es en autos particulares, la mayor parte del transporte público utiliza estos combustibles, por lo que si incrementa el precio de los combustibles también aumentará el precio del transporte. La pobreza energética sigue siendo un tema complejo que requiere establecer estrategias desde muchos panoramas con la participación de diferentes tomadores de decisiones para proponer soluciones a corto, mediano y largo plazo; y que permitan a este sector vulnerable disponer de mejores opciones y acceso a diferentes servicios energéticos y fomentar el uso de energías renovables de manera eficiente a sus hogares.

This article is from: