Energía y Sociedad
ODS 5: Igualdad de género Violeta Ortega Navarrete violeta@oem.org.mx Editora, Diseñadora multidisiplinaria por el INBA, activista ambiental.
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egún la Organización de las Naciones Unidas la equidad de género se define como “la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de las mujeres y los hombres, y las niñas y los niños”. La igualdad de género es un requisito indispensable para el desarrollo próspero y sostenible de las naciones. Con este Objetivo, la ONU promueve los derechos humanos de mujeres, niñas y adolescentes, con el fin de erradicar todo tipo de violencia o discriminación en su contra. De igual forma insta a los gobiernos a que garanticen el acceso a la educación y a la salud a esta parte de la población. Considerando que la desigualdad que padecen las mujeres puede agravarse en función de la edad, la raza, la pertenencia étnica, la orientación sexual y el nivel socioeconómico. Según datos de la ONU, en 18 países, los esposos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen; en 39 países, las hijas y los hijos no tienen los mismos derechos de herencia; y en 49 países no existen leyes que protejan a las mujeres de la violencia doméstica. Otro aspecto que es importante resaltar es la urgente necesidad de asegurar el acceso a la energía. Si bien la pobreza energética no afecta únicamente a personas del género femenino, sí son mujeres y niños a los que más efectos de la pobreza energética pueden impactar negativamente: las enfermedades pulAcceso Energía 273
Semana 9
Marzo 2022
monares como resultado la exposición al humo de la combustión de biomasa para la cocción de alimentos, o la excesiva inversión de tiempo en la recolección de leña para el mismo fin que hace que las mujeres pierdan oportunidades de emprender actividades productivas; por solo mencionar algunas de las consecuencias de la pobreza energética. Este ODS 5 además alienta la igualdad de oportunidades y el acceso al empleo y a desarrollarse en posiciones de liderazgo. Desde el siglo pasado las mujeres se empezaron a sumar cada vez más a la fuerza de trabajo, lo cual promueve el desarrollo económico local y nacional. Y ha habido avances en cuanto a este Objetivo, en los últimos años ha habido más niñas escolarizadas, menos niñas padecieron matrimonio precoz y hay cada vez más mujeres en posiciones de liderazgo a nivel mundial. Sin embargo, en México y en otras partes del mundo, aún estamos muy lejos de lograr un ambiente de igualdad de derechos y oportunidades. Según datos del Inmujeres (2020) la tasa de participación económica de las mujeres es del 44.94% mientras que la de los hombres es de 76.41%. Dentro de nuestro sector, el energético, existe un ambiente claramente masculinizado, que probablemente tiene sus raíces en la matriculación desigual que existe en las carreras de ingenierías, manufactura y construcción, donde según Inmujeres, el 72.3% de los matriculados son hombres y el 27.7% son mujeres. Este patrón se explica por la estereotipación de los roles de género y se replica en otros ámbitos. Tales como las carreras relacionadas con la educación, donde la población femenina es de 73.8% y masculina de 26.2%; o en las carreras relacionadas con el cuidado de la salud, en las que el 66.4% son mujeres y 33.6% son hombres. Este tipo de dinámicas debe evitarse y promover que hombres y mujeres participen de todos los sectores de manera equilibrada, con oportunidades de desarrollo y sueldos igualitarios. La Red de Mujeres en Energía Reno-