Editorial LA PONTIFICIA OBRA DE SAN PEDRO APÓSTOL (POSPA) Y LA UNIÓN APOSTÓLICA DEL CLERO (UAC) términos: 1. Propuesta de colaboración mutua entre la UAC y la PUM de Colombia, a nivel nacional, a nivel regional y a nivel diocesano. 2. Propuesta de colaboración mutua de las OMP de Colombia, OSPA Y PUM con la UAC. Son muchas las propuestas mutuas y un rico trabajo mancomunado que redundará, sin duda, en bien del espíritu sacerdotal y misionero de nuestros agentes de evangelización.
Archivo fotográfico, Centro Nacional Misionero.
Estamos en la era de la globalización. No es ajeno para ninguno de nosotros, por experiencia, el valor agregado que reporta un trabajo con unidad de criterios, así las líneas de acción sean diversas para alcanzar objetivos que son comunes. Y unidad no significa uniformidad. Criterios comunes no son criterios idénticos. La dinamicidad es enemiga del formalismo. Un rico abanico de ideas, aparentemente divergentes, pero analizadas, consensuadas y respetadas en su ejecución, confluyen al enriquecimiento de un proyecto de pastoral diocesano, de un trabajo institucional de diferentes líneas como las misiones dentro de Colombia, las misiones Ad gentes, el trabajo con indígenas, afrodescendientes, niños, adolescentes, jóvenes, familias, etc.etc. Esto para dar un ejemplo de nuestro trabajo pastoral, porque el espejo lo tenemos a nivel mundial y nacional en la unión y búsqueda de estrategias de asociación que hacen las grandes multinacionales y las empresas nacionales para impedir ser ahogadas en este ritmo tan frenético por lograr algo. Quien no se asocia se muere. Hace poco tuve un libro en mis manos cuyo título ya señalaba el contenido: NO ES TIEMPO DE VENDER, ES TIEMPO DE ASOCIARSE.
NUESTRA PORTADA
Iniciamos entre nosotros OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS DE COLOMBIA, específicamente la OBRA DE SAN PEDRO APÓSTOL y UNIÓN APOSTÓLICA DEL CLERO un trabajo mancomunado en bien de nuestros objetivos comunes y nuestro único deseo de fortalecer la espiritualidad sacerdotal y misionera de nuestros obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas, novicios y novicias. Durante los días 27 y 28 de junio de este año se realizó en Medellín un encuentro Nacional de la Unión Apostólica del Clero, espacio propicio para que con Monseñor Julio Daniel Batía Aponte, Presidente Internacional de esta Institución y el P. Javier Alexis Gil Henao, Secretario Nacional de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol y la Pontificia Unión Misional, iniciaran un proceso de trabajo conjunto en los siguientes
Estamos trabajando, entonces, en estas líneas y en las próximas REVISTAS DE MISIONES daremos a conocer cómo será nuestro trabajo. Me alegra mucho poder anunciar en este momento esta iniciativa, ya que esta REVISTA DE MISIONES está dedicada a la OBRA PONTIFICIA DE SAN PEDRO APÓSTOL, cuyo mes de motivación, información y formación es agosto, con un día especial, como jornada fuerte de oración y de súplica de ayuda económica, el último domingo de agosto de cada año, este año el domingo 26. La ayuda económica que todas las Diócesis de Colombia reportaron a esta Sede Nacional de Obras Misionales Pontificias, no superó los 18 millones de pesos. Y en Colombia tenemos un Seminario Intermisional San Luis Beltrán, para las vocaciones de los territorios de misión, ayudado por esta Obra a nivel mundial y nuestra ayuda fue dolorosa, por no decir más. En esto nos falta compromiso. A todos. A esta Sede Nacional, a las 76 jurisdicciones eclesiásticas de Colombia, al Seminario Intermisional. Si las instituciones no se unen se ahogan. El compromiso tiene que ser de todos y con todo. Los invito a acoger la bella y espiritual iniciativa de la Secretaría Nacional de la POSPA, invitándonos a ser sus socios. En este número de la REVISTA DE MISIONES aparece su artículo en la sección ASÍ VAMOS EN OMP: Pontificia Obra de San Pedro Apóstol (POSPA) y dentro de la Revista le llegará un volante con la invitación ¡ASÓCIATE A LA POSPA! Ya todos los integrantes de esta Sede Nacional somos socios. Los directores OMP y de la Pastoral Misionera de todas las jurisdicciones de Colombia, han recibido el material para apoyar esta iniciativa. Hazte socio también tú, conviértete en apóstol de esta iniciativa. Es cierto que estos tiempos son muy difíciles, son los más difíciles; es cierto que hay mediocridad y deserciones en las filas de nuestra Iglesia; pero es más cierto que ESTE ES EL TIEMPO PROPICIO, que estamos en el mejor de los tiempos, que la mediocridad y debilidad se supera trabajando por la integridad y por la fidelidad. No es tiempo de llorar, de echar para atrás. Es tiempo de luchar, de ayudar, de amar. Hagámonos socios de la POSPA y seamos secretarios de este apostolado con nuestros amigos, padres, hermanos, familiares. El apóstol habla, habla. El buen apóstol habla, habla y convence. ¡ADELANTE! Mario Álvarez Gómez Pbro.
En nuestra portada, vemos una muestra del amor de Dios al regalarnos vocaciones nativas colombianos con rostro indígena, afro y mestizo. Además contamos con misioneros nativos de Europa, Africa y Asia, que evangelizan nuestros pueblos. Todas las vocaciones son para la Iglesia Local y Universal. ¡Apoyémoslas!
Revista de Misiones • 1
CONTENIDO 1
Editorial
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Intenciones Misioneras Intenciones misioneras para julio y agosto.
La pontificia Obra de San Pedro Apóstol (POSPA) Y la Unión Apostólica del Clero (UAC)
puente misionero
Seminario intermisional colombiano San Luis Beltrán. Más de 250 sacerdotes y 5 obispos se formaron gracias a las personas que apoyan la POSPA. “DAME LO QUE MANDAS Y MANDA LO QUE QUIERAS”. S. Agustín. Testimonio de una misionera en la sierra peruana
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Actualidad Mensaje Pontificio - Asamblea General OMP... El corazón del Papa Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XXVII Jornada Mundial de la Juventud 2012 “¡Alegraos siempre en el Señor!»
Colombia 11 Misíón Cuando las culturas se conocen, el encuentro con el otro se facilita. Misioneras 12 Figuras El martirio, anhelo misionero.
21 de julio, conmemoración de los 25 años del sacrificio de Mons. Labaka y la Hna Inés Arango.
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Luces para el camino La mies es mucha y los obreros pocos.
central 15 Tema POSPA. Pontificia Obra de San Pedro Apóstol
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Reviviendo el espíritu misionero Apóstoles en su propio ambiente.
vamos en OMP 19 Así Actividades de las OMP de Colombia 19 Pontificia Obra de la Propagación de la Fe. (POPF) Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera. 21 Pontificia (POIAM) 24 Pontificia Obra de San Pedro Apóstol. (POSPA) 26 Pontificia Unión Misional. (PUM) 28 Para Pensar 29 Notimisión 31 Rincón Misionero
OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS REVISTA MISIONES FUNDADA EN JUNIO DE 1925 ISS 0122-563 Julio - Agosto de 2012 Año 88 N. 787 Director: Mario Álvarez Gómez Pbro. Cordinación y Redacción Dirección Nacional OMP Diseño y Diagramación Aura B. Guacaneme A. Departamento de Comunicaciones OMP. Impresión Instituto San Pablo Apóstol www.ispaeducacion.edu.co Pbx: (1) 202 0657 Valor de Suscripción: Un año (6 numeros) $ 25.000 Administración y suscripciones Transv. 28B # 36-70 Pbx: 3689693 - 2442070 Fax: 2699840 comunicaciones@ompdecolombia.org www.ompdecolombia.org Bogotá D.C., Colombia
Revista de Misiones es una publicación de las Obras Misionales Pontificias de Colombia (OMP) dirigida a las familias y a los grupos misioneros. Su objetivo es informar sobre la labor misionera de la Iglesia en Colombia, así como incentivar y promover, dentro de los colombianos, una mayor conciencia de Misión Ad gentes.
Intenciones Misioneras
JULIO
Para que los voluntarios cristianos presentes en territorios de misión sepan dar testimonio de la caridad de Cristo. Ser voluntario es permitir que Dios se apropie de nuestra voluntad, y unidos a su corazón realicemos obras con los dones que se nos han otorgados. Todos aquellos que trabajamos en instituciones de Iglesia debemos distinguirnos en realizar nuestras labores con la mayor destreza, pero también con dedicación hacia los otros, los más cercanos, por eso debemos decir como nos lo propone Benedicto XVI en su libro, Jesús de Nazaret; Sí, “tengo que llegar a ser una persona que ama, una persona de corazón abierto, que se conmueve ante la necesidad del otro. Entonces encontraré a mi prójimo, o mejor dicho, será él quien me encuentre” Señor Dios, que por medio de tu Santo Espíritu mueves la voluntad de los misioneros voluntarios para trabajar por tu Iglesia, haz que ese mismo espíritu sea quien los guie y gobierne en su sentir y actuar.
AGOSTO
Para que los jóvenes, llamados al seguimiento de Cristo, proclamen y den testimonio del Evangelio hasta los confines de la tierra. “Tened la certeza de que colma de alegría a los que, dedicándole la vida desde esta perspectiva (con generosidad al Señor), responden a su invitación a dejar todo para quedarse con Él y dedicarse con todo el corazón al servicio de los demás. Del mismo modo, es grande la alegría que Él regala al hombre y a la mujer que se donan totalmente el uno al otro en el matrimonio para formar una familia y convertirse en signo del amor de Cristo por su Iglesia.” (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la JMJ 2012) Jesús, te pedimos por tus amigos los jóvenes, para que en su corazón permanezca el deseo de servirte y amarte. Y así, colaborando con tu Iglesia; descubran la alegría de proclamar tu Palabra encontrando poco a poco la realización de sus anhelos.
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Puente Misionero SEMINARIO INTERMISIONAL COLOMBIANO SAN LUIS BELTRAN Más de 250 sacerdotes y cinco obispos se formaron gracias a las personas que apoyan la POSPA
Por: P. Juan Manuel Toro Vallejo Rector del Seminario Intermisional Colombiano San Luis Beltrán.
El Seminario Intermisional Colombiano San Luis Beltrán se encuentra celebrando sus Bodas de Oro, en los que la contemplación de su propia historia, resulta ser un testimonio de la acción eclesial de la Iglesia universal y un aliciente en la obra misionera de la Iglesia. El día 10 de marzo de 1.962, se daba inicio, en la institución, a la formación de los primeros seminaristas que conformarían la primera promoción de la obra naciente. Esta casa de formación nace como una respuesta a las necesidades pastorales de los diferentes territorios misioneros de la geografía colombiana, cuando en 1959, mediante el decreto 5648 del 27 de noviembre, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, y que antaño se denominara Propaganda Fide, fue erigido este seminario, cristalizándose así los sueños de los prelados misioneros de contar con la solución para el problema de la formación de las vocaciones de sus territorios. Esta mirada eclesial que la Santa Sede dirigiera a la Iglesia Colombiana para atender a sus necesidades misioneras, ha recibido la riqueza pastoral que a lo largo de los años han ido tejiendo las tres entidades eclesiales a quienes se les ha confiado la tarea formativa: El Instituto Español de Misiones Extranjeras (1962-1968), El Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal (1968-1987) y la Diócesis de Sonsón Rionegro, de 1987 hasta la fecha (25 años de servicio en el 2012). Ya desde sus inicios el seminario ha podido contar con la ayuda incondicional, no solo de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Con su actual cardenal, su Eminencia Reverendísima, Monseñor Fernando Filoni, quien ha dejado sentir su cercanía y preocupación, sino también y de
Formadores y Seminaristas Seminario Intermisional Colombiano San Luis Beltrán. Bogotá.
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manera especial, el apoyo de las Obras Misionales Pontificias, quien a través de la PONTIFICIA OBRA DE SAN PEDRO APÓSTOL (POSPA), con Mons. Jean Dumon a la cabeza, no ha dejado, a lo largo de tantos años, de proporcionar a este seminario recursos económicos valiosísimos, no solo para el sostenimiento de los seminaristas, sino también para la construcción y adecuación de las instalaciones de la misma casa.
De izquierda a derecha son: Excmo. Mons. Daniel Caro Borda, Obispo de la diócesis de Soacha, Excmo. Mons. Misael Vacca Ramírez, Obispo de la diócesis de Yopal, Excmo. Mons. Luis Alberto Parra Mora, Obispo de la diócesis de Mocoa-Sibundoy, Rvdo, Padre Juan Manuel Toro Vallejo, Rector del Seminario Intermisional Colombiano San Luis Beltrán, Ecmo. Mons. Rubén Salazar Gómez, Arzobispo de la arquidiócesis de Bogotá, Ecmo. Mons. Edgar Hernando Tirado Mazo, Vicario Apostólico de Tierradentro, Ecmo. Mons. José Roberto Ospina Leongómez- Obispo de la diócesis de Buga. Bogotá, marzo 10 de 2012 en la Eucaristía de las Bodas de Oro del Seminario Intermisional Colombiano San Luis Beltrán.
Al contemplar la historia, como antaño lo hiciera el Pueblo de Israel, no queda otra cosa que maravillarse de la obra que el mismo Señor ha ido realizando en medio de los problemas y las vicisitudes de la vida, entregando a la Iglesia colombiana más de 250 sacerdotes y contando además con cinco obispos que han realizado parcial o totalmente su formación en estos claustros. Cuán valioso, entonces, ha sido el esfuerzo de la Pontificia Obra de San Pedro Apóstol, que con su apoyo espiritual y material ha contribuido notablemente a la realización de esta obra de Dios, en la que se ha experimentado la presencia y la acción de las diferentes entidades eclesiales, viniendo a ser precisamente el seminario como fruto de un esfuerzo de la misma Iglesia, que no ha cesado de prodigarnos sus cuidados maternales y su caridad cristiana.
Puente Misionero Testimonio de la Hermana Nazly Yurani Leon Martínez, misionera en la sierra peruana, estudiante del Programa Virtual de Formación Misionera de las OMP de Colombia.
misionera que nos ofrecen las OMP de Colombia, mi experiencia misionera ha sido a nivel práctico, pero confrontado a nivel teórico con nuestros documentos eclesiales y todo ello hace parte de mi gran itinerario evangélico.... veamos…
“DAME LO QUE MANDAS Y MANDA LO QUE QUIERAS”. San Agustín
A continuación podrán disfrutar de algunas de mis aventuras misioneras a ritmo de yanque, alforja, poncho y sombrero:
Al igual que San Agustín siempre pido a Dios poder guardar y vivir la misión según el camino de Dios.
Como las primeras comunidades cristianas, durante los últimos meses hemos realizado en algunas comunidades campesinas “LA GRAN MISION”, por medio de la cual compartimos y vivimos como prelatura la MISION CONTINENTAL, que a partir de Aparecida estamos llamados a vivir en nuestra Iglesia Latinoamericana y del Caribe.
El corazón misionero siempre está disponible para partir, “la misión es siempre partir”; por esta razón mi vida en las manos de Dios se ha transformado en constante camino, en la novedad y la alegría del anuncio de la Buena Nueva, siempre en nuevas tierras y a nuevos rostros en la dinámica evangélica de buscar a Jesús para encontrarle y estar con Él. Actualmente el impulso misionero del Espíritu Santo, por medio de mi amada congregación de Misioneras Agustinas Recoletas, me ha enviado a tierras peruanas, específicamente a la parroquia San Bartolomé del pueblo de Cochabamba, ubicado en la provincia de Chota y perteneciente a la Prelatura de Chota-Cutervo, en el departamento de Cajamarca, Sierra Norte del Perú. En esta bella tierra el Cristo andino de la sierra peruana se hace presente en la sencillez y humildad del campesino que aun en medio de su pobreza posee la mayor riqueza que un hombre pueda obtener, “calzarse los yanques (tipo de calzado) de Cristo sin temer a los compromisos evangélicos en respuesta fiel y creativa por los montes, cerros y ríos, abriendo nuevos caminos de evangelización; ha sido ese el testimonio de vivir a Cristo en la Sierra peruana y puedo afirmar con mi corazón dispuesto a la construcción del Reino de Dios, que en fidelidad a este testimonio y a la llamada de Dios que he recibido, me he calzado los yanques del Cristo de la Sierra y en unidad de hermanos he vivido el itinerario evangélico, llevando a muchos serranos la presencia de Cristo, Salvador. Quiero compartir desde estas tierras Cochabambinas, ciudad de gente fraterna y eterno verano, algunas experiencias significativas de mí caminar Misionero Agustino Recoleto: Recorrer caminos peruanos hasta llegar a compartir con la gente humilde del campo, acompañar el crecimiento espiritual y humano de los jóvenes, animar la fe de nuestros niños y adultos con alegría y entrega, relacionarnos en el día a día con las personas que Dios prepara para el encuentro, fortalecernos como mujeres consagradas a Dios en nuestra entrega diaria y realizando los estudios del programa virtual de formación
Camino, comunidad y Evangelio…
En comunión de hermanos compartimos la Palabra, la Eucaristía y la mesa, en ambiente fraterno, visitando las casas y animándoles a ser discípulos y misioneros de Cristo. Entre hermosos paisajes el corazón de la gente humilde se va colmando de fe, esperanza y amor en la presencia del Dios Altísimo. “Los pies del mensajero llevan por la montaña la Buena Noticia de Jesús resucitado”. Vivian juntos… Al tener la oportunidad de acompañar algunas de las asambleas familiares que se realizan en nuestra parroquia San Bartolomé, por la realización de la MISION INTENSIVA, que es continuación de la GRAN MISION descubrimos como Dios se hace presente en medio de las familias, vecinos, niños y jóvenes y mirándolos a todos con ternura y amor los sigue llamando a ser seguidores y lideres fieles a su Palabra en comunidad de hermanos en la fe. “Nuevos líderes que animen el caminar misionero de nuestro pueblo” Jóvenes con corazón inquieto… En el acompañamiento a nuestros jóvenes Cochabambinos, se reconocen sus antiguas y nuevas inquietudes sobre su sentido de vida, el grito desesperado por encontrar a Cristo, pastor de almas y amigo de camino. Por tal razón en trabajo comunitario estamos ofreciéndoles formación humana, religiosa y carismática dentro para la vivencia de su fe en varios espacios. ENTRE CERROS ¡Tierra hermosa!, Perú se levanta Y entre sus cerros Celebra ¡la libertad! Recorre caminos De inmensos abismos Que alcanzan la gloria De su Dios Bendito. Se llega a la pampa: ¡La bella Cochabamba!; Contemplas su cielo Te deja en desvelo. ¡Qué hermoso es, el cielo Serrano! ¡Qué imponente sus cerros! ¡Sus paisajes son encanto e imagen de un Cristo serrano! ¡y su gente inspiración de bellos versos!
Nazly Yurany León Martínez, misionera Agustina Recoleta.
Entre cerros está Cochabamba Pero ella se levanta, Alcanzando altura Por su Dios, su gente y su cultura
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Actualidad MENSAJE PONTIFICIO - ASAMBLEA GENERAL OMP. ROMA, MAYO de 2012 Durante la Asamblea General de Directores OMP que se desarrolló en Roma, el Santo Padre Benedicto XVI, envió el siguiente mensaje: ¡Señor Cardenal, venerados hermanos en el Episcopado y en el sacerdocio, queridos hermanos y hermanas! Dirijo un cordial saludo a todos, iniciando por el Señor Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, al que agradezco de corazón sus palabras y la información sobre la actividad de las Obras Misionales Pontificias. Extiendo mi saludo al Secretario Mons. Savio Hon Tai-Fai, al Vicesecretario Mons. Piergiuseppe Vacchelli, Presidente de las Obras Misionales Pontificias, a los Directores Nacionales y a todos los colaboradores, como a todos aquellos que prestan servicio en el Dicasterio. Mi pensamiento y el todos ustedes en este momento se dirige al Padre Massimo Cenci, Vicesecretario, fallecido improvisamente. Que el Señor lo premie por todo el trabajo que ha realizado en la misión y al servicio de la Santa Sede. El encuentro de hoy se realiza en el contexto de la Asamblea anual del Consejo Superior de las Obras Misioneras Pontificias, a quien está confiada la cooperación misionera de todas las iglesias del mundo. La evangelización, que tiene siempre un carácter de urgencia, en estos momentos impulsa a la Iglesia a recorrer, con paso todavía más rápido, los caminos del mundo, para que todos los seres humanos conozcan a Cristo. Sólo en la Verdad, que es Cristo, la humanidad puede descubrir el significado de la existencia, encontrar la salvación y crecer en la justicia y la paz. Cada hombre y cada pueblo tienen el derecho de recibir el Evangelio de la verdad. En esta perspectiva asume un particular significado su empeño para celebrar el Año de la Fe, a esta altura ya cercano; para reforzar el empeño de difusión del Reino de Dios y del conocimiento de la fe cristiana. Esto exige de parte de quienes ya encontraron a Jesucristo «una auténtica y renovada conversión al Señor, el único salvador del mundo». (Carta ap. Porta Fidei, 6). Las comunidades cristianas «de hecho tienen necesidad de volver a escuchar la voz del Esposo, que invita a la conversión, que los incita al ardor de cosas nuevas y los llama a empeñarse en la gran obra de la Nueva Evangelización». (Juan Pablo II, Ex. ap. Postsin. Ecclesia in Europa, 23). Jesús, el Verbo Encarnado, sigue siendo el centro del anuncio, el punto de referencia para la continuación y para la misma metodología de la misión evangelizadora, porque es el rostro humano de Dios, que quiere encontrar a cada hombre y mujer para hacerlos entrar en comunión con Él, en su amor. Recorrer las calles del mundo para proclamar el Evangelio a todos los pueblos de la tierra y guiarlos al encuentro con el Señor (cfr. Cart. ap. Porta Fidei,7), exige entonces que el anunciador tenga una relación personal y cotidiana con Cristo, lo conozca y lo ame profundamente. En nuestros días la misión necesita renovar la confianza en la acción de Dios y una oración más intensa para que venga su Reino, para que se cumpla su voluntad en el cielo como en la tierra. Es necesario invocar del Espíritu Santo luz y fuerza, y comprometerse con decisión y generosidad para inaugurar, en cierto sentido, «una nueva época de anuncio del Evangelio... porque, después de dos mil años, una gran parte de la familia humana sigue sin conocer a Cristo, y también porque la situación en que se encuentran la Iglesia y el mundo presenta particulares desafíos a la fe religiosa» (Juan Pablo II, Exhort. ap. postsin. Ecclesia in Asia, 29). Por lo tanto
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Asamblea General OMP de Colombia, mayo de 2012.
me alegra poder animar el proyecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y de las Obras Misionales Pontificias que promueven el Año de la Fe. Este proyecto prevé una campaña mundial que, a través de la oración del Santo Rosario, acompañe la tarea de evangelización en el mundo y ayude a muchos bautizados a redescubrir y profundizar la fe. Queridos amigos, ustedes sabéis bien que el anuncio del Evangelio conlleva, no pocas veces, dificultades y sufrimientos; a menudo el Reino de Dios se difunde en el mundo al precio de la sangre de sus siervos. En esta fase de cambios económicos, culturales y políticos, cuando el ser humano puede sentirse sólo, presa de la angustia y la desesperación, los mensajeros del Evangelio, a pesar de ser anunciadores de esperanza y de paz, siguen siendo perseguidos como lo fue su Maestro y Señor. Pero, no obstante los problemas y la realidad trágica de la persecución, la Iglesia no se desanima: sigue siendo fiel al mandato de su Señor, consciente de que «como siempre en la historia cristiana, los mártires, es decir, los testigos son numerosos e indispensables para el camino del Evangelio»(Juan Pablo II, Redemptoris missio, 45). Hoy como ayer, el mensaje de Cristo, no puede ajustarse a la lógica de este mundo, porque es profecía y liberación; es semilla de una nueva humanidad que está creciendo, y sólo al final de los tiempos llegará a su plena realización. A ustedes se os confía de manera particular, la tarea de sostener a los ministros del Evangelio, ayudándoles a «conservar la alegría de evangelizar aún cuando sea necesario sembrar entre las lágrimas» (Pablo VI, Exort. ap. Evangeli nuntiandi, 80). Vuestro peculiar empeño comprende también mantener viva la vocación misionera de todos los discípulos de Cristo, de manera que cada uno, según el carisma recibido por el Espíritu Santo, pueda tomar parte en la misión universal que el Resucitado entregó a su Iglesia. Vuestra obra de animación y formación misionera forma parte del alma del cuidado pastoral, porque la misión ‘ad gentes’ es el paradigma de toda la acción de la Iglesia Apostólica. Sed, cada más vez, expresión visible y concreta de la comunión de personas y medios entre las Iglesias, que, como vasos comunicantes, viven la misma vocación y tensión misionera, y en cada rincón de la tierra trabajan para sembrar el Verbo de Verdad en todos los pueblos y culturas. Estoy seguro que continuareis a empeñaros para que las iglesias locales asuman, siempre más generosamente, su parte de responsabilidad en la misión universal de la iglesia. La Virgen Santísima, Reina de las Misiones, os acompañe en este servicio y sostenga vuestras fatigas para promover la conciencia y la colaboración misionera. Con este deseo, que tengo siempre presente en mi oración, os doy las gracias a ustedes y a todos los que cooperan en la causa de la evangelización, y de corazón imparto a cada uno la Bendición Apostólica”. SS. BENEDICTO XVI
El corazón del Papa Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI Para la XXVII Jornada Mundial de la Juventud 2012 «¡Alegraos siempre en el Señor!» (Flp 4,4)
y esperanza. Quisiera reflexionar ahora con vosotros sobre esta alegría, sobre los caminos para encontrarla, para que podáis vivirla cada vez con mayor profundidad y ser mensajeros de ella entre los que os rodean. 1. Nuestro corazón está hecho para la alegría La aspiración a la alegría está grabada en lo más íntimo del ser humano. Más allá de las satisfacciones inmediatas y pasajeras, nuestro corazón busca la alegría profunda, plena y perdurable, que pueda dar «sabor» a la existencia. Y esto vale sobre todo para Integrantes de Juventud Misionera que colaborando al Precongreso de Infancia Misionera en vosotros, porque la juventud es un período Villavicencio, marzo 18 de 2012. de un continuo descubrimiento de la vida, del mundo, de los demás y de sí mismo. Es un Queridos jóvenes: tiempo de apertura hacia el futuro, donde se manifiestan los Me alegro de dirigirme de nuevo a vosotros con ocasión grandes deseos de felicidad, de amistad, del compartir y de de la XXVII Jornada Mundial de la Juventud. El recuerdo del verdad; donde uno es impulsado por ideales y se conciben encuentro de Madrid el pasado mes de agosto sigue muy proyectos. presente en mi corazón. Ha sido un momento extraordinario de gracia, durante el cual el Señor ha bendecido a los jóvenes Cada día el Señor nos ofrece tantas alegrías sencillas: la alegría allí presentes, venidos del mundo entero. Doy gracias a Dios de vivir, la alegría ante la belleza de la naturaleza, la alegría por los muchos frutos que ha suscitado en aquellas jornadas de un trabajo bien hecho, la alegría del servicio, la alegría y que en el futuro seguirán multiplicándose entre los jóvenes del amor sincero y puro. Y si miramos con atención, existen y las comunidades a las que pertenecen. Ahora nos estamos tantos motivos para la alegría: los hermosos momentos de la dirigiendo ya hacia la próxima cita en Río de Janeiro en el vida familiar, la amistad compartida, el descubrimiento de las año 2013, que tendrá como tema «¡Id y haced discípulos a propias capacidades personales y la consecución de buenos resultados, el aprecio que otros nos tienen, la posibilidad todos los pueblos!» (cf. Mt 28,19). de expresarse y sentirse comprendidos, la sensación de ser Este año, el tema de la Jornada Mundial de la Juventud nos útiles para el prójimo. Y, además, la adquisición de nuevos lo da la exhortación de la Carta del apóstol san Pablo a los conocimientos mediante los estudios, el descubrimiento Filipenses: «¡Alegraos siempre en el Señor!» (4,4). En efecto, de nuevas dimensiones a través de viajes y encuentros, la la alegría es un elemento central de la experiencia cristiana. posibilidad de hacer proyectos para el futuro. También También experimentamos en cada Jornada Mundial de la pueden producir en nosotros una verdadera alegría la Juventud una alegría intensa, la alegría de la comunión, la experiencia de leer una obra literaria, de admirar una obra alegría de ser cristianos, la alegría de la fe. Esta es una de maestra del arte, de escuchar e interpretar la música o ver las características de estos encuentros. Vemos la fuerza una película. atrayente que ella tiene: en un mundo marcado a menudo por la tristeza y la inquietud, la alegría es un testimonio Pero cada día hay tantas dificultades con las que nos encontramos en nuestro corazón, tenemos tantas importante de la belleza y fiabilidad de la fe cristiana. preocupaciones por el futuro, que nos podemos preguntar La Iglesia tiene la vocación de llevar la alegría al mundo, si la alegría plena y duradera a la cual aspiramos no es quizá una alegría auténtica y duradera, aquella que los ángeles una ilusión y una huída de la realidad. Hay muchos jóvenes anunciaron a los pastores de Belén en la noche del que se preguntan: ¿es verdaderamente posible hoy en día la nacimiento de Jesús (cf. Lc 2,10). Dios no sólo ha hablado, alegría plena? Esta búsqueda sigue varios caminos, algunos no sólo ha cumplido signos prodigiosos en la historia de la de los cuales se manifiestan como erróneos, o por lo menos humanidad, sino que se ha hecho tan cercano que ha llegado peligrosos. Pero, ¿cómo podemos distinguir las alegrías a hacerse uno de nosotros, recorriendo las etapas de la vida verdaderamente duraderas de los placeres inmediatos entera del hombre. En el difícil contexto actual, muchos y engañosos? ¿Cómo podemos encontrar en la vida la jóvenes en vuestro entorno tienen una inmensa necesidad verdadera alegría, aquella que dura y no nos abandona ni en de sentir que el mensaje cristiano es un mensaje de alegría los momentos más difíciles?
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El corazón del Papa 2. Dios es la fuente de la verdadera alegría En realidad, todas las alegrías auténticas, ya sean las pequeñas del día a día o las grandes de la vida, tienen su origen en Dios, aunque no lo parezca a primera vista, porque Dios es comunión de amor eterno, es alegría infinita que no se encierra en sí misma, sino que se difunde en aquellos que Él ama y que le aman. Dios nos ha creado a su imagen por amor y para derramar sobre nosotros su amor, para colmarnos de su presencia y su gracia. Dios quiere hacernos partícipes de su alegría, divina y eterna, haciendo que descubramos que el valor y el sentido profundo de nuestra vida está en el ser aceptados, acogidos y amados por Él, y no con una acogida frágil como puede ser la humana, sino con una acogida incondicional como lo es la divina: yo soy amado, tengo un puesto en el mundo y en la historia, soy amado personalmente por Dios. Y si Dios me acepta, me ama y estoy seguro de ello, entonces sabré con claridad y certeza que es bueno que yo sea, que exista. Este amor infinito de Dios para con cada uno de nosotros se manifiesta de modo pleno en Jesucristo. En Él se encuentra la alegría que buscamos. En el Evangelio vemos cómo los hechos que marcan el inicio de la vida de Jesús se caracterizan por la alegría. Cuando el arcángel Gabriel anuncia a la Virgen María que será madre del Salvador, comienza con esta palabra: «¡Alégrate!» (Lc 1,28). En el nacimiento de Jesús, el Ángel del Señor dice a los pastores: «Os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor» (Lc 2,11). Y los Magos que buscaban al niño, «al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría» (Mt 2,10). El motivo de esta alegría es, por lo tanto, la cercanía de Dios, que se ha hecho uno de nosotros. Esto es lo que san Pablo quiso decir cuando escribía a los cristianos de Filipos: «Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca» (Flp 4,4-5). La primera causa de nuestra alegría es la cercanía del Señor, que me acoge y me ama.
Esta profunda alegría es fruto del Espíritu Santo que nos hace hijos de Dios, capaces de vivir y gustar su bondad, de dirigirnos a Él con la expresión «Abba», Padre (cf. Rm 8,15). La alegría es signo de su presencia y su acción en nosotros.
El profeta Jeremías escribe: «Si encontraba tus palabras, las devoraba: tus palabras me servían de gozo, eran la alegría de mi corazón» (Jr 15,16). Aprended a leer y meditar la Sagrada Escritura; allí encontraréis una respuesta a las preguntas más profundas sobre la verdad que anida en vuestro corazón y vuestra mente.
En efecto, el encuentro con Jesús produce siempre una gran alegría interior. Lo podemos ver en muchos episodios de los Evangelios. Recordemos la visita de Jesús a Zaqueo, un recaudador de impuestos deshonesto, un pecador público, a quien Jesús dice: «Es necesario que hoy me quede en tu casa». Y san Lucas dice que Zaqueo «lo recibió muy contento» (Lc 19,5-6). Es la alegría del encuentro con el Señor; es sentir el amor de Dios que puede transformar toda la existencia y traer la salvación. Zaqueo decide cambiar de vida y dar la mitad de sus bienes a los pobres. En la hora de la pasión de Jesús, este amor se manifiesta con toda su fuerza. Él, en los últimos momentos de su vida terrena, en la cena con sus amigos, dice: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor… Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud» (Jn 15,9.11). Jesús quiere introducir a sus discípulos y a cada uno de nosotros en la alegría plena, la que Él comparte con el Padre, para que el amor con que el Padre le ama esté en nosotros (cf. Jn 17,26). La alegría cristiana es abrirse a este amor de Dios y pertenecer a Él.
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Los Evangelios relatan que María Magdalena y otras mujeres fueron a visitar el sepulcro donde habían puesto a Jesús después de su muerte y recibieron de un Ángel una noticia desconcertante, la de su resurrección. Entonces, así escribe el Evangelista, abandonaron el sepulcro a toda prisa, «llenas de miedo y de alegría», y corrieron a anunciar la feliz noticia a los discípulos. Jesús salió a su encuentro y dijo: «Alegraos» (Mt 28,8-9). Es la alegría de la salvación que se les ofrece: Cristo es el viviente, es el que ha vencido el mal, el pecado y la muerte. Él está presente en medio de nosotros como el Resucitado, hasta el final de los tiempos (cf. Mt 28,21). El mal no tiene la última palabra sobre nuestra vida, sino que la fe en Cristo Salvador nos dice que el amor de Dios es el que vence.
3. Conservar en el corazón la alegría cristiana Aquí nos preguntamos: ¿Cómo podemos recibir y conservar este don de la alegría profunda, de la alegría espiritual? Un Salmo dice: «Sea el Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón» (Sal 37,4). Jesús explica que «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo» (Mt 13,44). Encontrar y conservar la alegría espiritual surge del encuentro con el Señor, que pide que le sigamos, que nos decidamos con determinación, poniendo toda nuestra confianza en Él. Queridos jóvenes, no tengáis miedo de arriesgar vuestra vida abriéndola a Jesucristo y su Evangelio; es el camino para tener la paz y la verdadera felicidad dentro de nosotros mismos, es el camino para la verdadera realización de nuestra existencia de hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza.
Buscar la alegría en el Señor: la alegría es fruto de la fe, es reconocer cada día su presencia, su amistad: «El Señor está cerca» (Flp 4,5); es volver a poner nuestra confianza en Él, es crecer en su conocimiento y en su amor. El «Año de la Fe», que iniciaremos dentro de pocos meses, nos ayudará y estimulará. Queridos amigos, aprended a ver cómo actúa Dios en vuestras vidas, descubridlo oculto en el corazón de los acontecimientos de cada día. Creed que Él es siempre fiel a la alianza que ha sellado con vosotros el día de vuestro Bautismo. Sabed que jamás os abandonará. Dirigid a menudo vuestra mirada hacia Él. En la cruz entregó su vida porque os ama. La contemplación de un amor tan grande da a nuestros corazones una esperanza y una alegría que nada puede destruir. Un cristiano nunca puede estar triste porque ha encontrado a Cristo, que ha dado la vida por él. Buscar al Señor, encontrarlo, significa también acoger su Palabra, que es alegría para el corazón. El profeta Jeremías escribe: «Si encontraba tus palabras, las devoraba: tus palabras me servían de gozo, eran la alegría de mi corazón» (Jr 15,16). Aprended a leer y meditar la Sagrada Escritura; allí encontraréis una respuesta a las preguntas más profundas sobre la verdad que anida en vuestro corazón y vuestra mente. La Palabra de Dios hace que descubramos las maravillas que Dios ha obrado en la historia del hombre y que, llenos
El corazón del Papa de alegría, proclamemos en alabanza y adoración: «Venid, aclamemos al Señor… postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro» (Sal 95,1.6). La Liturgia en particular, es el lugar por excelencia donde se manifiesta la alegría que la Iglesia recibe del Señor y transmite al mundo. Cada domingo, en la Eucaristía, las comunidades cristianas celebran el Misterio central de la salvación: la muerte y resurrección de Cristo. Este es un momento fundamental para el camino de cada discípulo del Señor, donde se hace presente su sacrificio de amor; es el día en el que encontramos al Cristo Resucitado, escuchamos su Palabra, nos alimentamos de su Cuerpo y su Sangre. Un Salmo afirma: «Este es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo» (Sal 118,24). En la noche de Pascua, la Iglesia canta el Exultet, expresión de alegría por la victoria de Jesucristo sobre el pecado y la muerte: «¡Exulte el coro de los ángeles… Goce la tierra inundada de tanta claridad… resuene este templo con las aclamaciones del pueblo en fiesta!». La alegría cristiana nace del saberse amados por un Dios que se ha hecho hombre, que ha dado su vida por nosotros y ha vencido el mal y la muerte; es vivir por amor a él. Santa Teresa del Niño Jesús, joven carmelita, escribió: «Jesús, mi alegría es amarte a ti» (Poesía 45/7).
Hna. Yaneth Martínez y Hna Ofelia Gómez; secretarias de la POPF, en compañía de integrantes de Juventud Misionera; Villavicencio. Marzo 18 de 2012.
4. La alegría del amor Queridos amigos, la alegría está íntimamente unida al amor; ambos son frutos inseparables del Espíritu Santo (cf. Ga 5,23). El amor produce alegría, y la alegría es una forma del amor. La beata Madre Teresa de Calcuta, recordando las palabras de Jesús: «hay más dicha en dar que en recibir» (Hch 20,35), decía: «La alegría es una red de amor para capturar las almas. Dios ama al que da con alegría. Y quien da con alegría da más». El siervo de Dios Pablo VI escribió: «En el mismo Dios, todo es alegría porque todo es un don» (Ex. ap. Gaudete in Domino, 9 mayo 1975). Pensando en los diferentes ámbitos de vuestra vida, quisiera deciros que amar significa constancia, fidelidad, tener fe en los compromisos. Y esto, en primer lugar, con las amistades. Nuestros amigos esperan que seamos sinceros, leales, fieles, porque el verdadero amor es perseverante también y sobre todo en las dificultades. Y lo mismo vale para el trabajo, los estudios y los servicios que desempeñáis. La fidelidad y la perseverancia en el bien llevan a la alegría, aunque ésta no sea siempre inmediata. Para entrar en la alegría del amor, estamos llamados también a ser generosos, a no conformarnos con dar el mínimo, sino
... aunque a veces el camino cristiano no es fácil y el compromiso de fidelidad al amor del Señor encuentra obstáculos o registra caídas, Dios, en su misericordia, no nos abandona...
a comprometernos a fondo, con una atención especial por los más necesitados. El mundo necesita hombres y mujeres competentes y generosos, que se pongan al servicio del bien común. Esforzaos por estudiar con seriedad; cultivad vuestros talentos y ponedlos desde ahora al servicio del prójimo. Buscad el modo de contribuir, allí donde estéis, a que la sociedad sea más justa y humana. Que toda vuestra vida esté impulsada por el espíritu de servicio, y no por la búsqueda del poder, del éxito material y del dinero. A propósito de generosidad, tengo que mencionar una alegría especial; es la que se siente cuando se responde a la vocación de entregar toda la vida al Señor. Queridos jóvenes, no tengáis miedo de la llamada de Cristo a la vida religiosa, monástica, misionera o al sacerdocio. Tened la certeza de que colma de alegría a los que, dedicándole la vida desde esta perspectiva, responden a su invitación a dejar todo para quedarse con Él y dedicarse con todo el corazón al servicio de los demás. Del mismo modo, es grande la alegría que Él regala al hombre y a la mujer que se donan totalmente el uno al otro en el matrimonio para formar una familia y convertirse en signo del amor de Cristo por su Iglesia. Quisiera mencionar un tercer elemento para entrar en la alegría del amor: hacer que crezca en vuestra vida y en la vida de vuestras comunidades la comunión fraterna. Hay vínculo estrecho entre la comunión y la alegría. No en vano san Pablo escribía su exhortación en plural; es decir, no se dirige a cada uno en singular, sino que afirma: «Alegraos siempre en el Señor» (Flp 4,4). Sólo juntos, viviendo en comunión fraterna, podemos experimentar esta alegría. El libro de los Hechos de los Apóstoles describe así la primera comunidad cristiana: «Partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón» (Hch 2,46). Empleaos también vosotros a fondo para que las comunidades cristianas puedan ser lugares privilegiados en que se comparta, se atienda y cuiden unos a otros. 5. La alegría de la conversión Queridos amigos, para vivir la verdadera alegría también hay que identificar las tentaciones que la alejan. La cultura actual lleva a menudo a buscar metas, realizaciones y placeres inmediatos, favoreciendo más la inconstancia que la perseverancia en el esfuerzo y la fidelidad a los compromisos. Los mensajes que recibís empujar a entrar en la lógica del consumo, prometiendo una felicidad artificial. La experiencia enseña que el poseer no coincide con la alegría. Hay tantas personas que, a pesar de tener bienes materiales en abundancia, a menudo están oprimidas por la desesperación, la tristeza y sienten un vacío en la vida. Para permanecer en la alegría, estamos llamados a vivir en el amor y la verdad, a vivir en Dios. La voluntad de Dios es que nosotros seamos felices. Por ello nos ha dado las indicaciones concretas para nuestro camino: los Mandamientos. Cumpliéndolos encontramos el camino de la vida y de la felicidad. Aunque a primera vista puedan parecer un conjunto de prohibiciones, casi un obstáculo a
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El corazón del Papa la libertad, si los meditamos más atentamente a la luz del Mensaje de Cristo, representan un conjunto de reglas de vida esenciales y valiosas que conducen a una existencia feliz, realizada según el proyecto de Dios. Cuántas veces, en cambio, constatamos que construir ignorando a Dios y su voluntad nos lleva a la desilusión, la tristeza y al sentimiento de derrota. La experiencia del pecado como rechazo a seguirle, como ofensa a su amistad, ensombrece nuestro corazón. Pero aunque a veces el camino cristiano no es fácil y el compromiso de fidelidad al amor del Señor encuentra obstáculos o registra caídas, Dios, en su misericordia, no nos abandona, sino que nos ofrece siempre la posibilidad de volver a Él, de reconciliarnos con Él, de experimentar la alegría de su amor que perdona y vuelve a acoger. Queridos jóvenes, ¡recurrid a menudo al Sacramento de la Penitencia y la Reconciliación! Es el Sacramento de la alegría reencontrada. Pedid al Espíritu Santo la luz para saber reconocer vuestro pecado y la capacidad de pedir perdón a Dios acercándoos a este Sacramento con constancia, serenidad y confianza. El Señor os abrirá siempre sus brazos, os purificará y os llenará de su alegría: habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte (cf. Lc 15,7). 6. La alegría en las pruebas Al final puede que quede en nuestro corazón la pregunta de si es posible vivir de verdad con alegría incluso en medio de tantas pruebas de la vida, especialmente las más dolorosas y misteriosas; de si seguir al Señor y fiarse de Él da siempre la felicidad. La respuesta nos la pueden dar algunas experiencias de jóvenes como vosotros que han encontrado precisamente en Cristo la luz que permite dar fuerza y esperanza, también en medio de situaciones muy difíciles. El beato Pier Giorgio Frassati (1901-1925) experimentó tantas pruebas en su breve existencia; una de ellas concernía su vida sentimental, que le había herido profundamente. Precisamente en esta situación, escribió a su hermana: «Tú me preguntas si soy alegre; y ¿cómo no podría serlo? Mientras la fe me de la fuerza estaré siempre alegre. Un católico no puede por menos de ser alegre... El fin para el cual hemos sido creados nos indica el camino que, aunque esté sembrado de espinas, no es un camino triste, es alegre incluso también a través del dolor» (Carta a la hermana Luciana, Turín, 14 febrero 1925). Y el beato Juan Pablo II, al presentarlo como modelo, dijo de él: «Era un joven de una alegría contagiosa, una alegría que superaba también tantas dificultades de su vida» (Discurso a los jóvenes, Turín, 13 abril 1980). Más cercana a nosotros, la joven Chiara Badano (19711990), recientemente beatificada, experimentó cómo el dolor puede ser transfigurado por el amor y estar habitado por la alegría. A la edad de 18 años, en un momento en el que el cáncer le hacía sufrir de modo particular, rezó al Espíritu Santo para que intercediera por los jóvenes de su Movimiento. Además de su curación, pidió a Dios que iluminara con su Espíritu a todos aquellos jóvenes, que les diera la sabiduría y la luz: «Fue un momento de Dios: sufría mucho físicamente, pero el alma cantaba» (Carta a Chiara Lubich, Sassello, 20 de diciembre de 1989). La clave de su paz y alegría era la plena confianza en el Señor y la aceptación de la enfermedad como misteriosa expresión de su voluntad para su bien y el de los demás. A menudo repetía: «Jesús, si tú lo quieres, yo también lo quiero». Son dos sencillos testimonios, entre otros muchos, que muestran cómo el cristiano auténtico no está nunca desesperado o triste, incluso ante las pruebas más duras, y muestran que la alegría cristiana no es una huída de la
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El Señor os abrirá siempre sus brazos, os purificará y os llenará de su alegría: habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte
realidad, sino una fuerza sobrenatural para hacer frente y vivir las dificultades cotidianas. Sabemos que Cristo crucificado y resucitado está con nosotros, es el amigo siempre fiel. Cuando participamos en sus sufrimientos, participamos también en su alegría. Con Él y en Él, el sufrimiento se transforma en amor. Y ahí se encuentra la alegría (cf. Col 1,24). 7. Testigos de la alegría Queridos amigos, para concluir quisiera alentaros a ser misioneros de la alegría. No se puede ser feliz si los demás no lo son. Por ello, hay que compartir la alegría. Id a contar a los demás jóvenes vuestra alegría de haber encontrado aquel tesoro precioso que es Jesús mismo. No podemos conservar para nosotros la alegría de la fe; para que ésta pueda permanecer en nosotros, tenemos que transmitirla. San Juan afirma: «Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que estéis en comunión con nosotros… Os escribimos esto, para que nuestro gozo sea completo» (1Jn 1,3-4). A veces se presenta una imagen del Cristianismo como una propuesta de vida que oprime nuestra libertad, que va contra nuestro deseo de felicidad y alegría. Pero esto no corresponde a la verdad. Los cristianos son hombres y mujeres verdaderamente felices, porque saben que nunca están solos, sino que siempre están sostenidos por las manos de Dios. Sobre todo vosotros, jóvenes discípulos de Cristo, tenéis la tarea de mostrar al mundo que la fe trae una felicidad y alegría verdadera, plena y duradera. Y si el modo de vivir de los cristianos parece a veces cansado y aburrido, entonces sed vosotros los primeros en dar testimonio del rostro alegre y feliz de la fe. El Evangelio es la «buena noticia» de que Dios nos ama y que cada uno de nosotros es importante para Él. Mostrad al mundo que esto de verdad es así. Por lo tanto, sed misioneros entusiasmados de la nueva evangelización. Llevad a los que sufren, a los que están buscando, la alegría que Jesús quiere regalar. Llevadla a vuestras familias, a vuestras escuelas y universidades, a vuestros lugares de trabajo y a vuestros grupos de amigos, allí donde vivís. Veréis que es contagiosa. Y recibiréis el ciento por uno: la alegría de la salvación para vosotros mismos, la alegría de ver la Misericordia de Dios que obra en los corazones. En el día de vuestro encuentro definitivo con el Señor, Él podrá deciros: «¡Siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu señor!» (Mt 25,21). Que la Virgen María os acompañe en este camino. Ella acogió al Señor dentro de sí y lo anunció con un canto de alabanza y alegría, el Magníficat: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador» (Lc 1,46-47). María respondió plenamente al amor de Dios dedicando a Él su vida en un servicio humilde y total. Es llamada «causa de nuestra alegría» porque nos ha dado a Jesús. Que Ella os introduzca en aquella alegría que nadie os podrá quitar. Vaticano, 15 de marzo de 2012
Misión Colombia CUANDO LAS CULTURAS SE CONOCEN, EL ENCUENTRO CON EL OTRO SE FACILITA.
Hermana Marbelis Monroy, Misionera de la Madre Laura. Campinápolis -Brasil- Mayo 2012.
Fray Mario Rafael Toro Puerta, OFM. Asesor de Etnias y Director del Departamento de Promoción de la Unidad y el Diálogo de la Conferencia Episcopal Colombiana. Facilitador del Programa Virtual de Formación Misionera, OMP de Colombia.
se reconocen valores cristianos importantes en la cultura de los pueblos indígenas? Santo Domingo dice que son fruto de “semillas del Verbo” que ya operaban en sus antepasados (S. D. 245, D.A. 92). Aparecida incluso dice que estos pueblos han enriquecido estos valores ampliamente como fruto de la Evangelización.
En este mes la Revista de Misiones consagra su número justamente al tema de las vocaciones nativas. Entre ellas se destacaría el de las vocaciones indígenas, afros y campesinas en nuestro país.
Todo parece indicar que hay un reto para el sistema formativo tanto de las comunidades religiosas como de las Jurisdicciones. O se flexibiliza el sistema formativo sin caer en relativismos, o no se tendrán suficientes vocaciones.
Desde hace muchos años, en el 1985 cuando Su Santidad el Beato Juan Pablo II visitó a Colombia, en su discurso a los indígenas en Popayán, expresó uno de sus grandes deseos: “Especialmente deseo y pido al Señor que haga surgir de vuestras comunidades nuevas vocaciones al apostolado, a la vida consagrada, a los diversos ministerios y de modo particular al sacerdocio ministerial para que podáis contar con sacerdotes de vuestra propia sangre”. Nadie mejor que las personas de la cultura indígena para llegar a su corazón y a su imaginario.También Aparecida aboga por las vocaciones y ministerios de esos pueblos (D.A. 94).
Y ¿para qué tener suficientes vocaciones nativas de los pueblos indígenas, por ejemplo? Sin duda para poder llegar a ellos con los de “la propia sangre” como dice el Beato Pontífice Juan Pablo II, y llegar más a la raíz de sus culturas. Quién mejor que un indígena para entender los valores propios de las cosmovisiones indígenas y potenciarlos con la fuerza del Evangelio de Jesucristo? Sin duda entre los de la cultura criolla o mestiza ha sido una gran riqueza contar ministros propios. No se puede negar que el sistema formativo de los seminarios “del interior” llega con más facilidad a los del “interior”; y por tanto hace de ellos personas más capaces para entrar en contacto con su gente y llegar a ellos con un anuncio del Evangelio, en lenguaje claro y entendible.
Pero esto significa que los sistemas formativos sean flexibes, y sin hacer perder la identidad de los ministerios en la Iglesia, se abran a las diferentes culturas y les faciliten el acceso. De esto ha habido ensayos: que yo recuerde está el del seminario para los hermanos afro en Guapi, en tiempos de Monseñor José Miguel López Hurtado. Pero que ha pasado? No tienen suerte. No pelechan. Algo sucede: o los esquemas son muy rígidos, o las culturas nativas (hablo sobre todo de las indígenas y afrodescendientes) son incompatibles con la vocación a la vida consagrada o sacerdotal. Si se trata de lo segundo, ¿por qué entonces en los documentos de la Iglesia como Santo Domingo y Aparecida
Que ojalá de esta campaña por las vocaciones nativas, que se promueve desde la Pontificia Obra de San Pedro Apóstol, salga un vivo interés por hacer accequible la llegada de vocaciones indígenas a las casas de formación y a los seminarios. Este kairós, como llama Aparecida la llegada de los indigenas y afrodescendientes al panorama eclesial y social tiene que servir “para facilitar el encuentro de la Iglesia con estos sectores humanos” (D.A. 91). Que el Señor nos regale muchas y santas vocaciones nativas, indígenas y afrocolombianas. Y nos regale espacios donde ellos se puedan formar sin perder sus propias identidades.
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Figuras Misioneras El 21 de julio se conmemoran los 25 años del sacrificio de Mons. Labaka, nacido en España y la hermana colombiana Inés Arango. Hoy son Siervos de Dios.
Por: Aura Betsabé Guacaneme A. Departamento de Comunicaciones OMP de Colombia.
En la selva amazónica de Ecuador, vive la familia indigena Tagaeri quienes hacen parte de los Huaorani, indigenas que viven aislados voluntariamente para mantenerse con sus características propias y resguardarse de la llamada civilización y de otras tribus con las que disputan territorio Hna Inés Arango, compartiendo con la y poder. Allí, Monseñor comunidad Tagaeri. Selva Amazonica de Ecuador. Alejandro Labaka Ugarte, capuchino y obispo español y la Hermana Inés Arango, religiosa terciaria capuchina de la Sagrada Familia, colombiana nacida en Medellín; lograron inculturizarse, viviendo de tal manera que manifestaban amor y respeto con los habitantes de esta zona. Más de una decada vivieron en esta selva, hicieron parte de la vida común de los indigenas y asumieron con ellos muchas costumbres como la vestimenta y alimentación, fue así como sintieron la realización de su misión. Trabajaron en la protección de la vida indigena y la conservación se había convertido en su tarea primordial. El 21 de Julio de 1987, cuando justamente estaban en defensa de esta tribu, evitando la agresión por el avance de la explotación petrolera, Mons. Labaka y la Hna. Inés Arango fueron atravesados por flechas y lanzas; eran los tagaeri, quienes los atacaron propiciándoles una martirizante muerte. Al parecer, Monseñor y la Hermana, se trasladaban en un helicóptero de las empresas petroliferas, por tanto, los indigenas confundidos supusieron que eran empleados y siendo consecuentes con su ideología los atacaron violentamente. Hoy son siervos de Dios, la causa de la canonización está en tramite, en septiempre 17 de 2010 se clausuró en la catedral de la ciudad de Coca (Orellano. Ecuador) el proceso docesano de la causa. Inmediatamente, quien fue Juez del Tribunal eclesiástico, Padre Alberto Calvo del Solar, fue el portador de la documentación a Roma. En la Santa Sede, se están efectuando el debido proceso, quedando a la espera el decreto de validez que lo expedirá la Congregación de las causas de los Santos de Roma.
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De Semillas del Verbo, Boletín Informativo N. 12, dedicado a la causa de Canonización de los Siervos de Dios Mons. Alejandro Labaka y Hna Inés Arango, hemos extraído dos escritos dedicados a estos misioneros, mártires y testimonio para la Iglesia.
Monseñor Alejandro Labaka, Hermano Capuchino. Un misionero que anheló su martirio y Dios se lo concedió.
ALEJANDRO LABAKA: 25 años de su muerte martirial Este año se cumplen 25 años de la muerte martirial de nuestro hermano Capuchino Alejandro Labaka y de nuestra hermana Terciaria Capuchina, Inés Arango, quienes nos han dejado una herencia de entrega y amor incondicional a los más pobres, como son las mujeres y hombres que forman parte de las minorías que pueblan la selva amazónica. A lo largo de este cuarto de siglo hemos sido testigos de que Alejandro e Inés siguen más vivos que nunca, porque su sangre, derramada como la de Cristo, es semilla de vida para todos los que de una u otra forma se acercan a su vida misionera, una vida entregada incondicional y totalmente a Dios y a los pobres. La vida de Alejandro está llamándonos a seguir manteniendo vivo el compromiso de la entrega a Jesús y a su Reino. Han sido nuestros mártires quienes con su testimonio han animado a muchos hermanos religiosos y seglares a tomar el ejemplo de su vida para revivir y recrear su mensaje. Tenemos algunas manifestaciones que en estos años han mantenido viva la llama de su amor martirial: la caminata que motivados por Alejandro e Inés se hace cada año de Quito a Coca, es decir; ¿Sus tumbas, en defensa de la vida, como anuncio de lo que promueve la vida en todas sus manifestaciones y denuncia de todo lo que supone destrucción y muerte de la vida, especialmente la
Figuras Misioneras destrucción de las minorías al explotar el petróleo y talar los árboles de la selva.
soñaba ser misionera de tiempo completo en lugares de vanguardia entre indígenas.
En los hermanos y entre los laicos se ve un interés creciente por ir conociendo más la vida de Alejandro. Son estos her manos los que permiten que ellos sigan más vivos que nunca anunciando la vida y denunciando la muerte. En algunos lugares del país se han creado los grupos llamados: “Amigos de Alejandro e Inés” Es grato ver en ellos a jóvenes, algunos de ellos, menores de 25 años, interesados por estos hermanos que entregaron un día su vida y su sangre por amor. Que como Capuchinos, hermanos de Alejandro, sigamos manteniendo viva su memoria y su mensaje.
Inés, mujer orante, optimista, decidida, arriesgada, entregada al servicio de los marginados y olvidados de la sociedad, abrió su corazón a Dios dejándose seducir por Él y se dedicó a donar su vida sin reserva a cuantos la necesitaban.
Al encontrarnos en los 25 años de la muerte entregada de Alejandro e Inés, que todos nosotros, sus hermanos nos dejemos mover por el amor de Jesús que siempre motivó la vida y la entrega de nuestros mártires Alejandro e Inés: No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos Jn, 15,14. Les invito hermanos a hacer viva y presente la memoria de Alejandro, por lo que vivió y murió y sin miedo presenté moslo como el hermano que es para nosotros fuerza en la renovación de nuestra vida y ánimo vocacional para muchos jóvenes que aspiran a la vida misionera. Que Alejandro e Inés nos sigan acompañando en este largo caminar. Hno. Adalberto Jiménez OFMCap. Ministro Viceprovincial de Ecuador
Compartía sus sueños y esperanzas con Monseñor Alejandro Labaka, ambos coincidían en sus ideales de martirio si era necesario por defender la vida de los sin voz. Ella entendía que ser misionera no era una opción sino un mandato de Dios, enviada al mundo para servir, amar, enseñar desde la espiritualidad francisco-amigoniana en defensa de la vida. Después de 25 años de su muerte, nosotras Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia sentimos que ella nos reta a vivir: -- Una actitud contemplativa: descubriendo la acción de Dios en las realidades que vemos, en la cultura, en la historia. -- Conocer las diversas culturas: Abrirnos a otras culturas y pueblos. Ver lo positivo que hay en ellas. -- Una apertura a los signos de los tiempos: rescatar la dignidad humana, descubrir el papel de la mujer, la solidaridad, la ecología, el rechazo a la guerra. -- Un mayor enamoramiento de la persona de Jesús: que invita a desacomodarnos, a salir de tantas seguridades, a la renuncia, al sacrificio, a la minoridad. -- Ser misioneras: ayer, hoy y siempre, anunciando con valentía el Evangelio, especialmente en los lugares más necesitados. Miremos con ojos nuevos a nuestros mártires y pidámosle al Señor, que su sangre derramada en la selva ecuatoriana, sea semilla de vocaciones misioneras y religiosas para la Iglesia. Hna. María Mercedes Velásquez Superiora Viceprovincial Terciaras Capuchinas Ecuador
Ellos soñaron morir martires de la fe, eso se manifestaba en algunos de sus escritos y cartas a amigos de comunidad: (De blanco) Hermana Inés Arango, la muerte de estos Siervos de Dios, ha sido inspiradora para la defensa de los pueblos indígenas de la Amazonía
Haciendo memoria de la Hermana Inés Arango “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres” ( Salmo 125,3) Al disponemos con un corazón agradecido a vivir este año jubilar de la muerte martirial de nuestros hermanos Inés y Alejandro, no podemos silenciar nuestras voces sino gritar fuertemente que el martirio no se improvisa, se va haciendo realidad en el vivir de cada día con renuncia, sacrificio, entrega, dedicación. Es maravilloso experimentar en el ir y venir de cada día que con los hermanos que compartimos la vida cotidiana y los vemos personas normales, existe una gran experiencia de Dios; lo constatamos cuando volvemos nuestra mirada hacia atrás para valorar la vida de nuestra querida hermana Inés. Desde su niñez y juventud manifestaba abiertamente ser una misionera en potencia fortaleciendo esta vocación desde su hogar y luego en nuestra congregación donde,
Monseñor Alejandro: “Le pediré me conceda la gracia de ser mártir, dando toda mi sangre por Jesús, por María y por las almas” Como capuchino dijo: “... Más de una vez se habrá ocurrido el pensamiento de tener en la familia un mártir... Todavía no ha llegado la hora, pero tampoco creo que ya haya pasado del todo.” Hermana Inés: “Ya me conoces desde siempre y sabes que mi único ideal era el ser misionera, que soñaba vivir entre indígenas y que por fin se realizó mi sueño... Estoy decidida a correr el riesgo así tenga que morir sola y abandonada entre ellos. ¿Crees que después de tener entre mis manos el sueño de toda mi vida he de querer dejarlo así no más?” “... en este caso el gobierno ha acudido a Monseñor (Alejandro Labaka) para que llegue hasta ellos pues el único que arriesga su vida por esta causa... y sabes, yo también estoy anotada a esta experiencia... si muero ¿no te parece mejor?... “
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Luces para el camino
Dra. Consuelo Vélez Caro Teóloga Docente de la Pontificia U. Javeriana Facilitadora del Programa Virtual de Formación Misionera.
La misión es inherente a la vocación cristiana. Por eso el despertar vocacional a cualquier estado de vida (laical, religioso o sacerdotal) no puede menos que ir de la mano de un despertar misionero para realizar la tarea encomendada por Jesús: “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos” (Mt 28,19). Este es el objetivo de obras como POPSA (Pontificia Obra de San Pablo Apóstol) la cual busca apoyar las vocaciones nativas en aquellos lugares donde se anuncia por primera vez el Evangelio. Pero esta tarea no es exclusiva de las obras destinadas para ese fin. Todos estamos llamados a reflexionar sobre la dimensión misionera de nuestra vida cristiana y a promover las vocaciones misioneras en todos los lugares y circunstancias en que nos encontremos. Es verdad que la vocación es don de Dios y en ningún momento podemos creernos artífices de la misma. Pero también es verdad que Dios cuenta con cada uno de nosotros para hacerse presente en la vida de los demás y todos somos instrumentos para que su llamada llegue a muchos corazones. Porque ¿cómo invocarán al Señor sin antes haber creído en Él? Y ¿cómo creerán si no hay quien predique? (Rom 10, 14). En efecto, si no se anuncia el evangelio, si no se promueve la misión, si no se buscan los medios para sostener la vocación misionera no se podrá contar con las fuerzas suficientes para llevar a cabo la tarea evangelizadora de la Iglesia. Como dice la carta a los Romanos “la fe nace de la predicación y la predicación se arraiga en la palabra de Cristo” (10,17), es decir, el anuncio del evangelio está llamado a suscitar (en cierto sentido, porque como ya dijimos la vocación, la fe, es don de Dios) la fe de los destinatarios, a fortalecerla, a hacerla crecer y a que se convierta en un don recibido que fructifica. De esa manera toda persona evangelizada está llamada a convertirse en anunciadora del mismo evangelio que ha recibido. Más aún, el don de la fe, la vocación misionera, crece en la medida que se comparte, se fortalece en la medida que se pone en acto, madura en la medida que se practica y se vive. La parábola de los talentos (Mt 25, 14-30) expresa con mucha claridad el dinamismo que la vocación misionera supone. Allí se nos narra que un hombre al partir a tierras lejanas llama a sus servidores y reparte cinco talentos a uno de sus siervos, dos a otro y uno al último, encomendándoles su cuidado. Pero cuando regresa a tomar posesión nuevamente de sus bienes, llama a sus siervos para pedirles cuenta de los
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talentos recibidos. El que tenía cinco talentos le devuelve diez, el que tenía dos le devuelve cuatro pero el que tenía uno le devuelve el mismo talento explicándole que tuvo miedo porque conoce que su señor es exigente y por eso abrió un hoyo en la tierra para esconder el talento y ahora se lo devuelve. La reacción del amo muestra con claridad en qué consiste la dinámica del reino. A los dos primeros los alaba por su capacidad de fructificar los talentos recibidos pero al que escondió el único talento encomendado, lo reprende con dureza: “siervo malo y flojo” y además le quita el talento, se lo da al que tiene más y lo manda fuera de su vista. Pues bien, la vocación cristiana que es a su vez misionera, ha de dar verdaderos frutos. No se puede contentar con llevar una vida organizada, cumplidora del deber, centrada en la legalidad y el rito. Ha de ir más allá. Ha de ponerse en camino para llegar a todos los que no han oído hablar de Cristo. Con su testimonio y su palabra explícita, ha de comunicar la buena noticia de la presencia del Resucitado. Pero sobre todo ha de mantener la vitalidad y audacia de los primeros cristianos. Vitalidad por la fe renovada cada día en la oración, el compartir de bienes y la mesa compartida. Audacia para anunciar un mensaje a contracorriente de las lógicas sociales imperantes, para compartir el evangelio de Jesús que no claudica ante ningún principio que no tome como norma y medida la dignidad del ser humano y los medios adecuados para garantizar la vida de todos los hijos e hijas de Dios. Por tanto, la vocación misionera nos compromete con el anuncio del evangelio pero también con el sostenimiento y apoyo de nuevas vocaciones misioneras. No hay que ahorrar esfuerzos en esa tarea y todo lo que hagamos resulta poco en comparación con la magnitud de la obra que se nos confía. Revisemos, pues, nuestro compromiso misionero y trabajemos con generosidad para que muchas más personas respondan a este llamado, porque “la mies es mucha y los obreros pocos” (Mt 9,37).
Archivo fotográfico, Centro Nacional Misionero.
Tema Central
P. Javier Alexis Gil Henao Secretario Nacional POSPA - PUM
La Pontificia Obra de San Pedro Apóstol (POSPA) es la Institución Universal y Oficial del Santo Padre a favor de las Vocaciones Nativas de los Territorios de Misión del mundo entero. La POSPA y las otras tres Obras Misionales Pontificias (OMP), “por ser del Papa y del Colegio Episcopal, incluso en el ámbito de las Iglesias Particulares, deben ocupar con todo derecho el primer lugar” (AG 38 y RM 84). En Colombia, las OMP han propuesto el mes de Agosto para dedicarlo especialmente a la POSPA. Queremos proponer como tema central de esta revista el estudio y la reflexión de la Carta Apostólica de la POSPA, promulgada por el Beato Papa Juan Pablo II en 1989, en el centenario de su fundación.
CARTA APOSTÓLICA DEL SUMO PONTÍFICE, EL BEATO JUAN PABLO II, CON OCASIÓN DEL CENTENARIO DE LA OBRA DE SAN PEDRO APÓSTOL Venerables hermanos, queridos hijos e hijas: ¡Saludo y bendición apostólica! 1. En estos tiempos en que las Iglesias de reciente fundación ven que numerosos jóvenes responden a la llamada del Señor y se disponen a recibir la ordenación sacerdotal, es justo que todo el Pueblo de Dios celebre, en la alegría y en la acción de gracias, el centenario de la fundación de la Obra de San Pedro Apóstol para la promoción del clero autóctono y el desarrollo de los seminarios en las Iglesias locales de las tierras de misión. En efecto, gracias a la colaboración de innumerables hermanos y hermanas llamados a trabajar para esta Obra, un gran número de vocaciones sembradas en las jóvenes Iglesias han podido germinar y producir frutos de gracia y salvación. Han sido construidos y equipados pequeños y grandes seminarios, así como casas de formación para la vida religiosa a fin de responder a los deseos de aquellos que querían consagrar radicalmente su vida a la proclamación del Evangelio.
es para mí motivo de alegría reunirme con los sacerdotes y seminaristas, los religiosos y las religiosas provenientes de estas comunidades. 2. El Concilio Vaticano II ha expresado acertadamente el sentimiento de la Iglesia ante esta realidad alentadora, en el documento que contiene las orientaciones esenciales para todos aquellos que Frayles Menores Conventuales, en visita a la Sede Nacional OMP. Junio participan en la actividad 6 de 2012 misionera: “La Iglesia agradece con inmenso gozo el don inestimable de la vocación sacerdotal que Dios ha concedido a tantos jóvenes entre los pueblos convertidos recientemente a Cristo. Porque la Iglesia echa raíces cada vez más firmes en cada grupo humano cuando las varias comunidades de fieles tienen de entre sus miembros los propios ministros de la salvación en el Orden de los Obispos, de los presbíteros y de los diáconos al servicio de los hermanos” (Ad gentes, 16). Para que el Pueblo de Dios pueda dar testimonio ante la humanidad entera de la salvación de Jesucristo, muerto y resucitado por todos, es necesario que, en todas partes, los miembros de su Cuerpo estén unidos a su Cabeza por el ministerio de los obispos y de los sacerdotes. Aquellos que están al servicio de “Cristo, Maestro, Sacerdote y Rey, de cuyo ministerio participan, por el que la Iglesia se edifica incesantemente aquí, en la tierra, como Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, Templo del Espíritu Santo” (Presbyterorum ordinis, 1). El centenario que celebramos atrae de nuevo nuestra atención hacia el papel irreemplazable de los sacerdotes. Gracias a su ministerio, toda la comunidad funda su cohesión
¡Qué bellas páginas de la historia de la Iglesia han escrito en los diversos continentes los socios de la Obra de San Pedro Apóstol! ¡Cuántos sacerdotes, ¡Qué bellas páginas de la historia de la Iglesia han escrito religiosos y religiosas han tenido, gracias a esta en los diversos continentes los socios de la Obra de San Obra, la alegría de seguir su vocación! Pedro Apóstol! ¡Cuántos sacerdotes, religiosos y religiosas han tenido, gracias a esta Obra, la alegría de seguir su vocación! Durante mis visitas pastorales a las Iglesias locales,
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Tema Central en la participación en el Sacrificio redentor de la Eucaristía, los dones misericordiosos del perdón y de la reconciliación se conceden en el sacramento de la penitencia, y los administradores de los misterios de Dios, unidos a los obispos, en comunión con el Sucesor de Pedro, conducen a la asamblea de los fieles.
semilla de mostaza debe germinar y crecer, yo sería culpable si lo rechazara”. Desde luego, su generoso sacrificio ha sido fecundo. La Obra de San Pedro Apóstol le debe mucho, pues ella pudo desempeñar su papel y favorecer realmente el crecimiento del número de las vocaciones en las Iglesias jóvenes. Me complace subrayar aquí el afecto de las señoras Bigard hacia la Sede Apostólica. Incluso el nombre que eligieron para la Obra naciente manifiesta su fidelidad hacia la Iglesia de Cristo. Desde León XIII, mis predecesores no han dejado de animar la Obra y con agrado han dado su bendición a las fundadoras y a todos los asociados, pues ellos apreciaban en esta iniciativa una cooperación preciosa para su misión pastoral de evangelización.
Archivo fotográfico, Centro Nacional Misionero.
En la diversidad de las culturas y la unidad fundamental de toda la Iglesia, el ministerio sacerdotal puede ejercerse ahora del modo más apto a la idiosincrasia de cada pueblo. Queda aún mucho camino por recorrer para que el conjunto de las diócesis pueda disponer de suficientes sacerdotes autóctonos, y la presencia de los misioneros extranjeros es aún indispensable. Pero yo sé que estos últimos favorecen activamente la formación de sacerdotes de origen local, cuyo desarrollo es la mejor recompensa de sus esfuerzos apostólicos. Otro signo estimulante que querría subrayar aquí es la gran disponibilidad de muchas jóvenes Iglesias, no sólo por ocuparse de su propia vida pastoral gracias a los sacerdotes llamados de entre sus hijos, sino también para participar a su vez en la misión de evangelización en el exterior, puesto que no dudan en enviar a otras tierras sacerdotes y religiosos o religiosas autóctonos de las primeras generaciones. Es necesario subrayar aquí la parte que corresponde a la Obra de San Pedro Apóstol en este desarrollo. En efecto, desde el siglo pasado ha trabajado eficazmente para que todas las Iglesias puedan beneficiarse del ministerio de aquellos hijos que el Señor ha llamado. La Obra, aportando un apoyo espiritual y material a los pioneros del clero local, ha desempeñado un papel de primer plano, gracias a la participación generosa de innumerables fieles. 3. ¿Cómo no evocar, en este contexto, la figura de las dos fundadoras de la Obra, Jeanne Bigard y su madre Stéphanie, mujeres de gran corazón a quienes el Espíritu Santo hizo ver claramente la necesidad de un clero autóctono para la implantación de la Iglesia? Ellas comprendieron la llamada de Dios para consagrar sus recursos, sus energías, y toda su vida a la promoción del Evangelio por medio de la formación de los sacerdotes así como de hombres y mujeres consagrados, y supieron forjar con entusiasmo y tenacidad un instrumento apto para la realización de este noble propósito. Jeanne Bigard, en particular, que se había ofrecido en holocausto a la voluntad de Dios, conoció en el curso de los años el misterio de la cruz que había presentido: “Sufriré mucho —escribía en 1903— pero si a este precio la pequeña
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4. El Papa Pío XI, a quien se dio el título de “Papa de las Misiones”, quiso consolidar aún más los fundamentos espirituales de la Obra, atribuyéndole una Patrona especial: proclamó protectora perpetua de la Obra de San Pedro Apóstol a Santa Teresa del Niño Jesús y del Santo Rostro, el 23 de julio de 1925, el mismo año de su canonización y dos años antes de declararla Patrona principal de las misiones de todo el mundo junto con San Francisco Javier. La intuición fue profundamente precisa: por su testimonio y por su intercesión, Teresa puede inspirar y sostener esta Obra de gran importancia para el desarrollo de las Iglesias de reciente fundación. La joven carmelita de Lisieux, cuando medita el sentido de su vocación, escribe: “A pesar de mi pequeñez, quisiera irradiar luz a las almas..., yo tengo la vocación de ser apóstol... Quisiera ser misionera... hasta la consumación de los siglos” (Manuscritos autobiográficos, B, 3). La Santa, para la que el “amor comprende todas las vocaciones” (Manuscritos autobiográficos, B, 3), solicita sin cesar la gracia de amar a Dios a fin de hacerlo amar. A un hermano espiritual, futuro misionero, confía con simplicidad su oración y su deseo más profundo: “Yo rezo por todas las almas que le serán confiadas... Desearía hacer en el cielo lo mismo que en la tierra: amar a Jesús y hacerlo amar” (Correspondencia general, carta al Abad Bellière, 220; pág. 952). Teresa no pudo partir a tierras lejanas para cumplir su sueño misionero, pero, en la soledad del Carmelo, “ama por sus hermanos que combaten” (Manuscritos autobiográficos, B, 4); suplica al Señor “que todos aquellos que no están iluminados por la llama de la fe, finalmente puedan verla resplandecer” (Manuscritos autobiográficos, C, 6). Por eso quisiera que su sacrificio fuera total, y “acepta comer... el pan del dolor” (Manuscritos autobiográficos, C, 6).
La joven carmelita de Lisieux, cuando medita el sentido de su vocación, escribe: “A pesar de mi pequeñez, quisiera irradiar luz a las almas..., yo tengo la vocación de ser apóstol... Quisiera ser misionera... hasta la consumación de los siglos”
Tema Central 6. Espero que se lleven a cabo iniciativas encaminadas a despertar la atención y el interés del Pueblo de Dios sobre el don de la fe que se transmite de generación en generación en la Iglesia por la gracia de Dios y el testimonio de los fieles. En este campo conviene mencionar, para rendirles el homenaje que se merecen, a las numerosas mujeres de todas las condiciones —solteras, madres de familia, viudas o abuelas— que desempeñan un papel primordial no sólo en la transmisión de la fe sino también en la continuidad de la Obra hoy, pues son las principales colaboradoras y frecuentemente gracias a ellas se perpetúa el sentido de la Iglesia misionera en las familias cristianas. Archivo fotográfico, Centro Nacional Misionero.
Este día que la Iglesia celebra a Santa Teresa del Niño Jesús, en este año del centenario de la Obra de San Pedro Apóstol, quisiera animar a todos aquellos que se asocian a ella a meditar sobre la espiritualidad misionera de la Santa Patrona y a darla a conocer a los numerosos hermanos y hermanas cuya generosidad es necesaria para proseguir la labor. Ellos responderán también a las orientaciones esenciales que da el Concilio Vaticano II en el preámbulo del decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia: “Este santo Concilio... desea delinear los principios de la actividad misional y reunir las fuerzas de todos los fieles para que el Pueblo de Dios, caminando por el estrecho sendero de la cruz, extienda por todo el mundo el Reino de Cristo, Señor, que preside los siglos (cf. Si 36, 19) y prepare los caminos a su venida” (Ad gentes, n. l). 5. Cien años después de su fundación, la Obra de San Pedro Apóstol está lejos de haber acabado su misión. Si las jóvenes Iglesias ven aumentar felizmente el número de las vocaciones sacerdotales y religiosas surgidas en su seno, el grito oído por el Apóstol Pablo: “Pasa a Macedonia y ayúdanos” (Hch 16, 9), no dejará de resonar entre los ministros del Evangelio, de todas partes del mundo, mientras el número de los bautizados no crezca al mismo ritmo que la población del globo. La invitación de Cristo nos concierne a todos y nos interpela con fuerza. El Vaticano II ha subrayado claramente el carácter comunitario de la misión por la cual Cristo pidió que se rezara al Señor de la viña: “La comunidad local no debe fomentar sólo el cuidado de sus propios fieles, sino preparar también, imbuida de celo misional, para todos los hombres, el camino hacia Cristo” (Presbyterorum ordinis, 6). Teniendo en cuenta la amplitud de la tarea que compete a los sacerdotes y a los religiosos en el mundo actual, y considerando las múltiples dificultades que encuentran en el apostolado, es preciso cultivar, consolidar y formar las vocaciones suscitadas por Dios. Y esta labor corresponde sobre todo a los seminarios menores y mayores. Estas instituciones tienen necesidad de la cooperación generosa de todos los fieles para poder dar a los candidatos al sacerdocio la formación equilibrada que necesitan. El crecimiento del clero autóctono podría detenerse a causa de la insuficiencia de los recursos disponibles. Según el testimonio de numerosos obispos de los países de misión, más de una diócesis hoy día correría el peligro de ver reducida su esperanza de contar con un clero autóctono, si no gozara de la ayuda aportada por la Obra de San Pedro Apóstol. No cerremos nuestro corazón: ¡lo que hemos recibido de su bondad, démoslo también nosotros con alegría!
Por su parte, los jóvenes de todo el mundo, que superan fácilmente las fronteras, y que saben actuar como hermanos, han de aportar la contribución de su sentido de la solidaridad y de la comunidad; han de descubrir y hacer descubrir a sus mayores lo que la vitalidad de la Iglesia debe al sacerdocio en cada pueblo. El centenario de la Obra de San Pedro Apóstol debe ser un llamamiento lanzado a toda la Iglesia para que reconozca la grandeza de la vocación sacerdotal y religiosa, y también la urgente necesidad de ministros de Dios preparados para entregar generosamente su vida entera al anuncio del Evangelio, con la fe y la disponibilidad de la Virgen María, “la estrella de la evangelización”, porque Ella es la “Sierva del Señor”. Desde sus comienzos, la Obra de San Pedro Apóstol pedía a sus miembros que invocaran cada día a la Virgen bajo la advocación “María, Reina de los Apóstoles”. En este nuevo Adviento de la Iglesia que se encamina hacia su tercer milenio, como Santa Teresa del Niño Jesús, sigamos orando a la Virgen María bajo la misma advocación, para que suscite en la Iglesia muchos apóstoles y discípulos de su Hijo Jesús. ¡Que la bendición de Dios sea la recompensa para todos aquellos que se asocian a la Obra de San Pedro Apóstol y para todos aquellos cuya vocación favorece!
Teniendo en cuenta la amplitud de la tarea que compete a los sacerdotes y a los religiosos en el mundo actual, y considerando las múltiples dificultades que encuentran en el apostolado, es preciso cultivar, consolidar y formar las vocaciones suscitadas por Dios.
Dado en el Vaticano, el 1 de octubre de 1989, festividad de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, en el undécimo año de mi pontificado. IOANNES PAULUS PP. II http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_ letters/documents/hf_jp-ii_apl_30091989_cent-opera-sanpietro_sp.html Consultado el 17 de mayo de 2012
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Reviviendo el espíritu misionero
Apóstoles en su propio ambiente
Por: Mons. Libardo Ramírez Gómez. Vicario en el Tribunal Eclesiástico Único de Apelación para Colombia y Obispo emérito de Garzón, Huila.
La misión, o envío para anunciar y asimilar de lleno un mensaje, comienza por cada persona, y, enseguida, por la difusión de él al comunicarlo a los demás y acreditarlo con el propio testimonio, debe dar sus frutos en la propia familia, etnia o nación. “Nadie da de lo que no tiene”, y esa tarea entusiasmadora de llevar el Evangelio “a todas las gentes” (Mc. 16, 15) solo será eficaz cuando se ha realizado ese cultivo y vivencia en sí, y entre los suyos, y así sembrar semillas de auténtico cristianismo. “Nadie es profeta en su propia tierra”, se traduce en forma popular la constatación hecha por Jesús ante la poca acogida que le daban en Nazaret, pueblo que lo vio crecer (Mc. 6, 1-4). Esto acontece con frecuencia, en especial frente a los empecinados en no aceptar cambios y progresos que exijan sacrificio. Pero es también clara y aceptada la sabia sentencia que: “las palabras vuelan, pero el ejemplo atrae”. Mientras más similar y familiar le sea a uno quien le enseñe o le dé el ejemplo más lo atrae a seguir sus pasos. El mismo Jesús se hizo tan semejante a nosotros, menos en el pecado, para mostrarnos que siendo humanos podemos como El hacer la voluntad del Padre. La sencillez de María y de José, inmersos en la vida pueblerina de Nazaret, atrae más hacia Jesús que personajes con estilos o mensajes raros con los que quieran llevarnos a la escuela del Salvador. Bien decía el Papa Pio XII que “el apóstol del obrero ha de ser el obrero”, el del joven otro joven, el del profesional otro profesional, el del campesino otro campesino, el del indígena otro indígena. Dios permitió la dispersión del pueblo de Israel por diversas naciones de la tierra para que al venir su Hijo divino a traernos su Buena Nueva, y al venir el Espíritu Santo y predicado su mensaje a peregrinos de tantas regiones (Hch. 2, 9), fueran los convertidos a llevar esa divina enseñanza a sus respectivos pueblos y naciones. De esta manera más que con el prodigio inicial de que cada cual escuchara como en su propia lengua (Hch. 2, 11) se obra la providencial maravilla de llevar la Palabra de Dios cada cual a los suyos y en la lengua de su pueblo. Todo lo anterior hace pensar en la sabia tarea que se adelanta desde la “PONTIFICIA OBRA DE SAN PEDRO APÓSTOL”, uno de los cauces para llevar el Evangelio a los nativos de
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cada lugar cultivando vocaciones sacerdotales y a la Vida Consagrada en comunidades religiosas entre tantas almas excelentes que van asumiendo el pensamiento y vida que ofrece el pregón cristiano. También en nuestros días es válido aquello de que no es que no haya vocaciones sino que falta pastoral vocacional apropiada, con más y más testimonio de los creyentes en cada lugar y más y más oración al Dueño de la mies para que envíe operarios a ella. Y es que en nuestros días, esa Obra de San Pedro Apóstol tiene qué pensar en poner énfasis para que surjan vocaciones no solo en las tribus y etnias en ambiente primitivo sino en medio de un mundo paganizado como Canadá, varias naciones de la antes cristiana Europa, y en nuestras mismas ciudades de Colombia. Es urgente idear cómo entregar la más preciosa de las doctrinas y la más sabia y benéfica forma de vivir en ambientes en que la técnica va haciendo de más difícil acceso. “Nuevo Ardor, nuevo lenguaje, nuevos métodos”, reclamó el Beato Juan Pablo II al acercarse los 500 años de Evangelización de América (Haití 1983), algo aplicable a todo el mundo como lo ha pedido Benedicto XVI con la indispensable tarea de la Nueva Evangelización. Pero, en medio de toda esta magna empresa, señalada también como urgentísima en la Conferencia de Aparecida (mayo 2007), es preciso tener presente que cuanto abre las puertas de los más impenetrables ambientes son la oración y el testimonio, y romper el respeto humano de entregar el mensaje de Jesús en todos los ambientes. Portadores de esa llave prodigiosa han sido Teresita de Lisieux, Teresa de Calcuta, Marianita de Jesús de Quito, Juan XXIII o Martín de Porres, entre otros, cuyo solo nombre y testimonio de vida y oración abre mentes y corazones más que discursos y frías técnicas programáticas. “Las grandes obras de Dios solo las realizan personas realmente de Dios” (Directorio Vocacional). Propiciar el surgimiento de auténticos cristianos, personas de oración y de un vivir a plenitud el Evangelio, algunos de ellos o ellas que lleguen al Sacerdocio y a la Vida Consagrada, que “oportuna e importunamente” (2 Tim 4, 2) pregonen el mensaje de Jesús, es la tarea de hoy de la Pontificia Obra de San Pedro Apóstol.
Así vamos en OMP Pontificia Obra de la Propagación de la Fe (POPF)
Por: Hermana Ofelia Gómez Ruiz. Misionera Teresita. Secretaria Nacional POPF.
El pasado sábado 28 de Abril nos reunimos las familias misioneras en la sede de Obras Misionales Pontificias y compartimos el tema: La familia engendra la vida.
EL AMOR, FUENTE Y ALMA DE LA VIDA FAMILIAR La comunión conyugal constituye el fundamento sobre el cual se va edificando la más amplia comunión de la familia.
“La familia es santuario de la vida”
Las familias Misioneras de Bogotá, asumen el desafío de ser Transmisores de Vida
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, semejante a una ráfaga de viento impetuoso, y llenó toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo...(Hech. 2, 1- 4)
En unión con la Iglesia universal, se congregaron algunas familias misioneras de Bogotá para celebrar un nuevo pentecostés, espacio de gracia para experimentar la efusión del Espíritu Santo que nos colma de sus dones y nos da la fuerza para vivir como discípulos misioneros que viven el Evangelio y lo comunican a todos los hermanos.
Familias misioneras de Bogotá, en celebración de la fiesta de Pentecostés. Mayo de 2012.
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AVANZAMO S C O N L A J U M I Yo, hermanos no me hago ilusiones de haber conquistado la meta; pero, eso sí, olvidando lo que he dejado atrás, me lanzo de lleno para conseguir lo que está delante y corro hacia la meta, hacia el premio al que Dios me llama desde lo alto por medio de Cristo Jesús. (Filipenses 3, 1314) Seguimos apoyando e impulsando el ser y quehacer cotidiano de los jóvenes que tienen corazón misionero y desde cualquier lugar del país, bajo diferentes situaciones y en compañía de muchos otros jóvenes, avanzan en su maduración de la fe y en su compromiso evangelizador. “…Los jóvenes cristianos deben ser formados con una conciencia misionera madura…es necesaria una acción pastoral que llegue a los jóvenes en sus propios ambientes…con una atención apropiada a su sensibilidad.” (Eclesia in America n. 47).
JUVENTUD MISIONERA UNA AYUDA PARA QUE LOS JOVENES SE PONGAN AL SERVICIO DE LA IGLESIA Y EL MUNDO Los jóvenes representan un enorme potencial para el presente y futuro de la iglesia y de nuestros pueblos, como discípulos y misioneros del Señor Jesús….Están llamados a ser “centinelas del mañana”, comprometiéndose en la renovación del mundo, a la luz del plan de Dios (Aparecida n. 443.) Recordemos que la JUVENTUD MISIONERA es un servicio de animación misionera ofrecido por las Obras Misionales Pontificias de Colombia, desde la Obra Propagación de la Fe, para despertar, avivar, formar y sostener el espíritu misionero universal de todos los jóvenes y ayudarles a realizar su propia misión local y universal. Queremos hacerles una invitación seria y urgente a todos los jóvenes para que apoyen la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, ya que ésta tiene como fin prioritario garantizar la formación de los candidatos al sacerdocio y a la vida consagrada en territorios de misión, para que ninguna vocación se pierda y, al mismo tiempo, se logre una más eficaz universalización de la evangelización. Y cómo? por medio de la oración, el testimonio de jóvenes auténticos,
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promoviendo la solidaridad efectiva por medio de becas para la formación de muchos y muchas en las casas de formación y todavía algo más loable, siendo dóciles al llamado de Dios, entregando la propia vida por la causa de Jesucristo. La Obra Pontificia de San Pedro Apóstol que nació por la original iniciativa de Juana y Estefanía Bigard, nos ayuden a convencernos de que una comunidad cristiana no puede convertirse plenamente en Iglesia local, implantada y pujante, sin sus propias vocaciones autóctonas, sin su propio clero nativo. La tarea misionera, por tanto, es responsabilidad de todo cristiano. Cierto que, históricamente, la labor misionera ad gentes la han llevado a cabo miles de religiosas y sacerdotes. Pero poco a poco los laicos se han ido incorporando a la misión ad gentes. Y hoy son miles los misioneros laicos, familias enteras, que dejan su esfuerzo y su vida llevando la Buena Noticia del Evangelio a pueblos lejanos. La fe es un tesoro que debemos compartir. Es como la semilla que se siembra, germina y produce fruto abundante para bien de muchos.
Así vamos en OMP Pontificia Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera (POIAM) Por: Disney López Lara Secretaria Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera
ECOS DE LA JORNADA NACIONAL DE INFANCIA Y ADOLESCENCIA MISIONERA, MAYO 6 DE 2012
TUNJA
Con el lema: “la Infancia y adolescencia Misionera don de DIOS para la Iglesia”, la Arquidiócesis de Tunja celebró el pasado 6 de mayo la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera en el Municipio de Soracá, con la asistencia de 230 niños provenientes de las diferentes parroquias. Nuestro Arzobispo Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga nos asignó la misión de consagrar 23.000 niños y niñas a la Infancia y Adolescencia Misionera para el 2014, con el fin de celebrar el año del jubileo de la Arquidiócesis de Tunja. Junto con él, nuestro vicario de pastoral el Padre Jaime Sanabria nos recordó las 4 herramientas misioneras para fortalecer la amistad con Jesús; la primera: la Eucaristía; la segunda: la fraternidad-solidaridad (don compartido); la tercera: la Infancia Misionera donde se difunda el Espíritu de Jesús y la cuarta: el Rosario Misionero donde la Infancia Misionera esté bajo la protección de la Santísima Virgen María.
Asistentes a la celebración de la Jornada Nacional Soracá 6 de mayo de 2012
CARTAGO
Asistentes al jubileo de los niños y celebración de la Jornada Nacional. Cartago 1 de mayo de 2012
El pasado 1 de mayo de 2012 nos reunimos en la parroquia Santa Ana de Cartago - Valle, para celebrar el jubileo de los niños, con motivo de los 50 años de la Diócesis de Cartago, y la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera. Agradecemos la compañía de nuestro Obispo Mons. José Alejandro Castaño, quién presidió la Eucaristía; de la Secretaria Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera, Disney López Lara, quién compartió con nosotros el tema: Niños, Niñas y Adolescentes: fermento para el mundo; y a todos los asesores y líderes que nos acompañaron con 383 niños de toda la Diócesis. Muchas gracias al Padre Gustavo Aristizabal, párroco de Santa Ana, por su acogida y a todos los que nos colaboraron. Se compartieron dinámicas, y otras actividades lúdicas, terminando con el envió misionero y la indulgencia plenaria.
SINCÉ – SUCRE Compartimos la alegría de la celebración de la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera en nuestra parroquia Santísima Trinidad de Sincé, perteneciente a la Diócesis de Sincelejo. Esta celebración la realizamos el 05 de mayo y fue un éxito, ya que lo organizamos a nivel municipal y contamos con la participación de dos grupos de corregimientos que están en proceso de formación. En total tuvimos la presencia de 100 niños. Dios los bendiga a todos por su hermoso testimonio. Infancia Misionera de la P. Santísima Trinidad, el día de Jornada Nacional, acompañados del párroco el P. Juan Rafael Lara Acosta.
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Así vamos en OMP BARR ANQUILL A El domingo 6 de mayo se celebró en la Catedral Metropolitana la Jornada Nacional de la Infancia y Adolescencia Misionera, donde el Arzobispo de Barranquilla, Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve presidió la Eucaristía a la que asistieron más de 600 niños, que desde sus diferentes parroquias llegaron al evento con devoción y alegría. El acto litúrgico inició con el saludo misionero, “De los niños del mundo, siempre amigos”, expresado por Monseñor con alegría a los infantes. Durante la homilía el prelado le recordó a los niños cuan importante es mantenerse cerca de Jesús fiel amigo, invitándolos a ser constantes en la oración, no solo por ellos y sus familiares, sino por todos los niños del mundo. En la celebración también se consagraron a la Infancia Misionera 34 niños, quienes decidieron asumir en su vida los pilares fundamentales de esta obra pontificia: la oración, la ofrenda y el apostolado. Siempre anunciando a Jesús a todos sus amiguitos y familiares.
Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, en el momento de la consagración de los niños.
POPAYAN
Asistentes a la celebración de la Jornada Nacional. Popayan, Mayo 05 de 2012
“NIÑOS MISIONEROS: ENTRANDO POR LA PUERTA DE LA FÉ” Con este lema, que ha sido tomado por toda la Iglesia Arquidiocesana para preparar el AÑO DE LA FÉ, se realizó en el Auditorio del Seminario Mayor san José, el pasado 5 de mayo de 2012, el encuentro Arquidiocesano de niños misioneros, con motivo de la JORNADA NACIONAL DE INFANCIA Y ADOLESCENCIA MISIONERA. Más de 400 niños, venidos de las diferentes parroquias participaron en este maravilloso encuentro, donde resaltó la ALEGRÍA, LA FRATERNIDAD, LA ORACIÓN Y EL COMPROMISO DE LOS NIÑOS MISIONEROS. Además, 18 Asesores hicieron su consagración. La Jornada fue coordinada por el Equipo Arquidiocesano bajo la orientación del P. Jorge I. Beltrán, Director Arquidiocesano de OMP”
L A DOR ADA – CALDAS El pasado días 6 de Mayo se llevo a cabo la Consagración de un grupo de niños de la Infancia Misionera en la Parroquia el Santuario del Señor de La Salud. Celebración Presidida por Monseñor Gabriel Romero, Obispo Emérito de Facatativá - Cund. Al igual conto con la presencia del Presbítero Ovidio Giraldo Velásquez, Vicario de Pastoral de la Diócesis y de el Presbítero Marco Tulio Tellez, Párroco y Delegado de Misiones OMP. Niños consagrados acompañados por Mons. Gabriel Romero y los Padres Ovidio Giraldo y Marco Tulio Téllez. Mayo 06 de 2012
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Así vamos en OMP MEDELLÍN
El pasado 5 de mayo se realizó la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera en la Arquidiócesis de Medellín, con la presencia de 400 niños y niñas; y bajo los lemas: “Niños y niñas adolescentes en la era digital” (Congreso) e “Infancia y adolescencia: don de Dios para la Iglesia.” (Jornada), donde como objetivos quisimos alcanzar lo siguiente: 1. Propiciar en los niños la reflexión por sus capacidades, dones y responsabilidades como misioneros en el mundo de hoy. 2. Generar consciencia sobre el buen uso de la tecnología y cómo nos podría acercar a Jesús. 3. Celebrar con alegría, la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera.
Algunas niñas asistentes a la celebración de la Jornada. Mayo 05 de 2012
MANIZALES
l domingo 20 de mayo, en el contexto de la Novena de preparación para la fiesta de Pentecostés, la Dirección OMP de Manizales celebró la Jornada de la Infancia con solemne celebración eucarística en la Parroquia del Espíritu Santo. Allí fueron entregados los diplomas correspondientes a la escuela de Formación de Asesores que tuvo lugar en la Granja San José de las Hermanas Juanistas del 16 al 18 de marzo de este año, bajo la dirección de la Secretaria Nacional Disney López Lara. Al acercarse el año de la fe somos conscientes de la urgencia de transmitir los fundamentos de la fe católica a los niños de tal manera que quienes participen de las actividades de la Infancia Misionera con el tiempo conozcan íntegramente lo esencial de la doctrina cristiana. Niños y asesores, acompañados del P. Bernardo Naranjo, Director OMP Manizales
Nos sentimos orgullosos de estar colaborándole al Santo Padre en esta dimensión misionera de su ministerio apostólico.
CUMARIBO - VICHADA Durante la Celebración, se hizo la presentación de la OMP y de la Obra de la Santa Infancia, a través de diapositivas, vídeos y exposición acerca de la misma, ante la comunidad presente y: 170 niños, junto con sus familias, acudieron a la invitación realizada durante las dos semanas anteriores! Siendo las 6:00 p.m. del Primer Día de la Semana: Día del Señor, se realizó la celebración de la Santa Misa para orar y encomendar al Señor la Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera de los Cinco Continentes.
Niños y niñas de Infancia Misionera - Cumaribo – Vichada, con el diácono Carlos Eduardo Martínez, director OMP - Vicariato Pto. Gaitán. Mayo de 2012
CALI
Algunos asistentes a la celebración de la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera . Cali, junio 02 de 2012
Con gran éxito se llevó a cabo en la Arquidiócesis de Cali la Jornada de Infancia y Adolescencia Misionera. Dicha jornada contó con la participación de cientos de niños, profesores, catequistas, animadores y padres de familia de la infancia y Adolescencia Misionera de las diferentes Parroquias y colegios de la Arquidiócesis. La Jornada, tuvo como lema: “Niños, niñas y adolescentes en la era digital” y como tema: “La Infancia y la Adolescencia Misionera: Don de Dios para la Iglesia Misionera”. Se llevó a cabo el pasado sábado 02 de junio en el coliseo del Colegio María Auxiliadora de Cali, de 8:00 de la mañana a 01:10 de la tarde. Durante el evento, los niños participaron en un rato de oración y alabanza y compartieron momentos de música, teatro y juegos, que fortaleció el Espíritu Misionero en los pequeños y valoraron el don de Dios para la Iglesia y tomaron conciencia de cómo hacer uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para la evangelización de los demás.
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Así vamos en OMP Pontificia Obra de San Pedro Apóstol (POSPA) P. Javier Alexis Gil Henao Secretario Nacional POSPA - PUM
URGENCIA DE SANTAS VOCACIONES NATIVAS AGOSTO, MES DE LA POSPA EN COLOMBIA Después de la Resurrección de Jesucristo, de la entrega de su mandato misionero a la Iglesia y del envío del Espíritu Santo (Cfr. Mt 28, 19; Mc 16, 15; Jn 20, 21; Hch 1,8), la evangelización llegó a hombres y mujeres de distintas regiones y culturas (Cfr. Hch 2). Fue necesario y urgente establecer responsables de las nuevas comunidades cristianas. Es así como surgieron muchas vocaciones sacerdotales y misioneras autóctonas o nativas, para el servicio evangelizador de su propia cultura y también para el servicio misionero más allá de sus fronteras. Este proceso es siempre un DON de Dios que provee a su Iglesia con vocaciones, por esto la Iglesia ha tenido constante conciencia de promover la oración por la causa misionera y vocacional. “Rueguen al dueño de la mies que envíe operarios a su mies” (Mt 9, 38). Existen muchos territorios y ambientes en donde gran número de personas y de grupos humanos aún no han recibido a Jesucristo, allí se hace necesario promover las vocaciones nativas para favorecer la evangelización propia y universal que Cristo ha confiado a su Iglesia. “La Iglesia agradece con inmenso gozo el don inestimable de la vocación sacerdotal que Dios ha concedido a tantos jóvenes entre los pueblos convertidos recientemente a Cristo. Porque la Iglesia echa raíces cada vez más firmes en cada grupo humano cuando las varias comunidades de fieles tienen de entre sus miembros los propios ministros de la salvación en el Orden de los Obispos, de los presbíteros y de los diáconos al servicio de los hermanos”1.
PERO ¿QUÉ ES LA POSPA, CÓMO NACIÓ Y QUÉ SE PROPONE? La Pontificia Obra de San Pedro Apóstol (POSPA) es la Institución del Papa a favor de las Vocaciones Nativas del mundo entero. Esta Obra nació en 1.889 en Francia, gracias
a dos mujeres laicas, Estefanía y Juana Bigard (madre e hija) que, movidas por el Espíritu Misionero de apoyar las vocaciones nativas, inician una humilde campaña de oración y de colecta económica para apoyar a los seminaristas japoneses. Ellas acuden a la protección del Apóstol San Pedro para indicar su fidelidad al Papa y a la Iglesia. El 3 de mayo de 1.922, el Papa Pío XI la instituye como Obra Pontificia. La POSPA se propone lo siguiente: «“Utilizar los recursos espirituales, especialmente la oración y el sacrificio, para obtener del “Dueño de la mies que envíe operarios a su mies” (Mt. 9, 38)»2. Sensibilizar al pueblo cristiano acerca de la importancia de Santas y abundantes Vocaciones Nativas, en las Iglesias de los Territorios de Misión; promoviendo también la cooperación espiritual y material por esta causa3. La Iglesia ha deseado siempre que el Evangelio llegue a las personas y a las culturas y las transforme con la Gracia redentora del Señor Jesucristo. El clero nativo es signo de una fe local madura fruto de la Gracia de Dios y de un arduo y paciente proceso evangelizador en una cultura. Toda vocación es para la edificación de la Iglesia universal, por eso las vocaciones nativas son para la evangelización local y universal. Muchas Diócesis en el mundo tienen la gran bendición de contar con un seminario propio o regional para la formación de sus futuros sacerdotes, y esto es vital y hay que seguirlo promoviendo. Pero también, cada fiel en la Iglesia y cada comunidad cristiana, deben sentir como propia “la preocupación por todas las Iglesias” (2Cor 11, 28). En nuestra Iglesia existen muchísimos territorios de misión (muchos de ellos reciben el nombre de vicariatos apostólicos) en donde se realiza una labor evangelizadora inicial con gentes o ámbitos que no han recibido el primer anuncio de Jesucristo (llamadas situaciones de misión Ad Gentes). Allí en esos territorios o situaciones misioneras, el dueño de la mies suscita jóvenes con la vocación sacerdotal o religiosa. Esas vocaciones nativas necesitan la ayuda espiritual y material de la Iglesia. El lema de la POSPA es: “que ninguna vocación se pierda por falta de ayuda”. Usted y yo podemos ayudar a las vocaciones nativas del mundo entero. ¡Apoyemos la POSPA!
1 Ad Gentes, 16.
La Iglesia Universal, por medio de la POSPA, ayudó en el 2011 a 78.716 seminaristas, 2.975 novicios y 5.221 novicias (datos del Informe 2011 reportado por la Secretaría General de la POSPA en Roma). La POSPA, “por ser del Papa y del Colegio Episcopal”4, debe estar en todas las parroquias, en todos los seminarios diocesanos y religiosos, en todas las jurisdicciones eclesiásticas y en toda la Iglesia. Cada fiel y cada comunidad cristiana deben preocuparse por la causa vocacional de la Iglesia. Esta preocupación debe ser católica, es decir no sólo local sino también universal. El Beato Papa Juan Pablo II, en su Carta Apostólica con motivo del primer centenario de la POSPA, nos refiere lo siguiente: “En estos tiempos en que las Iglesias de reciente fundación ven que numerosos jóvenes responden a la llamada del Señor y se disponen a recibir la ordenación sacerdotal, es justo que todo el Pueblo de Dios celebre, en la alegría y en la acción de gracias, el centenario de la fundación de la Obra de San Pedro Apóstol para la promoción del clero autóctono Archivo fotográfico, Centro Nacional Misionero.
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2 Estatuto OMP, art. 11. 3 Cf. Cooperatio Missionalis, 4. Cf. Estatuto OMP, art. 11. 4 Redemptoris Missio, 84.
Así vamos en OMP y el desarrollo de los seminarios en las Iglesias locales de las tierras de misión”5. La Iglesia hoy sigue promoviendo las vocaciones sacerdotales y religiosas en todas las culturas en donde está presente. Tenemos obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos pertenecientes a diversas culturas, razas y países. En la multitud innumerable de santos y santas se encuentran hombres y mujeres de diversa raza y cultura. “Otro signo estimulante que querría subrayar aquí es la gran disponibilidad de muchas jóvenes Iglesias, no sólo por ocuparse de su propia vida pastoral gracias a los sacerdotes llamados de entre sus hijos, sino también para participar a su vez en la misión de evangelización en el exterior, puesto que no dudan en enviar a otras tierras sacerdotes y religiosos o religiosas autóctonos de las primeras generaciones”6. ¿Quieres ayudar a las Vocaciones Nativas? 5 Carta Apostólica del Beato Papa Juan Pablo II con ocasión del centenario de la POSPA, 1. 6 Carta Apostólica del Beato Papa Juan Pablo II con ocasión del centenario de la POSPA, 2.
-- El Papa, los señores Obispos y los sacerdotes. -- Los seminaristas, novicios, novicias y sus formadores y formadoras. -- Los grupos o centros misioneros de los Seminarios y Casas de Formación. -- Las Obras Misionales Pontificias. De modo particular: •• Los miembros de la Sede Nacional OMP. •• Los Coremi (Comités Regionales de Misiones). •• Los directores y directoras OMP y de pastoral misionera con sus equipos de apoyo. •• Los asesores de la Infancia y Adolescencia Misionera. •• Quienes integran la RENAEM (Red Nacional de Ancianos y Enfermos Misioneros). •• Quienes hacen parte de la Red Nacional de Oración por los misioneros y las misiones: Unión de monasterios de vida contemplativa. •• Las Familias Misioneras y la Juventud Misionera. •• Los participantes del Programa Virtual de Formación Misionera. -- Las comunidades religiosas, sociedades de vida apostólica, institutos o asociaciones seculares o clericales. -- Los Consejos parroquiales de pastoral, el Consejo diocesano de pastoral, el equipo parroquial de pastoral vocacional, el comité diocesano de pastoral vocacional. -- Quienes participan como líderes o coordinadores del SINE (Sistema Integral de Nueva Evangelización), del PDRE (Plan diocesano de Renovación y Evangelización), del PLAN E (Plan de Evangelización de la Arquidiócesis de Bogotá), y de diversos procesos pastorales parroquiales y diocesanos. -- Todos los movimientos apostólicos y todas las comunidades eclesiales. -- Todas las personas que están comprometidas con cualquier proceso pastoral dentro de nuestra Iglesia.
SOCIOS POSPA Nuevo logo de la POSPA de Colombia.
¡ASOCIÉMONOS A LA POSPA! Todos somos invitados a ser socios afectivos y efectivos de la POSPA, pues todo aquel que tiene espíritu misionero y sentido de Iglesia Universal, se siente comprometido a apoyar todas las Vocaciones. Tanto Don Bosco como San Juan María Vianney afirmaban que el mejor regalo para la Iglesia es un Sacerdote Santo. También el Beato Papa Inocencio XI (papado: 1676-1689) decía que quería “más la ordenación de un sacerdote indígena que la conversión de cincuenta mil cristianos”. Veamos con atención una situación que de verdad nos debe preocupar a todos en la Iglesia: “Según el testimonio de numerosos obispos de los países de misión, más de una diócesis hoy día correría el peligro de ver reducida su esperanza de contar con un clero autóctono, si no gozara de la ayuda aportada por la Obra de San Pedro Apóstol. No cerremos nuestro corazón: ¡lo que hemos recibido de su bondad, démoslo también nosotros con alegría!” (Beato Papa Juan Pablo II, Carta Apostólica POSPA, 5). Todos los fieles de la Iglesia estamos llamados a participar en esta Causa Vocacional Universal. De modo especial:
Si ya usted ayuda a la causa vocacional de su diócesis o de su instituto o de su comunidad religiosa o de su movimiento o asociación eclesial, entonces ya está respondiendo a este llamado divino. Sin embargo puede formalizar su compromiso vocacional universal asociándose a la POSPA. Recordemos que esta Obra del Papa es el organismo Oficial y Universal que, a nombre de toda la Iglesia, promueve la cooperación espiritual y material en beneficio de las VOCACIONES NATIVAS del mundo entero. Beneficios para los socios POSPA: Cada viernes la Sede Nacional OMP ofrece una Eucaristía por ellos y por sus intenciones. Envío del informe anual de su ayuda y de los donativos Pospa recibidos en Colombia y en el mundo. Envío bimestral de información y formación misionera. Intercambio de oraciones, experiencias, inquietudes, sugerencias e iniciativas que todos podemos aportar para apoyar más la POSPA y también para fortalecer más nuestra vida y misión en la Iglesia. El Señor no se deja ganar en generosidad, confiemos totalmente en Él. Experimentaremos en nuestras vidas bendiciones especiales de Dios. Él también nos proveerá santas vocaciones para las comunidades en donde vivimos y para la Iglesia Universal a la cual servimos.
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Así vamos en OMP Pontificia Unión Misional (PUM) Por Hermana Yaneth María Martínez Barrios. Secretaria Nacional POPF Responsable Red Nacional de Ancianos y Enfermos Misioneros.
SAN JOAQUIN Y SANTA ANA, PATRONOS DE LA ABUELIDAD. “Una bella ancianidad es ordinariamente la recompensa de una vida bella” Pitágoras. Abuelos, del latín Avolus (abuelito), diminutivo del avus, es decir abuelo. Hablar de abuelos, nos llama a invocar a San Joaquín y Santa Ana, rebosantes de la grandeza a los ojos de Dios, en ellos se alberga la humildad y sencillez de Dios, constituyéndose en los padres de la “Esclava del Señor” y por ende en nuestros abuelos en la fe. Joaquín y Ana, nombres de origen hebreo. Joaquín significa “Yahvé dispondrá” y Ana “compasión” San Joaquín y Santa Ana, desde su estilo de vida, marcan la pauta para ejercer la abuelidad en un ambiente de ternura y cariño nutriendo la vida familiar y mucho más en la sociedad actual en la que los abuelos tienden a ser más jóvenes. Extraigamos de San Joaquín y Santa Ana, la ruta para el perfil de los abuelos, pero también para corresponderles con la misma dosis desde el ser de hijos, nietos, amigos, vecinos: Abuelos tiernos: que preparan el corazón en sus manos, todo lo consienten, les gustan las tertulias, la acogida, nos prefiguran la sencillez del Reino de los cielos y recuerdan “si no cambian y se hacen como los niños no entrarán en el Reino de los cielos” (Mateo 18 2-3) Abuelos de fe: sus discursos vienen envueltos en experiencias de vida, amasados con sabiduría divina. Narran historias desde la óptica de Dios, la Virgen, los santos. Han estudiado en la universidad de la vida, nos transmiten el legado de Dios en el acontecer de sus años.” “su descendencia sigue fiel a las alianzas, y también sus nietos, gracias a ellos” Eclesiástico 44, 12
San Joaquín y Santa Ana. Abuelitos de Jesús.
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Abuelos orantes: fijan la mirada en Dios y en secreto le cuentan sus angustias e incertidumbres, especialmente el acelere con los cambios de las nuevas generaciones. Como san José repudian en secreto y a la luz de Dios todo lo esclarecen. Ponen en manos de Dios el mundo, su núcleo familiar y hacen efectiva la esperanza con la misión de: dar consejos, el escuchar y en los sinsabores de la vida les corresponde volver a empezar la paternidad. “Por ella conseguiré inmortalidad y dejaré un perpetuo recuerdo a la posteridad” (sabiduría 8, 13) Abuelos del Cosmos: Aman la creación y aunque surgen grandes invenciones, no se retractan del poder Dios: contemplan la naturaleza en todas sus manifestaciones y hacen de ella un cuidado y disfrute permanente “Alégrense por la misericordia del Señor y no se avergüencen de alabarlo” (Eclesiástico 51,29) Abuelos del Fiat: se sienten comprometidos con el proyecto de Nuestro Señor Jesucristo y como la virgen María dicen Si a Dios. En la limitación, la enfermedad y en la vejez, van recobrando sus fuerzas espirituales con el poder de la fe, la esperanza y la caridad. “El de espíritu humilde será honrado” (proverbios 29, 23) Abuelos misioneros: “Renuevan sus fuerzas; vuelan como las águilas” (Isaías 40, 31). Se vuelven misioneros, que sin viajar envían el poder de sus oraciones y sacrificios gozosos, no solo por su núcleo familiar, sino por sus nietos espirituales: las misiones y los misioneros del mundo entero, constituyéndose en baluarte para que el Reino de Dios sea ágil, por medio de sus obreros. El 26 de julio, es la celebración de San Joaquín y Santa Ana. Felicitaciones a todos los abuelos en este día tan especial. Rindámosle homenaje de gratitud, con la oración ofrecida por sus intenciones y necesidades. Hágamoslo con la siguiente plegaria, expresada por el Papa Benedicto XVI. Señor Jesús, tu naciste de la Virgen María, hija de San Joaquín y Santa Ana. Mira con amor a los abuelos de todo el mundo. ¡Protégelos! son una fuente de enriquecimiento para las familias, para la Iglesia y para toda la sociedad. ¡Sostenlos! Que cuando envejezcan sigan siendo para sus familias pilares fuertes de la fe evangélica, custodios de los nobles ideales, hogareños, tesoros vivos de sólidas tradiciones religiosas haz que sean maestros de sabiduría y valentía que transmitan a generaciones futuras los frutos de su madura experiencia humana y espiritual. Señor Jesús, ayuda a las familias y a la sociedad a valorar la presencia y el papel de los abuelos. Que jamás sean ignorados o excluidos, sino que encuentren respeto y amor. Ayúdales a vivir serenamente y a sentirse acogidos durante todos los años de vida que les concedas. María, Madre de todos los vivientes, cuida constantemente a todos los abuelos, acompáñalos durante su peregrinación terrena y con tus oraciones obtén que todas las familias se reúnan un día en nuestra patria celestial, dónde esperas a toda la humanidad para el gran abrazo de la vida sin fin. Amén.
Así vamos en OMP ADELANTE LA RED CONTEMPLATIVA: ORDEN CONTEMPLATIVA DE LA VISITACION DE SANTA MARIA Comunidad Religiosa, fundada en el año 1610 por San Francisco de Sales y Juana Francisca Fremiot de Chantal. Fieles a las motivaciones de sus fundadores, admiten mujeres viudas, mayores y hasta con algunas limitaciones físicas, pero siempre teniendo presente que hayan cursado el undécimo grado y con la rectitud de intención, para optar por el proyecto de Jesús en la vida religiosa, conforme a los requerimientos de la Iglesia y de la Orden. Para ingresar a esta comunidad, las aspirantes, deben realizar un mes de experiencia en el claustro. Posteriormente, al ser admitidas, desarrollan los niveles de formación, en los que es necesario, demostrar las competencias exigidas para realizar sus votos temporales y perpetuos, en el que expresan que todo lo dejan para ser puente tendido entre Dios y las personas, capaz de asumir los problemas e intereses de todos, para presentarlos a la Divina Majestad vivir. Su lema es “Nada pedir, nada rehusar”. Desde el Claustro propagan la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, con la Guardia de Honor, con niños y demás personas que asistan a este movimiento en el que tienen como intenciones: orar por la Iglesia, las naciones, las instituciones de todo nivel, la familia, la educación, el trabajo, los que sufren, la propagación de la fe, la conversión de los pecadores, los agonizantes, los difuntos, los movimientos que promueven la devoción al Corazón de Jesús, es decir toda la humanidad, tienen que ver en sus oraciones, conscientes “que hemos de amarnos aquí en la tierra como nos amaremos un día en el cielo” (San Francisco de Sales) Hacen presencia en Colombia en los siguientes lugares: Medellín, Manizales, Pasto, Marinilla Pensilvania, Bucaramanga, Apartadó, Soata, Málaga y Bogotá. Fuera de Colombia en: Argentina, Quito, Perú, Panamá, Guatemala, Estados Unidos, Canadá, París, Oriente Medio, África. Suelen hacer intercambios de religiosas dentro y fuera del país. Manifiestan que se sienten misioneras desde el claustro para todo el mundo.
DIÓCESIS DE RIOHACHA MISIONERA. Los líderes diocesanos, servidores de la pastoral de la salud, se dieron la tarea de: -- Ponerse en marcha hacia la casa Betania, ubicada en el corregimiento Aremashain, de la ciudad de Riohacha para el encuentro en ambiente de oración y formación dirigido por la hermana Yaneth María Martínez Barrios en representación de las Obras Misionales Pontificias de Colombia. -- El conocimiento de las Obras Misionales Pontificias con sus programas, concretamente RENAEM, como escuela misionera que genera: “ formación del corazón »: se les ha de guiar hacia ese encuentro con Dios en Cristo, que suscite en ellos el amor y abra su espíritu al otro, de modo que, para ellos, el amor al prójimo ya no sea un mandamiento por así decir impuesto desde fuera, sino una consecuencia que se desprende de su fe, la cual actúa por la caridad (cf. Ga 5, 6).” (No. 31, Carta Encíclica Dios es Amor, Benedicto XVI ).
Agentes de pastoral de la salud y líderes de evangelización de la Diócesis de Riohacha. Casa de encuentros Betania. Rioacha, mayo 27 de 2012.
-- Experienciar a Dios, desde la participación activa en la Eucaristía, la Lectio Divina y documentos de la Iglesia, que los llevo a hacer una mirada retrospectiva a lo que ha sido su nivel de evangelización, para fortalecer sus motivaciones frente a la pastoral de salud que genera discípulos y misioneros sanos, con la mirada fija en Jesús muerto y resucitado, porque Dios es mayor que el sufrimiento, el dolor, la muerte, la enfermedad y la ancianidad. -- Abrir el corazón a la inclusión tal como lo hizo el buen samaritano: Jesús es para todos, tanto los enfermos como los sanos, los ancianos como los jóvenes, los creyentes y no creyentes. En todos los ámbitos se necesita llevar la caricia y la bendición de Dios. -- Multiplicar lo experimentado y aprendido en los tres días de encuentro en los diferentes ambientes donde interactúan: parroquias, diócesis, cultura indígena Wayuu, comunidades religiosas. Misionar en la diócesis de Riohacha es reconocer la densidad de unas tierras que añoran a Dios, pero faltan evangelizadores, las distancias disminuyen las fuerzas, de tal manera que uno o dos misioneros por municipios se convierten en fermento de la Buena Nueva para sus habitantes que en medio de una vida sencilla, sacrificada y alegre buscan quien les anuncie a Jesucristo con la misión que tenemos todos de” completar en la existencia terrena, y en favor del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, lo que aún falta al total de sus sufrimientos” (Colosenses 2, 24). Agradecimientos: A Monseñor Héctor Zala Zuleta, “Obispo de la diócesis” que se alegra de tener personal de OMP en su jurisdicción y expresa la disponibilidad para que nos desplacemos a realizar una misión diocesana. A la Hermana Elizabeth Ortega, directora de Misiones de la diócesis. Al Padre Nelson Tobón, encargado de la pastoral de la salud, que lucha incesantemente para que se incluya mucha gente que quieran ser discípulos misioneros de la salud. Al Padre Esneider Vélez, director del internado de la cultura índigena Wayuu A las Hermanas Lauritas. A las religiosas de la comunidad pequeñas almas y a todas las personas que nos enriquecieron con su participación como comunidad eclesial y que quedaron con un compromiso concreto para continuarlo en asocio con la directora de misiones.
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Para pensar...
La misión exige hoy “que el anunciador tenga una relación personal y cotidiana con Cristo, lo conozca y lo ame profudamente”. (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI a la Asamblea anual del Consejo Superior de las Obras Misioneras Pontificias, Roma, 11 de mayo de 2012).
El Santo Padre continuó diciendo a las OMP lo siguiente: “Por lo tanto me alegra poder animar el proyecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y de las Obras Misionales Pontificias que promueven el Año de la Fe. Este proyecto prevé una campaña mundial que, a través de la oración del Santo Rosario, acompañe la tarea de evangelización en el mundo y ayude a muchos bautizados a redescubrir y profundizar la fe”.
Notimisión PUBLICADO POR EL VATICANO UN DOCUMENTO SOBRE LAS ORIENTACIONES PASTORALES PARA LA PROMOCIÓN DE LAS VOCACIONES AL MINISTERIO SACERDOTAL
Ciudad del Vaticano (Junio -2012, Gaudium Press) La familia y la parroquia tiene ahora un papel importante en el crecimiento de las vocaciones sacerdotales, afirma el documento sobre las “Orientaciones pastorales para la promoción de las vocaciones sacerdotales” publicado por la Congregación para la Educación Católica. El documento habla sobre las “luces y sombras” de la situación de vocaciones sacerdotales en el mundo y es el resultado de la “Investigación sobre la pastoral del ministerio sacerdotal” enviada en el día 15 de mayo de 2008 a las conferencias episcopales. Acerca de las sombras, el documento afirma que “no solamente una mentalidad secularizada sino también opiniones equivocadas en el interior de la Iglesia conducen al desprecio del carisma y de la elección celibataria”. El Card. Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica y de la Pontificia Obra para las Vocaciones Sacerdotales, explicó en rueda de prensa que las “Orientaciones” presentan algunas sugerencias para la “toma de consciencia de la responsabilidad educativa y pastoral en la promoción de las vocaciones al sacerdocio”, para la “idea clara de la figura del sacerdocio ministerial” y para “una pastoral eficaz” de la vocación. Madurez afectiva en los candidatos al sacerdocio Es importante que un sacerdote católico “perciba con claridad los compromisos que deberá asumir, en particular en el celibato”. Por eso, “es oportuno que el llamado tenga raíces en un contexto eclesial preciso que dé consistencia a los motivos de la elección vocacional y que contribuya para sanar los posibles desvíos individualistas de esa misma elección”. Todo eso requiere “preparación específica en la formación inicial y permanente de los presbíteros”, y también “integración y madurez afectiva”. No es preciso proponer el sacerdocio a “individuos que, aún siendo alabables en su camino de conversión, son marcados por fragilidades humanas profundas”, se lee en el documento. La vocación nace en varios ámbitos: en la familia que sigue siendo “la primera comunidad”, en el “alegre testimonio de los presbíteros”, en el voluntariado, en la escuela, en los centros vocacionales, en las “asociaciones y en los movimientos eclesiales”. Deben ser evitadas “nuevas formas de clericalismo, situaciones de centralizaciones pastorales inoportunas, servicios pastorales en part-time, elecciones ministeriales ajustadas a las necesidades individuales, incapaces de una visión de conjunto y unidad de la comunidad”. El sacerdocio debe ayudar a “edificar una comunidad rica en ministerios, en la cual existen amplios espacios para la participación activa y responsable de los fieles laicos”. Y los propios padres o los jóvenes que se forman para el sacerdocio, deben aprender a “colaborar y a confrontarse con la comunidad entera cristiana y a estimar toda vocación”. Durante la conferencia para la prensa de la presentación del documento, Mons. Angelo Vincenzo Zani, subsecretario de la Congregación, presentó algunos datos sobre las vocaciones al sacerdocio en el mundo: en Europa el número de seminaristas cayó un tercio en diez años, de casi 27 mil en el 2000 a menos de 21 mil en el 2010. Hay una leve disminución las vocaciones en América de Sur, después de un repunte en los últimos años, de 22 mil en el 2006 a menos de 21 mil en el 2010, mientras el número de los seminaristas permanece estable en América del Norte (cerca de 5.500) y continua creciendo en África (de 20 mil en el 2000 a 27 mil en el 2010) y en Asia (de 25 mil en el 2000 a 33 mil en el 2010)
VATICANO - Mons. Rugambwa nombrado Secretario adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y Presidente de las Obras Pontificias Misionales Ciudad del Vaticano (Agencia Fides, junio -2012) - El Santo Padre Benedicto XVI ha acogido la renuncia presentada, por haber alcanzado el límite de edad, de Su Exc. Mons. Piergiuseppe Vacchelli, Arzobispo titular de Minturno, del cargo de Secretario Adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y Presidente de las Obras Pontificias Misionales. Y ha llamado a sucederlo en los mismos cargos a Su Exc. Mons. Protase Rugambwa, hasta ahora Obispo de Kigoma, elevándolo, al mismo tiempo, a la dignidad de Arzobispo. El Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Card. Fernando Filoni, ha dado la noticia a medio día a los oficiales y al personal de la Congregación y de las Obras Pontificias Misionales, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos. Estaban presentes también Su Exc. Mons. Savio Hon Tai Fai, Secretario de la Congregación, y Su Exc. Mons. Vacchelli, quién ha pronunciado un breve discurso dando las gracias a los presentes por la colaboración y asegurando su oración, que estará al centro de su jornada ya que el Papa lo ha incluido entre los miembros del Capítulo de San Pedro. Su Exc. Mons. Protase Rugambwa nació el 31 de mayo de 1960 en Bunena, en la diócesis de Bukoba. Después de sus estudios primarios en diversas escuelas y los secundarios en los Seminarios Menores de Katoke y Itaga, estudio Filosofía en el Kibosho Senior Seminary y Teología en el St. Charles Lwanga Segerea Senior Seminary. Fue ordenado sacerdote el 2 de septiembre de 1990 en Dar-es-Salaam, por el Siervo de Dios Juan Pablo II durante su visita pastoral a Tanzania, y incardinado en la diócesis de Rulenge. Después de su ordenación sacerdotal ha ocupado los siguientes cargos: 1990-1991: Vicario Parroquial en la parroquia de Mabira; 1991-1994: Profesor en el Seminario Menor de Katoke, encargado diocesano de Liturgia y capellán del hospital de Biharamulo; 1994-1998: Estudios para el doctorado en teología pastoral en la Universidad Pontificia Lateranense de Roma; 19981999: Formador de los seminaristas del año espiritual, Director de Vocaciones de la Diócesis de Rulenge, Secretario Ejecutivo del Departamento de Pastoral; 2000-2002 : Vicario General de la Diócesis de Rulenge y Moderador del personal; 2002-2008: Oficial de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. El 18 de enero de 2008, el Santo Padre Benedicto XVI lo nombró Obispo de la Diócesis de Kigoma (Tanzania). Recibió su consagración episcopal el 13 del abril del mismo año. (SL)
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Notimisión PAPA NOMBRA OBISPO AUXILIAR DE IBAGUÉ El Papa Benedicto XVI nombró como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Ibagué al Padre Orlando Roa Barbosa, hasta ahora Rector del Seminario Mayor María Inmaculada. Agradecimiento y susto son los sentimientos que expresa el Padre Orlando Roa Barbosa, luego de recibir la noticia de su nombramiento. El sacerdote anunció que su ordenación episcopal será el próximo 28 de julio. El Padre Orlando Roa, del clero de Ibagué, nació en Cali el 4 de julio de 1958. Fue Ordenado Sacerdote el 6 de diciembre de 1984 por Mons. Angelo Acerbi, para la Arquidiócesis de Ibagué. Datos biográficos: Nació en Cali el 4 de julio de 1958, sus estudios secundarios los adelantó en el Seminario Menor de Ibagué. Los primeros años de filosofía los realizó en el Seminario de Garzón, como Seminarista de Ibagué; en el restante tiempo de formación hacia el sacerdocio frecuentó en el Seminario Mayor de Ibagué. Entre 1993 y 1995 el Padre Orlando realizó estudios de especialización en Teología Dogmática en la Universidad de la Santa Cruz en Roma; también obtuvo la licenciatura en Filosofía y ciencias Religiosas en la Universidad Católica de Oriente; ha frecuentado diversos cursos en Espiritualidad Misionera y Sacerdotal. Fue Ordenado Sacerdote el 6 de diciembre de 1984 por Mons. Angelo Acerbi, para la Arquidiócesis de Ibagué.
PAPA NOMBRA NUEVO OBISPO PARA LA DIÓCESIS DE GARZÓN El Santo Padre Benedicto XVI ha nombrado como nuevo Obispo de Garzón a Monseñor Fabio Duque Jaramillo, hasta ahora Obispo de la Diócesis de Armenia. Monseñor Fabio Duque Jaramillo nació en Armenia, Colombia, en 1950. Realizó sus estudios eclesiásticos en Bogotá. Obtuvo la licenciatura en Filosofía y Teología en la Universidad San Buenaventura de Bogotá, y el doctorado en Liturgia en el Ateneo Pontificio San Anselmo de Roma. Hizo la profesión religiosa en Bogotá en 1975 y fue ordenado sacerdote en Armenia en 1975. Como sacerdote ha desempeñado los siguientes cargos: vicemaestro de novicios, párroco de Chiachagua en César, Director del Departamento para la Vida Consagrada y director del Departamento para la Catequesis de la Conferencia Episcopal Colombiana, decano de Teología de la Universidad San Buenaventura de Bogotá, profesor de Liturgia en el Seminario Mayor de Barranquilla. Llamado al servicio de la Santa Sede en el Consejo Pontificio de la Cultura, del que ha sido oficial de 1994 a 1997 y subsecretario de 1997 a 2003. El 29 de noviembre de 2003 fue nombrado obispo de Armenia. Recibió la ordenación episcopal el 31 de enero de 2004.
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EL PAPA HA NOMBRADO OBISPO AUXILIAR DE MEDELLÍN El Papa ha nombrado Obispo Auxiliar para la Arquidiocesis de Medellín (Colombia), el reverendo Padre Elkin Fernando Álvarez Botero, del clero de la diócesis de Sonsón-Rionegro, hasta ahora Director del departamento para los ministerios jerárquicos de la Conferencia Episcopal colombiana, asignándole la sede titular de Gemelle di Numidia. El Reverendo Elkin Fernando Álvarez Botero nacio en El Retiro, diócesis de Sonsón-Rionegro, el 21 noviembre de 1968. Ha terminado sus estudios eclesiásticos de Filosofía en el Seminario Mayor diocesano Nuestra Señora en Marinilla, y los teológicos en el Seminario Mayor de Cristo Sacerdote en la Ceja. Ha obtenido la licencia en Teología Bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, y frecuento estudios de especialización en doctrina y Pastoral Social de la Iglesiaen la Universidad Católica del Oriente en Rionegro. Recibió la ordenación sacerdotal el 1 de Julio de 1993 para la diócesis de Sonsón-Rionegro. Ha desarrollado los siguientes encargos pastorales: Vicario parroquial de la Catedral de Sonsón (1993); formador y profesor del Seminario nacional Cristo Sacerdote en La Ceja (1994-2000); rector y ecónomo del Seminario Nacional Cristo Sacerdote en La Ceja (2000-2003), colaborador local de la Nunciatura Apostólica en Colombia (Bogotá, 2003-2009). Del 2010 es Director del Departamento para los ministerios Jerárquicos de la Conferencia Episcopal colombiana en Bogotá. Su ordenación y posesión será el próximo 4 de agosto en la fiesta litúrgica del san Juan María Vianney, conocido como el santo cura de Ars.
NUEVO OBISPO DE LA DIÓCESIS DE BUGA El Papa Benedicto XVI nombró como nuevo Obispo de Buga a Monseñor José Roberto Ospina Leongómez, quien se desempeñaba hasta ahora como Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá. Mons. Ospina Leongómez sustituye a Monseñor Hernán Giraldo Jaramillo, a quien el Pontífice aceptó su renuncia tras cumplir los 75 años de edad. El nuevo Obispo de Buga nació el 20 de marzo de 1947 en San Miguel de Sema, municipio del Departamento de Boyacá y que hace parte de la Diócesis de Chiquinquirá. Cursó sus estudios primarios en el Colegio del Niño Jesús, en Bogotá y secundaria en el Instituto “Tihamer Toth” en donde se graduó de Bachiller en 1964. Pasó a la Pontificia Universidad Javeriana donde obtuvo la Licenciatura en Filosofía (1965-1967). Allí mismo cursó el primer año de Teología (1969) y concluyó el ciclo institucional teológico en el Seminario Mayor de San José de Bogotá (1970-1972). Perfeccionó sus estudios en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, en donde se Licenció en Ciencias Bíblicas (1977-1980).
Rincón
Misionero Kimala Nanga, misionera comboniana: “Si Daniel Comboni, europeo, entregó su vida por los africanos, ¿por qué yo no?” Kimala Nanga Benjamine nació en Abèche, al norte del Tchad, un país al sur del Sáhara y en el centro del continente africano. Hoy es Misionera Comboniana y, como todas las novicias de las congregaciones religiosas con presencia en África, recibió la ayuda de las Obras Misionales Pontificias en su primer año de noviciado. Una ayuda que se suma a la generosidad de tantas jóvenes que como ella dicen sí a Dios en la vida religiosa.
Eusebio Cabrera; Sacerdote nacido en Republica Dominicana, quien logró responder a su llamado gracias a la POSPA.
22 seminarios que la Obra Pontificia mantiene en América Aunque en menor medida que África y Asia, América Latina también ha sido destino de los subsidios de San Pedro Apóstol, con 741 seminaristas mayores y 186 menores que han recibido ayudas de esta Obra Pontificia. 22 han sido los seminarios sostenidos en América por la generosidad de los fieles con las vocaciones nativas.
Una vocación local, que se vuelve misionera Eusebio Cabrera nació en el Aguacate del Limón, un pequeño pueblecito al norte de la República Dominicana. La Obra de San Pedro Apóstol ha tenido el privilegio de respaldar económicamente su respuesta generosa a su vocación sacerdotal. Crecido en una familia de 9 hermanos, conoce la Renovación Carismática y siente la llamada de Dios, por lo que entra en el Seminario Menor San Pío X en Santiago de los Caballeros. Su vocación es un sí que se va desarrollando con su paso al seminario propedéutico en Yamasá, y al Seminario Pontificio de Santo Tomás de Aquino, donde estudia 3 años de Filosofía y 4 de Teología. Ordenado sacerdote en 2006, ejerce su ministerio sacerdotal durante un año ayudando en dos parroquias de la diócesis de Santiago de los Caballeros. Es en el 2007 cuando parte con destino a otro Santiago, esta vez el de Cuba, como misionero. Como recuerda el mismo Eusebio, “estos años en Cuba han sido inolvidables, junto a hermanos buenos a los que el Señor y la Virgen me permitieron ayudar a crecer en la fe, el amor, el respeto y la esperanza cristiana”. Agradece el apoyo de las Obras Misionales Pontificas, tanto durante su formación, como durante su misión en Cuba. Con su fresco lenguaje sudamericano, anima a los católicos españoles “a seguir colaborando para que otros vocacionados sean beneficiados como lo he sido yo; que Dios premie con grandes bendiciones su valiosa generosidad”. Tomado de Boletín de Prensa OMP España, abril 2012
Viene de una familia de 6 hijos, en la que ella es la única hermana y, además, la más pequeña. Su infancia fue normal para una niña en el Tchad, donde a las carencias educativas de un país pobre se sumaba el hecho de que los profesores de las escuelas podían pasar un año sin cobrar, con los efectos que esto tenía en el sistema educativo. Su zona es de mayoría musulmana, aún así todos los domingos por la mañana los católicos se reunían en la capilla del poblado para la celebración de la Palabra, porque no había sacerdote. A veces pasaban meses sin Misa, por la falta de sacerdotes y las malas comunicaciones entre el sur, donde había algún sacerdote, y el norte. Normalmente el sacerdote llegaba a la aldea en Pascua, para poder bautizar, celebrar matrimonios, y animar a la comunidad a que siguiera fiel. Es en este ambiente de verdadero compromiso cristiano en medio de las dificultades donde creció Kimala. En sus manos cayó el librito de Daniel Comboni, titulado “África o muerte”. Así que se dijo: “Si Daniel Comboni, que era europeo, entregó su vida por los africanos, ¿por qué no puedo hacerlo yo también, que soy africana?”.
Kimala Nanga, misionera comboniana, apoyada por la POSPA.
A sus 31 años, da gracias a Dios por su vocación religiosa y misionera. Por eso, el 14 de agosto de 2003, fecha en la que Kimala entraba en el noviciado de las combonianas, no fue sino la coronación de una vocación madurada desde hacía años y corroborada por su compromiso como catequista. Cualquiera que conozca un poco de la vida de la Iglesia africana, sabe que gran parte de su dinamismo y su fuerza se debe a la entrega y dedicación de los catequistas. Tuvo que esforzarse para llenar las lagunas de estudios que tenía. Ahora esta misionera, a sus 31 años, da gracias a Dios por su vocación religiosa, y señala cómo sus padres y toda su familia se sienten muy orgullosos de que sea misionera: “Se sienten misioneros como yo; quizás más que yo”.
Tomado de Boletín de Prensa OMP España, abril 2012
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Rincón
Misionero CARTA CIRCULAR DEL ARZOBISPO DE BUCARAMANGA A LOS SACERDOTES Y DIÁCONOS, CONGREGACIONES RELIGIOSAS, COMUNIDADES PARROQUIALES, GRUPOS Y MOVIMIENTOS APOSTÓLICOS; FIELES TODOS DE LA ARQUIDIÓCESIS. Asunto: Jubileo e Indulgencia Plenaria en el 60º aniversario de la Arquidiócesis de Bucaramanga
Queridos hermanos y hermanas en Cristo el Señor:
Hna Yaneth Martínez, Responsable de la RENAEM; compartiendo con participantes de la pastoral de la salud, a la izq. líder Wayuu.
Con ocasión del sexagésimo aniversario de creación de la Iglesia Particular de Bucaramanga, el suscrito Arzobispo, ha obtenido de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, la celebración de un Año Jubilar con la gracia de la Indulgencia Plenaria.
Una experiencia misionera de: Elcia Fanny Tiller Ipuana (Cultura indígena Wayuu originarios de la alta Guajira)
En efecto, quienes en grupo o individualmente visiten la Catedral de la Sagrada Familia, la Basílica Menor de Girón o el Santuario San Antonio de Padua en California, cuantas veces lo hagan, podrán ganar INDULGENCIA PLENARIA, siempre y cuando cumplan con los requisitos exigidos a saber: confesión y comunión sacramental, tomar parte en una acción litúrgica o por lo menos orar unos minutos por las intenciones del Papa y terminar rezando el Credo, un Padre Nuestro y el Ave María. Los ancianos y personas enfermas que no pudieran visitar los templos podrán ganar la INDULGENCIA PLENARIA si se confiesan, comulgan y oran por las intenciones del Romano Pontífice, rezan: el Credo, la Oración Dominical, el Ave María y se unen espiritualmente a los peregrinos ofreciendo al Señor sus sufrimientos. La indulgencia plenaria puede ser aplicada a los difuntos.
Los ancianos tienen un papel fundamental hacia un trabajo integrador, especialmente desde el anuncio del Evangelio, por medio de la catequesis que los prepara para recibir a Jesús en los sacramentos. Al igual que el trabajo con adolescentes que los encamina por el camino del encuentro con Dios que sana y se hace presente en toda cultura.
Las visitas y peregrinaciones a los templos indicados, gozan de la posibilidad de ganar la indulgencia plenaria hasta el día 23 de febrero del año 2013. Igualmente, con motivo del Jubileo Arquidiocesano, el suscrito Arzobispo, por benigna concesión de Su Santidad, el Papa Benedicto XVI, podrá impartir la BENDICION PAPAL con la adjunta INDULGENCIA PLENARIA, al concluir la celebración Eucarística el día 23 de febrero de 2013, desde la Catedral de la Sagrada Familia. Quienes asistan a la Santa Misa ese día, lo mismo que quienes la sigan por televisión o por radio podrán ganar INDULGENCIA PLENARIA si, después de confesarse y comulgar oran por las intenciones del Sumo Pontífice. Conviene recordar, que la indulgencia, en la iglesia, está siempre estrechamente ligada a los efectos del sacramento de la penitencia y consiste en “la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la iglesia…” “la indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados, en parte o totalmente” (Catecismo de la Iglesia Católica, Nº 1471). Recibamos agradecidos estas gracias que nos concede el Santo Padre, aprovechemos el Año Jubilar, para acercarnos más al Señor y empeñarnos en construir la Iglesia que Él quiere. Pidamos al Buen Pastor, bendiga la persona y el ministerio apostólico como Sucesor de Pedro, de S.S. Benedicto XVI. Con mi saludo fraterno y especial bendición. + ISMAEL RUEDA SIERRA Arzobispo de Bucaramanga Bucaramanga, 10 de junio de 2012, Solemnidad del Corpus Christi Nota: para ser difundida en toda la Arquidiócesis y por los Medios de Comunicación disponibles.
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Es educadora y supervisora de educación de los integrantes de su cultura índigena Wayuu y demás personas a su cargo en los municipios de Manaure y Albania. Considera que es primordial el poder misionar por medio de la catequesis de acuerdo a las necesidades de sus comunidades.
Desde su participación y conocimiento de la RENAEM, se complace en traducir desde su lengua nativa, términos propios de la misión: -- anaa akuaipa : Bendición. -- Marewa: Dios -- Nuiki Marewa: Evangelio -- Kotirawa: Red -- Laula: Anciano -- Ayuish: Enfermo -- Aluja nuiki Marewa: Misionero
4 de mayo. Depto Comunicaciones Omp: El padre Mario Álvarez Gómez viajó a Roma a participar de la Asamblea Anual de Directores OMP. Oramos por su bienestar y por la unción del Santo Espíritu durante esta reunión. Carmenza Acosta comentó: Lluvia de Bendiciones para él y todos sus compañeros. Infancia Misionera Sagrados Corazones comentó: que Dios bendiga su preciosa labor Bolaño Edgard comentó: Que el Señor lo acompañe y lo ilumine para que cuando regrese nos siga irradiando de esa luz que debe acompañarnos en nuestro itinerario misionero. Cuente con nuestras oraciones desde la Arquidiócesis de Villavicencio. 15 de mayo. Depto Comunicaciones Omp: Hoy, guarda el deseo de llegar a casa y hacer un oración en familia, por tu trabajo y por la felicidad de crecer juntos... Leidy Fernández comentó: :) Familia que ora unida, permanecerá unida ;) 12 junio. Depto Comunicaciones Omp: El VI CONIAM está cerca, estamos listos? Edwin José Bolívar Ariza comentó: “Claro nuestra Arquidiócesis esta preparando todo lo necesario para llegar con gran alegría a este VI CONIAM y de los niños del mundo... siempre amigos” Carmenza Acosta comentó: Aún faltan detalles pero es sólo eso.... 21 de junio María Nelly Osorio comentó: “San Francisco Javier y Santa Teresita del Niño Jesús, ilumine, acompañe y bendiga a cada uno de los organizadores del VI CONIAM y a los participantes nos conceda docilidad para aprovechar al máximo esta experiencia maravillosa que el Señor nos concede.”
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Celebremos Celebremos en en agosto agosto la la Jornada Jornada Nacional Nacional de de la la Juventud Juventud
“Juventud misionera, anuncia a Cristo donde quiera.” Contáctenos Obras Misionales Pontificias de Colombia Trasv. 28B # 36-70 / B. La Soledad. Bogotá, D.C. Tels. 3689693 - 2442070 · Fax. 2699840 www.ompdecolombia.org propagafe@ompdecolombia.org
Esta debe ser una fiesta misionera para que chicas y chicos decidan ofrendar su juventud a la causa de la evangelización. La JUMI es una buena oportunidad para que los jóvenes manifiesten su dinamismo, energía, fortaleza, compromiso y espontaneidad en favor de las misiones en un mundo que, en su mayoría, todavía no conoce la Palabra de Cristo.
Virgen de Chiquinquirá A partir de 1919, el 9 julio de cada año se celebra el día de su coronación como Reina y patrona de Colombia.
Padre nuestro, que en tu solicitud amorosa has querido favorecer a nuestra patria, dándonos en Chiquinquirá un signo de tu presencia ; por la intercesión poderosa de la Santísima Virgen María, cuyo patrocinio hoy celebramos, concédenos crecer en la fe y lograr nuestro progreso por caminos de justicia y de paz.” Por Jesucristo nuestro Señor. Amén (Tomado de la oración colecta de la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Patrona de Colombia.)