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Editorial EL DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES: DOMUND Y LOS CENTROS MISIONEROS DE LOS SEMINARIOS misional de Propaganda Fide, la agencia misionera de noticias (Agencia Fides), las Facultades o Institutos de Misionología para la investigación científica sobre el tema misionero, etc.

Seminaristas Centro Misional San Luis Beltran del Seminario Santo Tomás de Aquino de Santa Rosa de Osos, en animación misionera.

La carta apostólica Maximum Illud es el primer documento “moderno” sobre las misiones, del Papa Benedicto XV, del 30 de noviembre de 1919. Se le ha llamado “la carta magna” de la actividad misionera. Es el inicio de lo que hoy conocemos como “Misionología”: historia, teología, pastoral, derecho y espiritualidad de la misión. Benedicto XV (1914-1922) levantó el ánimo de la comunidad cristiana inmediatamente después de la Primer Guerra Mundial. El fervor misionero, del que, a la vez, es índice y estímulo el documento pontificio, fue el inicio del “siglo de las misiones” como se le llamaría desde entonces al siglo XX. Este documento trazó directrices que serían la pauta de la evangelización posterior. En 1922 fue elegido Papa el Cardenal Arzobispo de Milán, Aquiles Ratti, que tomó el nombre de Pio XI (1922-1939). Su ardor misionero era conocido por todos y se esperaba de él un gran impulso para la misión. El 6 de febrero de 1922 aceptó ser el Vicario de Cristo y sucesor 259 del Apóstol San Pedro. Tres meses después, el 3 de mayo de 1922, para celebrar el centenario del nacimiento de la Obra de la Propagación de la Fe, elevó esta Obra, la de la Infancia Misionera (1843) y la de San Pedro Apóstol (1889) a la condición de “PONTIFICIAS” haciéndolas suyas en su cuidado y atención y recomendándolas como instrumento principal y oficial de cooperación misionera de toda la Iglesia. La otra obra, LA PONTIFICIA UNIÓN MISIONAL, será elevada a esta condición por el Papa Pio XII el 28 de octubre del año 1956.

NUESTRA PORTADA

El Papa Pio XI con mucha razón es llamado EL PAPA DE LAS MISIONES: estimuló la creación de nuevas misiones y ordenó los primeros obispos de la India (1923) y de la China (1926). En el Año Santo de 1925 abrió en el Vaticano una Exposición Misionera Mundial y en 1926 publicó la Encíclica sobre la acción misionera Rerum Ecclesiae (28-2-1926) en la cual reafirmó la importancia de los objetivos misionales programados en el inicio de su Pontificado. Estableció el DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES, el 14 de abril de 1926. Creó, además, la biblioteca

La idea de un Día de las Misiones a nivel mundial nació en el círculo misionero del Seminario Arquidiocesano de Sássari (Cerdeña, Italia). Este círculo, o CENTRO MISIONAL DEL SEMINARIO, organizó un triduo misionero del 14 al 16 de mayo del año 1925, con la participación del Arzobispo diocesano. En el año siguiente se repitió la celebración del 17 al 20 de marzo. En esta ocasión llegó de Roma Monseñor Luigi Drago, Secretario de Propaganda Fide. Los seminaristas le pidieron que propusiera al Papa Pio XI la celebración de un Día, todo él dedicado a las Misiones, como se hacía en la Universidad del Sagrado Corazón. Monseñor Drago prometió que hablaría con el Papa al respecto. Y, de Roma mandó decir que el Papa enviaba una respuesta a la petición: “Esta es una inspiración que viene del cielo”. A finales de marzo de 1926 tuvo lugar la Plenaria del Consejo Superior de la Propagación de la Fe. En esta ocasión se decidió pedir oficialmente al Papa “la institución en todo el mundo católico de un DÍA DE ORACIÓN y de OFRENDAS a favor de la Propagación de la Fe. El 14 de abril de 1926, la Congregación de los ritos comunicaba que el Santo Padre había concedido el pedido. Nació así el DOMUND, Domingo Universal de las Misiones, que sería celebrado el penúltimo domingo del mes de octubre de cada año. Unos años antes el mismo Pontífice tendría un gesto sorprendente y profético: en la Solemnidad de Pentecostés de 1922 interrumpió su homilía y, en medio de un impresionante silencio, tomó su solideo, haciéndolo pasar entre la multitud de los Obispos, Presbíteros y Fieles, en la Basílica de San Pedro, como pidiendo a toda la Iglesia ayuda para las Misiones. El primer DÍA MUNDIAL DE LAS MISIONES fue celebrado en 1927. En nombre de Obras Misionales Pontificias de Colombia, felicito al CENTRO MISIONAL “SAN LUIS BELTRÁN” del Seminario Diocesano de Santa Rosa de Osos, en sus 70 años de fundación (2 de julio de 1941), a los Superiores del Seminario y a los seminaristas, miembros activos de este círculo misionero. Ojalá en cada Seminario de Colombia, tanto diocesanos como religiosos, exista un centro misional que eduque y anime misioneramente a los seminaristas. En un círculo misionero del Seminario de Sássari, Italia, nació la idea de lo que hoy es el DOMINGO UNIVERSAL DE LAS MISIONES. En el centro misional del Seminario Diocesano de Santa Rosa de Osos se han forjado grandes ministros del altar y denodados misioneros. La Iglesia de Colombia necesita con urgencia una formación clara y determinada en el tema de la misión en los futuros servidores del altar, discípulos misioneros. Mario Álvarez Gómez Pbro.

La imagen central de Jesús Resucitado es la del Tríptico de Aparecida. Jesús nos envía a la misión. Las personas que están allí contemplando al Señor Jesús representan a todas las gentes de Latinoamérica y el Caribe, que una vez que se han encontrado con Cristo y que lo han visto, tienen la obligación de anunciarlo a todos los pueblos. El Domingo Mundial de las Misiones debe ser una oportunidad para celebrar el don de la fe y cooperar espiritual y económicamente en la misión universal de nuestra Iglesia.

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CONTENIDO 1

Editorial El domingo mundial de las misiones: DOMUND y los centros misioneros de los seminarios.

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Intenciones Misioneras del Santo Padre Benedicto XVI Septiembre - Octubre

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Puente Misionero San Andrés, una isla de gente con espíritu misionero

OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS REVISTA MISIONES FUNDADA EN 1925 ISS 0122-563 Septiembre - Octubre de 2011 Año 87 N. 782

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Actualidad Centro Misional “San Luis Beltrán”, 70 años “Formando discipulos misioneros”

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El corazón del Papa Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI Para la Jornada Mundial de las Misiones 2011.

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Misión Colombia ¡Vayan, encuéntrense con el otro y anúncienle que el reino está cerca!

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Figuras Misioneras Paulina Jaricot Fundadora de la Pontificia Obra de la Propagación de la Fe (POPF)

para el camino 14 Luces Anunciar a Jesús a todos y en todas partes. central 15 Tema Acerca de la colecta del DOMUND

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Sentido Teológico de la Colecta del DOMUND

vamos en OMP 26 Así Asamblea Nacional OMP de Colombia Leticia Amazonas

32 Pontificia Obra de la Propagación de la Fe ( POPF) 34 Pontificia Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera (POIAM)

Director: Mario Álvarez Gómez Pbro. Cordinación y redacción Dirección Nacional OMP Diseño y Diagramación Aura B. Guacaneme A. Impresión Pronto Printer Ltda Valor de Suscripción: Un año (6 numeros) $ 25.000 Administración y suscripciones Transv. 28B # 36-70 Pbx: 3689693 - 2442070 Fax: 2699840 obrasmis@ompdecolombia.org www.ompdecolombia.org Bogotá D.C., Colombia

Revista de Misiones es una publicacion de las Obras Misionales Pontificias de Colombia (OMP) dirigida a las familias y a los grupos misioneros. Su objetivo es informar sobre la labor misionera de la Iglesia, en Colombia, así como incentivar y promover, dentro de los Colombianos una mayor conciencia de Misión Ad gentes.

36 Pontificia Unión Misional (PUM) 37 Grupos de Espiritualidad Misionera

39 Para pensar 40 Rincón misionero Tarifa Postal Reducida N. 2007-304


Intenciones Misioneras

SEPTIEMBRE

Para que las comunidades cristianas esparcidas en el continente asiático proclamen el Evangelio con fervor, testimoniando la belleza con la alegría de la fe. Asia es el continente más extenso y poblado de la Tierra, que con cerca de 44 millones de km² supone el 8,65% del total de la superficie terrestre y el 29,45% de las tierras emergidas, y con sus 4000 millones de habitantes, el 60% de la población humana. Además es un continente de gran riqueza espiritual y de diametral importancia religiosa ya que las religiones más practicadas del mundo surgieron en Asia, siendo cuna de las cinco grandes religiones mundiales: el judaísmo, el cristianismo, el islamismo, el budismo y el hinduismo. Debido a esto, países asiáticos como Israel (lugar sagrado para judíos, cristianos y musulmanes), Arabia Saudí (donde se encuentran dos de las tres ciudades santas de los musulmanes) e India (donde se encuentran los lugares santos de hindúes y budistas), reciben millones de peregrinos de todo el mundo. Esta gran riqueza cultural se convierte al mismo tiempo en un gran reto para los cristianos; pues anunciar el Evangelio de Jesús en medio de una realidad tan diversa exigirá gran santidad y compromiso misionero. Oremos para que las comunidades cristianas que cada día germinan en este continente transparenten con su testimonio el amor, la paz y la unidad que Cristo desea para todos.

OCTUBRE

Para que la celebración de la Jornada Misionera Mundial acreciente en el Pueblo de Dios la pasión por la evangelización y el apoyo a la actividad misionera con la oración y la ayuda económica a las Iglesias más pobres. El mes de octubre es el mes en el que se celebra la Jornada Misionera Mundial. Es el tiempo de más intenso trabajo misionero y, de acuerdo al querer del Santo Padre y con él, de la Iglesia Universal, aprovechamos también este mes para que todos los bautizados nos concienticemos de nuestro deber de cooperar en la tarea misionera y aportar una ayuda económica para que el trabajo misionero que hace toda la Iglesia pueda llevarse a cabo. Las oraciones son el primer aporte a este cometido, seguidamente está el sacrificio y todo el compromiso espiritual por la misión, pero no podemos olvidar que el aporte económico es necesario y es urgente. La Iglesia lo necesita en su trabajo misionero. No olvidemos que como consecuencia de una justa y acertada ANIMACIÓN MISIONERA surgirá, como natural consecuencia, una justa y bien entendida aportación económica. Recordemos que Jesús miró con buenos ojos a la viuda pobre que dio todo cuanto tenía para vivir confiando, seguramente, en la providencia de Dios. Muchos damos quizás de lo que nos sobra pero Jesús nos pide ir mucho más allá. Oremos todos por el Domingo Mundial de las Misiones y porque cada día crezca el espíritu misionero en todo el pueblo de Dios.

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Puente Misionero

SAN ANDRÉS, UNA ISLA DE GENTE CON ESPÍRITU MISIONERO

Hna. Micheline Towanou, Directora Arquidiocesana OMP de Barranquilla y Equipo Misionero. “La Iglesia tiene el deber, a la par que el derecho sagrado de evangelizar, y, por tanto, la actividad misional conserva íntegra, hoy como siempre, su eficacia y su necesidad” (AG 7). Estas palabras del Concilio Vaticano II iluminan la tarea misionera que hemos realizado en el bello Vicariato Apostólico de San Andrés y Providencia, único departamento colombiano situadon al occidente del mar caribe, vicariato que hace parte de la provincia eclesiástica de Cartagena. Está conformado por 9 parroquias existentes en la isla de San Andrés y en el municipio de Providencia (Cristo Salvador - Punta Hansa; El Carmelo Rock Hole; Sagrado Corazón de Jesús - Natania; San Francisco de Asís – La Loma; San José - Sound Bay; San Judas Tadeo - Sarie Bay; Santa María Estrella del Mar - San Luis; y dos del Municipio de Providencia: Nuestra Señora de Los Dolores - La Florida; Nuestra Señora del Carmen - San Felipe). Su territorio se localiza al occidente del mar Caribe, a 775 kilómetros (480 millas náuticas) al noroeste de la costa Atlántica del país y a 220 km (140 millas náuticas) de las costas orientales de Nicaragua. Este departamento es el único de Colombia que está compuesto por islas, cayos e islotes sobre una plataforma volcánica del occidente del mar de las Antillas. En tiempos de la colonia, la Iglesia Católica tuvo presencia en estas islas. En forma continua la evangelización comenzó en el año de 1900 cuando el sacerdote alemán Albert Stroebelle, trabajando en los EE.UU., oyó hablar de que en estas islas no había sacerdotes y solicitó el permiso a su Obispo para viajar a ese lugar. Cuando llegó se dio cuenta de que sólo existía la Iglesia Bautista establecida desde 1884. No obstante comenzó la obra evangelizadora. Cuenta él mismo que en la Isla de Providencia, con la ayuda del Señor, al predicar durante la cuaresma en una iglesia Bautista, por invitación del pastor Rev. Eusebio Howard, sobre la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, convirtió a la Fe Católica a toda la comunidad con su pastor a la cabeza, formando así la primera comunidad católica, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores y teniendo como templo el que antes era Iglesia bautista de Bethel

Momento del ágape en la Escuela de Animación misionera en San Andrés Islas, dirigida por la Hna Micheline Towanou Directora del Coremi Costa Caribe Colombia, agosto 14 de 2011

Al padre Stroebelle se le unió el sacerdote estadounidense Timothy Saint John, quien trabajó en la misión hasta 1910. Al morir, la misión pasó al Instituto Saint Joseph of the Sacred Heart de los Estados Unidos. Ese instituto envió a las islas a dos de sus miembros que se sucedieron el uno al otro durante el período de 1910 a 1913. Fueron estos el padre John Joseph Albert y el padre James Bartholomew. A petición del Arzobispo de Cartagena, Mons. Pedro Adán Brioschi, quien encontrando difícil atender esta porción de su Arzobispado a causa de la distancia y las dificultades de transporte, la Santa Sede creó la Misión Sui iuris, el 20 de junio de 1912, encargándola a los Padres ingleses del colegio de San José de Mill Hill de Londres. Los misioneros llegaron a San Andrés en los primeros días de 1913 y como superior eclesiástico vino el Rvmo. P. Fritz Patrick tomando en marzo de este año posesión canónica. Trabajaron hasta 1926, cuando por disposición de la Sagrada Congregación de Propaganda FIDE, entregaron la misión a los Padres Capuchinos de la Provincia de Valencia (España), quienes continuando la obra evangelizadora lo hicieron en tres frentes: pastoral catequética, educación y promoción social. En 1946, por decreto del 14 de noviembre, la Misión se erigió en Prefectura Apostólica. Al lado de los Padres Capuchinos y desde el principio, las Hermanas Terciarias Capuchinas trabajaron en la formación de la población infantil y juvenil fundando y dirigiendo el Colegio de la Sagrada Familia, desde el que se afianzó la fe, se creó una espiritualidad y se colaboró en el desarrollo de las islas. A partir de 1941 se ordenó el primer sacerdote nativo, el Padre Eusebio Howard, al que siguieron los padres Martín Taylor, José Archibold, Benito Hufffington y Marcelino Hudgson. Los Prefectos Apostólicos, fueron los padres Eugenio de Carcagente (1946 - 1953), Gaspar de Orihuela, (1953 - 1965), Alfonso Robledo Mejía (1966 - 1972), Antonio Ferrándiz Morales (1972 - 1998), todos ellos de la Orden de Frailes Menores Capuchinos. El 5 de diciembre de 2000, la Santa Sede elevó la Prefectura en Vicariato Apostólico, nombrando como primer Obispo a Monseñor Eulises González Sánchez, quien tomó posesión el 1 de abril de 2001.

Excmo. Mons. Eulises González Sánchez Vicario apostólico de Leticia con los participantes de la Escuela de Animación Misionera. Agosto 15 de 2011

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Con esta breve reseña histórica quisimos introducir este Puente Misionero para mostrar la enorme, esforzada y laudable dinámica misionera que ha tenido la Iglesia en estas Islas y que por lo tanto no podemos olvidar y debemos al mismo tiempo intensificar.


Durante los días 10 – 17 del mes de agosto por invitación e iniciativa del P. Salustiano Verdugo, Director de las Obras Misionales Pontificias del Vicariato Apostólico de San Andrés y Providencia, estuvimos un grupo de misioneros de las OMP de Barranquilla y de la sede nacional, guiados por la hermana Micheline Towanou, Directora Arquidiocesana de Barranquilla, acompañando esta hermosa isla con animación y formación misionera a los diferentes líderes laicos que desean ser apóstoles del evangelio en medio de sus hermanos isleños y de todos los turistas que a diario los visitan. Un gran grupo de jóvenes y adultos cristianos católicos de la isla de San Andrés se reunieron para compartirnos su experiencia del llamado que han sentido de parte de Jesús a ser sus misioneros; y nosotros, testigos de esta experiencia hemos ido a compartir con ellos todo lo que Jesús nos ha regalado. Llegamos el día 10 de agosto, y desde ese mismo momento empezamos nuestra labor misionera. Nos estaban esperando con alegría muchos hermanos enfermos de varias partes de la isla, quienes fueron los primeros en escuchar de parte nuestra el mensaje de Jesús. Les compartimos la bella misión que ellos hacen en sus lechos de enfermos cuando ponen su dolor en la cruz de Jesús y convierten su enfermedad en oración por la misión. Les dijimos que ellos eran los más grandes misioneros de la historia; en su silencio doloroso, en su oración amorosa y en sus palabras de esperanza y confianza en el Señor estaban siendo realmente misioneros. El misionero no es sólo el que va a otras tierras a llevar la palabra del Señor, el misionero es quien desde su propia condición es testigo del Evangelio y lo anuncia con su vida y palabras a muchos hermanos. Qué alegría tan grande sintieron estos hermanos enfermos al vernos llegar a sus casas, pero mucha más alegría hemos sentido nosotros cuando Jesús nos ha posibilitado ser para ellos rostro de esperanza, de fe y caridad.

hospital departamental. Con paternal y pastoral acogida nos recibió su Excelencia Monseñor Eulises González Sánchez, Obispo del Vicariato, estuvo atento a todo el trabajo misionero y nos acompañó en distintas actividades con el grupo que recibió la formación y la animación misionera. Aprovechamos esta ocasión para agradecerle a él su acogida y acompañamiento misionero y para asegurarle nuestras oraciones. Llegó gente de todas las parroquias de las islas de san andrés y de Providencia para la formación y animación misionera. Vivimos con ellos la Escuela con Jesús en la que se conjugó la teoría, la práctica y la espiritualidad misioneras. Se destacó el clima de fraternidad, alegría y espíritu misionero. Los sacerdotes de la Isla estuvieron el día del desierto espiritual compartiendo el encuentro y confesando a los participantes, igualmente Monseñor Eulises González Sánchez nos celebró la Eucaristía en ese día y presenció el compromiso que todos los misioneros hacían ante el altar. Celebramos el ágape fraterno y quedó como compromiso: dejarnos guiar por Jesús, el Maestro, para que como sus discípulos – misioneros seamos luz y sal en medio de las Islas y, si el Señor lo quiere, del mundo entero. Conjugamos la experiencia de la nueva evangelización con la nueva animación misionera en Colombia presentando así un plan pastoral que, inspirado por el espíritu santo, tenemos la seguridad que dará muchos frutos para nuestra amada Iglesia colombiana.

P. Jose Archibold Sacerdote nativo, P. Salustiano Verdugo Director OMP de San Andrés Islas y participantes de la ESAM. Agosto 14 de 2011

Momento de Oración en la Escuela de Animación Misionera, San Andrés Islas, agosto 12 de 2011

Desde las Obras Misionales Pontificias de Colombia enviamos un saludo de fraternidad y un agradecimiento inmenso a toda la Iglesia que peregrina en el archipiélago de San Andrés, a todos los animadores misioneros evangelizados y evangelizadores, a los sacerdotes, a su Obispo su Excelencia Monseñor Eulises González Sánchez. De manera especial agradecemos al P. Salustiano Verdugo, Director de las Obras Misionales Pontificias del Vicariato y a Monseñor José Archibold por la excelente organización del encuentro y su bellísima acogida y bondad con los misioneros.

Ese mismo día 10 de agosto, en la noche, fuimos a varias comunidades parroquiales a compartir con ellas la Eucaristía. Seguidamente visitamos algunas comunidades que viven el sistema integral de nueva evangelización y ellos nos compartieron su experiencia de encuentro con Jesús y la riqueza de poder vivir la fe en comunidad. Juntos compartimos la catequesis, la oración y los aportes de vida de cada uno.

Esta experiencia misionera no se queda aquí, el trabajo continúa; los laicos que participaron de la formación y animación quedaron con tareas concretas para trabajar unidos al proceso diocesano de nueva evangelización y ser apoyo misionero en sus parroquias. Ellos deseando formarse convenientemente para la tarea que Jesús pone en sus manos se vincularán al programa virtual de formación misionera que les ofrece las Obras Misionales Pontificias de Colombia.

Tuvimos la oportunidad de visitar algunas familias de la Isla, la comunidad de las hermanas terciarias capuchinas, la comunidad de los hermanos menores capuchinos y el

Que el Señor bendiga a las islas colombianas, fortalezca la fe, la esperanza y el amor en su gente.

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Actualidad CENTRO MISIONAL “SAN LUIS BELTRÁN” , 70 AÑOS “FORMANDO DISCÍPULOS MISIONEROS” ACTUALIZACIÓN HISTÓRICA

Celebración 70 años del Centro Misional San Luis Beltrán. Seminario Diocesano Santa Rosa de Osos; julio 28 de 2011

Diácono José Joaquín Trujillo García Seminario Diocesano Santa Rosa de Osos, Antioquia

El Centro Misional “San Luis Beltrán” del Seminario Diocesano “Santo Tomás de Aquino” de Santa Rosa de Osos (Ant.), se engalanó para festejar airosamente su septuagésimo aniversario de fundación. Han trascurrido ya 70 años desde que el Reverendo Padre Bernardo Hurtado, cjm., haciendo eco de las conclusiones del Primer Congreso Interdiocesano de la Unión Misional del Clero, una de las cuales instaba al establecimiento en los seminarios de un círculo de estudios misionales, decidió lanzar esta propuesta a sus seminaristas, quienes entusiasmados tal vez por la novedad del episodio y por los enérgicos y angustiosos llamados de los Papas a “una cooperación más activa y eficaz a la salvación de todos los que yerran fuera de la unidad de la fe y de todos los infieles” (Revista del Clero pág. 88), decidieron darle vida al Centro Misional “San Luis Beltrán” el dos de julio de 1941. A lo largo de 70 años este Centro ha caminado por la historia del Seminario y de la Diócesis de Santa Rosa de Osos fomentando y preparando a las nuevas generaciones de sacerdotes diocesanos en el espíritu misionero que todo cristiano debe poseer, más aún, aquellos que han decidido seguir a Cristo optando por Él radicalmente por medio del ministerio sacerdotal. El mandato del Señor de ir por todo el mundo a proclamar la Buena Nueva a toda la creación (Mc 16,15) sigue resonando hoy con más fuerza en el corazón de quienes hacen parte del Centro Misional, convirtiéndose cada día en una tarea apremiante y sin vacilación. La animación misionera que ha realizado el Centro Misional a lo largo de todos estos años se compagina con el llamado que hace la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe para que todos los fieles de este continente se hagan discípulos misioneros de Jesucristo (cf. DI de Su Santidad Benedicto XVI. 3), “Camino, Verdad y Vida, para que nuestros pueblos tengan vida en Él” (DA 1), ya que la animación misionera que se ha dado durante estos años a muchos jóvenes ha estado impregnada de la motivación al seguimiento definitivo de Cristo, viviendo en intimidad con Él, imitando su ejemplo y dando testimonio de Él, buscando ante todo “la vida ‘en Él’ como lo proponía el Papa Benedicto XVI en el Discurso Inaugural de la V Conferencia en Aparecida-Brasil. Con motivo de este septuagésimo aniversario queremos dar una mirada retrospectiva, de modo que, rememoremos algunos acontecimientos de los tantos que se encuentran narrados en las 461 actas del Centro Misional, las cuales sustentan el trabajo esmerado y abnegado los que en 70 años han hecho historia con un único objetivo: “…Para que te conozcan”.

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Nuestro reconocimiento y gratitud a quienes en 70 años han dirigido la marcha del Centro Misional “San Luis Beltrán”, como directores o presidentes del mismo; he aquí la lista de estos titánicos y emprendedores apóstoles de la misión al interior y al exterior del Seminario y la Diócesis: DIRECTORES: -------------------------------

R. P. Bernardo Hurtado R. P. Camilo Macías R. P. Joaquín Duarte R. P. Marcos Galves R. P. Carlos Díaz R. P. Agustín Correa R. P. Arturo Echeverri R. P. Luis Clavijo R. P. Tarcisio Cerón R. P. Ignacio Yepes R. P. Jairo Tobón R. P. Agustín Correa R. P. Esteban Contreras R. P. León Nicolás 1970-1972 R. P. Francisco Sarasti R. P. Luis Carlos Mejía R. P. Vicente Duque Pbro. Francisco Mejía Pbro. Hernando Arango Pbro. Orlando Ruiz Pbro. Erasmo Uribe Pbro. Orlando Ruiz Pbro. Amado Pérez Pbro. Orlando Ruiz Pbro. Mario Álvarez Pbro. Marco Tulio Vélez 2Pbro. José Manuel Acevedo Pbro. Casildo Rodríguez Pbro. Pablo Melo Pbro. Hugo Torres

1941-1943 1944-1947 1947-1950 1951-1952 1952-1953 1954 1955 1956 1957 1958-1959 1960-1961 1962 1963-1964 1965-1967 y 1972-1974 1975-1980 1981-1984 1985-1986 1987 1988 1989-1991 1992-1995 1996 1997-1999 2000-2001 2002 2003-2007 2008 2009 2010-211


PRESIDENTES: ----------------------------------------------------------------

Elpidio Álvarez Ricardo Márquez Medardo Restrepo Ángel Palacio Gilberto Jaramillo Roberto Peláez Francisco Gómez Marco A. Tamayo Alberto Vásquez Alfredo Pérez Heriberto Yepes Jairo Mesa Maya Jaime Osorio Santiago Calle Heriberto Zapata Juan Puerta Jesús María Muñoz Luis Carlos López Jairo Guerra Aquiles Muñoz Guillermo Jiménez Sabas Meneses Flavio Calle Ricardo Ordoñez 1968-1969 (no sesionó). Oscar Lopera Ricardo Tobón Francisco Correa Ricardo Tobón Luis Eduardo Valderrama Carlos Bedoya Ovidio Zuleta Fabio Carrillo Juan de Dios Arango Jorge Mario Restrepo Ovidio Zuleta Mario Álvarez Hugo Torres Eugenio Yarce Edilberto López Héctor Arango Gregorio Rodríguez Luis Guillermo Restrepo Gregorio Rodríguez John Fredy Pérez William Guzman Oscar Roldán Gerardo Zapata Telmo Pérez Arnoldo Uribe Casildo Rodríguez Carlos Mario Zapata Rodrigo Peña John Mario Mazo Edison Echavarría Daniel Domínguez Christian Tabarres Ignacio Velásquez Emilio Gallego Emilio Gallego Jorge Gaviria Andrés Bedoya Dno. José Trujillo

1941-1942 1943 1944-1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964-1965 1966 1967 1970 1971 1972 1973-1975 1976 1977-1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1992 1993-1994 1995 1996 1997 1998 1999-2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Celebración 70 años del Centro Misional San Luis Beltrán. Seminario Diocesano Santa Rosa de Osos; julio 28 de 2011

Comencemos este itinerario describiendo algunos datos biográficos del patrono de esta Institución: San Luis Beltrán. Nació en Valencia (España) el primero de enero de 1526. Hechos los estudios reglamentarios y a la edad de veintidós años fue ordenado sacerdote para la comunidad de los Padres Dominicos, en 1547. En 1562 llegó a Cartagena. Evangelizó los territorios de Tubará, su primera parroquia, Cipacuá, Turbaco, Santa Marta y otros. Murió en Valencia el nueve de octubre de 1581. Fue beatificado por el Papa Paulo V en 1606, a los 27 años de haber fallecido. El Papa Clemente X, el 12 de abril de 1671, lo canonizó y lo declaró Patrono principal de Colombia. -- En los comienzos de la institución en cuestión, la pertenencia al Centro era libre. Después, Mons. Miguel Ángel Builes, por medio del Decreto No. 46854 del 25 de febrero de 1954, la puso como obligatoria para todos los seminaristas. -- En 1958 se creó un Centro Misional para los alumnos del Seminario Menor o “minoristas” como eran llamados en aquel tiempo, el cual tuvo por nombre “San Pablo Apóstol”. Esta Institución sesionó hasta 1964. -- En la sesión del 16 de abril de 1964, se reformaron los estatutos, quedando libres los miembros de pertenecer o no al Centro Misional. El 21 de mayo se adoptó como himno el compuesto por el Pbro. Camilo Torres. El 24 de septiembre se aprobaron las insignias de la organización: Escudo y bandera. -- Durante los años 1968-1969 el Centro Misional “San Luis Beltrán” no sesionó. -- En el año 1991 al conmemorarse los 50 años de fundación de esta magna institución se crea nuevamente, en aquel entonces, en el Seminario Menor, otro Centro Misional bajo el nombre de “Monseñor Miguel Ángel Builes Gómez”, dirigido por el Pbro. Hernando Jaramillo, prefecto del Seminario Menor; la pertenencia a dicho Centro era obligatoria. Además, se edita el primer boletín del periódico “Huella Misionera”, órgano informativo del Centro Misional “San Luis Beltrán”, a lo que se suma la inauguración de la nueva sede del Centro con una placa conmemorativa, pues del sótano pasa al tercer piso, donde aún perdura su memoria. -- A partir del año 2000, siendo Director del Centro el Pbro. Mario Álvarez, quien a su vez era rector del Seminario, se establece la pertenencia al Centro Misional de todos los alumnos del Seminario, convirtiéndose así en una responsabilidad de toda la comunidad y no de unos cuantos como venía haciéndose desde la primera reforma a sus estatutos. -- En el año 2001 bajo la presidencia del entonces seminarista Rodrigo de Jesús Peña Lopera se celebraron los 60 años de fundación del Centro Misional “San Luis Beltrán”. -- En el año 2006, para la conmemoración de los 65 años de fundación del Centro Misional “San Luis Beltrán” se realizó una nueva adecuación y reestructuración de la sede del mismo, ornamentándose el recinto con dos óleos pintados por el maestro Salvador Arango y con una imagen del santo patrono, donada por el Colegio “San Luis Beltrán” de Entrerríos, hoy Institución Educativa “San Luis Beltrán”. -- En el año 2007, con el fin de evitar el olvido de quienes han marcado con su ardor evangelizador el peregrinar de la Diócesis de Santa Rosa de Osos y su proyección al mundo entero, se crea una mención honorífica que lleva por nombre “Presbítero Jorge Humberto Cárdenas Montoya”, sacerdote de la Diócesis que ejerció su ministerio en Leticia-Amazonas, donde perdió su vida en el servicio a la misión.

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El corazón del Papa

Animación misionera Vaupés - Colombia. (Foto Montaje OMP de Colombia.)

MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2011

«Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo» (Jn 20,21) Con ocasión del Jubileo del año 2000, el venerable Juan Pablo II, al comienzo de un nuevo milenio de la era cristiana, reafirmó con fuerza la necesidad de renovar el compromiso de llevar a todos el anuncio del Evangelio «con el mismo entusiasmo de los cristianos de los primeros tiempos» (Novo millennio ineunte, 58). Es el servicio más valioso que la Iglesia puede prestar a la humanidad y a toda persona que busca las razones profundas para vivir en plenitud su existencia. Por ello, esta misma invitación resuena cada año en la celebración de la Jornada mundial de las misiones. En efecto, el incesante anuncio del Evangelio vivifica también a la Iglesia, su fervor, su espíritu apostólico; renueva sus métodos pastorales para que sean cada vez más apropiados a las nuevas situaciones —también las que requieren una nueva evangelización— y animados por el impulso misionero: «La misión renueva la Iglesia, refuerza la fe y la identidad cristiana, da nuevo entusiasmo y nuevas motivaciones. ¡La fe se fortalece dándola! La nueva evangelización de los pueblos cristianos hallará inspiración y apoyo en el compromiso por la misión universal» (Juan Pablo II, Redemptoris missio, 2).

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Id y anunciad Este objetivo se reaviva continuamente por la celebración de la liturgia, especialmente de la Eucaristía, que se concluye siempre recordando el mandato de Jesús resucitado a los Apóstoles: «Id...» (Mt 28, 19). La liturgia es siempre una llamada «desde el mundo» y un nuevo envío «al mundo» para dar testimonio de lo que se ha experimentado: el poder salvífico de la Palabra de Dios, el poder salvífico del Misterio pascual de Cristo. Todos aquellos que se han encontrado con el Señor resucitado han sentido la necesidad de anunciarlo a otros, como hicieron los dos discípulos de Emaús. Después de reconocer al Señor al partir el pan, «y levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once» y refirieron lo que había sucedido durante el camino (Lc 24, 33-35). El Papa Juan Pablo II exhortaba a estar «vigilantes y preparados para reconocer su rostro y correr hacia nuestros hermanos, para llevarles el gran anuncio: ¡Hemos visto al Señor!» (Novo millennio ineunte, 59). A todos Destinatarios del anuncio del Evangelio son todos los pueblos. La Iglesia «es, por su propia naturaleza, misionera, puesto que tiene su origen en la misión del Hijo y la misión del Espíritu Santo, según el plan de Dios Padre» (Ad gentes,


2). Esta es «la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Existe para evangelizar» (Pablo VI, Evangelii nuntiandi, 14). En consecuencia, no puede nunca cerrarse en sí misma. Arraiga en determinados lugares para ir más allá. Su acción, en adhesión a la palabra de Cristo y bajo la influencia de su gracia y de su caridad, se hace plena y actualmente presente a todos los hombres y a todos los pueblos para conducirlos a la fe en Cristo (cf. Ad gentes, 5).

reflexionar si respondemos a la vocación misionera y cómo lo hacemos; una respuesta esencial para la vida de la Iglesia. Evangelización global

La evangelización es un proceso complejo y comprende varios elementos. Entre estos, la animación misionera ha prestado siempre una atención peculiar a la solidaridad. Este es también uno de los objetivos de la Jornada mundial Esta tarea no ha perdido su urgencia. Al contrario, «la misión de las misiones, que a través de las Obras misionales de Cristo Redentor, confiada a la Iglesia, está aún lejos de pontificias, solicita ayuda para el desarrollo de las tareas cumplirse... Una mirada global a la humanidad demuestra de evangelización en los territorios de misión. Se trata que esta misión se halla todavía en los comienzos y que de sostener instituciones necesarias para establecer y consolidar a la Iglesia mediante los catequistas, los debemos comprometernos con todas seminarios, los sacerdotes; y también de nuestras energías en su servicio» dar la propia contribución a la mejora de (Redemptoris missio, 1). No podemos las condiciones de vida de las personas quedarnos tranquilos al pensar que, en países en los que son más graves los después de dos mil años, aún hay fenómenos de pobreza, malnutrición pueblos que no conocen a Cristo y sobre todo infantil, enfermedades, no han escuchado aún su Mensaje de carencia de servicios sanitarios y para salvación. la educación. También esto forma parte de la misión de la Iglesia. Al anunciar el No sólo; es cada vez mayor la multitud Evangelio, la Iglesia se toma en serio la de aquellos que, aun habiendo recibido vida humana en sentido pleno. No es el anuncio del Evangelio, lo han olvidado podemos quedarnos aceptable, reafirmaba el siervo de Dios y abandonado, y no se reconocen ya en “No la Iglesia; y muchos ambientes, también tranquilos al pensar que, Pablo VI, que en la evangelización se en sociedades tradicionalmente después de dos mil años, aún descuiden los temas relacionados con la promoción humana, la justicia, la cristianas, son hoy refractarios a abrirse a la palabra de la fe. Está en marcha un hay pueblos que no conocen a liberación de toda forma de opresión, cambio cultural, alimentado también Cristo y no han escuchado aún obviamente respetando la autonomía de la esfera política. Desinteresarse por la globalización, por movimientos su Mensaje de salvación” de los problemas temporales de la de pensamiento y por el relativismo humanidad significaría «ignorar la imperante, un cambio que lleva a una doctrina del Evangelio acerca del amor al mentalidad y a un estilo de vida que prójimo que sufre o padece necesidad» prescinden del Mensaje evangélico, como si Dios no existiese, y que exaltan la búsqueda del (Evangelii nuntiandi, 31. cf. n. 34); no estaría en sintonía bienestar, de la ganancia fácil, de la carrera y del éxito como con el comportamiento de Jesús, el cual «recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, objetivo de la vida, incluso a costa de los valores morales. proclamando la buena nueva del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias» (Mt 9, 35). Corresponsabilidad de todos Así, a través de la participación corresponsable en la misión La misión universal implica a todos, todo y siempre. El de la Iglesia, el cristiano se convierte en constructor de Evangelio no es un bien exclusivo de quien lo ha recibido; la comunión, de la paz, de la solidaridad que Cristo nos es un don que se debe compartir, una buena noticia que ha dado, y colabora en la realización del plan salvífico de es preciso comunicar. Y este don-compromiso está confiado Dios para toda la humanidad. Los retos que esta encuentra no sólo a algunos, sino a todos los bautizados, los cuales son llaman a los cristianos a caminar junto a los demás, y la «linaje elegido, nación santa, pueblo adquirido por Dios» (1 misión es parte integrante de este camino con todos. En ella llevamos, aunque en vasijas de barro, nuestra vocación P 2, 9), para que proclame sus grandes maravillas. cristiana, el tesoro inestimable del Evangelio, el testimonio En ello están implicadas también todas las actividades. vivo de Jesús muerto y resucitado, encontrado y creído en La atención y la cooperación en la obra evangelizadora la Iglesia. de la Iglesia en el mundo no pueden limitarse a algunos momentos y ocasiones particulares, y tampoco pueden Que la Jornada mundial de las misiones reavive en cada uno considerarse como una de las numerosas actividades el deseo y la alegría de «ir» al encuentro de la humanidad pastorales: la dimensión misionera de la Iglesia es esencial llevando a todos a Cristo. En su nombre os imparto de y, por tanto, debe tenerse siempre presente. Es importante corazón la bendición apostólica, en particular a quienes que tanto los bautizados de forma individual como las más se esfuerzan y sufren por el Evangelio. comunidades eclesiales se interesen no sólo de modo esporádico y ocasional en la misión, sino de modo constante, como forma de la vida cristiana. La misma Jornada mundial de las misiones no es un momento aislado en el curso del año, sino que es una valiosa ocasión para detenerse a

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Misión Colombia ¡VAYAN, ENCUÉNTRENSE CON EL OTRO Y ANÚNCIENLE QUE EL REINO ESTÁ CERCA! Fray Mario Rafael Toro Puerta Director Sección de Etnias y Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal Colombiana. Facilitador del Programa Virtual de Formación Misionera OMP de Colombia.

Más o menos esta frase puede estar conectada al acontecimiento que narra Marcos cuando cuenta cómo fue el momento de la escogencia de los doce discípulos: “para que lo acompañaran y para mandarlos a anunciar el mensaje”. Mc. 3, 14. Ahí está el origen de esa palabra mágica que nosotros utilizamos tanto y que está tan cargada de significados, de sueños, de sudores, de aventuras: MISIÓN. Si nos atenemos a su definición etimológica, estamos diciendo “envío”. Pero qué bueno que éste es en dos direcciones: nos invita al encuentro con el totalmente OTRO, que es Dios mismo en la persona de Jesús. Ser misionero quiere decir sentirse enviado a vivir en intimidad con el Señor….a estar junto a Él, a acompañarlo. Este tiene que ser el primer paso de la misión. Cuando se olvida es la catástrofe. Si un misionero no está firmemente adherido a la Persona de Jesús, no busca acompañarlo en su Proyecto de manera cercana, pierde el rumbo, se cansa, se desilusiona, termina haciendo su “proyectico” o a lo mejor haciendo nada. Ir al encuentro de Jesús, para beber de la fuente, saciar la sed en Él. Es lo que sin duda pensó la gran misionera colombiana, la Beata Madre Laura, cuando escogió como lema para su Congregación la palabra latina “STIO”, tengo sed. El misionero tiene sed de Dios, del Dios vivo en la persona de Jesucristo….Estar con Él es el primer paso de la misión, por eso sin duda Santa Teresita del Niño Jesús es la patrona de las Misiones, porque escogió para ella estar con Él, ser totalmente para Él. Y el misionero que inicia su peregrinación apoyado en el encuentro con Jesús, puede sin temor salir al encuentro de los otros, en las culturas, en las espiritualidades, en las agrupaciones religiosas que sean. No le va a tener miedo a nada ni a nadie. Será alguien seguro, sereno, animado, que no va a temblar frente a lo diferente o a lo desconocido. Allí está el secreto de tantos cristianos que se lanzaron a la búsqueda de otros para compartirles la buena noticia de la salvación. Que este mes de las misiones logre despertar en muchos jóvenes el ideal misionero. Yo tengo un recuerdo maravilloso de mi infancia justamente con el tema de la misión, en el

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“Y el misionero que inicia su peregrinación apoyado en el encuentro con Jesús, puede sin temor salir al encuentro de los otros”

Monseñor Macario Botero Jaramillo, Director OMP Arquidiócesis de Medellín. Asamblea Nacional OMP de Colombia; Leticia, Amazonas 18-24 de julio de 2011

Colegio donde estudiaba con los hermanos Maristas. Creo que fue la primera condecoración que me gané, justamente por haber recogido fondos para las misiones, en un mes como éste, vendiendo unas panelitas de coco que me hacía una tía. Fue en esa actividad, a los 10 años, cuando me lancé a la aventura de ir a lo desconocido, ofreciendo los dulces a cuanta persona me encontraba por la calle, y hasta en las instalaciones de la Alcaldía y la Cárcel del poblado. Seamos generosos. Los fondos que se recogen en este mes de las misiones acercan el corazón de los donantes a otros, en muchas latitudes del mundo. Pero también las oraciones que hacemos nos permiten enviar muchas energías a tantos hermanos y hermanas que están arriesgándolo todo por anunciar a Jesucristo. Y si la vida nos alcanza no tengamos temor de ofrecernos como misioneros voluntarios, para disfrutar con los encuentros, con el que tenemos que hacer inevitablemente para arrancar con bríos, el encuentro personal y cercano con Jesús, que nos permite llegar a los lugares de misión a estar cercanos a los otros, a los diferentes, a los que no conocen a Jesús, o si lo conocen se han alejado de Él y de su Iglesia.


Figuras Misioneras PAULINA JARICOT FUNDADORA DE LA PONTIFICIA OBRA DE LA PROPAGACIÓN DE LA FE (POPF) www.portalmisionero.com

Paulina nació el 22 de Julio 1799 en la ciudad de Lyon (Francia), hija de Antonio Jaricot y Juana Lattier, ambos profundamente cristianos. Desde muy niña demostró un gran espíritu religioso. Su hermano mayor sentía inmensos deseos de ser misionero y (quizás por falta de suficiente información) le pintaban las misiones como algo terrorífico donde los misioneros tenían que viajar por los ríos sobre el cuello de terribles cocodrilos y por las selvas en los hombros de feroces tigres. Esto la emocionaba a ella pero le quitaba todo deseo de irse de misionera. Sin embargo sentía una gran inclinación a ayudar a los misioneros de alguna manera, y pedía a Dios que la iluminara. Y el Señor la iluminaría años más tarde por medio de una simple lectura hecha por una sirvienta. De pequeñita aprendió que un gran sacrificio que sirve mucho para salvar almas es el vencer las propias inclinaciones a la ira, a la gula, al orgullo y la pereza, y se propuso ofrecer cada día a Nuestro Señor alguno de esos pequeños sacrificios. Cuando en 1814 el Papa Pío VII quedó libre de la prisión en la que lo tenía Napoleón, el pueblo entero salió en todas partes a aclamarlo triunfalmente en su viaje hacia Roma. Paulina tuvo el gusto de que el Santo Padre al pasar por frente a su casa la bendijera y le pusiera las manos sobre su pequeña cabecita. Recuerdo bellísimo que nunca olvidó. De joven se hizo amiga de una muchacha sumamente vanidosa y ésta la convenció de que debía dedicarse a la coquetería. Por varios meses estuvo en fiestas y bailes y llena de adornos, de coloretes y de joyas (pero nada de esto la satisfacía). Su mamá rezaba por su hija para que no se fuera a echar a perder ante tanta mundanidad. Y Dios la escuchó. Un día en una fiesta social resbaló con sus altas zapatillas por una escalera y sufrió un golpe durísimo. Quedó muda y con grave peligro de enloquecerse. Entonces la mamá le hizo este ofrecimiento a Dios: “Señor: yo ya he vivido bastante. En cambio esta muchachita está empezando a

vivir. Si te parece bien, llévame a mí a la eternidad, pero a ella devuélvele la salud y consérvale la vida”. Dios le aceptó esta petición. Su madre se enfermó y murió, pero Paulina recuperó el habla, y la salud física y mental y se sintió llena de vida y de entusiasmo. Poco después, un día entró a un templo y oyó predicar a un santo sacerdote acerca de lo pasajeros que son los goces de este mundo y de lo engañosas que son las vanidades de la vida. Después del sermón fue a confesarse con el predicador y éste le aconsejó: “Deje las vanidades y lo que la lleva al orgullo y dedíquese a ganarse el cielo con humildad y muchas buenas obras”. Desde aquel día ya nunca más Paulina vuelve a emplear lujosos adornos de vanidad, ni a gastar dinero en lo que solamente lleva a aparecer y deslumbrar. Sus vestidos son sumamente modestos, hasta el extremo que las antiguas amigas le critican por ello. Ahora en vez de ir a bailes se va a visitar enfermos pobres en los hospitales. Movida por el Espíritu de Dios, abandonó la pudiente vida de lujo y de frivolidad que había llevado hasta entonces, y comenzó a visitar a los pobres, vistiendo como ellos y buscando medios nuevos para ofrecerles una limosna sin que se sintieran humillados, porque, decía que “son ellos los que nos hacen el honor de aceptar nuestro dinero”. Francia acababa de salir de la Revolución jacobina, y con ideas y movimientos anticatólicos. Para contrarrestar esta ruina espiritual y honorar a Dios contra las persistentes blasfemias e improperios despectivos contra Dios y contra la Iglesia, comenzó un movimiento de jóvenes obreras que debían “reparar los insultos al Sagrado Corazón de Jesús olvidado y despreciado”. Estas jóvenes llamadas Reparadoras, rezaban al Sagrado Corazón de Jesús y hacían horas de adoración ante el Santísimo Sacramento en expiación de los pecados de sus Paulina animó a muchas jóvenes a compatriotas. orar al Sagrado Corazón de Jesús y al Santísimo Sacramento

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Figuras Misioneras Un día, cuando tenía 23 años de edad, llegó Paulina Jaricot pobres en patria y, sobre todo, en las Misiones Extranjeras. de su trabajo, cansada y con deseos de escuchar alguna Pero todavía es más importante subrayar que la actividad narración que le distrajera amenamente. Y se fue a la de penoso trabajo en una fábrica del siglo XIX, con más cocina a pedirle a la sirvienta que le contara algo ameno de 15 horas de trabajo al día, no quitaba a estas jóvenes el y agradable. La buena mujer le respondió: “si me ayuda deseo de la oración, y no les suprimía la voluntad de hacer a terminar este trabajito que estoy haciendo, le contaré el bien a personas más pobres que ellas mismas. luego algo que le agradará mucho”. La muchacha le ayudó de buena gana, y terminando el oficio la cocinera se quitó Su hermano, que se acaba de ordenar de sacerdote, el delantal y abriendo una revista de misiones se puso a propone la idea de Paulina a otros sacerdotes en París leerle las aventuras de varios misioneros que en lejanas y a muchos les agrada y empiezan a fundar coros de tierras, en medio de terribles penurias económicas, y con Propagación de la Fe. La idea se extendió rapidísimo por grandes peligros y dificultades, escribían narrando sus toda la nación y las ayudas a los misioneros se aumentaron hazañas, y pidiendo a los católicos inmensamente. que les ayudaran con sus oraciones, limosnas y sacrificios, para poder Casi nadie sabía quién había sido la ¿Por qué no reunir personas continuar con éxito su difícil labor fundadora de este movimiento, pero misionera. piadosas y obtener que cada lo importante era ayudar a extender cual obsequie dinero y ofrezca nuestra santa religión. En ese momento pasó por la mente algunas oraciones y algún de Paulina una idea luminosa: ¿por La facilidad y la velocidad con la pequeño sacrifico por las que la Asociación se extendió entre qué no reunir personas piadosas misiones y los misioneros, y los católicos franceses maduraron y obtener que cada cual obsequie enviar después todo esto a los en Paulina la convicción de que se dinero y ofrezca algunas oraciones y algún pequeño sacrifico por las que trabajan evangelizando en necesitaba alguna cosa parecida, misiones y los misioneros, y enviar pero todavía más útil y enérgica, para tierras lejanas? después todo esto a los que trabajan despertar y expandir la fe en Francia evangelizando en tierras lejanas? y en el mundo. Así, pensó en otra Su hermano Philéas, más tarde cadena de corazones comprometidos sacerdote misionero, alentó esta inquietud, proponiéndole en aportar ayudas espirituales a toda la Iglesia, y tuvo la idea de ayudar a las Misiones de América del Norte, la brillante idea de constituir un “Rosario Viviente”, primero, y después también las de Asia, confiadas a los siguiendo un método parecido al de la Asociación para cuidados de la Sociedad de las Misiones Extranjeras de la Propagación de la Fe. Su deseo declarado era el de París. Y así, Paulina se propuso empezar a llevar a cabo esa llevar la oración del Rosario, reservada entonces y sobre mima semana tan bella idea. Comenzaba a gestarse así la todo a las instituciones religiosas, a una práctica general. Asociación que luego se llamaría de la “Propagación de la “Lo importante, y lo más difícil, era hacer que la masa Fe” que tendría su fundación oficial el día 3 de mayo de aceptase el Rosario”, recordaba en una carta posterior. En 1822. otra carta al Maestro General de los Dominicos, Paulina declaraba: “Me pareció que había llegado la hora de Paulina se dirigió a sus Reparadoras y a sus compañeras de realizar el proyecto -perseguido desde hacía tiempo- de trabajo invitándoles a dar un céntimo a la semana a favor una Asociación accesible a todos, que permitiera alcanzar de las Misiones. Calculando 10 obreras y que cada una la unión de la oración con un modo único, breve y práctico, de ellas podía invitar, a su vez, a otras 10 amigas a hacer sin cansar a nadie y que pudiera facilitar, al menos durante la misma oferta, se llegaba a la colecta de 100 céntimos a la semana. Estas personas, convertidas en socias de la Asociación, se empeñaban, cada una, a encontrar otras diez personas que ofrecieran semanalmente la misma suma. La Asociación pudo así extenderse velozmente, con millares de personas como miembros, y con una colecta que aumentaba proporcionalmente. En los primeros meses de 1820, cuando Paulina se encontraba al frente de la Asociación, las trabajadoras de Lyón alcanzaron la suma de 1.800 francos a la semana: ¡una suma enorme, considerando que su salario mensual era de pocos francos! Lo que es interesante señalar, es el entusiasmo y la prontitud al sacrificio de las jóvenes trabajadoras, que La Obras Misionales Pontificias en Francia quisieron hacer de “Lorette” (Casa de Pauline Jaricot) un lugar de memoria, de oración y de misión, unían al duro trabajo el compromiso de reparación de las en un contexto diocesano, como también nacional e internacional. ofensas hechas a Dios y la ayuda a las necesidades de los

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algunos minutos, la meditación cotidiana de los misterios de la vida y de la muerte de Jesús”. Para alcanzar este fin, Paulina lanzó su nueva iniciativa con la creación de grupos, no ya de 10, sino de 15 personas, (una sección de 15 miembros dirigidos por una celadora), que correspondían a los 15 Misterios del Santo Rosario, y así, la sección recitaba cada día el Rosario entero. Estos grupos no sólo recitaban diariamente los 15 Misterios del Rosario, sino que se comprometían también a meditarles y a orar por una persona que tuviera una particular necesidad de conversión: Paulina creía en la fuerza del Rosario para la conversión de los pecadores. Tuvo también el ingenio de incluir en el grupo de las 15, a personas buenas, otras, mediocres y también aquellas que no tenían otra cosa que ofrecer sino su buena voluntad… Estaba convencida y afirmaba que con 15 carbones, cuando uno está bien encendido y tres o cuatro lo están a medias, y los otros nada… reuniéndoles, se consigue enseguida una hoguera. El Rosario Viviente, Una particularidad del iniciativa de Paulina Jaricot “Rosario Viviente”, debida siempre al genio y al celo de Paulina, era que cada asociado se comprometía a entregar cada año una suma de cinco francos para comprar y difundir buenos libros. En una década, la práctica del “Rosario Viviente” se había propagado también a otros continentes, y en Francia, en 1834, contaba con cerca de un millón de asociados. Paulina declaraba en una carta del 1 de mayo de 1840: “En breve estaremos en unión de oraciones con todos los pueblos del universo”. Ella misma constataba con alegría que la mayor parte de los miembros de la “Asociación para la Propagación de la Fe” eran también miembros del “Rosario Viviente”. Justamente, el Secretario del Comité Central de la Asociación, Dominique Maynis, en una carta a Paulina, escribe: “Lo que usted bien quiso añadir sobre este apoyo que el “Rosario Viviente” prestaría a la Propagación de la Fe indicaba suficientemente que la fundación de ésta no había estado del todo ajena al establecimiento de aquélla… cosa que no hemos podido olvidar”. Un Breve Pontificio del Papa Gregorio XVI dio aprobación oficial al movimiento del “Rosario Viviente”, que había alcanzado ya los dos millones de miembros, y que Paulina animará y guiará durante 15 años. Paulina se fue a Roma a contarle al Santo Padre Gregorio XVI su idea de la Propagación de la Fe. El Sumo Pontífice aprobó plenamente tan hermosa idea y se propuso recomendarla a toda la Iglesia Universal. En el año 1826 la Obra se extiende en Europa, inicia sus Annales, que

reproducen las cartas de los misioneros, y mantiene estrecha relaciones con la Congregación de Propaganda Fide. Al volver a Francia fue a confesarse con el más famoso confesor de ese tiempo, el Santo Cura de Ars. El santo le dijo proféticamente: “Sus ideas misioneras son muy buenas, pero Dios le va a pedir fuertes sacrificios, para que logren tener más éxito”. Esto se le cumplió a la letra, porque en adelante los sufrimientos e incomprensiones que tuvo que sufrir nuestra santa fueron enormes. Al principio recogía ella misma las limosnas para las misiones, pero varios avivados le robaron descaradamente. Entonces se dio cuenta de que debía dejar esto a sacerdotes y laicos especializados que no se dejaran estafar tan fácilmente. Paulina, “siempre libre para ir ahí donde las necesidades son más grandes”, siguió con su obra misionera: ella crea las Bibliotecas populares itinerantes en 1826 y la Congregación de las hijas de María en 1831. Queriendo mejorar la condición obrera y permitir una nueva evangelización, ella se compromete algunos años más tarde en un ambicioso proyecto industrial y crea la fábrica Nuestra Señora de los Ángeles. Después recibió ayudas para fundar obras sociales en favor de los obreros pobres, pero varios negociantes sin escrúpulos la engañaron y se quedaron con ese dinero. Paulina se dio cuenta de que Dios la llamaba a dedicarse a lo espiritual, y que debía dejar la administración de lo material a manos de expertos que supieran mucho de eso. En 1862, después de haber perdonado generosamente a todos los que la habían estafado y hecho sufrir, y contenta porque su obra de la Propagación de la Fe estaba ya muy extendida murió santamente y satisfecha de haber podido contribuir eficazmente a favor de las misiones católicas. Entregó su vida al amanecer del 9 de enero de 1862 pronunciando estas palabras “¡María! ¡Oh madre mía! ¡Os pertenezco totalmente!” Veinte años después, en 1882, el Papa León XIII extendió la Obra de la Propagación de la Fe a todo el mundo. Y como confirmación de su espíritu misionero y del servicio a la Iglesia Universal, el 3 de mayo de 1922, Pío XI, con el Motu Proprio Romanorum Pontificum, declara “Pontificia” la Obra de la Propagación de la Fe (POPF).

SS. Papa Pio XI quien declaró Pontificia la Obra de la Propagación de la fe

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Luces para el camino Anunciar a Jesús a todos y en todas partes

Dra. Consuelo Velez Caro Teóloga. Docente de la Pontificia U. Javeriana. Facilitadora del Programa Virtual de Formación Misionera. Como cada año, celebramos en octubre la Jornada Mundial de las Misiones, acontecimiento que se convierte en oportunidad de renovar la vocación al discipulado misionero, a la que todos y todas estamos llamados -como lo señaló la V Conferencia General del Episcopado caribeño y latinoamericano en Aparecida (2007). El “discipulado misionero” es inherente al seguimiento de Jesús tal y como lo consignan los evangelios. En efecto, los pasajes bíblicos de vocación, implican ese doble aspecto: “Jesús los llamó para estar con Él y para enviarlos a predicar” (Mc 3, 13-14) y, en los textos de resurrección, ese mandato misionero es inaplazable: “Id por todo el mundo y haced discípulos míos a todas las gentes” (Mt 28, 1920). También en la segunda carta a Timoteo el apóstol manifiesta la dedicación total que exige la misión “proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo” (4,2) y en el libro de los Hechos de los Apóstoles la primera comunidad cristiana da testimonio de esa vivencia misionera que surge de la experiencia con el Resucitado: “no podemos dejar de hablar lo que hemos visto y oído” (4,20). Ese empuje misionero no terminó con los primeros cristianos. A lo largo de todos estos siglos, muchas personas se han sentido llamadas a entregar su vida por el anuncio de Jesucristo y han surgido muchos carismas en la Iglesia con este fin. Todos recordamos, por ejemplo, a Santa Teresita del Niño Jesús, quien sin salir del convento de clausura fue declarada patrona de las misiones por Pío XI en 1927 porque se reconoció en ella esa vocación misionera o también a San Francisco Javier, gran apóstol de la India, Oceanía, Japón y China, declarado patrono universal de las misiones por Pío X en 1904, pionero en inculturar el evangelio en Oriente. Y no sólo estas personas reconocidas explícitamente por la Iglesia sino tantas otras que de manera más callada y, tantas veces anónima, han sabido sembrar el evangelio en realidades tan distintas y distantes. Pero hoy nos encontramos con nuevos desafíos frente a la vivencia de la misión. Por una parte, estamos reconociendo que ese primer anuncio hace falta darlo también en los lugares donde el evangelio ya había llegado pero que por la falta de compromiso misionero, ha ido perdiendo vitalidad. Nos habíamos acostumbrado a un cristianismo que podemos llamar “cultural” que se transmitía mediante las instituciones vigentes y se nos olvidó que el evangelio no puede perder el dinamismo de llamada-respuesta y mucho menos el compromiso de renovarlo, de alimentarlo y fortalecerlo continuamente. Y, por otra parte, la misión entendida en el sentido de ir a los lugares más apartados y/o donde no se ha oído hablar de Jesucristo, hoy se siente desafiada a responder a la pluralidad de culturas que hoy se reconocen, culturas que no aceptan imposiciones de fuera por mucho que vengan acompañadas del cristianismo y que, por el contrario, exigen reconocimiento y

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valoración. También se siente desafiada por la pluralidad religiosa que reclama respeto y tolerancia y no permite que todo lo que no sea católico se catalogue como “secta” o se desprestigie aduciendo que no están a la altura del cristianismo. Estos son nuevos horizontes a los que la misión tiene que responder. ¿Cómo asumir estos desafíos y tantos otros que tiene la misión hoy? A primera vista se puede deducir que sin un espíritu de apertura y de interés, capaz de situarnos en esos nuevos contextos, es imposible. No basta apelar a lo ya sabido o a lo realizado desde siempre. Es preciso trabajar por una formación sólida que haga que la vida cristiana se renueve desde dentro –con el cultivo de la vida interior- pero también que se capacite para entender las nuevas realidades y pueda responder a ellas con fundamento y altura. Hoy más que nunca se necesita el testimonio alegre y comprometido que atraiga a los otros y les convoque a abrirse al mensaje cristiano. Pero también hace falta una actitud sencilla y gratuita de quien tiene lo que da, sin imponer, y está dispuesto a aprender de los otros. Es decir, hoy la misión no se puede hacer sino en una doble vía: con el convencimiento y la audacia de ofrecer ese “tesoro” por el que vale la pena venderlo todo (Mt 13, 44) pero con la apertura y humildad de quien reconoce las “semillas del Verbo” presentes en todas las culturas y en las otras experiencias religiosas.

Mons. Luis Eduardo Urrego Angarita Director OMP, Apartadó y P. Miguel Ángel Bautista Trujillo Director OMP Tierradentro animando la Asamblea Nacional de la OMP en Bogotá, 2010

Hay que seguir anunciando a Jesucristo con ardor y entusiasmo. Hay que mostrar que el evangelio es capaz de engendrar la justicia social y la paz entre los pueblos. Y hay que estar dispuestos a aprender de los demás, sumando fuerzas en todos los proyectos que favorezcan la vida, independiente de credos o tradiciones culturales distintas. A fin de cuentas el reino es “como el grano que un hombre echa en la tierra, duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo” (Mc 4, 26-27). La labor misionera implica esa gratuidad de dejar que el grano crezca a su ritmo y a su medida pero ese compromiso de sembrar sin descanso, de ofrecer sin pedir nada a cambio, de testimoniar el don recibido. En esta celebración pidamos por la labor misionera ad gentes de la iglesia y colaboremos con su sostenimiento. Pero también pidamos por el crecimiento de la conciencia misionera en todos los cristianos para no descansar en la tarea confiada por Jesús, de anunciar su reino a todos y en todas partes. “La mies es mucha y los obreros pocos” (Mt 9, 37-38) y es nuestra responsabilidad colaborar con esta siega.


Tema Central ACERCA DE LA COLECTA DEL DOMUND EN COLOMBIA 2009 - 2010

P. Ramón Eraldo López Restrepo; El Bagre, Antioquia. Foto: Centro Misional San Luis Beltran

Mario Álvarez Gómez Pbro.

El pasado 5 de mayo, el Prefecto saliente para la Sagrada Congregación de la Evangelización de los Pueblos, S.E.R. Cardenal Ivan Dias, envió una carta a los Eminentísimos y Excelentísimos Presidentes de las Conferencias Episcopales (Prot. 2300/11) agradeciéndoles, por su medio a los Pastores de las Iglesias Particulares, todo el apoyo y cercanía a la Iglesia en territorio de misión, a través de las Obras Misionales Pontificias de cada país. Además, “como no hay rosas sin espinas, junto a los mencionados logros eclesiales han surgido también algunos problemas particulares que me gustaría presentarles en esta Circular…” Algunas de estas consideraciones son: a. Los donativos de los fieles, recogidos por instituciones católicas/parroquias para las Obras Misionales Pontificias en el Domingo de las Misiones, deben ser enviadas íntegramente al Director Nacional de las O.M.P., el cual las hará llegar, sin reducción alguna y a través de los canales establecidos al Consejo Superior de las dichas Obras. b. Para asegurar que las Obras Misionales Pontificias puedan cumplir los objetivos para los que fueron creadas, es importante que el Obispo de cada Diócesis nombre a un Director Diocesano de las O.M.P. (Cfr. ESTATUTO, art. 50; cfr. CIC 791) y le apoye en este servicio. c. En cuanto a la voluntad de los bienhechores, todo el dinero recibido por las Obras Misionales Pontificias como subsidios para un proyecto pastoral concreto,

una vez recibido, debe ser enviado íntegramente a sus beneficiarios lo antes posible. Termina la Circular con un llamado respetuoso y urgente a todos los Señores Obispos para que renueven afectiva y efectivamente, este servicio de amor a la Iglesia Misionera. El mismo Señor Cardenal, junto con el nuevo Prefecto de la Sagrada Congregación a la que le corresponde coordinar la actividad misionera de la Iglesia en todo el mundo, nos instó a todos los Directores Nacionales de O.M.P. reunidos en Roma en Asamblea General, del 9 al 14 de mayo pasado, a que, cumpliendo nuestro oficio, nos acercáramos a todos los responsables del DOMUND, en cada Iglesia Particular, a acompañarlos en esta responsabilidad, hoy más urgente, con la Iglesia en territorios de misión. He enviado una comunicación de agradecimiento a cada uno de los Señores Obispos, responsables de cada una de las jurisdicciones eclesiásticas, renovándoles el ofrecimiento de servicios que esta Sede Nacional de Obras Misionales Pontificias viene prestando en Colombia desde el año 1924. Lo hice también con cada uno de los Directores Diocesanos de O.M.P. y Pastoral Misionera. Y lo haré, además, con los Tesoreros Diocesanos, recordándoles la urgencia de enviar, cuánto antes, los dineros ofrecidos por los fieles para la causa de la misión, el Domingo Universal de las Misiones, que este año será el 23 de octubre. La diligencia y cuidado en estos asuntos es muestra clara de la sensibilidad hacia la Iglesia necesitada y prenda segura de bendición para nuestras Iglesias Particulares.

Revista de Misiones • 15


Tema Central A continuación, como cada año, REVISTA DE MISIONES publica el cuadro comparativo de la colecta del DOMUND en los dos últimos años. Pero la presento de una manera diferente: privilegio aquellas jurisdicciones que, como debe ser cada año, aumentaron su aporte económico. Lo primero que se debe resaltar es que un mayor aporte económico es directamente proporcional a una renovada y entusiasmada ANIMACIÓN MISIONERA. Allí donde cada una de las estructuras pastorales tienen como eje transversal LA MISIÓN, entendida fuertemente como misión ad gentes, naturalmente los fieles, a quienes jamás les faltará generosidad, responden acertadamente con más oración, más ofrecimiento de sacrificios y mayor ayuda económica. Entonces los coordinadores de sectores serán solícitos en esta pastoral porque los párrocos, rectores de colegios, religiosas, laicos comprometidos, sacerdotes y obispos lo somos. ¡Cómo no resaltar el buen desempeño que en este campo viene presentando Quibó con un incremento del 212,06%! Cúcuta, 86,04%; Barrancabermeja, 78,05%; Girardot, 75,05%; Socorro y San Gil, 72,82%; Guapi, 69,92%; Tibú, 63,60% (Respecto a esta Jurisdicción hay que aclarar que el DOMUND del año 2009, que no aparece en el registro del año pasado, fue enviado posterior a la publicación de la REVISTA DE MISIONES, de septiembre - octubre del año anterior); Neiva, 63,13%; Girardota, 62,77%; Buenaventura, 61,96%; Cali, 53,39%; Obispado Castrense, 50,14%. Estas Iglesias Particulares aumentaron el DOMUND, con respecto al anterior, en más del 50%. Esto no es gratuito y se convierte en reto para muchos, incluidos los Directores Diocesanos de O.M.P. Gracias inmensas a todos porque lo hacen sin el apuro de la competencia; sí con el esfuerzo del convencimiento.

Seminaristas Centro Misional San Luis Beltran del Seminario Santo Tomás de Aquino de Santa Rosa de Osos, en animación misionera. Junio 2011

Los invito a todos, con mucho respeto y consideración, a que tomemos razón de lo que todo esto nos indica y, sintiéndonos interpelados y espoleados, avancemos efectivamente en este trabajo determinado y urgente de la Misión. Es el llamado de la Iglesia Universal; de la Iglesia Continental, con Aparecida; de la Iglesia Nacional con la nueva reestructuración de la Conferencia Episcopal y con el Proyecto OMP de Colombia, Visión 20-24, La Iglesia en ESTADO PERMANENTE de misión. Y debe serlo de cada Iglesia Particular con sus proyectos diocesanos de pastoral.

“La animación misionera ha prestado siempre una atención peculiar a la solidaridad. Este es también uno de los objetivos de la Jornada mundial de las misiones, que a través de las Obras misionales pontificias, solicita ayuda para el desarrollo de las tareas de evangelización en los territorios de misión.” Mensaje del Papa Bendedicto XVI para el DOMUND 2011.

Misiónera Pilar García en Misión de Semana Santa 2010.

16 • Revista de Misiones


Nº DIÓCESIS

2010

2009

%

Nº DIÓCESIS

2010

2009

Incremento

1

Quibdó

5.716.900

1.832.000

212,06

2

Cúcuta

26.045.000

14.000.000

3

Barrancabermeja 20.000.000

11.232.750

4

Girardot

12.554.350

5

Socorro - San Gil

6 7

% Incremento

40 Ipiales

4.200.000

4.000.000

5

86,04

41 Riohacha

9.464.200

9.112.100

3,86

78,05

42 Chiquinquirá

7.000.000

6.750.000

3,7

7.171.800

75,05

43 Facatativá

9.357.895

9.113.945

2,68

24.422.600

14.132.000

72,82

9.827.450

9.705.500

1,26

Guapi

3.842.000

2.261.000

69,92

44 San Andrés y Providencia

Tibú

5.697.100

3.482.200

63.60

45 Pasto

17.550.000

17.350.000

1,15

8

Neiva

35.889.850

22.000.400

63,13

46 Barranquilla

49.545.120

49.051.027

1,01

9

Girardota

4.660.355

2.863.225

62,77

47 Cartagena

45.000.000

44.552.900

1

10 Buenaventura

16.555.550

10.221.900

61,96

48 Santa Rosa de Osos

63.829.797

63.363.398

0,74

11 Cali

96.314.256

62.790.155

53,39

49 Engativá

36.242.000

36.000.000

0,67

12 Obispado Castrense

6.005.400

3.999.975

50,14

50 Caldas

6.178.500

6.144.400

0,55

13 La Dorada Guaduas

15.884.350

10.727.450

48,07

51 Manizales

70.533.500

70.309.200

0,32

2.470.000

2.468.500

0,06

14 Bucaramanga

57.153.410

42.107.380

35,73

52 Vichada - Puerto Carreño

15 Palmira

17.903.000

13.581.150

31,82

53 Tierradentro

2.906.400

2.910.450

-0,14

16 Leticia

8.500.000

6.500.000

30,77

54 Sincelejo

12.127.900

12.488.550

-2,89

17 Popayán

36.557.600

28.000.000

30,56

55 Montelíbano

3.807.850

3.893.200

-2,9

18 Istmina - Tadó

23.623.750

18.353.200

28,72

56 Cartago

49.577.150

51.147.500

-3,07

19 Jericó

25.000.000

20.000.000

25

57 Mitú

13.000.000

13.440.000

-3,27

20 Nueva Pamplona 20.006.010

16.034.200

24,77

58 Armenia

8.278.650

8.758.920

-5,48

21 Garagoa

9.273.150

7.016.050

24.34

59 Pereira

55.125.500

58.710.700

-6,11

22 Vélez

4.510.300

3.787.300

19,09

60 Santa Marta

20.572.050

22.774.900

-9,67

23 Zipaquirá

20.722.350

17.527.450

18,23

61 Magangué

5.500.000

6.200.000

-11,29

24 Bogotá

259.049.912

219.624.435

17,95

62 S. Vicente-Pto. Leguízamo

7.516.850

8.570.450

-12,29

25 Garzón

35.000.000

30.000.500

16,66

63 Tumaco

2.751.800

3.222.800

-14,61

26 San José del Guaviare

12.011.990

10.315.413

16,45

64 Montería

14.274.700

16.859.400

-15,33

27 Líbano - Honda

8.227.500

7.206.000

14,18

65 Fontibón

24.904.500

29.477.050

-15,51

28 Buga

19.394.998

17.121.850

13,28

66 Apartadó

9.795.200

13.176.550

- 25,66

29 Inírida

19.421.000

17.460.000

11,23

67 DuitamaSogamoso

6.600.000

9.050.000

-27,07

30 Medellín

160.000.000

146.000.000

9,59

68 Florencia

15.461.000

22.278.000

-30,6

31 Valledupar

21.476.500

19.787.550

8,54

69 Tunja

14.924.513

21.895.500

-31,84

32 El Espinal

21.336.700

19.761.300

7,97

70 El Banco

6.064.000

9.106.000

-33,41

33 Ocaña

4.426.000

4.100.000

7,95

71 Málaga - Soatá

10.278.750

15.714.850

-34,59

34 Ibagué

28.782.750

26.700.000

7,8

72 Soacha

4.949.100

10.815.850

-54,24

35 Arauca

9.020.000

8.410.000

7,25

16.143.400

36 Sonsón Rionegro

148.782.450

140.043.900

6,24

73 Mocoa Sibundoy 74 Puerto Gaitán

0

1.408.900

-100

37 Yopal

7.440.500

7.019.900

5,99

0

18.050.000

17.050.000

5,87

75 Santafé de Antioquia

0

38 Villavicencio 39 Granada

9.100.000

8.600.000

5,81

76 Trinidad

0

0

1.917.597.556

1.705.160.773

TOTAL

12,46

Revista de Misiones • 17


Tema Central SENTIDO TEOLÓGICO DE LA COLECTA DEL DOMUND

En la ASAMBLEA GENERAL DE LAS OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS, realizada en Roma del 9 al 14 de mayo pasado, el Padre Vito Del Prete, Secretario General de la PUM (Pontificia Unión Misional) y Director del CIAM (Centro Internacional de Animación Misionera, con sede en Roma), dirigió a todos los Directores Nacionales de OMP del mundo una valiosísima y oportuna disertación sobre el sentido de la colecta económica en bien de las misiones. Considero urgente que reflexionemos sobre su importancia, especialmente durante este OCTUBRE MISIONERO. El título y los textos resaltados son míos, en consecuencia con lo que quiero resaltar. El texto original es un poco más amplio. Lo hago con la anuencia del autor. Aprovechémoslo para nuestras reflexiones en este mes de octubre, dedicado a las misiones. Mario Álvarez Gómez Pbro. 1.  Palabra de Dios que salva Sólo partiendo de este principio primero la teología y la praxis de la evangelización vencerán las dificultades inherentes a la complejidad de los problemas que peligran con hacerles perder su razón misma de ser. Quisiera, y sé que se trata sólo de una pretensión mía pero que es al mismo tiempo una provocación para los pensadores y misioneros, que se desarrollase hoy una nueva y más sistemática teología sobre el valor salvador de la Palabra de Dios, que debe convertirse en metodología de evangelización. Por otra parte, todos lo afirman cuando dicen y repiten que la Palabra de Dios encarnada, Jesucristo, es el contenido, el método y el camino de la evangelización. La Palabra de Dios se hizo carne, o sea, se hizo Palabra en el tiempo, «y puso su Morada entre nosotros» (Jn 1,14), sometiéndose a todas las vicisitudes, arideces y límites de la historia humana, que es hermosa, porque manifiesta el rostro amoroso de Dios. Pero es también una historia trágica, porque está sujeta al pecado de la humanidad, cuando ésta se niega a entrar en el cauce de la historia de Dios. Aquí se abre el corte dialéctico entre la salvación de Dios en Cristo llevada a cabo ininterrumpidamente por el Espíritu Santo y la salvación que el hombre quiere realizar por sí mismo.

Animación misionera Istmina - Chocó

18 • Revista de Misiones

Aquí está la verdadera misión de la Iglesia, comunidad de creyentes convocados de entre los pueblos en medio de las cuales viven como profetas e intérpretes de la historia salvífica de Dios, porque han experimentado su poder creador y liberador. Lo han experimentado encontrando, creyendo y encomendándose a sí mismos y la salvación del mundo a Cristo. Por eso sólo tienen que revelar y dar testimonio de un nombre, en el que todos y todo pueden y deben salvarse: el nombre de Jesucristo Nazareno. Por eso el problema o los problemas de la evangelización hoy deben ser orientados más explícita y decisivamente al sujeto evangelizador, a los misioneros del Reino. Una actitud que parta siempre o casi exclusivamente de la naturaleza de la salvación, de la relación y del diálogo con otras religiones o que ponga el éxito del Evangelio en el proceso de inculturación, puede colmar nuestras capacidades interpretativas pero no nos llevará muy lejos. Nuestro tiempo exige perentoriamente una inversión de tendencia en nuestra reflexión teológica y en la praxis. 1.1.…en línea con la praxis evangelizadora de la Iglesia apostólica. Siempre me apasionó la lectura del Apocalipsis, último libro de la Biblia, síntesis final de toda la Revelación. Al vidente Juan, desterrado en la isla de Patmos por su fe y su testimonio de Jesucristo, Dios manifiesta el significado y el desarrollo de la historia, en la que debe llevarse a cabo la misión de los creyentes. Es en Babilonia, que es el Imperio Romano, donde la comunidad apostólica debe anunciar con franqueza y valentía el Evangelio. Debe dar testimonio de otra visión de la vida, de otra cultura, de otra esperanza en contraposición al poder estatal ilimitado que se erige como símbolo de la omnipotencia divina. Es el divus Cæsar, emperador e hijo de dios celeste que, como en todo sistema religioso de componente celeste, determina vida, cultura, leyes y es el Pontifex Maximus. Este poder responde sólo a sí mismo, se comprende a sí mismo como absoluto. Es la idolatría del Estado. Sólo quien se inclina ante este poder y lo venera tiene derecho de ciudadanía, puede comerciar y enriquecerse. Es un estado basado en la violencia en sus varios aspectos de discriminación y opresión de los más débiles y que, por tanto, lleva en sí mismo el principio de corrupción y de descomposición. Al profeta Juan se encomienda interpretar el momento histórico (lo que debe suceder), proyectar la misión de la Iglesia, que consiste en dar testimonio de Cristo incluso con la propia sangre. Jesús, el Cordero inmolado, es, de hecho, el único capaz de rescatar a la gente de toda tribu, lengua y raza. Es el primero y el último, el Viviente, El que es, que era y que va a venir, el Todopoderoso (cf. Ap 1,8). Ante la incapacidad humana para leer la historia, que parece afirmar la victoria del mal, de la injusticia y de la violencia


perpetradas contra los creyentes, Cristo tiene el poder de romper los sellos, de abrir el libro de la historia donde está escrito el destino que Dios reserva a la humanidad. El Imperio será derrotado, aparecerá la nueva Jerusalén, ciudad de Dios, donde no habrá ya necesidad de luz porque Dios, que vive en ella, es luz, y no habrá necesidad de templo, porque Dios mismo es el Templo. Este es el fin de la creación y de toda la obra de Dios. Y es en este espacio y tiempo en los que se desarrolla el peregrinar misionero de la Iglesia.

hombres por el que nosotros debamos salvarnos» (Hch 4,12).

La ideología del imperio atraviesa todas las generaciones humanas. Sólo cambia formas y modos de actuar. De vez en cuando toma las apariencias de un imperio religioso, políticomilitar, económico, cultural. Es siempre signo de la tentación reiterada que tiene toda generación humana de construir su propia torre, para poner en su cima el asiento divino.

Fiel a los contextos culturales, la Iglesia sigue proclamando el nombre de su Señor, «Kyrios». Y debe interrogarse siempre sobre la continuidad apostólica y tratar de ser fiel. Pero tiene que dar un paso hacia delante, hacia lo nuevo y sorprendente.

Esto es lo que creen, que es el núcleo y la sustancia de su vida y acción. Su fe tiene las características de la universalidad, y por eso el cristianismo es una religión universal, no una corriente del Judaísmo. Por eso la existencia del Cristianismo está vinculada a su expansión más allá de sí misma, más allá de los confines generacionales y culturales. Y precisamente porque es universal, la fe en el nombre de Jesús se vive contextualizada.

1.3.  ¿Por qué este tema?

La historia de la evangelización pasó por fases diversas en las La comunidad cristiana se presenta como novedad o alternativa que se sucedieron comprensiones y metodologías diversas. Pero que irrumpe en el centro mismo de la ideología imperial. nunca faltaron las dos constantes que garantizan la fidelidad No habla tanto de análisis o de metodologías, no se pone a y el vínculo con la tradición apostólica: la cristológica y la combatir o a impugnar el poder persiguiéndolo en su mismo eclesiológica. No pretendo hacer una disertación existencialista. campo, ofreciendo recetas mejores. Se limita simplemente a dar El cristianismo no es una corriente de testimonio y a confesar con paciencia y pensamiento, de espiritualidad, sino valentía el nombre de Jesús, en el cual hay el encuentro de una persona, de una salvación. Por eso el libro del Apocalipsis comunidad con el Viviente, en vista de concluye invocando la venida de Jesús: la salvación integral en sus situaciones ¡Ven, Señor Jesús! «Es en el nombre de Jesús que concretas. se lanzan por los caminos del Hay que centrar la problemática de la La problemática de la evangelización se evangelización en el evangelizador. resuelve con la fe del evangelizador, a mundo «hasta los extremos Diversas voces en la Iglesia se están quien se le pide menos sabiduría y técnica confines de la tierra» para preguntando con insistencia sobre humana y más Sabiduría de Dios, que se comunicar la salvación la relación entre el dinero (medios y reveló crucificada en Jesús Nazareno. metodología humana) y la evangelización. «porque no hay bajo el cielo Adelanto que no estoy planteando un 1.2.  Las comunidades apostólicas otro nombre dado a los problema ético (transparencia y uso proclaman el Nombre recto de los dones), ni espiritual (aunque hombres por el que nosotros éste no esté ausente), ni de metodología El autor del Apocalipsis escribe a las siete debamos salvarnos» (Hch misionera, sino de fe. iglesias de Asia Menor: «Al que nos ama, 4,12). nos ha lavado con su sangre de nuestros Presento dos pasajes del Nuevo pecados y ha hecho de nosotros un Reino Testamento: de sacerdotes para su Dios y Padre, a él la gloria y el poder por los siglos de los 1.  Yendo al templo a rezar, Pedro pasa siglos. Amén» (Ap 1,5b). junto a un tullido desde su nacimiento que le pide limosna. Pedro responde: «No tengo plata ni oro; Juan es un hermano que comparte la tribulación con toda la pero lo que tengo te doy: ¡en nombre de Jesucristo Nazareno comunidad, porque está desterrado «a causa de la palabra de ponte a andar!» (Hch 3,6). Dios y del testimonio de Jesús« (Ap 1,9). La presencia y misión de las iglesias asiáticas depende de la fidelidad y de la fe en el nombre de Jesús. «Tienes paciencia en el sufrimiento: has sufrido por mi nombre sin desfallecer» (Ap 2,3); «Mantente fiel hasta la muerte» (Ap 2,10); «Eres fiel a mi nombre» (Ap 2,12); «Le daré el Lucero del alba» (Ap 2,27); «Grabaré en él el nombre de mi Dios, el nombre de la Ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén y mi nombre nuevo» (Ap 3,12). Es el nombre de Jesús el que reúne a toda la comunidad y la mantiene en la existencia; es el nombre de Jesús el testimoniado y anunciado por esta comunidad; es en el nombre y por el nombre de Jesús que sufre persecuciones con mansedumbre y se propaga: «Llevarán su Nombre en la frente» (Ap 22,4). Es en el nombre de Jesús que se lanzan por los caminos del mundo «hasta los extremos confines de la tierra» para comunicar la salvación «porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los

2.  La colecta que Pablo organiza en beneficio de la Iglesia de Jerusalén. «En cuanto a este servicio en favor de los santos, me es superfluo escribiros. …he creído necesario rogar a los hermanos que vayan antes donde vosotros y preparen de antemano vuestros ya anunciados generosos dones, a fin de que sean preparados como dones y no como una tacañería» (2 Co 9,1,5). No cabe duda de que en estos últimos tiempos se considera la actividad misionera sobre todo teniendo en cuenta la aportación que puede dar en el ámbito de la promoción humana, de la justicia y de la paz. Sólo así, se dice, se puede legitimar el cristianismo en esta cultura que o es agnóstica como en los países occidentales avanzados, o está viciada por nacionalismos e intolerancias de las diversidades religiosas. Todo esto requiere ciertamente ingentes recursos económicos.

Revista de Misiones • 19


Tema Central El privilegiar las constantes bíblicas de Mesías y de Reino lleva inevitablemente a acentuar todo esto. Por lo cual las misiones se convirtieron en un campo de trabajo permanentemente abierto. Las deficiencias estructurales de los estados en cuestiones de sanidad, instrucción, comunicaciones, transportes y casas vinieron a ser el área en la que las iglesias emplean personal y recursos financieros, que nunca bastan. Es necesario financiar a las Iglesias jóvenes que necesitan estructuras apropiadas, como la construcción de seminarios, lugares para la catequesis y personal especializado para la enseñanza y la formación. Todo esto es necesario, dirá alguno.

es la aceptación de una pobreza evangélica. «No tengo oro ni plata», no tengo nada mío que ofrecerte para tu salvación. Los misioneros experimentaron en su propia carne el fracaso de sus proyectos y trabajos, cuando pusieron la confianza en sus medios y estructuras. El Espíritu Santo desbarata de manera dramática los proyectos humanos. No se deja embridar por nuestra lógica. La evangelización exige hoy, existencial y no sólo teóricamente, un cambio copernicano; se nos invita a poner nuestra esperanza sólo y exclusivamente en el poder salvador de Cristo. No podemos abatir al gigante Goliat con la armadura pesada e incómoda de Saúl. Necesitamos la honda ligera, que es la Palabra de Dios. Esta exigencia kenótica nos obliga a revisar la orientación de nuestra actividad apostólica y de las categorías misionológicas. Y aquí entran directamente en cuestión tanto las iglesias como los varios sujetos de la evangelización. Tenemos que preguntarnos si creemos aún en el poder salvador de la Palabra de Dios que, por su Espíritu, realiza la salvación de la humanidad, o si tendemos a sustituir esta salvación por nuestros proyectos, confiando en nuestros análisis y en nuestros medios, que frecuentemente se repiten y se desvirtúan en la agenda de este mundo. 1.4.  Horizonte religioso de la misión

Celebración del Domingo de Ramos de 2010, Caquetá

Pero no nos exime de preguntarnos en qué dirección estamos caminando, qué proclamación del Reino estamos haciendo, y en qué o en quién basamos la eficacia de nuestro trabajo apostólico, porque corremos el riesgo de sustituir la Missio Dei por nuestro proyecto humano de salvación. Si hay una realidad fundamental, obligatoria, en la actividad misionera, esa es la proclamación del poder salvador del nombre de Jesús. Los misioneros, las iglesias antiguas o jóvenes, ricas o pobres, no tienen más poder que el del nombre de Jesús. A la muchedumbre de judíos que miraban con estupor a Pedro y a Juan porque habían sanado al paralítico, Pedro responde y aclara: «Por la fe en su nombre, este mismo nombre ha restablecido a éste que vosotros veis y conocéis» (Hch 3,16). A los judíos que les preguntan «con qué poder o en nombre de quién habéis hecho vosotros esto» (Hch 4,7), los apóstoles responden: «En el nombre de Jesucristo Nazareno» (Hch 4,10), declarando que «en ningún otro hay salvación». Y la comunidad de Jerusalén reunida con los apóstoles en oración, reza para que el Señor «extienda su mano y se realicen curaciones, señales y prodigios por el nombre de tu santo siervo Jesús» (Hch 4,30). Una cosa debe quedar clara: si queremos volver a asumir hoy con vigor la misión evangelizadora, tenemos que convencernos de que, como comunidad de Jesús, no debemos ni podemos ofrecer sino a Jesucristo Salvador. Esta es nuestra única riqueza, este es nuestro único poder, esta es la única contribución a la salvación integral de la humanidad. Nuestra disposición fundamental, que reduce toda la actividad evangelizadora a un principio simple y unificador,

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Este interrogante nos obliga a situarnos en el horizonte «religioso» de la misión, a revitalizar nuestra fe, que corre el riesgo de perder su radicalismo ante la complejidad y pluralismo de culturas y religiones. Se deja sentir hoy fuertemente la laicización de la misión de la que habla Juan Pablo II, insistiendo preferentemente en la categoría de Reino. La teología tiene que recuperar la visión global del misterio cristiano, poniendo de relieve con más fuerza y convicción que el Reino es el proclamado, realizado e identificado con Jesucristo Nazareno. Volver al nombre de Cristo implica una revolución enorme, que no siempre los sujetos de la misión están dispuestos a realizar, porque exige una revisión de estilos de vida, y una progresiva revisión de las estructuras y, por tanto, una disminución voluntaria de recursos económicos. Quizá haya que aprender del mundo budista que llama a sus adeptos a una ‘forced poverty’. La riqueza humana esteriliza el poder salvador del nombre de Cristo. Es en la debilidad donde se manifiesta la gracia de Dios. Antes de hablar, más aún, para poder hablar con propiedad de la autosuficiencia de las jóvenes iglesias y de las comunidades cristianas en general, de la inculturación del Evangelio, de la fe y de la Iglesia, y de las mismas actividades de promoción humana, es necesario reapropiarse el elemento fundamental, que es Cristo, con el que deben confrontarse todos los problemas que conciernen a la misión y por el que son juzgados. La pobreza evangélica, en su radicalismo, es en sustancia una proclamación y un testimonio convencido de nuestra fe y de nuestra confianza plenas en el poder salvador de Cristo. La actividad misionera tiene aún mucho camino que recorrer en este aspecto. Estructuras demasiado ricas en relación con el nivel de vida del ambiente, disponibilidad económica muy superior a la de las demás instituciones locales semejantes, posibilidad efectiva de viajes nacionales y continentales para reuniones, formación de líderes, afluencia continua de dinero para promoción humana en sus más variados aspectos, destinado a las iglesias locales, generan serias consecuencias y sospechas en la sociedad civil, y


hacen difícil reconocer el rostro de Cristo que se esconde detrás de la riqueza y del poder económico.

grandes negocios económicos» (H. Rakowski, en «Mission and Money», op.c., p. 116, n. 23).

La misión está llamada hoy a privilegiar la línea petrina. No tengo oro ni plata. Quizá así se encuentren también soluciones para las interminables cuestiones sobre la autosuficiencia, la inculturación y la legitimación de los varios carismas de la comunidad, porque serán iluminados de manera natural por la luz de Cristo. Digo que es fundamental el elemento cristológico de la misión. Hay que ver y encuadrar el ministerio mesiánico de Jesús en su situación de Salvador y Señor.

Pero hay un aspecto que toca no sólo a los individuos sino a la misma orientación de la evangelización. Cito nuevamente la conferencia del P. Helmut: «Algunos hermanos franciscanos me dijeron reiteradamente: “Para nosotros, la pobreza no es un valor. En nuestras familias somos pobres. No tenemos necesidad de entrar en la Orden franciscana para esto”. A la luz de esta consideración, la solución consiste exclusivamente en acumular dinero, que debería cambiar a los pobres en ricos. Precisamente en nuestro trabajo misionero y en el uso del dinero para las misiones hemos seguido con frecuencia este principio. Y así hemos hecho posible este cambio, primero en los miembros de nuestra Congregación y en la jerarquía de la Iglesia, y después en los demás cristianos y a veces en los fieles de otras religiones. Todos saben las consecuencias y los problemas que de ello se derivan, porque sólo en rarísimos casos se da ese cambio sin avidez, luchas y celos. Y especialmente durante las crisis políticas y los períodos de guerra civil, la violencia se desata contra las estructuras, los institutos eclesiásticos y las residencias de los religiosos. La necesidad constante de dinero lleva también a una peligrosa dependencia» (Ib. p. 24).

El Sedos, Servicio de Documentación y Estudios de los Institutos Misioneros, organizó un seminario residencial sobre «Mission and Money» durante el cual «hombres y mujeres de distintas nacionalidades e institutos compartieron sus reflexiones y experiencias sobre el uso y significado del dinero en nuestra misión».

En la Relación «A mission for Money» del P. Helmut Rakowski, OFM Cap., se cita una expresión del Procurador General de los jesuitas que dice más o menos esto: «Refiriéndose a 1 Co 13 afirmaba: Aunque lo tuviera todo (justicia, trabajo vitalicio, etc.) pero si no tengo dinero sería como “bronce que suena o címbalo que retiñe”. Y estoy convencido que sin dinero no puede haber misión. Pero debemos hacer lo posible, al mismo tiempo, para que dinero y economía tengan una misión» «El Evangelio no llegará (Sedos, vol. 38, No 5/6, May/June, p. 113, demasiado lejos si se apoya n. 7). Esto me sorprendió mucho, pero me en el dinero, y aunque parezca imagino que tal afirmación se debe o a una deformación profesional de procurador o a avanzar no se tratará de un una exageración en el curso de un debate. progreso durable y verdadero.

Así se pone en tela de juicio el Evangelio que queremos anunciar y la misma validez de la promoción humana, de la inculturación y del diálogo con los adeptos de otras religiones. 1.5.  Colecta paulina – signo e instrumento de comunión entre las Iglesias.

Pablo, enamorado de Jesucristo por Espíritu Santo sigue San cuyo amor se ve impelido a predicar, Por el contrario, me es grato referir lo que El escribió un estratega de la evangelización convirtiendo incluso hoy a las organiza la primera colecta universal de la y gran animador misionero, que no dudó almas, con las oraciones, con historia de la Iglesia. Invita a todas las iglesias por él fundadas a socorrer a los santos en en extender la mano para sostener a los misioneros durante la crisis económica de la vida penitente y santa, con Jerusalén, que se encuentran en estrechez económica a causa de la persecución y de la la segunda guerra mundial: «A propósito de el celo de los misioneros» carestía que se abatió sobre ellos. las ofertas que se piden para las misiones Por la amplia descripción que de ella hace quisiera hacer otras recomendaciones en sus cartas y por las alusiones en los pero no me extenderé mucho. No demos Hechos de los Apóstoles podemos pensar demasiado valor al dinero como medio que S. Pablo daba una importancia fundamental a esta obra de evangelización. El Evangelio no llegará demasiado lejos si «generosa, que es un servicio sagrado» (2 Co 9,12). se apoya en el dinero, y aunque parezca avanzar no se tratará de un progreso durable y verdadero. El Espíritu Santo sigue Se preocupa por su organización y sigue su desarrollo durante convirtiendo incluso hoy a las almas, con las oraciones, con todo el tiempo. Acepta a Tito, «designado por elección de todas la vida penitente y santa, con el celo de los misioneros; y el las iglesias como compañero de viaje en esta generosidad» (2 Evangelio se propaga mejor por la virtud de los neófitos que Co 8,19), a quien añade los delegados y representantes de las por el trabajo de gente estipendiada. La propaganda a base de iglesias porque quiere «evitar todo motivo de reproche por dinero corta las alas al Espíritu y llega hasta donde llegan todos esta abundante suma que administramos; pues procuramos el los medios humanos, es decir, no muy lejos» (P. Pablo Manna, bien, no sólo ante Dios sino también ante los hombres» (2 Co Virtudes apostólicas, p. 171). 8,23). Anima constantemente porque «el servicio de esta acción sagrada no sólo provee a las necesidades de los santos, sino que Y en otro escrito habla de la herejía del dinero: «Se dice, y a redunda también en abundantes acciones de gracias a Dios, por fuerza de decirlo lo creemos todos un poco hoy, que no se hace vuestra obediencia en la profesión del Evangelio de Cristo y por más porque faltan medios. Con más dinero, ¡quién sabe cuántas la generosidad de vuestra comunión con ellos y con todos» (2 cosas se harían…! Me darían ganas de decir que a la herejía de la Co 9,12). acción hay que añadir la herejía del dinero» (Ib. p. 303). Y esta herejía tiene consecuencias deletéreas. «Algunos procuradores o secretarios de misiones o incluso misioneros disponen de medios que equivalen a pequeños o mejor a

Es verdad que Pablo toma la iniciativa de la colecta por la situación de necesidad de la comunidad de Jerusalén. Pero esto no basta. Lo que debe impulsar a las varias comunidades de Asia

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Tema Central helenistas sobre la necesidad o no de pasar por la ley mosaica para llegar a Cristo. (Ver la carta a los Romanos y a los Gálatas). Pablo, que en nombre del Evangelio se exonera de la ley mosaica, no quería correr en vano, no quería que sus iglesias fuesen vistas como cuerpos ajenos a la tradición y a la comunión apostólica. La colecta constituía para él una prueba indirecta de la unidad de la Iglesia. La colecta paulina tiene, pues, un gran valor cristológico, teológico y eclesiológico. Se trata de un comportamiento que es coherente con el misterio cristiano. 1.6.  La misión del dinero. Vuelvo sobre un slogan mencionado en la conferencia del P. Helmut Rakowski: «Asignar una misión al dinero», que a muchos parecerá una expresión blasfema. No podéis servir a Dios y al dinero. Infancia Misionera del Vicariato Apostólico de Leticia - Amazonas. Desfile de la Independiencia, julio 20 de 2011

Menor es el hecho que son partícipes del misterio de Dios en Cristo y que son, por tanto, la nueva humanidad. Las comunidades cristinas deben seguir el ejemplo de Cristo, que «siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza» (2 Co 8,9). La gracia y la liberalidad de Cristo deben ser la medida de la liberalidad de los cristianos. Estos existen para los demás, deben compartir todo lo que tienen con los demás, para que «reine la igualdad» (2 Co 8,14). Esta es la práctica de la primera comunidad apostólica. Los cristianos deben dar con alegría, con abundancia, porque Dios ama a quien da con alegría y no permitirá que a nadie falte lo necesario, incluso «suministrará y multiplicará la semilla», que dará abundante fruto. Es Dios Padre quien concede sus dones, para que los cristianos, como miembros de una sola familia, los pongan a disposición de todos, según las necesidades de cada uno. «El que mucho recogió, no tuvo de más; y el que poco, no tuvo de menos» (2 Co 8,14).

Para que brille la misión de Cristo, ésta no debe ser en ningún modo oscurecida por el poder del dinero. El problema que estoy planteando, con otros muchos, no es el recto uso del dinero, no es sólo un problema de orden ético, aunque éste deba ser lo mínimo necesario requerido, sino su significado según lo que emerge de los capítulos 8-9 de la segunda carta a los Corintos. Se podría objetar, con razón, que en el siglo XXI cambió la conciencia y el valor mismo del dinero, que hay una conciencia política más clara, una mayor conciencia de la justicia social, una nueva y revolucionaria mentalidad de solidaridad. Y las religiones mismas deben acomodarse a ello y cambiar de piel, si llega el caso. ¿Podría la colecta paulina por la Iglesia de Jerusalén ofrecernos aun hoy algunas líneas de orientación para toda la animación y trabajo de evangelización en la Iglesia y en el mundo, especialmente entre los países más pobres? Nos preguntamos: ¿Pueden coexistir misión y dinero? ¿Cómo? ¿Cuál es la prioridad absoluta, inmediata? ¿Cuáles serían las líneas prácticas para que Cristo no sea oscurecido, sustituido u ofrecido en nombre del dinero?

2.  «First come first» Los cristianos son miembros del único Cuerpo de Cristo. Hay entre las varias iglesias una comunión íntima, que se manifiesta 2.1.  La comunidad que hace la colecta. concretamente en el intercambio de dones espirituales y materiales, dando cada uno lo que puede y recibiendo cuanto Son incontables las campañas actuales de captación de necesita. En esta dialéctica de comunión ninguna Iglesia puede fondos para solucionar emergencias causadas por desastres echarse atrás. Las Iglesias de Macedonia transformaron su gran naturales (terremotos), conflictos armados que obligan a pobreza en la riqueza de su generosidad, ofreciéndose al Señor emigrar, hambre, enfermedades y situaciones de injusticia y a Pablo para participar en este concurso de generosidad. La sistemática que dejan millones de pobres. Se asiste con una Iglesia de Jerusalén por el momento sólo cierta preocupación a la constante puede dar gracias a Dios por las nuevas e insistente petición de ayuda iglesias nacidas del paganismo. La colecta económica por parte de diócesis y es inspirada y es un signo tangible de la sacerdotes particulares para sus plena comunión entre las iglesias. «El dinero debe ser signo e necesidades y las de la comunidad que Este aspecto tenía para Pablo una importancia fundamental para la autenticidad de su acción misionera. «No quiero correr en vano». Con la colecta, las Iglesias nacidas de los gentiles reconocían a la Iglesia de Jerusalén como su Madre, y eran reconocidos por ella como iglesias en línea con la tradición apostólica. Esto era necesario, en aquel momento crítico en el que estaba en juego el espinoso debate entre los judío-cristianos y los

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instrumento de una oblación de sí mismo, primero al Señor y después a los hermanos, para que sea instrumento de evangelización de una humanidad que debe basarse en el amor y la solidaridad»

les fue confiada. Todo esto contribuye a confirmar la impresión de que la misión es esencialmente promoción humana y la cooperación misionera una participación en la colecta de un domingo sí y otro no. La sociedad civil copió bien la praxis cristiana, la hizo más funcional y provechosa, ya que puede usar los medios de comunicación estatal. Habría que decir como Cristo: También los paganos hacen lo mismo.


Pero la colecta cristiana debe tener una connotación cristológica. Exige una asimilación y una apropiación de Cristo, del núcleo fundamental de su vida, de su opción radical de despojarse de sí mismo y de su propia riqueza divina para enriquecer a sus hermanos, de los que Él es el primogénito. El dinero debe ser signo e instrumento de una oblación de sí mismo, primero al Señor y después a los hermanos, para que sea instrumento de evangelización de una humanidad que debe basarse en el amor y la solidaridad. No se trata, pues, de poner en práctica técnicas y astucias para recoger más. La colecta debe ser el signo de una comunidad cristiana que maduró en el seguimiento de Cristo, capaz de cambiar la cultura misma de este mundo, basada en el provecho personal y en el individualismo. La colecta debe tener la dimensión teologal de la bondad y liberalidad de Dios, que ha dado abundantemente a los pobres y enriquece con todo don y gracia a cuantos proveen con alegría a las necesidades de los hermanos y hermanas, que por ello elevarán a Dios un himno de acción de gracias.

La colecta debe ser cada vez más el signo de comunión entre las Iglesias, de la solicitud recíproca, que tiende a igualar a los miembros de la misma familia. La colecta debería ser esencialmente signo de la única y común fe de los cristianos, que son conscientes de ser miembros de un solo cuerpo, que es Cristo, y que intervienen y prestan ayuda a las partes que sufren. No se trata de una relación entre quien tiene y tiene la posibilidad de dar y quien no tiene. Esto crearía inevitablemente la creación de una cierta dependencia de las iglesias beneficiadas sobre sus orientaciones de vida y de pastoral, a ejemplo del Fondo Monetario Internacional que exige un ajuste estructural de la economía de los países a los que concede préstamos.

En este nuestro tiempo en que la única realidad universalmente reconocida es el dinero, urge invitar a los misioneros, tanto locales como extranjeros, para que actúen sólo con el poder de la Palabra de Dios, pobre y crucificada por amor de la humanidad. Se trata, ante todo, de un estilo de vida pobre, que debe caracterizar a las personas y a las comunidades evangelizadoras. La pobreza evangélica fue siempre como una sirena que encantó a todas las generaciones cristianas y de la que brotaron de vez en cuando procesos de purificación en la Iglesia, creatividad y eficacia de su acción pastoral y evangelizadora. En medio de esta cultura, que tiende a recuperar y privilegiar las identidades de los particulares y de los grupos, las comunidades cristianas necesitan urgentemente reapropiarse de su identidad de misioneros pobres e itinerantes, según las condiciones que puso Cristo a sus apóstoles, como consta en el discurso de envío del Evangelio de Mateo: «No toméis oro, ni plata, ni cobre en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento» (Mt 10,9-10).

«Cristo, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo tomando la condición de siervo y haciéndose semejante a los hombres…se humilló a sí mismo obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz» (Flp 2,6-8). Esta semilla se plantó en las raíces profundas de la humanidad, hasta en la parte más oscura y despreciada de ella como los pobres, los oprimidos, los marginados y los abandonados y olvidados de Dios, cuya suerte compartió»

2.2.  «No sea así entre vosotros». La colecta, y por tanto el dinero, debe encuadrarse en la dinámica del misterio cristiano, para que sea instrumento de evangelización. Creo que una lectura atenta de la Carta Encíclica Deus Caritas Est valorizaría esta realidad tan sencilla, y no obstante tan difícil de configurar y de aceptar. Es necesaria una metanoia total con respecto al dinero, pero no para dar un tinte cristiano a una obra de promoción humana, o para ganar prosélitos para el cristianismo y ampliar su zona de influencia, sino para que resplandezca el misterio del Dios-Amor que en Cristo salva a la humanidad. «Nadie puede servir a dos señores. No podéis servir a Dios y al dinero» (Mt 6,24). 2.3.  Pobreza evangélica. Esta conversión concierne en primer lugar a los evangelizadores, embajadores y heraldos de la voluntad liberadora de Dios ante la humanidad.

Los pobres de Asia, de África, de América Latina y de Europa deben acoger a los misioneros como signos y sacramentos de Cristo: «Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado» (Mt 10,40), y no por los recursos y las ayudas que puedan ofrecerles. Para que esta acogida, diría que «sacramental», sea posible, el Apóstol debe perder su propia vida, es decir, debe seguir a Cristo, negándose a sí mismo y tomando cada día su propia cruz (Mt 10,28-39).

Esto nos haría experimentar en verdad la capacidad salvadora del nombre de Cristo. Por otra parte, serviría para borrar el clima de sospecha que las autoridades políticas de las naciones alimentan con respecto a los cristianos, acusados de imponer religiones y culturas extranjeras con su poder económico. Una Iglesia pobre en el estilo de vida y en las estructuras, humanamente indefensa, es el medio de comunicación más directo y convincente de la debilidad del amor de Dios. Las naciones no la temerán, porque verán que «la actividad misionera tiene como único fin servir al hombre, revelándole el amor de Dios que se ha manifestado en Jesucristo» (RM 2) y que «su Evangelio no resta nada a la libertad humana, al debido respeto de las culturas, a cuanto hay de bueno en cada religión» (RM 3). Y si, a pesar de todo, es objeto de persecuciones y discriminación lo será a causa del Evangelio, no por motivos humanos. 2.4.  Inculturación El proceso de inculturación sólo puede realizarse si los agentes de la evangelización y las comunidades cristianas viven la pobreza evangélica. De no ser así, se reduce a una operación académica o a una yuxtaposición externa de doctrinas o de ritos, que les sería difícil de comprender a los fieles.

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De hecho, hablar de inculturación quiere decir referirse directamente a la semilla del Evangelio del Reino que, creciendo, llega a ser un árbol en cuyas ramas anidan las aves del cielo. Es la más pequeña de todas las semillas (Mt 13,32).

«la inculturación no es un vestido o revestimiento cultural del Evangelio sino que es esencialmente el camino progresivo de santidad evangélica de la comunidad cristiana local»

Como toda semilla, también la del Reino de Dios lleva en sí misma un principio de desarrollo, una fuerza secreta que la llevará a su pleno desarrollo. «Duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece sin que el sembrador sepa cómo» (Mc 4,27).

Esta semilla, que es Jesucristo, Palabra de Dios sembrada en la humanidad, rechaza decididamente todo medio poderoso (abundancia de bienes, prodigios y dominio; cf. Mt 4,1-11) para crecer y propagarse. Es una semilla que para producir fruto debe antes pudrirse y morir (Jn 12,24). Es este el camino que siguió Cristo, como lo expresa el himno cristológico de Pablo en su Carta a los Filipenses: «Cristo, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo tomando la condición de siervo y haciéndose semejante a los hombres…se humilló a sí mismo obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz» (Flp 2,6-8). Esta semilla se plantó en las raíces profundas de la humanidad, hasta en la parte más oscura y despreciada de ella como los pobres, los oprimidos, los marginados y los abandonados y olvidados de Dios, cuya suerte compartió. En virtud de esta encarnación iniciada con el nacimiento y continuada durante toda su vida, Cristo fue elevado y atrae a todos hacia sí, convirtiéndose en camino, verdad y vida, expresión y lenguaje para todos los hombres. Sólo en el misterio de Cristo se comprende el misterio del hombre. Por eso San Pablo en la misma carta a los Filipenses consideraba pérdida y basura todo lo que tenía como educación y tradición religiosa, en la que era un personaje prominente, con tal de ganar a Cristo y de ser hallado en él con la justicia que deriva de Dios, basada en la fe (cf. Flp 3,7-10). Porque este es el escándalo cristiano que seguirá siendo tal: «Cristo crucificado, escándalo para los judíos, necedad para los paganos» (1 Co 1,23), la Sabiduría divina en

contraposición a la sabiduría humana. Por eso confiesa cándidamente no saber nada que no sea Jesucristo, y éste crucificado, que es el testimonio, o como algunos traducen, el misterio de Dios.

Pero eso no le impide, incluso lo impele a «ser esclavo de todos para ganar a los que más que pueda. Con los judíos me he hecho judío para ganar a los judíos; con los que están bajo la Ley, como quien está bajo la Ley – aun sin estarlo – para ganar a los que están bajo ella. […] Me he hecho débil con los débiles, todo a todos» (1 Co 9,19-23). Por esta libertad en Cristo y con el ansia de comunicarlo anuncia en Atenas el misterio de Dios con toda la pericia metodológica anti-idolátrica del judaísmo, y presenta a Cristo como la respuesta al Dios desconocido, al que había un altar consagrado. Pero el fracaso fue casi total. Desde entonces, la predicación de San Pablo rechazará los adornos de la sabiduría griega (cf. La Biblia de Jerusalén, Hechos, cap. 17, nota 17,32). Come base de una verdadera inculturación está la espiritualidad kenótica de abajamiento, de la pobreza y del compartir, de los que la Iglesia y los mensajeros del Evangelio no pueden prescindir. La semilla del Evangelio es sembrada en otros países y culturas, no con grandes obras ni con manifestaciones de poder, sino con sencillez; crecerá asumiendo su peculiaridad según la calidad y las condiciones del terreno local, sin peligro de ser ahogada o condicionada por el poder económico o la sabiduría humana. La necesidad y el uso del dinero deben confrontarse, pues, con este requisito fundamental del misterio cristiano, porque la inculturación no es un vestido o revestimiento cultural del Evangelio sino que es esencialmente el camino progresivo de santidad evangélica de la comunidad cristiana local. Modelos de vida personal y comunitaria, estructuras ricas en un ambiente predominantemente pobre, convierten a las comunidades cristianas en un oasis en el desierto, condenadas inevitablemente a ser consideradas como un gueto, aisladas del ambiente en el que viven. El proceso de inculturación es cosa de la comunidad local, que asimilando y viviendo los imperativos del Evangelio llega a expresarlo y revestirlo de su propia sensibilidad religiosa, cultural y social, hasta el punto de convertirlo en fermento que purifica y exalta los valores culturales y religiosos locales. Con esto no excluyo la necesidad de la contribución del pensamiento teológico, al que incumbe la tarea de repensar el dogma, la liturgia y la catequesis en el contexto de las constantes culturales del lugar, pero sin perder de vista la vida de la comunidad cristiana.

Celebración del Jueves Santo, momento del Lavatorio de los pies . Semana Santa 2010, Caquetá

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Quizá sea necesaria una reflexión sobre las estructuras eclesiásticas, que determinan la metodología de la evangelización y presentan la imagen de la Iglesia.


puedan realizar y mantener. Aquí están implicados los misioneros extranjeros y las Iglesias antiguas, que deben vigilar para que el dinero no se convierta en «criterio último de la actividad de una misión, que no puede reducirse a actividades estipendiadas y a obras más o menos gratuitas sino que más bien debe destacar por su celo y virtud, por su sacrifico y testimonio y por la transparencia de su fe» (G. Butturini-G. Colzani, Illuminata passione, p. q126). Pero toca también a las iglesias locales lograr la autosuficiencia mediante la autofinanciación, que por la fuerza de las cosas las obligará a un estilo de vida acorde con los niveles de vida de su sociedad, y a construir y mantener estructuras eclesiásticas según sus posibilidades económicas. Se requiere un cambio de mentalidad por parte de los evangelizadores y de las mismas iglesias. Conclusión

Afiche de la Obras Misionales Pontificias de Colombia, para la celebración del Domund 2011.

2.5.  Iglesia particular. No tengo la intención de volver aquí sobre el tema eclesiológico de la naturaleza y dignidad de las Iglesias particulares. Sólo quiero aludir a una conclusión inmediata que de ellos deriva y que se convirtió en objetivo obligatorio. Es la autosuficiencia – self-sufficiency. El decreto conciliar Ad Gentes (AG 3, n. 19) describe la situación particular de las Iglesias jóvenes, «que se encuentran situadas con frecuencia en las regiones más pobres del orbe y que se ven muchas veces en gravísima penuria de sacerdotes y en la escasez de recursos materiales». A ellas hay que ofrecer esos recursos y pide que se organice la pastoral de manera que «puedan proveerse a sí mismas poco a poco y ayudar a otras».

«El sistema de financiación y el dinero no son, por tanto, algo neutro o simplemente técnico: se refiere de tal manera a la concepción de la vida cristiana que la opción por una forma u otra no puede menos de configurar una imagen precisa de Iglesia, susceptible de edificar o de escandalizar a pueblos que son, por otra parte, profundamente religiosos» (G. Colzani, o.c. p. 127). La Iglesia va tomando conciencia de ello. El incesante y apasionado magisterio de los últimos pontífices es un buen testimonio. El Espíritu Santo, que guía a la Iglesia en la comprensión de Cristo, nos está haciendo comprender que sólo en la debilidad del amor de Dios conseguimos difundir su reino. Se requiere una vigilancia continua y atenta. Conserva toda su validez el grito del Beato P. Manna cuando dijo ya desde el 1930 que «el dinero enviado por los cristianos de Occidente había sido un impedimento más que una ayuda para el desarrollo de la Iglesia indígena» (G. Butturini, Le missioni cattoliche in Cina tra le due guerre mondiali. Osservazioni sul metodo moderno di evangelizzazione di P. Paolo Manna, EMI, Bologna 1998, p. 148). La colecta paulina en beneficio de las iglesias necesitadas debe estar motivada por el vínculo de amor y de comunión que viven los cristianos por su fe en Cristo, el único nombre en el que la humanidad puede salvarse.

Bajo este aspecto se justifican tanto la palabra como el objetivo de la autosuficiencia. Pero es lícito preguntarse de qué «autosuficiencia» hay que hablar y de qué autosuficiencia tienen necesidad las iglesias locales para que se lleve a cabo. Una iglesia local es autosuficiente cuando vive de su fe y de sus medios y no emprende obras que son propias de la mentalidad e historia de las iglesias de los países occidentales. Si fuese así, las iglesias dependerían siempre de la afluencia del dinero de afuera, porque los recursos locales nunca les permitirán hacer obras que las comunidades locales no

P. Obdulio Arias Garcia Director OMP Istmina-Tadó en el visiteo realizado en la Asamblea Nacional en Leticia. Julio 22 de 2011

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Así vamos en OMP ASAMBLEA NACIONAL DE LAS OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS DE COLOMBIA LETICIA, AMAZONAS

Monseñor Jose de Jesús QuinteroVicario Apostólico de Leticiasacerdotes delegados de las OMP de Colombia y participantes de la Asamblea Nacional de la OMP, Leticia - Amazonas, Julio 18 al 23 de 2011

Un gran momento misionero hemos vivido en las Obras Misionales Pontificias de Colombia. Del 18 al 23 de julio reunimos en Asamblea Nacional OMP, el Director Nacional de las OMP de Colombia, el Padre Mario Álvarez Gómez, el Director del Centro Nacional Misionero del Episcopado Colombiano, el Padre Oscar Múnera Ochoa, los secretarios nacionales y la mayoría de los directores de las 76 jurisdicciones eclesiásticas de Colombia para afianzar nuestro proyecto OMP de Colombia Visión 20-24, la Iglesia en estado permanente de misión, fortalecer los comités regionales de misión (COREMI), continuar consolidando nuestro departamento de comunicaciones, reflexionar sobre los retos de la misión hoy, evaluar nuestro trabajo y proyectar nuevos criterios de empeño misionero. Pero sobre todo nos hemos reunido para estrechar los vínculos de comunión entre toda la comunidad misionera de nuestra amada Iglesia colombiana.

El Excelentísimo Monseñor José de Jesús Quintero Díaz, Vicario Apostólico de Leticia, nos acogió con cariño de Pastor y estuvo presente en la Asamblea. Nos expresó su enorme alegría de que hubiéramos elegido aquel Vicariato Apostólico para ser la sede de nuestra asamblea. Históricamente era la primera vez que el Vicariato Apostólico recibía un número tan grande de sacerdotes, que además de reunirse en asamblea, realizaban una misión puerta a puerta. Aprovechó para exponernos un recorrido histórico del Vicariato, el cual transcribimos en la página 31 de esta revista.

Como invitados especiales nos acompañaron Mons. José Cortina Püig, sacerdote del Clero de Barcelona, España, fundador de los grupos de espiritualidad misionera, quien nos habló sobre esta bella espiritualidad y motivó a todos los directores a que pensaran la manera de trabajar con estos grupos en cada una de las jurisdicciones, ya que es un programa que hace parte de la Pontificia Unión Misional (PUM). También nos acompañó el Dr. Francisco Medina Viana, Asesor Administrativo de las OMP de Colombia, quien se dirigió a todos para orientar las políticas económicas que es necesario tener en cuenta en nuestra tarea misionera e iluminar la delicada crisis que vivimos en el mundo de hoy y la urgencia de generar proyectos que nos ayuden a un autosostenimiento económico.

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Monseñor Jose de Jesús Quintero Diaz, Vicario Apostólico de Leticia, en la Asamblea Nacional de la OMP, Leticia Amazonas, julio 20 de 2011


Nuestra asamblea dio inicio el día lunes 18 de julio a las 6:00 p.m. con las palabras de bienvenida de su Excelencia Monseñor José de Jesús Quintero Díaz y del Director Nacional, el Padre Mario Álvarez Gómez, quién presentó la agenda propuesta para la asamblea, la cual fue acogida por todos los directores. Esa noche fue un momento de alegre bienvenida y una calurosa acogida por parte de los leticianos. Los sacerdotes, religiosas y laicos presentes en la asamblea fueron acogidos en las casas de las familias leticianas. Además de llevar a cabo la Asamblea Nacional, nuestro objetivo en Leticia fue también convertir la asamblea en un momento misionero. Y efectivamente así fue.

Participantes de la Asamblea Nacional OMP de Colombia en la apertura del encuentro. Julio 18 de 2011

En el día martes los secretarios nacionales presentaron las cuatro Obras Misionales Pontificias, su espiritualidad, historia y proyecciones. Se pudo visualizar la gran acogida que tiene la infancia misionera y se recordó su espiritualidad y su objetivo: “esta obra no es un programa particular de la Iglesia, es la espiritualidad de todas las obras que la Iglesia tiene con la infancia, esta obra es un don de la Iglesia para presentar a todos los niños del mundo la tarea misionera que se les ha confiado desde el bautismo y su compromiso de ser cooperadores con oraciones, sacrificios y ofrendas en la tarea misionera de la Iglesia universal”. Por tanto, la infancia misionera es una espiritualidad de proceso que desde la temprana edad hasta la adolescencia acompaña a los niños para que sean los “pequeños grandes misioneros de Jesús”, palabras expresadas por el Santo Padre Juan Pablo II en su visita a Colombia en el año 1986. De igual manera, en consonancia con la V conferencia General del Episcopado Latinoamericano y el Caribe y repasando algunas de sus conclusiones se recordó que esta conferencia pide fomentar la institución de la infancia misionera (Cf. DA n. 441). La secretaria nacional de esta obra, la Srta. Disney López Lara, hizo una bella exposición en la que conjugó el carisma de la Obra, su historia y sus proyecciones para Colombia, dio algunas pautas sobre la pedagogía infantil y mencionó la necesidad de orientar adecuadamente la adolescencia misionera, ya que la psicología del adolescente es distinta a la del niño y por lo tanto necesita nuevos y diferentes criterios de formación en sus cuatro áreas: catequesis, espiritualidad, vida comunitaria y proyección misionera. Seguidamente intervinieron las secretarias de la Pontificia Obra de la Propagación de la fe (POPF), la Hna. Argemira Salazar Salazar y la Hna. Beatriz Elena Chavarría Zapata de las

comunidades Hijas de la Misericordia y Teresitas Misioneras, ambas fundadas por Mons. Miguel Ángel Builes, el Obispo Misionero de Colombia. Precisamente referenciaron a este gran Obispo Misionero y a la Beata Madre Laura Montoya Upegui, quienes fueron realmente forjadores de un proyecto misionero en Colombia que subsiste hasta hoy, y nos han dejado un legado que no podemos olvidar y por el cual debemos trabajar incansablemente. Estas dos figuras han de ser nuestros ejemplos y nuestros baluartes para seguir animando toda esta bella obra que Jesús nos ha encomendado. Además, se propuso intensificar la oración para confiar a estos dos santos nuestra tarea misionera y rogar a Dios para que se inicie su proceso de canonización y éste pueda traer abundantes frutos para Colombia. Nuestra Iglesia colombiana necesita santos, los tiene, pero necesitamos que la Iglesia les otorgué este título que realmente se lo merecen y que sirve para que en nuestro país podamos tener como propios estos ejemplos de lucha, dedicación y entrega a la tarea misionera de Jesús; y así muchos nos animemos a seguir sus huellas. Las secretarias nacionales de la Pontificia Obra de la Propagación de la fe insistieron en la necesidad de promover el espíritu misionero en todo el pueblo de Dios, de brindarle formación y animación a toda la Iglesia colombiana. Ellas presentaron los medios con los cuales desde las Obras Misionales Pontificias podemos apoyar esta tarea en todas las comunidades de nuestras diócesis. El Octubre misionero, la Colecta del DOMUND, los Congresos Nacionales Misioneros, el equipo misionero parroquial, la familia misionera, la escuela para familias animadoras misioneras EFAM, la juventud misionera y el voluntariado misionero son estos medios que ponemos a disposición de toda la Iglesia colombiana para que unidos seamos testigos de la Buena Noticia de Jesús y seamos desde Colombia luz del Evangelio para América y para el mundo entero.

Hna. Beatriz Elena Chavarría Zapata en la Asamblea Nacional de la OMP, Secretaria de la Pontificia Obra de la Propagación de la Fe. Leticia Amazonas, julio 19 de 2011

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Así vamos en OMP Después el Secretario Nacional de la Pontificia Unión Misional (PUM) y de la Pontificia Obra de San Pedro Apóstol (POSPA), el Padre Javier Alexis Gil Henao, dio su aporte a los asambleístas presentando estas dos obras, que poseen un enorme contenido misionero y apoyo para la Iglesia pero que son desconocidas. En primer lugar habló de la PUM como el “Alma de todas las Obras Pontificias”, (Pablo VI). “La Unión Misional tiene como fin inmediato y específico la sensibilización y formación misionera de los sacerdotes, religiosos y religiosas que, a su vez, deben cultivarla en las comunidades cristianas; además trata de promover las otras Obras, de las que ella es el alma” (RM 84). También esta obra se propone promover el espíritu misionero en los seminaristas, novicias, novicios y laicos comprometidos. La red nacional de oración por los misioneros y las misiones en unión con todos los monasterios de vida contemplativa del país, la red nacional de enfermos y ancianos misioneros, la jornada mundial del enfermo, los grupos de espiritualidad misionera, la espiritualidad y fraternidad sacerdotal en conjunto con la unión apostólica del clero (UAC), la animación misionera a presbíteros y religios@s, el encuentro nacional misionero de seminaristas, el semillero de misioneros ad gentes, la jornada de la pontificia unión misional, las escuelas de animación misioneras ESAM, los retiros espirituales misioneros para el clero y las comunidades religiosas y el programa virtual de formación misionera son medios que esta obra utiliza para orar por la misión, para dar formación al pueblo de Dios y animar a todos a entrar en un estado permanente de misión. De igual manera, se conversó sobre la Pontificia Obra de San Pedro Apóstol, que tiene como lema central “Que no se pierda ninguna vocación por falta de ayuda”, ayuda no sólo material sino sobre todo espiritual. Nuestra Iglesia necesita sacerdotes, religiosos y religiosas nativos. Es una urgencia promover los medios que sirvan a esta causa. La animación misionera a los seminarios mayores, la asesoría a los grupos misioneros de seminaristas y a los centros misioneros en los seminarios mayores, los grupos parroquiales de san pedro apóstol, el mes de la obra de san pedro apóstol y la jornada por las vocaciones nativas son recursos que las Obras Misionales Pontificias tienen y ponen a disposición también de la Iglesia para apoyar las vocaciones y permitir que aquellos hombres y mujeres que experimentan el llamado de Dios a servirle desde esta condición específica encuentren una luz que los guíe y los oriente en este proyecto divino.

Estos fueron los temas tratados en el primer día de la Asamblea, el cual culminó con una Eucaristía celebrada por todos los participantes con la comunidad de Leticia en la Catedral. El día miércoles 20 de julio, fue otro momento fructífero que tuvo como tema central el Proyecto OMP de Colombia Visión 20-24, la Iglesia en estado permanente de misión. El Director Nacional, el Padre Mario Álvarez Gómez, expuso el proyecto como propuesta a toda la Iglesia colombiana que tiene como objetivo la renovación e innovación de la tarea misionera y la unidad de todas las fuerzas misioneras de Colombia. Expuso la importancia de los nuevos medios de la información y la comunicación, que son ejes fundamentales para liderar todo proyecto misionero en el mundo de hoy. El mismo Santo Padre Benedicto XVI nos ha dicho en su mensaje para la jornada mundial de las comunicaciones sociales 2011 que estamos en una “era digital” y que la Iglesia está llamada a entrar en esta era. El Santo Padre nos dice: “también en este campo estamos llamados a anunciar nuestra fe en Cristo, que es Dios, el Salvador del hombre y de la historia, Aquél en quien todas las cosas alcanzan su plenitud” (Cf. Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XLV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2011).

Durante la visita a Brasil, se hizo la reunión de los Comites Regionales Misioneros -COREMI-

El Proyecto OMP de Colombia Visión 20-24, la Iglesia en estado permanente de misión fue apoyado por todos los directores, quienes acordaron trabajarlo en cada uno de sus comités regionales de misión y comprometerse con su desarrollo. Los directores pidieron que la sede central de las OMP los acompañara en sus reuniones de coremi y los apoyara en la formación de los nuevos medios de comunicación.

Monseñor José de Jesús Quintero Diaz, Vicario Apostólico de Leticia, en la Celebración Eucarística conmemorando el día de la independencia de nuestro país, julio 20 de 2011

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El día jueves 21 de julio los participantes de la asamblea pudimos pasar al país hermano del Brasil para tener contacto con esta bella cultura y visitar dos de sus hermosas ciudades: Tabatinga y Benjamín Constant.


Invitamos a la comunidad a participar del proceso de nueva evangelización y a ser cristianos católicos comprometidos con su deber evangelizador. Este día misionero lo finalizamos con la celebración de la eucaristía que fue presidida por su Excelencia Monseñor José de Jesús Quintero Díaz, y estuvo acompañada por un gran número de fieles leticianos. El último día de la asamblea, sábado 23 de julio compartimos nuestra experiencia misionera y nos reunimos por comités regionales de misión para formular las conclusiones y evaluaciones que arrojaba la asamblea, las cuales señalamos a continuación para ser recordadas y trabajadas en cada jurisdicción eclesiástica: -- Bastante positivo y alentador fue el espíritu de unidad, alegría y fraternidad que vivimos en la asamblea. -- Nos comprometemos a fortalecer y consolidar los comités regionales de misión. (COREMI) P. Javier Jaimes Ángel Director OMP; Barrancabermeja, P. Edgar Castellanos Director OMP;Cartagena y Mons. Luis Eduardo Urrego Angarita Director OMP; Apartadó en el envío misionero para la misión desarrollada el marco de la Asamblea Nacional OMP, Julio 22 de 2011

Tuvimos la oportunidad de recorrer el río amazonas por varias horas y traer a la memoria el gran número de misioneros que de igual manera recorrieron estas bellas tierras del Amazonas. El día viernes 22 de julio fue un momento privilegiado dentro de la asamblea, iniciamos el día con la adoración eucarística, oramos por Leticia, por toda la Iglesia colombiana y por la tarea misionera que Jesús nos ha confiado. Después de alimentarnos de la oración tomamos los trípticos de aparecida y de dos en dos salimos por toda la ciudad de Leticia a anunciar la buena nueva (Kerygma) a las familias, al comercio, a los dirigentes políticos, a todos los que el Señor puso en nuestro camino. Fue un bello momento, las personas se sorprendían al ver llegar a los misioneros, se llenaban de alegría y comentaban que estaban agradecidas con Dios porque enviaba misioneros para que les recordaran su compromiso bautismal y les dieran testimonio de la Resurrección de Cristo. Tanto la gente a la que evangelizamos como los misioneros aprendimos de esta experiencia y renovamos nuestro espíritu misionero.

-- Apoyamos el proyecto OMP de Colombia Visión 20-24, la Iglesia en estado permanente de misión, queremos consolidarlo y tenerlo como tema en nuestras reuniones regionales. -- Leticia ha sido un lugar muy preciso para celebrar la asamblea y hacer de este encuentro un momento realmente misionero. -- Agradecemos la excelente acogida y la gran generosidad de parte del Vicariato Apostólico de Leticia y de su Obispo, el Excelentísimo Monseñor José de Jesús Quintero Díaz. -- El hospedaje con las familias enriqueció el encuentro y nos permitió tener un contacto personal y cercano con sus habitantes. -- Nos alegramos de que la mayoría de los Directores de las jurisdicciones de Colombia hayan asistido a la asamblea. -- Tener un espacio de misión (visiteo) dentro de la asamblea es positivo, puede ser más extenso y podría compartirse esta misión con los grupos apostólicos de la parroquia. -- Destacamos la participación y cercanía del Director Nacional. -- Para la próxima asamblea proponemos nos den más espacio para la reunión de los COREMI y pedir informe de trabajo a cada comité. -- Se percibe un ambiente dinámico en las Obras Misionales Pontificias de Colombia, hay un lenguaje de superación y proyección. -- La integración de las Obras Misionales Pontificias y el Centro Nacional Misionero del Episcopado es muy valiosa, alentadora y nos alegra. -- Hemos podido acercarnos al Vicariato de Leticia y tener una visión general de su realidad. -- Vemos la necesidad que la Iglesia tiene de buenos misioneros en todas partes. Sobre todo en los vicariatos.

P. Marco Tulio Tellez Director OMP La Dorada-Guaduas, Dr. Francisco Medina Viana, Asesor Administrativo de las OMP de Colombia entregando a una familia el triptico de Aparecida. Visiteo realizado en la Asamblea Nacional OMP. Viernes 22 de julio de 2011.

-- Es urgente y necesario la vinculación del laicado en la evangelización. Los laicos deben jugar un papel protagónico y principal en la tarea misionera, igual que los sacerdotes y religios@s.

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Así vamos en OMP

Rio Amazonas, Colombia.

-- Debemos tener apertura a las nuevas culturas, respetarlas y llevarles el evangelio inculturado.

diocesanos que realiza el clero y presentar las OMP, su carisma, su espiritualidad y sus obras.

-- Hemos reavivado y fortalecido nuestro espíritu misionero.

-- Proponemos apadrinar las diócesis que estén menos integradas con oración y comunicación constante.

-- La renovación personal y eclesial sólo es posible en el espíritu misionero. -- Los grupos de espiritualidad misionera como nuevo programa de la PUM nos parece un aporte muy significativo y nos comprometemos a apoyarlo, acompañarlo y promoverlo.

-- Empezaremos a Planear y definir la participación en el cuarto Congreso Americano de Misión (CAM 4), que se llevará a cabo en Maracaibo, Venezuela en el año 2013. -- La sede nacional enviará información sobre los avances en la organización del CAM 4.

-- La experiencia de espiritualidad misionera con Monseñor José Cortina Püig basada en la Palabra de Dios fue un aspecto de gran importancia y de excelente formación misionera en la asamblea.

Asamblea Nacional 2012: En la ciudad de Quibdó. La fecha se concretará de acuerdo al calendario pastoral de la Diócesis de Quibdó.

-- Conocimos el espíritu de las Obras Misionales Pontificias de Colombia, su importancia como animadora, formadora e impulsadora de toda la labor misionera en la Iglesia y el papel tan importante que juega en Colombia el Centro Nacional Misionero del Episcopado. Sobre todo, nos alegra la unidad entre estas dos instituciones tan importantes para nosotros.

Como vemos, la Iglesia es una sola pero su riqueza de dones y carismas le permiten convertirse en luz y esperanza para el mundo. Dios ha dado a toda la Iglesia las Obras Misionales Pontificias, ellas son el corazón mismo de la Iglesia y colaboran con la tarea misionera en todos los sectores del pueblo de Dios. No estamos solos, no nos podemos sentir solos, el misionero no trabaja solo, Dios está con él a través de los medios que la Iglesia tiene para hacerse presente. Las cuatro Obras Misionales Pontificias son puntos de referencia que la Iglesia tiene para contribuir a animar y fortalecer las diversas actividades que de diferentes maneras las diócesis, las parroquias y las comunidades realizan. Agradecemos a los directores diocesanos de las OMP de Colombia por su compromiso, esfuerzo y dedicación en esta labor que Dios pone en sus manos. Les aseguramos nuestras oraciones y nuestra compañía en sus proyectos misioneros. Que Dios bendiga las OMP de Colombia y a toda la Iglesia que peregrina en este hermoso país… Sigamos construyendo el proyecto de Jesús: “Que todos sean uno”.

-- Valoramos la acción evangelizadora en la Iglesia particular del Vicariato de Leticia. -- Vemos la importancia del Departamento de Comunicaciones de las OMP, lo apoyamos y queremos llevarlo también a nuestras diócesis guiados por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. -- El Programa Virtual de Formación Misionera es realmente valioso y contribuye eficazmente a la formación y animación teológica, pastoral y espiritual de todo el pueblo de Dios. Nos comprometemos a apoyarlo, darlo a conocer, vincularnos a él y procurar la vinculación de los sacerdotes, religios@s, seminaristas y laicos de nuestras diócesis. -- Queremos conocer y estudiar el manual de director diocesano de las OMP. -- Nos comprometemos a participar de los encuentros

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Samir García Valencia Coordinador del Programa Virtual de Formación Misionera


Reseña Histórica de la Evangelización en el Vicariato Apostólico de Leticia, Amazonas La primera evangelización de las comunidades que vivían en lo que corresponde a la actual jurisdicción del Vicariato Apostólico de Leticia, se realizó a través de misioneros y laicos europeos que venían acompañando las primeras expediciones que navegaron los ríos de esta región. La Iglesia se hace presente de manera especial a través de los misioneros FRANCISCANOS llegados de Quito, Popayán y Neiva. Participaron igualmente de la primera evangelización, los Agustinos, Jesuitas y los Mercedarios. Esta primera etapa de evangelización se hizo por medio de misioneros ITINERANTES.

Visita de los participantes a la Asamblea Nacional OMP a la casa de los Capuchinos en Bengamint Constant, Brasil. P. Mario Barriga Tovar Director OMP Tibú, Fraile Capuchino de Brasil y P. Obdulio Arias Garcia Director OMP Istmina-Tadó. Julio 21 de 2011

Desde el año 1893, la “CUSTODIA CAPUCHINA” extendió su acción pastoral a los indígenas del Putumayo, Caquetá y Amazonas por invitación de monseñor MANUEL CAICEDO, Obispo de Pasto. Fue una época de numerosas y largas correrías de evangelizadores quienes permanecían en misión por meses y años, navegando por ríos y cruzando selva. En 1904 se confió la evangelización de este territorio a los frailes Menores Capuchinos. Asumió la responsabilidad evangelizadora la PROVINCIA CAPUCHINA DE CATALUÑA Y BELEARES que atendió la PREFECTURA DEL CAQUETÁ (que comprendía a los actuales departamentos del Caquetá, Putumayo y Amazonas). En este tiempo los misioneros además de evangelizadores se constituyen en presencia de Estado, especialmente cuando se trata de la defensa de los indígenas víctimas de la codicia de los colones y negociantes que pretendían muchas veces despojarlos de sus tierras y de sus pocas posesiones. A partir de 1896 la empresa peruana “JULIO CESAR ARANA Y HERMANOS”, extendió su actividad cauchera por todo el territorio del Amazonas y Caquetá y los indígenas fueron cruelmente esclavizados y diezmados. El 7 de junio de 1912 el Papa San Pio X denuncia ante el mundo las atrocidades que se cometían con los indígenas y escribe una carta Apostólica haciendo un llamado a la justicia. La actividad misionera en el Amazonas estuvo ajustada a las exigencias del concordato de 1887, al convenio de misiones de 1902 renovado en 1928. Se enfatizó la acción evangelizadora a través de la educación pública y de las visitas misionales o correrías apostólicas. Para las correrías misionales se utilizaron las ESTACIONES

MISIONALES DE LETICIA, CHORRERA, Y PEDRERA. Estos centros se convierten en centro de todas las actividades de la región: comercio de productos, centro de recreación, servicios de salud, información y comunicación. El 8 de febrero de 1951 el antiguo vicariato del CAQUETÁ y PUTUMAYO fue dividido en tres entidades eclesiásticas así: 1. Vicariato Apostólico de Florencia. 2. Vicariato Apostólico de Sibundoy. 3. Prefectura Apostólica de Leticia, que fue encomendada al cuidado de los Frailes Capuchinos de la Provincia de Cataluña. El 11 de enero de 1952 el Papa Pio XII nombró a Monseñor Marceliano Eduardo Canyes Santacana como primer Prefecto Apostólico de Leticia y tomó posesión el día 2 de marzo del mismo año. Estuvo al frente de esta Iglesia hasta el 17 de abril de 1989, fecha en la que fue aceptada su renuncia. Monseñor murió en Leticia el 10 de mayo de 1989. La Sagrada Congregación para la Evangelización de los Pueblos por Decreto N. 1223/89 del 4 de marzo de 1989, según el artículo 89 de la Constitución Apostólica “Pastor Bonus, encomendó el “Ius Commissionis” de Leticia a la Diócesis de Santa Rosa de Osos, con el oportuno y explícito consentimiento del Ordinario de ésta, S. E. Monseñor Joaquín García Ordoñez y para proveer al gobierno de la Prefectura Apostólica de Leticia, vacante por renuncia presentada, en conformidad con el Canon 401,1 del C.I.C, por el Revmo. P. Marceliano Eduardo Canyes Santaca, O.F.M. Cap., la Sede Apostólica designó, también en fecha de 4 de marzo de 1989 Prefecto Apostólico de la misma circunscripción eclesiástica al Revmo. Monseñor LUIS ALFONSO YEPES ROJO, del clero diocesano de Santa Rosa de Osos. El 7 de mayo se posesiona Monseñor Luis Alfonso Yepes Rojo como Segundo Prefecto Apostólico. Estando monseñor Alfonso en visita apostólica a la Estación Apostólica de La Pedrera, viajando entre Villa Betancur y La Pedrera el 21 de mayo de 1990, naufragó la embarcación y mueren ahogados el Padre Jorge Humberto Cárdenas Montoya y el Prefecto Apostólico. El 2 de julio de 1990 el padre Leonardo Restrepo Jaramillo es nombrado como Administrador Apostólico del Vicariato por decreto de la Sagrada Congregación para la Evangelización de los Pueblos; y tomó posesión del cargo el 15 de julio del mismo año, ejerció dicho cargo hasta el 27 de agosto de 1998 cuando se posesiona el tercer Prefecto Mons. William Ruiz Velásquez. El 23 de octubre del año jubilar 2000 el Santo Padre eleva la Prefectura Apostólica de Leticia a Vicariato Apostólico y en la misma fecha nombra a Monseñor JOSE DE JESÚS QUINTERO DIAZ, como primer vicario apostólico. El 7 de abril de 2001, el Señor Nuncio Apostólico Monseñor Beniamino Stella proclama la erección canónica y da posesión al Vicario Apostólico. Hasta aquí una breve reseña histórica de lo que ha sido la evangelización en este bello Vicariato Apostólico de Leticia, Amazonas. Excmo. Mons. Jose de Jesús Quintero Diaz, Vicario Apostólico de Leticia.

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Así vamos en OMP Pontificia Obra de la Propagación de la Fe (POPF) PROGRAMA FAMILIA MISIONERA ESCUELA PARA FAMILIAS ANIMADORAS MISIONERAS, NIVEL I (EFAM I)

Oración durante la Escuela para Familias Animadoras Misioneras (EFAM I); Barranquilla, junio 26 de 2011.

Por invitación expresa del señor Arzobispo de Barranquilla Monseñor Jairo Jaramillo y la directora Arquidiocesana de Misiones, Hna. Michelline Towanou se realizó la Escuela para familias Animadoras Misioneras, Nivel I (EFAM I) Región Caribe: durante los días 24 al 27 de junio del 2011. CONCLUSIONES DE LA ESCUELA PARA FAMILIAS ANIMADORAS MISIONERAS (EFAM I) REGION CARIBE, REALIZADA EN EL MUNICIPIO DE GALAPA ATLÁNTICO La metodología y los temas utilizados fueron muy acertados para que las familias misioneras se apropiaran de conocimientos con el fin de realizar mejor el servicio misionero en la familia, en nuestro ambiente, y más allá de las fronteras. -- Los temas expuestos para la formación teológica, espiritual y pastoral, fueron explicados con un lenguaje sencillo, fácil de comprender, y con ayudas educativas y estrategias muy practicas, las cuales permitieron mantener el interés de los asistentes.

-- El tema Situación de la Evangelización en el mundo, expuesto por la Hermana Beatriz Chavarría y la familia López Galván permitió reflexionar a los asistentes sobre el compromiso que debe tener todo cristiano católico de evangelizar, ya que la misión es responsabilidad de todos, se hizo un llamado urgente para impregnar los ambientes especialmente los de los católicos pasivos, los no comprometidos, a los no cristianos y a los ateos. -- La intervención del Padre Rafael Ahumada (delegado para la Pastoral Familiar de la Arquidiócesis de Barranquilla), permitió reflexionar sobre la Realidad de la familia en el Mundo, en la cual se vienen presentando muchos cambios económicos, teológicos, políticos, tecnológicos, que están perjudicando enormemente a las familias, y enfatizó mucho sobre la unidad de la familia en el amor y el respeto, teniendo como modelo a Jesucristo y a la Familia de Nazaret. -- Las familias misioneras de La Apartada invitaron a los asistentes a vivir la escuela con Jesús, donde se conoce su amor y su llamado, se aprende a vivir con él, vivir como él, unirse en él, ir con él y dar la vida con él. -- Las familias misioneras de Caucasia motivaron a los asistentes a vivir los valores cristianos, ser comunidad de vida y evangelizadores. -- Además dieron a conocer los tipos de familia que existen en la actualidad, luego hicieron énfasis en que la familia misionera debe ser cristocéntrica, creadora de vida, formadora de valores, la cual está llamada a escuchar, meditar y poner en práctica la voluntad de Dios. -- De una manera muy dinámica y participativa expusieron el mandato misionero, los cinco todos, donde existe una razón, una orden, un mensaje, una metodología y una promesa para cumplir la misión evangelizadora.

Reflexión por familias EFAM I - Barranquilla, junio 25 de 2011.

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-- La hermana Michelline Towanou expuso los fundamentos básicos en las cuatro áreas: Catequesis misionera, la


Exposición de temas EFAM I - Barranquilla , junio 26 de 2011.

espiritualidad misionera, proyección misionera y vida de grupo. -- El tema Elementos básicos de Liderazgo, orientado por la Hna. Beatriz Chavarría, permitió identificar las cualidades de un buen líder Cristiano, resaltando la importancia de saber escuchar, de ser una persona íntegra y sobre todo una persona con experiencia, con un camino recorrido. -- Con la formación teológica, espiritual y pastoral se comprendió que la mayor fuerza evangelizadora es la familia, la cual está llamada a brindar acompañamiento y seguir anunciando la buena noticia y sobre todo a dar testimonio de vida cristiana. -- Las dinámicas utilizadas, los temas expuestos, la creatividad y la participación de las familias animadoras brindaron herramientas muy importantes para la organización y animación de la Escuela de familias Animadoras Misioneras (EFAM) a nivel local.

-- A través de las dinámicas de grupo, los talleres y la presentación de los actos culturales se fomentó la integración misionera entre los animadores misioneros de la familia para apoyarse posteriormente en el servicio misionero. -- Se dieron a conocer las líneas de acción para fortalecer el programa Familias misioneras en las Iglesias particulares y en la región con el fin de que las familias asistentes las asuman. -- Se comprendió que Familia Misionera es un programa de las Obras Misionales Pontificias de Colombia, que anima y forma a las familias católicas, constituyéndolas en autenticas comunidades de vida y amor, con la misión de vivir y anunciar el evangelio a todas las personas.

Hna. Beatriz HElena Chavarría Zapata Secretaria Nacional POPF

AGRADECIMIENTO

NUEVA SECRETARIA POPF

Agradecemos a la Hermana Argemira Salazar Salazar, Hija de Ntra. Sra. de las Misericordias, por su testimonio misionero y su magna labor al servicio de las OMP en la sede nacional. Ella ha sido enviada a apoyar el trabajo misionero que su congregación realiza en el municipio de Soledad – Atlántico. Que Dios y María Santísima la sigan bendiciendo.

Damos la bienvenida a la Hermana Yaneth María Martínez Barrios, Hija de Ntra. Sra. de las Misericordias, que desde agosto se ha vinculado a la sede nacional OMP como coordinadora del programa Red Nacional de Enfermos y Ancianos Misioneros y acompaña a la Hna. Beatriz Chavarría MT. en la secretaría de la POPF. En el Nombre del Señor Jesús le auguramos muchas bendiciones.

La Hermana Argemira, trabajó en la sede nacional de las OMP por un tiempo de 12 años transcurridos en dos periódos en la Obra de la Propagación de la Fe, especialmente en el programa Unión de Enfermos Misioneros que actualmente se llama Red Nacional de Enfermos y Ancianos Misioneros.

La Hermana Yaneth es oriunda de Barranquilla - Atlantico, se ha desempeñado con gran pasión por lo pedagógico en la pastoral educativa y catequética en diferentes lugares del país, según la clave del evangelio que la envía para hacer discipulos a todas las personas que Dios ha colocado en su camino. Al iniciar su misión en las OMP continúa con los mismos deseos de evangelizar según el querer de la Iglesia Universial y concretamente en la propuesta del Proyecto VISION 20-24 de las OMP.

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Así vamos en OMP Pontificia Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera (POIAM) ENCUENTRO DE ADOLESCENTES MISIONEROS

Adolescentes compartiendo en grupo sus experiencias (Encuentro de Adolescentes Arquidiócesis de Barranquilla, mayo de 2011)

ESAIM EN CÚCUTA Durante los días 4 y 5 de Junio se realizó en la Diócesis de Cúcuta, una Escuela para Asesores de Infancia Misionera, donde participaron 24 personas entre niños líderes y asesores de Infancia Misionera. La escuela fue convocada por la Hna. Luz Stella Peña, Directora Diocesana OMP y desarrollada por Disney López Lara, secretaria Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera. Los asistentes quedaron motivados y se comprometieron a continuar su formación misionera y a fortalecer esta Obra en la Diócesis.

En la arquidiócesis de Barranquilla se organizó dos días de encuentro con un grupo de adolescentes misioneros en el mes de mayo. Fue una experiencia muy buena, contamos con la presencia de una sicóloga que dedicó un día completo para trabajar con los adolescentes sobre su identidad personal, y después de las actividades didácticas, escuchaba a cada uno su experiencia. Este encuentro se organizó para ayudarles a ser conscientes de los diferentes cambios de su vida actual y así, poder proyectar un futuro mejor. La temática que se trabajó fue: ¿quién soy?, ¿con quién me identifico?, Jesús en mi vida, el papel del adolescente misionero en la Iglesia, compromiso del adolescente misionero.

Adolescentes compartiendo en grupo sus experiencias (Encuentro de Adolescentes Arquidiócesis de Barranquilla, mayo de 2011)

Además, vivieron un encuentro personal con ESAIM Y ELMI EN BARRANQUILLA Jesús (un tiempo de retiro y conversación personal con Cristo donde recibieron una carta de Él que les recordó que los quiere y está Del 01 al 03 de Julio se realizó una Escuela para siempre con ellos). asesores de Infancia Misionera, desarrollada en el salón parroquial de la Parroquia de San Hna Micheline Towanou Vicente de Paúl. La Escuela fue convocada y organizada por la Hna. Micheline Towanou, Directora Arquidiocesana de Misiones OMP, con la colaboración de su equipo de colaboradores. Participaron 18 asesores, venidos de las diferentes parroquias. Los asistentes a la Escuela quedaron motivados y comprometidos en continuar con la formación de los niños y niñas que tienen bajo su responsabilidad, conscientes de la misión que realiza esta Obra Adolescentes en trabajo grupal (Encuentro de Adolescentes Misioneros, Misionera de la Iglesia y para la Iglesia. Arquidiócesis de Barranquilla, mayo de 2011)

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ARQUIDIÓCESIS DE BOGOTÁ

Asistentes a la Escuela para Asesores de Infancia Misionera (ESAIM) Arquidiócesis de Barranquilla – julio 03 de 2011

De igual modo del 5 al 08 de julio, 22 niños líderes y 4 asesores de Infancia Misionera, participaron de la Escuela de Liderazgo Misionero Infantil. Fue una experiencia donde los niños líderes, aprendieron mucho más sobre su liderazgo y su compromiso con los demás niños de su grupo misionero. Los niños que asistieron y vivieron esta Escuela llevan varios años dentro de la Obra y se ve en ellos un verdadero espíritu misionero y un gran potencial. La ELMI se vivió en un clima de fraternidad y alegría donde los niños quedaron muy motivados y animados para llegar nuevamente a sus parroquias e impulsar con mayor compromiso esta Obra Pontificia de los niños y para los niños.

Estos niños y jóvenes (25 en total), de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario – La calera, recibieron formación durante un año, una vez al mes y se prepararon como asesores y niños líderes de Infancia Misionera. Agradecemos el apoyo que nos brindó Monseñor Rafael Cotrino, encargado de la Zona Pastoral de Cristo Sacerdote y a la Hna. Amparo Bustamante Mejía, Directora Arquidiocesana de Misiones OMP, quién nos acompañó el día de la clausura. LUZ MARINA MORENO RODRIGUEZ Zona Pastoral de Cristo Sacerdote

Asesores que participaron en la formación, acompañados de la Hna. Amparo Bustamante, Directora Arquidiocesana de Misiones OMP Parroquia Nuestra Señora del Rosario – La Calera, Bogotá

Disney López Secretaria Nacional POIAM

Asistentes a la (ELMI)- julio 8 de 2011 Arquidiócesis de Barranquilla

Escudo de la Infancia Misionera de Colombia.

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Así vamos en OMP Pontificia Unión Misionera (PUM) Esta Obra fue fundada por el beato padre Pablo Manna en 1916 en Italia. “Busca la sensibilización y formación misioneras de los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas, novicios, novicias y laicos comprometidos, con la intención de trabajar unidos en la misión” (Plegable: Conozcamos las OMP de Colombia). Con razón el Papa Pablo VI al hablar de la PUM, dijo que ella es “el alma de las demás Obras Misionales Pontificias” (Graves et Increscentes, 5 septiembre de 1966). Del fervor misionero que tengan los sacerdotes y todos aquellos que han sido puestos por el Señor y por su Iglesia al frente de los diversos procesos pastorales o como responsables de las comunidades cristianas o de servicios de cooperación misionera de cualquier tipo, de todo este grupo de personas depende en gran parte el que las comunidades y los fieles tengan espíritu misionero. Si aquellos a quienes se les han confiado el cuidado y crecimiento de la fe de las gentes no están entusiasmados por Cristo y por la misión, entonces, ¿cómo van a contagiar de espíritu de misión y de santidad a los demás? Decía el Santo Cura de Ars que el mejor regalo que puede recibir una parroquia es un sacerdote santo, también lo afirma el documento de Aparecida cuando dice que “sólo un sacerdote enamorado del Señor puede renovar una parroquia” (Aparecida, 201). También el beato Juan Pablo II decía que “el verdadero misionero es el santo” (Redemptoris Missio, 90). El mejor regalo para las comunidades y para el mundo es tener misioneros santos. Es propio del Amor de Dios el donarse totalmente al hombre. “La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad” (Aparecida, 360). Es necesario que clérigos, religiosos(as), animadores misioneros y todos los misioneros y misioneras estén siempre en sintonía con el Señor, de aquí la necesidad de cultivar siempre una espiritualidad misionera capaz de abarcar al mundo entero. “Ninguna comunidad debe excusarse de entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en los procesos constantes de renovación misionera, y de abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe” (Aparecida, 365). Es primordial estar abiertos a los signos de los tiempos, estar atentos a la vida de la gente, a los fenómenos de un nuevo mundo digital, con rápidos y profundos cambios. Es necesaria y urgente una Nueva Animación Misionera que responda a los desafíos actuales (cf. Revista de Misiones Marzo – Abril de 20011. Páginas 19-23). Todos los bautizados, todas las comunidades y estructuras en la Iglesia están llamados a la comunión y a la participación como lo pide el Concilio Vaticano II y el magisterio post-conciliar. Es necesario unir todas las fuerzas eclesiales en un solo proyecto: La Misión de Cristo Redentor. En Colombia la Pontifica Unión Misional tiene los siguientes programas:

1. RED NACIONAL DE ORACIÓN POR LOS MISIONEROS Y LAS MISIONES. Unión de todos los monasterios de vida contemplativa del país, masculinos y femeninos. 2. RED NACIONAL DE ENFERMOS MISIONEROS.

Reunión del COREMI Antioquia - Chocó en la Asamblea Nacional OMP; Leticia, Amazonas. Julio 21 de 2011

semestres. 6. Espiritualidad y fraternidad sacerdotal, en conjunto con la UNIÓN APOSTÓLICA DEL CLERO (UAC). 7. Animación misionera de presbíteros, religiosos y religiosas. 8. Encuentro Nacional Misionero de Seminaristas de Colombia, cada dos años. 9. Semillero de misioneros Ad Gentes. 10. JORNADA DE LA PONTIFICIA UNIÓN MISIONAL, el 3 de diciembre. 11. Escuelas de Animación Misionera (ESAM). 12. Retiros espirituales misioneros para el clero y comunidades religiosas. En el VII Encuentro Nacional Misionero de Seminaristas de Colombia, realizado en Montería del 30 de junio al 3 de julio de este año, se vio la necesidad de promover todavía mucho más el espíritu misionero de todos los seminaristas, tanto los diocesanos como los religiosos. Además, que todos los procesos pastorales y toda la vida de la Iglesia vaya caminando con mayor conciencia y espíritu por el camino de la misión. En la asamblea nacional de los directores de OMP y de pastoral misionera de las jurisdicciones eclesiásticas de Colombia, el lema que condujo todo el encuentro fue el siguiente: “RENOVEMOS EL ESPÍRITU MISIONERO DE NUESTRAS DIÓCESIS”. Fue un encuentro de fraternidad misionera, de animación para todos los participantes, de reflexión, oración, misión con la comunidad de Leticia – Amazonas, de revisión y proyección misionera para responder mejor a los desafíos pastorales de la Iglesia en Colombia. El Papa Benedicto XVI en su mensaje para la jornada mundial de las misiones de este año, recuerda las palabras del Beato Juan Pablo II que dicen: “La misión renueva la Iglesia, refuerza la fe y la identidad cristiana, da nuevo entusiasmo y nuevas motivaciones” (Redemptoris Missio, 2)

3. JORNADA NACIONAL DEL ENFERMO: 11 de Febrero. 4. GRUPOS DE ESPIRITUALIDAD MISIONERA. 5. PROGRAMA VIRTUAL DE FORMACIÓN MISIONERA: 4

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P. Javier Alexis Gil Henao Secretario Nacional POSPA - PUM


GRUPOS DE ESPIRITUALIDAD MISIONERA (GEM)

Mons. José Cortina Püig fundador de los GEM.

La Pontificia Unión Misional (PUM) ofrece un nuevo programa llamado Grupos de Espiritualidad Misionera (GEM), fundados por Mons. José Cortina Püig, Sacerdote de la Arquidiócesis de Barcelona – España. Aprovechamos esta edición de la Revista de Misiones para presentar la temática de estos grupos y animar a nuestros lectores para que se vinculen a esta hermosa espiritualidad misionera, que tiene como centro la meditación de la Palabra de Dios. PRINCIPIOS BÁSICOS El Espíritu Santo, el Espíritu del Señor Jesús, que Dios nos ha dado1, nos hace dóciles a su gracia y nos predispone a mejorar nuestra vida espiritual —abiertos a todo lo que es noble, digno y justo— y a difundir a nuestro alrededor la luz y la sal del Evangelio2. Las enseñanzas del Concilio Vaticano II son una renovada invitación del Señor a toda la Iglesia para que se revise y se renueve a si misma, adquiera la alegría, el dinamismo y la fuerza de sus inicios3 y así pueda ofrecer a todos los hombres la realidad siempre nueva de la obra de Jesús, su Maestro y Salvador del mundo. Los Grupos de Espiritualidad Misionera, a partir de estos dos principios básicos, la fuerza del Espíritu y la luz de la doctrina renovadora del Concilio Vaticano II4 , queremos ser comunidades vivas que desea el Señor5 , es decir, pequeñas comunidades de vida y de oración en comunión afectiva y efectiva con la Gran Comunidad de Vida que es la Iglesia Universal FINALIDAD DE LOS GEM VIVIR EN PLENITUD NUESTRO BAUTISMO Primero: Querer y buscar vivir nuestra consagración Bautismal que incorporándonos a Jesucristo, de una manera misteriosa pero ya real, nos hace partícipes de la misma naturaleza de Dios6 como hijos adoptivos suyos en el Hijo único y nos introduce en la Iglesia, pueblo “sacerdotal, real y profético” 7 . 1 … Dios ha llenado con su amor nuestro corazón por medio del Espíritu Santo que nos ha dado Ro 5,5 … por medio de nuestro Salvador Jesucristo nos ha dado el Espíritu Santo en abundancia. Tit 3,6 2 Vosotros sois la luz de este mundo. Una ciudad situada en lo alto de un monte no puede ocultarse; Vosotros sois la sal de este mundo. Pero si la sal deja de ser salada, ¿cómo seguirá salando? Ya no sirve para nada, así que se la arroja a la calle y la gente la pisotea. Mt 5,13-14 3 Perseveraban unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón, Hch 2,46 4 Especialmente Lumen Gentium, 12, y Unitatis Reintegratio, 4. 5 … yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. Jn 10,10 6. Dios, por su poder, nos ha concedido todo lo que necesitamos para la vida y la devoción, al hacernos conocer a aquel que nos llamó por su propia grandeza y sus obras maravillosas. Por medio de ellas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, y por las cuales llegaréis a tener parte en la naturaleza de Dios y escaparéis de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo. 2 Pe 1,4 7 Vosotros, como piedras vivas, sois edificados por Dios como templo del Espíritu pera que forméis una santa comunidad sacerdotal que ofrezca víctimas espirituales agradables a Dios por Jesucristo. 1 Pe 2,5

La fidelidad a nuestro Grupo de Espiritualidad Misionera (GEM) nos guiará y acompañará para que progresivamente durante nuestra vida, con la Gracia del Señor, con la ayuda de la Iglesia y el esfuerzo personal, vayamos descubriendo y viviendo nuestra alta dignidad filial hasta que contemplemos al Padre definitivamente. Segundo: Incorporados a Jesucristo, como bautizados participamos de su Sacerdocio único y definitivo y debemos ejercerlo —celebrarlo— en nuestra vida, en nuestro tiempo y en nuestra circunstancia, según nuestras posibilidades8. El GEM nos ayudará a ir descubriendo y viviendo cómo y cuándo lo podremos ejercer para los demás según el modelo de Jesús que lo vivió hasta entregarse totalmente para que todos los hombres descubran y disfruten de Dios ya en este mundo y por toda la eternidad. Tercero: El Sacramento del Bautismo haciéndonos “cristianos” — otros Cristo—, nos confiere el carácter Profético, la misión de profetizar. En el seno de nuestro GEM, el estudio orante, piadoso, de la Palabra de Dios, a semejanza de María9; la contemplación asidua de los “hechos y los dichos” de Jesús en el Evangelio, nos darán la fuerza necesaria para ser testigos de la “Verdad” en todo lo que hacemos y decimos; no sólo “decir” verdades. Es fácil “decir verdades”. Para ser “verdad” en todo, necesitamos la ayuda de la Gracia. Cuarto: Por el bautismo participamos en la Realeza de Jesucristo. La fraternidad de oración y de vida de nuestro GEM con la ayuda mútua y la corrección fraterna nos ayudará a llevar una vida acorde con nuestra dignidad de hijos de Dios y templos del Espíritu Santo; a “ser señores” de nuestros actos y de nosotros mismos. Jesús nos dice: “…sin Mi no podréis…” y San Pablo nos afirma que, “… con el Señor todo lo podemos”. ¿CÓMO CONSEGUIR LA FINALIDAD DE LOS GEM? 1º Leer los textos bíblicos que serán proclamados en la Liturgia de la Palabra del próximo Domingo. Con la convicción de que, como nos enseña el Concilio Vaticano II, cuando leemos o escuchamos la Palabra, es el mismo Señor que nos habla personalmente, a cada uno en particular y espera nuestra atención y nuestra respuesta. Cada miembro del GEM debe primero escuchar con interés e ilusión lo que el Señor quiera decirle. Lo que me está diciendo es para mi crecimiento y para que me disponga ayudar a los demás miembros del GEM. 2º Profundizar en la oración personal la Palabra leida y escuchada Domingo tras Domingo en la Liturgia de la Palabra. 8 Vosotros, como piedras vivas, sois edificados por Dios como templo del Espíritu para que forméis una santa comunidad sacerdotal que ofrezca víctimas espirituales agradables a Dios por Jesucristo. 1 Pe 2,5 9 María guardaba todas estas cosas en su corazón y las meditaba. Lc 2,19

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3º Procurar enriquecer lo que hemos comprendido y saboreado profundizándolo y enriqueciéndolo con un estudio sencillo : lecturas apropiadas, consultas, notas históricas, arquelógicas, espirituales… La Sagrada Escritura —la Palabra— es siempre muy rica de matices; esforzarse por ir descubriéndolos con un estudio sencillo nos estimula para continuar buscando y comprendiendo lo que Dios quiere comunicarnos. 4º Compartir la Palabra reflexionada o retenida en el propio Grupo. El Señor espera que lo que me ha comunicado en la oración y el estudio aproveche tambié a mis hermanos de comunidad. Lo que el Señor me comunica es para que lo convierta en vida propia y lo comparta con los demás. 5º Celebrar la liturgia de la Palabra que se ha reflexionado y compartirdo en el Grupo en la reunión semanal. La acción litúrgica de cada Domingo —o la de cadad día— en la que se proclama la Palabra de Dios acompañada con la homilia del ministro (obispo, prebítero o diácono) tiene un valor sacramental que debemos ir descubriendo y viviendo cada vez con más plenitud. Es Dios mismo quien nos está hablando en la liturgia de la Palabra insistiendo en lo que ya nos ha dicho y nos hace ver con novedad renovada. El nos habla con amor de predilección y desea que vayamos haciéndonos “semejantes” a El. Ojalá supiéramos escucharle con el amor con que nos habla. ASPECTO PRÁCTICO Número ideal de miembros del grupo (GEM) El número limitado de cada Grupo (7 a 10) debe ayudar a que todos los integrantes puedan aportar lo reflexionado y que el Grupo resulte dinámico e interesante para todos. La aportación de cada uno debe ser muy breve y vivencial, es decir que el matiz o aspecto de la Palabra que uno cree haber encontrado pueda ser provechoso para todos. OBJETIVOS DE LOS GEM 1. VIVIR EN PROFUNDIDAD LA PROPIA REALIDAD FILIAL ENGENDRADA EN EL BAUTISMO. El plan de Dios Trinidad, su proyecto sobre cada uno de nosotros, es que llenemos nuestra existencia asemejándonos a El que así nos ha creado10. Jesús nos revela esta voluntad de Dios y nos ofrece su vida11 para que la realicemos en plenitud. Nos hace participar de su misma naturaleza: Escuchando y reflexionando su Palabra. Celebrando sus Acciones, los Sacramentos de la Reconciliación y Eucaristía. Estos Sacramentos actualizan nuestra condición filial para que vivamos como hijos de Dios y demos testimonio de Dios Padre con nuestra manera de vivir y de comportarnos entre hermanos. 2. VIVIR AMANDO COMO JESÚS Esta es la insistencia de Jesús: que nos amemos como él ama y así manifestaremos que somos sus seguidores comprometidos. El Papa Benedicto XVI enseña que es la Iglesia el sujeto de la actividad del amor-Caridad12.

Y A PROPOSITO, ¿cómo va la Red Nacional de Enfermos Misioneros? Este es un programa de la Pontificia Unión Misional, recién encomendado a la Hermana Yaneth María Martínez Barrios, con el apoyo de los misioneros que son todos los bautizados, unidos en una misma causa:“El Reino de Dios”que se traduce en sanación y liberación: “Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio” (Mateo 11, 5). La red se dirige en primer lugar a cada uno de los directores de misiones, para que envíen a las obras misionales los datos de los encargados de la pastoral de la salud, de tal manera que realicen un trabajo en forma mancomunada. Al respecto, se envío una carta a cada uno de los directores de misiones a nivel Arquidiocesano, diocesano y de los Vicariatos Apostólicos, cuyas respuestas estamos recibiendo. Al reflexionar en lo relacionado de pastoral de la salud, es pertinente retomar las palabras de su Santidad Benedicto XVI: “Los agentes sanitarios deben convertirse en una caricia de Dios para sus hermanos enfermos” y además, la Carta Encíclica Redemptoris Missio del Beato Juan Pablo II, en su numeral 78 exhorta en el compromiso de todo cristiano de evangelizar sobre el sufrimiento, cuando dice: “El sacrificio del misionero debe ser compartido y sostenido por el de todos los fieles. Por esto, recomiendo a quienes ejercen su ministerio pastoral entre los enfermos, que los instruyan sobre el valor del sufrimiento, animándoles a ofrecerlo a Dios por los misioneros. Con tal ofrecimiento, los enfermos se hacen también misioneros, como lo subrayan algunos movimientos surgidos entre ellos y para ellos”. Según lo planteado, urge que todos los fieles se involucren en la RED NACIONAL DE ENFERMOS MISIONEROS, para ser buen samaritano y caricia de Dios para los demás. El qué no esté enfermo que tire la primera piedra, ya que la enfermedad no es sólo física, sino también espiritual: ceguera que impide ver el proyecto de Dios, tullidos, por dejarse atar a las esclavitudes que ofrece el mundo, paralíticos o desesperanzados que atrofia el buscar la salida a los males. .. Extendamos los lazos de comunicación, solidaridad, sacrificio y oración para que ningún enfermo desfallezca por falta de la misericordia de Dios. Contacto para comunicarse: redenfermosomp@hotmail.com Hermana Yaneth María Martínez Barrios, Coordinadora Red Nacional de Enfermos Misioneros Secretaria Nacional POPF

3. VIVIR ANUNCIANDO EL EVANGELIO Este es el deseo y el mandamiento de Jesús a sus discípulos en su Ascensión13. He ahí el deseo ardiente de Jesús : que, todos los que queremos seguirle y reproducirle transmitamos sus Palabras y de la manera que El las anunciaba, eran Palabras vivas que salían del fuego de su amor misericordioso para con todos los hombres y para todos los tiempos. Este deseo ardiente de Jesús nos debe como electrizar y dinamizar para que sepamos superar el cansancio y todas las decepciones, sean las que sean. Ojalá supiéramos mirar con Jesús y desde el Calvario a todos los hombres de todos los colores y razas. 10. Hagamos al hombre a semejanza nuestra. Gn 1, 26 11. … yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. Jn 10,10 12. Deus Caritas est, 32 13. Vayan por todo el Mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación. He 16,15

Participantes de la Eucaristía en laJornada Mundial del Enfermo Misionero en Bogotá, 11 de Febrero 2010


Para pensar...

La Diócesis, la Parroquia o el individuo que prefiere gastar todas sus energías en casa, antes de emplearlas en las Misiones lejanas, es semejante al que, temiendo un empobrecimiento del corazón por el fluir de la sangre hasta las extremidades del organismo, levanta barreras para detener la sangre en el corazón. Este tal, bien pronto advertirá que las manos y los pies quedan paralizados y que también el corazón se debilita. Del mismo modo, el Cuerpo Místico de Cristo tiene cecesidad de que se haga correr la sangre hasta las partes más lejanas del organismo, para que vuelva más enriquecida al corazón. La parte derecha e izquierda del corazón no tienen comunicación directa entre sí. Solamente pueden comunicarse enviando la sangre a través de todo el cuerpo. De esta manera habrá unión y comunión entre todos los cristianos. Sólo cuando haya unión con todos los miembros del Cuerpo Místico, a través del mundo entero, podrá verificarse la plena renovación de la Iglesia.

Excmo. Mons. Fulton Sheen

Uno de los más célebres y eficaces propagandistas del DOMUND, el Obispo Fulton Sheen, director de la Obra de la Propagación de la Fe, en Estados Unidos; solía argumentar así contra los que calificaban de aberración el ayudar a las Misiones lejanas, cuando dentro de la nación o Diócesis, había tantas necesidades por remediar.


Rincón

Misionero Alegre celebración de la Jornada Nacional de Juventud Misionera en Barranquilla

El Seminario de Santa Rosa de Osos abre sus puertas al Coremi Antioquia-Chocó

COREMI Antioquia - Chocó Seminario Diocesano Santa Rosa de Osos, 31 de agosto de 2011 Jornada de Juventud Misionera, Barranquilla Agosto de 2011

El pasado 7 de agosto estuvimos realizando la Jornada de Juventud Misionera, en donde participaron alrededor de 150 jóvenes de las diferentes parroquias de la Arquidiocesis de Barranquilla; además contamos con la presencia del Padre Johan Acendra, formador del seminario, quien nos acompaño todo el día, junto a los seminaristas del propedéutico y varias religiosas de algunos colegios, que disfrutaron junto con los jóvenes el desarrollo de la jornada . Con mucha alegría y gozo, nos reunimos bajo el mismo lema de la Jornada Mundial de la Juventud “Arraigados y edificaos en Cristo, firmes en la fe”. Jenny Patricia Villafañe Barraza Asistente OMP Barranquilla

El pasado 31 de agosto se realizó el II COREMI del año 2011 en el seminario Santo Tomás de Aquino de Santa Rosa de Osos. Los padres formadores y los miembros de la delegación diocesana de misiones, hicieron esta invitación, para compartir también con los diferentes directores de misiones de las jurisdicciones eclesiásticas, la alegría de haber cumplido los primeros 70 años del Centro Misional San Luis Beltrán, a la vez, que era un motivo propicio para tener un acercamiento con los seminaristas y compartir de esta manera algunas experiencias misionales. Agradecemos la presencia de los padres Carlos Armando Cosme de la Diócesis de Apartadó, Nicolás Ruíz de los javerianos de Yarumal, Jesús María Urán de la Diócesis de Quibdó, Juan Guillermo Gómez y Jaime Cataño de la Diócesis de Girardota, Orlando Ramírez de la Arquidiócesis de Medellín, Carlos Alberto Correa de la Diócesis de Sonsón-Rionegro, Germán Marín de Santa Rosa de Osos. Nos acompañaron, además: Eunice Campillo asociada a los javerianos de Yarumal, Beatriz Cañas de la Diócesis de Jericó, Liliana Sepúlveda de la Arquidiócesis de Medellín, Clara López de Sonsón – Rionegro, David Oswaldo Zapata, Sebastián Múnera y Joaquín Trujillo, seminaristas del seminario de Santa Rosa de Osos. Al inicio del encuentro, se tuvo una formación sobre misión continental, la cual estuvo presidida por el P. Leonardo Martínez de la Arquidiócesis de Medellín. Luego de este espacio de formación, se dio la oportunidad de evaluar detalladamente la realidad de las OMP en nuestras jurisdicciones eclesiásticas. Se llegó a la conclusión del urgente conocimiento de estas Obras, para luego difundirlas y animarlas.

Jornada de Juventud Misionera, Barranquilla Agosto de 2011

Jornada de Juventud Misionera, Barranquilla Agosto de 2011

Fue de mucho valor el espacio brindado para compartir con los seminaristas en el cual, se presentó el COREMI y sus funciones, a la vez, que se contaron algunas experiencias misionales, tanto en Colombia como en otros países, por parte de miembros del Comité Regional de Misiones. También, se hizo una presentación general sobre el Centro Misional de nuestro seminario, así como de su función en la animación misionera dentro de este claustro. Finalmente, recibimos la grata visita de Mons. Jorge Alberto Ossa S., nuestro obispo diocesano, quien dio un saludo a todos los asistentes y luego de animarnos con sus palabras a un servicio misionero, concluyó este encuentro del COREMI impartiendo su bendición. José Joaquín Trujillo G. Dno.

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