Madre de Dios, 19 de enero de 2018. Su Santidad Papa Francisco Puerto Maldonado.Su Santidad: A través de la presente, reciba la cordial bienvenida a nombre de los pueblos y las mujeres indígenas andinas y amazónicas del Perú, a quienes nos conforta reunirnos con usted para compartir nuestros sueños, esperanzas y luchas en el camino para la construcción de una paz con justicia e inclusión. Recogemos su pedido de perdón a nuestros pueblos indígenas por la histórica exclusión, despojo y contaminación de nuestros territorios, expresado en febrero de 2016 en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, México. Sin embargo, también le manifestamos nuestra preocupación ya que hasta el día de hoy ese despojo y esa contaminación continúan de manera sistemática afectando nuestros derechos y nuestra identidad cultural sustentados en esos territorios, que, como usted reconoció, son fuente de saberes ancestrales de relación armónica con la Madre Tierra. Le pedimos, además, que la Iglesia Católica haga efectivo el reconocimiento que usted expresó en esa oportunidad acerca de la riqueza de la diversidad cultural para que se respeten nuestra espiritualidad y nuestra identidad en todas sus expresiones. Queremos que se solidarice con nuestra lucha ya que pese a que los pueblos indígenas seguimos resistiendo tanto en la Amazonía como en los Andes y desempeñamos un papel importante en diferentes espacios, se sigue vulnerando nuestros derechos fundamentales y continuamos siendo invisibles. Como Bartolomé de las Casas, defendemos la vida, la libertad y la dignidad de los pueblos indígenas y planteamos que la evangelización no debe ser instrumento de represión. Recogemos el pedido expresado por Juan Pablo II en su mensaje a la Conferencia de Beijing por el reconocimiento de la dignidad inherente e inalienable de la mujer, y la importancia de su presencia y de su participación en todos los ámbitos de la vida social, así como su llamado a los gobiernos y a las organizaciones a trabajar efectivamente para garantizar legalmente la dignidad y los derechos de la mujer. Este llamado se hace urgente porque en el Perú las mujeres en general, y las mujeres indígenas en particular, aún somos excluidas, víctimas de múltiples formas de violencia en todos los ámbitos en los que interactuamos. Prueba de ello es que los más altos índices de esta violencia se encuentran en las comunidades indígenas andinas y amazónicas: violaciones sexuales, embarazos adolescentes,
enormes brechas en el acceso a la salud y educación. Solo por citar un ejemplo, han pasado más de dos décadas y aún las cientos de miles de mujeres indígenas que fueron víctimas de las esterilizaciones forzadas, crimen de lesa humanidad que vulneró sus derechos y su dignidad humana, siguen esperando justicia y reparación. Le pedimos que haga suyo nuestro llamado para revertir esta situación. Aprovechamos la oportunidad para recoger y compartir su preocupación por el cuidado de la casa común, nuestra Madre Tierra, con la que los pueblos y las mujeres indígenas mantenemos una especial relación ancestral de diálogo y armonía. Por la sobrevivencia de la humanidad y de todas las formas de vida, no podemos continuar con un modelo de vida basado en el saqueo y depredación de los bienes naturales. Los pueblos y las mujeres indígenas creemos en el Buen Vivir y la Vida Plena, que significan el ejercicio pleno de los derechos de todos y todas, así como la producción para la satisfacción general de las necesidades y no para la acumulación de riquezas de unos pocos. La construcción conjunta del Buen Vivir y la Vida Plena hará realidad la invocación de Jesús en su oración fundamental: “Venga a nosotros tu reino”. Agradeciándole la atención prestada a la presente misiva, nos despedimos desándole los mejores parabienes en la labor que usted cumple y reiterándole nuestras muestras de respeto y estima. Atentamente
___________________ Ketty Marcelo López Presidenta de ONAMIAP