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presentación Stark Varg
NUEVA ERA
CAMBIO DE CONCEPTO
El nacimiento de la compañía Stark Future ya es una realidad. La marca de raíces suecas ha llegado para revolucionar el mercado off-road con su sostenible modelo Stark Varg, que traducido del sueco significa ‘lobo fuerte’ o ‘animal feroz’. Estad atentos porque llega la moto eléctrica capaz de plantar cara a los motores de gasolina más potentes.
EEstábamos impacientes por tener las primeras impresiones de la Stark Varg. La marca dirigida principalmente por Anton Wass (uno de los fundadores de la prestigiosa tienda online 24mx) ha instalado parte de la cadena de montaje de este nuevo modelo en suelo español, concretamente en Barcelona, viendo en Cataluña una referencia europea clave en el mundo del off-road. Stark Future fue fundada en 2019 por tres emprendedores empresarios que han conseguido formar un equipo motivado y con experiencia en la industria de la moto y de la electrónica. Además, cuenta con el experimentado piloto americano Josh Hill como embajador y con el piloto francés dos veces campeón del mundo Sebastian Tortelli como probador y evolucionador de la marca. Como noticia de última hora, sabemos que Tortelli la hará debutar en la últi-
Se incorpora un Smartphone en el manillar como dispositivo de control para ajustar la curva de potencia, el freno motor o el control de tracción.
ma carrera del campeonato nacional italiano este mismo mes de septiembre en Malpensa. ¿Os imagináis que Seb sube al podio con la Stark?
La presentación se celebró en el novedoso trazado Mx Golf Park, ubicado en Sant Feliu de Codines (Barcelona). Un circuito natural con espectaculares saltos y realmente divertido para el aficionado por su variedad de obstáculos. Nuestra llegada fue algo diferente a lo que nos tienen acostumbrados en otras presentaciones, porque no fue la típica entrada con un cóctel de presentación, sino que el staff nos condujo directamente a los pies de la protagonista.
Mientras reinaba el silencio entre los periodistas, la primera impresión fue ‘uuuaaaauuu’, qué elegancia, qué futurista, qué formas,… ¿Dónde está el embrague? ¿Un móvil en el
manillar? Qué extraño el supuesto motor en forma batería de gran tamaño… En definitiva, un cambio de concepto y una nueva era de la moto off-road. Stark Future quiere desafiar las normas para mejorar la forma en que se hacen las cosas, buscar el límite, adaptarse y establecer metas claras, inteligentes y motivadoras para poder ofrecer unos resultados excelentes.
Apariencia similar, anatomía diferente Propulsor
A simple vista, el cuerpo de esta recién llegada montura no presenta grandes diferencias. Al igual que el resto de las motos de cross, está compuesta por un chasis, subchasis, basculante, ruedas, manillar o cualquiera de las piezas de una moto off-road. Ahora bien, aparte de las ruedas y de las suspensiones, podemos decir que el resto no tiene similitud con una cuatro cincuenta de gasolina, ya que se ha partido de la base de un diseño prácticamente desde cero, pensando en las carencias y desventajas de sus competidoras. Un ejemplo de ello es la extracción rápida de las estriberas o
el ágil tensado de la cadena. Evidentemente, la diferencia más clara es un propulsor de 80cv alimentado con innovadoras baterías y un ingenioso sistema de refrigeración.
Según los ingenieros de la nueva bala eléctrica, el propulsor de la Stark rinde un 30% más que cualquier 450cc y con el doble de par. Viene alimentado por un sistema de baterías, uno de los más compactos con 6kWh de capacidad para menos de 32kg. En su realización, se han aplicado tecnologías e ideas avanzadas, como la carcasa de magnesio tipo nido de abeja (pendiente de patente), los soportes
Este mismo modelo de Stark puede transformarse desde una 125cc hasta la cilindrada máxima de 450cc, incluso llegándola a superar.
para las celdas, un dispositivo de reducción de presión y una placa de potencia que configura las celdas de la batería. El sistema Flying V de Stark Varg conecta directamente cada una de las celdas a la carcasa, permitiendo una alta conductividad a la estructura, refrigerada por aire. Como resultado, la temperatura de la
batería es regular y uniforme, y ahorra el peso que implicaría su refrigeración por agua.
La autonomía a plena carga es similar a la de una 450 con el depósito lleno, aunque también hay que tener en cuenta otros aspectos, como el nivel de exigencia y el tipo de conducción del piloto, así como las superficies del terreno del propio trazado.
En cuanto a la recarga de las baterías de forma completa, oscilará entre 1-2 horas aproximadamente. Es decir, si el usuario llega al circuito en máxima carga y realiza mangas de entre 15 y 30 minutos, en principio si en cada parada de descanso conecta el cargador para reponer la carga podrá realizar su sesión de entrenamiento sin problema. Vemos algo más difícil pasar una mañana entera en el circuito a un nivel medio/elevado, sin recargar las baterías.
Otro punto que nos llamó la atención fue la aplicación Stark Future instalada en su dispositivo de control. Consiste en un Smartphone impermeable y resistente a los golpes, sólidamente anclado en su soporte, permitiendo ajustar en apenas unos segundos la curva de
La autonomía puede llegar a una manga completa a ritmo de carrera o hasta 6 horas de conducción por pistas sencillas (con 1-2 horas de recarga) y, con la ausencia de ruido y emisiones del motor.
potencia, el freno motor, el control de tracción y el volante motor virtual, pudiendo seleccionar hasta un centenar de modos de conducción. Es decir, puedes adaptar la conducción a tu gusto dependiendo del tipo de pista. Personalmente preferí reducir la potencia y disminuir las inercias, y el cambio fue muy notable, mejorando la tracción y las entradas en curva. Realmente, esta es una de las situaciones más ventajosas que vemos en comparación con una moto de gasolina, porque en las de válvulas también puedes cambiar las curvas de potencia.
En cuanto a resultados, en la Stark Varg la diferencia respecto a las motos de gas es abrumadora. En referencia a las categorías actuales del cross, este modelo puede transformarse desde una 125cc hasta la cilindrada máxima de 450cc. Incluso en prestaciones máximas de potencia y rendimiento puede llegar a superar a las propias cuatro cincuenta.
Parte ciclo
Con un peso total de 110kg, se muestra ágil y llevadera, aunque si la comparamos con una cuatro y medio la conducción es diferente, porque la distribución de los pesos no tiene la misma estructura, pero ya hablaremos unas líneas más adelante sobre las sensaciones.
El chasis de doble cuna abierto de aluminio es ultraligero, la parte delantera es de fibra de carbono. Su composición se articula sobre una mezcla ideal de flexión lateral, vertical y torsional. Sitúa el centro de gravedad más abajo, optimizando así el comportamiento dinámico de la moto. Con una ergonomía pensada para la práctica deportiva más eficiente y unas líneas bien perfiladas, muestra agresividad y elegancia, diciendo adiós a las cajas de aire, a los radiadores y a los depósitos de combustible. En conjunto, estas diferencias contribuyen a mejorar las sensaciones del piloto y ayudan a disponer de una distribución de pesos diferente y, a priori, más ventajosa.
Kayaba y Technical Touch, los nipones expertos en el apartado técnico de las suspensiones, son los encargados de montar las horquillas y
el amortiguador. Los 310mm de recorrido en ambos ejes pueden ajustarse en siete configuraciones diferentes según la talla y el volumen del usuario. La prestigiosa marca Brembo es la encargada del apartado de los frenos.
Otros puntos a destacar serían las ruedas con bujes de aluminio 6082 T6 mecanizados con control numérico, llantas 7050 T6 con radios de acero de alta calidad hechos en Italia y neumáticos Pirelli MX32. También está el innovador tensor de cadena tipo ‘clic’ y la disposición del eje y el perno para una protección aún más efectiva. Incluso las estriberas están fabricadas con una aleación especial de acero inoxidable, un 40% más resistente que el titanio o el acero cromado, siendo más ligeras que cualquier estribera de cross.
Conducción eficiente
Cuando llevas más de una hora delante de la Stark Varg y ya has visto todos los detalles de la presentación, la sangre te hierve y solo estas pensando en montarte sobre ella y despejar todas las dudas. Cabe decir que, personalmente, soy un romántico de los motores de gasolina, y hasta esta presentación era algo escéptico respecto a las motos eléctricas.
Ya puesta en escena, los mecánicos encienden el propulsor a través de un botón (sabes que está en marcha por el ventilador de refrigeración), ajustan los últimos retoques en el Smartphone del manillar y arrancamos las primeras cuatro vueltas para tomar las primeras sensaciones.
Mi primer pensamiento fue ‘qué potencia’: la transferencia del puño del gas a la tracción de la rueda es inmediata (la potencia estaba al 100% de su capacidad) y transmite mucha fuerza, demasiada para mi gusto, ya que, en según qué tramos, era algo difícil de controlar. La primera vuelta fue extraña, sin ruido, sin embrague para las salidas de curva, la sensación del ruido impactante al recepcionar en los saltos, las inercias, etc. Los saltos que normalmente hubiera realizado a la segunda vuelta no los realicé hasta la cuarta, por una falta de adaptación y confianza.
En la segunda de las tandas, les dije a los mecánicos que me sacaran un 10% de la potencia y añadieron un propulsor con mayor retención, a la vez que tocaron unos clics en el amortiguador e introdujeron unos retoques en el sag. La verdad es que, con solo estos ajustes, el cambio fue súper notable y estaba empezando a cogerle el gusto a la moto conjuntamente con el trazado. Me encantó la tracción desde mitad de las curvas, cuando empiezas abrir gas, hasta unos metros después, siendo más uniforme y efectiva que en una moto de gasolina. La manera de afrontar los saltos es diferente e implica anticiparse más que en las de gasolina, porque la tracción es más repentina a la rueda (aunque dependerá del tanto por ciento de potencia escogido en el modo de conducción).
Como sorpresa, en la presentación había todos los modelos de las 450cc para que se pudieran comparar absolutamente todas las situaciones en el mismo circuito. Escogí la Yamaha –tengo la suerte que me adapto rápidamente a cualquier montura–, así que desde la segunda vuelta empecé a rodar a un ritmo ágil. Una vez acabamos con las cuatro cincuenta, nos volvimos a la Stark a realizar unas vueltas más a un ritmo parecido o aparentemente igual. Pues bien, tanto yo como el 80% de los periodistas presentes rodamos entre 3 y 1 segundo más rápido con la moto eléctrica. Cuantas más vueltas, mayor adaptación y capacidad para generar velocidad con esta montura, es decir, a nuestro parecer el margen de mejora es mayor que con las motos de gasolina, porque las prestaciones de las que se dispone son más elevadas.
A nivel de competición, aún tenemos algunas dudas sobre su rendimiento, y el resultado se verá con el tiempo. Pero en cuanto al usuario que rueda por placer los fines de semana, no tenemos ni una duda de que la recién llegada Stark Varg ha venido para quedarse.