Región Andina
PROCESO DE CONSULTAS NACIONALES PARA LA DEFINICIÓN DEL PLAN ESTRATÉGICO 2011 - 2013
INFORME FINAL
Preparado por KATTYA HERNÁNDEZ BASANTE CONSULTORA
Quito, Marzo 2011
INFORME FINAL CONSULTORÍA PROCESO DE CONSULTAS NACIONALES PAÍSES DE LA SUBREGIÓN ANDINA
1. INTRODUCCIÓN El liderazgo de la ONU y los significativos progresos que ha hecho, durante varias décadas, en relación al adelanto de la igualdad de género y de los derechos y empoderamiento de las mujeres es innegable. Para sustentar lo dicho, bástenos señalar, a manera de ejemplo, solo dos de los acuerdos más trascendentales en esta materia, a saber: La Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, CEDAW (aprobada en 1979) y la Declaración y Plataforma para la Acción de Beijing (1995). No obstante estos importantes avances, la Organización también ha debido enfrentar serias dificultades en esta materia, “incluyendo una financiación inadecuada y ningún motor reconocido que dirija las actividades de la ONU…”1 en estos temas. La creación de ONU Mujeres (2 de julio 2010) como la Entidad de Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres2, sin duda, es un paso trascendental para atender tales dificultades y, por consiguiente, para obtener un mayor impacto, al fusionar en sí los mandatos, experiencia y funciones de UNIFEM, DAW, INSTRAW Y OSAGI. Teniendo en cuenta su reciente nacimiento, ONU Mujeres enfrenta una serie de desafíos que, entre otros, están relacionados con las aún limitadas capacidades para dar respuesta y acompañar a las diversas demandas y expectativas planteadas por las mujeres a lo largo y ancho del mundo. En este contexto, se vuelve fundamental la identificación y validación participativa de las prioridades y oportunidades nacionales y regionales en materia de equidad de género, así como la generación de acuerdos alrededor de las principales metas y resultados generales a los que ONU Mujeres debe contribuir. Todo ello como base indispensable para la construcción de su Primer Plan Estratégico para los próximos dos años (2012-2013), cuyo propósito es (i) Establecer la dirección general de ONU Mujeres para el período mencionado; (ii) Identificar los cambios y resultados prioritarios que se espera que ONU Mujeres apoye y acompañe, así como los mecanismos para monitorear los progresos; y, (iii) Clarificar las expectativas existentes alrededor del rol de ONU Mujeres para promover coherencia y responsabilidades dentro del SNU en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres. Es de señalar que este proceso de definición del Plan Estratégico tiene como referente básico el Plan de Acción de los cien días, impulsado por la Señora Bachelet y en el que se han identificado cinco áreas estratégicas3, a saber: 1. Expandir las voces, el liderazgo y la participación de las mujeres. 1
www.unwomen.org/es/about-us/about-un-women/ United Nations Entity for Gender Equality and the Empowerment of Women – UN Women. ONU Mujeres fue creada por resolución A/64/289 por la Asamblea General de la ONU, y entró en operación en Enero 2011, bajo la dirección de la Sra. Michelle Bachelet, Primera Secretaria General Adjunta y actual Directora Ejecutiva de esta entidad. 3 UN Women: Vision and 100-Day Action Plan: A Summary Briefing (http://www.unwomen.org/es/about-us/about-unwomen/) 2
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2. 3. 4. 5.
Eliminar la violencia contra las mujeres Fortalecer la implementación de la agenda de paz y de seguridad de las mujeres Aumentar la autonomía económica de las mujeres Hacer que las prioridades en materia de igualdad de género sean esenciales en los planes y presupuestos nacionales, locales y sectoriales.
Éstas fueron presentadas y puestas a consideración de los socios/as de ONU Mujeres, durante el proceso de consultas nacionales hacia la definición del Plan Estratégico, que se llevaron a cabo a nivel mundial. Para el caso de la sub-región andina, dicho proceso tuvo lugar en los cinco países que la conforman (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) entre el 17 de febrero y el 11 de marzo del 2011; contando en cada caso con la activa participación de sus diferentes socios/as, según consta en el siguiente cuadro (No. 1):
Cuadro No. 1 Cronograma de Consultas Nacionales y socios/as participantes por países4 País Venezuela
Fecha 17 de febrero 2011 21 y 22 de febrero 2011
Perú
25, 28 de febrero, y 01 de marzo 2011 Bolivia
02 al 04 de marzo 2011 Colombia
09 – 11 y 14 de marzo 2011 Ecuador
Socios/as participantes Ministra de la Mujer; UNCT, Grupo Temático de género y Mesa ampliada de género de la cooperación internacional Representante del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social; Representantes de Gobierno – Equipos técnicos; Representantes de la Municipalidad de Lima; Defensoría del Pueblo; Organizaciones/Redes de Mujeres; UNCT; Grupo Temático de Género y Mesa de Género de Cooperación Internacional. Gabinete de Ministras; Canciller; Representantes de Asamblea Plurinacional; Directora Dirección Igualdad de Oportunidades de Cochabamba; Organizaciones/Redes de Mujeres de La Paz y Cochabamba; ONGs de Mujeres; UNCT; y; Grupo Temático de Género y Comité Interagencial de Género de la Cooperación Internacional. Embajadora de Suecia, Programa de Derechos Humanos de la Presidencia; Defensoría del Pueblo; Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación; Organizaciones/Redes de Mujeres; UNCT; Grupo Temático de Género de SNU; Mesa de Género de Cooperación Internacional; y, Programa PNUDREDES Ministras/os y Subsecretarios/as; Asambleístas; Autoridades y Técnicos de Gobiernos Locales; Equipos técnicos del Estado Quito y Cuenca; Organizaciones y Redes de Mujeres – Quito, Guayaquil y Austro del país; UNCT; Grupo Temático Interagencial y Mesa ampliada de género de la Cooperación Internacional.
En términos metodológicos, las consultas se apoyaron básicamente en conversatorios ampliados o grupos focales, en la mayoría de casos; y, en entrevistas más personales sobre todo a nivel ministerial. Siguiendo las pautas y requerimientos de la Oficina Centra, en todos los países se indagó sobre cuatro ámbitos centrales: Fortalezas y ventajas comparativas de ONU Mujeres 4
Para detalles de participantes por país, ver anexo 1: Registro de participantes.
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(identificando roles prioritarios de la nueva entidad). Cambios y resultados prioritarios para los próximos dos años (teniendo como referencia las cinco áreas estratégicas). Rendición de Cuentas (orientado a identificar mecanismos de información y seguimiento a la implementación del Plan). Y, Coordinación de ONU Mujeres al interior del Sistema de Naciones Unidas. En este documento se sistematizan los resultados de este proceso de Consultas Nacionales en los Países de la Subregión Andina, los mismos que son presentados a lo largo de cinco capítulos, que incluyen esta breve introducción en la que se introduce brevemente a ONU Mujeres, se presentan los objetivos del proceso de definición del Plan Estratégico, así como los objetivos, enfoque y metodología de las consultas nacionales (capítulo uno). El segundo capítulo hace un recuento general de las principales fortalezas y roles centrales de ONU Mujeres, identificados por sus socios/as. Para detenernos en el tercer capítulo en una revisión analítica, país por país, de los principales cambios y resultados definidos para cada caso, ensayando un ejercicio comparativo entre los planteamientos de los diferentes actores/as consultados, particularmente en relación a las áreas priorizadas por unos y otros, así como marcando las diferencias –cuando existen- de los énfasis dados por cada uno/a en relación a los aspectos específicos dentro de cada una de tales áreas estratégicas. Con base en esta información, en el capítulo cuarto se presenta una visión sub-regional, a partir de un ejercicio comparativo entre países, respecto de los principales cambios y resultados. Finalmente, en el quinto capítulo se exponen algunos puntos a manera de conclusiones generales. Se cierra el documento con un apartado de anexos, en los que se incluyen: Los registros de participantes de cada país (anexo 1); y, los reportes ejecutivos de cada consulta nacional (anexo 2)
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2. FORTALEZAS Y ROLES DE ONU MUJERES 2.1.
De las fortalezas
Desde la perspectiva de todos los actores y actoras consultadas en los cinco países de la subregión andina, ONU Mujeres surge como una entidad fortalecida y con importantes ventajas comparativas en relación a otras organizaciones que trabajan por la igualdad de género y los derechos de las mujeres, así como respecto de las demás agencias del Sistema. Tales fortalezas “de partida” están directamente relacionadas con: Su estatus de Agencia más su mandato específico y claramente centrado en la promoción de la igualdad de género y los derechos / empoderamiento de las mujeres, que le posibilita tener una visión estratégica de la problemática, establecer una relación más estructurada con los países, y, una mejor coordinación/cooperación con sus socios/as. La doble función, que articula lo normativo con lo operativo y que marca un importante avance dentro del Sistema, al contar con una entidad especializada en igualdad de género y derechos de las mujeres que oriente tanto los procesos de toma de decisión política en esta materia, cuanto los aspectos programáticos a nivel país y subregión. La experiencia y conocimiento teórico – metodológico acumulado, por cada una de las instancias que hoy se conjugan en ONU Mujeres; ampliando y fortaleciendo el abanico de experticia institucional desde el ámbito investigativo y de la acción directa, hasta el de la norma y la política (Ecu., Bol y Per). El tener una población meta claramente identificada, lo cual le posibilita acciones más integrales (Ecu., Bol.). Contar con el liderazgo de la señora Michelle Bachelet, persona comprometida con los derechos de las mujeres y la igualdad de género, y que tiene un alto reconocimiento en Latinoamérica y el mundo, lo cual sin duda constituye una gran oportunidad para sumar apoyos y voluntades desde los Estados Miembro (Bol., Per., Ecu. y Col.). Y El contar con el reconocimiento de las organizaciones de mujeres, en tanto es una agencia que nace como resultado de la lucha y presión de estos grupos, y no por concesión (Ven., Ecu.). Se resalta también como una fortaleza, para el caso de Bolivia, la extensa red de contactos y relaciones con que cuenta a nivel nacional. Todos estos aspectos hacen de ONU Mujeres una entidad mejor posicionada para trabajar por la igualdad de género y los derechos de las mujeres, y, con mayor presencia, legitimidad social y peso político para: (1) Interlocutar e incidir dentro del Sistema de Naciones Unidas y hacia el exterior (Estados Miembro y otros socios). Y, para (2) Vigilar y hacer seguimiento al cumplimiento de los acuerdos/compromisos internacionales; a la implementación de las recomendaciones de la CEDAW; y, a la incorporación de la Carta de los Derechos Humanos a nivel nacional/sub-nacional, así como de marcos de entendimiento regional y de país (Bol., Per., Ecu., y Col.).
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2.2.
De los roles
A partir de las fortalezas antes expuestas, los principales roles de ONU Mujeres identificados a nivel de la subregión andina por sus socios y socias dicen relación a cinco grandes ámbitos (sin una relación jerárquica); como se expone en el gráfico No. 1. Gráfico 1: Roles de ONU Mujeres según sus socios Incidir políticamente a nivel de Estados
Generar, compilar y diseminar inf ormación
Ser aliada estratégica de organizacines de mujeres
Generar espacios de diálogo, puentes y sinergias
Liderar e impulsar cambios en ONU
Elaboración: Consultora Fuente: Consultas nacionales sub-región andina. 17 febrero al 14 marzo 2011.
Ahora bien, al hacer un análisis comparativo de lo expuesto en los cinco países de la sub-región, evidenciamos que tres de ellos (Ecu., Col. Y Ven.) plantean que uno de los principales roles de ONU Mujeres debería ser el de la incidencia y presión política dentro de los Estados a fin de: Impulsar acciones coordinadas y con visión integral para la inclusión del enfoque de género en las agendas país y su institucionalización a nivel sectorial, aprovechando las reformas (institucionales, jurídicas, legales) y los procesos (descentralización, autonomía) actuales que están viviendo estas naciones. Garantizar la definición e implementación de política pública de género; la observancia de los acuerdos internacionales, y la puesta en marcha de las recomendaciones específicas hechas por la CEDAW para cada país. Y, Generar el desarrollo de estrategias orientadas a cristalizar los avances normativos en una praxis sostenida y en cambios de patrones socio-culturales. En esta misma línea, se puntualiza que ONU Mujeres debería además incidir dentro de los Estados Miembro para que asignen los recursos necesarios para llevar adelante estos procesos en pro de la igualdad de género y los derechos de las mujeres (Col). La generación de espacios de diálogo, y, el establecimiento de puentes y sinergias entre diversos actores/as es otro de los roles centrales asignados a ONU Mujeres, por parte de todos los países. En 6
tal sentido, identifican como prioritario el apoyo que esta nueva entidad puede dar para articular –a nivel nacional, local y sectorial– a: (1) Las diversas organizaciones y movimientos de mujeres entre sí, que facilite la construcción de agendas comunes y de acción colectiva más sostenida. (2) Las diversas instancias del Estado, para impulsar procesos más coherentes y de más largo alcance. (3) El Estado y las organizaciones / movimientos de mujeres. Y, (4) El Estado / Sociedad civil con Naciones Unidas y la Cooperación Internacional, para desencadenar procesos más integrales en el marco de acuerdos nacionales e internacionales, y, de agendas globales existentes (ej. Objetivos del Milenio). Del mismo modo, coinciden también los cinco países en señalar que la gestión de conocimiento, por un lado, y el fomento de cambios al interior del SNU en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres, por el otro, son parte de los roles centrales que deberá asumir esta nueva entidad. En tanto gestora de conocimiento, requiere orientar sus esfuerzos a: Generar conocimiento nuevo, especializado y estratégico en diversos campos temáticos. Fomentar/catalizar la reflexión teórica y el debate político como sustento para el trabajo técnico, desencadenando procesos de discusión en torno a problemáticas/temas emergentes y visibilizando nuevos actores/as, poniendo especial énfasis en incentivar el diálogo sur – sur. Compilar y diseminar información actualizada, experiencias de trabajo y buenas prácticas desarrolladas por sus socios/as y otros actores. Y Desarrollar y difundir nuevas metodologías. Todos ellos elementos básicos para articular esfuerzos entre lo local, nacional y regional; para fortalecer y potenciar el accionar y las capacidades de sus contrapartes; y, para alimentar los procesos de definición/implementación de política pública y toma de decisión, a distintos niveles. Y como impulsora de procesos de reforma dentro de Naciones Unidas en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres, sus principales esfuerzos deberán centrarse en: La promoción de cambios dentro de la cultura institucional, para que la igualdad de género sea parte de la ética y praxis de la organización (Ven.). El monitoreo, vigilancia y evaluación de los avances realizados por las agencias y el SNU en su conjunto en relación a los derechos de las mujeres (Ecu.) y a la implementación, dentro de su accionar, de algunas de las recomendaciones de la CEDAW (Per.). La incidencia dentro del SNU para unificar políticas, enfoques y metodologías de género (Ecu., Per.) El acompañamiento y asesoría técnica para la transversalización del enfoque de género dentro del Sistema y de las agencias, aprovechando y potenciando las fortalezas, avances y agendas de igualdad de género de cada entidad (5 países). Y, Desarrollando/ejecutando planes de formación en género y derechos de las mujeres a los equipos técnicos y directivos (Per.)
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Lo planteado demandará acciones más coordinadas al interior del SNU, así como una fuerte voluntad política desde los espacios más altos de toma de decisión. Finalmente, se puntualiza también que ONU Mujeres debe jugar un rol de aliada estratégica de las organizaciones y movimientos de mujeres, lo que supone trabajar con ellas, fortalecerlas y potenciar su voz autónoma y sus experiencias, desde el respeto a la pluralidad. Aunque es un aspecto resaltado aquí solo por Bolivia y Venezuela (ver Matriz comparativa No.1), cabe señalar que para los demás países esto, más que un rol, es uno de los cambios y resultados que ONU Mujeres debe apoyar. En este tema nos centraremos en los siguientes dos capítulos. Iniciaremos con un análisis independiente de los cambios y resultados priorizados al interior de cada país, para luego hacer un ejercicio comparativo que nos posibilite una visión sub-regional.
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Matriz comparativa No. 1 – Países de la subregión andina FORTALEZAS Y ROLES DE ONU MUJERES PAÍSES
Fortalezas
ÁMBITOS CONSULTA
Bolivia
Perú
Ecuador
Colombia
Venezuela
Entidad con mayor presencia, peso político y capacidad de incidencia dentro del SNU y hacia el exterior, por: Estatus de Agencia. Función normativa y operacional. Figura y reconocimiento de Sra. Bachelet. Mandato específico. Un sujeto meta claramente identificado. Y, experticia y conocimiento acumulado.
Capacidad de incidencia e interlocución con los Estados por: Estatus de Agencia. Mandato. Reconocimiento de la Sra. Bachelet. Función normativa y operativa. Experticia y conocimiento acumulado. Pudiendo vigilar la implementación de acuerdos y compromisos internacionales, la incorporación de marcos de entendimiento regional y de país; y, recomendaciones de CEDAW y de Carta de derechos humanos, a nivel nacional y subnacional. Liderar/impulsar el proceso de reforma de ONU en materia de igualdad de género, vigilando que ONU garantice el conjunto de derechos a todas las mujeres; incidiendo en la aplicación dentro del SNU de algunas de las recomendaciones de la CEDAW; apoyando y asesoran do los procesos de transversalización de género mediante diseño de modelo que unifique enfoques y metodologías adaptables a dinámicas de sus socios, y, mediante el desarrollo de planes de formación para equipos técnicos y de decisión.
Entidad mejor posicionada por fortalezas de partida: Conocimiento y experiencia técnico metodológica y de enfoque acumulada; funciones normativa y programática; población meta específica posibilitando acciones más integrales; y, liderazgo + compromiso de Sra. Bachelet.
Mayor presencia, legitimidad social y peso político por: lide razgo /reconocimiento de Sra. Bachelet; estatus de Agencia; y mandato específico, que le posibilita una visión más estratégica de la problemática, una relación más estructurada con los países, y, una mejor coordinación/cooperación con agencias bilaterales.
Haber nacido como resultado de la lucha de las mujeres y no por concesión. Por tanto, puede y debe ser el vehículo para hacer escuchar la voz de las mujeres.
Disponer de una extensa red de contactos y relaciones a nivel nacional. Ser aliada estratégica de las organizaciones/movimiento de mujeres. Trabaja con ellas y las fortalece, potenciando su voz autónoma, sus agendas, sus experiencias, desde la pluralidad.
Roles
Generar sinergias y facilitar puentes entre: instancias de gobierno + organizaciones, movimientos de mujeres + otras de la sociedad civil, + cooperación internacional (y al interior de ellas). Coordinar acciones/procesos con las diferentes agencias del SNU, mediante asistencia técnica para la inclusión de
Capacitada para vigilar y hacer seguimiento al cumplimiento de acuerdos internacionales suscritos por el Estado Ecuatoriano. Acompañar la Agenda País e impulsar procesos coordinados y con visión integral hacia la igualdad de género y derechos de las mujeres, incidiendo en las actuales reformas: institucional, jurídica, legal; y, apoyando la armonización de marcos legales desde el enfoque de género y la definición e implementación de políticas públicas. Incidir en el SNU para unificar políticas de género, impulsar acciones más estructuradas y coordinadas a su interior y con la cooperación internacional; vigilar, monitorear y evaluar
Contar con reconocimiento de las organizaciones de mujeres, en tanto surge también gracias a la presión de estos grupos. Incidir y presionar dentro de las instancias del Estado / Gobierno para la aplicación de las recomendaciones de la CEDAW y el cumplimiento de los acuerdos/compromisos internacionales. Y, dentro de los Estados Miembros para que aporten económicamente. Apoyar/reforzar las agendas de igualdad de género de las distintas agencias del SNU, así como la transversalización de género desde las fortalezas particulares. Fomentar la articulación e interlocución política con distintos sectores y entre estos
Apoyar y fortalecer el potencial transformador del liderazgo de las mujeres, levantando su voz a nivel nacional, regional y global. Generar cambios en materia de igualdad de género dentro del SNU (cambio de “cultura institucional”; pasar de la norma a la praxis, reforzar transversalización de género).Y a nivel de los Estados y otros socios/as (desarrollando estrategias para vincular los avances normativos con cambios socioculturales reales). Incidir en la política pública y en la institucionalización de la
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género en sus agendas, la visibilización de experiencias y conocimientos acumulados por cada agencia; y el potenciamiento de procesos internos, en coordinación con el grupo técnico de género. Gestionar conocimiento especializado en derechos de las mujeres e igualdad de género. Mecanismo idóneo de articulación; insumo para definición y reforma de políticas, normas, leyes; y, para avanzar en reflexión teórico – metodológica.
Liderar la definición de una agenda común de igualdad de género a distintos niveles, construida en marco de acuerdos nacionales e internacionales y de agendas globales existentes, mediante procesos de planificación y presupuestación conjunta (metas e indicadores y responsabilidades definidas entre los socios/as). Gestionar conocimiento y articular esfuerzos a nivel regional, siendo entidad de referencia y difusión de información especializada y de experiencias y buenas prácticas desarrolladas por sus socios/as. Y, producir conocimiento nuevo y estratégico, y nuevas metodologías.. Clave para articular esfuerzos entre lo local, nacional y regional, y para alimentar, fortalecer accionar de socios/as.
los avances en derechos de las mujeres e igualdad de género. Facilitar espacios de diálogo y puentes, a nivel nacional, local y sectorial, apoyando la articulación: Del movimiento y organizaciones de mujeres para definir agendas comunes. Del Estado y organizaciones sociales. De las diversas instancias del Estado para impulsar procesos más coherentes. Y, del Estado/sociedad civil con Naciones Unidas y cooperación internacional. Generar, compilar y diseminar información/conocimiento actualizado y experiencias de trabajo acumulado, como sostén para desarrollar capacidades de sus contrapartes, y desencadenar procesos y debates más políticos sobre problematicas emergentes.
diversos actores. Generar, compilar y difundir conocimiento, información especializada y experiencias de trabajo, para alimentar los procesos nacionales y locales; y potenciar las acciones de sus socios/as recuperando los avances realizados. A la vez que abrir el debate a nuevos temas, visibilizando nuevos actores/as.
igualdad de género en diversos sectores (educación, salud), garantizando que la declara-ración de voluntad política se cristalice en una praxis. Liderar procesos de abogacía con todos los sectores, para rehacer puentes entre los diversos socios (en especial entre SNU y Gobierno Nacional), pensando políticamente la igualdad de género y definiendo de manera estratégica dónde se puede y quiere incidir; y, con quiénes es posible construir alianzas. Gestionar conocimiento especializado en igualdad de género y derechos de las mujeres en los diversos campos temáticos (producir, recopilar y difundir información, nuevo conocimiento y experiencias. Fomentar la reflexión teórica que sustente el trabajo técnico. Catalizar el debate y trabajo sobre nuevos temas y otros colectivos de mujeres, aprovechando lo ya existente. Y Ser centro de referencia de información especializada).
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3. ANÁLISIS DE CAMBIOS Y RESULTADOS PRIORITARIOS POR PAÍS En este capítulo analizaremos, país por país, los principales planteamientos hechos por los diversos actores/as consultados en relación a los cambios y resultados prioritarios que se requieren impulsar en cada caso, para garantizar avances más sustantivos en relación a los derechos y empoderamiento de las mujeres, así como respecto de la igualdad de género. En este análisis abordaremos dos niveles: el primero referido a los cambios y enfoques generales que se deberán considerar al interior de cada país; y, el segundo, centrado en la revisión de los aspectos más prioritarios que requieren ser trabajados dentro de las cinco áreas estratégicas propuestas en el Plan de Acción de los 100 días de ONU Mujeres, documento que constituye referente básico para la elaboración de su Primer Plan Estratégico, y, por consiguiente de los planes nacionales y sub-regional. Utilizando la geografía como único criterio de organización del capítulo, haremos este ejercicio recorriendo los países de norte a sur.
3.1.
VENEZUELA Fechas de Consulta Actores/as Consultados
17 de Febrero 2011 Entrevista con Ministra de la Mujer UNCT Grupo Temático de Género de SNU, (GTG)
Cambios y enfoques generales: Teniendo presente los procesos que vive hoy en día Venezuela, así como el contexto de polarización social y política, los actores consultados plantean como necesidad imperante el desarrollo de nuevas estrategias, acuerdos y métodos de actuación, adaptados a la realidad nacional y que aprovechen las “ventanas de oportunidad” existentes a nivel país en materia de igualdad de género y derecho de las mujeres 5. Ello demanda, en específico: -
Superar las intervenciones aisladas, a la vez que sustentar el accionar en el debate/ reflexión teórica y en la comprensión de la dinámica del país, a fin de responder a la pluralidad nacional. Aquí es clave generar alianzas con la academia y centros de investigación.
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Trabajar desde esa pluralidad y diversidad, involucrando a todos los actores/as sociales, como elemento nodal para construir sinergias desde el respeto a las diferencias, y para desarrollar un modelo de organización plural y de acompañamiento que considere las particularidades. Trabajar a distintos niveles, buscando la articulación entre lo nacional, regional y local, a partir de las necesidades y realidades específicas. Y,
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Desde 1999 se ha avanzado, sobre todo, a nivel normativo y de política pública orientada a la eliminación de las desigualdades sociales, entre ellas las de género, que constituyen medidas favorables contenidas en la Constitución de 1999 y en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de la Nación, 2007 – 2013. Otro aspecto favorable es la existencia de una nueva institucionalidad de género a nivel nacional (el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género) creada en el 2010, pero que requiere ser fortalecida.
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Consolidar las diversas actorías sociales (organizaciones y movimiento de mujeres, otras organizaciones de la sociedad civil, etc.) superando visiones asistencialistas que consideran a los grupos meta como meros beneficiarios, y no como sujetos activos.
Cambios prioritarios por áreas estratégicas Si bien existe un planteamiento común respecto de la importancia y pertinencia de trabajar, de manera articulada, en las cinco áreas estratégicas identificadas por ONU Mujeres, los actores/as consultados hacen énfasis en el área de Eliminación de la violencia contra las mujeres, como uno de los ámbitos que requiere de mayor atención en el país. Empero, los aspectos priorizados al interior de ésta varían entre el UNCT y el GTG, aunque también encuentran ciertas coincidencias, como se resume en el siguiente cuadro (No. 2). Cuadro No.2 Aspectos priorizados al interior del área “Eliminar la violencia…”, según actor consultado UNCT Seguimiento al cumplimiento de los compromisos internacionales ratificados por Venezuela, a fin de evitar el riesgo existente de retroceder en materia de derechos de las mujeres.
Fortalecimiento de la institucionalidad nacional de género, que garantice la implementación de normativa nacional (ámbito en el cual se ha avanzado en el país), priorizando la aplicación del Plan Nacional contra la violencia, definido hace algún tiempo pero que hasta la actualidad no ha sido puesto en marcha. Debate y trabajo en torno a nuevos temas, como el de la violencia transexual.
GTG Abordaje de la violencia desde una perspectiva diferenciada que: (1) considere los distintos tipos de violencia (doméstica, pública, estructural, sexual, simbólica, y otras). Y, (2) desarrolle estrategias de acción acorde a los distintos contextos del país, y a las circunstancias / realidades específicas de las víctimas (etnia, edad, estatus legal…) Generación de cambios y transformación de patrones socio-culturales que reproducen, refuerzan y naturalizan la discriminación y la violencia contra las mujeres, mediante campañas de sensibilización a la opinión pública; trabajo directo con Mas-Media; y, trabajo preventivo con niños y niñas (formación/educación) Implementación de programas sostenidos de educación dirigidos a los hombres jóvenes y adultos. Capacitación especializada en problemática de violencia contra las mujeres, dirigida a autoridades locales de contextos con alta presencia de población en situación de refugio y migrante.
Criterios Compartidos Desarrollo de capacidades institucionales en género, en los distintos sectores (educación, salud) Consolidación de los procesos de empoderamiento de las mujeres en relación al conocimiento y ejercicio de sus derechos y de su ciudadanía, con énfasis en el derecho a una vida libre de violencia.
Del mismo modo, ambos actores resaltan la importancia de trabajar también en el área de Empoderamiento económico, aunque los énfasis que hace uno y otro varían entre sí. Desde el GTG se prioriza el apoyo al microcrédito dirigido a mujeres; el desarrollo de sus destrezas productivas, 12
con énfasis en las jefas de hogar y aprovechado las potencialidades/oportunidades regionales; y, el impulso a la participación de las mujeres en espacios nacionales, regionales y locales de planificación de los recursos económicos. Por su parte el UNCT considera central el trabajo en dos frentes: Apoyo/fortalecimiento de las iniciativas nacionales y locales existentes, como el bono económico dirigido a las mujeres de escasos recursos; y, debate/acción sobre mujeres y cambio climático, como tema emergente. Ahora bien, las áreas uno (Liderazgo y Participación), tres (Agenda de Paz y Seguridad) y cinco (Planificación y Presupuestación) han sido referidas solamente por el UNCT; actor que destaca algunos elementos prioritarios para cada una de ellas, a saber: -
En Liderazgo y Participación la atención debería centrarse en la generación de conocimiento detallado sobre procesos y dinámicas de la participación diferenciada de las mujeres en las bases y en los espacios más altos de toma de decisión, como insumo para su empoderamiento.
-
En cuanto a la Implementación de la Agenda de Paz y Seguridad, el énfasis se hace en el fomento de un trabajo preventivo ante el potencial problema de violencia contra las mujeres, que podría surgir en el contexto de hacinamiento de las familias en situación de refugio. Y,
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En área de Género como prioridad en la planificación y presupuestación… se resaltan dos aspectos: El desarrollo de capacidades institucionales, a nivel local y nacional, para implementar los presupuestos sensibles al género (PSG). Y, el fortalecimiento de la inclusión de género en los sistemas nacionales de estadísticas, en especial en relación a temas aún no considerados (ej. aporte de las mujeres rurales; género en estadísticas agropecuarias), aprovechando los avances realizados por algunos socios.
A más de estas priorizaciones, desde el UNCT se manifiesta la necesidad de: (1) Incluir un área centrada en el análisis de la situación y realidad de la igualdad de género dentro del Sistema de Naciones Unidas (“vernos casa adentro”), a fin de garantizar el salto de lo normativo (ámbito en el que se ha avanzado) hacia la acción y práctica institucional (tema aún pendiente). Y, (2) Trabajar en torno a otros temas, de manera específica en VIH-Sida y género. Finalmente, ambos actores llaman la atención sobre la necesidad de diversificar las alianzas estratégicas de ONU Mujeres a nivel nacional. Desde la perspectiva del GTG es prioritario iniciar un trabajo más sostenido con el Ministerio de Educación, el Instituto Nacional de Estadística y la Policía Nacional. Mientras que para el UNCT es importante que se incluya a los colectivos de mujeres tradicionalmente no incorporadas en sus programas, como es el caso de las mujeres lesbianas y de aquellas viviendo con VIH-Sida. Como se aprecia, los desafíos para el avance hacia la igualdad de género y los derechos de las mujeres en Venezuela aún son muy amplios. Para atenderlos se requiere desencadenar procesos sostenidos a nivel local y nacional, que respondan a la pluralidad y diversidad venezolana y que faciliten la articulación de iniciativas, así como el establecimiento de acuerdos nacionales entre los diversos actores.
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3.2.
COLOMBIA
Actores/as Consultados
Fechas Consulta
02 – 04 de Marzo 2011 UNCT – Colombia (UNCT) Grupo Temático de Género de SNU, (GTG) Entrevista con Embajadora de Suecia Mesa de Género de Cooperación Internacional (Mesagen) Organizaciones/Redes de Mujeres (OM) Programa de Derechos Humanos de la Presidencia (PDH) Defensoría del Pueblo (DP) Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) Programa PNUD-REDES
Cambios y enfoques generales: La situación de violencia interna que vive Colombia, generada por el conflicto con los grupos armados ilegales; y, los impactos que ello tiene sobre la población civil, en especial sobre las mujeres, marca el punto de referencia obligado en las reflexiones hechas por los diversos actores/as consultados en relación a los enfoques y cambios prioritarios que se requieren impulsar en Colombia para avanzar en los derechos de las mujeres y la igualdad de género. En tal sentido, todos ellos/ellas plantean la urgencia de trabajar desde el contexto actual que vive Colombia -signado básicamente por la convivencia del conflicto armado de larga data y aún vigente, con el reciente proceso de transición hacia acuerdos de paz-; lo que demanda acercamientos y apuestas más integrales para avanzar en los derechos de las mujeres. Así, entre los cambios y enfoques generales que se han priorizado están: -
Desencadenar procesos que compatibilicen el sistema garantista de derechos (respaldado por el marco constitucional e institucional del país) con la agenda humanitaria, aprovechando las ventanas de oportunidad que existen en el país, como: La apertura de ciertos actores políticos para impulsar agendas hacia la igualdad de género (ej. la Fiscalía); los procesos de construcción de nuevas leyes y políticas de género que están en marcha (Ley estatutaria de mujeres, impulsada desde el Ministerio del Interior. Ley de víctimas de violencia sexual, próxima a ser debatida en el Congreso. La construcción de una política pública de las mujeres impulsada desde la Vicepresidencia); y el marco normativo más amplio (Resolución 1325. Constitución y Plan Nacional de Desarrollo, en particular su objetivo 6, entre otros). Coinciden en este planteamiento todos los actores/as consultados.
-
Definir estrategias a nivel político, programático, y de alianzas, orientadas a articular la Agenda de Paz, la política nacional integral de derechos humanos y la promoción de los derechos de las mujeres, en el contexto del conflicto armado; articulación que permita el desarrollo de soluciones duraderas y de largo alcance para las diversas mujeres. Se trata de una propuesta surgida principalmente desde representantes de las diferentes instancias del Estado que fueran consultadas (CNRR, DP y PDH).
-
Fortalecer la institucionalidad de género a nivel nacional, local y sectorial; así como a las organizaciones y movimientos de mujeres, es una necesidad expuesta por todos los socios/as de ONU Mujeres, y, calificada por ellos/ellas como urgente. Se requiere, por un lado, de una institucionalidad con fuerte presencia a nivel país, encargada de controlar, regular y liderar los procesos de política pública de género y claramente alineada con la defensa de los derechos de 14
las mujeres. Y, por el otro, una actoría social fortalecida y con capacidad de proposición, de control social y de vigilancia. -
Fomentar la articulación e interlocución política con distintos sectores y entre los diversos actores, aprovechando las experiencias y fortalezas particulares para desencadenar procesos más coordinados. Se trata de un planteamiento compartido por Naciones Unidas y la Cooperación internacional (UNCT y Mesagen), por representantes del Estado (DP y CNRR) y por las Organizaciones/Redes de Mujeres. Estas últimas, añaden además, la necesidad de fortalecer el diálogo político y la interlocución entre las organizaciones de mujeres y el movimiento feminista con miras hacia una incidencia política más articulada, lo que no significa perder de vista la autonomía y agendas particulares de cada quién. De su lado, la Defensoría del Pueblo llama la atención sobre la necesidad de reforzar la cooperación y la interlocución de ONU Mujeres (y del Sistema en su conjunto) con el Estado y no solo con las instancias de Gobierno.
En cuanto a los enfoques en los que se debería enmarcar el accionar en Colombia, la mayoría de socios/as consultados coinciden en la necesidad de: -
Trabajar, de manera interrelacionada, desde las perspectivas: intercultural, generacional, de la diversidad, de los derechos humanos y de la seguridad humana, como aspecto básico para avanzar en pro de la igualdad de género y los derechos de las diversas mujeres, y que permita visibilizar y entender las realidades particulares de las mujeres indígenas, afrocolombianas y desplazadas (OM, DP, PDH, Mesagen y GTG). Y,
-
Trabajar desde lo local para incidir a nivel nacional, acompañando y fortaleciendo la actoría social y la capacidad de presión de los gobiernos locales y otras instancias territoriales; apoyando la creación y/o consolidación de mesas de género a nivel local6, a fin de mejorar el impacto de las agencias del SNU en relación a los derechos de las mujeres a ese nivel; priorizando procesos en los territorios más marginados, para lo cual se podría/debería apalancar recursos entre los diversos actores; y, fortaleciendo las iniciativas existentes así como política pública local y regional, para garantizar cambios cualitativos en materia de igualdad de género. Para lograr lo expuesto, dicen, es necesario encontrar un equilibrio entre el trabajo con los gobiernos y el realizado con la comunidad (UNCT, Mesagen, GTG, DP, CNRR, PNUDREDES y Organizaciones/Movimiento de mujeres)
Finalmente, solo dos de los ocho socios/as consultados, plantean como un enfoque prioritario el trabajar desde una visión más política, que rescate los planteamientos/luchas feministas para definir procesos estratégicos a más largo plazo y un proyecto político emancipador. Esto implica preguntarse desde dónde se posicionan los diferentes actores –incluida ONU Mujeres- con respecto al modelo de desarrollo. (OM y Mesagen)
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La única mesa de género existente a nivel local es la de Nariño que, aunque es aún muy débil, bien puede servir de punto de referencia para las otras localidades.
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Cambios prioritarios por áreas estratégicas Existe una opinión compartida, entre los actores/as consultados, de que las cinco áreas estratégicas deben ser impulsadas en el país, aunque considerando el contexto y realidad que vive Colombia, señalan también que la prioridad actual está en trabajar en torno al área tres. Área 3: Fortalecer la implementación de la Agenda de Paz y Seguridad de las Mujeres Es de anotar que, en términos generales, todos los socios/as coinciden también en los aspectos más específicos en los cuales habría que centrar la atención dentro de esta área. Estos aspectos son: -Garantizar la implementación de las resoluciones 1820 (eliminación de toda forma de violencia sexual en contexto de conflicto armado); 1612 (Monitoreo de la situación de niñas/os víctimas de conflicto armado y su incidencia en la garantía de sus derechos); y, 1325, referida esta última a la protección de las mujeres en el contexto de conflicto, así como a reconocer y potenciar el rol de las mujeres en tanto mediadoras en los procesos de construcción de paz. Aquí es importante aprovechar los nuevos escenarios de posibles negociaciones y mediaciones que se abren con el proceso/voluntad de transición. -Garantizar el acceso a la justicia a las mujeres, niñas y niños víctimas de violencia en el contexto del conflicto armado, y luchar contra la impunidad; con énfasis en violencia sexual. Ello exige: Cambios en el sistema judicial y penal del país. Trabajar en torno a la justicia transicional (verdad, justicia y reparación). Fortalecer los procesos de atención integral y de calidad, utilizando los protocolos adecuados. Velar por la restitución de derechos y de bienes. Hacer seguimiento a las iniciativas legislativas relacionadas (ej. Ley de Víctimas. Ley de tierras). Fortalecer la institucionalidad mediante la articulación de las distintas instancias relacionadas con la problemática, para lo cual se debería realizar un mapeo de la oferta institucional a nivel nacional y local. “Acercar” la institucionalidad a las mujeres indígenas, afrocolombianas y rurales. Fortalecer los servicios especializados para la denuncia y atención. Y, desarrollar y/o consolidar las capacidades técnicas, procedimentales y conceptuales de las operadoras/es de justicia y funcionarias/os públicos. -Ahondar el trabajo en la zona de frontera y en los escenarios binacionales, con mujeres refugiadas y desplazadas en particular, potenciando y articulando los programas existentes en Colombia, Ecuador y Venezuela; así como coordinando con los diversos actores presentes en el lugar (se podría por ejemplo aprovechar el grupo informal de trabajo en frontera, que está conformado por varios países europeos). -Fortalecer los procesos y acciones de protección diferencial a lideresas/activistas de derechos humanos, con estrategias construidas desde lo local y que respondan a las particularidades del contexto. En este sentido se podría vincular esfuerzos con la Mesa de Garantías impulsada desde el Programa de Derechos Humanos de la Presidencia de la República, y se podría aprovechar el Plan Nacional de Desarrollo, en su planteamiento respecto del desarrollo desde lo local. -Acompañar los procesos de mujeres víctimas de desplazamiento; ámbito en el cual es prioritario: Presionar al Gobierno para que impulse la definición e implementación de política pública integral que garantice su protección; e incidir en la normativa para garantizar sus derechos (por ejemplo, se puede incidir en la Ley de Tierras, donde existe un gran vacío de género. Potenciar la Ley de víctimas, o potenciar la “casa de la mujer indígena” viviendo en la ciudad, como experiencia a replicar). En esta línea, trabajar el tema de tierras y territorio es nodal para las mujeres indígenas y afrodescencientes desplazadas.
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- Apuntalar iniciativas y mecanismos existentes 7 para la construcción de procesos de información y de series estadísticas desde el enfoque de género, que alimenten y orienten el proceso de definición de la política. Paralelamente habría que apoyar la construcción de sistemas de registro de víctimas de violencia sexual en contexto de conflicto; de sistemas de información, articulados al marco de los instrumentos nacionales e internacionales; definir estándares para la construcción de los Sistemas de Alerta Temprana (SAT) y fortalecer su puesta en marcha. -Impulsar la gestión integral del riesgo y apoyar la definición de reparaciones colectivas con enfoque de género. -Sensibilizar sobre la situación de las mujeres en el contexto de conflicto armado, para promover cambios de patrones culturales. Y, -Hacer un acercamiento más político a la problemática en general y a los distintos temas, en particular. A la vez que complejizar el debate y la reflexión en esta área, posicionando temas como: El rol de mujeres combatientes. Trata de personas. Matrimonio servil. Niños y niñas indígenas desplazadas. Ciudades Seguras.
Área 1: Expandir la voz, el liderazgo y la participación de las mujeres Respecto de la prioridad de esta área hay divergencias los actores/as consultados. Si bien la mayoría hace referencia a ellas, son el UNCT, Mesagen, OM y CNRR, quienes consideran que ésta es la siguiente más importante. Los énfasis están dados en cuatro aspectos principalmente: -Fortalecer la participación de las diversas mujeres en los diferentes espacios y niveles de representación política (Congreso, Alcaldías, Magistraturas, etc.), desde un enfoque de empoderamiento político orientado a la emancipación de los derechos de las mujeres. Una estrategia para tal fortalecimiento podría ser el establecimiento de coaliciones entre estas mujeres. -Expandir la participación de las diversas organizaciones de mujeres y feministas en todos los ámbitos, potenciando sus experiencias, elevando sus voces y respetando sus autonomías. -Fortalecer la capacidad de incidencia y abogacía de las mujeres en general, de las indígenas y afrodescendientes, y, de las mujeres víctimas de conflicto armado y lideresas locales/nacionales, en especial, para la reclamación de sus derechos y control social, visibilizando su situación y apoyando sus procesos y agendas. E -Impulsar la ley de paridad en las elecciones públicas y no solo en los cargos de designación. Y; trabajar con/incidir en los partidos políticos para garantizar y cualificar la participación de las mujeres. Para esto se podría aunar esfuerzos con la Mesa de Género de la Cooperación Internacional (Mesagen), la misma que tiene establecidas ciertas comisiones de trabajo, una de ellas orientada en esta dirección.
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Como el Observatorio de derechos humanos y conflicto armado que impulsa el Programa de Derechos Humanos de la Presidencia, y dentro del cual es prioritario incorporar la perspectiva de género.
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Área 5: Planificación, elaboración de presupuestos y estadísticas Se trata de un área resaltada por la Embajadora de Suecia y el GTG, fundamentalmente, quienes identifican como central: -Apoyar la definición de sistemas de monitoreo de la planificación y el trabajo en PSG a nivel nacional y local. -Acompañar la elaboración de indicadores de igualdad de género tanto en el ámbito nacional, como local y sectorial; priorizando en ciertos temas clave. -Revisar las estadísticas nacionales y sectoriales, para incluir en ellas temas sensibles considerando el contexto país. Entre los temas que resaltan están: Trata de personas, violencia sexual, mujeres refugiadas y desplazadas. -Impulsar procesos de planificación de ciudades seguras, consolidando los programas que ya han sido puestos en marcha. Área 4: Aumentar la autonomía económica de las mujeres Se trata de un área que ha sido referida, principalmente, por las organizaciones de mujeres (OM), la Defensoría del Pueblo (DP), el GTG de Naciones Unidas, la Mesa de Género de la Cooperación internacional (Mesagen) y el Programa PNUD-REDES; quienes además coinciden en los aspectos que demandan mayor atención. Estos son: -Trabajar desde análisis más políticos y críticos del modelo de desarrollo economicista, altamente excluyente, con el fin de definir un accionar desde posiciones transgresoras y visiones más integrales del desarrollo, en donde la persona sea el centro de cualquier proceso. Este planteamiento es defendido por las Organizaciones/Redes de Mujeres, la Mesagen y el Programa PNUD-Redes, quienes anotan que la autonomía económica de las mujeres pasa por cambios profundos y soluciones duraderas, y no por acciones paliativas. En este, se requieren iniciativas integrales para superar la pobreza de las mujeres, atacando la precarización del trabajo femenino, garantizando su derecho a un empleo digno y formal, así como a un salario equitativo; a la vez que promoviendo legislación y política pública que asegure la igualdad de oportunidades laborales para mujeres y hombres. -Incidir para cualificar los procesos y acciones de reparación administrativa/económica, desarrollando capacidades productivas y de inversión de las mujeres. -Trabajar en torno a problemática de mujeres, tierras y territorios, garantizando al menos la doble titulación de tierras; y, el acceso a y control de este recurso por parte de las mujeres, así como el impulso de leyes y políticas públicas específicas en esta dirección, y con énfasis en las mujeres indígenas, afrocolombianas, mujeres rurales y desplazadas -Consolidar los esfuerzos iniciales para trabajar los Presupuestos Sensibles al Género (PSG), sobre todo a nivel local. A la vez que hacer exigibilidad de la aplicación de la Ley del Cuidado, aprobada en Colombia.
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Área 2: Eliminar la violencia contra las mujeres Priorizada por las Organizaciones/Redes de Mujeres, la Cooperación Internacional (Mesagen), y por Representantes de instancias del Estado (DF y CNRR), los énfasis dicen relación a: - Garantizar la implementación de la normativa especializada ya existente (Ej. la Ley 1257, lo que demanda un trabajo sostenido de asesoría a las instituciones del Estado y Gobierno a fin de que las conozcan y las apliquen. -Abordar la problemática de la violencia contra las mujeres en comunidades indígenas y afrocolombianas, fortaleciendo el diálogo intercultural (derechos individuales y colectivos) y revisando los sistemas consuetudinarios de justicia. -Trabajar en torno a la discriminación étnica y racial que sufren las mujeres indígenas y afrodescendientes, como otra forma de violencia, impulsando estudios especializados, así como acciones específicas orientadas a defender y garantizar sus derechos. -Trabajar en torno a temas específicos como: Trata y tráfico de mujeres, niñas y niños. Prostitución y esclavitud, como formas de violencia. Niñas indígenas desplazadas y matrimonio servil. Finalmente, la mayoría de actores/as consultados concuerdan en que otros temas centrales que requieren ser trabajados en Colombia son: (1) Derechos sexuales y reproductivos, haciendo promoción desde el enfoque de derechos y abordándole como un área estratégica específica. Y (2) Educación y Cultura, como eje transversal; clave en la construcción de nuevos patrones socioculturales. Todos estos procesos demandan ampliar las alianzas y diversificar los socios/as. Para el caso de Colombia se puntualiza la necesidad y actual oportunidad de hacer acercamientos con la Corte Constitucional; la Fiscalía; diversas instancias sectoriales (salud, educación); autoridades/gobiernos locales; empresa privada (desde perspectiva de responsabilidad social empresarial); medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos. En adición se plantea ampliar el abanico para el trabajo más directo, hacia ciertos grupos, tales como: Mujeres indígenas, afrocolombianas; rurales; mujeres transgénero; hombres y niños/niñas.
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3.3.
ECUADOR
Actores/as Consultados
Fechas Consulta
09, 10, 11 y 14 de Marzo 2011 Ministras/os y Subsecretarios/as (MSb) Asambleístas (A) Autoridades y Técnicos de Gobiernos Locales (GL) Equipos técnicos del Estado - Quito y Cuenca (ETE) UNCT – Ecuador (UNCT) Grupo Temático Interagencial y Cooperación Internacional (GTI – CI) Organizaciones y Redes de Mujeres – Quito, Guayaquil y Austro del país (OM)
Cambios y enfoques generales: El Ecuador, al igual que varios países de la sub-región, está viviendo procesos de cambio político que, a la vez que abre importantes oportunidades para el adelanto de los derechos de las mujeres (Constitución garantista de derechos y con avances importantes en materia de igualdad de género; objetivos específicos en el Plan Nacional de Desarrollo), representa también un contexto que es visto como incierto por diversos actores/as y que podría poner en riesgo ciertas conquistas pasadas. Desde estas consideraciones, los distintos socios/as consultados coinciden, en términos generales, en priorizar los siguientes cambios y enfoques: -
Enfatizar en una agenda feminista, que no se limite a “mujeres” ni a “hombres y mujeres”, sino que contemple los géneros (en una concepción más amplia), incluyendo a diferentes colectivos sociales: diversidades sexuales, raciales, étnicas. Ello implica trabajar e impulsar los cambios a nivel país desde una visión más política, entendiendo el enfoque de la igualdad de género desde su dimensión transgresora y cuestionadora del modelo hegemónico. (OM Quito y Cuenca)
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Trabajar desde visiones más integrales articulando los enfoques: intercultural, generacional y de la diversidad, orientados hacia acciones/procesos que garanticen el cierre de brechas sociales e incidan en el cambio de patrones culturales discriminatorios y excluyentes, clave para la construcción de ciudadanía y de una nueva sociedad. En este sentido, plantean como estrategias: la sensibilización a la sociedad en general, mediante campañas masivas sobre derechos de las mujeres, más allá de la problemática de la violencia. (MSb; A; ETE; GTI-CI, OM)
-
Apuntalar el trabajo a nivel local y rural para fortalecer/desarrollar las capacidades técnicas, políticas y teóricas de los gobiernos seccionales/locales, en materia de igualdad de género; a la vez que fortalecer a los grupos de mujeres de base en la defensa y ejercicio de sus derechos. (Todos)
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Construir nueva institucionalidad de género altamente posicionada a nivel nacional es prioritario para el país, según criterio unánime de todos los socios/as consultados, y que está en sintonía, además con una de las recomendaciones hechas por la CEDAW para el caso del Ecuador. Esta institucionalidad debe: (1) Ser la responsable y rectora de la política pública de género; (2) actuar desde un claro enfoque de género y de defensa de los derechos de las mujeres; (3) trabajar conjuntamente con las organizaciones y movimiento de mujeres; y, (4) responder a las demandas e intereses de las mujeres. 20
En esta misma línea es central fortalecer la institucionalidad existente en otros niveles (unidades de género, Ministerios Coordinadores, Grupo Parlamentario por los derechos de las mujeres) para impulsar acciones más articuladas e integrales así como impulsar conjuntamente la implementación de la norma. Ello exige ampliar el accionar hacia los ámbitos legislativo/ejecutivo/judicial, sin olvidar el trabajo con sociedad civil. -
Apoyar la formación de servidores/as públicos de los distintos sectores, para cualificar su actuación/desempeño en la definición de política pública de género, la planificación y presupuestación, y, la atención especializada acorde a la norma nacional e internacional; aprovechando los espacios/escuelas de formación del Estado ya existentes, así como las diversas iniciativas puestas en marcha desde diversos sectores 8. (MSb, A, GL, ETE)
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Fortalecer y potenciar al movimiento y organizaciones locales y nacionales de mujeres, desde su diversidad, como sujetos de cambio, lo que implica: (1) Recuperar y afianzar su conciencia política y crítica de las mujeres, como individua y como colectivo. (2) Potenciar la capacidad de estas organizaciones/movimiento para levantar su voz e impulsar procesos de manera articulada y basada en las fortalezas y experticias de cada una, es decir, fortalecer su capacidad propositiva y no solo reactiva. (3) Consolidar su capacidad de exigibilidad, de control social y de incidencia política a nivel nacional y local, clave en los procesos de cambio/reforma institucional y legal que está viviendo el país. Y (4) Apoyar sus agendas particulares a la vez que la construcción de una agenda más colectiva. (OM; GTI-CI, A, MSb)
Cambios prioritarios por áreas estratégicas En el Ecuador se reconoce, al igual que en los otros países, que las cinco áreas estratégicas identificadas por ONU Mujeres responden a la realidad nacional, por tanto deben ser entendidas y abordadas de manera articulada. Ahora bien, todos los socios y socias consultadas resaltan la necesidad de seguir trabajando en torno al área dos Eliminar la violencia contra las mujeres, ámbito en el que aún existen varios pendientes, como se detallan a continuación: - Institucionalizar el plan nacional de erradicación de la violencia en todas las funciones e instancias del Estado, articulando un mecanismo que garantice el desembolso de recursos suficientes para una gestión e implementación descentralizada de esta política, tanto a nivel nacional como local. Esto es crucial, señalan, pues la eliminación de la violencia es una responsabilidad del Estado y un problema que afecta directamente al desarrollo del país, a la construcción de ciudadanía inclusiva y a los derechos humanos. (ETE, MSb) - Visibilizar la existencia/prevalencia de los diversos tipos de violencia, más allá de la violencia doméstica o de pareja; así como los diferentes ámbitos públicos/privados en donde se las ejerce cotidianamente. En este sentido, seguir trabajando a nivel de la opinión pública es fundamental. (OM) - Priorizar acciones en relación a ciertos temas que demandan mayor atención; a saber: (1) Trata y 8
Se hace referencia, por ejemplo, al proceso impulsado desde el Grupo Parlamentario por los Derechos de las Mujeres que está impulsando el fortalecimiento de la capacidad institucional de la Asamblea en relación a género. En esta dirección, des la unidad técnica legislativa, por ejemplo, están creando una serie de herramientas metodológicas para analizar el de género de las leyes y los proyectos de ley; están formando a funcionarios/as permanentes de la Asamblea para garantizar la inclusión de género en los procesos de planificación presupuestaria. Adicionalmente se ha definido ya la realización de un informe obligatorio –aunque no vinculante- de impacto de género. presupuesto y de la ejecución presupuestaria semestral, también estamos incorporando género
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tráfico de mujeres y niñas/os, apoyando la implementación del Plan Antitrata, avanzando en políticas y acciones de protección/reparación de víctimas, y tomando medidas contra la impunidad imperante particularmente en la zona de frontera norte y sur. (2) Feminicidio, así como violencia sexual e incesto respecto de los cuales se requiere abrir el debate, ampliar la investigación e incidir para que se los tipifique dentro del código penal. (3) Discriminación racial y étnica como forma de violencia que enfrentan cotidianamente las mujeres afroecuatorianas e indígenas, lo cual demanda trabajar también en el desmontaje de estereotipos e imaginarios sociales que circulan respecto de estos grupos socioculturales. (4) Derecho a una vida segura, lo que implica abordar la problemática de violencia de género como un asunto de seguridad ciudadana. Y (5) Violencia económica. - Emprender acciones integrales y sostenidas en contra la impunidad y para garantizar el acceso a la justicia a todas las mujeres víctimas de violencia (con énfasis en las más excluidas), bajo los principios de calidad, gratuidad, calidez y diversidad. Ello exige: (1) Mayor inversión del Estado en la agenda sectorial de justicia, así como un trabajo más directo de incidencia por parte de ONU Mujeres y de las organizaciones de la sociedad civil en la Función Judicial, aprovechando los procesos de reforma que están en marcha y velando porque se creen y pongan en marcha los Juzgados especializados en violencia contra la mujer. (2) Desarrollar estrategias y mecanismos integrales de atención, que “acerque” la justicia a las diversas mujeres, en particular a las indígenas, afroecuatorianas y a las que viven en el área rural. En este sentido se sugiere, por ejemplo, incluir entre el personal de los servicios especializados traductoras que acompañen a las mujeres que no hablan o tienen dificultades de entender el castellano. (3) Ampliar y cualificar los servicios en lo civil y penal con la instauración, por ejemplo, de fiscalías y unidades especializadas, y con la profesionalización y/o capacitación de los operadores/as de justicia, incidiendo para que se ponga en marcha la Escuela de Formación Judicial9. (5) Crear la defensoría pública para víctimas de violencia sexual y otras. (6) Fortalecer y mejorar la calidad del sistema nacional de medicina legal, lo que implica vincular acciones con el Ministerio de Salud para la certificación de médicos/as legistas, así como emprender en procesos sostenidos de formación en género y derechos de las mujeres, dirigidos a este sector. (7) Construir sistemas integrales de registro, referencia y contrareferencia que articule a diversos sectores, tales como salud, educación, justicia, policía, etc. Y, (8) Fortalecer técnica y financieramente a las instancias comunitarias de administración de justicia desde perspectiva de los derechos de las mujeres. - Ampliar la cobertura y mejorar el servicio de las casas de refugio y protección a nivel nacional, con especial atención en las zonas de frontera norte y sur; y apuntalar otras iniciativas comunitarias de protección de las mujeres víctimas de violencia, como espacios primarios de atención. - Sensibilizar a la opinión pública, y, trabajar directamente con los hombres de todas las edades. Y - Analizar los avances y retrocesos experimentados en el país, en relación a los derechos de las mujeres, políticas de género, institucionalidad y servicios especializados, que permita definir cuánto se ha caminado en la lucha contra la violencia, así como identificar con mayor claridad dónde están los mayores retos y desafíos. Todos estos cambios deben basarse y recuperar todo el conocimiento acumulado, así como los avances existentes en relación a esta problemática fruto de más de veinte años de lucha de las organizaciones y movimiento de mujeres.
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En el Código Orgánico de la Función Judicial, que orienta el proceso de reforma del sector, define la creación de la Escuela de Formación Judicial, dentro de cuyo currículo se ha incorporado la diversidad cultural y el género como dos temáticas obligatorias –fuera de las de especialización- para calificarse como Juez o Jueza.
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Área 1: Participación y liderazgo de las mujeres, Esta es la segunda áreas vista como prioritaria por una la mayoría de actores/as consultados, en especial por las organizaciones de mujeres, las Ministras/os, los equipos técnicos del Estado, representantes de la Asamblea y de los gobiernos locales. Los énfasis que hacen en relación a ésta son: -Desarrollar y apuntalar escuelas de formación permanente para mujeres indígenas y afroecuatorianas, que garanticen a corto y mediano plazo nuevos cuadros y liderazgos a nivel de las bases y de las dirigencias, para fortalecer y consolidar los procesos organizativos de ambos colectivos. Aquí es importante potenciar las experiencias de las mujeres políticas y lideresas, como tutoras y acompañantes de los nuevos cuadros y de quienes están incursionando en la esfera pública. -Fortalecer la participación y el liderazgo político de las mujeres de la sociedad civil (con especial atención en mujeres afrodescendientes) y de quienes están en espacios públicos y de decisión, cualificándolas técnica y políticamente para mejorar su desempeño y su capacidad de incidencia; así como para afianzar sus derechos y su liderazgo, a la vez que garantizar su permanencia y proyección política. En estos procesos es clave fomentar la articulación entre las mujeres que están ocupando estos cargos, así como estrechar vínculos con las Organizaciones de Parlamentarias más allá de las fronteras nacionales. - Incidir en la aplicación e implementación de normativa existente, como la ley de cuotas, la paridad y alternancia en las listas para elecciones populares, a la vez que fortalecer la capacidad de control social, exigibilidad y veeduría ciudadana para vigilar el cumplimiento de la norma desde los diversos actores políticos, en el espacio nacional y local. - Apoyar y fortalecer los procesos organizativos y el liderazgo de las mujeres montubias, de las trabajadoras domésticas y de otras a nivel de las bases; lo que supone acompañar sus agendas particulares, apoyar el desarrollo de sus capacidades, pero también incidir a nivel de la normativa de legalización de organizaciones, facilitando el reconocimiento jurídico de las agrupaciones de mujeres constituidas de hecho. - Fomentar la participación de las mujeres en el ámbito de la justicia -ordinaria y consuetudinariaes un tema pendiente, sobre todo en los altos niveles de toma de decisión (ejemplo: Consejo Nacional de Judicatura) como lo es también el fortalecer la participación política de las mujeres en los gobiernos seccionales y locales (Prefecturas, Alcaldías, Juntas Parroquiales), en donde persisten profundas inequidades. -Recuperar la memoria histórica de las mujeres (en su diversidad) y desde allí fortalecer la conciencia crítico-política de sus organizaciones y movimiento(s). Área 4: Autonomía económica Los/las representantes de los Gobiernos Locales, el GTI-CI y el UNCT, los equipos técnicos del Estado y las organizaciones/redes de mujeres son quienes posicionan esta área –junto con la anterior- como una de las más importantes para el caso del Ecuador, e identifican seis aspectos centrales que requieren especial atención: - Trabajar la autonomía económica de las mujeres como parte de su consolidación como sujeta social; ello exige el acercamiento a esta área desde un enfoque político, que cuestione el modelo de 23
desarrollo economicista y que articule a las mujeres con otros movimientos, como con el ambientalista, con el agroecológico, o con el de las personas “sin tierra”, a fin de fortalecer un movimiento social más amplio. A la vez que exige capacitar a las diversas mujeres en sus derechos económicos, sociales, políticos y culturales. (OM) - Generar e implementar políticas integrales de lucha contra la pobreza femenina, orientadas a garantizar empleo formal, salario digno, igualdad de oportunidades laborales; seguridad social; educación, salud para mujeres del campo y de la ciudad, y con atención especial en mujeres más excluidas, como por ejemplo las refugiadas, las migrantes internas del campo a la ciudad y las trabajadoras domésticas. - Incidir en la nueva entidad bancaria regional (Banco del Sur) para impulsar proyectos económicos específicos para las mujeres y consolidarlas como sujetas de crédito. - Impulsar y fortalecer la participación de las mujeres en procesos de economía solidaria (comercio justo) tanto en ámbito rural como urbano, desarrollando nuevas capacidades productivas, administrativas, financieras. - Promover cambios de patrones culturales orientados a: (1) la revalorización social, legal y económica del trabajo que realizan las mujeres dentro y fuera del hogar; así como a (2) garantizar el acceso y control de bienes y recursos financieros, naturales y productivos (ej. la tierra). - Ampliar el debate y los estudios especializados en torno a brechas económicas en diferentes temas y niveles; desarrollo, así como sobre migración de mujeres indígenas y afrodescendientes, desarrollo y condiciones de vida. Área 3: Paz y Seguridad Si bien se considera que esta área requiere ser trabajada en el país, no fue expuesta por las y los socios entre las de mayor prioridad. A ella se refirieron fundamentalmente las y los representantes de Naciones Unidas y Cooperación internacional (GTI-CI), las Ministras/os y Subsecretarios/as; representantes de los equipos técnicos del Estado y las Organizaciones de mujeres, quienes plantean la necesidad de trabajar -conjuntamente Estado, Sociedad Civil y Cooperación Internacional- el tema de frontera, orientando las acciones principalmente a: - Crear y/o fortalecer centros estatales de atención para mujeres necesitadas de protección internacional, a la vez que capacitar en derechos humanos y género a autoridades locales, militares, policía nacional y migratoria de las zonas de frontera. - Abrir y ampliar el debate, la acción y la información sobre reclutamiento de niños, niñas y adolescentes; y sobre la situación de las mujeres desplazadas y refugiadas, más allá del tema de violencia, abordando temáticas como recuperación temprana frente a riesgos/conflictos ambientales y sus impactos en esta población. - Construir una agenda de paz y seguridad con las mujeres refugiadas y ecuatorianas, lo que implica difundir y capacitarlas sobre sus derechos humanos en general, y sus derechos como población con necesidad de protección internacional, en particular, los mismos que están consagrados en la Constitución Ecuatoriana.
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- Definir y construir sistemas integrales de información para poner en marcha mecanismos de alerta temprana de violencia sexual y trata/tráfico, en diversos sectores, en especial a nivel de salud, educación, comisarías, policía migratoria. Y - Brindar acompañamiento técnico en género al Ministerio Coordinador de Seguridad para la inclusión de este enfoque –y el de interculturalidad- en las políticas de defensa. Área 5: Planificación, presupuesto y estadísticas Se trata de un área referida principalmente por las Ministras/os y Subsecretarios/as, por representantes de Gobiernos Locales y GTI-CI. Los énfasis identificados aquí son: - Generar trabajo mancomunado de planificación nacional/sectorial/local, aprovechando los ministerios coordinadores y el trabajo adelantado en ciertos sectores; y, fortaleciendo los procesos de planificación impulsados desde Senplades. - Apoyar la revisión de agendas y políticas sectoriales específicas para incorporar en ellas el enfoque de género, en coordinación con las unidades de género existentes en ciertos Ministerios. - Fortalecer la planificación y definición de presupuestos sensibles al género (PSG) a nivel territorial, cualificando a su personal técnico y político. - Generar y apuntalar el levantamiento de información estadística desde el enfoque de igualdad de género, la misma que alimente y oriente a las autoridades nacionales y locales en la toma de decisiones y en la planificación del presupuesto e inversión. - Apoyar la aplicación (y seguimiento), dentro de cada ministerio, del “clasificador K” para registrar los recursos destinados por el Estado para la igualdad de género. - Incidir en la inclusión del enfoque de género en los procesos de construcción de indicadores impulsados desde el Estado y otras contrapartes 10, a la vez que incidir en la definición de indicadores de gestión de resultados para dar cuenta de las acciones y avances en materia de derechos de las mujeres e igualdad de género hechos desde las distintas instancias del Estado. Cabe señalar que desde las organizaciones de mujeres del Austro y Guayaquil se observó que esta área debería ser considerada más bien como una estrategia transversal a las otras áreas, pues en todas ellas es central la planificación, el levantamiento de estadística y la definición de presupuestos desde el enfoque de igualdad de género. Por último, en el Ecuador, al igual que en los otros países, las y los socios/as consultados resaltan otros temas clave a trabajar, a saber: (1) Derechos sexuales y reproductivos y salud desde el enfoque de derechos, abriendo el debate, generando información, posicionando temas sensibles como el del derecho al placer o el derecho a decidir sobre el propio cuerpo; y, velando porque no se hagan retrocesos en el país, lo que supone, por ejemplo, vigilar las reformas de Ley y estrategias que están en marcha en este ámbito, como la estrategia de Planificación Familiar impulsada desde la Presidencia. (2) Educación como herramienta clave para poner las bases hacia la prevención y el cambio de patrones culturales; se sugiere, por tanto, aprovechar la reforma prevista para el 2012 de 10
Se hace referencia, por ejemplo, al proceso impulsado por la Senplades para la construcción de indicadores de derechos humanos.
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la ley de educación básica y media como un espacio importante para hacer incidencia desde las organizaciones de mujeres. (3) Comunicación y mass-media, motivando y abriendo espacios/mecanismos de participación ciudadana para regular los mensajes atentatorios a los derechos de las mujeres. Y, (4) Migración y derechos de las mujeres y niñas/os; y problemática de refugio en el área urbana. También se puntualiza la necesidad de que ONU Mujeres amplíe sus alianzas y contrapartes. A nivel nacional se sugiere trabajar con: Ministerios coordinadores; gobiernos locales; Grupo parlamentario por los derechos de las mujeres; sector privado (enfoque de responsabilidad social empresarial); mujeres rurales, montubias y adultas mayores; colectivo LGTB; hombres y niños/niñas. Y, a nivel global, hacerlo con la Organización Mundial de Ciudades (CGLU), que aglutina a Alcaldesas y Alcaldes de todo el mundo.
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3.4.
PERÚ
Actores/as Consultados
Fechas Consulta
21 y 22 de Febrero 2011 Representante del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES) Representantes de Gobierno – Equipos técnicos (FG) Representantes de la Municipalidad de Lima (ML) UNCT – Perú (UNCT) Grupo Temático de Género de SNU, (GTG) Mesa de Género de Cooperación Internacional (Mesagen) Organizaciones/Redes de Mujeres (OM) Defensoría del Pueblo (DP)
Cambios y enfoques generales El crecimiento macroeconómico experimentado en los últimos años por el Perú, junto al proceso de descentralización, a la baja acepción social del actual régimen y el descontento generalizado por la carencia de políticas de redistribución equitativa de los recursos, sumado a los conflictos sociales y ambientales que están afectando a varias zonas del país, son algunos de los aspectos más relevantes que marcan la dinámica actual en ese país y que están incidiendo de manera diferenciada en la vida de hombres y mujeres. Estas últimas –y en particular las indígenas y afrodeperuanas de las zonas rurales- siguen siendo las más afectadas tanto en lo económico como en lo político y social 11, pese a los adelantos normativos realizados en el país en materia de derechos pero cuya real implementación aún es un gran desafío. Partiendo de esta realidad, y conscientes también de las ventanas de oportunidad existentes 12, los diferentes socios/as de ONU Mujeres consultados, plantean como requisito básico trabajar desde el contexto país y desde las dinámicas nacional, regional y local, aprovechando y fortaleciendo procesos e iniciativas en marcha para acelerar el adelanto en los derechos de las mujeres y la igualdad de género. En este sentido resaltan: -
Trabajar la igualdad de género desde la interculturalidad, enfoque fundamental en contextos socio-culturales diversos como es el del Perú. Se trata de una estrategia imprescindible para empoderar a las mujeres indígenas de las distintas regiones, a las afrodescendientes13 y las del área rural, en diálogo con otras mujeres; a la vez que fortalecer sus procesos organizativos. (OM, UNCT y Funcionarios de Gobierno)
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Incorporar los enfoques generacional y de derechos humanos de mujeres, niñas, niños y adolescentes en el debate, las políticas y la acción hacia la igualdad de género, como elemento
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Diferencias salariales del 30%; menos oportunidades laborales, creciente jefatura femenina de hogares, desnutrición más acentuada que en los hombres, representación política femenina en la política formal que apenas supera el 25% (apenas el 3% de las autoridades municipales son mujeres); persistencia de la violencia contra las mujeres; derechos no reparados de las mujeres víctimas de violencia en el marco del conflicto armado de la década de 1980 , etc. 12 Normativa e instrumentos nacionales para la defensa de los derechos de las mujeres: Plan Nacional contra la violencia hacia las mujeres 2009 – 2015; Planes Regionales de Igualdad de Oportunidades. Observatorio de Igualdad de Oportunidades en el Ministerio del Interior. Registro de víctimas de feminicidio creado por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES). Registro de homicidios de mujeres a cargo del Ministerio Público, y otros. 13 Una gran debilidad identificada por las Organizaciones de Mujeres es la ausencia de trabajo con mujeres peruanas afrodescendientes.
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clave para trabajar desde la prevención y concienciación orientada a la construcción de una “nueva masculinidad”, aspecto que debería ser central en la agenda de ONU Mujeres. (OM) Ampliar y fortalecer el accionar hacia el espacio regional y local, aprovechando el actual proceso de descentralización. Para ello es prioritario coordinar acciones y estrategias con los distintos sectores y actores a nivel territorial; articular esfuerzos hacia un trabajo interinstitucional; y, apuntalar la relación y acción con los Municipios y gobiernos regionales, que han sido los aliados más cercanos.
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Fortalecer las organizaciones de mujeres y el movimiento feminista para consolidar los adelantos realizados, a la vez que empujar avances en diferentes esferas, más allá de la problemática de la violencia contra las mujeres. Y,
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Fortalecer a las organizaciones de mujeres afroperuanas e indígenas, y buscar la articulación – desde un diálogo intercultural- con el movimiento feminista para empujar procesos de manera conjunta.
La mayoría de actores coincide con estos planteamientos generales expuestos líneas más arriba, así como en señalar que las cinco áreas estratégicas identificadas por ONU Mujeres son importantes y pertinentes para el Perú. Empero, no sucede lo mismo a la hora de identificar cuál(es) son, hoy por hoy, las áreas que demandan de mayor atención, como se expone a continuación.
Cambios prioritarios por áreas estratégicas Desde la perspectiva de las organizaciones de mujeres y las/los diferentes representantes de las instancias del Estado/Gobierno, principalmente, la eliminación de la violencia contra las mujeres es el área prioritaria en la que habría que centrar los mayores esfuerzos. Área dos: Eliminar la violencia contra las mujeres. Dentro de esta área se requiere: -Hacer seguimiento a la implementación de los acuerdos internacionales; a la vez que incidir para garantizar la aplicación normas, leyes y protocolos nacionales desde diversas instancias. (FG, DP, ML) -Incidir en actuales procesos de revisión y ajuste de leyes relacionadas, como por ejemplo en la revisión de la Ley en contra de la violencia familiar. Así como en la construcción de planes y políticas que están en marcha, como es el caso de la actual definición del Plan de Igualdad de Oportunidades, que está impulsando el MIMDES, o del Plan de Desarrollo Social, dentro del cual se debería transversalizar el enfoque de igualdad de género. (OM) (10) Incidir en los procesos de revisión y ajustes de leyes relacionadas, ejemplo en la revisión de la ley en contra de la violencia familiar; -Mejorar el acceso a la justicia de mujeres víctimas de violencia, en especial de las indígenas de distintas regiones del país; lo que supone ampliar la atención, prevención y respuesta efectiva desde el Estatal, incluir el enfoque intercultural en la normativa nacional y local sobre violencia. (OM, MIMDES, y FG) -Impulsar cambios sostenidos de los patrones socio-culturales, apoyando la investigación, impulsando procesos de prevención con mujeres y hombres adolescentes; y de sensibilización y concienciación con 28
los hombres a nivel comunitario, local y nacional. (OM) -Apoyar estudios/acciones y espacios de debate sobre: Trata y tráfico de mujeres (centrando la atención en la prevención y procesos de cedulación); feminicidios, y, abuso sexual infantil e incesto, en las diversas regiones y entre distintos grupos étnico-culturales del país. (OM, FG, UNCT) - Hacer revisión crítica de marcos/enfoques sobre violencia contra las mujeres y sobre familia, manejados por instancias estatales y otras organizaciones sociales que van en detrimento de los derechos de las mujeres, puesto que priorizan nociones familistas. (OM) -Fortalecer las casas de acogida para víctimas de violencia. (FG, OM) -Profesionalizar a funcionarios públicos y administradores/operadores de justicia, desde metodologías innovativas (salas virtuales) y mediante procesos más sostenidos. - Crear observatorios especializados en violencia contra las mujeres en instancias del Estado, tanto a nivel nacional como local. Coinciden los representantes del UNCT con las organizaciones de mujeres y los/las funcionarios del Estado en señalar que el fortalecimiento del liderazgo y de la participación de las mujeres es otro de los principales ejes de acción para el adelanto de los derechos mujeres en el país; área en la cual los énfasis deberían estar en: Área uno: Liderazgo y participación de las mujeres: -Trabajar en el empoderamiento político de las diversas mujeres, para impulsar y garantizar su activa participación en las bases, y en los niveles más altos de toma de decisión, coordinando acciones con otras agencias del SNU que están trabajando temas de gobernabilidad, así como con asociaciones de mujeres vinculadas a la política. (UNCT, FG, DP) - Fortalecer el liderazgo de las mujeres a nivel de los gobiernos locales a fin de ampliar y cualificar su participación en los espacios políticos formales. (FG, DP, ML, OM, UNCT) -Acompañar y potenciar los procesos organizativos de las mujeres indígenas y afroperuanas (rurales y urbanas), de las víctimas de violencia política y del conflicto armado de décadas pasadas, mujeres lesbianas, y aquellas pertenecientes a organizaciones masivas (comedores populares), apoyando y fortaleciendo sus agendas. (OM, UNCT) - Abrir espacios de diálogo y articulación entre las distintas organizaciones y movimientos de mujeres, a nivel nacional y local, a fin de construir liderazgos colectivos más amplios e incluyentes. (OM) - Incidir en las organizaciones y partidos políticos para que cumplan con la ley de cuotas; a la vez que apoyar la vigilancia desde las agrupaciones y movimiento de mujeres. (FG, DP, ML, OM) Área cuatro: Autonomía económica de las mujeres - Apuntar hacia la justicia económica para las mujeres, haciendo visible y respondiendo a las necesidades particulares de las indígenas, afroperuanas, mujeres rurales y de sectores urbano29
marginales; garantizando reparaciones económicas y exigiendo la definición de presupuestos más equitativos. (OM) - Fortalecer los procesos de presupuestos sensibles al género (PSG) a nivel local, regional y nacional; sobre todo en la aplicación efectiva de los mismos, para lo cual es necesario también la formación de funcionarios de gobierno a nivel directivo y operativo-técnico. - Incluir en el debate y la acción temas como: Trabajo y maternidad/paternidad; y, actividades del cuidado; a la vez que incidir en la implementación de los convenios respectivos de la OIT (FG) - Ampliar la reflexión e investigación sobre Seguridad alimentaria; cultivos transgénicos y de agrocombustibles; acceso a recursos genéticos y otros recursos naturales estratégicos (tierra, agua), cambio climático, derechos económicos y condiciones laborales de las mujeres. - Alfabetizar a las mujeres mayores, pero desde procesos alternativos centrados en el conocimiento de sus derechos económicos (para empoderarlas en este aspecto), sociales y políticos.
Área tres: Fortalecer la implementación de la agenda de paz y de seguridad de las mujeres - Focalizar acciones en la reparación de los derechos de las mujeres víctimas de los conflictos armados, con énfasis en las víctimas de violencia sexual. - Apoyar a las municipalidades para que se constituyan en centros de registro de víctimas. - Articular enfoques de género y medio ambiente para hacer frente a los conflictos sociales derivados de los conflictos ambientales recientes, para lo cual es estratégico recuperar el conocimiento y saberes de mujeres y hombres (UNCT)
Área cinco: Género en la planificación, presupuestos y en las estadísticas -Fortalecer el mecanismo de la Mujer a la vez que trabajar con otras instancias gubernamentales, como el Ministerio de Finanzas y Economía (GTI/Mesagen) -Incidir en política pública local y regional, aprovechando procesos de descentralización y las coyunturas nacionales14; a la vez que potenciando las iniciativas y avances existentes, como los Planes Regionales de Igualdad de Oportunidades. (GIT/Mesagen, FG) - Sensibilizar/formar a autoridades, funcionarios públicos/equipos técnicos para la implementación de compromisos internacionales, normativa nacional y PSG. A la vez que incidir a nivel central para garantizar la asignación de recursos respectivos. - Apoyar a instituciones de Estado en construcción de indicadores cuanti-cualitativos de género e interculturalidad, y el levantamiento de información estadística que incluya temas neurálgicos (censos nacionales de población, agropecuarios, encuestas de condiciones de vida, etc.).
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Hacen referencia al próximo proceso electoral, como una oportunidad para incidir en los candidatos/as para que incluyan en sus agendas programáticas y ofertas políticas compromisos para el adelanto de los derechos de las mujeres.
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Finalmente, todos los socios/as consultados coinciden en la necesidad de: (1) Trabajar en torno a: Derechos sexuales y reproductivos; salud y embarazo adolescente; educación; y, vivienda. Y (2) de que ONU Mujeres amplíe sus alianzas hacia los gobiernos regionales y locales para trabajar más directamente con las gerencias de desarrollo social y direcciones regionales de salud y educación; la Asamblea de gobiernos regionales; la academia (universidades y centros de investigación); la Presidencia del Consejo de Ministros/as; y, la Defensoría del Pueblo, como actor clave y con acciones tanto en la capital del país como en las regiones. A la vez que consolide sus relaciones con el MEF, el MIMDES; y, el Instituto Nacional de Estadística.
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BOLIVIA
Actores/as Consultados
Fechas Consulta
25, 28 de Febrero y 01 de Marzo 2011 UNCT – Bolivia (UNCT) Grupo Temático de Género y Comité Interagencial de Género de la Cooperación Internacional (GTG-CIAG) Gabinete de Ministras (GM) Entrevista con Canciller (C) Representantes de Asamblea Plurinacional (AP) Directora Dirección Igualdad de Oportunidades – Cochabamba (DIO – Cochabamba) Organizaciones/Redes de Mujeres – La Paz y Cochabamba (OM) ONGs de Mujeres (ONG)
Cambios y enfoques generales La mayoría de socios y socias consultadas señalan (Gabinete de Ministras, Asamblea Plurinacional, Organizaciones/Redes de mujeres; ONGs de Mujeres y UNCT), de manera categórica que para impulsar cualquier iniciativa a nivel nacional es nodal tener presente la realidad y la dinámica socio-política y económica por la que está atravesando hoy en día Bolivia, coincidiendo así con lo expuesto en los demás países. En tal sentido, llaman la atención sobre la necesidad de armonizar las acciones al contexto y procesos actuales que vive Bolivia (construcción del Estado Plurinacional, descolonización, despatriarcalización, autonomía y surgimiento de nuevas actorías sociales), a la vez que fortalecer dichos procesos. Ello exige: (1) Complejizar el debate de mujer y género desde la interculturalidad; un debate que conjuga el derecho individual de las mujeres –consagrado en el mandato constitucional- y el derecho colectivo junto con la noción de complementariedad –posicionado desde lo cultural-. (2) Repensar las estrategias de trabajo a nivel nacional, local y comunitario; así como en relación a la interacción con los diversos actores/as; poniendo especial atención en las distintas mujeres indígenas, importantes actoras socio-políticas emergentes; pero sin olvidar a las organizaciones y movimiento de mujeres de otros sectores, que han jugado por años un rol central en la lucha por la igualdad de género. (3) Dar continuidad a lo ya avanzado -desde las instancias del Estado y la sociedad civil- en materia de igualdad de género, mediante el acompañamiento a proyectos/programas que llevan adelante el gobierno y sus otros socios/as 15. Y, (4) Incluir el enfoque de igualdad de género en las iniciativas que están en marcha, y que forman parte de los avances dentro de la agenda país; como es el caso, por ejemplo, del proceso de reforma jurídica y de definición de nuevas leyes que se está impulsando en el marco de la construcción del Nuevo Estado16; o, del ejercicio de construcción de indicadores del Buen Vivir, que se está llevando a cabo. 15
Se hace referencia, por ejemplo, al Plan de Igualdad de Oportunidades, el Plan de Despatriarcalización, el Plan de Acción de Derechos Humanos, el Observatorio impulsado por el Ministerio Justicia, entre otros 16 Se menciona como una oportunidad el Nuevo Código Penal que se está elaborando, como un espacio para deconstruir enfoques excluyentes, patriarcales, discriminatorios, y colocar temas nodales, como el feminicidio, por ejemplo.
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En sintonía con lo anterior, el trabajo desde la diversidad e interculturalidad, así como desde lo local hacia lo nacional, son dos enfoques priorizados por todos los actores/as consultados. En tal sentido plantean la importancia de: -
Trabajar desde la diversidad y la interculturalidad, lo que supone el rescate y revalorización de los saberes ancestrales; recuperar memoria colectiva (“memoria larga”) de las mujeres indígenas; el escuchar la voz de las distintas mujeres indígenas del campo y de la ciudad; el abrir espacios de diálogo intercultural para un enriquecimiento mutuo; a la vez que potenciar las experiencias y trabajo acumulado por el movimiento y organizaciones feministas que posibilite emprender una acción colectiva más coordinada, respetando las autonomías de cada quien (articular agendas de género e indígena).
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Priorizar la acción desde lo local, para impulsar la articulación con lo nacional, mediante alianzas con instancias descentralizadas y autónomas, la oferta de herramientas ágiles y acordes a la realidad del país y de los diversos municipios para trabajar “género”, el apoyo a procesos de fortalecimiento y formación de las nuevas actorías socio-políticas emergentes (concebidas como actoras de cambio y no como “beneficiarias pasivas”), y, el apoyo a las demás organizaciones y movimiento de mujeres, para consolidar sus procesos y sumar fuerzas, conocimientos y experticias.
En cuanto a los cambios generales más importantes, todos/as señalan los siguientes: -
Garantizar la implementación de la norma (“bajar la norma a la práctica cotidiana”) así como la definición y gestión de política pública hacia la igualdad de género, en lo local, regional y nacional. Para ello es necesario: (1) Apoyar los procesos de incorporación de la igualdad de oportunidades (despatriarcalización) en normas/leyes nacionales y locales; (2) fortalecer las Instancia(s) gubernamentale(s) de la Mujer como ente rector de la política pública de género, con capacidad de incidir dentro de las instancias de Gobierno/Estado, de supervisar la puesta en marcha de la norma en todos los sectores, de impulsar procesos que garanticen una igualdad sustantiva y no solo formal; y, de exigir los recursos necesarios para este fin. Y, (3) fortalecer a las distintas organizaciones y movimiento de mujeres, en el ámbito nacional y local, en su capacidad de incidencia política, de control social y de seguimiento a la aplicación de la norma y de la política.
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Fortalecer mecanismos de articulación entre: (1) Organizaciones, grupos y movimiento de mujeres, como estrategia para su fortalecimiento, su aporte a la construcción del Estado Plurinacional y de políticas públicas de igualdad de género desde la pluralidad, y para el impulso de una agenda común y concertada desde sus fortalezas. (2) Dirigencias de organizaciones de mujeres y sus bases, en lo local y nacional, para consolidar acciones y cambios. (3) Organizaciones/grupos de mujeres, instancias de gobierno y cooperación internacional para impulsar acciones de manera más conjunta. Y. (4) Al interior de las instancias de Gobierno/Estado, a fin de aunar esfuerzos en la construcción e implementación de la política pública. Y,
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Institucionalizar el seguimiento al cumplimiento de los convenios y tratados internacionales, fortaleciendo instancias/espacios regionales de acción conjunta de las organizaciones y movimiento de mujeres, para vigilar y hacer seguimiento a los Estados del área andina. En este sentido, se insta a aprovechar las recomendaciones hechas por la CEDAW respecto de la importancia de capacitar personal para la elaboración de los informes sombra. 33
Cambios prioritarios por áreas estratégicas Las/los diversos socios plantean la importancia de las cinco áreas estratégicas a nivel nacional, y recalcan que éstas están estrechamente relacionadas entre sí, pues la incidencia en una necesariamente tendrá sus efectos en las demás. Empero, bajo esta comprensión y por el momento actual que vive Bolivia marcado, entre otros aspectos, por la irrupción de las mujeres en la política formal, todos priorizan el trabajo en el área uno: Fortalecimiento del liderazgo y la participación de las mujeres, dentro de la cual el énfasis debería estar en: -Desencadenar procesos de cambio en la cultura y prácticas políticas que han primado en el país, lo que exige abrir el debate desde un posicionamiento crítico respecto a la forma de hacer política; a la vez que desarrollar estrategias y formas alternativas de entendimiento y desenvolvimiento político a nivel nacional, departamental y comunitario. (OM, ONG) -Cualificar y fortalecer la participación/representación política de las mujeres, su liderazgo y rol/función dentro de las instancias correspondientes (ej. Concejalas), para que puedan liderar los procesos de despatriarcalización en el ámbito nacional y departamental o local; para lo cual se requiere consolidar procesos de formación y profesionalización de las diversas mujeres -especialmente de aquellas involucradas en cargos públicos- en diferentes áreas. (GM, AP, OM, ONG, GTG-CIAG) -Fortalecer a las distintas organizaciones/movimiento de mujeres y a las mujeres ocupando altos cargos públicos (Ministras y Asambleístas) en relación a sus capacidades técnico-políticas para la definición e implementación de política pública de igualdad de género, para la elaboración de propuestas de leyes, revisión y/o ajuste de las mismas; para la construcción de una agenda común que recoja la voz de las diversas mujeres, y para el impulso de procesos de incidencia más sostenidos. Aquí se resalta, además, la importancia de articular a las mujeres de las dirigencias y/o en autoridades con sus bases como estrategia fundamental tanto para el fortalecimiento de las organizaciones, cuanto para la incidencia política. (GM, AP, OM, ONG, UNCT) -Fortalecer la participación y liderazgo de las mujeres dentro de organizaciones nacionales mixtas (sindicatos y federaciones), en donde su presencia y aporte ha sido históricamente muy significativo, pero poco visibilizado; y, en donde se reproducen y sostienen fuertes relaciones desiguales de poder en detrimento de las mujeres, quienes difícilmente ocupan puestos de dirección y de toma de decisiones, teniendo pocas oportunidades de incidir en cambios estructurales dentro de estos espacios altamente masculinizados. (OM, GTG-CIAG) -Impulsar la participación/representación de las mujeres en el ámbito internacional, creando, por ejemplo, escuelas para la formación de las mujeres como “embajadoras de los Pueblos”. (Propuesta de Cancillería) -Pomover cambios socio-culturales como proceso central para garantizar a las mujeres el disfrute de sus derechos políticos (más allá de la ley de paridad), pero también de sus derechos en general, en la vida diaria, lo que implica aprovechar los avances normativo y legislativo que tiene Bolivia en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres, para llevarlos a la práctica cotidiana. Todo esto se debe hacer aprovechando el proceso autonómico de Bolivia, y su consiguiente apertura de espacios de: (1) redistribución de poder, (2) apertura a la participación de las mujeres en la toma de
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decisiones, (3) construcción participativa de la norma, leyes y reglamentos, etc., procesos en los cuales es urgente garantizar que la voz de las mujeres sea escuchada y sus propuestas incluidas 17. Coinciden también todos los actores/as consultados en señalar que el área 3: Agenda de Paz y Seguridad, si bien no es una prioridad para el caso de Bolivia, habría que trabajarla desde una perspectiva de prevención. En tal sentido, se anotan como básicos, dos aspectos: (1) Dar continuidad a los procesos que han sido impulsados desde el SNU en relación al tema, en particular sumándose a la Campaña Convivir y Sembrar Paz. Y, (2) Motivar la participación de las mujeres en los debates y acciones en este ámbito. Ahora bien, aunque todos reconocen que las áreas 2, 4 y 5 también son importantes para el país, existen posiciones divergentes respecto de cual(es) requiere(n) hoy por hoy mayor atención. Así, mientras el área Autonomía económica es la segunda priorizada por las/los representantes del Estado (GM, AP), las organizaciones de la sociedad civil (OM) y el GTG-CIAG; el área de Eliminar la violencia contra las mujeres lo es fundamentalmente por el UNCT y las ONGs. Los énfasis dados a cada una de ellas, se recogen a continuación: Área 4: Autonomía económica Varios de los socios/as señalan que una deuda pendiente en cuanto a la promoción de los derechos de las mujeres, a nivel país, está relacionado con el tema económico, el mismo que debería ir de la mano, dicen, con los procesos de empoderamiento político de las mujeres, como pasos básicos para su consolidación como sujetas socio-políticas. En tal sentido, las prioridades para el área 4 están en: - Trabajar por y desde la perspectiva de la justicia económica, lo que implica un posicionamiento crítico frente al modelo hegemónico de desarrollo. Esto demanda, entonces, incidir en la construcción de normativa y políticas de redistribución equitativa de los bienes y recursos, de presupuestos públicos equitativos, y, consolidar/ampliar los procesos iniciados en Presupuestos Sensibles a Género (PSG) en lo local y nacional. - Impulsar diálogos tripartitos (Estado / Gobierno – Organizaciones Mujeres / Movimiento Feminista – SNU/Cooperación Internacional) desde una posición más política, que sustente y oriente la redefinición de enfoques, estrategias y niveles de trabajo, que garanticen los derechos económicos de las mujeres y trasciendan las acciones centradas en micro-proyectos productivos para la subsistencia. - Desarrollar programas integrales para el impulso de la autonomía económica de las mujeres, lo que supone: (1) fortalecerlas para liderar procesos de planificación económica a distintos niveles, recuperando experiencias ya existentes (ej. mujeres cocaleras); (2) impulsar procesos focalizados de lucha contra la pobreza femenina, trabajando con los sectores más sensibles y desde enfoques integrales que trasciendan las prácticas asistencialistas 18; (3) definir estrategias de empoderamiento económico de las mujeres, tomando en cuenta las realidades particulares y la diversidad urbano/rural, etnicidad; grupos etarios; etc.; (4) apoyar procesos de titulación de tierras / viviendas y otros bienes a nombre de las mujeres, garantizando así el acceso y control de los mismos.
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Un espacio a aprovechar de inmediato es el proceso de definición del Reglamento de Participación Ciudadana que está en curso. Así como incidir en la Ley de Control Social, la misma que debe tomar en cuenta la voz y participación de las mujeres. 18 Se menciona, por ejemplo, la importancia de trabajar en el empoderamiento económico de las madres solteras, aprovechando -a la vez que incidiendo en- los programas gubernamentales existentes como el del Bono Juana Surduy.
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- Poner en marcha estrategias y programas sostenidos que garanticen la formalización del empleo digno para las mujeres, el acceso de la población femenina a los beneficios y seguridad social, el desarrollo de competencias y capacidades a nivel empresarial. Ello implica incidir en la construcción y/o revisión de la normativa, leyes y políticas públicas, aprovechando y potenciando los avances existentes a nivel nacional (Plan de Igualdad de Oportunidades, en donde uno de sus objetivos es el empoderamiento económico de las mujeres) así como fortaleciendo iniciativas impulsadas por otros socios (Ventana de Género del SNU). - Trabajar por en el reconocimiento social y económico del trabajo doméstico no remunerado, como trabajo que aporta al PIB, incidiendo en la opinión pública, así como a nivel de las autoridades respectivas para que se implemente la norma dictada en esta dirección (Ley 338) - Abrir el debate en torno a nuevos temas -centrales en el contexto Boliviano actual de construcción del “Buen Vivir” y del Estado Plurinacional- y que dicen relación a: seguridad alimentaria, medio ambiente y recursos naturales como un derecho humano, y, cambio climático. Área 2: Eliminar la violencia contra las mujeres: - Generar más conocimiento especializado, en especial sobre violencia sexual, feminicidio, acoso/violencia política, y, violencia estructural, para orientar la definición de normativa y política pública, a la vez que incidir en la reforma legal, por ejemplo, en el código penal. - Unificar sistemas de recolección, sistematización y difusión de información estadística, de estudios cualitativos y de registro de casos, como elemento clave para la abogacía e interpelación al Estado. - Apoyar el fortalecimiento y/o establecimiento de la institucionalidad de género dentro de Bolivia, a la vez que fortalecer procesos puestos en marcha desde distintas instancias de gobierno/estado 19. - Fortalecer las instancias de servicio y atención desde enfoques más integrales (interculturalidad, diversidad) y para un accionar más articulado, siguiendo las recomendaciones de la CEDAW. Y, - Trabajar a nivel de la familia / construcción de nuevas familias para frenar la violencia dentro de la relación de pareja. Finalmente, el área 5: Planificación, presupuestación y estadísticas ha sido referida principalmente por el Gabinete de Ministras, las/los representantes de la Asamblea Plurinacional, el GTG-CIAG y las OM. Los énfasis en ésta son: - Fortalecer la participación de las mujeres (de la sociedad civil y las vinculadas a cargos públicos) en los procesos de planificación y presupuestación nacional, local y sectorial, para lo cual se puede aprovechar y articularse a los espacios y tiempos de planificación impulsada desde las instancias de gobierno/Estado. - Incidir y apoyar la inclusión del enfoque de igualdad de género en los actuales procesos de ordenamiento jurídico y de elaboración legislativa (nuevas leyes y códigos), desde un 19
Se hace referencia, por ejemplo al Observatorio en temas de violencia impulsado por el Ministerio de Justicia, a través del Viceministerio de Igualdad de Oportunidades; o al Observatorio de Derechos Humanos llevado adelante por el Viceministerio de Derechos Humanos.
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involucramiento activo y de continuo acompañamiento, que permita deconstruir viejos enfoques y colocar nuevos temas/problemáticas. E, - Incidir en: (1) Los procesos de costeo del Plan de Igualdad de Oportunidades y apoyar su implementación a nivel sectorial y de gobierno central y local. Y, (2) A nivel del próximo censo nacional, para transversalizar allí el enfoque de género o al menos incluir algunos temas clave. Cabe anotar que desde la perspectiva de todos los socios/as, los cambios y resultados planteados son posibles de llevarlos adelante en tanto existen importantes ventanas de oportunidad a nivel país, que deben ser aprovechadas y potenciadas desde ONU Mujeres y el Sistema en su conjunto. A saber: Voluntad Política desde el Gobierno Nacional, expresada sobre todo en la Constitución y en una normativa nacional favorable, la misma que requiere efectivizarse y concretarse en cambios reales y sustantivos en la praxis cotidiana. Los procesos de cambio a nivel país (descolonización y despatriarcalización) y que han abierto la oportunidad para la emergencia de nuevas actorías sociales (de manera particular de mujeres indígenas) y para la participación de las mujeres en la política formal (paridad en gabinete, mujeres en espacios nacionales, regionales y locales de decisión, etc.). Existencia de recomendaciones de la CEDAW quién llama la atención, entre otros aspectos, sobre aquellos relacionados con la normativa y leyes específicas, lo cual exige y abre la posibilidad de trabajar en el nivel Legislativo. Por otro lado se resalta que en Bolivia se ha avanzado significativamente a nivel de la norma y la política, pero que está pendiente un trabajo más sostenido en ámbitos de salud y educación (DIO Cochabamba). Soberanía y crisis alimentaria desde perspectiva de género, como prioridad nacional; y tema migratorio, respecto del cual ONU MUJERES podría abrir el diálogo e impulsar la firma de compromisos internacionales. (OM – Cochabamba) Al igual que el resto de países, se llama la atención para que ONU Mujeres diversifique sus alianzas y socios/as, ampliando su accionar hacia: Sindicatos y federaciones; Ministerio de Educación (estableciendo agenda común para promover cambio en patrones socio-culturales); y, trabajando con Concejalas y demás mujeres ocupando cargos políticos; así como con los hombres; y, desde la prevención, con niños, niñas y adolescentes; y con los medios de comunicación a fin de lograr un posicionamiento más fuerte de la Agencia y de los derechos de las mujeres y la igualdad de género. A partir de la revisión realizada en este capítulo, respecto los cambios y resultados priorizados respectivamente por Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, en el siguiente acápite ensayaremos un análisis comparativo entre estos países que nos permita tener una visión subregional de los temas y ámbitos centrales que ONU Mujeres debería acompañar.
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4. CAMBIOS Y RESULTADOS PRIORITARIOS – UNA VISIÓN SUBREGIONAL Puesto que en el capítulo anterior se ha realizado un análisis detallado, para cada país, de los cambios y resultados más importantes, en éste nos concentraremos en resaltar, de manera más sucinta, los puntos de encuentro así como las diferencias más relevantes en cuanto a las prioridades nacionales, posibilitando de esta manera una mirada más sub-regional. Al igual que en el capítulo anterior, abordaremos de inicio los planteamientos referidos a los cambios y/o enfoques más generales; para luego detenernos en la revisión comparativa a nivel de las áreas estratégicas priorizadas. Cambios y enfoques generales Al hacer una revisión comparativa de los principales planteamientos realizados en cada país, evidenciamos que de los seis cambios y enfoques generales identificados, existen tres ámbitos que concitan la atención de todos ellos y que, por lo tanto, estarían marcando la principal tendencia general a nivel de la sub-región. Dichos ámbitos dicen relación a la necesidad y pertinencia de trabajar: Considerando los contextos y procesos país; apuntalando acciones a nivel local, sin perder de vista lo nacional; y, articulando distintas perspectivas que posibiliten miradas y acciones más integrales. Como se desprende del siguiente gráfico (No. 2), estos tres grandes ámbitos, entrelazados entre sí, constituirían los enfoques centrales que deberían guiar cualquier iniciativa y acompañamiento brindado por ONU Mujeres en la sub-región andina. Gráfico No. 2 Enfoques prioritarios de trabajo a nivel de la sub-región andina
Apuntalar las acciones a nivel local y articularlas a lo nacional
Trabajar desde el contexto y procesos país
Articular Género, interculturalidad diversidad, y otros Elaboración: Consultora Fuente: Consultas nacionales sub-región andina. 17 febrero al 14 marzo 2011
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En específico, todos los países consultados señalan, como algo fundamental, el tener presente el contexto y los procesos país, ya sea para acompañar y fortalecer dichos procesos, redefiniendo estrategias de trabajo, complejizando el debate y articulando distintos sectores, niveles y actores, como lo plantean desde Bolivia y Perú. Ya sea para identificar y aprovechar las ventanas de oportunidad existentes en los contextos y dinámicas nacionales para consolidar lo ya avanzado; así como para hacer vigilancia de las reformas puestas en marcha, como espacio de oportunidad también para la incidencia política; tal como lo resaltan Ecuador y Colombia; o, para poner en marcha métodos y alternativas de acción que posibiliten establecer acuerdos y mínimos pactos entre los diferentes actores/as en aquellos contextos que, como en Venezuela, están marcados por el fraccionamiento social y político. En coherencia con lo anterior, se resalta como prioritario el priorizar la acción desde lo local (que permite además visibilizar la realidad rural), para desde allí articularse e incidir a nivel nacional. Ello supone, entonces: Establecer alianzas con los gobiernos locales/territoriales, otras instancias descentralizadas/autónomas y demás actores como las organizaciones locales de mujeres. Desarrollar y/o consolidar las capacidades técnicas, políticas y teóricas de todos ellos/ellas, en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres para desencadenar acciones coordinadas y de manera mancomunada. Y, Acompañar los procesos organizativos y agendas de los grupos de mujeres (organizaciones locales y comunitarias de base) y fortalecerlas en la defensa, vigilancia y ejercicio de sus derechos. Adicionalmente, se plantea desde Colombia, la importancia de crear y/o fortalecer mesas de género a nivel territorial, como espacio de articulación y coordinación de los distintos actores/as locales; a la vez que priorizar procesos en aquellas municipalidades (departamentos o cantones) más marginadas y en situación de mayor vulnerabilidad. Del mismo modo, es criterio compartido entre los países de la subregión, la urgencia de trabajar desde visiones más integrales que recojan, respeten y se enriquezcan de la pluralidad y diversidad. En tal sentido, los cinco países defienden la idea de articular los enfoques de género, interculturalidad, ciclo vital y diversidad (desde su más amplia acepción) como elemento básico para, como señala Ecuador y Bolivia, cerrar las distintas brechas sociales e incidir en el cambio de patrones culturales excluyentes y discriminatorios. A ello se suma la necesidad de vincular también el enfoque de derechos humanos (Colombia y Perú), tanto en el debate como en la acción y en la definición de la norma, la política pública y los planes, programas y proyectos (Perú). Es desde esta pluralidad que se podrá definir estrategias para el involucramiento de los diversos actores/as y colectivos sociales así como para la articulación de la promoción de los derechos de las mujeres dentro de la agenda de paz (Colombia). Se resalta, desde Venezuela, la importancia de tener presente este enfoque en el accionar tanto a nivel de la sub-región, como de país y dentro del propio Sistema de Naciones Unidas. A más de estos tres enfoques resaltados por los cinco países en conjunto, se ha planteado como prioritario empujar cambios en relación a tres aspectos centrales: El fortalecimiento de la institucionalidad de género; el fortalecimiento de las organizaciones y movimientos de mujeres; y, el consolidar una agenda feminista. Cabe señalar que éstos han sido preponderados, en cada caso, solo por algunos de los países de la subregión como cambios a nivel general; sin embargo y como se evidenció en el capítulo anterior, todos los países –salvo Venezuela– se refieren a la necesidad de fortalecer a las organizaciones/movimiento de mujeres, así como a la institucionalidad cuando analizan los cambios y resultados prioritarios en relación a las cinco áreas estratégicas.
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Los planteamientos específicos que se hacen respecto de estos tres cambios generales que se requieren impulsar, son los siguientes:
Fortalecer la(s) institucionalidad(es) de género (Bolivia, Ecuador y Colombia)
Fortalecer las diversas organizaciones de mujeres y movimiento feminista (Bolivia, Perú y Ecuador)
Trabajar desde agenda feminista (Ecuador y Colombia)
•Fortalecer y/o construir, a nivel nacional, nueva institucionalidad de género altamente posicionada que responda a demandas de las mujeres, trabaje con las organizaciones sociales, e impulse procesos hacia la igualdad sustantiva y no solo formal. •Fortalecer la institucionalidad de género a nivel local y sectorial para impulsar acciones más articuladas. •En ambos casos supone apoyar la formación de servidores públicos para cualificar su desempeño en la definición de política pública de género, la planificación y presupuestación, y, la atención especializada acorde a la norma nacional e internacional •Fortalecer/potenciar al movimiento y organizaciones de mujeres, desde su diversidad, como sujetos de cambio, apoyando sus agendas, experticias, experiencias, y, su capacidad de control social y exigibilidad. •Trabajar y fortalecer las actorías sociales “tradicionales” (movimiento feminista y de mujeres) y las “emer-gentes” (movimientos de mujeres indígenas, afrodescendientes y otras), para generar acción colectiva e incidencia polítca de manera articulada, que permita consolidar/potenciar los avances realizados, así como avanzar en los desafíos aún pendientes. •Institucionalizar el seguimiento al cumplimiento de los convenios y tratados internacionales, fortaleciendo instancias de la sociedad civil y capacitando a su personal para la elaboración de informes sombra (recomendación CEDAW).
•Posicinarse más políticamente frente a los procesos de construcción de la igualdad e género, enfatizando en agendas feministas que involucren a las diversidades étnicas, raciales, sexuales, etc. •Cuestionar el modelo hegemónico de desarrollo, construyendo y fortaleciendo la conciencia crítica y política de las mujeres, como individuas como colectivo
Quedan, pues, claramente identificados para la sub-región andina los tres principales enfoques que deberán ser tenidos en cuenta a la hora de empujar cualquier iniciativa: Trabajar desde los contextos y procesos país, lo que supone, si proyectamos esta premisa a nivel más amplio, trabajar desde las realidades y procesos que están marcando la dinámica y subregional. Enfatizar la acción a nivel local para articulares e incidir en lo nacional; mirando y fortaleciendo los procesos en aquellos espacios para desde allí desencadenar cambios que se proyecten a ámbitos mayores. Es un planteamiento que se aplica, bajo la misma lógica, a nivel sub-regional, regional y global: “ir de abajo hacia arriba” sin perder de vista los contextos más amplios. Y, Trabajar desde visiones más integrales, que se alimenten a la vez que potencien la pluralidad y diversidad en sus más amplias acepciones. Construir la igualdad respetando la diversidad es el axioma que sustenta este planteamiento. 40
Priorización de áreas estratégicas Del recorrido analítico que hiciéramos en el capítulo anterior país por país, respecto de las priorizaciones nacionales más específicas, se desprende que: Todos los países reconocen la importancia y pertinencia de las cinco áreas estratégicas definidas por ONU Mujeres, pues sin duda apuntan a las agendas aún pendientes a nivel nacional. Del mismo modo, señalan que todas ellas requieren atención y deben ser abordadas, en lo posible, de manera articulada. No obstante y sin perder de vista lo dicho, todos los países también consideran que hay ámbitos que requieren ser priorizados, especialmente por los contextos y las dinámicas particulares que está viviendo cada país. Así: Para tres de los cinco países, la eliminación de la violencia contra las mujeres sigue siendo el área estratégica más importante y en la que, consideran, se debería invertir los principales esfuerzos en los próximos años. Se trata de un planteamiento hecho por Venezuela, Ecuador y Perú. Aunque Bolivia y Colombia también se refieren a esta área como importante, no la plantean entre sus máximas prioridades. Ahora bien, los cinco países reconocen que, en cada uno, se han realizado importantes avances a nivel de la norma, la política y la ley, aspecto que sin duda constituye una importante ganancia dentro de los procesos de lucha en contra de la violencia de género y que requiere ser consolidada. Empero, dicen, aún quedan muchas deudas pendientes, en especial en relación a una efectiva implementación de ese marco normativo y legal y en relación al cambio de patrones culturales excluyentes y patriarcales, para que el derecho a la no violencia se traduzca y cristalice en una realidad vivida, día a día, por todas las mujeres. Es en esa dirección, entonces, que se debe dirigir los mayores esfuerzos. Fortalecer la voz, el liderazgo y la participación de las mujeres es el área resaltada como esencial por Bolivia, situación que responde obviamente a la reciente incursión de las mujeres, particularmente de las indígenas, en la política formal y en altos cargos de decisión; proceso que se da en el marco de las reformas y transformación que vive aquel país en los actuales momentos y que ha abierto nuevos retos y desafíos. Es importante hacer notar que para el resto de países de la subregión, esta área ha sido señalada también entre las más importantes, aunque no ponderada como la prioritaria. Los retos mayores, en este caso, se centran en la cualificación de la participación y liderazgo de las mujeres en los diversos ámbitos; en el fortalecimiento de las diversas organizaciones y movimientos de mujeres/feministas, pero particularmente en su articulación y capacidad de incidencia conjunta, desde la pluralidad y las fortalezas particulares. En el caso de Colombia, la prioridad de la acción se relaciona directamente con la problemática de la violencia interna que vive Colombia generada por el conflicto armado, y sus impactos en la vida y derechos de las diversas mujeres. En tal sentido, se resalta el fortalecer la implementación de la agenda de paz y seguridad de las mujeres como área central, pues los avances que se logren en esta dirección, tendrán efectos directos en los otros ámbitos estratégicos. Aunque no con la centralidad que cobra para Colombia, esta área convoca también la atención de Ecuador, Venezuela y Perú. Los énfasis que se destacan, para esta área, apuntan hacia intervenciones integrales de reparación, protección, información, acceso a justicia, reconocimiento y fortalecimiento de actorías sociales. 41
Sin dejar de ser importante, para los cinco países de la sub-región, el área cuatro: Aumentar la autonomía económica de las mujeres ha sido resaltada entre las de mayor relevancia solo por Bolivia, en donde se señala que la autonomía política y la autonomía económica son la base para consolidar a las mujeres como sujetas socio-políticas. Lo interesante, empero, es que en todos los países (salvo Venezuela), al referirse a esta área, se hace énfasis en la justicia económica y el cuestionamiento al modelo hegemónico como enfoque central desde el cual impulsar cualquier cambio. Se trata de un planteamiento hecho fundamentalmente por las organizaciones sociales, como ha sido dicho en acápites anteriores, aunque en ciertos casos también desde algunos representantes del Estado o de la Cooperación Internacional. Hacer de las prioridades de igualdad de género un tema central en la planeación y elaboración de presupuestos a nivel nacional, local y sectorial, reseñada aquí en último lugar, no significa que carezca de importancia o que no se la considere pertinente para los países de la sub-región. De hecho en todos los casos se puntualizó que se trata de un área que atraviesa, necesariamente, a las demás, de allí que en el Ecuador alguno de los socios/as consultados haya sugerido concebirla más bien como una estrategia o eje transversal. El siguiente grupo de recuadros resume lo que constituirían, en la primera línea, las tres principales áreas estratégicas a nivel de la subregión andina, por la relevancia que los cinco países les han dado. Y, en la segunda, las otras dos áreas que, aunque no siendo las centrales, deben igualmente ser atendidas.
Eliminar la violencia contra las mujeres
Expandir la voz, el liderazgo y la participación de las mujer
Aumentar la autonomía económica de las mujeres
Fortalecer la implementación de la agenda de paz y seguridad de las mujeres.
Género un tema central en la planeación y presupuestación a nivel nacional, local y sectorial.
El énfasis de la acción al interior de cada una de estas áreas estratégicas, desde una visión subregional, las presentamos a continuación: Eliminar la violencia contra las mujeres: o
Hacer seguimiento a la implementación y cumplimiento de los acuerdos internacionales, y, de las normas, leyes, políticas y protocolos nacionales. (Perú, Venezuela,
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o
Incidir en los procesos de reforma, revisión y ajuste de la normativa nacional que están en marcha, a la vez que hacer revisión crítica de los marcos/enfoques manejados por las instancias del Estado. (Ecuador, Perú)
o
Impulsar cambios en los patrones socio-culturales excluyentes y discriminatorios: sensibilización a la opinión pública, educación/prevención con niñas, niños y adolescentes; educación a población masculina; trabajo con Mass-media etc. (Perú, Ecuador, Venezuela, Bolivia)
o
Empoderar a las diversas mujeres en sus derechos, tanto en el ámbito nacional, local y comunitario, con énfasis en el área rural. (Venezuela)
o
Luchar contra la impunidad y garantizar el acceso a la justicia a todas las mujeres víctimas de violencia, con especial atención en las mujeres indígenas, afrodescendientes, y otras; bajo los principios de calidad, gratuidad, diversidad. (Ecuador, Perú, Colombia)
o
Ampliar la cobertura y fortalecer –desde enfoque intercultural– las casas de acogida y protección para víctimas de violencia, a la vez que apuntalar otras iniciativas comunitarias de protección. (Ecuador, Perú, Bolivia)
o
Apoyar la transversalización del enfoque de igualdad de género en las distintas instancias del Estado, a nivel nacional, local y sectorial (Ecuador, Perú)
o
Profesionalizar a funcionarios/as públicos, en especial a administradores/as de justicia y a autoridades locales, desde enfoques integrales. (Perú, Colombia, Venezuela)
o
Apoyar y ampliar, a nivel nacional y local y entre los diversos grupos étnico-culturales, la investigación, la reflexión y la acción en torno a: Trata y tráfico de mujeres y niñas; prostitución y esclavitud; feminicidio; violencia sexual infantil e incesto;; violencia económica; violencia política; violencia transexual; violencia étnica y racial como otra forma de violencia contra las mujeres; y violencia contra las mujeres en las comunidades indígenas y afrodescendientes, revisando los sistemas consuetudinarios de justicia. (Todos)
o
Crear observatorios especializados en violencia contra las mujeres; construir sistemas de referencia, contra referencia y registro de casos; unificar los sistemas de recolección, sistematización y difusión de información estadística. (Perú, Ecuador, Bolivia)
o
Evaluar y analizar los avances y/o retrocesos experimentados en la sub-región en relación a derechos, políticas, institucionalidad y servicios relacionados con la problemática de la violencia contra las mujeres. (Ecuador)
Expandir la voz, el liderazgo y la participación de las mujeres: o
Fortalecer participación/liderazgo político de mujeres de la sociedad civil y de quienes están en espacios públicos/de decisión, consolidando su formación/profesionalización a fin de cualificar técnica y políticamente su desempeño y representación política; y articulándolas local y nacionalmente. (Bolivia, Ecuador) 43
o
Trabajar en el empoderamiento político de las diversas mujeres (con énfasis en indígenas y afrodescendientes), para impulsar su activa participación y liderazgo en las bases y en las dirigencias de organizaciones sociales, incluidas las organizaciones nacionales mixtas (sindicatos, federaciones); así como en espacios formales de toma de decisión. (Bolivia, Ecuador, Perú)
o
Fortalecer la capacidad de incidencia y abogacía de las mujeres rurales y urbanas, apoyando sus procesos organizativos y sus agendas, con énfasis en las mujeres indígenas, afrodescendientes y montubias, las víctimas de violencia política y/o conflicto armado; las trabajadoras domésticas; las mujeres lesbianas y las lideresas locales y nacionales. (Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia)
o
Expandir la participación de las diversas organizaciones de mujeres y feministas en todos los ámbitos, así como abrir espacios de diálogo y articulación entre ellas, a fin de construir liderazgos colectivos más amplios y mayor capacidad de incidencia (Colombia, Perú)
o
Fortalecer la conciencia crítico-política de las mujeres, sus organizaciones y su movimiento(s). (Ecuador)
o
Impulsar cambios en los patrones culturales, en general, y, en la práctica política, que garanticen a las mujeres el disfrute de sus derechos políticos y demás derechos. (Bolivia)
o
Incidir en las organizaciones y partidos políticos para que cumplan con la norma (ley de cuotas, paridad) y garanticen una participación real y sustantiva de las mujeres. (Colombia, Perú)
o
Fortalecer la representación de las mujeres en el ámbito internacional (escuelas de formación de mujeres “embajadoras de los Pueblos”) (Bolivia)
o
Fomentar la participación de las mujeres en el ámbito de la justicia ordinaria y consuetudinaria.
Fortalecer la implementación de la Agenda de Paz y Seguridad de las Mujeres o
Garantizar la implementación de la norma, en especial de resoluciones 1820, 1612 y 1325 (Colombia)
o
Trabajar en violencia sexual contra mujeres, niñas y niños en contexto de conflicto armado y garantizar a víctimas el acceso a la justicia. (Colombia, Perú, Venezuela)
o
Trabajar conjuntamente Estado, Sociedad Civil y Cooperación Internacional- el tema de frontera y a nivel binacional (Colombia, Ecuador)
o
Apoyar el diseño y puesta en marcha de sistemas integrales de información, de registro y de series estadísticas, así sistemas/mecanismos de alerta temprana (Col, P, E)
o
Garantizar la protección diferencial a lideresas/activistas de derechos humanos; acompañar los procesos de mujeres víctimas de desplazamiento; impulsar la gestión integral del riesgo; y, apoyar la definición de reparaciones colectivas con enfoque de género (Colombia)
o
Sensibilizar sobre situación de las mujeres en contexto de conflicto y en situación de refugio, para promover cambios de patrones culturales. (Colombia, Ecuador) 44
o
Trabajar en torno a tema de conflictos sociales derivados de los conflictos ambientales; y de recuperación temprana frente a riesgos/conflictos ambientales y sus impactos en las mujeres, articulando los enfoques de género y medio ambiente. (Perú, Ecuador)
Aumentar la autonomía económica de las mujeres o
Trabajar por la justicia económica para las mujeres -con énfasis en las más excluidas- y desde enfoque más político/crítico del modelo hegemónico de desarrollo. (Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia)
o
Generar/implementar políticas y programas integrales para la superación de la pobreza femenina, con énfasis en las más excluidas: Derecho a empleo digno y formal, salario equitativo, igualdad oportunidades laborales, seguridad y beneficios sociales, y otros. (Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia)
o
Garantizar su acceso a/control de bienes y recursos financieros, naturales y productivos, apoyando, por ejemplo, titulación de tierras y viviendas a nombre mujeres, incidiendo en leyes y política pública (Bolivia, Ecuador, Colombia)
o
Reforzar y ampliar procesos de PSG en los ámbitos local y nacional (Bolivia, Venezuela)
o
Desarrollar las destrezas pro-ductivas y de inversión de las mujeres, en especial de las jefas de hogar, aprovechado potencialidades regionales y vinculándolas a cadenas de procesos productivos alternativos. (Venezuela, Colombia))
o
Incluir en el debate y la acción temas como: Trabajo y maternidad/paternidad; actividades del cuidado; desarrollo y migración seguridad alimentaria; cultivos transgénicos y de agrocombustibles; cambio climático; acceso a recursos genéticos y otros como tierra y agua, (Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia)
Hacer de las prioridades de de igualdad de género un tema central en la planeación y elaboración de presupuestos a nivel nacional, local y sectorial: o
Articularse a, e, incidir en los procesos de planificación y presupuestación nacional, local y sectorial, para la inclusión del enfoque de igualdad. (Bol, Per)
o
Fortalecer la planificación y definición de PSG a nivel territorial y nacional, cualificando a personal técnico y político (Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia)
o
Apoyar y acompañar a las instituciones de Estado y otras contrapartes en la construcción de indicadores cuanti-cualitativos de género e interculturalidad (censos nacionales de población, agropecuarios, etc.) (Col, Ecuador, Per,
o
Fortalecer la inclusión de género en Sistemas Nacionales y sectoriales de Estadísticas, y apuntalar el levantamiento de información estadísticas en temas sensibles (Venezuela, Ecuador, Colombia).
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A más de trabajar en estas cinco áreas, en los aspectos específicos priorizados, y desde los enfoques y cambios generales expuestos a lo largo de este capítulo, un tema que se posiciona con fuerza y como preocupación generalizada entre los países de la sub-región andina es el de los derechos sexuales y reproductivos. Es una necesidad sentida en la mayoría de países y que demanda, según manifiestan, atención urgente y un abordaje con claro enfoque de derechos humanos, más aún ahora que se experimenta, en varias naciones, un fuerte resurgimiento del discurso y visiones familistas. Del mismo modo se pone sobre el tapete la necesidad de insistir y profundizar el trabajo en el ámbito educativo, como espacio indispensable para la prevención y el desencadenamiento de cambios en los patrones socio-culturales que reproducen y refuerzan la discriminación y el machismo. De otro lado, desde Venezuela se sugiere incluir un área estratégica enfocada en el propio Sistema de Naciones Unidas y el análisis de la situación y realidad de la igualdad de género “casa dentro”, como un aspecto prioritario a fin de garantizar un avance sustantivo desde lo normativo –en donde se ha avanzado de manera significativa dentro del SNU- hacia la práctica institucional, asunto que constituye aún una deuda pendiente. Si bien en los otros países no se plantea la definición de un área específica en esta dirección, todos hacen un llamado para que al interior de Naciones Unidas se genere verdadero proceso de inclusión del enfoque de igualdad de género a fin de que éste constituya parte medular de la cultura y dinámica institucional. Finalmente, es criterio compartido de todos los países el que ONU Mujeres requiere ampliar y diversificar sus alianzas al interior de cada país, y por tanto de la sub-región. Proponen por consiguiente un involucramiento y coordinación más sostenida con: (1) Distintas instancias del Estado y otros espacios gubernamentales ampliados existentes en los distintos países (Ministerios; Gobiernos Locales, Defensorías del Pueblo; Grupos Parlamentarios; Asambleas de Gobierno; Consejos de Ministros/as; Fiscalías; Institutos Nacionales de Estadísticas); (2) Organizaciones de Derechos Humanos; y (3) Universidades, Centros Académicos y Medios de comunicación. A la vez que un trabajo con niños, niñas y adolescentes (prevención), con hombres (construcción de nueva masculinidad ) y organizaciones nacionales mixtas (federaciones, sindicatos), con organizaciones de mujeres en el ámbito rural, con especial atención en mujeres afrodescendientes e indígenas y con otros colectivos como el LGTB, mujeres transgénero. En Colombia y Ecuador se sugiere, además, involucrar al sector privado (responsabilidad social empresarial). Los planteamientos más específicos de cada país se detallan en la siguiente matriz (No.2): “Cambios y resultados prioritarios a apoyar desde ONU Mujeres”.
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Matriz comparativa No. 2 – Países de la subregión andina 5.
CAMBIOS Y RESULTADOS PRIORITARIOS A APOYAR DESDE ONU MUJERES PAÍSES
CAMBIOS Y RESULTADOS
Bolivia Acompañar los procesos de cambio que vive Bolivia, asesorando la inclusión de género en las iniciativas en marcha, repensando estrategias de trabajo y complejizando el debate.
Cambios y Resultados Generales
Trabajar desde la interculturalidad y potenciar las experiencias acumuladas por el movimiento y organizaciones de mujeres. Priorizar la acción desde lo local para impulsar la articulación con lo nacional. Fortalecer las Instancia(s) guberna-mentale(s) de la Mujer para impulsar procesos hacia la igualdad sustantiva y no solo formal. Y, fortalecer la capacidad de control social de las organizaciones de mujeres. Institucionalizar el seguimiento al cumplimiento de los convenios y tratados internacionales, fortaleciendo instancias de la sociedad civil y capacitando personal para la elaboración de informes sombra (recomendación CEDAW).
Perú
Ecuador
Colombia
Venezuela
Identificar/fortalecer los procesos país (descentralización), ampliando accionar hacia espacios sub-nacional y local, en coordinación con distintos sectores/actores y mediante un trabajo articulado e interinstitucional.
-Enfatizar en agenda feminista, que incluya a diferentes colectivos y trabajar desde visiones más políticas e integrales articulando enfoques de: género, interculturalidad, generacional y diversidad, para cerrar brechas sociales.
-Aprovechar las “oportunidades país” y trabajar desde contexto actual (transición y vigencia del conflicto armado) compatibilizando sistema garantista de derechos y agenda humanitaria.
-Construir nueva institucionalidad de género altamente posicionada que responda a demandas de las mujeres. Y, fortalecer la institucionalidad existente a nivel sectorial.
-Definir estrategias para la articulación en la agenda de paz, la promoción de los derechos de las mujeres en contexto de conflicto, y el desarrollo de soluciones duraderas para las mujeres.
Tomar en cuenta el contexto de fraccionamiento social y político, así como los procesos que vive hoy en día Venezuela, lo que demanda el desarrollo de nuevas estrategias, acuerdos y métodos de trabajo.
Articular los enfoques de igualdad de género, interculturalidad, derechos humanos e intergeneracional, en el debate, la acción, la definición de la norma, políticas y programas sociales. Fortalecer las actorías sociales “tradicionales” (movimiento feminista y de mujeres) y las “emergentes” (movimientos de mujeres indígenas y afroperuanas) para consolidar y potenciar los avances realizados.
-Apoyar la formación de servidores públicos de distintos sectores, para cualificar su desempeño y atención especializada acorde a la norma nacional e internacional. -Fortalecer/potenciar al movimiento y organizaciones de mujeres, desde diversidad, como sujetos de cambio, apoyando sus agendas/experticias, experiencias, y, su capacidad de control social. -Apuntalar el trabajo en lo local y rural para fortalecer/desarrollar capacidades técnicas, políticas y teóricas de gobiernos seccionales en igualdad de género; y, fortalecer a los grupos de mujeres de base en la defensa y ejercicio de sus derechos.
- Trabajar desde visión más política y feminista; y desde enfoques: intercultural, diversidad, ciclo vital, y seguridad humana. -Reforzar la cooperación e interlocución con los Estados y no solo con gobiernos
Trabajar desde la pluralidad y la diversidad presente al interior del SNU, de la región (entre los países) y dentro de Venezuela, involucrando a todos los actores sociales, como elemento nodal para construir un modelo de acompañamiento que considere las particulardades. Trabajar en los distintos niveles: Lo nacional, sub – nacional y local; y, buscando su articulación.
-Trabajar desde lo local para incidir a nivel nacional, acompañando/fortaleciendo a gobiernos/instancias territoriales; apoyando la creación y/o fortalecimiento de mesas de género y priorizando procesos en territorios más marginados. - Fortalecer la institucionalidad de género a distintos niveles; así como a las organizaciones y movimientos de mujeres.
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Cabios / Resultados Específicos Área Prioritaria y énfasis
Fortalecer el liderazgo y participación de las mujeres
Eliminar la Violencia contra las mujeres
Eliminar la Violencia contra las mujeres
- Consolidar los procesos de formación/profesionalización de las mujeres vinculadas a cargos públicos, a fin de cualificar su participación y representación política, su liderazgo y sus funciones.
-Garantizar/ hacer seguimiento a implementación de acuerdos internacionales, normas, leyes y protocolos nacionales.
-Institucionalizar el plan nacional de erradicación de la violencia en todas las funciones/instancias Estatales.
- Impulsar cambios en los patrones culturales, en general, y, en la práctica política, que garanticen a las mujeres el disfrute de sus derechos políticos y demás derechos. - Fortalecer el liderazgo y participación de las mujeres dentro de organizaciones nacionales mixtas (sindicatos y federaciones), espacios alta-mente masculinizados y discriminatorios. - Fortalecer la representación de las mujeres en el ámbito internacional (escuelas de formación de mujeres “embajadoras de los Pueblos”)
-Incidir en actuales procesos de revisión/ajuste de leyes relacionadas. -Mejorar acceso a la justicia de mujeres víctimas de violencia (énfasis en indígenas). -Impulsar cambios de patrones socio-culturales. -Apoyar estudios/acciones y espacios de debate sobre trata/tráfico de mujeres, feminicidios, y, abuso sexual infantil e incesto. - Hacer revisión crítica de marcos/enfoques manejados por instancias estatales. Apoyar la transverzalización de género. -Fortalecer las casas de acogida para víctimas de violencia. -Profesionalizar a funcionarios públicos y administradores de justicia. - Crear observatorios especializados en violencia contra las mujeres en instancias del Estado.
-Visibilizar diversos tipos y ámbitos de la violencia, priorizando acciones en: Trata/tráfico de mujeres y niñas; femicidio; violencia sexual e incesto; discriminación racial/étnica como violencia; violencia económica. -Luchar contra la impunidad y garantizar acceso a la justicia a víctimas de violencia (con énfasis en las más excluidas): Más inversión en sector justicia; atención integral; ampliar servicios civiles y penales; defensoría pública para víctimas de violencia sexual; fortalecer sistema nacional de medicina legal; etc. -Ampliar la cobertura de las casas de refugio/protección, en especial en zonas de frontera; y apuntalar otras iniciativas comunitarias de protección como espacios primarios de atención. -Sensibilizar a opinión pública y trabajar directamente con los hombres. -Analizar avances/retrocesos experimentados en el país (derechos, políticas, institucionalidad, servicios).
Agenda de Paz y Seguridad -Garantizar la implementación de resoluciones 1820, 1612 y 1325. Potenciar rol de las mujeres como mediadoras en procesos de construcción paz. -Trabajar en violencia sexual contra mujeres, niñas y niños y garantizar a víctimas el acceso a la justicia. -Ahondar trabajo en frontera y a nivel binacional, con refugiadas en particular. -Garantizar la protección diferencial a lideresas/activistas de derechos humanos. -Acompañar los procesos de mujeres víctimas de desplazamiento; presionar en la definición/implementación de política integral que garantice su protección; e incidir en la normativa. -Impulsar la gestión integral del riesgo/apoyar la definición de reparaciones colectivas con enfoque de género.
Eliminar la violencia Contra las mujeres -Hacer seguimiento a cumplimiento de los compromisos internacionales, y a la implementación del Plan Nacional contra la Violencia.. -Trabajar en nuevos temas (ej. Violencia transexual) e incorporando otros actores (población masculina, niñas, niños y adolescentes). -Empoderar a las mujeres en relación a sus derechos. -Capacitar a autoridades locales en contextos con alta presencia de población en situación de refugio / migrante. -Trabajar con Mas-Media como estrategia para avanzar en cambios a nivel sociocultural.
-Sensibilizar sobre situación de las mujeres en contexto de conflicto. - Apuntalar iniciativas y mecanismos existentes para la construcción de procesos de información, series estadísticas desde enfoque de género. Y complejizar el debate/la reflexión sobre paz y seguridad.
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Autonomía económica de las mujeres
Liderazgo y participación de las mujeres
Liderazgo y participación de las mujeres
- Trabajar por la justicia econó-mica: políticas de redistribución equitativa de recursos; procesos amplios de PSG locales y nacionales.
-Trabajar en el empoderamiento político de las diversas mujeres, para impulsar su activa participación en las bases, y en altos espacios de toma de decisión.
-Desarrollar/apuntalar escuelas de formación permanente para mujeres indígenas y afroecuatorianas, que garanticen nuevos cuadros y liderazgos en bases y dirigencias.
- Impulsar el diálogo tripartito (Estado, sociedad civil y agencias de cooperación) para redefinición de enfoques, estrategias, niveles de trabajo, que trasciendan los micro-proyectos. - Desarrollar programas integra-les para las mujeres con énfasis en sectores más sensibles: fortalecer su liderazgo en procesos de presupuestación, lucha focalizada contra la pobreza femenina; políticas y estrategias de formalización del empleo femenino, acceso de las mujeres a beneficios y seguirdad social, desarrollo de competencias y capacidades a nivel empresarial. - Apoyar procesos de titulación de tierras y viviendas y otros bienes a nombre de las mujeres. - Reconocimiento social y eco-nómico del trabajo doméstico no remunerado. - Abordar nuevos temas relacionados: Seguridad alimentaria, medio ambiente y cambio climático.
-Acompañar los procesos organizativos de las mujeres indígenas y afroperuanas (rurales y urbanas), de mujeres víctimas de violencia política, mujeres lesbianas, y de organizaciones masivas, apoyando sus agendas. - Abrir espacios de diálogo y articulación entre las distintas organizaciones y movimientos de mujeres a fin de construir liderazgos colectivos más amplios. - Incidir en las organizaciones y partidos políticos para que cumplan con la norma y la ley de cuotas; a la vez que apoyar la vigilancia desde la sociedad civil.
-Potenciar experiencias de mujeres políticas como acompañantes y tutoras de nuevas lideresas. -Incidir en la normativa de legalización de organizaciones de mujeres, facilitando el reconocimiento jurídico de las agrupaciones de hecho. -Apoyar procesos organizativos y liderazgos de mujeres montubias y de trabajadoras domésticas. -Fomentar la participación de las mujeres en el ámbito de la justicia ordinaria y consuetudinaria. -Fortalecer participación/liderazgo político de mujeres de la sociedad civil y de quienes están en espacios públicos/de decisión, cualificandolas técnica/políticamente y articulándolas local y nacionalmente.
Liderazgo y participación -Trabajar desde un enfoque de empoderamiento político como proyecto emancipador de las mujeres, fortaleciendo su participación en diferentes espacios/niveles de representación.
Liderazgo y Participación: Generar conocimiento más detallado sobre los procesos de participación de las mujeres, como base para su empoderamiento.
-Expandir la participación de las diversas organizaciones de mujeres y feministas en todos los ámbitos. -Fortalecer la capacidad de incidencia y abogacía de las mujeres, en particular de las indígenas, afrodescendientes, de las víctimas de conflicto armado y de las lideresas locales y nacionales, visibilizando su situación y apoyando sus procesos y agendas. -Impulsar el cumplimiento de la ley de paridad en elecciones públicas; trabajar con/incidir en los partidos políticos para garantizar/cualificar la participación de las mujeres.
-Recuperar la memoria histórica de las mujeres (en su diversidad) y desde allí fortalecer la conciencia crítico-política de las mujeres, sus organizaciones y su movimiento(s). Fortalecer veedurías ciudadanas.
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Erradicación de la violencia
Autonomía económica
Autonomía económica
- Generar más conocimiento especializado para la definición de normativa y política pública (Énfasis en violencia sexual, feminicidio; acoso y violencia política).
- Apuntar hacia la justicia económica para las mujeres, haciendo visible y respondiendo a las necesidades particulares de las indígenas, afroperuanas, mujeres rurales y de sectores urbano-marginales.
-Trabajar desde enfoque político, cuestionador al modelo.
- Unificar sistemas de recolección, sistematización y difusión de información estadística y de registro de casos. - Fortalecer la institucionalidad de género y los procesos iniciados desde instancias gubernamentales y estatales. - Mejorar las instancias de ser-vicio y atención, desde enfoque intercultural y con un accionar más articulado (recomendación CEDAW). - Trabajar en la construcción de nuevas familias para frenar la violencia dentro de la relación de pareja. Género como prioridad en la planificación - Articularse a los espacios y tiempos de planificación y presupuestación nacional, local y sectorial, para fortalecer allí la participación de las diversas mujeres. - Incidir/apoyar la inclusión
-Mejorar las condiciones laborales de las mujeres. - Alfabetizar a las mujeres mayores, pero desde procesos alternativos centrados en sus derechos económicos, sociales, políticos, etc. - Incluir en el debate y la acción temas como: Trabajo y maternidad, paternidad; actividades del cuidado; seguridad alimentaria; cultivos transgénicos, agrocombustibles; cambio climático; acceso a recursos genéticos y otros como tierra y agua. Agenda de paz y seguridad de las mujeres, -Focalizar acciones en reparación de derechos de mujeres víctimas de violencia sexual. - Apoyar a municipalidades para constituirse en centro de registro de víctimas.
-Fortalecer a las mujeres como sujetas sociales, revalorizando su trabajo dentro/fuera del hogar, capacitándolas sobre derechos laborales y otros. -Incidir en la nueva entidad bancaria regional para empujar proyectos específicos y consolidar a las mujeres como sujetas de crédito. -Garantizar su acceso a/control de bienes y recursos financieros, naturales y productivos (tierra). -Generar políticas integrales de lucha contra la pobreza femenina: garantizar empleo formal, salario digno, igualdad de oportunidades; seguridad social; salud, educación en especial a las más excluidas. -Apoyar debates/estudios sobre: brechas económicas en diferentes temas y niveles; desarrollo, migración y mujeres (con énfasis en indígenas/ afrodescendientes). Agenda de Paz y Seguridad -Trabajar -conjuntamente Estado, Sociedad Civil y Cooperación Internacional- el tema de frontera, con énfasis en: Fortalecimiento de centros estatales de atención a mujeres; formación en derechos humanos y género a militares, policía nacional y migratoria. -Abrir/ampliar el debate, la acción
Género como prioridad en la planificación -Apoyar la definición de sistemas de monitoreo de la planificación y el trabajo en PSG a nivel nacional y local.
Agenda Paz y Seguridad Trabar en prevención ante potencial problema de violencia contra mujeres y niñas en el contexto de hacinamiento en que viven las familias en situación de refugio.
-Acompañar la elaboración de indicadores de igualdad de género, principalmente en relación a temas clave, a ser aplicados a distintos niveles y sectores. -Revisar las estadísticas nacionales/sectoriales e incluir en ellas temas sensibles considerando el contexto país. -Impulsar procesos de planificación de ciudades seguras.
Autonomía económica -Trabajar desde análisis más políticos/críticos del modelo de desarrollo, para superar la po-breza de las mujeres, atacando la precarización del trabajo fe-menino, garantizando su dere-cho a empleo digno/formal, a un salario equitativo y a igual-dad de oportunidades laborales
Autonomía Económica -Desarrollar las destrezas pro-ductivas de las mujeres, en especial de las jefas de hogar, aprovechado potencialidades regionales. - Apoyar el microcrédito para la población femenina. -Impulsar la participación de las mujeres en espacios de
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del enfoque de igualdad de género en los presupuestos nacional, subnacional y sectorial; y, en los procesos actuales de ordena-miento jurídico y de elaboración legislativa. - Incidir en el Plan Nacional de Costeo de Género, y, apoyar la implementación del Plan de Igualdad de Oportunidades (PIO).
- Articular enfoques de género y medio ambiente para hacer frente a los conflictos sociales derivados de los conflictos ambientales, recuperando el conocimiento y saberes de mujeres/hombres.
e información sobre reclutamiento de niñas/os y adolescentes; mujeres desplazadas/refugiadas; y recuperación temprana frente a riesgos/conflictos ambientales y sus impactos en las mujeres. -Construir una agenda de paz y seguridad con mujeres refugiadas y ecuatorianas. -Diseñar sistemas integrales de información para activar mecanismos de alerta temprana de violencia sexual y trata/tráfico, en diversos sectores.
-Cualificar las reparaciones administrativas/económicas desarrollando capacidades productivas y de inversión de las mujeres.
planificación de recursos (nivel nacional, regional, local). –Reforzar procesos iniciados de PSG.
-Trabajar en torno a problematica de mujeres, tierras y territorios (acceso/control; titulación; leyes y políticas públicas).
-Acompañar técnicamente al Ministerio Coordinador de Seguridad para la inclusión de género e interculturalidad en las políticas de defensa.
Paz y Seguridad
Planificación/presupuestos
Trabajar esta área desde una perspectiva de prevención.
-Fortalecer Mecanismo de la Mujer y otras instancias. -Incidir en política pública local, aprovechando proceso de descentralización. -Fortalecer y ampliar los procesos de PSG a nivel local, regional y nacional. - Formar a autoridades, funcionarios públicos y equipos técnicos para la implementación compromisos internacionales, normativa nacional y PSG.
-Visibilización de la situación de vulnerabilidad/exclusión que viven las mujeres refugiadas. Planificación, presupuestos - Generar trabajo mancomunado de planificación nacional, sectorial y local, aprovechando los ministerios coordinadores y el trabajo adelantado y, fortaleciendo los procesos de planificación. -Apoyar la revisión de agendas y políticas sectoriales para incorporar en ellas el enfoque de género. -Fortalecer la planificación y definición de PSG a nivel territorial, cualificando a personal técnico y político. -Generar/apuntalar levantamiento de información estadística desde
Eliminación de la violencia -Trabajar en: Trata y tráfico de mujeres, niñas y niños. Prostitución y esclavitud. Niñas indígenas desplazadas y matrimonio servil. -Abordar problemática de violencia contra mujeres en comunidades indígenas y afrocolombianas, fortaleciendo el diálogo interculturaly revisando los sistemas consuetudinarios de justicia.
Planificación/presupuestación Fortalecer la inclusión de género en Sistemas Nacionales de Estadísticas, ampliando a te-mas aún no considerados: Censos agropecuarios; aporte económico de las mujeres rurales.
-Trabajar en torno a violencia étnica y racial.
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- Apoyar a instituciones de Estado en construcción de indicadores cuanticualitativos de género e interculturalidad (censos nacionales de población, agropecuarios, etc.).
Aliados Estratégicos de ONU Mujeres
Otros Temas a trabajar
- Incidir en los procesos y períodos de planificación nacional, regional, local.
-Salud y Educación. -Soberanía y crisis alimentaria -Migración femenina
-Derechos sexuales y reproductivos. -Salud y embarazo adolescente. -Educación. -Vivienda.
enfoque de género que alimente y oriente la toma de decisión y la inversión. -Apoyar la aplicación y seguimiento, dentro de ministerios, del “clasificador K” para registrar los recursos destinados por el Estado para la igualdad de género. -Incidir en la inclusión del enfoque de género en los procesos de construcción de indicadores impulsados desde Estado y otras contrapartes. -Derechos sexuales y reproductivos, y salud -Educación como prevención. -Comunicación y mass-media, (mecanismo para regular los mensajes) -Migración y derechos de las mujeres y niñas/os.
Diversificar sus alianzas y socios/as, ampliando su accionar hacia: Sindicatos y federaciones; Ministerio de Educación. Y, trabajar con Concejalas y demás mujeres en cargos públicos; con los hombres; desde la prevención, con niños, niñas y adolescentes; y, con Medios de comunicación para un posicionamiento más fuerte de la problemática y de la nueva agencia.
Ampliar alianzas con: Gobiernos regionales/ locales; Asamblea gobiernos regionales; Presidencia Consejo de Ministros/as; Ministerio Economía/ Finanzas; Defensoría del Pueblo; Universidades /centros de investigación. Y trabajar con Niñas, niños y adolescentes (prevención); hombres (nueva masculinidad); Pueblos originarios (con agenda diferenciada).
Actores/as aliados: -A nivel nacional: Ministerios coordinadores; gobiernos locales; Grupo parlamentario por los derechos de las mujeres; sector privado (enfoque de responsabilidad social empresarial); mujeres rurales, montubias y adultas mayores; colectivo LGTB; hombres y niños/niñas.
-Promoción de los derechos sexuales y reproductivos, desde el enfoque de derechos y como área específica. -Educación y cultura como eje transversal para construcción de nuevos patrones socioculturales.
Actores/as aliados: Corte Constitucional; Fiscalía; instancias sectoriales (salud, (educación); gobiernos locales; empresa privada; medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos. Y trabajar con mujeres indígenas, afrocolombianas; rurales; mujeres transgénero; hombres y niños/niñas.
-Incluir un área en relación a la situación / realidad de la igualdad de género dentro del Sistema de Naciones Unidas, y garantizar salto de lo normativo (en lo que se ha avanzado) hacia práctica institucional (pendiente). - VIH-Sida y género (en coordinación con ONU Sida) Diversificar Alianzas: A más del Mecanismo Nacional de la Mujer, trabajar también con: Ministerio de Educación; Instituto Nacional de Estadística; Policía Migratoria. Y, con las mujeres tradicionalmente no incorporadas en sus programas (Lesbianas; mujeres viviendo con VIH-Sida).
-A nivel global: Organización Mundial de Ciudades (CGLU).
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5. RENDICIÓN DE CUENTAS Y COORDINACIÓN – VISIÓN SUBREGIONAL 5.1. Rendición de cuentas La rendición de cuentas, desde una perspectiva tradicional, suele ser entendida como un proceso limitado a la fiscalización. Si bien ello en parte es así, pues implica una acción de interpelación política y de control social, desde visiones alternativas la rendición de cuentas constituye una oportunidad para abrir espacios de interlocución y retroalimentación entre los actores/as involucrados; así como de debate y proposición. Si bien solo Bolivia y Ecuador llaman la atención sobre la necesidad de esta reinterpretación de los procesos de rendición de cuentas, al momento de identificar los mecanismos más idóneos para que ONU Mujeres de cuenta de los procesos impulsados por ella, todos los países comparten ideas muy similares y que se resumen en los siguientes planteamientos: Diseñar y poner en marcha un modelo/mecanismo: Transparente, es decir, que informe sobre los procesos en su conjunto, resaltando los aspectos técnicos (estrategias, actividades, actores/sectores involucrados) políticos (avances, obstáculos, alianzas), presupuestarios (montos invertidos, fuentes de financiación) y de procedimientos. (Bol., Per., Ecu., y Col). Descentralizado a fin de garantizar que este proceso llegue a distintos niveles y actores. Para ello será necesario abrir espacios de interlocución y diálogo político con los movimientos/organizaciones de mujeres y otros actores en lo local y nacional (Bol, Col., y Per). Ajustado a la gestión e información de resultados e impactos, lo que supone contar con metas e indicadores cuanti-cualitativos claros; así como con análisis de contexto y líneas de base actualizadas y a distintos niveles sobre derechos/situación de las mujeres, y, grado de cumplimiento de compromisos internacionales como punto de partida para medir avances en los distintos ámbitos e identificar los desafíos prioritarios (Bol, Per, Col, Ecu). Que impulse y garantice la participación activa de todos sus socios y recoja la voz de las mujeres, desde su diversidad (Bol). Y, Que tenga a la CEDAW y otros instrumentos regionales e internacionales como “paraguas” para la rendición de cuentas (Col y Ven). Como medios que puede utilizar para garantizar una información ágil, continua y transparente se sugieren: Boletines digitales y/o impresos (para llegar a diversa población); foros electrónicos; ventana de rendición de cuentas en página web de ONU Mujeres (Sede, oficinas regionales y de países), con links a páginas de los socios/as con quienes están impulsando acciones conjuntas; consultas presenciales periódicas con sus socios/as a nivel nacional y local; observatorio de igualdad e género; mantener redes de información y comunicación con actores locales vinculándose a las ya existentes en algunos países (redes de comunicadores/as indígenas). Todos ellos deberán usar un lenguaje (escrito y visual) adaptado la diversidad del país. Aprovechar y articularse a los procesos, períodos, espacios y mecanismos de rendición de cuentas de sus socios/as como estrategia de co-rendición de cuentas y como mecanismo para informar de 53
manera conjunta sobre los avances, obstáculos, resultados e impactos. Para este fin, se propone valerse de las fechas emblemáticas. (Bol, Per, Ecu, Ven). Generar una cultura de rendición de cuentas sobre igualdad de género entre las agencias del SNU. En esta dirección se sugiere: Promover la inclusión de resultados e indicadores de género e interculturalidad en la evaluación anual de las Agencias del Sistema. (Bol. Ecu.) Homogeneizar los mecanismos de rendición de cuentas dentro del SNU, los mismos que deberían: Responder a la pluralidad interna de Naciones Unidas, así como a la de los países; ser ágiles y simplificados; y utilizando metodologías alternativas que permitan mirar los avances tanto en términos cuantitativos como cualitativos potenciar las experiencias positivas de rendición de cuentas. (Ven.) Potenciar las experiencias positivas de rendición de cuentas existentes dentro del SNU; y aprovechar los grupos temáticos de género y las mesas de género de la cooperación internacional como espacios idóneos para generar esta cultura de información. (Bol, Ecu, Ven) Definir, conjuntamente con sus socios/as, metas del milenio específicas para la igualdad de género, a ser presentadas en la próxima reunión de los Estados Miembros, como mecanismo común para la rendición de cuentas regional y global. Este se plantea, desde el Gabinete de Ministras de Bolivia, y se lo califica como “reto mayor” y de largo alcance. Finalmente, varios países llaman la atención también sobre la necesidad de que ONU Mujeres mejore su sistema de gestión e información (devolución oportuna y garantizada de la información/resultados de reuniones/consultas/mesas de trabajo; respuesta ágil a mensajes electrónicos y otros; provisión de información solicitada, desburocratización, etc.). Y de transparentar procesos en relación a los fondos concursables y demás apoyos financieros informando sobre los criterios de calificación, conformación de jurado, estado/resultados del proceso de selección, propuestas recibidas/finalistas y ganadora. (Ecu, Pe, Bol)
5.2. Coordinación dentro del SNU Éste es un tema que convocó mucho la atención e interés al interior de los UNCTs y de los grupos temáticos de género (GTG o GTI) en todos los países, así como de las mesas ampliadas de género de la cooperación internacional. Todos ellos/ellas ven, en el rol coordinador de ONU Mujeres, una ventana de oportunidad para construir capacidad instalada en género dentro del Sistema que permitirá ofrecer respuestas más articuladas e integrales a sus contrapartes y socios/as. Del mismo modo, todos/as reconocen que esto constituye un gran reto, no solo para ONU Mujeres, sino para el Sistema en su conjunto pues implica mucha voluntad política desde todas las esferas (directivas, técnicas y personales) y apertura para el cambio. Con estas consideraciones, identifican cuatro grandes estrategias que redundarían en la construcción de mecanismos ágiles para una coordinación efectiva; a saber: Planificación conjunta: Impulsar la planificación conjunta, aprovechando los espacios y mecanismos internos de programación (UNDAF; MDG), orientada a: (1) La construcción de una plataforma común / plan general de igualdad de género a nivel país (a ser aprobado por el UNCT e implementado por todas las agencias, según sus experticias), tratando el enfoque de 54
género dentro del de derechos humanos. (2) La definición de metas e indicadores comunes. (3) Al fortalecimiento de las potencialidades/experticias de cada agencia para responder, con una sola voz, a las prioridades nacionales en materia de derechos de las mujeres e igualdad de género. Fomento de un trabajo articulado: Fomentar un trabajo articulado entre las diferentes agencias del SNU, así como alianzas y sinergias con las agencias bilaterales de cooperación internacional para armonizar agendas que redunden en esfuerzos más integrales y coordinados. Ello exige definir conjuntamente un marco de corresponsabilidades, desde las fortalezas e intereses particulares; así como homologar enfoques y metodologías de trabajo. (Perú, Colombia, Venezuela) Impulso/fortalecimiento de espacios de encuentro: Reactivar y/o potenciar los espacios de encuentro más amplios como: (1) Las reuniones regionales de las y los Coordinadores Residentes; (2) UNCT Binacionales; (3) Las mesas ampliadas de género de la cooperación internacional; y (4) los grupos interagenciales de género, redefiniendo sus dinámicas y estrategias para hacerlos más viables y ágiles20. Respecto de estos últimos se plantea la necesidad de fortalecerlos y posicionarlos mejor dentro del sistema (capacidad de decisión). Y, Fortalecimiento de capacidades al interior del Sistema: Fortalecer las capacidades en género al interior del SNU, desde los niveles directivos hasta los técnico-operativos, mediante: (1) Acompañamiento técnico a las agencias. (2) Institucionalización de un curso obligatorio básico e intermedio de género para todo el personal de Naciones Unidas. (3) Apertura de cursos periódicos y especializados en transversalización de género, producción de información estadística con enfoque de género, diseño de políticas y proyectos, para personal técnico de las agencias. (4) Creación de un fondo para el intercambio de experiencias entre las agencias a nivel subregional. Y, (5) Seguimiento/evaluaciones desde ONU Mujeres a las distintas agencias sobre los esfuerzos y avances realizados en materia de igualdad de género. Se plantea también la necesidad de fortalecer el cumplimiento de las recomendaciones del Gender Scrod Card. En la matriz “Rendición de cuentas y coordinación con el SNU”, que presentamos a continuación (No. 3), se resumen los principales planteamientos hechos, al respecto, en cada uno de los países y que, como podrán ver, redundan en las cuatro estrategias antes expuestas.
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En este sentido se propone, por ejemplo, conformar mesas inter - GTIs
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Matriz comparativa No. 3 – Países de la subregión andina RENDICIÓN DE CUENTAS (RC) Y COORDINACIÓN CON SNU PAÍSES
Rendición de Cuentas (RC)
ÁMBITOS CONSULTA
Bolivia
Perú
Ecuador
Colombia
Venezuela
Poner en marcha un modelo: Descentralizado que informe a nivel nacional/local. Centrado en la gestión e información de resultados, con indicadores claros y a partir de líneas de base a distintos niveles. Con participación activa de socios y que recoja la voz de las mujeres. Que informe sobre estrategias, actividades, actores involucrados; montos invertidos; impactos, fuentes de financiamiento).
Transparentar procesos: Difundir criterios de selección de proyectos, jurado calificador, propuestas seleccionadas, calificaciones, etc.
Levantar línea de base sobre derechos/situación actual de las mujeres, y, cumplimiento de compromisos internacionales, para ver avances e identificar desafíos prioritarios.
Definir mecanismo: Transparente, informando sobre los aspectos técnicos y políticos, presupuestarios y de procedimientos.
Co-rendición de cuentas entre ONU Mujeres y los diversos socios: Desde ONU Mujeres y el SNU sobre los progresos realizados en la implementación del plan. Y, desde los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil sobre el cumplimiento de los acuerdos y compromisos internacionales.
Articularse a los procesos, períodos y mecanismos de rendición de cuentas de sus socios/as, para informar de manera conjunta. Generar cultura de RC sobre igualdad de género entre las agencias del SNU (aprovechando el GTI/Mesa de Género y los instrumentos existentes en SNU y agencias bilaterales para definir un sistema común de RC. Reto mayor: Definir, con sus socios/as, metas del milenio para la igualdad de género, a ser presentadas en la reunión de los Estados Miembros (Sept. 2011), como mecanismo común para la RC regional y global.
Establecer mecanismos descentralizados y ágiles de información y presentación de resultados/impactos, avances y obstáculos, montos invertidos, fuentes de financiación, actores y sectores con quienes se trabaja. Que use lenguaje adaptado la diversidad del país. Y que trabaje con las redes de comunicadores/as indígenas, y otras redes locales. Aprovechar espacios y mecanismos institucionalizados para la RC existentes dentro del Estado y dentro de SNU; y, fechas emblemáticas para informar a la opinión pública. Publicar boletines periódicos informando sobre la implementación del plan estratégico, mediante indicadores claros. Construir una página web de ONU Mujeres Perú, con links a otras páginas y abierta a que sus socios la alimenten. Mantener consultas periódicas con sus socios y a diferentes niveles.
Definir sistema transparente de información de resultados: foros electrónicos, observatorios; consultas; redes de información con actores locales; boletines periódicos con lenguaje ágil y adaptado a realidades del país. Aprovechar mecanismos/espacios de RC de SNU, Estado y contrapartes. Propiciar que SNU tenga espacios de RC hacia los Estados y los pueblos. Promover inclusión de resultados/indicadores de género (interculturalidad y sostenibilidad ambiental) en evaluación anual de Agencias del SNU. Mejorar sistema de gestión e información: Devolver información/resultados de reuniónes/consultas/mesas de trabajo; responder correos y a información solicitada. Y transparentar procesos de los fondos concursables (Criterios de calificación, conformación de jurado; estado/resultados del proceso de selección; propuestas recibidas/finalistas y ganadora.
Descentralizado, abriendo espacios de interlocución y diálogo político con el movimiento de mujeres y otros actores en lo local y nacional. Que parta de análisis de contexto /líneas de base. Y tenga una estrategia comunicacional adaptada a realidades culturales y locales. - Con apoyo en los instrumentos internacionales, establecer metas e indicadores cuanti cualitativos para informar sobre resultados, impactos, inversiones, visibilizando los ámbitos con más avances y desafíos pendientes. Ello exige fortalecer la gestión por resultados.
Puesta en marcha de espacios de definición conjunta (ONU Mujeres + socios) de los planes de acción e implementación, y de seguimiento a los progresos realizados desde cada quien. Homogeneizar, dentro del SNU, los sistemas/mecanismos de RC, los mismos que deberían: Responder a la pluralidad interna y externa. Ser ágiles y simplificados. Potenciar las experiencias positivas de RC existentes dentro del SNU. Y repensar los métodos para la medición de avances, recuperando también los avances cualitativos. Tener a la CEDAW como paraguas para la rendición de cuentas de todos los actores.
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Coordinación con SNU
Impulsar planificación conjunta, aprovechando procesos y espacios de programación internos (UNDAF), para transversalizar el enfoque de género, y, definir lineamientos de acción conjunta, definiendo metas e indicadores comunes.
Impulsar la programación y planificación conjunta orientada a la construcción de un plan general de igualdad de género a nivel país (a ser aprobado por el UNCT) y a ser impulsado por todas las agencias, según sus experticias/intereses.
Conocer, documentar, visibilizar y divulgar los procesos y experiencias de trabajo en igualdad de género de las distintas agencias, como estrategia de acompañamiento, consolidación de los GTG y de sensibilización/desarrollo de capacidades “casa adentro”.
- Fomentar alianzas y sinergias entre las agencias del SNU y agencias bilaterales de cooperación internacional, para articular procesos existentes y armonizar sus agendas.
Institucionalizar el GTG, y fortalecer a las/los puntos focales acercándolos más a los espacios de toma de decisión.
- Fortalecer las capacidades en género al interior del SNU, desde niveles directivos hasta técnico-operativos, mediante: Acompañamiento a la planificación de programas/proyectos de las agencias; la creación de un fondo para el intercambio de experiencias entre las agencias a subregional (encuentros presenciales y virtuales); e institucionalizando un curso obligatorio básico/intermedio de género para toda persona que ingresa a ONU, recuperando experiencia impulsada por PNUD. - Fortalecer y dinamizar más el GTI/Mesagen como espacio clave de articulación y coordinación, en el marco de una reflexión más estratégica e identificando temas comunes que las convoque.
Aprovechar espacios y mecanismos de programación conjunta en el SNU (UNDAF); buscar sinergias con el UNDG; construir plataforma común de género; y, tratar el enfoque de género dentro del de derechos humanos, buscando construir una batería común de indicadores de igualdad de género. Abrir/mantener espacios periódicos de diálogo, evaluando viabilidad/redefiniendo GTIs. Conformar mesas inter-GTIs. Retomar reuniones regionales de Coordinadores Residentes. Advocacy con la Oficina del Coordinador/a Residente. Revisión conjunta del cumplimiento país de las recomendaciones de los comités internacionales. Dar acompañamiento a las agencias para fortalecer aspectos técnicos de género; brindar cursos periódicos y especializados sobre transversalización, producción de información estadística con enfoque de género, diseño de políticas y proyectos. Y fortalecer el cumplimiento de la recomendacio-nes del Gender Scord Card. Considerar el relanzamiento de la Mesa Ampliada de Género de la Cooperación internacional o algún espacio de coordinación periódico, que podría incluir canastas de fondos comunes.
Aprovechar espacios y mecanismos de programación conjunta del SNU (UNDAF /MDG) para la inclusión de género y la definición de visiones y acciones conjuntas y de indicadores específicos y comunes a todo el Sistema, garantizando recursos para su implementación.
Impulsar la programación y la planificación conjunta a fin de evitar duplicación de esfuerzos y recursos; y, de aprovechar las potencialidades de cada agencia para responder, con una sola voz, a las prioridades nacionales en materia de derechos de las mujeres e igualdad de género.
Potenciar el UNCT Binacional: Hacer abogacía/sensibilización a niveles directivos para lograr su compromiso político. Y, reforzar las mesas de género del SNU/Cooperación Internacional para coordinar y articular esfuerzos dentro del SNU y con otras agencias bilaterales.
Fomentar un trabajo articulado mediante comunicación transparente, constante y permanente, y, mediante la institucionalización de las Consultas como mecanismo de coordinación ya que son “una oportunidad para conocer, potenciar, legitimar y valorar el trabajo que hace cada agencia” –y demás socios- en materia de igualdad de género.
Dar acompañamiento técnico a las agencias del SNU para la definición de indicadores de igualdad de género acordes a los énfasis de acción de cada una de ellas, recuperando y potenciando su trabajo, avances y resultados. En su construcción, vincular a contrapartes para que incluyan dichos indicadores en políticas, planes y programas nacionales, locales y sectoriales. Definir entre las agencias un marco de corresponsabilidad y de trabajo conjunto en materia de igualdad de género, especificando responsabilidades de liderazgo, apoyo, o, asesoría técnica. Homologar dentro del SNU enfoques y metodologías de trabajo. Y, desarrollar paquetes de capacitación teórico prácticos para el Sistema y sus socios en temas de definición de políticas e indicadores de género, diseño de proyectos.
Hacer seguimiento y evaluaciones desde ONU Mujeres a cada agencia y a jefes de agencia sobre el trabajo y avances realizados en materia de igualdad de género. Fortalecer el espacio del GTG y hacer un levantamiento más seguido de las lecciones aprendidas que se reportan en la rendición de cuentas que, por mandato, los grupos temáticos deben realizar.
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REFLEXIONES FINALES La creación de ONU Mujeres como nueva entidad del Sistema de Naciones Unidas, especializada en la igualdad de género, los derechos y empoderamiento de las mujeres ha sido recibida de manera muy positiva en los países de la sub-región, y es vista como un nuevo logro de la lucha y demanda de las organizaciones/movimiento de mujeres y demás instancias comprometidas; a la vez que como un reto para ONU Mujeres y las Naciones Unidas en su conjunto en tanto demanda de ella apertura y voluntad política para el cambio “casa adentro”. Las expectativas que, entre los diversos actores, está generando el aparecimiento de esta nueva Agencia son muchas, y lo que, en varios casos se espera de ONU Mujeres rebaza sus posibilidades. En este sentido, un reto importante que ONU Mujeres tiene por delante es definir con mayor claridad una serie de estrategias de coordinación con sus distintos socios/as a fin de impulsar procesos conjuntos y mancomunados, especificando con precisión cuáles son sus responsabilidades y cuáles las de los demás. La necesidad de ampliar los enfoques de trabajo, impulsando procesos más integrales que conjuguen diversas perspectivas (interculturalidad, diversidad, ciclo vital, derechos humanos, seguridad humana, etc.) es una demanda y exigencia de todos los países y criterio compartido por los diversos actores/as consultados. Del mismo modo, es una exigencia particularmente de las organizaciones de mujeres el complejizar los debates desde visiones feministas y desde un posicionamiento más crítico frente al modelo hegemónico de desarrollo. En relación a las cinco áreas estratégicas identificadas por ONU Mujeres en el Plan de Acción de los 100 días, todos los países y socios/as consultados reconocen que ellas son importantes y están en armonía con las realidades particulares de cada país. Por ello, dicen, deben ser concebidas y trabajadas de manera articulada, aunque dentro de cada país se ponga especial énfasis en una(s) u otra(s) por el contexto y procesos específicos por los que están atravesando. Desde una visión de conjunto y a partir de las prioridades nacionales, tres serían las áreas estratégicas que requieren de mayor atención: (1) Eliminar la violencia contra las mujeres, (2) Expandir la voz, el liderazgo y la participación de las mujeres, y, Fortalecer la implementación de la Agenda de Paz y Seguridad para las mujeres. Repensar desde ONU Mujeres y desde el SNU en general estrategias de acción, actores aliados y contrapartes, ámbitos y niveles de acción para el aceleramiento del avance de los derechos de las mujeres es un aspecto fundamental en todos los países y un reto a nivel subregional. Como lo es también el desencadenamiento de procesos orientados a garantizar la implementación de la norma nacional e internacional para hacer de la igualdad de género una realidad vivida por las diversas mujeres. El debilitamiento que han sufrido los Mecanismos de la Mujer en todos los países de la región es un asunto que concita la preocupación de todos los socios/as consultados, al igual que el debilitamiento y fraccionamiento de las organizaciones y movimientos de mujeres/feministas. De allí el planteamiento unánime y la demanda para que ONU Mujeres redoble sus esfuerzos para: (1) Fortalecer la(s) institucionalidad(es) de género, que garantice un accionar desde el enfoque de los derechos de las mujeres y desencadene procesos de forma articulada y coordinada con las organizaciones y movimientos de mujeres/feministas. Y, (2) Fortalecer a estas últimas, respetando la diversidad, a la vez que facilitando puentes que les permita articular agendas y desencadenar acción colectiva (incidencia política) de manera más coordinada, erigiéndose como sujetas sociopolíticas con capacidad de control, vigilancia y exigibilidad y como generadoras de cambio. 58
Ser inclusiva, desde el respeto/fortalecimiento de la pluralidad y desde un posicionamiento crítico al status-quo, es el desafío mayor que se exige y espera de ONU Mujeres. Planteamiento que la reta a desarrollar estrategias más políticas, a hacer nuevas apuestas y a abrir sus fronteras hacia nuevas visiones y colectivos de mujeres tradicionalmente no contemplados, sin dejar de lado a las organizaciones y movimientos feministas de la sub-región. En este sentido se reconoce el esfuerzo desplegado para acompañar y apuntalar los procesos de las mujeres indígenas en los distintos países, por donde hay que continuar trabajando; pero se puntualiza también como un pendiente importante el hacer lo propio con las mujeres afrodescendientes, las de los colectivos LGTB, aquellas viviendo con VIH-Sida, entre otras.
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