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Mil veces bendita, dulce madrecita

¡Mil veces bendita, dulce

madrecita!

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«M amá», la palabra más dulce que se pueda pronunciar. En ella se encierran miles de sentimientos de amor incondicional, de delicadeza, fortaleza, paciencia, dedicación, valentía y entrega absoluta. No hay imposibles para ella. Todo lo puede con su infinito amor y gran corazón. Como bien dice la escritora, de Portugal, Isabel Minhós: «El corazón de una madre no es solo un músculo que late sin parar. Es un lugar mágico donde suceden las cosas más extraordinarias… El corazón de una madre está unido al corazón de cada hijo por un hilo muy fino, casi invisible. Gracias a este hilo, todo lo que le sucede a un hijo hace que algo pase también en el corazón de una madre. Cuando un hijo se ríe a carcajadas, el corazón de una madre se pone a bailar… Pero si su hijo está triste, el corazón de su madre se parte en mil pedazos. Cuando un hijo enferma, el corazón de una madre se llena de pintitas rojas y se hace mucho más pequeño… Pero no se olvida de crecer apenas su hijo se siente mejor. Cuando un hijo se cae y se da un buen batacazo, el corazón de una madre se queda blanco como el papel. Y se hiela hasta dejar de latir si su hijo se pierde entre la multitud. Cuando no entiende a su hijo, el corazón de una madre es como un laberinto. Y una nube oscura pasa por él siempre que un hijo es descortés. Cuando pasa mucho tiempo sin ver a un hijo, el corazón de su madre se oxida… Pero cuando llega la hora de ir a recoger a su hijo a la escuela es un avión a propulsión. Cuando un hijo dice algo gracioso, el corazón de una madre se ilumina. Y cada vez que su hijo aprende una palabra nueva en su interior se abre una ventanita. Si un hijo hace un disparate, el corazón de su madre se convierte en un volcán en erupción… Pero cuando un hijo necesita ayuda es una campana que repica sin parar. Si alguien quiere hacer daño a uno de sus hijos, del corazón de su madre brotan garras y dientes afilados… Pero cuando llegan las vacaciones, late suavemente al compás de las olas. El corazón de una madre es un pajarillo cuando va de merienda al campo. Y un buen día, en el corazón de una madre nacen flores… cuando un hijo dice “hola” por primera vez, a otro hijo». ¡Cuánta verdad en las palabras de Isabel Minhós! No en balde, su prestigio es reconocido en el mundo de la literatura, ante tan refinada, amorosa y

«Los hombres son lo que sus madres hicieron de ellos».

Ralph Waldo Emerson

certera pluma.

Sin duda, la experiencia de ser madre es felicidad y amor al 100%, las 24 horas. Todos los días son SU DÍA, pero un día para honrarle, llenarle de alegría y agradecimiento por toda su entrega, es bien merecido.

En nuestro país cada año, celebramos el Día de la Madre, fecha que tiene su origen en la gesta de la Independencia del Paraguay, iniciada un 14 de mayo y finalizada en la madrugada del 15 de mayo de 1811, con la rendición del gobernador español Bernardo de Velasco, y como un homenaje a la patria independiente de la considerada Madre Patria, se establece el 15 de mayo como el Día de la Madre en Paraguay.

En tu día, gracias, MAMÁ, por todo el amor, los abrazos y la entrega; por todo el ejemplo a seguir y legado a transmitir. Las buenas y puras acciones de una madre logran una persona de bien, generosa y con un corazón amable.

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