La Ramona 09 mayo 2010

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cochabamba, 9 de mayo de 2010

leal, espinoza, tapia, brun, andrade, abal, bajo, rivera y navarro


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Memorialistas & viajeros

PREGUNTITA

vicente Blasco ibáñez: “En el Bartolomé leal, desde santiago

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etido como estoy en el desarrollo de una novela de largo aliento, acezando por supuesto, y dado que un par de episodios transcurren en Italia, particularmente en Roma, busco entre viajeros ilustres algunas inspiraciones. Por ello, rescato de entre mi biblioteca (más bien itinerante en los últimos meses) un libro del español Vicente Blasco Ibáñez, un autor que ahora se lee poco pero que en su tiempo fue bastante apreciado. Un auténtico republicano, ateo y comecuras, libertario y apasionado por la cultura, no pudo sino hacer de sus periplos por la bota un ejemplo cabal del libro de viajes que, al menos para mí, es de los que no sólo vale la pena leer, sino además utilizar como consejero para moverse en territorios desconocidos. Italia es como una jungla, claro que de cultura. Blasco Ibáñez no se pone a hablar con displicencia del “país del arte”, como le llama, de los monumentos que visitó, ni mucho menos pierde tiempo en dar opiniones pendejas acerca de pendejadas. Lo suyo es el compromiso. Mezclar los elementos históricos con los del arte, buscando entender la esencia de un pueblo que no es el que se ve simplemente en la calle, sino el resultado de una larga historia que fue enmarcando su devenir en tantos sucesos determinantes. Es poco lo que podemos captar de ese devenir en una sola generación. Es necesaria la búsqueda. Tenemos todo un bagaje de información que nos permite contextualizar lo que vemos. Impresiona que en 1896, cuando publica este libro sobre Italia, haya sido capaz de juntar tanta información minuciosa. Blasco Ibáñez es un viajero de terreno, no un ratón de biblioteca y menos un pasivo cultor del copy & paste (antes se llamaba plagio a eso) Hay algo también altamente relevante. Blasco Ibáñez está pasando por entonces uno de sus tantos exilios, esta vez en Italia. Un dialéctico avant-lalettre, el joven valenciano se dedica a acosar al poder dominante, a denunciar la injusticia, a perorar a las masas. Masón, admirador de Voltaire y Rousseau, lector de la Enciclopedia, mentor de Zola., un hombre de vanguardia y polémica. Se pelea con media España, se ve obligado a partir. Sin embargo, París, Buenos Aires, ciudad de México, Santiago de Chile (de donde proviene el gran amor de su vida), se le rinden. Hollywood se dedica a hacer versiones fílmicas de sus obras principales, Los cuatro jinetes del Apocalipsis, Sangre y arena, Mare Nostrum, La maja desnuda...

Escribe: “Hace unas cuantas horas que estoy en Roma, y aún dudo que esta tierra que piso sea la de la Ciudad Eterna. Con entusiasmo habrán podido venir aquí en el curso de los siglos, millones de peregrinos deseosos de contemplar entre los esplendores de una pompa oriental, la faz del más alto representante de Jesús en la tierra; pero yo no cedo a los creyentes que su anhelo fuese más grande que el que yo sentía por llegar a esta ciudad...”. Agrega con pasión: “Mientras todas las metrópolis del pasado yacen inánimes o el viento de los siglos ha arrebatado hasta el último átomo de su grandeza, Roma continúa milagrosamente en pie, vieja, exangüe, pero sonriente con su boca senil al ver que aún se sostiene brillante y joven la obra de la civilización latina”. Remata: “No hay emoción comparable a la que produce la proximidad de Roma”. Es una prosa descuidada, rápida, sin pulimento, pero llena de entusiasmo. La “grandeza” de Blasco Ibáñez como escritor ha dado lugar a largas discusiones. Pío Baroja, que no por menos admirable es sin duda un escritor bárbaro y caprichoso, lo condenó. La verdad es que Blasco Ibáñez, político activo, tuvo una vida demasiado intensa, demasiado recargada, demasiado expuesta como para darse el lujo de forjar exquisiteces con las palabras. Recordemos que su obra de juventud, su tal vez primer esfuerzo literario, es una traducción de Las mil y una noches. Y eso sí que le debe haber consumido tiempo. Es un escritor para lectores, no para críticos o académicos. Y para viajeros, reitero. Blasco Ibáñez dedica varias páginas de su libro

del arte” a Venecia, y en ello me detengo por razones también oportunistas. Le dejo explayarse: “Un ensueño: esta es la palabra. Llega a dudarse de la realidad al ver como se destaca sobre la verdosa sábana Venecia, dorada por el sol; envuelta en una ligera bruma que hace temblar sus contornos; rodeada de islas que son jardines; viendo siempre en lontananza un cinturón de buques que se aproximan... A lo lejos se ven pasar las negras góndolas como insectos que resbalan por debajo de los puentes”. Es un llamado a tomar distancia, a dar espacio a la visión de conjunto, a evitar el vicio del primer plano. La decadencia de Venecia es un motivo de preocupación hasta hoy. Lo curioso es que la suya es una larga historia de plagas y derrotas. El descubrimiento de América por España y de la nueva ruta a Indias que inventa Portugal, destruyeron su base económica. La ciudad dejó de ser el puente hacia Oriente. Ese Oriente de donde los mercaderes traían obras de arte por el mero gusto de embellecer a Venecia. Luego vinieron las invasiones modernas. Dice Blasco Ibáñez: “Las riquezas orientales emprenden otros rumbos; las naves abandonan los antiguos mares; surgen nuevos puertos atrayendo la riqueza y la actividad humana; y la agonía de Venecia dura dos siglos, perdiendo lentamente todas sus conquistas del fondo del Mediterráneo. El león de San Marcos, tísico, calvo y sin fuerza ya para rugir, duerme a la sombra de los antiguos palacios, en los que se extinguen las gloriosas generaciones, hasta que, por fin, las tropas de la República francesa entran en la histórica ciudad sin disparar un tiro y el joven general Bonaparte hace bajar de su trono a Ludovico Manin, el último de los Dogos, que cubierto con el histórico manto y la cornuda mitra de oro, aferrado a la tradición y sin fuerza para moverse, causaba en la moderna Europa el efecto de un fantasma”. Es una prosa un tanto cargada, cremosa, rica en adjetivos. Igual este libro ha sido considerado la mejor guía de Italia. Hay mucho más que Roma y Venecia. Uno de los capítulos sobre Florencia se titula “la Atenas italiana”. Confiesa que tras visitar la Galeria degli Uffizi, “la cabeza arde; danzan dentro del cráneo, en vertiginosa confusión... qué sé yo cuántos artistas”. Remata así, y la frase (referida a Florencia) me parece clave: “Parece imposible que un pueblo que no fue conquistador ni tuvo ocasión de robar a las naciones con las armas en la mano, haya podido reunir tal cúmulo de obras célebres”. Sí, digo yo, un viaje a Italia antes de morir nos dará un atisbo del Paraíso. www.mauroyberra.cl

El Wuayrajaita Las calles de los guerrilleros Chino navarro Los seres humanos recordamos a nuestros ausentes de diversas y singulares maneras. Levantamos túmulos o apachetas funerarias en el lugar de su partida, o también designamos lugares, ciudades, calles de estas, con el nombre de nuestros ausentes. Estas designaciones muy vinculadas a los sucesos que provocaron la partida de los ausentes, tienen connotaciones gravitacionales sobre lo que les suceden, así podemos ver como el supuesto borrado y derrotado poder de la colonia pervive en la intimidad pública de la supuesta patria libertada. Latinoamérica entera, y nuestro país entre sus naciones, vive este encadenamiento simbólico a sus verdugos. Ahí no más vemos desfilar en las calles de nuestros pueblos a parias interdictos como Diego de Almagro, Francisco Pizarro y su hermano Gonzalo Pizarro, recordándonos de la manera más dramática el genocidio sufrido por nuestros antepasados. Países hermanos como México, en la sombra del genocida Cortés y su amante esclava la Malinche, son ejemplos elocuentes de esta sujeción simbólica por

parte de nuestros victimadores. México, después de la noche triste en la antigua Tenochitlan, es un parto bastardo acunado en el lecho de un asesino y una esclava cautiva maldecida por su pueblo. Los araucanos y los mapuches en Chile son también testigos doloridos de esta esclavitud simbólica. Ellos, como nosotros, ven martirizados sus pueblos y ciudades con los nombres de sus asesinos como el mercenario Valdivia y otros. La resistencia y bravura de la mítica Araucaria se ve ensombrecida por la persistencia simbólica de sus victimarios. Las nacionalidades guarayas, matacos, tapietes y tupiguaraníes tampoco estuvieron a salvo de este simbolismo agraviante. Ñuflo de Chávez y su tropelía de bandoleros instalaron en la hermana República del Paraguay y el oriente de nuestro país su garra simbólica. No contentos con esto, bautizaron con el signo de la muerte a una de las ciudades más hermosas de nuestro país, designándola como Santa Cruz de la Sierra. Pero la muestra más inaudita de este poder simbólico se da en nuestra ciudad. No solo se designa, sino que también se erige una grotesca representación estatuaria de el, el organizador político y administrativo de la barbarie, el asesino descuartizador de un príncipe inca, el autor intelectual y material de la reducción ideológica y política que aún hoy en día nos ensombrece, el que se inmoló abriéndose las venas por no haber podido demostrar la eficiencia de su servilismo a su mandante, un ser tan escuálido en su dignidad de ser humano que llegó a ser negado por su mismo rey, el

tristemente célebre Virrey Toledo. La República no solo se encadenó de sus simbolismos coloniales. Para reciclarse a sí misma en su exclusión ideológica, nominó a sus ciudades y calles con el nombre de sus actuales y republicanos verdugos. Ahí figuran una larga lista de mariscales de guerras perdidas, asesinos a sueldo del poder y del estado, condecorados y designados por haber reducido al hambre y la muerte a inermes mineros y campesinos, poetastros versificadores cuyo único merito fue haber recitado la historia oficial. Esta historia de oprobio y exclusión simbólica se ha quebrado por un momento, en el sur de nuestra ciudad, en la ladera de un cerro, inhóspito y agreste como las circunstancias de sus finales. El pueblo agradecido a sus héroes ha decidido designarse a sí mismo. Son las calles de los guerrilleros, de los que hasta ahora se hablaba a escondidas, casi en silencio, para que el verdugo no escuche. Lisímaco Gutiérrez, Pedro Morant Saravia, Francisco Imaca Rivera, Rita Valdivia Rivera, Alberto Caballero Medinacelli, Ivo Stambuck Vargas, Edgar Soria Galvarro Camacho, Carlos Navarro Lara. Son los primeros nombres que suenan en esta lista inacabable que no podrá agotarse, son los primeros signos libertarios con los que el pueblo se recupera a sí mismo de este estupor de siglos. luisrosby@yahoo.com.ar

PRESUNTOS IMPLICADOS editores: santiago espinoza, andrés laguna y sergio de la zerda la troupe: adriana campero, rodrigo mita, ricardo bajo, javier y luis rodríguez dibujos: diego lópez

fotografía: paola lambertín webmaster:javier rodríguez colaboradores: marcia mogro, bartolomé leal, benjamín santisteban, xavier jordán, javier velasco, manuel monrroy y giovanna rivero

diseño: andrea guardia armado: lucio huaranca magne

? ¿Por qué Feicobol trae grupos tan chafas? Entre chafas se buscan y se encuentran… Fico La cultura del encargado de esto no debe superar los versos de Fany Lu ni los del pop de baja calidad. Pepe Yo me pregunto pa que traer dos grtupos truchos, cuando con ese dinero se podría traer una sola cosa que valga la pena. ale Desde que Taquiña trajo a Babasonicos (¿milagro?) nunca más llegó nada bueno a esa casquera feria. oli Yo pensé que por tratarse de la “feria del bicentenario” iba a haber algo bueno. Qué ingenuo. mario Además de Los Auténticos Decadentes (que creo vienen por novena vez a Cocha), nada más valió la pena. gaby

Pregunta de la semana ¿Qué pasará en los próximos 20 años de Comunicación de la UCB? ramona ha creado este espacio semanal para una interacción amena y reflexiva con los lectores. Sugerencias sobre próximas preguntas o respuestas a las mismas pueden enviarse al correo electrónico: ramona_opinion@yahoo.com


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Se proyectarán trabajos de ocho países y habrá actividades paralelas

Cochabamba acoge la Semana rEDaCCión

jóvenes, que investiga y desarrolla proyectos vinculados con la cultura y el arte en Bolivia. Fomenta y difunde principalmente, la creación y el pensamiento contemporáneo, de las diferentes culturas.

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ás de 20 cortometrajes procedentes de países de América, Europa y Asia forman parte de la muestra oficial de la Semana Internacional del Corto, que se desarrollará en Cochabamba entre el 10 y el 15 de mayo. La Semana Internacional del Corto es una iniciativa organizada por la Fundación Imaginea Arte y Cultura, que en marzo lanzó una convocatoria para recibir trabajos de todo el mundo que serían preseleccionados para la muestra oficial que arranca mañana lunes. El emprendimiento fue llevado adelante con el apoyo de la Fundación Imagen. Las exhibiciones de los cortos, abiertas al público en general, tendrán lugar en la casa de la Cultura (Teatro Adela Zamudio) los días lunes 10, martes 11, miércoles 12 y jueves 13, mientras que el viernes 14 será la premiación de los trabajos ganadores en el centro Simón I. Patiño (ver programa). La muestra reúne cortometrajes de ficción, documentales, experimentales y de animación, los cuales serán evaluados por el propio público que asista a las exhibiciones públicas en Cochabamba. Los trabajos en proyección son de realizadores de Bolivia, Argentina, Colombia, Chile, México, España, Austria y Chile. Además de la proyección de los trabajos, la Semana Internacional del Corto ha programado actividades complementarias, como talleres, con-

La iniciativa Desde inicios de la década pasada el cortometraje ha experimentado profundas transformaciones que le han llevado a convertirse en un género audiovisual con entidad, características y lenguaje propio. En criterio de Imaginea, los cortos “dan a conocer nuestras historias, nuestras vidas, creencias, sueños, crea-

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o encuentro mejor manera de ilustrar la relevancia del cortometraje en el contexto actual, que el hecho de que la producción audiovisual boliviana más premiada y celebrada del último tiempo sea La chirola, el corto documental (de apenas 26 minutos) del realizador Diego Mondaca. Así pues, la posibilidad de someterme a una dieta estricta de cortometrajes durante algunas jornadas me resultó muy atractiva. De alguna manera, albergaba la esperanza de ser el primero en descubrir un prodigio del calibre de La chirola, que, en unos pocos minutos, pudiera ser capaz de contarme una gran historia, deslumbrar mis sentidos y hacer trastabillar mis más caras creencias. Y la verdad es que no fui defraudado. Resulta difícil describir la experiencia de haber sido parte del Comité de Selección de la Semana Internacional del Corto. No recuerdo haber tenido nunca antes una ingesta de cortometrajes como la que propició, de manera inédita y encomiable, la Fundación Imaginea en Bolivia. Eso sí, la experiencia no fue negativa ni mucho menos, sino, más bien, muy útil y edificante. Más de 130 trabajos después, creo estar en mejores condiciones para vislumbrar y valorar las preocupaciones formales y temáticas emergentes en el mundo

dores que encuentran en el lenguaje audiovisual una manera de decir de expresar nuestro universo cultural”. Y son festivales los que hacen que la gente pueda ver el trabajo de los realizadores que quieren decir algo importante. Los cortometrajes simbolizan la libertad y la democracia del acceso a los medios audiovisuales. La “Semana Internacional del Corto” fue pensada como una plataforma para que guionistas, directores, actores y productores de este tipo de obras vayan posicionado sus cortos como un género independiente del largometraje.

ProGraMa DE La SEMana inTErnaCionaL DEL CorTo

ferencias y encuentros sobre realización audiovisual, fondos internacionales para cortometrajes, crítica de cine, además de muestras especiales y una feria audiovisual. Los cortometrajes incluidos en la Semana Internacional del Corto fueron seleccionados tras un proceso de selección que estuvo a cargo de un jurado de especialistas, que revisó y calificó algo más de 130 cortometrajes procedentes de 14 diferentes países. Imaginea es un grupo de gestores

La vida cabe en un corto SanTiaGo ESPinoza a.*

del Corto

audiovisual. Los trabajos recibidos por la organización y calificados por el Comité de Selección entrañan un valor adicional para los bolivianos, pues nos abren la posibilidad de conocer en qué estado se halla la dinámica del cortometraje local en comparación con la de otros países con cinematografías más desarrolladas. Y el balance, contra el pronóstico más previsible, resulta alentador. La muestra programada para la Semana Internacional del Corto es la mejor evidencia de que el cortometraje boliviano ha alcanzado altos estándares técnicos, narrativos y discursivos, en muchos casos, superiores a los de los largometrajes estrenados con tanta pompa y sonaja. No quisiera personalizar los logros y los méritos, y prefiero confiar en que el público asistente a las exhibiciones públicos de esta semana sabrá valorar la calidad de los trabajos –nacionales y extranjeros- seleccionados para esta muestra. Por lo demás, sólo resta que el éxito de esta primera versión de la Semana Internacional del Corto, por la cantidad y la calidad de las obras en competencia, insufle a la Fundación Imaginea a conservar y fortalecer este espacio en futuras gestiones. *Integrante del Comité de Selección. santi.espinoza@gmail.com

LUnES 10 15:00 Muestra especial. LUGAR: “Universidad Católica Boliviana”: Campus Tupuraya. 19:30 Muestra oficial: ¿De qué color es el cielo? (Bolivia), Vino al atardecer (Bolivia), No es mucho lo que heredamos de nuestro abuelo (Argentina), Il mondo mio (España), The Dota experience (Bolivia). LUGAR: Teatro Adela Zamudio: Casa de la Cultura MarTES 11 9:00 Taller de Cámara Realización. El plano simbólico, el discurso narrativo y el discurso fílmico. DICTA: César Pérez LUGAR: “Universidad Mayor de San Simón”: Campus Universitario. 10:30 Muestra para niños LUGAR: mARTtadero 15:00 Muestra especial. LUGAR: “Cárcel de mujeres “San Sebastián” 16:30 Taller de Cámara Realización. El plano simbólico, el discurso narrativo y el discurso fílmico. DICTA: César Pérez LUGAR: “Universidad Mayor de San Simón”: Campus Universitario. 19:30 Muestra oficial: Terra (España), ¿Puede usted contar la historia de su heladera? (Argentina), Lado B (Bolivia), 360º (España), Max jutam (Bolivia), Das Sein Und Das Nichts (Austria), Cuerpos Blandos (Chile). LUGAR: Teatro Adela Zamudio: Casa de la Cultura MiErCoLES 12 9:00 Taller de Cámara Realización. El plano simbólico, el discurso narrativo y el discurso fílmico. DICTA: César Pérez LUGAR: “Universidad Mayor de San Simón”: Campus Universitario. 11:00 Muestra especial. LUGAR: “Universidad Mayor de San Simón”: Campus Universitario. 15:00 Conferencia: Crítica cinematográfica en Bolivia DICTA: Claudio Sánchez LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México) De 15:00 a 19:30 Feria audiovisual: Participan instituciones de cine, centros de formación, productoras, etc. LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México) 19:30 Muestra oficial: 75 Metros (Espa-

ña), Metegol (Argentina), Sweet & Sour Waltz (Israel), Waterdrop (México), DVD (España), Made in Japan (España), El tiempo se está cansando (Bolivia). LUGAR: Teatro Adela Zamudio: Casa de la Cultura JUEvES 13 9:00 Taller: Fondos internacionales para cortometrajes. DICTA: Viviana Zaavedra LUGAR: mARTtadero 10:30 Muestra para niños LUGAR: Colegio Isaac Attie De 15:00 a 19:30 Feria audiovisual: Participan instituciones de cine, centros de formación, productoras, etc. LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México) 16:30 Cineforo LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México) 19:30 Muestra oficial: Granica (Austria), Amanecer (Colombia), El pintor de cielos (España), Ring Ring (Bolivia), Porque hay cosas que nunca se olvidan (España), El que no cae, resbala (Bolivia). LUGAR: Teatro Adela Zamudio: Casa de la Cultura viErnES 14 9:00 Taller: Fondos internacionales para cortometrajes. DICTA: Viviana Zaavedra LUGAR: mARTtadero 10:30 Muestra para niños LUGAR: Colegio Laredo De 15:00 a 19:30 Feria audiovisual: Participan instituciones de cine, centros de formación, productoras, etc. LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México) 16:30 ENCUENTRO NACIONAL entre directores, realizadores, críticos y productores de cortometrajes. LUGAR: Brigada de Asambleístas de Cochabamba (Plazuela Colón esquina México) 19:30 Gala de clausura y premiación LUGAR: Centro Cultural y Pedagógico Simón I. Patiño SÁBaDo 15 10:30 Muestra para niños LUGAR: Teatro Municipal Teófilo Vargas: Plaza 15 de Agosto (Quillacollo)


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una entrevista con Ruperto salvatierra

“No tengo influencia de ningún pintor, lo que no fue ni es fácil para mí” ViLMA TAPiA

su hermano Teo, él le compraba el material, la comida. Francis Bacon ha pintado cuadros deformes, feos, porque él mismo era feo. En cada cuadro hay un ochenta por ciento de lo que es el pintor. Yo creo que no soy tan feo, por eso me he dedicado a los niños, a mis princesas.

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l destacado artista plástico cochabambino Ruperto Salvatierra inaugurará la muestra “Príncipes y Princesas”, este lunes 10 de mayo, a las 19.30 horas, en el salón Gíldaro Antezana (Plaza Principal y España), donde la exposición, apoyada por el Centro Boliviano Americano, permanecerá durante dos semanas. En la siguiente entrevista Salvatierra, uno de los pintores más galardonados del país, hace un recorrido por su vida y obra. -Vilma Tapia: ¿Cómo es la historia familiar de Ruperto salvatierra? Ruperto Salvatierra: Mi padre se llamaba Claudio Salvatierra y mi madre Leonor Lazarte. Mi abuelo paterno fue un gran pintor. En la casa rural donde pasé la niñez había unos murales suyos magníficos. Pintó con alquitrán sobre las paredes de adobe, algo increíble. La escena principal representaba un entierro de animales (1). Y en otro muro había una imagen de Simón Bolívar, con la cara volcada, mirando a un lado. Yo no conocí a mi abuelo, cuando nací ya había muerto… le hubiese gustado conocerme. Tuve mucha facilidad para dibujar desde niño. Dibujaba en la escuela, y en artes siempre tenía la nota más alta. Mi hermano mayor, que era mi mentor y quien quería que hiciera una carrera universitaria, murió. Después de ese suceso estuve sin saber qué hacer durante unos dos años, hasta que finalmente decidí inscribirme en la escuela de Bellas Artes. Cursando el tercer año, participé en el Concurso “14 de septiembre” de la Alcaldía. y gané el segundo premio en acuarela. Cuando los resultados se dieron a conocer, no podía creerlo, fui hasta la Casa de la Cultura a constatar la información, me la confirmaron y bajé las gradas llorando. Obtener ese premio fue una cosa muy grande para mí. -VT.: ¿Qué hace a un artista? ¿el talento o el trabajo? RT.: Los dos. Uno nace y se hace. Yo debo agradecer a mi madre. Era mi crítico de arte. Siempre que le mostraba algo, me decía qué lindo, qué bello, me daba aliento para que siga pintando con dedicación. Yo comparo el momento de creación con el acto sexual. Para crear se necesita amor, concentración y sentimiento. Y el amor verdadero es muy difícil. -VT.: ¿Qué recuerdos tienes del inicio de tu carrera? RS.: Mi primera exposición fue con Amadeo y José Castro. Después conocí a un pintor japonés... Yo tenía una ex-

-VT.: ¿En qué contextos debes encontrar a las personas para que sientas la necesidad de retratarlas? RT.: No hay necesidad de un determinado contexto. No es importante buscar en la luna. Si miramos, si observamos bien, los motivos están en todo. Además, el motivo no es lo más importante. El pintor debe encargarse de corregir, con su capacidad, con su amor, con su sentimiento y con su concentración. Si alguien es deforme, adquiere belleza en el estilo y con la técnica del pintor. En el retrato hay dos riesgos, el color de la piel y el parecido. El color de la piel es muy difícil de conseguir. He descubierto que los colores de la tierra sagrada que habitamos están en nuestra piel. La piel es más rojiza, donde la tierra es rojiza; la piel es oscura, donde la tierra es oscura. La mayoría de la personas no colaboran cuando posan. Aún los modelos pagados no posan bien porque no entienden al pintor. Peor si la persona es pobre de inteligencia. Además, los modelos difícilmente aguantan la luz natural. El modelo tiene que ser capaz de hacer diferentes gestos y poses, de lo contrario, va a salir como una estatua. Picasso pintó tantas caras, como muertos, en todas sus épocas, en la azul, en la rosa, ningún rostro tiene expresión. Y ocurre rara vez, pero ocurre, hay personas en las que no sale el parecido. En mi vida he tenido dos casos. Me pregunto qué tendrán esas personas. posición individual en el Gíldaro. Este japonés entró, observó cada cuadro con mucho detenimiento y se acercó a mí, preguntándome si era el autor, me felicitó y me contó que él también era pintor. Me dijo algo que no olvidaré nunca (ríe): “Tú tienes que pintar mucho, y, entonces, vas a pintar bien”. Nos hicimos grandes amigos. Estuvo alojado en mi casa tres semanas. Había hecho un largo viaje. Saliendo de Japón llegó a Europa, después fue hasta el Perú y de Perú vino a Bolivia. Se fue de Bolivia para poder quedarse más en el Perú. Me dejó un papel especial, muy finito. Nos escribimos durante años. Tengo los catálogos de sus exposiciones. Últimamente perdimos contacto. En mis años en la escuela de Bellas Artes, cuando mis compañeros salían a pintar en grupo, yo iba solo. Pintaba mucho, con el trabajo y la soledad hice crecer mi personalidad. Todo lo que hice siempre tuvo mi marca: Ruperto. No tengo influencia de ningún pintor, lo que no fue ni es fácil para mí, si hubiese tenido alguna influencia, habría aprendido más rápido. Hacer autorretratos me enseñó mucho. Terminaba la escuela y después, en mi casa, trabajaba una o dos horas más. Pintar retratos es muy difícil, fue difícil hasta para los grandes genios. Mi interés mayor siempre fue hacer retratos, practicaba con modelos vivos. Luego pasé a pintar a los niños, a nuestros niños de Potosí, con sus hermosas vestimentas. Conseguir la expresión en los retratos es demasiado difícil. -VT.: ¿Has experimentado también con la pintura abstracta? RS.: Claro que sí. Por eso defiendo el concepto de amplitud. Y he experimentado también con las técnicas del cubismo y del surrealismo. Tengo una serie de seres que representan el poder político, son insectos antropomorfos, sapos, vinchucas. -VT.: ¿Qué es lo que el artista añade a la naturaleza? RS.: El artista trabaja de acuerdo a su capacidad. No se copia la naturaleza, nunca. El trabajo consiste en hacer de acuerdo a la capacidad propia. Y ahí también entra el amor, el sentimiento y la concentración. Así se logra el buen trabajo. Lo que podríamos llamar creatividad, viene por sí misma, yo no me ocupo mucho de la creatividad, pero, viene. Cuando uno trabaja con sentimiento, concentración y amor, la creatividad viene. Yo he nacido para la pintura, pero, tengo que practicar mucho para pintar de un manera del bien. No por haber nacido con una predisposición a la pintura me va a ser fácil. Ser grande es muy difícil. Se puede trabajar con modelos vivos o con fotos, pero de lo que se trata es de dar vida a la imagen. Ese es el genio. Y cada pintor pinta como es él, interior y exteriormente. Leonardo era bello. La Mona Lisa es insuperable en la expresión. El genio aporta de su persona a toda creación, se ha dicho que la Mona Lisa es Leonardo mismo. Van Gogh era otro genio. Mal alimentado. Fue grande gracias a

-VT.: ¿Cómo haces para poder pintar a los niños? RS.: He practicado mucho dibujo, con modelos vivos. Pero pintar a los niños es muy difícil, no aguantan. Uno tiene que ser muy rápido. Las niñas de esta exposición más que retratos son creaciones, recreaciones de lo que he visto en mi vida. -VT.: ¿No tomas fotos? RS.: Sí, también tomo fotos, pero, con las fotos hay el mismo trabajo. El buen pintor debe hacer vivir la foto. -VT.: ¿Y qué trabajo debe realizar el artista sobre su propia naturaleza? RS.: Yo he nacido para trabajar mucho, aunque en esta tierra nacemos flojos. Cuando más trabajo es por las mañanas. Si voy al campo, lo hago antes de que salga el sol. Uno tiene que alistarse, acomodar las cosas, calentar un poco antes de entrar en el trabajo principal. Todo eso toma un tiempo. Y nací para pintar, tal vez heredé esa capacidad de mi abuelo pintor. Me gusta mucho trabajar, siempre procuro que salga bien lo que hago. Si algún cuadro me sale mal, lo borro, lo deshecho. No puedo quedarme con algo que no me gusta. El carácter hace mucho en una persona. Si eres fuerte, vas a poner tu fuerza en tus cuadros. Yo soy demasiado fuerte y por eso soy exigente. Conmigo y con los demás. Soy exigente para hacer las cosas de buena manera, cuido los detalles. Y si alguien está haciendo mal, debo darle algunos consejos. Hay personas que están durmiendo, pero, es cuestión de darles un pellizco, y quién sabe si pueden despertar y pintar bien. Si uno tiene mucho de algo, debe compartir. Eso es el bien. Nadie debe ser avaro. Los avaros corretean detrás del dinero, y eso, en el arte, es inadmisible. Nunca me he explicado por qué Van Gogh derrochaba la pintura. Quizá lo hacía porque él no compraba las pinturas, pedía nomás. Si él hubiera vendido sus cuadros, nunca hubiese gastado tanto. En el museo Metropolitano de Nueva York, me acerqué a “Los cipreses”, la pintura tenía como un dedo de grosor. Sin embargo, esa manera de botar tanta pintura en cada lienzo ha tenido como resultado final la grandeza única, la belleza única. Los resultados fueron maravillosos con todo ese empaste, con toda esa cantidad de pintura. -VT.: Recuerdo bien la etapa en la que hiciste varios autoretratos inspirados en los de Van Gogh… RS.: … Y me dijeron Narciso. Pero, de esa manera llegué a pintar como pinto. Y Van Gogh llegó a ese punto haciendo autoretratos. Su hermano no podía darle dinerito para sus modelos más. En los autoretratos practicó el dibujo y llegó a esa altura. -VT.: ¿Cómo podrías describir el estado de espíritu que domina los momentos creativos y el que domina los mo-

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mentos de escasez de inspiración? RS.: Días malos y buenos hay, como en la naturaleza. Somos parte de ella. Yo no estoy riendo todos los días, algunos días estoy llorando. Estar feliz me puede ayudar para el trabajo. Con la melancolía no tengo ganas de trabajar, no soy yo, tengo ganas de irme a dónde sea. Se presentan esos días. ¿Y para ti? ¿Qué días son tus días de las felicidades? -VT.: Mmmmm... No sé… RS. Para mí los martes. Y en la semana tenemos un día maldito. -VT.: ¿Crees en Dios? RS.: Cuando salgo al campo, con Dios voy a consultar. No soy ateo. Y soy un católico verdadero. El otro día salí al campo con el Amadeo (Castro). Lo quiero mucho, trabaja bien. Y yo no alabo a nadie falsamente. Apareció en mi casa sin avisarme antes, con su librito de filosofía debajo del brazo. Ese Amadeo merece una consideración grande. -VT.: Has nombrado varias veces las palabra bien y mal. ¿Qué significación les das? RS.: Me refiero sobre todo al trabajo. Pero, eso se esparce, se amplía a la vida. La persona inteligente siempre está cerca de las cosas del bien. -VT.: ¿Cuál es el concepto de esta muestra? ¿Por qué le diste ese nombre? RS.: Por los colores de las ropas de los niños. Ellos son otros artistas cuando se visten, combinan con perfección el ropaje que tejen. Combinan los colores fuertes con los colores grises en amplias masas. Usan las masas grises como colores de descanso. Elegí a los niños porque son muy completos en todos los detalles. En su ropa, en el color de su piel. Ellos se funden con el color de la tierra, y la tierra se funde con el color de la piel de ellos. -VT. ¡Ah! Entonces, tu muestra no tiene la intención de reparar en el arte alguna situación de desventaja socioeconómica… RS. No, no. Con el ropaje que ellos llevan, se ven como príncipes y princesas.

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(1) Días después de la entrevista, Ruperto tuvo la amabilidad de mostrarme fotografías de esos murales. Son impresionantes, dibujos de trazos muy finos, de estilo realista a pesar de ser animales parados en dos patas, animales de la fauna europea y de la americana. El estilo es muy parecido a los dibujos a tinta de las ilustraciones de libros y diccionarios.

cochabamba, 9 de mayo 2010

El secreto de sus ojos se exhibe en las salas del cine Norte

El secreto de Juan José Campanella Ganadora reciente del Oscar a la Mejor Película Extranjera, la película argentina El secreto de sus ojos ha llegado a las salas del cine Norte (avenida Melchor Pérez y D’Orbigny), donde hoy se proyecta a las 16:00 y 21:15 horas. La RAMONA, ferviente admiradora del trabajo de Juan José Campanella, recomienda a todos sus lectores no perder la oportunidad de ver esta obra maestra. Luis BRuN “El secreto de sus ojos” (2009) es ya un fenómeno comercial del cine latinoamericano, con un éxito rotundo en España ganando dos importantes premios en los Goya: mejor película hispanoamericana y actriz revelación para Soledad Villamil, co-protagonista de la película. Pero el más grande logro vino después, cuando Pedro Almodóvar leyó el nombre del ganador a mejor película extranjera, Campanella, más cómodo que muchos de los ganadores que le antecedieron en el escenario, se rodeo de parte del elenco y el equipo de producción para agradecer el premio, mientras la euforia y orgullo argentino se desataba en las salas de prensa internacionales, como ellos siempre lo hacen, como una barra de fútbol. Y no es para menos, la notoriedad del cine argentino ha ido alcanzando niveles altísimos en los últimos años, especialmente en Europa con obras cinematográficas de altísima calidad, para ahora consagrarse también en este otro gran mundo que es Hollywood, países como Brasil, que superan en producción y apoyo cinematográfico a Argentina aún no han podido lograr tal cosa. Y en cierto modo a sido previsible este éxito, tratándose de un director hábil para contar historias como Campanella, y un actor hábil para transmitir emociones como lo es Ricardo Darín, sumado a esto la adaptación conjunta, entre director y escritor, de la novela “La pregunta de sus ojos” de Eduardo Sacheri, da como resultado una película bien hecha, muy bien contada y accesible a todo público, creo que una fórmula infalible, pero nada fácil de lograr. En qué radica esa accesibilidad brillante, creo que el cine argentino, además de influenciarse con técnicas narrativas y cinematográficas arriesgadas (como los estilos de Pablo Trapero y Lucrecia Martel) venidas en cierto punto de Europa, también ha sabido nutrirse del realismo y narrativa del cine clásico, en este caso en particular, del cine clásico Norteamericano de la época de oro de Hollywood. “El secreto de sus ojos” utiliza varios géneros, se mueve especialmente entre el triller policial o cine noir y el drama romántico, uno más desarrollado e intenso que el otro, pero ambos sustentados en la historia, en los personajes y en sus diálogos, esas son las principales características del cine clásico, la cámara funciona para narrar, para contar una historia y deja a un lado su protagonismo. Campanella es un director inteligente, y ha sabido utilizar esas herramientas adaptándolas a la idiosincrasia argentina, eso hace sin duda que la trama este mucho más al alcance del público, y de ahí su éxito en taquilla. Recordemos además que Campanella dirige capítulos de series dramáticas y de suspenso como “Dr. House” y “La ley y el Orden U.V.E”., y series cómicas, como la premiada “30 Rock”, prueba de que como director fluye a través de distintos estilos y fórmulas. El juego narrativo tiene sus elementos prolijamente armados, cual reloj, la estructura de su historia se arma con precisión: Benjamín Esposito (Ricardo Darín) es jubilado del Juzgado en lo correccional de instrucción de Buenos Aires, ha decidido escribir un libro acerca de una causa penal que se le presentó hace 25 años y marcó su vida, su decisión de escribir sobre eso, a manera de purga o catarsis, le hace retomar viejos caminos y amores archivados, encontrándose con Irene Menéndez (Soledad Villamil), abogada brillante y de alta sociedad, de la cual siempre estuvo ena-

morado. Es así que la historia se sitúa en dos épocas: finales de los noventa y una serie de flashbacks hacia 1975, época en la que vemos a Esposito asignado a la investigación del hecho criminal, junto a su amigo Pablo Sandoval (Guillermo Francella) y su enamoramiento de una joven Irene Menéndez recién llegada al juzgado. La tensión que hay entre estas dos épocas, accionadas por los recuerdos de Esposito, logra mantener el ritmo y la expectativa, hasta el final. Este ritmo e intensidad se construyen con secuencias oscuras y dramáticas como en las que vemos imágenes alegóricas del proceso creativo que tiene Esposito al momento de empezar su novela. Muchas de las escenas más oscuras le pertenecen a Isidoro Gómez (Javier Godino) y Ricardo Morales (Pablo Rago), el primero victimario y el otro, víctima de la impunidad y corrupción que en ese momento campeaba en la Argentina de la dictadura, Morales será la pieza clave para un final medianamente inesperado, que cierra el triller. Por otro lado tenemos el humor y romance, con una meritoria actuación de Guillermo Francella, en un papel diferente a los que usualmente está acostumbrado, muy bien dirigido por Campanella, logra un registro creíble, entre melancolía y humor. La relación amorosa y la química entre Esposito e Irene funcionan y matiza la película, aunque no es mi parte favorita, sirve de cierre positivo en medio de la oscuridad y fuerza emotiva que tiene la secuencia que antecede al final. Por otro lado el planteamiento sobrio de la película no deja de lado puestas en escena estética y cinematográficamente ambiciosas, la cámara acompaña hábilmente a los protagonistas en sus diálogos, contribuyendo sin quitar la fuerza a sus interpretaciones. Punto destacado es el plano secuencia de la persecución a Isidoro Gómez, que empieza sin cortes desde una toma aérea del Estadio de Huracán, pasando por las tribunas y los pasillos internos, en una persecución frenética que acompaña al final a Gómez por una caída de 3 metros para luego correr por el campo de juego, terminando rendido en el césped, todo un elogio a los efectos visuales, a la técnica de la fotografía y puesta en escena, algo no siempre usado o logrado en el cine latinoamericano. El secreto de sus ojos, explora varios recursos, pero perfecciona los básicos, los vitales para contar una historia de estas características, con Campanella apostando siempre por la interpretación actoral como eje, la dirección justa y medida que hace explotar en situaciones y frases simples emociones fuertes y cuestionantes profundas como ya lo hizo en “El hijo de la Novia” (2001), o apelaciones al romanticismo como en “El mismo amor la misma Lluvia” (1999). Creo que es siempre saludable dudar de lo que parece ser perfecto y pulcro, más o menos el perfil que esta película tiene, de ahí mi leve desencanto (leve porque en el fondo sabía lo que iba a pasar) cuando “La teta asustada” de Claudia Llosa, no consiguió el premio, película menos accesible y más arriesgada. Es lo mágico del cine, la infinidad de recursos que tiene, crea también una infinidad de mundos. Cuando arrancan los primeros minutos de “El secreto de sus ojos”, cuando se entrelaza el pasado y el presente en la narración del primer párrafo de un escritor, su cuarto, al igual que sus emociones, entre luces y sombras, su historia, la que es texto y a la vez pasado, aún más oscura, ambigua y trágica, sabes de alguna manera lo que veras luego, sabes que tarde o temprano, la trama dará un giro intenso, y también sabes que te va gustar de principio a fin. Las reglas están dadas, cada elemento pensado a detalle, y fluye cuadro a cuadro, una película de hermosa precisión, muestra todo lo que sabe hacer Campanella, que paradójicamente no es un secreto, pero es en la simplicidad donde muchas veces radica el talento. luis.axolotl@gmail.com


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Testimonio de un inicio

“vengan La carrera de Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana (UCB) de Cochabamba celebra estos días sus 20 años de creación. al ser la UCB el alma mater de la mayoría de los responsables de este suplemento, la raMona se adhiere entusiasta a los festejos, publicando una crónica de Fernando andrade (fundador de la Carrera), una entrevista a Marcelo Guardia (actual director) y el programa de festejos. FErnanDo anDraDE rUiz “Vengan nomás” fueron las palabras que, hace 20 años, marcaron el nacimiento del “Campus Tupuraya” de la UCB en Cochabamba. Las pronunció con hospitalidad y cariño el ahora jubilado, Don Juan Pérez, humilde portero y sereno de la Normal Católica, durante un soleado y solitario mediodía de sábado, a fines de 1989, cuando había yo acudido a observar tímidamente las instalaciones de la Normal, en la posibilidad de que puedan prestarnos algún ambiente para la apertura de la Carrera de Ciencias de la Comunicación. “Podemos atender su pedido de abrir la Carrera de Comunicación en Cochabamba, Fernando, siempre que usted consiga un lugar donde pueda funcionar”, había sentenciado, en La Paz, el entonces Rector, Dr. Luis Antonio Boza, cuando en mi condición de ex alumno, ex docente y conocedor del aprecio mutuo, me animé a plantearle la extensión de la Carrera en esta ciudad. Por esos años, la Católica estaba instalada principalmente en La Paz y sólo mantenía representación institucional en Cochabamba, mediante el Instituto Superior de Estudios Teológicos (ISET). Fue largo el peregrinar en tal propósito hasta que el Arzobispo, Mons. René Fernández, planteó la posibilidad de la Normal Católica, “siempre y cuando sus autoridades estén de acuerdo”. Animado por las confiadas y motivadoras palabras del acogedor portero, me entrevisté el lunes siguiente con el Prof. Enrique Castro, Rector de la Normal, quien, sereno, afable y responsable como es su característica, analizó la posibilidad, consultó con su plana mayor y no tardó mucho en darnos la respuesta positiva, sin condicionamiento alguno y sin haber sabido que estaba oficializando aquel “vengan nomás” con que me había recibido días antes aquel entrañable, locuaz y “visionario” portero (tan lleno de anécdotas, como la pistola a perdigones con la que, junto a dos feroces perros, hacía corretear a las parejitas estudiantiles que se aventuraban a penumbras y rincones). La buena noticia fue comunicada de inmediato a La Paz y a los pocos días llegaba una Comisión para hacer el anuncio público correspondiente. Todos nosotros nos alegramos enormemente con tal desenlace. ¿Quiénes éramos “nosotros”? y ¿”desenlace” de qué? Éramos un grupo de más de 100 jóvenes y 8 docentes (entre ellos el fallecido Oscar Terrazas) quienes, a principios del año 1989, habíamos dado inicio a la Carrera de Comunicación en la Universidad del Valle. A los pocos meses de trabajo, confirmamos que nuestras expectativas e ilusiones habían quedado defraudadas ante múltiples incompatibilidades que se iban presentando con las autoridades de esa Universidad respecto al perfil profesional, enfoque y contenidos de materias. Era una cuestión de principios, por lo que el rompimiento fue inevitable. Al principio sólo renunciamos los profesores pero nos sorprendió la lealtad, la consecuencia y el cariño con que reaccionó una contundente mayoría de nuestros estudiantes, quienes asumieron directo protagonismo en la demanda por otra alternativa universitaria. No sólo ellos, también los

padres de familia comprendieron las razones académicas que nos impulsaban y brindaron un apoyo determinante. Esos éramos “nosotros”, quienes en medio de reuniones y canciones de impulso (“que no se acabe el mundo, aún tenemos fuerza para darle vida”) fuimos forjando un sueño que, hoy, 20 años después, vemos consolidado en una vigorosa y alentadora realidad: la mejor Carrera de Comunicación del país, como se la reconoce desde muchos ámbitos, por su contribución social y profesional mediante destacadas personalidades en el campo comunicacional, periodístico e incluso político. El acto académico de inauguración se realizó el lunes 12 de marzo 1990, fecha que debería quedar registrada como la de nacimiento del “Campus Tupuraya” y de la Carrera de Comunicación Social. Se realizó en el pequeño y acogedor auditorio que la Normal Católica tenía en el segundo piso. La clase magistral para la ocasión estuvo a cargo del Dr. Alfonso Vía Reque, actual miembro de la Junta Directiva de la Universidad. Dos días antes- sábado- se había realizado en mi domicilio una reunión entre los docentes que darían comienzo a las clases, la que constituyó –quién lo hubiese imaginadoel inicio de una tradición muy asentada, valiosa y apreciada, que es la reunión que sábado antes del inicio de cada semestre realiza, hasta ahora, toda la Unidad Regional de Cochabamba (sólo que en éstas ya no hay guitarra como sucedió aquella primera vez). Nos dieron una pequeña sala para oficina en el segundo piso, además del uso de dos aulas (“la 9 y la 10” llamadas “mataderos”

por los estudiantes de la Normal, ya que allí daban los exámenes). Los primeros funcionarios administrativos fuimos cuatro: Don Julio Bellido, llegado de La Paz con el cargo de Jefe Administrativo; la Sra. Martha Sebastián, Secretaria General; Leonardo Sejas, Auxiliar Administrativo y mi persona. Las clases comenzaron con mucho entusiasmo y fraternidad. El grupo de más de 100 estudiantes que habían gestado la creación de la Carrera fue sometido a durísimos y madrug a d o r e s “exámenes de suficiencia” en las materias que habían cursado en la otra universidad. A ellos se sumaron cerca a cien “nuevos” a los que también hay que considerar “pioneros”. El plantel docente precursor fue reforzado con otros valiosos profesionales. Fue un año grato y tan “familiar” que Doña Martha podía entrar a las aulas y felicitar a los cumpleañeros, Don Julio memorizar la lista completa de deudores y “toda la universidad” ir de paseo o reunirse en el “Samayhuasi”. La única pena fue la muerte del Prof. Elías Crespo, Director Administrativo de la Normal y buen amigo. Es justo – aunque riesgoso por confiar sólo en la memoria- mencionar algunos nombres de personas que, aparte de las ya nombradas, también fueron partícipes de ese momento fundacional. Desde La Paz y con frecuentes visitas de coordinación, el entonces Vicerrector, recientemente fallecido, Dr. Dulfredo Retamozo(+), la Secretaria Académica, Lic. Elizabeth Alvarez; el Director Administrativo, Lic. Martín Hinojosa. En

El primer cursod e comunicación

” Cochabamba, el padre Miguel Manzanera, las siempre gentiles Dorita Alvarado y Virginia Flores, los primeros docentes y hasta nuestro “albañil múltiple”: Eufrasio Atahuichi, que daría inicio a la dinastía de los “Atahuichi” de la que ahora sólo queda Adalberto, el popular “Atawuas” (otra “dinastía” –hoy desaparecida- era la de los “Pérez”, cuyo cacique fue el ya nombrado Don Juan) A fines de 1990 y dado el éxito obtenido en Comunicación, se decidió abrir, a partir de 1991, las Carreras de Administración de Empresas y Derecho. Un año después (1992) se anunciaba la apertura de Ingeniería de Sistemas. En 1993 se registró más de un millar de estudiantes. En esta etapa también quedaron fundados el Club Deportivo y Cultural, la Tarqueada y el SECRAD. Fui el Director Académico durante todo ese período en el que cada una de las Carreras fue incorporando su propio Director: Lic. Carlos Krings en Comunicación; Dr. Ernesto Contreras (+), en Derecho (interinato prolongado y destacado, mientras se esperaba la llegada del Dr. Remo Di Natale (+)), el Lic. Carlos Calderón en Administración de Empresas y el Dr. Oscar Pino en Ingeniería de Sistemas. Se habían ido añadiendo al plantel administrativo Benito Juchani (actual Director de la Tarqueada), María Morón y Antonia Hurtado las que, ahora, junto a Leo, Marcelo, mi persona y quienes de aquel grupo estudiantil fundador pasaron a la cátedra (kathya Arce, Rossana Zapata, Rocío Zabaleta, Mónica Briancon, Xavier Jordán) podrían ser nombrados como el “bloque antiguo” (no “viejo”, por favor). “Es un soplo la vida, 20 años, no es nada” dice el célebre tango. Redactando a la rápida estas memorias siento, emocionado, que 20 años “son mucho” y que, de pronto, se presentan como toda una razón y justificación de vida, tanto en lo institucional, como también en lo personal para los que, por circunstancias de la vida, pudimos ser protagonistas de todo aquello, ahora evocado con gratitud y nostalgia. Pero también con alegría y orgullo. Vemos que quienes tomaron aquella posta, a la cabeza del Dr. Hans van den Berg, lo hicieron con gran visión, esmero y cariño para convertir hoy al “Campus Tupuraya” en una fortaleza académica con sus tantas Carreras y programas, cumpliendo una alta labor de servicio a la sociedad, que simbólicamente queda reflejada en el enorme y moderno edificio que acaba de ser inaugurado y que, desde ahí, ahora sí, con solvencia garantizada, podemos decir a jóvenes del país y del mundo todo, lo que nos dijo aquella mañana ese noble y fiel portero: “vengan nomás”. Cochabamba, mayo del 2010 radiolero@yahoo.com.ar


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Entrevista al director de Comunicación Social de la UCB, Marcelo Guardia

“imagínate: ahora podría haber sido un químico mediocre…” YECiD aBaL CaMarGo

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a oficina está en el quinto piso. Tras usar el ascensor, entrar y sentarme, finalmente tengo al jefazo frente a frente. Está hablando por teléfono, con unos cuantos documentos sobre el escritorio y una computadora en el otro extremo. Cuando finalmente cuelga, sólo hace un ademán, indicándome que la entrevista ha comenzado. -Yecid abal (Ya): ¿Qué puedes decir del lugar, del contexto en el que naciste? Marcelo Guardia (MG): 1961, 16 de febrero, 15 días antes de que los Beatles se presentaran por primera vez en la historia. -Ya: ¿Y por tierras bolivianas? MG: 1961: estaba en el gobierno el MNR, el 64 hubo el golpe de Barrientos. Cochabamba era una ciudad tranquila, buena para vivir (sigue siendo pero era mejor) jugábamos fútbol en la calle y pelota quemada, porque los autos pasaban uno cada hora. Vivía en la Ayacucho. -Ya: ¿Cuáles fueron los primeros pasos en el mundo académico? MG: Yo quería ser médico, cuando era chango pensaba que eso era lo mío. Al salir bachiller empecé a estudiar química. Estudié como tres años en San Simón y ahí me di cuenta que esa no era mi carrera. Entonces empecé a hacer un programa de radio, se llamaba “Basta de rock”. En esa época Cochabamba tenía dos emisoras FM. Se emitía todas las noches a las 9. Y ponía rock, ponía jazz, todo lo que me pareciera interesante, todo lo que no era música plástica, música de moda. -Ya: ¿Qué pasó en tu familia con el cambio? MG: Mi familia estaba feliz con la idea de que iba a ser químico. Y cuando cambié de carrera pensé que se iban a rayar. Pero no fue así, más bien al contrario; me dijeron que me iban a apoyar pese a que en esa época nadie sabía lo que era comunicación. No había comunicación; había periodismo. Si quería estudiar periodismo tenía que estudiar en La Paz, en la Católica. Para mí eso resultaba muy caro, así que me fui al Brasil a estudiar y me salió más barato. -Ya: ¿Qué puedes decir de tus padres? MG: Mi padre tenía una farmacia en

el centro. Mi madre era profesora en un colegio que se llamaba “Darío Montaño”. Tengo cuatro hermanos que están por ahí, esparcidos por todo lado. -Ya: ¿De donde salió ese gusto por la música alternativa? MG: Tal vez de mis hermanos que escuchaban música alternativa, bueno, alternativa a lo comercial. Ellos me inculcaron. El teléfono vuelve a sonar. El ademán esta vez indica un momento de pausa. Pronto se reinicia la charla. -Ya: ¿Cómo fue el proceso de pasar de radialista a jefe de comunicación? MG: Fue un proceso largo. Primero estudié comunicación en el Brasil. Luego vine aquí a trabajar como periodista, reportero, en Canal 2. He trabajado como guionista en la Alcaldía. He hecho un poco de cine, hice el guión de “La cruel Martina”. Después postulé a una beca para maestría. Me salió y me fui otra vez a Brasil. Antes de irme ya estaba dando clases en la Universidad Católica, ya me había iniciado como docente en 1988, en una escuela que se llamaba “ECOS”. El 89 salió la Univalle con la carrera de comunicación. Ahí conocí a los docentes con los que luego abrimos esta carrera, un año después: Fernando An-

Taller “Relatos de Arquitectura” es el título del segundo Taller de Literatura y Arquitectura que organiza la Biblioteca Simón I. Patiño, y se realizará el lunes 10 y martes 11 de mayo, a hrs. 19:00, en la Sala de cursillos del Centro Simón I. Patiño. El Taller lo dictará el arquitecto y analista paceño Carlos Villagómez, que abordará las obras de Octavio Paz, Cortázar, Pizarnik, Calvino, Tanizaki, Sáenz, Mann, Valery, entre otros, para reflexionar sobre la arquitectura a partir de las palabras y la “imposibilidad de la belleza”. Informes al teléfono 4489666. FormarTe El Taller de Profesionalización para creación musical en computadoras: Volumen I, dictado por Marcelo Guerrero e invitados espe-

drade, Oscar Terrazas, Álvaro Hurtado, José Salinas, Carolina Espinoza, Carlos Krings. -Ya: ¿Cuál fue el punto de quiebre en el que te diste cuenta de que querías hacer? MG: Lo que siempre quise es ser docente. Cuando agarré este programa de radio, cambió mi perspectiva de todo: no sólo mi trabajo sino mi vida. Imagínate: ahora podría ser un químico mediocre, mezclando tubos de ensayo en un laboratorio. Creo que no me gusta esa idea. Cuando estudié comunicación lo hice pensando en que me gustaba el arte y la política. Empecé a estudiar y hubo un cambio radical, era como que un pez entra al agua que le corresponde. Tomaba materias de otras carreras, que me gustaban, sólo porque quería. Al volver me contrataron como docente tiempo horario y luego me como docente a tiempo completo. Después postulé a la dirección… y aquí estoy. Fué como una continuación de la gestión del director anterior, Fernando Andrade. Era una época de muchos proyectos y cambios. La carrera estaba más de moda. -Ya: ¿Qué hiciste como director de carrera? ¿Qué haces actualmente como director? MG: Yo impulsé la revista “Punto Cero”, implementamos los postgrados.

Actualmente coordino las actividades académicas, lo que supone: trabajo con docentes, planificación de materias, extensión, postgrado, investigación y todos los componentes se supone que se tienen que desarrollar en la Universidad. También doy clases en la carrera de Antropología, en la materia “Identidad y medios de comunicación” y en nuestra maestría. Investigo, porque estoy haciendo un doctorado, terminé la tesis y espero defenderla este año. -Ya: Y al final ¿Encontraste lo que buscabas? ¿Te gusta ser docente? MG: Sí. Me gusta ser docente; el docente es el que más aprende. Y me gusta eso. Trato de generar un espíritu crítico, de fomentar cierto tipo de capacidad de cuestionamiento. -Ya: ¿Se puede decir que estás donde quieres estar? ¿Dónde estarás después? MG: Sí. Yo creo que siempre voy a estar ligado a la universidad, como institución. Siempre voy a estar porque me gusta. Voy a seguir investigando, voy a seguir publicando, voy a tener algo que decir sobre algo. Ya estoy vinculado a la carrera, ya estoy como anclado. -Ya: ¿hasta que la muerte los separe? MG: No hasta que la muerte nos separe, sino hasta que nos haga inmortales. ¿Qué tal esa? -YA: Queda bien para el final de la entrevista.

Plantel docente actual.

ciales: Gustavo Sanzetenea, Luis Mercado (La Manzana) y “In da house Dj Academy”, comienza el lunes 10 de mayo y concluye el 12 de junio con una fiesta en Ecla Lounge, donde se presentarán los mejores trabajos producidos en el taller. El taller se desarrollará de 19:00 a 21:00 y los sábados de 10:00 a 12:00, tiene un costo de 150 Bs. y está apadrinado por Ecla Party People. El taller se realizará en el mARTadero, ubicado en la calle 27 de agosto esq. Ladislao Cabrera. Para mayor información y ver el cronograma, consultar en la página web www.martadero.org Concierto Hoy domingo 9 de mayo, a las 19.00 horas, el convento de Santa Teresa será el escenario para la realización de un concierto del Coro Ars Viva de la UMSS y el ensamble de cuerdas de la Orquesta de Cámara Cochabamba de la Fundación Sinfónica, interpretando música del Archivo Musical de Chiquitos. Destacan obras del célebre músico italiano Domenico Zipoli (1688 – 1726) considerado como el compositor europeo más famoso que haya viajado a América durante la época colonial.

Exposición La muestra de filatelia “Aeropostal: de los Pirineos a Los Andes”, continúa esta semana en horarios de oficina, en la Alianza Francesa (calle La Paz casi Crisóstomo Carrillo). Teatro El prestigioso Teatro de Los Andes retorna a Cochabamba para presentar la pieza “La Odisea”, bajo la dirección de César Brie, del 11 al 13 de mayo, a las 19.30 horas, en el Teatro Achá (calle España entre Heroínas y Plaza Principal). Mayores informes en www.teatrodelosandes.com. Concurso El Concurso de Fotografía “Más allá de los estereotipos: miradas masculinas alternativas sobre las mujeres”, está dirigido a hombres, pudiéndose presentar fotógrafos profesionales o aficionados, de todo el país sin ningún tipo de restricción. Las fotografías deberán ser presentadas hasta el día 17 de mayo, impostergablemente, en las oficinas del IFFI o a la Casona Santiváñez. Convocatoria completa en : www.iffi.org.bo. Informes al teléfono 4409601-2-3.


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Las funciones comienzan el lunes en el achá

Teatro de los andes trae “La odisea” TanDiL rivEra MazorCo

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l trabajo del Teatro de los Andes vuelve a escenarios cochabambinos para la presentación de su reciente obra, “La Odisea”, dirigida por César Brie. Las funciones se llevarán a cabo los días 11, 12 y 13 de mayo, a las 19:30 horas, en el Teatro Achá (calle España entre Heroínas y Plaza Principal), como una de las actividades de festejo del Bicentenario. Con 19 años de experiencia, el Teatro de los Andes ha representado 21 obras distintas en un total de 1443 funciones. La compañía nació en Bolivia con César Brie, en agosto de 1991, inicialmente en Cochabamba, pero ya a principios de 1992 definitivamente se consolidó en el pueblo de Yotala, a 17 kilómetros de Sucre, en un teatro-granja. Este “grupo de personas que se dedica profesionalmente y a tiempo completo al teatro”, como menciona Giampaolo Nalli, productor y coordinador general del elenco, ha viajado por el mundo entero con el propósito de “dialogar con el público a través del medio teatral, con la ironía, las emociones, las metáforas y a través del arte hablar de nuestras inquietudes, dudas, urgencias de artistas que viven la cotidianidad”. “La Odisea” es una de las grandes obras creadas por el grupo del Teatro de los Andes, que después de casi 10 años de hacer obras de formato más pequeño como “Fragi”, “En un sol amarillo”, “Otra vez Marcelo”, “¿Te Duele?” y el monólogo “120 kilos de jazz”, manifiesta una complejidad artística y técnica, además de contar con nueve actores y dos horas y media de duración, trabajo y tiempo que reflejan los paradigmas del texto de Homero e identifican situaciones contemporáneas que reflejen dichos paradigmas. Una de ellas es presentar el viaje de Ulises como un viajero emigrante y, en particular, la odisea del viaje del migrante latinoamericano a Estados Unidos. La escenografía, a cargo de Gonzalo Callejas, “logra crear diferentes ambientes, espacios y situaciones con los mismos dos objetos: cañas huecas y totoras. Éstas se desplazan por todo el escenario, creando espacios diversos, sonido y juegos de luces”, cuenta Giampaolo sobre la

obra. Actores, dramaturgos, escritores, escenógrafos, músicos, técnicos, organizadores, programadores y también peones trabajaron, con mucha dedicación, durante dos años, tiempo en el que la obra fue realizada y concluida, para presentarla no sólo en el país, ya que la puesta en escena de “La Odisea” se ha llevado a cabo en Italia, España, Francia, Alemania, Colombia y México. “Nos proponemos formar un actor-poeta en el sentido etimológico del término: hacedor, creador. El que crea y hace. Para esto realizamos un entrenamiento cotidiano, físico y vocal, y trabajamos sobre formas de improvisación y composición”, cuenta Giampaolo. Se trata de un trabajo exclusivamente enfocado en el teatro, es lo que ha hecho posible la trascendencia que el Teatro de los Andes. Cabe resaltar que el grupo no sólo plasma su trabajo en escena, sino también en otras actividades: ha dictado 30 talleres de formación del actor y puesta en escena, todos de carácter internacional. El año 1998 ha realizado un taller de un año de duración, con el concurso de 18 alumnos de varios países, con los que se montó una obra pre-

sentada en Bolivia y en el exterior. Ha organizado y concretado encuentros con bailarines, actores y directores; ha participado en eventos callejeros y realizado espectáculos breves, pasacalles y conciertos al aire libre. “Somos profesionales en el antiguo sentido de profesar nuestras motivaciones, confesarlas en público”, cuenta Giampaolo, después de haber presentado sus obras a 300.000 espectadores aproximadamente. “Y es la relación con el público que determina nuestro quehacer: sacar el teatro de los teatros y llevarlo donde está la gente, a universidades, plazas, barrios, pueblos, lugares de trabajo, comunidades. Buscar un nuevo público para el teatro y crear un nuevo teatro para este público”, agrega. Actualmente el grupo está compuesto por Alice Guimaraes, Gonzalo Callejas, Lucas Achirico y Nalli Giampaolo. El conocido César Brie, director y fundador del Teatro de los Andes, en un comunicado en marzo de este año, manifestó su decisión de separarse del grupo para continuar creciendo en su trabajo, desarrollando su actividad artística en su propio camino. Decisión que ha tomado con mucho respeto y consideración al grupo. Así, “La Odisea”, representa su último trabajo en Teatro de los Andes. “No se trata de alejamiento, es una separación que deberá permitir a cada uno de empezar un camino nuevo, sea artístico sea de vida”, afirma Giampaolo. Después de presentar “La Odisea” en Cochabamba, la obra irá a varios festivales en Brasil, y los artistas efectuarán una pequeña gira por Argentina. Los planes del grupo que ahora conforma el Teatro de los Andes se basan en continuar con la presentación de las obras “En un sol amarillo” y “¿Te Duele?”. “Queremos montar una obra nueva lo más pronto posible y dedicarnos a proyectos artísticos y pedagógicos que nos permitan vivir y trabajar mucho más en Bolivia”, finaliza Giampaolo. Las funciones que comienzan el lunes son patrocinadas por el hotel Cochabamba, la Alianza Francesa, el Centro Patiño, la Universidad Privada Boliviana, Innova Comunicaciones, Radio Tentación, flota Copacabana, Apart hotel De la Torre, Entel y la Alcaldía de Cercado. tandila@hotmail.com

Sobre “El cine de la nación clandestina: aproximación a la producción cinematográfica boliviana de los últimos 25 años”

El cine boliviano también se escribe *riCarDo BaJo h. DESDE La Paz

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ndrés Laguna y Santiago Espinoza aman el cine (especialmente el nuestro), y por encima de todas las cosas a Jorge Sanjinés. Por eso, su libro de análisis presentado este jueves en la Cinemateca paceña (“aproximación lo llaman ellos, siempre tan humildes) del último cine boliviano se llama “El cine de la nación clandestina: aproximación a la producción cinematográfica boliviana de los últimos 25 años”). Espinoza y Laguna, (responsables del suplemento cultural dominical del diario Opinión de Cochabamba, Ramona, junto a Sergio de la Zerda) sostienen que el cine boliviano atraviesa por su tercera histórica (la primera es la silente 1897-38; la sonora 1938-1980) siendo ésta denominada la era digital marcada por “La Nación Clandestina” (1989) de Jorge Sanjinés, debido a la relación constante (de negación, de reinvención, de reconocimiento, de continuidad…) que ha tenido el cine nacional con dicha película (la de mayor galardón allende nuestras fronteras). Los autores consideran que el cine es la más representativa de las expresiones artísticas de Bolivia, la única que ha trascendido dentro y fuera de la patria. Y la que atraviesa en estos años del nuevo siglo, su mejor momento en cantidad y calidad, gracias a dos factores: la democratización con sus peros del digital y la formación creciente académica y empírica de nuestros cineastas. Como consecuencia de ambas causas, cada vez hacemos más películas y mejores (obviamente las hay también mediocres, malas y muy malas). Dicho esto, el libro repasa nuestras taras: el cine boliviano es elitista, para cinéfilos, deficitario, con gravísimas falencias en la producción-exhibición-distribución-comercialización y poco dado a salirse del género político-social (con su triángulo Sanjinés-Eguino-Agazzi). Y para mal de males, apócrifo (no se escriben libros de cine y sólo tenemos dos, éste es el tercero, sobre historia de cine boliviano, uno de Carlos Mesa y otro de Alfonso Gumucio, a parte de la tarea incansable de Pedro Susz). Así que uno de los desafíos, según los autores, es convertir el cine en masivo y accesible para todos y todas (pues si bien ha-

cemos cada vez más películas, cada vez se ven menos). Si en los ochenta y noventa, el promedio de cine boliviano (en la etapa de transición del largometraje en 35 milímetros y la irrupción del digital) era un filme al año, a partir del 2003 (fecha clave con Bellott y su “Dependencia sexual”) el promedio ha pasado primero de tres a cinco,luego a la docena (en 2007 y 2008) y actualmente (en 2009) a casi una treintena de películas, 29 filmes, con tres exponentes “para mostrar” (“Zona sur”, “Hospital Obrero”, “El ascensor”). Eso es un “boom”. La necesidad de una mayor implicación del Estado (casi ausente, a pesar de la recuperación de los fondos de Ibermedia para este 2010), la adopción de una visión empresarial de los cineastas (verdaderos artífices del buen momento de nuestro cine, siempre a puro pulmón), el aporte de la empresa privada y los canales televisivos (otros grandes ausentes), la aplicación de cuotas de la pantalla para la producción audiovisual nacional junto a una estrategia seria y colectiva para romper con el quasi monopolio de la distribución y la exhibición de cine en manos de las “majors” y sus representantes son medidas urgentes para que el cine nuestro sea un poco más de todos y todas. Y entonces, quizás, también aumente y crezca en su diversidad, orígenes, temáticas y géneros (como el documental que vivió en 2009 su año dorado con siete documentales estrenados en sala). Laguna y Espinoza abordan en la segunda parte del libro la

cuestión temática-estética de las casi 50 películas que se han hecho en los últimos 25 años. Para sentar la absoluta hegemonía del género político (dividido en el cine revolucionario de Sanjinés y sus aportes teóricos-prácticos y el cine “posible” de Eguino), amenazada ligeramente en el pasado por la comedia social (de Agazzi y Loayza) y actualmente por un rebalse de géneros (documental, tragicomedia, de acción, thriller, comercial.. y esa incapacidad ya crónica de hacer buenas comedias light, quizás, el último obstáculo a superar por el cine boliviano en ésta su particular edad de oro). De lo que se olvidan los muchachos de la Ramona es de los antecedentes “clandestinos” del cine intimista, que ahora reivindican ciertos cineastas jóvenes, que creen ser pioneros en este género, antecedentes que nos devuelven a los primeros pasos, allá por los años setenta, de Carlos Mesa y Pedro Susz (hacedores de varias obras, entre ellas, “El vampiro de mi corazón”) o “Umbral” de Diego Torres. “El cine de la nación clandestina: aproximación a la producción cinematográfica boliviana de los últimos 25 años” viene a cumplir y llenar un hueco enorme: el repaso actualizado, histórico y crítico (con sus odios y amores) del último cine nacional, cuando pasamos de la desesperanza y el estado de coma (con años y años donde no se estrenaba una película) a tener ligeros problemas para seguir la vertiginosa catarata de estrenos nacionales. Y viene a contribuir de sobremanera en la tarea más urgente y vital para todos y todas: la cadena que comienza por la formación del público de cine boliviano, que redunda en una lectura crítica de nuestras películas y ésta a su vez en una mayor exigencia para con los cineastas y los deseos de una mejora en la calidad de la producción audiovisual nacional. El libro de Laguna y Espinoza es una montaña de arena en esa cadena y en la trinchera de nuestro cine, decidido a pelear en una guerra desigual, ganando batallitas en cada estreno. “El cine de la nación clandestina: aproximación a la producción cinematográfica boliviana de los últimos 25 años” Editorial Gente Común y Fundación Educación para el Desarrollo-Autapo (Proyecto de apoyo al arte). Diciembre de 2009, 200 páginas


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