IGLESIA PRESBITERIANA CUMBERLAND
Jesucristo es la Soluciรณn
LA REFORMA PROTESTANTE OCTUBRE 31 DE 1515 (Martin Lutero pega sus 95 tesis en la puerta de la Catedral de Wittenberg). Creo que hoy más que nunca estamos frente al más alto de los desafíos que la iglesia de Cristo haya estado en toda su historia. Y tiene que ver con la recuperación de la credibilidad del pueblo de Dios. Para nadie es un secreto la manera como hoy nos hemos alejado de las sagradas escrituras, libro que contiene las normas de vida y de conducta de aquellos que hemos confesado a Jesucristo como Señor y salvador de nuestras vidas. Hoy se hace necesario la recuperación del legado que marcó el destino de lo que conocemos como la REFORMA PROTESTANTE, y ese legado tiene que ver con la incorporación de las disciplinas espirituales, enmarcadas en las sagradas escrituras, que el hombre y mujer de Dios estén enteramente preparados para toda buena obra, t para responder adecuadamente a los desafíos contemporáneos. Como lo expreso el Apóstol Pablo en 2 Timoteo 3:17. “A fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
¿QUÉ SIGNIFICA PARA EL CRISTIANISMO DE HOY? Al estudiar a profundidad la Historia del Siglo XVI vemos que lo que sucedió entonces fue la consecuencia lógica de lo que venía ocurriendo siglos atrás: Los pueblos europeos no pudieron soportar más la depravación, inmoralidad y corrupción en la que había caído la iglesia Católico Romana en asuntos que se suponía dar el ejemplo de pureza y honestidad; y por otra parte, la adopción de prácticas paganas e innovaciones que alejaron al pueblo de la verdadera fe. La principal contribución de los reformadores fue entonces: • Sacar a la luz las Escrituras, traducirlas a un idioma que el pueblo entendiera y conocieron la Verdad y la Verdad los hizo libres. 2 Pedro 1:20. “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada”. • La autoridad de las Escrituras sustituye a la autoridad de la Iglesia. Mateo 24:35. “El cielo y la tierra pasarán, más mis palabras no pasarán”. • Cristo es proclamado Cabeza de la Iglesia, no el Papa. Colosenses 1:18. “Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia; y Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía”. • La Salvación es solo por la Fe y la gracia de Dios, ninguna obra humana aumenta ni disminuye la salvación. Efesios 2:8. “Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios”. • Todo creyente es su propio sacerdote que puede dirigirse directamente a Dios con toda petición y ruego, y acción de gracias. 1 Pedro 2:9. “Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. • Tenemos un solo Mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo. Ni los “santos”, ni María, ni las
“vírgenes”, ni los ángeles, ni ninguna criatura puede interceder por ningún ser humano. 1 Timoteo 2:5. “Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre”. • La justificación no se alcanza por las obras, los ayunos, guardar los días de fiesta, hacer peregrinaciones; tampoco por pertenecer a una orden monástica, ni al sacerdocio; carece de valor la confesión auricular, las penitencias, las indulgencias y el purgatorio no existe. Romanos 5:1. “Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. • La reforma nos libró de la idolatría, del uso de imágenes. Salmos 115:4. “Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombre”. La iglesia, es decir, la comunidad de creyentes y de oyentes de Jesucristo se reúne hoy para alabar a Dios, para escuchar Su Palabra y tratar de ponerla en práctica, no para alcanzar la salvación sino para testificar que ya la ha alcanzado. Otra importante contribución de la Reforma fue volver a la “forma apropiada” de invitar (el Pastor) y de aceptar (el creyente) acercarse a la Mesa del Señor o Santa Cena, participando de los dos elementos: … comed del Pan… bebed de la Copa… en memoria de Mí… 1 Corintios 11:23-24. Nos libró del “sacrificio” de la Misa y de recibir un solo elemento: La hostia (el pan), pues el vino lo toma solo el sacerdote. La dieta de Worms, donde Lutero declaró: “Si no se me convence mediante testimonios de la Escritura y claros argumentos de la razón- porque no le creo ni al papa ni a los concilios ya que está demostrado que a menudo han errado, contradiciéndose a sí mismos-, por los textos de la Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la palabra de Dios. Por eso no puedo ni quiero retractarme de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia no es seguro ni saluble. ¡Dios me ayude, amén!”
LOS CINCO
FUNDAMENTOS DE LA REFORMA PROTESTANTE
Durante la primera mitad del siglo XVI los “reformadores” o líderes de la naciente Iglesia, a través del estudio de las Escrituras, es decir de la Biblia, fueron descubriendo verdades que llegaron a ser fundamentales en las creencias del pueblo de Dios, que más tarde resumieron en frases cortas (en Latín, que aún era el idioma más difundido en Europa) y para que no se olvidarán las escribían en pendones o banderas verticales de diversos colores, los cuales se les atribuían significados y símbolos, como leemos a continuación.
1
SOLA SCRIPTURA. Color Azul. Nuestra única autoridad es la Palabra de Dios. El azul, significa su origen y naturales celestial, es el símbolo de la Inspiración Divina de la Palabra.
2
SOLA GRATIA. Color verde. Nuestra salvación es únicamente por gracia de Dios. El verde, significa Victoria sobre la muerte, simboliza la Vida y Resurrección del Señor.
3
SOLA FIDE. Color anaranjado. Nuestra justificación por Dios es únicamente a través de la fe. El anaranjado es el color de la llama, que significa ardor en la fe, es el símbolo del Espíritu Santo.
4
SOLUS CHRISTUS. Color rojo. Nuestra redención y nuestro sacrificio vicario, fueron hechos únicamente por, y a través de Jesucristo. El rojo es el color de la sangre, que significa Vida en la sangre derramada, simboliza el Amor y Sacrificio de Cristo.
5
SOLI DEO GLORIA. Color morado (púrpura). Nuestro propósito es glorificar a Dios y gozarse en Él para siempre. El morado que es el color de la Realeza, símbolo de la Soberanía de Dios.
SOLA SCRIPTURA ÚNICAMENTE LO CONTENIDO EN LA ESCRITURA. Son muchos los libros que se han escrito y que se siguen escribiendo, citando la “autoridad” de algún “maestro” diciendo que son “sagrados”, que contienen la “tradición”, o que tal sentencia o dogma fue aprobado por tal ‘concilio’. Pero nuestra única autoridad es la Palabra de Dios (o las Escrituras o la Biblia). Lutero declaró ante la Diera de Worms ante el Emperador Carlos V: “Ya no puedo someter mi fe a ningún papa, ni concilio, ni a ninguna autoridad… a menos que yo me convenza a través del testimonio de las Escrituras… puesto que mi conciencia está fuertemente atada por la Palabra de Dios”. Jesús en aquella última oración por sus discípulos dijo: Juan 17:1, 15,17. “Padre, la hora ha llegado… No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal… Santifícalos en tu verdad, tu Palabra es verdad”. Los Salmos testifican de la Escritura, por ejemplo el Salmo más largo con sus 179 versículos está dedicado a las excelencias de la Ley (Mandamientos o Palabra) de Dios. Salmos 119:89, 151b. “Para siempre, oh Jehová, permanece tu Palabra en los cielos. Y todos tus mandamientos son verdad”. El apóstol Pedro nos habla de la Palabra de Dios, y luego de la profecía diciendo. 2 Pedro 1:20-21. “...ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios, hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. El apóstol Pablo en su segunda carta a su “amado hijo” Timoteo le recuerda que persista en lo que ha aprendido de la Palabra de Dios, y añade. 2 Timoteo 3:16. “Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia…”. Y si la promesa es también para nuestros hijos, nos es obligatorio enseñarles la Palabra de Dios. Deuteronomio 6:2, 6,7. “Guardando todos Sus estatutos y Sus mandamientos…, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados… Y estas Palabras… las repetirás a tus hijos…”. Léase Deuteronomio 6:1-9.
SOLA GRATIA ÚNICAMENTE POR GRACIA. Cada creyente individualmente y por lo tanto, la Comunidad de personas que “se reúnen para oír hablar a Jesucristo”, la iglesia, ha afirmado desde siempre que nuestra salvación es únicamente por gracia de Dios. La escritura dice: Efesios 2:8-9. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues e don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. Nuestra salvación es un don gratuito de Dios; nuestras obras son consecuencia de nuestra salvación y no lo contrario: No obtenemos la salvación por las obras sino por la fe en Jesucristo. Nuestra salvación se deriva del amor de Dios: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en él crea, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16. Pero aún hay más, pues antes que nosotros pudiéramos acercarnos a Él ya nos amaba: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23. Jesucristo venció la muerte: …También en Cristo todos seremos vivificados… sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Ya que el aguijón de la muerte es el pecado… mas sean dadas gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 1 Corintios 15:22, 54-57. (Léase 1 Corintios 15:10-26 y 53-58).
Martín Lutero Nació el 10 de noviembre de 1483 en Eisleben. A la edad de 20 años, encontró por primera vez una Biblia en Latín en la Biblioteca de Erfurt, que cambió su vida. Abandonó la carrera de abogado para entrar en un convento de Agustinos, donde se hizo monje y sacerdote. A los 27 años, la Palabra “el justo por la fe vivirá” penetró su corazón como “espada de dos filos”. Acontecimientos como la “venta de las indulgencias”, introdujeron a escribir sus 95 tesis y fijarlas en la puerta de la iglesia de Wittenberg el 31 de octubre de 1517 (fecha que conmemoramos como el día de la Reforma), aunque el propósito de Lutero era simple, someterlas a la discusión en el reducido círculo de estudiantes y clérigos de Wittenberg, se convirtió en la chispa que utilizaría el Espíritu Santo para incendiar el “bosque seco” de toda Alemania, y en corto tiempo las llamas del Evangelio se extenderían por Europa y el mundo. Lutero sufrió persecuciones de la Iglesia Romana, queriéndolo obligar a que se retractara de sus escritos. Fue citado a diversos tribunales y la mitad de sus tesis “condenadas” y él mismo excomulgado mediante una “bula” papal. Más tarde encontramos a Lutero refugiado en el castillo de Wartburgo, donde completó la traducción del Nuevo Testamento al idioma del pueblo (el alemán); posteriormente completaría la de toda la Biblia y compondría su famoso himno “Castillo Fuerte”, llamado el “himno nacional de la Reforma”. Se casó en 1525 con Katarina de Bora, con quien disfrutó el descanso de la vida doméstica, pero sufrió la pérdida de sus hijos a temprana edad. Murió en 1546. Tal ha sido la contribución de Lutero a la Iglesia Reformada, que un historiador ha dicho que sin Lutero, todos los otros movimientos reformadores, contemporáneos o posteriores a él, hubieran fracasado.
¿Qué podemos destacar entre tantos aportes? •Sacar “a la luz”, el sacar de las oscuras bibliotecas de los conventos la BIBLIA, el traducirla a un idioma que el pueblo entendiera. •La indudable autoridad de las Escrituras.
SOLA FIDE ÚNICAMENTE POR FE. La chispa que utilizó el Espíritu Santo para prender el fuego de la Reforma en Martín Lutero todos la conocemos: Mas el justo por la fe vivirá. Romanos 1:17 Fuego que se extendió en todos los reformadores y en todos los creyentes hasta el día de hoy; nuestra justificación por Dios es únicamente a través de la fe. Dios nos justifica por medio de la sola fe, tener fe es creer y para creer se necesita oír a Jesucristo, como Él dijo: El que oye mi Palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna. Juan 5:24 San Pablo nos explica largamente como Dios nos permite alcanzar la justicia que es por la fe: Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:8-10. Y al carcelero de Filipos le dijo: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y toda tu casa. Hechos 16:31 San Pedro en el día de Pentecostés también dijo: Porque para vosotros es la promesa,… y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor llamare… Y el Señor añadía a la iglesia los que habían de ser salvo. Hechos 2:39, 47 (La palabra usada aquí como “iglesia” es “kyros” en griego, que equivale a “comunidad de oyentes”).
Ulrico Zwinglio Nació el 1 de enero de 1484 en Wildhaus, Suiza. El padre de Zwinglio era el Magistrado del pueblo, posición holgada que le permitió enviar a su hijo a la escuela, primero a Basilea y luego a Berna. Se distinguió por su amor a la verdad y su talento musical, estudió en la Universidad de Viena y se aficionó a los clásicos latinos y regresó a Suiza como Párroco en Glaro, siguió estudiando griego con tal interés que copió los manuscritos de las cartas de San Pablo, que cargaba en una cartera a todas partes. Se dedicó a escudriñar la Biblia y se atuvo a su autoridad. Vio la relajada condición moral del clero y desaprobó el servicio militar mercenario que prestaba los suizos a contratistas extranjeros, especialmente a los franceses. Por esta causa tuvo que dejar a Glaro y establecerse en un pueblo más pequeño, Einsiedeln, en el cual consiguió el cargo de Párroco y Predicador, donde había una Ermita con una imagen de la Virgen, de especial devoción de la gente que la visitaba para ganar indulgencias. Sin atacar abiertamente el culto a María, Zwinglio predicaba a la muchedumbre la salvación por Cristo, de su misericordia y suficiencia como Salvador. En 1518 aparecieron frailes vendiendo las indulgencias papales, pero logró hacerlos huir con la ayuda de su amigo el Cardenal Sitten, que prohibió su venta en el Cantón de Schwitz. En 1519, Zwinglio fue trasladado a Zurich y consiguió que el Obispo de allí también prohibiera su venta en su extenso territorio. Pop a poco Zwinglio adquirió una predominante influencia en Zurich, no sin alguna oposición. El 29 de enero de 1523 convocó una asamblea en el salón con capacidad para 600 personas del “concilio”, para someter a discusión pública sus 67 tesis contra el sistema de la Iglesia Católico Romana y defenderse de los cargos. Sus débiles adversarios sucumbieron ante sus sólidas opiniones, con el resultado que el concilio expidiera una orden a todo el clero, que perseverara en la predicación de las Escrituras solamente. En 1524 la iglesia de Zurich se separó de la jurisdicción del obispo de Constanza y fue gobernada por Magistrados elegidos por la congregación. En ese mismo año se casó Zwinglio y en el año siguiente publicó su gran obra: “Comentario sobre la Religión Verdadera y la Falsa”. Desde Zurich la Reforma se extendió a varias partes: a Berna en 1528, Basilea en 1529, luego a San Gall y Schaffhausen, y también a cuatro ciudades imperiales del Sur de Alemania. Cinco cantones católicos montañeses formaron una Liga con Austria, y apoyados por el Papa, le declararon la guerra a Zurich, que al principio trató de disuadirlos y negociar la paz, pero finalmente se enfrentaron en la batalla de Kappel el 11 de octubre de 1531, siendo Zurich derrotada y Zwinglio que había ido (desarmado) como Capellán a acompañar a su pueblo, fue herido y gritó: ¡Pueden matar mi cuerpo pero no mi alma! Siendo rematado, murió allí.
SOLUS CHRISTUS ÚNICAMENTE MEDIANTE CRISTO. En estos tiempos muchos quieren ser eclécticos, toman pedazos de distintas creencias y dicen: Todos los caminos conducen a Dios. ¡Falso!... nuestra redención y nuestro sacrificio vicario, fueron hechos únicamente por, y a través de Jesucristo. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador ente Dios y los hombres: Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate de todos. 1 Timoteo 2:5 Cristo fue ofrecido (en sacrificio) una sola vez para llevar los pecados de muchos… Hebreos 9:28. Este sacrificio lo rememoramos cada vez que nos acercamos a la Mesa del Señor: Haced esto en memoria de mí… La muerte del Señor anunciais hasta que él venga… 1 Corintios 11:24,26 (Léase 1 Corintios 11:23-29). El evangelio de la cruz, simple y llano, sin preceptos, sin dogmas, sin obras, solo confiando en el sacrificio que estaba siendo realizado por Cristo, es la ‘buena noticia’ que recibía el malhechor que estaba a Su lado, a quien Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso. Lucas 23:43 Solo Cristo redime y… …si alguno predicare diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Gálatas 1:6-9. Quiero reafirmar que Cristo es el único camino que conduce a Dios, así como la única verdad y la única fuente de vida porque él dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6 (Léase también 1 Corintios 3:1-23).
Juan Calvino Nació el 10 de julio de 1509 en la ciudad de Noyón, Picardía, Francia. En 1523 fue a estudiar a París al Colegio de la Marché. Allí Mathurin Cordier, llamado “fundador de la Pedagogía moderna”, fue su maestro de Latín y le enseñó la afición por las Escrituras y el amor por Dios. Calvino ingresó a la Universidad de Orleáns a estudiar Leyes hasta mayo de 1529, luego continuó en la Universidad de Bourges, donde tuvo como profesor de griego a Melchior Wolmar, suizo y luterano. En 1532 regresó a París a profundizar sus estudios de Literatura y hebreo. En septiembre de 1532 escribe a Bocer una carta donde relata su “súbita conversión”; primero descubre el abismo de errores en que estaba envuelto y el pecado que lo corrompía sintiéndose miserable y abyecto, luego encuentra en las Escrituras la salvación, que describe así: Somos salvados por la gracia, no por nuestros méritos ni por nuestras obras. Poco después arreció la persecución a los protestantes por la Inquisición, Calvino tuvo que huir de París, llegando a Basile, Suiza, donde permaneció largo tiempo y escribió la primera edición de su obra “La institución de la Religión Cristiana”. Más tarde quiso regresar a Estrasburgo pero pernoctó en Ginebra, fue allí donde Guillermo Farel, gran predicador reformado, lo instó a quedarse alegando que debía atender los intereses de Cristo por encima de los propios, Calvino se quedó; y en dos año puso los cimientos de lo que después edificó. El partido de los Libertinos promovió que Calvino fue desterrado de Ginebra. La sentencia del destierro fue revocada por el Consejo de Ginebra y el 13 de septiembre de 1541 regresó Calvino a Ginebra, donde permaneció hasta su muerte el 27 de mayo de 1564. La obra de Calvino en la reafirmación de la reforma llegó a ser muy extensa, que pudiéramos resumir en tres puntos: • En teología, la soberanía de Dios, el concepto de un Dios Soberano. • En política, la democracia, aunque tomada de los suizos, la aplicó al gobierno de la Iglesia, los puestos elegidos por el voto del pueblo de Dios y la horizontalidad de los cargos (supresión de la jerarquía). • En sociología, se le atribuye ser el “padre” del capitalismo que impulsó el progreso de los países reformados del Norte de Europa, resultado de su lucha contra el vicio y la holgazanería, aplicando el principio de San Pablo: “Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.” 2 Tesalonicenses 3:10.
SOLI DEO GLORIA ÚNICAMENTE PARA DIOS ES LA GLORIA. A través del tiempo en las clases de ‘catecúmenos’ que recibimos los viejos miembros de la Iglesia, en las clases que nos tocó dictar y espero también que en las escuelas se dicten hoy, esta sentencia del ‘catecismo’ ha sido y es fundamental: Nuestro propósito es glorificar a Dios y gozarse en Él para siempre, y en todo lo que hagamos, “hacedlo todo para la gloria de Dios.” 1 Corintios 10:31 Únicamente Dios merece ser alabado y glorificado, merece recibir alabanza y gloria. Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, y glorificaré tu nombre para siempre. Salmo 86:12. Los reformadores, en particular Juan Knox y Juan Calvino, tenían un profundo sentimiento de Reverencia y de acatamiento a la Soberanía de Dios, y en general para la gente del siglo XVI, europea o nativa de otros continentes, el sentido de Realeza no era difícil comprender. Pero para nosotros, gente del siglo XXI y caribeños no es fácil; expresiones como “Diosito, dame tal cosa” muestran la poca reverencia hacia el Rey de reyes y Señor de señores. Creo que fue en 1987, el presbiterio de Venezuela creó una comisión para estudiar la Misión de la Iglesia, cumplido el tiempo indicado la comisión presentó sus conclusiones en cuatro puntos, muy buenos, pero al ser estudiados por el Consistorio de la Iglesia “Príncipe de Paz” el asunto fue diferido porque aún faltaba un punto, que se consideró el más importante, este fue la Adoración. Sí, el propósito, la misión de la Iglesia es también adorar, glorificar a Dios; sin la adoración la misión de la Iglesia sería como una mano con solo cuatro dedos, a la cual se le hubiera amputado el pulgar. La mayoría de los Salmos nos invitan a alabar a Dios, pueden leer alguno de los seis últimos (del 145 al 150) o el más corto: Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle. Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya. Salmos 117. Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. Apocalipsis 4:11
Juan Knox Nació en 1513 en las montañas del Sur, aunque poco sabemos de sus padres, eran lo suficiente pudientes para enviarlo a la Universidad de San Andrés, en Glasgow; uno de sus maestros fue Juan Major quien trajo de la Universidad de París las nuevas ideas sobre el gobierno de la iglesia, otro fue Jorge Wishart del movimiento reformista de la Iglesia, condenado a morir en la hoguera en 1546. Ordenado sacerdote en 1540. Se unió a los conspiradores contra la reina católica María Estuardo que gobernaba Escocia con ayuda de los franceses, en 1547 lo tomaron prisioneros y los llevaron a Francia. Cuando recobró su libertad en 1549, Knox se refugió en el Norte de Inglaterra donde predicaba con tan vehemencia que atrajo la atención de Eduardo VI, quien le ofreció el obispado de Rochester, el cual rechazó; Luego ingresó a Escocia clandestinamente. Allí había sido nombrada regente María de Guisa (Madre de la reina) francesa y católica, que arreció la persecución y Knox decidió exiliarse. Recorrió varias ciudades de la Europa Reformada, entre ellas Estrasburgo donde visitó a Martin Bucer, después Frankfurt, y más tarde Ginebra, donde se hizo discípulo de Calvino y trabajaba como Pastor de los refugiados escoceses e ingleses. Knox volvió a Escocia en 1555, tiempo cuando los Lores escoses protestantes se unieron contra la persecución de la regente y del clero católico. La predicación de Knox formó un alboroto en la ciudad de Perth, donde la multitud destruyó las imágenes en iglesias y monasterios. Luego estalló una verdadera revolución que fue apoyada por la reina Isabel I de Inglaterra (Episcopal) y en 1558 fueron expulsados los franceses y el gobierno lo tomaron los Lores y para 1560 con la muerte de la regente, se consolidó la forma calvinista de gobierno democrático con funcionarios elegidos por el pueblo. El Conde de Murray, principal de los nobles calvinista, fue elegido jefe del gobierno y reincorporada la reina tuvo que conformarse oír misa en su capilla privada. En 1560 la iglesia de Escocia, libre del catolicismo, adoptó la forma de gobierno Presbiteriana creada por Juan Knox dentro de las ideas calvinistas, de donde se esparció a todo el mundo y persiste hasta el día de hoy. En 1567 la reina María Estuardo abdicó a favor de su hijo. Knox predicó en la ceremonia de la coronación de Jacobo VI de Escocia, niño que fue educado en la fe Presbiteriana, y Lord James Stewart, Conde de Murray, pasó a ser Regente hasta que el niño alcanzara la mayoría de edad. Knox murió en 1572, fue llamado gran patriota y padre de la Reforma en Escocia. Dejó muchos libros escritos, entre ellos la “Historia de la reforma de Escocia”, extenso y en un estilo original, donde relata un debate privado con la reina durante dos días que entre otras cosas ella lo acusaba de alborotar al pueblo para que la desobedecieran y Knox le replicó: ”Mi trabajo es conseguir que tanto los príncipes como los súbditos obedezcan a Dios.”
IGLESIA PRESBITERIANA CUMBERLAND
Jesucristo es la Solución
“Mi trabajo salva vidas” 2 Timoteo 2:10