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DE LOS HOGARES A LAS FUENTES DE ENERGÍA
En Finlandia, la mayoría de las casas y edificios están bien aislados, lo que supone una gran diferencia en cuanto a gastos de calefacción y confort. Incluso cuando fuera hace -30 °C, las viviendas suelen tener una temperatura interior de +20 °C. El Estado finlandés lleva décadas promoviendo la eficiencia energética en las viviendas privadas. En la actualidad, fomenta el uso de energías renovables en los hogares, como nueva forma para reducir las emisiones de CO2.
«Independientemente del sistema de calefacción que ya tengan, los propietarios de viviendas particulares que instalen paneles solares o una bomba de calor geotérmica, reciben ayudas estatales», afirma Peter Lund, catedrático de la Universidad Aalto. «Se puede obtener una desgravación fiscal del 40 % de los costes de instalación, o bien utilizar un mecanismo de ayuda para cubrir hasta una cuarta parte de los costes de las bombas de calor, los paneles solares y los equipamientos relacionados. Se trata de una subvención considerable para los pensionistas y otras familias con bajos ingresos. Ahora todo el mundo puede participar en la transición energética y ayudar a superar la crisis energética».
Las compañías eléctricas también están dispuestas a comprar el excedente de energía producido por los paneles solares durante los meses de verano.
«La ley se modificó recientemente para permitir que los particulares puedan venderle a la red su electricidad a un precio justo», explica Lund. «Ahora que los precios de la energía son muy altos, la gente ha podido obtener ingresos con sus paneles solares. La cantidad anual de sol en Finlandia es similar a la de Alemania, por ejemplo. De hecho, los paneles solares funcionan más eficazmente en climas más fríos».