Aragón Ilustrado

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Jaieio del Año y desaparecerá de nuestra lengua nativa. ¡Que circunstancias mirs criticas para los hombres políticos y que mOll1entos mas críticos para las mamás políticas! El periodista que no diga la verdad sencilla ó exajere lo que vió, irá á escribir á Melilla, á Ceuta ÓFernando PÓo. Veo de la patria el sino :á traYés de espesas brnmas: soy augúr,

soy adivino,

poseo el dón peregrino ,de la Sibila de Cumas, A ciegas el pais ya: yo solo presagiar pnedo ·el rumbo que tomará y los milagros que hará 'Sainz de Varanda en Toledo, El que la ruiua completa de nuestra raza predice, es un Yagüe,

os un

profeta,

que ha perdido la chaveta 'Y no sabe lo que dice, Malo fué el año anterior. ¡Vaya con Dios el aleve! En cambio su sucesor, "el año noventa y nueve, trae un cariz superior. El principio será malo. Un Ministro, un tiranuclo .á la ley echará un velo y nos dará cada palo ·4ue nos encenderá el pelo.

que ofrecerá

La yoz "política» ya 'nadie la pronunciará: será una YOZsubYersiva

y se abrirá una gran Yia que partiondo de María de~emboque en Allocea. y en su infi nito trayecto veránse en orden correcto, como pue~tas á compás, las veinte

estátlHls

que tenemos

Ó

más

en proyecto,

j,

Zaragozal

Previo el permiso logal de la autoridad local, Don Basilio reunirá

Paraíso,

de improviso

la Asamhlea comercial. Emporio de la cultura, vondrá á Saldllba la bella todo cuanto en hermosura,

Nada de momias ni gangas. ¿Cortes? Que se voten ellos. En vez de esas mojigangas haremos cortes de ..... cuellos ó de PU110S ó de mangas. Quedará el pueblo sumido en ese estupor que hiela: tan en calma, tan dormido, que podrá notarse el ruido de una mosca cuando vuela. Luego que el déspota haya puesto el caciquismo á raya "'Yde gobernar

se harte,

querrá el cielo que se vaya con el látigo á otra parte, Tras el yugo la espansión. En seguida,

IDesdichado el que se queje ·de su poder desmedido! Al temerario que deje de acatar lo estatuido, lo partirá por 01 ojeo Bastará solo un indicio, para perseguir de oficio á todo el que esté afiliado á una secta, sin perjuicio "de ser luego fusilado.

el Estado y la región? ¿Que harán? Tristo es la verdad pero hay que decirla al fin: nlorir de nece~idad. ¡Como no les dé Cantín el pan de la caridad! Se estrechará en IJreve plazo de la patria el roto lazo por medio do un especifico, llamado turno pacífico de Sil vela y de Gamazo, ¡Cómo el espiritu goza y el ánimo se alboroza contemplando-habla el oráculoel magnífico espectáculo

la nación

se dividiré. en regiones Ó se cortará en porciones como se corta un melón. El Estado, una entidad; dentro, la entidad region; variedad en la unidad de la naciona lidad: chico en grande, agua-limón. Aragón independiente (adm inistrati va men te) elevará á la persona de Juan Pedro Barcelona al cargo de Presidente. Por lógica deducción, la entidad Ayuntamiento, en punto á administración, será lihre com o el vi en to dentro de cada region. y como el principio es llano y hay que acatar el principio, resulta que el ciudadano será también soberano dentro de su municipio. Claro es que el regionalismo ha de vivir poco y mal, pues como en este organismo politico, cada cual se da leyes á si mismo, ¿quien es el santo varón que paga contribución? y sin ningún elemento ¿que harán el Ayuntamiento

en ciencias,

literatura

y malas artes descuella. Junto

al baturro

sencillo,

el afamado caudillo, el varon de ilustre casta ..... Aqui vivirá

Sagasta

en la calle de Anlon Trillo.

y en la prinlera sesión, 1'\orte, el delegado 1'\orte, pedirá á la reunión que se traslade la Corte de Espana á esta población. En medio do la ansiedad que es natural reine alli la asamblea dirá: ¡si! y por unanimiedad tendremos la corte aqui. y si Zaragoza es chica, su vega os extensa y rica;

casas, hoteles, castillos se alzarán pronto en Mal pica, Mamblas y Garrapinillos. La Lonja será el salón donde se dicten las leyes y en la plaza de Aragón trazará el propio Lidón el palacio de los Reyes. Cambiará todo al momento como

por mágico

En fin, nuestra población según cálculos diversos, contará

este aúo un millón

de habitantes ..... y un jamón para el que lea estos versos.

ensalmo;_

todo con el movimiento irá tomando incremento ..... ¡Varita crecerá un palmO!

Ancha y navegable ria haremos que el Ebro sea

Get1ónimo Víeens


¡Cuantas veces en la play" que tiene del 111ar á raya el ímpetu arrollador, escuchando

In armonía

á un tiempo dnlce y bravía del océnnico

ruma!",

creí que las barcarolas entonadas por las olas en su eterno safmodi:H', era 11 son es de la lira cuyos aeordt's inspira Safo en el fondo del llwrl. .... FRA!\CISCO

Cuadro de

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AGUADO

G,(RATE

ARNAL.


JEROGLíFICO Potr

Sustaneias.

F~ASB tiBCtiA Por E. Sanchez.

AL PÚBLICO

to, que no le podamos dar? Al público, pues, nos dirigimos, seguros de que su concurso, no ha de fa1tarnos, para llevar á feliz término nuestros entusiastas y firmes propósitos.

Es costumbre, al comenzar la publicación de un periódi<co,que la redacción del mis-mo, hable de proyectos, que L-\. REDACCIÓN. la mayor parte de las veces, ,quedan sin realización, .por .cansancio de los propios inte•'resados ó por retraimiento SUMARIO DEL NÚMERO 2 del público, que exige, con justicia, todo cuanto tiene deLos regalosde los Reyes.-acuarecho á exigir. rela de D. J. J. Gárate.-Vista No hemos de caer nosotros de Huescadesde la Alameda.-fotoen esa rutina ¿para qué?- Nagrafía.-paella Zaragozana.-Por die dá comienzo á una emEl señor de Alfocea.-La hija presa de importancia, sin ilude la muerta.-por D. E. Lozano -siones, que llevan consigo un con dibujos de Vila-La electri(La solución en el número próximo.) cúmulo de deseos y de ideas; cidad.-por D. Gabriel Galán, con fotografías tomadas en calcúlese, por consiguiente, qué de proyectos y qué de reformas no habremos aca- los notables talleres de los señores Palacios y García. festiva por D. Sixriciado nosotros, entusiastas fervientes de la región ara- -La patronade mi pueblo.-composición de Ros.-Juguetes.-poesía gonesa, que en el campo literario y artístico, aparece to Celorrio con ilustraciones por D. Alberto Casañal Shakery con un dibujo de Vila. actualmente postergada, por falta de espíritus valientes -La Verdad.-cuento en prosa por D. J. Moneva Puyol que salgan á su defensa, ya que no por falta de elemen- con ilustraciones de Vila. Sueño de Reyes.-caricaturas tos valiosos que esperan, nada más, una voz que les ani- de D. R. Ros.-Geroglíficos.=Misceláneas.-Anuncios ilustrados me á la lucha. y otros trabajos artísticos y literarios. Los nombres de literatos tan distinguidos como Blasea, Cavia, Royo Villanova,Ram de Viu, Base1ga,Vicens, Entre dos militares (andaluces por más señas.) Galán, Navarro,1VIotos, Perez (D. Dario) Lozano, ]VIone-No he visto nunca inteligencia tan privilegiada,cova, Sola, Aguado,1VIompeón, Celorrio, y anguas, Teixeira, mola del perro del capitán Gonzalez. Hace algunos días, Mena y tantos otros y de artistas de tanto mérito co- un compañero nuestro se encontró en el cuartel sin el mo los señores Gárate, Lasuén, Vi1a, Pallarés, Sileno, cinturón, y á una señal, el perro, salió á buscárselo á Gascón, Zuera, Ros etc., dicen bien á las claras, cuanto casa. -Sí; por cierto que yo le ví introducir la llave en la puede hacerse en provecho de las artes y las letras ara- cerradura. gonesas. Con todos ellos contamos; todos, por igual, han de Unanticuario extranjero, interrogaá un pobre diablo. contribuir seguramente á nuestra noble y desinteresada -~Cuales son las monedas más raras en este país? empresa ycon tan poderosa ayuda ¿qué no podrá exijir-¡Todas, señor! ¡Con decirle á usted que hace tres nos el público, si corresponde á nuestro llamamien- meses que no he visto una peseta.


La familia de Pepita veía sin disgusto aquellos amores. Leandro era un excelente partido para su hija; tenía ésta más escudos en pergamino que acuñados en plata y otorgables en dote. Leandro allá se iba con ella, cuanto á bienes propios, pero era el ojito derecho de un su tío, hombre excéntrico, millonario y viejo: todo el mundo señalaba á Leandro por heredero de aquel señor y la tal herencia significaba una renta de príncipe. Pero ¡fíe usted en el porvenir! Murió el viejo, aquel que solía llamar á Leandro «su hijito,» y le dejó, por todo recuerdo ¡cuatro mil duros! Toda aquella herencia colosal recayó en el cura párroco, nombrado por el difunto, en testamento cerrado, su heredero de confianza. Hasta entonces Leandro no había pensado cursar una carrera. Ya le era preciso luchar por la vida; se trasladó á Madrid; pronto logró ingresar en la Escuela de Estado Mayor: pero ¡cuántas penas hubo de pasar! Dando alguna que otra lección de matemáticas, logró mejorar algo su presupuesto. Tenía Leandro una alma t".~l grande, que el dinero se le iba de las manos: ya no eran pocos los gastos de su carrera y los de algún que otro regalo destinado á Pepita para celebrar efemérides de sus amores: había de pagar además su modesto pupilaje en la casa de huéspedes de una buena señora á quien había sido encaminado desde Jaen. Tenía aquella pobre muger dos hijos; una niña de catorce años y un muchacho de doce. Leandro se encariñó mucho de aquellas tres perso-Has; él mismo elevó el precio de su pensión cuanto le fué posible; dedicaba los ratos que tenía francos para emiCñar al chico las lecciones, y no pasaba día sin que dedicase largo rato á hablar con ellas de su Pepita. La cual, no renunciaba fácilmente á la opulencia. Enamoróse de ella un ricacho encumbrado de prisa con un título nobiliario; cegóse, con ésto, la muchacha y cortó de golpe sus inveteradas relaciones, dando por consuelo al desesperado Leandro la vulgaridad desalmada de que «hay muchas mugeres en el mundo» ¡como si las mugeres fuesen como los sellos de franqueo, que todos tienen la misma cara, cuestan el mismo precio y prestan igual ser·vicio! Leandro sufrió horriblemente. En sus patronas encontró entonces el mayor alivio. El tiempo que le dejaban libre los estudios, pasábalo con ellas, hablando dc sus penas, leyendo libros ó periódicos, ó enhebrando las agujas para Julia cuando ésta cosía, que era casi á todas horas. Vínose encima de Leandro un cúmulo de acontecimientos capaces de trastornar el ánimo más firme: recibi6 de Pepita, una carta en la cual ella le decía haber sido obligada por sus padres á hacer lo que hizo, y aseg'urábaL: estar ya libre y quererlo más que nunca.


Confuso quedó el mozo sin saber aclarar tal misterio: pero vínole á la mano el medio para averiguarlo; muy pocos días despues recibió una carta del sacerdote heredero de su tío, encargándole que no dejara de ir á Jaen en las vacaciones inmediatas. Fue, en efecto, lleno de curiosidad yde inquietud y encontróse cara á cara con la verdad: su tío habíale jugado una broma pesada de filósofo extrafalario: había instituído á Leandro su heredero por medio del sacerdote, su amigo íntimo, prohibiendo á este entregar la pingüe herencia hasta despues de pasar cinco años desde su muerte: «así-decía el testador-sabrá mi sobrino lo que es vivir estrechamente, y que uso debe hacer de las riquezas. Pepita supo esto antes que nadie: vió posibleharmQnizar su preferencia por Leandro con su pasión por la opulencia; fingió-¡á buena hora!-remordimientos por haberlo desahuciado, plantó al ricacho marques y trató de reivindicar su antiguo poder absoluto sobre el pristino adorador. Fue admirable la tranquilidad de Leandro: perdonó á Pepita, recogió la opulenta herencia del tío, arregló su matrimonio para el próximo Julio y marchó á Madrid dejando acordados todos los detalles para la boda.

Pepita se sa::ió de lujo: más de lo que permitía su fortuna; iba á ser aquella una boda regia. Todos preguntaban cuando se iba á celebrar. -Sólo falta que lleguen los papeles, contestaban Pepita y su familia. y Leandro hablaba en todas las cartas del próximo envío de los documentos: hada falta buscar partidas, legalizarlas, reunirlas, y ésto exigía tiempo .... Un día, despues de tres de no llegar carta de Leandro, recibió Pepita un paquete postal. -¡Los papeles¡ ¡Los papeles! dijeron todos. -Puede que veng-a el regalo también. Abrieron el paquete. Contenía un sobre abierto y un;) caja llena de dulces adornada p:)r una rama de flores de azahar. Dentro del sobre había un pliego de rico papel, y en el estas palabras litografiadas: Leandro de Ulloay San Román . «

y Julia Garúa y Fenzandez participan á usted su efectuado Nzatrimonio y le ofrecen su casa, Serrano I8, pral., Madrid.» J.MONEVA y PUYOL.


••

((Aí'ío nU8YO, vida nueva))

suele lu gente exl'lamar cuando la yida que lleva le comimlza á fa~tidiar. Y-es, que supone

In gente

qne es unIY facil conseguir el cambiar

compleUlmonto

de sistema de vi\Cir. ((¡Aúo nne;'o, vida nueva!!) No haga usLe caso, leeLor,

Siga la vida llue lleva v esa sera la mejor. . 1'\0 se llaga l1stó partidario de cambios que llan producido sipmpre, un efecto eontrario al efecto apetecido. Sí soilol', e~ (-:,s1.a1'en un error afirn1nl'

lluC si se cambia de vida se, consigue lnejorar '- en seguida, ¡,A qué esas transfor.maciones? Si se ha fornuldo un,slstclna con él se debo seguir. ¡Tiene tanLas soluciones el complicado problcma

de vhir!

i]\ada de yolveJ'se alrási En el mundo, al tln y al cabo, (01

que

nace

para

oclH:l.YO

no llega á cuarto ,imnás,,) Yo tengo una teoría acerca d'e esa cuestión y como á alguno podría conveneerle mi opinion \' se trata de un asunlo , lranscendente, lo '-ay á e'pon el' al punto IJür si interesa Él la gente.

Il

hace

«(sablistn»,

hablador

\' ~¡nycrgüel1za inC'lusive" . y entollces ¿qué le sucede? Pues que discurre cien tretas lWm ver á quien le puede ('stafar unas peset3s y si no llalla sérhumano () quien poder engalHll', ('¡Incluye por en1peüar lodo lo que

encuentra

III De todo lo dicho, infiero, lector a 111 igo, en seguida ¡llue para cambiar de vida hay que cambiar. .... de dinero!

A.

C'l.SAÑAL

SHAKERY.

Dibujo de VILA PRADES.

Figúrese usté, lectoF, que un hombre trabajador v honrado á carta cabal iít'oe anén1ico el bolsillo ,. se encuentra el pobrecillo sin un real. Cansado de osa car~neia di' dinero, llega un día {' II que, pierde la paciencia que tenw. se harta del mcdio en que yiye y l'se hon1h1'o trabajador, f.O

Pues qne aunque quiera cambiar, si no tiene qU(~ comer aeabara por volver á estafar y por vivir á sus [()]cllas volverá á usa!' la receta de ir á llevar la cllallueta «(a casa del quita-manchas.)) Figúrese usté lpctor que"llay, en cambio. otro sujeto borracho, pillo, indiscreto, deslenguado y jugador y torna un décimo un día cuando llega Navidad v le cne la 'lotería ¡lOr una c3sualidnd. ¿Qui' pasará entonces? Pues pasará que a Igu nos días después aquel hom bre eambiara de conduela por completo. y el sujeto deslonguado y calavera se han1 w~rs()nadecente v vivirá de manera . diferente. Desem penará la ropa con auxilio de (la guita)} y vest.irá de levita y de somhrero de cO¡Ja. y si antes todos los días con un plato dejudias se quedaba bien nutrido, al variar de posieion irenegará del rocido con todo su ('UI'HI.On!

á mano.

Supuesto ya lo anterior, ~nllonga usté ahora, lector, que, aunl[ue parezca algo o'\.Lraño, ti l:iore ctl.nlbiari por con1pleto, {~ldía primero de aúo de conducta ese sujelo. ¿Qué le tiene que pasar?


FELIZ ANO

¿..... ?

POR

A. ZUERA

Víctima de un im P0StOl' mata á Desdélllona Otelo, y después de muel'ta ¡oh cie!,,: se deshace aquel el'ror. Mata, al saberlo, al traidol' que ahogó su felicidad; para calmar su ansiedad se mata él mismo después y, casi á un tiem po, los t['es entran en la eternidad. Transporta

al cielo el Seuol' bella, que un desierto es pal'a ella sin el cielo de su amol'; el amante y el traidol' van en el infierno á dm'; mas recordando al entrar su venganza y su recelu: -si esto-dicen-no es el ej. ]0 ¡qué cerca debe de e:;tal'l-

á la infortunada

Ella sin su amado bien vé en el Edén un infierno, y, sin celos, el avel'no es para ellos un Edén; que es el amor y el desdén en el alma lo esencial; por eso un bien es un mal yun mal es un bien para otl'O si Dios, justo, no hace un potl'O para cada criminal.

A.

-Felices

pascuas, señori~a

YA"IGG-AS ALCAYDE.

Cuatl'ocientos naturales, treinta de pechr, infinitas estacadas en el cuello, en el rabo, en las costillas ..... Tal fué la triste faena del espada, y talla silba que le pl'opinó la gente, que según alguien afil'ma no consta una sl~mejante en las historias ta urinas. y lo raro, lo mostruoso, es que enmedio de la pita, :y el horroroso concierto de insultos, y de didl'ibas, un sugeto enardecido y ronco, gritaba: ¡viva! ¡Muy bien! ¡bmvo! Tal conducta en unos provocó I'isa, otros le creyel'on loco, otros ardieron en ira, y viendo el hOI111>l'eel efecto que su aplauso producía, quizás por sincero impulso, ó por prudente mülicia, gritó con todas sus fuerzas: ¡si es que aplaudo á los que silbanl ANTONIO

-Much~s

gracias, muchas gracias .....

TEIXElRA.

¡Año nuevo, vida nueva!


-Pero hombre ¿es posible que de la remolacha se extralga azúcar?-pregunté á D. Mariano Ballestero, inteligente químico en cuya grata compañía hallábame tomando café en Gambrinus. -¡No ha de serlo!-me respondió-¿Ha visitado usté «La Azucarera de Aragón?» Pues bien. Allí entra la remolacha por un lado y sale el azúcar por otro ..... -¡Prodigioso invento!-contesté-¡mucho más prodigioso que el de aquel alcalde, inventor de una máquina, <enla cual se echaban bellotas en un depóslto y salían concejales por un embudo ..... -Es admirable-siguió diciendo D. }CIariano,Sln hacer caSDde mi observación-;si usté supiese, desde que la remohcha es cortada en tiras por el aparato corta-raíces, hasta que el azúcar se obtiene, por qu§ serie de transformaciones y de torturas tiene que pasar -¡Calle V. por el jugo! Dios!..... No recuerde -Eso no me adcosas tristes! Ademira; por más tenelante ..... lTIOsquepasar hoy los -La difusión, se españoles, amigo Baverifica en unos apallestero, ahora que ratos cilíndricos, distambién nos están puestos en batería ... sacando eljugo ..... ¿Y -¿Pero hay batehay que someter la rías en España? .. remolacha á muchas -En la AzucareDperaciones? ra, sí señor. Esos di-Vaya usté confusores, constituyen tando ... Difusión, deun inmenso conducfecación, evaporato, por donde el agua, ción, filtración, claricirculando á tempencación y cristalizaraturas diferentes, se ción ..... ¡Oh, la Azuapodera del azúcar carera de Aragón, es que contiene la reun verdadero campo molacha..... Ahora de operaciones ...!Pebien, el caldo ó jugo ro un campo de opeque se obtiene, poraciones, con más dría fermentar ... Vista interiol' de "LA AZUC~~RERA DE ARAGOK" fortuna que .... -iN aturalmenteL .. 1Hoy todo se halla en fermentación! .... Ya sabrá V. que los carlistas ..... -Amigo mío, la fermentación carlista, no sé de qué modo podrá evitarse, pero la del jugo de la remolacha, se evita por medio del encajado ..... ¿Cómo?..... Es muy sencillo ..... Se adiciona cal viva á el jugo, y una vez encalado éste, se precipita el exceso de cal y los compuestos org'ánicos de la misma, merced á una corriente de gas carbónico, operación que tiene lugar en unas calderas, llamadas carbonatadoras. -¿Sabe V. que resulta el procedimiento más confuso que una conferencia de Fajarnés? -Pues no es esto todo, porque luego hay que proceder á la evaporación del jugo. -¿Y lo consiguen ustedes? -Sí señor, con el cuádruple-efecto. -Yo no conozco más cuádruple-efecto, que el que produciría la supresión de nuestra Diputación provincial. ¡Ese sí que sería efecto cuádruple! -¿Por qué le llama V. cuádruple? -Porque solo les haría efecto á cuatro gatos ..... -El cuádruple-efecto de que yo le hablaba, es un interesantísimo aparato que forman cuatro calderas cilíndricas, dispuestas en serie, para que el jugo, entrando por la primera, las recorra sucesivamente saliendo por la última convertido en jarabe concentrado.


-¿Y se ocupan ustedes de concentraciones, ahora que todo tiende á la descentralización? -No hay más remedio; la obtención, del azúcar, amigo mío, tiene más exigencias que las que tendrán los amigos del Sr, Silvela, si D. Paco llega á ocupar el poder. --.-Usted exagera. --¡Qué he de exagerar! Tenga presente que antes y después de la obtención del jarabe, hay que someterlo á una buena filtración. ~¡Ay!. .... si nuestros hombres políticos, pudieran ser filtrados también, ¡qué deinalezas quedarían en el filtro!. .... -Una vez preparado el jarabe, se almacena en dos grandes depósitos de hierro comunicados con otro aparato que lleva por nombre Tacho del cocido ..... -Por supuesto, el Tacho del cocido y los. demás aparatos de la fábrica, estarán asegurados ¿eh?.... -En cuatro ó cinco compañías de seguros ..... -¡Qué felices son ustedes! -¿Por qué? .... -Porque hoy son muy pocos los españoles que tienen asegurado el cocido. ¿Y en qué consiste ese nuevo aparato? -Es muy semejante al cuádruple efecto. La diferencia extriba, en que éste está formado por una sola caldera de gran tamaño, en la que el caldeo tiene lugar por medio de dos serpentinas de vapor. .. -Yo creí que eso de las serpentinas, había ya pasado de moda, desde que Pepe Moncayo hizo de serpentina en Pignatelli ..... -No lo crea V. Son utilísimas. -¿Y quien maneja ese aparato? -Los maestros de azúcar, que son una especialidad dentro del personal de la fábrica ... -¡Ah!, vamos, ya comprendo; como los tenientes de alcalde que son también una especialidad dentro del ayuntamiento ..... ¿Y cuando el jarabe queda bien concentrado, qué se hace? -Provocar la cristalización del azúcar. Pasa éste más tarde á la centrífuga, que no es otra cosa que una caja cilíndrica de paredes porosas, formadas por malla metálica, en cuyo interior se vierten los cristales de azúcar mezclados con la melaza, y puesto en movimiento giratorio, despide hacia las paredes la masa cristalina, colando á través de la malla la melaza y quedando adherida á la misma una blanquísima capa de azúcar. -¡Hermoso es el procedimiento y hermosa debe ser la «Azucarera.» ¿Me permitirían tomar algunas fotografías para ARAGÓN ILUSTRADO? -Diríjase al director. Es persona dignísima y tan amable, que no solo le concederá el favor que solicite, sino que además le obsequiará con un hermoso habano .•... -¡Basta! Mañana iré con el fotógrafo. ¿Tendrá V. la bondad de acompañarme? -Por qué no? --Pues hasta mañana. - Hasta~mañana.

c.


del amigo que le explota; del criado que le vende. El galan apasionado dime ¿qué es, sino un juguete de los menores caprichos de la muger á quien quiere? y la mujer casquivana que disfruta y se envanece con palabras engañosas y con halagos que ofenden y que rindiéndose á todos los que cariño la ofrecen su corazón deposita en cien pechos difercntes, juguete es de los que en ella no buscan más que placeres, pues desde que el mundo es mundo son, sin notarlo, juguetes las mugeres, de los hombres; los hombres, 'de las mugeres. No llores, pues, \'ida mía, porque hoy que es día de Reyes no cncuentres en tus balcones 111uñecas,C01110otras veces, que en este bazar del mundo donde se compran y \'Cnden reputaciones y \'idas y pasiones y deberes, el sabio y el ignorante, el que ama y el que aborrece, el que se viste de harapos y el que se cubre con pieles i \'ida de mi \'ida, tenemos alg'ún juguete!

Juguetes Estás triste, porque sabes que este año el día de l{eyes no hallarás en tus balcones como has hallado otras veces, ni muñecas, ni vestidos, ni sortijas, ni pendientes, pues han pasado los años y no siendo niña, tienes á esas alegres sorpresas que renunciar para siempre. ¡Ay! ... te equivocas, bien mio, si, como me dices, crees que los juguetes se acaban cuando la niñez se pierde. En el mundo, hermosa mía, niños, hombres y mugeres, pensando en juguetes nacen y pensando en ellos mueren que todos, nlientras vivimos, tenemos algún juguete. Juguetes son esas flores que entre tus cabellos prendes, del viento que las deshoja; de la abeja que las hiere. Juguetes de los que mandan son, mi bien, los que obedecen. Juguete es en cualquier lucha el vencido, del que vence. El sabio que re\'olviendo los rincones de su mente encuentra nuevas ideas

ALBERTO

para que el mundo progrese, juguete es, hermosa mía, del crítico que le muerde; del que envidioso le acecha; del necio que no le entiende. El mendigo que en irn'ierno descansa sobre la nieve

y pidiendo una limosna las yertas manos extiende, juguete es, en SLl p~)breza, del azar y de la suerte que si alguna vez le escuchai1 dejan de oirle cien veces. El rlCOque en su palacio todo cuanto anhela tiene, también es, como e1mendigo, juguete, sin que él se entere,

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c:."SA:'iAL SHAKERL


hA

Años antes de casarme ya sostenía yo el mismo programa relativamente á la cdazón de los hijos: tenerlos fué mi ilusión más hermosa; educarlos bien, mi propósito más firme: y esto último consiste, á mi entender, en mostrarles las realidades como realidades, los mitos como mitos. Nada de «coco» á no ser en la acepción de «fruta»; nada de secretos que dice un pajarico, ni de hermanitos venidos de París en una canastilla, ni de juguetes traidos por los Reyes Magos; nada de dormir la muñeca que es de madera y trapo, ni de oir cuentos de aparecidos: ¡la verdad, la verdad ante todo! ¡Ah, y nada de papá y mamá, que eso es gabacho, sino padre y madre, en puro y neto aragonés! Con estas ideas entré en el matrimonio y llegué á la paternidad. Dispuesto estaba yo á llevar adelante mi criterio poniéndolo por obra aunque el mundo entero se opusiera: pero las exigencias de la vida real saliéronme al encuentro arguyéndome con los prácticos axiomas de que "del dicho al hecho hay

gran trecho» y «una cosa es predicar y otra es daltrigo.» Mis hijas visten, desnudan, duermen, besan y miman á sus muñecas, porque su madre dice que así lo hizo ella, que la causaría tristeza ver encauzada la educación de sus hijas por otros caminos, y que no es tan malo el sistema, pues ella, formada según tales preceptos, ha sabido hacerme feliz; y todos nuestros hijos se han dormido, en sus primeros años, al son de canciones monótonas, iliterarias, sin gracia y sin expresión. . Con todo ésto y con algo más, he transijido por el bien de la paz doméstica, aplicando aquel sistema contemporizador que aprendí en la epístola de San Pablo. Porque he de hacer constar, para honor mío,. que en nuestras conyugales avenencias hay siempre mútuas concesiones y allanamientos que envidiarían los diplomáticos al uso. Mi mujer y yo convinimos que la educación de nuestro primogénito, fuese cosa mía, sin perjuicio de los derechos que su madre se reserva, y de las ex-


tralimitaciones-que yo he de abstenerme .de corregirlas-de llamarle sol, encanto, cielo, y cuantos de~ satinos la vengan en voluntad: y que ló relativo á las dos niñas, queda reservada á la autoridad materna, y ·.condenado yo á silencio perpétuo en lo tocante á murmurar de las muñecas, de los pitos y alguna que otra fábula de Samaniego ó de Lafontaine. El alma entera pongo yo en mi gratísimo neg'oóado para desempeñarlo del mejor modo posible: y, -como hombre de ley, evito cuidadosamente faltar ni en lo más mínimo á lo pactado. Contento puedo estar del éxito de mi 'sistema: mi Antonio sabe la doctrina cristiana, no como un papagayo, 'Sino como un seminarista. Pero no ,caerá facilmente en la superstición; voy instruyéndolo poco á poco en Historia de España enseñándole el espíritu de ella, alejándolo de toda fantasía, echándole después de cada leyenda el jarro de agua fría de la realidad. Pero no todo es de 1'nigusto; m.i mujer cometió en ésto, desde el principio, una grave violación de nuestro pacto: sin consultarme el caso, suponiendo con razón que yo había de oponermeásus deseos, cuando nuestro hijo tenía tres años aún no cumplidos, el día de la Epifanía le hizo creer enla acostumbrada y generosa visita de los Reyes de Oriente, desvaneció mi liviano enfado con caricias, y tantas fueron éstas, que quedé deudor para años sucesivos. Siguió, pues,la farsa de los zapabtos, de los dulces, de los juguetes, la alegría del niño y el gozar de todos á la par de él. Cada año aseg'uraba yo á su madre que aquel era el último, pero llegaba el siguiente; é insistiendo ella en sus mimos y cayendo yo de nuevo en mi condescendencia, quedaba la verdad atropellada nuevamente por el materno amor. Yo, por otra parte, redoblaba mis esfuerzos para educar á nuestro hijo en el honrado amor á la verdad. -Dime la verdad, decíale yo siempre, acostumbrándolo á que, con noble franqueza, delatase ante su madre y ante mí sus propias travesuras y negligencias, y dándole á la vez la seguridad de una amplísima amnistía.

-Dime la ver~lad-me de~ía él mismo con la n1:1yor vehemencia cuando deseaba saber del todo alguna cosa. La verdad, era ya la idea fija de mi Antonio. Abominaba de las fábulas porque tienen animales y flores y peñascos parlantes, de todo cuento fantástico, de toda ficción poética; y, entre la exageración de mis enseñanzas y la natural impetuosidad de su alma jóven, .veníamos á proclamar un rigor de verdad tan extremado que, sig'uiéndolo, no podría cumplirse en la escena del tea·· tro la representación de una muerte en riña, sino matando á un actor. -En fin, nuestro hijo ama la verdad ante todo ¡bendito sea Dios, y que me loconserve!-decía yo. Pero ¡cuán caro me costaba sostener la pureza de mis principios! A veces me haCÍa preguntas de tales cosas que yo no tenía valor para contestarlas con la rudeza que ellas mismas exigían ¡Cuantas penas pasaba yo para con testar aquellas interpelaciones huyendo á toda costa la mentira y evitando encender un deseo y apagar una ilusión! Un día 5 de Enero, cuando ya tenía siete años, me dijo: -Oye, padre; cómo se arreglan los reyes para venir desde tan lejos y recorrer tanta tierra, en tan pocas horas? La madre estaba por detrás de él haciéndome señas para que callase. ~¿"\ o sabes,-contesté,-que Dios ]0 puedetodo? -Sí; pero ¿por llevar cosas á los niílos ha de hacerse un milagro tan grande todos los años? y notando en mí algo que delataba mi falta de franqueza me dijo apoyándose en mis rodillas. -Dime la verdad.-Lo eché todo á rodar, y le revelé la artimaña de los zapatitos puestos al sereno. -Ahí tienes la verdad, le dije al concluir mi explicación. El me escuchó muy serio, muy parado, cual si le hubiese caido encima un peso muy grande. Buscó á su madre, se abrazó á ella llorando y le dijo en voz tan baja que apenas la oimos los más próximos. -:\Iadre, que me pongan algo] os Reyes i Engáñame: J. lVIOXEYA y PDYOL.


Triste regresaba á su morada el buen cura después de haber asistido á la agonía de aquella santa niña que poco tiempo hada ingresó en el convento. Cuando entró en su despacho y dejó sobre una silla manteo y teja, dióse un golpe en la frente exclamando:--¡Desmemoriado soy! Ya no me acordaba de la última voluntad de esa ejemplar muchacha! Cerró cuidadosamente la puerta, sacó un sobre del cajón de su mesa y leyó en temblones caracteres «A mi ahijada.» Aquél pliego se lo había confiado Teresa, cuando ingresó en el convento, con el objeto de que lo entregase al fuego después de Jeerlo, el día mismo que la monja muriese. El documento era breve y mosen Pascual, leyó de un tirón su contenido. "Sobre mi testamento en el que te instituyo heredera universal, coloco este escrito para que sepas quien fué tu madre y quien soy yó. Esto me consiente morir tranquilo. Para lograr la fortuna que te digo marché á la América del Sur, dejando en España á una mujer que antes de casarse conmigo había adorado á otro hombre. Regresé de América y mi primer visita, fué para la tumba de tu madre. Llegué un día de invierno al pequeño cementerio de un pueblo de la costa cantábrica y arrodillado sobre la nieve ante el breve epitáfio soportado por tosca cruz de madera, iba á rezar cuando el sepulturero aproximóse á mí preguntando: -Es acaso Vd. el esposo de esa señorar-Sí.Voy, pués, á revelarle un secreto que pesa sobre mi conciencia. Levántese Vd. porque su esposa vive. El médico del pueblo recibió un día la visita de una mujer hermosa que iba al puerto inmediato para embarcar con rumbo á la América dcl Sur donde la esperaba su marido. Cayó enferma: la dolencia tuvo su desenlace fatál para todos, menos para D. Ricardo y para mÍ. Yo debía grandes favores á D. Ricardo; á cambio de ellos me pidió que en la caja que hay debajo de esa tierra en que V d. se había arrodillado, colocase el esqueleto que áquél tenía en su despaché) vestido

con un traje completo de la hermosa viajera. D. Ricardo hizo el certificado de defunción, yó enterré el ataud y pocos días después abandonaba el médico este pueblo, después de dar á Vd. cuenta de la muerte de su esposa con quién huyó sin que haya podido yó saber desde entonces el paradero de tan siniestra pareja. Ahora puede Vd. hacer de mí lo que quiera. Anonadado por golpe tan brutal, supliqué al sepulturero que cavase la tierra y ví con mis propios ojos la verdad. Lo demás tú lo sabes. Ocho años después llegabas á mi puerta pidiendo limosna. Tu madre que era la falsa muerta había fallecido desesperada: tu padre que era el amigo desleal había desaparecido abandonándote: tú caminaste á la ventura y Dios te llevó á mi casa. Confirmé las noticias incompletas que tu niñez me había suministrado y supe que tu madre pagó muy cara su locura: no te has separado de mí desde entonces: no he querido amargar yo en doce años que me has acompañado, tu pobre corazón con el relato de mi desventura. Solo te pido que reces por tu madre.» Gruesas lágrimas caian por las arrugadas mejillas de D. Pascual cuando acabó de leer. Arrojó al fuego aquel pliego y exclamó el buen anciano: Hay en el mundo grandes miserias, pero tampoco faltan, Dios mío, grandes corazones. ENRIQUE

LOZANO.


((Horrísono fragor de ronco true,no.)

que dijo el poeta, y que en sus relámpagos parecen haberse condensado todos los rayos que osara arrojar desde el Olimpo un ]úpiter tonante, no contienen electricidadr-Nada ó casi nada. Todo eso es, y permitidme la frase, espectáculo teatral. Energía capáz de dar muerte al pobre caminante que en tormentosa noche cruza al azar desconocida senda, ó de incendiar traidoramente suntuoso templo, como pudiera hacerla una mano criminal, pero débil, raquítica é inútil cuando se le manda trabajar, y sumisa á la justicia de la ciencia que, al sorprenderla in fraganti allá en las negras alturas, cuando á perpetrar su crimen se dispone, con débil cadena que pende del pararrayos la conduce al depósito común, á la Tierra, origen de toda la conflagración potencial, donde nacen y mueren las más entusiastas tentativas eléc tri cas: que así como existe una justicia divina para castigar las punibles acciones humanas, para el diabólico poder del rayo, hubo un Franklin. ((Que arrancó

el fuego al

cielo. y el cetro á los tiranos.»

~~.:

A mica, deel,;,,'dad no está,lin'aún

naturalizada con la masa popular. Para el vulgo, la electricidad lo es todo, y á ella atribuye poderes sobrehumanos; y sin embargo, la electridad, no es nad2,.Quiero decir: la electridad, no es energía natu¡-al que encontrenlOS á nuestro alcance. :\Iirad en derredor, extended la mirada á tod0 el horizonte cuando os halléis en campo abierto, examinad palmo á palmo toda la redondez de la Tierra, descended hasta donde posible sea, contemplad la naturaleza en calma ó en espantosa borrasca, elevad la mirada á lo alto, contemplad el firmamento ..... ¿ \T éis la electridad?-En ninguna parte.-Pues y esas nubes-podríase objetar,-cargadas con todas las negruras del infierno, que al chocar extremecen con el .p,

¿En qué consiste, pues, el singular poder del fluído eléctrico, como antes se decía? En sus facultades de adaptación y de trasmisión, hoy perfectamente conocidas. La trasmisión, por demasiado sabida debo omitirla. ¿Quién desconoce que la velocidad de trasmisión de la elcctricidad corre parejas con la de la luz? El pensamiento vuela más, es verdad; pero lo hace libre de toda carga, si no es la de sus propios dolores, que á veces pesan como el metal más denso. Aun la luz, que emana de un foco luminoso, á su albedrío puede disponer de todo el espacio para vibrar, y en ámplia onda esférica, se esfuma hasta el infinito, iluminando las


harmonías celestes. Pero á la electricidad se le dan alas pesadas de macizo cobre para volar, y solo cua¡{do en su desesperada carrera tropieza en angostísima senda, protesta de tanto rig'or y ruge como una fiera, y á tanto llega la desesperación, que funde sus mismas entrañas. Muy conocida es también su facultad de adaptación, (de transformación diría mejor). Es la electricidad, el moderno Proteo, como algunos la han llamado, que se trasforma de caprichosas maneras, desde que servía de recreo á aquellas bellezas helénicas que frotando las cuentas de ambar rodeadas en largos collares á sus gargantas alabastrinas, atraían las plumas del ave predilecta de Venus; de alguna blanca paloma que iba á beber la linfa de las fuentes, allá en el fondo del gineceo. No existe energía natural, que no pueda transformarse en corriente eléctrica, ni corriente que deje de poder ser trasnformada de nuevo. Todo movimiento de cualquier género, convenientemente aplicado por la cinemática, es susceptible de mover la dinamo; invento colosal del siglo XIX, que le ha adjudicado el brillante diploma de «siglo de las luces». Un problema existe por resolver todavía respecto á la electricidad: me refiero á su acumulación, y al decir por resolver, entiéndase en el concepto industrial. Porque los grandes inventos no son tales, en tanto que no adquieren carta de naturaleza para la vida corriente, " vistageneraldelosgrandes talleresdelosselloresPALACIOS y GARCJA pasan do d e1 ga b·mete de1 sa b'10, a1 peno"d' leo, ..._, al salón, al taller y á la calle. ::\Iaravillas de maraviPuede almacenarse también la energía sobrante de Has existen en los laboratorios que á nadie entusias- las épocas de gran venida para compensar las épocas man porque nadie las utiliza, La acumulación eléctride sequía, como se almacena el gás del alumbrado, ca es problema teóricamente resuelto; pero también en las fábricas donde se produce esta mezcla de hila solución del trabajo eléctrico se había dado, y co- drocarburos; pero la dificultad económica, hace que mo curiosas experiencias se presentaba en las clases las poblaciones iluminadas eléctricamente, tengan de Física, y á nadie asombraba. Los acumuladores luz, mientras el río lleva agua, lo que inclina á modieléctricos son un hecho, pero aún resultan caros y el ficar el antiguo aforismo de «cuando el río suena gran principio industrial es á la inversa; la economía. agua lleva» diciendo: «agua lleva el río cuando luTeóricamente no puede ponerse en duda, la posi- ce.» Pero de esperar es que la Ciencia dé solución bilidad de almacenar durante el día la electricidad cumplida de este problema, como la dió de otros mil que produce el salto destinado al abastecimiento de más intrincados, y confiemos que en plazo breve, pala luz en una población. damos pedír, con nuestro acumulador en la mano, unos cuantos volts de electricidad para los usos domésticos, como pedían nuestros abuelos alcuza en ristre, unas cuantas panillas de aceite para alimentar el velón ó el modesto candíl. «¡Dichosa edad, y dichosos tiempos aquellos!» de menos luz, pero más dorados sin duda que los presentes, porque este siglo que con altanería se ha llamado á sí propio «el siglo de las luces» no parece dispuesto á darles el mejor empleo. GABRIEL

GAL.4.N.

Máquinademilcaballosdefuerzac;onstTuída porlaca~a"L' Eclai- Vislastomadasdelos "mudeslalleresde Electricidady Maquírage Elcclrique»representadaen Espanapor los SenoresPUAnaría,delosseñoresPALACIOS y GARCÍA.

Cl(lS

y

GARCÍA.


~) tiA PAT~ON..A DE mI PUEBlkO Doña Joaquina Céspedes, viuda hace poco de un oficial de Hacienda que murió loco, (pensando soluciones al ver la ruina que á nuestra madre patria se le avecina) para buscarse medio de subsistencia, puso casa de huéspedes con asistencia. Aunque no la agradaba perjudicarse, con objeto al principio, de acreditarse juzgó D: Joaquina muy conveniente,

dar en su nueva casa trato excelente, cuidar á sus púpilos con gran esmero, y exigir sin embargo, poco dinero. En tales condiciones, era seguro que aunque á ella la costase, más de un apuro, la cRsa al poco tiempo se llenaría y el negocio implantado resultaría. Más no estuvo en sus cálculos muy acertada, pues fué D," J oaquina tan desgraciada,

que apesar de su mucho cuidado y celo no pasó de dos huéspedes de medio pelo, que además cometían el gran delito de tener cada día más apetito. Dando ya su negocio por fracasado, remediar se propuso tan mal estado, y empleó activamente sus energías llevando á cabo grandes economías ... Pero no satisfizo sus pretensiones,

pues ni aun así cubría sus atenciones. En su fiebre económica, la pupilera, vino á cambiar de genio de tal manera, que de día y de noche se disgustaba por creer que la gente se la pegaba,

mermando sin conciencia sus intereses

<::::::

y aumentando sus penas y sus reveses. Como estaba la pobre tan recelosa, ejerció vigilancia muy enojosa sobre sus dos pupilos y la sirviente, pensando mal de todo bicho

viviente.

Hasta que sus parientes viendo alarmados que su mal ofrecía serios cuidados, consultaron á un médico su chiflad ura y el galeno les dijo: «:.\'0 tiene CUl'a;

pues si la pobre tantos a puros pasa. por cubrir atenciones dentro de casa, y a pesa r de su ll1 ucho cuidado y celo se vé con dos pupilos de medio pelo, ¿quién va á poder á doña J oaquina Cespedes evitar' se le antojen los dedos huéspedes?

Seno

CELORPdO.


JEROGLÍFICOS Pott

Sustaneias

Soluciones á los pasatiempos del número anterior.-Jeroglífico: Agua por Mayo, pan para todo el año. Hecha: Tocar los resultados

-Frase

CABOS

SUELTOS

Acompañando al notable artículo de D. Gabriel Galán, publicamos en este número algunas fotografías tomadas en los grandes talleres de los señores Palacios y Garda. El público, seguramente, ha de .acojer con gusto nuestra idea de dar á conocer las industrias aragonesas, que colocan hoy muy alto el nombre de Aragón. 'La casa Palacios y Garda, montada con arreglo á los últimos adelantos, además de explotar por su cuenta instalaciones importantes como Plasencia, Calahorra, Almagro, Reus y otras, ha construido gran número de centrales eléctricas, entre las q:le recordamos Huesca, AJfaro, Daroca, Tauste, Villafranca, Peralta, ]adraque, Villalva y otras muchas. En la actualidad, está haciendo en Caldas de Reyes (Galicia) una instalación utilizando una fuerza hidráulica de 750 caballos para distribuida con luz y fuerza motríz para ocho poblaciones y además como motor á un tranvía eléctrico de catorce kilómetros que también construye la misma casa. Como consecuencia de estas numerosas y grandes instalaciones, la importante fábrica «L' Eclairage Electrique» de París, 12sha nombrado sus representantes generales en EspJ.ña para vender y propagar las notables máquinas eléctricas del privilegio Labour que dicha fábrica construye. Estos datos, bastan para dar una idea de la extraordinaria importancia que tiene la casa Palacios y Garda, á quienes felicitamos sinceramente, á la vez que les damos las gracias por la defel-encia que han tenido con nuestro semanario. Deber de gratitud.Al dar la publicidad el segundo número de ARA-

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es, para nosotros, un gratísimo deber manifestar á la prensa y al público, el testimonio del más profundo agradecimiento por la cariñosa acojida que han dispensado á nuestro semanario. Las frases por extremo lisonjeras con que los periódicos de Zaragoza y demás capitales han saludado la aparición de un periódico, cuya falta hadas e sentir en la región aragonesa; el sin número de cartas que hemos recibido felicitándonos por nuestra empresa y la rapidez con que el público ha agotado los ejemplares del primer número, son estímulos que nos animan para seguir adelante, con más bríos cada vez y con más deseos de hacernos merecedores, ya que hoy no lo seamos, de todas esas frases de cariño y y simpatía y de todas esas elocuentes pruebas de que los esfuerzos que hagamos en lo sucesivo, por agradar al público, serán igualmente correspondidos por éste. Gracias expresivas á todos y ¡adelante! GÓN ILUSTRADO

CAf+tTA~ES Calcula si te querré que celos tengo á la tierra cuando la besa tu pié. Del mundo, la mayor pena, la s,1t"'e lodo el que tiene á la yez n1udrastra y suegra.

llo~~y siempre afirmaré' que no puede ser muy bueno quien no lloró algu na vez.

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E"ILIO ESTER RUBIRA.


FRASE

HECHA

PotlSuataneias

Soluciones á los Jeroglíficos del número anterior.-1.° No hay lunes sin luna, ni jueves que no alumbra o Si quieres buena fama, no te dé el sol en la cama.

-2.

CABOS SUELTOS CANTARES Cuando es muy grande, muy grande el cariño que se siente, en ningún lenguaje humano hay palabras que lo expresen. Dicen que las ilusiones son angelitos que pasan; que nos besan en la frente y nos pisan en el alma. Tenía los ojos rasgados y negros y una boca rosada y alegre como mis ensueños. ROGELIO MAESTRE.

-¿Ustedes han visto la catedral de Sevilla?-de:" da en una tertulia donde se hablaba de grandes edificios,. un estudiante andalúz que tenía la manía de exagerado todo. -No, señor-le contestaron. ~Pues es tan grande que solo de larga tiene dosdentas mil varas castellanas. Un fuerte pisotón dado por un amigo, advirtió al

estudiante que había dicho una increible atrocidad. -¿Y de ancha?-le preguntaron burlonamente los de la tertulia. -La anchura no guarda proporción-dijo el estudiante, queriendo enmendar la cosa por ese lado-No pasa de unas catorce varas y media. HUMORADAS No he podido saber niña adorada, Por pueril que parezca mi porfía, No he podido saber si en aquel día Fuiste tú engañadora 6 engañada. Quien seduce á una mujer Y la deshonra y la engaña O es que no tiene conciencia O es que no tiene una hermana. No te estrañe que el mundo deje impune A quien roba el honor ¡De ese crimen tan grande, el veridicto Se lo reserva Dios! MARrANO BERDE]O.


~0TEh0 parte de aquel recinto y, por bajo de él á dive:-sas alturas, unos cuantos palitroques estribados en los piés derechos que sostenían el artefacto, vino á quedar concluído el tal palomar que no lo cambiara ya por los modelos de jardín deanclimataicón. El amanecer nOs sorprendió colocando en el jaulón algunos pares de palomas traídos de antemano con todo sigilo, y ya pudimos presentar ánuestra hermana en aquel día, que era el de su Santo, nuestra obra completa y acabada. El tal palomar fué su diversión y la de todos nosotros durante aquel verano: No pensábamos sino en aparear aquellos animales, en cuidar á las madres que cubrían, ó en observar por la menuda el crecimiento de los pichones. Muy pronto cada uno de aquellos bichos nos fueron familiares: andábamos hechos unos naturalistas en punto á distinguír espepecies y llamarlas por su nombre;-las capuchinas, los buchones, las de cresta, las colipavas ... Decíamos á cada paso relatando lo que habia hecho aquél día cada uno de nuestros bichos. Para nuestra hermana principalmente el palomar era una verdadera fiesta. Gozaba ella curioseando la vida de aquellas mimadas y dichosas prisioneras, oyendo sus arrullos de zambomba, mirando cómo las parejas, en sus caricias, cruzaban con ánsia los picos ó los escondian en el plumaje del cuello de sus compañeras; más que todo, la encantaba ver como aquellos matrimonios volátiles alimentaban á sus crías el padre llevando la comida, la madre ingiriéndola dentro del pico de sus pichones. Había además en la cría de palomas incidentes muy curiosos; á veces un palomo desapareac10 andaba acá y allá en busca de compafíera y su insistencia logr"aba desunir una pareja; á veces el primer poseedor no se aquietaba tan pronto, y había luchas emno Lorenzo y yo, armados de un candil, banoche á aquella! una de en bichos, punln mi hecma~ U",jamos la bodegaA la llena humedad peñadas de las cuales salía sangriento ó deslJlumado y telarañas, y sacamos de allí unas cuantas telas de algún contendiente. Un palomo viejo había allí, el malla de distintas magnitudes y calibres, en pieza cual apenas veía á otro acercarse á una hembra que unas, en retazos las más, y algunas en bastidores esya tenía pareja, íbase derecho al atrevido y ápicotatrechos y desiguales de hierro y madera; llevamos al zos obligábalo á retirarse lejos de aquella fruta del cercado ajeno. Yo que acababa de estudiar Derecho jardín aquellos artefactos con más algunos piés derechos, y, sin levantar mano, echamos á construir ... canónico en la Universidad, le llamaba el IJeíetlsor de matrimonios. ¿qué dirán ustedes? ¡un palomar! Comenzamos por enladrillar el pavimento del rinUna pareja desigual había logrado la privanza de cón del jardín elegido previamente para emplazar la mi hermana; el macho era un bengalí, variedad exótica, con plumaje negro brillante, manchas de rojo obra; paralelo á la tapia levantamos un tabique de lamuy obscuro en el copete, y el cuello rojo también drillo que sirvió de montante á varios estantes de la con vivos tornasolados; la hembra era una buchona tabla sin acepillar, aserrada sobre la marcha por nuescorpulenta, pero nada tenía de particular. Sus al"1"Utras manos pecadoras; á convenientes distancias enllos tiernos cual los de ninguna pareja, sus caricia'" apaclavamos sobre el terreno tres palotes de fementido siónadas, las luchas del macho, verdadera fiera de su chopo; con aquellas columnas para sostén, comenzó la tarea de unír trozos disformes de red de alambre especie, con los otros que le disputaban su hembra, y la mansedumbre de ésta, atenta solamente á empoya vieja y herrumbrosa, de enderezar uno sobre otro llar sus huevos, les atrajeron toda nuestra simpatía. bastidores desiguales y desapareados; y con un tejadillo de ondulado zinc para proteger de la lluvia una Luego surgieron en el palomar disgustos graves:

t..

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Un colipavo atrevido andaba loco por la buchona en cuestión; ya Lorenzo había intentado sacarle de allí, pero no fué posible porque tenía buenas influencias el bicho aquél; era el favorito de nuestra madre. Triste fin tuvo aquella historia. Un día encontramos el jaulón revuelto, las palomas asustadas. En el suelo del palomar, sobre un pequeño charco de sangre, hallamos muerto al macho de la pareja de colipavos, la buchona estaba muerta también en su cesto, del cual salían piando tres ó cuatro cabezas de colipavos; re cien sueltos del huevo yuno ó dos obscuros de raza indefinible; el bengalí había completado el drama como cualquier desesperado romántico, extrangulándose en los alambres del jaulón. Acudió mi hermana desolada: -Yo, yo tengo la culpa, repetía. -No, mujer, tú no. La tienen la buchona y el colipavo; parece que también hay entre los animales un código del honor.

-Así juzgais vosotros me dijo ella;-¿no sabes que las colipavas son muy descuidadas para empollar? -Sí, ya me he fijado. -No recuerdas el cuidado de esta otra pobre? -Sí, también es cierto. -Pues bien, coma mamá quería tener colipavos, puse yo los huevos de la colipava en el cesto de la buchona. -Es verdad,-contesté yo vencido por la lógica de los hechos. -Sí, pero mira cuando nos enteramos, me dijo mí hermana;-cuando ya no tiene remedio. Cuántoscrimenes de esos que llaman de amor entre hombres y mujeres, no habrán tenido más fundamento que estotro que vemos aquí entre animales! Desde entonces, cuando tengo noticias de disgustos, de riñas ó de crímenes por celos, recuerdo siempre la historia triste de la buchona y del bengalí, y me ocurre pensar que no es á la mujel' peor á quien más se murmura, sino á la más débil; que, hablando en verdad, las mujeres no tienen de malas sino lo que tienen de demasiado buenas. J. MONEV A y PUYOL.


nos SONETUS lJ:A

OOlJ:O~ES

Pregona por el mundo sus favores un cantar picaresco de la Jota, y en la posada clásica alborota una enjambre procaz de adoradores. Gustan todos no más de sus primores, de su risa incesante, y nadie nota la abrasadora lágrima que brota de los ojos sin par de la Dolores. ¿Qué la ofrecen? Lisonja y chicoleo ó el obsequio rumboso que revela un pensamiento ruín que la rebaja. ¿Y busca? Un corazón que su deseo atisbe y de su afrenta se conduela, un brazo con vigor y una navaja.

¡BUEN. PROVEcttOI De fideo, de arroz ó de pan, sopa comienzan por servír ¡costumbre rancia! y tras el vino que el empacho escancia, el paladar con los garbanzos topa. A pasar al estómago, una copa de agua, les ayudó desde mi infancia. Embutidos, jamón, carne ¡en sustancia no están á más altura que la estopa! Y acabóse, lector, el contenido del que llamamos clásico puchero y á quien otros también llaman cocido. Y aun existe mortal tan majadero que lo come y nos dice: ¡Ya he comido! ¡Y lo suele creer el mundo entero! FRANCISCO

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AGUADO

ARNAL.


lana en peligtto ,-----~-1T\''"'.~-~-----..

(CUENTO

BATURRO)

tarea de divertirse jugando al mús ó á la brisca (pues esto nadie ha podido comprobado todavía) cuando uno de ellos, de pronto, á mitad de la partida se acordó de que la burra, poe descuido ó por desidia, estaba sin beber agua desde las once del día -¡Rediez que sé estará agora pasando la probecica! -La boca se l' habrá puesto con la fa Ita de bebida , más seca que una alpargata! -Pus ¡Mla, hala! .. Dáte prisa y llévale agua, no sea que la mate la sequía ... Acercóse, mi hombre, al pozo miró ¡y oh cosa inaudita! .. vió en el fondo, reflejada sin que faltase una línea, ¿qué se figuran ustedes?. Pues la luna, que lucía en el cielo aquella noche, redonda, brillante, limpia ... Dió un grito, asustado, el chico de la señá Revesinda

En el corral de una casa que á gusto descriLiría si las descripciones fuesen para mi cuento precisas, encontrábanse una noche el chico de la Gacinta el del tió Desíripa-cuencos y el de la tiá Revesinda. Eran los tres, según cuenta todo el que les conocía, los más rematados tontos de cuantos ha habido en Ricla, dato del cual, es preciso que ustedes tengan noticia, si han de juzgar verosírnil lo que en el cuento se diga. Pues señor, hacía un rato que se hallaban en la digna

y-z,Que ~xcl~mó-JGüena la hicimos!.. pasa ... -¡Quien lo diría!.. ¿QuéL Que se ha caído la luna drento del pozo -Es mentira -¿l'vIentira?. Acercaisus. -¡TamaL ¡Pus es verdá! .. -Mira, mira . -Se está ahogando, de seguro . -Bien puá se 1'. Paice que gl'ita . -¡Reconcho! .. Tié toá la cara de la señá Gumersinda ... -¡Qué bien se le ven las cejas!.. -y la boca. las andas ..• -¡Miala! .. ¡miala! .. -No tié pelo. -¿y esas manchas chiquiticas qué son? . -Serán saba yones. -L pué ser que tenga tiña. por eso no tendrá pelo. -Hay que dále la noticia de lo que ocun~e, al alcalde pá que se entere aseguida de si ha vinido del cielo con intinciones dañinas. -Lo que es si viene á cobrános la contl'ebución á Ricla, ya pué romper los recibos

-y


-Pesa güen recau de libl'asr. .. -¿,Si tendrá drento dinero? -Quiá ... Tendrá güesos y tripas igual que cualquier peesona -Vá á see difícil subila ... -Yo estoy reventau. -Yo sudo mus que una caballería -Se me hacen piazas los dedos. -Cobardes .. Paice mentira Cualquier crío de pañales á juerza sus ganaría -Tiremos los t¡'es á un tiempn .... -Amos!.. Peeo ie apeisica ..... ~.-: Tiearon en tonces todos v tal fué la sacudida Z¡uese les rompió la soga f'egún cuentan los cronistas. Cayeeon los tres de espaldas y el chico de la Gacinta (;uando se hallaba tendido dieij ió al cielo la vista y al ver beiI1ae á la luna igual que todos los días, dijo-¡Vaya una empenLada! Güen bote á dau ... Mira, mira. Trebajo ha costau sacála, peleo jeidiez! ya está arribn ... ALBERTO

C'\SAÑAL

SHAKERY

si es que no quié una paliza ..... -y como himos de sacála?. -Con

el pozal.

:-Dáisus prisa ... Después de estos comentarios . que bien á las claras pintan el talento y la cultura del chico de la Gacinta del del tío Destripa-cuencos y el de la tía Revesinda, aproximáronse al pozo y empezaron en seguida, agarrados á la soga, la ascensión peligrosísima. Pero lo grave del caso, fué que al intentar subirla, tmganchóse en una escarpia que dentro del pozo había el pozal y ocurrió entonces lo que cualquiera adivina; . y es, que estuvieron dos horas lo menos, tira que tira, sin resultado ninguno pues el pozalno subía. -+No sus pareis. .. -Hacer juerza. -Tira un poco más ... -Arriba!" -¡Ridiez si debe estar gorda! .. Dibujos de Zuera.


JEROGL1FICO PÓl1

Solución á la

frase

hecha

s. aap~e110

del número anterioI'.-Reirse

CABOS

SUEL-ros

Desde este número, comenzamos á publicar una serie de caricaturas de aragoneses ilustres, debidas al lapiz del distinguido y joven dibujante señor Ibañez. Aunque poco conocido del público, es Ibañez un -caricaturista fácil é ingenioso y su colaboración esperamos sea útil y provechosa para el periódico y agradable para nuestros lectores.

¿UN. CONSUEÚO? No te culpo á tí, fué el mundo el que te empujó; eras bella y la-hermosura y el hambre no son buenas compañeras. Sírvate, pues, de consuelo si consuelo es lo que anhelas, que para vivir tranquila

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del mUlldo.

has resuelto dos problemas, el de ganar el dinero y el de perder la vergüenza. ANTONIO

TEIXEIRA.

He aquí en que términos se despidió tiempos atrás de sus feligreses un pastor residente en una población norte-americana: «Hermanos míos, nuestra separación no ha de ser penosa por tres razones: La porque no me amais; 2.a porque no os amais entre vosotros y 3.a porque el Señor tampoco os ama. «Si me amaseis, me habrías pagado mi sueldo de estos dos últimos años; si os amaseis, habría yo celebrado algunos matrimonios más, y si Dios os amase, habría llamado á su gloria á muchos de vosotros, y yo habría cobrado gran número de funerales.»


AMOR

QUE MATA AMOR

Crujió la arena menuda oprimida por las ruedas del coche, que se detuvo frente á la verja del hotel. Un hombre alto, recio, moreno, vestido con arreglo á las últimas ordenanzas de la moda, bajó del coche y en la parterre apareció la figura de una mujer que saludó cariñosamente al caballero, quien contestó al saludo ag-itando los guantes que trazaron en el aire caprichosas figuras. Aquellas pruebas de simpatía que por lo familiares revelaban una amistad íntima y por lo cariñosas un afecto, repitiéronse con efusivos apretones de manos cuando ambos estuvieron ya frente á frente en el jardín. Era ella como él, alta, esbelta, de formas delicadas, pelo negro y rizoso, recogido con abandono; su rostro sin haber perdido la frescura de la juventud no conservaba la lozanía propia de esa edad; tenía ojos negros y los dientes pequeños é iguales. No hacía mucho tiempo que paseaba la amorosa pareja por el jardín, cuando llegó á ellos corriendo un niño de cuatro á seis años, con los bucles agitados por el viento, la cara encendida y el respirar anhelante producido por la fatiga y el cansancio. Breve rato estuvo cerca de la que llamó su madre; después, esta le rechazó dulcemente, y desapareció por una calle de <llmendros <lcompañad<lsiempre del visitante. El niño les vió con tristeza alejarse, y quedó junto á la orilla del estanque entretenido en arrojar piedras y ver como caían al fondo, formando círculos concéntricos que se estendían y se propagaban produciendo con sus ondas desbandada general entre las cuadrillas de los pececillos. Quiso el niño echar al agua una piedra grande, lo intentó, se le venció el cuerpo y cayó al estanque. Gritó, acudieron los criados, su madre y el caballero y lo sacaron del agua frío y tembloroso. Llora-

ba la madre, se desesperaba diciendo que «quien había de suponer» y culpaba á los criados, sin rec;-iminarse á ella misma, verdadera causante de la desgracia. El caballero fué á buscar un rnédico mientras se metia en la cama al niño y se le arropaba COJr:enientemente. Llegó el doctor y se cambiaron las frases corrientes. -Tanto gusto, doctor, en que honreis mi casa.-Yo siento sea tan triste motívo el que me proporciona el placer de conocer á la señora ..... -Carmen :\lontero, viuda del barón de hurq l¡[za. -:\Tuy señora mía. ¿Donde está el enfermo? -Por aquí, doctor, por aquí. Y la bella viuda guió al médico á la alcoba donde se hallaba el enfermito. Lo vió el doctor, lo regi~.tró detenidamente, recetó, dió algunas órdenes y salió acompañado de la madre que le explicaba el accidente. -Ya vé V. doctor, fué una cosa imprevista; los criados que le cuidan le dejaron salír del hotel. Vino en mi busca al jardín y yó ... entretenida, en un descuido ..... -Sí señora, Ufl descuido ha estado á punto de cortar la vida de vuestro hijo; pero ha sid~ un descuido del alma, que también los hay. Tenels un corazón pequetlo, muy pequeño, en el que no caben dos c<lriños y al querer guardar el secundario habeis expulsado el primordial. l'-b sido un descuido como decis y con ese descuido ha desaparecldo de V. el cariño de madre. El amor al amante ha muerto el amor al hijo. ¡Nada señora, amor que mata; una rama d¿sg-ajada del arbol por el peso excesivo del propio fruto ....l ¡Cosa corriente, se vé todos los días! AXTONlO

J'vIONPEÓ"

1\101'os.


PÁGINA. Ensayo lírico dramático,

GOOA

letra de un ilustre

poeta aragonés,

mÚ¡iC31

de D. Eduardo Uiscasillas

"Página Goda" drama lírico estrenado en el Teatro PrinCipal, la noche del 17de Enero, fué un triunfo para D., Eduardo Viscasillas,_ que dió una prueba más de inspiración y de talento. Al poeta, autor del libro, ningún recuerdo grato ha podido dejarle' el estreno de "Página Goda" y se comprende. El temperamento artistico de "Rafael Sanchez" (asi rezaban los carteles) está en pugna con el gusto del público y mal puede cono•. cer el teatro, quien por razón de ideas y tendencias, dignas del mayor respeto, hace mucho tiempo que no pisa un escenario. Ocasión ha de presentársenos de elogiar las envidiables dotes ar-tísticas del poeta. Hoy, nuestra felicitación, vá especialmente dirigida al señor Viscasillas, notabiJísimo compositor á quien los aplausosalcanzados la noche del estreno, deben servir de estímulo, para emprender obras de mayor importancia. Méritos sobrados tiene para ello, y reconociéndolo así, ARAGÓN ¡I.USTRADO le anima á la lucha, á la. vez que le envía una entusiasta enhorabuena y un cordial abrazo.

O. Eduar:do Viseasil1as.

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ESCENA 1 Espatharios,

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siervos, godos, mujeres

y

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niños

IN TRODUCCIOl'l

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Coro. Señor que en Guadalete mostraste justiciero tu cólera divina, tu santa indignación, mira á la España entera presa de tu enemigo postL'ada y abatida ." pidiéndote perdón (Suena un Hñutil, lejano;

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el coro se levanta: un anubdalor contesta con su aÍlatil desde lo más alto del escarpado sendero.)

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Del árabe inhumano libra este pátrio suelo, su despotismo enfrena, reprime su impiedad; vuelve al hogar cristiano, la paz y la ventura, la santa independencia, la augusta libertad.

,

(Dirigiéndose á la Virgen.)

y

tú, madre amorosa que en el calvario un día, probaste la amargura del caliz del dolor, detén el brazo airado del Dios de las batallas, por el amor que tienes al hijo de tu amor. El día, ya declina; vámonos vá, el cie!u nuestra causa protegerá. (Salen por el foro),

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Los primeros

compases de la obra.


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El GonGierrto anhterrsal De todas las [hogueras con que chicos y mozos de mi pueblo celebran la víspera de San Antón, fué aquella la más opulenta. Comenzó por poco: unos pedazos de esteras viejas, algunas tablas de madera seca y un capazo de virutas que las echó el carpintero de enfrente; salió al principio la llama rojiza enmascarada por una densa columna de humo espeso que se agarraba á la garganta y hacía lagrimear; solamente los jovenzanos de la calle eran insensibles á esos achaques, atizaban el fuego acercándose familiarmente á las llamas sin temor de una lengüetada de ellas, y algunos, más atrevidos aún, saltaban de un lado á otro de la hoguera sin dárseles un ardite de aquel peligro. Era aquello jugar con fuego, dicho por la acepción más literal de las palabras. Por fin se consumieron las esteras; el humo cesó, y también se amenguaron mucho las llamas, pero pronto fué repuesto el montón; el carpintero de las virutas y otro de más abajo de la calle acudieron con nuevos capazos llenos de tarugos y desperdicios de maderas, yeLdroguista de la esquina echó tal copia de cajones de embalar, que las llamas crecieron en un instante elevándose hasta la altura de los pisos terceros. Era cosa de ver aquellos retorcidos irregulares de luz rojiza y aquel chisporroteo de fragua producido por alguna rama verde de las dos garbasque echó el tabernero del callizo inmediato; la hoguera se hizo un espectáculo; al resplandor salían á los balcones todos los vecinos; aquella era la preocupación obligada durante una hora: una especie de censo sobre la extensión del vecindario; en los balcones más re-motos los chicos se encaramaban, sostenidos por la gente de juicio, ansiosos de ver la lumbre y á los diablejos que la atizaban entre saltos y cabriolas. -¿Porqué me habeis acostado tan pronto? decía una pobre paralítica; ahora me gustaría estar en el balcón. -¡Diablo de mozo!-gritaba un militar viejo y regañón á su asistente: ¡pedazo de atún! ¿por qué no me has cerrado los postigos como te encargo siempre? Ya estoy desvelado para toda la noche. Los vecinos más próximos, huyendo del calor sofocante y del humazo, se habían retirado detrás de los

cristales: solo algún chiquillo quedaba en los balcones hasta que una mano los retiraba hacia adentro por temor de que el calor le hiciese daño ó un golpe de las llamas les prendiese la ropa. El fuego creció; aquello ya pasaba de broma, y el vecino de la casa más cercana andaba endiablado de un lado á otro temiendo que el cierzo diese un soplo fuerte hacia allí y se la hiciese cenizas. Al revés de su vecino medianero quien tenía bien asegurada de incendios una casa de valor ínfimo y cualquier siniestro en ella le hubiera valido unos miles de duros. De repente aparecieron otra vez el droguista y su mancebo cargados de envases barnizados por dentro con restos de materias combustibles y hasta inflamables: resinas, betunes, barnices ..... ¡Virgen del Carmen, la que se armó allí! Las llamas subieron más arriba de los tejados, los curiosos de la calle y de los balcones gritaban, unos con entusiasmo y otros con miedo; el amo de la casa más amenazada se revolvía furioso é increpaba desde el balcón á todos aquellos mozalbetes. La avaricia rompió el saco: el cabo de serenos prohibió que siguiese aquella diversión; ya nadie


echó más leña al fuego y éste se fué apagando poco á poco hasta quedar reducido á un gran montón de brasas de donde salía un poco de humo. -¡Gracias á Dios!-decía aquel asustado casero, aún no del todo tranquilo-¡maldita hoguera! yo le aseguro al droguista que me la ha de pagar ¡ya le diré yo! -¡Ay, ya se acaba!-chillaban disgustados los chiquillos. -¡Vaya, á la cama, que es tarde!-decían los grandes. -Menos mal que esto no es sino una vez al año; -pensaba otro-si hubiera más días de hogueras, sería cosa de expatriarse. ¡Qué pueblo este! y una pobre mujer después de recojer ávidamente en un brasero abollado las brasas y el rescoldo, decía subiendo á su pobre boharda: -¡Dios mío! ¿Porqué no habrá hogueras de San Antón todos los días para que no me muera yo de frío una de estas noches! J. Dibujos de

MaNE VA y PUYOL.

VILA PRADES.

(Soneto.)

Presento con placer á los lectores un tipo de gentil zaragozana que vuelve del Pilar por la mañana de rezar en la misa ..... á sus mayores. Vive en esta ciudad «de sus labores,» tia es de clase elevada ni mediana, ni puede compararse á la artesana por gastar en su adorno, más primores. ¿Es hija de un modesto funcionario, fruto de alguna honrada pupilera ó huérfana y pasiva ultramarina .....? Nunca lo averigüé ni es necesario. ,Requebradla al pasar, dadle la acera y lo que ella no diga ..... se adivina. ALFONSO

DE SOLA.

EN EL BAILE

al baile fuí en paz y en calma, con una herida en el alma, con una duda en la frente. Allí estuve indiferente ante la ajena alegria; y aunque mujeres había de aspecto arrebatador, sólo una me habló de amor ..... ¡sólo una me conocía!

III

Para no morir con palma, fuí al baile al año siguiente, con una arruga en la frente y otra más honda en el alma. Allí, perdida la calma, mi última ilusión murió; á nadie hablé, ni me habló; y, aunque cien mujeres ví, á ninguna conod; ¡ninguna me conoció! A.

YANGUAS

ALCAYDE.

1 Entré en el baile sin calma, feliz, alegre, ocurrente, con un volcán en la frente y otro volcán en el alma. Mujeres ví que aún la palma de la virtud merecían; mas como todas corrían en tropel fascinador, á todas hablé de amor jy todas me conocían!

II

Al año precisamente

Un cura en Despeñaperros quejábase amargamente de que tuviese la gente muy pocas ganas de entierros. Cierto médico 10 oyó y dijo:-¿Por qué se apura? Sígame usté, padre cura. Partamos ..... Aquí estoy yo! JosÉ ZALABARDO.


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ll.A APARICIÓN. OE ROO.RICUEZ (Oe sus memotrias íntimas) Las primeras escenas de mi yida fueron invuriablernente iguales. La misma sala, tos mismos muebles y los lllismos porsorwjes. Yo mordí la manzana 11lUY temprnno. A los doce 311051118 entretenía en escribir cuent"s y articulas. que no luncé al público ha"ta que cumplí los veinte. Pero desde los veinte hasta los veinte y ocho, tuve ánsia y liebre por ver mi nombre en las páginas de un periódico, de una revista, de cllalquier cosa que fuese más ó menos periódica. Mis primeros trabajos eran malos, naturalmente; pero yo no lo he sabido

hasta

que terminé

mis últimos.

La vanidad

de

&utor y padre

me ponía una venda en los ojos. Y empezó mi calvario. Un día rompi fuego en redondo y mandé los seis nw,jores trabajos á otros tantos periódicos de la Peninsula. Solo dos me contestaron. Uno recl1azándolos así, secamente: el otro se dbculpaba con la índole de la empresa. Es inutil decir que sufrí un mal rato. Dejé de trabajar cinco meses y al lin de los mismos, pu se mis pecadoras manos sobre el papel. Correji mis obras, las limpié de asonancias, redondeé los periodos y fuí de redacción en redacción con mis cuartillas. Y aqui vienen las escenas, mejor dicho, la única y monótona escena á que antes me refería. -El señor director?-Adelante! El director, con curiosidad y de mala gana:-¿Qué desea V.o -Estos artíclllos.-Política?-No señor: son ..... cuentos.;. estudios ... El director tiraba de un caj6n y mostrándome UIlOSlegajos, me decía con gravedad. -Ya vé V. Cávia, Picón, Echegarny, Selles ... ! lIace dos meses que los tenemos aquí! Es imposible, joven; no puede imaginarse el original que existe ..... Si quiere Y. resignarse .. y si lo merece .... -Muchas gracias ... Otra vez ... En lin ... José Rodriguez'calle de ... número tantos etc" etc. y así viví hasta que tuve una idea salvadora como un personaje de

teatro. Y la puse en práctica.

de"pués de haher entrado de "reporter"

de noticias municipales en «La prensa llueva.)} El poribdico aquel circulaba mucho pero yo ni recibía sueldo ni 1118 hacían caso; hasta

que un día. por In ausencia de su trabnjo

dividiendo

de doscientas

treinta.

trataba

del ((estiraool' telegráfico,» me encargué un telegl'an1H de quince palabras en cuatro

El asuIlto daba de sí todo eso y mucho más: se

nada nI8nos que de la lnU81'f.e de un

hajo gusto; se

contrabandista;

mi tra-

concedió la sección y percibí desde entonces cincuenta y eil1co pesetas mensuales. Mi situación era buena. Pensé detenidamentn quó iba á bacer y acabé por bacet'lo todo sin pensar. Una noche recibimos un parte anunciándonos la muerte del gran novelista H. Yo lenía una carta suya dirigida á su padre durante la revolución. Aquello era un documento qne ya no me pertenecia, por pertenecer al Moloch de la informaci6[t periodística; y yo, infeliz, el último, el don nadie, eedi la carta para granjearme las simpatías del director y el aUluenlo consiguiente. Cuando salía de la redacción, un cajista me preguntó en:,eilánLiome las cuartillas¿~De quión es esto?-Mío, le contesté y salí sin fijarme en los papeles. Salió el periódico y la carta en cuestión .... Es decir aqnella carta no, sino la de una novia que yo tuve por entonces. Al día siguiente me despidieron de .La prensa nueva;_ pero á la SIl mana siguiente me lIamaha el director pidiéndome condiciunes. La "carta mia", era un modelo perfecto de género epistolar. Salvo algunos defectos que encontr6 en ella el crítico ,1. "mi obra» fuébien juzgada, porque yo adivinaba JTIuy bien el alma del otro sexo; y sobre todo tenia humor dirigiéndola á mi mismo: (!!) y nací. HI8

RAFAEL

URBANO

GARCÍA


La anticipación con que es preciso confeccionar este periódico, me pone en el caso de aderezar mis paellas, ocho días antes de la publicación en el número correspondiente. No pongan, pues, los gastrónomos mala cara, si les resulta un poquito pasado el arroz. Fuera de su punto, según El Mercantil, estaba el que hace una porción de días comieron los concejales en Famas y sin embargo, no hay noticia de que hayan ocurrido cólicos ni indigestiones. Nadie dirá que estamos en Enero. Los fondistas durante este mes, están haciendo su Agosto y á este paso, no váá quedar fecha que no se conmemore, ni caballero particular á quien no se le obsequie con un cubierto de tres pesetas para arriba. Si contra esos abusos estomacales no se toma cuanto antes una medida, hasta al amigo Mena los concejales van ádade un banquete si se descuida. De esperar es, que la racha de los banquetes no termine en mucho tiempo. Por que ¿cómo no se ha de festejar la llegada de los castaí'íos y los tilos, que han de servir de adorno al Paseo de la Independencia? Eso de los castaños, me parece bien, porque así nadie se creerá en¡;añado, si nos dá castañas el Ayuntamiento. Opino, sin embargo, que hubiese sido más conveniente traer pinos, porque los castaños hay que encargados fuera y los pinos no hubieran costado un céntimo á la corporación. ¡Precisamente aquí nos pasamos la vida haciendo pinitos! Razón por la cual se impone el uso de las coscotroneras ..... Porque ¡ay!..... no damos un paso, sin sufrir un tropiezo. Leamos: "A los pobres se les permitirá tocar por las calles, toda clase de instrumentos, pero no se les dejará pedir limosna.» La noticia hace reir. ¡Cosa más particular! ¿No se les deja pedir

y se les deja tocar? Pues si se cumple ese bando, vá á suceder algún día que vaya un ciego tocando el tango de "La gran vía» y si alguien le vá á amparar responda el ciego en cuestión: -1\0 nos haga usté pecar. Aunque nos vé usté tocar ..... ¡Tocamos por distracción! Por cierto, que pensando en las latas que prop )~cionan al vecindario los pianos de manubrio, yo crc:) que para poder vivir era mejor ordenar, que se les deje pedir ¡y se prohiba tocar! Una noticia. "El alcalde ha multado á un sereno por faltar al servicio.» ¡Hombre, esto sí que es bueno! Han multado á un sereno. y ¿por qué lo han multado? ¿qué falta ha cometido el desgraciado? ¿Pasar en la taberna un cuarto de hora bebiendo un par de copas de aguardiente ó estar en un portal tranquilamente con alguna señora? ¡Pues no hay que exagerar!. .... Eso, señor alcalde, no es faltár. Porque si estaba alIado de alguna chica guapa (y sí estaría) no veo que al servicio haya faltado ..... ¡que algún servicio, el hombre, prestaría! Cuando este número se publique, ya hab.-:[ tenido lugar el estreno de Página Goda ópera de Ram de Viu y Viscasillas. Anticipo la enhorabuena al ilustre poeta y al notable compositor pues es lógico penSal" que de semejante unión solo puede resultar un triunfo y una ovación

y

por hoy nada más. EL SEÑOR DE ALFOCEA.


-¿A cómo esa rosca? preguntó mi tío al del puesto, que por excepción era un hombre quien despachaba allí. -A nueve cuadernas, respondió el otro, sin· mirar, ni dar paz á la mano en envolver roscas y roscones y cobrar cuartos y más cuartos. -Vamos, hombre, algo menos será. -No pué ser menos. Cedió el buen droguero á los tirones que yo le daba en el chaquetón para que no dejase aquella hermosa pieza, echó mano al bolsillo del chaleco, sacó media peseta y dos ochavos y se los dió al del puesto, pasando la mano por entre dos mujeres del apretado grupo de compradores. Pero la rosca no venía. -Vamos, venga, dijo mi tío. Cojió el otro aquella rueda, la envolvió en dos papeles, pues uno no bastaba para contenerla y aun los dos la iban escasos, y dió el bulto á mi acompañante. Pero cuando éste trató de marcharse con la compra, el vendedor le dijo: -Oiga usted, que no me l' ha pagau. -¿Como que no? ¡Si l' he dao á usté media peseta en plata y dos ochavos! -Que no, señorito, que no me ha dau nada. -Vaya, hombre, mírese usté el bolsillo. El otro echó mano á la faltriquera y sacó un puñado de monedas de todas clases. -¡Mi media peseta] ¿la vé usté~ ¡isabeJina] gritó en triunfo mi tío.

-No señor ¡si esta la tenía yo enantes de que usté viniera! -Vaya, que yo no le pago dos veces no quiero ser primO ni de usté ni de nadie. ¡Virgen del Pilar, qué caramillo! Eran los dos}estarudos, y estaban obcecados cada cual en su i~ea; nadie había visto pagar la rosca, pues los presentes á ello ya no estaban allí; al fin, el diablo del hombre le ocurrió decir que iba á llamar á un municipal. .Mi tío se aquiefó al instante. -Vaya, acabemos-dijo-no seré más rico ni ¡;nás pobre por eso: voy á pagarle á usté con creces, ya que se empeña. cambiando moneda con otros compradores reunió nueve cuadernas en piezas, las contó á la vista de todos y las puso en el mismo borde de la mesa más próxima á él. El vendedor se echó hacia adelante para cojer el dinero, pero apenas 10 tuvo en la mano. mi tío le descargó la más tremenda y sonora bofetada que registran los catálogos calomardescos. El de las roscas se enderezó chillando: pero mi tío irguiendo la varonil figura, flor y nata entre las más fornidas de la Parroquiaza, y parando al otro con un ademán harto expresivo, le dijo: -Esta me cuesta .dieciocho cuartos; gratis le daré á usté todas las que usté quiera.

y

J.

MONEV A yPUYOL.

CUENTO BATURRO Procedente del correo que llega á las seis y media, minutos menos o más, que eso ya no es de mi cuenta, «desembarco. en Zaragoza el tia "Nacleto» el de Rueda para arreglar un negocio que si á mi no me interesa, el ingnorarlo, al lector, no le ha de cansar gran pena. Valiéndose como siempre de su "tranvia de suela,» se dirigio á una posada

y una de las varias veces que levanto la cabeza, vio acercarse á una señora que iba eu direcciou opuesta~.... Quedo parado un momento, como al que asalta una idea y se dijo por lo bajo: "No ha de estar bien ¡qué rediezlal pa "echámelas» yo de fino «denguna) ocasión Como esta.»

que tenia «conocenciá»

y dejo allí las alforjas para evitarse molestias. Después hablo con el dueño, de la proxima cosecha y de las "probalidades» de que gobierne Silvela y dijo: .Vay, pa hacer tiempo, me voy á dar una «guelta;»

así esperaré á que estén las «(ofecinas» abiertas.»

Se fué el hombre hacia el paseo para. llegarse hasta el «I!uerva» y á la entrada de los pOI'ehes un muchacho se le acerca diciendo: Ultimas noticias ..... ¿Me compra V. "La Derecha,,'? Porque hay que advertir lectores aunque al leer "apezonen» Dudo el baturro un instante con demasiada frecuencia. que el tia Nacleto el de Rueda yal fin le contesto: ~,Yenga~: ... era uno de esos "matracas» Siguio con paso muy lento Así me pasaré ((liendo» descifrando aquellas letras, que saben algo de letra estas horas que son muertas .

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Se para junto á la dama y con formas muy correctas dice el hombre ..... "Torne usted este papelico, prenda.» -¿Pero es á mi? ¡Qué descarol vamos, échese V. fuera. -Que tengo "muchismo» gusto ... -¡Como si no le tuvieral Quítese V. de delante que le traerá mejor cuenta .. d' -,,¡Vaya "usté» con Dios"Madama> sino lo quiere, lo deja.» dice el hombre echando ternos al ver que asi le desprecian. ¡Pues no tiene pocos humos la siñora ú lo que seal La culpa me tengo yo por hacer estas finezas. Que me venga á mi otra vez

el señor maestro de Rueda á decir que á las siñoras se debe dar "La Derecha.» SlXTO CELORRIO.


Pagó el revólver antes de recibido, ajustó las cápsulas con calma y salió de la gran armería de OtoMüller escuchando claramente estas frases que murmueóun dependiente.-¡Que aproveche! Rarnieón repitiose las palabras del dependiente sin encontearlas sentido; después las encauzó en su asociación personal y se acordó de comee. Fieme, erguido, derecho, abotonado por completo, enteó gravemente en el restaurant de moda.-¡Mozooo! Las palmadas de llamamiento fueron tímidas y sin fuena. ¡Qué banquete! Aquel diner superioe á los sueños gastr(}nómicos de Lúculo, le animó un poco, y el partido anal'quista de su vida interiOl' perdió parte de su peestigio. El paetido conservado!' pidió un voto de confianza. 1\'0 lo obtuvo; pero el estómago, el gran órgano, eca 'fielde la opini¡;nintima, Cal! un articulo impresilJl1ista, sugestivo, que cantaba las delicias de la digesti()n tranquila, halagó su oido. HHlllil',jn fumó, cerró los ojos é intent() pensar. ¡lmp"silde! Mj¡'ó en derredor suyo, hundió la milnu en el bolsillo y el I'l'io del arma le extremeció. Su deuda y su dignidad le recordaron su palabra. Alzó el beazo y ... vol vió á bajado lloeando eepentina y esteepitosamente. Los concureentes del restaurant se sorprendieron. Ramirón, el gl'all'¡~ eiIL;¡)InI)llsul'dble Ramirón, era Ramirón aerojó el revolver sobee la mesa yadividigno de ':;u desgl'ilLia, y (:'JIllI) ('¡)ll f¡'ecuencia ocurre se la mel'ceia talllbién. Di"Lulp¡'¡basLJ á sí mismo; penada por todos su cobardíafué eeida lo indecible. El héeoe, entonces, tuvo que sed o POl' fueeza, recoro lejos de ver C1Jll[\)':;oj\ls de la ¡'ealidad sus desdichas, mil'ándolas (;()ll cristales de aUInl'l1tI), antojágió el aema y se apuntó. ronsele fOl'rnidabll;::i¡pénc1iLes de un pulpo mOW3Cayó al suelo. Pero del revólver salíci una cinta tetruoso. La falta de cl'ematística ('¡'i] la causa de todo. legeáfica con la siguiente inscripción: No tenía aclministr8ción. La :óituaLión en que se haO\'o-\Iüller y C.a fabricantes de cápsulas do \la¡Jl'i.llt'lluneiHll álos llaba no era la más halagadora, ni 18 más envidiable. tribunales á un sujeto que atenta í!0lltl'iJ su vida. La cu~a .\lüller tiene patente y privilegio de invencion por yeinleaúo~. -«iSin comel', sin beber, sin fumar, sin abl'igo siquiera; poseyendo únicamente la negacit'm absoluta! RAFAEL URBANO. ¡Horrible, espeluznante! .... Señor, qué sino!.. Esto es pa¡'a volverse loco ... para matar ... » El hombre sedetuvo antes de terminar la palabea y registrándose pOI' tl'igésima quinta vez los bolsillos, salió así, descompuesto, excitado y frenético á la calle. Tardó tiempo en dar:óe cuenta de su cambio de lugar. Cuando el fresco pudo dad e reflexión bastante, diose cuenta de su sinrazón pasada, se paró un momento, recogió sus ideas y después de son reir con amargura, volvió á andar. La ideación fué rápida y la ejecución inmediata, Entró '"11la a!'me¡'ía. ¿Casualidad? ¿atracción? fuese 11) que fu(;se, él !lO pudo pensado. Lo Pl'Obable es que en su l;erelwur inconsciel1te, sus movimientos corl'espon~ diesen á la idea dictada para I~ego, y fucse sin pensado, sin voluntad, arrastrado á su ejecución forzosa, como sin conciencia y por instinto solo, evitamos muchas veces el peligro.


ARAGONESES

D.FRANCISCO Un perfecto aragonés de los pocos que hay hoy día y que toma la alcaldía con verdadero interés. Con su obra «La Caridad" acabó con los mendigos y tiene muchos amigos que le quieren de verdad.

ILUSTRES

CANTÍN

Activo y trabajador sufre, con gusto', su cargo. ¡);i mandado á hacrr de encargo hubif'se sido mejor! Lna gran cruz ha obtenido iY á féque la merecíai. .... Por más que con la alcaldía bastante cruz le ha caido!. ....

De justo prestigio goza y 8S bueno, noble y lea!.. ... ¡Gracias á él, sin el Penal se quedará Zaragoza! y enjusta compensación merece que se le quiera ¡aunque hable de otra manera «El Mercantil de Aragón!»


A~TÍST

LUISA

AS

FONS

El jueves, celebró su beneficio en el Teatro Principal, con la ópera lYJarta, esta distinguidísima tiple, que durante su permanencia en Zaragoza, ha conseguido muchas simpatías y merecidos elogios. Al publicar su retrato, cumple ARAGÓ" ILUSTRADOun deber de justicia y de cortesía, uniendo su aplauso al que el público, como premio á sus excelentes dotes de artista, le tributó la noche del beneficio.


Nuestro digno Gobernador civil, D. Germán. Avedillo, ha emprendido una campaña contra el juego que aplaudimos todos y que agradecerán seguramente, los padres de familia. Pero eso de ir á caza de pzmtos, tiene sus contras. Porque ..... verán ustedes. Siguiendo su ~~mp~ña. el spÜor·.~venmo se presentó en el café de la Iberia. con objeto de copar sin dun~, ~Igun~ "p~rtina.» Su inspección no dio otro resultado que el de sorprender en 'p"éífica juerga» en una n"l~s habil~~ion"s de I~ casa, a 47 sU.jetos que se entregaban a las d"liciasdel ~anle f<jondo. a altas horas de la noche.

¡Lástima!..... Por esta' vez se le aguó á Avedillo el plan pues no logró D. Germán atrapar á ningún pez. Desafinó en una nota y lejos de echar el guante á un sujeto, en el instante de decir «seis á la sota» tuvo la mala fortuna de encontrarse en el café con mucho «¡ay!» y mucho «¡olé!» ¡pero sin sota ninguna! Por cierto, que conocidos los propósitos del señor Gobernador, me extrafla mucho que el alcalde de Torralbade Ribota, haya solicitado la eorrespondiente autorización para verificar una corrida-de vaquinas el día 22 d"l llClual en el que se celcbran las fiestas del citado pueblo.

y preguntará el lector: -¿Cual ha sido la respuesta del señor Gobernador? ¿Ha autorizado esa fiesta? Yo creo que no señor. No la debe autorizar. Pues si nos quiere límpiar de garitas y garitas ¡mal haría en tolerar que haya en Torralba «vaquitas!" y ya que he hablado de corridas, bueno será advertir que la afición taurina, vá tomando el caracter de epidemia. Leamos: Según nuestras noticias, proyéctase entre los estudiantes de las diversas facultades celebrar una becerrlltla a beneficio de La (;a" ridad. Ya pondremos a nueslros lectores al corriente de cuanto a este asunto se refiere.

Bien. Y si esa becerrada se dá,como es de temer ¿qué alumno proyecta ser sobresaliente de espada? Lo pregunto, porque pienso que en Junio, probablemente, será ese sobresaliente si se descuida, suspenso.

Como ven ustedes, todo se ha perdido menos el humor. Porque además de esos y otros desahogos taurinos, los bailes del Circo y de Pignatelli, proporcionan también ratos de solaz y de desahogo, á la gente jo~ ven y aun á la gente vieja que se siente reverdecida. Para que puedan ustedes formarse idea de lo animados y chuscos que somos por aquí, me permito copiar este ?tro sueltecito. . La originalidad de los bailes que organiza la empresa del Teatro de Pignatelli, llevan tanto- públieo a dicho teatro, que hay noehes en que se bace imposible bailar.

Bueno sería explicar porqué la empresa habla así. ¡Que pasará por allí que no se puede bailar! Pero lo más gracioso es lo siguiente: El que se eelebró el sábado, tuvo grandes cedieron los siguientes premios: 4.° Al luejor zapato, 10 pesetas

atl·uctivos. En él se con-

¿Al mejor zapato, eh? ¡No me haga usté de reir! Habrán querido decir de seguro, al mejor pié. 2.° Al mejor peinado de mujer, 10 peset8s. 3.° Al hombre mas feo. 20 pesetas.

.según' á mis oidos ha llegado el sujeto agraciado con las veinte pesetas ófrecidas las tuvo merecidas porque á juzgar por lo que dicen, creo que era bastante feo. Pero ¡ay! aunque por orden del Jurado un colchonero resultó premiado, apuesto cualquier cosa á que eí dinero (¡ojalá se pudiese hacerla prueba1) si hubiese ido Moneva ..... ¡no se lo hubieran dado al colchonero! EL

SEÑOR

DE ALFOCEA.


Á NUEVE

Por la fiesta de San Valer o no pasan años: ahora, na, y sobre todo, en bien de los chicos que lograban verse dueños de una cuaderna en mis tiempos, de como siempre, la capilla de música de La Seo hace primores acompañando la Misa solemne, exhíbese una perra en estos, algunas mínimas c1uecas-cu1ecas" descubierto el famoso retablo de las reliquias, el al- en baturro neto-formadas lisamente por un huevo duro y un atirantado de masa cocida, atraen las miratar del Santo rechispea con luces y adornos, y todos los zaragozanos, luciendo las galas del invierno, por das y los deseos de la plebe infantil. A mí me llevaba todos los años mi tío Manuel, un la mañana el señorío con abrigos de terciopelo y piedroguero que tenía su tienda en el :Mercado, no lejos, les riquísimas, por la tarde los artesanos y sirvientes vestidos con el traje de fiesta, forman rebaños de de la que la gente llam6 «casa del faccioso»; ya había gente que va y viene por la Cuchillería y por la ca- yo ido por la mañana con mi abuela y mi madre y lle del Pilar, para unirse luego en un verdadero cor- habíamos vuelto á casa llevando dos roscones, pues d6n de hombres y mujeres que entran y salen desfi- con uno ni para empezar teníamos los seis obligados, lando por la estrecha vereda que dejan, entre una y partícipes: pero eso no excusaba que mi tío, después de cerrar su droguería y ponerse el trage de los días, otra fila, los puestos de roscones. de fiesta, viniese á buscarme, para dar un paseo aproTantas veces los he recorrido siendo chico-y siendo grande también-que podría describirlos sin vechando lo mejor de la tarde; malandando yo por omitir un detalle. La minoría de ellos está en la puer- la pertinacia de los sabañones tomábamos la ronda hasta las Tenerías, marchábamos de allí á rezar al Santa de la Pabostría: un puesto apoyado lateralmente en la pared del templo, parece pasar revista de cOI].1i- to y dábamos luego en los puestos de roscones, para sario á los visitantes; otro, 6 dos cuando más, acom6- comprar la más grande de todas las roscas arroscodanse como pueden, casi pegados á la pared fronte- nadas, llevarla yo en triunfo á mi casa y con ella, hara; tres 6 cuatro mesas hay en la puerta de San cer todos juntos aquella noche, la tornaboda del SanBruno; perO en donde las tahonas zaragozanas lucen to patr6n. ¡Pobre tío Manuel! Nunca olvidaré la última que todo el arsenal de sus 1aminerías de harina, huevo y azucar es en la puerta principal; estab1écese allí un me compr6: no las hallábamos sino pequeñas y ésto mataba el efecto teatral: al fin en una mesa_ de las contadero formado por dos filas de mesillas cubiertas con manteles limpios como los chorros del oro; sobre más concurridas por la gente, hallamos una..... ¡qué hermosa!; grande, grande como una rueda de carro ellos pilas de roscones, alguna rosca-las arroscona(perdonen ustedes la hipérbole) y llena de grajeas das son, entre todas las más caras y las de mayor multicolores pegadas al barniz de huevb y azUcar aceptaci6n después de los roscones c1asicísimos,-y, para no ahuyentar á los peor heredados de la fortu- que abrillantaba la corteza.

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HÉROES ANÓNIMOS

-NIire Vd. marqués, no es sensiblería patriótica la que me aqueja al presente; es una pasión de ánimo, justificada por recuerdos que este periódico ha evocado ..... y al hablar así, la baronesa de X mostraba á su interlocutor un número de La Epoca; de ese periódico que Alarcón puso en manos de La Pródiga y Angiolillo aprovechó para asesinar á Cánovas. -Ya considero~repuso el marqués de X.-que los desastres de España son para llorados por los nombres y es, sin duda, alguna desgracia de familia la que esa hoja ha venido á anunciar á Vd. -Casi, casi, amigo mío ..... -Si yo pudiese ..... -Permitidme, marqués, un elogio fúnebre junto á este mar inquieto que pudo ser mi tumba. Así aliviaré mi corazón y de paso conocerá Vd. uno de los episodios más curiosos de mi vida. Desde que estamos en Biarritz-continuó la baronesa-habrá Vd. observado que leo La Epoca todos los días. Vá Vd. á conocer la causa del interés con que repaso un periódico que antes solo tenía para mí el atractivo de las revistas de salones. Unos cincdaños contaría yo escasamente cuando un descuido de mi aya pudo costarme caro. Paseando por la margen de la ría en Portugalete y distraída con los tornasoles de mi sombrilla, perdí tie.rra y dí con mi menudo cuerpo en el agua, sufriendo una zambullida tremenda. Mi aya comenzó á dar gritos: por allí no pasaba nadie: yo había tocado sin duda el fondo de la ría, y .al ascender á la superficie, completamente desvane-

cida por la impresión, no me dí cuenta de que unos débiles brazos me agarraban izando mi leve peso y embarcándome en un bote, chorreando agua y medio muerta. Cuando las voces de mi aya atrajeron gente y vinieron todos á buscarme, ya estaba yo s<cntadaen el fondo de la barca, y de rodillas junto á mí diciéndome que no me asustara, y dándome besos, un muchacho de unos diez años á quien yo abrazaba, fuertemente, llorando. El chicuelo, huérfano de padre y madre y recogido por unos pescadores, se pasaba el día en los botes amarrados junto al desembarcadero, por afición al Occéano cuyo oleaje alborotaba la ría, moviendo al futuro marino ya curtido por las ráfagas salobres de aquel rincón del Cantábrico. Yo creo más; he pensado siempre que el pobre niño, que se llamaba Angel, tenía una misión en el mundo, porque sin su rápido salvamento mi muerte era segura. Mi familia le asignó una pensión: sus deseos de probar las fuerzas de titan á quien había arrebatado .una víctima á los diez años, le han hecho perecer como un valiente. Aquí tiene V d. su nombre en la lista de los muertos del combate naval de Santiago. Y la baronesa' dirigiendo una mirada llena de lágl"imas al Cantábl"ico, . rezó enmedio del bullicio alegre de aquella playa francesa, la plegaría más sentida y acaso la única sincera que tuvo el mundo para el alma del héroe. ENRIQUE

LOZANO •


¡Qué burdel! ¡Qué animación! ¡Qué modo de discutir sóbre E/convite en cuestión un poco antes de subir el telón! Comenzó el drama. Y había visto, de él, muy poca cosa el público todavía, cuando empezó una espantosil. gritería. Resumen. Que no gustó El convite. Que salió la gente haciendo veneno y que así la prensa habló del estreno. El drama anoche estrenado aunque no fué del agrado de muchos espectadores, es, sin disputa, un dechado de primores. «

»

«Las situaciones son buenas, El asunto, superior y en la obra hay varias escenas muy bien pensadas y llenas de vigor.»

Después del estreno

«En fin, que el drama conmueve y que al autor de él, 110S mueve el entusiasmo á decir ¡que hoy El convite se debe repetir! ALBERTO

No extrañeis que rabie y grite y que me enfade y me irrite, pues la verdad, no estoy bueno desde el día del estreno de El convite. El autor, que es un pillete de los de marca mayor, celebró el día anterior al del estreno, un banquete superior A él asistieron autores y periodistas y actores y críticos distinguidos y todos los escritores conocidos. Hubo brindis al final como era de suponer, y uno, auguró muy formal, que la ovación iba á ser colosal Llegó con tal precedente lector, la noche sig·uiente. Estaba el teatro lleno. No he visto en ningún estreno tanta gente.

CASASiAL SHAKERY.


¡

I

uién lo Gvejepa!

-¿Quién, el grano? En ..... salva sea la parte. una mujer con un lío. No le deja trabajar -Buenas tardes, señor mío. y ya el doctor nos previno santas, hermana mía. que aquello era ..... -El sacristán del convento -¿ Un golondrina? será usted, eh? --Esa especie echó á volar. -Servidor. Mi marido se exaspera -¿Quiere usté hacerme un favor? y vá el infeliz perdiendo ..... -¿Cual? En fin, que me estoy temiendo -Escucharme un momento. que el mejor día se muera. -Sí. señora; ya le escucho. Por eso, en este papel -Siéntese. traigo seis velas ..... -¿Dá usted licencia? -¿Ah, sí? Esa es una deferencia -A ver si hay un santo aquí que le agradezco á usted mucho. que haga un milagro por él. Pues bicn: yo soy, ¿sabe usté?, Cuando por medios divinos cura una santa la vista, esposa de un zapatero. -Por cien años. ¿no habrá un santo especialista -Eso quiero, que cure los golondrinas? -No le hay. pero, no lo lograré, -¡Qué desilusión! pues mi esposo dejó el arte -Pero, le habrá. por mor de un grano malsano. -Bueno; en tanto, -¿Y dónc:e cscá? Penetra en la sacristía

-y

ponga usted mi ofrenda al santo de su mayor devoción. Abur. Y perdone usté si yo le he interrumpido ..... -Que se alivie su marido. -Muchas gracias. -No hay de qué.

II -¡Es un milagro patente! -¿De veras? Pues ¿qué ha pasado? -¡Que está mi esposo curado, curado completamente! Yo estoy, al ver su salud, igual que unas castañuelas. Aquí traigo otras seis velas, en señal de gratitud.

La devota se alejó, y el sacristán dijo así: -Pues, señor, ¡nunca creí que era milagroso yo! ]ULIOMARTINEZ

LEcHA.


Solución al Jeroglífico del número !¡.~NIi corazón niña hermosa~y !levaI'ás el tim(Jll.

es un buque~que

marcha

á todo vapor-ven

á bordo

CABOS SUELTOS Diez años de mi vida á los placeres del vino y las mujeres consagré. Conozco bien el vino. Las mujeres ..... ¡conózcalas usté! FEDERICO

C.~NALEJAS.

En un baile: -Diga usted, lVIatilde, ¿qué pL1eba tengo yo de que usted me ama? -¿Qué prueba? ¿No he bailado con usted ocho veces? -Eso no es una prueba de cariño. --¿Cómo no, bailando usted de un modo tan ridículo?...

A un guasón qU(~estaba entre sábanas durmiendo y roncando pacíficamente, le despcrfaronpara comunicade que su adorada esposa ncababa de fallecer. -¡Todo sea por Dios! (contestó envolviéndose

otra vez en las sábanas para seguir roncando): no me espera mal disgusto al levantarme. Un matrimonio que es fiel, según Juana, es un espejo; y á fin de mirarse en él casó Juana con un viejo. Nunca vaya tras la orgía quien no quiera un desencanto, porque al morir la alegría echa raices el llanto. L.

GARRIDO.

Un caballero anciano, á su sobrino, acribillado de deudas: --¿Has olvidado que tengo por regla inflexible de conducta ¡el deber ante todo! --¡Ah, tío; es la mía también; por eso debo á todo el mundo!


La semana pasada ha sido, para muchos, desgraciada pues es raro el sujeto afortunado que durante estos días, se ha escapado sin una bofetada. kobos, insultos, broncas, desafíos ..... ¡Vaya una tempestad que se avecina! Pensando en esos Has se me pone la carne de gallina. Gracias á que la gente cuando llega el momento de pegarse se vuelve más tranquila y más prudente y todo puede, al fin, ;~olucionarse satisfactoriamente. Es una tontería que porque uno cometa una torpeza, al campo del honor, al otro día haya que ir á romperse la cabeza. ¿Cuánto más positivo es no tomar las cosas á lo vivo, aguardar á que pase la tronada y echarlo todo á broma y celebrar la afectación pasada con un banquete en el Hotel de Roma? Por mi parte, lector, estoy seguro dequesi llego á verme en un apuro porque un amigo mío se incomode y me reteá un desafío, yo arreglaré el asunto de tal modo, que con una comida acabe todo porque de esa manera, aunque diga la gente lo que quieFa, se llega al resultado apetecido ..... ¡Para volver por el honor perdido no es preciso romperse la mollera!

Ello es, que esa exaltación de ánimos, me· ha qui- ' tado el humor para escribir, porque ¿quién se atreve á tomar el pelo á nadie, sin correr el peligro de encontrarse á la vuelta de una esquina con una contusión de pronóstico más ó menos reservado? En esta paella, de buena gana dedicaría unos renglones al a.rreglo del paseo de la Independencia, que está quedando precioso, pero ¡anda! buen geniecito se les ha despertado á los concejales, para irles con bromas ..... Por no transigir con nada, ni siquiera tolerarán en 1J sucesivo, según noticias publicadas en los periócli-

cos, con que el público que acude á las Sesiones dd Ayuntamiento, se desahogue desde la galería,. dan::1o su opinión acerca de los asuntos qne Se discuten. «Ver, oir y callar.» Este es el lema que ha de c()locarse á la entrada del salón de sesiones. Por cierto, que vá á ser difícil conseguir que la orden se respete, porque con esto de las Asarrlbleas ¿á quién no le entran ganas de poner á prueba sus condiciones oratorias, aunque como Demóstones, 6 como el popular Santiago (pues no hace falta ir tan lejos) necesite ir á la orilla' del rio, á ensayar el modo de evitar la tartamudez metiéndose piedrecitas en la boca? Esto puede ser conveniente, porque hace falta que hablemos todos y que hablemos bien, para que nos oigan los sordos. Aunque ya verán ustedes como no nos oyen,porque no hay peor sordo, que el que no quiere oir .....

Para alivio de penas y de males, pronto van á llegar los carnavales, que han de hacer las delicias de la gente pues hay mucho sujeto calavera que lo suele pasar muy ricamente vistiéndose de estopa Ó arpillera, y yéndose á bailar con las criadas una polkaceñida que si uno se descuida puede acabar con sendas bofetadas, pues hay muchos horterasatrevidos que se propasan al bailar ceñidos. Sé de muchas señoras que estarán á estas horas ,risuei'ias y entregadas al trabajo de hacer un dominó con un refajo ó un traje de aldeana ,con el toldo que cubre la ventana, para que de este modo puedan sus niñas disfrutar de todo y asistir á los bailes del Casino á ver si cae algún sietemesino. Yo miro con envidia á los mortales que, yendo disfrazados, pasan los carnavales, creyéndose ¡inocentes! trasportados al mejor de los mundos ideales.


PANACEA

Ó

OOGTOR SATU~NO

No me dió tiempo aquel hombre para reirme de la estrafalaria figura que hacía con su traje de cargador del muelle, y encima aquel casacón lleno de bordados. El recado era apremiante, que subiese á asistir al pintor de arriba, quien había caido al suelo como muerto. Eché á correr escaleras arriba; aquello no era nada: un síncope de filiación nerviosa. Resultamos amigos antiguos: habíamos estudiado juntos dos años del Bachillerato: luego nos habíamos perdido de vista. Su madre y una prima huérfana eran toda su familia: me presentó á ellas y entre todos me comprometieron á encargarme de curar aquellos arrechuchos del buen Gaspar. Acepté. Prevaleció mi primer diagnóstico; aquel era un problema de nervios: sufría el pobre mozo las contrariedades de unos amores desgraciados, y todo lo veía negro. Era cosa de estudiar sus cuadros: no había en ellos si no asuntos tristes, episodios crueles ó desgarradores. La mitología era su fuerte, pero sin salir de lo terrorífico. En casi todos los cuadros había una figura de mujer pintada siempre con un mismo modelo. Era «ella», su Julia, la causante de aquellos trastornos. Conspirando con doña Engracia y con Mercedessu madre y su prima-me propuse emplear, como la mejor terapéutica, la distracción. No logré que viajase; pero le hice pensar en cosas nuevas: se decidió á hacer el retrato de su madre, enseñaba á Mercedes á pintar flores, y á ratos hasta la acompañaba en el piano tal cual canción, no sin algún suspiro que demostraba recuerdos tristes. Sortearon entonces médicos militares para marchar á Cuba y caí yo. Sentí de veras dejar á mi enfermo: cuando fuí á su casa no sabía como dar la noticia. Antes de que yo hablase, él me dijo: -tSabes que Julia quiere que volvamos~ -Vaya, hombre enhorabuena: ya tienes médico. Fué aquel un día triste pára todos: comí con ellos: al anochecer me despedí porque quería marchar muy de madrugada. Doña Engracia me despidió con mil frases de gratitud, y me regaló un escapulario; él muy emocionado, me abrazó en silencio: la despedida de N1el'cedes fué la que más me impresionó: cojió entre sus dos manos la que yo le ofrecía, y me dijo: - ¡Gracias, Terrades! Volví ú los cuatro años. Todo llega. Ap"lnas desembarqué y dejé mis maletas en la fonda, fuirne en busca de ac¡uulIus antiguos amigos. Ya no vivían allí: ocupaban una qui'nta de su ~propiedad cel'ca do San Gorvasio. Tomé un coche y allá me fuÍ.

Ví á Gaspar á lo lejos en el jardín y allí me colé sin avisar: con él estaba J\fercedes. Nos saludamos con efusión inmensa. -Vamos, cuéntame le dije:¡;qué hay de tus amores con Julia~ El se echó á reir, cojió á Mercedes por el brazo y dijo presentándola ceremoniosamente. -Mi mujer. -¡Diablu! -¡Angel, querrás decir, mal hablado! y además tenemos ya un muñeco ..... Con él entró doña Engracia y allí nos eternizamos hablando. Gaspar me enseñó su estudio: aquel estilo había cambiado por com pleto; todo eran pastoras, mayorales, ganados, establos, alquerías ... Arcadia pura. -Contento estás, le dije, ó mienten tus cuadros. -¡No faltaba más! La nube ya pasó; ya no quiero pintar difuntos. Ni a tí te quiero para médico. -Gracias, hombre. ~No hay de qué. Mira tu sucesor; ahí verás como aún soy consecuente en algo; en mitología. Y me mostró una hoja de su album en donde había pintado un viejo Saturno, encarnación mitológica del tiempo; pero no estaba allí engullendo niños, ni empuñaba la guadaña; la teníaolvidadajuntoalpedestal. Aquel clásico figurón vestía la toga académica con muceta amarilIa y borla de doctor; de sus manosextendidas arrojaba untl lluvia de hoja<:de calendario de fechas sucesivas que al frente llevan esa cifra que va al principio de las recetas y significa «Despáchese.» -Fíjate bien en las inscripciones-díjome él mientras yo me reía de la alegre sátira que encerraba aquel dibujo. En lo alto de la lámina decía con letras muy claras y fuertes: PANACEA

Al pié, cual si aquello fuese un retrato, leíase: El

Dr. Saturno

Por últímo, en el frontispicio del pedestal iba esta frase del genial Aronet. A CELUI

QUI

CONSOLE

-¡;Qué te parece~ Preguntóme él cuando yo hube terminado mi examen. -Que no estás en lo cierto, Gasparito; quien te ha curado aquellos desmanes de los nervios no he sido yo, ni tampoco esta escultura pintada; ha sido esta escultura de carne, dije cojiendo en mis brazos al niño que tenía Mercedes; y más aún, y antes que esta escultura ..... esa ..... escultora. J. :YloNEvA y PUYOL.


1\i1ilfJliJ/'/

~.~

«Cobra fama y échate á dormir» dice un popula- garse á las múltiples tareas que lleva consigo la inrísimo refrán que todos los españoles sabemos de dustria de que nos ocupa. memoria. Teniendo en cuenta que la pereza es la D. Francisco Arpal, no hace, seguramente, tantas cualidad ,"aliente de lLlestro caracter, yo reformaría ope¡-aciones, como hay que hacer en casa de Irisarri, el refrán que encabeza estas líneas, diciendo: «Echate desde que el hierro pasa del estado líquido, al estado á dormir aunque no seas hombre afarnado, si quieres de solidez necesaria, para resistir al peso de cual, pasar pOlobuen españoL» quier jamona entradita en carnes. «La es sueno» dijo Calderón, adivinando sin Una vez cortados los hierros en la forma necesaduda; la indolencia que iba á apoderarse de nosotros, rá, según la clase de cama que se ha de construir, el día en que ganásemos el pan de cada día, buscando son colocados en marcos, de hierro también, donde un emplcito del Estado, que nos permitiera comer, están colocados los moldes ó troquel es. Sirviéndose beber, vestir y echar de vez en cuando una cana al' de cucharas de cobre embadurnadas interiormente aire, sin tornarnos, siquiera, la molestia, de ir á pasar con tierra refractaria, (tierra que no es preciso ir á un rato á la oficina. buscar al extranjero porque no hay otra más reDedúcese, de estas lijeras consideraciones, que el fractaria á todo que la nuestra) échase el hierro coinmortal Edissón y el popular Roetg'en, no son, para lado en dichos troqueles y desarmándose, luego, esnosotros al menos, tan metos, sale la cabecera de la recedores de una estatua, cama, que pasa á poder de como el ingeniosísimo y los trabajadores, para que nunca bien ponderado inles quiten las rebabas ó soventor de los jergones de bras que se han salido por muelles y de las camas frallas junturas de los moldes. leras. Procédese en seguida á Resulta, pues, de actuala colocación de ruedas y lidad palpitante y de inteá ajustar el armado que ha rés general, dar algunas de llevar para suelo, y disideas acerca de la fabricapuesta la cama en esta forción de esos artefactos que ma, pasa, después de pinhacen las delicias de la tada, al cuarto-estufa, dongente desocupada. de por medio de un gran Zaragoza es una de las hornillo alimentado con poblaciones más apáticas carbón de cock y colocapara todo lo que sea actido debajo del piso que es vidad y movimiento y de chapa de hierro, quesiendo así ¿no es digno de dan secas. En esta estufa, 'lista interior dc los talleres para la fabricacion de camas, cuya puerta es de hierro, las mayores alabanzas, don Miguel Irisarri, que conode D. Miguellrisarri. se hace subir la temperacien do nuestra manera de ser, vió un negocio mag- tura á cien grados y sometidas á ella, se tienen algunífico en la fabricación de las camas? nas horas; ábrense luego las válvulas colocadas al Yo no sé si todas las que Irisarri fabrica, (aunque efecto y cuando el descenso de la temperatura perme parece que no) quedarán al servicio de los ara- mite entrar á los obreros (pues antes no hay quien goneses, pero si fuese así, habría que confesar que entre sin correr el peligro de morir como San Lona hay región en el mundo donde se duerma más y renzo) se sacan, se doran y se colocan las barras y mejor. demás adornos de metal, como antebolas, finales, Quien ha visitado, como n0sotros, la fábrica de anillos, etc., quedando, de este modo, las camas, en D. JVIiguel,tiene que quedar maravillado ante el ale- disposición de poder dormir en ellas el sueño de los gre y original espectáculo que ofrecen, los doscien- justos. tos trabajadores, únicos desdichados seres que se Esta es la fábrica de Irisarri, cuya fundación data privan muchas horas del goce de dormir, al entredel año 1860 y en la que se emplea la fuerza hidráu-


los mortales, que faltos de recursos para tumbarse en mullido lecho, tienen que adoptar por cama las frías losas de una acera, las gr2.das de un convento ó los haces de leña amontonados en el rincón de un corral ó de una cuadra! ¡Cruel ironía la que encierra aquel refrán que dice: A buen hambre no hay pan duro, ni mala cama á buen sueño! Trabajemos todos, por conseguir que la industria prospere, para que pobres y ricos, puedan adquirir cómodo lecho, por el mismo dinero que hoy se necesita para adquirir una caja de fósforos ó un par de sardinas de cubo. y nada más por hoy ..... ¡Buenas noches, señores! Grupo dp obreros en el momento

x.

de reeojer el hierro fundido.

1ica para el movimiento de la maquinaria, compuesta de tijeras para cortar toda clase de hierro, punzadoras para abrir agujeros con economía de tiempo, taladrado ras de todas clases, tornos para preparar las piezas de latón y fraguas para forjar el hierro. El señor Irisarri, que por su actividad y ~u inteligencia, está condecorado con la cruz de Carlos III que le otorgó, libre de gastos, D. Alfonso XII y ha obtenido justas recompensas en varias importantes exposiciones, puede estar satisfechísimo del resultado de sus negocios. Convengamos en que no hay otra industria más simpática. ¡La cama! ¿Quién no piensa en ella con .agrado al regresar á casa, después de un día de emociones, de una noche de orgía ó de unas cuantas horas de labor y de trabajo? ¡Bendito mueble, que incita al sueño reparador del cansancio y la fatiga! Y desgraciados

Gran galería de camas en la Fabrica del Sr. Irisarri.

LA \/ENGANZA Pero nada. Después de esos sueños Mi madre fué asesinada

a las puertas

de París por una horda de .'revolucionarios. Se trataba de una ((justicia» de las masas, y es claro, ·se trataba también de la injusticia de un individuo. El brazo ejecutor fué la turba y cumpli6 con exceso las 6rdenes del criminal que la dirigía.

No puedo recordar con calma estos sucesos. Mi madre era buena. Dueña de un bodeg6n de las antiguas barreras de la capital, recibía en su casa a toda clase de gente. Aproximáronse los días del Terror y el cocinero Rubén, su paisano, "el asesino", utilizo la barbarie de los sucesos, para vengarse de los reproches que mi madre le hiciera por una falta en el servicio. En realidad, no era ese el movil, siuo el despecho del asesino por la negativa de ·ella á contmer matrimonio con él. 11

Huérfano, errante, 'persiguiendo sin cesar

'idca; me hice presentar noró sus reeuerdos

y

hambriento viví, doce años, Un día dí con él. TUY8 una

á él, Y conseguí

ser su criado. El tiempo ami-

desgarrado al delincuente.

y también

sus

remordimientos.

No se acordaba

<le mi. Yo había e-starlo pocas veces con mi madre y pude facilmente nisimular n1i parentesco. Le serví

dos aúas.

Dos aúas

dormí. Todas las lluches me calInase

y

satisficiese.

durante

los cuales

no dormÍ.

No; no

me acostaba imaginando una venganza que

rran1ar Inillagrin1as,

-¡Dios

criminales,

acababa por de-

exclamando:

mío, cuando podré ser saciadoi. ....

III

Una noclle recibí la impresi6n más dolorosa de mi vida. El asesino vino á casa entre dos hombres. Estaba enfermo. Tuvo dos v6mitos de sangre y llamé al módico. El doctor me dijo compungido que el enfermo se moría. La desesperaci6n que sentí lleg6 al colmo. Deploraba la muerte de aquel hombre. Su sangre, su vída misma me pertenecía, y sin embargo se me escapaba de las manos. Nunca, jamás enfermero alguno fué tan solícito corno yo. Un día no tuve fuerzas para fingir más y le referí mis dolores, mis sufrimientos y mís venganzas. Cuando le díje-Yo soy su hijo, de repente, cerr6 los ojos, encogi6 su ¿sabes tú? ¡SU hijol-palideci6 cuerpo y arroj6 la última bocanada. Ciego, colérico, impío, no sé lo que hice; recuerdo vagamente una cosa infame: que abofeteé SIl cuerpo. Salí de casa. Eran las seis y el cielo como yo, como mi alma, era de un gris indefinido, extraño. IV

Hoy veo en mis al ucinacioncs al delincuen te, y á las horas del crepúsculo siento así, como unas manos que me azotan la cara largo rato. RAFAEL

URBANO

GARCíA.


¡Qué burdel! ¡Qué animación! ¡Qué modo de discutir sobre E/convite en cuestión un poco antes de subir el telón! Comenzó el drama. Y había visto, de él, muy poca cosa el público todavía, cuando empezó una espantosa' gritería. Resumen. Que no gustó El convite. Que salió la gente haciendo veneno y que así la prensa habló del estreno. «El drama anoche estrenado aunque no fué del agrado de muchos espectadores, es, sin disputa, un dechado de prünores.» «Las situaciones son buenas, El asunto, superior y en la obra hay varias escenas muy bien pensadas y llenas de vigor.»

Después del estreno

«En fin, que el drama conmueve y que al autor de él, nos mueve el entusiasmo á decir ¡que hoy El convite se debe repetir! ALBERTO

No extrañeis que rabie y grite y que me enfade y me irrite, pues la verdad, no estoy bueno desde el día del estreno de El convite. El autor, que es un pillete de los de marca mayor, celebró el día anterior al del estreno, un banquete superior A él asistieron autores y periodistas y actores y críticos distinguidos y todos los escritores conocidos. Hubo brindis al final como era de suponer, y uno, auguró muy formal, que la ovación iba á ser colosal Llegó con tal precedente lector, la noche siguiente. Estaba el teatro lleno. No he visto en ningún estreno tanta gente.

CASA"<AL SHAKERY.


OE

-Oiga usté prenda ¿quié venirse al baile á darse unas pataditas conmigo? -¿Y si se entera su señóra? -¡Qué se ha de enterar! ...

-Oíga uste, á mi no me venga con indirectas ..... -Peluchona, deslenguada ... ! -¿A mí? .. -Callaisus si querels.

--Te equivocas, que me he enterao ..... -(¡Ella!) -Si no la sirve de disgusto á esa princesa, que yo le acompañe también .....

-Fregona, pingajo, chismosa ..... -Orden .....Orden ..... --¡A la prevención!. ...

EN EL REAL -----Eran las dos de la mañana. Los grandes focos eléctricos del teatro Real despedían torrentes de luz iluminando el entarugado y las :aceras mojadas aún por la lluvia de la tarde. Las vendedoras de flores y periódicos, atropellábanse en la puerta, permitiendo á duras penas la entrada del público. Los coches al pasar, acortaban un momento su marcha. Algunos se detenían para dejar apearse á las personas que los ocupaban, y partían en seguida veloces, hé[ciendo retemblar el entarugado. Unos cuantos inspectores dc . policia urbana y agentes de orden público, impedían que la gente se aglomerase en el arroyo, obligándola á retroceder hasta la acera. El vestíbulo, los pasillos y el foyer estaban atestados de máscaras. El salón presentaba un aspecto magnífico. De un extremo á otro, se extendía compacta, como un solo conjunto, la alegre muchedumbre, la juventud ardiente, trasnochadora, calavera, ávida de fiestas y emociones. La incandescente luz de las lámparas eléctricas arrancaba de ella matices vivísimos, tintes de iris, centelleo de escamas, colores de paleta, al reflejarse sobre los satinados pienotes, los bebés incitantes, los domúzós severos y los pafiuelos de Manila, cuyos grotescos y chillones colores se destacaban vivamentc del monótono negro de los fraques y levitas. Un clamoreo contínuo, una agitación incesante, extendías e por todo el salón. Oleadas de gente, en corrientes diversas, iban y venían de un extremo á otro. Voces, gritos, canciones, agudos chistes, fran·cas carcajadas ..... Formábanse corrillos, rinconcitos

de intimidad, en los que se hablaba en voz baja, cuchicheando, produciendo un ruido semejante al de los gorriones al nacer el día. Arriba, en un palco, una mujer vestida con un magnífico traje de maja, se abanicaba lánguidament~ contemplando con indiferencia las apreturas de la muchedumbre. Detrás de ella, un jóven elegantísimo, con el chaleco ámpliamente abierto, y una camelia cn el ojal, descorchaba una botella de manzanilla. Otras máscaras, con los codos apoyados en el peluche de las balaustradas, seguían con interés las oscilaciones del salón, mostrando la satinada blancura de sus gargantas y el brillo de sus ojos más negros todavía que los aterciopelado s antifaces. La ag-itación y el movimiento crecían cada vez más. Las puertas vomitaban oleadas de gente. Las copas en los palcos corrían de mano en mano; Una atmósfera pesada, formada por el polvo y el humo del tabaco, flotaba en el salón y subía hacia el techo como una neblina de la mañana. Las caras comenzaban á enrojecer. Los ojos brillaban fantásticamente detrás de ¡"ascaretas. La sala entera parecía vacilar excitada por el vértigo del baile, por la locura de la alegria, por la borrachera del placer, más terrible aún que la borrachera del vino. El director de orquesta levantó la batuta. En el aire, se esparcieron, vibrando, las embriagadoras no,tas de un vals de Chueca .....

PEDRO lVLuA DOMINGUEZ.


UN SAI..lUOO ti. "13I..lAj'tCO

y

f4.E(H~O~,

«Blanco y Negro» abrió su casa al publico. ~ éste la invadió curioseando los salones de RedacclOn y Administración, las espléndidas galerías, el patio de máquinas lleno del estruendo que éstas producen al funcionar, voz robusta del Progreso cantando el himno sonoro de la razón redimida ..... Luca de Tena se esforzaba en atender á sus visitantes entre los que figurabanse~ado:es, diput~dos,aristocracia de la sangre, de la CIenCIa,de la lIteratura, muchachas bonitas y mamás feas ó viceversa, etc. 1mpresiones que recoj í. 1\1uchas. Alllegtlr á l~ sala de redacción me fijé sobre todo, en la portada prImera que llevó «Blánco y Negro» y que conservan a.uí co~o cosa sagrada. La recordamos todos. La marIposa tIrando de un «tilbury» guiado por una muchacha elegante y bella. Caminaron de frente siempre dejando tras sí un rastro de estuporadmirativo; porque aquello ~ra nuevo en España y hacer algo nuevo es hacer mu-

cho. Y la mariposa venció, siguiendo su rumbo hacia la gloria cuya apoteosis presenciamos ayer. Los redactores vieron marchar el «tilbury» latiéndoles el corazón de temoe. La estación de partida fué una impeenta modesta, la de llegada es un palacio hermosísimo. Sobre la chimenea de la redacción sigue la mariposa con las alas abiertas queriendo sin duda llegar más allá ..... Un detalle. Al cruzar el salón de Fiestas vi sobre la mesa centeal, nuestro periódico AR",GÓN ILuSTR",DO. El también partió de Zaragoza sobre el coche que guían sus esperanzas ..... -Es muy bonito, me dijo Royo Villanova. y cuando volví á dejae el peeiódico sobre la mesa oí que repetían unas muchachas. . -Sí que es bonito. Ycómo me pondría yo de satIsfecho que no solo me parecieron guapísimas las señoritas aquellas, sino que á H.oyo lo encontré bastante aceptable ..... ANTONIO

TEIXEIRA.


¿ME CONOCES? ¿Me conoces? Soy el mismo de siempre, soy el rey de la carátula, el que pintan con trage de cien colores. ¿Me conoces? Soy el señor del cascabel que te anuncia todos los años diversión y broma sin fin ni término. ¿Me conoces? Soy el Carnaval. ¿No te sonries, ni te retoza aún la alegría por el cuerpo? Ven, sígueme; verás como te diviertes, porque es fuerza que así suceda; la ley que yo impongo estos días de mi breve reinado, así lo ordeno, es pues forzoso que te diviertas 11plazo fijo.

II

Lo mismo de todos los años. Andrajos y basuras por las calles, arrastradas por idiotas que si no 10 son debieran serio.

!\

,~ I

El eterno "higuí" con la cara tiznada de hollín y el cuerpo cubierto de ropas sucias é inservibles, la larga caña regocijo de los mozalbetes y el higo, aquel higo lamido de cien lenguas, sucio de barro y salpicado de vino. Los estoicos "lateros", golpeando, 11fuerza de puños, resquebrajadas latas de petróleo, con acompailamiento del inseparable cornetín que con los repetidos toques de atención, atraen 11su alrededor un enjambre de chiquillos que molestan y ensordecen con sus chillidos. La clásica cocinera de cazo (y de verdad), la inevitable ((beata)) ó el característico «bebé.) La pareja inseparable trocados los vestidos, ella luciendo anchuras que no caben en el pantalón y él inventando protubera ncias im posi~Ies. Tal cual «guardia amarilla» ó "pierrot» de guardarropia y un número considerable de inexpertos y de engañados que se agolpan 11las puertas del baile.

III

Después, ¡ah! después viene la parte triste. Cuando la aurora del domingo de Piilata llama á los fie· les á la oración, cruzan las calles de la ciudad macilentos y fatigados por el insomnio y el cansancio los que consumieron horas entregados al mentido placer y á la crápula, dormidas las inteligencias por el alcohol y frío el corazón por la orgía. Cná ntos, al hacer el balance del carnaval, tendrán que llorar momentos de estravío; y cuántos verán perdida para siempre la felicidad de su hogar. JUAN

FABIANI.


SAhTO por

DE ,1.

CABAhhO

Rodriguez

to, le escribió un día en su album: El mismo Dios. con ser Dios, llegó a cumplir treinta y tres, sólo usted, siendo quien es, no pasa de treinta y dos.

(le Enun Restaurant: -r:abeza de buey.-Pecho de carnero.-Pies de cerdo ... -Basta: \lste es el hombre terrible que buscamos. A la caree!.

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MISCELANEAS

-Dime Juan, ¿qué edad tiene tu padre? -La misma que yo. -¿Como es 8S0? -Sí, humbre; él fue mi padre al mislllo.

Líe'mpo que yo su hijo.

-¿PUl' qué se pinta

V. el pelu?-

preguntaba la otra noche una IlWI'quesa á u Il Tenorio sexagenarip. -Senora ... la verdad ... porque Il(,

soy 10 bastante virtuoso paTa exigir que so me guarde el respeto que nlerecen las,~3nas.

Vean ustcdes-decía un pintor a las pe.rsonas que visiülban su 8stn dio, mostrandoles

un lienzo

sin la es la que be com-

mellor traza de pintu['a:-esto última

obra

maestra

puesto. -¿Y qué representa es,,? -Eso represellta el paso del mar Rojo por los hebreos. -Pcro ¿dónde esta el mar? -Se ha retirado. -¿Y los hebl'eos? -Ya pasaron. -¿Y los egipcios?

-Luego vendrán...

En Malaga ha muerto recientcmente, y a una avanzada' edad. una señora .que á.cuantas amigas le preguntaban los aüos que tenia, contestaba invariablemente: -He cllmpli(lo treinta y dos anos. Un guasón de los que abundan por aquella tierra, enterado de es-

Gedeón está cOl'tando en pedazos las bujias de un paquete. Su ama lc sorprende en esta operacion. ~¿Qué está usted haciendo? -Seüora, usted me ha mandadÚ' quc para. acostarme aproveche los cabos de bujia. -¿Y qué? -Que como en casa no habia cabos los es'toy haciendo.

En vista del crecido número de cartas que diariamente se reciben en la redacción, conteniendo trabajos literarios yartistico& con destino al periódico, para calmar la impaciencia de nuestros favoreceres, creemos conveniente inaugurar desde el presente número, la siguiente

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CORRESPONDENCIA

PARTICUhAR

Sr. D. E. E. R.-Zaragoza .•....Apro. vecharé algunos cantares. Sr. D. M. N. P.-Jaca. Son esos versos tan malos señor D. M. N. P. que se merecia usté que le dieran cuatro palos Sr. D. J. Y.-Madrid.-Procuraré complacerle publicando alguna de· sus coplitas. aunque dicho con franqueza, adolecen, un poco de vulgaridad. Trataré de darle gusto enviándole lo que solicita. De Ram de Yiu, no me comprometo a proporcionarle nada, porque nosotros no lo hemos conseguido tampoco. ¡Es tan especiali ... Sr. D. M. R.-Ternel.-¡Hombrel ¡Mire Vd. qué casualidadl. .. Esos mismos versos, los publicó Perez Zúüiga el año 9ti en "Madrid Cómico." De modo, que una de dos; ó Perez Zúüiga le adivinó á uste el pcnsamiento, (lo cual es muy dificil) ó usté ha plagiado á Perez ZÚüiga (10 cual es muy probable.) Sr. D. A. A. T.-Logroño. ¿Con que versos a su amada? Y ella ¿no le dice nada de si le gustan ó no? Porque, francamente, yo no les veo la tostada. Sr. D. S. A.-Barcelona.-Sirve. Sr. D. T. L. de A.-Lérida.-Hay muchos versos' cortados, pero lo que dirá uslé:-¡Qué porral En cambio hay bastHIltes largos ... Y váyase lo uno por lo otro. Sr. D. P. N. O.-Madrid.-¿lmita· ciones a Lopez Silva? ¡;\o, por Dios!


ARAGONESES

ILUSTRES

MARIANO BASELGA RAMIREZ Aunque le veas, lector, hecho un baturro, no ,a disfrazado; es porque está con f'~e traje, mpjor. Le ,ienta bien esa ropa y hará mal si se la quita. ¿Por qu<' ha do llevar levita? ¿Por qué, sombrero de copa?

co~¿'t~~~~~aeg~~é~~n

Baselga Ramirez, es baturl'O de corazon, Son sus obras un tesoro pues escribe, como siente, é imita admirablemente la prosa del «siglO de oro."

Se inspira en la realidad cuando piensa y cuando escribe ... Los baturros que él dc,cribe son batun'os de verdad ... Conoce nuestra region y es logico suponer' que D. Mariano, ha de Sf'r el «(Pereda» de Aragón.


Elk ÚuTlffiO -El

Veinte añitos cabales hacía que D. Próspero pasaba el domingo de Carnaval, arrebujado en su c~ra de paño azul, viendo caer los menudos y blanq~lslmas copos de nieve, si nevaba, ó distrayend~ la ImaO'inación con felices recuerdos del pasado, SI por los *idrios de la ventana algún tímido rayo de sol de invierno, entraba á ll~nar de alegría, la salita don~e D. Próspero aguardaba las últimas horas de su eXItencia ..... -Es posible que la gente se divierta-pensaba don Próspero-asfixiándose en la caldeada atmósfera de los teatros ó recorriendo las calles en comparsa, manchándose de barro, fatigando al cuerpo con el ir y venir incesante y echando los pulmones por la boca? No me lo explico ..... No me lo explico ..... Y D. Próspero repetía una y cien veces el «no me lo explico» mientras ocultaba las manos que se le quedaban yertas, al sacadas, para accionar, fuera de los recojidos pliegues de la capa.,', .. Aquel año, le tentó el demolllo, encarnado en la simpática persona de D. Bruno Morales, un tenedor de libros bromista y calavera, que por aquellos días fué á ho~pedarse en el cuartocontiguo al de D. Próspero ..... -Pero hombre-dijole D. Bruno la noche del sábado-~piensa Vd. pasar estos días sin salir de casa, entregado á meditaciones y recuerdos que son los que le quitan la salud? ¡Nada, nadaL .... Mañana vendrá Vd. al baile conmigo..... Contra el reuma, no hay mejor medicina que llevar de cada brazo, una muchacha alegre y juguetona..... .. -No, no; imposible Bien me estoy en mI caSIta al lado del brasero N o me explico como hay quien se divierte en un baile EI movimiento me marea, me descompone ..... ¡BaIlar!. ... ~Hay cosa más estúpida?..... . De nuda valiel'on á D. Próspero sus evasIvas ..... El tenedor de libros se empeñó en sacade de sus casillas y quieras ó no quieras, le cojió de. un brazo, le hizo buscar en el fondo del baul la olVIdada ropa de etiqueta, y entre bromas y empujones de los amiO'os y I'isas de la patrona, salió D. Prospero del bra~o de D. Bruno, exclamando instintivamente: --Pero señor ¡si á mi nunca me han divertido estas cosas! Entraron en el baile. Las risas de las muchachas y de los amigos de Morales que aguardaban á éste en el palco, aumentaron á D. Próspero el d?lor de cabeza ..... El humo de los cigarros, le prodUjO tos ...

aAlúE vaho irre~pirable que subía de la sala, le hizo palidecer ..... Una chiquilla, graciosa y desenvuelta, ~uvo el atr~vimiento de ir á sentársele sobre las rodIllas; precIsamente, en el sitio donde más estragos estaba haciendo el reuma ..... Se habló de bailar; pero D. Próspero negés8 á complacer á l¡¡¡.muchach~, quien ~,e unió al grupo d~ sus compañeras, para baJ.ar á la sala con Morales a dar unas cuantas vueltecltas ..... D. Próspero, que á penas podía mov.eyse, quedó en el palco con la mamá de una de las ~I,n~s; la pobre señora, sudaba á mares y no se atrevlO a levantarse de la silla, porque las carnes le pesaban mucho. Media hora pasó D. Próspero hablando con ella de asuntos poco iQteresantes ..... Luego subieron todos ':f hablaron .~e cen?,r. La ce-;na duró una hora. D. Prospero comlO, beblO y fumo cediendo á los ruegos de Morales y ojalá no hubiese accedido. Los licores le marearon; la cena le produjo naúseas; el cigarro, avivó la fuerza de la tos ... ¡Qué malo se puso!. .... Luego, para qu~ t~do fuese contra él, desde que aquella pícara c~ll.qUllla se le sentó en las piernas, los dolores reumattcos le mortificaban horriblemente ..... ¡Triste noche la que pasó el pobrecit.ol. , Al reO'resar á ca~a, le costó muchlslmo trabajO subir la °escalera, Morales le llevó del brazo hasta la alcoba y al dejarle solo, el infeliz creyó que se moría ..... -¡Cómo habrá quien. se divierta bailando!-rep~tía mientras doblaba cUldad()samente la ropa de ettqueta, que nunca más se volvería á poner. Al colocada en el fondo del baul, tropezaron las manos de D. Próspero con un paquetito de cartas, cubiertas de polvo y atadas coquetonamente con una cinta de color de rosa ..... La curiosidad le hizo leer una de las esquelas que contenía el paquete. Decía así: «Próspero mío: No dejes de venir á buscarme para ir al baile. Ya he avisado el coche; cenaremos en casa al volver.-Pura.» Y recordando aquel otro baile que le proporcionó las horas más felices de su vida, exclamó D. Próspero sin recordar que en aquella fecha ni el :euma le molestaba, ni le hacía daño cenar á horas mtempestivas ... -No me explico como me divertí aquella noche ... ALBERTO

Co\SA]\~AL SHAKERY.


BOCETOS AL ESPEJO

Su fondo sin fondo ;fielmente retrata su busto de nieve. su seno de nacar,' sus ojos de cielo, ,su cabello de ambar, sus dientes de perlas, sus labios de grana sU.torneado bl'azo su hermosa garganta, su sonrisa inquieta, su inquieta mirada; mientras en sus ojos, espejos del alma, velados por blandas y finas pestaflas, todas sus delicias, -toda su esperanza,

sus venturas todas, se ven retratadas. Su ((adios)) postrimero,

su última mirada. su última sonrisa' deliciosa y vaga, tiende hacia el espejo

r---~------~--

inquieta y sin calnla, y sale dejando

griegas

por donde ella pasa, de estractos y esencias la rica fragancia.

nlemorias infaustas, ilusiones idas, rn uertas espera fizas, el vicio triunfante,

l[ EN EL BAILE

y romanas,

galanes vendidos,

la virtud burlada. _ y en el fondo obscuro de una luna diáfana de un clown

Ecos de armonias vol-uptnúsas,

horrible

vagas,

III

que llenan errantes la espaciosa sala; ricas colgaduras, 1tIces, Hores, gasas, murmullos, sU8piros, aromas que embi:iagan,

pechos que se agItan, mejillas de grana, besos que aletean, ardientes n1iradas, inquietud, anhelo. ficcion ... m uchas mascaras ... Dueñas de quince años tristes y enlutadas; bellas ({Margaritas}), infames «(Traviatas,),

pajes, odaliscas,

la sonrisa

y sarcástica.

,,1 fondo de su alma; sujeta sus sienes con sus manos blancas; su frente se anubla, sus ojos se arrasan, y, cual ave herida que de rama en rama en su nido busca la paz codiciada, buscando algo extraño que perdió y no halla, reclina su triste cabeza en la almohada, ahogando

AL

AMANECER

Triste y silenciosa penetra en su estancia; deja el abanico de raso v de nacar negligentomente

sobre una butaca; arroja sus guantes, sus flores, sus gasas, sobre la elegante mullida otomana; tiende hacia el espejo siniestra n1irada. cual si ver quisiera

suspiros

y enjugando

lágrimas.

Los cristales diáfan ~s que el rocío empaña dan paso á los rayos primeros del alba, y su luz incierta1 vagarosa y pálida su faz ilun1inan

triste y demacrada! A.

YANGUAS

ALCAYDE.


En !lila tÍ('nda ayer tarde UIlU porcion de caret(l~ y miránflolns c:--t.uve con di~gllsto y con t"Oq)('P:-,D1 vÍ

pue~

todas

i:HIUf'llas

C'i:ll'ns

inmóviles y grotpsc'us. pude observar que tenían semejnnza 1(1ncompleta con las ile a!gun{ls nrnigos

y pnrientes

yeminencias de lus ciC'ncias. de las artes.

de la industria y de [¡,S letras,'~ que pensé:-Aqllel es Fulano, amigo

nlío y poeta.

Ese ot,'o el escritor h aquel mi pariente z, el de mát" allá Mengano y la Zutana

es aquella, Pero lo que me prooujo

indignación verdad(lra es que sobre aquellas caras de personas que me aprecian v D18 saludan nluy Hnas ~uando en la calle me encuentran1

hallálJase

esle letrero: por tres pesetas,

-~e \enden

ERl'<ESTO

LOPEZ

MAní",

CONFETTIS Disfrazóse de carnero Fernandez, el otro día; le vió en la calle su esposa y le conoció en seguida.

Si tendrá afición al baile la niña de Luis Garrido, que envidia á los que se mueven con el baile de San Vito.

Una pulsera y un novio perdió en el baile Teresa y, al salir, iba diciendo: -¡Qué lástima de pulsera! ADOLFO

Rurz

GÁLLEGO.


Este año, promete ser más animado el carnaval, que años anteriores. No hay quien no piense en disfrazarse, ni quien no pong-a en juego todas sus influencias, para procurarse gratis la entrada en los bailes del Teatro y del Casino. Porque hay que advertir, que si el humor no falta, el dinero escasea un poco. De aquí, la lucha que sostienen muchas familias por no faltar á ningún espectáculo, y gastar lo mérios posible. ¿Hay cosa más sencilla que conseguir un disfraz? Los chicos de ingenio y de gracia, con unos pedazos de estera, unos pantalones rotos por dett'ás, para que se presten al chiste, una bota de vino y una caña larga con el higui correspondiente, quedan en disposición de diyertirse sin gastar ni un perro chico. Las mujeres son más delicadas. Cuéstales mucho trabajo decidir si el traje ha de ser del tiempo de Luis XV ó del de Witiza, pero una vez discutido este punto, salen del paso en un momento, gracias á la intervención de la señora del principal que les facilita una falda ó un cuerpo de raso verde del año de la Nanita y á la vecina del segundo que se dá mucha maña para transformar un sombrero calañés en otro de Mascota. Claro es, que la mayor parte de las veces, ocurre, que una vez concluido el disfraz, no hay quien adivine la época á que pertenece, y á lo mejor cree uno que lleva del brazo á una dama de corte del siglo XVII y bailando se descubre que la tal dama, no es dama de corte, ni azafata, ni cosa parecida. Un amigo mio dedale la otra noche en el baile ciclista á su futura mamá política. ~Está encantadoraPurita, con su traje de Mal'sellesa. A lo que respondió la mamá muy ofendida. ~Por Dios, Arturito!.. ¡qué mal está usté en Geometría!.. Si ese disfraz es de pescadora veneciana! .. Pero el disfraz es lo de ménos. El caso, es ir á bailar y á buscar emociones. Hay muchachas que van al baile en busca de novio; otras á cambiarlo, si está en mal uso el que entonces las pretende; la mayor parte van á perderlo. Algunas, las más prosáicas, no llevan otro objeto que cenar á expensas de cualquier joven más ó ménos obsequioso, que no tiene inconveniente en gastarse un par de reales en caramelitos de menta cuando llega el caso. En cambio hay niñas poco agraciadas, que van al baile sin intención de cenar ifinguna cosa Y se ven

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precisadas á pasar la noche comiendo pavo. Las únicas que no se divierten, son las mamás. Para ellas, una noche de bailoteo es una noche de martirio, y á menudo se oyen frases sueltas como las siguientes: -Por Dios, Emerecianita,ponte ahí delante para que se vea bien que no tienes ningún compromiso ... -No bailes con Rodolfito, que es muy propasado y se permite llamar te gatita suya y otras cosas mal sonantes ... -Si te invita á cenar algún pollo, no le hagas el desaire de no aceptar; pero vená buscarme para acompañaras, por que no está bien que ceneis solos ... En fin, que si Dios quiere, vamosá disfrutar muchísimo. Por lo pronto, ha habido gente animosa y de buen gusto, que pasó la noche del miércoles en la Ribera, esperando la hora señalada, para llevarse áefecto la ejecución de los desgraciados ... Hay quien no ha perdido ni un solo detalle de ' tan repugnante espectáculo y hay también quien echa pestes contra la previa censura, que, con muy buen acuerdo, no permitió á la prensa local dar noticia alguna referente á tan triste suceso. Han tenido, pues, los diarios, que limitarse á contar toda la vida y milagros del verdugo, para calmar de este modo, la curiosidad de los lectores .. Convengamos, en que. la regeneración empieza ...

Como verán ustedes ARAGÓNILUSTRADO no quiere ser ménos .que otras publicaciones de su clase, y á tí1:ulode ensayo, publica en el presente número, fotograbados en colores. Esta innovación, y otras muchas que la redacción proyecta, no podrían llevarse á la práctica á no ser por la valiosa ayuda que nos prestan, el inteligentísimo maquinista D. Fernando Abadía y el experto grabador D. Mariano Capapé. Gracias á su laboriosidad y á su constancia, se han podido hacer en dos días, trabajos como los contenidos en este número que exijian estudio y cuidado. Justo es dedicarles estas frases de elogio y agradecimiento, en pago al interés que demuestran por la prosperidad de nuestra publicación. EL SEÑORDE ALFOCEA.

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¡Calau0vón!

Juan, muy lejos del pueblo donde nacicl'n, cursa aqui el primer ano de su carrera: y, aunque el muchacho es una buena

peJ':-,ona,

según afirmaciones de su patro" a, la gente de su pueblo no está ignorante de la vida y milagros del estudiante, y cuenta de él, que pocas noches va a casa, sin que pueda saberse dónde las pasa; que se entrega á del iquios perturbadores, .... y que es un calavera de los ma 1'ores, J ua n ito asiste a un baile; va de etiqueta, auu cuando no tenia

ni uoa peseta. Cómo hizo tal milagro? .. De fácil modo: porque empef¡6 dos ternos y un sobretodo, y porque otro estudiante le prest6 ropa y guantes y un somhrero de los de copa. Eotra el mozo á la sala tan satisfecho y, aunque le está el smoking bastante estrecho y le opriman las botas de tal n1ane1'3,

que no ha de darse al baile por mas que quiera, va a pasar por persona de mucho brillo. llevando diez pes~tas en el babilla. El, a fuer de elegante, vá a la velada tarde ya, para verla

más animada. ¡Qué voces qu(' mujeres y quó disfraces! ¡Qué beilezas encubren los antifaces! -¡Te eonozco ..... -a uno dicenpor mal esposo, pero, mira, a tu esposa la hacen el oso! ~¡Te conozco,-a otro adviertenmás que esa chica con la que tú te casas porque es muy rica! ...á Juan le dejan todas

vé á su patrona~ Ya vestida de turca sin pretensione¡>:, pero, sÍ, haciendo gala de sus jamones. Se queja de apetito la pobrecilla: van ella y Juan, y comen una tortilla, dos «bistés», que ella dice que son gran plato, y luego una botella de lo barato. Por fin, aquella tUI'ca

porque á él sí que deveras le han conocido. Viendo cientos de hermosas

y ..... ¡a casita Juanito COIl la patrona!

r

en el olvido

caras cubiertaSl

el pobre Jtw 11 se p,,,a las horas muertas sin que se le dil'ija ni una person~ ..... basta que alli, á lo lejos,

SB

vuelve

{(mona»)

Y, en el lJueblo, los hombres y las mujeres

llaman a Juan ¡esclavo de los placeres! .JULIO

MARTINEZ

LEGHA.


_------_ ..

.. _•....

EL POR 'OUÉDE LA ASAMBLEA Cuando se reunió la magna asamblea de las Cámaras del Comercio y de la Industria de España en los fincs del año pasado y se v~ó la rara unanimidad con que se apreciaba por único recurso contra la patria extenuación un cambio radical de nuestros cánones políticos mediante e! ingreso de los hombres del trabajo nacional en la dirección de la cosa pública, obróse en los mangoneros de! parlamentarismo imperante un como espasmo de miedo muy semejante al que hubo de cundir entre las ranas de la fábula cuando, airado Jove por el eterno pedir de aquellas bocas, mandó las cierta grulla que amagaba el exterminio fiero de todo el ranerío, ó de toda Batrakópolis, si se quiere más culto y bien hablado.

DE PRODUCTORES

y míos políticos mostráronse desalentados y dándose por muertos, y otros tompieron la cincha á puras bilis y malas palabras y no faltó quien quiso mostrar la sinrazón del movimiento unánime de la opinión honrada y aun hubo uno, no sé cual, pero sí recuerdo que fué uno de los menos edificantes de vita et moríbus, que decía en un diario:-Los hombres de la regeneración?.". Y dónde están esos hombres? ... No deben de vivir aún, porque de lo contrario ya hubieran antes salido. Tan insereno estaba, que esto dijo precisamente cuando los programas regenerado res eran en público redactados por las gentes de la regeneración que él no veía, ciego, como se es ciego por turbidez del medio,


/, común, distribuyendo proporcional y equitativamente esa conveniencia del interés común entre los distintos intereses parciales, sumandos de la suma nacional. La exajerada atención prestada por todos, entiéndase bien, por todos, no á los problemas políticos, sino á los intereses de ellos derivados, nos ha distraido en exceso del estudio y cuidado que exijían y merecían los distintos intereses materiales dando lugar á que de nuestra labor resultara una estátua con cabeza de gigante y base de niño.

anarquía intelectual en lo que es más indispensable ]a unidad, en el arte del gobierno; haremos que de las conclusiones de estas Asambleas maldigan hasta los mismos que hayan contribuido á darlas y desacreditaremos y anularemos indirectamente su eficacia en lo que tenga de general consentimiento. Los que tanto nos damos en esta nueva era á los refranes, no nos olvidemos de uno nuestro muy gráfico: Zapatero, á tus zapatos. Para la política los partidos políticos. Para los intereses mate-

No caigamos ahora en el extremo opuesto, Ó, para mirar esa caida, no nos empeñemos en lo imposible. Si por defender los intereses materiales maldecimos los políticos, haremos estatua tan deforme como la que hoy despreciamos, y la despreciaremos mañana. Si queremos fundir en D. Hilario los intereses materiales y de:clase los intereses políticos que por su naturaleza)on expansivos y no dependen ni de región ni deJ clase, ni aun de educación, laboraremos por una

D. Santiago .CuI'ella

Andrés

riales, los que de ciencia propia y agrupados conocen cada uno de esos intereses. y labor nacional y hermosa queda á las apremiaciones de esos intereses, suavizando las diferencias políticas que nacen más de falta de conocimiento y trato entre los que las sustentan, que de incompatibilidades esenciales de doctrina; q uc son las únicas con caracter irreductible. J.

GIMENO

D. Antonio Portoles

R<)resenta1ttesdel Centro Mercantil en la Asamblea de Productores.

RODRIGa.


que así son los políticos encerrados en el club y presos de su misma taifa como hombres entre la niebla, que nada ven con más claridad que la niebla misma, así 10 tengan al alcance de las manos. Ignoro si seguirá pensando de igual manera viendo cómo las Asambleas del Comercio muévense para su defensa, apercibiendo rudamente á los poderes con uno y otro aviso y cómo sucédense ahora nuevas Asambleas de productores agrícolas que significan el tacto de codos del trabajo, frente de aquel otro tacto de codos de agilibus y especu1adores gubernativos. Que no otra cosa vale ni representa esta segunda audición de las voces del pueblo que hoy escucha Zaragoza en el salan de fiestas del Círculo Mercantil. La rebelión del buen sentido contra una injusticia económica que pone los intereses de la nación en manos de quienes ningún interés mancomunado tienen con el trabajo que es la riqueza, la sangre del país. La extirpación de una heregía política que consiste en el dejarse dirigir, no por los más sabios ni los más nobles, ni los más ricos, sino por los más atrevidos y destalentados pelagatos de la monarquía. El marasmo de nuestra misma decadencia y corrupción, ha creado en el reino un modo de gobierno amorfo y monstruoso. Xi gobierna uno con absoluto mandato, ni mandan los mejores, erijidos en uno ú otro modo de original oligarquía, ni el plleblo tiene otra voz que los visibles votos, burla de su miseria, que quieren hacerle pasar por dictamen de su valimiento y autoridad lo que es un bono de dos pesetas. Ni absolutismo, ni aristocracia, ni representación

Dependencia

sincera, ni república, sino ingerto de especies políticas que se repugnan y carnavalada informe de autoridades que se pierden en su mismo amasijo y traza. Ni fueros internacionales habrá de gozar un pueblo qne no toma en serio su mismo corregimiento y disciplina y estará siempre á merced de las naciones, patrimonio del primer concurso ú alianza extranjera ó de tal baratero que imponga por la fuerza el silencio á las otras cancillerías ante la depredación compraventa ó despojo. Quiérese más razón para las uniones de la gente sana que el evitar estos y mayores males. Ni otra es la obra que hoy se proponen los productores de España con su nueva Asamblea. Ríndaseles testimonio de respeto, que no son ya meros huéspedes con derecho á la cortesía del pueblo que los alberga, sino la mente y el corazón y los miembros de la patria que piden su salud. Deliberen, pues, serenamente, sin que la política vieja, ni la rencilla amarga, ni la sutil intriga, entorpezcan su labor y cuenten con el reconocimiento y con la admiración de las clases que representan. Qué dichoso y lleno de alegría fuera el día de su Asamblea para todo español honrado y qué orgullosa nuestra ciudad si á más de sus insignes títulos pudiera ostentar el de piedra primera de la regeneración nacional, mirada por los hombres de mañana como se mira el Oriente por los musulmanes, emblema de nacimiento y de gloria, prenda de amores y raiz de grandezas para la raza regeneradora que cierre nuestros ojos y guarde nuestras cenizas!

del Centro Mercantil Industrial

lVI.

y Agrícola

BASELGA

y

RAMIREZ.


El Centro Mercantil Industrial y Agrícola --------

de Zaragoza

(Iiragmento de la memoria, leida en este Centro por su Presidente el día I5 de Enero de I899) La disolución de la sociedad denominada «La tertulia del comercio» el año 1858, dió origen á la fundación del «Casino Mercantilé Industrial» en 10 de Octubre "del expresado año con los señores que constituían aquel centro de recreo y otros de nuevo ingreso, componiendo en junto 275 socios; 137 fundadores y 138 de número. Con esta última denominación continuó hasta el año 1871 en que cambió su título por el de Centro mercantil. industrial y agrícola, domiciliado en la calle del Coso, obligándole su creciente prosperidad á constituirse en locales más ámplios, á cuyo efecto firmó en 12 de Septiembre de 1874 el contrato de los locales que hoy ocupa, instalándose en ellos en Enero de 1875. Pero la verdadera historia y la verdadera importancia de esta casa arrancan de la fusión del Centro mercantil, industrial y agrícola con el Círculo Zaragozano». Borroso y más que borroso resulta este momento, el más crítico y trascendental de la vida de esta sociedad. A reconstituirlo han tendido nuestros esfuerzos y para procurarlo y conseguirlo, hemos utilizado, á la vez que los escasos datos existentes en el archivo, el testimonio de los que, por fortuna, viven é intervinieron en tan interesante periodo. De nuestras investigaciones, resulta que siendo presidente del Círculo Zaragozano nuestro inolvidable é ilustre amigo D. Desiderjo de la Escosura (q. e. p. d.) se unieron las representaciones de am«

Escalera

principal

Salón Café


Salón de tresillos

bas sociedades, componiendo la comisión del Centro Mercantil, Industrial y Agrícola los señores D. Mariano Riera, D. Félix Alcañiz y D. Miguel Martín; y la del Círculo los señores D. Mariano Buesa, D. Francisco Castillo y D. Mariano :YIolinero,cuyas comisiones después de celebrar varias conferencias y llegar á un acuerdo firmaron el día 19 de Enero de 1876 el convenio de fusión, ingresando en el Centro Mercantil los 128 señores socios que en aquel momento figuraban en las listas del Círculo Zaragozano. Este refuerzo respetable en cantidad y de inapreciable valor en calidad, aportando sávia nueva y vigorosa á la vida del Centro, constituye el verdadero origen de su importancia y de sus prestigios. La presir1,"nda de este Centro ha sido ejercida hasta la fecha por los señores siguientes: Hasta el 31 de Enero de 1876, Sr. D. Román Gonzalez; de 1876 á 1878, D. Francisco Larraz; de 1878 á 1879, Excmo. Sr. D. Francisco Sagristán;

de 1879á 1881, Sr. D. Nicolás Gimenez; de 1881 á 1884, Sr. D. Francisco Larraz; de 1884 á 1887, Excelentísimo Sr. D. Tomás Higuera; de 1887 á 1889, Sr. D. Vicente :\Ionforte; de 1889 á 1891, Sr. D. Basilio Paraiso; de 1891 á 1892, Excmo. Sr. D. Tomás Higuera; de 1892 á 1896, Sr. D. Amado Alfaro; de 1896 á 1898, Sr; D. ::\fanuel Doz Ucelay Enumerar los servicios prestados por las Juntas directivas presididas por los mencionados señores, sería tarea difícil por lo larga. Baste á nuestro objeto exponer que han intervenido en asuntos de tanta importancia como la reforma de la contribución industrial, e! certamen literario de premios á la virtud y al trabajo, la reforma de los tratados de comercio, la Asamblea general de la liga de contribuyentes convocada en Madrid e! I8 de Mayo de I890, el bill MacKinley en lo referente á la fabricación y exportación delzarinas, la creación de estaciones enotécnicas, el proyecto de lq de! Timbre, e! Congreso lzispano-ame-

Salan de billares


ricaJzo-portugués celebrado con desusada solemnidad en la Corte, con motivo de las fiestas del cuarto centenario del descubrimiento de América por feliz inicia-

tiva del Círculo de la Unión mercantil de Madrid, en el que este Centro estuvo dignamente representado por los señores D. Tomás Castellano, D. Tomás Higuera, D. Basilio Paraiso y D. Antonio García Gil; la asistencia á la asamblea magna convocada en Madrid por el Círculo de la Unión mercantil en L° de Julio de 1896 á la que acudió este Centro con la honrosa representación de su presidente D. :'Ilanuel Doz Ucelay y el Vicepresidente L° D. José Orús, tomando parte activa en los debates el primero de estos

Centro y cuya ejecución no se hará esperar. Pero si en el orden material han sido fecundas las iniciativas de las juntas anteriores no han sido menores los triunfos obtenidos en el orden moral. El DelectaJzdo instruere ha sido el lema de este hogar de la cultura y del recreo lícito. En este recinto sagrado ya para la patria por haberse lanzado en él el primer lamento de angustia y el primer grito de redención del país, han dejado oir su elocuente palabra el Ilmo. Sr. Obispo de Huesca D. Mariano Supervía, los ex-ministros Excmos. señores D. Segismundo Moret, D. Victor Balaguer, D. Tomás Castellano y D. Joaquín Gil Berges, muchos catedráticos eminen-

Patio del Casino Mercantil

señores con aplauso general de la prensa de la Corte y en otros muchos asuntos de interés general y local, cuyo relato fuera prolijo. Gallarda muestra dió del alto crédito de la casa y de su amor á la misma, la Junta iniciadora yejecutora del empréstito de 7°.000 pesetas para la construcción del salón de fiestas, operación realizada en Junio de 1892 y cubierta con entusiasmo apenas anunciada. No la dieron menor las juntas que en 1889 y 1890 invirtieron 4°.000 pesetas en moviliario,_servieio y reparaciones, ni las que en 1896 y 1897 acometieron la reforma de la escalera principal y de otros departamentos, proyectando además obras de higiene y ornato indispensablesá la vida social del

tes, literatos insignes, notabillsimos jurisconsultos, cumpliéndose á maravilla el hermoso precepto de Horacio Ulile-dulá, uniendo lo instructivo á lo agradable, lo útilá lo que produce plácido solaz. Tal es á grandes rasgos la historia de este Centro y de la brillante labor de cuantas juntas directivas nos han precedido. Proyectando mejoras las unas, dedicando otras sus afanes al ahorro para facilitar su realización y llevándolas á la práctica con celo infatigable las que han encontrado el camino franco y expedito, todas han contribuido por igual á consolidar los prestigios de esta casa y popularizar su nombre. DIONISIO

CASAÑAL.


tiA ASArnSúEA

OE PRODdCTORES

La convoca una corporación agrícola y corporación oficial por añadidura; la Cámara agrícola del Alto Aragón. Pero no es una Asamblea de agricultores siquiera estos hayan de constituir el nervio de ella, porque es la agricultura la principal de las producciones en nuestro país. Se diferencia, pues, de las Cámaras de Comercio en que tendrá un más extenso radio de acción; 10 cual tanto puede tener de bueno, en el sentido de reunir mayor suma de intereses diversos, si todos ellos llegan á fundirse al calor de la justicia-que en España hoy debe ser para todos sinónimo de sacrificio y abnegación-como de maJo si la conjunción de esa mayor suma de intereses, es causa de que se busquen para aparecer unidos, fórmulas eclécticas y anodinas que siendo en su redacción aceptables para todos, pueden resultar por todos ma1decidas cuando llegue el momento D. Juan de desarrollar1as y se dé á ese desarrollo una inclinación que á nadie satisfaga, ó que pugne-y esto sería más grave-con principios y necesidades que no deben ser desatendidos. Tendrá esta Asamblea, como tuvo la de las Cámaras de comercio, un riesgo grave de inutilidad, si dando como premisa esencial de su existencia una

D. Juan Gimeno Rodrigo

premura extraordinaria de tiempo, y saliéndose de 10 que es privativo á los intereses que la Asamblea representa, plantea y aspira además á resolver problemas de complejidad tan evidente como los de organización nacional, pretendiendo dar solución con estudio rápido y con tiempo más rápido aún, á lo:que viene constituyendo la preocupación en Europa y en el mundo, de gentes respetab1es;;que á estos estudios han destinado su vida. Las representaciones agrupadas de los distintos intereses que forman la nación, pueden y deben, en estos días aciagos, al término de los cuales tanto se vislumbra una catástrofe irremediable como la aurora de consoladora redención, pueden y deben expresar cuanto á su interés afecte y demandar los medios que, con más perfecto conocimiento de causa, que el resto de la opinión nacional, conceptuan de necesidad ó de conveniencia para Rivera el fomento legítimo de esos intereses. Así, haciendo todos los intereses nacionales, esta exposición de 10 que á cada uno afecta, todos juntos, la nación en suma, podrá con perfecto conocimiento de causa l'esolver en soberano definitivo acuerdo, lo que estime más conveniente al interés

D. Manuel Serrano Franquini

Representantes de la Cámara Agrícola de Zaragoza en la Asamblea de Productores


común, distribuyendo proporcional y equitativamente esa conveniencia del interés común entre los distintos intereses parciales, sumandos de la suma nacional. La exajerada atención prestada por todos, entiéndase bien, por todos, no á los problemas políticos, sino á los intereses de ellos derivados, nos ha distraido en exceso del estudio

anarquía intelectual en lo que es más indispensable la unidad, en el arte del gobierno; haremos que de las conclusiones de estas Asambleas maldigan hasta los mismos que hayan contribuido á darlas y des acre ditaremos y anularemos indirectamente su eficacia en lo que tenga de general consentimiento. Los que tanto nos damos en esta nueva era á los refranes, no nos olvidemos de uno nuestro muy gráfico: Zapatero, á tus zapatos. Para la política los partidos políticos. Para los intereses mate-

y cuidado que exijían y merecían 'los distintos intereses materiales dando lugar á que de nuestra labor resultara una estátua con cabeza de gigante y base de niño. N O caigamos ahora en el extremo opuesto, 6, para mirar esa caida, no nos empeñemos en lo itnposible. Si por defender los intereses materiales maldecimos los políticos, haremos estatua tan deforme como la que hoy despreciamos, y la despreciaremos mañana. Si queremos fundir en D, Hilario los intereses materiales y de:clase los intereses políticos que por su naturaleza)on expansivos y no dependen ni de región ni dej clase, ni aun de educación, laboraremos por una

D. Santiago ,Cul'ella

Andrés

riales, los que de ciencia propia y agrupados conocen cada uno de esos intereses. y labor nacional y hermosa queda á las apremiaciones de esos intereses, suavizando las diferencias políticas que nacen más de falta de conocimiento y' trato e'ntrelos que las sustentan, que de incompatibilidades esenciales de doctrina; que son las únicas con caracter irreductible. J.

GIMENO

D. Antonio Purlolés

R<')reseittatltes del Centro Mercantil f1l la Asamblea de Productores.

RODRIGa.


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. provecho que ,algunas veces enrIquece a un llldu.s!rlal. Al Invento suelen Ir anejas la vamdad o la explotación.. imentOl:;eS8.! "bio..'. m~d'SIOqu, ,,'u~<a~on .'. alene;ón eu.ant~o~troshan'. .conce~ido, ; sa~a de .ello El descubpidor se cierne m.á.salJo, -siente en su cerebro la preciosa dádiva de la inspiración, y con su ppopia personalidad cree llenar .el mundo. LOSnombres dé los inventores pueden· hallarse en el negociadQ donde se expiden patentes de invención. El nombre del descubri,d()r ~queda en la his,toria que no se borra jamás. El d~scubridordesdeña su persona y en aras de su des<;-ubrimiento es capaz de sacrificarla. El descubrid()r es hombre ensimismado, que hace gala del desprecio, del mundo y que el mundo en justa recompensa'le niega sus favores.' " . .' . De Abel, él insigne matemático noruego; el Newton del Norte, como se le ha llamado, el fundador de los grupos de sustituciones quelleván su n'ombre y el de Galois, otro genio malogrado á los 21 años en un' desafío triste y vulgar. De Abel, el sabio que tanto hizo progpesar la resolución algébrica de algunas ecuaciones de, grado n, el acertado analista que intt'odujo en el Algebra las funciones á que se llama abeliana::, y , tanlas otras teorías del alt9 análisis: De Abel, se dice que jamás logró poder comprar un gabán de lllvierno. . Quizá tuvieran su tempepamento y sus azares, puntos de contacto con los de Becker, y dignas son de un estudió paralelo ambas viqas acabadas en el momento que debieran alcanzar su plenitud. . Mas cuando á Becker la fortuna le mostró su fugaz sonrisa, le papeció tpivial cuidarel.cuerpo, á aquella alma tan'bien templada. ¿Y para qué~ si soi'íaba, mucho más que abrigarse, «fundirse» <m un beso dado á las estrell~s, cuando, dice: Me pnrece po.sibleá do brillan Sub.ir en un vuelo

y anegurrrie en su luz y'con ellas; .

En lumb!'e encendido Fundirme en un beso.

Bástal~.el calor de la divina inspipación, á quien én !In al'l'anque de entusiasmo exclama: •

. Sin emblÍrgo estas ansias me dicen Que yo llevo algo DiVino aqui dentro,

Como regla que cQntiene excepciones contadísimas se puede decir, que no han sido los genios, aquellos á quienes una posición social les ha brindado con las delicias del sibaritismo. Muy frecuente es que su alma haya sido templada en la lucha cr.uel contra el destino, y que sus manos callosas se hayan ennoblecido en la fábrica y en el taller, porque él taller es el s,anto templo del obrero, donde se dignifica y ennoblece, dignificando y ennobleciendo á la vez su patria. , Muchos medios se han propuesto para nuestra regeneración. Casi pueden sintetizarse en hacer un dogma del tpabajo'Y'en acostumbrarnos á mirar con ta'nto.amor como las condecoraciones del político, el ate, zado rostro y la sucia blusa del obrero. ' , / Estamos abpumados de hómbres teóricos. Haya libros y tratados, pero abund~n gabi-netes y museos. Haya Ciencias, pero entre la enseñanza por los ojos. La imaginación para descubrir, se forma en el gabinete y en el taller, que son, como el fulminante que hace explotar la pólvora, la chispa que inflama al genio. Casi-todos los adelantos con que se homa nuestra civilización se debe á hombres de tino práctico y experimental y siempre puestos á prueba en la lucha por la vida. Moliendo colores empezó Miguel Angel, por no morir de hambre. De apuntador de un teatro comenzó el portento del teatro inglés, Shakespeare. Pobre y trabajador fué el gran Colón que de haberse criado en regalada mesa, no habría descubierto elNuevo-muhdo~ El príncipe de la Botánica, el gran Linneo, comenzó remendando zapatos, y los ratos de descan~o los pasaba con su padre que era jardinero, ayudándole en las f~enas del jardín. No eran lo que hoy llamamos hombres teóricos, ni los antiquísimos descubridores del vidrio, ni de los pozos artesianos, ni de los puentes colgantes. No eran hombres de gran ciencia los árábes españoles que nos legaron el papel y la pólvora. Pocas integrales pudo resolver el verdadero creador de la Artillería: Bertoldo Schwarz. Poco de lo.que hoy saben los all.!mnos de nuestras aulas, sabían Gutemberg, inventor .de la imprenta, ni Bernardo Palissy inventor de la cerámicá, ni el Napolitano á quien'se atpibuye el descubrimiento de la brújula. Unos niños inventaron el anteojo de larga vista que perfeccionó Galileo. Ch?ppe era niño todavía cuando inventó el telégrafo óptico. Potter era de cortísima edad, cuando realizó su grandioso,descubrimiento de hacer automáticas las máquinas de vapor para dejar sola funcionando la que él tenía á su cargo, mientras se iba á jugar con otros niños de la misma edad. . Ni aun los hombres dedicados á una especialidad son los que en ella han puesto los pil'ares fundame.nta- / les, por no haberse c,910cadoen las coñdiciones del descubridor. Pastores de Langüedoc, descubrieron la vacuna. Cantante del teatro de,Munich fué el inventor de la litografía. Aprendiz de una fábrica de jabón y .cajista después, Franklín. Militares eran Niepce'y Daguerre, inventores de la fotografía, y organista fué Herschel, el gran descubridor de las profundidades de los cielos. La máquina de vapor fué inventada por un - minero, un cerrajero y un vidriero: Severy, Newcomen y Cawley.. Wátt, el inventor de'la máquina de doble efecto, vi:"~dcomponiendo'instrumentos de !Uatemáti?a~. Evans~ue construyó las prim~ras ?alderas '~e~~ gran preslOn flié carretero; Fulton el·que prImero aplico el vapor a los barcos, fué aprendIZ' de Joyero. Seguín inventor de la caldera tuoular fué aprendiz en la fábrica de papel de su tío Montgolfier inventord-é:los globos aeros.táticos. , " _. . Stephenson, el que m~s impulso dió al perfeccionamiento de la locomotora, fué pobre minero en Inglaterea, Arkwriglet, inventor del telar me.cánico, era barbero, y Faraday, el ppodigioso def:cuoridol' de los grandes principios referentes á la electridad inducida, el padre de la dinamo, fué encuadernador dUl;ante diez y seis años de su.juventud. .~ ' GABR1EL GALÁN •.

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BRUNO SOLANO ----------Aragón la gloria de haber tenido uno de los prime ros químicos de nuestra patria!. En r868 inauguráronse en Zaragoza los estudios libres de la Facultad de Ciencias, y Solano fué uno de los que se alistaron en aquella milicia de profesores que durante muchos años, sin escatimar labor ni tiempo, dieron gratuitamente las enseñanzas de nuestra querida Facultad; años después llegó á lograr, en ruda batalla, la cátedra de Química de Zaragoza;. pero no dejó de trabajar desinteresadamente, y aún, desde la instauración de los estudios _oficiales deCiencias en nuestra Universidad hasta r896, siguió encargado gratis et pro Deo qe la cátedra de Química orgánica y sus Prácticas, además de la suya propia de Química general. . . . . . . . • . . .. Para los que fuimos sus discípulos-los contaba por millares quien pasó la vida enseñando en todaslas fases de su profesión-no se llamaba sino D. Bru110; el apellido era un pleonasmo; si entre los zaragozanos que, poco ha, sufrían en la región de nuestros antípodas se hubiese oido decir «D. Bruno» nadiehubiese creido que le hablaban de tal general ó decual magistrado, intendente, gobernador ó jefe de voluntarios, sino de aquel catedrático de Química de Zaragoza, el más genial que ha explicado jamás eL instintivo amor de los átomos. «A mi querido maestro y cannoso mentor don Bruno Solano» escribí yo hace menos de un mes en un ejemplar que le dediqué de mi «Elogio fúnebre de Francisco Sancho y Gib, muy ajeno de que hoy me tocaría esct;ibir algo fúnebre del mismo D. Bruno, no su elogio, que no me dejan sosiego para ello estosinstantes. Mi aludida dedicatoria graba su figura tal cual yo la siento: como maestro, en el aula vetusta del viejo solar de Cerbuna, de pié y descubierto por atención á sus alumnos, alzada la hermosa cabeza, señalando con la mano izquierda el encerado, y apoyada la otra en la mesa ó en la balaustrada, ó cojiendoel tubo de ensayo ó la pinza de Mohr; como mentm,_ en su gabinete, comedor y despacho todo junto, al concluir su comida ó levantarse de dar la cabezadita de la siesta, escanciándome la copa de vino rancio y mostrándome la pasta ó el bizcocho que nos aguardaba en modesta bandeja, oyendo mis consultas, señalándome en la vida caminos y veredas por donde vá la gente honrada, por donde él fué; refiriéndome con humilde sencillez un poco de su vieja historia, lo que yo he puesto delantero de estas líneas. Beati mortui qui in Domino moriUl-ztur,hizo escribir Solano en la sepultura de su madre, haciéndo' así pública y solemne profesión de su fé cristiana. Yo ahora digo lo mismo. Dichoso él que fué bueno. Aquellos á quienes bien quiso, recemos por él y sigamos su ejemplo noble y generoso.

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Coito

humilde hornenaje

á la memoria del sabio é ilnslrc ::n[lgO!l:~ D. Bl\C,O SOL"' 1\0

( ~~~ ~ no conod sus anos primeros; y no son es"-. \ tos momentos para ir alguacilanclo archivos y recuerdos en busca de datos biográficos. Baste decir que nació en Calatorao y no en miseria ni en abundanci;;t tampoco: su padre, caso superlativo de hombría de bien, era un modestoempreado en la Casa del Canal Imperial: murió muy pronto, y quedó Solano con la bendición de Dios encarnada en su misió!1 de hijo de viucla pobre: la pobreza lo coronó .de espinas, el trabajo lo coronó de gloria, y aquella santa se:lora comió sin intermisión el pan cuotidiano ganado por su hijo, modelo de tales, hasta que,-hará doce arras, poco más ó menos,-murió en el Señor. Al cornenzar su carrera tomó más de una orientación; emprendió los cstudios de Derccho y los de Filosofía y en unos y otros sobrcsalió; por fin, sin dejar SclS amores por las Humanidades - en la cual disciplina era doctísimo-fijóse dcfinitivamente en b Facultad de Ciencias hasta cuyo doctorado llegó con las mejores notas; ¡quién sabe si la brevedad de la carrera de Ciencias fué lo que se la hizo preferible, y á la estrecheza de su vida juvenil debe

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J.

MONEV A y PUYOL.


La Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza Pragmmto del discurso leido en la solemne inauguracíón del curso de la Escuela de Artes y)ficios de I898 á I899 por el Director de la misma Dr. D. Bruno Solano Torres Día es hoy de regocijo público, función de gala en esta casa, solar de las Letras Aragonesas, asamblea singular que vése honrada por todos los brazos de nuestra sociedad y en la cual es personaje, el más importante, aquel que de ordinario ocupa los lugares más humildes, el Pueblo, de donde salieron al principio del siglo los anónimos defensores de la ciudad en los gloriosos días de los sitios; y en las postrimerías del mismo, los soldadicos que han sucumbido con igual gloria que sus abuelo~, pero en lejanas islas de cuyos nombres no queremos acordarnos. Por esto nuestro regocijo no puede ser completo y aun por mucho tiempo l1e'v"aremosluto en el alma y serán de color gris los días que sigan al presente ..

Clase de pintura

en la Escuela cantidad de movimiento: no es esta cantidad toda la fuerza; es, sí, la que se vé, es decir, lo que aplasta, mutila, perfora, rompe, pulveriza. Pero hay detrás del teatro de la guerra otras muchas, mucho mayores, que no se vén: con razón se ha dicho que el Ejército era «el brazo armado de la patria»:,Y como cuando de guerras se trata, el problema d~':la victoria se reduce á calcular la dirección que ten&á la resultante de un sistema de fuerzas antagónicas, afirmamos que marrarán los cálculos que haga quien para la resolución trace en el papel únicamente líneas representativas de masas y velocidades. No, detrás de los ejércitos de mar y tierra están la cultura general y el nivel medio de la instrucción pública;! los

sobre vidrio y cerámica

No hay maestro mejor que el dolor mismo: por tanto no debemos esquivarlo y menos huirlo: antes bien repasar y meditar sus enseñanzas, $in que nos abandone la fé en nuestros nacionales destinos. Y ya que andamos en estas reflexiones, permitidnos terminarlas bosquejando una tésis de todo en todo favorable á la prosperidad de esta y otras análogas Escuelas. Entendemos que la fuerza de las Naciones no está solo en el número y calidad de los artefactos de guerra, ni solamente en las cifras de sus soldados, ni en el recuento de sus acorazados, y en fin en todo aquello que cabe dentro del producto de masa multiplicada por velocidad, que es á lo que vosotros llamais

bancos y las vías de comunicación y el radio de su comercio; los hectólitros de trigo que se cosechan por hectárea y las invenciones científicas, las grandes industrias y las ciencias que las informan y dirigen, las artes todas, y todos los instrumentos de producción, para decirlo de una vez. De lo expuesto se deduce que en la guerra es factor muy importante el nivel medio de la instrucción que alcanzan los ciudadanos todos, lo mismo aquellos que empuñan las armas que los que se quedan arando los campos, ó metamorfoseando las primeras materias por mil variados modos industriales. Vamos ahora á entrar de lleno en el objeto de este trabajo dando la preferencia á las sirtes, bajíos y


cho escribe como quiere; torcido ó derecho; hay quien hace tuertas las e y las 1 y curvos los trozos que debíán ser rectos; muchos disidentes del caracter normal español, tiznados de extranjerismo, y en fin, múltiples alteraciones esenciales de la forma netamente española. De la numeración escrita decimos otro tanto; ad" viértese en esta una vacilación y falta de pulso que acusa una gran desidia Aritmética. Son muchos los que escriben mal, ó con enmiendas, la calle en que viven, ó el oficio que ejercen. En gramática son contados los que saben hacer una oración por pasiva. Dictóse á uno de ellos la siguiente. «El Padre gana el pan» y se le dijo que la hiciese por pasiva y respondió. «El pan gana el padre.» Con razón el Excelentímo Sr. ::vrinistrodc Fomento dispone dos cursos de Lengua Castellana en el nuevo plan de estudios Taller de electricidad de segunda enseñanza.-Dividir números entey arreofes que avecinan las costas y acechan los ros poniendo adrede dificultades, como son los ceprimeros años de todo lo que nace. Exámenes de in- ros intercalados en el dividendo, y consideración justa del resíduo cuando la división es inexacta, y mogreso. Comprendían éstos' tres ejercicios: primero, escribir al dictado do de representado una frase sencilla; sey simplificarlo, según los casos, á tal gundo, hacer su anáaltura de conocimienlisis gramatical sólo tos llegará el cinco por encima; tercero, dividir un número por ciento. De nociones de sistema méentero de muchas trico no estamos mecifras por otro entero de tres ó más, y jor. :VIuyreducido es nociones de sistema el número de los que métrico decimal. La distinguen y definen edad de los examibien la diferencia que nados oscila genehay entre un decímetro cúbico y la déciralmente entre 12 y ma parte de un me17 años. Se presentaron á sufrir exatro cúbico. La gran men 277: alcanzaron mayoría dormita en la meta 184. Eran estado parecido al los más hijos de esta que revela el caso siguiente. Preguntaban S. H. y M. 13. ciudad. Taller de monl"jo y lljustO Habían solicitado el á uno de ellos cuál examen de ingreso en una papeleta impresa, facilita- era la unidad de superficie y respondió «el area.» Peda gratis, y cuyos pocos y cortos claros habían de ro le pidieron los múltiplos del área y contestó, desllenar los aspirantes. Consérvanse en la Secretaría de pués de mucha cavilación: «El arado.»-A todo esto la Escuela estas papeletas á la disposición de todo el que quiera repasadas; y de los exámenes verificados darán testimonio los Sres. Profesores que formaban el tribunal. Constituyen unas y otros un observatorio cómodo y de gran precisión y alcance para investigar elgrado de la cultura media de nuestra juventud. Nosotros hemos pasado largas horas en este observatorio, y entendemos que los resultados, aunque sean tristes, tristísimos, los debemos denunciar en esta ocasión, porque el servicio mejor que podemos hacer al país, es señalar á tiempo aquellas desviaciones que conducirían á desastres sin fin, si á tiempo no se rectificasen. De la caligrafía que las s;licitudes de examen revelan no hablamos, por haberlo hecho abundantemente en anteriores solemnidades. Insistimos en que dichas hojas gritan á voces que aquí no hay disciplina caligráflca. Cada muchaClase de dibujo geométrico á mallO alzad¡¡


debemos añadir, el aspecto físico que ofrecen muchachos que están en la flor de su edad. iValiente flor! Desmedrados, y sin aquella tensión de resorte que poseen los miembros en la edad juvenil, marchita la tez y sin brillo la mirada que á tal edad debía conservar el adolescente. Todo esto es triste, tristísimo, y por ello no quiero ahondarlo ni alargado. Nada de lo dicho huelga en esta ocasión, antes bien hubiera sido censurable mi silencio. Como la Universidad sigue, en la serie de Estudios al Instituto, así también la Escuela de Artes y Oficios se yergue á continuación de los de Primera Enseñanza. Interesa mucho á aquella que la instrucción primaria se difunda y se eleve en grado, de suerte que á pié llano pueda la minoría,que hemos denunciado, una vez convertida en mayoría, entrar en las dIversas enseñanzas que se dan en la Escuela. Imposible, si este mal subsiste, que se obtengan muchos y beneficiosos resultados en las clases de Geometría y Lengua francesa, que son las primeras que salen á recibir á los nuevos alumnos, y por de contado, en todas las demás. Denunciado elmal, resta formular la responsabilidad y proponer los remedios. Descartemos de toda responsabilidad á los púberes. Son estos tiernos como la cera cuando la autoridad de los mayores en edad, sab~r y gobierno los dirigen con prudencia, constancia y amante celo. Laresponsabilidad es difícil de distribuir CI¡¡~e de porque afecta á varios elementos, aunque colocados á diversas distancias del ¡zeellO de autos; pero en primer término se destaca la autoridad paterna. En el interrogatorio que se hacía á los jóve-

Taller de cerrajería

C][lse de química

nes, al fin de su examen, sobre todo si hahía sido desgraciado, se repetía con lamentable frecucncia cste diálago. «¿Cuánto tiempo hace que vá V. á la Es·· cuela?»- N o voy desde hace mucho tiempo.»-Eran jóvenes de I2 á I7 años, y algunos de II, que apenas se acordaban de los años en que entraron y abandonaron la Escuela. Los padres, escépticos en punto á los resultados positivamente beneficiosos que sus hijos podían sacar de la Escuela, los habían colocado de... aprendices/ Nosotros hemos visto muchos de estos, y confesamos fisien que se nos constreñía el corazón de pura lástima. Concluyó para ellos muy pronto la edad de los juegos, y de golpe fueron encerrados cuotidianamente en la fábriea con personas que les triplican la edad y la malicia, y con el mismo rosario de horas que estos; ellos que estarían siempre triscando y variando, tienen prematuramente que dejarse al ritmo monótono de la maquinaria, en la cual vienen á ser una de tantas piezas. Nosotros los hemos visto las horas todas de la mañana del domingo sin conocer el placer de verse la cara limpia, el vestido aseado y poder dirigir sus pasos á donde les cumpliese, y sin oir en tan santo dia de descanso nada que restaurase sus fuerzas espirituales y les dispusiese para el trabajo de la semana siguiente. Despues de esto, ya no os parecerá extraño la pálida descripción que antes os hacíamos del continente de nuestros jovencitos. Alguien dirá á este propósito: pero ¿es que se han de criar para holgazanes? No, ciertamente. Pero el trabajo de nuestros clientes debe estar reglamentado: desde qué edad «


Clas(' de modelado

pueden trabajar, número de horas, clase de trabajo, prohibición absoluta de trabajar en la dominica ..... Estos y otros puntos deben dilucidarse, y sobre ellos recaer oportuna sanción. De otro lado la Corporación administrativa de la ciudad debe hacer un esfuerzo para doblar el servicio de instrucción primaria, y, si esto no bastase,volverlo á doblar hasta

y vaciado

conseguir que de semejante estado no quede memoria siquiera. Debe igualmente proveer, apoyar y fomentar cuanto favorezca la multiplicación de las escuelas nocturnas para adultos. Al llegar aquí, es muy justo que pronunciemos alguna palabra de elogio, aunque muchas y excelentes merece, en honor de la Escuela Católica de obreros, la cual, además de rea-

Cluse de colorido aplicJdo á la ornamentación


1izar fines muy principales en nuestra conturbada sociedad, burla burlando, com.o dice el gran Lope, enseña á leer y escribir, aritmética elemental y dibujo. Es muy frecuentada, y los alumnos preparados en ella, entran en la Escuela de Artes y Oficios sin tropezar en el examen de ingreso. Nosotros, por nuestra parte, en unión de la junta de Profesores, hemos comenzado á estudiar el modo, manera y forma de dar los domingos unas conferencias acomodadas á sus necesidades y á sus condiciones psíquicas. Apesadumbra pensar. que habrá por esas calles muchachos que llevan en la frente las invisibles señales del genio y que se han de malograr por falta de ambiente, de ejemplaridad y apoyo. Non habeo hominem, podrían decir, menos afortunados que el paralítico de la piscina. Y de que no vamos des,caminados protestarán las historias, las biografías y

da por los mancebos y el comienzo de otra enseñanza superior en la Escuela de Artes y Oficios. T ócanos ahora hablar de otro estorbo, y confesamos que nos asusta un poco tener que tratarlo desde esta tribuna. El argumento es una pasión muy antigua, pot" cuya causa se horrorizó la tierra al ver por primera vez vertida la sangre humana. ¡hzteligcntz" pauca! y ahora, aunque tenga poca analogía con las palabras anteriores, hablemos de la frecuentación de los talleres. ¿Quién querrá creer que son poco frecuentados talleres bien provistos, dirigidos por hombres que tienen bien ganada reputación en su respectivo oficio? La mayoría de los que nos escuchais habreis visitado las exposiciones que ha celebrado la Escuela, y sin lisonja para nadie, puede afirmarse que maestros y discípulos han merecido bien del país. No es corriente en las escuelas de este linaje llegar á resul-

Clase de dibujo de adorno y figura

los hechos que pasan á nuestro alrededor. La mayor parte del episcopado procede de las canteras del Pueblo y muy aclamados príncipes de la milicia han subido á la cima desde los llanos de soldado raso. Y ¡quién sabe los artífices de metales, de piedra ó de madera, sobrestantes y aparejadores y mecánicos y electricistas, que nacidos para ennoblecer los oficios y aumentar la riqueza pública, concluyeron su vida .obscura ó afrentosamente! De aquí resulta la necesidad de disponer la ense~ fianza de modo tal que no se pierda en la corriente social ninguna aptitud sin que se enrede en las mallas tendidas de orilla á orilla. Recordar que estamos dando cuenta de sirtes, bajz"osy arécifes, y es claro, que hay que sortearlos:os hemos hablado de uno de estos estorbos, de la falta De continuidad entre la enseñanza primaria acapara-

tados tan positivos como los presentados en las exposiciones pasadas. Por esto hemos buscado con ahinco la explicación del interrogante, y sospechamos que tiene alguna t'elación con una pasión muy antigua, que se desarrolla en todos los pisos sociales, en todas las edades y en todas las condiciones. Confiamos, sin embargo, en que no hay males invulnerabIes y nosotros estamos decididos á oponer nuestra acción contra lo que lamentamos, esperando que atenuaremos sus funestos efectos.

t

DR. D. BRUNO SOLANO TORRES,

(Fotografias hechas al magnesio por los alumnos del Sr. Escolá, en el taller de Fotografía y Reprod ucciones fotoquímicas de la Escuela de Artes y Oficios.)


JEROGLíFICOS

-Como que no hizo mas que mirarse il todos tos espejos.

COMPRIMIDOS

Dos ofkitlles ZARAGOZA

queríu,

UTEBO.

de una misma IlPlu-

andl:.lluce~

han siempre

ambos,

riyaliza.:..

cual exagerab-a niás.-

El día '22 tiecierto

Illes1

recibj¡J·

uno de ellos Ulla carta de Scv'illar fechada por equivo~ación el ?3. Enseñóla sonriendo a su compa tlfrO, y le dijo: -¿Qué te paece, paisano? Aquí tienes una ~nrta de Sevilla: la han, eserit.o maüana y hoy la he redbi~ do yo.

-iToma~ dijo el otro que es malagneño:-si viniera de !dátaga hu ..... biera llegado ayer.

TOR

-¿Qué tal? ¿" delanta mucho su llija de usted en el piano? -¡Ya lo cr(lo! Su maestro, que locó ayer una pieza á cuatro manos con ella lo decía: «Va \'. ade-

CHARADAS En

lantada

~~

un aye

PRIMA TERCERA

eo R RESPO

C(llnO te fijes, yerás.

Dos PRIMEI\A en el calzado. TODOen la Electra-Peral.

-¿QUE~

llevas en ese

con TERCERA,

PRIMA

SEGUNDA

de PRiMA SEGUNDA TRES,

se

Sotuciones a los pasatiempos det número anterior.--Jeroglil1cos.-I.o Entrega dos novelas de mi parte á Pasl' ual.-2.o.- Trastorno. Fuga de consonantes. Si quieres adivinar mis pasatiempos muy pronto párate un poco a pensar y no te sens muy tonto. r,lwradas.-Galápago. - Fotograbaclo.

IYIISCELANEAS t'n sujeto ve que la gente invade· cOlllvletamente la calle por ver un suntuoso entierro que pasa á ID sazono

Admirtldo de tanto lujo, pregun' ta a uno: -Dígaule, ¿quién es el nHlcrto? -Et que esta en la caja-le contesta el otro. En tl'e an1igas: -¿A dónde irás á hacer el viaje de boda cuando te cases? -Á Oviedo. -¡Callal ¿Y por qué? -Porque dice mi novio que en la línea de Asturias es dando bay más tune108. -¿Fuiste ayer a la Exposición con ~íatilde? ~Sí. ~Pues me ha dicho que no vió más que cosas feas.

N D ENC lAPA

--

..•...

RT I CU LA R

--

Sr. D. 11. L-1ladrid.-Agradezcosus frases COIl toda el alma. La compo~ición está lnuy bien ('scritn, pero como Y. comprenderá, la modestia me impide publicar ('sos piropos en mi propio pel'iódi~o. SI

an1i,go Andrf"s?

-Pues llevo PRIMA

comp(lst's,»

cuatro

digna

envinrmo

algún

trIJ))(ljo

de otra indole, le complaceré enseguida. 1\0 le escribo particularmente por (alta de tiempo, Gracias, por lodo; también yo deseo ~onocerle. Sr. D. F. L.-Toledo.-Las décimas son un poco incorrectas y!a allllm9rada,> es un revoltijo de verEOS consonantes y asonantes que no hay quien lo entienda. Pl'uCu ~ ['aré complacel'le' en otra ocasión. El importe de la suscripción puede enviarlo en sellos de c01'l'eo. Sr. D. F. Q,-Jaca.-Digo a usted exactamente lo mismo que á don M. L. de Madrid, en lo que respecta al primer envio. Las seguiditlas y el madrigal, no me gustan por la índole de los asuntos: pero no ver~jn('a Y. ron1. Sr, D. L. T. S.-Valdepeüas,-Parece lnentil'i:l, [..lefo todavía no he conucido a nadie que escriba «camn~rJ) así y hnga buenos yersos. ~

Sr. D. A. ~j .-Barcelona,-¡Rediez,

I

~ qUl' ['urietazos le da Vd. a lam'tog "¡¡ (¡a' .0 ¡¡ El \ el~n. la vesó un dia en tos lavios l'i tira de espaldas. Sr. D. ,L G. G.-Granada.-No ,'stan mal !lechos los versos, pero

i

lienpl1

lnuy

poca

gracia.

Pitusa.-Si no se enfada Vd. pu-' blicaré un Fragmento. ~..\híva. «En IJicicleta iba la indina ~

de ),mparito

ii '. .

¡nlé tu mare! su vecina.») Sr. D. con T. B.-Valladolid.-Aprove-

charé alguna cd1tlillOrada.l,l


¡INFELIZ

NEPTUNO! ••••

No extraño su decadencia aunque sea de granito; este dios, debe estar frito con las cosas que presencia. Erguido sobre la fuente con el tridente en la mano siempre en traje ... de verano que ni abriga ni es decente, ve llegar todos los días por la mañana y la tarde á la gente que más arde en amorosas porfías. Con el cántaro al cuadril yun largo tubo de lata, allí vá la flor y nata de la sociedad nerit, y aguardando la ocasión surgen como aparecidos los soldados más garridos de toda la guarnición. Meten ellas por la boca el canuto á algún delfín resignado porque al fin ese es el pito que toca; y en tanto que los pescados vomitan el agu a á chorros, se van formando los corros

de criadas y soldados. ¡Qué idilios y que riqueza de expansiones amorosas!. .... Oye 1\eptuno unas cosas que se queda de una pieza. El, percibe los efectos de aquel lenguaje florido pues sabe ya de corrido todos nuestros dialectos; y el pobre dios de los mares observa y se vuelve loco, colocado en aquel foco de pasiones militares. Se explica que tenga un brazo menos, el dios infeliz, lo mismo que á su nariz falte también un pedazo. No habrá quien no le perdone tanta descomposición porque en esa situación cualquiera se descompone. ¿Quién no lo hil de defender, si puesta la fuente en brasas ..... el agua llega á las casas que no se puede beber? ALFONSO

DE

SOLA.


Apagón

IlustpaQo

Año 1 ••

Núm. 10

i -

PUNTO 15 eéntimos

DE

ClTA(CuadrodeVila) Zaragoza

4 Marzo 1899


Director: Propietarios:

ALBERTO

SOTERAS

y

CASAÑAL SHAKERY

COMPAÑÍA

Santuario románico de Nuestra Seiiora de Salas (Huesca.)


Esta semana solo ha habido dos su~esos que lamentar. Uno de ellos, lo refiere el Heraldo en la siguiente forma. Por robo de una capa ha sido detenido rada dicha prenda.

un sujeto,

siendo

recupe-

El otro suceso, á que hago referencia, fué la interpretación de El Recluta en el teatro Principal, por la compañía de ... Pablo Lopez. ¡Rediez con El Recluta! Yo no sé qué pensaría el público de los intérpretes de la zarzuela, pero es 10 cierto, que el individuo á quien el ratero antes citado le despojó de la capa, ha tenido la fortuna de l'ecuperar la prenda y el público, que yo sepa, no ha rccuperado todavía el importe de las localidades. Confesamos, que todo 'está muy malo y que la perdición de los aficionados á tomar 10 ajeno sin la voluntad de su dueño y de la empresa del teatro, van á ser las malas compañías ..... Cuando salga esta semana el periódico á la venta, ya habrá muchísima gente preparando la merienda para ir á pasar un día divertido, en la arboleda, con las mozas consiguientes, porque sin mozas, no hay juergas. El día cinco de Marzo es clásico y se celebra en Zaragoza, con bailes comidas y borracheras. Es día de echar á un lado los disgustos y las penas, y con la sartén del mango y una baturra á la vera y la bota rebosando de vino de Cariñena, sin miedo al aire ni al fria, pasar el Puente de Picdra y dirigirse hacia el soto por ser lugar que se presta á poder meterse en sitios donde no haya ojos que vean. Una vez allí, en seguida mientras se hace la paella (que no se hace en tanto tiempo como á mí me cuesta hacerla) se sujetan en dos árboles

los extrcmos de una cuel'da y se tiene hecho un columpio que no tendrá sesistencia, pero que es siempre un pretexto, que con gusto se aprovecha mientras las chicas se mecen, para tendcrsc en la ycrba y admirar un panorama que le seduce á cualquiera. Cuando ya de los vaivenes se resiente la cabeza, mientras se pasa cl mareo hay que dar gusto á las piernas y ¿qué menos puede hacerse que buscar una pareja y un tocador de guitarra y hasta un cantador de fuerza y bailar una jotica como se baila en la tierra hasta que entra el apetito y. se saca la merienda? ¿Y qué mejor, si hace fria que tratar de echarlo fuera con un par de tragos buenos que no hacen daño y calientan? Claro es, que ocurre cien veces, que pierden muchos la cuenta de si han sido dos los tragos ó han sido media docena y al terminar la comida está el soto dando vueltas y va uno á dar en el suelo donde se duerme una siesta; y ocurre también, si el vino no es de una marca muy buena, que trae trastornos mentales y pierde uno la chaveta y se dá de navajadas con el primero que encuentra ..... Pero ¡qué importa! Es un día en Zaragoza de fiesta y todo el que no va al soto ó el que á su casa regresa sin dos copas en el cuerpo y en cada brazo una hembra ni ha nacido en Zaragoza ni tiene delicadeza, ni es aragonés, ni siente las cosicas de la tierra ..... EL

SEÑ"OR DE ALFOCEA.


EIk ÚIkTlmO IkIS~O DE mATliEU MARRODÁN

PRIMERO

.$, vy ~

mi fé, de ir á todas partes con el corazón en la mano, como otros en verano llevan el sombrero por el auto, no [u"e un homb" de e,o, á quien" " conoce en Mad,id po, 'u co,"umb", ""'. ya, poe comodidad y otros por doblez un rollo de papeles ó tal cual librillo de moda, queriendo dada de estudioso; sí, demás de esto, no se viese al libro mismo chorreando ingenuidad y buena pasta, á buen seguro que autor y libro tuvieran algo que sentir en estas fechas de dimes y diretes con los que escriben á destiempo de las ideas políticas, morales ó puramente artísticas. Aun así está dando mucho juego, como dicen los tipos de Matheu, la novela de costumbres políticas contemporáneas cuyo título encabeza estos renglones, pues que, entre zumbos y alabanzas y saetazos, va ya más de un año corrido de oir el sonoro apellido de Marrodán repicado y aun volteado, que siempre se pronuncia á voces por la gresca que mueven sus recuerdos. Porque son todas las agrupaciones políticas, dichas partidos, conjuntos de gentes que ponen al gobierno de la república y á su mejor administración y ordenamiento como pretexto de propias ambiciones, ora de índole permanente espiritual (el cintajo, la encomienda, los honores de jefe de administración) ó ya francamente concupiscibles como las de quien come ó quiere comer con ó por el partido, habrá de ocurrÍlsiempre que se saquen á barrera las faltas y pecadillos de esos partidos, que el criterio personal asomará indefectiblemente por sobre el dogma político, y como no es posible llevar una' discusión entablada por causa del bonum comnzune al mezquino terreno del yo, que en este caso no es elyo absoluto, ni el yo puro, sino el yo pecador, ó la generalización acerca de las costumbres políticas y toda discusión sobre la ética de los partidos se mecerá en el perpétuo relativismo del más eres tu dando de mano á la contienda el fiscal y el abogado y los testigos con el dicho aquel de los buenos tiempos del romance: Cállate y callemos, que sendas nos tenemos. y caoo aquí que esto lo dicen todos, lo creen todos y lo saben todos, por donde el hablar de los políticos de por vida con muy gran vilipendio y repulsa, nada es extraordinario y aun se maldice y comadrea á la costa de blancos, negros y pardos con tanta prisa, que hiciéronse callos en las costillas á unos y á otros y ya no sienten el azote por creer que es su vecino y no él quien lleva el sombrerito, y así suena el chiste político á los hombres de la política como los cuentos de suegras á las madres de familia ó los chistes semibárbaros que se suben á la cabeza de los maridos á estos mismos maridos más flemudos y pachorrones. Síguese de todo ello que la crítica circunstanciada de los vicios políticos de hogaño no tendrá ninguna eficacia, ni realizará conversión alguna mientras se ejerza de esa manera general como quien ametralla á las masas, dé á quien diere, pero seguro de no dar á todos y no cierto de dar á algunos. El mismo Juvenal, el mismo Quevedo hubiesen dado en piedra con los primores de su sátira, si debajo de aquellos tipos nefandos, en que poéticamente encarnaron la materia satírica, no hubiese adivinado el lector gentes vivas y aun poderosas con sus nombres y títulos y motes; si no los señalaran con el dedo equites peditesque en los comicios y en el campo de Marte; ni si no los motejara con palabras de presente al pueblo de nuestra Corte clásica, viéndoles en carroza por el Prado de San Sebastián los días del Antruejo. D. José María Matheu ha hecho esto: dar tal transparencia á las carnes de sus héroes que permita al lector ver la médula psicológica de ellos; viene el lector reflexivo, pero conservador, fusionista ó republicano histórico, se entera del fondo inmoral ó simplemente ridículo de aquel político figurín y al punto compara sus fondos; hállalos tan negros y feos como aquellos pintados y qué hace? Lo de la fea de la fábula: tira y rompe el espejo, cuando en pura moral arrojar la cara, importa ..... Entre hablar mal de sus vicios y desacreditar el libro que los retrata, opta por lo último y he aquí la historia de las murmuraciones de hace largos meses sobre el libro de Matheu y su personaje principal. Sí, por cierto; hartos como estamos de malas costumbres políticas y ahitos de desventuras traidas por esas costumbres, qué resonancia tendría entre nosotros el tratado teórico sobre la semejanza y conformidad de la moral y la política al modo del griego Foción ni aquel ayo de la nobleza..... y político en la Corte sin faltar á la virtud que concibió en el siglo pasado nuestro bendito fray Iñigo Gomez Barreda? Los Mariana, los Bobadilla, los Ribadeneyra, tocarían hoy el desprestigio de sus idealismos, llenos, sí, de buena fé y muy linda prosa; pero húmedos de agua bendita y no ceñidos al tiempo ni al ambiente que piden ejemplares vivos de políticos tontos, logreros, astutos ó descamisados que, víctimas de sus propios sistemas, llegan al fin de su vida tremendamente aleccionados, caidos por su necedad, rotos por su avaricia, encarcelados en la red misma de sus ardides, revolcados en la troya de sus miserias, y pagando su culpa en este mundo, aun antes del castigo que la fé diputó para ellos luego de la-tumba. Ahora bien; la crítica literaria pensará como la política en este punto? No, sino muy al reves; pues ante todo y fuera de los méritos de forma y concepto y compostura y finalidad del libro, declara en justicia ser D. José María Matheu el fundador de la novela política en nuestras tierras, y esto ya es un altísimo mérito. Parecerá lance raro este de que en España, pueblo de la ridiculez

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política desde los primeros tiempos del parlamentarismo, no hayan sido enderezadas al bien y á la moral las corrientes de lo cómico brotadas á impulso de las costumbres y usos .del público, desgobierno que es nuestra vida por todo el siglo XIX; más es bien cierto que nadie se dignó sacar partido de tan ricos veneros y ahí se están esos claros tipos de la farsa administrativa derramando en balde su vis sin que del cacique palurdo que no sabe firmar, sin que del senador que solo dice no y sí en las votaciones parlamentarias, sin que del concejal bribón y del diputado trapisondista y del muñidor electoral quede otra muestra útil á la historia ni á la enseñanza, que las frases epipásticas de 'un periódico de oposición ó tal chanza de hoja satírica, dicha en esa su prosa decadente, híbrida, expósita, como recogida que es en la calle entre los desperdicios de otros idiomas y el montan de la chulapería indígena. Nuestros autores serios, los maestros de la novela española se sirvieron, en verdad, de ciertos tipos metidos en el amasijo político pero solo para dar color al asunto; Perez Galdós, Valera, Pereda, Alarcón, Pardo Bazán 'pintaron muy diestramente no pocos personajes moderados, progresistas y republicanos, mas sin que del tipo brotase una sátira de sus dogmas políticos los cuales fueron traidos al libro 'como una perfección de su retrato psicológico, ú encarecimiento de la verdad histórica de la época y del pueblo en que se realiza la acción novelesca. . Matheu ensayó el primero en su Santo Patrmzo y luego en 1lJarrodan Primero la psicología del político de nuestros días; tuvieron por fin su retrato, para regocijo de puras costumbres y gozo de letras castizas, el liberal asomado al socialismo y que por dentro es más déspota que un Sultán y el oonservador de rígida moral pública y severos principios cuya casa es un galimatías donde mandan todos menos él, menos el intransigente, el pUro ..... porque al fin se véque el tal ,es un puro egoista que tiene la familia como cosa secundaria alIado de los grandes intereses del país, del gobierno y de la dinastía. Cómo ha realizado Matheu su ideal artístico? Diría de buen grado mi modo de pensar si no viese de una parte mi falta de autoridad para declarar méritos agenos sin valor propio y de otra haber sido ya el asunto serio y muy favorablemente juzgado por la crítica. Así prefiero poner punto final diciendo lo que puede decirse sin ofensa de nadie: que un ilustre paisano nuestro tendrá en la historia de la novela española el nombre de iniciador de la sátira política. Así Dios conserve la vida de hombre tan ilustre y de corazón tan sano para que presencie la obra en que tanta parte tiene: el descrédito y ruina de la política personal; la anulación del mangonero por el verdadero hombre de gobierno; el fin de la intriga por el comienzo del orden. M. BASELGA y RAMIREZ.

CANTARES En las rapiñas de honor siempre la culpa es del hombre; por fragil que el vidrio sea sin tocarlo no se rompe.

En la guerra me han herido; vuelvo, niña, y te has casado. Vaya lo poco perdido por lo mucho que he ganado.

-Ayer se casó mi novia; ¡mira si mi pena es grande! --=--Másduta es la pena mía, que ayer se casó mi madre.

Antes que dejar de amarte se volverá el Ebro atrás y se verá Zaragoza sin la Virgen del Pilar.

A las orillas del mar no vayas á cojer conchas ni tierra adentro tampoco, que es pesca muy peligrosa.

¿Qué te importa que de tí hablen mal mozas y viejas? La rosa es la fiar más pura y la pican las abejas~

Un corazón generoso es lo mismo que una iglesia; como finca nó produce pero Dios habita en ella

Llevas los hombres lo mismo que los pozales del pozo: cuando estás bajando al uno es que estás subiendo al otro.

Permita Dios que te pinches con la aguja del pañuelo, que se te 'salga la almica y que se venga á mi pecho.

Elque te deja bailar en la plaza los domingos no sabe lo que es tener la viña junto al camino.

Yo no canto por cantar ni por lucir la guitarra; mi voz es sangre que brota de las heridas de mi alma.

Le contestas á tu padre, cuando diga que soy pobre, que de un pedazo de tierra hizo Dios al primer hombre.

].

MaNE VA y PUYOL.

RICARDO

DE OLMEDO.


liA YrbA YU liCA~ -Oye, Luis, vamos á ver: ¿tan pron to te quieres ir~ ¿Dónde yas~. . , -¿Dónde he de Ir~ ." A la oficina, mujer. -¿Con este frío? Anda, tonto, aguarda un poco. . -¡¡Que aguarde~ Ya sabes que ayer fuí tarde. -También sé que hoy te vás pronto. 1,1.\'0 ves, Luis, que mi placer más verdadero sería que te pasasE's el día alIado de tu muier? -Eres lo más"zalameraL ...• -Nó; cuanto digo es sincero. Bien sabes tú que te quiero como no hay mujer que quiera. Y que te cuido de 1!n modoL .... Ah, registra tus bolsIllos: ¿llevas pañuelo ... , pitillos ... , cerillas ... , dinero ... , todo? -Sí, ¿No te ocurre algo más? -Nada. ¿Quieres más de mí? -Vaya, chica, abur. -Y ... así, sin darme un beso te vás? -Nó; toma. ~¿ Ves qué detalle? Ni habías pensado en ello. Ah, mirá:súbete el cuello cuando salgas á la calle. Abrígate, que hace un día tan crúdo y tan inclemente, que pudieras facilmente cojer una pulmonía. -Bueno, abur. -Anda, ingratón. ¡Ni que quisieras huir! Ah, mira: voy á salir á despedirte al balcón. -¡Juan!

¿Oyes? ¡Juaaan! ... ~iQué! ¿Quién llama? Ah, tú? ¡Malditas mUJeres.! .. -Pero, vamos, es que qUIeres pasarte el día en la cama? ¡Son las ocho! . . -¡Qué han de ser! -Levántate y lo verás. Eres Un gandul y vas á llegar tarde al taller. . -¡¡Cómo? ¿Qué hus dicho? ¿Gandul? Ponme otra vez ese mote ... -¿Y qué? ~Que cojo un garrote y te pongo el cuerpo azul. ___¿A mí?SDY yo muy resuelta y, como tengo razón ... -Cobrarás un bofetón: tu cobrarás lavueIta. -Mira que té he anunciado la rrim81'a bofetada y que no rebajo nada y que se paga al contado. -¡Golfo, cobarde, alma ruin! ... (Suena un golpe, y dos, y tres, y unos momentos después se arma la deSan Quintín.

-y

Juan vá al taller enseguida, con un chichón en lafrente, y vuelve tranquilamente á la hora de la comida.) Lector: ¿ve usté el parangón que acabo de bosquejar? Pues ... ¡vaya usté á descifrar enigmas del corazón! Juan, sin cesar de reñir, es tan dichoso en su estado; y Luis ... es un desgraciado que se cansa de vivir.

-----UN CUENTO TERRIBLE JULIO

(Historieta

lV[ARTINEZLECHA

de Ibailez.)


El

-~.~---(Cuento batutltlo.)

l\qudlo fué una septembrina en toda regla; porque la asonada de cierta villa aragonesa, que no hay para qué nombrar, en r88r, sin alterar la paz de la Nación, ni ocaslonar renuncia ó destitución de rey ni RO-Iuc, sin asambleas ni decretos, sin cortes ni constituciones, no se parece un negro de uña á las menudas pero sangrientas agitaciones populares que más tarde han tenido la virtud de provocar, á todas horas y en cualquiera parte, el odioso impuesto de consumos ó la capitación personal, arbitrada por logreros del Erario público. Levadura de motin

red de justicia, barruntos de libertad, bostez03 de hombre ..... Era lo que fuese. Gana de gritar. Pujitos, orador, se dió tal maña que hasta las mujeres y los crios enronquecieron ..... Sonó el primer tiro é instantáneamente apa:'eció en el balcón el tío Pedro, pálido, azorado, echando su pechazo fuera de la carcomidá baranda, empuñando la 'Z'aracon borlas per mitad de la caña, accionando con ella como el predicador cuares mero con la efigie de Cristo, levan tánclola mucho, cual si amenazara al cielo.....

no falta en un solo palmo de tierra española. y en la villa de mi cuento había también

I-Iubo una

pausa,

un

silencio casi solemne.

un Pu/itos, como el creado por Galdós, y un Godoy, el tío Pedro, el seiló arcalde, que había logrado concitar las iras del pacífico vecindario, no sé cómo ni por qué, á punto fijo, ni me importa. Lo cierto es que una tarde el tio Pedro estuvo inhumanamente acorralado en la casa

-¿Qué quercis? prcguntó~entre airado y suplicante. ¡Que s' abarate el pan! rugió el pucbL,. -¿Qué más: (Tia Pedro no era orador, ni en aquella situaclón lo hubiera sido Castclar.) --¡Ques'abarateel vino! -¿Qué más? -¡Queno halga quintas, ni contrebuciones ni. na'1 .

de la villa. Hubo que atrancar puertas y ventanas. Las masas arre-

-¿Y qué más? preguntó, ya fuera de sí con voz estentórea.

ciaron, y en la plaza no se oían sino vivas y mueras ensordecedores

Pujitos, extrepitosamente coreado se atrevió á decido:

de los que tanto gustamos para arreglado todo, cuando se trata principalmente de llenar el estómago, aunque el vecino desfallezca. Una ola suelta de socialismo práctico, una orejita de la hidra famosa, protesta contra la opresión,

-¡Que le cuerteh la cabeza al ladrón del arcalde! Irguióse tío Pedro olímpicamente. Y repuso; -¡Bueno! ¡Pus..... toa se vus concede ..... menos. l' ultimo. MANuEL

DE LASALA LLANAS.


Sustitución

de puntos

por letras

Sustitúyanse los puntos por letras de modo que sean las mismas del primer renglon en todos los demas, y variando la que se ha de poner

en lugar

x

del aspa diga:

Dignidad l'\ombre de mujer nil para fumar Parte de todo barco

X X X X

-Pues yo afirmo que no lo he robado. -Pruébemelo V. -);ada mas facil. Me encontré· con un conocido, subi con él a su casa, y una vez arriba, me dijo:¿Quire V. tomar algo? Tome V. alguna cosa.-No usé en el acto de la autorización, pero me quedé un momento solo y tomé el reloj que' había sobre la mesa. ¿Es esto, robar?

-::-

Daüo

----

CORRESPONDENCIA

CHARADAS

P. P. CERA.-Si usted me autorizapara corregir

l'RlMACUATROen el mercado, SEGUr-iDA TRES en la iglesia y es PRDU. DOS TERCIA CUATRO quien no trabaja y pasea. CUARTA, SEGUlI'DA con PRIMA es, lector, un balneario; a mucllos les ha perdido

la PRll\IA l SEGUNDA,

CUATRO;

en la guerra se esta viendo a cada paso y mi TODOes una cosa que cusnta muy pocos cuartos.

PRIMERA CUARTA

Soluciones a los pasatiempos del anteTiol'.- Gerogliticos.De Zarragoza a Ltebo hay poca distancia. -Alicaido. - Trastornada.Charadas .-Con ta dar .-Carnero. nún1erü

MISCELANEAS Estaba don Ruperto haciendo gestos delante de un espejo, cuando fué sorprendido por un amigo en esta ciudad. -¿Qué haces?~le dijo. -Es extraüo lo que me pasa: por mas que llago, no puedo verme en el espejo cull los ojos cerrados. L II pollo fué dias pasados a visitar a duúa Celedonia, que vive cerca del I\etiro. -¿A que' debo tanta fortuna?-le pregunta

la dama.

-He venido a ver las fieras y he aprovechadu esta ocasión para hacerle a usted una visita. -¡Qué felicidad decia una amiga a otra,-si los hombres fuesen angeles! -Pues hija mía, todos los que a mi

111('

han querido,

lo eran.

-¿Por qué? -¡ y amiga han volado!

del alma¡

¡Porque

Examen de historia -¿,Qué sabe V. de AtilaO -Que era un barbaro. -Bueno; ¿y qué mas? -Nada más. ¿Le parece a V. poco? Entre un inspector de policía y un presu nto ladrón. -Usted ha robado ese reloj; no me cabe duda.

PARTICULAR

algunos

·versos

duros-.

que hay en la composición "A una coqueta" la publicaré. El "Sucedido» tiene el inconveniente de que se adivina el final y este pierde toda la gracia. No versifica Vd. mal pero cuida muy poco la elección de asuntos. Hay que huir de las vulgaridades como de los acreedores. Sr. D. E. H. G.-Madrid.-Lo primero que hay que hacer para escribir versos, es elegir una elase de rima, y ese «Cuento andaluz» no se sabe á qué composición métriea perteneee. Heeibi los "Cantares" y tratamos de eanlarlos en la guitarra el administrador Y yo, pero no pudimos. Los hay de cine o versos,_ «lo cual que;) me ehoco. Sr. D. H. A. A.-Zaragoza.-No estan mal hechas las quintillas y se vé que Vd. podra eseribir algo pu-· blicable. Pero esa filosofía barata que encierran los versos que meremite, no ha sido de mi agrado ni le gustaria al públieo tampoeo .. Créame V. Sr. D. V. C.-Zaragoza.-No lJUedo eomplaeerle, porque es muy Inedianito

el ((cuento.);

LI\'ODETANTos.-¡Hediez que literatos andan sueltos por Aleaúiz! Esa costumbra de Celestinito de meterse los dedos en las nariees y ehuparselos después, tendra mucha gl'Bcia, pero es de muy mal gusto para deserita. Dedlquese a la labranza que le ira mueho mejor y pierda usté la esperanza de ser un buen eseritor. S. D.T. Z.-Fitero.-Si fue"a i> eontestar particularmente a todas las eartas que reeibo, no tenf1ría bastante eon el sueldo de di"eetor' no torne, pues, á descortesía mi silencio. Los ((Cantares)) son superiosísimos. Ahí va uno de nluestru.

La mujer que tira su hijo en el eampo o en la calle es ea paz de asesinar a su padre y a su madre. Sr. D. A. ]\f. C.-Bareelona. ¡Vaya un modo de eseribir! ¡Sobra la h en estío!. .. No me haga usté de reir qne tengo ellabío partío. Sr. D. L. T.-Valladolid.-Trataré de eomplacerle. No puedo deeirle cuando, porque hay mueho original en eartera. Sr. D. G. C. I.-Granada.-Otra vez será.


JEROGLÍFICO Por<

Canter<o

Repstrriado Ya ha venido el chico de la tia Pilara, ya ha venido de Cuba, esa tierra traidora é ingrata. Que malico ha güelto, da miedo su cara, está sin movese, tendido en la cama. Sus ojicos negros, que alegres brillaban, con juerzas tan grandes, que paician ascuas, hoy san dos candelas que tristes s' apagan, y al verlo la gente se dice asustada: -Que malo está el chico dela tia Pilara: ya ha venido de Cuba, esa tierra, traidora é ingrata. Aunque él adivina

que su vida acaba por que siente en el pecho una cosa qué espacio lo mata, al ver á su madre juntico á su cama, se esfuerce y se rie pa no acongojala. ella que conoce la muerte cercana

y

de un hijo querido, del hijoá quien ama, porque tenga animo pa dale esperazas, se finge contenta y en alegre charla, le dice:-¡estás güeno!Creyendo lo engaña y la pobre se rie, se rie ..... ¡Mentras llora su alma! MARrANo BEI\DEJO.


~ La semana pasada, pensando en la tarde del día 5, suf6mos los zaragozanos trastornos mentales, que no acabaron de mala manera porque, gracias á Dios, en Zaragoza nO se vende mal vino. Hubo, sin embargo, percances que lamentar en la Redacción de ARAGON ILUSTRADO. A los cajistas se les fué el santo al cielo y en el último número se escaparon algunas erratas, que bueno será que el público no las tome en cuenta. En la poesía «La vida vulgar» apareció en una re'dondilla ir aconsonantado con ir, lo cual, ¡naturalmente! no le hizo gracia ninguna á nuestro compañero Martínez Lecha, que había escrito en el original:

do en breve tres ó cuatro estrellas del «arte tauríno», cuya fama eclipse la del mismísimo Nicanor Villa? Somos de la madera con que se hacen los toreros y los gobernadores, y si muchos no llegan á ocupar los primeros puestos en los carteles de toros> ni los primeros destinos en las capitales de provincia, no es por falta de iniciativa y de talento, sino por olvido involuntario de los empresarios y de los ministros. La afición á los cuernos no falta y esto es lo principal. Conozco muchos señores del gremio de casados, que piensan hacerse socios del "Club Villita», para tener en qué distraerse y no estorbar en casa á sus ¿tan pronto quieres salir? señoras respectivas, á determinadas horas de la.tarde, en lugar de y sé también de algunos aspirantes á directores ge¿tan pronto te quieres ir? nerales, con muy buena mano izquierda, que de Nuestro amigo Lasala también tuvo que lamentar bu~na gana se irían á echar un capote, si la talla no una red por una sed y un bostezos'de hombre, en vez de bostezos de hambre. En fin, qne hasta en los can- les inutilizase para la lidia. El «Club Villita>, va á dar pingües ganancias álos tares baturros se deslizó un áprincipiau que clamaba taberneros y á los boticarios y los jóvenes entusiastas al cielo. Fuera de estos sucesos desagradables, no h1.).bo del arte del Lagartijo, seguramente no echarán de el día 5 riñas, ni asesinatos, lo cual ha disgustado no menos, en adelante, á aquella célebre vaca Matea que tanto juego dió en la Plaza de Toros de Zaragoza, poco á buen número de porteras, que no pudiendo algunos años. acudir al soto, ni tomar parte en ninguna juerga, no durante Esta fiebre taurómaca va á ser causa de una revoles quedaba más distracción que la de leer en los periódicos al día siguiente esos relatos sangrientos é lución importantísima en nuestras costumbres. La interesantes, sin los cuales parece que pierde mucho epidemia crece y hasta El Mercantil de Aragón le de su clasicismo la popularísima tarde del 5 de puso á D. Francisco Cantín su correspondiente pai' de banderillas, á raiz de la manifestación organizada Marzo. hace unos días, para que el alcalde de Zaragoza conTodo quedó reducido á tres ó cuatro, cuestiones puramente personales, por mor de los malditos celos, tinuara ejerciendo su cargo. Si las cosas siguen por este camino, de esperar es y á unas cuantas curdas de buen género, que tuvieque si alguien intenta suprimir el nuevo « Club» se ron feliz desenlace en la prevención. Esta inocente manera de divertirse, bailando 'y co- reunan los zaragozanos en manifestación imponente, miendo, sin repartir morradas á los postres, no y recorran las calles de la siemprc heróica, luciendo el siguiente rótulo: quiere decir que los aragoneses pierdan los rasgos estandartes con «¡Que no nos quiten el Club,,) típicos de su carácter, ni que el humor se nos vaya, Ó con este otro. (qQue no se nos voy&. el ganadob) ni que nos quede poca sangre torera. ¡No, no, no!..... Humor y sangre torera no nos faltan. Ahí está el La semana próxima se pondrá á la venta el libro «Club-Villita», recientemente creado, para no dejarme mentir. "Cantares baturros», de nuestro director. Por razones especiales, que es muy posible que Hada falta cn Zaragoza una escuela de tauromaustedes comprendan, no puedo hablar nada del citado quia, y ya la tenemos. Gracias á tan importantísima mejora, los aficio- libro. Lo único que se me permite decir, es que celebranados á sufrir revolcones podrán volver todas las tardes á sus domicilios respectivos con los pantalo- ría muchísimo que lo compraran, porque estoy basnes rotos por cualquier sitio delicado y con la cabeza tante interesado en el negocio ..... ¡Que Dios les dé á ustedes los dos reales que les entre paréntesis. Pero ¿qué duda cabe de que gracias á la creación del "Club" daremos los aragoneses el hacen falta para adquirir la obra! EL SEÑORDE ALFOCEA. primer pasé) para la regeneración del país, presentan-


Vista del1luevo puente de hierro sobre el Ebro.

¡REDIEZ, QUÉ JUADA! -------

No había en San Mateo un mozo tan galán como Tade o,

según toda opinión acreditada, pues, aunque descollaba por 10 feo y por su tez morena asartenada, de aquellas que no píerden ni en colada, era, por su viril musculatura, su gentil apostura y su resuelto andar muy agraciado, 10 que se llama un mozo bien plantado. Por eso con cariño le miraban las mozas que en la acequia fregoteaban, viéndo1e regresar todos los días, insensible á su hechizo, de regar el panizo ó entrecavar patatas y judías. Yes que él solo quería á Timotea, chica que no era guapa ni era fea, una miaja negrota (pero un primor para bailar la jota), en su casa un tesoro asídua y limpia cual los chorros de oro, la primera, arrancando, en la cuadrilla; solícita en la trilla y con la lengua y manos como un hacha con otras al limpiar la remolacha. Tal para cual el mozo y la mozuela, queriéndose los dos como borregos y sintiendo avivarse la candela de sus desasosiegos, pensaban para muy pronto en casarse,

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temerosos del diablo y atentos al consejo de San Pablo de que mejor eso es que abrasarse. Pero ¡ay! un día supo Tadeo que á las filas le llamaban, y excedente de cupo, corno otros que ya libres se juzgaban, aunque nada contento, tuvo que incorporarse á un regimiento, y, fingiendo un valor que no sentía, despedirse de aquella á quien quería. ---«Chiquia, no tengas miedo»-la decía;yo golveré á esta tierra aunque vaya á la guerra; conmigo no podrán, que soy mu bruto, gómito, balas, fiebre, ni escorbuto.); y ella, que acongojada le escuchaba, luchando entre el temor y el embeleso, con sus ardientes lágrimas mezclaba un triste «¡Adios!,> y un apretado beso. A Cuba fué Tadeo confortado con la idea de ser siempre esperado, rebosante en el pecho el patriotismo, creyéndose obligado á rOrIlperle el bautismo con la más fiera saña á todo el que luchara contra España. Con aquel mozo, de alma y cuerpo indómito, nada pudo, corno él decía, el vómito; y aunque en una pelea muy reñida para salvar su vida,

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manejando el machete, les mató á los mambises seis ó siete y no pudo escapar sin una herida, á las cuatro semanas ya estaba bueno, de reñir con ganas, y con un entusiasmo extraordinario por su cruz y pensión ¡de un real diario! En tanto en San ::\Iateo cesó de Timotea el gimoteo; se mostró al poco tiempo consolada esperando la vuelta deseada; luego oyó de su madre los consejos diciendo que Tadeo estaba lejos, que había estado malo y después de eso herido, y que nadie sabía cuándo ni de qué modo volvería, si con pierna de palo ó tísico perdido; que las chicas que tienen proporciones nunca deben perder las ocasiones, y otros mil argumentos semejantes, en los que son las madres abundantes, y se casó al galope con un tuerto que tenía tres campos, casa y huerto. Nada de esto Tadeo imaginaba, pues siempre que á su madre le escribía, mostrando de cariño el alma llena, y por su ingrata novia preguntaba, para evitar su pena, la madre lo ocurrido le ocultaba diciéndole no más que estaba buena. Finó la guerra; de coraje mudo vió aquel soldado rudo, ante aquella mancilla,

HISTORIETA

por la vergüenza ardiendo la mejilla, arriarse la bandera por la que cara á cara largo tiempo luchara con la hermosa bravura de la fiera, y, como tantos otros, hacinado, el pobre repatriado tornó á la patria ..... Triste y silenciosa la madre, que la vuelta espera ansiosa, en el hogar está; suena en la puerta un golpe, late el pecho, y cuando abierta aquella, se oye un tierno «¡Madre mía!» al recibir al hijo entre sus brazos, siente que el alma se le va en pedazos, presintiendo catástrofe sombría. ~¿Y Timotea?~la pregunta ansioso. -No te he dicho Por Dios no te acalores, olvida á esa mujer . -Pues ¿qué ha pasado? replica él descompuesto. -Pues lo que ocurrir suele en los amores; tu novia se ha casado y otro ocupa tu puesto.Quedó sombrío el mozo; la madre le miraba sin sentido, ahogando algún sollozo, temiendo de su furia el estallido, hasta que el sencillo te alzó firme y serena la mirada y se rascó el cogote diciendo nada más: <<¡Rediez,qué juada!» JUAN

MUDA

(Por lbáñez.)

PEDRO

BARCELONA.


ha Guestioll ~ Alberto era burgués acomodado; su moral sociológica fué siempre defender de todo ataque el orden subsistente de las cosas. Juan era socialista, y tachaba de errónea la terrible doctrina que pretende conseguir la igualdad á cualquier costa, pues aunque siempre dirigió sus miras á destruir la servidumbre odiosa del proletario esclavo del patrono, siempre negó también que en unas horas se deba destruír lo que ha formado el concurso del tiempo y de la historia. Lucas era anarquista; la moral, exclamaba, es antropófaga ..... es preciso matar, ser el verdugo constante del que explota ..... Se vive nada más del propio esfuerzo, al que infringe esa ley se le destroza ... , Sobre la mesa de café, una araña arrastrando á una mosca apareció.-Miradlas, dijo Alberto, son las oremisas solas del silogismo, para el cual la ciencia

sOGiaI

--") no tiene solución satisfactoria; libertar al insecto aprisionado es ir contra la lógica de la naturaleza, que establece, y en sus leyes sanciona, el que viva la araña á expensas de la sangre de la mosca ..... -Debe vivir, repuso el socialista, pero jamás á costa de otro insecto, y en tanto ese problema de la ciencia social se soluciona debemos libertar al oprimido. --y matar al que oprime y al que explota, exclamó el anarquista, hasta que al hombre se le ocurra la idea redentora; el modo de que vivan las arañas sin comerse á las moscas ..... Murió la araña. Alberto gritó mucho; se despidieron con la cara fosca, y me chocó un detalle: Alberto solo marchó por una calle, y por la otra cogidos de la mano, Juan y Lucas ..... ¡murmurando de Alberto cada cosa! ANTONIO

TEIXEIRA.

---""""--No le eches agua, niña, no le eches agua al fuego que incremento toma en mi alma. No lo apagaron ni miserias, ni penas, ni desengaños. Quien saber pelear quiera con constancia y con valor, lea la historia del sitio que hizo célebre á Aragón. JOSB; YRUELA.

No me extraña que me digas que en tu pecho estoy grabado; ya sé que tu corazón es un album de retratos Si me besaste llorando cuando estaba en la agonía, ¿por qué me dicen que el médico fué quien me salvó la vida?

No hagas caso. de las flores que oigas echarte en la calle, que hoy día las alabanzas no son para el que más vale. No te rías de los hombres ni con su cariño juegues, que á la mosca más zumbona le echa la araña las redes. MANUEL

Foz

B. DE QUIRós.

En la Inclusa á un pobre niño le oí cantar una tarde; -iQué triste es no cono.cer el cariño de una madre! En tu cara alabastrina un lunar llevas impreso; dí si el llevarlo te enoja para borrártelo á besos. Dejé una noche de verte y comprendí aquella noche en qué consiste la muerte. EMILIO

Es TER RUBIRA.


JEROGLÍFICO

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.....•

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(Por Sustancias.)

Soluciones á los pasatiempos del número anterior.-Jeroglífico: Las flores más hermosas,-van por desgra«cia-á morir junto á seres-que no las aman,-y las modestas-viven siempre queridas-en las macetas.Sustituciónde puntosporletras: Papa, Pepa, pipa, popa, pupa.-Gharadas;Perezoso.-Baratija.

Ad \/ertteoeia imporrtante Deseosos de corresponder al creciente favor que el público dispensa á nuestro semanario, desde el día L° del próximo mes de Abril introduciremos en ARAGÓNILUSTRADO reformas y mejoras importantísimas, tanto en la parte artística de la revista, como en la literaria. Seguros estamos de que esos proyectos y mo<iificaciones que daremos á conocer al público en momento oportuno, serán del completo agrado de nuestros favorecedores, puesto que la realización de tales reformas harán de ARAGÓNILUSTRADO el periódico más ameno y barato de cuantos en España se publican. Por ahora nos limitaremos á advertir, que desde el número próximo comenzaremos la publicación de 'Una novela de costumbres aragonesas, titulada:

.escrita expresamente para ARAGÓNILUSTRADO, por ALBERTO

CASAÑAL

SHAKERY.

Esta novela se publicará en forma encuadernable é irá acompañada de ilustraciones originales de varios distinguidísimos artistas aragoneses. Deseamos que

~-

AnEJA \,-

sea bien acogida por los lectores de la revista, pues nuestra única aspiración es satisfacer á medida de nuestras fuerzas, los deseos del público que nos favorece y nos distingue. LA REDACCION.

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._-----_._'-----------------------


JEROG~¡FICOS

COMPRIMIDOS

~

~ESRliROO Por J. Rodríguez.

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Roma 1 35 1 37 1 39

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CHARADAS PRIMERATRES en la calle, y es un pronombre la DOS, v mi TODO, si lo buscas io hallarás en ArHgén.

PRLiHA TERCERA

PRIMERA

en la SEGUNDAllallaras. PRHilA DOS CUATRO lo mismo, y al TODOle pasa igual. En la PRIMADOSTERCERA de la PIUl\lERA con DOS, comiendo

encontrabase

TERCIA

SEGU:r\DA

Leonor.

El 'IODO de esta charada es, aunque parezca extraño, una PRiMERA SEGUNDA bastan te TERCERACUATRO.

~IISCELANEAS I;n individuo va a arrojarse por el ,iaducto, y un municipal exclama al verle: -,Desdichado! ¿qué 'VI, V. a hacer'? -No tengo un céntin1o. ~¿Pero no tiene V. parientes? -Sí, señor, soy casado y mi mu':'

jer es rica. -Entonces ella.

váyase V. á vivir con

-Muchas gracias,

111i

-¡Qué se habra hecho ese chico, dice una. -¡Qué habra sido de él! replica otra. -Señoras, dice una señora «sabia» de esas que abundan en todaspartes, yo sé lo que ha sido de esehombre. -¿De veras? exclaman todas. =Si, ¡pero es un secreto que no· debe publicarse todavía. A Pepitole han ({crucificado,) -¿Eh? -¿Cómo? ~Sí, le han otorgado la cruz de· Isabel la Católica.

desespera-

cion no llega hasta ese punto. En nna tertulia. Laméntanse varias señoras de la ausencia de Pepito, el nido mima¡lo de la reunión.

----~

CORRESPONDENCIA

PAR'fICU~AR,

S. D. M. L.-Madrid.-No es usted quien debe darme las gracIas, sinoyo a v. por el favor que me concede distinguiéndome con. su colaboración. El soneto es muy bonitoy para él no he llallado ilustración más adecuada que la que lleva y que deseo sea de su agrado. Le escribiré en cuanto ;me sea posible. Sr. D. F. de la C,-Siento mucho· no poder complacerle, por el hecho de ser V. joven y aficionado. Pero son IUUY malit.os esos «cantares.» Sr. D. A. S.-Ira el "Cuento de dos siglos há" si Dios me da salud. Sr. D. M. S.-Badajoz.-Va usted a pasar mas trabajos para :Ilegal' por ese camino a la cumbre de la gloria, que los que ha pasado Silvela para pescar el poder. Sr. D. J. G. L.Me resultan los cantares muy sosos y muy vulgares. Sr. D. A. C. l.-Barcelona.-¡Hombre, para escribir versos no hacefalta reñir con la ortografía! Esos> «(ayes)) con ((h((, parten el alma. Sr. D. L. B.-bJalaga.Su composición ((Un sueno» me ha parecido muy mal. ¡Es usted un malagueüo con muy poquísima s(\1I Sr. D. C. A. T.~Sevilla.Otro escritor en desgracia yeso que es de Andalucía. iRediez y qué poca gracia tiene el cuento que me envía! I;r\ PELAGATOS. ~ Que pierde el tiempo escribiendo unos roman-ces m IIy pedeslres. Sr. D. T.. ~, L.-Guadalajara.Aprovecbaré alguna humoradita. Sr. D, S. C. D.-Madrid.-¿Con que le han pagado á V. en algunos, periédicos cinco duros por sus artículos? Pues hombre me alegraré queo;siga de esa manera. Yo.... no pienso darle á usté ni un perro chico siquiera. Sr. D. M. N. B.-¿Con que versi-tos "A Julia" eh, pillin? ¿Y qué le ha dicho a usted ella? Porque si le dice queson bonitos, cuente usted. que le engaña. Sr. D. D. P.-Toledo.No, no me es usted molesto y complacerle querría pero ¡ayl tiene que ir al cesto pOI' fuerza su poesía.


CUADRO DE GÁRATE

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Aquel famoso campeón que en los juegos olímpicos de Grecia ganaba las carreras llevando un buey encima, que acto seguido mataba al buey de un puñetazo, y que después se lo comía de una sentada, tiene ahora quien le dé quince y falta, sino en ligereza de pies y fuerza de puños, al menos en cuanto á potencia digestiva. y cuenta que si es dificil comerse un buey después de haberle llevado encima y de darle el caéhete -que no siempre es sinónimo de puntilJa,-más meritorio es echárselo al coleto sin tales aparatos, que al fin y al cabo despiertan las ganas de comer. La voracidad de ciertas personas no se comprende sino por la ley de las compensaciones. Así como hay gente que pierde el apetito, hay quien tiene la fortuna de encontrarse en la calle ese apetito que pierden los demás. Personas rumiantes-en lo de tener cuatro estómagos,-gargantas que, como las orográficas, bien podrían llamarse «desfiladeros» y tragaderas que

..-------hacen pensaren el criterio práctico y acomodaticio de las personas dece;7ztesy moralistas al uso ..... tal es la fruta del día. La presente generación viene dispuesta á comerse 'por los pies ó por las agarraderas al baúl mundo en que vivimos. Por eso se ponderan sin duda las «grandes necesidades» de la época presente. Los jóvenes del día llevan todos, como si fueran los diies de moda, el diablo de la duda en pleno cerebro' y el demontre de la solitaria en pleno paquete intestinal. -No hay miedo-le decían á uno de estos jóvenes delgados y voraces-de que usted fallezca de repente. -¿Por qué razón?-preguntaba el aludido con la boca llena. -Porque usted no puede morirse sin comerlo ni beberlo. En la primera edad los preparados de hierro y las


emulsiones de aceite de hígado de bacalao, más tarde la gimnasia higiénica, y ,dSspuésuna cesantía de cuando en cuando, son cosas que sostiene el apetito mientras dura la vida. A algunos les luce 10 que comen, y andan por ahí lustrosos y redondeados como lechones á pleno cebar ó cabal~os engordados con el arsénico. Esto siempre es una satisfacción para losamigos, para la familia y aún para la piopiapersona de los jóvenes de buen año." Otros, en cambio, no hacen honor á la comida y, siempre tiesos y largos, hacen pensar en la frase del filósofo positivista: «El hombre no es nada más que un tubo vertical por donde entran los alimentos de arriba abajo.» Entregarse á la gula es entregarse al peor de los vicios, y no hay nada' más abyecto que la continua vida material de estos modernos «cerdos de Epicuro.» -Pero hombre, tú ¿por qué no estudias? -Porque busco mantener me en todo, y así me mantengo ..... en la ignorancia. -¿No lees historia? ¿No te preocupan nuestras pasadas luchas intestinas? -Me preocupan más las presentes luchas intestinales. -¿N o piensas en los horrores de la guerra europea? -No pienso más que en los horrores de la digestión? " El primer concilio que se celebre en España habrá de pensar en la modificación del Padre nuestro.

Porque en la segunda parte, cuando imploramos «el pan nuestro de cada día,» creen muchos que pedimos poca cosa pidiendo solamente un pan. -Yo creo que moriré de indigestión-me decía un Heliogábalo recién salido de quintas. -¡Ca, hombre! Tragando lo que tú tragas, lo más probable es que mueras de un susto. Vaya una lógica! -De primera fuerza; como que tú acabarás «por tragarte la muerte», no te quepa duda. El espíritu público está por la templanza. Tanner, Succi, Merlatti y otros ayunadores se ganan el pan no probando bocado. En cambio ningún glotón puede explotar COnsu vicio la curiosidad pública. Los manuales de Historia no hablan con elogio de ninguna comilona célebre. y ya veis que ponen por las nubes á la Dieta de Worms, á la Dieta de Ratisbona, á la Dieta de Angsbourg y demás ayunos políticos del siglo XVI. -¿Sabes que me caso?-me decía un glotón la otra tarde. -¿Tú mantener una familia? Parece imposible. -Pues sí; me caso con mi prima hermana. -¿Y con qué cuentas? -Pues ya ves, con la dispensa del Papa y la despensa de mis papás.

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Facultad de Medicina y Ciencias.

LUIS Royo

Y VILLANOVA.


-----Las flores que hay en su tumba de fijo que son amargas, porque desde que nacieron las han regado mis lágrimas.

Nada á mi me pertenece, parque es el alma de Dios, es de la patria mi vida y tuya mi corazón.

Amor con"amor' se 'Paga, dice un refrán muy usado, pero tu á mi me has devuelto en vez de amor, desengaños.

Cuando me muera y' me entierren y venga gente á rezarrrie, desde la-huesa sabré si la que reza es mi madre.

Si me pondría contento al escuchar que me amabas, que me encontré con tu madre y me pareció hasta guapa.

Si á la planta del recuerdo can llanto nO'se le riega, viene -el cierzo del alvida y en un instante la seca.

MARlANO

BERDEJO.

Es más grande que la mar el amar que te prafeso, y mayor ódio á tu madre que la. inmensidad del cielo.

Cometiste -en mi persona rabó con asesinatO', pues me has quitada la vida y el corazón me has robada. ALFREDa

FERRÁNDEZ

ESCRlVÁ.

~ MISCELÁNEAS Quejáranse los vecinos de cierto pueblo al alcalde, de que el cortador rehusaba expender carnes. Llamado éste ante el alcalde, manifestó que nO'lo hacía, porque nO'despachaba en el día la res que mataba, y que para el siguiente se le echaba á perder can el calor que hacía. _ -Eso se puede arreglar perfectamente,-dija el a1calde.-¿Qué es la que usted acastumbra á matar diariamente? -Un buey. -Pues desde hoy mata V. media, y mañana el otra medio. . En los pasillos del Congreso, entre das padres de la patria. -Usted no tiene competencia para criticar mis discursos. ¿Qué sabe de elacuencia un diputada que en toda lo que va de legislatura nO' ha abierto la boca? -Está usted equivacada-replica el atra-Siempre que usted ha hablado he abierta la boca ... para bostezar. . En un examen de anatamía: -¿Cuáles son los últimos dientes que echa el hombre? -Las pm¡tizos. Daña Ruperta se ha casada. en segundas nupcias, y está lacamente enamorada de su- nuevo espasa, Días atrás decía á una de sus amigas: .-iAh! ¡Si mi pabre Carlas que, esté en glaria, re-

sucitara, se consideraría feliz al ver can qué hambre tan encantadar le he reemplazado. Cierto juez. preguntaba á un bandido: as habéis asaciada á esos criminales para consumar tantas rabos? -Mire usté,-repuso el ladrón, por:que no quisO' asociarse á mí ninguna persona' hanrada para el eficia. -¿CómO'

Un caballero sumamente distraído, fué de visita á una casa, y equivocándose de habitacianes, entrÓ en la cocina en vez de entrar en la sala. -¿Está? preguntó á la cocinera, refiriéndase á la dueña de la casa. y le cantestó la daméstica: -Todavía no; le faltan tres vueltas de asadar. Entre padre é hijo: -¿Supango que te habrás lucida en el exámen? -Ya la creo, papá; figúrese usted que los profesares quieren que la repita. Un bahemio se presenta en casa de un banquero, para pedirle socorro. -El señor nO'recibe,-le dice el criado. -No imparta que no reciba, con tal que dé alga, -le dice el bahemia.


El que sirvió de asunto á Pablo Bourget para una de sus más celebradas novelas, no es más que una de esas adivinanzas con que se entretienen los chiquillos, si se le compara con los que de continuo «surgen en el seno» de nuestra sociedad, ora COn el adjetivo de árduos, ora con el mote de pavorosos. Ni las personas más enemigas de meterse en honduras, ni las más creyentes y ajenas á esa «amarga duda» que tanto atormenta á los poetas principiantes (y á quien los lee), ni las que tienen su manera de vivir, y aún de pensar, menos sujeta á cavilaciones, pueden sustraerse á los mil y un problemas que en nuestros días convierten á cada español en un sombrío príncipe de Dinamarca ..... sin principado. (Excepción hecha de los asturianos y los catalanes, que sí lo tienen, y con P mayúscula.) Hoy todo es problema, todo es incertidumbre, todo es enigma, todo es «questión», con su correspondiente «that is te» (<<tazade té», que traducirá Mansí), y si encuentro editor que me pague bien mi trabajo, he de publicar una crónica muy «fin de siglo» que tengo ya pla neada, y que habrá de llevar este título:

¿? (HISTORIA

DEL

SIGLO

XIX)

Algunos infelices que no ven más allá de sus narices, encontrarían más justos y adecuados, en vez de esos signos de interrogación, unos signos de admiración; tan admirable y maravillosa les parece esta sociedad, cuyo mecanismo y tendencias no me inspiran más ademán ni actitud-y téngalo presente el editor de la citada "Historia», por si quiere poner al frente mi retrato-que la actitud y ademán del que se abre de brazos, se encoge de hombros, enarca las cejas, contrae el labio superior y adelanta el inferior. Pero no es cosa de asustar al que leyere haciéndole temer que vaya á meterme en filosofías trasnochadas ó en variaciones cursis sobre la duda metódica y el perpetuo «sólo sé que no sé nada». Trátase solamente de indicar que la única superioridad de la época presente respecto de los tiempos antiguos consiste en la mayor cantidad' de esfinges. Entonces no había más que una, la de Tebas, y ahora salen por docenas á la vuelta de cada esquina, sin que haya medio de darles esquinazo. _ Nadie más despreocupado que yo y menos sujeto á las dudas y zozobras que caracterizan al hombre moderno; y sin embargo, no dió á Hamlet tanto que hacer su famoso «to be or not to be», como á mí este problema indescifrable: -¿Me la haré con una sola hilera de botones? ¿Me la haré con dos? ¿De qué manera me caerá mejor la americana? El mismo Edipo, vencedor de la esfinge clásica, se hubiera declarado vencido ante este enigma; cuanto

menos yo, averiado «enfant du siécle«, que ya traigo el espíritu roído y gastado por otros medrosos y difíciles problernas ..... --¿Se debe ó no se debe pedir con cinco en el baccarrat? -¿Se la cortará ó no se la cortará Guerrita? -¿La forma poética está llamada á desaparecer de la literatura moderna? Misteriosos enigmas que me han puesto á dos dedos del suicidio, y que me hubieran lanzado seguramente «alla partenza che non a ritorno» , si no me hubiese detenido, momentos antes de levantarme la tapa de los sesos, esta nueva duda, todavia más cruel que las que me empujaban á la muerte: -¿Me lo haré de zinc? ¿Me lo haré de hierro galvanido? De una parte, se lee á diario en los periódicos: {(Los féretros de zinc se pudren.» De otra parte se nos advierte con saludable pertinacia: «Los féretros de hierro galvanizado se oxidan y se deshacen. En el extranjero ya no se usan.» Como si dijéramos: -¡Es moda que ya no se lleva! Mucho me hizo sufrir esta fiera vacilación; pero es lo cierto que al cabo me salvó la vida. y una vez resuelto á vivir, me dije: -Pues ¡á divertirme cuanto pueda! Desgraciadamente, lo que llamamos diversiones en este valle de lágrimas no son sino otro manantial de dolorosas dudas, misteriosas incertidumbres y amargos enigmas. Ayer, sin ir más lejos, recibí una carta dándome una cita para el baile de la Asociación de Escritores y Artistas en el Teatro Real. Nada falta en la halagüeña esquelita: ni las señas del capuchón, ni le «mot d' ordre» para rec;onocernos, ni la hora, ni el sitio, ni las palabras dulces de rigor, ni la enigmática X de ordenanza al firmar. Pues bien, al doblar la hoja del pliego amoroso, encontré este membrete en una de las esquinas: ECONOMATO DE LA

PA~~02UIA' DE: MADRID eparlicular

Que en el asunto median faldas, es indudable; pero ¿de qué género? ¡Enigma cruel! ¡Enigma aterrador! MARrANo

DE CA vrA.


-Hola, scñá Baltasara. -Güenos días, Eluteria. -A ver si compru unas coles. que las tengo bien güenas. Ya era hora,de que te viese. -Hé pasau dos días fuera. -Yate, creía á estas horas pasando el puente de América. ¿No t' has muerto?-Cuasi, cuasi. -Vienes con cara de enferma. Tiés la color de un defunto y llevas unas ojeras que ¡ya! iya!-Es que hí estao mala. Gracias á mi resistencia no fuí á parar con mis güesos á la Facultá de Cencias y de Melecina.-Maña ¿y qué cosas han sido esas? -¿Qué? Pues ..... cosas de la vida. -¿De qué vida?-De la perra que hi llevao. Tuve hace noches una pleitina tremenda con los amos.-Se comprende. Ya t' ieía yo Eluteria que güeno es sisar un poco si la' ocasión se presenta, pero tú toas las semanas te embaulabas seis pesetas ..... Por supuesto, no has perdido gran cosa. Has sido muy mega pasando nueve ú diez días en esa casa de fieras, tiniendo tú condiciones pa estar como una princesa

-y

cn la Fonda de Medana sirviendo de camarera. -¡Que quié usté!-Pá rato tienes hasta que eches la miseria d' encima. Habrás pasau hambre. -Más que dos maistros d' escuela. ¿Usté conoce á mis amos? -Como si los conociera. No hay más que véles la pinta. Paecen momias como aquellas qne hallaron los albañiles cuando tiraron la Iglesia de San Dominguito.-El amo no tiene más que cabeza, lo mesmo que los pichones ..... -U las cerillas inglesas. -En cuanto empieza á quitáse la ropa que lleva puesta, solo se ven güesos.-Chica, que te fallea la lengua ..... Eso es metéte en asuntos que no te tocan de cerca ..... -Bien sé yo como me tocan .... -¿Te quiés ir de cocinera con un señor solo?-¿Es viudo? -Lo mesmo que si lo fuera . -Si me conviene servirle . -Bien pué ser que te convenga ..... -Ya hablaremos más despacio. -Corriente; cuando usté quiera -¡Eh! buena mujer. ..-:\1uy buenos. -A ver -¿Qué es lo qué desean? gordos -Tiene usté güevos? como manzanas camuesas ..... -Míralos bien, Rudesindo. -¿Permite usté que los vea? -¡V éalos usté!-¿Son estos? -¡Jesús, parecen almendras! -Los del tió Bailin que tiene el puesto en esa otra acera son mayores y más frescos ¿no te parece, Aniceta? -¿Permite usté que los mire? . -¿Me consiente que los güela? .

-y


-Míralos á la luz.....-Tienen por dentro una cosa negra ..... ¡Será un pichón!-¡O un cabrito!. .... ¡vaya una gracia! Pus sepan que casi tóas las semanas me los mandan de La Puebla. ¡vaya!... ¡PUShombre!. .. Está güeno ... Si no los quieren, los dejan, que ya habrá quien me los compre á cinco riales docena ..... -¡Cinco reales!. ..-¡Vaya un timo! ... -¡Qué horror! ¡Ni que fuesen perlas! -¡Vaya que son los siñores malgastadores de veras! Pues hijo!..... ¡Ní que tratara de arruinarlos! ¿Qué se piensan que mi marido los güevos los encontró en la Ríbera tiraus, con los asperdieios ó regüeltos con las piedras? Sepa usté que las gallinas no los ponen á la juerza, y que aunque les paezca raro me cuesta á mi mantenélas una semana con otra bastante recau de perras ..... que no paso las noches asperando á que ellas quieran ponélos, pá regalálos dimpués á tóo el que se acerca ..... y que el que quiá comer güevos á su gusto y comenencia que los ponga él si es que sabe y si no sabe, que aprenda, que pá enseñar á los tontos s' han inventau las escuelas. y que yo no robo á naide ni un cuarto más de la cuenta. y que el quiá relamése por menos de tres cuadernas, que compre almendras turradas, ú castañas de la vera, ú alcahuetes, ú pilongas, que yo no quió impertinencias ni de mi agüelo ..... Y que mire la siñora ú lo que sea

como habla ..... Y que le pregunte en este instante á quien quieta si la engaño ú no la engaño ..... -Vámonos hija.-¡Qué acémila!. .... -Tienen razón los siñores ..... -¡Ah!. .... ¿Es usted señá Nemesia? .... -Yo soy ¿y qué?-¿Qué? Pus nada Que usté se meta la lengua dende este mesmo momento en el sitio que le quepa ..... -No tengo sitio vacante ni tiempo pa esa tarea ..... -]Por Dios! ¡No griten ustedes! ..... -Vámonos pronto, Aniceta ..... -¡Pe1uchona!-¡Miá quien habla! ..:.. ¡Y hace un mes que no se peina! Y tié en el cuerpo más barro que hay en la orilla del Hüerva ..... -¿Yo?-La mesma.-Deslenguada . -Puerca ...-Ladrona ...- A1parcera . (Se agarran por los cabellos ..... hasta que los guardias llegan; gritos, improperios, ayes, golpes ..... etcétera, etcétera. ALBERTO

y

DlBUJOS

DE IBAl\EZ.

CASAÑAL SHAKERY.


JllIETAJllIÓRFOSIS

(Porlbáñez.)

=

EL PINTOR DE SANTOS ¿Vaya, se acabó! tenía deseos de concluir esfe cuadro. El se'rá mi última obra de género: de género dicen: de mal género, diría yo: chulería y más chulería, gitanos, hampones ..... ¡diablo de escuela! ya me tiene harto. Pues señor, la verdad es que siento la influencia del matrimonio y aun no estoy casado; bien que poco me falta, treinta y seis horas cuando más: ¡cuán feliz voy á ser! Tan buena ....., me quiere tanto .....; ya desde pasado mañana, toda para mí: siempre juntos ... ¡solos!, dicha suprema ..... por ahora: después la mayor alegría será no estar solos; el hijo, ella y yo en una carne, la bendición de Dios, el amor tranquilo. Pero el caso es que la manta de ese gitano, bien mirando es un arlequín: copié el modelo con demasiada fidelidad: no, esto no puede quedar así: ¡por vida de.....! ya estará mi Luisa esperándeme: mal y no tanto, que es poco lo' que hay que retocar, esas franjas azules. Ya, ya está bien! si no les gusta ..... pero ¡bah! les parecerá de perlas; estos días me sale todo á pedir de boca. Ahora voy á dejar las cosas dispuestas para cuando ella y yo vengamos aquí juntos por primera vez: acá el lienzo, ya preparado para la gran obra que he de envíar á esa Exposición. Luisa me servirá de modelo: hasta para eso tiene las mejores cualidades que yo pudiera desear: dolicocéfala, la frente lisa, la nariz fina y recta, los labios delgados, el busto ni aparatoso ni mezquino, tipo griego puro: ¡cuán hermosa estará vestida de Minerva! culpa mía será si no logro la medalla de oro. La tarde vuela, la luz se va: dejemos cada cosa en su sitio: aquí la paleta: ¡qué misterio! en estos montoncicos de color está mi Pólas Ateneo, mi Luisa. En la percha, la blusa de trabajo; aquí mi tiento; aquí mis pinceles lavados, sin restos de viejos colores: aó>í sea mi corazón, limpio como ellos. Adios mi taller de soltero, quédate vestido de fiesta; mañana recibirás á tu señora. Adios, lienzos, colores, pinceles,. cuerpo de mi arte: mañana tendréis alma. ¡Gracias á Dios! Ya estamos solos, Luisa mía, vida mía, mi esposa ..... ¡se me hace tan raro llamarte así! Vaya, tranquilfzate: dame las manos: ¡pero tu estás temblando!; nena mía, no me amargues esta hora tan feliz: no estés inquieta: ¡parece que me tienes miedo! Oye, monina, violencia no es amor: aquí me tienes aguardando una caricia tuya, pero has de hacérmela

tu expontáneamente; así creeré que es sincera, que es cariño, no condescendencia, que la deseas tu como yo la deseo: ¿estás contenta así? ¡Pobre niña mía! Déjame que coja otra vez tus manos: iY son tan bonitas! y ya mías ..... ¿lo deseabas? Acércate más: ¿quieres? Apoya la cabeza sobre mi hombro: ¿quieres que te cierre los ojos? si no te enfadases te daría un beso en cada uno ..... ahora otro en la frente ..... está helada: y las manos también .....; ¡vaya! por eso dicen que manos frías..... Pero, hija mia, ¿qué tienes? ¿á qué esa angustia? ¡no, por Dios, no digas eso! ¡morirte tu ahora, mi esposa, mi bien, vida .....! Mira, aquí descansarás, en nuestra cama: así como estás, vestida; eso pasará al momento: vamos, ten valor, eso no es nada: pero tu te impresionas tanto ..... ¿no oyes? ¡Luisa! ¡Luisa mía! ]Luisa!..... ¡Muerta, Señor, muerta! ¡Mi esposa, mi amor, mi vida .....! ¡Muerta! Ahora ya puedo abrazarte sin temor: ya recibes mis besos sin sobresalto: hace un instante mis caricias cerraban tus ojos: ¡ay! ¿por qué no eres tu quien cierre los mios! Ya estoy otra vez entre vosotros, amigos míos: mis colores, mis pinceles, mis modelos del Antiguo, prometí daros una señora, traer un angel á mi gloria, y ..,.. ya lo véis; vengo yo solo. Y hay que vivir: precipitar el día de vemos es alejado una eternidad: no, yo esperaré, yo esperaré. hoy emprendo el viaje hacia el cielo en donde me aguarda; vosotros me sostendréis en el camino. Ven aquí Santo Borja que no quisiste servir á un señor perecedero, prende mi estudio, sé tu mi guía: y tu su amoroso tocayo de Sales, predicador de la dulce paz de las almas, hazme breve el pasaje de este mundo. Colores de mi paleta, pinceles míos que quedásteis limpios y puros, perdonadme, que no puedo cumplir lo que os prometí; pero no quedaréis defraudados, yo os lo fío. Saldréis gananciosos: el modelo es el mismo, lo traigo en el alma: la figura no será Minerva: ved ya el lienzo tendido a lo largo: la muerte de la esposa virgen sel'virá de modelo al Tránsito de la Virgen Madre; quedaos en mal hora, Eliseo, Parnaso, Olimpo de la celebredad pagana; ya no aspiro á las glorias, sino á la Gloria: ya. no seré sino pintor de Santos. J. MONEV A y PUYOL.


---~--, ~I La niña está enfer'ma; la niña se muere; ni juega, ni canta, ni come, ni bebe, ni sueña despierta, ni soñando, duerme, ni afable, sencilla, cariñosa siempre, escucha esas frases concisas y breves que antes que al oido el viento las lleve, las oyen los ojos y el alma las siente. Todo la molesta, nada la entretiene; todo la incomoga, nada le divierte y sola en su estancia, sola y triste siempre, se pasa los días, las noches, los meses, leyendo novelas, versos y sandeces; y en tanto la madre pregunta impaciente, y el doctor confuso murmura entre dientes, la niña doblando ' su cándida frente, esperando vive y esperando muere, venturas que huyeron, dichas que no vuelven. Ir

La niña está enferma' la niña se muere'; , '

que la ciencia humana pobre y deficiente, no ha podido nunca saber lo que tiene. Todo la molesta, nada la entretiene, todo la incomoda, nada le divierte, y, en fin, que ni versos nínoveras lee~ - - ----~Bien arrebujada entre ricas pieles, que á ratos sujeta con sus manos débiles, pasa su existencia:' contemplando á, veces de la chimenea ' que su Iostro enciende, la llama que al tuero circunda ó envuelve . y el humo que en giros inciertos se pierde. ' ¡También poco á poco, también lentamente devora la llama " de la horrible fiebre á aquel pobn~ tronco, á aquel cuerpo endeble! T ornóse amarilla su faz cual la nieve; dos surcos profundos, dos surco~ aleves estrían su hermosa y cándida frente, y dos cercos hondos pí"Ofundosy verdes circundan sus ojos que casi se pierden en sus n~gras cuencas

poco á poco hundiéndose. entanto la madre pregunta impaciente y el doctor confuso murmura entre dientes, la niña doblando su cándida frente esperando vive y esperando muere, venturas que huyeron dichas que no vuelven.

y

III Ya murió la niña dulce é inocente, que pasó la vida, esta vida aleve leyendo novelas versos y sandeces. Vivió una mañana, contenta y alegre y al caer la tarde inclinó su frente como el pobre lirio que olvidado muere. En el lado izquierdo del pecho aún caliente se le ha hallado oculta la carta siguiente: «Lidia; no te olvides de esto, si, me quieres: color blanco; lema fe y cariño, ¿entiendes? que aunque no nos vimos más que una ó dos veces, nunca he de Qlvidarte. ¡Adios! ¡Hasta siempre!»

,

A.

y ANGUAS

ALCAYDE


U,N···C·ASlNO. ~N TI1USTE ~ ~-----~---..

-

.'

-

(BOCETO

.

..•. -

.' ' - ...•_-

PARA UN:<SAINETE) ..

La acción se des'~n-vuel've <'n 'u'~~'sala m~l. blaa{jlJ.eada )' -¡;Ol' haniila de regulares dimensiones y de ..fQI'lDa..J:ectangu!Pl'. Puerta al foro. A la izquierda, junto á la·pUE'1·la. ufl'lllÍ'u.aja conllgua. (El.agu-ª pued13 ~uprin;l.irse, pOl'(iu~en-o·se ,ha.de.hacCl~·.ljso· ile ;ella· .dqrante l-ª reprr'entación.).:A la dérecha.,?lra. tin.a.jll co.n "',i-no. El vino es ,necesario '(lo~que::(os.personajes·ban· o·e·sostener·eon él lar~os, contmuos y elo'clrenles,.coloqu10s. A.la.Jzq~l,iJ'r.fla; sobre la tinaja.y clava\Ío'en !.¡¡ pared;sé-'-h'lillará-el-regla'menl'O del. casino: dA cuyó reglam.~ntonadre· 'ha de hacer caso, de manera que SI conVIene, puelJ'e lambI.en'Ser S.U-. primido_ La escena estará ¡llumbrada por un farol 'pendiente del techo de la sala y en el· centro <le la mi·sma. Los personajes estarán también «alumbrados» por dentro, con un excelente vino del país. Largos bancos'á derecha é izquie-rda. Sentad.os en el!os y .po, el siguiente orden,.se ha·Uaran .al levnntarse llL telon (llllo.Cerl)o., Agu!\:tín, el tio Calzones, el tio. A1ej.o, HalUlTos ~:o.y .2.0 Y Jlianico,. que al dar principio la' representamon se hallara lu·nlo al proscemo templando una guitafl'a. Varios baturros .ocuparán: los puestos que que~ dan librE'S en los batlcos. Junto al'qUlclo de la puerta se encontrara hasla ellinal d.lll sainete, el Conserje del Casino, eJ1c¡¡.rga(!o de reco= jer la cuota estipulada y exigida á cnda socio.

ESCENA 1 Juanico.

Eitio Alejo. Cerilo ....

(Levantánd<lse

Agustín. Cerzw .. el jarro

ESCENA ,U

Bien cantao está eso. Juttnico. . . El tia Alejo. Juanico ...

con mucha pausa.)

Tia Aleja, ¿vá por mí eso que dice ahora? . Por tú no va ná, ¡miá G],ueeres gaita, Cerllü! (Sentándose) Es que importa sabélo.:... (Riéndose.) jIu! ¡jul..... (A Agustin.) Cuidiao con reirse ni gastar gromas.

CeriZo ..

(Cantando.)

(Acercándose á la tinaja y llenando que habrá junto á ella.) .

Baturro 2.° '. Baturro :f.o.

El tia Alejo,

. ., Contra el frío tiene Tauste en el ivz'erno dos cosás: Pa poda'mananael vino. Pa por la tarde, las mozas: El tia Alejo ..

Baturro r.o .

¡q.ué se va á hacer! Es custidn de carautéres. La cosa, ya sé yo por quién va.· , .,. ¿Por quién? Por el tia' Bragas, que todas 1as no.c·hes·viene y no suelta ni un centímo. . Es que.hay presonas que patán mulas.

la guitarra otra véz.) Gracias. ¿Quién t' ha enseñao esa copla? Denguno. Me la he sacau de la cabeza. El tia Alejo. -¡Recontre! ¡Vaya unas habeNdades que tenís la gente moza! Juanzio. . . . Cáá cual tié las suyas. El tia Calzones Claro; tú, la de cantar la jota '{ y usté tia Alejo..... ' (Bebiendo) yO ..... ¿cuála? El tia Alejo. El tz'dCalzones La de pasase dos horas ú tres, 'sin soltar el jarro y no dejándonos gota de vino, á los que tenemos igual dr~cho que usté _¡porra! pa beber. Tamien yo,M dau , al entrar"fui perra gorda, que no soy como otros, que entran echándolas de présQnas y faltan al reglament0 ' y tia pagan lo que importa. Cerdo. ¿Va eso por mi tia Calzones? Porque yo hipagau. El tia Calzones De sobra comprendes por quién lo digo. No va por tú, que te portas como un siñor. Cerdo. S' agradece la s;omparanza. El tia Calzones Tú tomas por e1lao piar lo que s' había. Eres mu mal pensao. Cerilo ¡Otra! (Templando

DIe H o S y u.S E B 1o Usebio.... El tia Alejo . Usebz·o..

Güenas noches les dé DiQs á tóos los presentes. ¡Hola!..... ¿Tú por aquí? (Entregando

diez céntimos

al Conserje.)

Ahí va mi perra. 7uanico. Qué es eso ¿no vas de 'rOnda? Usebio .. No quió compromisos y an'do desajuntao de la novia ..... Baturro r.o . ¿Por qué? Usebio.... Por cuestión del padre que se empeña en que la Antoña no seapa mí. El tia Alejo. . El tió Bragas tié muchos humos. El tia Calzones Ypoéa' güervenza. Usebio..... Yo se Ías te~go jurás y como me coja . un día, de malas, voy á hacer mondongo á su costa.' (Queriendo contener la risa.) Agustín. iJ u! ¡ju! ¡ju!..... Usebio.. ¿De qué te ríes, mostillo? Agustín. Qué ¿f incomoda que me ría? Usebio'- . Paices tonto. Agustín. Méteme el dedo en la boca, verás si lo soy ú qué., . Usebio .. Te ríes de cualquier cosa. .~..¡{ustín. Porque me da la rz'al.g;l.n~.

~---------------------------~---~----~---~~"


Bl tio Calzones Usebio ...•.

Agora. .--'-- .... voy á echar un trago. V e~ga' la iarra, tia Alejo ..... El tio Alejo. • (Dándosela después de b,eber.) Toma. El tio Calzones. El tia Alejo, no la· suelta ni pa Dios. ' . Agustín ... (Riendo.) ¡Ju! ¡juL..., . -,' ¡Recontra! El #0 Alejo. Porqúe tengo sé. Cá GU¡Ü, bebe,)o que l' acomo.d~.:.;, ipá eso se paga!....: 7uanico. . ¡El que pague.!... Cerilo •. ¿Va eso por mí? ~ Juanz·co. ¡OSÚS qué' mosca d' hombre! Enantes s~ le dijo que no va por usté, porra ..... Güeno es sabéló: Cerilo _ (~iéñdose.) ¡Ju! ¡jq! Agustín. 1 • Cerilo .' . ¿Otra risica? , No es otr:a~ Agustín ... es la mesma,. tia Cerilo. Cerilo .' Me paiü á mi que la .CQsa va á 'terminar esta no~h,e lo mesmo que cuasi todas;

,

novedades. "

(Tratand~ d~ cortar la discusión.)

¿N'o bebes, Usebio?

El Ho Braga's..

(Después de .una pausa duranle la cual hao> permanecido callados todos los personajes.).>

Calladicos estai~

El tio Calzones Usebio.

Na hay ganas de groma. mostilladas 'valemás no abrir la boca.

Cerilo.

(Atío Calzones, muy .e~camado •.)

y pa' decir

¿Vfl'eso por mí, tia Calzones.....?}. Él tia Calzoñes . (¿Se quié usté callar, tia posma?) El ~io Bragas. (Contestando á Usel:iio.) .Entgfi€eS',..dehei te~élatú, cerrada átodas horas. Usebio. g l' abró ná más cuando hay presente alguna prefona .Ínás bestia que·yo ..... CerNo. (MepaiceqUe está diciendo' esas cosas por mí.) . (Riéndose otra vez.) jIu! ¡ju! Íju!....~ Agustin. El ~z'oBragas. (AUsebio.) Es que á ,bestia rio hay quien me gane!' . De sobra:. El tio Ale/o . lo sabemos. Usebio .... L' aventaja toavia su hija, que es tonta. El tio ·Bragas. Es que m' hija ne se peina pa hompres como tú .. ESCENA lÍÍ Si; es moza. Us.ebz·o. que no se peina pa nái(J~;' , DICHOS Y EL TIa BRAGAS porque como es tan senara ' le que~a mu poeo tiempo" (El tit! Bragas entra por el foro, haciendo caso omiso, del .Cónséije fa r~cojerse la roña. q)le le pide la cuota de entrada, y se dirije resuelto á 1'1tinaja del VIDO.) . El tio Bragas. (Echando mano á la fajll') • . ¿Te quiés callar? El tio Bragas. (Entrando.) . Salú y güinas noches. Idem. ' . No· me callo•. (Mialo; El tio Alejo. . (Al tio Calzones.) Debías comer bellota,s.:.•:, ' . El tio Bragas, ya está aquí.) como otros. El #o'Calzones , (Pus lo que impoita Cerilo. (Levantándose muy indignado.) es dispreciarle. Tú, Usébio'" Esa indireuta ten prudencia, pus si 'estoraas si.q ue ha sido por m(, pürra. •.••, ' la czistión con ~ndirectas , ¡JM ¡juL.... ' Agustin. porque, te' niega la novi'a, . ' .. Cerilo . .' (Molestado por la risa ~e Al'(ustín, se dirige a. va á líaber ~quí~una pcúéida' él y le pega. Usebio y el tió BrIlgas siguen,' ·á la que hubo en Zaragoza disputando,) Toma, pa que rías ...:•. .cuando entraron los franchutes Usebio .. ¡Morral!..... ~ con ganas d' armar camorra.) Baturro r.a • (Leva'ntándose también y aumentando el des~ (Que há óido estas frases si~ poder gontener la Agustín. orden creciente, al tratar de calmarlo. ' risa.) Aquí no se estorba ....• ¡Ju! ¡jq! Morros de almú ..... El tio Bragas. Cerilo .. (Me paice que tú' Tia miserias ....~ Usebio .. vas á bailar de cocota Baturro .. Ajuera ese que alborota ..... si sIgues con las risicas.) '.' . Cantando. ., Juanico El tio Bragas. (D'espués de beber.) Pa entrar en Tauste hace falta Mal viho gastais, recontra. llevar navaja y pistola, En el casino d' enfrente, y pa venir al Casino que es de donde 'vengo agora; pagar una perra gorda. lo beben mejor y pagan una perra chica sola .. ,(El tio Bragas que .comprende la alusion qu'e encierra la copla,. El tio Calzones (¡Rediez!..... ¡Le pone de/eutos arremete contra Juanico; Usebio acércase á defender á éste y se agarran los tres. CerHosigue golpeando a Agustín que conti·núa riéndo~ amás de que no le costa . se, y el tio Alejo y el tió Calzones acaban también por tener únasní un centimoJ.....) . palabras que dan por resultado varios golpesl) El tio Alejo. • (Hay que aguantase.) El tio Bragas .... ¿Qué .contais de güeno? ' '. TEJiOf't ~APIOO' El tia Alejo ,_, (Respondiéndole con mucha fria'ldild.) Pocas

y

f

f


ARTE

MODERNO

Cuadro de

mI UE

nos aburríamos

ESCuAVITU

en el café, era in.::ludable,

pero ¿dónde ir que nos aburriéramos menos? allí pasábamos las tardes y las noches, Pepe Medina, estudiante de Ciencias, Julio del Rey, feto de periodista, Manolo Linares, estudiante de Me-

y

dicina y gran amateur del cante flamenco; por la temporada que voy á referirme no cesaba de atormentarnos los oidos con una especie de tanguillo-so.leá que comenzaba cabales, cabales ... y seguia las estrellitas

GÁRATE

del cielo

las cuento y no están cabales ... etcétera. En resumen, éramos siete ú ocho amigos uncidos media vida á la mesa del cafe, con la voluntad prostituída porque se entregaba entera al que la quería arrastrar con la promesa de una diversión cualquiera. Y quise dc.;ligarme muchas veces de

D

aquella esclrtvitud voluntaria, y siempre que lo intentaba, mé alargaba el monstruo su tentátulo inmenso y me sorbía hacia la mesa de ma-mol, hacia el agujero abierto en un rincón de la calle de Alcali, con su intedor de espejos amarillento.;, su a~mósfaa calentucha y pegajosa en la cual flotaba el poI villJ que en el camino del escándalo alzaban al pasa;" nuestras conversaciones. Muchas veces pensé cón rubor que éramos seis ó siete seres inútiles á la sociedad, bestias inconscientes nutridas con el garbanzo de las casas de huéspedes, y el café del chamizo, rumiando chismes de mancebía en la conjunción innoble de nuestrJS instintos _nivelados por el raserc) del vicio; y cuando á la madrugada salíamos del café, sin hablarnos, expulsados casi á escobazas por los mozos, nos mirábamos á la luz de un farol. .. pálidos, soñolientos.-¿A dónde vamos?-cra la pregunta. Se deliberaba. El vicio dormía á lales horas. Unas veces se le hada desperéar con dinero, y cuando éste faltaba, se disolvía nue3trareutliónen cualluier


esquina, como un montón de cucarachas que se espanta y desapárecíamos por callejas obscuras hasta el otro día en que el mismo 'j-gujero del café nos tragai;ra;;'Uodob para vomitamos después. Así es que la llegada de mi amigo de la infancia, Joaquín Turena, cortó aquella monotonía al agitar mil recuerdos dentro de mi alma, con aleteos de alondra.-¡Bien, Joaquinillo, le decía abrazándole con alegría de niño! No te hubiera conocido si no me lo dices., Estás hecho un hombrón. Yo, ya ves, aquí aburrido, siempre en este panteón de espejos turbios, como charcos pegadosá la, pared ... Vamos á dar una vuelta por el Retiro; ya hace tiempo que no voy por allá... ¡bien por Joaquinillo! ... ¡ah... no te dije si querías tomar alguna porquería de estas con que nos envenenan la sangre ... Toma cognac ... ¿no? Anda, vamos entonces. Bajamos por la calle de Alcalá, charlando de cosas que pasaron, de seres que desaparecieron. Yo no dejaba de preguntarle.-¿Y Fulana? ... ¿Qué se hizo de Mengano?... Entramos por el Retiro, subimos el paseo de coches, y llegó por fin la conversación al punto que yo deseaba.-Oye, cuéntame algo de Carmen, ya sabes, mi primer amor. Y al decir esto sentí como aires de monte precipitarse dentro de mi pecho: iba á removerse con la contestación de mi amigo el montón de harapos de mis ilusiones, iba á sacar de entre ellos, el cofrecito de oro donde yo guardaba mis recuerdos benditos de colegial enamorado. Cuando me dijo que Carmen, mi chiquilla, mi novia de pelo suelto y faldita corta, estaba en Madrid y podía verla, surgió el contraste expontáneo y rudo entre mi pasado de inocencia y el presente encanallado, y al pensar en que podía acercarme á la virgen de mis sueños, experimenté el mismo terror que debe sentir el ladrón al extender la mano hacia la custodia que va á robar. -Ahora mismo podemos ir si quieres ... No importa, yo te presento. Además, tú, las conoces. Me haces un favor, mira, porque tengo que visitarlas. iVamos hombre, si estás deseando!... y ella se alegrará... ¡Eh, cochero!. .. Pare ... Desengaño, 9. Primero salió la madre. Me presentó Joaquín y ni sé lo que hablé: no quitaba ojo de la puerta por donde debía aparecer Carmen. ¿Qué me diría? ¿Se sorprenderá? Al fin entró y confieso que en los ocho años transcurridos desde que nos separamos, apenas ví en ella variación. Solo me chocó el cambio de peinado. Se dirigió á mi amigo. -Es V. un informal, le dijo, con su voz encanta-

dora y fingiendo enojo. Le esperamos toda la tarde. Fijóse en mí, é inclinó ligeramente la cabeza.Amigo antiguo, Catmencita; insinuó Joaquín. Carmen Volvió áinclinar la cabeza y me dirigió una sonrisa de mujer bien educada ... pero nada más. Con los ojos pareció pedir á Joaquín antecedentes de mi persona. -Sí... me parece recordar... decía dirigiéndose á mí, á medida que Joaquín la informaba ... Su nombre de V. no me es desconocido ... creo ... V. iba mucho con el hijo del médico ... ¿no?... pues entonces yo le confundo; tengo una memoria fatal; con decirle á usted que el otro día ¡ay qué risa! por supuesto, que mamá tuvo la culpa Y comenzó á contar no sé que cosa de una amiga suya y un gato. Yo no escuchaba. El golpe había sido terrible. Aquella Carmen, mi primer amor, el único consuelo á que me aferraba en mis bascas de tedio, aquella por quien yo defendía aún á las mujeres en las discusiones del café, )TIehabía olvidado completamente, sin concederme el valor del trasto al que después de abandonado se recoje machacado y sucio al cruzar el arroyo! Me ofrecieron la casa que nO pensaba volver á pisar, y á cuestas con el ataud, de mis amores de colegial, subí las escaleras de la casa de huéspedes, cerré mi cuarto por dentro, para llorar á mis anchas, y antes de salir á la calle quemé á la luz del quinqué un rizo pequeño de pelo atado con una cinta descolorida ... -Traes los ojos irritados, me dijo Pepe Medina; alguna curdita para festejar al forastero ¿eh? -Este ha perdido, añadió el periodista, con tono profético. -¡Sí! dije... lo último que me quedaba. Y no mentía. Estuve á punto de ser manumitido por el amor de mi esclavitud de café, y esta esperanza había desaparecido abrasada á la luz de un quinqué en mi cuarto de estudiante pobre ... Me dejé caer en el diván con desaliento de vencido, y ... allí transcurren para mí días y noches tristes, siempre oyendo los mismos chistes insulsos á mis amigos, siempre forcejeando por salir de la hornaguera y hundiéndome más en su infecta masa, siempre zumbándome por los oidos el tanguí'llo-solea de ]'vlanoloLinares. cabales, cabales ... las estrellitas del cielo las cuento y no están cabales ... ANTONIO

TEIXEIRA.


CANTARES

BATURROS

DEL LlERO DE ESTE TÍTULO PRÓXIMO

Á

PURL:CAfiSE

Cuando ha y tierra de por medio no sastiface el querer, que el agua, bebida á morro es como quita la sé. 1\0 hi visto mujer mas juerte que la mujer del alcalde, anoche dió á luz dos críos y ho.y ya estaba por la calle. Prebando un grano, se sabe si es güeno un racimo d' uvas; pa conocer á las hembras no basta con prebar una. Le abrí á mi mujer la puerta y á un pajarico la jaula. El pajáro se jué á escape ¡mi mujer aun está en casa! Bien á principiau su oficio el ordinario de Rueda, no ha hecho más que cuatro viajes, y ya ha: llevau cinco cestas. ALBERro

CASA~AL

SUAkERY


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