buceo en el Mar Rojo Un destino de buceo cerca de España con el que poder disfrutar de los habitantes de los arrecifes, sin perder de vista el "azul" para ver el paso de grandes animales.
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LA RUTA SUR DEL MAR ROJO
Safari
submarino Si sueñas con sumergirte en cristalinos mundos submarinos plagados de corales, peces, cuevas e incluso tiburones, sabrás que uno de los mejores sitios del mundo para hacer realidad tu sueño es el Mar Rojo, en Egipto. Te proponemos ir de safari en las aún más salvajes aguas de la desconocida ruta sur, lejos del bullicio turístico del norte. Un barco sirve de base de operaciones de todas las inmersiones. Te aseguramos que no querrás volver a tierra firme nunca más... TEXTO Y FOTOS: R. ARRANZ. ILUSTRACIÓN: IKI
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Las tres palabras que mejor describen las inmersiones de esta ruta sur son: color, sorpresa y vida. Desde corales blandos hasta pequeños gusanos, pasando por pulpos camuflados e incluso, un dugongo que nos recuerda a las novelas de Julio Verne.
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unque la mayoría del turismo de buceo del mar Rojo se concentra en la zona del golfo de Aqaba y más concretamente, en su centro neurálgico, Sharm El Sheik, lo cierto es que a lo largo de toda la costa egipcia encontramos interesantes puntos de inmersión, lejos del bullicio del norte. Camino del sur, son conocidas ciudades como Hurghada o Port Safaga, pero nosotros hemos elegido Marsa Alam como punto de partida de nuestro viaje de buceo, a más de 650 kilómetros de El Cairo.
DIVING SAFARI Para disfrutar de los arrecifes, las cálidas aguas y la diversidad de especies del mar, lo mejor es realizar un “safari”, ya sabes: te bajas del avión, te montas en el barco y no vuelves a pisar tierra firme hasta el día anterior al vuelo. Es la mejor forma de aprovechar cada día de buceo realizando cuatro inmersiones diarias. La verdad es que dicho de esta manera parece el paraíso, pero todo requiere un esfuerzo. Se toca diana a eso de las seis de la mañana, o incluso antes dependiendo de la inmersión, para entrar en el agua sobre las siete. Después de la primera, hacemos un nutritivo desayuno. Antes de comer, una segunda inmersión cuya hora varía en función de si nos movemos a otro arrecife o no. En los safaris se come pronto, horario inglés, y tienes tiempo para una “minisiesta” antes de la
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ST JOHN´S, BUCEO PERSONALIZADO Es la zona más al sur de nuestro viaje y requiere unas cuantas horas de navegación que suelen hacerse por la noche. Allí puedes encontrar inmersiones para todos los gustos, tranquilas y relajadas observando la vida del arrecife, o más profundas, buscando la corriente y a los tiburones. >Habili Ali es la primera que hicimos. Habili es lo que nosotros llamamos bajo. Es el arrecife sumergido más grande de St John´s. Sus paredes están tapizadas de corales blandos, negros y látigo, incluido un bosque de gorgonias en su parte oeste. Como es frecuente que haya corriente se suele bucear “a la caribeña”. La zódiac te deja a favor de ésta y te recoge allí donde hayas llegado. En este punto realizamos dos buceos. En uno de ellos hicimos la parada de seguridad mientras los delfines pasaban a nuestro lado, y en otro, pudimos ver al esquivo tiburón martillo. tercera inmersión. Siempre hay alguna galletita, té, refresco… para la merienda, ¡hay que coger fuerzas para la última inmersión antes de la cena!, que puede ser nocturna o romántica, entrando al atardecer. Aunque estés cansado, te recomendamos hacer alguna de estas últimas inmersiones, ya que los colores y la vida marina son muy diferentes.
LA RUTA SUR DEL MAR ROJO La ruta sur del mar Rojo es más conocida por las posibilidades de ver grandes animales como los tiburones, aunque eso no descarta que los puedas ver en el norte. Nuestro destino es llegar hasta los arrecifes de St. John’s muy cerca de la frontera con Sudán, sobre el Trópico de Cáncer. Volamos con EgyptAir hasta El Cairo y desde allí, con la misma compañía y en un vuelo doméstico, hasta el aeropuerto internacional de Marsa Alam. La zona de embarque se encuentra a una hora del aeropuerto ya que, aunque se llama igual que la ciudad, está a unos 45 km. Lo que ellos llaman puerto lo será en el futuro, porque por ahora, es un lugar desolador. A pesar de llegar pasada la una de la mañana, allí siempre hay un grupo de niños que te llevan lel equipaje desde el autobús a la zódiac por una propinilla. La llegada al barco es como entrar en casa, eso sí precedida de una charla con las normas básicas de convivencia. De las chanclas y de las zapatillas, olvídate por una semana. Cuando te las vuelves a poner, no sabes ni andar con ellas. Reparto de camarotes y a dormir que mañana empieza lo bueno.El primer buceo, como es costumbre, es de prueba. Ellos lo llaman “check dive” y en realidad se trata de ver las cualidades y capacidades de los buceadores para planificar las inmersiones y adecuarlas al nivel de cada uno. Esta inmersión también nos vale a los buceadores para ajustar el peso, hacerte con el equipo y conocer algunas costumbres locales, como que en el mar Rojo no se usan guantes y no se suele bajar con cuchillo. Por todas estas razones, la primera inmersión suele ser en un sitio fácil, aunque no por ello menos atractivo.
SHA´AB MARSA ALAM Y SHA´AB SHARM Sha´ab es la palabra egipcia que se usa para nombrar arrecifes cuya parte más alta se encuentra a uno o dos metros de la superficie. Aunque estas dos primeras inmersiones están muy cerca de Marsa Alam no hay que despreciarlas. Estos arrecifes están muy bien conservados y la vida marina se desborda. De hecho, si hubiéramos hecho una lista con todas las especies de peces del mar Rojo, hubiéramos tachado casi todas, sirvan como ejemplo el Cofre Amarillo, el Globo Enmascarado, el Pez Cocodrilo, las Barracudas de Cola Amarilla, los Cirujanos Unicornios, el Ballesta Picasso de Arabia o el Titán. Cuando estos últimos están custodiando el nido, se vuelven bastante agresivos. Si te acercas es probable que intenten morderte las aletas, dientes no les faltan.
Tienes que
?
saber
>> Cuándo ir: El mar Rojo es maravilloso en cualquier época, pero está más tranquilo y con mayor visibilidad en verano (de mayo a septiembre), cuando también hace mucho más calor (en tierra pueden alcanzar los 45º). De todas formas, en el barco, el calor no es tan seco como en tierra, y todos los que están preparados para safaris tienen aire acondicionado. >> Cómo llegar: En avión hasta El Cairo y en un vuelo doméstico hasta el aeropuerto internacional de Marsa Alam. Desde allí, en autobús hasta el lugar de embarque. >> Documentación: Pasaporte en vigor con un mínimo de seis meses y visado. No son necesarias vacunas. >> Moneda: En el barco todo está incluido, con excepción de: las cervezas, el buceo con Nitrox, si utilizas una botella mayor de 12 litros, y una tasa de 35 € por el uso y disfrute de algunos arrecifes de la ruta sur. Todo se paga al final del viaje y se pueden utilizar euros. Las propinas para los guías y tripulación también pueden ser en euros. En cuanto a las tiendas, si encuentras alguna en el único día en tierra, admiten euros. >> Qué hacer: Bucear hasta hartarte y si tienes un rato libre y te apetece, snorkel. Llévate algún libro para las horas entre inmersión e inmersión o charla con los compañeros de viaje. Con qué bucear: Dependiendo de la época del año, la temperatura del >> mar oscila entre los 22-23º hasta los 30º. En verano, si quieres, puedes bucear sin neopreno, pero al menos, ponte alguna lycra o un neopreno corto para evitar el roce con el chaleco y con los corales. Si eres friolero con un neopreno de 3 mm tienes más que suficiente en verano. No >> debes perderte: El día de descanso antes de coger el avión, nuestra guía tuvo la idea de llevarnos a la playa frente al arrecife de Abu Dabbab, a mitad de camino entre Marsa Alam y su aeropuerto, para hacer snorkel en busca de un dugongo, un sirenio único en su género. Es un animal pacífico, herbívoro, que se alimenta de algas muy cerca de la costa. En realidad, pasta como las vacas, estando unos 15 minutos entre una inmersión y otra. Nos costó cerca de una hora encontrarlo, pero mereció la pena. >> Tres inmersiones: St John´s Woods (St John´s Reef), Abu Galawa (Fury Shoal) y Elphinstone Reef. >> Dónde alojarse: El barco en el que estuvimos se llamaba “Sea Light”, en habitaciones dobles con baño. A un paso, nunca mejor dicho, del mar. >> Restaurantes: No hay. Nuestro restaurante es la cocina del barco. El cocinero es el que manda y hay que comer lo que hay, un poco de todo: ensaladas, pescado, fruta, pollo y algún que otro postre dulce.
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buceo en el Mar Rojo necesitamos un sitio tranquilo y sin corrientes, un lugar para disfrutar de decenas de gambas tanto bailarinas como boxeadoras, cangrejos, pulpos, holoturias, peces León y la no muy frecuente, pero enorme, estrella de mar Corona de Espinas, una “comecorales” que se alimenta de los pólipos de los corales duros.
FURY SHOAL, FORMACIONES PRODIGIOSAS
Un ermitaño cambiando de casa, un pez León aprovechando la luz de nuestra linterna para cazar, y un gusano Árbol de Navidad que se esconde si te acercas demasiado.
>Abu Bashala fue la siguiente inmersión de nuestra lista. Abu es un conjunto de arrecifes que se une formando caprichosas formas y donde el paisaje adquiere unas dimensiones que impresionan. Es un lugar lleno de recovecos y pasillos, ideal para los que disfrutan con buceos tranquilos y para los que les gusta la fotografía, tanto de macro, como de paisaje, ya que los juegos de luz son espectaculares. Fue el lugar elegido para hacer nuestra primera nocturna del viaje. >Habili Ga´afar es un pequeño bajo de 25 metros de largo por 10 de ancho que se encuentra en medio del mar, expuesto a las corrientes, razón por la que tiene mucha vida. Sus paredes son casi verticales. También lo hemos visto escrito en los mapas, para que no te despistes, de otras formas: Gaafar y Ghafar. En nuestra inmersión bajamos hasta los 40 metros para ir subiendo rodeando esta montaña sumergida mientras observamos sus paredes. Aunque éstas llamen tu atención, no dejes de mirar de vez en cuando al azul, es frecuente ver pasar túnidos. >St John´s Woods es como un acuario gigante, un buen lugar para disfrutar del paisaje, pasando entre “bosques” de coral. La vida en este sitio es asombrosa, cientos de pageles, sargos, fusileros, labios dulces… Todas las especies se mezclan. Destacar una zona donde los corales están repletos de anémonas con sus habituales moradores, los peces Payaso. Para los aficionados a la fotografía, es el lugar para disfrutar del gran angular. >Omm Jara Riib es nuestra despedida de St John´s. Los arrecifes de esta inmersión forman un gran círculo que dejan una laguna en su interior de la que salen y entran pasillos. Es una zona ideal para el gran angular por sus contraluces y, si miras con atención las paredes, puedes ver los pequeños nudibranquios de llamativos colores. Tras esta inmersión, nos dirigimos hacia el norte, al arrecife Fury Shoal, y de camino, una parada antes de llegar al cabo Berenice, en la isla de Mikauwa. Vamos a hacer una nocturna y para ello
*CONSEJO Las botellas que se utilizan en el mar Rojo son de aluminio. Cuando se vacían, tienden a subirte. Además, la salinidad del agua es mayor que en el Cantábrico, Atlántico o Mediterráneo, luego flotamos más. Pero por otro lado, se usa un neopreno más fino o no se usa, así que el primer día tendrás que hacer pruebas para saber exactamente los plomos que necesitas para las inmersiones. Lo normal es que tengas que usar algún kilo más de lo habitual.
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Este arrecife se encuentra al norte del cabo Berenice y también es lugar obligado de parada para realizar varias inmersiones. >Sha´ab Maksur es una lengua de color azulado que cerca de la superficie es un auténtico acuario. Al principio de la inmersión, alcanzamos los 30 metros para intentar ver algún tiburón, sin embargo, no es nuestro día y disfrutamos de una pared llena de vida, mientras echamos de vez en cuando un ojo al azul para no perdernos el paso de túnidos y barracudas. En este mismo lugar, pudimos hacer snorkel con un grupo de delfines. >Sha´ab Claudio es una de las inmersiones más conocidas de este arrecife, un conjunto de pasillos y cuevas con grandes entradas que crean un paisaje alucinante. Allí disfrutarás no solo con las formaciones coralinas y sus colores, sino también con la variedad de especies de arrecife, ¡no falta ninguna! >Abu Galawa es menos conocida que Sha´ab Claudio, pero nosotros la recomendamos sin lugar a dudas. Ellos la llaman “el anfiteatro” y con razón, ya que los corales han creado una forma similar a la de un circo romano gigante, con fondo de arena, por el que no puedes “pasear” sin dejar de maravillarte. La zona está llena de vida: peces Payaso en sus anémonas, bancos de pargos, escórporas, peces León, una variedad impensable de peces Mariposa, Cirujano y Ángel… y para colmo, junto al lugar de amarre, hay un pecio de acero de unos 12 metros de eslora en cuyo interior hay un cardumen de peces cristal.
ANTES DE LLEGAR A ELPHINSTONE REEF Camino de este arrecife, situado entre el aeropuerto y la ciudad de Marsa Alam, hacemos una reflexión sobre lo que hemos hecho hasta el momento, llegando a la conclusión de que la orografía de los arrecifes es espectacular. Es una ruta magnífica para disfrutar de largas inmersiones ya que en la mayoría de ellas no hace falta bajar muchos metros. Antes de llegar a Elphinstone Reef vamos a hacer tres inmersiones más: Farsa Wadi Gemal, Shili Niyal y Sha´ab Abu Dabbab. La mejor de las tres, la tercera. Un lugar donde las formaciones coralinas recuerdan a los órganos de las iglesias y en la que tuvimos la oportunidad de ver cosas tan curiosas como una puesta de un pez Ballesta Titán, una preciosa anémona roja con sus peces Payaso, decenas de gusanos Árbol de Navidad y como colofón, una tortuga que nos acompañó los 10 últimos minutos de inmersión.
EN BUSCA DE TIBURONES Aunque ya habíamos hecho alguna inmersión profunda en busca de tiburones, lo cierto es que Elphinstone por su situación es la que más se presta a ello. Es un arrecife solitario, a nueve kilómetros de la costa, alargado, sometido a las corrientes… vamos el lugar ideal para los tiburones. La zona central se encuentra muy cerca de la superficie del mar tanto que, cuando baja la marea, queda al descubierto. La plataforma sur está a unos 22 metros y la norte llega hasta los 50. Precisamente en esta es donde haremos las dos inmersiones. La secuencia es la siguiente: bajar rápido, sobre todo si hay corriente, hasta situarnos sobre la plataforma; mirar al azul sin perder detalle; y antes de que el ordenador de buceo nos marque parada de descompresión, empezar a subir tranquilamente a refugio de la corriente. En las dos pudimos ver tiburones punta blanca de arrecife y en una de ellas, un oceánico y un gris de arrecife. Tampoco se perdieron la fiesta una tortuga y un pez Napoleón, muy frecuente durante todas las inmersiones. Nuestro viaje se va acabando y como tenemos que desembarcar en Marsa Alam, los dos últimos buceos los hacemos en el arrecife de Sha´ab Marsa Alam, donde hicimos el “check dive” el primer día. Eso sí, el día de descanso antes de coger el avión, disfrutamos haciendo snorkel en Abu Dabbab en busca de un dugongo.
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