# 2 | BA R I D Ó N / RUVITUSO
#2 | BARIDÓN / RUVITUSO
Doble Exposición #2 20 páginas | 18 x 18 cm 1.a edición: diciembre 2019 Fotografías: Rayelen Baridón Texto: Federico Luis Ruvituso Idea, dirección de arte y diseño: Pablo Amadeo Corrección y coordinación editorial: Florencia Mendoza Asesor de fotografía: Martin Patricio Barrios Confección del soporte: Juan Pablo Montero y Fernanda Muñoz Edición: Doble Exposición
Algunas de las fotografías fueron tomadas con una cámara réflex digital y una cámara subacuática; otras, con cámaras estenopeicas con una exposición de un mes.
Doble Exposición es un catálogo de fotografía de la ciudad de La Plata en formato fanzine. Editamos producciones fotográficas individuales bajo el triple concepto de libro muestra, ensayo fotográfico y porfolio.
@doble.exposicion.fanzines doble.exposicionfanzines@gmail.com
Agradezco a mi familia y a mis amigos; a Alejandro Magneres, a Fernanda Dellepiane y a Roberta Valente, que me ayudaron en este camino; a todos los integrantes de este hermoso proyecto y, en especial, a Florencia Mendoza y a Martin Patricio Barrios, por confiar en mĂ para realizar esta publicaciĂłn. Rayelen BaridĂłn
LA FOTOGRAFÍA ES UNA TORMENTA
La fotografía es una tormenta. Fue un rayo cegador que rasgó el cielo y que suscitó el sonido terrible del relámpago y del trueno; una (sino la primera) experiencia estética que nuestros antepasados presenciaron absortos y temerosos. Y fue también ese espectáculo el que trajo los fuegos, misteriosas luces que iluminaban y que consumían los árboles cuando un rayo se aventuraba sobre la tierra. Hace tiempo, cierto pensador puso en palabras una cuestión clave para la historia de las imágenes: la cámara fotográfica se inventó un día a mediados del siglo XIX, mientras que la fotografía existe desde que el mundo es mundo. Para los arcadios ese arte ya susurraba sus dones en el gesto de una mujer que al despedirse de su amante al calor de una luz, trazó la silueta de aquel perfil que no volvería a ver jamás. Ya era, en ese cuento seminal, la luz del fuego —que fue antes la del rayo—, domesticada en la lámpara o
en la antorcha, la que entregaba las condiciones sombrías y cálidas que convirtieron una despedida fugaz en la primera imagenausencia. Una hazaña ingenua y conmovedora capaz de captar el cómplice instante de un abrazo. Desde aquel momento, y por muchos siglos, ese fuego tormentoso nunca dejó de producir imágenes ni de contar historias. Fue de este modo que la tormenta y el rayo regalaron la capacidad de trazar infinitos perfiles en la roca, y tras ellos no tardaron en inventarse otras maneras de capturar la luz. Así, de las telas a los negativos, atentos observadores se detuvieron en algún asunto para congelar la secreta relación entre lo visto y lo experimentado. Quizás sin saberlo, esas cuadras y cámaras hacían imágenes del mundo debiéndole parte de su existencia a la tormenta, al fuego y al rayo, al primer temor venerable, al asombro y al calor.
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La fotografía es una tormenta, pues su forma de crear imágenes comparte con ella la inmediatez de la luz, del sonido y de la ceguera producida por aquello que se revela. Es un acontecimiento fotoeléctrico que une nuestra mirada con el mundo y que antepone esa misma percepción singular a nuestra imposibilidad de conocerlo todo, a través de un fragmento elegido. Así, las fotografías que son fruto de una búsqueda revelan, también, otra intención compartida con el perfil arcadio: la necesidad infinita de apresar por un momento las sutilezas y las posibilidades de la mirada sobre alguna cuestión que había permanecido inadvertida. La geometría espinosa de un cactus que susurra la secreta anatomía del mundo; la poesía difusa y transparente de una telaraña que se construye entre un mar de hojas secas; las gotas delicadas y perfectas del rocío a punto de caer o la aparente inmanencia de los árboles que se extienden imponentes para unir sus ramas con el cielo. Todas ellas son imágenes fragmentarias que, en su diferencia, se parecen a nuestra tormenta
seminal y asombrosa, y con ella a todas las fotografías, a todas las tormentas. Por esta razón, las manos que toman la foto y que suspenden la mirada son siempre reverberantes de otras manos; los ríos congelados o petrificados son memoria de otros que ya fluyeron, y la luz captada, como puesta en acto de la visión, revela las diferencias entre las ciudades y las ruinas, los bosques y los campos, el límite y sus confines. Después de todos estos siglos de penurias, todavía sorprende que sea siempre la luz, de la tormenta, de la lámpara, de la bombilla y del fuego la que sigue sugiriendo los perfiles inadvertidos de las cosas que están en el mundo. Por eso, es al abrigo de estas imágenes realizadas por una atenta observadora cuando la fotografía, ese chaparrón eléctrico que parpadea como el rayo, revela su verdadera condición tormentosa más allá de toda poética genealogía: alumbra, se detiene en silencio y golpea el instante con un clic.
Federico Luis Ruvituso
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Para la confección de este material se utilizó papel bookcel de 80 g y papel vegetal de 90 g. La encuadernación es acaballada y cosida con hilo de poliéster en una máquina recta Sewing Machine Jack Industrial 5550. La impresión se realizó en sistema láser digital, con detalles hechos con sellos de fotopolímeros y tintas al agua. Se utilizó la tipografía Din Next LT Pro. La presente edición consta de 50 ejemplares numerados.
N.°:
Este material se imp rimió en los talleres de
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Rayelen Baridón: Es profesora en Comunicación Audiovisual por la Facultad de Bellas Artes (FBA) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Trabaja como docente en la carrera de Artes Audiovisuales de la FBA, es profesora de Fotografía en el Bachillerato de Bellas Artes y dicta talleres de fotografía en distintos espacios de la ciudad de La Plata. Federico Luis Ruvituso: Es licenciado y profesor en Historia del Arte por la Facultad de Bellas Artes (FBA) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Trabaja en la FBA donde desarrolla tareas de docencia y de investigación sobre temas historiográficos e iconológicos. Se desempeña como curador y como ilustrador independiente.