EL ARTE NUEVO DE HACER LIBROS Ulises Carriรณn
Querido lector. No lea. Ulises Carriรณn, 1973.
Título original: El arte nuevo de hacer libros Autor: Ulises Carrión Fecha original de publicación: mayo de 1974 (Ámsterdam) Serie: Salir cortando 84 páginas | 20 x 20 cm 1.a edición: abril 2020 Idea, dirección de arte, diseño y edición: Pablo Amadeo Asesora editorial: Laura Conde pabloamadeo.editor@gmail.com @pabloamadeo.editor pablo.amadeo.editor
NOTA EDITORIAL Bandeja de entrada Acerca de la serie
“Las armas son necesarias pero naides sabe cuándo; ansina si andás pasiando, y de noche sobre todo, debés llevarlo de modo que al salir, salga cortando”. (La vuelta de Martín Fierro, José Hernández)
“Salir cortando” es una serie abierta que recoge textos programáticos escritos tanto por representantes de las renovaciones estéticas y movimientos artísticos europeos y latinoamericanos, como por emergencias singulares que proponen modos novedosos de pensar el arte. No pretende ser un corpus exhaustivo: la reunión se da por el impacto de su violencia textual. Así como religamos, en la experiencia, una escultura minimalista de Judd o Morris con 5
una enorme obra hiperrealista de Muek, expuestas en las salas contiguas de la memoria, por lo que ellas le han hecho a nuestra percepción, al concepto del espacio, y la relación del propio cuerpo. Un conjunto de fanzines con textos heterogéneos, más o menos contemporáneos, sale así –sin principio cronológico ni numeración–, regido por la impresión de la lectura y sus azares. Contigüidad, no continuidad. Fragmentos, no totalidades. Sensibilidad plástica y sentido poético, antes que razón. La serie es abierta no solo porque está atenta a las irrupciones más actuales del pensamiento programático en el arte, sino también por el modo en que revisita los textos del pasado. Los manifiestos, editoriales de revistas, prefacios, cartas, panfletos, textos murales, poemas u otra expresión literaria que exponen un programa estético, fueron escritos con una finalidad concreta; y los movimientos que los firman, faros, centinelas en la avanzada que ya es historia, una historia preñada. Lo abierto no está entonces en los textos sino en
su afuera, en las tensiones ideológicas y artísticas inscriptas en los fragmentos que preceden los textos centrales de cada ejemplar de la serie. Está en el encuentro de (y con) las piezas de este rompecabezas, siempre incompleto, donde se leen los renovados contactos entre el arte latinoamericano y las corrientes estéticas europeas, sus pasajes y trasplantes. En este mismo sentido operan los itinerarios que propone el diseño del texto en la página: cortar la prosa, de modo que resulte sensible a las interrupciones propias del texto o a los caprichos del ojo. Si cada manifiesto es “la certeza poética de una venida” (Alain Badiou, El siglo, 2005: 172), un modo de intervenir su presente en la proclamación de la autonomía y la libertad estética, en el juego con las formas hasta el límite de la futilidad del lenguaje y el pensamiento. Si sus acciones se dirigieron hacia la destrucción de la ratio occidental, de los museos, de la academia, de la religión, y su impulso vital se eleva desde el asco. Si ampliaron el territorio subjetivo al cuestionar la comodidad con-
formista y el pudor del filisteismo burgués, provocando reacciones adversas en el intento de quebrar las consistencias de los discursos hegemónicos a través del ideario de la revolución social (no sin contradicciones: renovación y vanguardia, no son siempre signos de “progreso” en términos políticos)… Es posible ensayar una aparición diferente de estos escritos –tantas veces publicados en antologías, acompañados por estudios completos y especializados– (y también de textos que no fueron editados como programáticos pero que, no obstante, así han funcionado en las tramas intelectuales desde entonces) en un formato más próximo al panfleto y sus modos de circulación, el programa de mano, la revista: el fanzine. De las tendencias renovadoras y vanguardias artísticas quedan jirones, pero también libros y monumentos. No contentarse, sin embargo, con lo ya hecho. Salir cortando así, con la exasperación de una urgencia caduca que puede aún interpelar sobre qué puede el arte.
Spam Apuntes sobre programas en el arte Las corporaciones que proveen conectividad y producen contenidos para finalmente, y en principio, extraer datos, pretenden expropiarnos hasta la última chispa improbable de valor. Somos acopiadxs en los almacenes de las plataformas, ofertadxs en App Store y vendidxs por efectos de red. Somos escombros digitales, somos spam. Los soberanos de nuestras democracias contemporáneas son los mercados. Estos, y no las personas, han de ser tranquilizados, satisfechos y contentados por las políticas de Estado. Para las masas Cyber Monday, Black Friday, Ahora 12, Precios cuidados. Atisbos de participación económica, créditos y compras pautadas. El consumo se ha transformado en un campo de batalla en el que se disputa la identidad y la supervivencia. Así la especie permanece en la precarización integral de la vida y la proliferación y distribución
de los sentidos comunes reaccionarios: la sujeción del deseo a la reducción plana, binaria: bueno/ malo. Tuitiemos: “Sí, finalmente, somos spam”, ruinas que yacen sobre el litio, sobre el crudo, sobre el agua. Somos el resto atrapado en las negociaciones fronterizas de los procedimientos de exclusión e inclusión de un capitalismo predatorio y autoinmune. Aún así, la historia es más que el libreto de un demiurgo omnipotente. Entonces, en el desierto de lo real, en la sociedad simulada, espectacular, ¿qué puede el arte? Si los lenguajes son incesantemente monetizados, mediatizados, administrados, ¿Importa una pregunta sobre el arte? Si éste supo pensarse a sí mismo adelante, en el tiempo y en el espacio, queriendo ser el primero en llegar al encuentro con el enemigo –creyendo cargar en sus nervios información sobre el porvenir–, fue porque sospechó de su ahora y percibió, antes que otros campos, el hedor del siglo corto y sus esquirlas. El fantasma de las vanguardias retorna hoy a narrar la imposi6
bilidad, pero, a su vez, es un fantasma que nos recorre. ¿Ha dejado acaso de ser un acontecimiento capaz de modificar tanto el pasado como el futuro? Los manifiestos son el espectro de las profecías no cumplidas, un espectro que no cesa de asediarnos. ¿Qué puede el arte, entonces? Apenas sospechar del presente. ¿Pueden acaso las ideas vencidas –aplastadas por los conceptos mayoritarios– sembrar nuevamente la duda? Sólo en el contexto de una historia humana puramente contingente, bajo la soberanía del azar y la necesidad. El arte puede propiciar el estado de lucidez activa, condición para la acción política. Tuitiemos: “Somos spam, podemos ser otra cosa”.
EL ARTE NUEVO DE HACER LIBROS Ulises Carrión
Laura Conde y Pablo Amadeo
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¿ Q U É E S U N L I B R O ?
cada uno de esos e s p a c i o s
momentos.
es percibido en un momento diferente: un libro es tambiĂŠn una secuencia de
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no es es
espacios.
un estuche un saco un soporte una secuencia de
CONTRARIAMENTE A LA OPINIÓN POPULAR
un escritor
NO escribe libros
SÍ escribe textos el que un texto esté contenido en un libro se debe únicamente a la dimensión de dicho texto o, tratándose de varios textos cortos (poemas, por ejemplo), al número de ellos. un texto literario (prosa) contenido en un libro ignora el hecho de que éste es una secuencia e s p a c i o temporal autónoma. una serie de textos más o menos cortos (poemas o no) distribuidos en un libro según cierto orden propio, manifiesta la naturaleza secuen-
la manifiesta, acaso la use. pero no lo incorpora, no la asimila. cial del libro.
12
,
el lenguaje escrito es una secuencia de
s ¡gn0 5
desplegados en el e s p a c i o
,
cuya lectura transcurre en el tiempo.
un libro es una secuencia e s p a c i o - temporal.
de entre los lenguajes
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el literario (prosa y poesía) no es el que mejor se acopla a la naturaleza del libro.
los libros existen originalmente como recipiente de un texto (literario). pero el libro, considerado como una realidad autónoma, puede contener cualquier lenguaje (escrito), no sólo lenguaje literario, e incluso cualquier otro sistema de signos.
un libro
puede ser el recipiente accidental de
un texto
cuya estructura es diferente
del libro: estos son
los libros
de las librerías y bibliotecas.
un libro
puede existir también como una forma autónoma y suficiente en sí misma, incluyendo acaso
un texto
que acentúa, que se integra, a esta forma: aquí empieza
el arte nuevo de hacer libros.
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hacer
un libro es actualizar su ideal secuencia e s p a c i o - temporal x ½ de la creación de una secuencia paralela de
lingüísticos o no. 15
que va del escritor al lector.
La escritura del texto es sólo el primer eslabón de una cadena
en el arte nuevo Asume la responsabilidad del proceso entero.
No se cree responsable del libro real. él escribe el texto. el resto lo hacen los lacayos, los artesanos, los obreros, los otros.
en el arte viejo escribe textos
el escritor
hace libros
P R O S A Y P O E S Í A
en el arte nuevo cada página es diferente; cada página es creada como un elemento individual de una estructura (el libro) en la que tiene una función particular que cumplir.
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las palabras pueden ser diferentes en cada página; pero cada página en tanto que tal, es idéntica a las precedentes y a las que siguen.
el escritor siguió, al escribir su texto, únicamente las leyes secuenciales del lenguaje, que no son las leyes secuenciales del libro.
son iguales.
las páginas
todas
viejo
un libro
en
en el lenguaje hablado y escrito los pronombres sustituyen a los nombres, evitando repeticiones cansadas y superfluas.
en El libro, compuesto de elementos, de
como el lenguaje,
quĂŠ cosa hace el papel de los pronombres evitando repeticiones cansadas y superfluas
este es un problema del arte nuevo, que el viejo no sospecha siquiera. 20
un libro de
500 100 25 o de
y hasta de
p ´ ginas en que todas las páginas son iguales, es un libro aburrido en tanto libro, por más emocionante que pueda ser el contenido de las palabras del texto impreso en las páginas.
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en los libros de poesía, una novela, de un escritor a diferencia de las novelas genial o de un autor infame, —aunque poquísimo—, es un libro donde a veces no todavía hay, y siempre pasa pasa habrá, gente a la cual le algo. nada. gusta leer novelas. también habrá siempre gente a la que le gusta jugar al ajedrez, o contar chismes, o bailar mambo, o comer fresas con crema.
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un libro de poemas contiene tantas
una novela en la que no se usan letras mayúsculas, o que se emplean diferentes tipos de letras, o se intercalan fórmulas químicas, etc., sigue siendo una novela, o sea, un libro aburrido que hace cara de no serlo.
palabras que una novela, pero usa siempre el espacio real, físico, sobre el que ellas aparecen, de un modo más intencionado, más evidente,
porque para transcribir el lenguaje poético sobre el papel es necesario traducir tipográficamente las convenciones propias del lenguaje poético.
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la transcripción de la prosa necesita de poca cosa: de pun tua ción
mayusculas, di ver sos már ge nes.
todas estas convenciones son originalísimas y hermosas invenciones, pero por ser de uso tan cotidiano no reparamos ya en ellas.
la transcripción de la poesía, lenguaje más elaborado, usa signos menos cotidianos. la mera necesidad de crear los signos
apropiados a la transcripción
del lenguaje poético,
nos llama la atención
sobre este hecho tan sencillo:
que escribir un poema sobre un papel
es un acto diferente de escribirlo
en la imaginación.
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la poesía es canto, repiten los poetas.
pero no la cantan.
ellos
la poesía es para decirse en voz alta.
pero no la dicen en voz alta.
la
escriben.
escriben.
el hecho es que la poesía, tal y como se da “naturalmente” en nuestra realidad, es poesía escrita e impresa, no cantada y dicha.
Y con esto la poesía no ha perdido
nada.
ha ganado
eso sí una realidad espacial de la que carecían las tan añoradas poesías cantadas y dichas.
25
E L E S P A C I O
hace años pero muchos años que los poetas han explotado intensiva y eficazmente las posibilidades espaciales de la poesía.
pero sólo la llamada poesía
con cre ta
últimamente
visual
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lo ha declarado abiertamente.
que 1 verso termine a ½ línea, que tenga un margen mayor o menor, o que entre 2 versos haya un espacio
el e s p a c i o
grande
es la
o pequeño, todo esto es explotación del espacio.
de la poesía no cantada.
No es que un texto sea poesía porque utiliza el espacio de un modo determinado, es que la utilización del espacio es un rasgo de la poesía escrita.
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la introducción del e s p a c i o en
(o más bien de la poesía en
es un acontecimiento
e n o r m e de consecuencias literalmente incalculables. una de estas consecuencias es
la poesía concreta y/o visual, cuya aparición no es una extravagancia en la historia de la literatura, sino el desarrollo natural, inevitable, de la realidad espacial que adquirió el lenguaje desde el momento en que se inventó la escritura.
31
)
en el arte
viejo la poesía utiliza el e s p a c i o —aunque vergonzosamente—,
nuevo
y establece una comunicación intersubjetiva.
A su vez, la comunicación intersubjetiva
ocurre en un e s p a c i o abstracto, ideal, impalpable.
que la poesía concret a es sólo 1 caso— la comunicación sigue siendo intersubjetiva, pero se establece en un e s p a c i o concret o , real, físico:
—del
la p ´ gina. 32
libro
es un volumen en el e s p a c i o.
es el terreno real de la comunicaciรณn por la palabra impresa:
1
33
representa una alternativa
la poesía
co n c re ta
a la poesía.
el libro
considerado como secuencia e s p a c i o - temporal
autónoma
ofrece una alternativa a todos los géneros literarios existentes.
e l e s p a c i o
es un elemento de la modifica la impone sus propias leyes a la
la palabra impresa está presa en la materia del libro.
c o m u n i c a c i ó n
34
O 35
&
el arte
viejo supone que la palabra impresa estรก impresa en un e s p a c i o ideal.
nuevo sabe que el libro es un objeto de la realidad exterior, sujeto a condiciones objetivas de percepciรณn, intercambio, consumo, utilizaciรณn, etc.
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la manifestación objetiva del lenguaje puede considerarse en un momento y un espacio aislado: la página; o en una secuencia de espacios y momentos: el libro.
no hay ni habrá ya nueva literatura. habrá tal vez nuevas maneras de comunicar que incluyan al lenguaje o basadas en él. en tanto que medio de comunicación, la literatura será siempre vieja literatura.
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E L L E N G U A J E
el lenguaje trasmite
o sea imágenes mentales. su transmisión parte siempre de una intención: hablamos para transmitir esta y no aquella imagen. el lenguaje de todos los días y el lenguaje del arte viejo tienen esto en común: que ambos son lenguajes intencionados, ambos quieren transmitir determinadas
imágenes mentales.
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en el arte viejo las palabras su sentido
el lenguaje cotidiano toda intención supone un propósito, una utilidad.
son los portadores de la intenciones del autor. Como el sentido de las palabras es indefinible, así es la intención del autor, insondable. el lenguaje del viejo arte es intencional, o utilitario.
es intencional
o sea utilitario sirve para trasmitir ideas y sentimientos...
exponer
para
declarar convencer invocar acusar etc.
ambos lenguajes se diferencian sólo en su forma exterior.
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el lenguaje del arte nuevo es radicalmente diferente del cotidiano. Desatiende las intenciones, la utilidad, y se vuelve sobre se investiga a en busca de de series de que den nacimiento se acoplen se desplieguen
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sĂ mismo
formas a con en
secuencias espacio-temporales.
sarbalap sal
en un nuevo libro
no son portadoras de un mensaje, las mensajeras del alma, la moneda corriente de la comunicaciĂłn. Esas ya las nombrĂł Hamlet, gran lector de libros: palabras, palabras, palabras.
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palabras las
del libro nuevo están allí no para trasmitir ciertas
imágenes mentales con determinada intención.
están allí
para formar,
junto con otros
una secuencia e s p a c i o - temporal que identificamos con el nombre de libro.
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pa a o a labr u je as tor nas. las
del libro nuevo pueden ser del
un escritor del arte nuevo escribe muy p o co
o de plano
NO escribe.
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el libro más hermoso y perfecto del mundo es un libro con las páginas en blanco, como el lenguaje más completo es el que queda más allá de lo que las palabras del hombre pueden decir. todo libro del arte nuevo es una búsqueda de esa absoluta blancura, del mismo modo que todo hablar es una búsqueda del silencio. la intención es la madre de la retórica. las palabras no pueden dejar de significar algo, pero sí pueden ser despojadas de intencionalidad.
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: no refiere a una realidad concreta. u n
intencional es
u n n o
Paradoja:
para poder manifestarse ĂŠl mismo concretamente, el lenguaje necesita esrevlov primero
.
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lenguaje abstracto quiere decir que las palabras no están ligadas a ninguna intención particular; que la palabra
“rosa”
no es ni la
que yo veo, ni la rosa que un personaje más o menos imaginario dice que ve. en el lenguaje abstracto del arte nuevo la palabra “rosa” es la palabra “rosa”. Significa todas las rosas y no significa ninguna.
¿Cómo lograr que una rosa no sea ni la mía ni la suya, sino la de todos, o sea, la de ninguno? poniéndola dentro de una estructura secuencial (por ejemplo un libro), para que deje de ser momentáneamente una rosa y sea, antes que nada, un elemento de esa estructura.
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E S T R U C T U R A S
toda palabra existe siempre como un elemento de una
–una frase, una novela, un telegrama–.
toda palabra forma parte de un
53
54
comprender
algo es
comprender la es
tr uc
tu
ra
de la que
parte
los elementos que
la es
tr uc
tu
ra que ese algo
es.
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56
Quien va a una librerĂa a comprar 10 libros de color
porque ĂŠste armoniza con los otros colores de su sala o por cualquier otra razĂłn, pone en evidencia el hecho irrefutable de que los libros tienen un color.
57
1 en
libro del arte viejo
pa br laas las
por eso él las escoge cuidadosamente.
oveun etra led orbil nu ne ;nóicnetni anugnin netimsart on sarbalap sal otxet nu ramrof arap olós nevris ,orbil led otnemele nu se lauc le ,dadilatot us ne ,etsé se y etimsnart euq le se .rotua led nóicnetni al
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es el
de partida de la actividad creativa en el arte nuevo
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los autores del arte viejo poseen el don del el ingenio del la facilidad del
para los autores del arte nuevo el
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es un enigma, una dificultad, a cuya soluciรณn apunta el libro.
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En el arte nuevo se escribe “te quiero” a sabiendas de que no se sabe lo que esta frase quiere decir. Se escribe esta frase como parte de un texto en el que daría lo mismo escribir “te odio”. Lo importante es que esta frase,
ó
cumpla en tanto que texto una función dentro de la estructura que es el libro.
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en el arte nuevo no se quiere a nadie.
el arte viejo dice que quiere.
en el arte no puede quererse a nadie.
sรณlo en la vida real puede quererse a alguien.
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no es que al arte nuevo carezca de pasiones. todo él es sangre que mana de la
que el lenguaje ha abierto en los hombres. y es también la dicha de poder decir algo con cualquier cosa, con casi nada,
con nada. el arte nuevo
usa cualquier manifestación del lenguaje, ya que el autor no tiene otra intención que la de poner a prueba la capacidad que tiene el lenguaje para querer decir algo. el arte viejo escoge de entre los géneros y formas literarios aquel que mejor cuadre a la intención del autor.
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en el arte
viejo
a u tor
así como en última instancia la intención del
es insondable y el sentido de las palabras es
así la comprensión del lector es,
inefable.
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nuevo
el
mismo constituye la prueba de la comprensión del
le cto r.
L A L E C T U R A
para leer el arte viejo basta conocer el abecedeeefegehacheijotaka
el arte nuevo es preciso aprehender el
eleelleemeeneeĂąeopecu erreeseteuvedobleveequis ygriegazeta.
en tanto que
identificar sus elementos y entender la funciĂłn de ĂŠstos.
71
.
72
en el arte viejo todos los libros se leen de la misma manera.
en el arte nuevo cada libro requiere de una lectura diferente.
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lleva tanto tiempo como leer la primera.
en el arte viejo leer la Ăşltima
Z Ăł
3 3
en el arte nuevo el ritmo de lectura cambia, se
se
74
en el arte nuevo a menudo NO es necesario leer el libro entero. la lectura puede cesar en el momento en que se haya comprendido la estructura total del libro.
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el arte nuevo hace posible una lectura más rápida que la de los cursos de lectura rápida. Hay métodos de lectura rápida porque los métodos de escritura son demasiado lentos.
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el arte nuevo crea condiciones especĂficas de lectura.
el arte viejo ignora la lectura. lo mĂĄs lejos a que el arte viejo ha llegado es a pensar en los lectores, lo cual es ir demasiado lejos.
un libro es percibir secuencialmente su estructura.
el arte nuevo no discrimina lectores; no se dirige a los viciosos de la lectura, ni trata de arrebatarle pĂşblico a la televisiĂłn.
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el arte nuevo apela a la facultad que tienen todos los hombres de entender y crear signos y sistemas de signos.
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