Creyó en el Evangelio

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2. FRASES MARIANAS DEL P. RODRIGO MOLINA, LD 3. HNA. JOSEFINA SERRANO, LD ¡FELIZ TÚ, PORQUE CREÍSTE! (HNA. EULALIA DA SILVA, L.D.) 4. P. JORDI ROCA, LD SACERDOTE Y VÍCTIMA (P. ENRIQUE MIRÓ, L.D.) 5. LA INMACULADA REVELA AL ESPÍRITU SANTO (JEAN FRANÇOIS VILLEPELÉE) 6. JESÚS, AMOR EUCARÍSTICO (STEFFANO Mª MANELLI, O.F.M.) 7. EL MENSAJE DE FÁTIMA (UNIÓN LUMEN DEI) 8. ORACIONES Y PRÁCTICAS. PRONTUARIO DEL CRISTIANO (UNIÓN LUMEN DEI) 9. CREYÓ EN JESÚS (ANA MARÍA CADAVIDHNA. XIMENA ARREDONDO, L.D.)

Creyó en el Evangelio. Primeros Apuntes Biográficos y semblanza Espiritual del P. Rodrigo Molina, Fundador de la Unión Lumen Dei. El Padre Molina... un sacerdote y religioso de extraordinario carisma, que, con su vida, sus enseñanzas y la obra que el Señor le inspiró, la Unión Lumen Dei, nos ha demostrado que sí, que también hoy se puede y se debe imitar a Cristo por el camino del Evangelio. “La talla humana y sacerdotal del Padre Molina fueron verdaderamente impresionantes (... Su dimensión sacerdotal y misionera, su espíritu emprendedor, sus virtudes humanas y cristianas, su visión realista y sobrenatural de la sociedad actual y remedios para su evangelización... Transparentaba en sus palabras un clarísimo sentido de la Providencia; mejor, su fe bien fundada del que sabe y vive “que Dios va por delante de nosotros”. Era como una adoración constante al Señor en todo su ser. Una llama encendida en su presencia. Sé muy bien que se hizo pobre con los pobres. Dio de comer al hambriento y vistió al desnudo. Consoló al triste y repartió el perdón de Dios, el pan del Cielo, y su Palabra, sin quedarse con nada. Como el grano de trigo fue pudriéndose para dar mucho fruto. Sus largas horas ante el Sagrario, centro magnético de su temple sacerdotal, le fueron empapando en la Pascua del Señor. Pobres y sagrario fue el itinerario de su vida, su mandamiento. Bien puede decirse de este instrumento afinado y dócil, de la armonía que consiguió a lo largo de sus años, que el Señor engrandece al pobre y hace maravillas desde manos humildes. ¡Gloria al Señor!” (Del prólogo de D. Ramón del Hoyo López, Obispo de Cuenca)

TESTIMONIO de Autores Católicos Escogidos Calle Maestro Ripoll, 14 28006 Madrid, España Tel.: (34) 91 562 75 43 madrid@testimonio.net

ISBN:84-86866-11-1

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CREYÓ EN EL EVANGELIO

1. PREDICACIONES EUCARÍSTICAS DEL P. RODRIGO MOLINA, LD

PADRE RODRIGO MOLINA

PRÓXIMOS TÍTULOS

P. Enrique Miró Navarro, L.D.

PADRE RODRIGO MOLINA

CREYÓ EN EL EVANGELIO TESTIMONIO de Autores Católicos Escogidos

Fue un sencillo sacerdote que arrebatado por el amor divino, absorbido por el Absoluto, se desgastó sin cálculos humanos en su amor y celo por la máxima gloria de Dios y el bien del hermano necesitado. Un hombre incondicional a todas las exigencias de la voluntad de Dios. Un apóstol no menos contemplativo que activo. Levanta capillas, centros de espiritualidad. . Promueve tenazmente la Adoración Perpetua a Jesús Sacramentado, y la devoción a la Santísima Virgen María. Asume parroquias, funda guarderías, colegios, talleres, comedores benéficos y centros de salud. Crea estudios y emisoras de radio, televisión, imprentas, librerías, la Editorial TESTIMONIO... En fin, todo aquello que sea instrumento apto para el desarrollo integral del hombre, en su camino ascendente hacia Dios.


Agradecimiento A Nuestra Señora del Encuentro con Dios, Patrona príncipe de la Unión Lumen Dei, que con su amorosa y maternal Providencia ha hecho posible la publicación de estas páginas para gloria de su Divino Hijo y salvación de muchas almas. A Ella se la dedicamos como un homenaje y se la confiamos como instrumento para llevarnos a todos al encuentro con Dios. Omnis Terra Gloria Dei



P. Enrique Miró Navarro, L.D.

CREYÓ EN EL EVANGELIO VIDA DEL

P. Rodrigo Molina PRIMEROS APUNTES BIOGRÁFICOS Y SEMBLANZA ESPIRITUAL DEL FUNDADOR DE LA UNIÓN LUMEN DEI


PRIMERA PARTE

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CAPÍTULO VI

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Prodesa: Cuna de la Obra del Padre Desde su primera gira por los Andes, el escenario del altiplano cuzqueño presenta a los ojos penetrantes y agudos del Padre Molina el drama que ya hemos descrito. Episodios trágicos por el abandono en todos los campos del campesino quechua: religioso, alimenticio, educativo, sanitario, promocio-nal... Pero el Padre es positivo. Ve en tanta miseria el terreno propicio que buscaba para su ideal. Para la obra que el Señor le pide. Pero ¿cómo llevarla a cabo si está solo? El Padre siente por ello la necesidad de formar asociación. Ya el 27 de enero de 1967, al mes de su llegada, escribía a su hermano Gaspar: «No noto diferencia respecto a España: lo que hace el lenguaje. Pero sí la noto en lo muy abonado que está el ambiente para hacer buenos negocios en todos los órdenes. Sólo se requiere gente con iniciativa y esa capacidad que se llama gerencia. Estoy trazando un plan en el que entran varias obras sociales. Pero no se podrán emprender si antes no se consiguen los equipos dispuestos al trabajo. En la agricultura y en la industria existen extensos campos de acción». 85


Surge así, el 10 de julio de 1967, el primer esbozo legislativo: «El Ideal PRODESA». El fin de la Asociación aparece ya claramente reflejado: «El ideal específico es el siguiente: Realizar el programa de Jesús en el mundo del trabajo... Nos es necesario un equipo de hombres que se consagren a realizar este programa de Jesús para toda la vida y que se vinculen con un compromiso moral que robustezca y dé unión y eficiencia a esa voluntad de consagración...». Aunque la aprobación eclesiástica solemne y definitiva vendría algunos años después, el Padre Molina cuenta con el apoyo y la bendición de Monseñor Durand desde el principio. En 1967 comienza a predicar su «Ideal PRODESA» en diferentes iglesias del Cuzco. Quiere suscitar colaboradores. Los que lo conocieron en este tiempo recuerdan su predicación vibrante, llena de fuerza. Invitaba a sus oyentes a comprometerse. A que lo ayudaran en una obra que sacara de la postración a tantísimos hermanos. Hablaba de hacer escuelas, talleres, hospitales, obras de promoción social. Quería una asociación no de simple beneficencia, sino de desarrollo y promoción. No se trataba simplemente de dar el pescado, que también había que hacerlo, sino de enseñar a pescar. Hacer al hombre agente de su propio desarrollo. Tal programa parecía a muchos audaz, utópico. Sus proyectos no se limitaban a atender un área determinada y concreta. Abarcaba mucho, prácticamente todos los campos afectados por la pobreza: sanitario, educativo, asistencial, de promoción agrícola y ganadera. ¿No se trataría de un soñador? ¿Cómo iba a poder ejecutar todo eso? ¿Cómo realizaría una empresa de tan amplio y variado alcance sin estar provisto nada más que de fe y confianza en la Providencia divina? ¿Con qué medios contaba para hacer tantas cosas? ¿No era temerario? Creer en el Padre Molina en estos primeros tiempos, sobre todo, suponía un riesgo; un peligro para los prudentes y los 86


instalados: y se protegieron de él. Pero el Padre no se arredró. La obra era de Dios, no suya. Nunca le preocupó ni menos aún le frenó el juicio de los hombres. Una vez convencido de que Dios quería algo -y obtenida la aprobación de sus Superiores-, no había quien lo detuviera. Primera Sede El Padre recorre el Cuzco. Busca un lugar donde instalar la primera oficina PRODESA. Toca infinidad de puertas. Nada. No encuentra acogida. Sigue buscando. No se cansa. Y así un día y otro. Cierto día, en la calle Nueva Baja, llega a una casa muy amplia. De estilo colonial. Le atiende una señora de edad. La llaman Rosita. D.ª Rosa Paredes, viuda de Araujo. Es la propietaria. El Padre le expone su proyecto. Ella lo escucha con atención. Es una mujer buena, muy piadosa. ¡Cómo quisiera ayudarlo! ¡Si ella pudiera!... Pero imposible. No hay nada que hacer. Todo está completamente ocupado. En cada habitación se aloja prácticamente una familia. Excepto el pasillo, todos los rincones están invadidos. Al Padre se le ilumina el rostro: «¿Dice que el pasillo está libre? Me bastaría con eso para empezar». Y en un pasillo instala su oficina PRODESA. Esta fue la cuna de LUMEN DEI. «… y lo reclinó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada»125. Siempre fue norma del Padre Molina el no detenerse ante las dificultades. No había que preparar primero la infraestructura, esperar a poseer los medios económicos, contar siquiera con las personas. Había que lanzarse. ¡Comenzar! Que la criatura naciera... ya vendría lo demás. Así procedió siempre y… ¡Cuántas criaturas nacieron! Sabía que la confianza absoluta en Dios lo comprometía. Así lo ha querido el Señor. Cuando el Padre Molina predique y comente la parábola de la semilla in125

Lc 2, 7.

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significante, que crece y se hace un árbol frondoso donde vienen los pajarillos del cielo a cobijarse, tendrá especial fuerza persuasiva, porque sus palabras tan elocuentes, tan profundas irán acompañadas del testimonio de su propia experiencia. Su vida será siempre su mejor predicación. Aquel pasillo dio paso posteriormente a dos habitaciones. En una de ellas el Padre instalará la capilla. Luego, poco a poco, toda la casa quedará a disposición de la Obra, convirtiéndose en residencia de los primeros matrimonios y hasta en un internado de chicos. El Padre ya ha formado un pequeño grupo de colabora-dores. Sabemos los nombres de algunos: además de D.ª Rosita que ha quedado cautivada por el Padre- su hijo, David Araujo, D.ª Elena Rodríguez -la secretaria-, D.ª Ildaura y su hija, las Srtas. Oroz y el Sr. Sequeiros. Viaja a España Pero el volumen de la obra que el Padre proyecta requiere medios y personas que no encuentra en el Cuzco. En el verano de 1967 viaja a España con el objetivo de hacer propaganda del «Ideal PRODESA». Quiere conseguir ayudas, pero sobre todo personas, técnicos… Predica en varias ciudades: Madrid, Barcelona, Murcia, San Sebastián… En todas va formando grupos de colaboradores que serán conocidos como Prodesistas y que se dedican, a su vez, a buscar ayudas. «Rodrigo me pidió que le buscara una parroquia para ir a predicar en Algorta126, que era donde yo vivía. Se la conseguí en mi parroquia, San Nicolás de Bari. El párroco era D. Luis Echenique. Fue para allá y estuvo un par de días en mi casa. Mi esposa dijo que no se había acostado en la cama. Dormiría arrodillado y echado sobre el asiento... esa fue la consecuencia que sacó Elena. La cosa es que predicó allí, sin concesiones a la galería para nada. Yo creo que quedó muy contento porque 126

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Pueblo de la provincia de Vizcaya.


me pidió otra parroquia y entonces se la buscamos en uno de los barrios aquellos de las Arenas. Allí predicó otra vez sin concesiones a la galería: es decir, la cuestión era bastante clara. Si se era católico, había que ayudar y dejarse de historias...»127. «Una vez que vino del Cuzco con Monseñor Durand, se hospedaron en casa de mi hermana Camila. Ella le preparó al Padre Molina la habitación excelentemente. Le sacó ropa de hilo y le preparó una cama espléndida. Pero al día siguiente, como encontró la cama intacta, sospechó que durmió en el suelo»128. Primeros misioneros Un día de verano de 1967, predica en una iglesia de San Sebastián. Finalizada la conferencia, anuncia que estará en la sacristía para atender a aquellos que estuvieran interesados. Y he aquí que se presenta una pareja de jóvenes. Son novios y piensan casarse pronto. Están impresionados por lo que han escuchado y quieren ayudar al Padre. Le prometen irse al Cuzco nada más casarse. José Cruz Vicente Letamendía y Rosa María Urra son sus nombres. Sin saberlo serán los primeros misioneros y los cimientos de la Obra del Padre. Su generosidad llena de alegría al Padre Molina. En José Cruz se da cuenta que ha encontrado a la persona que necesitaba. Él es muy inteligente. Posee grandes cualidades humanas y sobrenaturales. Rosa María lo secunda en todo. Ya en Perú -llegaban el 10 de febrero de 1968- tendrán dos hijos y adoptarán una niña cuzqueña. Bien pronto, José Cruz se gana la simpatía de todos por su gran bondad. Se entrega incondicionalmente a Jesús a través de esta Obra. Llega a un grado de unión e identificación con el Testimonio de D. Fernando Canga Rodríguez, primo hermano del P. Molina. 128 Testimonio de Dña. Carlota Canga Rodríguez. 127

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Crucificado sorprendente. Mucho tiene que sufrir, pero mantiene su inquebrantable fidelidad. El 21 de mayo de 1970 le escribía al Padre Molina: «Reitero mi inquebrantable desprendimiento por la creación de esta Institución seglar religiosa y mi propósito de seguir aplicado hasta la lucha según el querer de Cristo. Que sólo Él y nada más que Él guíe mis torpes pasos. Nada soy y en nada cabalgo, sólo deseo andar en Cristo y ser para Cristo». Y el 1 de julio de este mismo año: «Tenemos que hacer algo extraordinario. Cristo no se pasó en mediocridades, sino todo lo contrario. Es de absoluta necesidad ser santos porque si no, es imposible hacer algo, pero también es imprescindible ser técnicos para impregnar los evangelios en la práctica. Si no hacemos esto, no cumplimos el mandato de Cristo». Había asimilado por completo el espíritu del Padre. Por último, citemos la carta que le enviaba el 1 de agosto de 1970. «Este mes pienso mucho en los votos de pobreza, castidad y obediencia y no hallo ningún inconveniente en ellos para cumplirlos… Indudablemente nos hemos entregado en LUMEN DEI por bendición de Dios y ya no es posible echarse atrás; más aún, debemos avanzar más. Mi vida espiritual, aunque floja este mes, puede dar mucho más... Mucho hemos sufrido y es necesario seguir sufriendo para alcanzar la meta deseada. Pienso que necesito mucho al Señor y no deseo perderlo por nada del mundo». El 17 de diciembre de 1967, de regreso en Cuzco, escribía el Padre Molina a su hermano Juan Jesús: «Gracias al Señor la obra, para cuya propaganda viajé a España, va progresando. El 14 llegó al Cuzco el primer español prodesista 129. El nombre de la obra es PRODESA (Promotora de Desarrollo). Hasta febrero vendrán otros cinco más. Si encuentro plata,130 volveré a España esta próxima primavera para afianzar lo adquirido y extender la campaña a otras regiones. Las obras que ya están funcionando -o empezarán a funcionar pronto- son una Cooperativa de ahorro y crédito, una oficina 129 130

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Este primer «prodesista» de quien habla el Padre no perseveró. Plata: Americanismo que quiere decir: dinero.


de comercialización, una hacienda de más de 85.000 hectáreas y un taller del mecanizado del acero». Primera escuela profesional La llegada del Sr. Vicente Letamendía al Cuzco, el 10 de febrero de 1968, coincide con los inicios del primer taller-escuela. El Padre Molina quiere promocionar a los jóvenes cuzqueños como excelentes técnicos. La educación profesional, pero también la primaria y superior, será para el Padre instrumento clave para el desarrollo integral del Cuzco y de sus Comunidades. Con esta enseñanza de tipo medio, preparará a los jóvenes para el acceso a la universidad -a la que también aspira- o les hará diestros en una profesión determinada que les permita abrirse paso en la vida y formar en el futuro una familia. Más aún: no faltarán en estas escuelas-talleres, ya desde los comienzos, pequeñas fábricas anexas, en las que los alumnos se estimulen haciendo sus productos y maquinarias. Ya titulados, encontrarán aquí su primer trabajo hasta dar con un medio de vida estable y definitivo. Este primer taller-escuela, a cargo de José Cruz, está situado en la calle Belén. Nombre, sin duda, sugestivo, que nos evoca el nacimiento del Señor en humildad y pobreza. Del mismo modo comenzaría esta obra y todas las demás del Padre. El 22 de febrero de 1970 se procedía a la instalación de la primera piedra para el local definitivo de la escuela profesional y técnica. Asistieron el Sr. Nuncio, Monseñor Durand, Arzobispo del Cuzco, el Padre Molina, los Letamendía, «Prodesistas» y amigos. Al principio se llamó a estos talleres «Sequeiros-Letamendía». Posteriormente, al retirarse el Sr. Sequeiros, Factorías Prodesa. Más tarde, volverían a cambiar de nombre por el definitivo -todavía continúa- de «Cristo Rey»131. Estos talleres escuelas, que comenzaron con la figura de «Taller de capacitación técnica», pasaron luego a tener el rango de «Centro de Educación Ocupacional» y, por último, el actual de «Instituto Superior Tecnológico». 131

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Evolución de Prodesa Entre tanto, «El Ideal PRODESA», definiéndose cada vez más, adopta nuevas formas civiles y eclesiásticas. El 16 de abril de 1969 se firma, en Cuzco, la escritura civil de constitución de la «Asociación Benéfico-Cristiana Promotora de Desarrollo A.B.C. PRODESA». En ella se le reconoce al Excmo. y Rdmo. Sr. Mons. Ricardo Durand Flórez, Arzobispo del Cuzco, como miembro protector y al Rvdo. Padre Rodrigo Molina como miembro gestor, fundador y asesor espiritual de A.B.C. PRODESA. Veamos algunos puntos nucleicos de estos Estatutos redactados por el Padre: «Art. 4: El objeto de ABC PRODESA es promover el desarrollo integral del hombre y promoverlo exclusivamente según los principios contenidos en el Evangelio de Jesús... Art. 7: Para ser asociado se requiere poseer las siguientes condiciones: ... b) Aceptar la Carta Magna del Ideal Prodesa y prometer cumplirla con fidelidad bajo juramento solemne. c) Ser persona que en su vida particular y pública acate y cumpla íntegramente la doctrina ético moral cristiana, es decir, todo cuanto ha sido preceptuado por Dios y su Iglesia. d) Desterrar de sus móviles de acción el lucro o el ánimo de lucro y aceptar como norma básica e insustituible en todo su proceder, así privado como público, el espíritu de pobreza, castidad según su estado y obediencia». Fue suscrita por nueve miembros en Cuzco. A principios de mayo de 1970 se les adhieren con juramento solemne seis miembros en Madrid. La «Carta Magna del Ideal PRODESA», a que se alude en estos Estatutos, fue aprobada por Mons. Durand a finales de 1970. Pero antes de pasar al trascendente año 1971, en el que aparecería por vez primera LUMEN DEI y A.B.C. PRODEIN sustituyendo a A.B.C. PRODESA, varios sucesos, asimismo significativos, acontecieron aún en 1970. 92


Conoce a Josefina El Padre Molina, desde su llegada al Perú, divide su tiempo entre España y el Cuzco. Predica en parroquias de diversas ciudades, da tandas de Ejercicios Espirituales que anuncia con un lema más o menos así: «¿Has sentido el impulso de la Populorum progressio? ¿Quieres colaborar con nosotros? Somos un grupo de seglares que estamos trabajando en el Altiplano Andino, en Cuzco, Perú». Llegó, incluso, a anunciar-se por Televisión Española. Así, en mayo de 1970, atraída por este mensaje, realiza Ejercicios con el Padre una joven maestra de Cuenca: Josefina Serrano García. Desde ese momento sus vidas quedarán unidas para siempre. Si el Padre Molina, como es lógico, es el máximo exponente del sector sacerdotal de su obra -sector sacerdotal que aún no existía- y José Cruz Vicente Letamendía lo es del sector laico-matrimonial -que en esta época es el único existente- Josefina, que por el momento es un miembro laico como todos los demás, será con los años para el Padre la piedra angular que servirá de cimiento al sector de las Hermanas consagradas de la Unión Lumen Dei132. Josefina, joven de 22 años, pide excedencia en su trabajo y en julio se incorpora a la casa de los «Prodesistas» de Madrid. Este piso, situado en el no 32 de la calle Comandante Zorita, fue prestado incondicionalmente al Padre por la gran bienhechora D.ª Carmen Cuervo. En él instala una Capilla y su primera oficina PRODESA en España.

Con el tiempo, Josefina Serrano -llamada ya, Hna. Josefina- será con el Padre la cofundadora y Primera Presidente General Adjunto del Sector Femenino de la Unión Lumen Dei. Falleció colmada de virtudes, y en especial de humilde sencillez y filial conformidad en el cumplimiento de la voluntad divina, el 5 de octubre de 1999. 132

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El D铆a de su Primera Comuni贸n


Alumno interno en CurĂ­a (Portugal). A los trece aĂąos


Consagraci贸n presbiteral y Primera Santa Misa


Visita las comunidades andinas

Colaboradores de Espa単a


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