Reportaje
Haydeé Oberreuter fue prisionera en cárcel naval
“La Armada me torturó hasta hacerme perder a mi hijo” LUIS HIDALGO
Quizás en ningún otro momento de su vida una mujer precisa más cuidados y cariño que cuando está embarazada. No hay cultura que no procure proteger a las mujeres durante la gestación. Sin embargo, según revela el Informe Valech, al menos 290 mujeres chilenas recibieron castigos indecibles de manos de hombres que desataron sobre ellas una furia profunda, un odio casi ancestral, incomprensible. En estas entrevistas exclusivas, Plan B entrega el testimonio de dos de ellas, que se forzaron a recordar lo que quisieran olvidar, para que sus experiencias sean registradas por la historia.
H POR
Alejandra Matus cartas@plan-b.cl
aydeé Oberreuter hacía fila en un pequeño supermercado de playa hace unos años, cuando le ocurrió algo perturbador. El aroma del hombre que la precedía en la fila, una mezcla de piel y perfume, despertó en ella pesadillas que la mayoría de las personas no se atreven siquiera a soñar. Fuera de sí, se le abalanzó por la espalda: “¡Criminal!, ¡Mírame ahora, mírame!”, le gritaba mientras lo zarandeaba y reconocía el cuerpo, el tamaño, la presencia de su torturador. El hombre estaba con su esposa y la miraba en silencio, aterrado. Haydeé sintió el reproche de los demás clientes del minimarket y titubeó. El hombre aprovechó ese momento para salir y subirse a su auto. Haydeé lo siguió. En el parabrisas vio una placa: “Armada de Chile”. En vano rasguñó la tierra solidificada para lanzársela sobre el auto. Cuando el vehículo partía, vio que desde el vidrio trasero la miraban dos niñitas. Entonces se arrepintió. Esta mujer de 51 años entregó su testimonio ante la Comisión Valech, pero incluso ahí prefirió
no hablar sobre el hijo que perdió mientras la torturaban en una cárcel naval. Pero ahora siente que ha llegado la hora de contarlo, y de decir también que su madre y su hija, de entonces poco más de un año, también fueron secuestradas y vejadas por los oficiales de la Marina. UNA REINA En septiembre de 1973, Haydeé Oberreuter tenía 19 años y vivía en Viña del Mar. Su madre,
Haydeé Umazabal, dependienta en una tienda, se había esforzado por darle lo mejor y por eso Haydeé estudió con las monjas y inglesas y francesas y después entró a la universidad a estudiar Historia. Como una joven de clase media de su época, Haydeé tenía muchos amigos oficiales de la armada. Se vestía a la moda y hasta fue elegida reina de belleza. Pero Haydeé también quería cambiar el mundo. Era militante y dirigente universitaria. En Jueves 2 de diciembre de 2004
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