¡Queridos Magos!, creo que ha llegado el momento de que pongáis en práctica vuestros poderes. Somos unas gentes humildes que necesitamos de Vuestras Majestades. Hemos de conseguir que algunas personas iguales que nosotr@s comprendan que se está cometiendo un error, una injusticia, un malentendido, estábamos trabajando muy precariamente por nuestros colegios, y de un plumazo nos han retirado este quehacer. Yo pienso, que aun no han tenido tiempo de pararse a pensar lo que han hecho, de ver cuales son los valores que deben primar en esta sociedad que nos arrastra a la injusticia, que no han oído lo que ocurre a su alrededor. Es por ello por lo que me dirijo a V.M. con el fin de que de que ese día tan precioso en el que bajáis a lo terrenal, traigáis un buen truco, con el que poder cambiar esas formas, esos actos, esos valores, esas injusticias y nos devuelvan a cada un@ lo que nos pertenece. Espero que mi carta llegue a tiempo, y que mi deseo, que es el de mucha gente se vuelva realidad: devolvernos nuestros trabajos. Muchas Gracias Manoli Palomo.
Queridos Reyes Magos: Este septiembre empecé en mis dos coles, como en los últimos ocho cursos, muy ilusionada. Mi mesa, mis cajones, mi ordenador,.. me esperaban. Pero los rumores hacían presagiar que algo iba a ocurrir. Empezamos a movernos y contactar con otras provincias y el rumor fue un hecho. El 26 de noviembre tuve que ver cómo mi hijo de 5 años, que es alumno en uno de "mis coles", me dijo llorando: ¡quédate en el cole, mami, no quiero que te vayas! Para colmo, la empresa nos sigue teniendo de alta a la espera de las cartas de despido. Empresa que jugó con mosotr@s, diciendo que iban a subrogarnos y a dejarnos hasta junio. Mi deseo es que a nadie se le rompa el alma como se nos ha roto a tantos de nosotros por tener que abandonar nuestros coles; cordura para quienes se creen que pueden decidir; que nunca se permita, a las empresas mal gestionadas, trabajar en los servicios públicos; volver a nuestros trabajos, a los que accedimos como pudo acceder cualquier otra persona, porque aunque las condiciones fueron siempre precarias, teníamos y tenemos otras recompensas personales y afectivas. Y finalmente, fuerza y más fuerza, si cabe, para mis valientes #monitoresenlucha. Rocío Camacho Cascajo. Huelva, Monitora Administrativa en CEIP desde mayo de 2006.