iónal c i Ed igit d
NOVIEMBRE
2020
Revista
Bogotá D.C. · ISSN: 2390-0830 · Año 5 · Ejemplar No.70 · revista@cristovision.org
1 de Noviembre
Día de todos los Santos
UN MILLÓN DE ALMAS s la cifra que se ha llevado el Covid 19, más de un millón de víctimas en menos de un año, de todas las edades, niveles sociales y culturales. Realmente la fragilidad de la vida se ha visto reflejada en esta época, donde frente a un microorganismo, hasta el más poderoso se ha derrumbado. En este mes celebramos la Solemnidad de todos los Santos y la Fiesta de los fieles difuntos, es decir nuestra fe nos recuerda el regalo inmenso de la vida eterna que el Señor nos concedió con su pasión, muerte y resurrección. Que este ejemplar de nuestra revista y toda la programación que realizaremos en Cristovisión nos ayude a vivir de tal manera que nuestra fraternidad y amor a todos manifieste que somos ciudadanos de y para el Cielo.
Padre: Ramón Zambrano Echeverri padreramon@cristovision.org @Padreramonzam Canal: Padre Ramón Zambrano 317 647 9531
María Madre del gran comunicador Venimos con profunda fe y humildad los cristianos del nuevo milenio para poner en tus manos al Canal Cristovisión. Infúndenos sabiduría para usar las nuevas tecnologías al servicio del evangelio que salva y da la auténtica felicidad. Tú, que contemplaste a tu hijo y adoraste cada una de sus palabras y acciones, enséñanos a ver el mundo con los ojos de Jesús. Bendice a todas las personas que colaboran con las obras de comunicación católica a través de la radio, la televisión, la internet y la prensa para que, con valor y perseverancia, no desfallezcan en el llamado que Dios les ha hecho de sembrar la semilla del Reino en el corazón del hombre de hoy. Ayúdanos Madre y Reina de Colombia a acercarnos, a escuchar y a dar esperanza a nuestros hermanos; así construiremos la paz y la reconciliación en nuestro país. Amén.
Un Pueblo Santo, libre del temor a la muerte y abierto a la Esperanza
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EDITORIAL
Mons. Julio Solórzano Director revista@cristovision.org
n el camino de la Fe, el mes de noviembre nos trae valiosos regalos: la llamada a la santidad y su celebración gozosa (Nov 1), el recuerdo de los amados difuntos y la proclamación de su victoria con Cristo (Nov 2), la apertura del tiempo de adviento y la vivencia intensa de la Esperanza.(Nov 29).
Dios y miembros de la Iglesia somos santos. Vivimos la santidad, unos a nuestro paso por la tierra, otros preparándose más allá de la muerte para la plenitud del encuentro con Dios y otros, que hacen parte de la multitud de los santos y que cantan la gloria de Dios en el cielo, nuestro hogar definitivo.
Estos regalos se nos dan en medio de los temores que caracterizan al tiempo de pandemia que vivimos. Ojalá los recibamos como un impulso de fe y de esperanza que nos ayuden a enfrentar el natural miedo a la fragilidad y a la muerte. Nuestro Señor nos ha hecho un pueblo Santo habitado por la vida de Dios, nos ha hecho partícipes de su victoria sobre la muerte y ha abierto nuestras vidas a la Esperanza de la salvación plena.
En el camino de nuestra vida nos encontramos con la muerte de la que el Señor Jesús quiso participar. “Por tanto, así como los hijos participan de la sangre y de la carne, así también participó Él (Cristo) de las mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al Diablo, y libertar a cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud.” (Heb 2, 14- 15). Al hacer memoria de los amados difuntos oramos por ellos para que alcancen su feliz destino y por nosotros para que libres del temor a la muerte nos afiancemos cada día más en el evangelio del triunfo de Cristo sobre ella.
Llegada la plenitud del tiempo, el Señor Jesús obediente a su Padre vino a salvarnos pero no individualmente sino como pueblo. Somos su Iglesia Santa, que vive para adorar a la Trinidad, para anunciar el Reino de Dios y para construir la comunidad de amor que haga presente la salvación. Por ser hijos de
Nuestro noviembre culmina abriéndonos las puertas del Adviento, esto es, de la esperanza en el encuentro con Jesús nuestro salvador.
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“Para los cristianos, las lentes que nos permiten descifrar la realidad no pueden ser otras que las de la buena noticia, partiendo de la «Buena Nueva» por excelencia: el «Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios»” (Mc 1,1). Director: Monseñor Julio Solórzano Editores: Javier Hernando Aguillón Juan A. García R.
CONSEJO SUPERIOR • Conferencia Episcopal Colombiana • Arquidiócesis de Bogotá • Diócesis de Fontibón • Diócesis de Engativá • Diócesis de Soacha • Diócesis de Zipaquirá • Diócesis de Facatativá • Obispado Castrense • Orden de los Dominicos, Provincia de San Luis Bertrán de Colombia • Instituto Misionero Hijas de San Pablo • Orden Agustinos Recoletos • Sociedad Salesiana Inspectoría de Bogotá
Gerente: Rolfi Rozo Villamizar Director de Comunicaciones: Carlos Andrés Blanco Director CRM: Julián David Molina J. Diseño: Freang Restrepo N. Agradecemos la colaboración en las reflexiones de los evangelios: Padre Andrés Giovanny Macana Daza. A los servicios informativos de: Catholic.net, Vatican.va
• Comunidad Franciscana Provincia de la Santa Fe • Acción Cultural Popular, ACPO • Congregación de Padres Redentoristas • Padre Ramón Zambrano Echeverri
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NOVIEM B R E
2020
Revista
Bogotá D.C. · ISSN: 2390-0830 · Año 5 · Ejemplar No.70 · revista@cristovision.org
1 de Noviembre
Día de todos los Santos
Portada: Día de todos los Santos Fiesta: 01 de Noviembre
Director General Fundación Cristovisión
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Si no sabes cómo enseñar a rezar a tu hijo, aquí tienes propuestas fáciles: Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, con la gracia de Dios y del Espíritu Santo. Ángel de la Guarda, mi buen amigo, llévame siempre, por el buen camino. Santo Ángel del Señor, mi celoso guardián, si a ti me confió la piedad divina, vigílame y guárdame, ilumíname siempre.
Mi buen Jesús, verdadero Hijo de la Virgen María, acompáñame esta noche, y mañana todo el día. Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares, ni de noche, ni de día.
• Corporación Minuto de Dios • Universidad Santo Tomás • Universidad Agustiniana
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PARA VER EL MUNDO CON LOS OJOS DE JESÚS
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación sin la expresa autorización del Canal Cristovisión. La Revista Cristovisión es una publicación mensual del Canal Cristovisión. Distribución: Cristovisión Copyright © 2020.
Mi Dios, yo te ofrezco todo este día. Te ofrezco mis trabajos y mis juguetes. Cuida de mí para que yo no haga nada que no te agrade. Amén. Mi Dios, te agradezco este alimento que tu bondad nos da. Dale también lo necesario para todos. Bendice a los que trabajan para darnos de comer. Amén. Jesús, voy a la escuela, como tu también ibas. Que nada me suceda en el camino. Quiero aprovechar bien las clases. Quiero aprender mucho. No olvides a los niños que no tienen escuela, y bendice a los profesores y las profesoras. Amén Mi Dios, te doy gracias por este día. Te doy gracias por el bien que los demás me hicieron y por el bien que yo pude hacer. Pido perdón por lo que no hice bien. Amén
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5 claves para entender “Fratelli Tutti” la nueva encíclica... Fratelli tutti en frases Mons. Ómar Alberto Sánchez Cubillos, nuevo Arzobispo... Novísimos: cielo, infierno, purgatorio ¿Cómo transcurrió la vida de los Doce Apóstoles de Jesús? ¿Qué sabes sobre el I Concilio de Constantinopla, año 381? ¿Qué sabes sobre el I Concilio de Nicea, año 325? Las Almas del purgatorio no son fantasmas Pidamos por las Almas del purgatorio Catequesis del Papa Preguntas y Respuestas sobre nuestra fe Nuevo obispo para la diócesis de Santa Rosa de Osos Santo Rosario Lecturas mes de Noviembre Todos los Santos Conmemoración de todos los fieles difuntos San Martín de Porres, religioso San Carlos Borromeo, obispo Dedicación de la Basilica de Letrán San León Magno, papa y doctor de la Iglesia San Martín de Tours, obispo San Josafat, obispo y mártir Jornada Mundial de los Pobres Santa Margarita de Escocia Santa Gertrudis, mistica Santa Isabel de Hungría, religiosa Dedicación de las Basilicas de los Santos Pedro y Pablo.., Presentación de la Bienaventurada Virgen María Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo San Clemente I, papa ymártir San Columbano, abad San Ándres Dung Lac, presbítero y compañeros mártires Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir San Andres, apóstol Coronilla de la Divina Misericordia
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claves para entender “Fratelli Tutti”
Migrantes
Guerra y pena de muerte
En su tercera encíclica “Fratelli tutti”, o “Todos hermanos” , el Papa recopila y sistematiza las grandes propuestas de los discursos sociales de su pontificado en Roma y en sus viajes. Los compendia en una encíclica para proponerlos como Magisterio solemne, dirigida a todos los católicos.
El Papa recuerda el drama de los migrantes. Le preocupan los brotes de xenofobia y racismo. Pide ayudar en los países de origen para que no se vean obligados a emigrar. Pero también, pide que la sociedad e incluso los cristianos reconozcan que están tratando a los migrantes como si fueran “menos humanos”.
El Papa recuerda que la guerra siempre deja al mundo peor de como lo había encontrado. Propone ver los efectos en las víctimas, para convencerse y pide detener la proliferación de armas nucleares y dedicar ese dinero a un fondo mundial contra el hambrees como si fueran “menos humanos”.
Buen Samaritano
Modelo de desarrollo
Francisco
Ante la indiferencia global y la tentación de desentendernos de los demás, el Papa pide recordar que todos estamos en la misma barca. Dice que la única opción ante el dolor del mundo y las heridas de las personas es seguir el modelo del Buen Samaritano, que ayuda a un hombre herido sin importarle quién es, qué opina o de dónde viene.
En “Fratelli tutti” el Papa alerta de “visiones antropológicas reductivas” y de un “modelo económico basado en las ganancias, que no duda en explotar, descartar e incluso matar al hombre”.
Diálogo y reconciliación
la nueva encíclica del Papa
Francisco
“Ser capaces de tener compasión: esta es la clave. Esta es la clave. Si no sientes compasión ante una persona necesitada, si tu corazón no se conmueve, significa que algo está mal. Ten cuidado, tengamos cuidado. No nos dejemos arrastrar por la insensibilidad egoísta”.
El Papa pide reconocer la dignidad innata de cada persona, que en todo caso merece ser reconocida, valorada y amada; independientemente de sus ideas, sentimientos, prácticas o pecados.
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Francisco
“La ambición desenfrenada de dinero que gobierna. Ese es “el estiércol del diablo”. El servicio para el bien común queda relegado”.
La idea es que los empresarios apuesten por crear trabajo para personas y no por la especulación.
“El Señor nos pedirá cuentas de todos los migrantes caídos en los viajes de la esperanza. Han sido víctimas de la cultura del descarte”.
Dice que el diálogo no es sólo escuchar opiniones sino “aceptar que el otro puede encerrar convicciones o intereses legítimos”. Una actitud que deben tener las personas de todas las religiones. Francisco
“Se llama hijos de Dios a quienes han adquirido el arte de la paz y lo ponen en práctica. Saben que no hay reconciliación sin donar la propia vida, y que la paz hay que buscarla siempre y en cualquier caso”. Por eso, dice que no basta con actuar solos, hay que buscar modos de colaborar con los demás.
Francisco
“En el mundo de hoy, en el que millones de niños y familias viven en condiciones infrahumanas, el dinero que se gasta y las fortunas que se ganan en la fabricación, modernización, mantenimiento y venta de armas, cada vez más destructivas, son un atentado continuo que clama al cielo”.
Además, recordó que ha cambiado el catecismo, y que en ningún caso es admisible la pena de muerte. En “Fratelli tutti” hay muchos otros temas. El Papa pide que el debate público escuche también la perspectiva religiosa, pues “no puede admitirse que sólo tengan voz los poderosos y los científicos”; reivindica el valor de la amabilidad; y alerta de quienes siembran división, odio y desconfianza en Internet. En definitiva, “reconocer el bien y la belleza que Dios sembró en cada persona”. Para escribirla, se ha inspirado en figuras cristianas como San Francisco y Charles de Foucoauld; pero también en no católicos como Martin Luther King, Desmond Tutu o Mahatma Gandhi y Ahmad Al-Tayyeb, líder del Islam sunita.
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6. Nadie puede experimentar el valor de vivir sin rostros concretos a quienes amar. Aquí hay un secreto de la verdadera existencia humana, porque la vida subsiste donde hay vínculo, comunión, fraternidad; y es una vida más fuerte que la muerte cuando se construye sobre relaciones verdaderas y lazos de fidelidad. Por el contrario, no hay vida cuando pretendemos pertenecer sólo a nosotros mismos y vivir como islas: en estas actitudes prevalece la muerte.
Fratelli tutti en frases La tercera encíclica del Papa Francisco “Fratelli Tutti” (hermanos todos) es la respuesta que ofrece el papa para construir “un mundo más justo y fraterno en sus relaciones cotidianas”. El texto, está dividido en 287 puntos y ocho capítulos. 1. «Fratelli tutti», escribía san Francisco de Asís para dirigirse a todos los hermanos y las hermanas, y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio (…). Allí declara feliz a quien ame al otro «tanto a su hermano cuando está lejos de él como cuando está junto a él». Con estas pocas y sencillas palabras expresó lo esencial de una fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite.
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2. Hoy en muchos países se utiliza el mecanismo político de exasperar, exacerbar y polarizar. 3. En el mundo actual los sentimientos de pertenencia a una misma humanidad se debilitan, y el sueño de construir juntos la justicia y la paz parece una utopía de otras épocas. Vemos cómo impera una indiferencia cómoda, fría y globalizada, hija de una profunda desilusión que se esconde detrás del engaño de una ilusión: creer que podemos ser todopoderosos
y olvidar que estamos todos en la misma barca. 4. Si extendemos la mirada a la totalidad de nuestra historia y a lo ancho y largo del mundo, todos somos o hemos sido como estos personajes: todos tenemos algo de herido, algo de salteador, algo de los que pasan de largo y algo del buen samaritano. 5. En la sociedad globalizada, existe un estilo elegante de mirar para otro lado que se practica recurrentemente: bajo el ropaje de lo políticamente correcto o las modas ideológicas, se mira al que sufre sin tocarlo, se lo televisa en directo, incluso se adopta un discurso en apariencia tolerante y repleto de eufemismos.
7. Si una globalización pretende igualar a todos, como si fuera una esfera, esa globalización destruye la riqueza y la particularidad de cada persona y de cada pueblo». Ese falso sueño universalista termina quitando al mundo su variado colorido, su belleza y en definitiva su humanidad. Porque «el futuro no es monocromático, sino que es posible si nos animamos a mirarlo en la variedad y en la diversidad de lo que cada uno puede aportar. 8. El derecho a la propiedad privada sólo puede ser considerado como un derecho natural secundario y derivado del principio del destino universal de los bienes creados, y esto tiene consecuencias muy concretas que deben reflejarse en el funcionamiento de la sociedad. Pero sucede con frecuencia que los derechos secundarios se sobreponen a los prioritarios y originarios, dejándolos sin relevancia práctica. 9. Nuestros esfuerzos ante las personas migrantes que llegan pueden resumirse en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar.
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“Si una globalización pretende igualar a todos, como si fuera una esfera, esa globalización destruye la riqueza y la particularidad de cada persona y de cada pueblo”.
E 10. No es posible decretar una «reconciliación general», pretendiendo cerrar por decreto las heridas o cubrir las injusticias con un manto de olvido. ¿Quién se puede arrogar el derecho de perdonar en nombre de los demás? 11. El desprecio de los débiles puede esconderse en formas populistas, que los utilizan demagógicamente para sus fines, o en formas liberales al servicio de los intereses económicos de los poderosos. En ambos casos se advierte la dificultad para pensar un mundo abierto que tenga lugar para todos, que incorpore a los más débiles y que respete las diversas culturas. 12. Cada uno es plenamente persona cuando pertenece a un pueblo, y al mismo tiempo no hay verdadero pueblo sin respeto al rostro de cada persona. Pueblo y persona son términos correlativos. Sin embargo, hoy se pretende reducir las personas a individuos, fácilmente dominables por poderes que miran a intereses espu-
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rios. 13. Los que perdonan de verdad no olvidan, pero renuncian a ser poseídos por esa misma fuerza destructiva que los ha perjudicado. Rompen el círculo vicioso, frenan el avance de las fuerzas de la destrucción. Deciden no seguir inoculando en la sociedad la energía de la venganza que tarde o temprano termina recayendo una vez más sobre ellos mismos. Porque la venganza nunca sacia verdaderamente la insatisfacción de las víctimas. 14. La Iglesia es una casa con las puertas abiertas, porque es madre». 15. Y como María, la Madre de Jesús, «queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, que sale de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad […] para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación».
Mons. Ómar Alberto Sánchez Cubillos, nuevo Arzobispo de Popayán
l Papa Francisco ha nombrado como nuevo arzobispo de Popayán a monseñor Ómar Alberto Sánchez Cubillos, hasta el momento obispo de Tibú. Nació en Cogua, Cundinamarca, Diócesis de Zipaquirá, el 20 de septiembre de 1963; en su pueblo natal realizó sus estudios básicos de primaria y secundaria. Ingresó en la Orden de Predicadores, para la Provincia de San Luis Beltrán en Colombia, el 7 de diciembre de 1982. Inició el noviciado el 1 de febrero de 1983. Hizo su primera profesión religiosa el 2 de febrero de 1984 y la profesión solemne, el 12 de febrero de 1989. Adelantó su formación filosófica y teológica en el Studium Generale de la Orden Dominicana en Colombia. Fue ordenado sacerdote el 17 de febrero de 1990. Prosiguió sus estudios en la Universidad Santo Tomás de Bogotá, donde obtuvo la licenciatura en filosofía y ciencias religiosas y posteriormente se especializó en teología dogmática en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Roma y en Gerencia de Instituciones de Educación Superior en la Universidad Santo Tomás de Bogotá. En sus 20 años de ministerio sacerdotal le han sido encomendadas
las siguientes tareas y responsabilidades pastorales: • Profesor de humanidades, en la Universidad Santo Tomás (19971998); • Párroco de la Parroquia de San Luis Beltrán en Barranquilla (1999); Fundador de la Comunidad Dominicana de Villavicencio y director del Centro de Educación a Distancia en esa ciudad; • Presidente de la junta directiva de la ONG “Corporación Dominicana opción vida, justicia y paz” y vocal de la misma; • Consejero Provincial (1994-1998); • Prior del Convento de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y • Rector del Santuario Mariano Nacional (2003-2009); • Superior de la casa José de Calasanz Vela en Villavicencio (2010). • Miembro del Consejo Provincial; • Prior del Convento Cristo Rey en la ciudad de Bucaramanga y colaborador en la Universidad santo Tomás de Aquino en la misma. • El Santo Padre Benedicto XVI, lo nombró como Obispo de Tibú el 7 de junio de 2011. Recibió su ordenación Episcopal del 8 de agosto de 2011 y tomó posesión canónica de la Diócesis de Tibú el 3 de septiembre del mismo año.
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Tomado de www.primeroscristianos.com
y todos los bienaventurados se llama el cielo. Es Cristo quien, por su muerte y Resurrección, nos ha “abierto el cielo”. Vivir en el cielo es “estar con Cristo” (cf. Jn 14, 3; Flp 1, 23; 1 Ts 4,17). Los que llegan al cielo viven “en Él”, aún más, encuentran allí su verdadera identidad. Catecismo de la Iglesia católica, 1023-1026
Novísimos: cielo, infierno, purgatorio ¿QUÉ HAY DESPUÉS DE LA MUERTE? ¿DIOS JUZGA A CADA PERSONA POR SU VIDA?
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l Catecismo de la Iglesia católica enseña que «la muerte pone fin a la vida del hombre como tiempo abierto a la aceptación o rechazo de la gracia divina manifestada en Cristo» «Cada hombre, después de morir, recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo, bien a través de la purificación, bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del cielo, bien para condenarse inmediatamente para siempre».
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En este sentido, San Juan de la Cruz habla del juicio particular de cada como diciendo que «a la tarde, te examinarán en el amor». Catecismo de la Iglesia Católica, 1021-1022 El verdadero cristiano está siempre dispuesto a comparecer ante Dios. Porque, en cada instante si lucha para vivir como hombre de Cristo, se encuentra preparado para cumplir su deber. Surco, 875 ¿QUIÉNES VAN AL CIELO? ¿CÓMO ES EL CIELO?
El cielo es “el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha”.
¿QUÉ ES EL PURGATORIO? ¿ES PARA SIEMPRE?
San Pablo escribe: “Ni ojo vio, ni oído oyó, ni pasó por pensamiento de hombre las cosas que Dios ha preparado para los que le aman” (1Cor 2, 9). Después del juicio particular, los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados van al cielo. Viven en Dios, lo ven tal cual es. Están para siempre con Cristo. Son para siempre semejantes a Dios, gozan de su felicidad, de su Bien, de la Verdad y de la Belleza de Dios. Esta vida perfecta con la Santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con Ella, con la Virgen María, los ángeles
Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo. La Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los elegidos, que es completamente distinta del castigo de los condenados. Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: “Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado” (2 M 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico (cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor
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de los difuntos Catecismo de la Iglesia católica, 1030-1032 ¿EXISTE EL INFIERNO?
Significa permanecer separados de Él –de nuestro Creador y nuestro fin- para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra infierno. Morir en pecado mortal, sin estar arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios es elegir este fin para siempre. La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno, “el fuego eterno”. La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira. Jesús habla con frecuencia de la gehenna y del fuego que nunca se apaga, reservado a los que, hasta el fin de su vida, rehúsan creer y convertirse, y donde se puede perder a la vez el alma y el cuerpo. La pena principal del infierno es «la separación eterna de Dios, en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira.
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Las afirmaciones de la Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe usar de su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al mismo tiempo un llamamiento apremiante a la conversión:”Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la puerta y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que la encuentran” (Mt 7, 13-14): Catecismo de la Iglesia católica, 1033-1036 ¿CUÁNDO SERÁ EL JUICIO FINAL? ¿EN QUÉ CONSISTIRÁ?
La resurrección de todos los muertos, “de los justos y de los pecadores” (Hch 24, 15), precederá al Juicio final. Esta será “la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz [...] y los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación” (Jn 5, 28-29). Entonces, Cristo vendrá “en su gloria acompañado de todos sus ángeles [...] Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda [...] E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.” (Mt 25, 31. 32.
del Reino de Dios. Anuncia la “bienaventurada esperanza” (Tt 2, 13) de la vuelta del Señor que “vendrá para ser glorificado en sus santos y admirado en todos los que hayan creído” (2 Ts 1, 10). Catecismo de la Iglesia católica, 1038-1041 AL FINAL DE LOS TIEMPOS DIOS HA PROMETIDO CIELO NUEVO Y UNA TIERRA NUEVA ¿QUÉ DEBEMOS ESPERAR?
El Juicio final sucederá cuando vuelva Cristo glorioso. Sólo el Padre conoce el día y la hora en que tendrá lugar; sólo Él decidirá su advenimiento. Entonces Él pronunciará por medio de su Hijo Jesucristo, su palabra definitiva sobre toda la historia. Nosotros conoceremos el sentido último de toda la obra de la creación y de toda la economía de la salvación, y comprenderemos los caminos admirables por los que su Providencia habrá conducido todas las cosas a su fin último. El Juicio final revelará que la justicia de Dios triunfa de todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es más fuerte que la muerte (cf. Ct 8, 6). El mensaje del Juicio final llama a la conversión mientras Dios da a los hombres todavía “el tiempo favorable, el tiempo de salvación” (2 Co 6, 2). Inspira el santo temor de Dios. Compromete para la justicia
La Sagrada Escritura llama “cielos nuevos y tierra nueva” a esta renovación misteriosa que transformará la humanidad y el mundo (2 P 3, 13; cf. Ap 21, 1). Esta será la realización definitiva del designio de Dios de “hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra” (Ef 1, 10). Para el hombre esta consumación será la realización final de la unidad del género humano, querida por Dios desde la creación y de la que la Iglesia peregrina era “como el sacramento” (LG1). Los que estén unidos a Cristo formarán la comunidad de los rescatados, la Ciudad Santa de Dios. Ya no será herida por el pecado, las manchas, el amor propio, que destruyen o hieren la comunidad terrena de los hombres. La visión beatífica de Dios será la fuente inmensa de felicidad, de paz y de comunión mutua. “Ignoramos el momento de la consumación de la tierra y de la humanidad, y no sabemos cómo se transformará el universo.
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Tomado de lafamilia.info
¿Cómo transcurrió la vida de los Doce Apóstoles de Jesús? Felipe evangelizó comunidades de habla griega. Santiago se convirtió en el primer obispo de Jerusalén. Judas Tadeo es venerado como el “Apóstol de los armenios”.
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l final del Evangelio de Mateo, antes de describir la ascensión de Jesús al cielo, el evangelista presenta a Jesús diciendo a sus apóstoles: “Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones” (Cf. Mateo 28, 19-20). Como se ve en el libro de los Hechos y en muchos otros escritos tradicionales cristianos (apócrifos o no), teniendo un mandato divino de viajar por el mundo por el bien del Evangelio, los apóstoles no perdieron el tiempo. Toda la literatura apostólica primitiva los presenta como poniendo inmediatamente la mano en el arado, comprometidos en la difícil obra de sembrar semillas de fe donde quiera que fueran. Entonces, ¿dónde terminaron? ¿Realmente “hicieron discípulos de todas las naciones”?
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PEDRO Se cree tradicionalmente que Pedro viajó primero a Antioquía y estableció una comunidad allí. No se quedó mucho tiempo, pero a menudo se le conoce como el primer obispo de Antioquía. Después de eso, pudo haber visitado Corinto antes de dirigirse a Roma. Allí ayudó a formar la comunidad cristiana y finalmente fue martirizado en el Circo de Nerón alrededor del 64 d.C. en Roma. La Basílica de San Pedro en el Vaticano está construida sobre la tumba de San Pedro.
SANTIAGO EL MAYOR Se sostiene que Santiago fue el primer apóstol en ser martirizado. En los Hechos de los Apóstoles se lee: “El rey Herodes impuso con violencia a algunos que pertenecían a la iglesia. Mató a espada a Jacobo, hermano de Juan ”(Hechos 12: 1-2). Murió en el 44 d.C. en Jerusalén, pero su tumba no está cerca de este lugar. Tras su muerte su cuerpo fue trasladado a España y actualmente se encuentra en Santiago de Compostela. Su tumba es el punto de destino de la peregrinación centenaria, El Camino, todavía popular en la actualidad.
SANTIAGO EL MENOR Los eruditos creen que Santiago el Menor fue el autor de la “Epístola de Santiago” que se encuentra en el Nuevo Testamento. Después de que los apóstoles se dispersaron y dejaron Jerusalén, Santiago se quedó y se convirtió en el primer obispo de la ciudad santa. Allí permaneció varias décadas hasta que fue lapidado por las autoridades judías en el año 62. Algunas de sus reliquias se encuentran en la Basílica Santi Apostoli, en Roma. También se cree que su tumba se encuentra en la Catedral de St. James en Jerusalén.
JUAN El autor del Evangelio de Juan y el Libro del Apocalipsis, Juan fue el único apóstol que no tuvo una muerte de mártir. En Apocalipsis escribe desde la isla de Patmos, Grecia, “Yo Juan, tu hermano, que comparto contigo en Jesús la tribulación y el reino y la paciencia, estaba en la isla llamada Patmos a causa de la palabra de Dios y testimonio de Jesús ”(Apocalipsis 1: 9). Murió alrededor del año 100 d.C. y está enterrado cerca de Éfeso.
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ANDRÉS Después de Pentecostés, muchas tradiciones antiguas señalan a Andrés, el hermano de Pedro, como el apóstol de los griegos. Se cree que predicó a las comunidades griegas y fue martirizado en Patras en una cruz en forma de X. Sus reliquias fueron finalmente transferidas a la Catedral del Duomo en Amalfi, Italia.
JUDAS TADEO El apóstol “olvidado” debido a que su nombre es el mismo que Judas Iscariote, San Judas predicó el evangelio en varios lugares. Es venerado por la Iglesia armenia como el “Apóstol de los armenios”. Sufrió el martirio alrededor del año 65 d.C. en Beirut, Líbano. Sus restos se encuentran actualmente en la Basílica de San Pedro en Roma.
MATEO Uno de los cuatro evangelistas, Mateo es más conocido por su Evangelio. Predicó en varias comunidades del Mediterráneo antes de su martirio en Etiopía. Su tumba se encuentra en la catedral de Salerno, Italia.
SIMÓN EL ZELOTE Simón se representa a menudo con Judas Thaddeus y algunos creen que predicaron juntos como un equipo. Esto se debe en parte a que una tradición dice que ambos fueron martirizados en Beirut el mismo año. Se cree que algunas de sus reliquias se encuentran en la Basílica de San Pedro en Roma.
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FELIPE En los años posteriores a Pentecostés, Felipe ministró a comunidades de habla griega. Poco se sabe sobre sus aventuras, excepto que fue martirizado alrededor del 80 d.C. Sus reliquias se encuentran en la Basílica Santi Apostoli, en Roma.
BARTOLOMÉ Poco se sabe sobre los esfuerzos evangelizadores de Bartolomé. Varias tradiciones lo tienen predicando en diferentes áreas. Se cree que fue martirizado y sus restos se encuentran actualmente en la iglesia de San Bartolomé en la Isla, en Roma.
TOMÁS Tomás , el apóstol “que duda”, es ampliamente conocido por sus esfuerzos misioneros en la India. Hay una historia popular sobre una de sus aventuras que se centra en la conversión de un rey local que “duda”. Murió alrededor del 72 d.C. y su tumba se encuentra en Mylapore, India.
MATÍAS Después de ser elegido como el “apóstol de reemplazo”, una tradición dice que Matías fundó una iglesia en Capadocia y ministró a los cristianos en las costas del Mar Caspio. Se cree que murió como mártir y fue decapitado con un hacha en la Cólquida a manos de muchos paganos allí. Se dice que algunas de sus reliquias fueron llevadas a Roma por Santa Elena.
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¿Qué sabes sobre el I Concilio de Constantinopla, año 381? Después del Concilio de Nicea, a pesar de su condena del arrianismo, éste consiguió sobrevivir durante unos años gracias a los emperadores que sucedieron a Constantino.
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s más, gracias a Constancio II la influencia arriana se extendió por Occidente, a través de algunos sínodos promovidos por dicho emperador, lo que favoreció una cierta confusión doctrinal y la consiguiente aparición de fórmulas y sectas, que trataban de modificar o atenuar la doctrina de Nicea.
1. PRECEDENTES Uno de estos movimientos sectarios fue el llamado de los «pneumatómacos», que negaban la consustancialidad del Espíritu Santo con el Padre y, por tanto, su divinidad. Partían del presupuesto arriano de considerar que el Hijo era una criatura y, en consecuencia, el Espíritu Santo era una criatura del Hijo. Los seguidores de esta herejía recibieron también el nombre de «macedonianos» derivado de Macedonio, obispo de Constantinopla (342-360), que fue su principal mantenedor.
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Finalmente, con la muerte de Constancio (361) y de Valente (378) los arrianos perdieron sus más fuertes apoyos y se quedaron reducidos a una débil minoría. A la muerte de Valente el imperio oriental pasó
a manos de Graciano (375-383), quien extendió al nuevo territorio las medidas favorecedoras de la ortodoxia, que antes había aplicado en Occidente. 2. DESARROLLO DEL CONCILIO El concilio de Constantinopla se inauguró en el mes de mayo del 381 y duró hasta junio de ese mismo año. Las sesiones se celebraron en los locales del palacio imperial, según nos insinúan las fuentes de la época. Estuvieron presentes un total de 150 obispos, todos ellos orientales. Entre los padres conciliares mencionaremos algunos de extraordinaria notoriedad, como Gregorio de Nacianzo, Gregorio de Nisa, Cirilo de Jerusalén, Diodoro de Tarso y Pedro de Sebaste. El Papa Dámaso (366-384) no asistió, ni envió representantes. Sin embargo, se considera ecuménico este concilio al reconocerlo como tal el concilio de Calcedonia (451). Ocupó la presidencia Melecio de Antio-
quía, y a su muerte le sustituiría san Gregorio de Nacianzo, recién elegido obispo de Constantinopla, aunque por poco tiempo, porque debido a una serie de intrigas tuvo que dejar la sede constantinopolitana y se retiró a Nacianzo. Como sucesor de Gregorio fue elegido un anciano senador llamado Nectario (Sozomeno, Historia Ecclesiastica, VII, 8). Dado que el elegido era un simple catecúmeno, después de recibir el bautismo se le consagró seguidamente como obispo de Constantinopla. No han llegado hasta nosotros las actas conciliares. Sin embargo, conocemos su profesión de fe, algunas listas de obispos asistentes, así como los cánones que se han conservado en algunas antiguas colecciones canónicas. Desde el punto de vista doctrinal, este Concilio supuso el golpe de gracia contra el arrianismo, que –a pesar de la condena de Nicea– había tenido una amplia difusión al amparo de los emperadores Constancio (337-361) y Valente (364-378). Pero además se enfrentó a una nueva herejía: el macedonianismo, que negaba la consubstancialidad del Espíritu Santo. El documento más importante de este Concilio es, sin duda, el llamado «símbolo niceno-constantinopolitano». Este símbolo parece que tiene su origen en el que se utilizaba en la Iglesia de Jerusalén para la administración del bautismo, con algunas adiciones relativas al Espíritu Santo: «Señor y vivificador, que procede del Padre, que con el Padre y el Hijo es igualmente adorado y glorificado, que habló por los profetas». Este símbolo fue proclamado durante el concilio.
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LEGISLACIÓN CANÓNICA A falta de las auténticas actas del concilio, los investigadores se inclinan por las colecciones canónicas latinas, por ser las más antiguas. En ellas se reproducen cuatro cánones disciplinares. El c. 1 reafirma la fe de Nicea y condena toda herejía, especialmente la de los eunomianos, anomeos, arrianos, eudoxianos, semiarrianos, pneumatómacos, sabelianos, marcelianos, fotinianos y apolinaristas. La fórmula indirecta “que hay que anatematizar” y el hecho de no decir en qué consisten esos errores hacen pensar que se tratase de un resumen de los anatemas contenidos en el Tomo del que nos habla la sinodal del sínodo del 382 (Ortíz de Urbina, 207). El c. 2 establece que los obispos de una «diócesis» no deben entrometerse en los asuntos de otras circunscripciones eclesiásticas. Conviene precisar que la palabra «diócesis» no tiene el sentido que actualmente le damos, sino que significa la agrupación civil de varias provincias. El canon enumera las diócesis civiles existentes en Oriente: Tracia, Asia, Ponto, Oriente, Egipto.
Primer Concilio de Constantinopla, iglesia de Stavropoleos, Bucarest, Rumania
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Entre los canones disciplinares destaca el c. 3 en el que se afirma que «el obispo de Constantinopla, por ser ésta la nueva Roma, tendrá el primado de honor, después del obispo de Roma». Como se puede observar la razón que se alega es política, no eclesiástica. La Iglesia occidental rechazó siempre este canon, que originaría luego una serie de enfrentamientos y disensiones. El c. 4 declaraba nula la ordenación de Máximo, el intrigante colaborador de S. Gregorio de Nacianzo. A estos cuatro cánones se suelen añadir otros tres que figuran en algunas colecciones canónicas griegas. Dos de ellos proceden del sínodo de Constantinopla del 382, y el tercero es una carta de la Iglesia de Constantinopla a la de Antioquía.
¿Qué sabes sobre el I Concilio de Nicea, año 325? El emperador Constantino, después de su victoria sobre Licinio, se encontró las Iglesias de Oriente sumidas en ásperas controversias, tanto de carácter doctrinal (arrianismo), como disciplinar (la disputa sobre la fecha de la Pascua). Sin duda, la promovida por el sacerdote Arrio era la más importante. A) PRECEDENTES Este sacerdote alejandrino inspirándose en la doctrina de Luciano de Samosata comenzó a predicar que el Logos, la segunda Persona de la Trinidad, no era eterno, sosteniendo que hubo un tiempo en que no existía. Fue condenado varias veces por su obispo Alejandro y por algunos sínodos provinciales, como el de Antioquía del 324-325. A pesar de estas condenas, Arrio continuó aferrado a sus tesis. El emperador trató de solucionar este asunto, pero sin evaluar el calado real de la disputa doctrinal sobre el arrianismo, pensó que era un asunto de poca relevancia e intentó resolverlo por la vía de una exhortación amistosa. Envió sendas cartas al obispo Alejandro de Alejandría y a Arrio. Osio fue el encargado de llevar la carta al obispo de Alejandría. El intento de resolver el conflicto resultó fallido. Constantino no
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se desanimó y tomó la decisión personal de convocar un concilio ecuménico, cuyo orden del día fuera la controversia arriana y la fiesta de la Pascua (Ortíz de Urbina, p. 27). Posiblemente en la decisión constantiniana habría influido también el obispo de Alejandría que era partidario de realizar un sínodo ecuménico, que zanjara la cuestión (Filostorgio, Historia Ecclesiastica, I, 79). Aunque para nuestra mentalidad actual puede resultar chocante la convocatoria de un concilio por un emperador, no lo era para Constantino y sus contemporáneos. Desde Augusto los emperadores romanos habían acumulado en su persona la magistratura de pontifex maximus, de ahí que Constantino, aún siendo un simple catecúmeno, se considerara pontifex, «obispo puesto por Dios para los asuntos de fuera» (Teodoreto, Historia Ecclesiastica, I, 3) y entendiera que su actuación caía dentro de las competencias asumidas por un emperador. B) DESARROLLO DEL CONCILIO Aunque no se han conservado las actas de este concilio, sin embargo, han llegado hasta nosotros algunos documentos sinodales: el símbolo, listas de obispos, cánones y una carta sinodal. Las sesiones conciliares se celebraron en Nicea de Bitinia, en el palacio de verano del emperador. En cuanto al número de participantes suele aducirse el de 318. Este número se hizo proverbial y dicha cifra la repitieron los papas Liberio y Dámaso. Otros autores, como Eusebio de Cesarea hablan de 250. S. Atanasio calcula que fueron más de 300. Tan considerable número de
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asistentes se vio favorecido al poner Constantino a disposición de los padres conciliares el cursus publicus. La mayor parte de los asistentes procedían del Oriente cristiano: Asia Menor, Palestina, Egipto, Siria, Mesopotamia, provincias danubianas, Panonia, África y Galia. De Occidente sólo estuvieron presentes cinco representantes, entre los que destacaban dos legados del obispo de Roma y Osio de Córdoba. Comenzaron las sesiones el 20 de mayo y terminaron el 25 de junio del 325. Constantino inauguró la asamblea, con un discurso en latín exhortando a la concordia, luego dejaría la palabra a la presidencia del Concilio que, casi con seguridad, fue desempeñada por Osio de Córdoba, cuya firma aparece en las listas en primer lugar, y tras él las de los representantes del obispo de Roma (Schatz, 32). El obispo cordobés encarnó la ortodoxia a lo largo de la controversia arriana; a él hay que atribuir el que la política de Constantino, aún con todo su intervencionismo y su ignorancia en temas teológicos, fuera en general acertada y favorable al bien de la Iglesia (Ortíz de Urbina, 24). Las primeras actuaciones corrieron a cargo de Arrio y sus secuaces, que expusieron su doctrina de la inferioridad del Logos divino. Tras largas deliberaciones terminó imponiéndose la tesis ortodoxa sobre la consubstancialidad del Verbo con el Padre. Defendieron esta doctrina Marcelo de Ancira (Ankara), Eustacio de Antioquía y el diácono Atanasio de Alejandría. Sobre la base del credo bautismal de la Iglesia de Cesarea se redactó un símbolo de la fe, que recogía la afirmación inequívoca de considerar al Logos como «engen-
drado, no hecho, consubstancial (homoousios) al Padre». Este símbolo fue suscrito por los Padres conciliares, a excepción de Arrio y de dos obispos, Teonás y Segundo, que quedaron excluidos de la comunión de la Iglesia y desterrados. C) LEGISLACIÓN CANÓNICA El concilio se ocupó también de otras cuestiones de índole disciplinar. Sobre la fijación de la fecha de la Pascua estableció que debía celebrarse el domingo siguiente al primer plenilunio de primavera (domingo siguiente al 14 de Nisán, según el calendario hebreo). Con esta disposición se conseguía unificar la praxis celebrativa de Oriente y Occidente. Unos años antes, en el concilio de Arlés (314) ya se había indicado que todos los cristianos debían celebrar la Pascua el mismo día. El concilio promulgó también unos decretos breves, en total veinte cánones, que tratan de diversos aspectos de la vida intraeclesial. Esta legislación canónica casi siempre se propone fijar definitivamente normas jurídicas que ya estaban en uso. Los cánones, tal y como se nos han trasmitido, no están dispuestos en orden, sino colocados al azar. En esta misma línea de protección del clero, el c. 3 reitera la prohibición a los miembros del clero de vivir con mulieres subintroductae. salvo que sean la madre o hermanas (cf. concilio de Elvira [306], c. 27; Ancira [314], c. 19). Una importancia significativa tiene el c. 4 relativo a las elecciones episcopales. La elección de un obispo compete a los demás obispos, o en caso de urgencia, al menos a tres obispos de la provincia, que procederán a la
“imposición de las manos”. Se indica igualmente que el nuevo obispo sea confimado por el metropolitano de la provincia. Este requisito es relevante, porque si no se da esa confirmación el nuevo obispo deberá renunciar (c. 6). El concilio de Nicea legisla también sobre la ejemplaridad de los préstamos otorgados por los clérigos, prescribiedo que no perciban usuras por esos contratos, so pena de perder su condición clerical (c. 17) (cf. Elvira, cc. 19 y 20; Arlés [314], c. 12). Los Padres de Nicea también se ocuparon de la readmisión de cismáticos y herejes (cc. 8 y 19) y de la penitencia pública (cc. 11, 12, 13 y 14). Llama la atención la benevolencia de los legisladores de Nicea con los pecadores, frente al rigorismo de sínodos anteriores de Elvira y Arlés. El c. 11 se ocupa de los lapsi de la última persecución de Licinio, y les impone tres años de penitencia. Los cc. 18 y 20 son de índole litúrgica. El c. 18 determina que los diáconos reciban la comunión de manos de un obispo o de un sacerdote (cf. Arlés [314], c. 18). Por su parte, el c. 20 recuerda que la postura del orante es de pie, no de rodillas. Por último, el concilio niceno trató también de un cisma que había dividido la Iglesia de Egipto en los comienzos del siglo IV, por obra de Melecio, obispo de Licópolis, que se había arrogado el derecho de consagrar obispos y presbíteros sin conocimiento del obispo de Alejandría, en contra de la disciplina vigente. Los Padres conciliares trataron con benignidad a los consagrados de forma irregular, autorizándoles a continuar en su actividad eclesiástica, pero ocupando un lugar a continuación de los miembros de la jerarquía regular (Epistula nicaeni concilii ad Aegyptios).
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NO SON FANTASMAS
o hay que confundir las almas del Purgatorio, con fantasmas, apariciones o juegos donde se invocan demonios como con la tabla ouija. Es necesario saber que las almas del Purgatorio son almas de los difuntos que un no se han purificado plenamente para llegar el cielo, nosotros mismos, o varios de nuestros parientes podemos pasar por esa purificación, o están pasando por allí. Son conocidas en el Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia, cómo Iglesia Purgante.
Por lo General, las Benditas Almas han visitado a personas piadosas o en camino a la santidad. Entre las personas que han recibido visitas de las Benditas Almas: Santa Gemma Galgani, el Papa San Gregorio Magno, Santa Brígida de Suecia, Santa Catalina de Génova, Santa Faustina, Sta. Margarita María, y otros. ¡No se puede negar el testimonio de tantos santos reconocidos por la Iglesia!
Podemos acudir a ellas como intercesoras, pues claramente están más cerca de Dios que nosotros, y sobre todo tienen ya la Gloria asegurada, Pero sobre todo debemos rezar por su pronta liberación o salida del purgatorio.
Hay que hacer distinciones: -Primero: No confundamos “fantasmas” (que no existen) con las almas de difuntos. Todos los humanos tenemos alma y cuando morimos esas almas irán al cielo o al infierno o, temporalmente al purgatorio, en camino al cielo. -Segundo: Hay una gran diferencia entre: 1: “Invocar (evocar o llamar) a los muertos”.(Práctica utilizada por el espiritismo, la ouija, la “trans-co-
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tante. Son las almas del purgatorio (no nosotros en la tierra) las que procuran esa comunicación. NO lo hacen no para satisfacer alguna curiosidad nuestra sino para pedir auxilios, sufragios y oraciones. Nosotros en la tierra no podemos evocar esas visitas. Si ocurren las respetamos y respondemos para ayudarles (especialmente ofreciendo la Santa Misa) .
municación” y otras de la Nueva Era y del satanismo). Es adivinación los cual es pecado grave. Personas que practican estas cosas quedan muchas veces gravemente afectadas y hasta pueden ser poseídas por el demonio. 2: Otra cosa es que Dios soberanamente disponga que un alma se comunique con nosotros. Dios puede permitir, en Su inmensa Bondad y Misericordia, que algunas almas purgantes recurran a sus hermanos de la Iglesia Mili-
La Santa Iglesia no exige creer en Revelaciones Privadas. Estas no añaden ninguna nueva verdad a la fe. Si una visita particular de un alma del purgatorio ocurrió o no, no es materia de fe ni cambia nuestra fe. Aun cuando no se ha invocado un espíritu y pareciera que una experiencia es iniciativa de Dios, hay que ser muy prudentes ya que el Maligno puede engañarnos apareciéndose como La Virgen María, un ángel de luz o como alma en pena. Puede fingir dando mensajes que parecen buenos para engañar después. Hay circunstancias sicológicas y emocionales que, por el gran dolor moral, pueden hacer creer (como por autosugestión, por emociones
Dios puede permitir, en Su inmensa Bondad y Misericordia, que algunas almas purgantes recurran a sus hermanos de la Iglesia Militante.
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LAS ALMAS DEL PURGATORIO
profundas) en las visitas de seres queridos muertos. Pero tampoco hay que descartar estas visitas como fraudulentas o explicables desde la mera psicología; negándoseles su libertad de aparecerse (por permisión de Dios). Santa Teresa de Ávila, mujer de extraordinaria sensatez y realismo, reconocida por la Iglesia como doctora de la oración, cuenta que San Pedro de Alcántara la visitó después de muerto para avisarle que se iba al cielo. Jesús en el Evangelio habla del Caso del Rico Epulón y el Pobre Lázaro. En este relato la visita del difunto Lázaro a la tierra es pedida por el rico desde el infierno. Vemos que las almas están bajo la autoridad de Dios, quien en este caso niega la visita. (El Seno de Abraham no era propiamente el Paraíso Celestial, (que se abriría con la Muerte y Resurrección de Jesús), tampoco era el purgatorio actual, aunque, al no poder gozar en plenitud de Dios ya es un purgatorio. El Seno de Abraham era la Patria ansiada de los fieles del Antiguo Testamento. Artículo adaptado del original del Padre Fray Pío de Jesús Crucificado
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PIDAMOS POR
LAS ALMAS DEL PURGATORIO Ofrecer el sacrificio por el descanso de los difuntos (...) es una costumbre observada en el mundo entero. Por eso creemos que se trata de una costumbre enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la Iglesia católica la observa en todas partes; y si ella no creyera que se les perdonan los pecados a los fieles difuntos, no haría limosnas por sus almas, ni ofrecería por ellas el sacrificio a Dios. San Isidoro de Sevilla Sobre los oficios eclesiásticos, 1 Debemos ayudar a los que se hallan en el purgatorio. Demasiado insensible seria quien no auxiliara a un ser querido encarcelado en la tierra; mas insensible es el que no auxilia a un amigo que esta en el purgatorio, pues no hay comparación entre las penas de este mundo y las de allí. Santo Tomás Sobre el Credo, 5, 1. c., p. 73
ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN
POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
ulcísimo Jesús mío, que para D redimir al mundo quisisteis nacer, ser circuncidado, desechado de
los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándoos a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. Librad, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como habéis padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de 28 |
las penas en que están; llevadlas a descansar a vuestra santísima Gloria, y salvadnos, por los méritos de vuestra sagrada Pasión y por vuestra muerte de cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevasteis al buen ladrón, que fue crucificado con Vos, que vivís y reináis con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN
POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO Dios omnipotente, Padre de bondad y de misericordia, apiadaos de las benditas
almas del Purgatorio y ayudad a mis queridos padres y antepasados.
A cada invocación se contesta: ¡Jesús mío, misericordia! Ayudad a mis hermanos y parientes. Ayudad a todos mis bienhechores espirituales y temporales. Ayudad a los que han sido mis amigos y súbditos. Ayudad a cuantos debo amor y oración. Ayudad a cuantos he perjudicado y dañado. Ayudad a los que han faltado contra mí. Ayudad a aquellos a quienes profesáis predilección. Ayudad a los que están más próximos a la unión con Vos. Ayudad a los que os desean más ardientemente. Ayudad a los que sufren más. Ayudad a los que están más lejos de su liberación. Ayudad a los que menos auxilio reciben. Ayudad a los que más méritos tienen por la Iglesia. Ayudad a los que fueron ricos aquí, y allí son los más pobres. Ayudad a los poderosos, que ahora son como viles siervos. Ayudad a los ciegos que ahora reconocen su ceguera. Ayudad a los vanidosos que malgastaron su tiempo. Ayudad a los pobres que no buscaron las riquezas divinas. Ayudad a los tibios que muy poca oración han hecho. Ayudad a los perezosos que han descuidado tantas obras buenas. Ayudad a los de poca fe que descuidaron los santos Sacramentos. Ayudad a los reincidentes que sólo por un milagro de la gracia se han salvado. Ayudad a los padres que no vigilaron bien a sus hijos. Ayudad a los superiores poco atentos a la salvación de sus súbditos. Ayudad a los pobres hombres, que casi sólo se preocuparon del dinero y del placer. Ayudad a los de espíritu mundano que no aprovecharon sus riquezas o talentos para el cielo. Ayudad a los necios, que vieron morir a tantos no acordándose de su propia muerte. Ayudad a los que no dispusieron a tiempo de su casa, estando completamente desprevenidos para el viaje más importante. Ayudad a los que juzgaréis tanto más severamente, cuánto más les fue confiado. Ayudad a los pontífices, reyes y príncipes. Ayudad a los obispos y sus consejeros. Ayudad a mis maestros y pastores de almas. Ayudad a los finados sacerdotes de esta diócesis. Ayudad a los sacerdotes y religiosos de la Iglesia católica. Ayudad a los defensores de la santa fe. Ayudad a los caídos en los campos de batalla. Ayudad a los sepultados en los mares. Ayudad a los muertos repentinamente. Ayudad a los fallecidos sin recibir los santos sacramentos. V. Dadles, Señor, a todas las almas el descanso eterno. R. Y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz. V. Que en paz descansen. R. Amén. | 29
El ateísmo cotidiano: amo a Dios, pero no amo a mi hermano l “sagrado temor de Dios” es lo que nos hace plenamente humanos: A partir de la figura del “impío”, es decir de aquel que “vive como si Dios no existiera”, que “no teme juicios sobre lo que piensa y lo que hace” Francisco explicó que el Libro de los Salmos “presenta la oración como la realidad fundamental de la vida”, pues ella es “la salvación del ser humano”. La referencia al absoluto y al trascendente - que los maestros de ascética llaman el “sagrado temor de Dios” - es lo que nos hace plenamente humanos, es el límite que nos salva de nosotros mismos, impidiendo que nos abalancemos
Existe por desgracia una oración falsa, en la que se busca ser admirados, cubrir las propias necesidades o encontrar consuelo. Esa
uando se reza, dijo también Francisco, todo adquiere “espesor”, adquiere peso, “como si Dios la tomara en sus manos y la transformara”. Y el “peor servicio” que se puede prestar a Dios, y también al hombre, es rezar cansadamente, como costumbre: sobre esta vida de forma rapaz y voraz. La oración es la salvación del ser humano. oración, en la que el hermano no está presente, no es una oración cristiana. Como vemos en el Padrenuestro, el otro se hace importante y nosotros responsables. “Quienes van a misa sólo para hacer ver que van a misa, que son católicos o para mostrar el último modelo que han comprado... para hacer una buena figura social. Van a una oración falsa.”
Las puertas de las iglesias no son barreras, sino “membranas” permeables a oración “no es un calmante para aliviar las ansiedades de la vida”. La oración “responsabi-
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Por eso, hallamos en los salmos tanto oraciones íntimas, como comunitarias, de modo que la plegaria personal se alimenta de la litúrgica y viceversa. Ambas se convierten en patrimonio de todos.
La oración puede comenzar en la tenue luz de una nave, pero luego termina su recorrido por las calles de la ciudad. Y viceversa, puede brotar durante las ocupaciones diarias y encontrar cumplimiento en la liturgia. Las puertas de las iglesias no son barreras, sino “membranas” permeables, listas para recoger el grito de todos.
Se reza con el corazón
La oración responsabiliza, no es un calmante para aliviar ansiedades l Papa se refirió luego a la “oración falsa”, es decir, aquella “sólo para ser admirados por los otros”, contraponiéndola con aquella sincera, que “hace contemplar la realidad con los ojos mismos de Dios”:
han sido usadas antes en el Templo de Jerusalén y después en las sinagogas.
liza”. Para “aprender” esta forma de rezar, el Salterio “es una gran escuela”: todas estas oraciones
“Rezar como loros, bla, bla, bla... ¡No! Se reza con el corazón.”
El ateísmo cotidiano: amo a Dios, pero no amo a mi hermano n la oración del Salterio el mundo está siempre presente”. En resumen, - dijo el Papa - donde está Dios, también debe estar el hombre. La Sagrada Escritura es categórica: «Nosotros amemos, porque él nos amó primero». Por eso Francisco concluyó la catequesis con ejemplos prácticos: Si alguno dice “Amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y hemos recibido de Él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano» (1 Jn 4, 19-21).
Si rezas muchos rosarios al día, pero luego hablas mal de los demás, y guardas rencor en tu interior, si sientes odio hacia los demás, eso es puro artificio, no es verdad. […]Dios no sostiene el “ateísmo” de quien niega la imagen divina que está impresa en todo ser humano. […]Creo en Dios, pero con los demás, “distancia”, y me permito odiar a los demás. Esto es ateísmo práctico. No reconocer la persona humana como imagen de Dios es un sacrilegio, es una abominación, es la peor ofensa que se puede llevar al templo y al altar.
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Catequesis del Papa
Especial para la Revista CristovisiĂłn Pbro. Omar BenĂtez Lozano
para hacerlo. El hombre, en cambio, por su condición de criatura, es imperfecto, tiene ignorancias. De ahà que sea el hombre quien deba acomodarse. Es algo anålogo a lo que sucede en la relación entre un padre y su hijo pequeùo: lógicamente, la pauta de esa relación no la define el niùo porque le falta experiencia de la vida, es por naturaleza caprichoso. Son los padres los que marcan las pautas de esa relación. Si solamente hay un Dios, no puede haber mås que una verdad divina, y una sola religión verdadera: la que Él propone o define. ¿QuÊ tiene que hacer el hombre? Acomodarse, someterse,
identificarse con esas pautas que pone el Creador, el Omnipotente, el Padre. Porque una cosa es tener una mente abierta, y otra muy distinta decir que cada uno se fabrique su religiĂłn y que no se preocupe porque todas van a ser verdaderas. A esa persona le estarĂa faltando dar el paso a la trascendencia, a ser consciente de que se trata de una relaciĂłn con la divinidad. DecĂa Chesterton que “tener una mente abierta es como tener la boca abierta: no es un fin, sino un medio. Y el fin es cerrar la boca sobre algo sĂłlidoâ€?.
ÂżNo se puede decir que lo importante es tener a Dios en tu corazĂłn? i lo importante es “tener a Dios en SestarĂamos tu corazĂłnâ€?, como dicen algunos, difuminando nuestra rela-
ÂżDa igual una religiĂłn que otra? ay muchos que piensan que todas H las religiones son buenas. Todas llevan al hombre a hacer el bien, exaltan sentimientos positivos, y satisfacen, en mayor o menor medida, la necesidad de trascendencia que todos tenemos. Entonces, Âżpor quĂŠ no puede haber varias religiones verdaderas? SerĂa como “El sĂndrome del muestrarioâ€?: una serie de ofertas entre las que cada uno podrĂa escoger a su gusto. Ciertamente hay que tener un espĂritu abierto y apreciar todo lo que de positivo haya en las diversas religiones, pero no se puede pensar seriamente que haya varias que sean igualmente verdaderas. Si la verdad es una y si Dios
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es uno, lo lĂłgico es que la religiĂłn sea una. La palabra “religiĂłnâ€? se puede entender como la relaciĂłn del hombre creyente con Dios. Es una fe; es devociĂłn por todo lo que se considera sagrado; un culto del ser humano hacia la divinidad; una relaciĂłn de alianza y de comuniĂłn. De todo esto surgen unas creencias, unas normas, unas ceremonias, unos sacrificios. Ahora, si los dos extremos o polos de esa relaciĂłn son Dios (el Creador) y el hombre (una criatura), estĂĄ claro que quiĂŠn debe definir el modo de esa relaciĂłn es Dios, por ser perfecto, sabio, todopoderoso: tiene autoridad moral
ciĂłn con Él, la estarĂamos poniendo a depender de nuestros sentimientos. Porque ÂżquĂŠ significa tener a Dios en tu corazĂłn?, ÂżcĂłmo logras eso?, ÂżcuĂĄndo sĂ tienes a Dios en tu corazĂłn y cuĂĄndo no? SerĂa un planteamiento demasiado subjetivo. No. El camino es uno y, luego, tĂş lo recorres de modos diversos. Cristo dijo: “Yo soy el camino, la Verdad y la Vidaâ€? —en singular—. ÂżCuĂĄl es, entonces, el camino que me lleva a encontrarme con Él? No es serio decir que pueden ser verdad al mismo tiempo religiones diversas, que se oponen en muchas de sus afirmaciones y sus exigencias. Si dos y dos son cuatro, y alguien dijera que son cinco, habrĂa caĂdo en un error. Pero si, ademĂĄs, dijera que una suma es tan buena como la otra, podrĂa decirlo, porque afortunadamente hay libertad de expresiĂłn, pero habrĂa incurrido en un error aĂşn mĂĄs grave.
En el fondo, de lo que se trata es de acertar con la verdad, no con lo que me guste. No es elegir la religiĂłn que a uno le guste o le satisfaga mĂĄs, sino mĂĄs bien en acertar con la verdadera, que solo puede ser una. La religiĂłn no es como elegir en un supermercado el producto mĂĄs atractivo. En la evaluaciĂłn de las religiones no cristianas (en cuanto a sus creencias, ritos y doctrina moral), una primera cuestiĂłn formulada por la teologĂa catĂłlica concierne a su verdad. Las religiones no son iguales en cuanto a sus valores de verdad y moralidad. Si se comparan las creencias y costumbres de las religiones con la doctrina cristiana se notan ciertos elementos de valor pero tambiĂŠn errores considerables. La Iglesia no rechaza lo que hay de verdadero en estas religiones, pero comprueba que frecuentemente los hombres se desviaron de la verdad, cambiaron la verdad divina por el error —o incluso la mentira— y han servido a las criaturas en vez de servir a Dios.
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nuestra fe.
E
l Papa Francisco ha designado como nuevo obispo de la diócesis de Santa Rosa de Osos, a monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, hasta ahora obispo auxiliar de Medellín. Monseñor Álvarez Botero es el actual secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, cargo que seguirá ocupando hasta que el Episcopado realice nuevas elecciones de sus directivas. MONSEÑOR ELKIN FERNANDO ÁLVAREZ BOTERO Nació en el municipio de El Retiro, Antioquia, diócesis de Sonsón - Rionegro, el 21 de noviembre de 1968, en la familia de Guillermo y Teresa. Tiene dos hermanos y una hermana. Después de haber frecuentado la escuela primaria y parte de
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- Diácono vicario parroquial de la Catedral de Sonsón (1992) - Formador y profesor del Seminario Nacional de Cristo Sacerdote de La Ceja (1994-2000) - Delegado episcopal para la Animación Bíblica de la Pastoral de la diócesis de Sonsón - Rionegro (1996-2003)
la secundaria en el municipio de origen, en 1983 ingresó en el Seminario Menor Diocesano Nuestra Señora de Marinilla, donde concluyó los estudios de bachillerato y cursó la filosofía (1987-1988). En el Seminario Nacional Cristo Sacerdote de La Ceja estudio la teología (1998-1991). Luego, cursó estudios de Teología Bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, obteniendo la Licencia (1992-1994). Fue ordenado sacerdote el 1° de julio de 1993 en Roma, en la capilla del Colegio Internacional María Mater Ecclesiae, por imposición de manos de Mons. Flavio Calle Zapata, entonces obispo de Sonsón - Rionegro.
- Miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores de la diócesis de Sonsón - Rionegro (1999-2003) - Rector y ecónomo del Seminario Nacional de Cristo Sacerdote de La Ceja (2000-2003) - Colaborador local de la Nunciatura Apostólica en Bogotá (2003-2010) - Director de los Departamentos de Ministerios Ordenados y de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal de Colombia (20 l 0-2012) El 28 de mayo de 2012, Su Santidad Benedicto XVI lo nombró obispo auxiliar de Medellín y fue ordenado obispo el 4 de agosto de 2012. El 7 de julio de 2016, la CI Asamblea Plenaria lo eligió Secretario General de la Conferencia Episcopal, para el periodo 2016-2019. Detalles del interior de la Catedral Santa Rosa de Osos Antioquia
El 5 de julio de 2019, la CVIII Asamblea Plenaria lo reeligió Secretario General de la Conferencia Episcopal, para el periodo 20192022. 35
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Nuevo obispo para la diocesis de Santa Rosa de Osos
Ha desempeñado los siguientes oficios pastorales:
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Ritos iniciales
Antífona de entrada En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu.
O bien:
Jesucristo Rey del Universo 22 de Noviembre
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes. Y con tu espíritu. Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Dios Todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Señor ten piedad
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
GLORIA
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Lecturas Santa Misa
Noviembre
Gloria a Dios en el Cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te da-
El misal que ofrecemos es una guía para recitar todas las oraciones de la Misa, desde los Ritos Introductorios hasta la Bendición final. mos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Oración colecta
Amén. LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Segunda lectura Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. ALELUYA O CANTO EVANGELIO El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Lectura del santo Evangelio según san N. Gloria a ti, Señor.
Acabado el Evangelio: Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
CREDO Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, En las palabras que siguen, hasta se hizo hombre,
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Ordinario de la Misa
• LITURGIA EUCARÍSTICA • Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida. Bendito seas por siempre, Señor. Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida de salvación. Bendito seas por siempre, Señor. Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y suyo, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
Oración sobre las ofrendas Amén.
Plegaria eucarística
El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario.
• Prefacio •
En verdad es justo y necesario, es nuestro
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deber y salvación darte gracias, Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado. Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María, la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor. En cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, Él extendió sus brazos en la Cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo. Por eso, con los Ángeles y los Santos, proclamamos tu gloria, diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Este es el Sacramento de nuestra fe.
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación y te damos gracias, porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa N., con nuestro Obispo N., y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad. Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron con la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo San José, los Apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar sus alabanzas Por Cristo, con Él y en Él, a Ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.
RITO DE COMUNIÓN Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, viva-
mos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. Tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor. Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos”. Amén. La paz del Señor esté siempre con ustedes. Y con tu espíritu. (DENSE FRATERNALMENTE LA PAZ.)
• CORDERO DE DIOS • Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz. Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
A n t íf on a C o m u ni ón Oración después de la Comunión Amén.
RITO DE CONCLUSIÓN
El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes. Amén. Pueden ir en paz. Demos gracias a Dios.
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todos se inclinan, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Nov
Domingo · Blanco
31ª Semana del Tiempo Ordinario – 3ª del Salterio
DÍA DE TODOS LOS SANTOS
L
a solemnidad de Todos los Santos comenzó a celebrarse en torno al año 800. Esta celebración resume y concentra en un día todo el santoral del año, pero que principalmente recuerda a los santos anónimos sin hornacina ni imagen reconocible en los retablos. Hoy la iglesia recuerda a todos aquellos que han llegado al cielo y no lo sabemos de manera particular, muchos de ellos serán familiares,
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amigos, conocidos que nos han antecedido en el camino. Los santos son esa multitud innumerable de hombres y mujeres, de toda raza, edad y condición, que lucharon por vivir de manera heroica las virtudes humanas y cristianas y han muerto en gracias de Dios.
¿Quiénes pueden ser santos? “La santidad es para todos y no sólo para unos cuantos privilegiados: no consiste en realizar unas gestas extraordinarias, sino en cumplir con amor los pequeños deberes de cada día. ¿Quieres de verdad ser santo? —se lee en Camino— Cumple el pequeño deber de cada momento: haz lo que debes y está en lo que haces.” Y añade en el punto 817: La santidad “grande” está en cumplir los “deberes pequeños” de cada instante”.
4. Para reparar en este día las faltas que en el transcurso del año hayamos cometido en las fiestas particulares de los Santos. 5. Para animarnos más a la virtud con los ejemplos de tantos Santos de toda edad, sexo y condición, y con la memoria de la recompensa que gozan en el cielo.
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1. Para alabar y agradecer al Señor la merced que hizo a sus siervos, santificándolos en la tierra y coronándolos de gloria en el cielo. 2. Para honrar en este día aun a los Santos de que no se hace fiesta particular durante el año. 3. Para procurarnos mayores gracias multiplicando los intercesores.
Oración para Hoy
La Iglesia ha instituido la Fiesta de Todos los santos por las siguientes razones:
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1
Domingo
Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que nos has otorgado venerar en una misma celebración los méritos de todos los santos, concédenos, por esta multitud de intercesores, la deseada abundancia de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo.
SOLEMNIDAD - Se reza el Te Deum
Primera lectura. Lectura del libro de Job 19,21-27 Job dijo: «¡Piedad, piedad de mí, amigos míos, que me ha herido la mano de Dios! Por qué me perseguís como Dios y no os hartáis de escarnecerme? ¡Ojalá se escribieran mis palabras, ojalá se grabaran en cobre; con cincel de hierro y en plomo se escribieran
para siempre en la roca! Yo sé que está vivo mi Vengador y que al final se alzará sobre el polvo: después que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios; yo mismo lo veré y no otro, mis propios ojos lo verán. ¡Desfallezco de ansias en mi pecho!» V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 27 R/. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida Escúchame, Señor, que te llamo,/ ten piedad, respóndeme. / Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.» R/. Tu rostro buscaré, Señor, / ne me escondas tu rostro. / No rechaces
con ira a tu siervo, / que tú eres mi auxilio; / no me deseches. R/. Espero gozar de la dicha del Señor / en el país de la vida. / Espera en el Señor, sé valiente, / ten ánimo, espera en el Señor. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 10, 1-12 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande
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obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa.” Y si allí hay gente de
os reciban, salid a la plaza y decid: “Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios.” Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Antífona de Comunión Mt 5, 8-10 Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Reflexión del Evangelio
Como Iglesia, celebramos la solemnidad de todos los santos, es decir, recordamos a todas aquellas personas que en su vida pusieron en práctica las enseñanzas y acciones de Jesús. Por esta razón, el texto del Evangelio que nos ilumina en el día de hoy es el que corresponde a las bienaventuranzas, pues en estas “Buenas Noticias” encontramos plasmado el plan amoroso de salvación que Dios tiene para la humanidad y cuya práctica nos conduce a la santidad. Precisamente, los santos han llevado a cabo cada una de las enseñanzas consignadas en las bienaventuranzas. Han vivido la pobreza de espíritu, esto es, han aprendido a ser libres frente a los bienes materiales; han sido mansos, en la medida en que han llegado a ser dóciles a la voluntad de Dios y han brindado consuelo a quienes están tristes y afligidos. De igual modo, al recordar a los santos, también destacamos otros tres elementos presentes en las bienaventuranzas y que ellos pusieron en práctica con su testimonio: la misericordia, la pureza del corazón y el trabajo por la paz, ya que con su ejemplo de vida, cada santo en su momento histórico contribuyó a la construcción del Reino de Dios. En últimas, llegar a la santidad implica seguir el modo de actuar y proceder de Jesús, que descubrimos en las bienaventuranzas, lo cual muchas veces nos puede conducir a las críticas, burlas e incluso, a la persecución por anunciar el Evangelio. Por lo mismo, vale la pena que nos preguntemos: ¿de qué manera pongo en práctica las enseñanzas de Jesús? ¿Cómo está mi camino a la santidad?
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Alegrémonos todos en el Señor al celebrar este día de fiesta en honor de todos los santos. Los ángeles se alegran de esta solemnidad y alaban a una al Hijo de Dios.
paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: “Está cerca de vosotros el reino de Dios.” Cuando entréis en un pueblo y no
Oración para Hoy
Antífona de Entrada
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31ª Semana del Tiempo Ordinario – 3ª del Salterio
La Santa Madre Iglesia, después de su solicitud en celebrar con las debidas alabanzas la dicha de todos sus hijos bienaventurados en el cielo, se interesa ante el Señor en favor de las almas de cuantos nos precedieron con el signo de la fe y duermen en la esperanza de la resurrección, y por todos los difuntos desde el principio del mundo, cuya fe sólo Dios conoce, para que, purificados de toda mancha del pecado y asociados a los ciudadanos celestes, puedan gozar de la visión de la felicidad eterna. Cada 2 de noviembre, día que se conmemora a los Fieles Difuntos,
miles de personas en todo el mundo visitan las tumbas de sus seres queridos que pasaron a la otra vida y la Iglesia eleva oraciones y ofrece sacrificios por su eterno descanso. El alma de la persona fallecida puede ir al cielo, al infierno o al purgatorio. Si va al purgatorio quiere decir que aún necesita purificarse, pero su destino será, en algún momento, el cielo. Por ello los creyentes en la tierra pueden ayudar a las almas del purgatorio con las oraciones, la limosna, y sobre todo con la celebración de la Santa Misa.
Primera lectura, Libro de las Lamentaciones 3, 17-26 Me han arrancado la paz, y ni me acuerdo de la dicha; me digo: «Se me acabaron las fuerzas y mi esperanza en el Señor». Fíjate en mi aflicción y en mi amargura, en la hiel que me envenena; no hago más que pensar en ello, y estoy abatido. Pero hay algo que traigo a la memoria y me da esperanza: que la misericordia del Señor no termina
y no se acaba su compasión; antes bien, se renuevan cada mañana: ¡qué grande es tu fidelidad! El Señor es mi lote, me digo, y espero en Él. El Señor es bueno para los que en Él esperan y lo buscan; es bueno esperar en silencio la salvación del Señor. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 129 R/. Desde lo hondo a Ti grito, Señor. Desde lo hondo a Ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén
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tus oídos atentos a la voz de mi súplica. /R.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de Ti procede el perdón, y así infundes respeto. /R.
Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora; porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa. /R.
Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. /R.
Y Él redimirá a Israel de todos sus delitos. /R.
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CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS
Lectura del Santo evangelio según, San Juan 14, 1-6 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble su corazón; crean en Dios y créanme también a mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así; ¿les habría dicho que voy a prepararles sitio? Cuando vaya y les prepare sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde
estoy yo, estén también ustedes. Y adonde yo voy, ya saben el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti,,Señor Jesús
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MEMORIA OBLIGATORIA
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31ª Semana del Tiempo Ordinario – 3ª del Salterio
Reflexión del Evangelio
En el contexto de la Conmemoración de los Fieles Difuntos, el Evangelio de hoy nos propone una comparación de Jesús que comúnmente se ha denominado el juicio de las naciones. En ella, Jesús señala que el Hijo del Hombre vendrá en todo su esplendor y separará a la humanidad en dos grupos, como hace un pastor con las ovejas y las cabras. A las ovejas, es decir, a quienes están a la derecha, el Señor los llama “benditos de mi Padre”, lo que significa que son personas que están en la presencia por Dios y, acto seguido, el Señor presenta la razón de la bendición: la caridad. Quien sirve a sus hermanos con generosidad y sin condiciones recibe la bendición de Dios, que en el marco de las palabras de Jesús significa la Salvación. En cambio, las personas que están a la izquierda del Hijo del Hombre, que son asociadas con las cabras, serán apartadas de la presencia del Señor, precisamente porque sus obras fueron contrarias a la caridad cristiana. En otras palabras, con sus propios actos, las personas de la izquierda se cerraron al amor y a la misericordia de Dios, pues no trataron con bondad a los demás. En últimas, este juicio de las naciones nos enseña que son nuestras acciones las que muestran si en verdad nos hemos dejado conducir por Dios, como dice San Juan de la Cruz: “Al final de los tiempos, seremos juzgados en el amor”. Por ello, pregúntate: ¿Qué tanto amor muestras en tu servicio a los demás?
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Oración para Hoy
Lunes · Morado
Nov
San Martín de Porres es el santo de la humildad. Popularmente conocido como Fray Escoba, este dominico originario de Lima, Perú, fue el primer mestizo canonizado por la Iglesia. Por medio de su sencillez y servicio logró superar las diferencias y unir a las tres culturas que convivían en su época, a pesar de los conflictos que dificultaban la coexistencia en la sociedad limeña del siglo XVII. Murió en 1639. Fue canonizado por Juan XXIII en 1962 y declarado patrono de la justicia social. Martín de Porres falleció en 1639. Sus restos se encuentran en la Basílica de Santo Domingo en Lima. San Martín es patrono de de los hermanos cooperadores dominicos y de la Justicia Social. También, su patronazgo se extiende a los pobres, los peluqueros, el gremio de la limpieza pública, farmacéuticos y enfermeros y es patrón de Cáritas.
Primera lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2,5-11 Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús. Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre sobre todo nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 21 R/. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea Cumpliré mis votos delante de sus fieles. / Los desvalidos comerán hasta saciarse, / alabarán al Señor los que lo buscan: / viva su corazón por siempre. R/. Lo recordarán y volverán al Señor / hasta de los confines del orbe; / en su presencia se postrarán / las familias de los pueblos. R/.
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Porque del Señor es el reino, / el gobierna a los pueblos. / Ante él se postrarán las cenizas de la tumba. R/. Mi descendencia le servirá, / hablarán del Señor a la generación futura, / contarán su justicia al pueblo que ha de nacer: / todo lo que hizo el Señor. R/.
Lectura del Santo evangelio según, Lucas 14,15-24 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús: «¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!» Jesús le contestó: «Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó un criado a avisar a los convidados: “Venid, que ya está preparado.” Pero ellos se excusaron uno tras otro. El primero le dijo: “He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor.” Otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor.” Otro dijo: “Me acabo
de casar y, naturalmente, no puedo ir.” El criado volvió a contárselo al amo. Entonces el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: “Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos.” El criado dijo: “Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio.” Entonces el amo le dijo: “Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa.” Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
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SAN MARTÍN DE PORRES, religioso
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MEMORIA OBLIGATORIA
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31ª Semana del Tiempo Ordinario – 3ª del Salterio
Reflexión del Evangelio
En el Evangelio de hoy, Jesús propone la parábola del gran banquete al cual todos los invitados se disculparon y no fueron, razón por la cual el anfitrión mandó llamar a los pobres, inválidos, ciegos, cojos y cuantos hubiera en las calles. Los primeros invitados presentaron diversas excusas y se negaron a ir, colocando por encima sus situaciones particulares a la invitación de aquel hombre. Algo similar nos ocurre a nosotros cuando, en ocasiones, recibimos alguna invitación y nos excusamos, porque en el fondo no queremos asistir. Cuando las personas tienen la disposición para hacer algo o para participar en algún evento, por más ocupaciones que se tengan, siempre se buscará la alternativa adecuada para poder responder con todos los compromisos pendientes. De la misma manera nos ocurre en nuestra relación con Dios, ya que el Señor nos invita a participar de su banquete eucarístico, para alimentarnos con su Palabra y con su Cuerpo y su Sangre y, junto con nosotros, Él invita a toda la humanidad, especialmente a los pobres, necesitados y marginados. Jesús siempre tiene las puertas abiertas para acogernos, nuestra tarea es abrir nuestro corazón para recibirlo. ¿Soy disponible para escuchar la voz de Dios y poner en práctica sus enseñanzas? ¿Qué tanto me justifico ante el Señor?
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Oración para Hoy
Martes · Blanco
Nov
MEMORIA OBLIGATORIA
Cardenal y arzobispo de Milán. Nacido en el seno de una familia noble -su madre era Margarita de Médicis, hermana del papa Pío IV-, estudió latín en Milán y en 1522 pasó a la Universidad de Pavía, donde en 1529 obtuvo el grado de doctor en derecho civil y derecho canónico. Un año después su tío, el papa Pío IV, le llamó a Roma para que fuera su secretario y administrador de los Estados Pontificios. Nació en el año 1538. nombrado cardenal por su tío materno, el papa Pío IV, y elegido obispo de Milán. Preocupado por las necesidades de la Iglesia de su tiempo, y para la formación del clero convocó sínodos y erigió seminarios, visitó muchas veces toda su diócesis con el fin de fomentar las costumbres cristianas y dio muchas normas para bien de los fieles. Murió en el año 1584.
Primera lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2,12-18 Ya que siempre habéis obedecido, no sólo cuando yo estaba presente, sino mucho más ahora en mi ausencia, seguid actuando vuestra salvación con temor y temblor, porque es Dios quien activa en vosotros el querer y la actividad para realizar su designio de amor. Cualquier cosa que hagáis, sea sin protestas ni discusiones, así seréis irreprochables y límpidos, hijos de Dios sin tacha, en medio de una gente torcida y depravada, entre
la cual brilláis como lumbreras del mundo, mostrando una razón para vivir. El día de Cristo, eso será una honra para mí, que no he corrido ni me he fatigado en vano. Y, aun en el caso de que mi sangre haya de derramarse, rociando el sacrificio litúrgico que es vuestra fe, yo estoy alegre y me asocio a vuestra alegría; por vuestra parte, estad alegres y asociaos a la mía. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 26 R/. El Señor es mi luz y mi salvación El Señor es mi luz y mi salvación, / ¿a quién temeré? / El Señor es la defensa de mi vida, / ¿quién me hará temblar? R/. Una cosa pido al Señor, eso buscaré: / habitar en la casa del Señor10 / 74p 74or los días de
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mi vida; / gozar de la dulzura del Señor, / contemplando su templo. R/. Espero gozar de la dicha del Señor / en el país de la vida. / Espera en el Señor, sé valiente, / ten ánimo, espera en el Señor. R/.
En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, sí quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: “Este hombre empezó
a construir y no ha sido capaz de acabar.” ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.»
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio En este Evangelio, Jesús nos dice que quien quiera ir a Él debe dejarlo todo, cargar con su cruz y seguirlo. La propuesta del Señor es clara, pues busca hombres y mujeres con libertad, sin apegos, seguros que Él siempre estará a su lado, animándolos, fortaleciéndolos y llenándolos con su Gracia para seguir su camino. Sin embargo, vale la pena señalar que el llamado de Jesús no es exclusivo para los sacerdotes y las religiosas, sino que Él llama a toda la humanidad a participar de Su misión, es decir, cada persona, desde su condición y desde su lugar, está llamada a seguir a Jesús y a anunciar su Buena Nueva a todas las personas que lo rodean. Por lo anterior, Jesús nos invita en el Evangelio de hoy a ser libres, a no apegarnos a personas o cosas y a cargar la cruz, esto es, afrontar la vida con tenacidad y fortaleza, con todos los retos y sacrificios que ésta trae consigo, pues todo lo que se quiere de verdad siempre implicará un esfuerzo de nuestra parte. Quien siga a Jesús, Él no lo abandonará y le dará su Gracia para salir adelante. En mi vida cotidiana, ¿cómo sigo al Señor? ¿Escucho la voz de Dios en mi vida diaria? ¿Voy construyendo un proyecto de vida desde los ojos del Señor?
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SAN CARLOS BORROMEO, obispo
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 14,25-33 R/. Gloria a ti, Señor
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31ª Semana del Tiempo Ordinario – 3ª del Salterio
Oración para Hoy
Miércoles · Blanco
Nov
Los circuncisos somos nosotros, que damos culto con el Espíritu de Dios, y que ponemos nuestra gloria en Cristo Jesús, sin confiar en la carne. Aunque, lo que es yo, ciertamente tendría motivos para confiar en la carne, y si algún otro piensa que puede hacerlo, yo mucho más, circuncidado a los ocho días de nacer, israelita de nación, de la tribu de Benjamín, hebreo por los cuatro costados y, por lo que toca a la ley, fariseo; si se trata de intransigencia, fui perseguidor de la Iglesia, si de ser
justo por la ley, era irreprochable. Sin embargo, todo eso que para mí era ganancia lo consideré pérdida 74comparado con Cristo; más aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Feria
Salmo Responsorial, 104 R/. Que se alegren los que buscan al Señor Cantadle al son de instrumentos, / hablad de sus maravillas; / gloriaos de su nombre santo, / que se alegren los que buscan al Señor. R/. Recurrid al Señor y a su poder, / buscad continuamente su rostro. /
Recordad las maravillas que hizo, / sus prodigios, las sentencias de su boca. R/. ¡Estirpe de Abrahán, su siervo; / hijos de Jacob, su elegido! / El Señor es nuestro Dios, / él gobierna toda la tierra. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 15,1-10 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.» Jesús les dijo esta parábola: «Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa,
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reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: “¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido.” Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve ju74stos que no necesitan convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles:
“¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido.” Os digo que la misma alegría habrá
entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio Jesús nos propone en el Evangelio la parábola del pastor que encuentra a su oveja. En esta historia, el Señor nos muestra el modelo de un pastor diferente a la persona asalariada, que sólo cumple con un horario de trabajo y realiza exclusivamente lo que le ordena su manual de funciones o su patrón. Este pastor, en cambio, va más allá del deber, para actuar con principios de misericordia. La figura del pastor en la parábola de hoy representa a aquella persona que, además de cumplir con sus obligaciones y con las normas, busca dar un paso adelante y se ocupa en atender a las personas, comprender sus situaciones y ser una voz de aliento, un bastón y un apoyo eficaz en el momento oportuno. Por esta razón, el Pastor va en busca de la oveja perdida, para ayudarla a encontrar su camino. De la misma manera, nosotros estamos llamados por Dios a reconocer a Jesús como el Buen Pastor que nos acompaña en cada instante de nuestra vida y cuando estamos desorientados, perdidos, Él va en busca de nosotros, nos recoge, sana nuestras heridas y reorienta nuestro camino. Y así como Jesús nos acompaña, nosotros estamos llamados a hacer lo mismo con los demás. ¿Jesús es el Buen Pastor que guía mi vida? ¿Soy dócil a la voluntad de Dios?
Transmitiremos desde el Santuario del Señor de los Milagros de Buga.
8:30 a.m. 12:00m. 6:30 p.m
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Primera lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Fílipenses 3,3-8a
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31ª Semana del Tiempo Ordinario – 3ª del Salterio
Oración para Hoy
Jueves · Verde
Nov
Seguid mi ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros. Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde
aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mí corona, manteneos así, en el Señor, queridos. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Feria - Día Penitencial.
Salmo Responsorial, 121 R/. Vamos alegres a la casa del Señor ¡Qué alegría cuando me dijeron: / «Vamos a la casa del Señor»! / Ya están pisando nuestros pies / tus umbrales, Jerusalén. R/.
Allá suben las tribus, las tribus del Señor, / según la costumbre de Israel, / a celebrar el 74nombre del Señor; / en ella están los tribunales de justicia, / en el palacio de David. R/.
Lectura del Santo evangelio según, Lucas 16,1-8 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido.” El administrador se puso a echar sus cálculos: “¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.” Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al
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primero: “¿Cuánto debes a mi amo?” Éste respondió: “Cien barriles de aceite.” Él le dijo: “Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta.” Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?” Él contestó: “Cien fanegas de trigo.” Le dijo: “Aquí está tu recibo, escribe ochenta.” Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.»
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio Ir al índice
Primera lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3,17–4,1
En el Evangelio de hoy, Jesús presenta la parábola de un administrador astuto que, a través de diversas astucias, utiliza su inteligencia para garantizar su porvenir. Aprovechó sus contactos para conseguir un nuevo empleo ante la posibilidad inminente de su despido debido a sus trampas. En contraste, el Señor Jesús nos invita a utilizar nuestros talentos e inteligencia para anunciar el Evangelio. Los hijos de la luz, al promover una nueva manera de vivir, deben quitar al dinero ese lugar tan especial que le ha colocado la sociedad de consumo, hasta el punto que lo ha llegado a idolatrar. El dinero, la economía, como otros bienes materiales son instrumentos o medios para que el ser humano pueda alcanzar una vida digna, pero no deben estar por encima de las personas y, mucho menos, de Dios. Este fue el caso del administrador astuto, quien optó por el camino del fraude y de la trampa para hacerse con ganancias económicas aprovechando su cargo y posición, actitud que, lastimosamente, se repite con frecuencia hoy en día. Sin embargo, nosotros como creyentes estamos llamados a tener un modo de actuar diferente, en el cual el bienestar común debe estar por encima de los intereses individuales y egoístas. Por lo anterior, debemos reflexionar por la manera como establecemos nuestras relaciones sociales, sin son desinteresadas realmente, o si buscamos algún tipo de interés y beneficio particular con ellas. Del mismo modo, también valdría la pena que examináramos nuestra libertad frente a los bienes materiales, especialmente ante el dinero, pues así podremos relacionarnos con los demás con libertad y sin mayor interés que el de construir vínculos de amistad y fraternidad.
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31ª Semana del Tiempo Ordinario – 3ª del Salterio
Oración para Hoy
Viernes · Verde
Nov
Me alegré muchísimo en Cristo de que ahora por fin pudierais expresar el interés que sentís por mí; siempre lo habíais sentido, pero os faltaba la ocasión. Aunque ando escaso de recursos, no lo digo por eso; yo he aprendido a arreglarme en toda circunstancia. Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mi tribulación. Vosotros, los filipenses, sabéis además que, desde que salí de Macedonia y empecé a predicar el Evangelio, ninguna Iglesia, aparte de vosotros, me abrió
una cuenta de haber y debe. Ya a Tesalónica, me mandasteis más de una vez un subsidio para aliviar mi necesidad; no es que yo busque regalos, busco que los intereses se acumulen en vuestra cuenta. Éste es mi recibo: por todo y por más todavía. Estoy plenamente pagado al recibir lo que me mandáis con Epafrodito: es un incienso perfumado, un sacrificio aceptable que agrada a Dios. En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espléndida riqueza en Cristo Jesús. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 111 R/. Dichoso quien teme al Señor Dichoso quien teme al Señor / y ama de corazón sus mandatos. / Su linaje será poderoso en la tierra, / la descendencia del justo será bendita. R/. Dichoso el que se apiada y presta, / y administra rectamente sus
asuntos. / El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo. R/. Su corazón está, seguro, sin temor. / Reparte limosna a los pobres; / su caridad es constante, sin falta, / y alzará la frente con dignidad. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 16,9-15 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en
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el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.»
Oyeron esto los fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él. Jesús les dijo: «Vosotros presumís de observantes delante de la gente,
pero Dios os conoce por dentro. La arrogancia con los hombres Dios la detesta.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
En el argot popular se suele decir: “amigo, el ratón del queso”. Con esta frase se suele insinuar que la amistad es un don precioso que poco se consigue y que la confianza que ésta conlleva no aparece mucho en las relaciones interpersonales. Para ser una persona de fiar, como lo señala el Evangelio de hoy, es necesario permanecer constante y transparente en todos los asuntos, por simples y pequeños que ellos sean, pues como lo expresa el mismo Evangelio, “quien es fiel en lo poco también será fiel en lo mucho.” Y este principio ético se puede aplicar a diversos aspectos de la vida. Por ejemplo, quien aprendió de pequeño a ser obediente y juicioso en su casa, con los mandados y quehaceres domésticos, con seguridad aplicará estos valores en su casa, cuando sea adulto. De igual modo sucede en el mundo laboral, pues si la persona aprendió a ser honesta en situaciones sencillas, en su trabajo se distinguirá por ser alguien de confianza y responsabilidad. En síntesis, la fidelidad y la confianza son virtudes que Dios nos regala, pero que cada uno debe cultivar y cuidar a diario, a través de acciones concretas. Por esto, pregúntate: ¿De qué manera expreso mi fidelidad a Dios y a los demás?
Oración
para bendecir a un Recién Nacido Señor nuestro Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, que engendrado antes de todos los siglos, en el tiempo quisiste ser niño y amas la inocencia propia de la infancia; Tú, Señor, que abrazabas con amor a los niños que te presentaban, y los bendecías, cuida a este niño con tierna bendición y no permitas que la malicia pervierta su corazón. Concédele, Señor, que, creciendo en edad, sabiduría y gracia, siempre te agrade. Tu que siendo Dios vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.
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Primera lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4,10-19
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FERIA O BIENAVENTURADA MARÍA VIRGEN
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31ª Semana del Tiempo Ordinario – 3ª del Salterio
Oración para Hoy
Sábado · Verde o Blanco
Nov
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Dios de poder y misericordia, aparta, propicio, de nosotros toda adversidad, para que, bien dispuestos cuerpo y espíritu, podamos aspirar libremente a lo que te pertenece. Por nuestro Señor Jesucristo.
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vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones; ella misma va de un lado a otro buscando a los que la merecen; los aborda benigna por los caminos y les sale al paso en cada pensamiento. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 62 R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, / mi alma está sedienta de ti; / mi carne tiene ansía de ti, / como tierra reseca, agostada, sin agua. R/.
Toda mi vida te bendeciré / y alzaré las manos invocándote. / Me saciaré como de enjundia y de manteca, / y mis labios te alabarán jubilosos. R/.
¡Cómo te contemplaba en el santuario / viendo tu fuerza y tu gloria! / Tu gracia vale más que la vida, / te alabarán mis labios. R/.
En el lecho me acuerdo de ti / y velando medito en ti, / porque fuiste mi auxilio, / y a la sombra de tus alas / canto con júbilo. R/.
Segunda lectura. de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4,13-18 No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es
lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta
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La sabiduría es radiante e inmarcesible, la ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los que la buscan; ella misma se da a conocer a los que la desean. Quien madruga por ella no se cansa: la encuentra sentada a la puerta. Meditar en ella es prudencia consumada, el que
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Cf. Sal 87, 3 Llegue hasta ti mi súplica, inclina tu oído a mi clamor, Señor.
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Nov
Se reza el Te Deum
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 25,1-13 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!” Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: “Dadnos un poco de
vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.” Pero las sensatas contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis.” Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: “Señor, señor, ábrenos.” Pero él respondió: “Os lo aseguro: no os conozco.” Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Antífona de Comunión Cf. Ps 22, 1-2 El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas.
Reflexión del Evangelio Es de preocupar que gran parte de los aspectos de la vida del ser humano se han convertido en relativos, es decir, parece que ahora cada persona le coloca una fecha de vencimiento a sus relaciones, metas, trabajos y proyectos. El Evangelio de hoy nos hablará, precisamente, que hay un centro en la vida que es mucho más profundo y que no tiene caducidad: estar con Jesús y recibir el don de la vida eterna. Hoy se nos presenta la parábola de las vírgenes prudentes, quienes saben disponerse para recibir a su Señor. En cambio, también existen
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las vírgenes necias que no se habían preparado, quienes se parecen a un niño que siempre quería hacer cosas divertidas. Lo fundamental en la vida, por tanto, no es pasajero, de tal modo que no se trata de vivir cada día con vértigo, acelerados, sin planear o sin proyectar metas de largo aliento. La parábola de las vírgenes prudentes nos puede ayudar a reconocer en quién está puesta nuestra esperanza y cómo preparamos nuestro corazón para recibir al Señor, pues sólo Él es la base y el principio fundamental en quien podemos construir nuestra vida.
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al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
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divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube,
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Oración para Hoy
32ª Semana del Tiempo Ordinario – 4ª del Salterio
Basílica significa: “Casa del Rey”.
Fiesta - Se reza el Te Deum
Según una tradición que arranca del siglo XII, se celebra el día de hoy el aniversario de la dedicación de la basílica construida por el emperador Constantino en el Laterano. La Basílica de Letrán es la iglesia-madre de Roma, dedicada primero al Salvador y después también a San Juan Bautista. Esta celebración fue primero una fiesta de la ciudad de Roma; más tarde se extendió a toda la Iglesia de rito romano, con el fin de honrar aquella basílica, que es llamada «madre y cabeza de todas las iglesias de la Urbe y del Orbe», en señal de amor y de unidad para con la cátedra de Pedro que, como escribió san Ignacio de Antioquía, «preside a todos los congregados en la caridad». La primera basílica que hubo fue la de Letrán. Se sabe que era un palacio que pertenecía a una familia que llevaba ese nombre, Letrán, y que el emperador de entonces, Constantino, fue el primer gobernante romano que concedió a los cristianos el permiso para construir templos, regalando l Papa Silvestre I el Palacio Basílica de Letrán, que éste convirtió en templo y consagró el 9 de noviembre del año 324. Esta basílica es la Catedral del Papa y la más antigua de todas las basílicas de la Iglesia Católica. En su frontis tiene esta leyenda que reza así: “Madre y Cabeza de toda las iglesias de la ciudad y del mundo” en señal de amor y unidad para con toda la cátedra de Pedro que, como escribió san Ignacio de Antioquía “preside a todos los congregados en la caridad” Curiosamente se le llama Basílica del Divino Salvador porque, cuando fue nuevamente consagrada, en el año 787, una imagen del Divino Salvador, al ser golpeada por un judío, derramó sangre. Se llama también Basílica de San Juan (de Letrán) porque tiene dos capillas dedicadas a San Juan Bautista y a San Juan Evangelista. Durante mil años, desde el año 324 hasta el 1400 (época en que los Papas se fueron a vivir a Avignon, en Francia), la casa contigua a la Basílica se llamó “Palacio de Letrán”, fue la residencia de los Pontífices, y allí se llevaron a cabo la celebración de cinco concilios importantes de la vida de la Iglesia. En este palacio se celebró en 1929 el tratado de paz entre el Vaticano y el gobierno de Italia (Tratado de Letrán).
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Primera lectura. de la profecía de Ezequiel 47,1-2.8-9.12 En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo. Del zaguán del templo manaba agua hacia levante –el templo miraba a levante–. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar. Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho. Me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan
allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente. A la vera del río, en sus dos riberas, crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.» V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
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DEDICACIÓN DE LA BASILICA DE LETRÁN
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32ª Semana del Tiempo Ordinario – 4ª del Salterio
Salmo Responsorial, 45 R/. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Por eso no tememos aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar. R/. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,el Altísimo consagra su morada. Teniendo a
Dios en medio, no vacila; Dios la socorre al despuntar la aurora. R/. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Venid a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra: pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe. R/.
Segunda lectura. de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3,9c-11.16-17 Sois edificio de Dios. Conforme al don que Dios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, coloqué el cimiento, otro levanta el edificio. Mire cada uno cómo construye. Nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo. ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de
Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
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Oración para Hoy
Lunes · Blanco
Nov
Nov
Lectura del Santo evangelio según, San Juan 2,13-22 R/. Gloria a ti, Señor
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Reflexión del Evangelio
En nuestra convivencia cotidiana, uno de los elementos que puede causar incomodidad es que los lugares o las ganancias de una actividad no se destinen para los fines que inicialmente se realizaron. Por esta razón, el tema de la corrupción es de gran sensibilidad para todas las personas, pues genera un gran dolor e indignación que los aportes de cada uno se desvíen por los intereses de unos cuantos. Algo similar le ocurrió a Jesús cuando llegó al templo y lo encontró invadido por los mercaderes y comerciantes. Jesús no ha empezado todavía su predicación, se dirige al Templo de Jerusalén que es el corazón de la fe judía, pero también en este lugar se ha establecido la corrupción y el afán de poder, representados en en el comercio que allí se presentaba. Citando al salmo 69, “el celo por tu casa me devora”, Jesús asume una actitud radical de cuidado frente a lo sagrado. Los espacios y momentos de Dios son respetados por Jesús y Él los hace respetar. Lamentablemente, en la actualidad hemos ido perdiendo ese respeto y valor por lo sagrado, de tal modo que hay personas que no encuentran diferencia en llegar al templo parroquial vestidos de cualquier manera, impuntuales y sin una adecuada disposición interior. Por tanto, valdría la pena que revisáramos nuestras actitudes en las celebraciones religiosas y nos propusiéramos asumir una disposición de alabanza y reverencia al Señor en todo momento y lugar, especialmente en los lugares que tenemos para el encuentro con Él.
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SAN LEÓN MAGNO, papa y doctor de la Iglesia
León = Aquel hombre audaz, imperioso y valiente, es de origen latino. Nació en el año 400. Primero fue diácono diligente en la Urbe y después, elevado a la cátedra de Pedro, mereció con todo derecho ser llamado “Magno”, tanto por apacentar a su grey con una exquisita y prudente predicación como por mantener la doctrina ortodoxa sobre la encarnación de Dios, valientemente afirmada por los legados del Concilio Ecuménico de Calcedonia, hasta que descansó en el Señor en Roma, donde en este día tuvo lugar su sepultura en San Pedro del Vaticano en el año 461. Defensor y promotor del Primado de Roma, el “Pontífice Magno” deja a la historia casi 100 sermones y casi 150 cartas, demostrándose así tanto teólogo cuanto pastor, atento a la comunión entre las diversas Iglesias, sin olvidarse de las necesidades de los fieles. En efecto para ellos anima las obras de caridad en una Roma doblegada por las carestías, la pobreza, las injusticias y las supersticiones paganas. Lleva adelante todas las acciones indispensables – tal como se lee en sus escritos – para “tener justicia con constancia” y “ofrecer amorosamente la clemencia”, puesto que “sin Cristo no podemos nada, pero con Él, podemos todo”. El 45° Papa de la historia Nacido en la Tuscia y convertido en diácono de la Iglesia de Roma alrededor del año 430, en el 440 León es enviado por la emperatriz Galla Placidia a pacificar Galia, contendida entre el general Flavio Aecio y el prefecto del pretorio Albino. Pocos meses después, muere el Papa Sixto III. Le sucede León, su consejero. La consagración como Pontífice – el 45° de la historia de la Iglesia – se produce el 29 de septiembre del 440. Un Pontificado de “récords” Su Pontificado, que duró 21 años, reúne diversos récords: primer Obispo de Roma que lleva el nombre de León; primer Sucesor de Pedro en ser llamado “Magno”; primer Papa de quien nos ha llegado la predicación, también es uno de los dos únicos Pontífices (el otro es Gregorio Magno) que ha recibido, en 1754, por voluntad de Benedicto XIV, el título de “Doctor de la Iglesia”. Su muerte se produjo el 10 de noviembre del 461 y, según algunos historiadores, León Magno también fue el primer Papa en ser sepultado dentro de la Basílica Vaticana. Aún hoy, sus reliquias se conservan en San Pedro, concretamente en la Capilla de la “Virgen de la Columna”.
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Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?» Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.» Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Oración para Hoy
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.» Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»
Martes · Blanco Ir al índice
32ª Semana del Tiempo Ordinario – 4ª del Salterio
un hablar sensato e intachable, para que la parte contraria se abochorne, no pudiendo criticarnos en nada. Porque ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo. Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 36 R/. El Señor es quien salva a los justos Confía en el Señor y haz el bien, / habita tu tierra y practica la lealtad; / sea el Señor tu delicia, / y él te dará lo que pide tu corazón. R/. El Señor vela por los días de los buenos, / y su herencia durará siempre. / El Señor asegura los pasos
del hombre, / se complace en sus caminos. R/. Apártate del mal y haz el bien, / y siempre tendrás una casa; / pero los justos poseen la tierra, / la habitarán por siempre jamás. R/.
El Evangelio de hoy nos habla sobre el servicio. A veces, pensamos que al cumplir con las obligaciones ya estamos llevando a cabo un servicio. Sin embargo, Jesús nos dice hoy que apenas esto es lo mínimo que debemos hacer. Por lo tanto, el servicio que nos propone el Señor hoy es dar un poco más, exigirnos a nosotros mismos y salir de nosotros mismos, es decir, aportar algo novedoso a lo que hacemos diariamente. Por ello, la clave del servicio es pensar en el bien de la otra persona, caso contrario les ocurrió a los distintos órganos del cuerpo, quienes en cierta ocasión estaban muy enfadados con el estómago. Se quejaban de que ellos tenían que buscar el alimento y dárselo al estómago, mientras que éste no hacía más que devorar el fruto del trabajo de todos ellos. De modo que decidieron no darle más alimento al estómago. Las manos dejaron de llevarlo a la boca, los dientes dejaron de masticar y la garganta dejó de tragar. Pensaban que con ello obligarían al estómago a espabilar. Sin embargo, lo único que consiguieron fue debilitar el cuerpo, hasta el punto de que todos ellos se vieron en auténtico peligro de muerte. De este modo, fueron ellos, en definitiva, los que aprendieron la lección de que, al ayudarse unos a otros, en realidad trabajaban por su propio bienestar. Unido a lo anterior, el Señor hoy nos invita a servir desinteresadamente a los hermanos, sin rivalidad, sin competencias, trabajando como hermanos, apoyándonos mutuamente y dando lo mejor de nosotros mismos. Por lo anterior, vale la pena que te preguntes: ¿qué busco con mi servicio cotidiano?
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 17,7-10 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo el Señor: «Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: “En seguida, ven y ponte a la mesa”? ¿No le diréis: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás
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tú”? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.”» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Lunes a Viernes 6:30 a.m. a 7:20 a.m. 67
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Habla de lo que es conforme a la sana doctrina. Di a los ancianos que sean sobrios, serios y prudentes; que estén robustos en la fe, en el amor y en la paciencia. A las ancianas, lo mismo: que sean decentes en el porte, que no sean chismosas ni se envicien con el vino, sino maestras en lo bueno, de modo que inspiren buenas ideas a las jóvenes, enseñándoles a amar a los maridos y a sus hijos, a ser moderadas y púdicas, a cuidar de la casa, a ser bondadosas y sumisas a los maridos, para que no se desacredite la palabra de Dios. A los jóvenes, exhórtalos también a ser prudentes, presentándote en todo como un modelo de buena conducta. En la enseñanza sé íntegro y grave, con
Reflexión del Evangelio
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MEMORIA OBLIGATORIA
Primera lectura. Carta del apóstol san Pablo a Tito 2,18.11-14
Martes
Oración para Hoy
32ª Semana del Tiempo Ordinario – 4ª del Salterio
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 17,11-19 R/. Gloria a ti, Señor
Nació hacia el año 316 en Panonia (la actual Hungría), de padres paganos. Cuando se convirtió al cristianismo, abandonó el ejército y abrazó la vida monástica, siendo uno de sus más importantes promotores en las Galias. Nombrado obispo de Tours, se didicó particularmente a la formación del clero y a la evangelización de los pobres. Murió en el 397, siendo uno de los primeros santos no mártires más venerados por los fieles.
MEMORIA OBLIGATORIA
Primera lectura Carta del apóstol san Pablo a Tito 3,1-7 Recuérdales que se sometan al gobierno y a las autoridades, que los obedezcan, que estén dispuestos a toda forma de obra buena, sin insultar ni buscar riñas; sean condescendientes y amables con todo el mundo. Porque antes también nosotros, con nuestra insensatez y obstinación, íbamos fuera de camino; éramos esclavos de pasiones y placeres de todo género, nos pasábamos la vida fastidiando y comidos de envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros. Mas cuando ha aparecido la
bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor al hombre, no por las obras de justicia que hayamos hecho nosotros, sino que según su propia misericordia nos ha salvado, con el baño del segundo nacimiento y con la renovación por el Espíritu Santo; Dios lo derramó copiosamente sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador. Así, justificados por su gracia, somos, en esperanza, herederos de la vida eterna. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 22 R/. El Señor es mi pastor, nada me falta El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar; / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas. R/. Me guía por el sendero justo, / por el honor de su nombre. / Aunque camine por cañadas oscuras, / nada temo, porque tú vas conmigo: / tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.
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Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré en la casa del Señor / por años sin término. R/.
Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.» Al verlos, les dijo: «ld a presentaros a los sacerdotes.» Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos
y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Éste era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?» Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
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SAN MARTÍN DE TOURS, obispo
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32ª Semana del Tiempo Ordinario – 4ª del Salterio
Encontramos en el Evangelio de hoy la curación que hizo Jesús a diez leprosos, de los cuales sólo uno se devolvió para agradecer al Señor por la sanación. Incluso, el Evangelio aclara que aquella persona era samaritana. Por tanto, el Evangelio nos muestra que la gratitud surge del corazón de quien se reconoce amado y liberado. El samaritano se reconoció libre de la lepra y, antes de seguir los procedimientos legales, primero regresó a dar las gracias. Ser agradecido no es otra cosa que reconocer de quién proceden todos los bienes que tenemos: de Dios. Asimismo, la gratitud se expresa en la vida a través de acciones concretas de servicio y misericordia con los demás. Quien es agradecido, comparte con generosidad a los demás las bendiciones que ha recibido por parte de Dios. Valdría la pena que nos preguntáramos si diariamente hemos sido capaces de agradecer todo lo que hemos recibido de la mano de Dios, lo cual nos puede llevar a ofrecer todo lo que somos y tenemos para hacer su voluntad.
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Oración para Hoy
Miércoles · Blanco
Nov
Josafat es una palabra hebrea que significa “Dios es mi juez”. Nació en Ucrania hacia el año 1580, de padres Ortodoxos; se convirtió a la fe católica e ingreso e ingresó a la Orden de San Basilio. La nación de Lituania es ahora de gran mayoría católica. Pero en un tiempo en ese país la religión era dirigida por los cismáticos ortodoxos que no obedecen al
Sustenta al huérfano y a la viuda / y trastorna el camino de los malvados. / El Señor reina
Lectura del Santo evangelio según, Lucas 17,20-25
Gloria a ti, Señor Sumo Pontífice. Y la conversión de Lituania al catolicismo se debe en buena parte a San Josafat. Pero tuvo que derramar su sangre, para conseguir que sus paisanos aceptaran el catolicismo. Fue martirizado en el año 1623.
MEMORIA OBLIGATORIA
Primera lectura. Carta del apóstol san Pablo a Filemón 7-20 Me alegró y animó mucho tu caridad, hermano, porque tú has aliviado los sufrimientos de los santos. Por eso, aunque tengo plena libertad en Cristo para mandarte lo que conviene hacer, prefiero rogártelo apelando a tu caridad, yo, Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús. Te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión, que antes era tan inútil para ti, y ahora, en cambio, es tan útil para ti y para mí; te lo envío como algo de mis entrañas. Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar
contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con libertad. Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido. Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano. Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo. Si en algo te ha perjudicado y te debe algo, ponlo en mi cuenta; yo, Pablo, te firmo el pagaré de mi puño y letra, para no hablar de que tú me debes tu propia persona. Por Dios, hermano, a ver si me das esta satisfacción en el Señor; alivia mi ansiedad, por amor a Cristo. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 145 R/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob Que mantiene su fidelidad perpetuamente, / que hace justicia a los oprimidos, / que da pan a los hambrientos. / El Señor liberta a los cautivos. R/.
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eternamente, / tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.
El Señor abre los ojos al ciego, / el Señor endereza a los que ya se doblan, / el Señor ama a los justos. / El Señor guarda a los peregrinos. R/.
En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de Dios Jesús les contestó: «El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros.» Dijo a sus discípulos: «Llegará un tiempo en que desearéis vivir un
R/.
día con el Hijo del hombre, y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí no os vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
La llegada del Reino no puede ser observada como se observa la llegada de los reyes de la tierra. Para Jesús, el Reino de Dios ¡ha llegado! Ya está en medio de nosotros, independientemente de nuestro esfuerzo o de nuestro mérito. Jesús tiene otro modo de ver las cosas. Tiene otra mirada para leer la vida. Prefiere al samaritano que vive en la gratitud a los nueve que piensan que merecen el bien que reciben de Dios (Lc 17,17-19). La venida del Reino trae consigo su propia evidencia y no depende de los pronósticos de los demás. La Cruz, escándalo para los judíos y locura para los griegos, pero para nosotros es expresión de la sabiduría y del poder de Dios (1Cor 1,18.23). El camino para la Gloria pasa por la cruz. La vida de Jesús es nuestro canon, es la norma canónica para todos nosotros.
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SAN JOSAFAT, obispo y mártir
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32ª Semana del Tiempo Ordinario – 4ª del Salterio
Oración para Hoy
Jueves · Rojo
Nov
Señora elegida: Me alegré mucho al enterarme de que tus hijos caminan en la verdad, según el mandamiento que el Padre nos dio. Ahora tengo algo que pedirte, señora. No pienses que escribo para mandar algo nuevo, sino sólo para recordaros el mandamiento que tenemos desde el principio, amarnos unos a otros. Y amar significa seguir los mandamientos de Dios. Como oísteis desde el principio, éste es el mandamiento que debe regir vuestra conducta. Es que han salido
en el mundo muchos embusteros, que no reconocen que Jesucristo vino en la carne. El que diga eso es el embustero y el anticristo. Estad en guardia, para que recibáis el pleno salario y no perdáis vuestro trabajo. Todo el que se propasa y no permanece en la doctrina de Cristo no posee a Dios; quien permanece en la doctrina posee al Padre y al Hijo. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Feria - Día Penitencial
Salmo Responsorial, 118 R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor Dichoso el que, con vida intachable, / camina en la voluntad del Señor. R/. Dichoso el que, guardando sus preceptos, / lo busca de todo corazón. R/.
Reflexión del Evangelio Meditación del Papa Francisco En este recorrido hacia el fin de nuestro camino, de cada uno de nosotros y también de toda la humanidad, el Señor aconseja dos cosas, dos cosas que son diferentes, y son diferentes según cómo vivamos, porque es diferente vivir en el instante y vivir en el tiempo. Y el cristiano es un hombre o una mujer que sabe vivir en el instante y sabe vivir en el tiempo. El instante es lo que tenemos en las manos ahora: pero este no es el tiempo, ¡pasa! Tal vez podemos sentirnos dueños del instante, pero el engaño es creernos dueños del tiempo: ¡el tiempo no es nuestro, el tiempo es de Dios! El instante está en nuestras manos y también en nuestra libertad sobre cómo tomarlo. Y aún más: nosotros podemos convertirnos en los soberanos del momento, pero solo hay un soberano del tiempo, un solo Señor, Jesucristo.
En mi corazón escondo tus consignas, / así no pecaré contra ti. R/. Haz bien a tu siervo: viviré / y cumpliré tus palabras. R/.
Te busco de todo corazón, / no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R/.
Ábreme los ojos, y contemplaré / las maravillas de tu voluntad. R/.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y
tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán.» Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?» Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 17,26-37 R/. Gloria a ti, Señor
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Primera lectura. Segunda carta del apóstol san Juan 4-9
Oración para Hoy
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32ª Semana del Tiempo Ordinario – 4ª del Salterio
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Viernes · Verde
Nov
Lunes a Viernes 11:50 a.m. a 12:20 p.m. 6:20 p.m. a 6:50 p.m.
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Primera lectura. tercera carta del apóstol san Juan 5-8
Querido amigo Gayo, te portas con plena lealtad en todo lo que haces por los hermanos, y eso que para ti son extraños. Ellos han hablado de tu caridad ante la comunidad de aquí. Por favor, provéelos para el viaje como Dios se merece; ellos se
pusieron en camino para trabajar por él sin aceptar nada de los gentiles. Por eso debemos nosotros sostener a hombres como éstos, cooperando así en la propagación de la verdad. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Feria o Bienaventurada María Virgen
Salmo Responsorial, 111 R/. Dichoso quien teme al Señor Dichoso quien teme al Señor / y ama de corazón sus mandatos. / Su linaje será poderoso en la tierra, / la descendencia del justo será bendita. R/. En su casa habrá riquezas y abundancia, / su caridad es constante, sin falta. / En las
tinieblas brilla como una luz / el que es justo, clemente y compasivo. R/. Dichoso el que se apiada y presta, / y administra rectamente sus asuntos. / El justo jamás vacilará, / su recuerdo será perpetuo. R/.
Reflexión del Evangelio
El evangelio de hoy nos relata otro asunto muy importante para Lucas, a saber: la oración. Es la segunda vez que Lucas nos trae palabras de Jesús para enseñar a rezar. (Lc 11,1-13). Nos ha enseñado el Padre Nuestro y, por medio de comparaciones y de parábolas, nos enseña que debemos rezar con insistencia, sin desfallecer. Ahora, esta segunda vez, recurre de nuevo a una parábola sacada de la vida para enseñar la insistencia en la oración (Lc 18,18). Es la parábola de la viuda que incomoda al juez sin moral. La manera de presentar la parábola es muy didáctica. Primero, Lucas da una breve introducción que sirve de llave de lectura. Luego cuenta la parábola. Al final, Jesús mismo la aplica. Los primeros cristianos tenían una imagen Jesús orante, en contacto con el Padre. De hecho, la respiración de la vida de Jesús era hacer la voluntad del Padre (Jn 5,19). Jesús rezaba mucho e insistía para que la gente y sus discípulos rezaran también. Pues es en la confrontación con Dios donde aparece la verdad y la persona se encuentra consigo misma en toda su realidad y humildad. Lucas es el evangelista que más nos informa sobre la vida de oración de Jesús y en mas de 19 ocasiones nos relatan que lo hacia.
ENTRA A SU
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 18,1-8 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario.” Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara.”»
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Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
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32ª Semana del Tiempo Ordinario – 4ª del Salterio
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Sábado · Verde o Blanco
Oración para Hoy
Nov
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JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES
Algunos mensajes que el Papa quiere que reflexionemos: “Tiende tu mano al pobre”
Se reza el Te Deum
Mensaje del Papa Francisco para la IV Jornada Mundial de los Pobres que el mismo instauró y que este año se celebra hoy 15 de noviembre. El Papa recuerda a todos los cristianos que “el grito silencioso de tantos pobres debe encontrar al pueblo de Dios en primera línea para darles voz y defenderlos”. Oración y solidaridad “La oración a Dios y la solidaridad con los pobres y los que sufren son inseparables. Para celebrar un culto que sea agradable al Señor, es necesario reconocer que toda persona, incluso la más indigente y despreciada, lleva impresa en sí la imagen de Dios. La opción por los pobres “La Palabra de Dios va más allá del espacio, del tiempo, de las religiones y de las culturas. La generosidad que sostiene al débil, consuela al afligido, alivia los sufrimientos, devuelve la dignidad a los privados de ella, es una condición para una vida plenamente humana. Vivir la pobreza evangélica “El encuentro con una persona en condición de pobreza siempre nos provoca e interroga. ¿Cómo podemos ayudar a eliminar o al menos aliviar su marginación y sufrimiento? ¿Cómo podemos ayudarla en su pobreza espiritual? La comunidad cristiana está llamada a involucrarse en esta experiencia de compartir, con la conciencia de que no le está permitido delegarla a otros.
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La vorágine de la indiferencia
Una nueva fraternidad
“Tender la mano hace descubrir, en primer lugar, a quien lo hace, que dentro de nosotros existe la capacidad de realizar gestos que dan sentido a la vida. ¡Cuántas manos tendidas se ven cada día! Lamentablemente, sucede cada vez más a menudo que la prisa nos arrastra a una vorágine de indiferencia, hasta el punto de que ya no se sabe más reconocer todo el bien que cotidianamente se realiza en el silencio y con gran generosidad.
“Este momento que estamos viviendo ha puesto en crisis muchas certezas. Nos sentimos más pobres y débiles porque hemos experimentado el sentido del límite y la restricción de la libertad. La pérdida de trabajo, de los afectos más queridos y la falta de las relaciones interpersonales habituales han abierto de golpe horizontes que ya no estábamos acostumbrados a observar.
Manos de consuelo “Tender la mano es un signo que recuerda la proximidad, la solidaridad, el amor. En estos meses, en los que el mundo ha estado abrumado por un virus que ha traído dolor y muerte, ¡cuántas manos tendidas hemos podido ver! La del médico que se preocupa por cada paciente. La de la enfermera y del enfermero que, mucho más allá de sus horas de trabajo, permanecen para cuidar a los enfermos. La misericordia no se improvisa “Esta pandemia llegó de repente y nos tomó desprevenidos, dejando una gran sensación de desorientación e impotencia. Sin embargo, la mano tendida hacia el pobre no llegó de repente. Ella, más bien, ofrece el testimonio de cómo nos preparamos a reconocer al pobre para sostenerlo en el tiempo de la necesidad. Uno no improvisa instrumentos de misericordia.
Invitación al compromiso “‘Tiende la mano al pobre’ es una invitación a la responsabilidad y un compromiso directo de todos aquellos que se sienten parte del mismo destino. Es una llamada a llevar las cargas de los más débiles. No se trata de una exhortación opcional, sino que condiciona de la autenticidad de la fe que profesamos”. Contra el puritanismo hipócrita ‘La indiferencia y el cinismo son su alimento diario. De hecho, hay manos tendidas para rozar rápidamente el teclado de una computadora y mover sumas de dinero de una parte del mundo a otra, decretando la riqueza de estrechas oligarquías y la miseria de multitudes o el fracaso de naciones enteras. Hay manos tendidas para acumular dinero con la venta de armas que otras manos, incluso de niños, usarán para sembrar muerte y pobreza.
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33ª Semana del Tiempo Ordinario – 1ª del Salterio
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Domingo · Verde
Oración para Hoy
Nov
Ier 29, 11. 12. 14 Dice el Señor: «Tengo designios de paz y no de aflicción, me invocaréis y yo os escucharé; os congregaré sacándoos de los países y comarcas por donde os dispersé».
Oración Colecta
Concédenos, Señor, Dios nuestro, alegrarnos siempre en tu servicio, porque en dedicarnos a ti, autor de todos los bienes, consiste la felicidad completa y verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura. Libro de los Proverbios 31,10-13.19-20.30-31 Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Vale mucho más que las perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas. Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida. Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos. Extiende la mano hacia el huso, y sostiene con la palma la rueca. Abre
sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 127 R/. Dichoso el que teme al Señor Dichoso el que teme al Señor / y sigue sus caminos. / Comerás del fruto de tu trabajo, / serás dichoso, te irá bien. R/. Tu mujer, como parra fecunda, / en medio de tu casa; tus hijos, / como renuevos de olivo, / alrededor de tu mesa. R/.
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. / Que el Señor te bendiga desde Sión, / que veas la prosperidad de Jerusalén / todos los días de tu vida. R/.
Segunda lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 5,1-6 En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitáis, hermanos, que os escriba. Sabéis perfectamente que el día del Señor
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llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como
los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del
día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas, Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y despejados. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 25,14-30 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.” Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.” Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.” Su
señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.” Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.” El señor le respondió: “Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.”» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Antífona de Comunión
Mc 11, 23-24 En verdad os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que os lo han concedido y lo obtendréis, dice el Señor.
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Antífona de Entrada
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33ª Semana del Tiempo Ordinario – 1ª del Salterio
Oración para Hoy
Domingo
«Ante las necesidades del prójimo, estamos llamados a privarnos — como esos niños, de la mitad del filete— de algo indispensable, no sólo de lo superfluo; estamos llamados a dar el tiempo necesario, no sólo el que nos sobra; estamos llamados a dar enseguida sin reservas algún talento nuestro, no después de haberlo utilizado para nuestros objetivos personales o de grupo.» Reflexión No hay diferencia entre los que reciben más y los que reciben menos. Todos tienen su don según su capacidad. Lo que importa es que este don sea puesto al servicio del Reino y haga crecer los bienes del Reino que son amor, fraternidad, compartir. La clave principal de la parábola no consiste en hacer producir los talentos, sino en relacionarse con Dios de forma correcta. Los dos primeros no preguntan nada, no buscan su bienestar, no guardan para sí, no se encierran en sí mismos, no calculan. Con la mayor naturalidad, casi siempre sin darse cuenta y sin buscar mérito, empiezan a trabajar para que el don que Dios les ha dado rinda para Dios y para el Reino. El tercero tiene miedo, y no hace nada. De acuerdo con las normas de la antigua ley estaba en lo correcto. Se mantiene dentro de las exigencias. No pierde nada y no gana nada. ¡Por esto, pierde hasta lo que tenía. El Reino es riesgo. Aquel que no corre riesgos, pierde el Reino!
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Nació hacia el año 1046. Casada con Malcolm III, rey de Escocia, tuvieron ocho hijos, muy atenta por el bien del reino y de la Iglesia; a la oración y a los ayunos añadía la generosidad para con los pobres, dando así un óptimo ejemplo como esposa, madre y reina. Puso también empeño en eliminar del reino los abusos que se cometían en materia religiosa y se esforzó en poner fin a las abundantes supersticiones; para ello, convocó concilios con la intención de que los obispos determinaran el modo práctico de exponer todo y sólo lo que manda la Iglesia y las enseñanzas de los Padres. Murió en el año 1093. Fue canonizada por el papa Inocencio IV en el año 1250.
SANTA GERTRUDIS, Mistica
Gertrudis es una palabra que en alemán significa “fiel defensora” Nació en Eisleben (Alemania) en el año 1256. Santa Gertrudis es la patrona de las personas místicas, porque ella fue la primera gran mística de quien se tenga historia (la Iglesia llama místicas a las personas que se dedican a tratar directamente con Dios por medio de fervorosísimas oraciones, y a recibir de Él, mensajes y revelaciones). Más tarde aparecerán otras grandes místicas como Santa Brígida, Santa Catalina, Santa Teresa y Santa Margarita, etc., pero la primera de la cual se conocen las revelaciones recibidas es nuestra santa de hoy. Por eso es tan importante. Santa Gertrudis fue la primera en propagar la devoción al Sagrado Corazón y el culto a San José. Los demás santos que después propagaron estas devociones se basaron en revelaciones recibidas por esta gran mística. Los especialistas afirman que los libros de Santa Gertrudis son, junto con las obras de Santa Teresa y Santa Catalina, las obras más influyentes de una mujer haya dado a la Iglesia para alimentar la piedad de las personas que desean dedicarse a la vida contemplativa”. Es una de las Patronas de los escritores católicos. Cuando le fue anunciado que se acercaba su muerte exclamó: “Esta es la más dulce de las alegrías, la que más había deseado, porque voy a encontrarme con Cristo”. Y dictó sus últimos pensamientos acerca de la muerte, escritos sublimes que vale la pena leer. Murió el 17 de noviembre del año 1302. (su fiesta se celebra el 16 de noviembre).
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Meditación Papa Francisco
SANTA MARGARITA DE ESCOCIA
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Reflexión del Evangelio
Lunes · Verde o Blanco
Nov
Oración para Hoy
33ª Semana del Tiempo Ordinario – 1ª del Salterio
Feria o Memoria Libre
Juan a las siete iglesias de Asia: «Gracia y paz a vosotros de parte del que es, el que era y ha de venir; de parte de los siete Espíritus que están ante su Trono». Escuché al Señor que me decía:
Escribe al ángel de la Iglesia en Éfeso: «Esto dice el que tiene las siete estrellas en su derecha, el que camina en medio de los siete candelabros de oro. Conozco tus obras, tu fatiga, tu perseverancia, que no puedes soportar a los malvados, y que has puesto a prueba a los que se llaman apóstoles, pero no lo son, y has descubierto que son mentirosos. Tienes perseverancia y has sufrido por mi nombre y no has desfallecido. Pero tengo contra ti que has abandonado tu amor primero. Acuérdate, pues, de dónde has caído, conviértete y haz las obras primeras». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 1 R/. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida. V/. Dichoso el hombre / que no sigue el consejo de los impíos, / ni entra por la senda de los pecadores, / ni se sienta en la reunión de los cínicos; / sino que su gozo es la ley del Señor, / y medita su ley día y noche. R/. V/. Será como un árbol, / plantado al borde de la acequia: / da fruto
en su sazón / y no se marchitan sus hojas; / y cuanto emprende tiene buen fin. R/. V/. No así los impíos, no así; / serán paja que arrebata el viento. / Porque el Señor protege el camino de los justos, / pero el camino de los impíos acaba mal. R/.
Lectura del Santo evangelio según, Lucas 18,35-43 R/. Gloria a ti, Señor Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír
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que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le informaron: «Pasa Jesús el Nazareno».
Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?». Él dijo: «Señor, que recobre la vista». Jesús le dijo: «Recobra la vista, tu fe te ha salvado». Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del papa Francisco
Esta periferia no podía llegar al Señor [el ciego en el camino a Jericó], porque este círculo -pero con buena voluntad - cerraba la puerta. Y esto sucede con frecuencia, entre nosotros creyentes: cuando hemos encontrado al Señor, sin que nosotros nos demos cuenta, se crea este microclima eclesiástico. No solo los sacerdotes, los obispos, también los fieles. Pero nosotros somos esos que están con el Señor. Y de tanto mirar al Señor no miramos la necesidad del Señor, no miramos al Señor que tiene hambre, que tiene sed, que está en prisión, que está en el hospital. Ese Señor, en el marginado. Y este clima hace mucho mal. El grupo que se siente preelegido, que quiere conservar este pequeño mundo alejando a quien moleste al Señor, incluidos los niños. Cuando en la Iglesia, los fieles, los ministros se convierten en un grupo así... no eclesial, sino ‘eclesiástico’, de privilegio de cercanía al Señor, tienen la tentación de olvidar el primer amor, ese amor tan bonito que todos hemos tenido cuando el Señor nos ha llamado, nos ha salvado, nos ha dicho: ‘Pero yo te quiero mucho’. Esta es una tentación de los discípulos: olvidar el primer amor, es decir, olvidar también las periferias, donde yo estaba antes, aunque sintiera vergüenza.
Bendita sea tu pureza.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
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Revelación de Jesucristo, que Dios le encargó mostrar a sus siervos acerca de lo que tiene que suceder pronto. La dio a conocer enviando su ángel a su siervo Juan, el cual fue testigo de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo de todo cuanto vio. Bienaventurado el que lee, y los que escuchan las palabras de esta profecía, y guardan lo que en ella está escrito, porque el tiempo está cerca.
Entonces empezó a gritar: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!». Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: «Hijo de David, ten compasión de mí!». Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.
Oración para Hoy
Primera lectura Comienzo del libro del Apocalipsis 1,1-4;2,1-5a
Lunes Ir al índice
33ª Semana del Tiempo Ordinario – 1ª del Salterio
Nació en el año 1207. A los cuatro años había sido prometida en matrimonio, se casó a los catorce, fue madre a los quince y enviudó a los veinte. Isabel, princesa de Hungría y duquesa de Turingia, concluyó su vida terrena a los 24 años de edad.
MEMORIA OBLIGATORIA
Cuando quedó viuda, estallaron las animosidades reprimidas de sus cuñados que no soportaban su generosidad para con los pobres. Privada también de sus hijos, fue expulsada del castillo de Wartemburg. A partir de entonces pudo vivir totalmente el ideal franciscano de pobreza en la Tercera Orden, para dedicarse, en total obediencia a las directrices de un rígido e intransigente confesor, a las actividades asistenciales. Murió en el año 1231. Cuatro años después el Papa Gregorio IX la elevaba a los altares.
Primera lectura libro del Apocalipsis 3,1-6.14-22 Yo, Juan, escuché al Señor que me decía: «Escribe al ángel de la Iglesia en Sardes: “Esto dice el que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas. Conozco tus obras, tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto. Sé vigilante y reanima lo que te queda y que estaba a punto de morir, pues no he encontrado tus obras perfectas delante de mi Dios. Acuérdate de cómo has recibido y escuchado mi palabra, y guárdala y conviértete. Si no vigilas, vendré como ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Pero tienes en Sardes unas cuantas personas que no han manchado sus vestiduras, y pasearán conmigo en blancas
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vestiduras, porque son dignos. El vencedor será vestido de blancas vestiduras, no borraré su nombre del libro de la vida y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Escribe al ángel de la Iglesia en Laodicea: “Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios. Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero porque eres tibio, ni frío ni caliente, estoy a punto de vomitarte de mi boca. Porque dices: ‘Yo soy rico, me he enriquecido, y no tengo necesidad de nada’; y no sabes que tú eres desgraciado, digno
de lástima, pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas; y vestiduras blancas para que te vistas y no aparezca la vergüenza de tu desnudez; y colirio para untarte los ojos a fin de que veas. Yo, a cuantos amo, reprendo y corrijo; ten, pues, celo y conviértete. Mira, estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y
abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo. Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 14 R/. Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono. V/. El que procede honradamente / y practica la justicia, / el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua. R/. V/. El que no hace mal a su prójimo / ni difama al vecino. / El que
considera despreciable al impío / y honra a los que temen al Señor. R/. V/. El que no presta dinero a usura / ni acepta soborno contra el inocente. / El que así obra nunca fallará. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 19,1-10 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
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SANTA ISABEL DE HUNGRÍA, religiosa
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33ª Semana del Tiempo Ordinario – 1ª del Salterio
Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
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Oración para Hoy
Martes · Blanco
Nov
Su amor nos precede, su mirada se adelanta a nuestra necesidad. Él sabe ver más allá de las apariencias, más allá del pecado, más allá del fracaso o de la indignidad. Sabe ver más allá de la categoría social a la que podemos pertenecer. Él ve más allá de todo eso. Él ve esa dignidad de hijo, que todos tenemos, tal vez ensuciada por el pecado, pero siempre presente en el fondo de nuestra alma. Es nuestra dignidad de hijo. Él ha venido precisamente a buscar a todos aquellos que se sienten indignos de Dios, indignos de los demás. Dejémonos mirar por Jesús, dejemos que su mirada recorra nuestras calles, dejemos que su mirada nos devuelva la alegría, la esperanza, el gozo de la vida.
Santa Misa
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Y Jesús se detuvo, no pasó de largo precipitadamente, lo miró sin prisa, lo miró con paz. Lo miró con ojos de misericordia; lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esa mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida como a Zaqueo, a Bartimeo, a María Magdalena, a Pedro y también a cada uno de nosotros. Aunque no nos atrevemos a levantar los ojos al Señor, Él siempre nos mira primero. Es nuestra historia personal; al igual que muchos otros, cada uno de nosotros puede decir: yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada. Los invito, que hoy en sus casas, o en la iglesia, cuando estén tranquilos, solos, hagan un momento de silencio para recordar con gratitud y alegría aquellas circunstancias, aquel momento en que la mirada misericordiosa de Dios se posó en nuestra vida.
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
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Meditación del Papa Francisco
juan 14, 27
Oración para Hoy
Reflexión del Evangelio
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Feria o Memoria Libre
Cada 18 de noviembre celebramos la dedicación de las Basílicas de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, templos en Roma que contienen los restos de estos dos grandes del cristianismo y símbolos de la fraternidad y la unidad de la Iglesia. La Basílica de San Pedro en el Vaticano fue construida sobre la tumba del Apóstol, que murió crucificado de cabeza. En el año 323 el emperador Constantino mandó a construir ahí la Basílica dedicada al que fue el primer Papa de la Iglesia. La actual Basílica de San Pedro demoró 170 años en ser edificada. Se empezó con el Papa Nicolás V en el 1454 y fue terminada por el Papa Urbano VIII, quien la consagró un 18 de noviembre de 1626. Fecha que coincide con la consagración de la antigua Basílica. La Basílica de San Pedro mide 212 metros de largo, 140 de ancho y 133 metros de altura en su cúpula. No hay templo en el mundo que le iguale en extensión.
ardiendo delante del trono, que son los siete espíritus de Dios, y delante del trono como un mar transparente, semejante al cristal. Y en medio del trono y a su alrededor, había cuatro vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás. El primer viviente era semejante a un león, el segundo a un toro, el tercero tenía cara como de hombre, y el cuarto viviente era semejante a un águila en vuelo. Los cuatro vivientes, cada uno con seis alas, estaban llenos de ojos por fuera y por dentro. Día y noche cantan sin pausa: «Santo, Santo, Santo es el Señor
Salmo Responsorial, 150 R/. Santo, Santo, Santo es el Señor Dios, el todopoderoso.
La Basílica de San Pablo Extramuros es, después de San Pedro, el templo más grande de Roma. Surgió también por voluntad de Constantino. En 1823 fue destruida, casi en su totalidad, por un terrible incendio. León XIII inició su reconstrucción y fue consagrada el 10 de diciembre de 1854 por el Papa Pío IX.
V/. Alabad al Señor en su templo, / alabadlo en su fuerte firmamento. / Alabadlo por sus obras magníficas, / alabadlo por su inmensa grandeza. R/.
Bajo las ventanas de la nave central y en las naves laterales, en mosaico, se encuentran los retratos de todos los Papas desde San Pedro hasta el actual, el Papa Francisco.
V/. Alabadlo tocando trompetas, / alabadlo con arpas y cítaras; /
Primera lectura Libro del Apocalipsis 4,1-11 Yo, Juan, miré y vi una puerta abierta en el cielo; y aquella primera voz, como de trompeta, que oí hablando conmigo, decía: «Sube aquí y te mostraré lo que tiene que suceder después de esto». Enseguida fui arrebatado en espíritu. Vi un trono puesto en el cielo, y sobre el trono uno sentado. El que estaba sentado en el trono era de aspecto semejante a una
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piedra de diamante y cornalina, y había un arco iris alrededor del trono de aspecto semejante a una esmeralda. Y alrededor del trono había otros veinticuatro tronos, y sobre los tronos veinticuatro ancianos sentados, vestidos con vestiduras blancas y con coronas de oro sobre sus cabezas. Y del trono salen relámpagos, voces y truenos; y siete lámparas de fuego están
Dios, el todopoderoso; el que era y es y ha de venir». Cada vez que los vivientes dan gloria y honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran ante el que está sentado en el trono, adoran al que vive por los siglos de los siglos y arrojan sus coronas ante el trono diciendo: «Eres digno, Señor, Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no existía fue creado». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
alabadlo con tambores y danzas, / alabadlo con trompas y flautas. R/. V/. Alabadlo con platillos sonoros, / alabadlo con platillos vibrantes. / Todo ser que alienta alabe al Señor. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 19,11-28 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y pensaban que el reino de Dios iba a manifestarse enseguida. Dijo, pues: «Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles: “Negociad mientras vuelvo”. Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una
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DEDICACIÓN DE LAS BASILICAS DE LOS SANTOS PEDRO Y PABLO, apóstoles
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33ª Semana del Tiempo Ordinario – 1ª del Salterio
embajada diciendo: “No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros”. Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: “Señor, tu mina ha producido diez”. Él le dijo: “Muy bien, siervo bueno; ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades”.
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Oración para Hoy
Miércoles · Verde o Blanco
Nov
Jueves · Verde
Nov
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
El significado de esto es claro. El hombre de la parábola representa a Jesús, los siervos somos nosotros y los talentos son el patrimonio que el Señor nos confía. ¿Cuál es el patrimonio? Su Palabra, la Eucaristía, la fe en el Padre celeste, su perdón… en definitiva, tantas cosas, sus más preciosos bienes. Este es el patrimonio que Él nos confía. ¡No sólo para custodiar, sino para multiplicar! Mientras en el lenguaje común el término “talento” indica una notable cualidad individual – por ejemplo, talento en la música, en el deporte, etcétera –, en la parábola los talentos representan los bienes del Señor, que Él nos confía para que los hagamos rendir. El hoyo excavado en el terreno por el “siervo malo y perezoso” indica el miedo del riesgo que bloquea la creatividad y la fecundidad del amor. Porque el miedo de los riesgos en el amor nos bloquea. ¡Jesús no nos pide que conservemos su gracia en una caja fuerte! No nos pide esto Jesús, sino que quiere que la usemos para provecho de los demás. Todos los bienes que hemos recibido son para darlos a los demás, y así crecen. Es como si nos dijese: ‘Aquí está mi misericordia, mi ternura, mi perdón: tómalos y úsalos abundantemente’. Y nosotros ¿qué hemos hecho con ellos? ¿A quién hemos “contagiado” con nuestra fe? ¿A cuántas personas hemos animado con nuestra esperanza? ¿Cuánto amor hemos compartido con nuestro prójimo? Son preguntas que nos hará bien hacernos.
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Primera lectura. Libro del Apocalipsis 5,1-10
Yo, Juan, vi en la mano derecha del que está sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. Y vi a un ángel poderoso, que pregonaba en alta voz: «¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?». Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro ni mirarlo. Yo lloraba mucho, porque no se había encontrado a nadie digno de abrir el libro y de mirarlo. Pero uno de los ancianos me dijo: «Deja de llorar; pues ha vencido el león de la tribu de Judá, el retoño de David, y es capaz de abrir el libro y sus siete sellos». Y vi en medio del trono y de los cuatro vivientes, y en medio de los ancianos, a un Cordero de pie, como degollado; tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus
de Dios enviados a toda la tierra. Se acercó para recibir el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono. Cuando recibió el libro, los cuatro vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el Cordero; tenían cítaras y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los santos. Y cantan un cántico nuevo: «Eres digno de recibir el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado, y con tu sangre has adquirido para Dios hombres de toda tribu, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes, y reinarán sobre la tierra». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 149 R/ Has hecho de nosotros para nuestro Dios un reino de sacerdotes. O bien: Aleluya V/. Cantad al Señor un cántico nuevo, / resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; / que se alegre Israel por su Creador, / los hijos de Sión por su Rey. R/. V/. Alabad su nombre con danzas, / cantadle con tambores y cítaras;
/ porque el Señor ama a su pueblo / y adorna con la victoria a los humildes. R/. V/. Que los fieles festejen su gloria / y canten jubilosos en filas: / con vítores a Dios en la boca; / es un honor para todos sus fieles. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 19,41-44 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía:
«Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos. Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras,
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en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses”. Entonces dijo a los presentes: “Quitadle a este la mina y dádsela al que tiene diez minas”. Le dijeron: “Señor, ya tiene diez minas”. Os digo: “Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia”». Dicho esto, caminaba delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.
Oración para Hoy
El segundo llegó y dijo: “Tu mina, señor, ha rendido cinco”. A ese le dijo también: “Pues toma tú el mando de cinco ciudades”. El otro llegó y dijo: “Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque tenía miedo, pues eres un hombre exigente que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado”. Él le dijo: “Por tu boca te juzgo, siervo malo. ¿Conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues ¿por qué no pusiste mi dinero
33ª Semana del Tiempo Ordinario – 1ª del Salterio
Reflexión del Evangelio
Feria
Meditación del Papa Francisco También esta enseñanza de Jesús es importante verla en el contexto concreto, existencial en la que Él la ha transmitido. En este caso, el evangelista Lucas nos muestra Jesús que está caminando con sus discípulos hacia Jerusalén, hacia su Pascua de muerte y resurrección, y en este camino les educa confiándoles lo que Él mismo lleva en el corazón, las actitudes profundas de su alma. Entre estas actitudes están el desapego de los bienes terrenos, la confianza en la providencia del Padre y, también, la vigilancia interior, la espera activa del Reino de Dios. Para Jesús es la espera de la vuelta a la casa del Padre. Para nosotros es la espera de Cristo mismo, que vendrá a cogernos para llevarnos a la fiesta sin fin»
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FLORIDABLANCA FUNZA GALAPA GIRARDOT GIRARDOT GIRÓN IBAGUÉ ITAGÜÍ JAMUNDÍ LOS PATIOS LA VIRGINIA MANIZALES MADRID MONTERÍA MEDELLÍN NEIVA MOSQUERA PASTO PALMIRA POPAYÁN SOACHA TECHO SOPÓ TULUÁ TOCANCIPÁ TURBACO TUNJA VALLEDUPAR V. DEL ROSARIO
697 0710 747 0710 385 2410 888 9610 605 1514 697 0710 277 1710 605 1514 486 9710 594 9710 340 1710 891 8670 747 0710 789 7410 605 1514 863 0710 747 0710 736 9910 286 8710 836 8190 747 0710 747 0710 871 3610 235 9720 747 0710 693 2273 747 1087 589 3910 594 9710
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V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
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el tiempo de tu visita».
Oración para Hoy
te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste
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Yo, Juan, escuché la voz del cielo que se puso a hablarme de nuevo diciendo: «Ve a tomar el librito abierto de la mano del ángel que está de pie sobre el mar y la tierra». Me acerqué al ángel y le pedí que me diera el librito. Él me dice: «Toma y devóralo; te amargará en el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel».
Tomé el librito de mano del ángel y lo devoré; en mi boca sabía dulce como la miel, pero, cuando lo comí, mi vientre se llenó de amargor. Y me dicen: «Es preciso que profetices de nuevo sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reinos».
V/. Mi alegría es el camino de tus preceptos, / más que todas las riquezas. R/.
V/. ¡Qué dulce al paladar tu promesa: / más que miel en la boca! R/.
V/. Tus preceptos son mi delicia, / tus enseñanzas son mis consejeros. R/.
V/. Tus preceptos son mi herencia perpetua, / la alegría de mi corazón. R/.
V/. Más estimo yo la ley de tu boca / que miles de monedas de oro y plata. R/.
V/. Abro la boca y respiro, / ansiando tus mandamientos. R/.
Feria - Día Penitencial
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor Salmo Responsorial, 118 R/. ¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!
venden los animales para el sacrificio, también entre ellos se vuelven como un sindicato para defender. Esto no solo era tolerado, sino también permitido por los sacerdotes del templo. Son los que hacen de la religión un negocio. En la Biblia está la historia de los hijos de un sacerdote que empujaban a la gente a dar ofrendas y ganaban mucho, también de los pobres. Y Jesús dice: Mi casa será llamada casa de oración. Vosotros, sin embargo, la habéis convertido en una cueva de ladrones. De este modo, la gente que iba en peregrinación allí a pedir la bendición del Señor, a hacer un sacrificio, era explotada. Los sacerdotes allí no enseñaban a rezar, no les daban catequesis… Era una cueva de ladrones. No sé si nos hará bien pensar si con nosotros ocurre algo parecido. No lo sé. Es utilizar las cosas de Dios por el propio beneficio.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 19,45-48 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está: “Mi casa será casa de oración”; pero vosotros la habéis hecho una “cueva de bandidos”». Todos los días enseñaba en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes,
los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él, pero no sabían qué hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él, escuchándolo. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
Los explotadores, los comerciantes en el templo, explotan también el lugar sagrado de Dios para hacer negocios: cambian las monedas,
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Primera lectura. Libro del Apocalipsis 10,8-11
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33ª Semana del Tiempo Ordinario – 1ª del Salterio
Oración para Hoy
Viernes · Verde
Nov
Lunes a Sábado 9:00 a 9:30 a.m. y 1:00 a 1:30 p.m. Lunes a Domingo de 4:30 a 5:00 p.m. 95
Fueron callados, como su humildad, los años de infancia de María Santísima. Nada nos dice la Sagrada Escritura. Como los evangelios guardan silencio hasta el momento de la Anunciación, la piedad popular, inspirada en varios pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento, elaboró pronto algunas narraciones sencillas que luego se recogerían en el arte, en la poesía y en la espiritualidad cristiana. Uno de estos episodios, quizá el más representativo, es la Presentación de la Virgen. María es ofrecida a Dios por sus padres, Joaquín y Ana, en el Templo de Jerusalén; igual que, años después, María y José llevarían a Jesús recién nacido al Templo para
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presentarlo al Señor (cfr. Lc 2, 2238). En rigor, no hay una historia de estos años de la Virgen, sino lo que la tradición nos ha ido transmitiendo. El primer texto escrito que refiere este episodio -de él dependen los numerosos testimonios de la tradición posterior- es el Protoevangelio de Santiago, un escrito apócrifo del siglo II. Apócrifo significa que no pertenece al canon de los libros inspirados por Dios; pero esto no excluye que algunos de estos relatos tengan ciertos elementos verdaderos. En efecto, despojado de los detalles posiblemente legendarios, la Iglesia incluyó este episodio en la liturgia: primero en Jerusalén, donde en el año 543 se dedicó la basílica de Santa María Nueva en recuerdo de la Presentación; en el siglo XIV, la fiesta pasó a Occidente, donde su conmemoración litúrgica se fijó el 21 de noviembre. María en el Templo. Toda su belleza y su gracia -estaba llena de hermosura en el alma y en el cuerpo- eran para el Señor. Éste es el contenido teológico de la fiesta de la Presentación de la Virgen. Y en este sentido la liturgia le aplica algunas frases de los libros sagrados: en el tabernáculo santo, en su presencia, le di culto, y así me establecí en Sión. En la ciudad amada me dio descanso, y en Jerusalén está mi potestad. Arraigué en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad (Sir 24, 15-16).
Primera lectura. Libro del Apocalipsis 11,4-12 Me fue dicho a mí, Juan: «Aquí están dos testigos míos, estos son los dos olivos y los dos candelabros que están ante el Señor de la tierra. Y si alguien quiere hacerles daño, sale un fuego de su boca y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, es necesario que muera de esa manera. Estos tienen el poder de cerrar el cielo, para que no caiga lluvia durante los días de su profecía, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plagas siempre que quieran. Y cuando hayan terminado su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará la guerra y los vencerá y los matará. Y sus cadáveres yacerán en la plaza de la gran ciudad, que se llama espiritualmente Sodoma y
Egipto, donde también su Señor fue crucificado. Y gentes de los pueblos, tribus, lenguas y naciones contemplan sus cadáveres durante tres días y medio y no permiten que sus cadáveres sean puestos en un sepulcro. Y los habitantes de la tierra se alegran por ellos y se regocijan y se enviarán regalos unos a otros, porque los dos profetas fueron un tormento para los habitantes de la tierra». Y después de tres días y medio, un espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos, y se pusieron de pie, y un gran temor cayó sobre quienes los contemplaban. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: «Subid aquí». Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos se quedaron mirándolos.
Salmo Responsorial, 143 R/. ¡Bendito el Señor, mi alcázar! V/. Bendito el Señor, mi Roca, / que adiestra mis manos para el combate, / mis dedos para la pelea. R/. V/. Mi bienhechor, mi alcázar, / baluarte donde me pongo a salvo, / mi escudo y refugio, que me somete los pueblos. R/.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
V/. Dios mío, te cantaré un cántico nuevo, / tocaré para ti el arpa de diez cuerdas: / para ti que das la victoria a los reyes, / y salvas a David, tu siervo, de la espada maligna. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 20,27-40 R/. Gloria a ti, Señor
En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús: «Maestro, Moisés nos dejó escrito:
“Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano». Pues bien, había siete hermanos; el
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PRESENTACIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
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MEMORIA OBLIGATORIA
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33ª Semana del Tiempo Ordinario – 1ª del Salterio
Oración para Hoy
Sábado · Blanco
Nov
Miércoles
Comunión Espiritual
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pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos». Intervinieron unos escribas: «Bien dicho, Maestro». Y ya no se atrevían a hacerle más preguntas. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti.
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primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer». Jesús les dijo: «En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
Oración para Hoy
Jesús siempre manso y paciente les indica como primera cosa, que la vida después de la muerte no tiene los mismos parámetros de aquella terrena. La vida eterna es otra vida, en otra dimensión, en la cual entre otras cosas no existirá más el matrimonio, que está relacionado a nuestra existencia en este mundo. Los resucitados -dice Jesús- serán como los ángeles y vivirán en un estado diverso que ahora no podemos sentir ni imaginar. Y así lo Jesús explica.
Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén
Pero después, por así decir, pasa al contraataque. Y lo hace citando la sagrada escritura, con una simplicidad y una originalidad que nos dejan llenos de amor hacia nuestro Maestro, ¡el único Maestro! La prueba de la resurrección, Jesús la encuentra en el episodio de Moisés y de la zarza ardiente, allí en donde Dios se revela como el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. El nombre de Dios está unido a los nombres de los hombres y de las mujeres con los cuales Él se relaciona, y este nexo es más fuerte que la muerte. Y nosotros podemos decir esto de la relación de Dios con nosotros. Él es nuestro Dios; Él es el Dios de cada uno de nosotros; como si Él llevara nuestro nombre, le gusta decirlo, y esta es la Alianza. He aquí por qué Jesús afirma: ‘Dios no es de los muertos pero de los vivos, para que todos vivan en Él”. Esta es una ligación definitiva; la alianza fundamental es aquella con Jesús; Él mismo es la Alianza, Él mismo es la Vida y la Resurrección, porque con su amor crucificado ha vencido la muerte.
En nuestra línea de contacto 747 0710 puedes solicitar que recojamos tu aporte.
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San Alfonso María de Ligorio
SANTA MISA
Véala en directo: De lunes a jueves : 8:30 a.m., 12:30 m. y 7:00 p.m. Viernes y sábado y domingo: 7:00 p.m. 12:30 m. y 7:00 p.m.
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Domingo · Blanco
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La estatua de “Cristo Rey” de Polonia es la más grande del mundo en honor a Jesucristo Rey del Universo Con 33 metros de altura (un metro por cada año de la vida terrenal de Jesús) y 3 metros de base, la estatua del Cristo Rey de Swlebodzin en el noroeste de Polonia es tres metros más alta que el Cristo Redentor de Río de Janeiro, Brasil.
La celebración de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, cierra el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.
¡Oh Jesús! Te reconozco por Rey Universal
Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado Ejerce sobre mí todos tus derechos
Luego de la Primera Guerra Mundial, en medio del crecimiento del comunismo en Rusia, y con ocasión del 1600 aniversario del Concilio de Nicea (año 325), el Papa Pío XI instituyó la fiesta en 1925 con la encíclica Quas Primas. “Porque si a Cristo nuestro Señor le ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; si los hombres, por haber sido redimidos con su sangre, están sujetos por un nuevo título a su autoridad; si, en fin, esta potestad abraza a toda la naturaleza humana, claramente se ve que no hay en nosotros ninguna facultad que se sustraiga a tan alta soberanía. Es, pues, necesario que Cristo reine en la inteligencia del hombre, la cual, con perfecto acatamiento, ha de asentir firme y constantemente a las verdades
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Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciado a Satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano.
reveladas y a la doctrina de Cristo; es necesario que reine en la voluntad, la cual ha de obedecer a las leyes y preceptos divinos; es necesario que reine en el corazón, el cual, posponiendo los efectos naturales, ha de amar a Dios sobre todas las cosas”. (Quas Primas, 34)
Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.
Su primera celebración coincidió con el Halloween de 1926 Fue originalmente establecida para el último domingo de octubre, justo antes de la Fiesta de Todos los Santos. Cuando se celebró por primera vez en 1926, el calendario marcó el 31 de octubre, coincidiendo con Halloween. San Pablo VI le dio el nombre y fecha actual a esta solemnidad En 1969 el Papa Pablo VI dio a la fiesta su actual título: Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo; y la trasladó al
Antífona de Entrada
Ap 5, 12; 1, 6 Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. A él la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste recapitular todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del Universo, haz que la creación entera, liberada de la esclavitud, sirva a tu majestad y te glorifique sin fin. Él, que vive y reina contigo.
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Oración
Aquí unos datos sobre está gran celebración: Fue instituida después de la Primera Guerra Mundial
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último domingo del año litúrgico.
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO
SOLEMNIDAD - Se reza el Te Deum
34ª Semana del Tiempo Ordinario – 2ª del Salterio
Oración para Hoy
Nov
del Señor Dios–. Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido. Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrio.» V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 22 R/. El Señor es mi pastor, nada me falta El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar. R/. Me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas; / me guía por el sendero justo, / por el honor de su nombre. R/.
Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con perfume, / y mi copa rebosa. R/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré en la casa del Señor / por años sin término. R/.
Segunda lectura. Primera carta de san Pablo a los Corintios 15,20-26.28 Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez
aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su
gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 25,31-46 R/. Gloria a ti, Señor
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Antífona de Comunión
aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.” Y entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces también éstos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistirnos?” Y él replicará: “Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo.” Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»
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Así dice el Señor Dios: «Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear –oráculo
de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.” Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?” Y el rey les dirá: “Os
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Primera lectura. Profecía de Ezequiel 34,11-12.15-17
34ª Semana del Tiempo Ordinario – 2ª del Salterio
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Ps 28, 10-11 El Señor se sienta como Rey eterno, el Señor bendice a su pueblo con la paz.
Reflexión del Evangelio
Mateo presenta a Jesús como el nuevo Moisés. Como Moisés, Jesús promulgó la Ley de Dios. Como la antigua Ley, así la nueva ley dada por Jesús tiene cinco libros o discursos. El Sermón del Monte (Mt 5,1 a 7,27), el primer discurso, se abre con las ocho bienaventuranzas. El Sermón de la Vigilancia (Mt 24,1 a 25,46), el quinto y último se cierra con la descripción del Juicio Final. Las bienaventuranzas describen la puerta de entrada para el Reino de Dios, enumerando ocho categorías de personas: los pobres de espíritu, los mansos, los afligidos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los de corazón limpio, los promotores da paz y los perseguidos por causa de la justicia (Mt 5,3-10). El pastor sabe discernir. El no se equivoca: las ovejas a la derecha, los cabritos a la izquierda. El sabe discernir a los buenos y a los malos. Jesús no juzga, ni condena (cf. Jn 3,17; 12,47). El apenas separa. Es la persona misma la que juzga o se condena por la manera como se porta en relación con los pequeños y los excluidos.
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Oración para Hoy
Domingo
Salmo Responsorial, 23 R/. R/. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.
San Clemente fue el tercer sucesor de San Pedro (después de Lino y Cleto) y gobernó a la Iglesia desde el año 93 hasta el 101.
V/. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, / el orbe y todos sus habitantes: / él la fundó sobre los mares, / él la afianzó sobre los ríos. R/.
El año 96 escribió una carta a Los Corintios, que es el documento Papal más antiguo que se conoce (Después de las cartas de San Pedro).
V/. ¿Quién puede subir al monte del Señor? / ¿Quién puede estar en el recinto sacro? / El hombre de
En esa carta da muy hermosos consejos, y recomienda obedecer siempre al Pontífice de Roma (Entre otras cosas dice: “el que se conserva puro no se enorgullezca por ello, porque la pureza es un regalo gratuito de Dios y no una conquista nuestra”).
En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos, vio a unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas, y dijo: «En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos,
Feria o Memoria Libre
SAN COLUMBANO, abad
porque todos esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio Meditación del Papa Francisco Pero los pobres –y este es el tercer punto– no sólo son personas a las que les podemos dar algo. También ellos tienen algo que ofrecernos, que enseñarnos. ¡Tenemos tanto que aprender de la sabiduría de los pobres!
Primera lectura. Libro del Apocalipsis 14,1-3.4b-5
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V/. Ese recibirá la bendición del Señor, / le hará justicia el Dios de salvación. / Esta es la generación que busca al Señor, / que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 21,1-4 R/. Gloria a ti, Señor
Nació en el año 543, monje irlandés que nutrió las raíces cristianas de Europa al evangelizarla y que con su esfuerzo y labor apostólica muestra que es a partir de ellas que debe renacer el Viejo Continente. Su mensaje concentra en un firme llamamiento a la conversión y al desapego de las cosas terrenas en vista de la herencia eterna. Con su vida ascética y su comportamiento sin compromisos frente a la corrupción de los poderosos, evoca la figura severa de San Juan Bautista. Murió en el año 615.
YO, Juan, miré y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el monte Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que llevaban grabados en la frente su nombre y el nombre de su Padre. Oí también como una voz del cielo, como voz de muchas aguas y como voz de un trueno poderoso; y la voz que escuché era
manos inocentes y puro corazón, / que no confía en los ídolos. R/.
como de citaristas que tañían sus citaras. Estos siguen al Cordero adondequiera que vaya. Estos fueron rescatados como primicias de los hombres para Dios y el Cordero. En su boca no se halló mentira: son intachables. V. Palabra de Dios.
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SAN CLEMENTE I, papa y mártir
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34ª Semana del Tiempo Ordinario – 2ª del Salterio
Un santo del siglo XVIII, Benito José Labre, que dormía en las calles de Roma y vivía de las limosnas de la gente, se convirtió en consejero espiritual de muchas personas, entre las que figuraban nobles y prelados. En cierto sentido, los pobres son para nosotros como maestros. Nos enseñan que una persona no es valiosa por lo que posee, por lo que tiene en su cuenta en el banco. Un pobre, una persona que no tiene bienes materiales, mantiene siempre su dignidad. Los pobres pueden enseñarnos mucho, también sobre la humildad y la confianza en Dios. En la parábola del fariseo y el publicano, Jesús presenta a este último como modelo porque es humilde y se considera pecador. También la viuda que echa dos pequeñas monedas en el tesoro del templo es un ejemplo de la generosidad de quien, aun teniendo poco o nada, da todo»
R. Te alabamos, Señor
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Oración para Hoy
Lunes · Verde o Rojo o Blanco
Nov
MEMORIA OBLIGATORIA
Durante el siglo XVI y los siguientes, el pueblo del Vietnam escuchó el mensaje evangélico, predicado, en primer lugar, por misioneros pertenecientes a diferentes Ordenes religiosas. El pueblo vietnamita recibe la predicación de los misioneros con gran piedad y alegría. Pero no tardó en sobrevenir la persecución. Durante los siglos XVII, XVIII y XIX muchos vietnamitas fueron martirizados, entre los cuales se cuentan obispos, presbíteros, religiosos y religiosas, catequistas de uno y otro sexo y hombres y mujeres laicos de distintas condiciones sociales. Proclamados santos por Juan Pablo II en la plaza de San Pedro el 19 de junio de 1988.
Primera lectura. Libro del Apocalipsis 14,14-19 Yo, Juan, miré, y apareció una nube blanca; y sentado sobre La nube alguien como un Hijo de hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro y en su mano una hoz afilada. Salió otro ángel del santuario clamando con gran voz al que estaba sentado sobre la nube: «Mete tu hoz y siega; ha llegado la hora de la siega, pues ya está seca la mies de la tierra». El que estaba sentado encima de la nube metió su hoz sobre la tierra y la tierra quedó segada. Otro ángel salió
del santuario del cielo, llevando él también una hoz afilada. Y del altar salió otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, y gritó con gran voz al que tenía la hoz afilada, diciendo: «Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque los racimos están maduros». El ángel metió su hoz en la tierra y vendimió la viña de la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 95 R/. Llega el Señor a regir la tierra. V/. Decid a los pueblos: «El Señor es rey: / él afianzó el orbe, y no se moverá; / él gobierna a los pueblos rectamente». R/. V/. Alégrese el cielo, goce la tierra, / retumbe el mar y cuanto lo llena;
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/ vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, / aclamen los árboles del bosque. R/. V/. Delante del Señor, que ya llega, / ya llega a regir la tierra: / regirá el orbe con justicia / y los pueblos con fidelidad. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 21,5-11 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?». Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien:
“Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida». Entonces les decía: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
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SAN ÁNDRES DUNG LAC, presbítero y compañeros mártires
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34ª Semana del Tiempo Ordinario – 2ª del Salterio
Reflexión del Evangelio Meditación del Papa Francisco Jesús dijo: “Esto que ven, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida”. Naturalmente le preguntan: ¿cuándo sucederá esto?, ¿cuáles serán los signos? Pero Jesús dirige la atención de estos aspectos secundarios – ¿cuándo será?, ¿cómo será? – la dirige a las verdaderas cuestiones. Y son dos: Primero: no dejarse engañar por falsos mesías y no dejarse paralizar por el miedo. Segundo: vivir el tiempo de la espera como tiempo del testimonio y de la perseverancia. Y nosotros estamos en este tiempo de la espera, de la espera de la venida del Señor. Esta alocución de Jesús es siempre actual, también para nosotros que vivimos en el Siglo XXI. Él nos repite: “Miren, no se dejen engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre”. Es una invitación al discernimiento. Esta virtud cristiana de comprender dónde está el Espíritu del Señor y dónde está el mal espíritu. También hoy, en efecto, hay falsos “salvadores”, que tratan de sustituir a Jesús: líderes de este mundo, santones, también brujos, personajes que quieren atraer a sí las mentes y los corazones, especialmente de los jóvenes. Jesús nos pone en guardia: “¡No los sigan!”. “¡No los sigan!”.
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Oración para Hoy
Martes · Rojo
Nov
Patrona de los estudiantes. No se conoce su fecha exacta de nacimiento, su vida está enmarcada en el siglo IV. Era una joven de extremada belleza y aún mayor inteligencia. Perteneciente a una familia noble. Residente en Alejandría. Versada en los conocimientos filosóficos de la época y buscadora incansable de la verdad. Cuando tenía sólo 18 años, se presentó ante el emperador Maximino, que perseguía violentamente a los cristianos, y le recriminó su crueldad intentando demostrar cuán inicua era la adoración de los dioses falsos. Asombrado por la audacia de la joven, pero incapaz de competir con ella en sabiduría, el tirano la detuvo en su mismo palacio y llamó a numerosos sabios a los que ordenó que usaran toda su capacidad y razonamientos falsos de manera que Catalina apostatara; pero ella quedó victoriosa en el debate. Algunos de sus adversarios, conquistados por su elocuencia, se declararon cristianos y fueron ejecutados. Furioso por no haber conseguido su propósito, Maximino la mandó azotar y después la encarceló. Fue condenada a morir en la rueda, pero al tocarla, el instrumento de tortura se destruyó milagrosamente. Enfadado y fuera de control, el emperador la mandó a decapitar. Unos ángeles trasladaron su cabeza al Monte Sinaí donde más tarde se construyó un monasterio e iglesia en su honor.
Primera lectura. Libro del Apocalipsis 15,1-4 Yo, Juan, vi en el cielo otro signo, grande y maravilloso: Siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, pues con ellas se consuma la ira de Dios. Vi una especie de mar de vidrio mezclado con fuego; los vencedores de la bestia, de su imagen y del número de su nombre estaban de pie sobre el mar cristalino; tenían en la mano las cítaras de Dios. Y cantan el cántico de Moisés, el siervo de Dios,
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y el cántico del Cordero, diciendo: «Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios omnipotente; justos y verdaderos tus caminos, rey de los pueblos. ¿Quién no temerá y no dará gloria a tu nombre? Porque vendrán todas las naciones y se postrarán ante ti, porque tú solo eres santo y tus justas sentencias han quedado manifiestas». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 97 R/. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.
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SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA, virgen y mártir
V/. Cantad al Señor un cántico nuevo, / porque ha hecho maravillas. / Su diestra le ha dado la victoria, / su santo brazo. R/.
V/. Retumbe el mar y cuanto contiene, / la tierra y cuantos la habitan; / aplaudan los ríos, aclamen los montes. R/.
V/. El Señor da a conocer su salvación, / revela a las naciones su justicia: / se acordó de su misericordia y su fidelidad / en favor de la casa de Israel. R/.
V/. Al Señor, que llega / para regir la tierra. / Regirá el orbe con justicia / y los pueblos con rectitud. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 21,12-19 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá
hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco Para conocer los signos verdaderos, para conocer el camino que debo tomar en este momento, es necesario el don del discernimiento y la oración para hacerlo bien. En cambio, para ver el tiempo, del cual solo el Señor es dueño, Jesucristo, nosotros no podemos tener ninguna virtud humana. La virtud necesaria para ver el tiempo debe ser dada, regalada por el Señor: ¡es la esperanza! Oración y discernimiento para el instante; esperanza para el tiempo. Y así el cristiano se mueve en este camino, momento tras momento, con la oración y el discernimiento, pero deja tiempo a la esperanza”: El cristiano sabe esperar al Señor en cada instante, pero espera en el Señor hasta el fin de los tiempos. Hombre y mujer de instante y de tiempo: de oración y discernimiento, y de esperanza. Que el Señor nos dé la gracia para caminar con la sabiduría, que también es uno de sus dones: la sabiduría que en el instante nos lleve a rezar y a discernir. Y en el tiempo, que es el mensajero de Dios, nos haga vivir con esperanza.
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Feria o Memoria Libre
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34ª Semana del Tiempo Ordinario – 2ª del Salterio
Oración para Hoy
Miércoles · Verde o Rojo
Nov
Feria
Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo con gran autoridad, y la tierra se deslumbró con su resplandor. Y gritó con fuerte voz: «Cayó, cayó la gran Babilonia. Y se ha convertido en morada de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo, en guarida de todo pájaro inmundo y abominable. Un ángel vigoroso levantó una piedra grande como una rueda de molino y la precipitó al mar diciendo: «Así, con este ímpetu será precipitada Babilonia, la gran ciudad, y no quedará rastro de ella. No se escuchará más en ti la voz de citaristas ni músicos, de flautas y trompetas. No habrá más en ti artífices de ningún arte; y ya no se escuchará en ti el ruido del molino; ni brillará más en ti luz de lámpara; ni se escuchará más en ti la voz
del novio y de la novia, porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra y con tus brujerías embaucaste a todas las naciones». Después de esto oí en el cielo como el vocerío de una gran muchedumbre, que decía: «Aleluya La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios, porque sus juicios son verdaderos y justos. Él ha condenado a la gran prostituta que corrompía la tierra con sus fornicaciones, y ha vengado en ella la sangre de sus siervos». Y por segunda vez dijeron: «¡Aleluya!». Y el humo de su incendio sube por los siglos de los siglos. Y me dijo: «Escribe: “Bienaventurados los invitados al banquete de bodas del Cordero”». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 99 R/. Bienaventurados los invitados al banquete de bodas del Cordero. V/. Aclama al Señor, tierra entera, / servid al Señor con alegría, / entrad en su presencia con vítores. R/.
V/. Entrad por sus puertas con acción de gracias, / por sus atrios con himnos, / dándole gracias y bendiciendo su nombre. R/.
V/. Sabed que el Señor es Dios: / que él nos hizo y somos suyos, / su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.
V/. El Señor es bueno, / su misericordia es eterna, / su fidelidad por todas las edades. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 21,20-28 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que entonces está cerca su destrucción. Entonces los que estén en Judea,
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que huyan a los montes; los que estén en medio de Jerusalén, que se alejen; los que estén en los campos, que no entren en ella; porque estos son “días de venganza” para que se cumpla
todo lo que está escrito. ¡Ay de las que estén encintas o criando en aquellos días! Porque habrá una gran calamidad en esta tierra y un castigo para este pueblo. “Caerán a filo de espada”, los llevarán cautivos “a todas las naciones”, y “Jerusalén será pisoteada por gentiles”, hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles. Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas
por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
Pensamos en el regreso de Cristo y en su juicio final, que manifestará, hasta sus últimas consecuencias, el bien que cada uno habrá realizado o habrá dejado de realizar durante su vida terrena, percibimos que nos encontramos ante un misterio que nos supera, que no conseguimos ni siquiera imaginar. Un misterio que casi instintivamente suscita en nosotros una sensación de miedo, y quizás también de trepidación. Pero si reflexionamos bien sobre esta realidad, esta sólo puede agrandar el corazón de un cristiano y ser un gran motivo de consuelo y confianza. A este propósito, el testimonio de las primeras comunidades cristianas resuena muy sugerente. Estas solían acompañar las celebraciones y las oraciones con la aclamación Maranathá, una expresión constituida por dos palabras arameas que, según cómo sean pronunciadas, se pueden entender como una súplica: “¡Ven, Señor!”, o como una certeza alimentada por la fe: “Sí, el Señor viene, el Señor está cerca”. Es la exclamación con la que culmina toda la Revelación cristiana, al final de la maravillosa contemplación que se nos ofrece en el Apocalipsis de Juan. En ese caso, es la Iglesia-esposa que, en nombre de la humanidad, de toda la humanidad, y en cuanto su primicia, se dirige a Cristo, su esposo, deseando ser envuelta por su abrazo; un abrazo, el abrazo de Jesús, que es plenitud de vida y de amor.
Oración a San José
Querido San José, gracias por ser padre y protector del Niño Jesús, te pedimos que ruegues a Dios por nosotros para que seamos una familia unida en el amor y podamos ser ejemplo de paz y reconciliación para los demás.
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Primera lectura. Libro del Apocalipsis 18,1-2.21-23;19,1-3.9a
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34ª Semana del Tiempo Ordinario – 2ª del Salterio
Oración para Hoy
Jueves · Verde
Nov
Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo y una cadena grande en la mano. Sujetó al dragón, la antigua serpiente, o sea, el Diablo o Satanás, y lo encadenó por mil años; lo arrojó al abismo, echó la llave y puso un sello encima, para que no extravíe a las naciones antes que se cumplan los mil años. Después tiene que ser desatado por un poco de tiempo. Vi unos tronos y se sentaron sobre ellos, y se les dio el poder de juzgar; vi también las almas de los decapitados por el testimonio de Jesús y la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su marca en la frente ni en la mano. Estos volvieron a la vida y reinaron con Cristo mil años. Vi un trono blanco y grande, y al que estaba sentado en él. De su presencia huyeron cielo y tierra, y no dejaron rastro. Vi a los muertos,
pequeños y grandes, de pie ante el trono. Se abrieron los libros y se abrió otro libro, el de la vida. Los muertos fueron juzgados según sus obras, escritas en los libros. El mar devolvió a sus muertos, Muerte y Abismo devolvieron a sus muertos, y todos fueron juzgados según sus obras. Después, Muerte y Abismo fueron arrojados al lago de fuego —el lago de fuego es la muerte segunda—. Y si alguien no estaba escrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego. Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, preparada como una esposa que se ha adornado para su esposo. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 83 R/. He aquí la morada de Dios entre los hombres. V/. Mi alma se consume y anhela / los atrios del Señor, / mi corazón y mi carne / retozan por el Dios vivo. R/. V/. Hasta el gorrión ha encontrado una casa; / la golondrina, un nido / donde colocar sus polluelos: / tus
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El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
Con la venida de Dios en la historia estamos ya en los tiempos “últimos”, después de los cuales el paso final será la segunda y definitiva venida de Cristo. Naturalmente aquí se habla de la ‘calidad’ del tiempo, no de su ‘cantidad’. Con Jesús ha venido la plenitud del tiempo, plenitud de significado y plenitud de salvación. Y no habrá más una nueva revelación, pero la manifestación plena de lo que Jesús ha ya revelado. En este sentido estamos ya en la ‘última hora’; cada momento de nuestra vida no es provisorio es definitivo y cada acción nuestra está cargada de eternidad. De hecho la respuesta que damos hoy a Dios que nos ama en Jesucristo, incide en nuestro futuro. La visión bíblica y cristiana del tiempo y de la historia no es cíclica, pero linear: es un camino que va hacia un cumplimiento. Un año que ha pasado por lo tanto no nos lleva a una realidad que termina pero a una realidad que se cumple, es un paso ulterior hacia la meta que está delante de nosotros: una meta de esperanza y de felicidad, porque encontraremos a Dios, razón de nuestra esperanza y fuente de nuestra alegría.
altares, Señor del universo, / Rey mío y Dios mío. R/. V/. Dichosos los que viven en tu casa, / alabándote siempre. / Dichoso el que encuentra en ti su fuerza. / Caminan de baluarte en baluarte. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 21,29-33 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos una parábola: «Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya
que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda.
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Primera lectura. Libro del Apocalipsis 20,14.11-21,2
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echan brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano. Igualmente vosotros, cuando veáis
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Feria - Día Penitencial
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34ª Semana del Tiempo Ordinario – 2ª del Salterio
Oración para Hoy
Viernes · Verde
Nov
El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, un río de agua de vida, reluciente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de su plaza, a un lado y otro del río, hay un árbol de vida que da doce frutos, uno cada mes. Y las hojas del árbol sirven para la curación de las naciones. Y no habrá maldición alguna. Y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le darán culto. Y verán su rostro, y su nombre está sobre sus frentes. Y ya no habrá más noche, y no tienen necesidad
de luz de lámpara ni de luz de sol, porque el Señor Dios los iluminará y reinarán por los siglos de los siglos. Y me dijo: «Estas son palabras fieles y veraces; el Señor, Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos lo que tiene que suceder pronto. Mira, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras proféticas de este libro». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 94 R/. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús! V/. Venid, aclamemos al Señor, / demos vítores a la Roca que nos salva; / entremos a su presencia dándole gracias, / aclamándolo con cantos. R/. V/. Porque el Señor es un Dios grande, / soberano de todos los dioses: / tiene en su mano las simas de la tierra, / son suyas las cumbres
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
Una pregunta está presente en el corazón de muchos: ¿por qué hoy un Jubileo de la Misericordia? Simplemente porque la Iglesia, en este momento de grandes cambios históricos, está llamada a ofrecer con mayor intensidad los signos de la presencia y de la cercanía de Dios. Éste no es un tiempo para estar distraídos, sino al contrario para permanecer alerta y despertar en nosotros la capacidad de ver lo esencial. Es el tiempo para que la Iglesia redescubra el sentido de la misión que el Señor le ha confiado el día de Pascua: ser signo e instrumento de la misericordia del Padre. Por eso el Año Santo tiene que mantener vivo el deseo de saber descubrir los muchos signos de la ternura que Dios ofrece al mundo entero y sobre todo a cuantos sufren, se encuentran solos y abandonados, y también sin esperanza de ser perdonados y sentirse amados por el Padre. Un Año Santo para sentir intensamente dentro de nosotros la alegría de haber sido encontrados por Jesús, que, como Buen Pastor, ha venido a buscarnos porque estábamos perdidos.
de los montes; / suyo es el mar, porque él lo hizo, / la tierra firme que modelaron sus manos. R/.
Hora Santa
V/. Entrad, postrémonos por tierra, / bendiciendo al Señor, creador nuestro. / Porque él es nuestro Dios, / y nosotros su pueblo, / el rebaño que él guía. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 21,34-36 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad, pues, despiertos en todo
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tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
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Primera lectura. Libro del Apocalipsis 22,1-7
8:00 a 9:00 a.m.
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Feria o Bienaventurada María Virgen
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34ª Semana del Tiempo Ordinario – 2ª del Salterio
Oración para Hoy
Sábado · Verde o Blanco
Nov
6:00 a 7:00 a.m.
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Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, aumenta nuestra fe, esperanza y caridad, y, para que merezcamos conseguir lo que prometes, concédenos amar tus preceptos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Se Reza el Te Deum
Primera lectura. Libro de Isaías 63,16b-17.19b;64,2b-7
Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «Nuestro redentor». Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste y los montes se derritieron con tu presencia, jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado,
y nosotros fracasamos; aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 79 R/. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve Pastor de Israel, escucha, / tú que te sientas sobre querubines, resplandece. / Despierta tu poder y ven a salvarnos. R/. Dios de los ejércitos, vuélvete: / mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, / la cepa que tu
diestra plantó, / y que tú hiciste vigorosa. R/. Que tu mano proteja a tu escogido, / al hombre que tú fortaleciste. / No nos alejaremos de ti; / danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/.
Segunda lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,3-9 La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción
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de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él
habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de
qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel! V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
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Cf. Sal 104, 3-4 Que se alegren los que buscan al Señor. Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro.
Lectura del Santo evangelio según, San Marcos 13,33-37 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis
cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»
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Antífona de Entrada
1ª Semana de Adviento – 1ª del Salterio
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Antífona de Comunión Cf. Ps 19, 6 Que nos alegremos en tu salvación y glorifiquemos el nombre de nuestro Dios.
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
El Señor Jesús se ha donado y sigue donándose a nosotros, para llenarnos de toda la misericordia y la gracia del Padre. Somos nosotros, por tanto, los que podemos convertirnos en cierto sentido en jueces de nosotros mismos, auto condenándonos a la exclusión de la comunión con Dios y con los hermanos, con la profunda soledad y tristeza que esto produce. No nos cansemos, por tanto, de vigilar nuestros pensamientos y nuestras actitudes, para pregustar desde ahora el calor y el esplendor del rostro de Dios. Será bellísimo ese Dios que en la vida eterna contemplaremos en toda su plenitud. ¡Adelante! Pensando en ese juicio que comienza ahora, que ya ha empezado. ¡Adelante! Haciendo que nuestro corazón esté abierto a Jesús y a su salvación, y ¡Adelante! Sin tener miedo, porque el amor de Jesús es más grande, y si nosotros pedimos perdón por nuestros pecados él nos perdona. Jesús es así. ¡Adelante con esta certeza, que nos llevará a la gloria del cielo!
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Oración para Hoy
Domingo · Morado
Nov
Nació en Betsaida y tuvo el honor y el privilegio de haber sido el primer discípulo que tuvo Jesús, junto con San Juan el evangelista. Los dos eran discípulos de Juan Bautista, y este al ver pasar a Jesús (cuando volvía el desierto después de su ayuno y sus tentaciones) exclamó: “He ahí el cordero de Dios”. Andrés se emocionó al oír semejante elogio y se fue detrás de Jesús, Jesús se volvió y les dijo: “¿Qué buscan?”. Ellos le dijeron: “Señor: ¿dónde vives?”. Jesús les respondió: “Venga y verán”. Y se fueron y pasaron con Él aquella tarde. Esa llamada cambió su vida para siempre. El día del milagro de la multiplicación de los panes, fue San Andrés el que llevó a Jesús el muchacho que tenía los cinco panes. El santo presenció la mayoría de los milagros que hizo Jesús y escuchó, uno por uno, sus maravillosos sermones, viviendo junto a él por tres años. En el día de Pentecostés, San Andrés recibió junto con la Virgen María y los demás Apóstoles, al Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, y en adelante se dedicó a predicar el evangelio con gran valentía y obrando milagros y prodigios. La tradición coloca su martirio el 30 de noviembre del año 63, bajo el imperio de Nerón.
Primera lectura. Libro de Isaías 2,1-5
Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén. En los días futuros estará firme el monte de la casa del Señor, en la cumbre de las montañas, más elevado que las colinas. Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán pueblos numerosos y dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas;
porque de Sión saldrá la ley, la palabra del Señor de Jerusalén». Juzgará entre las naciones, será árbitro de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 121 R/. Vamos alegres a la casa del Señor. V/. ¡Qué alegría cuando me dijeron: / «Vamos a la casa del Señor»! / Ya están pisando
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nuestros pies / tus umbrales, Jerusalén. R/.
V/. Jerusalén está fundada / como ciudad bien compacta. / Allá suben las tribus, / las tribus del Señor. R/. V/. Según la costumbre de Israel, / a celebrar el nombre del Señor; / en ella están los tribunales de justicia, / en el palacio de David. R/.
«Vivan seguros los que te aman, / haya paz dentro de tus muros, / seguridad en tus palacios». R/. V/. Por mis hermanos y compañeros, / voy a decir: «La paz contigo». / Por la casa del Señor, nuestro Dios, / te deseo todo bien. R/.
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San Andres apóstol
V/. Desead la paz a Jerusalén: /
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 8,5-11 R/.
Gloria a ti, Señor
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho». Le contestó: «Voy yo a curarlo». Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo
disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace». Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco La Navidad no es sólo un acontecimiento temporal o un recuerdo de una cosa bonita. La Navidad es algo más: vamos por este camino para encontrarnos con el Señor. ¡La Navidad es un encuentro! Y caminamos para encontrarlo: encontrarlo con el corazón; con la vida; encontrarlo vivo, como Él es; encontrarlo con fe. El Señor, en la palabra que hemos escuchado, se maravilló de este centurión: se maravilló de la fe que él tenía. Él había hecho un camino para encontrarse con el Señor, pero lo había hecho con fe. Por eso no sólo él se ha encontrado con el Señor, sino que ha sentido la alegría de ser encontrado por el Señor. Y este es precisamente el encuentro que nosotros queremos: ¡el encuentro de la fe! Pero más allá de ser nosotros los que encontremos al Señor, es importante dejarnos encontrar por Él.
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30ª Semana del Tiempo Ordinario – 2ª del Salterio
Oración para Hoy
Feria - Día Penitencial
Lunes · Verde
Nov
CORONILLA DE LA DIVINA
MISERICORDIA
alabras de Jesús Misericordioso a Santa Faustina sobre la coronilla y cómo rezarla
El viernes 13 de septiembre de 1935, el Señor le reveló a santa Faustina un poderoso medio para obtener la misericordia de Dios para el mundo. Ella lo describió así:
En la noche, cuando estaba en mi celda, vi un Ángel que era el ejecutor de la justicia de Dios. Estaba vestido con una túnica brillante, su cara gloriosamente iluminada y una nube bajo sus pies. En sus manos tenía truenos y relámpagos. Cuando vi las señales de la
ira divina, con las cuales cierto país de la tierra sería castigado de una manera particular, imploraba al Ángel, pero noté enseguida que mis plegarias eran impotentes contra la ira de Dios... En el mismo momento vi a la “Santísima Trinidad”, que irradiaba Majestad y Santidad incomparables. Al mismo tiempo oí interiormente palabras, con las cuales empecé a implorar fervorosamente por la salvación del mundo. Y ¡Oh milagro! el Ángel era impotente contra esta oración y no podía ejecutar el justo castigo. Las palabras con las que imploraba la misericordia de Dios eran las siguientes:
“Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo y Señor Nuestro Jesucristo por nuestros pecados y los pecados del mundo entero. Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. “Cada vez que entres en la capilla, inmediatamente recita la oración que te enseñé ayer”. “Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte”. “A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en vida y especialmente a la hora de la muerte”. “Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta coronilla”. “Escribe: cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso”.
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P
Esta es la coronilla que Jesús le pidió a santa Faustina introducir a su comunidad y al mundo entero. En 1936, el Padre Miguel Sopocko hizo imprimir esta corona (en la Editorial Cebolski en Cracovia) en el reverso de la estampa con la imagen de la Divina Misericordia que Eugenio Kasimierwsko pintó.
Cómo Rezar la Coronilla 1
P A DRE NU E S TRO
2
A V E M A RÍ A
3
CRE DO
4
GL ORI A
6
Decir después
Cuentas del rosario correspondientes al AVEMARÍA:
V. Por su dolorosa Pasión.
5
Decir después
Cuentas del rosario correspondientes al
R. Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
PADRENUESTRO :
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero.
ORACIÓN FINAL Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. Oh sangre y agua que brotaron del Corazón de Jesús como manantial de misericordia para nosotros, En Ti Confío.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
(Santiguarse)
V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Todos los santos, solemnidad Himno Patriarcas que fuisteis la semilla del ĂĄrbol de la fe en siglos remotos, al vencedor divino de la muerte, rogadle por nosotros. Profetas que rasgasteis inspirados del porvenir el velo misterioso, al que sacĂł la luz de las tinieblas, rogadle por nosotros. Almas cĂĄndidas, santos inocentes, que aumentĂĄis de los ĂĄngeles el coro, al que llamĂł a los niĂąos a su lado, rogadle por nosotros. ApĂłstoles que echasteis en el mundo de la Iglesia el cimiento poderoso, al que es de la verdad depositario, rogadle por nosotros. MĂĄrtires que ganasteis vuestra palma en la arena del circo, en sangre rojo, al que os dio fortaleza en los combates, rogadle por nosotros. VĂrgenes, semejantes a azucenas que el verano vistiĂł de nieve y oro, al que es fuente de vida y hermosura, rogadle por nosotros. Monjes que de la vida en el combate pedisteis paz al claustro silencioso, al que es iris de calma en las tormentas, rogadle por nosotros. Doctores cuyas plumas nos legaron de virtud y saber rico tesoro, al que es caudal de ciencia inextinguible, rogadle por nosotros. Soldados del ejĂŠrcito de Cristo, santas y santos todos, rogadle que perdone nuestras culpas a aquel que vive y reina entre nosotros. AmĂŠn. Lectura Ef 1,17-18 El Dios de nuestro SeĂąor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dĂŠ espĂritu de
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V/. Alegraos, justos, y gozad con el SeĂąor. R/. Alegraos, justos, y gozad con el SeĂąor. V/. Aclamadlo, los de corazĂłn sincero. R/. Y gozad con el SeĂąor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Alegraos, justos, y gozad con el SeĂąor. Preces Invoquemos con alegrĂa a Dios, corona de todos los santos, y digĂĄmosle: SĂĄlvanos, SeĂąor, por la intercesiĂłn de los santos Dios, fuente de santidad, que has hecho brillar en tus santos las maravillas de tu gracia multiforme, concĂŠdenos celebrar tu grandeza en ellos Dios providentĂsimo y eterno, que nos has hecho ver en tus santos las imĂĄgenes mĂĄs acabadas de tu Hijo, haz que, por ellos, nos sintamos mĂĄs eficazmente movidos a la uniĂłn con Cristo Rey de los cielos, tĂş que nos estimulas a desear la ciudad futura, por medio de los fieles seguidores de Cristo, haz que aprendamos de ellos el camino mĂĄs seguro de alcanzarla Oh Dios, tĂş que, por el sacrificio del cuerpo de tu Hijo, nos unes mĂĄs Ăntimamente a los moradores del cielo, aumenta nuestra devociĂłn, para que vivamos mĂĄs de acuerdo con las exigencias de su culto. Final Dios todopoderoso y eterno, que nos has otorgado celebrar en una misma fiesta los mĂŠritos de todos los santos, concĂŠdenos, por esta multitud de intercesores, la deseada abundancia de tu misericordia y tu perdĂłn. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
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1
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Domingo
sabidurĂa y revelaciĂłn para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazĂłn, para que comprendĂĄis cuĂĄl es la esperanza a la que os llama, cuĂĄl la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.
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Nov
(Santiguarse)
V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. ConmemoraciĂłn de todos los fieles difuntos, solemnidad Himno Salen de la ciudad en larga hilera los amigos del hombre, entristecidos, llevan al joven muerto en la litera, su madre lo acompaĂąa entre gemidos. Lazos de muerte a todos nos alcanzan, las redes del abismo nos envuelven, pueblos enteros lentamente avanzan, y todos los que van ya nunca vuelven. Alza tu voz, JesĂşs resucitado; detente, caravana de la muerte, mira al SeĂąor JesĂşs, Él ha pagado el precio del rescate de tu suerte. Llora, Raquel, de gozo y alegrĂa, tus hijos vivirĂĄn eternamente. Danos, SeĂąor, llegar a tu gran dĂa, que de ansia de vivir el alma muere. AmĂŠn. Lectura 1Ts 4,14 Creemos que JesĂşs ha muerto y resucitado; del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de JesĂşs, los llevarĂĄ con ĂŠl.
Final Escucha, SeĂąor, nuestras suplicas, para que, al confesar la resurrecciĂłn de Jesucristo, tu Hijo, se afiance tambiĂŠn nuestra esperanza de que todos tus hijos resucitarĂĄn. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
V/. Te ensalzarĂŠ, SeĂąor, porque me has librado. R/. Te ensalzarĂŠ, SeĂąor, porque me has librado. V/. Cambiaste mi luto en danza. R/. Porque me has librado. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Te ensalzarĂŠ, SeĂąor, porque me has librado.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
Preces Oremos a Dios Padre todopoderoso, que ha resucitado a Jesucristo de entre los muertos y vivificarĂĄ tambiĂŠn nuestros cuerpos mortales, y digĂĄmosle: SeĂąor, danos la vida en Cristo Padre santo, ya que por el bautismo hemos sido sepultados con Cristo en la muerte y con ĂŠl hemos resucitado, haz que de tal forma andemos en vida nueva, que aĂşn despuĂŠs de nuestra muerte vivamos siempre con Cristo Padre providente, que nos has dado el pan vivo bajado del cielo, para que lo comamos santamente, haz que al comerlo tengamos vida eterna y resucitemos en el Ăşltimo dĂa Oh SeĂąor, que enviaste un ĂĄngel para que confortara a tu Hijo en la agonĂa de GetsemanĂ, dĂgnate consolarnos en nuestro trĂĄnsito con la dulzura de tu esperanza TĂş que libraste a los tres jĂłvenes del fuego ardiente, libra tambiĂŠn las almas de los difuntos del castigo que sufren por sus pecados Dios y SeĂąor de vivos y de muertos, que resucitaste a Cristo del sepulcro, resucita tambiĂŠn a los difuntos, y a nosotros danos un lugar junto a ellos en tu gloria
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Lunes
2
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Nov
3
Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
Preces Adoremos a Cristo, que con su sangre ha adquirido el pueblo de la nueva alianza, y digĂĄmosle suplicantes: AcuĂŠrdate, SeĂąor, de tu pueblo.
(Santiguarse)
Rey y redentor nuestro, escucha la alabanza que te dirige tu Iglesia en el comienzo de este dĂa,
V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme.
y haz que no deje nunca de glorificar tu majestad.
SeĂąor, el dĂa empieza. Como siempre, postrados a tus pies, la luz del dĂa queremos esperar. Eres la fuerza que tenemos los dĂŠbiles, nosotros. Padre nuestro, que en los cielos estĂĄs, haz a los hombres iguales: que ninguno se avergĂźence de los demĂĄs; que todos al que gime den consuelo; que todos, al que sufre del hambre la tortura, le regalen en rica mesa de manteles blancos con blanco pan y generoso vino; que no luchen jamĂĄs; que nunca emerjan, entre las ĂĄureas mieses de la historia, sangrientas amapolas, las batallas. Luz, SeĂąor, que ilumine las campiĂąas y las ciudades; que a los hombres todos, en sus destellos mĂĄgicos, envuelva luz inmortal; SeĂąor, luz de los cielos, fuente de amor y causa de la vida. Gloria al Padre, y al Hijo y al EspĂritu Santo. AmĂŠn.
Que nunca, SeĂąor, quedemos confundidos, los que en ti ponemos nuestra fe y nuestra esperanza.
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Himno
Mira compasivo nuestra debilidad y ven en ayuda nuestra, ya que sin ti no podemos hacer nada. AcuĂŠrdate de los pobres y desvalidos, que el dĂa que hoy empieza les traiga solaz y alegrĂa.
Final Dios todopoderoso, de quien dimana la bondad y hermosura de todo lo creado, haz que comencemos este dĂa con ĂĄnimo alegre y que realicemos nuestras obras movidos por el amor a ti y a los hermanos. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Lectura 1Jn 4,14-15 Nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre enviĂł a su Hijo para ser Salvador del mundo. Quien confiese que JesĂşs es el Hijo de Dios, Dios permanece en ĂŠl, y ĂŠl en Dios. V/. Dios mĂo, peĂąa mĂa, refugio mĂo, Dios mĂo. R/. Dios mĂo, peĂąa mĂa, refugio mĂo, Dios mĂo. V/. Mi alcĂĄzar, mi libertador. R/. refugio mĂo, Dios mĂo. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Dios mĂo, peĂąa mĂa, refugio mĂo, Dios mĂo.
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Martes
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Nov
Apacienta a tu pueblo, SeĂąor SeĂąor Jesucristo, que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor,
V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme.
haz que por ellos continĂşe llegando a nosotros tu acciĂłn misericordiosa.
San Carlos Borromeo, obispo
no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.
SeĂąor Jesucristo, que a travĂŠs de los santos pastores sigues siendo el Ăşnico pastor de tu pueblo, SeĂąor Jesucristo, que por medio de los santos pastores eres el mĂŠdico de los cuerpos y de las almas,
Himno Cristo, cabeza, rey de los pastores, el pueblo entero, madrugando a fiesta, canta a la gloria de tu sacerdote himnos sagrados. Con abundancia de sagrado crisma, la unciĂłn profunda de tu Santo EspĂritu le armĂł guerrero y le nombrĂł en la Iglesia jefe del pueblo. Él fue pastor y forma del rebaĂąo, luz para el ciego, bĂĄculo del pobre, padre comĂşn, presencia providente, todo de todos. TĂş que coronas sus merecimientos, danos la gracia de imitar su vida, y al fin, sumisos a su magisterio, danos su gloria. AmĂŠn.
Lectura Hb 13,7-9ÂŞ Acordaos de vuestros dirigentes, que os anunciaron la palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre. No os dejĂŠis arrastrar por doctrinas complicadas y extraĂąas.
haz que nunca falten a tu Iglesia los ministros que nos guĂen por las sendas de una vida santa. SeĂąor Jesucristo que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos, haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Final Conserva, SeĂąor, en tu pueblo el espĂritu que infundiste en san Carlos Borromeo, para que tu Iglesia se renueve sin cesar y, transformada en imagen de Cristo, pueda presentar ante el mundo el verdadero rostro de tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
V/. Sobre tus murallas, JerusalĂŠn, he colocado centinelas. R/. Sobre tus murallas, JerusalĂŠn, he colocado centinelas. V/. Ni de dĂa ni de noche dejarĂĄn de anunciar el nombre del SeĂąor. R/. He colocado centinelas. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Sobre tus murallas, JerusalĂŠn, he colocado centinelas.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
Demos gracias a Cristo, el buen Pastor que entregĂł la vida por sus ovejas, y supliquĂŠmosle, diciendo:
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MiĂŠrcoles
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Preces
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Nov
Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno
Demos gracias al SeĂąor, que dirige y guĂa con amor a su pueblo, y digĂĄmosle: Gloria a ti, SeĂąor, por los siglos. Padre clementĂsimo, te alabamos por tu amor, porque de manera admirable nos creaste, y mĂĄs admirablemente aĂşn nos redimiste. Al comenzar este nuevo dĂa, pon en nuestros corazones el anhelo de servirte, para que te glorifiquemos en todos nuestros pensamientos y acciones. Purifica nuestros corazones de todo mal deseo, y haz que estemos siempre atentos a tu voluntad.
Autor del cielo y el suelo, que, por dejarlas mĂĄs claras, las grandes aguas separas, pones un lĂmite al hielo. TĂş que das cauce al riachuelo y alzas la nube a la altura, tĂş que en cristal de frescura sueltas las aguas del rĂo sobre las tierras de estĂo, sanando su quemadura, danos tu gracia, piadoso, para que el viejo pecado no lleve al hombre engaĂąado a sucumbir a su acoso. Hazle en la fe luminoso, alegre en la austeridad, y hĂĄgale tu claridad salir de sus vanidades; dale, Verdad de verdades, el amor a tu verdad. AmĂŠn.
Lectura 1P 4,10-11
Danos un corazĂłn abierto a las necesidades de nuestros hermanos, para que a nadie falte la ayuda de nuestro amor.
Final Dios todopoderoso y eterno: a los pueblos que viven en tiniebla y en sombra de muerte, ilumĂnalos con tu luz, ya que con ella nos ha visitado el Sol que nace de lo alto, Jesucristo, nuestro SeĂąor. Que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demĂĄs, como buenos administradores de la mĂşltiple gracia de Dios. El que toma la palabra, que hable palabra de Dios. El que se dedica al servicio que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. AsĂ, Dios serĂĄ glorificado en todo, por medio de Jesucristo. V/. Te invoco de todo corazĂłn, respĂłndeme, SeĂąor. R/. Te invoco de todo corazĂłn, respĂłndeme, SeĂąor. V/. GuardarĂŠ tus leyes. R/. RespĂłndeme, SeĂąor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Te invoco de todo corazĂłn, respĂłndeme, SeĂąor.
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Jueves
Preces
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Nov
Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno Éstos que van vestidos de blancas vestiduras, ÂżquiĂŠnes son, y de dĂłnde han venido? Todos ĂŠstos que ciĂąen llameantes laureles han venido del fondo de la tribulaciĂłn. Todos ĂŠstos lavaron sus vestidos de boda en los rĂos de sangre del Cordero de Dios. Éstos que van vestidos de blancas vestiduras, ÂżquiĂŠnes son, y de dĂłnde han venido? Son las gentes con hambre que jamĂĄs tendrĂĄn hambre, los sedientos que nunca sentirĂĄn ya la sed. Los abreva el Cordero con el agua de vida; los asume en su muerte; resucitan con ĂŠl. Éstos que van vestidos de blancas vestiduras, ÂżquiĂŠnes son, y de dĂłnde han venido? Han venido del llanto para ser consolados; han salido del fuego y han buscado el frescor. El SeĂąor les enjuga con sus manos las lĂĄgrimas, con sus manos les guarda contra el fuego del sol. Gloria al Padre, y al Hijo, y al EspĂritu Santo. Por los siglos. AmĂŠn. Lectura 2Co 1,3-5 ÂĄBendito sea Dios, Padre de nuestro SeĂąor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios del consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto de poder nosotros alentar a los demĂĄs en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ĂĄnimo que nosotros recibimos de Dios. Si los sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, gracias a Cristo rebosa en proporciĂłn nuestro ĂĄnimo.
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Preces Celebremos, amados hermanos, a nuestro Salvador, el testigo fiel, y, al recordar hoy a los santos mĂĄrtires que murieron a causa de la palabra de Dios, aclamĂŠmoslo, diciendo: Nos has comprado, SeĂąor, con tu sangre Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que entregaron libremente su vida como testimonio de la fe,
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Viernes
V/. Los justos viven eternamente. R/. Los justos viven eternamente. V/. Reciben de Dios su recompensa. R/. Viven eternamente. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Los justos viven eternamente.
concĂŠdenos, SeĂąor, la verdadera libertad de espĂritu. Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que proclamaron la fe hasta derramar su sangre, concĂŠdenos, SeĂąor, la integridad y la constancia de la fe. Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que, soportando la cruz, siguieron tus pasos, concĂŠdenos, SeĂąor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida. Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que lavaron su manto en la sangre del Cordero, concĂŠdenos, SeĂąor, vencer las obras del mundo y de la carne. Final Dios todopoderoso y eterno, que concediste a los mĂĄrtires N. y N. la gracia de morir por Cristo, ayĂşdanos en nuestra debilidad para que, asĂ como ellos no dudaron en morir por ti, asĂ tambiĂŠn nosotros nos mantengamos fuertes en la confesiĂłn de tu nombre. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
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SĂĄbado
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
(Santiguarse)
Preces Invoquemos a Dios, que colocĂł a MarĂa, madre de Cristo, por encima de todas las criaturas celestiales y terrenas, diciendo con filial confianza: Mira a la Madre de tu Hijo y escĂşchanos Padre de misericordia, te damos gracias porque nos has dado a MarĂa como madre y ejemplo;
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Nov
santifĂcanos, por su intercesiĂłn.
por su intercesiĂłn haz que tambiĂŠn nosotros seamos, de verdad, siervos y discĂpulos de tu Hijo. Himno Al filo de los gallos, viene la aurora; los temores se alejan como las sombras. ÂĄDios, Padre nuestro, en tu nombre dormimos y amanecemos! Como luz nos visitas, Rey de los hombres, como amor que vigila siempre de noche; cuando el que duerme, bajo el signo del sueĂąo, prueba la muerte. Del sueĂąo del pecado nos resucitas, y es seĂąal de tu gracia la luz amiga. ÂĄDios que nos velas! TĂş nos sacas por gracia de las tinieblas. Gloria al Padre, y al Hijo, gloria al EspĂritu, al que es paz, luz y vida, al Uno y Trino; gloria a su nombre y al misterio divino que nos lo esconde. AmĂŠn. Lectura Flp 2,14 -15 Cualquier cosa que hagĂĄis, sea sin protestas ni discusiones: asĂ serĂŠis irreprochables y lĂmpidos, hijos de Dios sin tacha, en medio de una gente torcida y depravada, entre la cual brillĂĄis como lumbreras del mundo. V/. A ti grito, SeĂąor: tĂş eres mi refugio. R/. A ti grito, SeĂąor: tĂş eres mi refugio. V/. Y mi lote en el paĂs de la vida. R/. TĂş eres mi refugio. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. A ti grito, SeĂąor: tĂş eres mi refugio.
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TĂş que quisiste que MarĂa concibiera por obra del EspĂritu Santo, por intercesiĂłn de MarĂa otĂłrganos los frutos de este mismo EspĂritu. TĂş que diste fuerza a MarĂa para permanecer junto a la cruz, y la llenaste de alegrĂa con la resurrecciĂłn de tu Hijo,
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TĂş que hiciste que MarĂa meditara tus palabras, guardĂĄndolas en su corazĂłn, y fuera siempre fidelĂsima esclava tuya,
por intercesiĂłn de MarĂa confĂłrtanos en la tribulaciĂłn y reanima nuestra esperanza.
Final Oh Dios, fuente y origen de nuestra salvaciĂłn, haz que, mientras dure nuestra vida aquĂ en la tierra, te alabemos incesantemente y podamos asĂ participar un dĂa en la alabanza eterna del cielo. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
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V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme.
Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno En el nombre del Padre, del Hijo y del EspĂritu, salimos de la noche y estrenamos la aurora; saludamos el gozo de la luz que nos llega resucitada y resucitadora. Tu mano acerca el fuego a la tierra sombrĂa, y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia; silabeas el alba igual que una palabra; tu pronuncias el mar como sentencia. Regresa, desde el sueĂąo, el hombre a su memoria, acude a su trabajo, madruga a sus dolores; le confĂas la tierra, y a la tarde la encuentras rica de pan y amarga de sudores. Y tĂş te regocijas, oh Dios, y tu prolongas en sus pequeĂąas manos tus manos poderosas; y estĂĄis de cuerpo entero los dos asĂ creando, los dos asĂ velando por las cosas. ÂĄBendita la maĂąana que trae la noticia de tu presencia joven, en gloria y poderĂo, la serena certeza con que el dĂa proclama que el sepulcro de Cristo estĂĄ vacĂo! AmĂŠn.
Preces Dios nos ama y sabe lo que nos hace falta; aclamemos, pues, su poder y su bondad, abriendo, gozosos, nuestros corazones a la alabanza: Te alabamos, SeĂąor, y confiamos en ti Te bendecimos, Dios todopoderoso, Rey del universo, porque a nosotros, injustos y pecadores, nos has llamado al conocimiento de la verdad; haz que te sirvamos con santidad y justicia VuĂŠlvete hacia nosotros, oh Dios, tĂş que has querido abrirnos la puerta de tu misericordia, y haz que nunca nos apartemos del camino que lleva a la vida Ya que hoy celebramos la resurrecciĂłn del Hijo de tu amor, haz que este dĂa transcurra lleno de gozo espiritual Da, SeĂąor, a tus fieles el espĂritu de oraciĂłn y de alabanza, para que en toda ocasiĂłn te demos gracias.
Final Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males, para que, bien dispuesto nuestro cuerpo y nuestro espĂritu, podamos libremente cumplir tu voluntad. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Lectura 2Tm 2,8.11-13 Haz memoria de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje de David. Es doctrina segura: Si morimos con ĂŠl, viviremos con ĂŠl. Si perseveramos, reinaremos con ĂŠl. Si lo negamos, tambiĂŠn ĂŠl nos negarĂĄ. Si somos infieles, ĂŠl permanece fiel, porque no puede negarse a sĂ mismo. V/. Te damos gracias, oh Dios, invocando tu nombre. R/. Te damos gracias, oh Dios, invocando tu nombre.
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Domingo
V/. Contando tus maravillas. R/. Invocando tu nombre. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Te damos gracias, oh Dios, invocando tu nombre.
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Nov
Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. La dedicaciĂłn de la BasĂlica de LetrĂĄn, fiesta Himno Piedra angular y fundamento es Cristo del templo espiritual que al Padre alaba, en comuniĂłn de amor con el EspĂritu viviente, en lo mĂĄs Ăntimo del alma. Piedras vivas son todos los cristianos, ciudad, reino de Dios edificĂĄndose, entre sonoros cĂĄnticos de jĂşbilo, al Rey del universo, templo santo. El cosmos de alegrĂa se estremece en latido vital de nueva savia, al pregustar el gozo y la alegrĂa de un cielo y una tierra renovados. Cantad, hijos de Dios, adelantados del Cristo total, humanidad salvada, en la que Dios en todos serĂĄ todo, comuniĂłn viva en plenitud colmada. Demos gracias al Padre, que nos llama a ser sus hijos en el Hijo amado, abramos nuestro espĂritu al EspĂritu, adoremos a Dios que a todos salva. AmĂŠn.
Preces Como piedras vivas, edificadas sobre Cristo, la piedra escogida, oremos al Padre todopoderoso por su Iglesia amada y confesemos nuestra fe en ella, diciendo: Ésta es la casa de Dios y la puerta del cielo Padre del cielo, tĂş que eres el labrador, guarda, purifica y acrecienta tu viĂąa, haciendo que sus sarmientos llenen toda la tierra. Pastor eterno, protege y acrecienta tu rebaĂąo, y haz que todas las ovejas se reĂşnan en un solo redil bajo un solo pastor, Jesucristo, tu Hijo. Sembrador todopoderoso, siembra la palabra en tu campo, y haz que dĂŠ frutos del ciento por uno para la vida eterna. Final SeĂąor, tĂş que nos haces revivir cada aĂąo el dĂa de la consagraciĂłn de esta iglesia, escucha las plegarias de tu pueblo, y haz que en este lugar se te ofrezca siempre un servicio digno y asĂ tus fieles obtengan los frutos de una plena redenciĂłn. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Lectura Is 56,7 Los traerĂŠ a mi monte santo, los alegrarĂŠ en mi casa de oraciĂłn, aceptarĂŠ sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa de oraciĂłn, y asĂ la llamarĂĄn todos los pueblos. V/. Grande es el SeĂąor y muy digno de alabanza. R/. Grande es el SeĂąor y muy digno de alabanza.
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Lunes
V/. En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo. R/. Y muy digno de alabanza. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Grande es el SeĂąor y muy digno de alabanza.
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Nov
Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse)
Demos gracias a Cristo, el buen Pastor que entregĂł la vida por sus ovejas, y supliquĂŠmosle, diciendo: Apacienta a tu pueblo, SeĂąor SeĂąor Jesucristo, que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor, haz que por ellos continĂşe llegando a nosotros tu acciĂłn misericordiosa.
V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme.
SeĂąor Jesucristo, que a travĂŠs de los santos pastores sigues siendo el Ăşnico pastor de tu pueblo,
San LeĂłn Magno, papa y doctor de la Iglesia
SeĂąor Jesucristo, que por medio de los santos pastores eres el mĂŠdico de los cuerpos y de las almas,
Himno
haz que nunca falten a tu Iglesia los ministros que nos guĂen por las sendas de una vida santa.
Cristo, cabeza, rey de los pastores, el pueblo entero, madrugando a fiesta, canta a la gloria de tu sacerdote himnos sagrados. Con abundancia de sagrado crisma, la unciĂłn profunda de tu Santo EspĂritu le armĂł guerrero y le nombrĂł en la Iglesia jefe del pueblo. Él fue pastor y forma del rebaĂąo, luz para el ciego, bĂĄculo del pobre, padre comĂşn, presencia providente, todo de todos. TĂş que coronas sus merecimientos, danos la gracia de imitar su vida, y al fin, sumisos a su magisterio, danos su gloria. AmĂŠn.
SeĂąor Jesucristo que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos,
Lectura Hb 13,7-9ÂŞ Acordaos de vuestros dirigentes, que os anunciaron la palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre. No os dejĂŠis arrastrar por doctrinas complicadas y extraĂąas.
no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.
haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Final Oh Dios, tĂş que no permites que el poder del infierno derrote a tu Iglesia, fundada sobre la firmeza de la roca apostĂłlica, concĂŠdele, por los ruegos del papa san LeĂłn Magno, permanecer siempre firme en la verdad, para que goce de una paz duradera. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
V/. Sobre tus murallas, JerusalĂŠn, he colocado centinelas. R/. Sobre tus murallas, JerusalĂŠn, he colocado centinelas. V/. Ni de dĂa ni de noche dejarĂĄn de anunciar el nombre del SeĂąor. R/. He colocado centinelas. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Sobre tus murallas, JerusalĂŠn, he colocado centinelas.
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Martes
Preces
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse)
Demos gracias a Cristo, el buen Pastor que entregĂł la vida por sus ovejas, y supliquĂŠmosle, diciendo: Apacienta a tu pueblo, SeĂąor SeĂąor Jesucristo, que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor, haz que por ellos continĂşe llegando a nosotros tu acciĂłn misericordiosa.
V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme.
SeĂąor Jesucristo, que a travĂŠs de los santos pastores sigues siendo el Ăşnico pastor de tu pueblo,
Himno
SeĂąor Jesucristo, que por medio de los santos pastores eres el mĂŠdico de los cuerpos y de las almas,
Cristo, cabeza, rey de los pastores, el pueblo entero, madrugando a fiesta, canta a la gloria de tu sacerdote himnos sagrados. Con abundancia de sagrado crisma, la unciĂłn profunda de tu Santo EspĂritu le armĂł guerrero y le nombrĂł en la Iglesia jefe del pueblo. Él fue pastor y forma del rebaĂąo, luz para el ciego, bĂĄculo del pobre, padre comĂşn, presencia providente, todo de todos. TĂş que coronas sus merecimientos, danos la gracia de imitar su vida, y al fin, sumisos a su magisterio, danos su gloria. AmĂŠn.
haz que nunca falten a tu Iglesia los ministros que nos guĂen por las sendas de una vida santa.
Lectura Hb 13,7-8 Acordaos de vuestros dirigentes, que os anunciaron la palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.
no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.
SeĂąor Jesucristo que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos, haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad. Final Oh Dios, que fuiste glorificado con la vida y la muerte de tu obispo san MartĂn de Tours, renueva en nuestros corazones las maravillas de tu gracia, para que ni la vida ni la muerte puedan apartarnos de tu amor. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
V/. Sobre tus murallas, JerusalĂŠn, he colocado centinelas. R/. Sobre tus murallas, JerusalĂŠn, he colocado centinelas. V/. Ni de dĂa ni de noche dejarĂĄn de anunciar el nombre del SeĂąor. R/. He colocado centinelas. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Sobre tus murallas, JerusalĂŠn, he colocado centinelas.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno ÂŤQuien entrega su vida por amor, la gana para siempreÂť, dice el SeĂąor. AquĂ el bautismo proclama su voz de gloria y de muerte. AquĂ la unciĂłn se hace fuerte contra el cuchillo y la llama. Mirad cĂłmo se derrama mi sangre por cada herida. Si Cristo fue mi comida, dejadme ser pan y vino en el lagar y en el molino donde me arrancan la vida. Lectura 2Co 1,3-5 ÂĄBendito sea Dios, Padre de nuestro SeĂąor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios del consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto de poder nosotros alentar a los demĂĄs en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ĂĄnimo que nosotros recibimos de Dios. Si los sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, gracias a Cristo rebosa en proporciĂłn nuestro ĂĄnimo.
Celebremos, amados hermanos, a nuestro Salvador, el testigo fiel, y, al recordar hoy a los santos mĂĄrtires que murieron a causa de la palabra de Dios, aclamĂŠmoslo, diciendo: Nos has comprado, SeĂąor, con tu sangre Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que entregaron libremente su vida como testimonio de la fe, concĂŠdenos, SeĂąor, la verdadera libertad de espĂritu. Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que proclamaron la fe hasta derramar su sangre, concĂŠdenos, SeĂąor, la integridad y la constancia de la fe. Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que, soportando la cruz, siguieron tus pasos, concĂŠdenos, SeĂąor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida. Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que lavaron su manto en la sangre del Cordero, concĂŠdenos, SeĂąor, vencer las obras del mundo y de la carne. Final Aviva, SeĂąor, en tu Iglesia, el EspĂritu que impulsĂł a san Josafat, obispo y mĂĄrtir, a dar la vida por su rebaĂąo, y concĂŠdenos, por su intercesiĂłn, que ese mismo EspĂritu nos de fuerza a nosotros para entregar la vida por nuestros hermanos. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
V/. El SeĂąor es mi fuerza y mi energĂa. R/. El SeĂąor es mi fuerza y mi energĂa. V/. Él es mi salvaciĂłn. R/. Y mi energĂa. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. El SeĂąor es mi fuerza y mi energĂa.
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Jueves
Preces
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno Eres la luz y siembras claridades; abres los anchos cielos, que sostiene como columna el brazo de tu Padre. Arrebatada en rojos torbellinos, el alba apaga estrellas lejanĂsimas; la tierra se estremece de rocĂo. Mientras la noche cede y se disuelve, la estrella matinal, signo de Cristo, levanta el nuevo dĂa y lo establece. Eres la luz total, dĂa del dĂa, el Uno en todo, el Trino todo en Uno: ÂĄgloria a tu misteriosa teofanĂa! AmĂŠn. Lectura Ga 2,19b- 20
Confiados en Dios, que cuida con solicitud de todos los que ha creado y redimido con la sangre de su Hijo, invoquĂŠmosle diciendo: Escucha, SeĂąor, y ten piedad Dios misericordioso, asegura nuestros pasos en el camino de la verdadera santidad, y haz que busquemos siempre todo lo que es verdadero, justo y amable. Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre, no rompas tu alianza, SeĂąor. Acepta nuestro corazĂłn contrito y nuestro espĂritu humilde, porque los que en ti confĂan no quedan defraudados. TĂş que has querido que participĂĄramos en la misiĂłn profĂŠtica de Cristo, haz que proclamemos ante el mundo tus hazaĂąas.
Final Te pedimos, SeĂąor, tu gracia abundante, para que nos ayude a seguir el camino de tus mandatos, y asĂ gocemos de tu consuelo en esta vida y alcancemos la felicidad eterna. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Estoy crucificado con Cristo: vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mĂ. Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amĂł hasta entregarse por mĂ. V/. Invoco al Dios altĂsimo, al Dios que hace tanto por mĂ. R/. Invoco al Dios altĂsimo, al Dios que hace tanto por mĂ. V/. Desde el cielo me enviarĂĄ la salvaciĂłn. R/. Al Dios que hace tanto por mĂ. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Invoco al Dios altĂsimo, al Dios que hace tanto por mĂ.
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Viernes
Preces
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno
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Preces Adoremos a Dios, que por su Hijo ha dado vida y esperanza al mundo, y supliquĂŠmosle diciendo: EscĂşchanos, SeĂąor SeĂąor, Padre de todos, que nos has hecho llegar al comienzo de este dĂa,
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SĂĄbado
V/. Mi lengua recitarĂĄ tu auxilio. R/. Mis labios, SeĂąor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Te aclamarĂĄn mis labios, SeĂąor.
haz que toda nuestra vida, unida a la de Cristo, sea alabanza de tu gloria. Que vivamos siempre arraigados en la fe, esperanza y caridad
Bello es el rostro de la luz, abierto sobre el silencio de la tierra; bello hasta cansar mi corazĂłn, Dios mĂo. Un pĂĄjaro remueve la espesura y luego, lento, en el azul se eleva, y el canto le sostiene y pacifica. AsĂ mi voluntad, asĂ mis ojos se levantan a ti; dame temprano la potestad de comprender el dĂa.
que tĂş mismo has infundido en nuestras almas. Haz que nuestros ojos estĂŠn siempre levantados hacia ti, para que respondamos con presteza a tus llamadas. DefiĂŠndenos de los engaĂąos y seducciones del mal, y preserva nuestros pasos de todo pecado.
DespiĂŠrtame, SeĂąor, cada maĂąana, hasta que aprenda a amanecer, Dios mĂo, en la gran luz de la misericordia. AmĂŠn.
Final
Lectura 2P 3,13-15ÂŞ
Dios omnipotente y eterno, luz resplandeciente y dĂa sin ocaso, al volver a comenzar un nuevo dĂa, te pedimos que nos visites con el esplendor de tu luz y disipes asĂ las tinieblas de nuestros pecados. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Nosotros, confiados en la promesa del SeĂąor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperĂĄis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con ĂŠl, inmaculados e irreprochables. Considerad que la paciencia de Dios es nuestra salvaciĂłn. V/. Te aclamarĂĄn mis labios, SeĂąor. R/. Te aclamarĂĄn mis labios, SeĂąor.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
Preces
(Santiguarse)
Glorifiquemos al SeĂąor JesĂşs, luz que alumbra a todo hombre y Sol de justicia que no conoce el ocaso, y digĂĄmosle:
V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme.
ÂĄOh SeĂąor, vida y salvaciĂłn nuestra!
Himno Es domingo; una luz nueva resucita la maĂąana con su mirada inocente, llena de gozo y de gracia. Es domingo; la alegrĂa del mensaje de la Pascua es la noticia que llega siempre y que nunca se gasta. Es domingo; la pureza no solo la tierra baĂąa que ha penetrado en la vida por las ventanas del alma. Es domingo; la presencia de Cristo llena la casa: la Iglesia, misterio y fiesta, por ĂŠl y en ĂŠl convocada. Es domingo; ÂŤeste es el dĂa que hizo el SeĂąorÂť, es la Pascua, dĂa de la creaciĂłn nueva y siempre renovada. Es domingo; de su hoguera brilla toda la semana y vence oscuras tinieblas en jornadas de esperanza. Es domingo; un canto nuevo toda la tierra le canta al Padre, al Hijo, al EspĂritu, Ăşnico Dios que nos salva. AmĂŠn. Lectura Ap 7,10.12
Creador del universo, al darte gracias por el nuevo dĂa que ahora empieza, te pedimos que el recuerdo de tu santa resurrecciĂłn sea nuestro gozo durante este domingo. Que tu EspĂritu Santo nos enseĂąe a cumplir tu voluntad, y que tu sabidurĂa dirija hoy nuestras acciones. Que al celebrar la eucaristĂa de este domingo, tu palabra nos llene de gozo, y que la participaciĂłn en tu banquete haga crecer nuestra esperanza. Que sepamos contemplar las maravillas que tu generosidad nos concede, y vivamos durante todo el dĂa en acciĂłn de gracias.
Final SeĂąor, Dios nuestro, concĂŠdenos vivir siempre alegres en tu servicio, porque en servirte a ti, creador de todo bien, consiste el gozo pleno y verdadero. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
ÂĄLa victoria es de nuestro Dios, que estĂĄ sentado en el trono, y del Cordero! La alabanza y la gloria y la sabidurĂa y la acciĂłn de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. AmĂŠn. V/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V/. TĂş que estĂĄs sentado a la derecha del Padre. R/. Ten piedad de nosotros.
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Domingo
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno Mis ojos, mis pobres ojos que acaban de despertar los hiciste para ver, no sĂłlo para llorar. Haz que sepa adivinar entre las sombras la luz, que nunca me ciegue el mal ni olvide que existes tĂş. Que, cuando llegue el dolor, que yo sĂŠ que llegarĂĄ, no se me enturbie el amor, ni se me nuble la paz. SostĂŠn ahora mi fe, pues, cuando llegue a tu hogar, con mis ojos te verĂŠ y mi llanto cesarĂĄ. AmĂŠn.
Proclamemos la grandeza de Cristo, lleno de gracia y del EspĂritu Santo, y acudamos a ĂŠl, diciendo: ConcĂŠdenos, SeĂąor, tu EspĂritu ConcĂŠdenos, SeĂąor, un dĂa lleno de paz, de alegrĂa y de inocencia, para que, llegados a la noche, con gozo y limpios de pecado, podamos alabarte nuevamente. Que baje hoy a nosotros tu bondad y haga prĂłsperas las obras de nuestras manos. MuĂŠstranos tu rostro propicio y danos tu paz, para que durante todo el dĂa sintamos cĂłmo tu mano nos protege. Mira con bondad a cuantos se han encomendado a nuestras oraciones y enriquĂŠcelos con toda clase de bienes del cuerpo y del alma.
Final SeĂąor, que tu gracia inspire, sostenga y acompaĂąe nuestras obras, para que nuestro trabajo comience en ti, como en su fuente, y tienda siempre a ti, como a su fin. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Lectura 2Ts 3,10b-13 El que no trabaja, que no coma. Porque nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada. Pues a ĂŠsos les mandamos y recomendamos, por el SeĂąor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan. Por vuestra parte, hermanos, no os cansĂŠis de hacer el bien. V/. Bendito el SeĂąor. ahora y por siempre. R/. Bendito el SeĂąor. ahora y por siempre. V/. El Ăşnico que hace maravillas. R/. Ahora y por siempre. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Bendito el SeĂąor. ahora y por siempre.
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Lunes
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
(Santiguarse)
V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno Dichosas sois vosotras que guardasteis con amor maternal en vuestro seno la palabra del Hijo que engendrasteis en la vida de fe y de amor pleno. Dichosas sois vosotras que en la vida hicisteis de la fe vuestra entereza, vuestra gracia en la Gracia fue asumida, maravilla de Dios y de belleza. Dichosas sois vosotras que supisteis ser hijas del amor que Dios os daba, y asĂ, en la fe, de muchos madres fuisteis, fecunda plenitud que nunca acaba. No dejĂŠis de ser madres en la gloria de los hombres que luchan con anhelo, ante Dios vuestro amor haga memoria de los hijos que esperan ir al cielo. AmĂŠn. Lectura Rm 12,1-2
Unidos, hermanos, a las mujeres santas, aclamemos a nuestro Salvador, y supliquĂŠmosle, diciendo: Ven, SeĂąor JesĂşs SeĂąor JesĂşs, que perdonaste a la mujer pecadora sus muchos pecados, porque tenĂa mucho amor, perdĂłnanos tambiĂŠn a nosotros, pues hemos pecado mucho. SeĂąor JesĂşs, a quien servĂan en el camino las piadosas mujeres, concĂŠdenos que sigamos tus pasos. SeĂąor JesĂşs, Maestro bueno, a quien MarĂa escuchaba y Marta servĂa, concĂŠdenos servirte siempre con fe y amor. SeĂąor JesĂşs, que llamaste hermano, hermana y madre a todos los que cumplen tu voluntad, haz que todos nosotros la cumplamos siempre de palabra y obra. Final Oh Dios, que concediste a santa Isabel de HungrĂa la gracia de reconocer y venerar en los pobres a tu Hijo Jesucristo, concĂŠdenos, por su intercesiĂłn, servir con amor infatigable a los humildes y a los atribulados. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Os exhorto hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; ĂŠste es vuestro culto razonable. Y no os ajustĂŠis a este mundo, sino transformaos por la renovaciĂłn de la mente, para que sepĂĄis discernir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto. V/. Dios la socorre al despuntar la aurora. R/. Dios la socorre al despuntar la aurora. V/. Teniendo a Dios en medio no vacila. R/. Al despuntar la aurora. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Dios la socorre al despuntar la aurora.
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Martes
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno Buenos dĂas, SeĂąor, a ti el primero encuentra la mirada del corazĂłn, apenas nace el dĂa: TĂş eres la luz y el sol de mi jornada. Buenos dĂas, SeĂąor, contigo quiero andar por la vereda: TĂş, mi camino, mi verdad, mi vida; TĂş, la esperanza firme que me queda. Buenos dĂas, SeĂąor, a ti te busco, levanto a ti las manos y el corazĂłn, al despertar la aurora: quiero encontrarte siempre en mis hermanos. Buenos dĂas, SeĂąor resucitado, que traes la alegrĂa al corazĂłn que va por tus caminos ÂĄvencedor de tu muerte y de la mĂa! Gloria al Padre de todos, gloria al Hijo, y al EspĂritu Santo; como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos te alabe nuestro canto. AmĂŠn.
Lectura Tb 4,16-17. 19-20
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Preces Demos gracias a Cristo con alabanzas continuas, porque no se desdeĂąa de llamar hermanos a los que santifica con su gracia. Por tanto, supliquĂŠmosle: Santifica a tus hermanos, SeĂąor. ConcĂŠdenos, SeĂąor, que con el corazĂłn puro consagremos el principio de este dĂa en honor de tu resurrecciĂłn, y que santifiquemos el dĂa entero con trabajos que sean de tu agrado. TĂş que, para que aumente nuestra alegrĂa y se afiance nuestra salvaciĂłn, nos das este nuevo dĂa, signo de tu amor, renuĂŠvanos hoy y siempre para gloria de tu nombre. Haz que sepamos descubrirte a ti en todos nuestros hermanos, sobre todo en los que sufren y en los pobres. Haz que durante este dĂa estemos en paz con todo el mundo, y a nadie devolvamos mal por mal. Final SeĂąor Dios, salvador nuestro, danos tu ayuda para que siempre deseemos las obras de la luz y realicemos la verdad: asĂ los que de ti hemos nacido como hijos de la luz seremos tus testigos ante los hombres. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
No hagas a otro lo que a ti no te agrada. Da tu pan al hambriento y tu ropa al desnudo. Pide consejo al sensato y no desprecies un consejo Ăştil. Bendice al SeĂąor Dios en todo momento, y pĂdele que allane tus caminos y que te dĂŠ ĂŠxito en tus empresas y proyectos. V/. Inclina, SeĂąor, mi corazĂłn a tus preceptos. R/. Inclina, SeĂąor, mi corazĂłn a tus preceptos.
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MiĂŠrcoles
V/. Dame vida con tu palabra. R/. mi corazĂłn a tus preceptos. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Inclina, SeĂąor, mi corazĂłn a tus preceptos.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
(Santiguarse)
V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme.
Demos gracias a Cristo, que nos ha dado la luz del dĂa, y supliquĂŠmosle, diciendo: BendĂcenos y santifĂcanos, SeĂąor TĂş que te entregaste como vĂctima por nuestros pecados, acepta los deseos y proyectos de este dĂa. TĂş que nos alegras con la claridad del nuevo dĂa, sĂŠ tĂş mismo el lucero brillante de nuestros corazones.
Comienzan los relojes a maquinar sus prisas; y miramos el mundo. Comienza un nuevo dĂa. Comienzan las preguntas, la intensidad, la vida; se cruzan los horarios. QuĂŠ red, quĂŠ algarabĂa. Mas tĂş, SeĂąor, ahora eres calma infinita. Todo el tiempo estĂĄ en ti como en una gavilla. Rezamos, te alabamos, porque existes, avisas; porque anoche en el aire tus astros se movĂan. Y ahora toda la luz se posĂł en nuestra orilla. AmĂŠn.
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Haz que seamos bondadosos y comprensivos con los que nos rodean, Himno
para que logremos asĂ ser imĂĄgenes de tu bondad. En la maĂąana haznos escuchar tu gracia, y que tu gozo sea hoy nuestra fortaleza. Final Dios todopoderoso y eterno, humildemente acudimos a ti al empezar el dĂa, a media jornada y al atardecer, para pedirte que, alejando de nosotros las tinieblas del pecado, nos hagas alcanzar la luz verdadera que es Cristo. Que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Lectura Is 66,1-2 AsĂ dice el SeĂąor: ÂŤEl cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies: ÂżQuĂŠ templo podrĂŠis construirme o quĂŠ lugar para mi descanso? Todo esto lo hicieron mis manos, todo es mĂo -orĂĄculo del SeĂąor-. En ese pondrĂŠ mis ojos: en el humilde y el abatido que se estremece ante mis palabras.Âť V/. Te invoco de todo corazĂłn, respĂłndeme, SeĂąor. R/. Te invoco de todo corazĂłn, respĂłndeme, SeĂąor. V/. GuardarĂŠ tus leyes. R/. RespĂłndeme, SeĂąor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Te invoco de todo corazĂłn, respĂłndeme, SeĂąor.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme.
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Viernes
buenos, comprensivos, perdonĂĄndoos unos a otros como Dios os perdonĂł en Cristo. V/. En la maĂąana hazme escuchar tu gracia. R/. En la maĂąana hazme escuchar tu gracia. V/. IndĂcame el camino que he de seguir. R/. Hazme escuchar tu gracia. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. En la maĂąana hazme escuchar tu gracia. Preces
Himno
Adoremos a Cristo, que salvĂł al mundo con su cruz, y supliquĂŠmosle, diciendo:
AsĂ te necesito de carne y hueso. Te atisba el alma en el ciclĂłn de estrellas, tumulto y sinfonĂa de los cielos; y, a zaga del arcano de la vida, perfora el caos y sojuzga el tiempo, y da contigo, Padre de las causas, Motor primero. Mas el frĂo conturba en los abismos, y en los dĂas de Dios amaga el vĂŠrtigo. ÂĄY un fuego vivo necesita el alma y un asidero! Hombre quisiste hacerme, no desnuda inmaterialidad de pensamiento. Soy una encarnaciĂłn diminutiva; el arte, resplandor que toma cuerpo: la palabra es la carne de la idea: ÂĄEncarnaciĂłn es todo el universo! ÂĄY el que puso esta ley en nuestra nada hizo carne su verbo! AsĂ: tangible, humano, fraterno. Ungir tus pies, que buscan mi camino, sentir tus manos en mis ojos ciegos, hundirme, como Juan, en tu regazo, y -Judas sin traiciĂłn- darte mi beso. Carne soy, y de carne te quiero. ÂĄCaridad que viniste a mi indigencia, quĂŠ bien sabes hablar en mi dialecto! AsĂ, sufriente, corporal, amigo, ÂĄcĂłmo te entiendo! ÂĄDulce locura de misericordia: los dos de carne y hueso!
ConcĂŠdenos, SeĂąor, tu misericordia
Gloria al Padre, y al Hijo, y al EspĂritu Santo. AmĂŠn. Lectura Ef 4,29-32 Malas palabras no salgan de vuestra boca; lo que digĂĄis sea bueno, constructivo y oportuno, asĂ harĂĄ bien a los que lo oyen. No pongĂĄis triste al EspĂritu Santo de Dios con que ĂŠl os ha marcado para el dĂa de la liberaciĂłn final. Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sed
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Oh Cristo, que con tu claridad eres nuestro sol y nuestro dĂa, haz que, desde el amanecer, desaparezca de nosotros todo sentimiento malo. Vela, SeĂąor, sobre nuestros pensamientos, palabras y obras,
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a fin de que nuestro dĂa sea agradable ante tus ojos. Aparta de nuestros pecados tu vista y borra en nosotros toda culpa. Por tu cruz y tu resurrecciĂłn, llĂŠnanos del gozo del EspĂritu Santo. Final Oh Dios, que has iluminado las tinieblas de nuestra ignorancia con la luz de tu Palabra: acrecienta en nosotros la fe que tĂş mismo nos has dado; que ninguna tentaciĂłn pueda nunca destruir el ardor de la fe y de la caridad que tu gracia ha encendido en nuestro espĂritu. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. PresentaciĂłn de la SantĂsima Virgen, memoria obligatoria Himno La niĂąa MarĂa -ÂĄquĂŠ gracia en su vuelo!- paloma del cielo, al templo subĂa y a Dios ofrecĂa el mĂĄs puro don: sagrario y mansiĂłn por ĂŠl consagrada y al ĂŠl reservada es su corazĂłn. ÂĄOh blanca azucena!, la SabidurĂa su trono te hacĂa, dorada patena, de la gracia llena, llena de hermosura. Tu luz, Virgen pura, niĂąa inmaculada, rasgue en alborada nuestra noche oscura. Tu presentaciĂłn, princesa MarĂa, de paz y alegrĂa llena el corazĂłn. De Dios posesiĂłn y casa habitada, eres la morada de la Trinidad. A su Majestad la gloria sea dada. AmĂŠn.
Lectura Is 61,10 (cfr.) Desbordo de gozo con el SeĂąor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novia que se adorna con sus joyas.
Preces Elevemos nuestras sĂşplicas al Salvador, que quiso nacer de MarĂa Virgen, y digĂĄmosle: Que tu Madre, SeĂąor, interceda por nosotros Oh Sol de justicia, a quien la Virgen inmaculada precedĂa cual aurora luciente, haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de tu presencia. Verbo eterno del Padre, que elegiste a MarĂa como arca incorruptible de tu morada, lĂbranos de la corrupciĂłn del pecado. Salvador nuestro, que quisiste que tu madre estuviera junto a tu cruz, por su intercesiĂłn, concĂŠdenos compartir con alegrĂa tus padecimientos. JesĂşs, que, colgado en la cruz, diste MarĂa a Juan como madre, haz que nosotros vivamos tambiĂŠn como hijos suyos. Final Te rogamos, SeĂąor, que a cuantos hoy honramos la gloriosa memoria de la santĂsima Virgen MarĂa, nos concedas, por su intercesiĂłn, participar, como ella, de la plenitud de tu gracia. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
V/. El SeĂąor la eligiĂł y la predestinĂł. R/. El SeĂąor la eligiĂł y la predestinĂł. V/. La hizo morar en su templo santo. R/. Y la predestinĂł.
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SĂĄbado
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. El SeĂąor la eligiĂł y la predestinĂł.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Jesucristo, Rey del Universo
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Preces Oremos, hermanos, a Cristo Rey, que es anterior a todo, y en quien todo se mantiene unido, y pidamos: Venga a nosotros tu reino, SeĂąor
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Domingo
R/. Tus santos, SeĂąor, confiesen la gloria de tu reino. V/. Y proclamen tu poder. R/. Confiesen la gloria de tu reino. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Tus santos, SeĂąor, confiesen la gloria de tu reino.
Cristo salvador, tĂş que eres nuestro Dios y SeĂąor, nuestro rey y pastor, conduce a tu pueblo hacia los pastos de vida. Buen Pastor, que diste tu vida por las ovejas,
Himno Oh Jesucristo, Redentor de todos, que, antes de que la luz resplandeciera, naciste de tu Padre soberano con gloria semejante a la paterna. TĂş que eres luz y resplandor del Padre y perpetua esperanza de los hombres, escucha las palabras que tus siervos elevan hasta ti de todo el orbe. La tierra, el mar, el cielo y cuanto existe bajo la muchedumbre de sus astros rinden tributo con un canto nuevo a quien la nueva salvaciĂłn nos trajo. Y nosotros, los hombres, los que fuimos lavados con tu sangre sacratĂsima, celebramos tambiĂŠn, con nuestros cantos y nuestras alabanzas, tu venida. Gloria sea al divino Jesucristo, que naciĂł de tan puro y casto seno, y gloria igual al Padre y al EspĂritu por infinitos e infinitos tiempos. AmĂŠn. Lectura Ef 4,15-16 Realizando la verdad en el amor, hagamos crecer todas las cosas hacia ĂŠl, que es la cabeza: Cristo, del cual todo el cuerpo, bien ajustado y unido a travĂŠs de todo el complejo de junturas que lo nutren, actuando a la medida de cada parte, se procura el crecimiento del cuerpo, para construcciĂłn de sĂ mismo en el amor.
guĂanos, y nada nos faltarĂĄ. Redentor nuestro, que has sido establecido rey sobre toda la tierra, haz que sean recapituladas en ti todas las cosas. Rey del universo, que viniste al mundo para ser testigo de la verdad, haz que todos los hombres reconozcan tu absoluta primacĂa. Modelo y Maestro nuestro, que nos has trasladado a tu reino, haznos hoy santos, sin mancha y sin reproche en tu presencia. Final Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que toda la creaciĂłn, liberada de la esclavitud del pecado, sirva a tu majestad y te glorifique sin fin. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
V/. Tus santos, SeĂąor, confiesen la gloria de tu reino.
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(Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno Hoy que sĂŠ que mi vida es un desierto, en el que nunca nacerĂĄ una flor, vengo a pedirte, Cristo jardinero, por el desierto de mi corazĂłn. Para que nunca la amargura sea en mi vida mĂĄs fuerte que el amor, pon, SeĂąor, una fuente de alegrĂa en el desierto de mi corazĂłn. Para que nunca ahoguen los fracasos mis ansias de seguir siempre tu voz, pon, SeĂąor, una fuente de esperanza en el desierto de mi corazĂłn. Para que nunca busque recompensa al dar mi mano o al pedir perdĂłn, pon, SeĂąor, una fuente de amor puro en el desierto de mi corazĂłn. Para que no me busque a mĂ cuando te busco y no sea egoĂsta mi oraciĂłn, pon tu cuerpo, SeĂąor, y tu palabra en el desierto de mi corazĂłn. AmĂŠn Lectura Jr 15,16
ConsĂŠrvanos en tu servicio, SeĂąor SeĂąor JesĂşs, sacerdote eterno, que has querido que tu pueblo participara de tu sacerdocio, haz que ofrezcamos siempre sacrificios espirituales, agradables a Dios Danos, SeĂąor, la abundancia de los frutos del EspĂritu: la comprensiĂłn, la servicialidad, la amabilidad Haz que aprendamos a amarte y lleguemos a poseerte a ti, que eres el mismo amor, y que sepamos obrar siempre lo recto, para que tambiĂŠn nuestras acciones te glorifiquen Haz que busquemos siempre el bien de nuestros hermanos y les ayudemos a progresar en su salvaciĂłn. Final SeĂąor, Dios todopoderoso, que nos has hecho llegar al comienzo de este dĂa, sĂĄlvanos hoy con tu poder, para que no caigamos en ningĂşn pecado, sino que nuestras palabras, pensamientos y acciones sigan el camino de tus mandatos. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba; tus palabras eran mi gozo y la alegrĂa de mi corazĂłn, porque tu nombre fue pronunciado sobre mĂ, SeĂąor, Dios de los ejĂŠrcitos. V/. Aclamad, justos, al SeĂąor, que merece la alabanza de los buenos. R/. Aclamad, justos, al SeĂąor, que merece la alabanza de los buenos. V/. Cantadle un cĂĄntico nuevo. R/. Que merece la alabanza de los buenos. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Aclamad, justos, al SeĂąor, que merece la alabanza de los buenos.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
Nuestro Salvador ha hecho de nosotros un pueblo de reyes y sacerdotes, para que ofrezcamos sacrificios que Dios acepta. InvoquĂŠmosle, pues, diciendo:
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Lunes
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Preces
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Nov
Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
(Santiguarse)
V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno Éstos que van vestidos de blancas vestiduras, ÂżquiĂŠnes son, y de dĂłnde han venido? Todos ĂŠstos que ciĂąen llameantes laureles han venido del fondo de la tribulaciĂłn. Todos ĂŠstos lavaron sus vestidos de boda en los rĂos de sangre del Cordero de Dios. Éstos que van vestidos de blancas vestiduras, ÂżquiĂŠnes son, y de dĂłnde han venido? Son las gentes con hambre que jamĂĄs tendrĂĄn hambre, los sedientos que nunca sentirĂĄn ya la sed. Los abreva el Cordero con el agua de vida; los asume en su muerte; resucitan con ĂŠl. Éstos que van vestidos de blancas vestiduras, ÂżquiĂŠnes son, y de dĂłnde han venido? Han venido del llanto para ser consolados; han salido del fuego y han buscado el frescor. El SeĂąor les enjuga con sus manos las lĂĄgrimas, con sus manos les guarda contra el fuego del sol. Gloria al Padre, y al Hijo, y al EspĂritu Santo. Por los siglos. AmĂŠn. Lectura 2Co 1,3-5 ÂĄBendito sea Dios, Padre de nuestro SeĂąor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios del consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto de poder
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V/. Los justos viven eternamente. R/. Los justos viven eternamente. V/. Reciben de Dios su recompensa. R/. Viven eternamente. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Los justos viven eternamente. Preces Celebremos, amados hermanos, a nuestro Salvador, el testigo fiel, y, al recordar hoy a los santos mĂĄrtires que murieron a causa de la palabra de Dios, aclamĂŠmoslo, diciendo: Nos has comprado, SeĂąor, con tu sangre Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que entregaron libremente su vida como testimonio de la fe, concĂŠdenos, SeĂąor, la verdadera libertad de espĂritu. Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que proclamaron la fe hasta derramar su sangre, concĂŠdenos, SeĂąor, la integridad y la constancia de la fe. Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que, soportando la cruz, siguieron tus pasos, concĂŠdenos, SeĂąor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida. Por la intercesiĂłn de los santos mĂĄrtires, que lavaron su manto en la sangre del Cordero, concĂŠdenos, SeĂąor, vencer las obras del mundo y de la carne. Final Oh Dios, fuente y origen de toda paternidad, tĂş hiciste que los santos mĂĄrtires AndrĂŠs y sus compaĂąeros fueran fieles a la cruz de Cristo, con una fidelidad que llegĂł hasta el derramamiento de su sangre; concĂŠdenos, por su intercesiĂłn, que difundamos tu amor entre nuestros hermanos y que nos llamemos y seamos de verdad hijos tuyos. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
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Martes
nosotros alentar a los demĂĄs en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ĂĄnimo que nosotros recibimos de Dios. Si los sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, gracias a Cristo rebosa en proporciĂłn nuestro ĂĄnimo.
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(Santiguarse)
V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno Estate, SeĂąor, conmigo siempre, sin jamĂĄs partirte, y, cuando decidas irte, llĂŠvame, SeĂąor, contigo; porque el pensar que te irĂĄs me causa un terrible miedo de si yo sin ti me quedo, de si tĂş sin mĂ te vas. LlĂŠvame en tu compaĂąĂa, donde tĂş vayas, JesĂşs, porque bien sĂŠ que eres tĂş la vida del alma mĂa; si tĂş vida no me das, yo sĂŠ que vivir no puedo, ni si yo sin ti me quedo, ni si tĂş sin mĂ te vas. Por eso, mĂĄs que a la muerte, temo, SeĂąor, tu partida y quiero perder la vida mil veces mĂĄs que perderte; pues la inmortal que tĂş das sĂŠ que alcanzarla no puedo cuando yo sin ti me quedo, cuando tĂş sin mĂ te vas. AmĂŠn. Lectura Rm 8,35.37
Oremos al SeĂąor Jesucristo, que prometiĂł estar con su Iglesia todos los dĂas, hasta el fin del mundo, y digĂĄmosle confiados: QuĂŠdate con nosotros, SeĂąor QuĂŠdate con nosotros, SeĂąor, durante todo el dĂa; que el sol de tu gracia nunca decline en nuestras vidas Te consagramos este dĂa como oblaciĂłn agradable a tus ojos, y proponemos no hacer ni aprobar nada defectuoso Que en todas nuestras palabras y acciones seamos hoy luz del mundo y sal de la tierra para cuantos nos contemplen Que la gracia del EspĂritu Santo habite en nuestros corazones y resplandezca en nuestras obras, para que asĂ permanezcamos en tu amor y en tu alabanza
Final EnvĂa, SeĂąor, a nuestros corazones la abundancia de tu luz, para que, avanzando siempre por el camino de tus mandatos, nos veamos libres de todo error. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
ÂżQuiĂŠn podrĂĄ apartarnos del amor de Cristo?: Âżla aflicciĂłn?, Âżla angustia?, Âżla persecuciĂłn?, Âżel hambre?, Âżla desnudez?, Âżel peligro?, Âżla espada? En todo esto vencemos fĂĄcilmente por aquel que nos ha amado. V/. Bendigo al SeĂąor en todo momento. R/. Bendigo al SeĂąor en todo momento. V/. Su alabanza estĂĄ siempre en mi boca. R/. En todo momento. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Bendigo al SeĂąor en todo momento.
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MiĂŠrcoles
Preces
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno
Preces Bendito sea Dios, nuestro Padre, que mira siempre con amor a sus hijos y nunca desatiende sus sĂşplicas; digĂĄmosle con humildad: Ilumina nuestros ojos, SeĂąor Te damos gracias, SeĂąor, porque nos has alumbrado con la luz de Jesucristo; que esta claridad ilumine hoy todos nuestros actos Que tu sabidurĂa nos guĂe en nuestra jornada; asĂ andaremos en una vida nueva
Alfarero del hombre, mano trabajadora que, de los hondos limos iniciales, convocas a los pĂĄjaros a la primera aurora, al pasto, los primeros animales. De maĂąana te busco, hecho de luz concreta, de espacio puro y tierra amanecida. De maĂąana te encuentro, Vigor, Origen, Meta de los sonoros rĂos de la vida. El ĂĄrbol toma cuerpo, y el agua melodĂa; tus manos son recientes en la rosa; se espesa la abundancia del mundo a mediodĂa, y estĂĄs de corazĂłn en cada cosa. No hay brisa, si no alientas; monte, si no estĂĄs dentro, ni soledad en que no te hagas fuerte. Todo es presencia y gracia. Vivir es este encuentro: tĂş, por la luz; el hombre, por la muerte. ÂĄQue se acabe el pecado! ÂĄMira, que es desdecirte dejar tanta hermosura en tanta guerra! Que el hombre no te obligue, SeĂąor, a arrepentirte de haberle dado un dĂa las llaves de la tierra. AmĂŠn. Lectura Rm 14,17-19
Que tu amor nos haga superar con fortaleza las adversidades, para que te sirvamos con generosidad de espĂritu Dirige y santifica nuestros pensamientos, palabras y obras en este dĂa, y danos un espĂritu dĂłcil a tus inspiraciones Final Humildemente te pedimos a ti, SeĂąor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu ley, vivamos siempre en tu claridad. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
No reina Dios por lo que uno come o bebe, sino por la justicia, la paz y la alegrĂa que da el EspĂritu Santo; y el que sirve asĂ a Cristo agrada a Dios, y lo aprueban los hombres. En resumen: esmerĂŠmonos en lo que favorece la paz y construye la vida comĂşn. V/. Velando medito en ti, SeĂąor. R/. Velando medito en ti, SeĂąor. V/. Porque fuiste mi auxilio. R/. Medito en ti, SeĂąor.
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Jueves
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Velando medito en ti, SeĂąor.
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Nov
Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. Himno Por el dolor creyente que brota del pecado; por haberte querido de todo corazĂłn; por haberte, Dios mĂo, tantas veces negado, tantas veces pedido, de rodillas, perdĂłn. Por haberte perdido, por haberte encontrado. Porque es como un desierto nevado mi oraciĂłn; porque es como la hiedra sobre un ĂĄrbol cortado el recuerdo que brota cargado de ilusiĂłn. Porque es como la hiedra, dĂŠjame que te abrace, primero amargamente, lleno de flor despuĂŠs, y que a mi viejo tronco poco a poco me enlace, y que mi vieja sombra se derrame a tus pies. ÂĄPorque es como la rama donde la savia nace, mi corazĂłn, Dios mĂo, sueĂąa que tĂş lo ves! AmĂŠn. Lectura Ef 2,13 -16 Ahora estĂĄis en Cristo JesĂşs. Ahora, por la sangre de Cristo, estĂĄis cerca los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos, judĂos y gentiles, una sola cosa, derribando con su cuerpo el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear con los dos, en ĂŠl, un solo hombre nuevo. ReconciliĂł con Dios a los dos pueblos, uniĂŠndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en ĂŠl, al odio.
Preces Adoremos a Cristo que, en virtud del EspĂritu eterno, se ofreciĂł a Dios como sacrificio sin mancha, para purificar nuestras conciencias de las obras muertas, y digĂĄmosle con fe: Nuestra paz, SeĂąor, es cumplir tu voluntad. TĂş que nos has dado la luz del nuevo dĂa, concĂŠdenos tambiĂŠn caminar por sendas de vida nueva. TĂş que todo lo has creado con tu poder, y con tu providencia lo conservas todo, ayĂşdanos a descubrirte presente en todas tus criaturas. TĂş que has sellado con tu sangre un pacto nuevo y eterno, haz que, obedeciendo siempre tus mandatos, permanezcamos fieles a esa alianza. TĂş que, colgado en la cruz, quisiste que de tu costado manara agua con la sangre, purifica con esta agua nuestros pecados y alegra con este manantial a la ciudad de Dios. Final SeĂąor, Dios todopoderoso, te pedimos nos concedas que, del mismo modo que hemos cantado tus alabanzas en esta celebraciĂłn matutina, asĂ las podamos cantar tambiĂŠn plenamente, en la asamblea de tus santos, por toda la eternidad. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
V/. Invoco al Dios altĂsimo, al Dios que hace tanto por mĂ. R/. Invoco al Dios altĂsimo, al Dios que hace tanto por mĂ. V/. Desde el cielo me enviarĂĄ la salvaciĂłn.
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Viernes
R/. Al Dios que hace tanto por mĂ. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Invoco al Dios altĂsimo, al Dios que hace tanto por mĂ.
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme.
Celebremos la sabidurĂa y la bondad de Cristo, que ha querido ser amado y servido en los hermanos, especialmente en los que sufren, y supliquĂŠmosle insistentemente, diciendo: Haznos perfectos en la caridad, SeĂąor. Al recordar esta maĂąana tu santa resurrecciĂłn, te pedimos, SeĂąor, que extiendas los beneficios de tu redenciĂłn a todos los hombres. Que todo el dĂa de hoy sepamos dar buen testimonio del nombre cristiano y ofrezcamos nuestra jornada como un culto espiritual agradable al Padre. EnsĂŠĂąanos, SeĂąor, a descubrir tu imagen en todos los hombres
Himno Padre nuestro, Padre de todos, lĂbrame del orgullo de estar solo. No vengo a la soledad cuando vengo a la oraciĂłn, pues sĂŠ que, estando contigo, con mis hermanos estoy; y sĂŠ que, estando con ellos, tĂş estĂĄs en medio, SeĂąor. No he venido a refugiarme dentro de tu torreĂłn, como quien huye a un exilio de aristocracia interior. Pues vine huyendo del ruido, pero de los hombres no. AllĂ donde va un cristiano no hay soledad, sino amor, pues lleva toda la Iglesia dentro de su corazĂłn. Y dice siempre ÂŤnosotrosÂť, incluso si dice ÂŤyoÂť. Lectura Rm 12,14-16ÂŞ Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sĂ, no maldigĂĄis. Con los que rĂen, estad alegres; con los que lloran, llorad. Tened igualdad de trato unos con otros: no tengĂĄis grandes pretensiones, sino poneos al nivel de la gente humilde.
y a saberte servir a ti en cada uno de ellos. Oh Cristo, vid verdadera de la que nosotros somos sarmientos, haz que permanezcamos en ti y demos fruto abundante para que con ello reciba gloria Dios Padre. Final Que nuestra voz, SeĂąor, nuestro espĂritu y toda nuestra vida sean una continua alabanza en tu honor; y, pues toda nuestra existencia es puro don de tu liberalidad, que tambiĂŠn cada una de nuestras acciones te estĂŠ plenamente dedicada. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
V/. Te aclamarĂĄn mis labios, SeĂąor. R/. Te aclamarĂĄn mis labios, SeĂąor. V/. Mi lengua recitarĂĄ tu auxilio. R/. Mis labios, SeĂąor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Te aclamarĂĄn mis labios, SeĂąor.
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SĂĄbado
Preces
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Nov
Domingo
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Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse)
Preces Oremos a Dios Padre, que nos concede la gracia de esperar la revelaciĂłn de nuestro SeĂąor Jesucristo, y digĂĄmosle confiados: MuĂŠstranos, SeĂąor, tu misericordia Santifica, SeĂąor, todo nuestro espĂritu, alma y cuerpo,
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Nov
y guĂĄrdanos sin reproche hasta el dĂa de la venida de tu Hijo. Haz que durante este dĂa caminemos en santidad,
De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido. El amor hizo nuevas las cosas, el EspĂritu ha descendido y la sombra del que todo puede en la Virgen su luz ha encendido. Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia alegrĂa, el SeĂąor que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen MarĂa. Gloria a Dios, el SeĂąor poderoso, a su Hijo y EspĂritu Santo, que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado. AmĂŠn. Lectura Rm 13,11b-12
AyĂşdanos a vestirnos del SeĂąor Jesucristo,
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Himno
y llevemos una vida sobria, honrada y religiosa. y a llenarnos del EspĂritu Santo. Haz, SeĂąor, que estemos preparados el dĂa de la manifestaciĂłn gloriosa de tu Hijo. Final Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompaĂąados por las buenas obras, para que, colocados un dĂa a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Ya es hora de despertaros del sueĂąo, porque ahora nuestra salvaciĂłn estĂĄ mĂĄs cerca que cuando empezamos a creer. La noche estĂĄ avanzada, el dĂa se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas, y pertrechĂŠmonos con las armas de la luz. V/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V/. TĂş que has de venir al mundo R/. Ten piedad de nosotros. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
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V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme.
Estas oraciones para cada dĂa, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mĂo ven en mi Auxilio. R/. –SeĂąor date prisa en socorrerme. San AndrĂŠs, apĂłstol Himno Hoy del tirano la furia vence AndrĂŠs en los tormentos, con aspa los aspavientos, y con paciencia la injuria. Halla en los tormentos gloria, vida en la muerte y dolor, en las afrentas honor, y en ser vencido victoria. El valor del pecho fuerte alto y peregrino es, porque sĂłlo teme AndrĂŠs el dilatarse la muerte. Por quien se doma la furia de los tiranos intentos, con aspa los aspavientos, y con paciencia la injuria. AmĂŠn. Lectura Ef 2,19-22
Preces Queridos hermanos, habiendo recibido de los apĂłstoles la herencia de los elegidos, demos gracias a nuestro Padre por todos sus dones, diciendo: El coro de los apĂłstoles te ensalza, SeĂąor Por la mesa de tu cuerpo y de tu sangre, que nos transmitieron los apĂłstoles, con la cual nos alimentamos y vivimos: Por la mesa de tu Palabra, que nos transmitieron los apĂłstoles, con la cual se nos comunica la luz y el gozo: Por tu Iglesia santa, edificada sobre el fundamento de los apĂłstoles, por la cual nos integramos en la unidad: Por la purificaciĂłn del bautismo y de la penitencia, confiada a los apĂłstoles, con la cual quedamos limpios de todos los pecados Final ProtĂŠgenos, SeĂąor, con la constante intercesiĂłn del apĂłstol san AndrĂŠs, a quien escogiste para ser predicador y pastor de tu Iglesia. Por nuestro SeĂąor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspĂritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AmĂŠn.
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. EstĂĄis edificados sobre el cimiento de los apĂłstoles y profetas, y el mismo Cristo JesĂşs es la piedra angular. Por ĂŠl todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al SeĂąor. Por ĂŠl tambiĂŠn vosotros os vais integrando en la construcciĂłn, para ser morada de Dios, por el EspĂritu. V/. Los nombrarĂĄs prĂncipes sobre toda la tierra. R/. Los nombrarĂĄs prĂncipes sobre toda la tierra. V/. HarĂĄn memorable tu nombre, SeĂąor.
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Lunes
R/. Sobre toda la tierra. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al EspĂritu Santo. R/. Los nombrarĂĄs prĂncipes sobre toda la tierra.
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