Revista Cristovisión Marzo

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MARZO 2021

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Revista

Eddigit

Bogotá D.C. · ISSN: 2390-0830 · Año 6 · Ejemplar No.74 · revista@cristovision.org

SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ 19 de marzo

Especial Vía Crucis


SAN JOSÉ NUESTRO PATRONO l Santo Padre ha propuesto este año como el año de San José. Aunque poco dice la Sagrada Escritura de nuestro santo patrono, nadie puede desconocer el valor que tiene su respuesta a Dios en el acompañar a la sagrada familia de Nazaret. Pedimos a San José acompañe nuestras familias, como ha acompañado siempre a Cristovisión. Que sea siempre nuestro cuidador y protector . Que toda nuestra propuesta evangelizadora de este mes los prepare y anime, queridos Cristovidentes, a celebrar solemnemente la semana santa que iniciaremos el 28 de marzo con el Domingo de Ramos. Padre: Ramón Zambrano Echeverri padreramon@cristovision.org @Padreramonzam Canal: Padre Ramón Zambrano 317 647 9531

María Madre del gran comunicador Venimos con profunda fe y humildad los cristianos del nuevo milenio para poner en tus manos al Canal Cristovisión. Infúndenos sabiduría para usar las nuevas tecnologías al servicio del evangelio que salva y da la auténtica felicidad. Tú, que contemplaste a tu hijo y adoraste cada una de sus palabras y acciones, enséñanos a ver el mundo con los ojos de Jesús. Bendice a todas las personas que colaboran con las obras de comunicación católica a través de la radio, la televisión, la internet y la prensa para que, con valor y perseverancia, no desfallezcan en el llamado que Dios les ha hecho de sembrar la semilla del Reino en el corazón del hombre de hoy. Ayúdanos Madre y Reina de Colombia a acercarnos, a escuchar y a dar esperanza a nuestros hermanos; así construiremos la paz y la reconciliación en nuestro país. Amén.


l Santo Padre ha titulado su mensaje ‘Mirad, estamos subiendo a Jerusalén… (Mt 20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad’

“En este tiempo de conversión renovemos nuestra fe, saciemos nuestra sed con el ‘agua viva’ de la esperanza y recibamos con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo”. Así lo explica el Papa Francisco en su mensaje para la Cuaresma 2021, titulado ‘Mirad, estamos subiendo a Jerusalén… (Mt 20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad’. Explica el Papa, “la vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante”. Tres consejos para vivir el camino cuaresmal no ofrece el Santo Padre.

1. Por un lado que la fe nos llama a acoger la Verdad y a ser testigos, ante Dios y ante nuestros hermanos. “En este tiempo de Cuaresma, acoger y vivir la Verdad que se manifestó en Cristo significa ante todo dejarse alcanzar por la Palabra de Dios, que la Iglesia nos transmite de generación en generación. Esta Verdad no es una construcción del intelecto, destinada a pocas mentes elegidas, superiores o ilustres, sino que es un mensaje que recibimos y podemos comprender gracias a la inteligencia del corazón, abierto a la grandeza de Dios que nos ama antes de que nosotros mismos seamos conscientes de ello”, asegura. 2. Por otro lado, hace alusión a la esperanza como “agua viva” que nos permite continuar nuestro camino. En este sentido, invita a los fieles a “saciarnos del perdón del Padre en su corazón abierto”. “Al recibir el perdón, en el Sacramento que está en el corazón de nuestro proceso de conversión, también nosotros nos convertimos en difusores del perdón. El perdón de Dios, también mediante nuestras palabras y gestos, permite vivir una Pascua de fraternidad”, explica el Santo Padre. 3. Finalmente, recuerda que la caridad, vivida tras las huellas de Cristo, mostrando atención y compasión por cada persona, es la expresión más alta de nuestra fe y nuestra esperanza. “Vivir una Cuaresma de caridad quiere decir cuidar a quienes se encuentran en condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia de Covid-19. En un contexto tan incierto sobre el futuro, ofrezcamos con nuestra caridad una palabra de confianza, para que el otro sienta que Dios lo ama como a un hijo”, subraya. Francisco concluye su mensaje recordando que “cada etapa de la vida es un tiempo para creer, esperar y amar”.

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Los consejos del Papa Francisco en su Mensaje para la Cuaresma de este año 2021


“Para los cristianos, las lentes que nos permiten descifrar la realidad no pueden ser otras que las de la buena noticia, partiendo de la «Buena Nueva» por excelencia: el «Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios»” (Mc 1,1).

Ave María Purísima ...

TÚ Director: Monseñor Julio Solórzano Editores: Javier Hernando Aguillón Juan A. García R.

CONSEJO SUPERIOR • Conferencia Episcopal Colombiana • Arquidiócesis de Bogotá • Diócesis de Fontibón • Diócesis de Engativá • Diócesis de Soacha • Diócesis de Zipaquirá • Diócesis de Facatativá • Obispado Castrense • Orden de los Dominicos, Provincia de San Luis Bertrán de Colombia • Instituto Misionero Hijas de San Pablo • Orden Agustinos Recoletos • Sociedad Salesiana Inspectoría de Bogotá

Gerente: Rolfi Rozo Villamizar Director de Comunicaciones: Carlos Andrés Blanco Director CRM: Julián David Molina J. Diseño: Freang Restrepo N.

• Comunidad Franciscana Provincia de la Santa Fe • Acción Cultural Popular, ACPO • Congregación de Padres Redentoristas

Agradecemos la colaboración en las reflexiones de los evangelios: Padre Andrés Giovanny Macana Daza. A los servicios informativos de: Catholic.net, Vatican.va

Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo...

Si no le recuerdas, aproximadamente Mis pecados son.... entonces confiesas tus pecados empezando por los más grandes

El sacerdote te dará algún consejo, Y después te dirás que cumplas una penitencia, que habitualmente supone rezar una oración Expresas tu contrición diciendo

Con la fórmula de la absolución, Jesucristo mismo te perdona Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación sin la expresa autorización del Canal Cristovisión. La Revista Cristovisión es una publicación mensual del Canal Cristovisión. Distribución: Cristovisión Copyright © 2020.

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El señor esté en tu corazón para que te puedas arrepentir y confesar humildemente tus pecados

humildemente tus pecados

Línea de contacto

Calle 18 # 97-61. Fontibón

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

El señorHijo estéde enDios, tu corazón para que Jesús, ten misericote puedas confesar ridia de miarrepentir que soy yun pecador

Director General Fundación Cristovisión

revista@cristovision.org www.cristovision.co

EL SACERDOTE

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Portada: ¨La muerte de san José¨ Autor: Bartholomäus Hohenberg

• Padre Ramón Zambrano Echeverri

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sin pecado concebida...

Han pasado, días / semanas / años desde mi última confesión...

• Corporación Minuto de Dios • Universidad Santo Tomás • Universidad Agustiniana

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GUÍA PARA UNA BUENA CONFESIÓN

...Yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Amén Al final te invita a irte en paz

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Marzo 2021 Ir al índice

Calendario lecturas de la Santa Misa

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35 El Papa en frases 36 ¿cómo favoreció, concretamente, constantino a los cristianos...

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10 Catequesis del Papa

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16 In Memoriam del señor Luis Carlos Velazco Morales.

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6 ¿Por qué los primeros cristianos utilizaban el pez como símbolo?

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38 Preguntas y respuestas sobre nuestra fe 40 Lecturas Santa Misa Marzo 58 Santas Perpetua, Felicidad y compañeros mártires 62 San Juan de Dios, religioso 74 Aniversario de la elección del Papa Francisco 77 Cuarto domingo de Cuaresma “Laetare” 88 San José, esposo de la Bienaventurada María Virgen

Calendario Oracional tomado de la Liturgia de las Horas para cada día

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111 En la pasión del Señor 122 Coronilla de la Divina Misericordia 124 Santo Rosario 126 Oración para hoy

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102 Anunciación del Señor 110 Inicio de la Semana Santa

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Primeroscristianos.com

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os primeros cristianos, cuando querían representar simbólicamente a Jesús, nunca utilizaron el signo de la cruz. Para ellos, éste conservaba un significado siniestro y muy doloroso por el que no podía utilizarse para representar al Salvador del mundo. Sólo comenzó a usarse la cruz a partir del siglo IV cuando ya había perdido todo su significado como instrumento de tortura. Por lo tanto, en la primera Iglesia se usaron otros símbolos para representar a Jesús. Se usó la imagen del Buen Pastor para representar a Jesús como un pastor con una oveja sobre sus hombros. Pero el símbolo que más perduró fue el del pez.

Una profesión de fe Los cristianos, siendo minoría en un mundo pagano, tenían sus propios símbolos para identificarse y avivar su fe. En el pez (Ichthus), encontraban la profesión de fe, la razón por la que adoraban a Jesús y estaban dispuestos a morir. Los creyentes son “pequeños peces”, según el conocido pasaje de Tertuliano (De baptismo, c. 1): “Nosotros, pequeños peces, tras la imagen de nuestro Ichthus, Jesús Cristo, nacemos en el agua“. Una alusión al bautismo. El cristiano no solo murió y nació de nuevo en el bautismo sino que vive de las aguas del bautismo, es decir, en la gracia del Espíritu Santo. El cristiano que se aparte de la vida de estas aguas muere. Como un pez muere al salir del agua, el cristiano muere si se deja seducir por la mente del mundo. Historia El símbolo del pez puede que sea inspirado por la multiplicación milagrosa de panes y peces o por los peces que Jesús Resucitado compartió con sus discípulos (Jn. 21: 9). Al llamar a los discípulos para Jesucristo les dijo: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.» Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. -Mateo 4,19-20; cf Marcos 1,17).

Símbolo de Jesucristo En el siglo II la Iglesia tomó la palabra “Ichthys”, pez en griego, como símbolo de Cristo. A partir del siglo III la imagen del pez se utilizaba como símbolo de Cristo. En esta simbología, las letras de la palabra “Ichthys” representan las iniciales de la frase: Iesous Christos Theou Yios Soter. Ichthus: I = Iesous (Jesús); Ch = Christos (Cristo); Th = Theou (Dios); U=Uios (Hijo); S=Soter (Salvador) Significado: “Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador” El símbolo del pez y el críptico “Ichthus” fueron adoptados por los cristianos de la Iglesia Primitiva para representar a Jesucristo y manifestar su adhesión a la fe. Tanto el pez como el críptico aparece numerosas veces en las catacumbas.

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La referencia escrita del símbolo cristiano del pez mas antigua que se conoce es de Clemente de Alejandría, (nacido en 150), quien recomienda (Paedagogus, III, xi) tener como sello una paloma o un pez. San Clemente no da explicación de estos símbolos, por lo que se puede concluir que ya estos era ampliamente conocidos. El pez se encuentra ya en monumentos romanos de las primeras décadas del siglo II, como la Capella Greca y las Capillas del Sacramento de la catacumbas de San Calixto. Los primeros cristianos lo utilizaban en numerosos frescos y sarcófagos. Desde el siglo II, con frecuencia, el pez es de preferencia el símbolo por ser este considerado un amigo del hombre. Después del siglo IV, el simbolismo del pez gradualmente disminuyó. En la actualidad, en medio del mundo pagano y agresivo contra los verdaderos cristianos, los que se deciden a ser fieles al Señor una vez mas están recobrando este símbolo para identificar su compromiso de fe hasta la muerte. Es posible que el símbolo del pez tuviera otros significados secundarios: Cristo como el Maestro que enseña a los discípulos a ser pescadores de hombres (el mar tenía siempre una connotación negativa, por lo que ser pescador de hombres era lo mismo que decir el Salvador), o en relación al milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Pero su principal significado lo recibe del acrónimo que he reseñado más arriba. Gabriel Larrauri

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¿Por qué los primeros cristianos utilizaban el pez como símbolo?


5 al 8 de Marzo

Se hizo público el programa del viaje apostólico que el Santo Padre realizará del 5 al 8 de marzo con etapas en Nayaf, Ur, Erbil, Mosul y Qaraqosh. Francisco pronunciará cuatro discursos, dos homilías y una oración de sufragio por las víctimas de la guerra. Su logotipo y lema es: “Todos son hermanos”

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Vatican News

La primera jornada del Pontífice concluirá con un encuentro con los obispos,

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del mismo aeropuerto. Desde allí, en helicóptero, el traslado a Mosul, ciudad desde hace años en manos del autodenominado Estado Islámico, donde habrá una oración de sufragio por las víctimas de la guerra en Hosh al-Bieaa, la plaza de la iglesia.

7 de Marzo

Esa misma mañana tendrá lugar el traslado del Papa en helicóptero a la ciudad asiria de Qaraqosh, en las Llanuras de Nínive, a pocos kilómetros de Mosul, ocupada por el Estado Islámico hasta 2016. Tras llegar al campo de aterrizaje, Francisco se trasladará a la iglesia de la “Inmaculada Concepción” para visitar a la comunidad de Qaraqosh, a la que dirigirá un discurso, y después rezará la oración mariana del Ángelus.

Nayaf, Nassirya y la Llanura de Ur, en el segundo día en Irak. La mañana del sábado 6 de marzo, el Pontífice dejará Bagdad y volará a la ciudad de Nayaf, al sur de la capital. Se trata de uno de los lugares más sagrados del Islam chiíta. Aquí realizará una visita de cortesía al Gran Ayatolá Sayyd Ali Al- Husaymi Al-Sistani, al término de la cual el Papa Francisco partirá hacia Nassiriya, a orillas del Éufrates, para mantener un encuentro interreligioso en la Llanura de Ur. Para esta ocasión está previsto un discurso del Papa. Por la tarde, tras regresar a Bagdad, la jornada concluirá con la celebración de una misa en la Catedral caldea de “San José” de Bagdad, una de las once del país.

a Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó el programa del esperado viaje Apostólico del Papa a Irak, que comenzará el 5 de marzo con un vuelo desde el aeropuerto romano de Fiumicino a Bagdad, bajo el lema de “Todos son hermanos”, tal como se lee en el logotipo. La bienvenida oficial tendrá lugar en el aeropuerto de la capital iraquí, donde Francisco mantendrá un encuentro con el Primer Ministro, en la sala VIP del aeropuerto, para luego continuar hasta el Palacio Presidencial donde tendrá lugar la ceremonia oficial de bienvenida. Aquí, al final de la visita de cortesía al Presidente de la República en su estudio privado, el Papa pronunciará su primer discurso oficial ante las autoridades, los representantes de la sociedad civil y el cuerpo diplomático con los que se reunirá en el salón del Palacio Presidencial. 5 de Marzo día

sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas y catequistas a los que Francisco dirigirá un discurso en la Catedral católica siria de “Nuestra Señora de la Salvación” de Bagdad.

Todos somos hermanos

Por la tarde, el Papa se trasladará de nuevo a Erbil para celebrar la Santa Misa que presidirá en el Estadio “Franso Hariri”. Por la tarde, el regreso a Bagdad, desde donde el Papa Francisco partirá hacia Roma el lunes por la mañana al término de la ceremonia de despedida.

8 de Marzo

Lema y logotipo del viaje

Para el domingo 7 de marzo el Pontífice tiene varias citas. De hecho el Papa viajará al Kurdistán iraquí y a las Llanuras de Nínive. La mañana comenzará con un vuelo a Erbil. En el aeropuerto, Francisco será recibido por el Presidente de la Región autónoma del Kurdistán iraquí y por las autoridades religiosas y civiles de esa Región. Además, mantendrá un encuentro con el Presidente y con el Primer Ministro de la mencionada Región autónoma del Kurdistán iraquí en el Presidential Vip Lounge

“Todos son hermanos” es el lema – tomado del Evangelio de Mateo – de la visita de Francisco a Irak, cuyo logotipo muestra al Papa en el gesto de saludar al país, representado en el mapa y por sus símbolos, la palmera y los ríos Tigris y Éufrates. El logotipo también muestra una paloma blanca con una rama de olivo en el pico, símbolo de la paz, que ondea en las banderas de la Santa Sede y la República de Irak. Sobre la imagen figura el lema de la visita en árabe, kurdo y caldeo.

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Viaje del Papa a Irak


Cualquier experiencia que toque nuestro camino, el amor de Dios puede convertirlo en bien n diálogo con Dios, señaló Francisco, “toda alegría se convierte en motivo de alabanza, toda prueba es ocasión para una petición de ayuda”. La oración, afirmó, “está siempre viva en la vida como una brasa de fuego”, y así, también “cuando la boca no habla, el corazón habla”. Incluso un pensamiento “aparentemente profano”, puede ser impregnado de oración”.

infunde en el corazón humano una esperanza invencible: cualquier experiencia que toque nuestro camino, el amor de Dios puede convertirlo en bien.

La oración transforma el “hoy” en gracia el Santo Padre subrayó el “hoy” del encuentro con Dios: en este hoy “real” y “concreto”, enseñó, “Jesús viene a nuestro encuentro. La oración “transforma este hoy en gracia” y “nos transforma”, aseguró.

Acompañados por el Señor nos sentimos más valientes, libres y felices De ahí que el Papa aconseje que, cuando llega un pensamiento de ira, de descontento, que lleva a la amargura, haya que detenerse y hablar con el Señor, porque Él dará “la palabra justa”, el consejo “para seguir adelante”: Cada día que empieza, si es acogido

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Por eso el Santo Padre exhorta a que recemos siempre “por todo y por todos”, incluso por los enemigos, como nos lo aconsejó Jesús. Exhorta a que recemos por nuestros seres queridos, pero también por quienes no conocemos, y, sobre todo, por las personas infelices, aquellos “que lloran en la soledad y desesperan

porque todavía haya un amor que late por ellos”. Recuerda que “la oración realiza milagros” y asegura que los pobres intuyen “por gracia de Dios” que también en esa situación de precariedad suya “la oración de un cristiano ha hecho presente la compasión de Jesús”.

Amando con ternura, descubriremos un fragmento del misterio de Dios

El conocimiento de Cristo nos hace confiados que, allí donde nuestros ojos y los ojos de nuestra mente no pueden ver, no está la nada, sino hay Alguien que nos espera, hay una gracia infinita. Y así la oración cristiana

Citando el Catecismo, que enseña que aprendemos a orar en ciertos momentos escuchando la Palabra del Señor y participando en su Misterio Pascual, pero que recuerda que “en todo tiempo”, “su Espíritu se nos ofrece para que brote la oración”,

La oración realiza milagros, aún si no lo sabemos

en la oración, va acompañado de valentía, de forma que los problemas a afrontar no sean estorbos a nuestra felicidad, sino llamadas de Dios, ocasiones para nuestro encuentro con Él. Y cuando uno está acompañado por el Señor, se siente más valiente, más libre y también más feliz.

Como la oración “dispone a un amor sobreabundante”, “nos ayuda a amar a los otros, no obstante, sus errores y sus pecados”. La persona, dijo el Papa recordando que Jesús no ha juzgado al mundo, sino que lo ha salvado, “siempre es más importante que sus acciones”. De ahí que sea “necesario” querer a todos y cada uno sin olvidar que “todos somos pecadores y al mismo tiempo amados por Dios, uno a uno”.

Es una vida fea, la de esas personas que siempre están juzgando a los demás, siempre condenando, juzgando... es una vida fea, infeliz. (...) Abre tu corazón, perdona, justifica a los demás, comprende, sé tú también cercano a los demás, ten compasión, ten ternura: como Jesús. Amando así este mundo, amándolo con ternura, descubriremos que cada día y cada cosa lleva escondido en sí un fragmento del misterio de Dios.

Impregnar de oración las humildes situaciones cotidianas Porque el “hombre es semejante a un soplo, como la hierba”, basta “un vapor, una gota de agua” para matarlo, al final de la reflexión, el Santo Padre volvió sobre las enseñanzas del Catecismo, para subrayar que es justo y bueno orar.

oración es según el corazón de Jesús, obtiene milagros.

Somos seres frágiles, pero sabemos rezar: y esta es la dignidad más grande. Es también nuestra fortaleza. Coraje. Rezar en todo momento, en toda situación, porque el Señor está cerca de nosotros. Y cuando una

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Catequesis del Papa


Solemnidad 19 de Marzo

CORONILLA A

SAN JOSÉ

PARA COMENZAR. 1-Credo 2-Padre Nuestro, Ave María y Gloria 3-Jaculatoria

Por: Luis Omar Restrepo

Te adoramos santísima Trinidad, por todas las gracias que le has concedido a san José. Te Pedimos nos permitas, amarlo, honrarlo y respetarlo como nuestro Padre adoptivo. Amén.

4- Misterio bíblico 5- Siete (7) veces el saludo a san José. SALUDO A SAN JOSÉ: Dios te salve José, varón Justo, Padre de la Sagrada Familia y custodio de la santa Iglesia; San José Esposo de María y Padre de Jesús, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

6-Gloria al Padre… SE REPITE DESDE EL PASO 4, ORACIÓN FINAL

San José, paternal custodio de mi vida y terror de los espíritus inmundos, prohíbeles el acceso a nuestro ser integral. Tu sabes hacer posible lo que parece imposible, protege y multiplica con paternal amor, todos nuestros bienes materiales y espirituales. Amén. Bendita seas tú humildad, oh san José del alma mía. Pues todo un Dios se gloria de ella y su castidad. Asombroso en santidad a ti clamo en ti confió, seme favorable y pio en la vida y en la muerte, en trance tan duro y fuerte, no me dejes Padre mío. Amén.

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MISTERIOS Y TEXTOS BÍBLICOS 1-José esposo de María y Padre de Jesús.

Mt. 1:16 Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. 18 Y el nacimiento de Jesucristo fue como sigue. Estando su madre María desposada con José, antes de que se consumara el matrimonio, se halló que había concebido por obra del Espíritu Santo. 19 Y José su marido, siendo un hombre justo y no queriendo difamarla, quiso abandonarla en secreto. 20 Pero mientras pensaba en esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. 21 Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados. 24 Y cuando despertó José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer; 25 y la conservó virgen hasta que dio a luz un hijo; y le puso por nombre Jesús.

2-Nacimiento de Jesús Lc 2:1 Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un censo de todo el mundo habitado. 4 Y también José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, 5 para inscribirse junto con María, desposada con él, la cual estaba encinta. 6 Y sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. ´ 7 Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

3-La Circuncisión de Jesús Lc 2, 21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el ángel antes de que Él fuera concebido en el seno materno.

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4-La Persecución de Herodes

Mat. 2: 13 Después de haberse marchado ellos, un ángel del Señor se le apareció a José en sueños, diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto, y quédate allí hasta que yo te diga; porque Herodes va a buscar al niño para matarle. 14 Y él, levantándose, tomó de noche al niño y a su madre, y se trasladó a Egipto, 19 Pero cuando murió Herodes, he aquí, un ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: 20 Levántate, toma al niño y a su madre y vete a la tierra de Israel, porque los que atentaban contra la vida del niño han muerto. 21 Y él, levantándose, tomó al niño y a su madre, y vino a la tierra de Israel. 22 y advertido por Dios en sueños, partió para la región de Galilea; 23 y llegó y habitó en una ciudad llamada Nazaret.

7-Reconocimiento de Jesús como hijo de José.

Mc 6:3 ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, Lc 3:23 Y cuando comenzó su ministerio, Jesús mismo tenía unos treinta años, siendo, como se suponía, hijo de José, Lc 4:22 Y todos hablaban bien de Él y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José? Jn 1:45 Felipe encontró a Natanael y le dijo : Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José. Jn 6:42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos?

5-La Purificación en el templo

LC 2,22 Cuando se cumplieron los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor 25 Y había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón; 27 Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron para cumplir por Él el rito de la ley, 28 él tomó al niño en sus brazos, y bendijo a Dios 33 Y los padres del niño estaban asombrados de las cosas que de Él se decían. 39 Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.

6-La Perdida y hallazgo de Jesús

LC 2:41 Sus padres acostumbraban ir a Jerusalén todos los años a la fiesta de la Pascua. 42 Y cuando cumplió doce años, subieron allá conforme a la costumbre de la fiesta; 43 y al regresar ellos, después de haber pasado todos los días de la fiesta, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran sus padres, 46 Y aconteció que después de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 48 Cuando sus padres le vieron, se quedaron maravillados; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Mira, tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia. 51 Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madre atesoraba todas estas cosas en su corazón. 52 Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.

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SAN JOSÉ PATRONO DE LA SANTA IGLESIA.

El Papa Pío IX nombró a San José, en 1847, Patrono de la Iglesia universal. Esta festividad, que ya existía en numerosos lugares, se fijó en esta fecha durante el siglo XV y luego se extendió a toda la Iglesia como fiesta de precepto en 1621. La paternidad de San José alcanza no sólo a Jesús sino a la misma Iglesia, que continúa en la tierra la misión salvadora de Cristo. En 1870 fue proclamado patrono de la Iglesia Universal, por un decreto de la Congregación de Ritos. El Papa Juan XXIII incorporó su nombre al Canon Romano, en los años 60, para que todos los cristianos -en el momento en que Cristo se hace presente en el altar veneremos su memoria.

PADRE MÍO, SAN JOSÉ

Padre mío San José, Dios Padre te escogió a María por esposa te dio, a Jesús como Hijo concedió, y de su Espíritu Santo te llenó. Yo miserable pecador, me confió a tu amor y te doy mi corazón, mi poder, tener y placer, para tu bendición obtener. De tus gracias lléname, al cielo llévame, del mal protégeme, mis heridas sana, de tus bienes cólmame, y en tu corazón guárdame Padre mío san José. Amén.

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CORONILLA A SAN JOSÉ


on profundo dolor debimos comunicar el martes 2 de febrero, el fallecimiento de nuestro amigo y servidor Luis Carlos Velazco, Director de Contenido del Canal Cristovisión. Oramos por nuestro gran compañero de labor, que trabajó con todo empeño en la tarea de poner en alto nuestro Canal. Luis Carlos fue un creyente fiel, responsable, compañero de trabajo apreciado y respetado por todos. En nombre del Consejo superior de la Fundación, la Junta Directiva y todos los que trabajamos en la Fundación Cristovisión estamos unimos al dolor de su familia y nos recogemos en profunda oración por el descanso eterno de Luis Carlos. Presentamos a nuestro hermano y compañero de trabajo al Dios de la vida para que tenga misericordia de él y ya que le sirvió en el anuncio del evangelio, le conceda la bienaventuranza de la vida eterna. Padre Ramón Zambrano E Director General Fundación Cristovisión.

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Fallecimiento del Señor Luis Carlos Velazco Morales.

Cristo en la Cruz- Peter Paul Rubens - 1628. Rockox House, Antwerp, Bélgica

IN MEMORIAM

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Vía

Crucis Con las estaciones comentadas

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I Estación El Vía Crucis es una devoción centrada en los Misterios dolorosos de Cristo, que se meditan y contemplan caminando y deteniéndose en las estaciones que, del Pretorio al Calvario, representan los episodios más notables de la Pasión. El Vía Crucis consta de 14 estaciones, cada una de las cuales se fija en un paso o episodio de la Pasión del Señor.. En la práctica de este ejercicio piadoso, las estaciones tienen un núcleo central, expresado en un pasaje del Evangelio o tomado de la devota tradición cristiana, que propone a la meditación y contemplación uno de los momentos importantes de la Pasión de Jesús. Puede seguirle la exposición del acontecimiento propuesto o la predicación sobre el mismo, así como la meditación silenciosa. Aquí ofrecemos el Vía Crucis con textos e imágenes que ayuden a meditar y contemplar «los excesos del amor de Cristo». Los fieles y las comunidades sabrán escoger lo que les sea más útil en sus circunstancias y lo que mejor les ayude a seguir a Cristo, acompañando a María y acompañados de ella

CÓMO REZAR EL VÍA CRUCIS Por la señal de la Santa Cruz... Señor mío Jesucristo... O en su lugar: En el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial Pausa de silencio Oremos: Señor Jesucristo, colma nuestros corazones con la luz de tu Espíritu Santo, para que, siguiéndote en tu último camino, sepamos cuál es el precio de nuestra redención y seamos dignos de participar en los frutos de tu pasión, muerte y resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Juan Pablo II 18 |

JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo. «Reo es de muerte», dijeron de Jesús los miembros del Sanedrín, y, como no podían ejecutar a nadie, lo llevaron de la casa de Caifás al Pretorio. Pilato no encontraba razones para condenar a Jesús, e incluso trató de liberarlo, pero, ante la presión amenazante del pueblo instigado por sus jefes: «¡Crucifícalo, crucifícalo!», «Si sueltas a ése, no eres amigo del César», pronunció la sentencia que le reclamaban y les entregó a Jesús, después de azotarlo, para que fuera crucificado. San Juan el evangelista nos dice que, pocas horas después, junto a la cruz de Jesús estaba María su madre. Y hemos de suponer que también estuvo muy cerca de su Hijo a lo largo de todo el Vía crucis. Cuántos temas para la reflexión nos ofrecen los padecimientos soportados por Jesús desde el Huerto de los Olivos hasta su condena a muerte: abandono de los suyos, negación de Pedro, flagelación, corona de espinas, vejaciones y desprecios sin medida. Y todo por amor a nosotros, por nuestra conversión y salvación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús. | 19


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III Estación

II Estación JESÚS CARGA CON LA CRUZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Condenado a muerte, Jesús quedó en manos de los soldados del procurador, que lo llevaron consigo al pretorio y, reunida la tropa, hicieron mofa de él. Llegada la hora, le quitaron el manto de púrpura con que lo habían vestido para la burla, le pusieron de nuevo sus ropas, le cargaron la cruz en que había de morir y salieron camino del Calvario para allí crucificarlo. El peso de la cruz es excesivo para las mermadas fuerzas de Jesús, convertido en espectáculo de la chusma y de sus enemigos. No obstante, se abraza a su patíbulo deseoso de cumplir hasta el final la voluntad del Padre: que cargando sobre sí el pecado, las debilidades y flaquezas de todos, los redima. Nosotros, a la vez que contemplamos a Cristo cargado con la cruz, oigamos su voz que nos dice: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame». Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús. 20 |

JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Nuestro Salvador, agotadas las fuerzas por la sangre perdida en la flagelación, debilitado por la crueldad de los sufrimientos físicos y morales que le infligieron aquella noche, en ayunas y sin haber dormido, apenas pudo dar algunos pasos y pronto cayó bajo el peso de la cruz. Se sucedieron los golpes e imprecaciones de los soldados, las risas y expectación del público. Jesús, con toda la fuerza de su voluntad y a empellones, logró levantarse para seguir su camino. Isaías había profetizado de Jesús: «Eran nuestras dolencias las que él llevaba y nuestros dolores los que soportaba. Yahvé descargó sobre él la culpa de todos nosotros». El peso de la cruz nos hace tomar conciencia del peso de nuestros pecados, infidelidades, ingratitudes..., de cuanto está figurado en ese madero. Por otra parte, Jesús, que nos invita a cargar con nuestra cruz y seguirle, nos enseña aquí que también nosotros podemos caer, y que hemos de comprender a los que caen; ninguno debe quedar postrado; todos hemos de levantarnos con humildad y confianza buscando su ayuda y perdón Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús. | 21


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IV Estación

V Estación

JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE

JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRENEO

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.

R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

En su camino hacia el Calvario, Jesús va envuelto por una multitud de soldados, jefes judíos, pueblo, gentes de buenos sentimientos... También se encuentra allí María, que no aparta la vista de su Hijo, quien, a su vez, la ha entrevisto en la muchedumbre. Pero llega un momento en que sus miradas se encuentran, la de la Madre que ve al Hijo destrozado, la de Jesús que ve a María triste y afligida, y en cada uno de ellos el dolor se hace mayor al contemplar el dolor del otro, a la vez que ambos se sienten consolados y confortados por el amor y la compasión que se transmiten.

Jesús salió del pretorio llevando a cuestas su cruz, camino del Calvario; pero su primera caída puso de manifiesto el agotamiento del reo. Temerosos los soldados de que la víctima sucumbiese antes de hora, pensaron en buscarle un sustituto. Entonces el centurión obligó a un tal Simón de Cirene, que venía del campo y pasaba por allí, a que tomara la cruz sobre sus hombros y la llevara detrás de Jesús. Tal vez Simón tomó la cruz de mala gana y a la fuerza, pero luego, movido por el ejemplo de Cristo y tocado por la gracia, la abrazó con resignación y amor y fue para él y sus hijos el origen de su conversión.

Nos es fácil adivinar lo que padecerían Jesús y María pensando en lo que toda buena madre y todo buen hijo sufrirían en semejantes circunstancias. Esta es sin duda una de las escenas más patéticas del Vía crucis, porque aquí se añaden, al cúmulo de motivos de dolor ya presentes, la aflicción de los afectos compartidos de una madre y un hijo. María acompaña a Jesús en su sacrificio y va asumiendo su misión de corredentora.

El Cireneo ha venido a ser como la imagen viviente de los discípulos de Jesús, que toman su cruz y le siguen. Además, el ejemplo de Simón nos invita a llevar los unos las cargas de los otros, como enseña San Pablo. En los que más sufren hemos de ver a Cristo cargado con la cruz que requiere nuestra ayuda amorosa y desinteresada.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.

Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús.

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VI Estación

VII Estación

LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Dice el profeta Isaías: «No tenía apariencia ni presencia; lo vimos y no tenía aspecto que pudiésemos estimar. Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no lo tuvimos en cuenta». Es la descripción profética de la figura de Jesús camino del Calvario, con el rostro desfigurado por el sufrimiento, la sangre, los salivazos, el polvo, el sudor... Entonces, una mujer del pueblo, Verónica de nombre, se abrió paso entre la muchedumbre llevando un lienzo con el que limpió piadosamente el rostro de Jesús. El Señor, como respuesta de gratitud, le dejó grabada en él su Santa Faz. Una letrilla tradicional de esta sexta estación nos dice: «Imita la compasión / de Verónica y su manto / si de Cristo el rostro santo / quieres en tu corazón». Nosotros podemos repetir hoy el gesto de la Verónica en el rostro de Cristo que se nos hace presente en tantos hermanos nuestros que comparten de diversas maneras la pasión del Señor, quien nos recuerda: «Lo que hagáis con uno de estos, mis pequeños, conmigo lo hacéis». Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Jesús había tomado de nuevo la cruz y con ella a cuestas llegó a la cima de la empinada calle que daba a una de las puertas de la ciudad. Allí, extenuado, sin fuerzas, cayó por segunda vez bajo el peso de la cruz. Faltaba poco para llegar al sitio en que tenía que ser crucificado, y Jesús, empeñado en llevar a cabo hasta la meta los planes de Dios, aún logró reunir fuerzas, levantarse y proseguir su camino. Nada tiene de extraño que Jesús cayera si se tiene en cuenta cómo había sido castigado desde la noche anterior, y cómo se encontraba en aquel momento. Pero, al mismo tiempo, este paso nos muestra lo frágil que es la condición humana, aun cuando la aliente el mejor espíritu, y que no han de desmoralizarnos las flaquezas ni las caídas cuando seguimos a Cristo cargados con nuestra cruz. Jesús, por los suelos una vez más, no se siente derrotado ni abandona su cometido. Para Él no es tan grave el caer como el no levantarnos. Y pensemos cuántas son las personas que se sienten derrotadas y sin ánimos para reemprender el seguimiento de Cristo, y que la ayuda de una mano amiga podría sacarlas de su postración. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús.

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VIII Estación JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN

IX Estación JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.

R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Dice el evangelista San Lucas que a Jesús, camino del Calvario, lo seguía una gran multitud del pueblo; y unas mujeres se dolían y se lamentaban por Él. Jesús, volviéndose a ellas les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos»; añadiéndoles, en figuras, que si la ira de Dios se ensañaba como veían con el Justo, ya podían pensar cómo lo haría con los culpables.

Una vez llegado al Calvario, en la cercanía inmediata del punto en que iba a ser crucificado, Jesús cayó por tercera vez, exhausto y sin arrestos ya para levantarse. Las condiciones en que venía y la continua subida lo habían dejado sin aliento. Había mantenido su decisión de secundar los planes de Dios, a los que servían los planes de los hombres, y así había alcanzado, aunque con un total agotamiento, los pies del altar en que había de ser inmolado.

Mientras muchos espectadores se divierten y lanzan insultos contra Jesús, no faltan algunas mujeres que, desafiando las leyes que lo prohibían, tienen el valor de llorar y lamentar la suerte del divino Condenado. Jesús, sin duda, agradeció los buenos sentimientos de aquellas mujeres, y movido del amor a las mismas quiso orientar la nobleza de sus corazones hacia lo más necesario y urgente: la conversión suya y la de sus hijos. Jesús nos enseña a establecer la escala de los valores divinos en nuestra vida y nos da una lección sobre el santo temor de Dios. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús.

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Jesús agota sus facultades físicas y psíquicas en el cumplimiento de la voluntad del Padre, hasta llegar a la meta y desplomarse. Nos enseña que hemos de seguirle con la cruz a cuestas por más caídas que se produzcan y hasta entregarnos en las manos del Padre vacíos de nosotros mismos y dispuestos a beber el cáliz que también nosotros hemos de beber. Por otra parte, la escena nos invita a recapacitar sobre el peso y la gravedad de los pecados, que hundieron a Cristo. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús.

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X Estación JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Ya en el Calvario y antes de crucificar a Jesús, le dieron a beber vino mezclado con mirra; era una piadosa costumbre de los judíos para amortiguar la sensibilidad del que iba a ser ajusticiado. Jesús lo probo, como gesto de cortesía, pero no quiso beberlo; prefería mantener la plena lucidez y conciencia en los momentos supremos de su sacrificio. Por otra parte, los soldados despojaron a Jesús, sin cuidado ni delicadeza alguna, de sus ropas, incluidas las que estaban pegadas en la carne viva, y, después de la crucifixión, se las repartieron. Para Jesús fue sin duda muy doloroso ser así despojado de sus propios vestidos y ver a qué manos iban a parar. Y especialmente para su Madre, allí presente, hubo de ser en extremo triste verse privada de aquellas prendas, tal vez labradas por sus manos con maternal solicitud, y que ella habría guardado como recuerdo del Hijo querido. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús.

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XI Estación

JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo. «Y lo crucificaron», dicen escuetamente los evangelistas. Había llegado el momento terrible de la crucifixión, y Jesús fue fijado en la cruz con cuatro clavos de hierro que le taladraban las manos y los pies. Levantaron la cruz en alto y el cuerpo de Cristo quedó entre cielo y tierra, pendiente de los clavos y apoyado en un saliente que había a mitad del palo vertical. En la parte superior de este palo, encima de la cabeza de Jesús, pusieron el título o causa de la condenación: «Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos». También crucificaron con él a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda. El suplicio de la cruz, además de ser infame, propio de esclavos criminales o de insignes facinerosos, era extremadamente doloroso, como apenas podemos imaginar. El espectáculo mueve a compasión a cualquiera que lo contemple y sea capaz de nobles sentimientos. Pero siempre ha sido difícil entender la locura de la cruz, necedad para el mundo y salvación para el cristiano. La liturgia canta la paradoja: «¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza / con un peso tan dulce en su corteza!». Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús.

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XII Estación

XIII Estación

JESÚS MUERE EN LA CRUZ

JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y PUESTO EN LOS BRAZOS DE SU MADRE

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Desde la crucifixión hasta la muerte transcurrieron tres largas horas que fueron de mortal agonía para Jesús y de altísimas enseñanzas para nosotros. Desde el principio, muchos de los presentes, incluidas las autoridades religiosas, se desataron en ultrajes y escarnios contra el Crucificado. Poco después ocurrió el episodio del buen ladrón, a quien dijo Jesús: «Hoy estarás conmigo en el paraíso». San Juan nos refiere otro episodio emocionante por demás: Viendo Jesús a su Madre junto a la cruz y con ella a Juan, dice a su Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo»; luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre»; y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Después de esto, nos dice el mismo evangelista, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, dijo: «Tengo sed». Tomó el vinagre que le acercaron, y añadió: «Todo está cumplido». E inclinando la cabeza entregó el espíritu. A los motivos de meditación que nos ofrece la contemplación de Cristo agonizante en la cruz, lo que hizo y dijo, se añaden los que nos brinda la presencia de María, en la que tendrían un eco muy particular los sufrimientos y la muerte del hijo de sus entrañas. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús. 30 |

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Para que los cadáveres no quedaran en la cruz al día siguiente, que era un sábado muy solemne para los judíos, éstos rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran; los soldados sólo quebraron las piernas de los otros dos, y a Jesús, que ya había muerto, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza. Después, José de Arimatea y Nicodemo, discípulos de Jesús, obtenido el permiso de Pilato y ayudados por sus criados o por otros discípulos del Maestro, se acercaron a la cruz, desclavaron cuidadosa y reverentemente los clavos de las manos y los pies y con todo miramiento lo descolgaron. Al pie de la cruz estaba la Madre, que recibió en sus brazos y puso en su regazo maternal el cuerpo sin vida de su Hijo. Escena conmovedora, imagen de amor y de dolor, expresión de la piedad y ternura de una Madre que contempla, siente y llora las llagas de su Hijo martirizado. Una lanza había atravesado el costado de Cristo, y la espada que anunciara Simeón acabó de atravesar el alma de María. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús.

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XIV Estación

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo. José de Arimatea y Nicodemo tomaron luego el cuerpo de Jesús de los brazos de María y lo envolvieron en una sábana limpia que José había comprado. Cerca de allí tenía José un sepulcro nuevo que había cavado para sí mismo, y en él enterraron a Jesús. Mientras los varones procedían a la sepultura de Cristo, las santas mujeres que solían acompañarlo, y sin duda su Madre, estaban sentadas frente al sepulcro y observaban dónde y cómo quedaba colocado el cuerpo. Después, hicieron rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro, y regresaron todos a Jerusalén. Con la sepultura de Jesús el corazón de su Madre quedaba sumido en tinieblas de tristeza y soledad. Pero en medio de esas tinieblas brillaba la esperanza cierta de que su Hijo resucitaría, como Él mismo había dicho. En todas las situaciones humanas que se asemejen al paso que ahora contemplamos, la fe en la resurrección es el consuelo más firme y profundo que podemos tener. Cristo ha convertido en lugar de mera transición la muerte y el sepulcro, y cuanto simbolizan. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la Cruz. Amén, Jesús. 32 |

Francisco de Zubarán - Cristo en la Cruz 1627- Instituto de Arte de Chicago

JESÚS ES SEPULTADO

Oración Final Señor Jesús, tanto nos amaste que te entregaste hasta la muerte por nosotros. Tu Pasión y Muerte nos demuestran cuanto nos quiere el Padre Dios. Te damos gracias por tu Amor y te pedimos que nos ayudes a amarte a Ti y a amar a los demás con un amor tan grande y generoso como el tuyo. Amén.

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Comunión Espiritual Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén

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AÑO DE SAN JOSÉ

a San José

“Cuando tengo un problema, lo pongo debajo de la imagen de San José para que lo arregle”. “Al igual que San José, una vez que hemos oído la voz de Dios, debemos despertar, levantarnos y actuar”. “José era el hombre por medio del cual Dios se ocupó de los comienzos de la historia de la redención”. “San José era un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el sustento de su familia. De él, Jesús aprendió el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo”.

San Alfonso María de Ligorio

“La felicidad de José no está en la lógica del autosacrificio, sino en el don de sí mismo”.

SANTA MISA 34

Véala en directo: De lunes a jueves : 8:30 a.m., 12:30 m. y 7:00 p.m. Viernes y sábado y domingo: 7:00 p.m. 12:30 m. y 7:00 p.m.

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En segundo lugar, subsanó situaciones trágicas. Absolviendo a todos los cristianos que habían sido condenados a cárcel, exilio, trabajos forzados o habían perdido sus cargos en la milicia, con restitución de bienes para los expropiados. Se liberó a los funcionarios cristianos del sacrificar a los dioses y se declaró festivo el domingo para facilitar el culto. Se empezó un programa de construcción de iglesias y se dispuso una renta para su mantenimiento y el sustento del clero. Además, impuso la moralización de las costumbres. Se dictaron leyes para abolir los espectáculos de gladiadores, se penalizó la prostitución sagrada, el rapto, la fornicación entre tutores y tuteladas/os, el adulterio con los esclavos y el concubinato. Se apoyó la vida consagrada quitando las penas para los que no se casaban o no querían tener hijos (que eran fruto de una legislación antigua impuesta para fomentar la natalidad).

a legislación constantiniana respecto al cristianismo es fruto de una mentalidad romana clásica. Como emperador, Constantino debía organizar la religión y mediar con la divinidad, ser el que tiende el puente entre sus súbditos y la divinidad. Pero, la religión cristiana se presentaba, a sí misma, como la mediadora por excelencia entre Dios y los hombres y, además, con una mediación salvadora. Constantino reconoció a la Iglesia una competencia en las cosas internas (fe, moral, disciplina eclesiástica, medios de salvación) y se arrogó la potestad, el derecho-deber, de actuar sobre las cosas externas. Entendiendo por estas, cuanto se derivaba de las primeras en su aplicación práctica. Es decir, haciendo respetar las decisiones de la Iglesia en las cuestiones internas que la propia Iglesia no tenía fuerza para imponer, o facilitando los medios para reprimir las desviaciones o convocar un Concilio, como hizo en Nicea. Evidentemente, el límite es muy lábil y en esta decisión se encuentra el germen de las posteriores disputas medievales entre el sacerdocio y el imperio. Pasando al detalle, podemos decir que su actividad legislativa respecto al cristianismo fue eminentemente práctica. En primer lugar, después de derrotar a Licinio, recomendó la fe en la “sola verdadera Divinidad”. Aunque se trató de una declaración genérica supuso una manifestación pública muy relevante. A esta declaración le acompañó la representación de la cruz en monedas y medallas.

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Se concedieron privilegios al clero dispensándole del pago de impuestos y de la obligación (munera) de realizar trabajos públicos. Se instituyeron las episcopalis audientiae, por las cuales los obispos podían actuar como jueces en los juicios civiles. Gran parte del epistolario de san Agustín, por ejemplo, hace referencia a esta función. Se aceptó la manumissio in ecclesia de los esclavos que podían ser liberados ante la presencia del obispo adquiriendo todos los derechos de la ciudadanía romana. Se suprimió el suplicio de la cruz. En definitiva, todas estas medidas adoptadas por Constantino, supusieron una clara decantación a favor del cristianismo que, aunque encontraron reticencias en su aplicación por parte de los funcionarios paganos, colocaron a los cristianos en una posición de privilegio en vistas a la desaparición definitiva del imperio romano de occidente y el paso a la época medieval.

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¿Cómo favoreció, concretamente, Constantino a los cristianos hasta asentarlos socialmente dentro del Imperio?


Especial para la Revista Cristovisión Pbro. Omar Benítez Lozano

Si hay una sola Iglesia, ¿por qué encontramos por ahí muchas iglesias? El Nuevo Testamento y la teología que vinieron después, los Padres de la Iglesia, atestiguan, por un lado, la unidad y la unicidad de la Iglesia, y por otro, una diversidad legítima y necesaria dentro de la Iglesia. Esa pluralidad —iglesias— debe considerarse de dos maneras: como la relación de las Iglesias particulares con la única Iglesia universal; y la realidad que observamos y que es la verdadera fuente de inquietud: las comunidades cristianas divididas.

¿Qué decirle a una persona que considera al cristianismo un mito? Si todo lo que comprende el cristianismo, sobre todo Cristo, su crucifixión, muerte y resurrección, fuera una invención humana o un mito, ¿habría tantos mártires como ha habido? ¿se entendería que haya habido y siga habiendo personas que dan la vida por esa religión? ¿habrían dado su vida por una invención? Y en nuestros días sigue habiendo muchos que mueren por esa fe, o que, sin llegar al martirio gastan toda su vida en pos de ese ideal. Pudiendo renegar o apostatar de la fe no lo hacen porque están convencidos que esa es la verdadera religión, el camino hacia la santidad. ¿Todo eso sustentado por las palabras inventadas de un mito que no existió nunca? Los discípulos se lanzaron por el mundo, sin importarles ningún peligro, para proclamar a

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los cuatro vientos la Buena Noticia. ¿Una mentira, un mito, una locura? ¿El cumplimiento del mandato de un hombre que nunca existió? Un líder verdadero puede tener más o menos fuerza. Pero una invención tan descomunal hubiera tardado muy poco en ser descubierta. Parece más plausible pensar que eran hombres cuerdos y honestos, que sabían lo que querían, y que lo que querían merecía recorrer el mundo y morir por ello si era necesario. Y además, eran capaces de hacer que otros siguiesen su ejemplo. ¡Qué brillo de sinceridad debía verse en sus ojos para que ese traspaso del testigo se produjese! Pero lo más impresionante es que ese brillo sigue encendiendo. Dos mil años después sigue habiendo un brillo contagioso en los hombres que viven bien el cristianismo.

Desde este segundo aspecto —esa pluralidad inquietante—, el concilio Vaticano II dice: “de entre el conjunto de elementos o bienes con que la misma Iglesia se edifica y vive, hay algunos y aun muchos y eximios

que pueden existir fuera del recinto visible de la Iglesia católica: la palabra de Dios escrita, la vida de la gracia, la fe, la esperanza y la caridad, los otros dones interiores del Espíritu Santo, y elementos visibles; todo esto, que proviene de Cristo y a él conduce, pertenece por derecho a la única Iglesia de Cristo” (UR, 3). Es decir, tienen esos elementos como “en préstamo”. La Iglesia que fundó Cristo está presente en la Iglesia católica con una plenitud y una indefectibilidad que no es posible encontrar en las otras comunidades cristianas. Sin embargo, al mismo tiempo, se reconoce la presencia de elementos eclesiales fuera de los confines de la Iglesia católica.

¿Qué nos puede decir de las iglesias protestantes? Originalmente, el protestantismo se refirió a aquella reforma inspirada por Martín Lutero durante la primera mitad del siglo XVI. Sin embargo, esta palabra se extendió y se refirió a las muchas comunidades y teologías cristianas que fueron surgiendo en Europa: los grupos luteranos o evangélicos que seguían la enseñanza de Lutero, los grupos presbiterianos que seguían la dirección de Zwinglio y Calvino, y otros más radicales. Suele enumerarse entre los protestantes a los anglicanos y a los episcopalianos. Sin embargo, ellos no tienen el mismo origen que el protestantismo occidental. Pero los anglicanos que vivían en los Estados Unidos se llamaran iglesia episcopal protestante.

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nuestra fe.


Lecturas Santa Misa

Marzo Ritos iniciales

Antífona de entrada En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu.

O bien:

Semana Santa 28 de marzo Domingo de Ramos

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes. Y con tu espíritu. Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Dios Todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.

Señor ten piedad

Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.

GLORIA

Gloria a Dios en el Cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te da-

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El misal que ofrecemos es una guía para recitar todas las oraciones de la Misa, desde los Ritos Introductorios hasta la Bendición final. mos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

Oración colecta

Amén. LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Segunda lectura Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. ALELUYA O CANTO EVANGELIO El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Lectura del santo Evangelio según san N. Gloria a ti, Señor.

Acabado el Evangelio: Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

CREDO Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, En las palabras que siguen, hasta se hizo hombre,

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Ordinario de la Misa


• LITURGIA EUCARÍSTICA • Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida. Bendito seas por siempre, Señor. Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida de salvación. Bendito seas por siempre, Señor. Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y suyo, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

Oración sobre las ofrendas Amén.

Plegaria eucarística

El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario.

• Prefacio •

En verdad es justo y necesario, es nuestro

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deber y salvación darte gracias, Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado. Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María, la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor. En cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, Él extendió sus brazos en la Cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo. Por eso, con los Ángeles y los Santos, proclamamos tu gloria, diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Este es el Sacramento de nuestra fe.

Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación y te damos gracias, porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa N., con nuestro Obispo N., y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad. Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron con la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo San José, los Apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar sus alabanzas Por Cristo, con Él y en Él, a Ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.

RITO DE COMUNIÓN Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, viva-

mos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. Tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor. Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos”. Amén. La paz del Señor esté siempre con ustedes. Y con tu espíritu. (DENSE FRATERNALMENTE LA PAZ.)

• CORDERO DE DIOS • Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz. Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

A n t íf on a C o m u ni ón Oración después de la Comunión Amén.

RITO DE CONCLUSIÓN

El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes. Amén. Pueden ir en paz. Demos gracias a Dios.

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todos se inclinan, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.


Primera lectura. de la profecía de Daniel 9,4b-10

¡AY, mi Señor, Dios grande y terrible, que guarda la alianza y es leal con los que lo aman y cumplen sus mandamientos! Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos. No hicimos caso a tus siervos los profetas, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. Tú, mi Señor, tienes razón y a nosotros nos abruma la vergüenza, tal como sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén

y a todo Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todos los países por donde los dispersaste a causa de los delitos que cometieron contra ti. Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros reyes, príncipes y padres, porque hemos pecado contra ti. Pero, mi Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona, aunque nos hemos rebelado contra él. No obedecimos la voz del Señor, nuestro Dios, siguiendo las normas que nos daba por medio de sus siervos, los profetas. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Reflexión del Evangelio

En el Evangelio de hoy, el Señor Jesús nos invita a ser compasivos como su Padre amado del cielo. Esta compasión a la que nos invita Jesús se traduce en no juzgar ni condenar a nuestros hermanos, sino en perdonarlos de corazón. Esto quiere decir que en nuestra vida cotidiana estamos llamados a ser más comprensivos con los demás, es decir, a no apresurarnos en nuestros juicios y opiniones sobre la manera de actuar que en ocasiones tienen los demás. En otras palabras, estamos llamados a seguir el ejemplo de Jesús, quien acogía a los demás con amor y misericordia. La actitud de Jesús de acogida nos muestra su claridad frente a la misión que Él ha recibido de su Padre. Jesús sabía qué era lo que debía de hacer, pero no como un funcionario que cumple con sus funciones, sino como el Hijo de Dios que vino a ser misericordioso como lo es su Padre amado. Por lo anterior, vale la pena que nos preguntemos acerca de nuestras actitudes de compasión y misericordia frente a los demás, empezando por nuestra propia casa: ¿miramos con misericordia a los demás?

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2ª Semana de Cuaresma – 2ª del Salterio

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Lunes · Morado

Mar

V/. No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres; / que tu compasión nos alcance pronto, / pues estamos agotados. R/. V/. Socórrenos, Dios, Salvador nuestro, / por el honor de tu nombre; / líbranos y perdona nuestros pecados / a causa de tu nombre. R/.

V/. Llegue a tu presencia el gemido del cautivo: / con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte. R/. V/. Nosotros, pueblo, ovejas de tu rebaño, / te daremos gracias siempre, / cantaremos tus alabanzas de generación en generación. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 6,36-38 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y

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seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Oración para Hoy

Feria

Salmo Responsorial, 78 R/. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados

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Oíd la palabra del Señor, príncipes de Sodoma, escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. «Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Dejad de hacer el mal, aprended a hacer el bien. Buscad la justicia, socorred al oprimido, proteged el derecho del huérfano, defended a la viuda.

Venid entonces, y discutiremos —dice el Señor—. Aunque vuestros pecados sean como escarlata, quedarán blancos como nieve; aunque sean rojos como la púrpura, quedarán como lana. Si sabéis obedecer, comeréis de los frutos de la tierra; si rehusáis y os rebeláis, os devorará la espada —ha hablado la boca del Señor—». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Feria

Salmo Responsorial, 49 R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios V/. No te reprocho tus sacrificios, / pues siempre están tus holocaustos ante mí. / Pero no aceptaré un becerro de tu casa, / ni un cabrito de tus rebaños. R/. V/. ¿Por qué recitas mis preceptos / y tienes siempre en la boca mi alianza, / tú que detestas mi enseñanza / y te echas a la espalda

mis mandatos? R/. V/. Esto haces, ¿y me voy a callar? / ¿Crees que soy como tú? / Te acusaré, te lo echaré en cara. / El que me ofrece acción de gracias, / ése me honra; / al que sigue buen camino / le haré ver la salvación de Dios». R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 23,1-12 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a los discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.

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Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.

Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.

El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti,Señor Jesús

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Primera lectura, Libro de Isaías 1,10.16-20

Reflexión del Evangelio

En el Evangelio de hoy, Jesús sostiene una discusión con los fariseos y letrados sobre las tradiciones judías y la coherencia de vida. Cabe aclarar que el Señor no pretende ignorar las tradiciones de su pueblo, sólo busca combatir el concepto legalista que discrimina y excluye a los enfermos y a los pobres. Jesús llama la atención a los letrados y fariseos acudiendo, en primer lugar, a las Escrituras, donde la tradición profética condena la hipocresía del culto sin justicia y de creyentes de la Palabra sin coherencia de vida. En segundo lugar, Jesús se basa en hechos de la vida cotidiana para presentar las estrategias de quienes controlan la Ley para manipular la Palabra de Dios. Por ejemplo, con la práctica de la ofrenda, lo cual manifiesta el ritualismo en que se convirtió la cultura judía, olvidándose del cuidado y atención por los más necesitados. Lo anterior nos ayuda a reflexionar acerca del sentido que le colocamos a los ritos y ceremonias que celebramos, en donde debemos reconocer a Dios como el centro de nuestras vidas: ¿cuál es el lugar que le damos al Señor en nuestra vida, especialmente en nuestras celebraciones religiosas?

Carta de los lectores

“DIOS”, LA PANDEMIA Y LO QUE ÉL ESPERA DE NOSOTROS

Esta pandemia, es una llamada para todos, debemos cambiar, debemos pensar en los demás, hay que tener ese espíritu de pobreza y no mal gastar el dinero, ni la comida, hay que pensar en las personas que no tienen para una comida. Debemos compartir nuestro dinero con las personas que no tienen, no debe haber rivalidades entre las familias, entre los hermanos; nuestras mismas familias son los prójimos más cercanos y muchos necesitados puede haber. Cuando se tiene un sueldo, una pensión hay que pensar en ellos, sino tienen un ingreso fijo, y participarle de esa platica. Dios no se va a dejar ganar en generosidad con quién lo busque. Nuestra tarea es cambiar y convertir nuestro corazón, arrepentirnos, cambiar y mejorar nuestras acciones. Rosa Elena Rodríguez viuda de Moreno Licenciada en ciencias sociales.

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2ª Semana de Cuaresma – 2ª del Salterio

Oración para Hoy

Martes · Morado

Mar


Ellos dijeron: «Venga, tramemos un plan contra Jeremías porque no faltará la ley del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni el oráculo del profeta. Venga, vamos a hablar mal de él y no hagamos caso de sus oráculos». Hazme caso, Señor, escucha lo que dicen mis oponentes.

¿Se paga el bien con el mal?, ¡pues me han cavado una fosa! Recuerda que estuve ante ti, pidiendo clemencia por ellos, para apartar tu cólera. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 30 R/. Sálvame, Señor, por tu misericordia V/. Sácame de la red que me han tendido, / porque tú eres mi amparo. / A tus manos encomiendo mi espíritu: / tú, el Dios leal, me librarás. R/.

Feria

V/. Oigo el cuchicheo de la gente, / y todo me da miedo; / se conjuran

contra mí / y traman quitarme la vida. R/. V/. Pero yo confío en ti, Señor; / te digo: «Tú eres mi Dios». / En tu mano están mis azares: / líbrame de los enemigos que me persiguen. R/.

Lectura del Santo evangelio según, Mateo 20,17-28 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino: «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará». Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?». Ella contestó:

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«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda». Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?». Contestaron: «Podemos». Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre». Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:

«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.

Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera lectura. Libro de Jeremías 18,18-20

Reflexión del Evangelio

El Evangelio del día de hoy nos muestra la petición de la madre de los hijos de Zebedeo, con la cual quiere que Santiago y Juan se sienten al lado del Señor cuando llegue su Reino glorioso. Sin embargo, cabe aclarar que antes del Evangelio de hoy, Jesús realiza el anuncio de su Pasión, Muerte y Resurrección. En este sentido, el Señor presenta las consecuencias que tiene su ministerio, pues Él ha sido coherente con sus palabras y acciones y, de esta manera, ha sido fiel a la Misión que le encomendó su Padre en su Bautismo. Por eso, quien quiera ser seguidor de Jesús debe anunciar el Reino de Dios con su propio testimonio, sin temor a las consecuencias. Ahora bien, con la propuesta de la madre de los hijos de Zebedeo, descubrimos el deseo del ser humano de ocupar puestos privilegiados, por encima de los demás. Seguramente, los discípulos aún no habían comprendido que el seguimiento de Jesús no consistía en obtener fama y poder, sino en ser servidores de los demás, de forma sencilla y humilde, sin esperar mayor recompensa que hacer la Voluntad de Dios. Por lo anterior, vale la pena que nos preguntemos: ¿Seguimos al Señor con libertad?

Lunes a Sábado 9:00 a 9:30 a.m. y 1:00 a 1:30 p.m. Lunes a Domingo de 4:30 a 5:00 p.m.

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2ª Semana de Cuaresma – 2ª del Salterio

Oración para Hoy

Miércoles · Morado

Mar


Esto dice el Señor: «Maldito quien confía en el hombre, y busca el apoyo de las criaturas, apartando su corazón del Señor. Será como cardo en la estepa, que nunca recibe la lluvia; habitará en un árido desierto, tierra salobre e inhóspita. Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que alarga a la corriente sus

raíces; no teme la llegada del estío, su follaje siempre está verde; en año de sequía no se inquieta, ni dejará por eso de dar fruto. Nada hay más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo conoce? Yo, el Señor, examino el corazón, sondeo el corazón de los hombres para pagar a cada cual su conducta según el fruto de sus acciones». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Feria

Salmo Responsorial, 1 R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor V/. Dichoso el hombre / que no sigue el consejo de los impíos / ni entra por la senda de los pecadores, / ni se sienta en la reunión de los cínicos; / sino que su gozo es la ley del Señor, / y medita su ley día y noche. R/. V/. Será como un árbol / plantado al borde de la acequia: / da fruto

en su sazón / y no se marchitan sus hojas; / y cuanto emprende tiene buen fin. R/. V/. No así los impíos, no así; / serán paja que arrebata el viento. / Porque el Señor protege el camino de los justos, / pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 16,19-31 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno

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de Abrahán. Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”. Pero Abrahán le dijo:

“Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”. Él dijo: “Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé

testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”. Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”. Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera lectura. Libro de Jeremías 17,5-10

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2ª Semana de Cuaresma – 2ª del Salterio

Reflexión del Evangelio Si tomamos la Sagrada Biblia y leemos los versículos anteriores al Evangelio de hoy, nos podemos dar cuenta que para redondear la enseñanza de Jesús, en la cual señala que su seguimiento y la acumulación de riquezas y bienes materiales son incompatibles, el evangelista san Lucas presenta esta parábola que, como todas las demás, muestra también algún aspecto particular del Reino de Dios. En la parábola se hace más clara la exhortación de Jesús sobre la imposibilidad de servir a Dios, a su Reino, y al dinero, al mismo tiempo. La consecuencia más inmediata es el olvido de las relaciones de amor y justicia que deben existir entre todos los seres humanos, viéndonos como iguales e hijos de Dios y no como instrumentos o medios para alcanzar nuestros fines egoístas e individuales. En este sentido, estamos llamados a reconocer que el servicio a la riqueza se convierte en una esclavitud a la misma, hasta el punto de que se pierde la sensibilidad por el otro, especialmente por el que sufre y se pierde, además, el sentido y la finalidad de la misma vida del ser humano. Por lo mismo, conviene que nos examinemos diariamente y descubramos cómo se encuentra nuestra relación frente a los bienes materiales: ¿Qué tan libre soy de los bienes materiales? ¿Los utilizo como medios para lograr un bienestar personal y común o se han convertido en una finalidad para mí?

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Oración para Hoy

Jueves · Morado

Mar


Feria - Día penitencial. Abstinencia

Primera lectura. libro del Génesis 37,3-4.12-13a.17b-28 Israel amaba a José más que a todos los otros hijos, porque le había nacido en la vejez, y le hizo una túnica con mangas. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás, empezaron a odiarlo y le negaban el saludo. Sus hermanos trashumaron a Siquén con los rebaños de su padre. Israel dijo a José: «Tus hermanos deben de estar con los rebaños en Siquén; ven, que te voy a mandar donde están ellos». José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron desde lejos y, antes de que se acercara, maquinaron su muerte. Se decían unos a otros: «Ahí viene el soñador. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe; luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos en qué paran sus sueños». Oyó esto Rubén, e intentando salvarlo de sus manos, dijo: «No le quitemos la vida». Y añadió: «No derraméis sangre; echadlo en este aljibe, aquí en la estepa; pero no pongáis las manos en él».

Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre. Cuando llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la túnica, la túnica con mangas que llevaba puesta, lo cogieron y lo echaron en un pozo. El pozo estaba vacío, sin agua. Luego se sentaron a comer y, al levantar la vista, vieron una caravana de ismaelitas que transportaban en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto. Judá propuso a sus hermanos: «¿Qué sacaremos con matar a nuestro hermano y con tapar su sangre? Vamos a venderlo a los ismaelitas y no pongamos nuestras manos en él, que al fin es hermano nuestro y carne nuestra». Los hermanos aceptaron. Al pasar unos mercaderes madianitas, tiraron de su hermano; y, sacando a José del pozo, lo vendieron a unos ismaelitas por veinte monedas de plata. Estos se llevaron a José a Egipto. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 104 R/. Recordad las maravillas que hizo el Señor V/. Llamó al hambre sobre aquella tierra: / cortando el sustento de pan; / por delante había enviado a un hombre, / a José, vendido como esclavo. R/. V/. Le trabaron los pies con grillos, / le metieron el cuello en la argolla, / hasta que se cumplió su

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predicción, / y la palabra del Señor lo acreditó. R/. V/. El rey lo mandó desatar, / el señor de pueblos le abrió la prisión, / lo nombró administrador de su casa, / señor de todas sus posesiones. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 21,33-43.45-46 En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «Escuchad otra parábola: “Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cayó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo diciéndose: ‘Tendrán respeto a mi hijo’. Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: ‘Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia’. Y agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño de la

R/. Gloria a ti, Señor

viña, ¿qué hará con aquellos labradores?”». Le contestan: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo». Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos». Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque intentaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio Esta parábola sobre los viñadores asesinos se puede ver como la expresión del conflicto al que había llegado Jesús con las autoridades religiosas de su pueblo. Jesús ya veía cercana su muerte y sabía que hacia ella lo llevaba la respuesta intransigente de los dirigentes. Ellos eran los primeros responsables de su muerte, pero se extiende al misterio de iniquidad y pecado de toda la humanidad. La propuesta del Reino que Jesús realiza y que expresa una sociedad fraterna, solidaria e igualitaria chocó con los intereses del conjunto de autoridades religiosas y políticas de la época. La parábola contiene una manera de resumen de la historia de Israel: en el Antiguo Testamento había empezado como un humilde arrendatario, pero ya para el tiempo de Jesús terminaba con el interés de quedarse con la tierra, tal como ocurrió con los viñadores.

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Primer día del viaje del Papa a Irak

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2ª Semana de Cuaresma – 2ª del Salterio

Oración para Hoy

Viernes · Morado

Mar


Transmitiremos desde el Santuario del Señor de los Milagros de Buga.

Segundo día del viaje del Papa a Irak Primera lectura. profecía de Miqueas 7,14-15.18-20

Pastorea a tu pueblo, Señor, con tu cayado, al rebaño de tu heredad, que anda solo en la espesura, en medio del bosque; que se apaciente como antes en Basán y Galaad. Como cuando saliste de Egipto, les haré ver prodigios. ¿Qué Dios hay como tú, capaz de perdonar el pecado, de pasar por alto la falta del resto de tu heredad?

No conserva para siempre su cólera, pues le gusta la misericordia. Volverá a compadecerse de nosotros, destrozará nuestras culpas, arrojará nuestros pecados a lo hondo del mar. Concederás a Jacob tu fidelidad y a Abrahán tu bondad, como antaño prometiste a nuestros padres. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 102 R/. El Señor es compasivo y misericordioso V/. Bendice, alma mía, al Señor, / y todo mi ser a su santo nombre. / Bendice, alma mía, al Señor, / y no olvides sus beneficios. R/.

ni guarda rencor perpetuo; / no nos trata como merecen nuestros pecados / ni nos paga según nuestras culpas. R/.

V/. Él perdona todas tus culpas / y cura todas tus enfermedades; / él rescata tu vida de la fosa, / y te colma de gracia y de ternura. R/.

V/. Como se levanta el cielo sobre la tierra, / se levanta su bondad sobre los que lo temen; / como dista el oriente del ocaso, / así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.

V/. No está siempre acusando /

Lectura del Santo evangelio según, Lucas 15,1-3.11-32 R/. Gloria a ti, Señor

8:30 a.m. 12:00m. 6:30 p.m

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En consecuencia, la Iglesia sabe que su existencia y su razón de ser están ligadas a la fidelidad a la misión de Jesús: hacer presente el Reino de Dios, no sólo de palabras, sino con acciones concretas de servicio y entrega solidaria por los demás, especialmente los más pobres y necesitados. Por tanto, en vez de querer seguir los intereses de los viñadores asesinos, estamos llamados a ser humildes colaboradores del Señor en su viña, en nuestra familia, en nuestros trabajos y estudios y, en general, en nuestra vida cotidiana.

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Sin embargo, la crítica va más allá de las autoridades religiosas y políticas e implica a todo el pueblo de Israel, pues éste no ha cultivado bien la viña, preparándola para el Mesías. Se han apropiado de la viña, tanto de la creación como del derecho a la salvación y por ello, pretenden la muerte de Jesús. Por ello, en la parábola el heredero es asesinado fuera de la viña, como Jesús a las afueras de Jerusalén.

Sábado · Morado

Mar

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo esta parábola: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”.

El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar

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Oración para Hoy

4ª Semana del Tiempo Ordinario – 4ª del Salterio


cotidiana podemos tener las actitudes de ambos y que, a pesar de las situaciones de infidelidad o de lejanía con Dios, siempre tenemos el camino de la conversión hacia la mirada misericordiosa del Padre. En este sentido, el legalismo del hijo mayor no le permite ver que el amor divino es gratuito, es un amor que no se exige como pago a una buena conducta, sino que se recibe como don de Dios. Sin embargo, en esta relación amorosa con Dios estamos ante el riesgo de romperla por nuestras actitudes contrarias al amor del Señor, las cuales se reflejan en nuestra relación con los demás. Por lo anterior, vale la pena que reflexionemos acerca de cuál actitud de los dos hijos estamos asumiendo en nuestra vida diaria, si la del hijo mayor, quien cumple con los mandatos del Padre, pero que exige una retribución, un premio, o si a pesar de nuestra limitación y fragilidad, nos ponemos en camino hacia la casa del Padre para recibir su abrazo y su perdón, como lo hizo el hijo menor: ¿De qué manera vivo la misericordia de Dios?

V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Lunes a Viernes 11:50 a.m. a 12:20 p.m. 6:20 p.m. a 6:50 p.m.

Reflexión del Evangelio Con la parábola del Padre misericordioso, Jesús sigue presentando las consecuencias negativas de llevar una vida basada en el cumplimiento mecánico de normas, es decir, un legalismo repetitivo que no comprende el sentido de la relación con el Señor. En el primer caso, el hijo mayor cree que ha hecho los méritos suficientes para ganarse todo el amor del padre, porque no ha contradicho ni uno solo de sus mandatos y por tanto tiene que ser recompensado, mientras que para él la conducta de su hermano menor debe ser castigada. En el segundo caso, el del hijo menor, la parábola muestra cómo él recibe un cariño inmenso de su Padre a pesar de todo lo que ha hecho. De todos modos, no podemos caer en el extremismo de considerar al hijo menor como el bueno de la historia, mientras que el mayor sea el malo, sino que en nuestra vida

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Y empezaron a celebrar el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado e! ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Entonces él respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”. El padre le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”».

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cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían ¡os cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus criados: “Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”.

Oración para Hoy

Feria

2ª Semana de Cuaresma – 2ª del Salterio

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Sexto Domingo de San José Santas Perpetua, Felicidad y Compañeros Mártires

Esposa y madre. Fue martirizada con su servidora y amiga Felicidad y otros mártires en Cartago África el 7 de marzo del año 203. Perpetua era una joven madre, de 22 años, que tenía un niñito de pocos meses. Pertenecía a una familia rica y muy estimada por toda la población. Mientras estaba en prisión, por petición de sus compañeros mártires, fue escribiendo el diario de todo lo que le iba sucediendo. Felicidad era una esclava de Perpetua. Era también muy joven y en la prisión dio a luz una niña, que después los cristianos se encargaron de criar muy bien. Las acompañaron en su martirio unos esclavos que fueron apresados junto a ellas, y su catequista, el diácono Sáturo, que las había instruido en la religión y las había preparado para el bautismo. A Sáturo no lo habían apresado, pero él se presentó voluntariamente. Los antiguos documentos que narran el martirio de estas dos santas, eran inmensamente estimados en la antigüedad, y San Agustín dice que se leían en las iglesias con gran provecho para los oyentes. Esos documentos narran lo siguiente.

Antífona de Entrada Sal 94, 6-7 Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios.

Oración Colecta

Protege, Señor, con amor continuo a tu familia, para que, al apoyarse en la sola esperanza de tu gracia del cielo, se sienta siempre fortalecida con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo.

Primera lectura. Libro de Éxodo 20,1-17 La Ley se dio por medio de Moisés En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras:

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“Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí.

[No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y biznietos, cuando me aborrecen. Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos.] No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el sábado para santificarlo. [Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo,

ni tu esclava, ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra, y el mar y lo que hay en ellos. Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.] Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.” V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

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Tercer día del viaje del Papa a Irak

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3ª Semana de Cuaresma – 3ª del Salterio

Salmo Responsorial, 18 Señor, tú tienes palabras de vida eterna. La ley del Señor es perfecta / y es descanso del alma; / el precepto del Señor es fiel / e instruye al ignorante. R/. Los mandatos del Señor son rectos / y alegran el corazón; / la norma del Señor es límpida / y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor es pura / y eternamente estable; / los mandamientos del Señor son verdaderos / y enteramente justos. R/. Más preciosos que el oro, / más que el oro fino; / más dulces que la miel / de un panal que destila. R/.

Segunda lectura, Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,22-25 Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero, para los llamados, sabiduría de Dios Hermanos: Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles;

pero, para los llamados -judíos o griegos-, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

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Oración para Hoy

Domingo · Morado

Mar


Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: “Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.” Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: “El celo de tu casa me devora.” Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: “¿Qué signos nos muestras para obrar

Antífona de Comunión

así?” Jesús contestó: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.” Los judíos replicaron: “Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?” Pero hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Por lo anterior, el cuerpo de Jesús, muerto y resucitado se convierte en el lugar donde Dios se manifiesta, el único centro de oración, el verdadero Templo para ponernos en contacto con Dios. Más adelante los discípulos se acuerdan y entienden estas misteriosas palabras de Jesús, gracias a la acción del Espíritu Santo, quien se ha convertido en la memoria viva de la Iglesia, pues nos ayuda a recordar las palabras de Jesús y comprenderlas completamente. De esta escena del Evangelio, que vale la pena que la contemplemos en nuestra oración para descubrir los gestos y acciones de Jesús, vale la pena que reflexionemos acerca de nuestra fe en el Señor, pues gracias a ella podemos reconocerlo como el nuevo Templo que nos comunica con el Padre: ¿Cómo se encuentra mi fe en Jesús? ¿Lo reconozco como mi Señor y Salvador?

Cf. Ps 106, 8-9 Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. Calmó el ansia de los sedientos y a los hambrientos los colmó de bienes.

Reflexión del Evangelio

El Evangelio de hoy nos muestra la expulsión de los mercaderes del Templo. Sin embargo, el tema de este relato es Jesús mismo, presentado por el evangelista San Juan como el nuevo y definitivo Templo. La acción de Jesús, más allá de ser un acto revolucionario, se puede considerar como el cumplimiento de la profecía de Malaquías, pues Jesús aparece con la autoridad divina para purificar la casa de Dios. Por tanto, si utilizamos nuestro lenguaje actual, podríamos decir que la acción de los mercaderes en el Templo es una forma de sacrilegio, ya que el Templo no es solamente para Jesús la casa de oración, sino la casa del Padre. Este celo ardiente por la gloria del Padre le va a devorar, como se dice en el Evangelio, lo cual le va a conducir finalmente a la muerte.

Lunes a Viernes 6:30 a.m. a 7:20 a.m.

No obstante, los judíos no entienden las misteriosas palabras de Jesús, pues están en otro nivel. Ellos suponen que Él habla de un templo de

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Destruid este templo, y en tres días lo levantaré

piedra, pero el Señor se refiere al templo de su cuerpo. Jesús entrega voluntariamente su cuerpo a la destrucción, pero a los tres días volverá a recuperarlo glorioso, lo cual es un anuncio de su muerte y resurrección.

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Lectura del Santo evangelio según, San Juan 2,13-25 R/. Gloria a ti, Señor

Domingo

Oración para Hoy

3ª Semana de Cuaresma – 3ª del Salterio

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Feria

SAN JUAN DE DIOS, Religioso

Es Patrono de los que trabajan en hospitales y de los que promueven libros religiosos, fundador de la Orden Hospitalaria. Esa orden lleva el apelativo de Hospitalaria como indicación de cuál es el carisma y dedicación específica y, desde que fue formalizada por san Pío V. Este carismático Santo se llamaba Juan Ciudad. Nació en 1495 en la población de Montemor o Novo, de la diócesis de Évora, en el reino de Portugal. Criado y educado cristianamente, en su adolescencia fue zagal y pastor de ganados y, en Granada, ejerce de vendedor de libros. Allí oye predicar a San Juan de Ávila, el Maestro Ávila, y tiene tan extraordinaria conmoción espiritual que da voces y gritos, lo que le llevaría a ser juzgado por loco y ser recluido en el Hospital Real granadino. Juan sufre en propia carne el trato que se da a los internados. En su encierro toma conciencia de su misión. Logra salir y asume el compromiso de atender a los enfermos, los pobres y todos los necesitado practicando, a su vez, un intenso apostolado. Comienza a recibir a pobres y enfermos y a pedir limosnas en Granada para sostenerlo y atendiéndolos con extrema caridad. Se le unen algunos compañeros. Sin embargo, el destino hace que tras rescatar a un muchacho que se estaba ahogando, fuera víctima de una fuerte pulmonía que iba a debilitar gravemente su salud, por lo que muere el ocho de marzo de 1550.

Primera lectura. segundo libro de los Reyes 5,1-15a En aquellos días, Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, era hombre notable y muy estimado por su señor, pues por su medio el Señor había concedido la victoria a Siria. Pero, siendo un gran militar, era leproso. Unas bandas de arameos habían hecho una incursión trayendo de la tierra de Israel a una muchacha, que pasó al servicio de la mujer de Naamán. Dijo ella a su señora: «Ah, si mi señor pudiera presentarse ante el profeta que hay en Samaría. Él lo curaría de su lepra». Fue Naamán y se lo comunicó a su

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señor diciendo: «Esto y esto ha dicho la muchacha de la tierra de Israel». Y el rey de Siria contestó: «Vete, que yo enviaré una carta al rey de Israel». Entonces tomó en su mano diez talentos de plata, seis mil siclos de oro, diez vestidos nuevos y una carta al rey de Israel que decía: «Al llegarte esta carta, sabrás que te envío a mi siervo Naamán para que lo cures de su lepra». Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras, diciendo: «¿Soy yo Dios para repartir vida

y muerte? Pues me encarga nada menos que curar a un hombre de su lepra. Daos cuenta y veréis que está buscando querella contra mí». Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestiduras y mandó a que le dijeran: «Por qué has rasgado tus vestiduras? Que venga a mí y sabrá que hay un profeta en Israel». Llegó Naamán con sus carros y caballos y se detuvo a la entrada de la casa de Eliseo. Envió este un mensajero a decirle: «Ve y lávate siete veces en el Jordán. Tu carne renacerá y quedarás limpio». Naamán se puso furioso y se marchó diciendo: «Yo me había dicho: “Saldrá seguramente a mi encuentro, se detendrá, invocará el nombre de su Dios, frotará con su mano mi parte enferma y sanaré de la lepra”. El Abaná y el Farfar, los ríos de

Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Podría bañarme en ellos y quedar limpio». Dándose la vuelta, se marchó furioso. Sus servidores se le acercaron para decirle: «Padre mío, si el profeta te hubiese mandado una cosa difícil, ¿no lo habrías hecho? ¡Cuánto más si te ha dicho: “Lávate y quedarás limpio”!». Bajó, pues, y se bañó en el Jordán siete veces, conforme a la palabra del hombre de Dios. Y su carne volvió a ser como la de un niño pequeño: quedó limpio. Naamán y toda su comitiva regresaron al lugar donde se encontraba el hombre de Dios. Al llegar, se detuvo ante él exclamando: «Ahora conozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 41 R/. Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo veré el rostro de Dios? V/. Como busca la cierva corrientes de agua, / así mi alma te busca a ti, Dios mío. R/. V/. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: / ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? R/.

hasta tu monte santo, / hasta tu morada. R/. V/. Me acercaré al altar de Dios, / al Dios de mi alegría; / y te daré gracias al son de la cítara, / Dios, Dios mío. R/.

V/. Envía tu luz y tu verdad: / que ellas me guíen / y me conduzcan

Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 4,24-30 R/. Gloria a ti, Señor Habiendo llegado Jesús a Nazaret, le dijo al pueblo en la sinagoga: «En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo.

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Último día del viaje del Papa a Irak

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3ª Semana de Cuaresma – 3ª del Salterio

Oración para Hoy

Lunes · Morado

Mar

Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo

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V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

Encontramos en esta escena a Jesús en la sinagoga de su pueblo natal, Nazaret, en donde anuncia el cumplimiento en su persona de las profecías del Antiguo Testamento. Es importante tener en cuenta que el Espíritu Santo y la Palabra son la chispa que enciende el fuego de la misión de Jesús. Ahora bien, este fragmento del Evangelio no se queda sólo en presentar el cumplimiento de la Palabra de Dios en la persona de Jesús, sino que hay otro aspecto que siempre estará presente en la vida de Jesús y que podemos observar a lo largo del Evangelio según san Lucas: el rechazo a Jesús y a su palabra. Sin embargo, este rechazo comenzó siendo simpatía y admiración, pero que se tornó en oposición originada por la duda sobre su persona: ¿no es éste el hijo de José?, y sobre su poder, pues la gente colocó por encima sus prejuicios y las diferencias en clases sociales, en vez de abrir sus oídos y sus corazones a la Buena Noticia que Jesús quería enseñarles, razón por la cual sus coterráneos intentan eliminarlo. En consecuencia, este rechazo de sus paisanos da pie a Jesús para dejar claro que si ellos rechazan su propuesta y su misión, de todos modos otros, que no son israelitas, estarán dispuestos a aceptarlo. Para ello, el Señor se vale de experiencias similares que vivieron los profetas Elías y Eliseo, quienes realizaron signos divinos entre paganos y lograron mejores frutos. Lo anterior nos puede llevar a preguntarnos: ¿De qué manera acojo la Palabra de Dios en mi vida?

Oración a San José

Querido San José, gracias por ser padre y protector del Niño Jesús, te pedimos que ruegues a Dios por nosotros para que seamos una familia unida en el amor y podamos ser ejemplo de paz y reconciliación para los demás.

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Bogotá Nuestras Líneas (571) 747 0710 de contacto: 839 8247 AIPE 735 9510 ARMENIA 297 8210 B/NTURA 385 2410 B/QUILLA 605 1514 BARBOSA 605 1514 BELLO 747 0710 BOGOTÁ 697 0710 BUCARAMANGA 239 1770 BUGA 605 1514 C/CABANA 883 7110 CAJICÁ 605 1514 CALDAS 486 9710 CALI 693 2273 CARTAGENA 747 0710 CHÍA 747 0710 COTA 594 9710 CÚCUTA 340 1710 DOSQUEBRADAS 605 1514 ENVIGADO 890 1610 FACATATIVÁ PEREIRA 340 1710 RIONEGRO 605 1514 PTO COLOMBIA 385 2410 SABANETA 605 1514 RIVERA 838 8404 SINCELEJO 276 2652 SANTAMARTA 435 8230 SOLEDAD 385 2410 VILLAVICENCIO 684 9830

FLORIDABLANCA FUNZA GALAPA GIRARDOT GIRARDOT GIRÓN IBAGUÉ ITAGÜÍ JAMUNDÍ LOS PATIOS LA VIRGINIA MANIZALES MADRID MONTERÍA MEDELLÍN NEIVA MOSQUERA PASTO PALMIRA POPAYÁN SOACHA TECHO SOPÓ TULUÁ TOCANCIPÁ TURBACO TUNJA VALLEDUPAR V. DEL ROSARIO

697 0710 747 0710 385 2410 888 9610 605 1514 697 0710 277 1710 605 1514 486 9710 594 9710 340 1710 891 8670 747 0710 789 7410 605 1514 863 0710 747 0710 736 9910 286 8710 836 8190 747 0710 747 0710 871 3610 235 9720 747 0710 693 2273 747 1087 589 3910 594 9710

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pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

Oración para Hoy

una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naámán, el sirio». Al oír esto, todos en la sinagoga se

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Lunes

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Feria

En aquellos días, Azarías, puesto en pie, oró de esta forma; alzó la voz en medio del fuego y dijo: «Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre, no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia. Por Abrahán, tu amigo; por Isaac, tu siervo; por Israel, tu consagrado; a quienes prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo, como la arena de las playas marinas. Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados. En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes; ni holocausto, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso; ni un sitio

donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia. Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados. Que este sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia: porque los que en ti confían no quedan defraudados. Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos, y buscamos tu rostro; no nos defraudes, Señor; trátanos según tu piedad, según tu gran misericordia. Líbranos con tu poder maravilloso y da gloria a tu nombre, Señor». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 24 R/. Recuerda, Señor, tu ternura V/. Señor, enséñame tus caminos, / instrúyeme en tus sendas: / haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/. V/. Recuerda, Señor, que tu ternura / y tu misericordia son eternas; /

acuérdate de mí con misericordia, / por tu bondad, Señor. R/. V/. El Señor es bueno y es recto, / y enseña el camino a los pecadores; / hace caminar a los humildes con rectitud, / enseña su camino a los humildes. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 18,21-35 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?». Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los

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cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba

diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”. Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: “Págame lo que me debes”. El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré”. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.

Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

A la pregunta de Pedro, que es un poco matemática, sobre la cantidad de veces que debemos perdonar a quien nos ofende, el Señor le responde en el mismo terreno, saltando de un número generoso, pero limitado, a otro que es indefinido. Y Jesús va más allá, pues complementa su respuesta a través de una parábola que presenta los contrastes extremos: un rey que le perdona una gran deuda a uno de sus súbditos, pero que éste no hace lo mismo ante uno de sus compañeros que le debía una suma muy inferior. En el contexto de la época antigua, la venganza era una ley que se utilizaba comúnmente y, al contrario de lo que podemos suponer, el perdón era visto como un acto un poco humillante. En contraste con estas prácticas de la gente en general, el cristianismo desde sus comienzos comprendió que la respuesta a la venganza es el perdón ilimitado. Por ello, en el fondo de la parábola se encuentra la relación de los seres humanos con Dios y con los demás. La deuda de diez mil monedas de oro, impagable, representa la situación de toda persona a quien Dios perdona toda su fragilidad y pecado por puro amor y misericordia, mientras que la actitud del siervo despiadado expresa la mezquindad del corazón humano, pues unos a otros nos debemos cien monedas, lo cual es una mínima suma en comparación con lo que se nos ha sido perdonado. Por ende, Dios nos ofrece el regalo de su perdón de una manera inesperada, pero la retira ante los corazones mezquinos que niegan el perdón al prójimo. Quien haya experimentado la misericordia del Padre no puede andar calculando el perdón y la acogida a los hermanos: ¿cuál debe ser nuestra reacción frente al prójimo?

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Primera lectura. profecia de Daniel 3,25.34-43

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3ª Semana de Cuaresma – 3ª del Salterio

Oración para Hoy

Martes · Morado

Mar


Feria

Moisés habló al pueblo, diciendo: «Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndolos, viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. Mirad: yo os enseño los mandatos y decretos, como me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de ella. Observadlos y cumplidlos, pues esa es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales, cuando tengan noticia de todos estos mandatos, dirán:

“Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente esta gran nación”. Porque ¿dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos? Y ¿dónde hay otra nación tan grande que tenga unos mandatos y decretos tan justos como toda esta ley que yo os propongo hoy? Pero, ten cuidado y guárdate bien de olvidar las cosas que han visto tus ojos y que no se aparten de tu corazón mientras vivas; cuéntaselas a tus hijos y a tus nietos». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 147 R/. Glorifica al Señor, Jerusalén V/. Glorifica al Señor, Jerusalén; / alaba a tu Dios, Sión. / Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, / y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/. V/. Él envía su mensaje a la tierra, / y su palabra corre veloz; / manda

la nieve como lana, / esparce la escarcha como ceniza. R/. V/. Anuncia su palabra a Jacob, / sus decretos y mandatos a Israel; / con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 5,17-19 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.

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El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

En el Evangelio de hoy, Jesús expone su postura frente a la Ley, en la cual busca darle un nuevo significado, más allá de las prácticas religiosas de su época, puesto que los judíos habían convertido el cumplimiento de la Ley en el seguimiento mecánico de un conjunto de normas, olvidando el sentido último de éstas: buscar y hallar la voluntad de Dios para la vida del ser humano. En estos casos, Jesús habla con una autoridad que está por encima de la legislación. Con sus enseñanzas, Jesús orienta los mandamientos a su raíz y a su principal objetivo, este es, el servicio a la vida, a la justicia, al amor, a la verdad. No se trata de una oposición a la Ley que busque reemplazarla por una nueva ley, sino que la transforma y la lleva hacia una radicalidad, rompiendo todos los moldes y criterios que han dado origen a cualquier legislación humana. Por tanto, no se trata simplemente de cumplir con unos mandatos, sino de reconocer la voz de Dios en la vida diaria y tener la capacidad de ponerla en práctica por medio de nuestras palabras, gestos y acciones. En este orden de ideas, en el centro de esta parte del sermón del monte está el respeto sagrado a la persona y la denuncia contra todo aquello que, aún disimulado con alguna sutileza legal, atente contra la dignidad del hombre y de la mujer. En otras palabras, se trata de cuidar al otro, esto es, respetarlo y amarlo por ser una persona y un hijo de Dios. De lo anterior surge un llamado del Señor a través de su Palabra para que nos respetemos los unos a los otros, mediante actos concretos de cuidado hacia los demás y hacia el entorno, más allá de un legalismo o cumplimiento mecánico de normas. Con tus palabras y acciones, ¿buscas cuidar a tus hermanos?

Oración

para bendecir a un Recién Nacido Señor nuestro Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, que engendrado antes de todos los siglos, en el tiempo quisiste ser niño y amas la inocencia propia de la infancia; Tú, Señor, que abrazabas con amor a los niños que te presentaban, y los bendecías, cuida a este niño con tierna bendición y no permitas que la malicia pervierta su corazón. Concédele, Señor, que, creciendo en edad, sabiduría y gracia, siempre te agrade. Tu que siendo Dios vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.

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Primera lectura. Libro del Deuteronomio 4,1.5-9

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3ª Semana de Cuaresma – 3ª del Salterio

Oración para Hoy

Miércoles · Morado

Mar


Esto dice el Señor: «Esta fue la orden que di a mi pueblo: “Escuchad mi voz, Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo. Seguid el camino que os señalo, y todo os irá bien”. Pero no escucharon ni hicieron caso. Al contrario, caminaron según sus ideas, según la maldad de su obstinado corazón. Me dieron la espalda y no la cara. Desde que salieron vuestros padres de Egipto hasta hoy, os envié a mis siervos, los profetas, un día

tras otro; pero no me escucharon ni me hicieron caso. Al contrario, endurecieron la cerviz y fueron peores que sus padres. Ya puedes repetirles este discurso, seguro que no te escucharán; ya puedes gritarles, seguro que no te responderán. Aun así les dirás: “Esta es la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios, y no quiso escarmentar. Ha desaparecido la sinceridad, se la han arrancado de la boca”». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 94 R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón»

Feria

V/. Venid, aclamemos al Señor, / demos vítores a la Roca que nos salva; / entremos a su presencia dándole gracias, / aclamándolo con cantos. R/. V/. Entrad, postrémonos por tierra, / bendiciendo al Señor, creador nuestro. / Porque él es nuestro

Dios, / y nosotros su pueblo, / el rebaño que él guía. R/. V/. Ojalá escuchéis hoy su voz: / «No endurezcáis el corazón como en Meribá, / como el día de Masá en el desierto; / cuando vuestros padres me pusieron a prueba / y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 11,14-23 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, estaba Jesús echando un demonio que era mudo. Sucedió que, apenas salió el demonio, empezó a hablar el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: «Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios». Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo:

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«Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero,

si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence,

le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera lectura libro de Jeremías 7,23-28

Reflexión del Evangelio

Si examinamos los diferentes encuentros entre Jesús y las autoridades religiosas judías, nos damos cuenta de que la lógica de Jesús es distinta a la sus adversarios, pues el Señor muestra el rostro misericordioso del Padre, mientras que los judíos se reducen al cumplimiento mecánico de normas y, como ocurre en todas estas discusiones, dichas autoridades quedan en silencio. Estas circunstancias son propicias para que Jesús deje claro que ante Él nadie puede permanecer neutral, o se le acepta y se le sigue radicalmente, o simplemente no se le acepta. Por ende, la aceptación o el rechazo a Jesús y su Palabra se manifiestan en las actitudes y acciones concretas que tenemos en nuestra vida cotidiana, en otras palabras, en nuestro ejemplo de vida, el cual se cultiva a diario, mediante una actitud de conversión permanente. Por lo anterior, es importante llevar una vida espiritual cada vez más profunda, que nos permita examinar diariamente nuestra vida, reconociendo el paso de Dios y nuestras actitudes de acogida a Él, pero a la vez reconociendo nuestra limitación y fragilidad que ocasionan nuestra ruptura con el Señor y con los demás. De allí surge la radicalidad que nos pide Jesús, esto es, de un corazón que se reconoce necesitado de Dios y de su misericordia, pero que muchas veces se aleja por ir en busca de sus propios intereses egoístas: ¿De qué manera concreta estoy siguiendo a Jesús?

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3ª Semana de Cuaresma – 3ª del Salterio

Oración para Hoy

Jueves · Morado

Mar


Esto dice el Señor: «Vuelve, Israel, al Señor tu Dios, porque tropezaste por tu falta. Tomad vuestras promesas con vosotros, y volved al Señor. Decidle: “Tú quitas toda falta, acepta el pacto. Pagaremos con nuestra confesión: Asiria no nos salvará, no volveremos a montar a caballo, y no llamaremos ya ‘nuestro Dios’ a la obra de nuestras manos. En ti el huérfano encuentra compasión”. “Curaré su deslealtad, los amaré generosamente, porque mi ira se apartó de ellos. Seré para Israel como el rocío, florecerá como el lirio, echará sus raíces como los cedros del Líbano. Brotarán sus retoños y será su

esplendor como el olivo, y su perfume como el del Líbano. Regresarán los que habitaban a su sombra, revivirán como el trigo, florecerán como la viña, será su renombre como el del vino del Líbano. Efraín, ¿qué tengo que ver con los ídolos? Yo soy quien le responde y lo vigila. Yo soy como un abeto siempre verde, de mí procede tu fruto”. ¿Quién será sabio, para comprender estas cosas, inteligente, para conocerlas? Porque los caminos del Señor son rectos: los justos los transitan, pero los traidores tropiezan en ellos». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 80 R/. Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz V/. Oigo un lenguaje desconocido: / «Retiré sus hombros de la carga, / y sus manos dejaron la espuerta. / Clamaste en la aflicción, y te libré. R/. V/. Te respondí oculto entre los truenos, / te puse a prueba junto a la fuente de Meribá. / Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti; / ¡ojalá me escuchases, Israel! R/.

V/. No tendrás un dios extraño, / no adorarás un dios extranjero; / yo soy el Señor, Dios tuyo, / que te saqué del país de Egipto. R/. V/. ¡Ojalá me escuchase mi pueblo / y caminase Israel por mi camino! / Los alimentaría con flor de harina, / los saciaría con miel silvestre». R/.

Lectura del Santo evangelio según, Marcos 12,28b-34 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?».

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Respondió Jesús: «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con

todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos». El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con

todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios». Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

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Primera lectura. Profecía de Oseas 14,2-10

V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

Meditación del Papa Francisco

Para conocer a Dios nuestro intelecto, la razón es insuficiente. Dios se conoce totalmente en el encuentro con Él, y para el encuentro la razón no basta. Hace falta algo más: ¡Dios es amor! Y sólo por el camino del amor puedes conocer a Dios. Amor razonable, acompañado de la razón. ¡Pero amor! ‘¿Pero cómo puedo amar lo que no conozco?’; ‘Ama a los que tienes cerca’. Y esta es la doctrina de los dos mandamientos: El más importante es amar a Dios, porque Él es amor; Pero el segundo es amar al prójimo, pero para llegar al primero debemos subir los escalones del segundo: es decir, a través del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios, que es amor. Sólo amando razonablemente, pero amando, podemos llegar a este amor. Es por eso que debemos amarnos los unos a los otros, porque el amor es de Dios y quien ama ha sido engendrado por Dios. Para conocer a Dios hay que amar.

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Feria · Día Penitencial · Abstinencia

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3ª Semana de Cuaresma – 3ª del Salterio

Oración para Hoy

Viernes · Morado

Mar


El 13 de marzo de 2013, el cónclave que se celebró tras la renuncia de Benedicto XVI eligió como papa a Jorge Mario Bergoglio, quien manifestó su voluntad de ser conocido como ‘Francisco’ en honor al santo de Asís. Bergoglio es el primer papa jesuita y el primero proveniente del hemisferio sur.

Feria

Hasta ser elegido Papa era miembro de las Congregaciones para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, para el clero, para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica; del Consejo pontificio para la familia y de la Comisión pontificia para América Latina. Es el primer papa no europeo en más de 1.000 años. “Miserando atque eligendo”: Este es el lema que lleva el escudo papal de Francisco, que traduce “lo miró con misericordia y lo eligió”. «Mi gente es pobre y yo soy uno de ellos», ha dicho más de una vez para explicar la opción de vivir en un apartamento y de prepararse la cena él mismo. A sus sacerdotes siempre les ha recomendado misericordia, valentía apostólica y puertas abiertas a todos. Lo peor que puede suceder en la Iglesia, explicó en algunas circunstancias, «es aquello que De Lubac llama mundanidad espiritual», que significa «ponerse a sí mismo en el centro». Y cuando cita la justicia social, invita en primer lugar a volver a tomar el catecismo, a redescubrir los diez mandamientos y las bienaventuranzas. Su proyecto es sencillo: si se sigue a Cristo, se comprende que «pisotear la dignidad de una persona es pecado grave».

Es el tercer Sumo Pontífice que visita Colombia

Luego de la visita de Pablo VI, en 1968; y de Juan Pablo II, en 1986, Francisco visitó nuestro país del 6 al 10 de septiembre de 2017 y recorrió las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena.

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Primera lectura. profecía de Oseas 6,1-6 Vamos, volvamos al Señor. Porque él ha desgarrado, y él nos curará; él nos ha golpeado, y él nos vendará. En dos días nos volverá a la vida y al tercero nos hará resurgir; viviremos en su presencia y comprenderemos. Procuremos conocer al Señor. Su manifestación es segura como la aurora. Vendrá como la lluvia, como la lluvia de primavera que empapa la tierra».

¿Qué haré de ti, Efraín, qué haré de ti, Judá? Vuestro amor es como nube mañanera, como el rocío que al alba desaparece. Sobre una roca tallé mis mandamientos; los castigué por medio de los profetas con las palabras de mi boca. Mi juicio se manifestará como la luz. Quiero misericordia y no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

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ANIVERSARIO DE LA ELECCIÓN DEL PAPA FRANCISCO

3ª Semana de Cuaresma – 3ª del Salterio

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Sábado · Morado

Salmo Responsorial, 50 R/. Quiero misericordia, y no sacrificios V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad, / por tu inmensa compasión borra mi culpa; / lava del todo mi delito, / limpia mi pecado. R/. V/. Los sacrificios no te satisfacen: / si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. / El sacrificio agradable a Dios / es un espíritu quebrantado; /

un corazón quebrantado y humillado, / tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/. V/. Señor, por tu bondad, favorece a Sión, / reconstruye las murallas de Jerusalén: / entonces aceptarás los sacrificios rituales, / ofrendas y holocaustos. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 18,9-14R/.

Gloria a ti, Señor

En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “Oh, Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago

el diezmo de todo lo que tengo”. El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Oh, Dios!, ten compasión de este pecador”. Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

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Oración para Hoy

Mar


Mar

Reflexión del Evangelio

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Pedro después se olvida del estupor del encuentro y lo reniega. Pero porque es humilde se deja encontrar por el Señor, y cuando sus miradas se encuentran él llora, vuelve a la confesión: ‘Soy pecador’. Que el Señor nos de la gracia de encontrarlo y también de dejarnos que Él nos encuentre. Nos de la gracia hermosa de este estupor del encuentro. SANTO ROSARIO Conéctate y sintonízanos por los siguientes cableoperadores: - Claro: 903. - DirecTv: 353. - ETB: 807. - Tigo- Une: 149. - Movistar: 441.

Lunes a Domingo

5:00 pm 76

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA “LAETARE” El cuarto domingo de Cuaresma es llamado en latín Domingo “Laetare”, es decir, “Alégrate” por la proximidad de la Pascua. Hoy de permite el sonido de los instrumentos musicales y el altar se puede adornar con flores.

Antífona de Entrada Cf. Sal 30, 3-4 Sé la roca de mi refugio, oh, Dios, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y aliméntame.

Oración Colecta

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La incapacidad de reconocerse pecadores nos aleja de la verdadera confesión de Jesucristo. Es fácil decir que Jesús es el Señor, difícil en cambio reconocerse pecadores. Es la diferencia entre la humildad del publicano que se reconoce pecador y la soberbia del fariseo que habla bien de sí mismo: Esta capacidad de decir que somos pecadores nos abre al estupor que nos lleva a encontrar verdaderamente a Jesucristo. También en nuestras parroquias, en la sociedad, entre las personas consagradas: ¿Cuántas son las personas capaces de decir que Jesús es el Señor?, muchas. Pero es difícil decir: Soy un pecador, soy una pecadora. Es más fácil decirlo de los otros, cuando se dicen los chismes... Todos somos doctores en ésto, ¿verdad?” Para llegar a un verdadero encuentro con Jesús es necesaria una doble confesión: Tú eres el hijo de Dios y yo soy un pecador, pero no en teoría, sino por esto, por esto y por esto...

Séptimo Domingo de San José

Oh, Dios, que prometiste permanecer en los rectos y sencillos de corazón, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que te dignes habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.

Primera lectura. Segundo libro de las Crónicas 36,14-16.19-23 En aquellos días, todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, según las costumbres abominables de los gentiles, y mancharon la casa del Señor, que él se había construido en Jerusalén. El Señor, Dios de sus padres, les envió desde el principio avisos por medio de sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su morada. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras y se mofaron de sus profetas, hasta que subió la ira del Señor contra su pueblo a tal punto que ya no hubo remedio. Los caldeos incendiaron la casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén; pegaron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos

sus objetos preciosos. Y a los que escaparon de la espada los llevaron cautivos a Babilonia, donde fueron esclavos del rey y de sus hijos hasta la llegada del reino de los persas; para que se cumpliera lo que dijo Dios por boca del profeta Jeremías: «Hasta que el país haya pagado sus sábados, descansará todos los días de la desolación, hasta que se cumplan los setenta años.» En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de la palabra del Señor, por boca de Jeremías, movió el Señor el espíritu de Ciro, rey de Persia, que mandó publicar de palabra y por escrito en todo su reino: «Así habla Ciro, rey de Persia: “El Señor, el Dios de los cielos, me

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Oración para Hoy

Meditación del Papa Francisco

Domingo · Morado o Rosado Ir al índice

3ª Semana de Cuaresma – 3ª del Salterio


Salmo Responsorial, 136 R/. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti Junto a los canales de Babilonia / nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión; / en los sauces de sus orillas / colgábamos nuestras cítaras. R/. Allí los que nos deportaron / nos invitaban a cantar; / nuestros opresores, a divertirlos: / «Cantadnos un cantar de Sión.» R/.

¡Cómo cantar un cántico del Señor / en tierra extranjera! / Si me olvido de ti, Jerusalén, / que se me paralice la mano derecha. R/. Que se me pegue la lengua al paladar / si no me acuerdo de ti, / si no pongo a Jerusalén / en la cumbre de mis alegrías. R/.

Segunda lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2,4-10 Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo –por pura gracia estáis salvados–, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las edades futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque estáis salvados

por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Pues somos obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 3,14-21 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.

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obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se

acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Antífona de Comunión Cf. Ps 77, 29-30 Comieron y se hartaron, así el Señor satisfizo su avidez; no los defraudó según su deseo.

Reflexión del Evangelio

Meditación del Papa Francisco

Todo adquiere sentido cuando encuentras este tesoro, que Jesús llama “el Reino de Dios”, es decir, Dios que reina en tu vida, en nuestra vida; Dios que es amor, paz y alegría en cada hombre y en todos los hombres. Esto es lo que Dios quiere, es por lo que Jesús se ha donado a sí mismo hasta morir en la cruz, para liberarnos del poder de las tinieblas y llevarnos al reino de la vida, de la belleza, la bondad, la alegría. Leer el Evangelio es encontrar a Jesús y tener esta alegría cristiana que es un don del Espíritu Santo. Queridos hermanos y hermanas, la alegría de haber encontrado el tesoro del Reino de Dios transpira, se ve. El cristiano no puede esconder su fe, porque transpira en cada palabra, en cada gesto, también en los más sencillos y cotidianos: transpira el amor que Dios nos ha donado mediante Jesús. Recemos, por intercesión de la Virgen María, para que venga a nosotros y en el mundo entero su Reino de amor, de justicia y de paz.

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Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus

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a su pueblo, ¡sea su Dios con él, y suba!”» V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Oración para Hoy

ha dado todos los reinos de la tierra. Él me ha encargado que le edifique una casa en Jerusalén, en Judá. Quien de entre vosotros pertenezca

Domingo Ir al índice

4ª Semana de Cuaresma – 4ª del Salterio


Esto dice el Señor: «Mirad: voy a crear un nuevo cielo y una nueva tierra: de las cosas pasadas ni habrá recuerdo ni vendrá pensamiento. Regocijaos, alegraos por siempre por lo que voy a crear: yo creo a Jerusalén “alegría”, y a su pueblo, “júbilo”. Me alegraré por Jerusalén y me regocijaré con mi pueblo, ya no se

oirá en ella ni llanto ni gemido; ya no habrá allí niño que dure pocos días, ni adulto que no colme sus años, pues será joven quien muera a los cien años, y quien no los alcance se tendrá por maldito. Construirán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán los frutos». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 29 R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado

Feria

V/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado / y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. / Señor, sacaste mi vida del abismo, / me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/. V/. Tañed para el Señor, fieles suyos, / celebrad el recuerdo de su nombre santo; / su cólera dura un

instante; / su bondad, de por vida; / al atardecer nos visita el llanto; / por la mañana, el júbilo. R/. V/. Escucha, Señor, y ten piedad de mí; / Señor, socórreme. / Cambiaste mi luto en danzas. / Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 4,43-54 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había atestiguado: «Un profeta no es estimado en su propia patria». Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún.

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Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose. Jesús le dijo: «Si no veis signos y prodigios, no creéis». El funcionario insiste: «Señor, baja antes de que se muera mi niño». Jesús le contesta: «Anda, tu hijo vive». El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados

vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: «Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre». El padre cayó en la cuenta de que

esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera lectura. libro de Isaías 65,17-21

Reflexión del Evangelio

Meditación del Papa Francisco

¿Lo han pensado? ¡El Señor sueña conmigo! ¡Estoy en la mente, en el corazón del Señor! ¡El Señor es capaz de cambiar mi vida! Y hace muchos planes. Fabricaremos casas, plantaremos viñas, comeremos juntos... estas son ilusiones que hace solamente un enamorado. Y aquí el Señor se muestra enamorado de su pueblo. Cuando el Señor dice a su pueblo: «Yo te he elegido no porque seas el más fuerte, el más grande, o el más poderoso. Sino que te he elegido porque eres el más pequeño de todos. También puede decir: el más miserable de todos. Yo te he elegido así». Y esto es amor.

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4ª Semana de Cuaresma – 4ª del Salterio

Dios está enamorado de nosotros. Creo que no haya ningún teólogo que pueda explicar esto: no se puede explicar. Sobre esto solo se puede pensar, escuchar y llorar de alegría. El Señor nos puede cambiar. ¿Y qué debemos hacer? Creer. Creer que el Señor puede cambiarme, que el Señor es poderoso: como ha hecho con ese hombre que tenía el hijo enfermo, en el Evangelio. Ese hombre creyó en la palabra que Jesús le había dado y se puso en camino. Creyó que Jesús tenía el poder de cambiar a su hijo, la salud del niño. Y venció. La fe es dar espacio a este amor de Dios, es hacer espacio al poder, al poder de Dios, pero de que uno que es poderoso, al poder de uno que me ama, que está enamorado de mí y que quiere la alegría conmigo. Esto es la fe. Esto es creer: es hacer espacio al Señor para que venga y me cambie.

Bendita sea tu pureza. Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

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Oración para Hoy

Lunes · Morado

Mar


Feria

En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo del Señor. De debajo del umbral del templo corría agua hacia el este —el templo miraba al este—. El agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar. Me hizo salir por el pórtico septentrional y me llevó por fuera hasta el pórtico exterior que mira al este. El agua corría por el lado derecho. El hombre que llevaba el cordel en la mano salió hacia el este, midió quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta las rodillas. Midió todavía otros quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta la cintura. Midió otros quinientos metros: era ya un torrente que no se podía vadear, sino cruzar a nado.

Entonces me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre?», Después me condujo por la ribera del torrente. Al volver vi en ambas riberas del torrente una gran arboleda. Me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la zona oriental, descienden hacia la estepa y desembocan en el mar de la Sal, Cuando hayan entrado en él, sus aguas serán saneadas. Todo ser viviente que se agita, allí donde desemboque la corriente, tendrá vida; y habrá peces en abundancia. Porque apenas estas aguas hayan llegado hasta allí, habrán saneado el mar y habrá vida allí donde llegue el torrente. En ambas riberas del torrente crecerá toda clase de árboles frutales; no se marchitarán sus hojas ni se acabarán sus frutos; darán nuevos frutos cada mes, porque las aguas del torrente fluyen del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 45 R/. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob V/. Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, / poderoso defensor en el peligro. / Por eso no tememos aunque tiemble la tierra, / y los montes se desplomen en el mar. R/. V/. Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios, / el Altísimo consagra su morada. / Teniendo a

Dios en medio, no vacila; / Dios la socorre al despuntar la aurora. R/. V/. El Señor del universo está con nosotros, / nuestro alcázar es el Dios de Jacob. / Venid a ver las obras del Señor, / las maravillas que hace en la tierra. R/.

Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.

Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que

Lectura del Santo evangelio según, Juan 5,1- 3a. 5 -16 R/. Gloria a ti, Señor

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llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: «¿Quieres quedar sano?». El enfermo le contestó: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado». Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y echa a andar». Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar. Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:

«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla». Él les contestó: «El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”». Ellos le preguntaron: «¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?». Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejado. Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: «Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor». Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio Para Nuestro Señor, vemos en evangelio, dar la salud a las personas es central. Vemos que allí estaban muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Hoy igual que antes, y más en este periodo de pandemia, mucha gente acude a Jesús para buscar sanar el cuerpo, para pedir esos milagros no esperamos ni que sea sábado o domingo, es usual que nuestra oración sea de petición. A lo largo de estos dos mil años de cristianismo, sin millares los milagros, las curaciones que escapan a la razón, y que solo podemos entender al contemplar sinceramente a Dios. Pero no olvidemos que el milagro más importante es la sanación del alma, porque es lo único necesario para llegar al cielo. Para ayudar a curar esas almas, tenemos que ser los les meta en la piscina de la salud y las oportunidades; necesitan de nuestras manos para entrar en la piscina de la alegría, la esperanza y el consuelo. Para encarrilarnos hacia el cielo.

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Primera lectura Profecía de Ezequiel 47,1-9.12

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4ª Semana de Cuaresma – 4ª del Salterio

Oración para Hoy

Martes · Morado

Mar


Feria

Esto dice el Señor: «En tiempo de gracia te he respondido, en día propicio te he auxiliado; te he defendido y constituido alianza del pueblo, para restaurar el país, para repartir heredades desoladas, para decir a los cautivos: “Salid”, a los que están en tinieblas: “Venid a la luz”. Aun por los caminos pastarán, tendrán praderas en todas las dunas; no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el bochorno ni el sol; porque los conduce el compasivo y los guía a manantiales de agua. Convertiré mis montes en caminos,

y mis senderos se nivelarán. Miradlos venir de lejos; miradlos, del Norte y del Poniente, y los otros de la tierra de Sin. Exulta, cielo; alégrate, tierra; romped a cantar, montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y se compadece de los desamparados». Sion decía: «Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado». ¿Puede una madre olvidar al niño que amamanta, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvidara, yo no te olvidaré. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 144 R/. El Señor es clemente y misericordioso V/. El Señor es clemente y misericordioso, / lento a la cólera y rico en piedad; / el Señor es bueno con todos, / es cariñoso con todas sus criaturas. R/. V/. El Señor es fiel a sus palabras, / bondadoso en todas sus acciones. / El Señor sostiene a los que van

a caer, / endereza a los que ya se doblan. R/. V/. El Señor es justo en todos sus caminos, / es bondadoso en todas sus acciones. / Cerca está el Señor de los que lo invocan, / de los que lo invocan sinceramente. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 5,17-30 R/.

Gloria a ti, Señor

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo». Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no solo quebrantaba el sábado, sino también llamaba a

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Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios. Jesús tomó la palabra y les dijo: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta sino lo que viere hacer al Padre. Lo que hace este, eso mismo

hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que esta, para vuestro asombro. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo todo el juicio, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió. En verdad, en verdad os digo: quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida. En verdad, en verdad os digo: llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán.

Porque, igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os sorprenda esto, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio. Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió».

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Primera lectura Libro de Isaías 49,8-15

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4ª Semana de Cuaresma – 4ª del Salterio

V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio Meditación del Papa Benedicto XVI, Sabemos por los Evangelios que Jesús rechazó el título de rey cuando se entendía en sentido político, al estilo de los “jefes de las naciones”. En cambio, durante su pasión, reivindicó una singular realeza ante Pilato, que lo interrogó explícitamente: “¿Tú eres rey?”, y Jesús respondió: “Sí, como dices, soy rey”; pero poco antes había declarado: “Mi reino no es de este mundo”. En efecto, la realeza de Cristo es revelación y actuación de la de Dios Padre, que gobierna todas las cosas con amor y con justicia. El Padre encomendó al Hijo la misión de dar a los hombres la vida eterna, amándolos hasta el supremo sacrificio y, al mismo tiempo, le otorgó el poder de juzgarlos, desde el momento que se hizo Hijo del hombre, semejante en todo a nosotros. [...] En su reino eterno, Dios acoge a los que día a día se esfuerzan por poner en práctica su palabra. Por eso la Virgen María, la más humilde de todas las criaturas, es la más grande a sus ojos y se sienta, como Reina, a la derecha de Cristo Rey. A su intercesión celestial queremos encomendarnos una vez más con confianza filial, para poder cumplir nuestra misión cristiana en el mundo.

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Oración para Hoy

Miércoles · Morado

Mar


Feria

En aquellos días, el Señor dijo a Moisés: «Anda, baja de la montaña, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: “Este es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto”». Y el Señor añadió a Moisés: «Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo». Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios: «¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran

poder y mano robusta? ¿Por qué han de decir los egipcios: “Con mala intención los sacó, para hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra”? Aleja el incendio de tu ira, arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo: “Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre”». Entonces se arrepintió el Señor de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 105 R/. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo V/. En Horeb se hicieron un becerro, / adoraron un ídolo de fundición; / cambiaron su gloria por la imagen / de un toro que come hierba. R/. V/. Se olvidaron de Dios, su salvador, / que había hecho prodigios en Egipto, / maravillas

en la tierra de Cam, / portentos junto al mar Rojo. R/. V/. Dios hablaba ya de aniquilarlos; / pero Moisés, su elegido, / se puso en la brecha frente a él, / para apartar su cólera del exterminio. R/.

y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no lo creéis. Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los

hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ese sí lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

Meditación del Papa Francisco

Creer no es añadir una opinión a otras. Y la convicción, la fe en que Dios existe, no es una información como otras. Muchas informaciones no nos importa si son verdaderas o falsas, pues no cambian nuestra vida. Pero, si Dios no existe, la vida es vacía, el futuro es vacío. En cambio, si Dios existe, todo cambia, la vida es luz, nuestro futuro es luz y tenemos una orientación para saber cómo vivir. Por eso, creer constituye la orientación fundamental de nuestra vida. Creer, decir: “Sí, creo que tú eres Dios, creo que en el Hijo encarnado estás presente entre nosotros”, orienta mi vida, me impulsa a adherirme a Dios, a unirme a Dios y a encontrar así el lugar donde vivir, y el modo como debo vivir. Y creer no es sólo una forma de pensamiento, una idea; como he dicho, es una acción, una forma de vivir. Creer quiere decir seguir la senda señalada por la palabra de Dios

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 5,31-47 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí.

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Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba,

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Primera lectura libro del Éxodo 32,7-14

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4ª Semana de Cuaresma – 4ª del Salterio

CUENTA DE AHORROS

NO. 10822406357 CONVENIO 38484

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Oración para Hoy

Jueves · Morado

Mar


Hoy la Iglesia celebra la fiesta del Santo Patriarca, patrono de la Iglesia y del Canal Cristovisión. Se le conoce como el santo del silencio por ser un hombre callado, de poco hablar, de hecho, no existen palabras en el Evangelio pronunciadas por él. Además, se le considera el santo protector de la buena muerte, porque se cree que murió en brazos de Jesús, su hijo amado.

Origen

La tradición del culto a San José tardó en tomar fuerza dentro del mundo cristiano, a pesar de ser el padre elegido para Jesús. El motivo más probable es que, en sus orígenes, los cristianos sólo rendían algún tipo de culto a los mártires y no era el caso de San José. A comienzos del siglo IV ya aparecía el culto a San José entre los coptos egipcios de fe cristiana, apareciendo su festividad el día 20 de julio del calendario copto. En el mundo occidental aparecen las primeras referencias a su culto en el año 1129, donde se encuentra una Iglesia dedicada a su nombre en Bolonia. Los padres Carmelitas fueron los primeros en trasladar su culto desde Oriente hasta Occidente de una manera completa y, tras su aparición en el calendario Dominico, fue ganando cada vez más fuerza. Durante los años posteriores, grandes personalidades que después fueron santos en algunos de los casos, tuvieron una gran devoción por San José, lo que hizo que su culto ganase terreno. En el pontificado de Sixto IV, San José fue introducido en el

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calendario romano, que es el que ha llegado hasta nuestros días, el 19 de marzo. El Papa Pío IX, atendiendo a las innumerables peticiones que recibió de los fieles católicos del mundo entero, y, sobre todo, al ruego de los obispos reunidos en el concilio Vaticano I, declaró y constituyó a San José Patrono Universal de la Iglesia, el 8 de diciembre de 1870. En el Plan Reconciliador de Dios, San José tuvo un papel esencial: Dios le encomendó la gran responsabilidad y privilegio de ser el padre adoptivo del Niño Jesús y de ser esposo virginal de la Virgen María. San José, el santo custodio de la Sagrada Familia, es el santo que más cerca está de Jesús y de la Santísima de la Virgen María. San Mateo 1,16 llama a San José el hijo de Jacob; según San Lucas 3,23, su padre era Helí. Probablemente nació en Belén, la ciudad de David del que era descendiente. Al comienzo de la historia de los Evangelios poco antes de la Anunciación, San José vivía en Nazaret. Según San Mateo 13,55 y Marcos 6,3, San José era un “tekton”. La palabra significa en particular que era carpintero o albañil. San Justino lo confirma, y la tradición ha aceptado esta interpretación. Nuestro Señor Jesús fue llamado “Hijo de José”, “el carpintero” Jn 1,45; 6,42; Lc 4,22. Se ha tratado de definir muchas veces las virtudes de San José: “Brillan en él, sobre todo las virtudes de la vida oculta: la virginidad, la humildad, la pobreza, la paciencia, la prudencia, la fidelidad que no puede ser quebrantada por ningún peligro, la sencillez y la fe; la confianza en Dios y la más perfecta caridad.

Oración

San José, casto esposo de la Virgen María; intercede para obtenerme el don de la pureza Tú que a pesar de tus inseguridades personales, supiste aceptar dócilmente el Plan de Dios tan pronto supiste de él, ayúdame a tener esa misma actitud para responder siempre y en todo lugar a lo que el Señor me pida. Varón prudente, que no te apegas a las seguridades humanas, sino que siempre estuviste abierto a responder a lo inesperado, obténme el auxilio del divino Espíritu para que viva yo también en prudente desasimiento de las seguridades terrenales. Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad silenciosa, de paternal solicitud, obténme esas bendiciones para que pueda crecer cada día más en ellas y así asemejarme, día a día, al modelo de la plena humanidad: el Señor Jesús. Amén

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SAN JOSÉ, Esposo de la Bienaventurada María Virgen

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4ª Semana de Cuaresma – 4ª del Salterio

Oración para Hoy

Viernes · Blanco

Mar


Solemnidad de San José

4ª Semana de Cuaresma – 4ª del Salterio

V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 88 R/ Su linaje será perpetuo. Cantaré eternamente las misericordias del Señor, / anunciaré tu fidelidad por todas las edades. / Porque dije: “Tu misericordia es un edificio eterno, / más que el cielo has afianzado tu fidelidad.” R/. Sellé una alianza con mi elegido, / jurando a David, mi siervo: /

“Te fundaré un linaje perpetuo, / edificaré tu trono para todas las edades.” R/. Él me invocará: “Tú eres mi padre, / mi Dios, mi Roca salvadora.” / Le mantendré eternamente mi favor, / y mi alianza con él será estable. R/.

Segunda lectura. Romanos 4,13.16-18.22 Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza Hermanos: No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: “Te

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hago padre de muchos pueblos.” Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: “Así será tu descendencia.” Por lo cual le valió la justificación. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta

resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: “José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.” Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

Sobre el suceso dramático de la huida a Egipto, el Papa Francisco comentaba en una ocasión: “hoy el Evangelio nos presenta a la Sagrada Familia por el camino doloroso del destierro, en busca de refugio en Egipto. José, María y Jesús experimentan la condición dramática de los refugiados, marcada por miedo, incertidumbre, incomodidades (cf. Mt 2, 13-15.19-23). (…) Jesús quiso pertenecer a una familia que experimentó estas dificultades, para que nadie se sienta excluido de la cercanía amorosa de Dios. La huida a Egipto causada por las amenazas de Herodes nos muestra que Dios está allí donde el hombre está en peligro, allí donde el hombre sufre, allí donde huye, donde experimenta el rechazo y el abandono; pero Dios está también allí donde el hombre sueña, espera volver a su patria en libertad, proyecta y elige en favor de la vida y la dignidad suya y de sus familiares”[1]. Se deduce de este pasaje que los sucesos de nuestra vida no escapan a la mirada atenta y amorosa de Dios, como no escapaban los sucesos de la vida de su Hijo. Todo lo que nos pasa, encierra un sentido que debemos comprender y también construir, con nuestra libre correspondencia, aunque de primeras nos parezcan dolorosos.

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Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre.””

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Solemnidad · Se reza el Te Deum

El Señor Dios le dará el trono de David, su padre En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: “Ve y dile a mi siervo David: “Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza.

Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 1,16.1821.24a R/. Gloria a ti, Señor

Oración para Hoy

Primera lectura. libro 2 Samuel 7,4-5a.12-14a.16


Primera lectura. libro de Jeremías 11,18-20

El Señor me instruyó, y comprendí, me explicó todas sus intrigas. Yo, como manso cordero, era llevado al matadero; desconocía los planes que estaban urdiendo contra mí: «Talemos el árbol en su lozanía, arranquémoslo de la tierra de los

vivos, que jamás se pronuncie su nombre». Señor del universo, que juzgas rectamente, que examinas las entrañas y el corazón, deja que yo pueda ver cómo te vengas de ellos, pues a ti he confiado mi causa. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

V/. Señor, Dios mío, a ti me acojo, / líbrame de mis perseguidores y sálvame; / que no me atrapen como leones / y me desgarren sin remedio. R/. V/. Júzgame, Señor, según mi justicia, / según la inocencia que

hay en mí. / Cese la maldad de los culpables, / y apoya tú al inocente, / tú que sondeas el corazón y las entrañas, / tú, el Dios justo. R/. V/. Mi escudo es Dios, / que salva a los rectos de corazón. / Dios es un juez justo, / Dios amenaza cada día. R/.

También hoy, queridos hermanos y hermanas, nuestra alegría es compartir esta fe y responder juntos al Señor Jesús: “Tú eres para nosotros el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. Nuestra alegría también es ir a contracorriente e ir más allá de la opinión corriente, que, como entonces, no logra ver en Jesús más que a un profeta o un maestro. Nuestra alegría es reconocer en Él la presencia de Dios, el enviado del Padre, el Hijo que vino para ser instrumento de salvación para la humanidad. Esta profesión de fe proclamada por Simón Pedro es también para nosotros. La misma no representa sólo el fundamento de nuestra salvación, sino también el camino a través del cual ella se realiza y la meta a la cual tiende. En la raíz del misterio de la salvación está, en efecto, la voluntad de un Dios misericordioso, que no se quiere rendir ante la incomprensión, la culpa y la miseria del hombre, sino que se dona a él hasta llegar a ser Él mismo hombre para ir al encuentro de cada persona en su condición concreta.

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 7,40-53 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: «Este es de verdad el profeta». Otros decían: «Este es el Mesías». Pero otros decían: «¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?». Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima. Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: «¿Por qué no lo habéis traído?». Los guardias respondieron: «Jamás ha hablado nadie como ese

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hombre». Los fariseos les replicaron: «También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos». Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: «¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?». Ellos le replicaron: «¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas». Y se volvieron cada uno a su casa. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Oración para Hoy

Feria

Salmo Responsorial, 7 R/. Señor, Dios. mío, a ti me acojo

Reflexión del Evangelio

Meditación del Papa Francisco

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4ª Semana de Cuaresma – 4ª del Salterio

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Sábado · Morado

Mar

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Cf. Sal 42, 1-2 Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa contra gente sin piedad; sálvame del hombre traidor y malvado, porque tú eres mi Dios y mi fortaleza.

Oración Colecta

Te pedimos, Señor Dios nuestro, que, con tu ayuda, avancemos animosamente hacia aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo. Por nuestro Señor Jesucristo.

Primera lectura. Profeta Jeremías 31,31-34 Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor –oráculo del Señor–. Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días –oráculo del Señor–: Meteré

mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: “Reconoce al Señor.” Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande –oráculo del Señor–, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 50 R/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro Misericordia, Dios mío, por tu bondad, / por tu inmensa compasión borra mi culpa; / lava del todo mi delito, / limpia mi pecado. R/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, / renuévame por dentro con espíritu firme; / no me arrojes

lejos de tu rostro, / no me quites tu santo espíritu. R/. Devuélveme la alegría de tu salvación, / afiánzame con espíritu generoso: / enseñaré a los malvados tus caminos, / los pecadores volverán a ti. R/.

Segunda lectura Carta a los Hebreos 5,7-9 Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando es su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a

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la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 12, 20-33 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, quisiéramos ver a Jesús.» Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este. mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.

Antífona de Comunión

Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre.» Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo.» La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí.» Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Jn 12, 24-25 En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.

Reflexión del Evangelio

Meditación del Papa

Por lo que concierne al Señor, esta es la parábola de su propio misterio. Él mismo es el grano de trigo venido de Dios, el grano de trigo divino, que se deja caer en tierra, que se deja romper en la muerte y, precisamente de esta forma, se abre y puede dar fruto en todo el mundo. Ya no se trata sólo de un encuentro con esta o aquella persona por un momento. Ahora, en cuanto resucitado, es “nuevo” y rebasa los límites espaciales y temporales. Ahora llega de verdad a los griegos. Ahora se les muestra y habla con ellos, y ellos hablan con él; así nace la fe, crece la Iglesia a partir de todos los pueblos, la comunidad de Jesucristo resucitado, que se convertirá en su cuerpo vivo, fruto del grano de trigo. En esta parábola encontramos también una referencia al misterio de la Eucaristía: él, que es el grano de trigo, cae en tierra y muere (Benedicto XVI,

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Antífona de Entrada

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5ª Semana de Cuaresma – 1ª del Salterio

Oración para Hoy

Domingo · Morado

Mar


Feria

En aquellos días, la asamblea condenó a muerte a Susana. Ella dijo gritando: «Dios eterno, que ves lo escondido, que lo sabes todo an­tes de que suceda, Tú sabes que han dado falso testimonio contra mí, y ahora tengo que morir, siendo inocente de lo que su mal­dad ha inventado contra mí». El Señor la escuchó. Mientras la llevaban para ejecutarla, Dios movió con su san­ta inspiración a un muchacho llamado Daniel; éste dio una gran voz: «¡No soy responsable de ese homicidio!» Toda la gente se volvió a mirarlo, y le preguntaron: «¿Qué pasa, qué estás diciendo?» Él, plantado en medio de ellos, les contestó: «Pero, ¿estáis locos, israelitas? ¿Conque, sin discutir la causa ni apurar los hechos, condenáis a una hija de Israel? Volved al tribunal, porque ésos han dado falso testimonio contra ella». La gente volvió a toda prisa, y los ancianos le dijeron: «Ven, siéntate con nosotros y explícate, porque Dios mis­mo te ha nombrado anciano». Daniel les dijo: «Separadlos lejos uno del otro, que los voy a interrogar yo». Los apartaron, él llamó a uno y le dijo: «¡Envejecido en años y en crímenes! Ahora vuelven tus pecados pasados, cuando dabas sentencias injustas condenando inocentes y absolviendo culpables, contra el

mandato del Señor: “No matarás al inocente ni al justo”. Ahora, puesto que tú la vis­te, dime debajo de qué árbol los viste abrazados». Él respondió: «Debajo de una acacia». Respondió Daniel: «Tu calumnia se vuelve contra ti. El ángel de Dios ha recibido la sentencia divina y te va a partir por medio». Lo apartó, mandó traer al otro y le dijo: «¡Hijo de Canaán, y no de Judá! La belleza te sedujo y la pasión pervirtió tu corazón. Lo mismo hacíais con las mujeres israelitas, y ellas, por miedo, se acostaban con vosotros; pero una mujer judía no ha tolerado vuestra maldad. Ahora dime: ¿bajo qué árbol los sorprendiste abrazados?» Él contestó: «Debajo de una encina». Replicó Daniel: «Tu calumnia se vuelve contra ti. El ángel de Dios aguar­da con la espada para dividirte por medio. Y así acabará con vosotros». Entonces toda la asamblea se puso a gritar bendiciendo a Dios, que salva a los que esperan en Él. Se alzaron contra los dos ancianos a quienes Daniel había dejado convictos de falso testimonio por su propia confesión. Según la ley de Moisés, les aplicaron la pena que ellos habían tramado contra su prójimo y los ajusticiaron. Aquel día se salvó una vida inocente. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 22 R/. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo V/. El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar; / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas. R/.

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V/. Me guía por el sendero justo, / por el honor de su nombre. / Aunque camine por cañadas oscuras, / nada temo, porque tú vas conmigo: / tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

V/. Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con perfume, y mí copa rebosa. R/.

V/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré en la casa del Señor / por años sin término. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 8, 12-20 R/.

Gloria a ti, Señor

En aquel tiempo, Jesús habló a los fariseos, diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida». Le dijeron los fariseos: «Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es verdadero». Jesús les contestó: «Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y adónde voy; en cambio, vosotros no sabéis de dónde vengo ni adónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie; y, si juzgo yo, mi juicio es legítimo, porque no estoy yo solo, sino yo y e! que me ha enviado, el Padre; y en vuestra ley está escrito que el testimonio de

dos hombres es verdadero. Yo doy testimonio de mí mismo, y además da testimonio de mí el que me ha enviado, el Padre». Ellos le preguntaban: «Dónde está tu Padre?». Jesús contestó: «Ni me conocéis a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre». Jesús tuvo esta conversación junto al arca de las ofrendas, cuando enseñaba en el templo. Y nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

Jesús nos pide, nos invita a que dejemos entrar luz a nuestro corazón, buen momento lo que nos queda de esta cuaresma. No te dejes ganar por la oscuridad y no te acostumbres a vivir en la mentira. Es fácil vivir en mentira y dejar de lado a Jesús. Cuando uno tiene un encuentro con Cristo está llamado a contarlo, a participar de ellos a los demás, respetando siempre la libertad personal y sobre todo no dar una imagen negativa del Señor. En este mundo se necesita dar más testimonio, en lo cotidiano, en tu trabajo, en la política, en la sociedad, comportándonos con honestidad y sencillez. Dios cuenta con nosotros. Aprovechemos este tiempo que queda para conocer a Dios y prepara tu corazón para encontrar a Dios, planifica la Semana Santa no para dónde ir a conocer sino dónde meterte en ti para conocerte mejor, iluminado por la luz de la fe.

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Primera lectura. Libro de Daniel 13, 41c-62

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22

5ª Semana de Cuaresma – 1ª del Salterio

Oración para Hoy

Lunes · Morado

Mar


En aquellos días, desde el monte Hor se encaminaron los hebreos hacia el mar Rojo, rodeando el territorio de Edón. El pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náuseas ese pan sin sustancia». El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:

«Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes». Moisés rezó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: «Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla». Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Feria

Salmo Responsorial, 101 R/. Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti V/. Señor, escucha mi oración, / que mi grito llegue hasta ti; / no me escondas tu rostro / el día de la desgracia. / Inclina tu oído hacia mí; / cuando te invoco, / escúchame enseguida. R/. V/. Los gentiles temerán tu nombre, / los reyes del mundo, tu gloria. / Cuando el Señor reconstruya Sión / y aparezca en su gloria, / y se vuelva a las súplicas

de los indefensos, / y no desprecie sus peticiones. R/. V/. Quede esto escrito para la generación futura, / y el pueblo que será creado alabará al Señor. / Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario, / desde el cielo se ha fijado en la tierra, / para escuchar los gemidos de los cautivos / y librar a los condenados a muerte. R/.

vuestros pecados». Ellos le decían: «¿Quién eres tú?». Jesús les contestó: «Lo que os estoy diciendo desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él». Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús:

«Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que “Yo soy”, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada». Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros». Y los judíos comentaban: «¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: “Donde yo voy no podéis venir

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vosotros”?». Y él les dijo: «Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que Yo soy, moriréis en

V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

Meditación del Papa Benedicto XVI

Y es siempre Jesús quien tiene que ayudarnos a entender una y otra vez que el poder de Dios es diferente, que el Mesías tiene que entrar en la gloria y llevar a la gloria a través del sufrimiento. En el segundo coloquio, después de que Judas ha salido y se ha proclamado el mandamiento nuevo, se pasa al tema del martirio. Esto aparece bajo la palabra clave “irse”, “ir hacia”. Según Juan, Jesús habló en dos ocasiones de su “irse” donde los judíos no podían ir. Quienes lo escuchaban trataron de adivinar el sentido de esto y avanzaron dos suposiciones. En un caso dijeron: «¿Se irá a los que viven dispersos entre los griegos para enseñar a los griegos?». En otro, comentaron: «Será que va a suicidarse?». En ambas suposiciones se barrunta algo verdadero y, sin embargo, fallan radicalmente en la verdad fundamental. Sí, su irse es un ir a la muerte, pero no en el sentido de darse muerte a sí mismo, sino de transformar su muerte violenta en la libre entrega de su propia vida»

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Lectura del Santo evangelio según, San Juan 8,21-30 R/. Gloria a ti, Señor

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Primera lectura. Libro de los Números 21,4-9

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23

5ª Semana de Cuaresma – 1ª del Salterio

Oración para Hoy

Martes · Morado

Mar


Feria

En aquellos días, el rey Nabucodonosor dijo: «¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abdénago, que no teméis a mis dioses ni adoráis la estatua de oro que he erigido? Mirad: si al oír tocar la trompa, la flauta, la cítara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos, estáis dispuestos a postraros adorando la estatua que he hecho, hacedlo; pero, si no la adoráis, seréis arrojados inmediatamente al horno encendido, y ¿qué dios os librará de mis manos?». Sidrac, Misac y Abdénago contestaron al rey Nabucodonosor: «A eso no tenemos por qué responderte. Si nuestro Dios a quien veneramos puede librarnos del horno encendido, nos librará, oh rey, de tus manos. Y aunque no lo hiciera, que te conste, majestad, que no veneramos a tus dioses ni adoramos la estatua de oro que has erigido». Entonces Nabucodonosor, furioso contra Sidrac, Misac y Abdénago, y con el rostro desencajado por la

rabia, mandó encender el horno siete veces más fuerte que de costumbre, y ordenó a sus soldados más robustos que atasen a Sidrac, Misac y Abdénago y los echasen en el horno encendido. Entonces el rey Nabucodonosor se alarmó, se levantó y preguntó, estupefacto, a sus consejeros: «¿No eran tres los hombres que atamos y echamos al horno?». Le respondieron: «Así es, majestad». Preguntó: «Entonces, ¿cómo es que veo cuatro hombres, sin atar, paseando por el fuego sin sufrir daño alguno? Y el cuarto parece un ser divino». Nabucodonosor, entonces, dijo: «Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago, que envió un ángel a salvar a sus siervos, que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y entregaron sus cuerpos antes que venerar y adorar a otros dioses fuera del suyo». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, Dn 3,52.53.54.55.56 R/. A ti gloria y alabanza por los siglos V/. Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres. / Bendito tu nombre, santo y glorioso. R/.

V/. Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas los abismos. R/.

V/. Bendito eres en el templo de tu santa gloria. R/.

V/. Bendito eres en la bóveda del cielo. R/.

V/. Bendito eres sobre el trono de tu reino. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 8,31-42 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:

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«Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos;

conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres». Le replicaron: «Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Seréis libres”?». Jesús les contestó: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre». Ellos replicaron:

«Nuestro padre es Abrahán». Jesús les dijo: «Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre». Le replicaron: «Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios». Jesús les contestó: «Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera lectura. profecía de Daniel 3,14-20.91-92.95

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5ª Semana de Cuaresma – 1ª del Salterio

Reflexión del Evangelio Meditación del Papa Francisco Los doctores de la ley no entendían la alegría de la promesa; no entendían la alegría de la esperanza; no entendían la alegría de la alianza. ¡No entendían! No sabían ser felices, porque habían perdido el sentido de la felicidad, que solamente viene de la fe. Nuestro padre Abraham ha sido capaz de ser feliz porque tenía fe: se ha hecho justo en la fe. Estos habían perdido la fe. ¡Eran doctores de la ley, pero sin fe! Y aún más: ¡habían perdido la ley! Porque el centro de la ley es el amor, el amor por Dios y por el prójimo. […] Esta es la vida sin fe en Dios, sin confianza en Dios, sin esperanza en Dios. Y su corazón estaba petrificado. De este modo es triste ser creyente, sin alegría, y no hay alegría cuando no hay fe, cuando no hay esperanza, cuando no hay ley, sino solamente las prescripciones, la doctrina fría. La alegría de la fe, la alegría del Evangelio es el criterio de la fe de una persona. Sin alegría esta persona no es un verdadero creyente. Abraham, vuestro padre, exultó en la esperanza de ver mi día. Lo vio y se llenó de alegría. Les exhorto a pedir al Señor la gracia de ser exultantes en la esperanza, la gracia de poder ver el día de Jesús cuando nos encontremos con Él y la gracia de la alegría.

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Oración para Hoy

Miércoles · Morado

Mar


El 25 de marzo, la Iglesia celebra el anuncio del cumplimiento de las promesas de salvación. Es la fiesta de la Encarnación: el Hijo eterno del Padre entra en la historia; se hace hombre en la carne de María, una muchacha humilde del pueblo de Israel. Los antiguos padres de la Iglesia gustaron de comparar a María con Eva. Es bien conocido el texto de San Ireneo en el que afirma que ‘el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María». Otros, como San Jerónimo o San Juan Crisóstomo, repitieron una y otra vez que si »la muerte vino por Eva, la vida nos vino por María».

Primera lectura. Lectura del libro de Isaías 7,10-14;8,10 Mirad: la virgen está encinta En aquel tiempo, el Señor habló a Acaz: “Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.” Respondió Acaz: “No la pido, no quiero tentar al Señor.” Entonces dijo Dios: “Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los

hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”.” V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Solemnidad · Se reza el Te Deum

Salmo Responsorial, 39 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, / y, en cambio, me abriste el oído; / no pides sacrificio expiatorio, / entonces yo digo: “Aquí estoy.” R/. “-Como está escrito en mi libro- / para hacer tu voluntad.” / Dios mío, lo quiero, / y llevo tu ley en las entrañas. R/.

He proclamado tu salvación / ante la gran asamblea; / no he cerrado los labios: / Señor, tú lo sabes. R/. No me he guardado en el pecho tu defensa, / he contado tu fidelidad y tu salvación, / no he negado tu misericordia y tu lealtad / ante la gran asamblea. R/.

Segunda lectura. Hebreos 10,4-10 La Solemnidad de la Anunciación se celebra nueve meses antes de la Navidad. Si se analiza la historia, María “no la tuvo fácil”. Ella estaba comprometida con José y ciertamente esta decisión de concebir al Hijo de Dios trajo inestabilidad. Tanto así que el justo José decidió repudiarla en secreto para que los dos no tuvieran muchos problemas. María, además, era joven y pobre, pero confiaba en la Providencia de Dios. Por lo tanto el Señor interviene y el ángel en sueños le habla a José, quien acepta el plan de Dios, obteniendo así el privilegio de ser padre de Jesús en la tierra y de formar la Sagrada Familia con María. Que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica? 484 La Anunciación a María inaugura “la plenitud de los tiempos”Ga 4, 4, es decir, el cumplimiento de las promesas y de los preparativos. María es invitada a concebir a aquel en quien habitará “corporalmente la plenitud de la divinidad” Col 2, 9. La respuesta divina a su “¿cómo será esto, puesto que no conozco varón?” Lc 1, 34 se dio mediante el poder del Espíritu: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti” Lc 1, 35.

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Está escrito en el libro: “Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad” Hermanos: Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados. Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: “Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: “Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.”” Primero dice: “No

quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias”, que se ofrecen según la Ley. Después añade: “Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.” Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 1,26-38 R/. Gloria a ti, Señor Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad

de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba

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ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR

5ª Semana de Cuaresma – 1ª del Salterio

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25

Jueves · Blanco

Oración para Hoy

Mar


Jueves

Reflexión del Evangelio

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Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo Meditación del Papa Francisco

La voluntad de Dios es la ley suprema que establece la verdadera pertenencia a Él. María instaura un vínculo de parentesco con Jesús antes aún de darle a luz: se convierte en discípula y madre de su Hijo en el momento en que acoge las palabras del Ángel y dice: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Este ““hágase” no es sólo aceptación, sino también apertura confiada al futuro. ¡Este “hágase” es esperanza! María es la madre de la esperanza, la imagen más expresiva de la esperanza cristiana. Toda su vida es un conjunto de actitudes de esperanza, comenzando por el “sí” en el momento de la anunciación. María no sabía cómo podría llegar a ser madre, pero confió totalmente.» Conéctate y sintonízanos por los siguientes cable-operadores:

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El ángel le contestó: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.” María contestó: “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.” Y la dejó el ángel. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

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Oración para Hoy

María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.” Y María dijo al ángel: “¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?”

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Feria - Día Penitencial · Abstinencia

Oía la acusación de la gente: «“Pavor-en-torno”, delatadlo, vamos a delatarlo». Mis amigos acechaban mi traspié: «A ver si, engañado, lo sometemos y podemos vengarnos de él». Pero el Señor es mi fuerte defensor: me persiguen, pero tropiezan impotentes. Acabarán avergonzados de su fracaso, con sonrojo eterno que no

se olvidará. Señor del universo, que examinas al honrado y sondeas las entrañas y el corazón, ¡que yo vea tu venganza sobre ellos, pues te he encomendado mi causa! Cantad al Señor, alabad al Señor, que libera la vida del pobre de las manos de gente perversa. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 17 R/. En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó V/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; / Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/. V/. Dios mío, peña mía, refugio mío, / escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. / Invoco al Señor de mi alabanza / y quedo libre de mis enemigos. R/.

V/. Me cercaban olas mortales, / torrentes destructores me aterraban, / me envolvían las redes del abismo, / me alcanzaban los lazos de la muerte. R/. V/. En el peligro invoqué al Señor, / grité a mi Dios: / desde su templo él escuchó mi voz, / y mi grito llegó a sus oídos. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 10,31-42 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús. Elles replicó: «Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?». Los judíos le contestaron: «No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios». Jesús les replicó: «¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: sois dioses”? Si la

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Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre». Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos.

Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: «Juan no hizo ningún signo; pero

todo lo que Juan dijo de este era verdad». Y muchos creyeron en él allí. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

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Primera lectura. Libro de Jeremías 20,10-13

Meditación del Papa Francisco

Esta palabra introduce en la dinámica de la fe, que es una relación: la relación entre la persona humana, todos nosotros, y la persona de Jesús, donde el Padre juega un papel decisivo, y naturalmente, también el Espíritu Santo, que está implícito aquí. No basta encontrar a Jesús para creer en Él, no basta leer la Biblia, el Evangelio, eso es importante ¿eh?, pero no basta. No basta ni siquiera asistir a un milagro, como el de la multiplicación de los panes. Muchas personas estuvieron en estrecho contacto con Jesús y no le creyeron, es más, también lo despreciaron y condenaron. Y yo me pregunto: ¿por qué, esto? ¿No fueron atraídos por el Padre? No, esto sucedió porque su corazón estaba cerrado a la acción del Espíritu de Dios. Y si tú tienes el corazón cerrado, la fe no entra. Dios Padre siempre nos atrae hacia Jesús. Somos nosotros quienes abrimos nuestro corazón o lo cerramos. En cambio la fe, que es como una semilla en lo profundo del corazón, florece cuando nos dejamos “atraer” por el Padre hacia Jesús, y “vamos a Él” con ánimo abierto, con corazón abierto, sin prejuicios; entonces reconocemos en su rostro el rostro de Dios y en sus palabras la palabra de Dios, porque el Espíritu Santo nos ha hecho entrar en la relación de amor y de vida que hay entre Jesús y Dios Padre. Y ahí nosotros recibimos el don, el regalo de la fe. (Homilía de S.S. Francisco)

Oraciones de la mañana:

Ofrecimiento de obras.

Te doy gracias, Dios mío, por haberme creado, redimido, hecho cristiano y conservado la vida. Te ofrezco mis pensamientos, palabras y obras de este día. No permitas que Te ofenda y dame fortaleza para huir de las ocasiones de pecar. Haz que crezca mi amor hacia Ti y hacia los demás.

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5ª Semana de Cuaresma – 1ª del Salterio

Oración para Hoy

Viernes · Morado

Mar


Feria

Esto dice el Señor Dios: «Recogeré a los hijos de Israel de entre las naciones adonde han ido, los reuniré de todas partes para llevarlos a su tierra. Los hará una sola nación en mi tierra, en los montes de Israel. Un solo rey reinará sobre todos ellos. Ya no serán dos naciones ni volverán a dividirse en dos reinos. No volverán a contaminarse con sus ídolos, sus acciones detestables y todas sus transgresiones. Los liberaré de los lugares donde habitan y en los cuales pecaron. Los purificaré; ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Mi siervo David será su rey, el único pastor de todos ellos. Caminarán

según mis preceptos, cumplirán mis prescripciones y las pondrán en práctica. Habitarán en la tierra que yo di a mi siervo Jacob, en la que habitaron sis padres: allí habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre, y mi siervo David será su príncipe para siempre. Haré con ellos una alianza de paz, una alianza eterna. Los estableceré, los multiplicaré y pondré entre ellos mi santuario para siempre; tendré mi morada junto a ellos, yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y reconocerán las naciones que yo soy el Señor que consagra Israel, cuando esté mi santuario en medio de ellos para siempre». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, Jr 31,10.11-12ab.13 R/. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño V/. Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, / anunciadla a las islas remotas: / «El que dispersó a Israel lo reunirá, / lo guardará como un pastor a su rebaño. R/. V/. Porque el Señor redimió a Jacob, / lo rescató de una mano más fuerte». / Vendrán con

aclamaciones a la altura de Sión, / afluirán hacia los bienes del Señor. R/. V/. Entonces se alegrará la doncella en la danza, / gozarán los jóvenes y los viejos; / convertiré su tristeza en gozo, / los alegraré y aliviaré sus penas. R/.

«Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera». Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no solo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos. Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada

Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: «¿Qué os parece? ¿Vendrá a la fiesta?». Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

Meditación del Papa Benedicto XVI

Hemos dicho que Jesús, en su anuncio y en toda su obra, había inaugurado un reino no político del Mesías y comenzado a deslindar los dos ámbitos hasta ahora inseparables. Pero esta separación entre política y fe, entre pueblo de Dios y política, que forma parte esencial de su mensaje, sólo era posible en última instancia a través de la cruz: sólo mediante la pérdida verdaderamente absoluta de todo poder externo, del ser despojadoradicalmente en la cruz, la novedad se hacía realidad. Sólo mediante la fe en el Crucificado, en Aquel que es desposeído de todo poder terrenal, y por eso enaltecido, aparece también la nueva comunidad, el modo nuevo en que Dios domina en el mundo. Pero eso significa que la cruz respondía a una “necesidad” divina y que Caifás, con su decisión, fue en último análisis el ejecutor de la voluntad de Dios, aun cuando su motivación personal fuera impura y no respondiera a la voluntad de Dios, sino a sus propias miras egoístas»

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 11,45-57 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos

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convocaron el Sanedrín y dijeron: «¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación». Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo:

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Primera lectura. Profecía de Ezequiel 37,21-28

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5ª Semana de Cuaresma – 1ª del Salterio

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Oración para Hoy

Sábado · Morado

Mar


EN LA PASIÓN DEL SEÑOR

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E

l Domingo de Ramos es una celebración humilde que abre la puerta a los siete días en los que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Jerusalén, a donde Jesús quiso entrar montado en un asno, es la ciudad de la Pasión, narrada en los Evangelios. El Domingo de Ramos es el sexto y último domingo de Cuaresma y el comienzo de la Semana Santa, un domingo del más alto rango, en el que no se permite siquiera conmemoración de ningún tipo en la Misa. En el derecho común marca el comienzo de los deberes de la Pascua. El misal romano señala la estación de San Juan de Letrán, antes de septiembre de 1870, el Papa realizaba la ceremonia allí. Las ceremonias principales del día son la bendición de las palmas, la procesión, la Misa, y, durante la Misa, el canto de la Pasión. La bendición de las palmas sigue un ritual similar al de la Misa. En las ramas de las palmas del altar se colocan entre las velas en lugar de flores se utilizan habitualmente. En medio de los candeleros sobre el altar, se colocan ramas de palmas en lugar de las flores usadas de ordinario. Las palmas a ser bendecidas están sobre una mesa al lado de la epístola o, en las catedrales, entre el trono y el altar. El obispo lleva a cabo la ceremonia desde el trono, el sacerdote en el lado de la Epístola del altar.

INICIA LA SEMANA SANTA

L

a Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua. La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra.

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Una antífona, “¡Hosanna al Hijo de David!” es seguida por una oración. Se lee la epístola de Éxodo 15,27 – 16,7, la cual narra la murmuración de los hijos de Israel en el desierto de Sin, y suspirando por las ollas de Egipto, y les da la promesa de que les enviará maná como alimento del cielo. El gradual contiene las palabras proféticas pronunciadas por el sumo sacerdote Caifás “que era necesario que un hombre muera por el pueblo”; y otro la oración de Cristo en el Huerto de los Olivos para que pasara ese cáliz; también su exhortación a los discípulos a velar y a orar. El Evangelio, tomado de San Mateo, 16,1-9, describe la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén cuando el pueblo cortaba ramas de los árboles y las tendían a su paso, gritando: “¡Hosanna al Hijo de David, bendito es el que viene en el nombre del Señor”. En las Misas privadas este Evangelio se lee al final de la Misa en lugar del de San Juan. A continuación sigue un discurso, un prefacio, el Santo y el Benedictus.

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Domingo · Rojo

Oración para Hoy

Mar


Domingo

Oración Colecta

Dios todopoderoso y eterno, que hiciste que nuestro Salvador se encarnase y soportara la cruz para que imitemos su ejemplo de humildad, concédenos, propicio, aprender las enseñanzas de la pasión y participar de la resurrección gloriosa. Por nuestro Señor Jesucristo.

Primera lectura. Libro de Isaías 50,4-7

Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído; y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que

mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 21 R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Al verme, se burlan de mí, hacen visajes, / menean la cabeza: «Acudió al Señor, / que lo ponga a salvo; / que lo libre, si tanto lo quiere.» R/.

Se reparten mi ropa, / echan a suertes mi túnica. / Pero tú, Señor, no te quedes lejos; / fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R/.

Me acorrala una jauría de mastines, / me cerca una banda de malhechores; / me taladran las manos y los pies, / puedo contar mis huesos. R/.

Contaré tu fama a mis hermanos, / en medio de la asamblea te alabaré. / Fieles del Señor, alabadlo; linaje de Jacob, glorificadlo; / temedlo, linaje de Israel. R/.

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Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios

lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Lectura del Santo evangelio según, San Marcos 15,1-39 R/. Gloria a ti, Señor C. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, y, atando a jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó: S. «¿Eres tú el rey de los judíos?» C. Él respondió: + «Tú lo dices.» C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo: S. «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti.» C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó: S. «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?» C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la

palabra y les preguntó: S. «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?» C. Ellos gritaron de nuevo: S. «¡Crucifícalo!» C. Pilato les dijo: S. «Pues ¿qué mal ha hecho?» C. Ellos gritaron más fuerte: S. «¡Crucifícalo!» C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio– y reunieron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo: S. «¡Salve, rey de los judíos!» C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Y a uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota que quiere decir lugar de

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Sal 23, 9-10 Seis días antes de la solemnidad de la Pascua, cuando Jesús iba a la ciudad de Jerusalén, salieron a su encuentro los niños: en las manos tomaron ramos y aclamaban gritando: Hosanna en las alturas: Bendito tú que viniste con abundante misericordia. Portones, alzad los dinteles, que se alcen las puertas eternales: va a entrar el Rey de la gloria. ¿Quién es ese Rey de la gloria? El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria. Hosanna en las alturas: Bendito tú que viniste con abundante misericordia.

Segunda lectura Carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2,6-11

Oración para Hoy

Antífona de Entrada

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DOMINGO DE RAMOS - 2ª del Salterio


V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Antífona de Comunión Mt 26, 42 Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.

Reflexión del Evangelio

La misa de este domingo tiene tres lecturas, y es muy recomendable que se lean las tres, a no ser que algún motivo pastoral aconseje lo contrario. Dada la importancia de la lectura de la historia de la pasión de Señor, el sacerdote, teniendo en cuenta la índole peculiar de cada asamblea en concreto, podrá leer, si es necesario, una sola de las dos lecturas que preceden al evangelio, o bien leer únicamente la historia de la pasión, incluso en su forma más breve. Estas normas sólo tienen aplicación en las misas celebradas con la participación del pueblo Jesús vuelve a entrar en Jerusalén. Hoy, en tantas partes del mundo, nos reuniremos como pueblo para recibir a nuestro humilde Rey con ramos de olivos. Hoy, volveremos a alabar a Dios Padre por la presencia milagrosa de Jesús en nuestras vidas.

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Primera lectura. Libro de Isaías 42,1-7

Así dice el Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas. Esto dice el Señor, Dios, que crea

y despliega los cielos, consolidó la tierra con su vegetación, da el respiro al pueblo que la habita y el aliento a quienes caminan por ella: «Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te cogí de la mano, te he formé e hice de ti alianza de un pueblo y luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la cárcel, de la prisión a los que habitan en tinieblas». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 26 R/. El Señor es mi luz y mi salvación El Señor es la defensa de mí vida, / ¿quién me hará temblar? R/. Cuando me asaltan los malvados / para devorar mi carne, ellos, enemigos y adversarios, tropiezan y caen. R/.

Si un ejército acampa contra mí, / mi corazón no tiembla; / si me declaran la guerra, / me siento tranquilo. R/. Espero gozar de la dicha del Señor / en el país de la vida. / Espera en el Señor, sé valiente, / ten ánimo, espera en el Señor. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 12,1-11 R/. Gloria a ti, Señor Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: «¿Por qué no se ha vendido este

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crucificados con él lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media tarde, jesús clamó con voz potente: + «Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.» C. Que significa: + «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían: S. «Mira, está llamando a Elías.» C. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo: S. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.» C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo: S. «Realmente este hombre era Hijo de Dios.»

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«la Calavera», y le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos.» Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Lo consideraron como un malhechor.» Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: S. «¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.» C. Los sumos sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo: S. «A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.» C. También los que estaban

Lunes · Morado

Mar

perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?». Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando. Jesús dijo: - «Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis». Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también

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Oración para Hoy

DOMINGO DE RAMOS - 2ª del Salterio


V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

Feria Privilegiada

Meditación del Papa Benedicto XVI

Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron”: al acto de María se contraponen la actitud y las palabras de Judas, quien, bajo el pretexto de la ayuda a los pobres oculta el egoísmo y la falsedad del hombre cerrado en sí mismo, encadenado por la avidez de la posesión, que no se deja envolver por el buen perfume del amor divino. Judas calcula allí donde no se puede calcular, entra con ánimo mezquino en el espacio reservado al amor, al don, a la entrega total. Y Jesús, que hasta aquel momento había permanecido en silencio, interviene a favor del gesto de María: “Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura”. Jesús comprende que María ha intuido el amor de Dios e indica que ya se acerca su “hora”, la “hora” en la que el Amor hallará su expresión suprema en el madero de la cruz: el Hijo de Dios se entrega a sí mismo para que el hombre tenga vida, desciende a los abismos de la muerte para llevar al hombre a las alturas de Dios, no teme humillarse “haciéndose obediente hasta la muerte y una muerte de cruz”. San Agustín, en el Sermón en el que comenta este pasaje evangélico, nos dirige a cada uno, con palabras apremiantes, la invitación a entrar en este circuito de amor, imitando el gesto de María y situándonos concretamente en el seguimiento de Jesús. Escribe san Agustín: “Toda alma que quiera ser fiel, únase a María para ungir con perfume precioso los pies del Señor... Unja los pies de Jesús: siga las huellas del Señor llevando una vida digna. Seque los pies con los cabellos: si tienes cosas superfluas, dalas a los pobres, y habrás enjugado los pies del Señor”»

Sintoniza nuestra señal en:

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Primera lectura. Libro de Isaías 49,1-6

Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: El Señor me llamó desde el vientre materno, de las entrañas de mi madre, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: - «Tú eres mi siervo, Israel, por medio de ti me glorificaré». Y yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas». En realidad el Señor defendía mi causa, mi

recompensa la custodiaba Dios. Y ahora dice el Señor,el que me formó desde el vientre como siervo suyo, para que le devolvise a Jacob, para que le reuniera a Israel; he sido glorificado a los ojos de Dios. Y mi Dios era mi fuerza: - «Es poco que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de vuelta a los supervivientes de Israel. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

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muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.

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para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque

Martes · Morado

Mar

Salmo Responsorial, 70 R/. Mi boca contará tu salvación, Señor A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; / tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, / inclina a mí tu oído, y sálvame. R/. Sé tú mi roca de refugio, / el alcázar donde me salve, / porque mi peña y mi alcázar eres tú. / Dios mío, líbrame de la mano perversa. R/.

Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza / y mi confianza, Señor, desde mi juventud. / En el vientre materno ya me apoyaba en ti, / en el seno tú me sostenías. R/. Mi boca contará tu justicia, / y todo el día tu salvación. / Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Juan 13,21-33.36-38 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su espíritu y dio testimonio diciendo: - «En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar». Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía. Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por

quién lo decía. Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: - «Señor, ¿quién es?». Le contestó Jesús: - «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado». Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: - «Lo que vas hacer, hazlo pronto». Ninguno de los comensales

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Oración para Hoy

LUNES SANTO – 2ª Semana del Salterio


Feria Privilegiada

V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión del Evangelio

Meditación del Papa Francisco

El Cenáculo nos recuerda la despedida del Maestro y la promesa de volver a encontrarse con sus amigos. “Cuando vaya…, volveré y les llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estén también ustedes”. Jesús no nos deja, no nos abandona nunca, nos precede en la casa del Padre y allá nos quiere llevar con Él. Pero el Cenáculo recuerda también la mezquindad, la curiosidad –“¿quién es el traidor?”–, la traición. Y cualquiera de nosotros, y no sólo siempre los demás, puede encarnar estas actitudes, cuando miramos con suficiencia al hermano, lo juzgamos; cuando traicionamos a Jesús con nuestros pecados. El Cenáculo nos recuerda la comunión, la fraternidad, la armonía, la paz entre nosotros. ¡Cuánto amor, cuánto bien ha brotado del Cenáculo! ¡Cuánta caridad ha salido de aquí, como un río de su fuente, que al principio es un arroyo y después crece y se hace grande… Todos los santos han bebido de aquí; el gran río de la santidad de la Iglesia siempre encuentra su origen aquí, siempre de nuevo, del Corazón de Cristo, de la Eucaristía, de su Espíritu Santo. El Cenáculo, finalmente, nos recuerda el nacimiento de la nueva familia, la Iglesia, nuestra santa madre Iglesia jerárquica, constituida por Cristo resucitado»

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Primera lectura. Libro de Isaías 50,4-9a

Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos.

El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará? V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial, 68 R/. Señor, que me escuche tu gran bondad el día de tu favor Por ti he aguantado afrentas, / la vergüenza cubrió mi rostro. / Soy un extraño para mis hermanos, / un extranjero para los hijos de mi madre; / porque me devora el celo de tu templo, / y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R/. La afrenta me destroza el corazón, y desfallezco. / Espero compasión, y no la hay; / consoladores, y no

los encuentro. / En mi comida me echaron hiel, / para mi sed me dieron vinagre. R/. Alabaré el nombre de Dios con cantos, / proclamaré su grandeza con acción de gracias. / Miradlo, los humildes, y alegraos, / buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. / Que el Señor escucha a sus pobres, / no desprecia a sus cautivos. R/.

Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 26,14-25 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, a los sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?» Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo. El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?» Él contestó: «ld a la ciudad, a casa

de Fulano, y decidle: “El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos.”» Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.» Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?»

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Simón Pedro le dijo: - «Señor, ¿a dónde vas?». Jesús le respondió: - «Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde». Pedro replicó: - «Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti». Jesús le contestó: - «¿Con que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces».

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entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche. Cuando salió, dijo Jesús: - «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Me busca¬réis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros: “Donde yo voy, vosotros no podéis ir”»

Míercoles · Morado

Mar

Oración para Hoy

MARTES SANTO – 2ª Semana del Salterio


MIÉRCOLES SANTO – 2ª Semana del Salterio

V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús

Feria Privilegiada

Meditación del Papa Benedicto XVI,

Jesús sabía que incluso entre los doce apóstoles había uno que no creía: Judas. También Judas pudo haberse ido, como lo hicieron muchos discípulos; es más, tendría que haberse ido si hubiese sido honesto. En cambio, se quedó con Jesús. Permaneció no por fe, no por amor, sino con la secreta intención de vengarse del Maestro. ¿Por qué? Debido a que Judas se sintió traicionado por Jesús, y decidió que a su vez lo iba a traicionar. Judas era un zelote, y quería un Mesías triunfante, que guiase una revuelta contra los romanos. Jesús había decepcionado las expectativas. El problema es que Judas no se fue, y su fallo más grave fue la mentira, que es la marca del diablo. Por eso Jesús dijo a los Doce: “Uno de ustedes es un diablo”. Pidamos a la Virgen María, que nos ayude a creer en Jesús, como san Pedro, y a ser siempre honestos con Él y con todos.

juan 14, 27

EN DIRECTO:

Hora Santa 120

La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Ir al Misal

Reflexión del Evangelio

8:00 a 9:00 a.m.

Santa Misa

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nacido.» Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?» Él respondió: «Tú lo has dicho.»

Oración para Hoy

Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber

6:00 a 7:00 a.m.

De lunes a jueves : 8:30 a.m., 12:30 m. y 7:00 p.m. Viernes y sábado y domingo: 7:00 p.m. 12:30 m. y 7:00 p.m. 121


CORONILLA DE LA DIVINA

MISERICORDIA

alabras de Jesús Misericordioso a Santa Faustina sobre la coronilla y cómo rezarla

El viernes 13 de septiembre de 1935, el Señor le reveló a santa Faustina un poderoso medio para obtener la misericordia de Dios para el mundo. Ella lo describió así:

En la noche, cuando estaba en mi celda, vi un Ángel que era el ejecutor de la justicia de Dios. Estaba vestido con una túnica brillante, su cara gloriosamente iluminada y una nube bajo sus pies. En sus manos tenía truenos y relámpagos. Cuando vi las señales de la

ira divina, con las cuales cierto país de la tierra sería castigado de una manera particular, imploraba al Ángel, pero noté enseguida que mis plegarias eran impotentes contra la ira de Dios... En el mismo momento vi a la “Santísima Trinidad”, que irradiaba Majestad y Santidad incomparables. Al mismo tiempo oí interiormente palabras, con las cuales empecé a implorar fervorosamente por la salvación del mundo. Y ¡Oh milagro! el Ángel era impotente contra esta oración y no podía ejecutar el justo castigo. Las palabras con las que imploraba la misericordia de Dios eran las siguientes:

“Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo y Señor Nuestro Jesucristo por nuestros pecados y los pecados del mundo entero. Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. “Cada vez que entres en la capilla, inmediatamente recita la oración que te enseñé ayer”. “Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte”. “A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en vida y especialmente a la hora de la muerte”. “Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta coronilla”. “Escribe: cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso”.

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Ir al índice

P

Esta es la coronilla que Jesús le pidió a santa Faustina introducir a su comunidad y al mundo entero. En 1936, el Padre Miguel Sopocko hizo imprimir esta corona (en la Editorial Cebolski en Cracovia) en el reverso de la estampa con la imagen de la Divina Misericordia que Eugenio Kasimierwsko pintó.

Cómo Rezar la Coronilla 1

P A DRE NU E S TRO

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A V E M A RÍ A

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CRE DO

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GL ORI A

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Decir después

Cuentas del rosario correspondientes al AVEMARÍA:

V. Por su dolorosa Pasión.

5

Decir después

Cuentas del rosario correspondientes al

R. Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

PADRENUESTRO :

Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero.

ORACIÓN FINAL Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. Oh sangre y agua que brotaron del Corazón de Jesús como manantial de misericordia para nosotros, En Ti Confío.

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124 125 Ir al índice


(Santiguarse)

V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia.

los hijos del oprobio serán tus herederos.

Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo.

Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro.

Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero.

¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos:

En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino.

La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito. Caerán los opresores y exultarán los siervos;

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Preces Alabemos a Dios, nuestro Padre, que nos concede ofrecerle el sacrificio de alabanza cuaresmal y supliquémosle diciendo: Ilumínanos, Señor, con tu palabra Dios todopoderoso y compasivo, concédenos el espíritu de oración y de penitencia, y danos un verdadero deseo de amarte a ti y de amar a nuestros hermanos. Concédenos ser constructores de tu reino para que, recapituladas en Cristo todas las cosas, abunde la justicia y la paz en la tierra. Haz que sepamos descubrir la bondad y hermosura de tu creación, para que su belleza se haga alabanza en nuestros labios. Perdónanos por haber ignorado la presencia de Cristo en los pobres, los sencillos y los marginados, y por no haber atendido a tu Hijo en estos hermanos nuestros. Final Señor, Padre santo, que para nuestro bien espiritual nos mandaste dominar nuestro cuerpo mediante la austeridad, ayúdanos a librarnos de la seducción del pecado y a entregarnos al cumplimiento filial de tu santa ley. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas

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Lunes

Lectura Ex 19,4-6a Ya habéis visto cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí; ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse)

V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.

Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito. Caerán los opresores y exultarán los siervos;

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los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que nos dio a su Hijo unigénito, Palabra hecha carne para que vivamos de ella, e invoquémosle diciendo: Que la palabra de Cristo habite en nosotros con toda su riqueza Concédenos escuchar con más frecuencia tu palabra en este tiempo cuaresmal, para que, en la gran solemnidad que se avecina, nos unamos con mayor fervor a Cristo, nuestra Pascua. Que tu Espíritu Santo nos asista, para que seamos testigos de tu verdad y de tu bondad ante los vacilantes y equivocados. Concédenos vivir más profundamente el misterio de Cristo, para que podamos dar testimonio de él con más fuerza y claridad. En este tiempo de penitencia, Señor, renueva y purifica a tu Iglesia, para que se manifieste con más claridad como signo de salvación. Final Señor, vela con amor continuo sobre tu Iglesia, y pues sin tu ayuda no puede sostenerse lo que se cimienta en la debilidad humana, protege a tu Iglesia en el peligro y mantenla en el camino de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas

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Martes

Lectura Jl 2,12-13 Convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad, y se arrepiente de las amenazas. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito. Caerán los opresores y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos.

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Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que por la acción de su Espíritu purifica nuestros corazones y los llena de su amor, y digámosle: Danos, Señor, tu Espíritu Santo Concédenos, Señor, el espíritu de fe y de acción de gracias, para recibir siempre con gozo lo bueno y soportar con paciencia lo adverso. Haz que busquemos la caridad no únicamente en los acontecimientos importantes, sino, ante todo, en la vida ordinaria. Concédenos observar el ayuno que te agrada, compartiendo nuestro pan con los hambrientos. Danos llevar en nuestro cuerpo la muerte de tu Hijo, tú que nos has vivificado en su cuerpo.

Final Señor, guarda a tu familia en el camino del bien que tú le señalaste, y haz que, protegida por tu mano en sus necesidades temporales, tienda con mayor libertad hacia los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Estas oraciones para cada día, son tomadas delmío oficio la Liturgia de las Horas V/. –Dios ven ende mi Auxilio. (Santiguarse)

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Miércoles

Lectura Dt 7,6.8-9 El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad. Por puro amor vuestro, por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto. Así sabrás que el Señor tu Dios, es Dios: el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor con los que lo aman y guardan sus preceptos, por mil generaciones. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Mar


V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.

Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Celebremos la bondad de Dios, que por Cristo se reveló como Padre nuestro, y digámosle de todo corazón: Acuérdate, Señor, de que somos hijos tuyos Concédenos vivir con toda plenitud el misterio de la Iglesia, a fin de que nosotros y todos los hombres encontremos en ella un sacramento eficaz de salvación. Padre, que amas a todos los hombres, haz que cooperemos al progreso de la comunidad humana y que en todo busquemos tu reino con nuestros esfuerzos. Haz que tengamos hambre y sed de justicia, y acudamos a nuestra fuente que es Cristo, el cual entregó su vida para que fuéramos saciados. Perdona, Señor, todos nuestros pecados, y dirige nuestra vida por el camino de la sencillez y de la santidad. Final Señor, tú que amas la inocencia y la devuelves a quien la ha perdido, atrae hacia ti nuestros corazones y abrásalos en el fuego de tu Espíritu, para que permanezcamos firmes en la fe y eficaces en el bien obrar. . Amén.

Caerán los opresores

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Jueves

Lectura 1R 8,51a.52-53a (cfr.) Nosotros somos, Señor, tu pueblo y tu heredad. Ten los ojos abiertos ante la súplica de tu siervo, ante la súplica de tu pueblo Israel, para atendernos siempre que te invoquemos. Pues, entre todas las naciones del mundo, tú nos apartaste como heredad. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que nos redimió con su muerte y resurrección, y supliquémosle, diciendo: Señor, ten piedad de nosotros Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y entrar así en la gloria, conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna. Tú que, exaltado en la cruz, quisiste ser atravesado por la lanza del soldado, sana nuestras heridas. Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol de vida, haz que los renacidos en el bautismo gocen de la abundancia de los frutos de este árbol. Tú que clavado en la cruz, perdonaste al ladrón arrepentido, perdónanos también a nosotros, pecadores. Final Concédenos, Dios todopoderoso, que, purificados por la penitencia cuaresmal, lleguemos a las fiestas de Pascua limpios de pecado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Caerán los opresores

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Viernes

Lectura Is 53,11b-12 Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá como despojo una muchedumbre, porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tomó el pecado de muchos e intercedió por los pecadores. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Mar


Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Dame tu mano, María, la de las tocas moradas; clávame tus siete espadas en esta carne baldía. Quiero ir contigo en la impía tarde negra y amarilla. Aquí, en mi torpe mejilla, quiero ver si se retrata esa lividez de plata, esa lágrima que brilla. ¿Dónde está ya el mediodía luminoso en que Gabriel, desde el marco del dintel, te saludó: “Ave, María”? Virgen ya de la agonía, tu Hijo es el que cruza ahí. Déjame hacer junto a ti ese augusto itinerario. Para ir al monte Calvario, cítame en Getsemaní. A ti, doncella graciosa, hoy maestra de dolores,

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playa de los pecadores, nido en que el alma reposa, a ti ofrezco, pulcra rosa, las jornadas de esta vía. A ti, Madre, a quien quería cumplir mi humilde promesa. A ti, celestial princesa, Virgen sagrada María. Amén.

Preces Demos gracias, siempre y en todo lugar, a Cristo, nuestro Salvador, y supliquémosle, diciendo: Ayúdanos, Señor, con tu gracia Concédenos guardar sin mancha nuestros cuerpos, para que el Espíritu Santo pueda habitar en ellos. Desde el comienzo del día acrecienta en nosotros el amor a nuestros hermanos, y el deseo de cumplir tu voluntad durante toda la jornada. Danos hambre del alimento que perdura, y da la vida eterna que tú diariamente nos proporcionas. Que tu Madre, refugio de pecadores, interceda por nosotros, para que obtengamos el perdón de nuestros pecados. Final Señor, Dios nuestro, que, por medio de los sacramentos, nos permites participar de los bienes de tu reino ya en nuestra vida mortal, dirígenos tú mismo en el camino de la vida, para que lleguemos a alcanzar la luz en la que habitas con tus santos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Sábado

Lectura Is 1,16-18 «Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones, cesad de obrar el mal, aprended a obrar el bien; buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido; defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces venid y litigaremos -dice el Señor-. Aunque vuestros pecados fuesen como púrpura, blanquearán como nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán como lana.» V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse)

V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Acudamos a nuestro Redentor, que nos concede estos días de perdón, y, bendiciéndole, digamos: Infúndenos, Señor, un espíritu nuevo Cristo, vida nuestra, tú que por el bautismo nos has sepultado místicamente contigo en la muerte, para que contigo también resucitemos, concédenos caminar hoy en una vida nueva Señor Jesús, tú que pasaste por el mundo haciendo el bien, haz que también nosotros seamos solícitos del bien para todos los hombres Ayúdanos Señor, a trabajar concordes en la edificación de nuestra ciudad terrena, sin olvidar nunca tu reino eterno Tú Señor, que eres médico de los cuerpos y de las almas, sana las dolencias de nuestro espíritu para que crezcamos en santidad

Final Señor, Padre de misericordia y origen de todo bien, que aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados, mira con amor a tu pueblo penitente y restaura con tu misericordia a los que estamos hundidos bajo el peso de las culpas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Caerán los opresores

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Domingo

Lectura Ne 8,9a.10 Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis; pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza. V/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V/. Tú que fuiste triturado por nuestros crímenes. R/. Ten piedad de nosotros. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino.

y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Bendigamos a Jesús, nuestro Salvador, que por su muerte nos ha abierto el camino de salvación, y digámosle confiados: Guíanos por tus senderos, Señor Señor de misericordia, que en el bautismo nos diste una vida nueva, te pedimos que nos hagas cada día más conformes a ti. Enséñanos Señor a ser hoy alegría para los que sufren, y haz que sepamos servirte en cada uno de los necesitados. Que procuremos, Señor, hacer lo bueno, lo recto y lo verdadero ante ti, y que busquemos tu rostro con sinceridad de corazón. Perdona, Señor, las faltas que hemos cometido contra la unidad de tu familia, y haz que tengamos un solo corazón y un solo espíritu.

Final Señor, purifica y protege a tu Iglesia con misericordia continua y, pues sin tu ayuda no puede mantenerse incólume, que tu protección la dirija y la sostenga siempre. .

Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito. Caerán los opresores

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Lunes

Lectura Ex 19,4-6a Ya habéis visto cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí; ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia.

los hijos del oprobio serán tus herederos.

Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo.

Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro.

Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero.

¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos:

En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino.

La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

Preces Bendigamos a Cristo, pan vivo bajado del cielo, y digámosle: Cristo, pan de las almas y salvación de los hombres, fortalece nuestra debilidad Señor, sacia nuestra hambre en el banquete de tu eucaristía y haz que participemos plenamente de los bienes de tu sacrificio pascual. Concédenos, Maestro bueno, escuchar tu palabra con corazón noble y haz que perseveremos hasta dar fruto. Que con nuestro trabajo, Señor, cooperemos contigo para mejorar el mundo, para que así, por la acción de tu Iglesia, crezca en él la paz. Reconocemos, Señor, que hemos pecado; perdona nuestras faltas por tu gran misericordia. Final Señor, que tu gracia no nos abandone, para que, entregados plenamente a tu servicio, sintamos sobre nosotros tu protección continua. . Amén.

Caerán los opresores y exultarán los siervos;

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Martes

Lectura Jl 2,12-13 Convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad, y se arrepiente de las amenazas. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Bendigamos al Autor de nuestra salvación, que ha querido renovar en sí mismo todas las cosas, y digámosle: Renuévanos Señor, por tu Espíritu Santo Señor, tú que nos has prometido un cielo nuevo y una tierra nueva, renuévanos sin cesar por tu Espíritu Santo, para que lleguemos a gozar eternamente de ti en la nueva Jerusalén. Que trabajemos, Señor, para que el mundo se impregne de tu Espíritu, y se logre así más eficazmente la justicia, el amor y la paz universal. Enséñanos, Señor, a corregir nuestra pereza y nuestra desidia y a poner nuestro corazón en los bienes eternos. Líbranos del mal, y presérvanos de la fascinación de la vanidad, que oscurece la mente y oculta el bien. Final Penetrados del sentido cristiano de la Cuaresma y alimentados con tu palabra, te pedimos, Señor, que te sirvamos fielmente con nuestras penitencias y perseveremos unidos en la plegaria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Caerán los opresores y exultarán los siervos;

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Miércoles

Lectura Dt 7,6.8-9 El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad. Por puro amor vuestro, por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto. Así sabrás que el Señor tu Dios, es Dios: el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor con los que lo aman y guardan sus preceptos, por mil generaciones. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Glorifiquemos a Cristo, nuestro Señor, que resplandece como luz del mundo para que no caminemos en tinieblas, sino que tengamos la luz de la vida, y digámosle: Que tu palabra, Señor, sea luz para nuestros pasos Cristo, amigo de los hombres, haz que sepamos progresar hoy en tu imitación, para que lo que perdimos por culpa del primer Adán lo recuperemos en ti, nuestro segundo Adán. Que tu palabra sea siempre luz en nuestro sendero, para que, realizando siempre la verdad en el amor hagamos crecer todas las cosas en ti. Enséñanos, Señor, a trabajar por el bien de todos los hombres, para que así la Iglesia ilumine a toda la sociedad humana. Que, por nuestra sincera conversión, crezcamos en tu amistad, y expiemos las faltas cometidas contra tu bondad y tu sabiduría. Final Te pedimos humildemente, Señor, que a medida que se acerca la fiesta de nuestra salvación, vaya creciendo en intensidad nuestra entrega para celebrar dignamente el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Caerán los opresores

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Jueves

Lectura 1R 8,51a.52-53a (cfr.) Nosotros somos, Señor, tu pueblo y tu heredad. Ten los ojos abiertos ante la súplica de tu siervo, ante la súplica de tu pueblo Israel, para atendernos siempre que te invoquemos. Pues, entre todas las naciones del mundo, tú nos apartaste como heredad. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia.

los hijos del oprobio serán tus herederos.

Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo.

Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro.

Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero.

¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos:

En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino.

La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

Preces Demos gracias a Cristo, el Señor, que al morir en la cruz nos dio la vida, y digámosle con fe: Tú que has muerto por nosotros, escúchanos, Señor Maestro y Salvador nuestro, que nos revelaste con tu palabra el designio de Dios y nos renovaste con tu gloriosa pasión, aleja de nuestra vida toda maldad. Que sepamos, Señor, abstenernos hoy de los manjares del cuerpo, para ayudar con nuestra abstinencia a los hambrientos y necesitados. Que vivamos santamente este día de penitencia cuaresmal y lo consagremos a tu servicio, mediante obras de misericordia. Sana, Señor, nuestras voluntades rebeldes, y llénanos de tu gracia y de tus dones. Final Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones para que sepamos dominar nuestro egoísmo y secundar las inspiraciones que nos vienen del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Caerán los opresores y exultarán los siervos;

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Viernes

Lectura Is 53,11b-12 Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá como despojo una muchedumbre, porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tomó el pecado de muchos e intercedió por los pecadores. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Mar


Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Dame tu mano, María, la de las tocas moradas; clávame tus siete espadas en esta carne baldía. Quiero ir contigo en la impía tarde negra y amarilla. Aquí, en mi torpe mejilla, quiero ver si se retrata esa lividez de plata, esa lágrima que brilla. ¿Dónde está ya el mediodía luminoso en que Gabriel, desde el marco del dintel, te saludó: “Ave, María”? Virgen ya de la agonía, tu Hijo es el que cruza ahí. Déjame hacer junto a ti ese augusto itinerario. Para ir al monte Calvario, cítame en Getsemaní. A ti, doncella graciosa, hoy maestra de dolores,

150

playa de los pecadores, nido en que el alma reposa, a ti ofrezco, pulcra rosa, las jornadas de esta vía. A ti, Madre, a quien quería cumplir mi humilde promesa. A ti, celestial princesa, Virgen sagrada María. Amén.

Preces Glorifiquemos a Cristo, que, para hacer de nosotros criaturas nuevas, ha instituido el baño del bautismo y nos alimenta con su palabra y su cuerpo, y supliquémosle diciendo: Renuévanos con tu gracia, Señor Señor Jesús, tú que eres manso y humilde de corazón, danos entrañas de misericordia, bondad y humildad, y haz que tengamos paciencia con todos. Que sepamos ayudar a los necesitados y consolar a los que sufren, para imitarte a ti, el buen Samaritano. Que María, la Virgen Madre, interceda por las vírgenes que se han consagrado a tu servicio, para que vivan su virginidad en bien de la Iglesia. Concédenos la abundancia de tu misericordia, y perdona la multitud de nuestros pecados y el castigo que por ellos merecemos.

Final Llenos de alegría, al celebrar un año más la Cuaresma, te pedimos, Señor, vivir los sacramentos pascuales, y sentir en nosotros el gozo de su eficacia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Sábado

Lectura Is 1,16-18 «Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones, cesad de obrar el mal, aprended a obrar el bien; buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido; defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces venid y litigaremos -dice el Señor-. Aunque vuestros pecados fuesen como púrpura, blanquearán como nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán como lana.» V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia.

y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos.

Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo.

Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro.

Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero.

¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos:

En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino.

La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

Preces Glorifiquemos a Dios, cuya bondad es infinita, y elevemos a él nuestra oración por medio de Jesucristo, que está siempre vivo para interceder en favor nuestro; digámosle: Enciende, Señor, en nosotros la llama de tu amor Dios de misericordia, haz que hoy nos entreguemos generosamente a las obras de amor al prójimo, para que tu misericordia, a través de nosotros, llegue a todos los hombres Tú que en el arca salvaste a Noé de las aguas del diluvio, salva por el agua del bautismo a los catecúmenos Concédenos vivir no sólo de pan, sino de toda palabra que sale de tu boca Haz que, con tu ayuda, venzamos toda disensión, y podamos gozarnos en el don de tu paz y de tu amor Final Señor, que reconcilias contigo a los hombres por tu Palabra hecha carne, haz que el pueblo cristiano se apresure, con fe viva y entrega generosa, a celebrar las próximas fiestas pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Caerán los opresores

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Domingo

Lectura Ne 8,9a.10 Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis; pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza. V/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V/. Tú que fuiste triturado por nuestros crímenes. R/. Ten piedad de nosotros. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse)

V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Alabemos a Dios, nuestro Padre, que nos concede ofrecerle el sacrificio de alabanza cuaresmal y supliquémosle diciendo: Ilumínanos, Señor, con tu palabra Dios todopoderoso y compasivo, concédenos el espíritu de oración y de penitencia, y danos un verdadero deseo de amarte a ti y de amar a nuestros hermanos. Concédenos ser constructores de tu reino para que, recapituladas en Cristo todas las cosas, abunde la justicia y la paz en la tierra. Haz que sepamos descubrir la bondad y hermosura de tu creación, para que su belleza se haga alabanza en nuestros labios. Perdónanos por haber ignorado la presencia de Cristo en los pobres, los sencillos y los marginados, y por no haber atendido a tu Hijo en estos hermanos nuestros. Final Oh Dios, que renuevas el mundo por medio de sacramentos divinos, concede a tu Iglesia la ayuda de estos auxilios del cielo sin que le falten los necesarios de la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Caerán los opresores

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Lunes

Lectura Ex 19,4-6a Ya habéis visto cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí; ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

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Caerán los opresores y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que nos dio a su Hijo unigénito, Palabra hecha carne para que vivamos de ella, e invoquémosle diciendo: Que la palabra de Cristo habite en nosotros con toda su riqueza Concédenos escuchar con más frecuencia tu palabra en este tiempo cuaresmal, para que, en la gran solemnidad que se avecina, nos unamos con mayor fervor a Cristo, nuestra Pascua. Que tu Espíritu Santo nos asista, para que seamos testigos de tu verdad y de tu bondad ante los vacilantes y equivocados. Concédenos vivir más profundamente el misterio de Cristo, para que podamos dar testimonio de él con más fuerza y claridad. En este tiempo de penitencia, Señor, renueva y purifica a tu Iglesia, para que se manifieste con más claridad como signo de salvación. Final Te pedimos, Señor, que las prácticas santas de esta Cuaresma dispongan el corazón de tus fieles para celebrar dignamente el misterio pascual y anunciar a todos los hombres la grandeza de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Martes

Lectura Jl 2,12-13 Convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad, y se arrepiente de las amenazas. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse)

V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia.

los hijos del oprobio serán tus herederos.

Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo.

Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro.

Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero.

¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos:

En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino.

La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito. Caerán los opresores y exultarán los siervos;

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Preces Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que por la acción de su Espíritu purifica nuestros corazones y los llena de su amor, y digámosle: Danos, Señor, tu Espíritu Santo Concédenos, Señor, el espíritu de fe y de acción de gracias, para recibir siempre con gozo lo bueno y soportar con paciencia lo adverso. Haz que busquemos la caridad no únicamente en los acontecimientos importantes, sino, ante todo, en la vida ordinaria. Concédenos observar el ayuno que te agrada, compartiendo nuestro pan con los hambrientos. Danos llevar en nuestro cuerpo la muerte de tu Hijo, tú que nos has vivificado en su cuerpo.

Final Señor, Dios nuestro, que concedes a los justos el premio de sus méritos, y a los pecadores que hacen penitencia les perdonas sus pecados, ten piedad de nosotros y danos, por la humilde confesión de nuestras culpas, tu paz y tu perdón. . Amén.

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Miércoles

Lectura Dt 7,6.8-9 El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad. Por puro amor vuestro, por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto. Así sabrás que el Señor tu Dios, es Dios: el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor con los que lo aman y guardan sus preceptos, por mil generaciones. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

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Caerán los opresores y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Celebremos la bondad de Dios, que por Cristo se reveló como Padre nuestro, y digámosle de todo corazón: Acuérdate, Señor, de que somos hijos tuyos Concédenos vivir con toda plenitud el misterio de la Iglesia, a fin de que nosotros y todos los hombres encontremos en ella un sacramento eficaz de salvación. Padre, que amas a todos los hombres, haz que cooperemos al progreso de la comunidad humana y que en todo busquemos tu reino con nuestros esfuerzos. Haz que tengamos hambre y sed de justicia, y acudamos a nuestra fuente que es Cristo, el cual entregó su vida para que fuéramos saciados. Perdona, Señor, todos nuestros pecados, y dirige nuestra vida por el camino de la sencillez y de la santidad. Final Padre lleno de amor, te pedimos que, purificados por la penitencia y por la práctica de las buenas obras, nos mantengamos fieles a tus mandamientos, para llegar, bien dispuestos, a las fiestas de Pascua. . Amén.

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Jueves

Lectura 1R 8,51a.52-53a (cfr.) Nosotros somos, Señor, tu pueblo y tu heredad. Ten los ojos abiertos ante la súplica de tu siervo, ante la súplica de tu pueblo Israel, para atendernos siempre que te invoquemos. Pues, entre todas las naciones del mundo, tú nos apartaste como heredad. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas

(Santiguarse)

V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Porque fue varón justo, le amó el Señor, y dio el ciento por uno su labor. El alba mensajera del sol de alegre brillo conoce este martillo que suena en la madera. La mano carpintera madruga a su quehacer, y hay gracia antes que sol en el taller. Cabeza de tu casa del que el Señor se fía, por la carpintería la gloria entera pasa. Tu mano se acompasa con Dios en la labor, y alargas tú la mano del Señor. Y, pues que el mundo entero te mira y se pregunta, di tú cómo se junta ser santo y carpintero,

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la gloria y el madero, la gracia y el afán, tener propicio a Dios y escaso el pan.

Preces Elevemos nuestras súplicas al Señor, que hace justos a los hombres: Danos vida con tu justicia, Señor Tú que llamaste a nuestros padres en la fe para que caminaran en tu presencia con un corazón sincero, haz que, siguiendo sus huellas, seamos perfectos como tú nos mandas Tú que elegiste al justo José para que alimentara a tu Hijo en la infancia y en la juventud, haz que sirvamos en nuestros hermanos al cuerpo místico de Cristo Tú que entregaste la tierra a los hombres para que la llenaran y la sometieran, enséñanos a trabajar con denuedo en este mundo, buscando siempre tu gloria Acuérdate, Padre universal, de la obra de tus manos; da a todos trabajo, pan y una condición de vida digna Final Dios todopoderoso, que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José, haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Viernes

Lectura 2S 7,28-29 Señor Dios, tú eres el Dios verdadero, tus palabras son de fiar, y has hecho esta promesa a tu siervo. Dígnate, pues, bendecir a la casa de tu siervo, para que esté siempre en tu presencia; ya que tú, mi Señor, lo has dicho, sea siempre bendita la casa de tu siervo. V/. Lo nombró administrador de su casa. R/. Lo nombró administrador de su casa. V/. Y señor de todas sus posesiones. R/. Administrador de su casa. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Lo nombró administrador de su casa.

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Oración para hoy

Mar


Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Dame tu mano, María, la de las tocas moradas; clávame tus siete espadas en esta carne baldía. Quiero ir contigo en la impía tarde negra y amarilla. Aquí, en mi torpe mejilla, quiero ver si se retrata esa lividez de plata, esa lágrima que brilla. ¿Dónde está ya el mediodía luminoso en que Gabriel, desde el marco del dintel, te saludó: “Ave, María”? Virgen ya de la agonía, tu Hijo es el que cruza ahí. Déjame hacer junto a ti ese augusto itinerario. Para ir al monte Calvario, cítame en Getsemaní.

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A ti, doncella graciosa, hoy maestra de dolores, playa de los pecadores, nido en que el alma reposa, a ti ofrezco, pulcra rosa, las jornadas de esta vía. A ti, Madre, a quien quería cumplir mi humilde promesa. A ti, celestial princesa, Virgen sagrada María. Amén.

Preces Demos gracias, siempre y en todo lugar, a Cristo, nuestro Salvador, y supliquémosle, diciendo: Ayúdanos, Señor, con tu gracia Concédenos guardar sin mancha nuestros cuerpos, para que el Espíritu Santo pueda habitar en ellos. Desde el comienzo del día acrecienta en nosotros el amor a nuestros hermanos, y el deseo de cumplir tu voluntad durante toda la jornada. Danos hambre del alimento que perdura, y da la vida eterna que tú diariamente nos proporcionas. Que tu Madre, refugio de pecadores, interceda por nosotros, para que obtengamos el perdón de nuestros pecados. Final Que tu amor y tu misericordia dirijan nuestros corazones, Señor, ya que sin tu ayuda no podemos complacerte. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Sábado

Lectura Is 1,16-18 «Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones, cesad de obrar el mal, aprended a obrar el bien; buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido; defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces venid y litigaremos -dice el Señor-. Aunque vuestros pecados fuesen como púrpura, blanquearán como nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán como lana.» V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia.

los hijos del oprobio serán tus herederos.

Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo.

Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro.

Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero.

¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos:

En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino.

La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

Preces Acudamos a nuestro Redentor, que nos concede estos días de perdón, y, bendiciéndole, digamos: Infúndenos, Señor, un espíritu nuevo Cristo, vida nuestra, tú que por el bautismo nos has sepultado místicamente contigo en la muerte, para que contigo también resucitemos, concédenos caminar hoy en una vida nueva Señor Jesús, tú que pasaste por el mundo haciendo el bien, haz que también nosotros seamos solícitos del bien para todos los hombres Ayúdanos Señor, a trabajar concordes en la edificación de nuestra ciudad terrena, sin olvidar nunca tu reino eterno Tú Señor, que eres médico de los cuerpos y de las almas, sana las dolencias de nuestro espíritu para que crezcamos en santidad Final Te rogamos, Señor Dios nuestro, que tu gracia nos ayude, para que vivamos siempre de aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Caerán los opresores y exultarán los siervos;

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Domingo

Lectura Lv 23,4-7 Éstas son las festividades del Señor, las asambleas litúrgicas que convocareis a su debido tiempo. El día catorce del primer mes, al atardecer, es la Pascua del Señor. El día quince del mismo mes es la fiesta de los panes ázimos, dedicada al Señor. Comeréis panes ázimos durante siete días. El primer día os reuniréis en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo alguno. V/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V/. Tú que fuiste triturado por nuestros crímenes. R/. Ten piedad de nosotros. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.

Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Bendigamos a Jesús, nuestro Salvador, que por su muerte nos ha abierto el camino de salvación, y digámosle confiados: Guíanos por tus senderos, Señor Señor de misericordia, que en el bautismo nos diste una vida nueva, te pedimos que nos hagas cada día más conformes a ti. Enséñanos Señor a ser hoy alegría para los que sufren, y haz que sepamos servirte en cada uno de los necesitados. Que procuremos, Señor, hacer lo bueno, lo recto y lo verdadero ante ti, y que busquemos tu rostro con sinceridad de corazón. Perdona, Señor, las faltas que hemos cometido contra la unidad de tu familia, y haz que tengamos un solo corazón y un solo espíritu. Final Señor, Dios nuestro, cuyo amor sin medida nos enriquece con toda bendición, haz que, abandonando la corrupción del hombre viejo, nos preparemos, como hombres nuevos, a tomar parte en la gloria de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Caerán los opresores

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Lunes

Lectura Jr 11,19-20 Yo, como cordero manso, llevado al matadero, no sabía los planes homicidas que contra mí planeaban: «Talemos el árbol en su lozanía, arranquémoslo de la tierra vital, que su nombre no se pronuncie más.» Pero tú, Señor de los ejércitos, juzgas rectamente, pruebas las entrañas y el corazón; veré mi venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia.

los hijos del oprobio serán tus herederos.

Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo.

Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro.

Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero.

¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos:

En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino.

La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Bendigamos a Cristo, pan vivo bajado del cielo, y digámosle: Cristo, pan de las almas y salvación de los hombres, fortalece nuestra debilidad Señor, sacia nuestra hambre en el banquete de tu eucaristía y haz que participemos plenamente de los bienes de tu sacrificio pascual. Concédenos, Maestro bueno, escuchar tu palabra con corazón noble y haz que perseveremos hasta dar fruto. Que con nuestro trabajo, Señor, cooperemos contigo para mejorar el mundo, para que así, por la acción de tu Iglesia, crezca en él la paz. Reconocemos, Señor, que hemos pecado; perdona nuestras faltas por tu gran misericordia. Final Concédenos, Señor, perseverar en el fiel cumplimiento de tu santa voluntad, para que, en nuestros días, crezca en santidad y en número el pueblo dedicado a tu servicio. . Amén.

Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito. Caerán los opresores y exultarán los siervos;

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Martes

Lectura Za 12,10-11 Derramaré sobre la dinastía de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de clemencia. Me miraran a mí, a quien traspasaron, harán llanto como llanto por el hijo único, y lloraran como se llora al primogénito. Aquel día será grande el luto de Jerusalén. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas

(Santiguarse)

V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

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Caerán los opresores y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Bendigamos al Autor de nuestra salvación, que ha querido renovar en sí mismo todas las cosas, y digámosle: Renuévanos Señor, por tu Espíritu Santo Señor, tú que nos has prometido un cielo nuevo y una tierra nueva, renuévanos sin cesar por tu Espíritu Santo, para que lleguemos a gozar eternamente de ti en la nueva Jerusalén. Que trabajemos, Señor, para que el mundo se impregne de tu Espíritu, y se logre así más eficazmente la justicia, el amor y la paz universal. Enséñanos, Señor, a corregir nuestra pereza y nuestra desidia y a poner nuestro corazón en los bienes eternos. Líbranos del mal, y presérvanos de la fascinación de la vanidad, que oscurece la mente y oculta el bien. Final Ilumina, Señor, el corazón de tus fieles, purificado por las penitencias de Cuaresma, y tú, que nos infundes el piadoso deseo de servirte, escucha paternalmente nuestras súplicas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Miércoles

Lectura Is 50,5-7 El Señor me abrió el oído; yo no me resistí ni me eché atrás; ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba, no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas

(Santiguarse)

V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.

Himno ¡Oh virginal doncella de tu nombre purísimo, María, cuando la blanca estrella renace con el día, las aves cantarán la letanía! Cumpliendo la promesa resplandeció tu integridad suave, y todo el cielo pesa, con indulgencia grave, sobre la fiel salutación del “Ave”. Si en tu virtud sencilla la Trinidad perfecta se gozaba, hincando la rodilla el arcángel mostraba la gracia del Amor que le enviaba. Tú, Virgen florecida, diste el milagro de tu aroma al viento, y el aura agradecida que recogió tu acento vistió de alegre luz el aposento.

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Sube el arcángel alto restaurando la paz amanecida, y al tierno sobresalto de su alada subida te llamarán los siglos escogida. Amén.

Preces Los que celebramos hoy el principio de nuestra salvación en la Anunciación del Señor, oremos jubilosos: Interceda por nosotros la santa Madre de Dios Como la Virgen María recibió con gozo el anuncio del ángel, haz, oh Dios, que nosotros recibamos de buen grado a nuestro Salvador Tú que miraste la humillación de tu esclava, acuérdate y compadécete, Padre misericordioso, de todos nosotros De igual manera que la nueva Eva se sometió a tu Palabra divina, así se haga en nosotros según tu voluntad Que Santa María socorra a los pobres, ayude a los débiles, consuele a los tristes, ruegue por el pueblo, interceda por el clero y por las vírgenes consagradas al Señor Final Señor, tú has querido que la Palabra se encarnase en el seno de la Virgen María; concédenos, en tu bondad, que cuantos confesamos a nuestro Redentor, como Dios y como hombre verdadero, lleguemos a hacernos semejantes a él en su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Jueves

Lectura Flp 2,6-7 Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos y actuando como un hombre cualquiera. V/. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo. R/. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo. V/. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. R/. El Señor está contigo. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.

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Oración para hoy

Mar


Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.

Himno Éste es el día del Señor. Éste es el tiempo de la misericordia. Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.

y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo.

Preces Demos gracias a Cristo, el Señor, que al morir en la cruz nos dio la vida, y digámosle con fe: Tú que has muerto por nosotros, escúchanos, Señor Maestro y Salvador nuestro, que nos revelaste con tu palabra el designio de Dios y nos renovaste con tu gloriosa pasión, aleja de nuestra vida toda maldad. Que sepamos, Señor, abstenernos hoy de los manjares del cuerpo, para ayudar con nuestra abstinencia a los hambrientos y necesitados. Que vivamos santamente este día de penitencia cuaresmal y lo consagremos a tu servicio, mediante obras de misericordia. Sana, Señor, nuestras voluntades rebeldes, y llénanos de tu gracia y de tus dones. Final Perdona las culpas de tu pueblo, Señor, y que tu amor y tu bondad nos libren del poder del pecado, al que nos ha sometido nuestra debilidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Caerán los opresores

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Viernes

Lectura Is 52,13-15 Mirad, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho. Como muchos se espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto humano, así asombrará a muchos pueblos, ante él los reyes cerrarán la boca, al ver algo inenarrable y contemplar algo inaudito. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Dame tu mano, María, la de las tocas moradas; clávame tus siete espadas en esta carne baldía. Quiero ir contigo en la impía tarde negra y amarilla. Aquí, en mi torpe mejilla, quiero ver si se retrata esa lividez de plata, esa lágrima que brilla. ¿Dónde está ya el mediodía luminoso en que Gabriel, desde el marco del dintel, te saludó: “Ave, María”? Virgen ya de la agonía, tu Hijo es el que cruza ahí. Déjame hacer junto a ti ese augusto itinerario. Para ir al monte Calvario, cítame en Getsemaní. A ti, doncella graciosa,

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hoy maestra de dolores, playa de los pecadores, nido en que el alma reposa, a ti ofrezco, pulcra rosa, las jornadas de esta vía. A ti, Madre, a quien quería cumplir mi humilde promesa. A ti, celestial princesa, Virgen sagrada María. Amén.

Preces Glorifiquemos a Cristo, que, para hacer de nosotros criaturas nuevas, ha instituido el baño del bautismo y nos alimenta con su palabra y su cuerpo, y supliquémosle diciendo: Renuévanos con tu gracia, Señor Señor Jesús, tú que eres manso y humilde de corazón, danos entrañas de misericordia, bondad y humildad, y haz que tengamos paciencia con todos. Que sepamos ayudar a los necesitados y consolar a los que sufren, para imitarte a ti, el buen Samaritano. Que María, la Virgen Madre, interceda por las vírgenes que se han consagrado a tu servicio, para que vivan su virginidad en bien de la Iglesia. Concédenos la abundancia de tu misericordia, y perdona la multitud de nuestros pecados y el castigo que por ellos merecemos. Final Señor, tú que realizas sin cesar la salvación de los hombres y concedes a tu pueblo, en los días de Cuaresma, gracias más abundantes, dígnate mirar con amor a tus elegidos y concede tu auxilio protector a los catecúmenos y a los bautizados. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Sábado

Lectura Is 65,1b-3a Decía: «Aquí estoy, aquí estoy» al pueblo que no invocaba mi nombre. Tenía mis manos extendidas todo el día hacia un pueblo rebelde, que andaba por el mal camino, siguiendo sus antojos, pueblo que me provocaba en la cara, continuamente. V/. Él me librará de la red del cazador R/. Él me librará de la red del cazador V/. Me cubrirá con sus plumas R/. De la red del cazador V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Él me librará de la red del cazador

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Oración para hoy

Mar


(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno El pueblo que fue cautivo y que tu mano libera no encuentra mayor palmera ni abunda en mejor olivo. Viene con aire festivo para enramar tu victoria, y no te ha visto en su historia, Dios de Israel, más cercano: Ni tu poder más a mano ni más humilde tu gloria. ¡Gloria, alabanza y honor! Gritad: “¡Hosanna!”, y haceos, como los niños hebreos al paso del Redentor. ¡Gloria y honor al que viene en el nombre del Señor! Amén.

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Preces Adoremos a Cristo, que, al entrar en Jerusalén, fue aclamado por las multitudes como Rey y Mesías, acojámosle también nosotros con gozo, diciendo: Bendito el que viene en nombre del Señor Hosanna a ti, Hijo de David y Rey eterno; hosanna a ti, vencedor de la muerte y del mal Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y entrar así en la gloria, conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol de vida, haz que los renacidos en el bautismo gocen de la abundancia de los frutos de este árbol Salvador nuestro que viniste a salvar a los pecadores, conduce a tu reino a los que en ti creen, esperan y te aman

Final Dios todopoderoso y eterno, tú quisiste que nuestro Salvador se hiciese hombre y muriese en la cruz, para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad; concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio, y que un día participemos en su gloriosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas

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Domingo

Lectura Za 9,9 Alégrate, hija de Sión; canta, hija de Jerusalén; mira a tu rey que viene a ti justo y victorioso; modesto y cabalgando en un asno, en un pollino de borrica. V/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre. R/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre. V/. De toda raza, lengua, pueblo y nación. R/. Con tu sangre. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre.

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Oración para hoy

Mar


Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno ¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza! Jamás el bosque dio mejor tributo en hoja, en flor y en fruto. ¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza con un peso tan dulce en su corteza! Vinagre y sed la boca, apenas gime; y, al golpe de los clavos y la lanza, un mar de sangre fluye, inunda, avanza por tierra, mar y cielo, y los redime. Ablándate, madero, tronco abrupto de duro corazón y fibra inerte; doblégate a este peso y esta muerte que cuelga de tus ramas como un fruto. Tú, solo entre los árboles, crecido para tender a Cristo en tu regazo; tú, el arca que nos salva; tú, el abrazo de Dios con los verdugos del Ungido.

que es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza; al que en la cruz devuelve la esperanza de toda salvación, honor y gloria. Amén.

Preces Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que nos redimió con su muerte y resurrección, y supliquémosle, diciendo: Señor, ten piedad de nosotros Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y entrar así en la gloria, conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna. Tú que, exaltado en la cruz, quisiste ser atravesado por la lanza del soldado, sana nuestras heridas. Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol de vida, haz que los renacidos en el bautismo gocen de la abundancia de los frutos de este árbol. Tú que clavado en la cruz, perdonaste al ladrón arrepentido, perdónanos también a nosotros, pecadores. Final Dios todopoderoso, mira la fragilidad de nuestra naturaleza, y levanta nuestra débil esperanza con la fuerza de la pasión de tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Al Dios de los designios de la historia,

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Domingo

Lectura Jr 11,19-20 Yo, como cordero manso, llevado al matadero, no sabía los planes homicidas que contra mí planeaban: «Talemos el árbol en su lozanía, arranquémoslo de la tierra vital, que su nombre no se pronuncie más.» Pero tú, Señor de los ejércitos, juzgas rectamente, pruebas las entrañas y el corazón; veré mi venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa. V/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre. R/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre. V/. De toda raza, lengua, pueblo y nación. R/. Con tu sangre. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre.

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Oración para hoy

Mar


Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno ¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza! Jamás el bosque dio mejor tributo en hoja, en flor y en fruto. ¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza con un peso tan dulce en su corteza! Vinagre y sed la boca, apenas gime; y, al golpe de los clavos y la lanza, un mar de sangre fluye, inunda, avanza por tierra, mar y cielo, y los redime. Ablándate, madero, tronco abrupto de duro corazón y fibra inerte; doblégate a este peso y esta muerte que cuelga de tus ramas como un fruto. Tú, solo entre los árboles, crecido para tender a Cristo en tu regazo; tú, el arca que nos salva; tú, el abrazo de Dios con los verdugos del Ungido.

que es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza; al que en la cruz devuelve la esperanza de toda salvación, honor y gloria. Amén.

Preces Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que nos redimió con su muerte y resurrección, y supliquémosle, diciendo: Señor, ten piedad de nosotros Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y entrar así en la gloria, conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna. Tú que, exaltado en la cruz, quisiste ser atravesado por la lanza del soldado, sana nuestras heridas. Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol de vida, haz que los renacidos en el bautismo gocen de la abundancia de los frutos de este árbol. Tú que clavado en la cruz, perdonaste al ladrón arrepentido, perdónanos también a nosotros, pecadores. Final Dios todopoderoso y eterno, concédenos participar tan vivamente en las celebraciones de la pasión del Señor, que alcancemos tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Al Dios de los designios de la historia,

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Domingo

Lectura Za 12,10-11 Derramaré sobre la dinastía de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de clemencia. Me miraran a mí, a quien traspasaron, harán llanto como llanto por el hijo único, y lloraran como se llora al primogénito. Aquel día será grande el luto de Jerusalén. V/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre. R/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre. V/. De toda raza, lengua, pueblo y nación. R/. Con tu sangre. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre.

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Oración para hoy

Mar


Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno ¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza! Jamás el bosque dio mejor tributo en hoja, en flor y en fruto. ¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza con un peso tan dulce en su corteza! Vinagre y sed la boca, apenas gime; y, al golpe de los clavos y la lanza, un mar de sangre fluye, inunda, avanza por tierra, mar y cielo, y los redime. Ablándate, madero, tronco abrupto de duro corazón y fibra inerte; doblégate a este peso y esta muerte que cuelga de tus ramas como un fruto. Tú, solo entre los árboles, crecido para tender a Cristo en tu regazo; tú, el arca que nos salva; tú, el abrazo de Dios con los verdugos del Ungido.

que es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza; al que en la cruz devuelve la esperanza de toda salvación, honor y gloria. Amén.

Preces Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que nos redimió con su muerte y resurrección, y supliquémosle, diciendo: Señor, ten piedad de nosotros Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y entrar así en la gloria, conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna. Tú que, exaltado en la cruz, quisiste ser atravesado por la lanza del soldado, sana nuestras heridas. Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol de vida, haz que los renacidos en el bautismo gocen de la abundancia de los frutos de este árbol. Tú que clavado en la cruz, perdonaste al ladrón arrepentido, perdónanos también a nosotros, pecadores. Final Dios todopoderoso y eterno, concédenos participar tan vivamente en las celebraciones de la pasión del Señor, que alcancemos tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Al Dios de los designios de la historia,

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Domingo

Lectura Is 50,5-7 El Señor me abrió el oído; yo no me resistí ni me eché atrás; ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba, no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. V/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre. R/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre. V/. De toda raza, lengua, pueblo y nación. R/. Con tu sangre. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Nos has comprado, Señor, con tu sangre.

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Oración para hoy

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