Comunicado

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Comunicación e interacción en el entorno virtual Según Vygotsky (1988), las funciones psicológicas superiores en el ser humano, como el lenguaje, aparecen primero en el contexto, y la persona las va interiorizando hasta hacerlas propias. El lenguaje y otras herramientas culturales son canales mediáticos que posibilitan el desarrollo. Tanto en la presencialidad como la virtualidad, la actividad docente es un acto básicamente comunicativo, quien asume el reto de establecer un espacio de comunicación y de relación con ciertos objetivos pedagógicos previamente trazados. Parte del éxito de la tarea docente, está sujeta a la habilidad comunicativa que posea, ya que su labor, no sólo consiste en transmitir información y mensajes, sino, gestionar ó, crear situaciones que faciliten el aprendizaje de quienes participan de la experiencia de formación (estudiantes). La información, es un bien muy preciado en cualquier escenario y por cualquier equipo de personas, aún más, cuando su contenido se transmite en forma pertinente y en los canales adecuados. Emplear estrategias comunicativas eficaces, permite a las personas implicadas en un proceso de enseñanza y aprendizaje, sumarse en una misma dirección y compartir datos que pueden ser claves para generar confianza e identidad con una institución, o como lo es en este caso, generar incluso, camaradería dentro de una experiencia de formación en un entorno virtual. En los procesos de enseñanza y aprendizaje presenciales, la comunicación oral tiene un protagonismo innegable, así como el dominio de los códigos lingüísticos verbales y no verbales. En el entorno virtual, se comparte la necesidad de dominio del código escrito, donde corresponde afinar las habilidades escritas, las cuales no sólo transmiten contenido, sino que contribuyen con la interacción y dinamización de las acciones dispuestas para las personas participantes de la formación en línea. La interacción en la virtualidad En todo medio o forma de comunicación, destacan al menos cuatro elementos importantes: el emisor, el medio, el mensaje y el receptor. El emisor, funciona como el productor de cierto mensaje que envía a través de un medio para que llegue al receptor. No importa qué tan antiguo, moderno o por inventarse sea el medio de comunicación, lo que se valora, es la forma en que se relacionan y la posibilidad que ofrece el medio de retroalimentación para alcanzar su cometido.


Dentro de este esquema de relaciones de comunicación, la interactividad, se define según Bedoya G. A (1997), como: “la capacidad del receptor para controlar un mensaje no-lineal hasta el grado establecido por el emisor, dentro de los límites del medio de comunicación asincrónico”. Por ejemplo, la interactividad, es reflejada por la dinámica que establece un diseñador gráfico en un recurso multimedia, y cuántos clics y rutas de navegación definen para cada elemento que lo integre. Kaplún (1998) dice: “cuando el sujeto educando logra expresar una idea de modo que otros puedan comprenderla es cuando él mismo la aprende y la comprende verdaderamente”. La función mediadora de la persona tutora para abrir relaciones dialógicas entre quienes participan de una experiencia de formación, es esencial, en el tanto permita que esos “emisores” se transformen activamente en “receptores” críticos. Lograr un clima de colaboración, comunicación y cohesión grupal, resulta una necesidad primaria en cualquier actividad de enseñanza y aprendizaje, aún más, se requiere el esfuerzo y las habilidades comunicativas de la persona tutora, para gestionar intercambios comunicativos motivantes, que conduzcan a la acción y emprendimiento de las actividades y uso de materiales propuestos en la experiencia de aprendizaje. Durante la ejecución de la experiencia en línea, es posible identificar algunas relaciones de comunicación, por ejemplo: Comunicación unidireccional

Comunicación bidireccional

Tutor(a)

Grupo

Tutor(a)

Grupo

Estudiante

Grupo

Estudiante

Grupo

Adaptado de: Programa para la formación de equipos especializados en tutoría on-line. IL3, Universidad de Barcelona. 2010.

Todas las acciones y mensajes de comunicación que se emprendan desde la función tutorial, deben responder a propósitos específicos de intervención y acompañamiento claro e intencionado, por su naturaleza, pueden ser:


Tipo

Funcionales

Relacionales

Propósito Su finalidad es transmitir información o instrucciones vinculantes con el logro de las actividades o uso de los recursos.

Establecer vínculos entre quienes participan en la experiencia de formación.

Ejemplos Retroalimentación en actividades evaluativas, participación en espacios de comunicación: foros, cierres en debates. Comunicación de tiempos de entrega de tareas, orientaciones para el uso de algunos materiales, aclaraciones, peticiones, entre otros. Mensajes de bienvenida, presentación personal, saludos, despedidas, felicitaciones por el desempeño, el esfuerzo, entre otros.

  

   

Consejos Claridad en la información dada Precisión, uso de lenguaje directo y accesible Tacto y gentileza

Cortesía ante peticiones o demandas Muestras de disponibilidad Expresiones de ánimo Uso de expresiones amables

Adaptado de: Programa para la formación de equipos especializados en tutoría on-line. IL3, Universidad de Barcelona. 2010.

Idea clave Crear un clima de colaboración y camaradería, que aliente a las personas participantes a seguir, contribuye con el logro de los objetivos trazados. En este sentido, las relaciones de comunicación que se establezcan entre la persona tutora-participantes y viceversa, son determinante.

Herramientas de comunicación Dentro de la virtualidad, se hace necesario el diseño y uso intencionado de herramientas que promuevan una comunicación lo más interactiva posible, pues conlleva a una mayor igualdad de las personas participantes (estudiantes, tutores, otros) y una mayor simetría en el poder comunicativo, el cual es un componente indispensable del proceso de cognición. Las decisiones de selección de dichas herramientas, estará sujeta las características que ofrezca la plataforma en la cual se aloja la experiencia de formación. En este caso, se hará alusión a cuatro espacios de comunicación que brinda Moodle: pizarra del tutor(a), foro de discusión, el chat y el correo personal. Pizarra del tutor (a): Comparte el concepto de anuncios o novedades que requieren

ser comunicados en forma masiva a sus estudiantes. Generalmente, los mensajes se relacionan con el contenido de la especialidad de la persona docente a cargo.


Es por excelencia el espacio para informar sobre la organización de actividades, ciertas instrucciones, plazos de entrega de tareas, entre otros. Foro: Permite la comunicación entre las personas participantes de la experiencia

de formación y es posible organizar las intervenciones según temáticas de interés, o bien, desarrollar lo que se denomina aportes a un hilo de discusión (cadena de debate), donde la persona tutora, abre un tópico y sus estudiantes únicamente responden en ese espacio, sin abrir otros temas o hilos de discusión, a no ser, que explícitamente se solicite. En este espacio, la persona que lidera el foro, establece una comunicación moderadamente formal y procura que los textos, guarden los criterios del código escrito, en cuanto a una redacción precisa, corta y clara, empleando un lenguaje respetuoso, pero que asegure una cercanía con el receptor para abrir la confianza hacia el intercambio fluido de ideas y aportes, sobre todo cuando se brindan orientaciones acerca de las tareas por emprender (consignas) o aclaraciones. Es recomendable incluir dentro de las instrucciones o consignas de participación, elementos como: Saludo inicial, propósito, planteamiento o desarrollo breve de la temática a discutir, un cierre que invite a la participación, el modo de evaluación y su peso porcentual (cuáles criterios o instrumentos), los plazos (fechas) para participar, ó hacer entrega del producto esperado y un cierre brindando ánimo.

Cuando las consignas se vuelven extensas, es necesario revisar, si amerita el uso de otros recursos o estrategias de comunicación. Si no es posible aplicar elementos lingüísticos (lenguaje, vocabulario corto, preciso, entre otros) que permitan reducir el mensaje, sin perder el propósito, es aconsejable, emplear elementos gráficos, tales como: separación de párrafos, uso de esquemas, numeraciones de los contenidos, espaciado, interlineado, tamaño de letra, entre otros. Chat: Es el espacio que facilita la comunicación simultánea entre las personas participantes de la experiencia de formación. Su uso es diverso y dependerá de la persona tutora, el abordaje o aprovechamiento de este recurso. Generalmente, es un buen espacio para desarrollar discusiones en línea acerca de alguna temática de interés, donde el papel de moderador, será asumido por la persona tutora, ya que minimiza el impacto que pueda tener el tomar turnos para opinar y debatir.


La necesidad o sensación de escribir más rápido, o no tener tiempo para leer los aportes de quienes participan para generar retroalimentación o confrontar otras opiniones, no es más que el resultado de las imprecisiones en la redacción de las consignas de participación o la incorrecta lectura y poca comprensión de lo que se espera que hagan las personas invitadas a las denominadas salas de chat. Algunas acciones que pueden ayudar a regular los turnos y estilos de participación son:      

Dividir el grupo en diferentes salas. Redactar las consignas de participación con claridad y precisión. Establecer un punto de inicio con las personas participantes, que permita validar la comprensión de lo esperado en la dinámica de participación. Supervisar el cumplimiento de las consignas. Reorientar en forma inmediata, aquellas participaciones que se salgan de las consignas trazadas. Establezca la forma en que se va a generar un cierre, ya sea solicitando a un representante por sala que recopile los aportes y abrir un foro para compartir las reflexiones finales.

Correo electrónico: (mensajería interna de la plataforma): La plataforma, donde se aloja la experiencia de formación, ofrece la posibilidad de envío y recepción de mensajes planos (sólo texto). Este recurso es usado para que la persona tutora y participantes, puedan comunicarse de manera más personalizada y ágil. El contenido que se redacte usando este tipo de mensajería no es público, aunque se puedan ver a las personas que se encuentran conectadas en el entorno virtual, la información será recibida únicamente por la persona que se seleccionó de previo. En caso que la persona a la que se le dirige el mensaje no se encuentra en línea, la plataforma tiene previsto el envío de una alerta a la cuenta de correo personal que cada participante registró como referencia. Idea clave La comunicación escrita eficaz, facilita el proceso de comprensión de lectura en tiempo y atención de la persona lectora. Un mensaje legible requiere de menos esfuerzo para ser comprendido y recordado, ya que incorpora elementos gráficos y lingüísticos propios del código no verbal.


El uso de cada uno de estos espacios requiere la consideración del tipo de vocabulario, el nivel de formalidad, el tono expresivo y la relación entre el emisor y receptor. Aunque es posible, una comunicación entre todas las personas participantes, ésta no se hace en simultáneo, sino más tiene un carácter asincrónico o diferido, donde prioritariamente, se redactan textos escritos, que representan mensajes de correo electrónico y se activan en los diferentes espacios del entorno virtual, anteriormente citados. Como ocurre en otro tipo de textos, por ejemplo: documentos o cartas, en los mensajes electrónicos, se admiten diferentes niveles de formalidad, condicionados por el contexto del código escrito, manteniendo ciertas convenciones como: el saludo inicial, el cuerpo del mensaje, con su objetivo, la despedida y el nombre de la persona que escribe, ubicado en la parte final del mensaje. Tome en cuenta que la comunicación escrita, haciendo uso de medios electrónicos es: 

Comunicación diferida.

Se encuentra ausente el receptor.

 Requiere de textos más precisos y mejor elaborados, con una vasta revisión y adecuada planificación del mensaje.

Uso de un lenguaje más formal y correcto.

 La interacción posible, es asincrónica.

Los signos no verbales son muy limitados.

Adaptado de: Programa para la formación de equipos especializados en tutoría on-line. IL3, Universidad de Barcelona. 2010.

Algunos factores que influyen en la calidad de los mensajes Facilitar los vínculos entre las y los estudiantes, no es una tarea simple. Lograr una dinámica participativa, fluida y enfocada en el logro de los objetivos propuestos, hace más compleja la función tutorial y es cuando más se debe cuidar la calidad de los mensajes que se redacten, ya que el correo electrónico es el principal instrumento de comunicación en los entornos virtuales. Por lo tanto, antes de un envío, considere: La persona tutora es un modelo para sus estudiantes: Si los mensajes recibidos por las personas participantes de la experiencia de formación, son claros, bien estructurados y precisos, los mensajes que estas personas envíen podrán tener


tales características. Además, el discurso que transmite la persona tutora pone de manifiesto muchas actitudes profesionales, su estilo marca sustantivamente, el accionar de sus estudiantes. El estilo de redacción de un mensaje, da información sobre la persona autora: Un estilo descuidado, indica poca atención en lo que se desea conseguir. Si a esto, se suman errores ortográficos y lingüísticos, transmiten una percepción o imagen deficiente de su emisor y de la institución para la que trabaja. La comunicación escrita tiene carácter permanente: Un sabio consejo que se ha distribuido por el mundo a través de Internet, dice “No escriba nada de lo que pueda arrepentirse: cuando se envía un mensaje, no se sabe a dónde va a parar, ni quién lo leerá”. Actualmente, los correos electrónicos, por su carácter de documento han servido como evidencia para iniciar procesos legales y demandas. En los entornos virtuales y dentro del contexto de una participación saludable en una experiencia de formación, tanto la persona tutora como sus estudiantes, pueden usar esta herramienta para mantener una comunicación fluida que permita, planear, revisar, realimentar aquellos contenidos propuestos en la formación y dinamizar el accionar esperado mediante el seguimiento a las tareas indicadas. Por su naturaleza diferida, es posible tomarse el tiempo y generar una comunicación de mayor cercanía. Algunos consejos para facilitar la comunicación La clave de una interlocución efectiva entre la persona tutora y sus estudiantes, radica en las posibilidades que se ofrecen para mantener la atención y sensación de cercanía con las tareas y el entorno virtual en sí. Es necesario que la comunicación: Se personalice: Leer con atención, representa en la virtualidad, lo que para el código verbal (cara a cara), es el uso de una buena escucha. Agregar en el encabezado de un mensaje, el nombre de la persona a la que se dirige, es una muestra de cortesía, interés y cercanía con lo que se requiera atender, incluso, parafrasear lo que originó el mensaje como estrategia de introducción a la respuesta que se espera recibir. Evidencie disponibilidad: Brindar respuestas oportunas y en un lapso de tiempo corto, es una clara evidencia que hay interés en lo solicitado, incluso en aquellos requerimientos fuera del contexto de la experiencia de aprendizaje. Cuando esto ocurra, lo razonable es que se canalicen las necesidades hacia otras instancias o


se brinde orientación hacia el uso de materiales de consulta que pueden estar en línea. Es necesario medir el tiempo en función de una respuesta satisfactoria, si por la naturaleza de la consulta, se requiere de una respuesta muy elaborada, es preciso comunicar que se está trabajando en ella en la medida de lo solicitado y que es posible que se tarde un poco más de las 48 horas aproximadas que se espera habitualmente una respuesta. Frecuencia de contacto: La permanente conexión y seguimiento a las acciones que se desarrollen en el entorno virtual, son un recurso valioso para dar ese valor agregado de calidez. Es imprescindible mantener la cortesía y el respeto aún cuando la frecuencia de comunicación aumente. El tratamiento a situaciones críticas, con contenido negativo, que se reciben por correo electrónico, llámense objeciones, reclamos por bajas calificaciones, quejas de diversa naturaleza, enfrentamientos entre participantes, disconformidad por una respuesta, entre otros. No deben desanimar el hecho de comunicar lo que se deba al receptor, sin que se entienda que se discrimine, ofenda, excluya o invisibilice a la persona que plantea la situación. En este sentido, el tono, el tipo de lenguaje y el respeto son elementos discursivos, valiosos para limar posibles asperezas y brindar soluciones ajustadas con la situación comunicada, ya que finalmente, se aspira a que la experiencia de formación, se disfrute mientras se aprende. Mostrar comprensión de lo expuesto, validar o comprobar la solicitud, brindar una solución satisfactoria y a tiempo, aún cuando exceda la capacidad de dar una respuesta oportuna, forman parte de los retos que se asumen en la virtualidad. Referencias ALBALADEJO, M. (2007) La comunicación más allá de las palabras. Qué comunicamos cuando creemos que no comunicamos. Barcelona: Graó. Sanz., Gloria (2010). de Barcelona.

Programa para la Formación de equipos especializados en tutoría online. IL3, Universidad

APARICI, R. (2003): “Comunicación Educativa en la Sociedad de la Información” UNED. Madrid Bedoya., Alejandro G (1997). La interactividad, Revista electrónica. [En línea] http://www.sinpapel.com/art0001.shtml KAPLÚN, M. (1998): “Una pedagogía de la comunicación”. Ediciones de la Torre. Madrid VYGOTSKY, L. El Desarrollo de los Procesos Psicológicos Superiores. Cap. 6.: Interacción entre Aprendizaje y Desarrollo. Ed. Grijalbo. México. 1988.


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