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Córdoba y una nueva matriz productiva clave para la actividad minera
Por Ing. Rodolfo Bergamasco Secretario de Minería de Córdoba
El origen de la actividad minera en Córdoba se remonta al siglo XVI y sucesivos, con explotaciones de plata, plomo, zinc, oro y vanadio en el noroeste de la provincia, las que fueron sistemáticamente desapareciendo a lo largo del siglo XX.
También a finales del siglo XVI, los Jesuitas dan origen al uso de rocas carbonáticas para la fabricación de cal, utilizada en las construcciones de la época. El uso de las calizas y mármoles de Córdoba se intensifica a finales del siglo XVIII y especialmente en el último cuarto del siglo XIX, donde la aparición del ferrocarril permite que la producción de cales de Córdoba llegue a todo el país.
A fines del siglo XIX y comienzo del siglo XX inicia de modo incipiente la utilización de calizas producción de rocas ornamentales, inicialmente con mármoles a partir de las calizas de muy buena calidad de las serranías cordobesas, luego los granitos que se desarrollan en la última mitad del Siglo XX y hasta la actualidad donde predomina como producto insignia, el Gris Mara.
La matriz productiva minera de Córdoba se sustenta en la producción de minerales y rocas industriales, ya que no se registran explotación de minerales metalíferos desde fines del siglo XX, y en la mayoría de los casos con muy bajo porcentaje de industrialización local.
Lideran la producción minera provincial los áridos de origen fluvial y de trituración, seguidos por los carbonatos para diversos usos (cemento, cal, molienda) y las ar-
“La matriz productiva minera de Córdoba se sustenta en la producción de minerales y rocas industriales, ya que no se registran explotación de minerales metalíferos desde fines del siglo XX.” para la fabricación de cales hidráulicas y cemento portland, actividad que alcanzó altos niveles de producción, calidad e inserción en el territorio nacional, que perdura hasta la actualidad.
En igual período se desarrolla la cillas. Sustancias como la serpentinita (esencialmente para uso siderúrgico) y cuarzo y feldespato siguen en orden de importancia, con un fuerte crecimiento de la primera en las últimas décadas. Córdoba es además líder nacional en producción de fluorita y rocas
Córdoba and a new production model which is key to the mining industry
“Mining production in Córdoba is based on industrial rocks and minerals, as no metalliferous minerals have been extracted there since the end of the XXth century.”
“Cordoba’s production model is then, closely related to the construction industry, in a low elasticity relation.”
“This very particular moment and its dire circumstances is starting to give us the hope of an expiration date and signs of production recovery seem to promise pre-pandemic levels.”
“Future prospects warrant a more optimistic vision, considering that the various government levels are planning interesting public work investments and the private sector has accumulated considerable liquidity.”
“Allowing mining development is not an option, it is a need, and it has to be understood as such and shared by all actors in society.” ornamentales, a diferencia de la sal, que tiene cifras muy variables condicionadas por el factor climático.
La ubicación geográfica del potencial minero se manifiesta en el Oeste-Noroeste de la provincia, en coincidencia con las Sierras de Córdoba, y dadas sus características se diferencia sustancialmente de las potencialidades mineras existentes en las provincias cordilleranas.
Por su perfil productivo, la minería de Córdoba está íntimamente relacionada con la industria de la construcción, en una relación poco elástica. La producción minera de la provincia presentaba muy buenos índices y niveles de producción hasta mediados del año 2018, donde comienza una caída como consecuencia de múltiples causas (Disminución del ritmo de obras públicas nacionales, provinciales y municipales, retracción de inversiones privadas por incertidumbre electoral y comportamiento de los mercados, restricciones de la actividad como consecuencia de la situación sanitaria global, entre otros). Este momento coyuntural muy particular, comienza a tener fecha de vencimiento, por lo que se avizora un repunte en los niveles de producción alcanzando niveles similares a los de la prepandemia.
La perspectiva de futuro se presenta con un mayor grado de optimismo, considerando que los distintos niveles del Estado tienen proyectado para este año interesantes inversiones en obras públicas y que el sector privado dispone de liquidez acumulada, como para pensar en inversiones y desarrollos vinculados a la construcción. La dependencia directa del sector minero de la provincia, en relación al sector de la construcción, requiere pensar, promover y desarrollar emprendimientos tendientes a lograr una mayor industrialización de la producción minera cordobesa, que se encuadre con las políticas públicas que el Gobierno de la Provincia de Córdoba, a través del Ministerio de Industria, Comercio y Minería viene ejecutando; el desafío es lograr en “cada pueblo un emprendimiento productivo”, lo que permitirá agregar valor en origen, generar fuentes de trabajo genuinas y desarrollar territorios de forma equilibrada. ciones extremistas e inconducentes. En este contexto no debería haber productores sosteniendo la actividad de modo desaprensivo bajo el concepto de “sí, porque sí”, como tampoco, y en la antípoda, la posición de los colectivos ambientalistas sosteniendo su inhabilitación bajo el concepto de “no, porque no”.
La participación del Estado en sus distintos niveles se constituye como el principal precursor de soluciones consensuadas, tratando de lograr un amplio nivel de participación de todos los actores de la sociedad en la busca de esos
En relación a la minería en su contexto nacional, puede resultar repetitivo enunciar la potencialidad e importancia que tiene para el país en función de la extrema necesidad de generar divisas, de potenciar desarrollos alternativos dentro de una matriz productiva que sistemática y periódicamente nos conduce a crisis económicas, institucionales y sociales. Permitir el desarrollo de la actividad minera no es una opción, es una necesidad, que debe ser entendida y compartida por todos los actores de la sociedad. En estos tiempos la sociedad se encuentra multifraccionada, donde las opiniones sobre determinados temas son compartidas por alguna de sus partes y en otros temas pueden diferir diametralmente, con posiciones radicalizadas e infranqueables. Esta situación se evidencia de modo particular en la actividad minera generando un alto nivel de fricción y conflictividad social a partir de la toma de posi- consensos. En esta ardua y persistente tarea, el objetivo es lograr una nueva concepción de las actividades extractivas mineras que permitan trabajar sobre un nuevo paradigma: “sí, pero así”.
Este concepto habilita procesos extractivos bajo normas de estricta sustentabilidad ambiental, con sistemas de acceso de información pública que permita transparentar, controlar y monitorear cada instancia de la explotación, a partir de la necesaria responsabilidad social empresaria y del indelegable rol de contralor a cargo del Estado.
La consigna apunta a no estigmatizar la actividad minera, ni a idealizarla como solución para todos los males, pero sí a integrarla dentro de la matriz productiva nacional de forma racional, compatibilizando y armonizando los intereses de los actores involucrados, logrando una adecuada convivencia a partir del diálogo.