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BOGOTÁ Y SUS LEYENDAS URBANAS

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BLOOD AND GOLD

BLOOD AND GOLD

Por: Ana María Loaiza Collazos

BOGOTÁ

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Y SUS LEYENDAS URBANAS

BOGOTÁ

Bogotá, mayo 2020

Bogotá esconde grandes enigmas, que aprovechan la noche para salir a flote y a atemorizar a los transeúntes de algunos lugares. Sin embargo, muchos de ellos no han sido vistos y sus historias existen por el simple hecho de que se han encontrado pruebas en algún establecimiento o porque se han trasmitido oralmente.

Los mitos y las leyendas urbanas son un concepto que creó el folclorista estadounidense, Richard Mercer Dorson, a finales de la década de los 60. Él definía estas narraciones como “una historia moderna que nunca ha sucedido, contada como si fuera cierta”. Sin embargo, esta definición ha variado un poco, pues los mitos o leyendas urbanas también pueden ser entendidos como construcciones orales en las que se narran historias verdaderas con una distorsión fantasiosa de los hechos. Estos

relatos reciben el nombre de “urbano” debido al contexto contemporáneo en el que se desarrollan.

Estas nuevas tradiciones orales tuvieron una fuerte acogida en todo el mundo, por ejemplo la leyenda de “La pasajera del más allá”, según la cual algunos conductores, especialmente de taxis, han recogido a una joven y esta desaparece en medio del trayecto. En otras versiones se dice que la muchacha le pide al conductor que pase por el dinero del servicio al día siguiente en la casa donde la dejó; cuando el taxista va y

pregunta por ella le informan que está muerta.

Esta narración es conocida en varios países de Latinoamérica, como lo menciona el portal web Bogotá.gov.co. Es tanto el reconocimiento alcanzado por esta leyenda urbana que el compositor colombiano de música popular, Giovanny Armando Romero Carmona, compuso la canción “Historia macabra”, la cual hace alusión a este relato.

Un sinfín de mitos urbanos se han tejido alrededor del mundo. En esta ocasión se hablará sobre tres de los mitos urbanos más interesantes de Bogotá.

EL SOMBRÍO SECRETO DEL TEATRO FAENZA

El Teatro Faenza se construyó en 1924 con el principal objetivo de entretener a la elite de la capital colombiana. Con el paso del tiempo este espacio dejó de tener tanta importancia y reconocimiento y el teatro entró en crisis. Según lo comenta Carolina Leiva, restauradora de la sala, esto causó que en los años 70 se empezara a proyectar únicamente cine pornográfico.

Este no fue el único “desliz” que tuvo el teatro pues en los años 80 se dice que allí se empezó a hacer cine “snuff” (es una categoría del cine en el cual se torturan e incluso asesinan a los actores de manera real). De acuerdo con información suministrada por W Radio en el 2014, el rumor surgió porque se encontró una bodega en donde había herramientas de tortura y manchas de sangre en las paredes.

José Raimundo Russi fue un abogado que dedicó su vida profesional a ayudar y defender a la población más vulnerable de Bogotá durante los años de 1800. Según el periodista Jorge Alejandro Llanos las acciones que realizó Russi no fueron bien vistas por la clase alta de la época.

En el Teatro Faenza se encontró una bodega en donde había herramientas de tortura y manchas de sangre en las paredes.

EL CAMINANTE DE LA PLAZA DE BOLIVAR

Alejandro Muñoz, un actor poco reconocido, narra para una entrevista que le concedió al portal de la revista Shock en el 2017, que el proyeccionista del Teatro Faenza para esa época, Manuel Chaparro, lo contactó para hacer unas escenas. Él acepto y un día mientras repasaba el guion decidió ir al baño; cuando se dirigía para el lugar, notó algo raro entre las personas que coordinaban la película. Una de ellas le comentaba a la otra: “toca tener cuidado para que Muñoz no se vaya a dar cuenta de que las escenas que va a realizar no son una simple actuación, sino que son reales”. Frente a esto, Muñoz huyó del teatro. “Yo soy el único protagonista de una película snuff que salió vivo”, asegura hoy.

En el artículo “Los fantasmas de la Candelaria” de El Tiempo, se narra que para el año 1851, Russi, resultó implicado en el asesinato de Manuel Ferro; la muerte de este sujeto se dio a causa de un atraco. Incluso, Llanos menciona que el abogado también fue juzgado por ser supuestamente el líder de la banda criminal “Molino del Cubo”.

Este altercado produjo el fusilamiento de Russi en la Plaza de Bolívar, a pesar de que él no fuera el autor intelectual del homicidio. Desde aquel momento algunas personas cuentan que el espíritu de este hombre vaga y exclama su inocencia por toda la Plaza.

BOGOTÁ

Bogotá, mayo 2020

EL RESTAURANTE CANÍBAL DE LA CALERA

Según el portal web de Shock en la vía que conduce a La Calera en los años 80, el italiano Gigi Ferruzzo, abrió el restaurante L’Angolo di Gigi. En poco tiempo cobró renombre e importancia gracias al tipo de carne que vendían y por las personas que acudían al lugar.

La carne que preparaba Gigi era todo un manjar; no se conseguía en ninguna otra parte del país. La intriga por saber de dónde provenía este alimento aumentaba cada día más y como el dueño no decía dónde la conseguía y tampoco dejaba que la cocinaran los otros chefs, se empezó a decir que era carne humana.

En el especial audiovisual llamado “Mentiras verdaderas, verdades mentirosas” de Shock, se realizó un capítulo sobre este restaurante. Allí se entrevistó a Salvatore Balotelli un extrabajador de L’Angolo di Gigi y se le preguntó por el origen de la carne a lo que él respondió: “él decía que se la enviaba una hermana de Italia”. El medio se comunicó con la hermana de Gigi, Benedetta Ferruzzo, para cerciorarse de que esto era verdad, pero la respuesta no fue la esperada: “¿Yo enviándole la carne? Si yo soy vegetariana. Absurdo.”

Cuando el rumor de que la carne que comercializaba Gigi era de humano comenzó a tener más fuerza, él decidió cerrar el restaurante e irse del país sin dejar rastro alguno.

El misterio vive en cada uno de nosotros

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