La pequeña gran Laura

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La GRANpequeñaLAURA

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La pequeña gran Laura

Editorial Trasvase

Edición: Paola Pavón

Corrección de estilo: Naomi Peña Vargas

Maquetación: Paola Pavón

Ilustraciones: Itzel Torres

Diseño de Portada: Itzel Torres y Naomi Peña Vargas

Primera edición en Nuevo León, México Diciembre, 2022

Para Sofía Ruiz, un pequeño milagro.

Mamá esperaba con ansias que llegara Octubre.

La cigüeña le había prometido que yo llegaría un miércoles veintidós.

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Mamá empezó con todas las preparaciones: pintar el cuarto, comprar ropa, comprar juguetes…

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Pero un caluroso día de verano, agosto dieciséis, mamá escuchó un ruido estrepitoso en la ventana.

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¿Quién será? Preguntó mamá y ¡oh, sorpresa! En aquella ventana, reposando sobre las macetas, estaba yo.

Una elefantita chiquita chiquita que apenas y podía abrir los ojos.

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A mamá no le importó que llegará unos meses antes, —¡Más tiempo para amarte mi pequeña Laura! —dijo ella.

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Pasaron los meses y papá se empezó a preocupar porque yo seguía igual de chiquita.

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—Ay, Ernesto, deja a la niña en paz. En un mundo lleno de elefantes gigantes, ¿quién no quisiera ser chiquita? —defendía mamá.

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Llegó el momento de ir a la escuela. Pude notar que mamá estaba nerviosa porque tenía las orejas de punta, pero yo estaba emocionada por conocer a los demás.

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Había solo un diminuto problema: Todavía no podía hablar.

Mamá y papá lo habían intentado todo, y yo quería gritar todo lo que sentía, pero era tan tan difícil.

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La maestra le explicó a los niños que yo era diferente. ¿Diferente? Claro, había algunas jirafas, hipopótamos, cebras y ellos se veían diferentes a mí, pero iguales entre ellos.

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Yo veía a todos los elefantes igual: todos azules, con trompa y orejas, ¿por qué era yo diferente?

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En el recreo intenté jugar a saltar la cuerda, pero me dijeron que estaba demasiado chaparrita y que me podían pisar.

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¡Pero mira mi sombra! Es del mismo tamaño que la tuya.

Más solo lo dije en mi cabeza, así que me fui a sentar a comer los cacahuates que me había preparado mamá.

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Todos los días era la misma historia, trataba de hacer las cosas que los demás hacían y no me dejaban por ser diferente pero ¿diferente cómo? Yo no lo entendía.

Era la hora de dormir, mamá entró a mi habitación para darme las buenas noches.

Al verme triste, preguntó: —¿Mal día?

Dije sí con la cabeza.

—Sé que todo es complicado de entender para ti, pero te aseguro que pronto comprenderás las cosas y ellos también. Los demás le tienen miedo a lastimarte, pero lo que no saben es que eres más fuerte que cien elefantes juntos.

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El día siguiente pintaba a qué todo sería igual, pero está vez algo cambió.

La maestra pidió que saliéramos al patio, tenía planeada una actividad.

—Tomen las tizas y en parejas dibujarán sus sombras.

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Todos tenían a su pareja, menos yo. —¿Necesitas ayuda? Quédate un poco quieta. —dijo la maestra y se puso a dibujar el contorno de mi sombra.

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—¡Maestra! —dijo mi compañera Lola.
—¿Por qué la sombra de Laura es igual a la de nosotros?

—Niños, tomen asiento alrededor de mí, les contaré algo. La sombra de Laura es así porque ella es igual a ustedes.

—Pero es más pequeña —replicó alguien al fondo.

—Si, eso es porque ella no nació como todos ustedes; ella nació antes, fue prematura.

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—¿Eso significa que ella no puede hacer las mismas cosas que nosotros? —preguntó Lola.

—No, significa que podrá hacer lo mismo y algunas con dificultad. Pero sólo necesita más tiempo, incluso el hablar. Ella es completamente igual que todos nosotros.

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Todo el resto del día jugué con los demás, corrí detrás de ellos y lancé pelotas. Por primera vez me trataban como lo que era, su igual.

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Llegué a casa feliz y mamá me miró sorprendida.

—Puedo notar que te fue bien. ¿Ya se dieron cuenta de lo fuerte que eres? —preguntó emocionada.

Berré feliz y mamá se sorprendió más al escuchar por primera vez algo de mi pequeña trompa.

—Sabía que solo necesitabas tiempo mi pequeña. Sabía que todos te verían con los ojos que yo te veo, mi pequeña gran Laura.

La Pequeña Gran Laura nos relata la historia de una pequeña elefante, quién se enfrenta a los retos de ser diferente.

En conmemoración del Día Mundial del Niño Prematuro, esta libro albúm pretende dar luz a lo que viven los niños con secuelas de un naciemiento prematuro, ilustrando situaciones que muchos desconocemos, pero que es importante contarlas.

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