Libro Investigación - FUUA

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LA ECONOMÍA DE CONSUMO COMO MODELO DE DESARROLLO EN LA CIUDAD DE PEREIRA: TENSIONES ENTRE DISCURSOS DOMINANTES Y DOMINADOS “Una mirada desde la reubicación de la antigua Galería de Pereira”

INVESTIGADORES: Oscar Fernando Martínez Herrera Luisa Fernanda Marulanda Gómez

GRUPO DE INVESTIGACIÓN PAIDEIA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, JURIDICAS Y HUMANISTICAS DEPARTAMENTO DE HUMANIDADES PROGRAMA DE CIENCIAS POLÍTICAS FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DEL AREA ANDINA PEREIRA, 2013

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Publicación Fundación Universitaria del Área Andina - 2014 Primera Edición Portada: Juan David Arenas Agudelo Investigador Principal: Oscar Fernando Martinez Herrera Luisa Fernanda Marulanda ISBN 978-958-57994-4-8

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LA ECONOMÍA DE CONSUMO COMO MODELO DE DESARROLLO EN LA CIUDAD DE PEREIRA: TENSIONES ENTRE DISCURSOS DOMINANTES Y DOMINADOS “Una mirada desde la reubicación de la antigua Galería de Pereira”

INVESTIGADORES: Oscar Fernando Martínez Herrera Luisa Fernanda Marulanda Gómez

CO-INVESTIGADORES

Carolina Gallego Ortiz Vanessa Casas Ruiz Wilmar Andrés Morales López

GRUPO DE INVESTIGACIÓN PAIDEIA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, JURIDICAS Y HUMANISTICAS DEPARTAMENTO DE HUMANIDADES PROGRAMA DE CIENCIAS POLÍTICAS FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DEL AREA ANDINA PEREIRA, 2013

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AGRADECIMIENTOS A la población anónima, perdida, desarraigada y encontrada en este texto, quienes con su empeño, dedicación, sudor y lágrimas, hacen de este país un lugar digno para vivir.

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INDICE DE CONTENIDOS INTRODUCCIÓN

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN •

Acotación de la pregunta

MARCO TEÓRICO • •

Economías de Consumo: un análisis desde Zygmunt Bauman Campo económico y político desde la perspectiva de Pierre Bourdieu

ASPECTOS METODOLÓGICOS CAPÍTILO I, GÉNESIS Y TRAYECTORIA DEL CAMPO ECONÓMICO DE LA CIUDAD DE PEREIRA 1.1 Prefundación: los inicios del campo económico local en Pereira 1.2 La fundación de Pereira: hacia un campo económico local 1.3 El café: transformaciones del campo económico 1.4 La industrialización y las limitaciones para su desarrollo en el campo económico 1.5 Sector industrial, segunda parte: persistencia de las dificultades para crear industria 1.6 Crisis de la industria y cambio de modelo económico: hacia una economía de consumo 1.7 La renovación urbana

CAPÍTULO II, CAMPO ECONÓMICO DE LA CIUDAD DE PEREIRA DESDE LA PERSPECTIVA DE SU CLASE DOMINANTE. 2.1 Modelo de desarrollo vía consumo como estrategia económica de la élite de Pereira. • 2.1.1 El discurso desde el plano global • 2.1.2 El desarrollo desde la contextualización nacional. • 2.1.3 El desarrollo desde lo local. • 2.1.4 El Desarrollo desde Pereira. 2.2 El campo económico local y sus apuestas desde la posición de la Cámara de Comercio. 2.3 El desarrollo desde el punto de vista de la alcaldía municipal. 2.4 Estrategias divergentes frente al desarrollo; apuestas por modelos locales y regionales. • 2.4.1 El proceso de renovación urbana del centro de la ciudad • 2.4.2 Renovación Urbana del centro de la ciudad, una apuesta por la economía de consumo.

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CAPITULO III, CONFIGURACIÓN DEL DISCURSO DE LA CLASE DOMINADA 3.1 Estructuración del Campo • 3.1.1 Configuración del campo económico regional y local • 3.1.2 “Modernización” regional • 3.1.3 Campo económico local • 3.1.4 Puesta en escena del campo económico Local 3.2 Caracterización del discurso de la clase dominada • 3.2.1 Campo Social 3.2.1.1 Condicionantes Objetivos de la población • 3.2.2 Campo político. 3.2.2.1 El sindicato como capital social dentro del campo político. 3.2.2.2 Percepciones sobre el sindicato y las formas de organización en la nueva galería. • 3.2.3 Campo Económico 3.2.3.1 Contraste de las actividades económicas desarrolladas en la antigua plaza y las desarrolladas en la actual 3.2.3.2 Percepción de rentabilidad 3.2.3.3 Percepción Económica a partir de la Reubicación 3.3 Conclusiones parciales • 3.3.1 Campo Social • 3.3.2 Campo político • 3.3.3 Campo Económico

CAPITULO IV, CONCLUSIONES 4.1 Consideraciones Finales 4.2 Bibliografía

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más allá de sus características aparenciales, es decir, más allá de los síntomas y de las contingencias. Es la comunidad académica de la ciudad la llamada a diagnosticar las problemáticas estructurales que signan la cotidianidad de los habitantes urbanos; es la Universidad y, particularmente, las universidades de la región, las instituciones más idóneas para formular no solamente los diagnósticos frente a las problemáticas más sentidas, sino también las posibles alternativas de acción para la superación de dichas problemáticas, en procura de garantizar unas mejores condiciones de vida para los hombres y las mujeres que habitan la ciudad.

INTRODUCCIÓN En el transcurso del 2009 la ciudad de Pereira ocupó recurrentemente los titulares de los medios de comunicación nacional y local, dado que un fenómeno social conmocionó a la comunidad académica, al sector empresarial, a los representantes políticos y, en general, a los habitantes de la capital de Risaralda: los índices de desempleo presentados por el DANE registraron en la ciudad de Pereira un porcentaje del 21.5% para el mes de junio de 2009, 0.8% más que en el mes inmediatamente anterior (DANE, 2009). Con estas cifras Pereira se posicionó como la ciudad de Colombia que ha detentado los mayores índices de desempleo por más tiempo; fenómeno que se contrapone a los discursos de desarrollo presentados por el gobierno municipal y nacional que la ubicaban, en términos del presidente de la época Álvaro Uribe, como “la campeona en competitividad (Alcaldía de Pereira, 2009).

Es fundamental que la Universidad, en sus funciones de investigación y proyección social, asuma un compromiso permanente con el contexto inmediato al que se encuentra circunscrita, esto es, con la región del centro occidente colombiano y, particularmente, con la ciudad de Pereira y con las problemáticas sociales que atraviesan las esferas económica, política, cultural, estética, etc., de la realidad local.

Son muchas las posibles causas que en tono de denuncia se formularon para explicar las alarmantes cifras, y muchas las voces que se pronunciaron en la prensa local y nacional para atenuar la zozobra colectiva que suscitó en los habitantes la alarmante cifra de 57.000 personas desempleadas en la ciudad, tal como lo reveló el DANE (DANE, 2009). Parte de de las hipótesis para explicar las raíces de la problemática estuvieron dirigidas al asentamiento paulatino de población de otras regiones en condición de desplazamiento forzado que llegaban masivamente a la ciudad en busca de mejores condiciones de vida; también al continuo arribo de nuevas personas de otras ciudades que han incrementado la oferta de mano de obra en momentos de crisis de la economía nacional. Los anteriores, aunados a la caída de las remesas por los reflujos de la economía mundial, el regreso de emigrantes, la crisis cafetera, entre otros, han sido factores que se han incluido en la explicación causal del fenómeno del desempleo en la ciudad.

El desempleo es sólo una manifestación sintomática de problemáticas estructurales que caracterizan la economía nacional y local. Abordarlo como si fuese tan sólo un flagelo de los últimos años implica desconocer que es una consecuencia lógica de los modelos económicos que se han implementado en el transcurso de la historia nacional y regional. El desempleo es sólo un fenómeno, una extensión de los problemas de fondo, una derivación de lo que hemos denominado estructural. Por lo anterior, es menester identificar en los modelos mismos, auscultar las políticas económicas que han regido los destinos de la economía local y ubicar las características del modelo de desarrollo actual que orienta la economía; características definidas no solamente a partir de las versiones de la administración municipal (ciudad imaginada) sino también de los relatos, narrativas y discursos de los ciudadanos que habitan y sienten la ciudad (ciudad vivida).

Sin embargo, estas conjeturas no dejan de ser aproximaciones carentes de una investigación exhaustiva y rigurosa que permita analizar el fenómeno

Para abordar los discursos mencionados, la

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investigación se centra en el proceso de renovación urbana que transformó la funcionalidad y el paisaje céntrico de la ciudad después del sismo de 1999, y que condujo necesariamente a la reubicación de la antigua galería (central de abastos) localizada en el sector; esto como un caso emblemático que permite comprender las consecuencias del modelo económico vigente en la población que trabajaba allí y vio trasformadas sus actividades productivas. La pregunta de investigación que orienta el presente proyecto versa entonces, tal como lo indica el título, alrededor de los discursos de desarrollo que coexisten en la ciudad de Pereira y la problemática social subyacente a éstos. Sin embargo, antes de acotar, delimitar y explicitar dichos discursos, es perentorio realizar una retrospectiva de los aconteceres y características más representativas de la historia económica local y sus respectivas resonancias sociales. Esto con el fin de explicar cómo la investigación responde a unas dinámicas históricas, es decir, a un proceso de génesis de la problemática que sólo se explica de forma holística en su devenir histórico, a través del tiempo y no de forma coyuntural. La investigación cobra relevancia en la medida en la que se reconoce que, si bien los actuales flagelos económicos y sociales hacen parte de la ciudad contemporánea, su presente inmediato, los orígenes y las causas primeras de éstos sólo podrían ubicarse si las ciencias de lo social que hacen parte de la región se dan a la tarea de reconstruir histórica y estructuralmente las problemáticas sociales actuales.

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PLANTEAMIENTO INVESTIGACIÓN

DEL

PROBLEMA

habitantes. Es así como se diseñó una propuesta de renovación urbana que contaba con la realización de préstamos internacionales y la injerencia de capital financiero proveniente del extranjero para la realización de las obras que contemplaba dicho proyecto de renovación. La construcción del Viaducto César Gaviria Trujillo cuyo costo fue de 36 millones de dólares, obras para la reconstrucción de la ciudad después del sismo, transformación del sector de la antigua galería dedicado al mercado popular en el complejo Ciudad Victoria, así como la aplicación de un proyecto de transporte masivo con empréstitos del Banco Internacional de Desarrollo (BID), hicieron parte de la propuesta de Renovación Urbana de la ciudad de Pereira (Alcaldía de pereira, 2001).

DE

Acotación de la pregunta En la década del ochenta se evidenciaron grandes transformaciones en la economía colombiana como resultado de la implementación de políticas de apertura incluidas dentro del modelo económico neoliberal. A partir de entonces algunas ciudades colombianas de las que hacía parte la ciudad de Pereira transformaron sus características económicas en consonancia con las políticas nacionales que se trazó el gobierno central. Un gran porcentaje de las pequeñas y medianas industrias de Pereira y Dosquebradas se convirtieron en subcontratistas de capitales extranjeros obligando a sus trabajadores a engrosar las filas de desempleados, empleados informales o desplazados por condiciones económicas. La industria de confecciones Valher es un ejemplo emblemático del colapso económico por ajuste forzado a las tribulaciones del modelo neoliberal. Por otra parte, el ocaso de la economía cafetera estuvo dado por el rompimiento de los pactos del café, utilizado por la clase económica y política dirigente como el argumento más fuerte para sostener la necesidad de proponer alternativas distintas al desarrollo de un mercado local fuerte basado en capitales locales y nacionales. Lo anterior da al traste con la apuesta del gobierno nacional por la implementación del neoliberalismo como proyecto salvador de la economía de las regiones, basado fundamentalmente en la apertura indiscriminada de las fronteras a los capitales extranjeros como supuesto garante de salvación de la resquebrajada economía cafetera.

Se construyó entonces un discurso de desarrollo consignado en el denominado Plan de Desarrollo de la ciudad de Pereira, que desde la administración municipal apelaba a revivir el espíritu comercial que ha signado la ciudad desde sus inicios. Un discurso sustentado en la economía de consumo- y no de produccióncomo el modelo económico más idóneo para superar el declive de la economía. Un modelo de desarrollo basado en el consumismo supuso necesariamente la trasformación de la infraestructura de la ciudad direccionada a la construcción de centros comerciales, tal como se ha venido realizando, como supuestos focos de progreso. El proyecto de renovación urbana, en consonancia con el modelo de desarrollo a partir de la economía de consumo, se concibe y registra, tal como se señaló anteriormente, en el Plan de Desarrollo 2001-2003 donde se plasman los ejes considerados prioritarios: “Dignificar la vida de los habitantes de Pereira, refundar la ciudad y consolidar la gobernabilidad” (Alcaldía de pereira, 2001). Los ejes y programas fueron ejecutados a partir de Planes Parciales que fungían como instrumentos estratégicos complementarios a las disposiciones del Plan de Ordenamiento Territorial.

Aunado a lo anterior, el sismo de 1999 que afectó fundamentalmente el Eje Cafetero fue otro detonante de la crisis económica. Tal sismo implicó necesariamente el planteamiento y la ejecución de un plan de reestructuración de la ciudad, tanto en su infraestructura como en los lineamientos económicos y sociales que regirían la vida de sus

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“El plan de Ordenamiento Territorial (POT) Acuerdo 18 de 2000, suscrito por la alcaldesa Martha Elena Bedoya Rendón, la secretaria Municipal de Planeación Adriana Vallejo de la Pava y el presidente del Consejo de Pereira Juan Carlos Valencia Montoya, es definido como un conjunto de directrices, políticas, estrategias, metas, programas, actuaciones y normas, destinadas a orientar y administrar el desarrollo físico del territorio y la utilización del suelo” (Alcaldía de Pereira, 2000)

La administración municipal utilizó en su discurso de desarrollo, el eslogan “Pereira, misión de todos” para movilizar al ciudadano común frente al proyecto renovación urbana y “hacer ver y hacer creer” la urgente necesidad de cambios tanto físicos como sociales y económicos en la zona, con el propósito de “refundar ciudad” y así promover su agenda de gobierno; en otras palabras, lo utilizó como una forma de dominación simbólica que pretendió persuadir a las mayorías de la población para que le otorgaran legitimidad a dicho proyecto; La legitimidad implica, aceptación, reconocimiento, validación de lo que la clase política impuso sin previa consulta a los ciudadanos de Pereira. Se entendió entonces la Renovación Urbana como: “Tratamiento que se aplica a sectores del suelo urbano ya desarrollados, caracterizados por el deterioro físico y socioeconómico, que requieren modificaciones sustanciales al uso del suelo y de las construcciones” (Alcaldía de Pereira, 2001) Pereira, 2000)

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Una de los sectores caracterizados, según la administración, por el deterioro físico y socioeconómico y que requería de modificaciones sustanciales en el uso del suelo y de las construcciones fue el sector de la antigua Galería (Calles 15, 16, 17 Carreras 9, 10, 11) convertido en uno de los focos de concentración de los cambios que se proyectaban para la ciudad en el Plan Parcial de Renovación Urbano denominado “Ciudad Victoria”, que incluía la demolición de la antigua galería, la construcción sobre sus ruinas de los Centros Comerciales Victoria y Éxito, y la reubicación de quienes habitaban este espacio marginal de la ciudad en bazares populares para intentar subsanar la pérdida de sus trabajos en la antigua galería y en los barrios periféricos de la ciudad con la pretensión de reubicarlos en un lugar que debía convertirse en nuevo hogar, nueva morada de asentamiento de percepciones, imaginarios y representaciones de mundo y de ciudad. El foco central de análisis se encuentra entonces en los discursos de los sectores o agentes dominados del campo económico, en las percepciones, representaciones y prácticas (habitus) que han construido en torno al campo económico, a sus transformaciones y a las resonancias sociales que dichas transformaciones han generado. No solamente el discurso de la administración condensado en el Plan de Desarrollo y hecho cuerpo en la clase política dirigente de la ciudad está dando cuenta de las características del mundo urbano que encarnamos, también es necesario identificar y reconocer los discursos de la otra orilla, las representaciones e imaginarios que han tejido los locatarios de la antigua galería desde la alteridad, desde el lado dominado de los campos económico, políticos y social. Es fundamental por consiguiente ahondar en los habitus que han producido y reproducido estas personas desde el momento en que su lugar de trabajo estaba en el centro de la ciudad,


hasta su traslado y posterior adaptación bajo unas condiciones completamente diferentes en otro punto de la ciudad; la intención es comprenderlos como seres humanos que pugnan por una inclusión real en las supuestas bondades de la economía o por una transformación del modelo en consonancia con sus necesidades más sentidas. Así las cosas, el interrogante que pretende resolverse en la presente investigación es: ¿De qué forma el discurso esgrimido por la administración municipal de la ciudad de Pereira frente al campo económico, basado en la implementación de la economía de consumo como vía de desarrollo, se ve reafirmado o confrontado con los discursos (representaciones, percepciones, imaginarios: habitus) construidos por los habitantes de la ciudad en torno a las consecuencias que esto ha traído consigo?

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El capitalismo industrial característico de las sociedades productoras es un capitalismo anclado al suelo, es un sistema que requiere de la expropiación y apropiación de la tierra como elemento central para desarrollar sus industrias; además, y éste es uno de los rasgos centrales que lo diferencian del capitalismo contemporáneo, es un modelo económico que requiere de los trabajadores para sostenerse, es decir, el dúo capital- trabajo es inescindible, su divorcio inconcebible para las pretensiones de acumulación de la clase burguesa poseedora de los medios de producción. El capital es, tal y como lo enuncia Marx “trabajo humano cristalizado”, mano de obra acumulada, es decir, fuerza de trabajo no remunerada al obrero y convertida en plusvalía (valor agregado o valor de más) que le extrae el burgués a las mercancías elaboradas por los hombres apoyados en máquinas y, más adelante, por las máquinas apoyadas en hombres.

MARCO TEÓRICO Economías de Consumo: un análisis desde Zygmunt Bauman Zygmunt Bauman es ilustrativo para comprender histórica y teóricamente el paso de una sociedad de producción a una de consumo, de ahí su utilidad para el desarrollo de la investigación. Si bien a través de él no se realiza el análisis de discurso entre agentes del campo económico, delimita de forma detallada las lógicas de la economía de consumo que caracterizan el contexto mundial actual y, por ende, la incidencia de éste en la ciudad de Pereira. El advenimiento de la modernidad trae consigo un sinnúmero de transformaciones económicas, políticas, sociales, culturales, estéticas, etc., que redundan en nuevas formas de percibir, concebir, hacer y sentir el mundo social. El capitalismo industrial es una de las características fundamentales que signan la economía moderna como sistema de producción, distribución y consumo adoptado por la mayoría de los Estados Nacionales.

Marx había señalado que el trabajo era la esencia del hombre. La transformación de la naturaleza de acuerdo a las necesidades de los seres humanos sólo se podía realizar a partir del trabajo como principio esencial y liberador de éstos. La ética del trabajo encerraba en su seno la búsqueda de la libertad de los hombres a partir de ser fieles a su esencia: el hombre que trabaja es el hombre libre, y sólo se consigue la libertad a partir del trabajo. Sin embargo, el trabajo como liberación se contrapone al trabajo alienado del hombre moderno. La división social del trabajo, y la especialización a la que ésta conllevó, se convirtió en el proceso de cosificación de los seres humanos, a partir del cual renunciaban a su condición de seres genéricos o integrales, con múltiples potencialidades y virtudes, para convertirse en simples apéndices de la máquina dedicados a una sola actividad. El hombre, y particularmente la clase proletaria, tal como lo señaló Marx y lo insistieron los representantes de la Escuela de Frankfurt, se encuentra sometido a una triple alienación, entendida como extrañamiento, separación o enajenación: la alienación con el producto de su trabajo, es decir, con la mercancía que no es de su pertenencia; la alienación de los medios de producción, y la alienación de sus congéneres, es

Para Bauman el capitalismo moderno, o capitalismo pesado 1, está sustentado en un modelo económico basado fundamentalmente en la producción como actividad primordial y en el consumo como su derivación necesaria (actividad secundaria). Es decir, las sociedades modernas son sociedades productoras preocupadas esencialmente por fortalecer la producción de mercancías para los distintos sectores de la economía. Tal producción implicó necesariamente la injerencia de los avances científicos y tecnológicos que posibilitaron la producción industrial en masa, la construcción de las fábricas y de la infraestructura necesaria, la conformación de un nutrido ejército de reserva de campesinos desplazados a los centros urbanos que aportaron la mano de obra que requería la burguesía industrial para generar y acumular capital. 1 Término con el que el sociólogo polaco Z. Bauman designa el capitalismo industrial. El adjetivo pesado hace referencia al capitalismo sustentado en el fordismo: construcción de grandes fábricas, cadenas de montaje, utilización de maquinaria pesada y especializada y empleo de extensa cantidad de trabajadores en el proceso productivo.

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decir, de los otros seres humanos que intervienen en el proceso de producción de las mercancías (Marx, 1946).

la democracia y la ciudadanía son conceptos que se redefinen con los cambios políticos que nos arroja la realidad actual, al igual que otros conceptos que se utilizan indiscriminadamente sin advertir que la praxis del mundo nos sugiere la redefinición y resignificación de las categorías analíticas que emplea la academia para referir al mundo social.

Es así como Marx, sociólogo estudioso del funcionamiento del sistema capitalista, devela las relaciones ocultas de dominación de una clase sobre otra que se encierran en las mercancías, entendiéndolas como la forma más simple pero a la vez más compleja del modo de producción capitalista. Sin embargo, pese a las características que revisten al trabajo alienado en el capitalismo industrial, éste continúa siendo el factor fundamental que posibilita la satisfacción de las necesidades básicas insatisfechas. En este panorama, quien no trabaja está imposibilitado para garantizarse unas mínimas condiciones de supervivencia. La pobreza es equiparable a la falta de trabajo. Pobre, en el capitalismo industrial es aquel que carece de trabajo, que no vende su mano de obra para poder sobrevivir. Es por lo anterior que el Estado Comunitario o el Estado Benefactor, que se construye en el mundo moderno para garantizar unas mejores condiciones de vida a sus ciudadanos, más allá de la verdad o la mentira que haya sido históricamente, es un Estado que supone la centralización de sus políticas en la oferta de trabajo para los individuos y en la disminución de la pobreza a partir del ofrecimiento de empleos a sus ciudadanos nacionales.

El capitalismo ha sufrido mutaciones sustanciales que obligan a replantear las formas en las que dicho sistema económico se presentaba siglos atrás. Con la injerencia de los bancos y del capital financiero en la economía de los países, el capitalismo ha tomado un nuevo carácter: financiero, caracterizado por la fusión del capital financiero (proveniente de instituciones bancarias) con capital agrícola, comercial e industrial. Rudolf Hilferding en su obra Das Finanzkapital (1909) señala que en el capital financiero los recursos monetarios de las distintas instituciones bancarias son utilizados para fomentar e impulsar las distintas actividades económicas mediante el crédito. Los Estados dependen de los empréstitos de su deuda externa e interna, los bancos de inversión movilizan sus recursos hacia la bolsa de valores donde el dinero se convierte en acciones de las empresas privadas o privatizadas. Las corporaciones transnacionales se entrelazan por medio del capital financiero y articulan grupos de capital internacional constituidos en sociedades anónimas o en acciones que representan a los mismos propietarios, dueños de una empresa o socios de la misma.

Sin embargo, las transformaciones de la contemporaneidad obligan a replantear los conceptos y las nociones que caracterizan las sociedades modernas. El capitalismo, los Estados Nacionales, la democracia, la ciudadanía, la política, el poder, la pobreza etc., son conceptos que adquieren nuevos matices con el paso del tiempo y es necesario que los modelos teóricos y los marcos referenciales con los que las ciencias de lo social aprehenden el mundo, estén en consonancia con dichas transformaciones. Lo que actualmente se denominan Estados no son realmente Estados en la acepción moderna del término, el capitalismo industrial ha tomado nuevas características en el marco de la globalización;

El capitalismo financiero está en detrimento de las economías de producción que caracterizaban el capitalismo industrial. Las sociedades productoras tienden a desaparecer para dar paso a la optimización de las ganancias a través de la especulación. Las ganancias del empresario ya no son consecuencia de la inversión y producción con eficiencia. Al respecto, Aldo Ferrer escribe:

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Las posibilidades de generar ganancias arbitrando diferencias entre tasas de interés, tipos de cambio y variaciones de precios en los mercados inmobiliarios y bursátiles, atraen la mayor parte de las aplicaciones financieras. La especulación es un escenario para ganar (y perder) dinero, a menudo, mucho más importante que el de la inversión y la aplicación de tecnología para la producción de bienes y servicios” (Aldo Ferrer, 2001). Así mismo David C. Korten expresa: o, Aldo Ferrer escribe: “Los mecanismos empleados por el capitalismo financiero para hacer dinero a partir del dinero, sin que sea necesario encarar una actividad productiva, permite a aquellos que tiene dinero incrementar sus pretensiones en contra de la reserva de riqueza real de la sociedad sin contribuir a su producción. Si bien las actividades implicadas hacen a unos pocos muy ricos, desde una perspectiva social son extractivos en lugar de ser productivos. La falta de capacidad del capitalismo para diferenciar entre inversiones productivas y extractivas casi parece ser uno de sus atributos definitorios” (Korten, 1999). Es así como Bauman advierte que en las sociedades contemporáneas, insertas en la dinámica del capital financiero globalizado, se ha producido una fuerte disociación entre capital y trabajo, dado que las sociedades han concentrado esfuerzos en incentivar las economías de consumo más que las economías de producción. Son estas últimas las que emplean mano de obra, las que requieren de la fuerza de trabajo de los obreros para subsistir. Tal como se ha señalado anteriormente, el capital se concibe como trabajo humano acumulado, por ende, el capital requiere de trabajo como condición necesaria. Actualmente en tiempos de especulación financiera el capital se ha escindido del trabajo, no es necesario emplear mano de obra para acumular capital cuando la

especulación podría generar grandes sumas de dinero (Bauman, 2000). La sociedad y la economía pereirana no es ajena a la dinámica del sistema financiero internacional que explica Bauman, y por ello sus apuestas estratégicas se realizan en torno a la economía de consumo. Dichas apuestas se ven expresadas en la construcción de grandes plataformas comerciales o hiperalmacenes y en el fortalecimiento del sector servicios, dejando como proyectos secundarios los que generan verdadero valor agregado a la economía y emplean mayor mano de obra. Los índices de desempleo aumentan considerablemente si la inversión en producción se reduce; es así como Pereira ve crecer dichos índices con el desmantelamiento paulatino de sus industrias desde 1980 y la apertura económica formalizada en 1991; Oscar Arango (1989) muestra como el desempleo en la ciudad pasa del 8.9% en 1981 al 16.1% en 1986, y posteriormente asciende hasta llegar al 24% entre 1996 y 1999 (Arango, 2000). Así las cosas, los países que carecen de una industria nacional consolidada y que se han visto relegados a la producción de materias primas por el escaso desarrollo de la ciencia, la tecnología y el capital industrial, como Colombia, son países condenados a ser consumidores compulsivos de productos y mercancías elaboradas en otros países. Es por esto que si los modelos de desarrollo de los Estados no concentran sus prioridades en fortalecer las economías nacionales, es decir, la agricultura, la industria y la producción en el marco de sus mercados internos, difícilmente van a poder emplear a sus ciudadanos para garantizarles unas mínimas condiciones de vida. El capitalismo financiero ha redundado entonces en la transición de las sociedades de producción a las sociedades de consumo. En dicho modelo no está contemplado el fortalecimiento de los mercados nacionales a partir del cumplimiento interno del ciclo: producción, distribución y consumo, que

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requiere además del empleo de mano de obra (trabajo) para poder desarrollarse cabalmente. Contrario a esto tienden a desaparecer las economías nacionales en pro de la economía y del mercado global manejado por capitales extranjeros transnacionales y supranacionales (Bauman, 2000). Actualmente, tal como lo señalan algunos sociólogos contemporáneos como Z. Bauman y Ulrich Beck, los Estados Nacionales no controlan la economía al interior de su territorio, han sido suplantados por la emergencia de organismos supraestatales erigidos en actores monopólicos de la economía mundial: las corporaciones, transnacionales y multinacionales así como entidades financieras constituidas como nodos de regulación de los flujos del mercado a nivel global: el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) la OMC (Organización Mundial del Comercio).

flexibilización laboral, por no requerir de fuerza de trabajo humana para acumular capital, esto implica necesariamente ubicar el crecimiento del desempleo, del empleo informal o subempleo, como una de sus consecuencias lógicas. Es necesario reconocer entonces también que las posibilidades de las mayorías, hombres y mujeres, de poseer el capital económico necesario para acceder a las bondades del consumo cada vez se ven más reducidas. Sólo una pequeña parte de la población estará en condiciones de hacer parte de la lógica del mercado, caracterizada por la creación de estrategias de seducción para persuadir al comprador a consumir productos con fecha de caducidad, es decir, productos que suplen ficticiamente una necesidad inmediata creadora de nuevas necesidades (Bauman, 2007). Es así como de las economías de consumo resulta una gran cantidad de seres considerados residuales, marginados, sobrantes del sistema económico. Desadaptados que no han logrado acoplarse a las vicisitudes de los mercados contemporáneos. Los nuevos pobres, o marginados del consumo, constituyen así una nueva clase o infraclase, imposibilitada, por su condición, para insertarse en la lógica de la compra compulsiva e infinita de productos. Se crea así un gran número de individuos relegados de la economía, impedidos por el modelo económico para ejercer un trabajo que garantice la satisfacción de las necesidades básicas y, por consiguiente, seres apartados de toda posibilidad de disfrutar de las bondades del sistema, defendidas por los agentes económicos más favorecidos (corporaciones, transnacionales, capitales extranjeros, agentes dominantes del campo económico local, etc).

El desplome de los mercados nacionales a merced de la globalización económica ha repercutido en el incremento del desempleo y del empleo informal. La desregulación laboral, la flexibilización del trabajo expresada en el fin de los contratos laborales como garantes de óptimas condiciones para el trabajador, así como la inestabilidad laboral, son la consecuencia lógica de la despreocupación de los Estados por fortalecer la producción, aunada al incentivo del consumo de productos importados del extranjero, o elaborados en territorio nacional con capitales extranjeros, que pocos beneficios le representan al país y a la distribución del ingreso nacional. Como se había señalado anteriormente, en las sociedades productoras la pobreza es equiparable a la ausencia de trabajo, su consecuencia lógica; en las sociedades de consumo la pobreza se traduce como incapacidad para consumir. Pobre, en términos de Bauman, es aquel que está desprovisto de los recursos necesarios para entrar al campo de consumo, es decir, aquel imposibilitado económicamente para comprar. Si se reconoce que del carácter financiero del capitalismo actual se deriva la desregulación y

Campo económico y político perspectiva de Pierre Bourdieu

desde

la

Bourdieu desde la teoría de los campos ofrece un conjunto de elementos teóricos, lógicos y metodológicos para entender las relaciones de fuerza que se tejen al interior, en este caso, del

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campo económico. Es fundamental ubicar el campo económico de la ciudad como un escenario de confrontación de discursos (producto de los habitus) alrededor de las dinámicas del campo donde las propuestas de desarrollo del mismo juegan un papel fundamental. La noción de campo es la categoría analítica propuesta por Pierre Bourdieu, desde su sociología relacional, como el concepto que posibilita la superación de las falsas oposiciones en las ciencias de lo social: entre agente21 y estructura3 , entre estructura e historia y entre las relaciones objetivas del mundo social y las formas cognitivas con que los agentes le otorgan sentido y significado a éste a partir de sus percepciones, símbolos y prácticas. La noción de campo como la de habitus son categorías que transversalizan el modelo teórico esbozado por Bourdieu para aprehender científicamente el mundo social en todas sus esferas: económica, política, estética, cultural, científica, de los medios de comunicación etc. Dichas esferas son susceptibles de considerarse como campos del espacio social, en la medida en que se identifiquen los rasgos característicos de un campo propiamente dicho: un capital en disputa (en este caso capital económico), es decir el recurso por el cual se compite, unos agentes con estrategias especificas y efectivas para la consecución del capital que se encuentra en tensión, de cuya posibilidad de adquisición depende su posición dentro del campo.

y los locatarios de la antigua galería (agentes dominados) cuyas estrategias fueron las presiones ejercidas por su sindicato. Finalmente, se requiere de cierta autonomía relativa del campo con respecto a otros campos del espacio social, esto es, pese a las mutuas determinaciones e imbricaciones entre los campos, cada uno posee sus lógicas y dinámicas propias con relativa independencia de los otros. Para Bourdieu: “Los mecanismos empleados por el capitalismo financiero para hacer dinero a partir del dinero, sin que sea necesario encarar una actividad productiva, permite a aquellos que tiene dinero incrementar sus pretensiones en contra de la reserva de riqueza real de la sociedad sin contribuir a su producción. Si bien las actividades implicadas hacen a unos pocos muy ricos, desde una perspectiva social son extractivos en lugar de ser productivos. La falta de capacidad del capitalismo para diferenciar entre inversiones productivas y extractivas casi parece ser uno de sus atributos definitorios” (Korten, 1999). Un campo es entonces un escenario de relaciones de fuerza en el cual los agentes se encuentran desigualmente posicionados como dominados o dominantes. Dicha ubicación depende directamente de la posesión del capital especifico eficiente en el campo (clase de capital: económico, político, cultural, etc., que en este caso es el económico), de la cantidad de este capital que posean (volumen de capital) y de la evolución en el tiempo de la estructura del capital, que está relacionada con la trayectoria del agente. Así las cosas, los contendientes rivalizan por el monopolio del tipo específico de capital eficiente en cada campo del espacio social y, es por esto, que todo campo se asemeja a un mercado en el que se produce, se negocia, se apropia o se expropia un capital determinado, por ser un lugar de competencia por el monopolio de ese capital.

En este caso existió una lucha por el capital económico que se encontraba mediado por la posesión y el uso del suelo del centro de la ciudad entre las grandes superficies comerciales de la mano de las autoridades locales (agentes dominantes), que contaban con las disposiciones legales encontradas en el Plan de desarrollo municipal y el Plan de Ordenamiento Territorial, 2 Noción empleada por Bourdieu para referir a los actores que tienen no solamente un carácter activo en sus tomas de posición sino también un carácter reproductor de prácticas, relacionado con la posición que dichos agentes ocupan en el campo. 3 La noción de estructura se refiere al orden social establecido al margen de la voluntad de los individuos, es decir se impone socialmente y es la base de todas las prácticas sociales e individuales como producto de la historia y de los habitus incorporados en ella.

El capital específico constituido en el arma de lucha es, por ende, la condición de entrada en cada

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campo social (capital económico para insertarse en las lógicas de la economía de consumo), la herramienta con la cual los agentes conservan y perpetúan su posición en el campo económico o luchan por modificarla a través de la puesta en marcha de estrategias de conservación o de subversión eficientes dentro del campo: “(…) modificar la distribución y el peso relativo de las formas de capital equivale a modificar la estructura del campo. Ello confiere al campo un dinamismo y una maleabilidad histórica que escapa al rígido determinismo del estructuralismo clásico (...) cualquier campo se presenta como una estructura de probabilidades, recompensas, ganancias, sanciones y estrategias” (Bourdieu,1995: 23). Las estrategias son equiparables a los modos de ser y hacer en el juego: se movilizan recursos, se busca el incremento de los capitales en lucha (capital económico) y, finalmente, se persigue la conservación de una posición adquirida por parte de los agentes dominantes o se busca subvertir dichas relaciones por parte de los dominados. La puesta en escena de estrategias dentro del juego es la consecuencia lógica de un interés en hacerse partícipe, de una motivación por no desaparecer de la disputa (por no ser excluidos de las lógicas del mercado), de una intencionalidad mediada por la necesidad de permanecer y/o por el significado de ser parte del juego.

a través de la inculcación de representaciones, sentidos y significados en el inconsciente. Los efectos de la dominación simbólica redundan en la cooperación prerreflexiva de los agentes dominados con la perpetuación de su dominación (estrategias utilizadas por los dominantes de la economía de consumo para garantizar la aceptación e incursión de los dominados en el mercado). El campo económico como espacio de relaciones objetivas se hace cuerpo en los agentes, es decir, es incorporado, habita en sus estructuras de pensamiento, se encarna en sus cuerpos y en sus maneras de existir en el mundo, es decir, se convierte en el discurso que los agentes construyen del campo y de su experiencia en él (discurso se entiende entonces como las tomas de posición de los agentes frente a las dinámicas del campo, como el conjunto de percepciones, representaciones, disposiciones y prácticas que construyen los agentes del campo en tanto son parte de él). En este caso se busca identificar y caracterizar los diferentes discursos que han construido tanto agentes dominados como dominantes de las actuales dinámicas del campo económico, en las cuales el modelo de desarrollo vía consumo juega un papel fundamental como eje nodal de la economía local. Las relaciones objetivas del campo económico, que se presuponen como exógenas, o afuera de los agentes, pueden interiorizarse al punto de naturalizarse y de constituir una relación de identidad campo-agente, que hace parecer las relaciones del campo como autoevidentes, como inmanentes al estado del campo y como si otra estructura de relaciones adoleciera de toda posibilidad real en el mundo social. Es en esta relación de mutua determinación donde reposa la complicidad ontológica entre campo y agente, entre campo y habitus. Así es posible entonces ubicar discursos de los agentes dominados del campo (consumidores defectuosos, nuevos pobres) que, antes que contrariar las lógicas del campo económico, busquen insertarse y crear todo tipo de estrategias para superar su condición

El aliciente que incentiva “mantenerse” en el juego propio de cada campo, lejos de aproximarse meramente a un interés asumido desde la racionalidad instrumental weberiana o desde la maximización de las utilidades característica del economicismo a ultranza, es una motivación no necesariamente racional, en términos de la utilización de unos medios para la consecución de unos fines específicos. Es una apuesta por el juego movida también por la estructuras cognitivas de los agentes, donde operan al mismo tiempo: emociones, afectos, pulsiones inconscientes, efectos de la dominación simbólica que se realiza

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los elementos analíticos para advertir y explicar los procesos de transformación que se gestan al interior de la sociedad y las estrategias puestas en marcha que posibilitan los cambios sociales.

de desventaja frente a otros agentes. Es decir, es posible encontrar en las clases dominadas discursos de aceptación de las dinámicas del campo, lo que Bourdieu explica como afán de autoconservación (lucha por la sobrevivencia) pero también como naturalización de las relaciones de fuerza, es decir como aceptación prerreflexiva de las lógicas excluyentes de la economía de consumo, en este caso.

El campo toma corporeidad, materialidad, se hace “ser en el mundo” a partir de la estructuración de formas de pensamiento, de principios de clasificación de la realidad inculcados en las estructuras cognitivas de los agentes. Las relaciones objetivas y asimétricas son determinantes en la formación de modos de vida, de las diferentes maneras de percibir y percibirse en la realidad, así como de las formas de manifestarse en ella a partir de las prácticas y de las acciones individuales que tienen profundo arraigo en el mundo social. A dichos esquemas de pensamiento, estructurados por la realidad social como “estructuras estructuradas” y que al mismo tiempo construyen el mundo social por ser “estructuras estructurantes” y principios generadores de prácticas, Bourdieu los denomina con la categoría analítica de habitus. Los discursos construidos por los agentes, centro de la presente propuesta de investigación, son pues los habitus que los agentes del campo económico y de sus dinámicas (modelo de economía de consumo) han creado como forma de acoplamiento o resistencia a éstas.

De la misma forma dicha relación de complicidad campo-habitus, o dinámicas del campo económico-discursos de los agentes frente a éste, puede romperse en la medida en la que existan discursos disidentes del orden de cosas establecido en la economía. De este lado se ubican todos los actores y sectores (agentes) que encarnan las consecuencias económicas y sociales de la economía de consumo y que enuncian las problemáticas endémicas de dicho modelo de desarrollo. Son estos discursos (tomas de posición, representaciones, percepciones, imaginarios) los que dan cuenta de la correspondencia o no de los discursos emitidos por la administración municipal que ubican la economía de consumo como la ruta más próxima al desarrollo económico y social de la ciudad de Pereira. En circunstancias determinadas, afirma entonces Bourdieu, puede producirse un distanciamiento entre los campos y los habitus, entre las posiciones en el campo de los agentes y sus tomas de posición (discursos) como consecuencia de una fricción en la complicidad ontológica de éstos. Esto se explica porque la homología entre las posiciones de los agentes en el campo y sus modos de pensamiento, homología entre la posición y la toma de posición, sufren procesos de cambio que pueden verse desdoblados en la modificación de las posiciones objetivas de los agentes y/o en la mutación de sus formas de pensamiento, de sus percepciones y de sus modos de existir en el mundo. Es por esto que la teoría bourdeana no sólo apunta a explicar la reproducción de ciertos sistemas sociales y de los mecanismos que garantizan la conservación del “orden social”, sino que, de la misma forma, ofrece

El habitus se define entonces como sistemas de disposiciones duraderas y transferibles, estructuras estructuradas, predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes, es decir, como principios generadores y organizadores de prácticas y representaciones objetivamente enclasadas y enclasantes (como discursos). El habitus es producto de la historia individual y colectiva y produce historia conforme a los principios engendrados por tal historia. Es pues pasado condensado en presente que se deposita en cada agente, en su cuerpo, bajo la forma de esquemas de pensamiento y acción es decir como percepciones, disposiciones y prácticas en el mundo social, esto es como discursos (retóricos, corporales, prácticos) (Bourdieu, 1990)

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Así las cosas, ambas nociones, campo y habitus, son inescindible y no puede referenciarse una sin la reciprocidad de la otra. Los campos construyen habitus y los habitus construyen campos. Ambos conceptos designan formas de relaciones: “Un campo está integrado por un conjunto de relaciones históricas objetivas entre posiciones ancladas en ciertas formas de poder(o capital), mientras que el habitus alude a un conjunto de relaciones “depositadas” en los cuerpos individuales bajo la forma de esquemas (discursos) mentales y corporales de percepción, apreciación y acción” (Bourdieu,1990: 23)

Esta es una relación biunívoca de mutua determinación donde ambos conceptos se entremezclan en la realidad social; se entretejen tanto en la realidad objetiva de las estructuras del espacio social, que trascienden la individualidad del agente, como en aquellas que el agente mismo construye, rehace y resignifica para dar forma a sus estructuras de conocimiento. Dicha relación de doble vía entre campos y habitus, entre las posiciones en el campo y las tomas de posición (discursos) y el resultado de sus imbricaciones, se instalan en lo más profundo de los pensamientos y determinaciones, signan y habitan los cuerpos, las maneras de simbolizar la realidad y de otorgar sentido a la existencia misma, se filtran en las manifestaciones de los agentes a partir de la configuración de prácticas económicas, políticas, estéticas y culturales. Es así como los planteamientos de Bourdieu resultan altamente ilustrativos para explicar las relaciones de fuerza que configuran el actual campo económico local de la ciudad de Pereira, las dinámicas que en éste se han desarrollado jalonadas por los agentes dominantes (administración municipal) y materializadas actualmente en el Plan de Desarrollo vía economía de consumo. Así mismo la teoría de los campos y de los habitus posibilita un marco referencial de análisis para comprender la

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relación entre las posiciones al interior del campo económico local con las tomas de posición de los agentes configuradas a partir de sus discursos de ciudad, de la forma particular en que conciben, significan, recrean, re-presentan las características del modelo económico y las consecuencias sociales que ha traído consigo.


nuevos pobres de la economía de consumo (agentes dominados), no sólo desde la inmediatez del presente sino como un pasado condensado que es necesario desentrañar para explicar causalmente el fenómeno como una expresión de las problemáticas estructurales de la ciudad contemporánea.

ASPECTOS METODOLÓGICOS Dadas las características del interrogante que orientará la presente investigación, la propuesta metodológica estuvo diseñada sobre métodos, técnicas y estrategias cualitativas de recolección de información. La investigación atravesó distintos momentos, en cada unos de éstos se emplearon las estrategias más idóneas para la obtención de datos representativos.

Elaboración del Estado del arte de la problemática en la ciudad: recopilación de información escrita y de material bibliográfico pertinente que dio cuenta de la temática de la investigación, de temáticas conexas y de anteriores investigaciones realizadas en la ciudad que tenían algún tipo de relación con la problemática abordada.

La metodología no está escindida de la teoría, lo cual supone que es esta última la que define los elementos lógicos y metodológicos necesarios para la consecución y análisis de la información de acuerdo con el objeto de estudio (pregunta de investigación).

Técnica de Investigación: revisión de fuentes documentales. Búsqueda, revisión y análisis del material bibliográfico pertinente que arrojó información significativa del proceso histórico (genético) de construcción del campo económico de la ciudad de Pereira, así como de las transformaciones de los modelos económicos que se han implementado a través del tiempo con sus consecuentes resonancias sociales.

El marco teórico se estructuró desde dos autores de la sociología contemporánea, altamente ilustrativos para aprehender y analizar el fenómeno social que se pretende abordar: discursos dominantes y dominados frente al modelo de desarrollo característico del campo económico local basado en la economía de consumo en detrimento de la de producción. Dichos autores, Bauman y Bourdieu, son los que marcan entonces las pautas metodológicas más adecuadas para el desarrollo del proyecto.

II momento.

Ubicación de agentes dominantes representativos del campo económico de la ciudad de Pereira que sirvieron como referentes para el análisis del discurso del gobierno local y, en general, de la administración municipal en torno a las políticas económicas que rigen los actuales destinos de la ciudad. Esto en el sentido de caracterizar el mencionado modelo de desarrollo que han construido dichos agentes de la ciudad: características, lineamientos, componentes, plazos, recursos, inversión en orden de prioridades en los sectores de la economía: agrícola, industrial, comercio, servicios etc.

El desarrollo de la investigación se llevó a cabo a partir de los siguientes momentos:

I momento.

Construcción de la génesis del campo económico de la ciudad de Pereira. Es decir, reconstrucción lógica e histórica de los momentos más significativos de la historia del campo económico local. Esto con el fin de ser consecuentes con los planteamientos del estructuralismo genético de Pierre Bourdieu que, en términos teóricos y metodológicos, supone realizar una retrospectiva histórica de la construcción del campo económico y de la problemática específica de dicho campo que se pretende abordar. En este sentido se ubicó como necesario analizar el problema de los

Técnicas de investigación: revisión y análisis 22


de fuentes documentales; se realizaron entrevistas semiestructuradas a dirigentes políticos de la ciudad que son representativos del discurso dominante en torno al modelo de desarrollo actual y, en general, de las políticas económicas que se han venido implementando en el transcurso del tiempo.

local en el que considera necesario invertir, problemática que ubica como más apremiante en la ciudad de Pereira, posibles alternativas que podrían contrarrestar o resolver la crisis económica., etc.) III momento: Caracterización de los discursos no dominantes (dominados) emitidos por actores y sectores (agentes en términos de Bourdieu) frente a las políticas económicas que se han venido estableciendo en la ciudad de Pereira. Este momento de la investigación permitió establecer el contraste o correspondencia entre los discursos caracterizados en la fase anterior (momento II) de la administración municipal (esto es la ciudad vendida, la ciudad mostrada, la ciudad imaginada) con los discursos construidos y enunciados por los habitantes de la ciudad que hacen parte de la ciudad vivida, de la ciudad encarnada, incorporada, es decir, hecha cuerpo. Son éstos los agentes dominados que compiten en el campo económico por ser escuchados, legitimados o reconocidos, dado que son sujetos de enunciación de la ciudad acontecida más allá de las cifras y de las bondades que la clase dirigente anunció en los medios de comunicación. La tensión entre discursos podría develar que por un lado están las cifras de crecimiento y competitividad económica y, por el otro el crecimiento del desempleo y con esto de la pobreza en la ciudad.

La revisión de fuentes documentales en este segundo momento de la investigación se concentró en el análisis de los documentos que se han elaborado para condesar y registrar las políticas económicas que la administración viene implementando: El Plan de Desarrollo Municipal, El Plan de Ordenamiento Territorial, El proyecto de Renovación Urbana y, en general, las fuentes que se consideren pertinentes para la caracterización del modelo y del discurso de desarrollo de la ciudad de Pereira. Asimismo, las entrevistas buscaron establecer la relación entre la posición social y las tomas de posición, es decir, buscaronn a partir de la conversación dirigida con miembros significativos de los fracciones dominantes del campo económico y político, caracterizar los elementos centrales que hacen parte del denominado discurso de desarrollo de la ciudad de Pereira centrado fundamentalmente, como se ha señalado anteriormente, en el incentivo del consumo como supuesto factor de progreso económico.

Técnicas

de

Investigación:

entrevistas abiertas y semiestructuradas a personajes representativos de las versiones disidentes frente al discurso dominante de desarrollo, historias de vida y grupos focales que posibilitaron recoger y analizar la información por ciertos sectores significativos de la población. Se hizo un trabajo de reconocimiento de actores y sectores que se han pronunciado en las últimas décadas frente a las políticas económicas de la ciudad y, particularmente, frente a las consecuencias económicas y sociales de la economía de

En los instrumentos elaborados para la recolección de información, en este caso en la guía de las entrevistas semiestructuradas, se tuvieron presentes variables como: posición al interior del campo: origen social, cargo que ocupa, profesión, nexos con empresas, firmas nacionales o extranjeras; tomas de posición: participación directa o indirecta en la construcción de los proyectos que hacen parte del actual modelo de desarrollo, sector de la economía local en el que considera que es estratégico invertir, sector de la economía

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consumo. Fue menester ubicar los diferentes discursos que se han tejido frente a la construcción del Complejo Ciudad Victoria y las repercusiones que ha traído consigo. Académicos, periodistas, representantes de organizaciones políticas y movimientos sociales, habitantes de la calle, desplazados de la antigua galería, empleados informales, personas reubicadas en bazares y barrios periféricos fueron quienes se encargaron de llenar de contenidos este tercer momento de la investigación.

historia colectiva de la ciudad, las tragedias biográficas de los sectores marginados de la economía de consumo (nuevos pobres) con las problemáticas sociales de un mundo urbano que poco parece incluirlos en los asuntos administrativos donde se decide sobre el bienestar de las mayorías. Se pretendió que de dichas historias quedara un insumo audiovisual para la FUAA y para futuros investigadores que se interesen por las temáticas abordadas en esta investigación. Tal insumo audiovisual es el resultado de otra técnica de recolección y registro de información que se utilizó en la presente investigación: la realización de un archivo fotográfico y audiovisual realizado con el material de las historias de vida y de las entrevistas. Se grabó en archivos de audio las entrevistas, historias de vida y percepciones de individuos desprevenidos que se encontraron en las calles, indagando frente a las problemáticas sociales actuales y sus posibles causas; también se utilizaron registros audiovisuales obtenidos a partir de la utilización de cámaras que posibilitaron el seguimiento a las actividades realizadas para obtener información.

Por lo anterior la estrategia de recolección de información para este momento no se agotó en la realización de entrevistas abiertas y semiestructuradas, también se realizaron talleres mediante grupos focales en los espacios que concentran la mayoría de los habitantes reubicados de la antigua galería (barrios periféricos, nuevos centros de mercado). Dichos talleres se proponen con el fin de recoger información frente a las percepciones, representaciones, imaginarios de dichos habitantes en torno a las consecuencias de la economía de consumo. También se realizaron análisis de historias de vida que resultaron sugerentes de las problemáticas sociales actuales asociadas a las tribulaciones de la economía local. Se hizo un proceso juicioso de observación sistemática y detallada que permitió ubicar representantes ilustrativos de los flagelos económicos asociados a la economía de consumo: vendedores ambulantes, informales, desempleados de la ciudad, desempleados de otras regiones que se han asentado en el centro urbano y que hacen parte del nutrido sector de población en condición de desplazamiento, transeúntes, pequeños comerciantes etc.

El instrumento con el que se orientaron las entrevistas, las historias de vida y los grupos focales se realizó sobre la base de variables que se estimaron fundamentales en la investigación y que fueron arrojadas por el diálogo entre la teoría (marcos de referencia conceptuales) y el mundo real y concreto. Variables como origen social, profesión, actividad laboral, salario mensual, nivel de educación, hicieron parte de las posiciones sociales de los agentes dominados; asimismo, variables asociadas con sus tomas de posición (discursos) frente al campo económico, cambios experimentados en sus condiciones económicas en los últimos años, asociación directa o indirecta que establecen entre las transformaciones de la economía local y sus dificultades o mejoramiento de la calidad de

Con las historias de vida como técnica de recolección de información se buscó reconciliar las historias individuales con la

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vida en los últimos años, hicieron parte de las variables fundamentales que se incluyeron en los instrumentos de recolección de información.

IV momento:

sistematización y análisis de

la información. Se organizó la información por categorías analíticas y por variables cualitativas asociadas a dichas categorías. Se analizó la información obtenida a la luz de las teorías sociológicas de Z. Bauman y P. Bourdieu.

V momento:

elaboración de sustentación y socialización de resultados: Se construcción el documento final de la investigación y está en proceso d elaboración un producto audiovisual con el material obtenido a partir de las entrevistas, historias de vida, grupos focales: fotografías, archivos de audio, archivos audiovisuales, etc.

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Desde la misma orientación, Víctor Zuluaga afirma en su reconocido libro Nueva Historia de Pereira que eran tierras realengas y no propiedad de Guillermo Pereira, quien era propietario de terrenos colindantes con Cerritos.

CAPÍTILO I GÉNESIS Y TRAYECTORIA DEL CAMPO ECONÓMICO DE LA CIUDAD DE PEREIRA 1.1 Prefundación: los inicios del campo económico local en Pereira

En el año 1691 Cartago se trasladó al territorio en el que se encuentra ubicada hoy. Es por ello que existen pocas referencias bibliográficas, sobre ese momento histórico, que permitan dar cuenta del poblamiento de la ciudad de Pereira, al punto que muchos historiados afirman que para la fecha Pereira se encontraba despoblada como consecuencia del desplazamiento de los habitantes a la actual Cartago.

Realizar un análisis de los discursos dominados y dominantes en la ciudad de Pereira en torno a la economía de consumo como modelo de desarrollo implica, tal como se señaló en la propuesta inicial, realizar una retrospectiva histórica para ubicar los acontecimientos más representativos del proceso de construcción de la actual ciudad. Las características que signan la actualidad de Pereira, su presente, se explican en la medida en la que se reconoce el pasado condensado hecho cuerpo en la ciudad que habitamos. Para empezar, es fundamental remontarse a la génesis de la ciudad con el propósito de identificar las primeras expresiones de la economía local y el proceso a través del cual se consolidan hasta formar un campo económico propiamente dicho. Frente a los aspectos históricos más representativos, el primero que merece especial atención es la discusión historiográfica acerca de la propiedad de las tierras sobre las que se fundó la ciudad. La historia oficial, por su parte, nos ha narrado que eran de Guillermo Pereira Gamba, quien altruistamente las donó para tal fin; sin embargo, otros historiadores como Carlos Echeverri y Gilberto Cardona López controvierten dicha afirmación.

Los historiadores han coincidido entonces en afirmar que desde el año 1691, por la migración de los pobladores a Cartago mencionada anteriormente, hasta el año 1863 los terrenos de Pereira quedaron abandonados. Víctor Zuluaga confronta el anterior consenso de los historiadores locales con el fin de demostrar a través de sus hallazgos la efectiva presencia de pobladores en dichos terrenos después de 1691; Zuluaga (2004) presenta los siguientes ejemplos como resultado de análisis metódicos de diversas fuentes bibliográficas que permiten identificar la existencia de colonos en estas tierras antes de su fundación en 1863. Grosso modo se enunciarán los ejemplos a continuación. -

Echeverri, uno de los más destacados estudiosos de la historia local, da cuenta en su obra de la tensión permanente entre Pereira Gamba41 y los pobladores sobre los títulos. Es así como se demuestra a través de fuentes documentales, que existieron múltiples peticiones ante el congreso por parte de Pereira Gamba y de los pobladores para la adjudicación formal de los terrenos; hallazgo que cuestiona directamente el carácter solidario de Pereira Gamba a partir del cual realizó la donación para jalonar la fundación de la ciudad.

Salinas de Consotá

Desde 1743 Salina de Consotá (ubicada cerca de la cuenca del río Consotá) fue comprada por Ignacio de Rentería a Roza Vetaros, un negociante de tierras que poseía gran cantidad de éstas en el Valle a orillas del Otún, así como algunas de las más representativas minas de oro en Chocó. Zuluaga concluye en su libro que las minas tenían un importante valor comercial, lo cual podría considerarse una de las primeras expresiones de capital económico al interior del incipiente campo económico local.

4 Guillermo Pereira Gamba (Cartago 1827- Pereira 1896) terrateniente, militar, escritor y parlamentario liberal radical.

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En 1794, Rentería escrituró a su hijo Nicolás la valorizada salina porque, además de la sal, tenía fondos de cobre, 100 novillos, 15 mulas y 13 esclavos; igualmente, cerca de la mina de cobre se extraía oro por bahrequeo, es así como en esos años su valor pasó de 300 a 7298 patacones.

- Adjudicaciones de terrenos realengos y baldíos: Las tierras realengas eran aquellas deshabitadas que no estaban localizadas cerca de camino alguno. El rey las asignaba a un juez de composición, quien las avaluaba, medía y tomaba testimonios de vecinos que probaran que la persona, que aspiraba a tomarla en posesión, tenía solvencia económica para introducir mejoras.

Tiempo después Nicolás Rentería le vendió sus tierras al presbítero Pedro de Aguilar, quien le pagó parte en dinero y parte en capellanía (misas por el alma de quien compraba la capellanía); posteriormente Pedro de Aguilar se las vendió a Joaquín Galindo; y en 1827, las tierras fueron compradas por Ramón Ramírez; finalmente, en 1834, Ramírez las vendió a Jesús Lloreda originario de la ciudad de Cali. La importancia de las referencias anteriores es que permiten advertir que había poblamiento y actividad laboral en la zona por esa época. -

Entre 1770 y 1775 Ignacio de Rentería solicitó al rey la concesión de unas tierras realengas en las cercanías de Cartago antigua, dicha concesión fue de 100 cuadras por un valor de 100 pesos; sin embargo, no hay claridad si éstas eran entre las salinas y Cuba (río Consotá) o entre Frailes y la desembocadura del río Cauquillo (río Otún). De la misma manera, en 1804, Manuel Antonio Gómez Lasprilla solicitó la compra de tierras realengas, su aprobación se efectuó en 1809 por un valor de 40 pesos; la principal condición para esta aprobación era que se poblara y cultivara el terreno en el transcurso de 4 años; no obstante, la guerra de Independencia a partir de 1810 dificultó lo anterior. Gómez de Lasprilla murió en 1815 lo que influyó considerablemente en la parálisis del proceso de colonización.

El palenque de Egoyá

Desde fines del siglo XVII y principios del XVIII se evidenció un marcado estancamiento de los territorios en los que se ubica hoy Pereira. Las minas de oro de Zaragoza en el Chocó habían mermado considerablemente su producción, al parecer por su mala administración, pasando por ello de la regencia de Popayán a la de Bogotá desde 1817. Ya cuando se reactivó la actividad minera, Cartago resurgió como lugar de tránsito de mercancías y como centro de provisión de esclavos, ropas y alimentos. De la misma manera se construyeron grandes propiedades alrededor de Cartago que estaban en manos de unos pocos hacendados esclavistas como Salvador Gómez y Miguel de Escobar.

Finalmente, en 1816 Francisco Pereira llegó a la zona huyendo de los españoles que lo derrotaron en Santander. En 1819, con la independencia, se trasladó a Bogotá donde compró como baldíos los terrenos de Cartago antiguo, es así como este personaje será fundamental en el desarrollo económico y político de las primeras manifestaciones de la aldea sobre la cual se construyó la actual ciudad de Pereira.

Es importante mencionar las fugas de esclavos, relatadas en la literatura local, que huían hacia Quinchía, Chamí, Riosucio y Anserma. En 1785 se realizó la fuga más importante de la que se tiene registro: 27 esclavos capitaneados por el esclavo Prudencio llegaron a Cerritos desde Cartago y luego se asentaron en Turín, localizada en la desembocadura de la quebrada Egoyá en el río Otún.

-

Fundación de Santa Rosa

Según Víctor Zuluaga (2004), las principales causas de la migración de grupos humanos como los antioqueños, que son determinantes para los procesos de colonización de la región centro occidental de Colombia, fueron:

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1. La existencia de una gran cantidad de terrenos baldíos. Muchos de los colonos antioqueños procedían de municipios como Sonsón, Marinilla, Abejorral y Rionegro, los cuales se caracterizaban por la presencia de grandes Concesiones Reales como las de Villegas y Zuluaga-Duque, además de la Aranzazu, que hacían de la tierra un recurso escaso.

En 1870 llegaron los denominados “empresarios de tierras”. Hasta ese momento la apropiación de la tierra por parte de la colonización antioqueña había sido un proceso democrático, empero, cuando llegaron los empresarios, estos acapararon los mejores suelos y despojaron a los colonos pobres. La estrategia era esperar que los colonos pobres llegaran a tumbar monte e hicieran mejoras para luego reclamar las tierras y expulsarlos.

2. Las leyendas sobre riquezas enterradas de aborígenes; como los tesoros míticos de Pipintá, Maraveles, El Obispo, Tatamá, Sopinga, Cerro Tacón, Carambá, Ingrumá, entre otros.

Por su parte, Fermín López consideró la posibilidad de fundar una ciudad en los terrenos de la antigua Cartago, pero desistió al enterarse que las tierras no eran baldías, por eso subió a Santa Rosa y fundó allí dicho poblado en 1844. Esta fundación fue importante porque implicó que las tierras aledañas se valorizaran al existir mano de obra cerca para hacerlas productivas.

3. El enorme impulso al cultivo del tabaco y su exportación: “Las tierras se valorizaron, se expulsaron muchos campesinos que tuvieron la necesidad de emigrar en busca de nuevas oportunidades en tierras de ladera (…). Posteriormente sería el café el producto encargado de dinamizar la compra y venta de tierras, así como la búsqueda de espacios para colonizar”. (Zuluaga, 2004: 49)

La confrontación entre Antioquia y Cauca favorecía la fundación de ciudades fronterizas como una manera de contener al enemigo, con esa orientación estratégica también se fundaron Manizales y Santa Rosa. Manizales cumplió este propósito con la derrota de Tomás Cipriano de Mosquera en 1860. Con el camino entre Cartago y Villamaría, que hizo Félix de la Abadía, Santa Rosa y el antiguo Cartago cobraron importancia como cruces de camino y tránsito de mercancías. Con ello se creó una fonda en el Contadero de Egoyá, actual parque Olaya, y la fonda de Cutucumai en la cual se hospedó el reverendo Ramón Gómez de Lasprilla, quien tomó posesión de las tierras de Pereira en 1847.

4. La quiebra de los artesanos que los llevó a buscar en la agricultura una opción de trabajo con su consecuente presión sobre tierras incultas. De los procesos de adjudicación de tierras realengas, se anota que su apropiación no fue equitativa, puesto que las leyes buscaban privilegiar las compañías extranjeras como forma de mejorar la raza, ejemplo de ello es la concesión al francés Lucio Devoren quien recibió 500.000 hectáreas. Manuel Murillo Toro, ideólogo liberal, uno de los que defendían el Proteccionismo, decía que no debía poseerse más tierra de la que se pudiera trabajar; por ello fue tildado de comunista y enemigo de la Nación. En el caso de Pereira, las primeras entregas realizadas a pobladores tenían un tope; sin embargo, existieron excepciones donde estos topes se violaron como sucedió con Gregorio Marulanda, a quien le adjudicaron 602 hectáreas cerca a la quebrada de Cestillal, y con Félix de la Abadía que obtuvo 1500 hectáreas como pago de la nación por la construcción del camino Cartago-Villamaría por parte de la nación.

Ramón Gómez Lasprilla era heredero de Manuel Lasprilla, quien murió en 1815 y no alcanzó a tomar posesión de ellas. Después de la fundación de Santa Rosa, Ramón, en representación de sus hermanos, decidió que ya era hora de hacerlo. Francisco Pereira era su colindante. Los límites parecen ser: desde el contadero de Egoyá (parque Olaya) hasta Mata de Caña (aeropuerto), entre los ríos Otún y Consotá. Mientras que la propiedad de Pereira eran desde Mata de Caña hasta Cerritos. La actitud de Pereira frente a los colonos pobres

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era de abierta hostilidad; pedía que se les cobrara arriendo. Su interés era fundar un pueblo que llevara su nombre no sólo por el reconocimiento social, sino porque la mano de obra valorizaría sus tierras.

En 1863 murió Francisco Pereira, la historia oficial afirma que el padre Cañarte, procedente de Cartago, proclamó la necesidad de fundar el pueblo que aquel quiso para que su alma no quedara en pena; comenzó entonces la maratón para lograrlo; pero Zuluaga (2004) dice, por el contrario, que los trámites ya estaban muy adelantados para esta fecha.

1.2 La fundación de Pereira: hacia un campo económico local

Los límites que planteaban los pioneros para la parroquia eran: al norte con el río Otún, al sur con el Sanjón de San Lorenzo, al oriente con el río Consotá y al occidente con el Otún. Se enviaron ese mismo año varias comunicaciones al obispo de Popayán para que se les reconociera su parroquia y propusieron que se nombrara al padre Cañarte como cura permanente. El 30 de agosto de 1863 se bendijo la primera iglesia lo que formalizó la fundación de la ciudad de Pereira.

En 1851 se fundó la Aldea de Nuestra Señora de Chiquinquirá de Condina, el poblado que fuera la primera aparición de la actual ciudad de Pereira, en la desembocadura de la Quebrada de Cestilla al río Barbas. El gobierno impulsó este proceso ya que le convenía que aparecieran pobladores cerca a los caminos para que los mantuvieran como vías de transporte de mercancías. Para 1858, el poblado de Condina tenía 188 habitantes. Los pioneros que llegaron a Pereira pidieron los derechos sobre esas tierras al gobierno de Cauca, por lo que en 1858 recibieron 5.000 hectáreas, solicitaron además 12.000 fanegadas ese mismo año para fundar un pueblo: Villa de Robledo. Les respondieron que el gobierno nacional realizaría la respectiva verificación de la condición de baldías de estas tierras, ya que tenían información que habían descendientes de propietarios en Cerritos. El gobierno del Cauca concluyó que la adjudicación era viable y que los colonos cumplían los requisitos, remitiendo la decisión al gobierno nacional a quien sugirió que el nombre de la nueva población no sea Villa de Robledo sino Quimbaya para reivindicar la tradición del pueblo indígena asentada en esta zona.

El padre Cañarte tenía grandes influencias, no sólo religiosas sino también políticas, puesto que era amigo de José María Obando, lo que al parecer facilitó que se le otorgaran los respectivos permisos. Fue él quien sugirió el nombre de Pereira, y era tanto su prestigio y reconocimiento a nivel nacional que esto fue aceptado sin dificultad. Estaba convencido que esas tierras habían sido donadas por Guillermo Pereira Gamba.

1.2.1 Las tensiones por la tierra como capital en disputa: hacia la construcción de un campo económico en el Viejo Caldas. Las tierras ocupadas por la primera aldea fueron reclamadas tanto por Guillermo Pereira Gamba como por Manuel de Jesús Sanz. El primero lo hizo en el momento de la adjudicación por parte del gobierno; mientras que el segundo 10 años después de estar ellos asentados y de 5 años de la fundación de Pereira, es decir en 1868. Los colonos protestaron y enviaron un comunicado con extensas argumentaciones al juez de Quindío, provincia del Cauca al que pertenecía la aldea, con el fin de defender su propiedad sobre las tierras. En este caso se evidencia la lucha por la tierra por parte de los colonos e indígenas que allí habitaban.

El gobierno nacional dilató considerablemente la aceptación de la solicitud referida anteriormente y 2 años después, en 1860, uno de los pioneros, Laurencio Carvajal, solicitó permiso a la diócesis de Popayán para construir una iglesia. La guerra civil de 1860 dificultó también los trámites, los pobladores sin embargo construyeron su iglesia. Es así como hasta 1862 el gobierno nacional no reconocía su nueva aldea ni la diócesis su carácter de parroquia.

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Es importante recordar que hasta 1627 las tierras indígenas eran administradas por un encomendero y en ese año fueron trasladados a Cartago. En 1660 pidieron regresar a su pueblo, pero Gertrudis de la Peña se había apropiado de parte de esas tierras y las había vendido, arguyendo que no era justa la devolución de sus tierras después de tanto tiempo sin ocuparlas.

que permiten caracterizar un campo económico local propiamente dicho estaban dadas por la confrontación alrededor de la posesión de la tierra como capital efectivo. Los historiadores que se han inquietado por el pasado regional y particularmente por los procesos de colonización, señalan que dicho proceso debe entenderse como resultado de dos fenómenos distintos que convergen en los territorios del denominado Viejo Caldas: por una parte, se presentó una colonización denominada por algunos historiadores de Manizales como “colonización espontánea”, proveniente del oriente antioqueño y establecida como resultado de las concesiones realengas y de las tierras donadas por la Corona Española a sus fieles servidores y, por la otra, un proceso de colonización que se podría asociar al proceso de constitución de un capitalismo larvario que se iniciaba a nivel nacional y que trasciende las fronteras de las nacientes ciudades del territorio colombiano.

En 1742 el pleito se resolvió a favor de los indígenas. En 1809 se desencadenó un nuevo enfrentamiento entre ellos y Jose María Mazuera, del cual resultó la pérdida de las tierras por parte de los indígenas. Con la fundación de Pereira se aumentó la presión sobre las tierras, hasta ser totalmente expropiadas en el año 1874. En 1883, Elías Betancur compró parte de las tierras pertenecientes a los indígenas a Guillermo Pereira Gamba. Pereira es, entonces, producto de los procesos de colonización que se desarrollaron en el país en el siglo XIX y que para nuestra región particular, se ven jalonados por grupos de Antioqueños y de Vallunos provenientes de los Estados de Antioquia y del Cauca.

Las agentes vinculados a este último hacían parte del fenómeno de emigración del territorio antioqueño, entendido como un proceso de movilidad social producto de unas causas objetivas y subjetivas que incentivaron a los oriundos de Antioquia a desplazarse de sus tierras, por un lado por la consecución de mejores condiciones de vida y, por el otro, como consecuencia de sus expectativas individuales de acumulación de tierras, de generación de riqueza o de buscar un futuro más promisorio en escenarios desconocidos.

La infancia de Pereira transcurrió entre los años 1863 y 1870, años en los que se empezó a configurar una aldea próspera incentivada por el deseo férreo de progreso heredado de la mentalidad antioqueña. Generalmente se ha asociado el ethos antioqueño con una cosmovisión de mundo anclada en la laboriosidad, el trabajo como fuente de riqueza, el empuje y la disposición permanente de buscar mejores condiciones de vida. Estas son características que desde el principio se le han atribuido a los primeros fundadores de Pereira que parecen dejar huella en el modo de ser y hacer de quienes han habitado la ciudad en el devenir del tiempo.

El proceso de emigración es producto entonces de unas condiciones objetivas, en términos de sus condiciones materiales de existencia, y de unas condiciones subjetivas en el sentido de ser producto, al mismo tiempo, de aspiraciones individuales que alentaban la búsqueda de nuevos asentamientos.

Los orígenes del campo económico en la ciudad de Pereira están dados a partir de las luchas desatadas por sus habitantes por la apropiación de la tierra como recurso en tensión para la producción agrícola y la ganadería. La primeras disputas

En términos de sus condiciones materiales de existencia, es posible afirmar que las causas primarias que motivaron a los antioqueños a

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partir de sus tierras están asociadas a la mala calidad de éstas, que no les permitía producir lo necesario para subsistir; de igual forma, al marcado predominio de la minería sobre la agricultura que no garantizaba la satisfacción de las necesidades básicas a la mayoría de estos futuros colonizadores del Viejo Caldas.

distribución que se realizó de la tierra en los inicios de la colonización, así como en la configuración de un campo político donde dichos agentes se fueron posicionando de forma desigual: “Mientras a los veinte los impulsaba el ansia de oro y tierra, a sus peones y sirvientes los movía la angustia de la falta de trabajo o las condiciones de trabajo humillante. Esta discriminación tomó muy pronto los visos de clase cuando la tierra fue adjudicada exclusivamente a los fundadores y cuando las condiciones de producción favorecieron a una minoría”.

Algunos autores hacen referencia a las condiciones subjetivas que caracterizan el ethos antioqueño como el factor que incentivó la emigración de los colonos de sus antiguas tierras, por ejemplo, una visión del mundo montañero, libre, independiente, altivo, frugal, laborioso, tradicional y religioso, todos éstos elementos característicos de sus habitus. Con un espíritu pragmático, pero al mismo tiempo con una profunda interiorización de los valores religiosos. Es recurrente en la bibliografía regional la alusión a los valores antioqueños enraizados en el ethos capitalista, como el afán de lucro, la búsqueda del éxito, el individualismo, el valor del tiempo y el ascenso social.

Los primeros agentes en este nuevo escenario eran antioqueños latifundistas con el férreo propósito de incluir nuevas tierras en su capital. En este caso la tierra era el recurso en tensión, la capacidad adquisitiva de los fundadores de Manizales estaba en función de la propiedad sobre la tierra y, quienes ostentaron dicho capital, son los agentes que conformarán la fracción de la clase dominante erigida sobre los sirvientes y peones que, desde este periodo de fundación, constituyeron la clase dominada cuya característica fundamental en términos económicos fue la exclusión de la tierra como recurso en disputa. Necesariamente el proceso de concentración de la tierra por parte de unos agentes era concomitante a la expropiación de otros, que se vieron despojados de su posibilidad de competir por la tierra en condiciones de igualdad.

Es así como elementos de las estructuras objetivas de su antiguo espacio social y factores de tipo subjetivo (habitus), relacionados con sus formas de pensamiento, con sus cosmovisiones, imaginarios y lecturas de mundo, se entretejen para dar sentido al desplazamiento de un lugar, al que subyace la construcción de una historia, una memoria, unos símbolos compartidos, para trasladarse a un futuro asentamiento cuyas condiciones se desconocen pero que se considera la puerta de entrada para alcanzar mayores grados de bienestar.

Es importante señalar que en la bibliografía local es recurrente la referencia a las familias oligárquicas como fundadoras del Viejo Caldas. A pesar de la exaltación constante a estas familias, “padres fundadores”, no se puede dejar de lado la existencia de peones y sirvientes que generalmente emigraron al sur del Viejo Caldas hacia los actuales municipios de La Virginia, Marmato, Supía y La Dorada, así como importantes concentraciones en Riosucio, Quinchía y Pueblo Rico:

Algunos de los primeros colonizadores del Viejo Caldas, conformado por lo que actualmente son los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda, son conocidos en la historia local como “El grupo de los veinte”. Los restantes, los que no entran en esta honrosa clasificación considerada uno de los mitos fundacionales del Viejo Caldas, son las personas que los acompañaban identificados como sus peones y sirvientes, quienes más adelante serán fundamentales para explicar el grado de desproporción existente en términos de la

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“Es significativo el hecho de que pocos miembros de “las buenas familias” aparezcan como fundadores de las poblaciones de Quindío establecidas con posteridad a 1875. Al menos inicialmente el Quindío parece haber atraído a las familias pobres no sólo de Antioquia sino del resto del país. La índole comercial de la Compañía Burilia permitió a algunos de ellos mejorar su posición en el mundo. Unos pocos progresaron por medio del mercadeo y engorde de marranos. Otros pasaron rápidamente al cultivo del café”

1.2.2 Comercio de tierras como estrategia de los agentes en el campo económico La ciudad de Pereira empezó a tomar impulso en las primeras décadas del siglo XX mientras el país se recuperaba de las consecuencias económicas y sociales de las guerras civiles. En dichas décadas las incipientes manifestaciones industriales avizoran en el café un sustituto apropiado de la economía basada fundamentalmente en el caucho, el cacao y el tabaco. La ganadería se constituyó también como un sector de importancia al igual que la industria de la panela basada en la utilización de trapiches movidos por animales de tiro. Estos nuevos sectores de desarrollo económico son aspectos nodales para explicar la consolidación de una economía regional durante el siglo XX, preocupada por la apertura de nuevas tierras, implementación y diversificación de cultivos, aumentos de mano de obra para el trabajo, cambios en la infraestructura de la ciudad en consonancia con las nuevas necesidades de la economía.

el fin de optimizarlas para su comercialización y así concentrar cantidades cada vez más grandes de capital económico. Las Compañía Gonzáles y Villegas de Manizales, Burilia del Quindío y Marulanda de Pereira son prueba de ello. La primera, operó hasta 1873 y se expandió hasta el Quindío, la zona sur del Viejo Caldas, a finales del siglo XIX. En Quindío, por su parte, se constituyó la Compañía Burilia que se dedicaba a vender tierras a los campesinos de dicha región. El área reclamada por esta compañía de bienes raíces formada por comerciantes, agricultores e inversionistas de propiedad raíz provenientes de Manizales cubría más de la mitad del sur del Quindío hacia la parte norte del Valle del Cauca. Con base en una concesión real de 1641, hacia finales del siglo XIX, las escrituras sobre dichas propiedades pasaron a manos de los hermanos Caicedo de Cali propietarios de Burilia. Dicha compañía inició en 1873 cuando los Caicedo forman una asociación para ventas de propiedad raíz con un empresario norteamericano. Las tierras de Burilia formaban parte de dicha empresa y tenían como fin mejorar parcialmente las propiedades con el fin de aumentar su precio de venta. Años después, en 1884, los Caicedo forman la Compañía Burilia con sede en Manizales con la pretensión de vincularse al mercado de tierras que se desarrollaba en el Quindío. “Las casi 130.000 hectáreas de la concesión fueron divididas en lotes, los Caicedo se quedaron con la mayoría de las propiedades recibiendo un enorme pago en efectivo a cambio de los lotes que entregaron. Hacia 1890 los Manizalitas participantes solo poseían 26 lotes contra 483 controlados por los Caicedo. Cuando la empresa se renovó en 1910, si bien el control formal de las tierras era de los descendientes de los Caicedo, los manizalitas habían llegado finalmente a controlar la compañía a partir de su posición en la mayoría de los cargos administrativos de dicha empresa. Daniel Gutiérrez Arango, quien sería

Las compañías de bienes raíces pueden considerarse como estrategias de permanencia y conservación de las relaciones de dominación en el campo económico de la región. Estas familias asociadas y compuestas por herederos de los colonos tenían como pretensión fundamental la adquisición y acumulación de las propiedades sobre la tierra con

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más adelante gobernador de Caldas, obtuvo una posición decisiva dentro de la Compañía al casarse con una de las hijas de los Caicedo, se convierte así en apoderado y administrador de la Compañía durante muchos años, ostentando el dominio absoluto de la empresa después de 1910” Los colonos también se manifestaron en múltiples ocasiones contra el monopolio sobre la tierra de la Compañía Burilia. A finales de 1886 uno de los primeros Caicedo había iniciado el proceso judicial para establecer los límites geográficos de las tierras de la Compañía. Los colonos provocaron diferentes disturbios como reacción a dicha situación lo que devino en la suspensión de la compañía por un periodo de dos años cuando la Corte Suprema de Justicia decretó que la Compañía Burilia tenía derechos exclusivos sobre la tierra en disputa. Ante lo anterior los colonos dieron muerte a un funcionario Judicial local. Al continuar la inconformidad de los colonos, la Compañía realiza ingentes esfuerzos por defender su propiedad legal sobre las tierras. En 1927 se llevó el caso a una corte Judicial, de allí que la presión de los colonos sobre el gobierno tuviera sus frutos en la década de 1920. Ya para 1927 las negociaciones de la Compañía cayeron abruptamente. Los representantes de Burilia ya no defendían sus posesiones en los juzgados. Aunque no está lo suficientemente claro el por qué la Compañía abandonó sus derechos después de 1930, se asume que presumiblemente se debió a los altos costos de apelación ante los juzgados.

esclavos a gran escala, poseía grandes extensiones de tierra al sur de Medellín. Con estas herencias dicha familia decidió constituir una compañía para venta de tierras, inversiones y desarrollo llamada: Hermanos Marulanda. Los campesinos de Risaralda, por su parte se manifestaron en diciembre de 1931 cuando la fundación de las Compañías era reciente, unos 1500 campesinos que representaban aproximadamente 300 familias invadieron cuatro haciendas: “La Argentina”, de Santiago Vélez en la Tebaida Quindío, “La Española” de Antonio José Londoño, en Quimbaya; “El Orinoco” y “Nápoles”, ambas fincas de los hermanos Marulanda, en el área de Montenegro, Quindío. El abogado de los invasores alegaba que las propiedades habían sido extendidas por Juan María Marulanda unas tres o cuatro mil hectáreas más allá de los límites de la adjudicación original de 1896. Finalmente en abril de 1931 el Concejo Municipal de la localidad pidió al Ministerio de Industria que interviniera para aclarar la legalidad de las tierras. El Ministerio declara que efectivamente una parte de las tierras era de dominio público y autorizó la ocupación de los colonos. Por consiguiente, la colonización de una gran parte del Viejo Caldas fue llevada a cabo con unas prácticas y disposiciones económicas orientadas al comercio de tierras. La actividad comercial fue una fuente esencial de ingresos para favorecer el fortalecimiento de algunas de las familias mejor posicionadas de la ciudad en el campo económico y en el político como los Gutiérrez y los Villegas.

En el actual departamento de Risaralda, que para las décadas del 70 y del 80 del siglo XIX formaba parte del Viejo Caldas, los hermanos Marulanda, Juan Maria, Valeriano y Francisco, ejercían el control absoluto del territorio y, de la misma forma que la compañía Burilia y González, eran descendientes de las mejores familias de Antioquia. Su tatarabuelo se asentó en la provincia a mediados del siglo XVIII. Antes de morir en 1813 había llegado a ser considerado uno de los hombres más ricos de Antioquia. Propietario de

La conformación de las compañías comerciales fue la estrategia que se utilizó como fuente de acumulación de riqueza basada en la posesión de la tierra como capital efectivo. La propiedad inmueble y la concentración de éstas en unas pocas familias constituyen el cimiento de la oligarquía regional del siglo XIX y XX. Para complementar los datos que sustentan las afirmaciones anteriores se mencionarán algunos

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ejemplos concretos de empresarios de tierras en la recién fundada ciudad de Pereira. Dichos empresarios eran individuos o sociedades que invertían en tierras y favorecían su desmonte para iniciar procesos productivos como la siembra de pastizales, caña, cacao y café con el fin de comercializarlos en mercados fuera de la región generando con ello excedentes; los más reconocidos empresarios de tierra eran: Ramón Rubiano, Rodolfo Aguilar y Félix de la Abadía. Para 1870 ya había 633 habitantes en Pereira, es a partir de este año cuando empezó la presión sobre las tierras por agiotistas y especuladores que buscaban comprar tierras, valorizarlas y luego revenderlas, tal es el caso de la Sociedad Custodio Vallejo e hijos. Un mecanismo usual de los agiotistas y especuladores era comprar baldíos a la nación e indemnizar con montos pequeños a los colonos pobres asentados en el lugar; otro mecanismo era prestar dinero a intereses muy altos y luego rematar las tierras.

Hasta 1930 puede afirmarse que Manizales ejerció un monopolio absoluto sobre la exportación del grano en el departamento. “Esto se explica gracias a su trayectoria anterior de ciudad comercial, a su carácter de centro administrativo, al esfuerzo hecho por sus gobernantes de convertir a la ciudad en un polo de las comunicaciones casi monopólico en el departamento”.

Esos dineros que llegaban al pueblo por parte de empresarios, especuladores y agiotistas impulsaron proyectos de infraestructura como agua, luz, educación y vías de comunicación. A partir de 1880 llega una avalancha de inversionistas que dinamizaron económicamente a la ciudad: Juan Bautista Mejía, Samuel Jaramillo, Lorenzo Jaramillo, Juan María Marulanda, Helidoro Mejía, Aparicio Anjel, Manuel Antonio Jaramillo, Aureliano Jaramillo, Benicio Angel, Custodio Vallejo, Francisco Marulanda.

En lo concerniente a los cultivos: la caña de azúcar, el café, el plátano y el cacao abarcaban el 26% de la explotación total mientras las praderas o pastos alcanzaban el 52.7%. En este contexto es posible inferir la importancia del café si se tiene en cuenta que el 76.5% de las fincas eran de café, el 99% de la agricultura era cafetera. El café se convierte entonces en la estrategia de consolidación del campo económico con un mercado regional en construcción.

Destaca Zuluaga algunos casos puntuales de empresarios que hicieron sus fortunas sin aprovecharse ni sacar ventaja de los colonos pobres: Lorenzo Jaramillo, Juan Prudencio Marulanda, y Javier Londoño.

En Pereira y en Manizales eran los grandes latifundistas, que resultan del proceso de colonización con la acumulación y comercialización de la tierra, los agentes que iniciaron la siembra del café en sus propiedades. La fracción de la clase dominante dedicada a la producción y comercialización del café tomó la dirección de la ciudad y se integró rápidamente a la vida política y económica del país, fenómeno que se desarrollará más adelante. Las tendencias de la economía cafetera, que en una primera fase poseían un carácter comercial de producción y distribución, se fueron orientando cada vez más a la tecnificación

Cabe resaltar que si bien el café no era el único cultivo de las zonas urbanas era el predominante y esto lo posicionaba como un capital fundamental que estructuraba las relaciones sociales en el campo económico de la región. En el Plan Regional de Desarrollo de 1970 se señala que existían 2.738 explotaciones agrícolas que cubrían una extensión de 45.451 hectáreas. La agricultura representaba el 85.1% de las explotaciones pero solo el 40.7% de la superficie. Y la ganadería representaba el 12% de las fincas, pero llegaba al 53.5% de la extensión total de las explotaciones.

1.3 El café: transformaciones del campo económico Para el año 1905 Caldas se convirtió en un centro importante de producción cafetera, hecho sincrónico a su constitución como Departamento y a la proclamación de Manizales como capital.

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con el fin de incrementar la productividad y viabilizar las posibilidades de exportación. Lo anterior generó diversas consecuencias sobre el campo económico en formación: 1) un predominio de la vida urbana sobre el campo, las élites se movilizaron a la ciudad y con esto las características mercantiles terminaron por sustituir el ámbito meramente agrario; 2) los beneficios de la producción y exportación del café se concentraron cada vez más en manos de unos pocos latifundistas que se fortalecieron como fracción de clase dominante en el campo económico y 3) se consolidó una fracción de clase dominada, conformada por los minifundistas cafeteros, que construyeron estrategias de reenclasamiento para ubicarse en una posición que les procurara mayores beneficios al interior del campo y mayores posibilidades de participar en la redistribución y en la tecnificación de la producción sobre la tierra, recurso en conflicto, del que depende la posición de los agentes en el escenario de la economía nacional y regional.

cafetera estaba orientada en gran medida por los propietarios ausentistas quienes vislumbraron en la exportación, como práctica económica, la posibilidad de acumular mayores volúmenes de capital económico. Si bien el cultivo del café fue iniciado por los latifundistas, los campesinos de las pequeñas parcelas se insertaron en la naciente economía cafetera aunque sus posibilidades de adquisición de capital económico como resultado de su actividad cafetera eran mínimas. Es por esto que el café no representó la modificación en las posiciones sociales de los agentes en términos de un reposicionamiento de las fracciones de clase frente a los medios de producción.

1.4 La industrialización y las limitaciones para su desarrollo en el campo económico Los gérmenes de lo que fue el proceso de industrialización de la ciudad de Pereira se deben en gran medida a la consolidación de un modelo agroexportador que se intensificó gracias a la economía cafetera. Fue el café el recurso por excelencia que le posibilitó a la elite económica y política de la ciudad posicionar al sector industrial como una de las empresas que se presuponían, a futuro, más promisorias para el desarrollo regional. La anterior aseveración encuentra su fundamento en diversos aspectos de la economía local entre los que se citan: la elevada participación del sector agropecuario en la economía regional, factor referenciado anteriormente, del cual la élite económica obtuvo grandes capitales por los altos ingresos generados por la caficultura y la constitución de una industria fabril como consecuencia directa de la instalación de las trillas en la zona urbana, que entre otras cosas, representaron la introducción de la energía eléctrica y de maquinaria de tecnificación para garantizar un mayor rendimiento en la producción. Al unísono de la industria cafetera, en 1920 comenzó a establecerse en la ciudad pequeñas industrias de fabricación de gaseosas, jabones, tejidos de algodón, vidrio y algunos talleres de metalmecánica, que a la postre, vendrían a ser los primeros balbuceos industriales. Se inició además la industria mecánica con un taller que estableció

Frente a la primera consecuencia, referida al proceso de urbanización de la ciudad de Manizales con relación al cultivo del café y al desplazamiento de las élites a las zonas urbanas, es importante anotar que el proceso para la exportación del café y los mecanismos financieros que la acompañaron estaban radicados en los poblados urbanos tales como: las trilladoras, las fábricas de tostar y moler el café, los almacenes de herramientas, los suministros, las firmas de créditos, el intermediario y el exportador; de hecho uno de los factores que más contribuyó en la urbanización de Manizales fue la atracción de las trilladoras como centros de empleo, especialmente para las mujeres. Además de lo anterior, los grandes productores del café han sido habitantes de la ciudad, propietarios ausentistas que no residían permanentemente en el campo y cuya actividad se redujo a la administración de sus fincas, mientras el cultivo y el mantenimiento de la tierras fue la función de los aparceros y peones que estaban a su cargo. Respecto a la tercera característica, la economía

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Antonio Quintero, un personaje llegado de Caldas en las primeras décadas del veinte. Nombres como el de Alfonso Jaramillo Gutiérrez, Manuel Mejía Robledo, Julio Castro, Roberto Marulanda, Santiago Londoño, Nepomuceno Vallejo, Jorge Camilo Gutiérrez, Juan Antonio Mejía, Cipriano Ríos, entre otros, hacen parte de los representantes por antonomasia de las primeras expresiones industriales de la región. Es importante mencionar la Compañía Vidriera de Pereira constituida en 1926, puesto que fue el orgullo y símbolo del desarrollo industrial de la ciudad durante 20 años tal y como lo menciona Rodríguez (1983). La existencia de dicha vidriera estuvo marcada por los altos costos de las materias primas y por ello fue trasladada en 1945 a Bogotá; sin embargo quedó una importante tradición artesanal de los antiguos obreros que posteriormente originarían 4 establecimientos fabriles.

industrialización que haya arrojado la consolidación de una burguesía industrial, de un proletariado industrial o de una industria que fortalezca la economía local y consolide el campo económico. Entre 1936 y 1945 se presentó un progresivo desarrollo manufacturero, surgieron nuevas actividades industriales dedicadas a la producción de textiles, vestuario, cuero, calzado, química, madera, cervecería y chocolates. Según informes de la CEPAL desde 1945 hasta 1970 la industria tuvo un crecimiento considerable acompañado de una expansión de las actividades no tradicionales: papel, cemento, químicos, productos metálicos, maquinaria, material de transporte, entre otros. En la década del 50 surgió la industria de la confección basada en la actividad artesanal existente en la ciudad como consecuencia de la segunda guerra mundial y la iniciativa de personas de otras regiones. No obstante, este proceso comenzó en 1935 con la fábrica de camisas “Charles” propiedad de dos comerciantes antioqueños, Carlos e Ismael Restrepo, y la fabrica “La garantía” propiedad del norteamericano C. Dishington como filial de la de su hermano establecida en Cali. Así mismo, el bogotano Luis Munévar creó la firma “Camisas modelo”. Todas estas firmas fueron trasladas al tiempo a Bogotá y Cali. Mientras que las primeras fábricas de confección fundadas por pereiranos fueron “Jarcano” creadas por Gilberto Jaramillo y Gabriel Cano pertenecientes a dos familias de élite de Caldas y la fábrica “valher” que fue fundada por los hermanos Valencia procedentes de una familia de escasos recursos y que a la fecha eran la familia de industriales más importante de Pereira y Colombia (Rodriquez,1983).

Se presentó entonces, en la década del veinte y del treinta, lo que sería el inicio del sector industrial que marcó la pauta para configurar económicamente a la ciudad como una ciudad de productores cuyo crecimiento, a decir de Weber, está dado en la medida en que el poder adquisitivo descansa sobre la base de fábricas, manufacturas o industrias a domicilio que abastecen el exterior, tal como se presenta en las sociedades que transforman su economía de acuerdo con los principios de la modernidad: racionalidad, eficiencia, administración, planificación. Es por esto que los intentos de industrialización en la ciudad de Pereira pueden considerarse un proceso de transformación del campo económico local, que en consonancia con las dinámicas nacionales e internacionales, suponen la incursión de nuevos elementos a las lógicas características de la economía cafetera que prevalece a mediados del siglo XX. La emergencia de la industria en el sistema económico se genera en los años 20 y 30, pero es en las décadas posteriores cuando logran cristalizarse algunos de sus sectores, sin que esto represente el desarrollo de un proceso de

Fueron múltiples las fábricas que funcionaron con capital extranjero, sea por su intervención en las acciones o por su monopolio sobre algunos sectores. En 1940 se montó una fábrica de Muebles de acero “Eisenstein” por un alemán, dicha fábrica llegó a emplear 200 operarios y fue clausurada en el 50 por problemas laborales. Así mismo en las fábricas de confección y metalmecánica incursionaron principalmente los empresarios inmigrantes del extranjero.

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En los cincuenta surgieron tres empresas con capital extranjero: fábrica de Paños Omnes subsidiaria de una empresa pañera francesa; la Rosa, de una multinacional de EE. UU y la fábrica de “Hilos Cadena” de una británica. En los 60’s estas empresas eran las únicas con formas de organización y plantas industriales modernas. En la misma década también surgieron “Papeles nacionales”, subsidiaria de una empresa canadiense; una ensambladora de motonetas llamada “Roa hispano-colombiana” fundada por un grupo de españoles y de pereiranos; una ensambladora de máquinas y herramientas, fundada por un grupo de españoles; y la “fábrica colombiana de papeles”, fundada por un grupo de pereiranos que se convirtió al tiempo en subsidiaria de una corporación extranjera (Rodríguez,1983). Por su parte, la Cámara de Comercio también jugó un papel trascendente desde los inicios de la industrialización de la región: se preocupó constantemente por la diversificación de los cultivos, por la construcción de infraestructura y particularmente por la pavimentación de vías estratégicas para facilitar el transporte de mercancías, entre ellas la carretera ManizalesCartago y Buga- Buenaventura. Dicha instancia impulsó el ferrocarril Trans- Andino y en 1938 solicitó al gobierno la construcción de una red férrea para conectar el oriente con el occidente del país. Los miembros de la Cámara de Comercio tenían como característica común la de ser representantes de la reducida fracción de industriales, que no constituyeron una clase propiamente dicha, y comerciantes que formaban parte de las fracciones dominantes del campo económico y propendían, entre otras cosas, por una mayor intervención del Estado en los asuntos concernientes al mercado nacional, así como por la regulación del ingreso de capitales extranjeros y la descentralización de los recursos nacionales. Los reclamos frente al Estado giraban en torno a una equitativa distribución de los recursos de la nación para la construcción de infraestructura en consonancia con el proyecto de

industrialización y modernización que estaban presentando algunas regiones del país. Una de las grandes preocupaciones de las fracciones de industriales y comerciantes de la región, que monopolizaron la administración de la Cámara de Comercio, redundaba en superar la baja diversificación económica local como consecuencia del monocultivo del café. De la anterior problemática se derivó que en 1917 y 1940 se presentara un déficit de productos agrícolas alimenticios básicos en el consumo departamental y que como resultado, Caldas se convirtiera en importador neto de bienes como panela, maíz, fríjol, entre otros. Con la intención de lograr una mayor incidencia sobre la política del gobierno, fue creada en 1944 la Asociación Nacional de Industriales, ANDI, con sede en Medellín. Años más tarde entre 1945 y 1950, se abrieron cuatro oficinas regionales en Bogotá, Barranquilla, Cali y Manizales; esta última, fundada en 1949, cubría también las industrias de Pereira y Armenia. En el periodo de la posguerra, la ANDI abanderó la defensa de la manufactura y la necesidad de incrementar el proteccionismo para beneficiar la industria nacional. Dicha asociación tuvo una estrecha relación con la Iglesia porque ambas instituciones compartían la ideología anticomunista y la doctrina católica; ambas instancias crearon por ello, la Corporación Provivienda e impulsaron en 1970 un proyecto educativo en las fábricas para instruir a los trabajadores en conocimientos mínimos de economía y en doctrina católica. “Con ocasión de la visita del Ministro de Hacienda en 1956, los industriales efectuaron una reunión con los empresarios de la ANDI, quienes solicitaron: mantener la provisión de materias primas, otorgar licencias para importar maquinaria industrial, cubrir las deudas pendientes al tipo de cambio que regía cuando hicieron las compras, facilitar crédito

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industrial a largo plazo y construir una ciudadela industrial en Manizales a partir de reformas al régimen tributario, una política de fomento a las exportaciones y el establecimiento de un arancel de aduanas” Estos son los puntos en los que se sintetizaron los requerimientos de los empresarios locales. En Manizales la industria se convirtió en un factor más de concentración del ingreso que no afectó las demás estructuras de la economía como la agrícola o la comercial, debido a que la reducida fracción de industriales ejerció su dominación a partir del control del crédito local por su monopolio absoluto sobre la Corporación Financiera de Caldas.

y del extranjero a través de las entidades financieras, explica porqué el valor agregado producido por el comercio, la minería y el café no fue reinvertido en la consolidación de una economía regional que garantizara rentabilidad a largo plazo para las diferentes fracciones de clases. Contrario a esto fue localizado en otras ciudades como Medellín que mostraban un proceso de industrialización más acelerado. Tal como lo menciona Gilberto Cardona en su libro: “Raíces de la desindustrialización de Risaralda”. La participación del capital antioqueño en la explotación y exportación del café es una de las causas que explican la disminución del presupuesto para invertir en el sector industrial del departamento de Risaralda, ellos buscaban clientes para los productos de sus industrias en Medellín; igualmente, la participación de capitales del Valle y Cundinamarca en la explotación de café fue a fortalecer sus respectivas industrias.

Las primeras incursiones en la industria se vieron estancadas por varios factores que se convirtieron en fuertes limitantes para que se lograse consolidar el proyecto de industrialización de la ciudad. Entre estos factores se cita la incapacidad de modernización del transporte, dada la complicada topografía montañosa de la región que impedía su fácil acceso, aumentado de esta manera el costo del traslado de maquinaria y su instalación, y el centralismo ejercido por Manizales desde el inicio de la configuración del Viejo Caldas aunado a la falta de políticas en los años de bonanza (Cardona, 2003).

Hasta el momento el cimiento de la industrialización trajo consigo dos consecuencias fundamentales: una mayor relación con el mercado internacional cafetero y un incremento considerable de firmas extranjeras en el campo económico regional como el Banco New York Trust Company, Baker, Kellog & Company de New York y Blyth Witter & Co. de California entre otros

Se anota también el desarrollo relativamente lento y tardío de la industria en comparación con los grandes centros urbanos: la mayoría de las empresas fundadas en los años 20´s fueron clausuradas o vendidas y trasladadas a Bogotá; igualmente, los inversionistas preferían las ganancias seguras y a corto plazo del café que aventurarse a riesgos más altos que implicaba la industria y parte del capital acumulado se fugó de la región por la creciente actividad financiera controlada desde principios de siglo por bancos de alcance nacional e internacional (Rodríguez,1983). La fuga de capitales locales a otras regiones del país

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1.5 Sector industrial, segunda parte: persistencia de las dificultades para crear industria La segunda etapa de la industria surge hacia 1945. Sobre este aspecto se refiere Jaime Jaramillo Uribe: “La privilegiada situación geográfica de la ciudad para efectuar la distribución de productos hacia al Valle, Cundinamarca, Antioquia; sus posibilidades para producir energía eléctrica; la densidad y capacidad de su población obrera y la política estimulante de sus autoridades municipales la han señalado como uno de los centros de mayor porvenir industrial del país” Las primeras apariciones de capital industrial fueron el resultado de la inversión de capital de la elite económica y política que había resultado de la economía cafetera y de los procesos previos de colonización y mercantilización de tierras, de lo que se infiere la monopolización de los capitales económicos obtenidos por parte de las fracciones de la clase dominante. Las fracciones de clase dominada se ven despojadas de la posibilidad de acceder a dichos capitales y de ascender verticalmente en la jerarquía de posiciones del campo económico, condición que se ve reflejada en sus modos de vida caracterizados por la inexistencia de unas estructuras objetivas que les garantizasen la satisfacción de sus necesidades y su formación como ciudadanos regionales que se presuponen, desde la norma, partícipes activos de la democracia local y nacional.

Los industriales destacados, afanados por la construcción de fábricas y procesos productivos en la región asumieron la necesidad de un campo político coherente con los requerimientos de las transformaciones del sistema económico y de sus intereses particulares. Es así, como son los mismos industriales de la élite económica quienes se ubican como agentes dominantes al interior del campo político, configurando un escenario de luchas y de competencia entre los aspirantes a la representación política de los intereses en el juego tanto político como económico. El campo de lo político redunda en espacio de contienda entre los partidos políticos tradicionales a los cuales subyace una propuesta económica y política particular de construcción de Estado, de Departamento y de Ciudad. Liberales que abogan por la exacerbación de las libertades individuales, por una mínima regulación del Estado en la economía y en la vida privada de los agentes, por la separación de la Iglesia y el Estado; conservadores que alegan la defensa de la propiedad y de la Iglesia, la protección del Estado y su intervención permanente como garante del orden social, entre otros. Si bien se señala una tensión constante entre liberales y conservadores por la representación política legítima respaldada en el triunfo electoral sobre sus opositores, a esta disputa subyace la competencia entre fracciones de clase donde los agentes del campo político rivalizan para monopolizar el capital político en el que la élite económica de la ciudad concentró las mayores posibilidades de acceder a la representación a través de su posición en los cargos burocráticos del gobierno local.

Los mismos agentes que ostentaron el monopolio del capital económico derivado del café, fueron los que contaron con la capacidad adquisitiva para incursionar en la industria como un proyecto promisorio que les representaría mayores posibilidades de acumulación de capital económico y político y un mejor posicionamiento tanto en el campo económico local como en el nacional e internacional.

Este segundo momento de la industria local está estrechamente ligado con el proceso de acumulación de capital, gracias a que la clase propietaria y comerciante había logrado concentrar considerables cantidades de capital provenientes de la ganadería, del café y del comercio invertido más adelante en el sector industrial a mayor escala.

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Para la década del cincuenta surgió entonces una nueva clase industrial formada por profesionales, comerciantes y sus antiguos obreros, grupo que inyectó nuevas y ambiciosas energías al desarrollo industrial. Este fenómeno es notable en una de las actividades que ha tenido mayor desarrollo y en la cual Pereira ocupó uno de los primeros lugares en la industria nacional: la industria de las confecciones. El fundamento básico de la industria ha estado encaminado entonces hacia la confección y a ella se le debe el reconocimiento que la ciudad tuvo como “centro de primer orden de consumo textil”. En este periodo de mitad de siglo, se contempla otro de las grandes saltos de Pereira en la vía de desarrollo con la sociedad industrial comestibles La Rosa, la fábrica Paños Omnes, filial de la casa francesa de Productores Toulemonde desde 1820. En 1952 fue fundada la fábrica Hilos Cadena con capital inglés y un año después la fábrica Valher como se menciono con anterioridad. Surgen, además, otras industrias de importancia tales como: los molinos de trigo, las fábricas de curtidos, de muebles, jabones, entre otros.

del Banco Mundial ya que en el país no existían entidades adecuadas para ampliar el mercado de capitales y efectuar operaciones de crédito de mediano y largo plazo como lo necesitaban la industria, la agricultura y la minería. Fueron además facultadas para promover la creación, la organización y la financiación de empresas además de participar de su capital. Al principio la Corporación Financiera de Caldas fue facultada para generar desarrollo económico dentro del territorio del Viejo Caldas, razón por la cual encaminó el progreso industrial de Pereira hasta mediados de los años 60 cuando fue sustituida por la Corporación Financiera de Occidente en Risaralda. La Corporación Financiera de Occidente se creó, entre otras cosas, como respuesta a un suceso de amplia relevancia en el campo económico y político de la región y es la segregación del Viejo Caldas en 1966, en la que se realiza la división política administrativa entre Caldas, Quindío y Risaralda. Inicialmente el presidente Guillermo León Valencia mediante la Ley 2da de febrero 7 de 1966 creó y organizó el departamento del Quindío y en diciembre de 1966 con la ley 70 del 1 de diciembre, el presidente Carlos Lleras Restrepo estipula formalmente la existencia de Risaralda como un departamento independiente. La segregación se produjo básicamente por la presión de Quindío y Risaralda a constituirse como departamentos independientes, dado el profundo desarrollo comercial e industrial de estos nacientes departamentos, que se veía frenado por las políticas centralistas de la ciudad de Manizales.

Pereira fue además asentamiento de colonias sirio-libanesas y judías quienes igualmente aportaron algunos polos de desarrollo en las confecciones y la metalmecánica. Estos ciudadanos contribuyeron a la creación de fuentes de trabajo y colaboraron estrechamente en el desarrollo comercial de la ciudad. Fue así como Pereira se convirtió en un foco de concentración de la actividad comercial a nivel nacional como sustento básico de la economía local; el comercio ha puesto en los habitantes de la ciudad una serie de imaginarios sociales, económicos y culturales, que lo convierten en un referente de identidad determinante para la ciudad y para los hombres y las mujeres que hacen parte de ésta.

En 1963 se divide el Viejo Caldas promovido principalmente por el partido liberal, era sabido que existiría una retaliación por parte de los manizaleños encaminada fundamentalmente a la reducción de actividades de la Corporación Financiera de Caldas en Risaralda, por ello se creó la Promotora Industrial transformada tres años después en la Corporación Financiera de Occidente; sin embargo, la creación de la corporación tuvo oposición de los principales

Por otra parte, las corporaciones financieras eran un agente importante dentro del campo económico local. Estas instituciones privadas fueron creadas en Colombia, y demás países subdesarrollados, en la década de los 60’s como respuesta a recomendaciones formuladas por

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líderes políticos de la ciudad, principalmente del cacique del partido liberal Camilo Mejía porque se podría fortalecer al grupo promotor que en varias ocasiones había realizado campañas electorales encaminadas a reducir su poder.

Por su parte, en 1969 se creó la Corporación Financiera Popular bajo la dirección de Álvaro Tribin, uno de los diez hombres más prominentes de Pereira, que había adelantado una significativa labor de fomento industrial ante su inconformidad frente al accionar de la Corporación de Occidente. El capital inicial para generar industria provenía en la década del 70, según Rodriguez (1983), principalmente del comercio con el 39.5%, seguido por las rentas de trabajo con el 18,4%, entendida ésta como los ahorros del trabajo individual de obreros, artesanos o profesionales, la industria con el 13,2%, y el sector financiero con el 7,9%. En la década de los 80´s, los indicadores más importantes de la actividad industrial en Colombia mostraban que el área metropolitana PereiraDosquebradas era la sexta en importancia en aspectos relacionados con el valor agregado, el número de establecimientos, la producción, los sueldos y las prestaciones sociales. Así mismo la industria abarcaba 5 grandes agrupaciones entre las que se encontraban los alimentos, las bebidas, textiles, prendas de vestir y papel; pero contrariamente a lo que se cree, no era la industria de la confección el subsector más importante, sino la de los alimentos, cómo lo indica Arango (1989), con el 39% de producción bruta. Otra característica de la industria era la activa representación de la inversión extranjera; estas industrias con capital extranjero figuraban entre las 100 empresas más importantes, generando empleo a uno de cada tres obreros.

Con el objetivo de fortalecer la industria existente, fue creada la Promotora Industrial en 1963 por un grupo de empresarios entre los que se encontraban Gonzalo Vallejo Restrepo, Alonso Valencia, Bernardo Ángel y Gustavo de la Pava, entre otros, que habían fundado industria en sectores distintos del papel y la confección. Su principal proyecto fue “papeles de Occidente” pasando a ser socio mayorista tras inyectar un capital de 3 millones de pesos, no obstante, este capital fue insuficiente para que la fábrica funcionara adecuadamente y finalmente terminó en manos de una multinacional. La Promotora se transformó en la Corporación Financiera de Occidente mediante los aportes de la federación de cafeteros (35%), un grupo de Pereiranos (30%) y empresas de Medellín (20%). La corporación realizaba actividades de fomento y orientación a la industria local mediante su capitalización y administración; pero dejó sus actividades de fomento en 1970, tras el ingreso del First National City Bank, con ello se convirtió en una empresa de tipo especulativo, invirtiendo exclusivamente en proyectos de alta rentabilidad y escaso riesgo. A la fecha los recursos de los créditos estaban ubicados fuera de Risaralda. Uno de los proyectos más ambiciosos de la corporación fue el Ingenio Risaralda. Este proyecto resurgió en 1972 después de que Gonzalo Vallejo solicitara la revisión del estudio realizado 10 años atrás al Ministerio de Agricultura, la Corporación, el Comité de Cafeteros y el Instituto de Fomento Industrial, para determinar si era factible su realización. El ingenio enfrentó varios problemas técnicos que impidieron su normal funcionamiento y una crisis del mercado internacional y nacional del azúcar por exceso de oferta. Posteriormente ingresarían como socios unos importantes azucareros del valle.

En 1970 la industria aportaba el 18% de PIB en Risaralda, en 1980 esta participación pasó al 22%, y en 1983 al 25%, siendo el sector económico que más mostró, en compañía de la banca, movimientos positivos. No obstante, la industria presentó después síntomas de estancamiento dado el constante cierre y traslado de empresas a Bogotá, Cali y Medellín. Contrario a lo sucedido con el sector secundario, el sistema financiero tuvo frecuentes tasas de crecimiento y en particular de las tasas de ahorro especulativo; en 1983 el 45% de las captaciones

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provenían de los depósitos de ahorro ascendiendo en 1985 al 60% del total de recursos captados. Asimismo, entre 1972 y 1982 el total de los recursos obtenidos crecieron a una tasa anual del 44% nominal (Arango, 1989).

financiero de la ciudad superaba al promedio nacional que se encontraba en el 29%. Mientras que la industria poseía menos informalidad que el resto del promedio nacional con una cifra del 44%, pero contaba con una mayor cantidad de trabajadores informales en la división de la construcción con el 62.8%. El comerció tenía la tasa más alta de informalidad laboral con el 77.5%.

A pesar de que el Estado controlaba el 80% de la banca, el sistema financiero local poseía escasa autonomía respecto al uso de las captaciones realizadas en la ciudad, puesto que las políticas de destino final de las captaciones y sus manejos estaban regidos desde las gerencias generales de los bancos y la legislación del gobierno central. Es importante anotar que en 1985, los préstamos destinados a la industria no superaban el 30%.

La organización sindical, por este periodo, escasamente agrupaba al 10% de los trabajadores pereiranos, mientras que el promedio de sindicalización dentro del territorio nacional era del 14%; sin embargo, se conformó la Central Unitaria de Trabajadores CUT en Colombia como un intento de superar la dispersión de las organizaciones sindicales existentes, para unificar objetivos y mejorar sus condiciones de negociación.

El comercio por su parte, tuvo en la década del 70 una importante participación del 32% en el PIB risaraldense, posteriormente este indicador bajó al 21% en 1983 como consecuencia de la caída del precio internacional del café y su impacto sobre la configuración del mercado interno además de la crisis en el campo que dependía de la venta de éste producto. Paralelo a esto, la administración Reagan grabó las importaciones de textiles y confecciones, entre otros, que impidió un ascenso en el valor total de las exportaciones; sin embargo, Pereira presentó un saldo favorable de divisas superior a los US$120 millones en 1985 (Arango, 1989).

De acuerdo a todo lo esbozado anteriormente, podría inferirse que fue la acumulación de capital económico por los óptimos resultados de la economía cafetera, lo que le permitió a la ciudad dar los primeros pasos hacia la construcción de un sector industrial; sin embargo, diversas variables han convergido en su trayectoria histórica para que la industria no haya logrado consolidarse como un sector estructurado y estructurante del campo económico. Si bien existen empresas e industrias que han obtenido grandes capitales, no han dejado de ser casos aislados que no permiten inferir el desarrollo de una industrialización propiamente dicha que sea concomitante tanto a la modernización de los campos económico, político y social, como al surgimiento de una burguesía industrial y de un proletariado industrial como fracciones de clase que puedan ser delimitadas y diferenciadas en el devenir histórico de la ciudad.

Respecto a la capacidad ocupacional de los distintos sectores económicos en la década de 1980, Oscar Arango determina que el comercio y el sector servicios empleaban la mayor parte de la población en edad productiva, pasando de emplear en 1973 una por cada tres personas, 25.000 puestos de trabajo, a emplear el 50% de los trabajadores, 45.000 puestos de trabajo, en 1985; mientras que el sector agropecuario empleaba en 1986 el 2% de la población, la industria el 25% y el sector financiero empleaba a 6.500 personas (datos conjuntos Pereira -Dosquebradas).

1.6 Crisis de la industria y cambio de modelo económico: hacia una economía de consumo Durante las últimas décadas del siglo XX la ciudad experimentó múltiples transformaciones que es fundamental referenciar. En los años 70 se agudizó el proceso de migración de campesinos al centro

Dentro de la estructura ocupacional, el sector financiero poseía el índice más bajo de informalidad en Pereira con el 31.3%; sin embargo el sistema

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urbano, lo que generó un incremento significativo de los cinturones de miseria ubicados en los barrios periféricos de la ciudad. En los años 80 ingresaron a la región la guerrilla y el narcotráfico y se desató la crisis cafetera ocasionada por la broca y la caída de los precios internacionales, todos éstos, fenómenos altamente significativos si se ofrece una explicación integral de los factores que han intervenido en la ciudad que actualmente habitamos. Además de lo anterior, en los años 90 Pereira fue sorprendida por dos terremotos que, aunados a la crisis económica nacional e internacional (generada por los procesos de apertura), afectaron gravemente la ciudad en términos sociales, económicos y culturales, y se convirtieron en el sedimento que justificaba la necesidad de realizar transformaciones abruptas en la forma de concebir el desarrollo económico de la ciudad.

Un gran porcentaje de las pequeñas y medianas industrias de Pereira y Dosquebradas se convirtieron en subcontratistas de capitales extranjeros obligando a sus trabajadores a engrosar las filas de desempleados, empleados informales o desplazados por condiciones económicas. La industria de confecciones Valher es un ejemplo emblemático del colapso económico por ajuste forzado a las necesidades del modelo neoliberal. El ocaso de la economía cafetera estuvo dado por el rompimiento de los pactos internacionales del café, utilizado por la clase económica y política dirigente como el argumento más fuerte para sostener la necesidad de proponer alternativas distintas al desarrollo de un mercado local fuerte basado en capitales locales y nacionales. Lo anterior da al traste con la apuesta del gobierno nacional por la implementación del neoliberalismo como proyecto salvador de la economía de las regiones, basado fundamentalmente en la apertura indiscriminada de las fronteras a los capitales extranjeros como supuesto garante de salvación de la resquebrajada economía cafetera.

Es por lo anterior, que para los últimos años del siglo XX la ciudad replanteó su rumbo hacia el fortalecimiento del comercio con la creación de nuevas obras de infraestructura (centros de comercio y sistema de transporte masivo) que atrajeron grandes capitales nacionales y extranjeros y, en consecuencia, nuevos visitantes que llegan a la ciudad a comprar sus productos. Hoy en día, si bien Pereira comparte la problemática política y económica que vive el país con el resto de regiones, el hecho de posicionarse como la ciudad con mayor número de desempleados es un reflejo de algunas particularidades características de la economía local, por lo cual es fundamental delimitar dichas características como marco explicativo de las tribulaciones que atraviesa la ciudad actualmente.

Aunado a lo anterior, el sismo de 1999 que afectó fundamentalmente el Eje Cafetero fue otro detonante de la crisis económica. Tal sismo implicó necesariamente el planteamiento y la ejecución de un plan de reestructuración de la ciudad, tanto en su infraestructura como en los lineamientos económicos y sociales que regirían la vida de sus habitantes. Es así como se diseña una propuesta de renovación urbana que contaba con la realización de préstamos internacionales y la injerencia de capital financiero proveniente del extranjero para la realización de las obras que contemplaba dicho proyecto de renovación. La construcción del Viaducto César Gaviria Trujillo cuyo costo fue de 36 millones de dólares, obras para la reconstrucción de la ciudad después del sismo, transformación del sector de la antigua galería dedicado al mercado popular en el complejo Ciudad Victoria, así como la aplicación de un proyecto de transporte masivo con empréstitos del Banco Internacional de Desarrollo (BID), hacen parte de la propuesta de Renovación Urbana de la ciudad de Pereira.

En la década del ochenta se evidenciaron grandes transformaciones en la economía colombiana como resultado de la implementación de políticas de apertura incluidas dentro del modelo económico neoliberal. A partir de entonces algunas ciudades colombianas de las que hace parte la ciudad de Pereira transformaron sus características económicas en consonancia con las políticas nacionales que se trazó el gobierno central orientadas al neoliberalismo económico.

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zona, con el propósito de “refundar ciudad” y así promover su agenda de gobierno; en otras palabras, lo utilizó como una forma de dominación simbólica que pretendió persuadir a las mayorías de la población para que le otorgaran legitimidad a dicho proyecto; La legitimidad implica, aceptación, reconocimiento, validación de lo que la clase política impuso sin previa consulta a los ciudadanos de Pereira. Se entendió entonces la Renovación Urbana como:

Se construyó entonces un discurso de desarrollo consignado en el denominado Plan de Desarrollo de la ciudad de Pereira, que desde la administración municipal, apelaba a revivir el espíritu comercial que había signado la ciudad desde sus inicios. Un discurso sustentado en la economía de consumo y no de producción como el modelo económico más idóneo para superar el declive de la economía. Un modelo de desarrollo basado en el consumo supuso necesariamente la trasformación de la infraestructura de la ciudad direccionada a la construcción de centros comerciales, tal como se ha venido realizando, como supuestos focos de progreso.

“Tratamiento que se aplica a sectores del suelo urbano ya desarrollados, caracterizados por el deterioro físico y socioeconómico, que requieren modificaciones sustanciales al uso del suelo y de las construcciones”

El proyecto de renovación urbana, en consonancia con el modelo de desarrollo a partir de la economía de consumo, se concibió y registró, en el Plan de Desarrollo 2001-2003 donde se plasman los ejes considerados prioritarios: “Dignificar la vida de los habitantes de Pereira, refundar la ciudad y consolidar la gobernabilidad”. Los ejes y programas fueron ejecutados a partir de Planes Parciales que fungían como instrumentos estratégicos complementarios a las disposiciones del Plan de Ordenamiento Territorial. “El plan de Ordenamiento Territorial (POT) Acuerdo 18 de 2000, suscrito por la alcaldesa Martha Elena Bedoya Rendón, la secretaria Municipal de Planeación Adriana Vallejo de la Pava y el presidente del Consejo de Pereira Juan Carlos Valencia Montoya, es definido como un conjunto de directrices, políticas, estrategias, metas, programas, actuaciones y normas, destinadas a orientar y administrar el desarrollo físico del territorio y la utilización del suelo” (Plan de Desarrollo 2001-2003) La administración municipal utilizó en su discurso de desarrollo, el eslogan “Pereira, misión de todos” para movilizar al ciudadano común frente al proyecto renovación urbana y “hacer ver y hacer creer” la urgente necesidad de cambios tanto físicos como sociales y económicos en la

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Uno de los sectores caracterizados, según la administración, por el deterioro físico y socioeconómico y que requería de modificaciones sustanciales en el uso del suelo y de las construcciones, fue el sector de la antigua Galería (Calles 15, 16, 17 Carreras 9, 10, 11) convertido en uno de los focos de concentración de los cambios que se proyectaban para la ciudad en el Plan Parcial de Renovación Urbano denominado “Ciudad Victoria”, que incluía la demolición de la antigua galería, la construcción sobre sus ruinas de los Centros Comerciales Victoria y Éxito, y la reubicación de quienes habitaban este espacio marginal de la ciudad en bazares populares para intentar subsanar la pérdida de sus trabajos en la antigua galería y en los barrios periféricos de la ciudad con la pretensión de reubicarlos en un lugar que debía convertirse en nuevo hogar, nueva morada de asentamiento de percepciones, imaginarios y representaciones de mundo y de ciudad.


para comercializar sus productos agrícolas; mientras que “se aprovisionan de otros indispensables: Alimentos, vestidos, abonos, medicinas, materiales de construcción; aprovechan al mismo tiempo los servicios médicos, jurídicos, odontológicos y de paso van al restaurante, el bar y la cantina”. Treinta años más tarde, en 1952, el espacio físico de la plaza de mercado se tornó insuficiente, por lo que tuvo que ser reconstruida.

1.7 La renovación urbana El recorrido histórico hasta aquí presentado, da cuenta del desarrollo económico de la ciudad y de la transformación de los modos de subsistencia de sus habitantes; de cultivos para el consumo propio a la producción agrícola, de ésta posteriormente a la industrialización y paralelo a ello, la comercialización de productos y servicios. Todo esto convirtió a Pereira en un potencial mercado, que gracias a la economía de consumo y a su ubicación geográfica, no sólo nutre al departamento, sino también a municipios aledaños de Caldas, Quindío y Norte del Valle, y en dicha transformación ha permanecido la tensión entre quienes dominan y quienes son dominados por la disputa del mismo recurso: el territorio. Desde el momento de su apertura, el 30 de agosto de 1923, la plaza de mercado había estado ubicada en el centro de la ciudad, pues allí confluían diversas manifestaciones culturales con el fin de realizar el intercambio comercial51 , “hasta entonces el mercado se realizaba en toldos en la plaza de la Victoria, hoy Plaza de Bolívar” (Jaramillo,1963, p. 290). Meses después éstos toldos fueron desplazados por la primera galería cubierta construida en la ciudad: “La Plaza Central de Pereira”, localizada en un extremo de la ciudad entre las calles 17 y 18 y las carreras 9 y 10, que en pocos años adquirió las características propias de una plaza de mercado central y gracias a su acelerado crecimiento se convirtió en un lugar de encuentro de compradores y vendedores quienes interactuaban en el intercambio de bienes y servicios, al tiempo que presenciaban las “mezclas de folclor y abundancia alimentaria. donde, por tradición, se exhiben los productos de la tierra en fresco, en conjunto con otros procesados” (Castaño & Raigosa, 2001, p.31).

En 1966, el Plan Piloto de Desarrollo Urbano, realizado por el instituto geográfico “Agustín Codazzi”, diagnosticó que la plaza central de Pereira debía ser objeto de renovación urbana; pero sólo hasta 1976, la interferencia que causaba la plaza de mercado en el centro de la ciudad hizo que se pensara en la viabilidad de ésta propuesta debido a la incontrolable situación que padecía el entorno por la congestión de las vías, el desplazamiento de los campesinos a la ciudad, el incremento de vendedores ambulantes y el deterioro tanto físico como social de la zona que generaba inseguridad. Uno de los jóvenes que para entonces había llegado a la plaza a trabajar con su padre recuerda así su historia: “Yo llegue a la plaza en 1974, y nos tocó montar un sindicato, porque allí habían problemas por el sitio donde estaba ubicada. Decían los ricos de Pereira que éramos el lunar negro de la ciudad, nosotros alegábamos que eran ellos quienes habían descuidado los alrededores de la plaza, dejando montar hoteluchos, y cantinas”, Añade que cuando las autoridades hacían batidas en las calles de Pereira, se llevaban las ventas ambulantes que se encontraban a su paso a la galería, generando con ello hasta dos cordones de ventas ambulantes alrededor de la edificación. Otro aspecto que cabe destacar, es que cada nueva administración de la Alcaldía municipal, organizaba espacios de discusión con los locatarios de la Plaza Central de Pereira con el fin de orientar el proceso de desalojo; sin embargo algunos de los alcaldes

Los campesinos viajaban desde su lugar de origen 5 En ella se realizaban todas las festividades, del mismo modo que lo hacen las demás ciudades desde tiempos remotos, en los que Rómulo y Remo construyeron la ciudad partiendo del centro, en el cual ubicaban no sólo las plazas de mercado, sino además los templos de los dioses que adoraban.

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“el mejoramiento de la zona parte de la necesidad del traslado de la galería central, no se pretende de ningún modo acabar con este centro social que representa el sector para los campesinos, se busca sí sanear el estado de muchos de estos servicios, mejorar las edificaciones deterioradas y hacer que el sector tenga unas mejores condiciones. El cuestionamiento que se presenta entonces es si con estas acciones se conservará esta tradición de utilización de la zona por parte de los campesinos” (p.23).

se caracterizaron sólo por dar cumplimiento a la medida, sin plantear reales alternativas de solución, lo que de inmediato obstaculizaba las conversaciones por falta de garantías. En 1982, la administración de Álvaro Ramírez González planteó una reconstrucción parcial del sector de la Plaza Central a través del plan de renovación urbana, que pretendía “adquirir la tierra por parte de las empresas administradoras del proyecto e inversionistas privados a fin de realizar “proyectos en conjunto” para utilizar al máximo la capacidad instalada de servicios públicos e infraestructura existente” (Henao,1987,p.42). Éste proyecto compuesto por 27 manzanas se dividió en cuatro subsectores: la Calle 14, la Avenida del Ferrocarril, Oriental y la Plaza de Mercado. Para así “eliminar los focos de deterioro social, urbano y ambiental habilitando construcciones ya existentes, mejorando su infraestructura” (Henao,1987,p.42). Pero el Banco Central Hipotecario, entidad encargada de financiar el proyecto, y la administración siguiente a cargo de Juan Guillermo Ángel Mejía, se mostraron en desacuerdo con la propuesta, ya que años atrás algunas ciudades del país que habían realizado procesos de renovación urbana mostraban resultados desalentadores.

El autor reconoció entonces, que existían riesgos referentes a la participación de los agentes más vulnerables dentro del intercambio comercial como lo eran los campesinos, sin desconocer que eran un componente importante dentro del intercambio económico de la galería. Otra de las problemáticas que identifica este estudio, es la restricción de los espacios ocupados por los campesinos que llegaban a la plaza para ofrecer sus productos. Ellos al no poseer un lugar o puesto para la comercialización de sus cultivos, ocupaban las entradas principales y las aceras aledañas a la plaza, obstruyendo con ello el espacio público y generando congestión vehicular.

Para 1983, los estudiantes del pregrado en arquitectura de la capital del país, comenzaron a documentar a través de ejercicios académicos e investigativos el fenómeno de la renovación urbana y las implicaciones sociales que ella podría generar. Dicha renovación urbana, era entendida como “un proceso dinámico y participatorio de rehabilitación y reanimación de sectores del tejido urbano en áreas consolidadas que presentan un deterioro evidente y acumulativo” (Henao, 1987, p.23). El estudio en la ciudad de Pereira lo adelantó Juan Antonio Henao (1987) quien, vinculado al Plan de Desarrollo de Pereira, conoció de cerca la política de planeación municipal de renovación urbana:

Es por esto que se empezó a limitar la presencia de los campesinos y demás vendedores, “si no posee permiso por parte de la administración de la plaza para la venta de sus productos, muchas veces son expulsados de éstos sitios acusados de crear competencia entre los puestos internos de la plaza” (Henao, 1987, p.46). Estas medidas que buscaban mantener el orden, modificaron a su vez las dinámicas de la plaza de mercado, puesto que se favoreció la entrada de un nuevo agente, el intermediario, entendido como aquel que compra los productos agrícolas al campesino y los distribuye en los centros urbanos, estableciendo para ello rutas de comercio y desplazando la presencia del campesino en la ciudad. La administración municipal de Pereira mitigó la problemática que se estableció con la restricción de la entrada de los campesinos a la Plaza Central y

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los intermediarios con la creación de los “mercados móviles y mercados libres campesinos”, con el objetivo de “crear una organización que permita a los campesinos bajo su mismo control ir al mercado con sus productos protegiéndolos del monopolio de los intermediarios” (Henao,1987,p.51) y abaratar los costos de los productos. Los lugares destinados al mercado móvil fueron: Kennedy, San Nicolás, Cuba y Galán, y los horarios asignados para su funcionamiento era entre las 7 a.m. y las 3 p.m., bajo la inspección de la Fundación para el Desarrollo de Risaralda encargada de velar por el buen funcionamiento de la medida.

un flujo vehicular significativo especialmente de vehículos pesados utilizados en el transporte para el arribo y distribución de sus productos. En el sector hay 55 negocios de construcción, 143 comerciantes mayoristas de alimentos y abarrotes, 38 negocios de compra-venta de café”. (Henao, 1987,p.45)

Uno de los objetivos centrales del Plan de Renovación muestra cómo la administración instauró programas para recuperar el espacio público, descentralizar las actividades realizadas en la galería y fijar metas para dar mayor funcionalidad a la infraestructura urbana en el sector: “Plantear acciones de desconcentración fomentando el desarrollo de nuevos polos de actividad múltiple o especializada en zonas menos próximas al centro y previniendo su ubicación e equiparamiento en las áreas de futuro desarrollo. Estos centros especializados van dirigidos a solucionar problemas de ubicación de los mercados mayoristas de la construcción, alimentos, los vendedores ambulantes, etc”. (Henao,1987, p.43) Para ejecutar este objetivo se propuso las siguientes acciones sobre la plaza de mercado central: “Traslado de la galería central: la galería central se ha identificado como foco principal a erradicar. La construcción se destinaría a otro uso más acorde con la zona. Traslado de los negocios mayoristas y negocios que generan altos flujos de vehículos: los negocios mayoristas de abarrotes, granos y productos agropecuarios, materiales de construcción y compra – venta de café, generan

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Una de las alternativas que surgió a mediados de los 80´s para cumplir con los objetivos propuestos, era trasladar la Galería Central hacia el terreno del colegio la Salle ubicado frente a la terminal de transportes; dicha movilización tenía un valor estimado de $220.000.000. Para acceder a la reubicación los locatarios tenían que comprar el puesto a un costo promedio de $212.415; para ello se propuso abrir líneas de crédito y financiación con el Banco Central Hipotecario (Henao,1987,p.45). Adherido a esta propuesta, se planteó la necesidad de construir cuatro plazas de mercado satelitales teniendo en cuenta la distancia que tendría la nueva plaza de mercado para las poblaciones de Cuba y Dosquebradas, así como la densidad de la población en estas localidades. Igualmente, Henao reconoció que la falta de un sistema administrativo sumado a la carencia de organización al interior de la plaza de mercado, afrecían servicios en condiciones antihiénicas que iban en contra de “los intereses urbanísticos de las ciudades colombianas en pleno crecimiento y en vía de modernización económica” (1987, p.99). Tras el sismo de 1999, las propuestas de renovación cobraron fuerza por el deterioro que presentaba la infraestructura del sector de la galería de la cuidad. El alcalde de la época, Alberto Duque, comenzó el proceso de negociación con el sindicato pero el Plan Parcial de Renovación en sí lo realizó la administración de la alcaldesa Martha Elena Bedoya, en tanto que la construcción de la Nueva Central Minorista se efectuó en la alcaldía de Juan Manuel Arango.


El proceso de renovación del centro de Pereira fue estonces, una estrategia que visibilizó las apuestas que se realizaban en torno a la economía de consumo dentro del campo económico, razón por la cual se priorizaron las grandes plataformas comerciales con sustento en el capital internacional. Estas propuestas trasformaron en gran parte el uso del suelo y las relaciones sociales que se establecían en el sector de la anterior la Plaza Central o galería, desplazando con ello a los locatarios y demás trabajadores a otro lugar de la ciudad para que no interfirieran con proyectos significativos para el desarrollo económico; igualmente, los campesinos que comerciaban sus propios cultivos en la galería se vieron desplazados por una nueva clase de agente, los intermediarios. Sin embargo los proyectos de renovación del centro se iniciaron décadas atrás cuando se hizo evidente el problema de deterioro social que presentaba el sector.

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CAPÍTULO II

2.1 Modelo de desarrollo vía consumo como estrategia económica de la élite de Pereira.

CAMPO ECONÓMICO DE LA CIUDAD DE PEREIRA DESDE LA PERSPECTIVA DE SU CLASE DOMINANTE.

Es pertinente introducirse en el surgimiento mismo del discurso de Desarrollo propuesto desde el campo internacional y la ciencia económica hasta concluir en los Modelos de Desarrollo; ya que desde estos puntos de partida, se ahonda en la puesta en práctica y reconceptualización por parte de los agentes e instituciones que detentan el poder económico en el campo nacional y particularmente, en la ciudad de Pereira.

En el capítulo anterior, se identificó la estructura actual del campo económico de la ciudad de Pereira, sustentada en el Modelo de Desarrollo vía Consumo como fruto de unas condiciones históricas, geográficas, económicas y sociales particulares; que se establecieron, en relación con el campo internacional, nacional y local. Todo esto, para ser consecuentes con los hechos que discurren en el devenir de la ciudad y la propuesta teórica bourdeana que pretende aprehenderlos y comprenderlos a través de unos conceptos y método específicos.

2.1.1 El discurso desde el plano global Es importante tener en consideración, que existe gran cantidad de literatura encaminada a determinar y evaluar el discurso de Desarrollo.

En el presente capítulo, como su título lo indica, se profundiza en el habitus económico de aquellos que sustentan el poder económico de la ciudad, mediante unos discursos significativos que revelan unas apuestas y estrategias como para dictaminar su trayectoria en esta materia.

Se observa que dicho discurso surgió de las cenizas del orden colonial en 1930, cuando el continente africano intentaba liberarse de éste orden y como respuesta a ello, “nace el Acta Británica de Desarrollo Colonial donde se pretende reestructurar el poder colonial de las metrópolis”(Escobar, 2007, p.55).

De manera que partiendo de la estructura actual de la economía pereirana, sobre la base de su génesis histórica que concluye en el Modelo de Desarrollo cimentado en el consumo, y del habitus de la clase dominante; se observa que, las apuestas a dicho modelo trajo consigo unas consecuencias que afectaron de diversa manera a diferentes sectores de la ciudad, de acuerdo a su posición en el espacio social y su capital. Es por ello, que el presente estudio, se sumerge en los procesos que surgieron del Proyecto de Renovación Urbana del centro de la ciudad de Pereira después del sismo de 1999, puesto que además de evidenciar y viabilizar las apuestas que se hacen en su campo económico, y darle una “nueva cara” al centro de la ciudad como afirman algunos, afectó el sustento económico y la cotidianidad de las personas que laboraban de éste sector, donde antes quedaba la galería; sin embargo, el habitus de estas personas será delimitado en el próximo capítulo.

Sin embargo lo anterior es sólo un antecedente; puesto que fue el presidente estadounidense Harry Truman en su “Discurso sobre el estado de la nación” de 1949, quien empezó a esgrimir el discurso de desarrollo sobre la base la política exterior de los Estados Unidos en un momento histórico donde necesitaba expandir mercados para comercializar sus productos y obtener materias primas baratas; todo esto dentro del contexto de la “guerra fría”. Es por ello, que éste discurso se concibió en el seno de la clase política norteamericana como una respuesta adaptativa a una situación social concreta, la disputa geopolítica con la URSS y para legitimar sus estrategias de enclasamiento a nivel mundial Uno de los mayores descubrimientos de esta época y delimitado en el discurso mencionado fue la pobreza: dos terceras partes de las personas que habitaban el mundo vivían en condiciones cercanas a la miseria sin las mínimas condiciones económicas y sociales básicas que les posibilitaran,

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tanto a ellas como a sus naciones, configurar un mercado interno e incursionar exitosamente en el mercado internacional; pero esto acabaría cuando llegara a sus puertas el conocimiento científico y tecnológico que permitiría que el progreso material se diera.

se supuso, elevaría la calidad de vida de la mayoría de los habitantes del planeta, donde la salud, la educación, la alimentación y la vivienda, contribuirían decididamente al buen funcionamiento de la industria y ésta a la erradicación de la pobreza (ODG, 2011).

Los países pobres comenzaron a ser vistos como una amenaza potencial para la democracia, seguridad e intereses de Norte América, ya que existía el temor de que se incorporaran al bloque comunista; ante ésta posible situación la primera potencia del mundo prefirió brindarles su ayuda (Tortosa, 2011).

De esta manera se puede identificar que existieron dos elementos interdependientes dentro del Desarrollo: por una parte los aspectos relacionados con la formación del capital como recursos, tecnología, fuerza de trabajo, política fiscal y monetaria, industrialización, desarrollo agrícola y comercio; y por otra factores culturales como la educación y la necesidad de incorporar en la población los valores de la modernidad eurocentrada (Escobar, 2007).

Esta fue la primera vez que las naciones latinoamericanas, junto con África y Asia, fueron etiquetadas como subdesarrolladas, y el desarrollo se percibió como una estrategia política y camino normativo que desde las potencias mundiales, específicamente de sus élites, debían instaurarse para que aquellas consiguieran los grados de industrialización y modernización que éstas poseían. Se observa entonces, el poder simbólico que contiene el discurso de Desarrollo, un poder invisible que produce y reproduce divisiones fundamentales en el mundo social, entre el llamado primer y tercer mundo; tanto así, que décadas después de finalizada “la guerra Fría”, aún persisten dichas divisiones, no obstante haberse incorporado las naciones socialistas, otrora segundo mundo, al sistema capitalista global.

Llegado a este punto y en diálogo literario con Arturo Escobar, se afirma que el desarrollo es una práctica discursiva con un sistema de objetos, conceptos y estrategias, dependientes entre sí, que establecen quien tiene la autoridad para hablar y definir las prácticas dentro del mundo económico; aquí las instituciones internacionales como el FMI, la ONU y el BM, fueron las abanderadas del discurso expuesto y quienes sobre la base de este sistema, delimitaron cuáles son las reglas de juego económico y del intercambio lingüístico válido dentro de él. Sin embargo, dentro de las fronteras nacionales, fue Estado la institución capacitada para promover y expandir tanto el discurso como sus estrategias, ya que al poseer una importante acumulación histórica de capital como el de la fuerza física, el económico, el jurídico y el informativo-cultural, facilitaba la implementación y contextualización de las políticas del desarrollo internacionales.

Empero, esta división del mundo social se cristalizó cuando comisiones del Banco Mundial comenzaron a viajar por diversas partes del planeta y determinaron que la medida de la pobreza de un país se establecía en comparación con los países industrializados, principalmente los Estados Unidos, es decir, de su renta per cápita o su producto interno bruto, PIB; de tal modo, que la producción fue el elemento esencial para medir el Desarrollo, producción económica con miras a la acumulación de capital y a la industrialización. Es por ello, que todos los esfuerzos se centraron en el crecimiento económico que

El Estado, en época de la postguerra, se erigió como una institución que regulaba el mercado, es decir, las relaciones entre la oferta y la demanda y la lógica de competencia entre agentes económicos; esto por ser la institución poseedora del metacapital en términos bourdeanos, y también como resultado

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de una serie de trasformaciones al interior de la ciencia económica, mediana por la crisis económica mundial del 30.

a partir de 1968 el crecimiento se detuvo, entre otras cosas, gracias a la crisis del petróleo en el año de 1973.

Para hacer más claro el proceso, la Gran Depresión y la segunda guerra mundial revaluaron la creencia suscitada desde la teoría económica neoclásica en la competencia y racionalidad perfectas que configuraban a su vez un mercado auto-regulado y un equilibrio económico general; puesto que el supuesto de un conocimiento universal en el campo económico cayó ante la incertidumbre de una economía afectada por la guerra, la escases de recursos y el desempleo que menoscabaron el deseado equilibrio entre oferta y demanda y el crecimiento.

Entraron en el escenario político de la época, Margaret Thatcher en Inglaterra (1979-1990) y Ronald Reagan en los Estados Unidos (19811989); fieles representantes del neoliberalismo y por consiguiente de la caída del Estado Keynesiano. Como lo delimita Tortosa (2011), los argumentos más fuertes de estos dos políticos para su desmantelación y desprestigio fueron, como primera medida, la crisis fiscal que ameritaba el recorte del gasto público y la incapacidad del Estado para estimular el crecimiento económico imposibilitando el libre juego de las fuerzas del mercado.

Keynes (citado por Escobar,2007) se contrapuso a las tesis neoclásicas y concluyó que podría existir un equilibrio económico general en la medida que el Estado garantizara el pleno empleo a través de un adecuado gasto fiscal, que incluyera la inversión suficiente como para dinamizar los diversos sectores productivos; más aún, dicho equilibrio se podría mantener por debajo del pleno empleo, ya que las personas desempleadas serían subvencionadas por el Estado y contribuirían así a fortalecer la demanda de productos mediante su consumo para estabilizar el mercado.

Se tiene en consideración, que aunque Thatcher y Reagan ejecutaron el proyecto neoliberal en sus respectivos países, existieron además otros ideólogos e intelectuales que abogaron por el libre mercado y la liquidación del Estado; como es el caso de aquellos que participaron en el “consenso de Washington”, entre los que se encuentra Hayek, que con sus lemas “menos Estado y más mercado” y “el Estado no es la solución, es el problema”, trazaron así, el rumbo de la economía mundial desde finales de los 70’s hasta nuestros días (Tortosa, 2011).

Así nació el Estado benefactor o Estado Keynesiano, por otra parte, como respuesta a la demanda de garantías sociales de la clase trabajadora organizada en sindicatos; en él se cualificaba la mano de obra de la población en la economía de producción en masa, en la economía capitalista, y se auxiliaba a aquellas personas desempleadas, pues eran el “ejército industrial de reserva” que posteriormente serían ocupadas en la industrias u otros sectores de la economía (Bauman, 2000). El “Estado benefactor” se logró sostener debido a los años de crecimiento económico en la postguerra que permitió un incremento del gasto social como salud, educación, transporte, entre otros, mencionados párrafos atrás. No obstante,

Es importante aclarar, que desde esta perspectiva el Estado continuó siendo una institución importante para el mantenimiento del monopolio de la violencia legítima si hablamos en términos weberianos, pero re-conceptualizado como un “Estado Mínimo” o “Miniarquía” desde Nozick; es decir, un Estado que garantizara los derechos fundamentales reconocidos desde la corriente liberal del siglo XIX como la vida, la libertad y la propiedad privada, sin que interviniera en otros asuntos relacionados con el bienestar común; en otras palabras, un gobierno pequeño que asegurarara por la fuerza el orden político y económico establecido al interior de las fronteras nacionales (Mascaró, 2011).

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Sin embargo, el descubrimiento teórico de Keynes (citado por Escobar,2007) que estableció la relación entre inversión y capacidad productiva a través de las tasas de ahorro, de tal modo que el aumento y la contracción de la economía dependiera de dichas tasas de ahorro para la creación de capital; tubo conexión con las posturas neoclásicas que sostenían que existía “una tasa natural de crecimiento” delimitado por el aumento de la población, la acumulación de capital y el avance tecnológico; cimentando así la Economía del Desarrollo; ya que se concluyó que el crecimiento es inestable, principalmente en el tercer mundo, y se necesitaba incentivar por medio de la disponibilidad de capital. En síntesis, el discurso de Desarrollo clasificó a los países en dos: por una parte los desarrollados, caracterizados por un alto PIB, y los subdesarrollados o en vías de desarrollo por otra, con un bajo crecimiento económico y altos índices de pobreza. Por consiguiente, el “Desarrollo” se constituyó como un discurso y una estrategia de dominación simbólica y económica que legitimó el crecimiento económico per se, y consistió en una serie de medidas político-económicas que pretendió que los países subdesarrollados ascendieran en la escala de clasificación (Tortosa, 2011).

Esto se debe a que el orden económico mundial legitimado científicamente desde la corriente neoclásica sostienen como premisas fundamentales que el mercado es libre, que se negocia en él por medio de la calidad y la cantidad de productos y bienes que cada país está en capacidad de ofrecer; porque la oferta regula la demanda y viceversa, tanto en el mercado internacional como nacional.

2.1.2 El desarrollo desde la contextualización nacional. El discurso de desarrollo como política internacional emitida desde los países industrializados, el FMI, el BM, la ONU, entre otros; trajo consigo unas estrategias y puestas en marcha, a modo de recetas, para que los distintos gobiernos de nuestra nación las aplicaran y consiguiera salir del atraso social y económico en que se encontraba inmersa. Históricamente, Colombia fue el primer país en ser visitado por una comisión patrocinada por el Banco Internacional del Fomento y la Reconstrucción (BIRF), posteriormente Banco Mundial, en el año de 1949; dicha comisión denominada Misión Currie delimitó detalladamente el panorama económico y social de la nación; Sanch (citado por la ODG, 2011) muestra las conclusiones de la visita:

No obstante, uno de los puntos que el sociólogo español José María Tortosa (2011) destaca en su libro “Maldesarrollo y mal vivir”, es que un mayor índice de PIB no implica necesariamente la reducción de los índices de pobreza y aumento del bienestar social; la historia demostró que el crecimiento económico y la riqueza que produce no se redistribuye en toda la población.

El Banco Mundial envió la primera de sus incontables misiones en julio de 1949. Al volver de Colombia, los 14 expertos escribieron: ‘esfuerzos parciales y esporádicos no son capaces de cambiar el cuadro general. Sólo por un ataque generalizado por todo el país en la educación, salud, viviendas, alimentación y productividad, el círculo vicioso de la pobreza, ignorancia, salud y baja productividad podrá ser definitivamente superado.

Por otra parte, a pesar de las distintas conceptualizaciones que se crearon sobre el Desarrollo, de los intentos de la ONU por ampliarlo a bienestar social y derechos sociales, entre otros; el desarrollo siguió entendiéndose básicamente como crecimiento económico: producción de bienes materiales y posicionamiento en el mercado global, en otras palabras, competitividad para la acumulación de capital.

De esta manera comenzó el “Planeamiento del Desarrollo” en nuestro país; tras hacerse una serie de prescripciones que sirvieron de modelo para la constitución de una serie de políticas y de formas de acción social que no existían anteriormente tales

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como: una pormenorizada serie de metas, criterios específicos para realizar inversiones, políticas y programas sectoriales, metodologías y prácticas (Escobar, 2007).

cambio, legados por los liberales tras afrontar la crisis de los años 30, se constituyeron en los pilares fundamentales del modelo económico del gobierno, también conservador, de Laureano Gómez y de la dictadura militar de Rojas Pinilla.

En otras palabras, al existir un consenso internacional sobre el desarrollo, e identificado los fines que buscaba el mismo, el crecimiento económico; se crearon unas estrategias y unas medidas de evaluación de las consecuencias e impactos deseados; es decir, se constituyeron unas políticas y unos indicadores que midieron su eficacia tal y como se define en el libro “Planes de desarrollo, derechos Humanos y exclusión risaralda 19972007 “; que además, vale clarificar, es aceptado sin el menor reparo por parte del gobierno nacional.

El período que va de 1946 a 1960 comprendió por su parte, un fuerte activismo industrial público que en su momento surgió para enfrentar los problemas de desabastecimiento durante la segunda guerra mundial, medida que se cristalizaría con la implementación de la siderurgia de Paz del Río en 1952; cabe mencionar que estos procesos fueron acompañados y avalados por la CEPAL. Asimismo, la sociedad colombiana vivió una serie de cambios que es importante señalar. Lo primero que se observa en este contexto es que la población del país dejó de ser predominantemente rural para concentrarse en las ciudades, por ello el dominio de la economía dejó de ser eminentemente agrario y pasó a ser una economía urbana con cierto grado de especialización y división del trabajo.

Se anota que la formulación de normas que posibilitaron la planeación del desarrollo venía adelantándose tímidamente desde la década de los 30 con la promulgación de la ley 23 de 1931 que creó el Concejo de Economía Nacional; pero la planeación del desarrollo consolidó en sí en 1958 con la sanción de la ley 1925 que creó el Departamento Nacional de Planeación y Servicios Técnicos y el Concejo Nacional de Política Económica y Planeación, de esta manera comenzó una etapa más estable y coherente para los organismos encargados del estudio y preparación de los planes de desarrollo (PND-DNP 1969).

Los gobiernos del Frente Nacional, continuaron con el modelo proteccionista, pero matizados por una visión keynesiana inspiradas en la teoría del desarrollo cepalina. Cada uno de estos gobiernos, elaboraron planes tendientes al desarrollo general del país en materia educativa, demanda de servicios públicos y dentro del desarrollo del sector económico, una discusión importante es la planificación del sector agrícola.

Para entrar en contexto con las apuestas y estrategias económicas del gobierno de la segunda mitad del siglo XX en Colombia, Kalmanovitz & López (2006) indican que en este momento, el Estado adopta un conjunto de políticas económicas caracterizadas por un alto contenido intervencionista, estas políticas, señalan los autores, se convierten en políticas de Estado prácticamente hasta la década del 90.

En el marco de la Alianza para el Progreso de 1958, la CEPAL formuló recomendaciones para el diseño del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social (1961-1970). Y entre 1963 y 1967 se adelantaron otros ajustes normativos que determinaron para 1968 la creación del Departamento Nacional de Planeación (DNP), el CONPES y FONADE y se puso en marcha el diseño de planes nacionales de desarrollo a partir del gobierno liberal de Lleras Camargo.

Es así como las bases del modelo económico citado, se encuentran a partir del gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez (1946-1950), en él se aumentaron los aranceles a las importaciones, tanto de bienes industriales como agrícolas. Este hecho, junto con otros elementos de control del

Sintetizando, los Planes Nacionales de Desarrollo hasta 1978 dan cuenta de un conjunto de

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preocupaciones y un tipo determinado de políticas que caracterizaron al “Modelo de Sustitución por Importaciones”. Tres elementos centrales ocuparon esta planeación: la inestabilidad de la balanza de pagos por la alta dependencia de productos de exportación, la poca modernización agraria que no garantizaba el abastecimiento de materias primas para el sector manufacturero y era fuente de conflictos sociales y la necesidad de fortalecer los procesos de industrialización. Estos requerimientos se afrontaron con una intervención activa del Estado en la planeación, manejo monetario, cambiario, subsidios y finalmente inversión en infraestructura.

por Importaciones, se concluye que no existió una industria fuerte a lo largo y ancho del territorio nacional, y que ella era de carácter oligopólico; asimismo, se concluye, que se continuó con la exportación mayoritaria de materias primas hacia los Estados Unidos (Martinez, et al., 2010). Se inauguró otro periodo de la Planeación del Desarrollo en Colombia en la década de los 80’s que va al unísono con las Políticas de Ajuste Estructural impulsados por el FMI, BM y el “consenso de Washington” para responder a la crisis de la deuda de todo el mundo subdesarrollado. Se puntualiza que estas políticas fueron de pretendida validez universal, por lo que se aplicaron indistintamente a cualquier país, no importaba sus particularidades económicas, sociales y culturales.

La política adelantada para la diversificación de exportaciones y el fomento a la industrialización, combinó el control arancelario de productos susceptibles de sustitución, con subsidios, gasto en infraestructura y apoyo a la inversión de bienes de capital. Empero, el Modelo de Sustitución de Importaciones empezó desde 1945 con la creación del Instituto de Fomento Industrial (IFI). Sus dinámicas, según autores como Vega Tapia, atraviesan varias fases: la década de los 40 se centra en la producción de bienes de consumo, la década del 50-60 en la producción de bienes intermedios y a partir de la década del 60 en bienes de sustitución tardía como papel, insumos químicos, derivados del petróleo, entre otros (Vega Tapia, 1987).

Entonces las instituciones financieras internacionales impusieron una serie de ajustes económicos al gobierno colombiano para que con obtuviera así su respaldo financiero y lograra paliar la onerosa deuda del país. Dicho ajuste abarcó una serie de políticas estabilizadoras que procuraban reformar lo que se juzgó como excesivos déficits en el presupuesto público debido a una demanda superior a la oferta; por lo que se buscó retomar el equilibrio económico que ajustara el consumo interno a la capacidad de producción del país mediante la restricción de la moneda interna y la reducción del gasto público a través de despidos, rebajas salariales, la disminución gastos de funcionamiento para la salud y la educación, se eliminaron las subvenciones a los bienes esenciales, como los productos básicos de la canasta familiar, entre otros.

Este proceso de modernización e industrialización que emergió como una apuesta de la clase dirigente nacional para salir del subdesarrollo, se llevó a cabo mediante unos empréstitos concedidos al Estado por las IFI (Instituciones de Fomento Internacional); lo que condujo al país a un exorbitante endeudamiento y la crisis de la deuda de los años 80’s. Proceso que ocurrió porque el modelo de crecimiento económico de los países desarrollados, se realizó mediante la relación ahorro-inversión, mientras que los países del tercer mundo, al no poseer suficiente capacidad de ahorro, la relación fue préstamoinversión- crecimiento, por lo que gran parte de la acumulación de capital se destinó al servicio de la deuda con sus respectivos intereses (Escobar, 2007). Si se hace un balance general de la Sustitución

Simultáneamente, se comprendieron políticas estructurales que buscaban estimular la oferta, es decir, estimular la producción interna para lograr el crecimiento económico a mediano plazo por medio del libre juego de las fuerzas del mercado donde las empresas privadas y multinacionales situaran mejor sus recursos y adquirieran más beneficios, es decir, se liberalizó la economía y se redujo la representación del sector público (Zabalo,2011).

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Otros argumentos para reducir la representación pública en la economía, fue su desprestigio desde las altas esferas gubernamentales de la nación; y desde el Consenso, la constitución de “Estado fallido”, o sea, sometido por las mafias tradicionales y la corrupción. Colombia implementó formalmente las políticas de apertura económica, exigidas por el mencionado Consenso, en el gobierno liberal de Cesar Gaviria Trujillo de 1990. El desmonte arancelario que vivió el Estado fue uno de los más drásticos de América Latina, hecho que favoreció la importación de productos de alto valor agregado y la exportación de bajo valor agregado. Indudablemente, esto desestimuló el empleo al no promover sectores de la economía cómo la industria y la agricultura, que generaban valor agregado, mientras que se dio preferencia a labores de ensamble y al sector terciario de la economía (Gaviria, 2000).

y las estrategias de los agentes determinantes en él cambiaron en consonancia con el campo económico internacional; de manera que ambos campos se transformaron a lo largo del siglo anterior hasta llegar a la economía de consumo de nuestros días, puesto que el capital eficiente dentro del campo económico cambia; entonces, la industria y las fuerzas productivas, excepto la tecnología, ya no son el capital determinante que posibilitan el mantenimiento ni incremento de la ganancia material, el éxito pecuniario, aunque se reconoce que aún poseen cierto peso relativo dentro la estructura de la economía; ahora el capital eficiente, es el capital financiero y comercial, o sea, la capacidad que se tiene para introducir exitosamente al mercado nacional e internacional, determinados bienes y servicios sobre la base de la especulación financiera, de la cotización de las acciones de una empresa en la bolsa de valores.

Para que Colombia se convirtiera en un país competitivo a escala internacional, según la lógica del libre mercado, necesitaba que se eliminaran algunos obstáculos que impedían la productividad del país, tal es el caso de los derechos laborales de los trabajadores colombianos. Por lo que la ley 50 de la constitución política de 1991 derogó los derechos conseguidos a través del siglo XX y se instauró de forma permanente la flexibilización laboral que iba en línea directa con la subcontratación. Asimismo, el mercado internacional de capitales, o sea, el sector financiero internacional, entra al país con crecientes posibilidades para la inversión, ya que el Estado colombiano y su nueva legislación, facilitan y reducen los trámites y requisitos para su arribo al país No existió una gran diferencia entre los Planes de Desarrollo de los gobiernos liberales de Cesar Gaviria Trujillo y Ernesto Samper, del conservador Andrés Pastrana Arango y del partido de Unidad Democrática de Álvaro Uribe Vélez, los tres poseían un evidente contenido neoliberal que se dejó entre-ver en los procesos de apertura económica, la reestructuración del Estado y las practicas de represión (Martinez, et al., 2010).

Aunque las reglas del juego económico se transforman con el campo, los países desarrollados conservan sus posiciones dominantes en el mercado internacional, como fruto de una acumulación incesante de capital económico, social y simbólico; sin desconocer, por otro lado, el surgimiento de una nueva categoría de países denominados “países emergentes” entre los que figuran China, India y Brasil, que se encuentran en una posición intermedia entre el desarrollo y el subdesarrollo, pero que día a día obtienen más poder y fuerza para competir eficazmente en el mercado global. Colombia por su parte, se encuentra en una posición similar a la ocupada durante el siglo XX; si bien existieron tímidos intentos de industrialización para superar el subdesarrollo y la pobreza, estos no se completaron exitosamente y el proceso de apertura económica erosionó la economía nacional. Visto desde otra perspectiva, cabe afirmar que, las tomas de posición de la clase dirigente y económicamente relevante de nuestro país, siempre se inclinaron por aceptar y ejecutar todas las políticas propuestas desde las organizaciones y gobiernos internacionales,

Se identifica, que el campo económico colombiano

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configurando así una estrategia conservadora frente al campo económico internacional y sus principios neoliberales.

funcionamiento de la economía nacional por medio del Plan de Desarrollo Nacional y Departamental donde se establecen unas relaciones lógicas inmanentes a la administración del territorio que son acordes con la economía de libre mercado.

Dicha estrategia conservadora del gobierno nacional, muestra que existen fuertes intereses en acatar las reglas de juego del campo económico mundial que beneficia directamente al capital transnacional y sus compañías más que a otros segmentos de la economía colombiana y la población que depende de ellos. En este aspecto, es ilustrativo señalar desde Weber (citado por Bourdieu, 1995), que los agentes sólo obedecen “la regla” en la medida que los intereses o beneficios obtenidos por obedecerla superen a los que obtendrían por desobedecerla. Asimismo, porque históricamente, los intereses y habitus de la elite nacional están más cerca de los de la élite internacional que del resto de la población; luego se construyen alianzas entre ellas. (Tortosa, 2011)

Empero, fue en la constitución de 1991 cuando la Planeación Departamental adquirió un carácter descentralizado, de la mano de la elección popular de gobernadores y alcaldes. Entonces, los Planes de Desarrollo Departamental regularon los proyectos modernizantes de la nación; y para el caso particular de Risaralda, tal y como se describe en el libro “Planes de Desarrollo. Derechos humanos y exclusión Risaralda 1997-2007”, éstos se pueden dividir en unas unidades básicas como: participación ciudadana en el Estado, inserción departamental en la globalización y la apertura económica, políticas de seguridad, reestructuración del Estado y recorte del gasto público (Martinez, et al., 2010). Para la inserción departamental en la globalización, se efectuaron unos macro proyectos centrados principalmente en la extracción de recursos naturales y expansión de la minería, la conectividad hacia el pacífico colombiano para posibilitar el flujo de mercancías que entraban al país y la exportación de bienes primarios y, finalmente, algunos desarrollos energéticos (Herrera, et al., 2010).

2.1.3 El desarrollo desde lo local. El departamento de Risaralda, vivió todos los procesos mencionados anteriormente como efecto de las políticas establecidas por el gobierno nacional a través de los Planes de Desarrollo Departamental. La definición de Estado de Bourdieu (1995) resulta aclaratoria para interpretar mejor éste proceso: “El estado, sería un conjunto de campos de fuerzas donde se llevan a cabo luchas cuyo objetivo sería (corrigiendo la célebre fórmula de Max Weber), el monopolio de la violencia simbólica legítima, es decir, el poder de constituir e imponer como universal y universalmente aplicable en el marco de una nación, esto es, dentro de los límites fronterizos de un país, un conjunto común de normas coercitivas”. (p.74)

Por otra parte, el concepto de competitividad como indisoluble al Desarrollo y al comercio interior y exterior de Colombia, condujo a la creación de políticas públicas que se originaran desde las distintas regiones del país por medio de las Comisiones Regionales de Competitividad, bajo la tutela del Departamento Nacional de Planeación y del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, con el objetivo de crear planes estratégicos para la productividad y la competitividad de los departamentos (Ministerio de comercio, Industria y turismo, 2011). La Comisión Regional de Competitividad de Risaralda produjo la “Agenda interna para la productividad y la competitividad” como resultado

De esta cita se desprende que el Estado en cabeza del gobierno impone su visión legítima del mundo, y para este caso particular, del correcto

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del común acuerdo de voluntades entre el gobierno nacional, las entidades territoriales, el sector privado, representantes políticos y la sociedad civil, que definieron cuales son las necesidades más urgentes para trazar líneas estratégicas que mejoraran la productividad del departamento, dicha Agenda se produjo bajo el liderazgo de la Gobernación de Risaralda y la Cámara de Comercio de Pereira (Comisión regional para la competitividad de Risaralda, 2007).

como “té tropical de caña” y de productos de seda elaborados artesanalmente; de la misma manera que se apuestó por la creación de plantaciones industriales de eucalipto y pino para la producción de pulpa y madera aserrada, así como plantaciones de guadua, nogal, cedro, entre otros y cultivo de flores y follajes tropicales. Por otro lado, se reconoció el peso del sector servicios en la economía de la región, específicamente de la risaraldense, por ello se crearon 5 apuestas que contemplaron el turismo, software, salud, comercio y transporte público como fundamentales en la estructura productiva.

La competitividad se entiende como la capacidad de producir bienes y servicios que compitan exitosamente en el mercado internacional y que conduzcan al crecimiento económico a largo plazo que se vea reflejado en el aumento de la calidad de vida de la población. Y por productividad se comprende la relación entre lo que se produce y el capital, los recursos humanos y naturales invertidos para su producción; de tal forma que este punto es esencial para aumentar el ingreso nacional per cápita (Comisión regional para la competitividad de Risaralda, 2007). Las apuestas productivas de Risaralda incluyeron tanto al sector primario mediante el cultivo del café y otros productos agropecuarios; como al secundario que abarcaba la fabricación de calzado, las confecciones y la metalmecánica. Igualmente, se formulan ciertas innovaciones para estos dos sectores relacionados con el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad y del conocimiento científico cercano al desarrollo del software y la medicina.

De tal forma que los servicios de turismo y de salud están estrechamente relacionados, puesto que se proyectó ofrecer servicios médicos especializados y cirugías estéticas a turistas internacionales; entonces se crearon unos paquetes turísticosrecreativos y de descanso para los pacientes y sus acompañantes durante su tiempo de recuperación. Respecto a las apuestas en torno al comercio, se enfatizó la consolidación de Pereira como epicentro comercial por su ubicación geográfica que posibilitó la convergencia de compradores potenciales de Caldas, Quindío y norte del Valle. Por último, se contempló la implementación de un Plan Maestro de Movilidad para solventar los requerimientos del sector transporte en el Área Metropolitana Centro Occidente AMCO, por medio del funcionamiento el Megabus de la capital de Risaralda pero ampliado a toda la zona.

Para obtener mayores márgenes de productividad y competitividad en estos renglones de la economía, se intentó modernizar y tecnificar la producción, al tiempo que se instauró encadenamientos industriales que complementaran los productos y se crearan alianzas entre empresarios.

Para lograr efectuar todas las apuestas mencionadas, se identificaron unas necesidades primordiales para cada una de ellas; a la par que se identificaron otras necesidades que las transversalizan y que sirvieron como proyectos productivos en sí mismos, para brindarle una mayor competitividad a la región.

Otra estrategia fue explorar e incursionar en mercados distintos de los tradicionales, a través del desarrollo productos y presentaciones novedosas como la producción de cafés especiales tipo gourmet, la exportación de caña panelera

Se estipuló entonces la creación de una Zona para la Competitividad Económica, Tecnológica y de Servicios, localizada en el tramo Caimalitola Virginia-Ingenio Risaralda. La propuesta era la construcción de una infraestructura acorde para el

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establecimiento de diferentes empresas en el sector que incluyera servicios técnicos, tecnológicos y logísticos indispensables para consolidar una vocación exportadora en la región. El interés en localizar la Zona para la Competitividad allí residió en las posibilidades que ofrecía el Ingenio Risaralda como atractivo para que otras empresas se instalaran en el sector, así como la topografía plana, la cercanía a los municipios de Manizales, Armenia y Pereira, la malla vial y portuaria.

las capacidades adquiridas, la infraestructura, el desarrollo tecnológico, la calidad de los bienes, la innovación, y el emprendimiento empresarial que integran todo un cúmulo para la región.

Unido a esta apuesta transversal, se encuentra la adecuación de vías de comunicación portuaria, aeroportuaria y terrestre que facilitara la conectividad del departamento y la región con el mundo, para mantener de este modo, precios competitivos.

2.1.4 El Desarrollo desde Pereira.

Es oportuno anotar que, la creación de La Agenda Interna hizo parte un marco legal más amplio, del Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010, como un mecanismo de inclusión de toda la sociedad en la construcción de políticas de Estado.

En la ciudad de Pereira, al igual que en el departamento de Risaralda, existieron todos los procesos mencionados con anterioridad como consecuencia de los modelos de Desarrollo impuestos desde el exterior. De manera que existió una incipiente industrialización basada en la producción de textiles y otros productos de consumo final, hasta llegar a la apertura económica y la inversión masiva de capitales extranjeros, acordes con el modelo vigente de Desarrollo.

La otra apuesta que transversaliza las anteriores se relacionó con la generación de empleo en la región, para ello la Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad de la Gobernación de Risaralda, propuso la consolidación de microempresas y empresas que tuvieran procesos productivos sostenibles, a través de Fondo Emprender del Sena, institución que proveyó de capital semilla, y de Fomipyme que brindó soporte tecnológico a las pequeñas y medianas empresas.

Los efectos de la implementación del Modelo de Desarrollo sustentado en el consumo no se hicieron esperar, deteriorando los sectores de la economía como la industria, la agricultura y en menor proporción la minería, que representaban un crecimiento real de la productividad y que tenían una importante participación en el PIB risaraldense, frente al sector terciario como el comercio, los servicios, y la banca, que vieron crecer su participación porcentual en la economía local.

Todas las apuestas delimitadas, responden a un lineamiento básico en la teoría económica neoclásica y al comercio internacional que son las ventajas comparativas y competitivas. Las ventajas comparativas constituyen todos aquellos recursos materiales, humanos y demás que posibilitan la producción de determinada mercancía o la prestación de un servicio a menores costos, como se afirma párrafos atrás, en este caso Risaralda cuenta ventajas tales como la biodiversidad, la ubicación geográfica y la oferta de mano de obra, que facilita la producción de café, flores, calzado, y la prestación de servicios de salud, ecoturismo, entre otros.

A pesar de las múltiples transformaciones de la estructura del campo económico de la ciudad, el campo burocrático local parece no mostrar grandes cambios; de manera que, los electores pereiranos siempre manifestaron su preferencia por el partido liberal, y en menor medida por el conservador o las coaliciones entre éstos, tal y como lo sostiene el sociólogo Óscar Arango (2000) en un análisis que realiza de la ciudad en los años noventas.

Las ventajas competitivas dan cuenta de los desarrollos en el conocimiento sobre la producción de cierto bien o servicio, la experiencia que se tiene,

Sin

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embargo,

la

agudización

del

conflicto


colombiano, el poder creciente de la guerrilla FARC, y el fallido proceso de paz con el gobierno conservador de Andrés Pastrana Arango en el que se creó una amplia zona de despeje en el Caguán, departamento de Caquetá; cambió el panorama político nacional, y el de Pereira, a comienzos del presente siglo, inclinándose por Álvaro Uribe Vélez y su naciente partido denominado “Partido social de unidad nacional”, con una plataforma política, que si bien económicamente no es distinta de la de los partidos tradicionales, aboga por la debilitamiento y eliminación de las guerrillas por medio de la estrategia militar.

originaron inequidad y pobreza; igualmente, se advirtió falta de inversión social en educación, salud y vivienda como parte de la ineficiencia del Estado para atender las necesidades más urgentes de la población, generando de este modo segregación socioeconómica. En relación directa con lo precedente, la estrategia “Pereira abierta al mundo”, sostuvo que el Estado, en cabeza del gobierno, se adaptó a un contexto de globalización y modernización creciente, a través de los procesos de apertura y de la descentralización administrativa que afectaron la región cafetera y la ciudad, principalmente al sector agropecuario pero también a la industria, el comercio y la construcción; hechos que conllevaron a elevadas tasas de desempleo, informalidad laboral, contrabando, entre otros. Pese a lo anterior, la apuesta fue por una ciudad productiva y eficiente en el mercado nacional e internacional, así como un desarrollo turístico, tanto urbano como rural, que generara empleo estable, además la constitución de una región metropolitana que se proyectara a la región del Cauca y un desarrollo vial que conectara a Manizales, Armenia y Pereira.

Por otra parte, los planes de Desarrollo de Pereira de la última década del siglo anterior, estuvieron en perfecta concordancia con los lineamientos de los Planes de Desarrollo risaraldense y del gobierno nacional. No obstante, el presente estudio se centró en los de 1998 - 2000 y 2000 - 2003 puesto que por esa época se originó el sismo que afectó el centro de la galería de la ciudad y legitimó el proceso de renovación urbana. El Plan de Desarrollo de 1998 - 2000 del alcalde Luis Alberto Duque Torres: “PEREIRA RAZÓN DE NUESTRO LIDERAZGO” estableció tres grandes líneas de acción estratégicas: la primera fue “Pereira alianza para la convivencia” que comprendió cultura, seguridad y justicia; la segunda fue “Pereira, modelo calidad de vida” que incluyó educación, salud, grupos sociales, vivienda, recreación y deporte; y la tercera fue “Pereira abierta al mundo” que se enmarcó dentro la modernización institucional y gobernabilidad, fomento económico y productividad, desarrollo físico (local y regional) y finalmente instrumentos financieros.

Dentro de la estrategia “Pereira abierta al mundo” también se contempló el desarrollo físico local y regional, ya que los continuos procesos de metropolización y conurbación, originados en parte por la inmigración, afectaron las potencialidades económicas de la ciudad y su planificación; asimismo, se observó un aumento en el precio de la tierra y desordenado crecimiento urbano con sus respectivas consecuencias ecológicas que limitan las ofertas ambientales.

Dentro de su estrategia: “Pereira, modelo de calidad de vida”, se pretendió una ciudad amable y atractiva para vivir, convivir e invertir, sobre la base de un desarrollo social, o sea, un desarrollo económico extendido a toda la población; reconociendo, empero, hechos indiscutibles como fueron el proceso de conurbación y metropolización, que sumados al actual modelo de desarrollo

El proceso de renovación urbana, se erigió como una fuente dinamizadora de desarrollo en las zonas que presentaban deterioro, para que de éste modo, se transformaran en modelos de eficiencia urbana que mostraran una ciudad amable; para ello se requería de la creación de una estructura institucional que delimitara los parámetros de la intervención, los incentivos y normas urbanísticas.

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Las líneas de acción para llevar adelante la renovación contenían el fortalecimiento financiero de la Empresa de Renovación Urbana, la gestión de incentivos tributarios para el sector público y privado, además la creación de una Dirección que se encargara de los aspectos sociales, el fortalecimiento de mecanismos de control dentro de la renovación y la facilitación del accionar del POT con estos fines.

farmacodependientes y alcohólicos, se respaldó la creación de un centro de reeducación, se propuso la atención a los adultos mayores vulnerables, se efectuó un estudio estratégico de intervención social, económica y física en la zona a intervenir, se apoyaron las organizaciones que trabajaban por la recuperación de los habitantes del sector, se abogó por la organización de los grupos y actividades socioeconómicas de la zona, y finalmente, se propuso animar procesos de participación y concertación con los habitantes de la Galería para comprometerlos en su recuperación.

Por su parte, la alcaldesa Martha Elena Bedoya Rendón con el Plan de Desarrollo 2001-2003: PEREIRA MISIÓN DE TODOS, propuso tres ejes centrales de gobierno; el primer eje fue “Dignificar la vida de los habitantes” donde se reconoció al pereirano y sus condiciones de vida, igualmente a las poblaciones en condiciones de pobreza como un problema de eficiencia y de posibilidades, para involucrar a todos y todas dentro de los proyectos de desarrollo; el segundo eje, “refundar ciudad”, comprendió al pereirano en relación con su entorno para que así pensaran en comunidad y permitieran cimentar una Pereira como misión compartida; el tercer eje, “consolidar gobernabilidad”, entendió que dicha gobernabilidad sólo se lograba mediante la unificación de esfuerzos y actores en torno a unos propósitos claros de desarrollo.

De otro lado, “refundar la ciudad” significó: “asignarles nuevos sentidos a los referentes históricos, espaciales, económicos, sociales y culturales que le dieron origen en el pasado para explicar e interpretar el presente” (Alcaldía de Pereira, 2001). La asignación de estos nuevos sentidos conllevaron una imbricación entre las distintas dimensiones socioculturales, políticas, económicas y físico ambientales. Refundar lo económico en este contexto, era promover la recuperación de la economía a nivel regional sin una representación importante del café para competir en los mercados internacionales, razón por la cual se exploraron ofertas que complementaran la existente, en los sectores primarios,

Se anota que este plan hizo un balance del municipio que recibió, con crecientes problemas económicos, como el resto del país, que deterioraron la calidad de vida, segregaron la población y limitaron la convivencia en comunidad; además se presentaron elevadas tasas de homicidio y corrupción que agravaban aún más la situación.

Hasta el momento se concluye, que la alcaldesa Martha Elena Bedoya fue la encargada de continuar con la propuesta de renovación de la administración anterior, es decir, legitimar y dar soporte a los argumentos que abogaban por la demolición de la Antigua Galería ubicada en el centro de la ciudad para la construcción de proyectos que urbanís ticamente estuvieran acordes con las “nuevas” apuestas que se hacían en materia de grandes superficies comerciales y de servicios para “refundar ciudad”.

El eje “dignificar la vida de los habitantes” incluyó objetivos y metas en aspectos relacionados con la cultura, la educación, la salud, deportes, vivienda, seguridad ciudadana, servicios públicos y grupos sociales vulnerables. La recuperación de la zona de la galería se convirtió en un objetivo dentro de los grupos vulnerables, por lo que se delimitaron estrategias relacionadas con el apoyo a programas para menores de edad

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2.2 El campo económico local y sus apuestas desde la posición de la Cámara de Comercio.

los llamados de atención correspondientes para que se rectifiquen.

La Cámara de Comercio de la ciudad de Pereira, es una entidad privada que agremia una gran cantidad de empresas de la ciudad de diferentes sectores de la economía; es por ello, que tiene dentro de sus facultades y obligaciones, el intervenir ante el gobierno nacional y local por los intereses de sus afiliados; además de realizar investigaciones sobre la economía risaraldense y su relación con el comercio interior y exterior (Cámara de comercio de pereira, 2011).

La Cámara de Comercio, junto con otras entidades, apostó por la creación de la “Agenda interna para productividad y la competitividad de Risaralda”, un documento que condensa todas las apuestas departamentales, y que es mucho más enfocado en la consolidación de sus estrategias económicas. Según el presidente de la Cámara, es una manera diferente de realizar las cosas, puesto que son propuestas que nacen desde el departamento y la región, que ascienden hasta el Departamento Nacional de Planeación, es decir, que surgen de la región y se dirigen hacia el centro. Además este documento tiene una ventaja importante respecto a los Planes de Desarrollo municipales y departamentales, que se relacionan con el hecho de pretender ser una directriz que va más allá de los gobiernos de turno, permitiendo una mayor consolidación con el tiempo. Igualmente, “la Cámara trabaja en el fortalecimiento de los sectores estratégicos señalados en el Plan Regional de Competitividad, de cara al comercio exterior y al crecimiento de las empresas para que compitan exitosamente en el mercado internacional” afirma Duport Jaramillo. De tal modo que procura mejorar la industria metalmecánica y de la confección (que decreció bastante), la biotecnología, la agroindustria, el café y el comercio; asimismo, es muy importante el tema de tercerización de servicios como los ofrecidos por los Call Center, los BPO’s y los servicios de logística en general.

Razones que inducen a pensar, que es una institución que tiene una posición importante dentro el campo económico de Pereira, que posibilita revelar mejor su trayectoria; igualmente, se pueden identificar por medio de las tomas de posición de la Cámara, las relaciones que establece frente a los representantes del gobierno local, para determinar así los niveles de complementariedad o rivalidad ante la visión y las estrategias del Desarrollo. La Cámara entonces, según su presidente Eric Duport, “tiene como uno de sus objetivos, el impulsar el Desarrollo en la ciudad; sin embargo aclara, no participa de la elaboración directa de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), o de los Planes de Desarrollo, puesto que sólo fungen como órganos consultivos del gobierno nacional; empero, participan de tales planes, en la medida de que los gobiernos locales solicitan su colaboración, sirviendo más como marco de referencia que de elaboración de políticas en sí” 6 La cámara siempre está pendiente de los procesos de construcción de los planes ante el concejo municipal, puesto que estos afectan claramente los intereses de sus afiliados, ya sea para su beneficio o perjuicio; de manera, que si existen políticas que afectan negativamente sus intereses, se realizan

Respecto a los Macroproyectos, “es fundamental la conectividad de la ciudad y del departamento; por lo que la Cámara, junto con otros gremios, siempre ha luchado por aumentar la competitividad del aeropuerto Matecaña, para que se hagan las reformas necesarias en infraestructura y logística y conserve así su categoría de aeropuerto internacional; adecuaciones que se están llevando a cabo gracias a la presión y los estudios de la Cámara”.

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Las Zonas Francas también son importantes para el desarrollo de la competitividad internacional de Pereira. “Entonces tenemos una zona franca industrial, otra de tercerización de servicios, y por último, de servicios de salud. Acerca de la zona franca industrial, se anota que la ciudad se había dispersado anteriormente en el establecimiento de un conglomerado industrial que hoy en día es un barrio más, el llamado “parque industrial” que cuenta hoy con una sola industria; entonces es mejor que la cuidad tenga una zona franca con beneficios arancelarios y tributarios, para que se estimule éste sector por medio de la inversión privada” según las propias palabras de presidente de la Cámara. Por otra parte, se trabaja en la competitividad del turismo desde varios frentes. Uno de ellos es el Parque Temático de Flora y Fauna “que se muestra como el proyecto de mayor impacto en términos turísticos para la región”, por lo que la Cámara, ha colaborado junto con el gobierno departamental y municipal para el desarrollo de este proyecto, como uno de los de mayor repercusión en el occidente risaraldense.

De manera, que dentro de los sectores estratégicos actuales más competitivos, sostiene el presidente de la Cámara, el café continúa con una gran participación porcentual en la economía con el 60% de las exportaciones, por ello se debe continuar pensando en cómo se fortalece la cadena productiva de éste producto, que hasta el momento se limita a la exportación del café en grano; entonces, se requiere de un desarrollo industrial para que genere mayores valores agregados e impulse un desarrollo agroindustrial fuerte en el departamento. Ya en el sector secundario propiamente dicho, la industria de las confecciones fue la principal de la ciudad, sin embargo la posición de esta industria se vio afectada porque gran parte de las empresas eran de carácter familiar y no supieron racionalizar su producción y administración; además la ciudad se dio a una vocación maquiladora que es una posición riesgosa frente al mercado internacional, puesto que no se generan grandes valores agregados y cuando se comenzó a competir por qué países ofrecen la mano de obra más barata, como Indonesia, China y Centroamérica, la industria se trasladó allá. No obstante, la confección se toma en consideración actualmente porque existe una interesante infraestructura instalada y personas capacitadas que se interesan en que esta industria resurja, ya que es generadora de empleo. Asimismo, existen en la ciudad grandes industrias como Gino Pascalli, Costa Azul, Austin y un gran número de microempresas que dinamizan el sector.

De igual forma, se actúa sobre el embalse del rio Mapa, pues es un desencadenante turístico para el departamento, ya que complementa la oferta existente de Termales de Santa Rosa y el turismo urbano y rural de Pereira y su comercio. Hasta el momento se han delimitado las apuestas que hace la Cámara de Comercio para establecer la trayectoria económica potencial de Pereira; empero, se hace necesario conocer más la percepción que esta entidad tiene sobre la posición económica actual de la ciudad, en referencia directa con el discurso sobre Desarrollo como política macroeconómica que establece la competitividad como eje central del crecimiento con miras al mercado internacional.

La metalmecánica, relacionada principalmente con el tema de “autopartes”, de construcción chasises de autos y motocicletas, se perfila como la fracción de la industria mejor posicionada en términos de competitividad internacional, para ello se están invirtiendo importantes recursos tanto en Pereira como en Dosquebradas. El comercio hace parte de la vocación económica de la ciudad, argumenta Duport Jaramillo, facilitada

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ello, se han realizado desde el 2009 campañas como “Pereira tu ciudad” en Manizales, Armenia, Cali, el norte del Valle, Ibagué a través de cuñas radiales y vallas publicitarias.

indudablemente por su posición geográfica y sus condiciones socioculturales; entonces vemos cómo se construyeron históricamente unas aptitudes económicas en las personas que crean habilidades para ofrecer productos; asimismo, porque para realizar esta labor, no se necesita de una gran formación académica.

Por lo mencionado por el presidente de la Cámara de comercio, se deduce que el sector terciario genera valor agregado en la economía, y en esta medida, él explicita que si bien los Callcenter no generan tal valor, puesto que cualquiera se puede sentar a hacer y recibir llamadas con una capacitación, los BPO’s sí representan interesantes beneficios, porque desde la ciudad se pueden prestar servicios de contabilidad, de diseño, se pueden crear empresas de arquitectura, de ingeniería mecánica e industrial, de software como el caso de Parquesoft, que empieza a vender internacionalmente y a facturar por ello.

“las vocaciones no se cambian, las vocaciones se dan por algo” es el enunciado de Duport Jaramillo para oponerse a algunos dirigentes de la ciudad que encuentran inviable el comercio como apuesta económica; sin embargo, reconoce que existe la necesidad de fortalecer otros sectores que complementen la oferta comercial de la ciudad, porque es muy riesgoso estar anclado a una sola actividad, como nos muestra el caso del Quindío donde su economía se centró en el turismo, “el turismo son 60 días y el resto del año no hay grandes flujos” originando así desempleo y vanos esfuerzos para la construcción de grandes infraestructuras turísticas.

Entonces con los Bussines Process Outsourcing o BPO’s sí se genera valor agregado, porque existen personas con una cualificación profesional que aplican su conocimiento y venden al exterior, Telemark por ejemplo, que es la encargada de diseñar la publicidad de las empresas para las “páginas amarillas” donde los jóvenes utilizan el conocimiento adquirido en la universidad y los politécnicos.

Se pretende entonces, convertir a Pereira en el “centro comercial del occidente colombiano”, pero para ello se requiere comenzar a pensar cómo se genera valor agregado en todo el sector terciario, puesto que existen ciudades como Medellín y Cali que son mucho más grandes y comerciales. Por tanto, es importante que la ciudad, sus empresarios y sus habitantes, encuentren las maneras adecuadas y atractivas de ofrecer sus productos y servicios a los visitantes, mejorando de éste modo la calidad del servicio; sin embargo, los empresarios generalmente no invierten en la cualificación de sus empleados en temas relacionados con el vitrinismo, las organización de los locales, la atención al público, entre otros, “para que así exista un valor agregado detrás del mostrador”.

El sector terciario representa el 75% de la economía de Pereira; generalmente la preeminencia de éste sector es señal de una ciudad desarrollada en el mundo contemporáneo, porque crea valor agregado sin tener que enfrentarse con los problemas de contaminación que produce la industria. Por consiguiente “el sector terciario de por sí es bueno”; sin embargo, cuando no se genera el tan mencionado valor porque no se promueve conocimiento aplicable e innovador, se advierte que la ciudad no está creciendo, como ocurre con Pereira, y suceden las consecuencias que vimos en el 2009, que cuando caen las remesas y no hay cosecha cafetera por ejemplo, cae inmediatamente el sector comercio y servicios del cual dependen la mayoría de habitantes la ciudad, puesto que no hay consumo.

Simultáneamente, es importante examinar cómo se muestra la ciudad ante otras regiones, cómo explota las particularidades que posee, mostrándose a la vez como un verdadero centro comercial donde se es fácil comprar y a buenos precios, además con posibilidades de entretenimiento turístico. Para

Las remesas, entendidas como el dinero enviado

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por parte de trabajadores emigrantes a su país de origen, fueron un factor importante dentro de la estructura del campo económico. Dichas remesas representaban ingresos para muchas de las familias pereiranas destinado para el consumo de bienes y servicios fundamentalmente, lo que dinamizaba de inmediato la economía de la ciudad centrada en el sector terciario. Cuando se originó la crisis económica internacional del 2009, los trabajadores localizados en Estados Unidos y España dejaron de enviar dinero a sus hogares y con ello se produjo una crisis del consumo en la ciudad y un receso económico general, sin desconocer el peso que en éste hecho tuvieron otros factores como la baja producción cafetera por fenómenos climáticos, entre otros.

Todo esto, como consecuencia de la estrategia “city marketing”, que promueve las inversiones tanto nacionales como extranjeras dentro de la ciudad, una propuesta novedosa que antes no se había efectuado, y que se ha venido desarrollando gracias a los esfuerzos de la Cámara, de la Alcaldía y de la Gobernación; puesto que, los capitales se estaban asentando en otras ciudades del país. Es importante anotar, que dentro de la mencionada estrategia de promoción de inversiones “city marketing”, la intención desde la Cámara de Comercio es generar bienestar humano que se refleje en la calidad y duración de los empleos, asimismo, en los dividendos que le queden a la ciudad de tales inversiones privadas; es decir, se intentan crear grados de corresponsabilidad entre la inversión, nacional o extranjera, y la ciudad, ya que ella ofrece unas facilidades, garantías y posibilidades, entre las que se encuentran su ubicación estratégica y una alta densidad de población. No obstante, se advierte que la Cámara nunca ha estado detrás de las negociones con los hiperalmacenes, porque estas se han realizado a puerta cerrada en los despachos de los funcionarios locales, sin saberse finalmente que es lo que está pactando.

Tras lo vivido, Duport sostiene que existe la necesidad de incentivar el tercer renglón de la economía para que genere valores agregados por medio de la cualificación de profesionales que puedan prestar servicios donde se aplique todo su conocimiento adquirido tanto en las telecomunicaciones como en otros subsectores y así no depender exclusivamente de las remesas y del comercio tal y como la ciudad lo ha venido entendiendo, como la simple venta tras un mostrador; de igual manera, es necesario innovar constantemente en la forma en que se ofrecen los bienes y servicios complementándolos servicios entre sí, como por ejemplo, crear paquetes que incluyan tanto servicios turísticos como de salud, entre otros.

A este respecto, Duport Jaramillo afirma que la entidad ha sido muy crítica; no se comprende entonces, cómo pueden existir en el centro de la ciudad hiperalmacenes como el Éxito, que cuenta con una gran plataforma y que indudablemente debilita el comercio tradicional que debería ser protegido y privilegiado; las ciudades europeas por ejemplo, tienen restringidas las zonas céntricas para el establecimiento de estos hiperalmacenes, dentro de su organización territorial se contempla que ellos pueden localizarse en los alrededores de la ciudad.

En línea directa con el panorama económico actual de la ciudad, es fundamental advertir que sus principales inversionistas extranjeros proceden desde España, con inversiones en los Callcenter dentro del sector terciario. Sin embargo esto tiende a cambiar como menciona Duport; ya que se empiezan a asentar capitales mexicanos con fuertes inversiones en lo que denomina BPO’s; igualmente, la creación de Zonas Francas, son un fuerte atractivo para empresas de Brasil, Estados Unidos y otras regiones del mundo.

Lo que sucede es que no se han creado políticas para proteger el comercio local y tradicional, ni siquiera han pasado por la mente de los funcionarios públicos, los políticos o los distintos gremios; pero éste problema no es sólo de Pereira, en otras ciudades ocurren cosas similares, es de Colombia en su totalidad.

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2.3 El desarrollo desde el punto de vista de la alcaldía municipal. Es determinante para el presente estudio, conocer la visión de desarrollo y las apuestas que se realizan desde la posición y tomas de posición del campo burocrático local, desde la Alcaldía municipal encarnadas en la figura del señor alcalde Israel Alberto Londoño. En la “línea estratégica Pereira emprendedora” el Plan de Desarrollo de su administración, se apuesta continuamente por el desarrollo económico de la ciudad basado en la competitividad y productividad; de manera que, para realizar este objetivo se ha propuesto el programa “Pereira emprende”, afirma Londoño, que incluye al emprendimiento como elemento importante para que la ciudad eleve su competitividad; y además implica el mejoramiento continuo de los pensum del Sena, de las universidades y de los colegios.7

“No en vano Pereira hoy se presta para recibir en un sólo trimestre final 4 grandes inversiones comerciales: el Éxito de cuba, una inversión superior a los 18 mil millones de pesos, Flamingo en la 6ta con 21, una inversión cercana a los 16 mil millones de pesos, Superinter y el Palacio de la Ropa que inician aquí en la 17 con 7ma, una alianza estratégica, y el centro comercial más grande que se va a constituir aquí, en el Eje Cafetero, que es Salameda, en el sector de la circunvalar”. Todo lo mencionado en líneas anteriores es consecuencia directa del acuerdo 051 que fue aprobado por el Concejo Municipal en el 2009, en él se establecen beneficios tributarios, específicamente, exenciones en el Impuesto Predial Unificado de Construcción e Industria y Comercio por término de 5 y 10 años a aquellos inversionistas que lleven a cabo proyectos en la ciudad (Concejo de Pereira, 2011). Por otra parte, en el sector secundario se está apostando por la metalmecánica, y finalmente por el turismo dentro del tercer renglón de la economía. Es importante señalar, que la Alcaldía exige unas garantías que los inversionistas deben cumplir al momento de asentarse en la ciudad y que se relacionan con el número de personas que deberán emplear y el número de años que permanecerán en el territorio; así que si una empresa viene, gana exenciones y se va a los 5 años por ejemplo, deberá revertir el beneficio con una cuenta de cobró que se le pasará por parte del gobierno municipal.

Igualmente, se ha elaborado el programa “Pereira digital” desde Planeación Municipal, que busca que en la ciudad haya una oferta y demanda continua de sistemas digitales y de software, desde los colegios y universidades hasta el ciudadano común, para que tengan la posibilidad de identificarse como “ciudadanos digitales” y se relacionen con el mundo globalizado. Por último, la creación de tres Zonas Francas, la Zona Franca Internacional Industrial de Caimalito, la de Medicina en Pinares y la de los BPO’s y los Callcenter, que antes no existían y que hoy constituyen en “un logro de mi administración” sostiene el alcalde, pues generan inversión y ocupa mano de obra desempleada.

El sector comercio es reconocido por consiguiente, como el más significativo de la ciudad, el que genera mayores ingresos y al que se la hacen mayores apuestas desde la alcaldía; sin embargo, el alcalde Londoño sostiene le gustaría ver un equilibrio entre los tres sectores de la economía, pero que hasta el momento ve difícil que ellos se complementen adecuadamente.

El alcalde reconoce que los principales socios económicos de la ciudad están en sector comercio, y en él las grandes superficies: 1 T To 7

Información suministrada por el alcalde de Pereira Israel Alberto Londoño a los investigadores de la Fundación Universitaria del Área Andina

en noviembre de 2010.

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Se bien el alcalde da cuenta en términos generales de las líneas estratégicas de su gobierno y de los principales proyectos de la ciudad por parte de la administración municipal; es pertinente señalar sus semejanzas y diferencias frente a las tomas de posición de la cámara de comercio a la cabeza de Duport Jaramillo respecto al campo económico de la ciudad.

extranjera para la dinamización del sector terciario de la economía, el alcalde sostiene como un acierto la construcción de grandes plataformas comerciales e hiperalmacenes, con base en el capital financiero internacional, en la zona céntrica de la ciudad; mientras que el presidente de la Cámara, sostiene que el establecimiento de grandes superficies como el Éxito en el centro de la ciudad, afecta directamente al pequeño comerciante, al minorista que no tiene como competir eficazmente en el mercado globalizado.

De manera que los dos siempre tienen presente el discurso de desarrollo, y dentro de él la competitividad, como base fundamental para justificar y realizar cualquier proyecto de importancia. En esta línea, las dos instituciones apuestan por la creación de “zonas francas” como estrategias que permiten dar mayor competitividad a la ciudad en tanto se atraen inversionistas privados, nacionales y extranjeros, por medio de beneficios tributarios; razón por la cual, también busca ver retribuido las ventajas que ofrece el municipio con el número y la calidad de empleos que cada empresa establecida en la “zona franca” deberá crear.

Duport sostiene que la vocación de la ciudad es indudablemente comercial y que necesita del inversionista privado que localice su capital tanto en el comercio como en otros subsectores para que complemente y fortalezca la oferta comercial existente; de modo que la ciudad no dependa enteramente del comercio y no vuelva a vivir la crisis del consumo del 2009. Sin embargo está en desacuerdo frente a la construcción de hiperalmacenes en la zona céntrica de la ciudad impulsados por la alcaldía municipal desde administraciones anteriores y reafirmadas con la de Israel Londoño, ya que perjudica al comercio minorista tras no tener cómo competir con los precios y los productos que ofrecen los hiperalmacenes. Esta posición se comprende mejor al conocer que la Cámara de Comercio, a pesar de ser una entidad privada e independiente de las directrices del gobierno municipal y nacional, agremia a una gran cantidad empresas comerciales y la industrias de la ciudad, por lo que dentro de sus obligaciones se encuentra el velar por sus intereses, que en muchas ocasiones están en contravía de los del capital internacional.

Igualmente, Duport y Londoño reconocen el peso del sector servicios y del comercio en la estructura actual de la economía pereirana. Por ello la mayoría de apuestas se realizan en el sector terciario para consolidar a la ciudad como “el centro comercial del occidente colombiano” con estrategias que van desde su publicidad en otras ciudades, pasando por la construcción de hiperalmacenes, hasta la elaboración de paquetes que combinen los distintos servicios ofrecidos como los de salud, turismo y el comercio, entre otros. Al mismo tiempo, se observa que existe un creciente interés por invertir en el desarrollo de servicios informáticos y en la capacitación de población para que los presten adecuadamente. A pesar de la unanimidad sobre la vocación comercial de la ciudad, es decir, como pilar de desarrollo, existen algunas diferencias en las tomas de posición frente a las estrategias económicas que se han venido desplegando para fortalecer el comercio. Si bien el alcalde y el presidente de la cámara concuerdan con la necesidad de inversión

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como se evidencia en la “Agenda interna para la productividad y competitividad de Risaralda” y los planes de desarrollo municipal.

2.4 Estrategias divergentes frente al desarrollo; apuestas por modelos locales y regionales. Es importante reconocer que la economía colombiana ha fluctuado entorno a la contextualización de los modelos globales de desarrollo. En primera instancia, debido a que se ha reconocido una dependencia histórica de los modelos de integración norteamericanos, y en segundo lugar, debido a la configuración de un desarrollo desigual entre la perspectiva de crecimiento de las distintas regiones, además de una profunda centralización políticoadministrativa de los planes nacionales de desarrollo. Este mapa nacional conlleva a la creación de fuertes tensiones y conflictos de autoridad e intereses entre agentes dominantes dentro del campo económico, en los cuales la institucionalidad se adapta a la estrategia de desarrollo local, regional o nacional, que más fuerza8 o mayor consenso9 genere al interior de cada uno de los escenarios mencionados. Se observa entonces, cómo los modelos de desarrollo, establecidos en las administraciones locales, regionales y nacionales, siempre respondieron a intereses marcados de consumo y productividad a escala global. Sobre esta perspectiva, las visiones de desarrollo a lo largo y ancho del país han estado supeditadas a dos estrategias: la primera se ha establecido en relación con el modelo de integración regional que reúne varias zonas bajo un mismo acuerdo económico; y la segunda hace referencia un modelo de desarrollo local que centralizó la oferta de mercado en una zona determinada.

La primera propuesta mencionada, es decir, la regionalización a través de la denominada “Ecorregión eje cafetero”, fue una iniciativa del Ministerio de Medio Ambiente en relación con instituciones como la red Alma Mater, las corporaciones autónomas de Caldas, Quindío, Risaralda y Tolima con sus respectivas gobernaciones y alcaldías, además del Departamento Nacional de Planeación, entre otros; cuyo objetivo fundamental era la construcción de un sistema económico compartido entre los departamentos del eje cafetero y algunas de sus zonas aledañas, sobre la base del desarrollo sostenible para el aprovechamiento de los ecosistemas; asimismo, convocaba la posibilidad de creación de una “agenda regional”, que respondiera al fortalecimiento de la región en el plano de la cooperación interna que potencializaba su capacidad competitiva en el panorama global. 1

“La perspectiva de un desarrollo fundamentado en la plataforma natural, en una adecuada oferta de bienes y servicios ambientales, pero flexible y abierto a las dinámicas de la economía internacional, tanto como el horizonte de un desarrollo humano que defienda en primer lugar las libertades políticas y la construcción de ciudadanía” (Alma Mater) Es significativo tener presente, que este proyecto también se enmarcó en el evidente crecimiento demográfico y económico de la zona, lo que conllevó a pensar en la posibilidad de mercados conjuntos que tuvieran mayor capacidad competitiva a nivel nacional e internacional y que incluyeran menores costos de mano de obra.

En la aplicación de los modelos de desarrollo de Pereira se evidencia de forma tacita ambas estrategias mencionadas tanto en el campo político como económico. Por un lado existió una fuerte inclinación hacia la aplicabilidad de estrategias de fortalecimiento de la región, bajo la enunciación de la “Ecorregión eje cafetero”, y por otro existió un marcado interés por configurar un modelo de desarrollo enfocado en la centralización local de Pereira y Risaralda como eje de desarrollo autónomo de la región,

8 La referencia a la “fuerza” se establece como la forma en que se imponen, de manera arbitraria, algunas iniciativas sobre otras, dependiendo de los intereses y el poder (capital) de los agentes económicos. 9 La referencia al “consenso” se deriva de la posibilidad de negociación política entre diferentes agentes en el momento de establecer un proyecto de desarrollo.

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Según datos del DANE en el último censo nacional del 2005, la población en el eje cafetero se distribuyó de la siguiente forma: para Risaralda, la población total era de 897.509 de la cual 690.175 habitantes estaban concentrados en los cascos urbanos de los diferentes municipios, mientras que 207.334 en las zonas rurales. Para el caso de Caldas, la población urbana era de 671.003 habitantes y la rural de 297.737, para un total de 968.740 habitantes en el departamento. Quindío por su parte se constituyó de 534.554 habitantes, de los cuales 462.410 habitantes estaban asentados en cascos urbanos y 72.142 en zonas rurales.

estas iniciativas empezaron a enfrentar nuevos retos de competitividad interna, ya que las autoridades económicas y políticas se distanciaron ante las perspectivas de mercado regional y los procesos de mercantilización local.

Así las cosas, la ecorregión se concibe como: “La estructura territorial del Eje Cafetero que implica relaciones de vecindad, conectividad y continuidad con el Chocó bio-geográfico en el occidente, el Valle del Magdalena en el oriente, Antioquia en el norte y Valle del Cauca y Macizo Colombiano en el sur. Está situada en el centro del triángulo Bogotá – Cali – Medellín donde habita el 56% de la población total del país, se produce el 76% del producto interno bruto, se realiza el 75% del comercio y se ofrece el 73% de los servicios generales. La región está integrada por 92 municipios de los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío, norte del Valle del Cauca y occidente del Tolima, donde viven 4,1 millones de habitantes (proyección al 2008: 4,3 millones)”. (Universidad del Quindío, 2005 Este modelo de desarrollo tuvo un gran impacto en la región entre el 2002 y 2004, ya que sus proyecciones y planes de expansión contaron con un apoyo intergremial importante y un fuerte aporte desde las administraciones locales y departamentales, quienes insertaron en sus planes de desarrollo iniciativas de fortalecimiento del proyecto de ecorregión. No obstante, aunque se lograron fortalecer importantes proyectos de integración regional en aspectos viales, comunicativos e industriales,

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Dicho fenómeno puso en la discusión regional, la necesidad de configurar un modelo de desarrollo acorde no sólo a las necesidades de la región, sino a las potencialidades de las localidades. En tal sentido se reforzaron los proyectos de desarrollo locales, cuya estrategia varió tangencialmente la Agenda para el Desarrollo del Eje Cafetero, debido a que ubicó como modelo imperante un proyecto de particularización y autonomía económica desde la localidad, en este caso Pereira, que entró en conflicto con el modelo regional. El modelo de desarrollo local en Pereira empezó a retomar fuerza como una alternativa real para elevar los niveles de competitividad de la ciudad y abordar la construcción de paradigmas de crecimiento bajo la noción de ciudad cosmopolita, bajo los estándares de desarrollo propuestos por Kanter Moss. La génesis de esta propuesta radica en la centralización de la economía de consumo bajo el modelo de prestación de servicios, articulando además procesos de tercerización económica como eje neurálgico del desarrollo de la ciudad. La propuesta de desarrollo de Pereira como ciudad comercial articuló una red de oferta de consumo amplia que integró tanto circuitos comerciales diversos, representados en las grandes superficies y los centros comerciales, como proyectos mercantiles globales concentrados en el desarrollo de una variada gama de tercerización productiva o el denominado “outsourcing”. Esta última estrategia de mercado implicó el desarrollo de una política competitiva efectiva, que bajo lógicas de subcontratación o acuerdos comerciales que permitieron el flujo de capitales provenientes de grandes multinacionales:


nuevos imaginarios vocacionales de la ciudad, que terminaran por configurar economías emergentes, como la inversión productiva desde la tercerización ó el turismo bajo una óptica de prestación de servicios. En tal sentido, imaginarios tales como la productividad y la cultura cafetera cambiaron para crear redes de atracción turística y por ende, redes de consumo bajo esta idea, el café visto como proceso productivo ahora es más una consigna turística que un modelo económico imperante en la región como se muestra a continuación:

“Debido a la importancia que toma el tercero en el desarrollo del negocio, se debe buscar que el acuerdo de outsourcing traspase las fronteras de la simple subcontratación para entrar en el campo de las alianzas, con ello se asegura un mayor compromiso por parte del contratista”. (López) Así vemos como el modelo de desarrollo propuesto en la ciudad buscó por un lado abrir mercados autónomos ligados a la tercerización productiva, y por otra parte, pretendió desarrollar la vocación mercantil de la ciudad bajo amplias ofertas de consumo de alcance regional y nacional. En este sentido la ciudad asumió una condición cosmopolita, donde sus modelos de crecimiento y progreso giraban alrededor de fortalecer la infraestructura mercantil, el sistema de comunicación de las redes de oferta de consumo y el desarrollo de formas laborales acordes al mismo “outsourcing”. En este proceso de desarrollo la dinámica mercantil local hizo que la economía empezara a depender de ofertas de consumo amplias, lo que la obligó a incitar hacia una fuerte vocación consumista tanto en sus habitantes como en personas foráneas que participaban de las redes de consumo presentes en el contexto regional, como bien lo delimita el presidente de la Cámara de Comercio de Pereira páginas atrás; es así como empiezan a configurarse imaginarios de consumo en todas las esferas del contexto local, buscando posicionar en el ideal ciudadano la necesidad de comprar como medio de satisfacción personal, familiar o social, en el marco de una sociedad más moderna y universal.

“Con teatro callejero, danzas folclóricas y la exposición de los principales atractivos de Risaralda, 4 municipios dieron a conocer sus potencialidades en la Vitrina Turística “Risaralda, Cultura y Café”, organizada por la Gobernación de Risaralda. Luz Stella Ovalle Cifuentes, secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad, destacó la afluencia de visitantes al Centro Comercial Victoria, quienes constataron las ofertas del Departamento. Bajo la coordinación de Fenalco Risaralda, los representantes municipales agradecieron a la Gobernación de Risaralda, todo el apoyo ofrecido para promover espacios de conocimiento público”. (Risaralda presentó su oferta turística , 2011) De igual forma, la vocación manufacturera de antes de 1990, empezó a reemplazarse por redes comerciales particulares que se integraron en modelos multinacionales de tercerización económica o de prestación de servicios secundarios como se ha mencionado con anterioridad. Es así como ofertas de servicios en telecomunicaciones tipo “telemark 10” o procesos tecnológicos de tipo “outsourcing” como la ampliación de inversión de “PXSP”11 , hacieron parte prioritaria de la agenda de desarrollo de la ciudad. Tal como lo refiere un diario Nacional en temas económicos:

A estos imaginarios de consumo interno, se le sumaron propuestas de atracción de población foránea para que ingresaran en el circuito de consumo local, para lo cual se crearon

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“Pereira tiene expectativa de seguir recibiendo inversión extranjera en el tema de servicio. El director para el Eje Cafetero de Proexport, Eduardo Sánchez, dijo que la firma española PXSP, fabricante de software, tiene previsto ampliar su operación en Pereira y Armenia, para lo cual invertirá entre 2009 y 2010, 2 millones de dólares con una generación de 100 puestos de trabajo profesional. Asimismo, está pendiente la entrada de un nuevo “call center” que estaría enfocado en la prestación del servicio al sector educativo”. (Celis) Es importante evidenciar, que el desarrollo de las propuestas comerciales citadas tuvo como fuente primaria de financiación la inversión extranjera, ya que son emporios o empresas foráneas las que invierten el capital de expansión comercial, en el cual la ciudad aportó logística humana e infraestructura además de garantías legales de funcionamiento.

extranjera y la protección de un mercado interno, muestra cómo medianas y pequeñas empresas que aún permanecen en la ciudad y la región, viven una profunda crisis debido a que no son parte de la naturaleza productiva del modelo de desarrollo imperante. El sector industrial manufacturero y la economía cafetera están quedando relegados a un segundo plano, al perder capacidad competitiva en nuestro contexto. Por otra parte, el modelo de desarrollo que proyecta la ciudad de Pereira tiene un gran eco dentro de la dinámica económica nacional, debido a que dicho modelo está en boga de las grandes capitales del país, las cuales en su interés por entrar en los circuitos de los denominados proyectos de modernización se están articulando de forma directa a este proyecto económico. En tal sentido, se ha creado un sistema legislativo lo suficientemente flexible para darle cabida a estrategias de desarrollo donde prime el modelo mencionado. Figuras legales como la creación de “Zonas francas” a lo largo y ancho del país, ha sido una efectiva estrategia de fomento a esta apuesta comercial, tanto desde el ámbito político, como desde las esferas comerciales e industriales. En Pereira estas zonas francas han sido una apuesta estratégica desde la administración municipal y departamental para consolidar un proyecto de ciudad-región que integre un modelo de desarrollo acorde a los estándares competitivos y productivos de la modernización.

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Es precisamente en esta estrategia de crecimiento, donde la industria local se vio obligada a integrarse a estas grandes plataformas comerciales, ya sea desde procesos de fusión empresarial, de venta y absorción de empresas grandes sobre pequeñas o de asociaciones estratégicas de prestación de servicios particulares. Este fenómeno se comprende, en la medida que se acepta que existe una disparidad competitiva creciente entre los agentes productivos locales y la inversión extranjera, debido a que se pasa de un modelo de proteccionismo económico desde lo local, a un modelo competitivo liberal que bajo los preceptos de la globalización económica privilegia el libre mercado global por encima de las particularidades locales.

La implementación de este modelo de desarrollo propuesto en Pereira, bajo este paradigma cosmopolita de tercerización económica y prestación de servicios, ha sido un proceso histórico en el marco de la confrontación de poderes desde lo regional-regional en el eje cafetero hasta lo local-regional en Pereira y Risaralda.

Esta dicotomía entre el privilegio de la inversión

Paralelo a la visión de Pereira ciudad-región, empezó a figurar una agenda propia sobre el interés de la expansión del modelo local, para

10. Empresa española, de tipo “call center” especializada en la gestión y relaciones con clientes. Está ubicada en Pereira desde 2009. 11. Empresa española, fabricante de software, ubicada en Pereira y Armenia.

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lo cual creó una mesa intersectorial, donde se discutieron y orientaron las propuestas de expansión y desarrollo de dicho modelo que concluyó en la “Agenda interna para la productividad y competitividad de Risaralda”.

Aquí surgió la necesidad de crear un modelo de renovación lo suficientemente fuerte que denotara una vocación moderna de la ciudad, rediseñando los circuitos de producción y consumo presentes en la esfera local. El plan de desarrollo de 2001-2003 priorizó dentro de sus líneas la transformación y adecuación del centro de la ciudad, enunciando este proceso como:

En este aspecto, se debe partir por reconocer cómo las administraciones locales y la administración departamental agrupadas en el AMCO12 y en otras figuras de integración localregional, consecuencia del proceso de apertura económica promovido por el gobierno nacional, comenzaron a trabajar desde principios de los 90´s en proyectos de expansión y consolidación económica de la zona. Resultado de este proceso, fue el plan de de desarrollo 1998-200 del alcalde Luis Alberto Duque Torres, donde se empezaron a trazar líneas gruesas de un proyecto de desarrollo ligado a la necesidad de la apertura de mercados mundiales y la modernización de la ciudad de Pereira; en dicho plan se plantea la necesidad de una nueva vocación urbana, descrita como:

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“Una labor conjunta entre autoridades y comunidad, permitirá reconquistar los espacios públicos que se han perdido, fortalecer el sentido de pertenencia, abrir nuevos mayores canales de conocimiento, ampliar la visión de ciudadano y pensar en grande el futuro de Pereira”. (Alcaldía de Pereira, 2001) La antigua Galería de Pereira fue el epicentro comercial de diferentes prácticas económicas de índole rural, popular y marginal donde confluían campesinos, pequeños comerciantes, trabajadores informales y diferentes compradores fundamentalmente de estratos bajos.

“Ser un municipio líder en el Desarrollo Económico y productivo que genere condiciones competitivas para hacer viable el cambio estructural y el crecimiento con desarrollo armónico sostenible, enmarcado dentro del nuevo contexto de globalización y modernización” (Alcaldía de Pereira, 1998). Aunque la implementación práctica de este nuevo modelo de ciudad adquirió fuerza entre diferentes actores sociales, políticos y económicos de la zona, su desarrollo se vio limitado, bajo otras problemáticas ligadas a la realidad nacional, como lo es el conflicto armado con la insurgencia y el repliegue del narcotráfico a lo largo y ancho del país. En tal sentido, fue en el periodo de la alcaldesa Martha Elena Bedoya, donde se dio vía libre a varias estrategias de desarrollo plasmadas por la anterior administración, pero ejecutadas desde el mandato de la alcaldesa mencionada.

Aunque la galería poseía una ubicación estratégica en el centro de la ciudad de Pereira por la época, se vio claramente cómo entraba en contradicción con su ordenamiento urbano, ya que adquirió connotaciones marginales que desestructuraban los modelos de desarrollo modernos propuestos para la ciudad; en tal aspecto, la antigua galería de Pereira se convirtió en un obstáculo, territorial, económico y poblacional para la nueva vocación urbana de Pereira. Es así como una de las prioridades establecidas por la administración municipal y por los gremios de la ciudad, fue el de implementar el plan de renovación urbana de Pereira, cuyo objetivo central parte de la recuperación del espacio 12 Conurbación urbana, que agrupa diferentes municipios colindantes con Pereira en una zona conjunta denominada, Área metropolitana Centro Occidente. La integran Pereira, Dosquebradas y la Virginia, figura aprobada en la ordenanza numero 14 suscrita en el año de 1991 en la ciudad de Pereira.

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público, que aparentemente estaba en disputa por los habitantes de la antigua galería y por la construcción de una red de servicios económicos e institucionales que se erigieran en la estratégica ubicación de la antigua galería, para lo cual se debía empezar a trasladar de lugar.

los países del norte de Europa a finales del siglo XIX y XX; “slum clearance” fue el nombre de tales políticas que buscaban el saneamiento básico de los barrios pobres y miserables de la ciudad, razón por la cual, no puede ser definida como programa de renovación urbana en sí (Universidad nacional de ingeniería, 2011).

En prospectiva este proceso de reubicación iniciado desde finales de los 90 con los planes de desarrollo de la época terminó con la apertura del denominado sector de “Ciudad Victoria” entendido como un complejo urbanístico que comprende centros comerciales y de servicios, y con la entrega de la nueva central minorista de alimentos, demarcando así la nueva vocación urbana para la ciudad de Pereira, que bajo el renombrado paradigma de ciudad moderna empezó a encaminar todos sus esfuerzos, sociales, políticos y productivos hacia una nueva estrategia de desarrollo, ligada a modelos globales de consumo y a sistemas trasnacionales de producción o tercerización económica.

Posteriormente, se establecieron los procesos de remodelación como respuesta a las nuevas necesidades que en materia de infraestructura emergían de las ciudades y sus intereses; de manera que, reconstruir el espacio existente y modelarlo de acuerdo a los criterios funcionales de la modernización se hacía perentorio para el modelo económico vigente basado en la producción industrial. En este punto, la Renovación Urbana se circunscribió a la demolición de edificaciones vetustas y a la creación de otras nuevas que concordaran con los requerimientos funcionales de las ciudades modernas. Entendida así la Renovación Urbana, difería de la Rehabilitación Urbana que designaba los procesos de mantenimiento y conservación tanto de la infraestructura como de las relaciones sociales que se desarrollaban ahí, ya sean patrimonio cultural o artístico de la nación, entre otros (Universidad nacional de ingeniería, 2011).

2.4.1 El proceso de renovación urbana del centro de la ciudad En líneas anteriores se ha mencionado someramente el proceso de renovación urbana de Pereira, sin embargo antes de entrar propiamente en dicho proceso, se hace un corto recorrido sobre el concepto de Renovación Urbana, y su evolución en el tiempo.

En la década de los 60’s hasta los 90’s, se delimitaron tres patrones de acción dentro de los procesos de renovación urbana que articulaban lo que era la restauración - rehabilitación, la conservación y el reordenamiento. En la actualidad se ha precisado y mejorado la renovación urbana así entendida.

Sobre el concepto de Renovación urbana. Existen dificultades para definir unívocamente el concepto de renovación urbana, pues existe multiplicidad de problemas a los que intenta responder como solución; por tal motivo se confunden continuamente conceptos como rehabilitación, remodelación, saneamiento, conservación, entre otros.

De manera que, alguna institución estatal o las empresas privadas deciden qué proceso llevar a cabo; si se realizan apuestas por la conservación de la infraestructura y las relaciones sociales allí existentes o la remodelación total en función de nuevas necesidades emergentes. Se aclara que la adecuación o remodelación de infraestructura incluye tanto a las edificaciones como a la malla vial y al espacio público.

Los primeros hechos relacionables a los procesos de renovación y a sus políticas los proporcionan

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de los pequeños y medianos comerciantes de productos agrícolas y demás, y el gobierno municipal que representa los intereses del capital privado y las grandes superficies comerciales, acorde con los lineamientos de la apertura económica y el modelo de desarrollo. Un hecho adicional, en enero de 1999 ocurrió un sismo que afectó a todo el eje cafetero y deterioró los pabellones de la galería y sus edificios circundantes; por ello, se elaboraron unas políticas de emergencia dentro del Plan Nacional de Desarrollo, PND, que contenían la reconstrucción tanto física como social de los lugares afectados. La reconstrucción se realizó con la activa ayuda sector privado y en ella el gobierno nacional sólo facilitó los recursos, pues se creó una institución financiera denominada el FOREC (fondo para la reconstrucción del eje cafetero), con una personería jurídica especial y autonomía financiera que apoyó y gestionó la reconstrucción (Martinez et al, 2010). Este hecho se convirtió en un argumento más para sostener la propuesta de renovación urbanística, ya que existía riesgo de colapso de la infraestructura del sector, que sumado a los requerimientos estéticos de la ciudad y a la inseguridad endémica generada por aquellos “habitantes indeseados” como prostitutas, travestis, habitantes de calle, entre otros; se ameritaba la inmediata intervención por parte de las autoridades municipales.

2.4.2 Renovación Urbana del centro de la ciudad, una apuesta por la economía de consumo. Como se mencionó párrafos atrás, los procesos de renovación son planes de acción y políticas que conducen a cambios o adecuaciones en la infraestructura urbanística de la ciudad y que indudablemente afectan a la población que habita en el sector a intervenir. De tal modo que, el modelo de Desarrollo basado en una economía de consumo como consecuencia de un cambio estructural en el campo económico de la ciudad de Pereira, acorde con el campo internacional y nacional, exigió transformaciones en materia urbanística que visibilizaran y viabilizaran esa apuesta económica. Para ello, era necesario que se rehabilitara y cambiara la zona centro de la ciudad donde se encontraba la Central Mayorista con todo el entramado social e intercambio económico que existía. La Central Mayorista o galería, ubicada en pleno centro de la ciudad, a pocas cuadras de la plaza pública y las instituciones gubernamentales, estaba en disonancia, según la clase económica y políticamente dominante, con los modernos edificios que se habían erigido desde los 80’s y 90’s destinados a los servicios financieros y al comercio de gran escala; además de esto, existía otro argumento relacionado con que en la zona existían problemas de seguridad derivados de la indigencia y la delincuencia común.

El POT del año 2000, en respuesta a lo anterior, contempló “el plan de renovación urbana” con seis proyectos articulados entre sí: 1. Sistema de transporte metropolitano. 2. Recuperación urbanística del centro tradicional de la ciudad 3. Plan de recuperación integral del Colector Egoyá y alrededores. 4. Recuperación paisajística. 5. Ciudadela Gonzalo Vallejo. 6. Recuperación paisajística y ambiental del tramo urbano del rio Consota. (Martinez et al,2010, p.192)

Es necesario tener presente, que la localización de la galería en el centro, como producto de unas condiciones históricas que facilitaban el intercambio comercial entre el campo y la ciudad, cómo se delimitará en el capítulo siguiente, se convirtió en un escenario de disputa por el espacio físico que revela la estructura misma de las relaciones de fuerza, es decir, la lucha entre el mercado a menor escala

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Dicho plan, presentado por el alcalde de la época Juan Manuel Arango, no fue aceptado por el conjunto de la sociedad, puesto que diferentes gremios entre los que se encuentran los vendedores ambulantes, el comercio organizado, y algunos intelectuales, entre otros, se opusieron colocando en entre dicho la pertinencia y alcances del mismo.

embargo, estos problemas se acentuaron como consecuencia del sismo de 1999, tras este hecho llegó un dictamen de la Sociedad Colombiana de Arquitectos y de la DOPAN (Dirección de Prevención y Atención de Desastres) que sentenció que la Galería se rehabilitaba o se demolía pues representaba un inminente riesgo para la población; se decidió por ello, que lo mejor era demolerla, pues ya estaba en curso el proyecto de renovación propuesto por el alcalde de la época Luis Alberto Duque y se había efectuado la compra de unos locales sobre la avenida el ferrocarril con calles 12 y 13.

Sin embargo, los medios de comunicación locales se prestaron para legitimar la renovación abogando por la recuperación paisajística del centro y la seguridad del sector, tal y como se muestra en el libro “Planes de Desarrollo derechos humanos y exclusión. Risaralda 1997-2007” mediante estrategias de estigmatización social a la población excluida del modelo de consumo.

La decisión de acompañar la iniciativa de la administración fue unánime al interior del Concejo, (que estaba compuesto mayoritariamente por el partido liberal con 11 concejales, el partido conservador contaba con un representante y el resto eran de partidos como el MIRA e independientes); apelando que se estaban dando oportunidades a los comerciantes de reubicarse en otro lugar y en mejores condiciones.

Finalmente, se acordó el traslado de los comerciantes intramuros de la galería hacia otro sector de la ciudad donde se les construiría otra plaza de mercado con los fondos administrados por el FOREC; de tal modo que, en la administración de la alcaldesa Martha Elena Bedoya se trasladaron temporalmente hacia el IMPALA, una antigua fábrica textil que se encontraba desocupada en el centro de la ciudad.

Existieron varios obstáculos para ejecutar la renovación, el principal de ellos se relacionó con la presión de los comerciantes del sector que no querían trasladarse, según el alcalde, debido a que eran resistentes al cambio, pues allí trabajaron entre 20 y 30 años; y como segundo lugar, “por la intervención política y el oportunismo de mucha gente que toma partido por el más débil”. Por tales motivos, si el sismo del 99 no hubiera afectado la galería, él cree que no habría ocurrido tal renovación, ya que “es difícil competir contra la resistencia al cambio de algunas personas”, para aseverar esto se apoya en su experiencia como alcalde de la ciudad con los vendedores ambulantes del centro ubicados entre 8va y 9na, él les ofrece un capital semilla de 5 millones de pesos para que cambien de actividad, reubicación en otra zona con módulos de venta y trabajar con la alcaldía como guardas cívicos, sin embargo hay gran resistencia de la población implicada. Para mitigar el impacto de la rehabilitación

Sin embargo, dentro de las estrategias de la alcaldía municipal también se contempló el uso de la violencia, por ello en la administración de Alberto Duque se recurrió a ella para desalojar a los comerciantes que no querían salir del sector y a los demás habitantes indeseados. El actual alcalde de Pereira Israel Londoño, es uno de los concejales que gestionó e impulsó el Proyecto de Renovación Urbana en el Concejo Municipal de la época; por ello, a través de él, se puede comprender mejor las posiciones y tomas de posición del gobierno local respecto a dicho proyecto. Israel Londoño sostiene entonces, que el proyecto respondió a los problemas de hacinamiento y deterioro tanto físico como social que se presentaban en el sector desde 1998; sin

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de la zona, la alcaldía alquiló el IMPALA, una empresa de confección desocupada localizada en la calle 38 y 39 en frente del colegio la Inmaculada, para ubicar temporalmente a los comerciantes, y se prohibió el establecimiento de hostales y cantinas a sus alrededores.

“La imagen del almacén atendido por su propio dueño, quien desde el mostrador dirige como si fuera el capitán del barco, con la mano sobre la registradora a manera de timón, es cosa del pasado; son los grandes espacios, con escaños repletos de mercancías de todo tipo y para todos los gustos, a la mano de ávidos compradores, lo que marca la pauta”. (Alcaldía de Pereira, 2002)

Finalmente, el alcalde actual afirma que es un completo convencido de los procesos de renovación urbana, pues la competitividad se mide en la capacidad que tenga una ciudad para transformar sus actividades; de manera que, si existiera un estudio económico y social que concluyera, hipotéticamente hablando, que Pereira tiene que convertirse en la ciudad Digital de Colombia, Pereira tendría que innovarse rápidamente con la ayuda del Estado y la inversión privada. “A medida que existen procesos sincréticos entre el capital privado y el Estado, habrán cambios positivos como lo es hoy ciudad Victoria. Un modelo de planificación para el futuro” sostiene Londoño. Una conclusión parcial es que si bien la actividad económica de la ciudad de Pereira siempre ha estado anclada al comercio por su ubicación geográfica y las disposiciones económicas de su gente; con el proyecto de renovación urbana del centro se evidencia el cambio en la estructura global del campo caracterizado en las últimas décadas por la dominación y preeminencia del capital internacional sobre la economía tradicional y local. De manera que, nos parece significativo un apartado de la alcaldía municipal del año 2002 que muestra lo anteriormente descrito.

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concentrarse en las ciudades, el dominio de la economía dejó de ser eminentemente agrario y paso a ser una economía urbana con cierto grado de especialización y división del trabajo, en general se pueden seguir enumerando otra serie de cambios, como el acelerado proceso de urbanización generalmente imputado a la migración de la población rural a la ciudad, etc.

CAPITULO III: CONFIGURACIÓN DEL DISCURSO DE LA CLASE DOMINADA Desarrollo del discurso desde la Perspectiva de la clase Dominada, a través del Modelo de Reubicación de la Antigua Galería.

Los gobiernos del Frente Nacional, continuaron el modelo de protección conservador, pero ahora matizados por una visión keynesiana inspiradas en la teoría del desarrollo cepalina:

3.1 Estructuración del Campo Las bases del modelo de sustitución de importaciones y la apertura económica, su relación con la galería. Kalmanovitz y López13 indican la mitad del siglo XX en Colombia, como el momento en que el Estado adoptó un conjunto de políticas económicas caracterizadas por su alto contenido intervencionista, estas políticas, señalan los autores, se convirtieron en políticas de Estado prácticamente hasta la década del 90. Las bases del modelo económico citado se encuentran a partir del gobierno de Mariano Ospina Pérez (1946-1950) en el que se aumentaron los aranceles a las importaciones, tanto de bienes industriales como agrícolas, este hecho junto con los elementos de control de cambio legados por los liberales al afrontar la crisis de los años treinta, se constituyeron en los pilares fundamentales del modelo económico del gobierno de Laureano Gómez, modelo que se complementaría con el fuerte activismo industrial público que en su momento surgió para enfrentar los problemas de desabastecimiento durante la primera guerra mundial, medida que se cristalizaría con la implementación de la siderurgia de Paz del Río en 1952, cabe mencionar que estos procesos son acompañados y avalados por la CEPAL.

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“El entorno propicio a la planificación se explicaba por las implicaciones de política económica de los modelos y las hipótesis de los economistas del desarrollo de esa época, las cuales presupuestaban una fuerte acción estatal. En el mundo ese enfoque era el resultado de la labor de los economistas, una vez el tema del desarrollo les fuera cedido después de la segunda guerra mundial.” (Meier, 2002. Citado por Kalmanovitz, 2006, pág. 170) Cada uno de los gobiernos frente nacionalistas elaboró planes tendientes al desarrollo general del país, en materia educativa, demanda de servicios públicos y dentro del desarrollo del sector económico la discusión sobre la planificación del sector agrícola. La formulación de normas que posibilitaron la planeación del desarrollo venía adelantándose tímidamente desde la década de los 30 con la promulgación de la ley 23 de 1931 que crea el Concejo de Economía Nacional, pero la planeación del desarrollo, solo se consolidaría en 1958 con la sanción de la ley 1925 que crea el Departamento Nacional de Planeación y Servicios Técnicos y el Concejo Nacional de Política Económica y Planeación, de esta

En el período que va de 1946 a 1960, la sociedad colombiana sufrió una serie de cambios que es importante reseñar, lo primero que se observa en este contexto es que la población del país dejó de ser predominantemente rural para

13 Kalmanovitz, Salomón. López Enciso, Enrique. “La agricultura colombiana en el siglo XX”. Fondo de Cultura Económica. Bogotá, 2006.

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manera comienza una etapa más estable y coherente para los organismos encargados del estudio y preparación de los planes de desarrollo.(PND-DNP 1969). En 1958, en el marco de la Alianza para el Progreso, la CEPAL, formula recomendaciones para el diseño del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social (1961-1970). Entre 1963 y 1967 se adelantan otros ajustes normativos que determinan para 1968 la creación del DNP, el CONPES y FONADE y ponen en marcha el diseño de planes nacionales de desarrollo a partir del gobierno de Lleras Camargo. Los Planes Nacionales de Desarrollo hasta 1978 dan cuenta de un conjunto de preocupaciones y un tipo determinado de políticas que caracterizan el modelo.

la producción de bienes de consumo, la década del 50-60 en la producción de bienes intermedios y a partir de la década del 60 en bienes de sustitución tardía como papel, insumos químicos, derivados del petróleo, etc.

3.1.1 Configuración del campo económico regional y local Ubicar el sector de la galería en el actual campo económico de la ciudad, exige un abordaje desde su trayectoria histórica, dar cuenta de su génesis y de su relación con los dos modelos económicos que se han implementado en el país a partir de la segunda mitad del siglo XX. El primero con base en la “Sustitución de importaciones” y el segundo a partir del 1990 con la “Apertura económica”.

Tres elementos centrales ocupan la planeación del desarrollo: la inestabilidad de la balanza de pagos por la alta dependencia a pocos productos de exportación, la poca modernización agraria que no garantiza el abastecimiento de materias primas para el sector manufacturero y es fuente de conflictos sociales y la necesidad de fortalecer los procesos de industrialización por sustitución de importaciones.

Cada uno de estos modelos económicos determina un punto de vista 14 el cual otorga la posición y funcionalidad de la galería dentro del campo económico de la ciudad de Pereira. El cambio de modelo económico en 1991 se considera como un cambio estructural dentro del campo económico lo cual lleva a la transformación de las posiciones dominantes y dominadas que lo constituyen.

Estos requerimientos se afrontan con una intervención activa del Estado en la planeación, manejo monetario, cambiario, subsidios e intervención e inversión en infraestructura. En relación con la diversificación de exportaciones y el fomento de la industrialización, la política adelantada combinó el control arancelario a productos susceptibles de sustitución con subsidios, inversión en infraestructura y apoyo a la inversión de bienes de capital.

Teniendo en cuenta que el modelo de sustitución de importaciones se fundamentaba en el desarrollo estratégico de los dos primeros renglones de la economía, el agrícola y el industrial, podemos evidenciar en la década del 80 para el caso del departamento de Risaralda y específicamente para la ciudad de Pereira, la alta participación en el PIB regional del sector agrícola (principalmente del café) y del sector industrial en especial manufacturero.

El modelo de sustitución de importaciones, sin acompañamiento de un proceso de planeamiento más desarrollado, venía en curso desde 1945 con la creación del Instituto de Fomento Industrial (IFI). Sus dinámicas según autores como Vega Tapia (1987) atravesaron varias fases: hasta la década de los 40 centro

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14 El punto de vista según Pierre Bourdieu, constituye un principio generador de todo discurso que el universo burocrático tiene sobre sí mismo y que los más presuntuosos productores o reproductores de esta ideología profesional llaman a veces, ciencia administrativa.

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En este contexto económico la galería tenía una función, una posición dentro del circuito económico local, ésta era la de servir como un punto especifico de relación entre el mercado urbano y el rural, incorporando un sistema de interacción entre la producción agrícola del departamento y el abastecimiento con mercancías de producción industrial, tales como comidas, herramientas, insumos agropecuarios, etc.

uno de cada tres pesos, el sector comercio, restaurantes y hoteles disminuyo tres puntos que fueron ganados por las instituciones financieras. El sector agrario también perdió importancia relativa pues al comenzar la década contribuía con el 11% pero ya en 1997 solo lo hizo con el 7% está perdida es compensada con un incremento del sector otros servicios.” (Pereira años 90’s, Oscar Arango Gaviria) Relacionar la reubicación de la galería con el cambio estructural del campo económico de la ciudad, fundamentado en un discurso que parte de la productividad y la competitividad como elementos centrales para la reactivación y reconstrucción de la economía local, implica una nueva concepción en el uso del suelo, en su diseño y en la construcción de una ciudad de acuerdo con sus presupuestos discursivos. Este factor termina determinando la inminente intervención en el escenario de la plaza de mercado desde la posición que ésta ha ocupado y ocupa en las relaciones de dominación dentro del campo económico.

El cambio de modelo económico se entiende desde la perspectiva bourdeana como una tendencia a la crisis del modelo económico anterior, lo cual produce un efecto de campo, es decir, se abre un proceso de una transformación estructural del campo económico del país, en este caso, particularmente de la ciudad de Pereira, donde ahora las relaciones de fuerza entre los sectores económicos, dependen de la coyuntura económica global. Así, cuando ocurre la crisis cafetera producto de la ruptura del pacto de cuotas, la extensión de plagas, entre otras razones, sé evidencia la paulatina crisis del sector secundario regional, observándose un progresivo asenso del sector terciario o de servicios en el contexto de la economía local. En este panorama se puede evidenciar en el contenido de los planes de desarrollo de las diferentes alcaldías a partir del año 1995, las cuales privilegian el desarrollo del sector terciario por encima del primario y el secundario, a la par que se da un progresivo aumento de la participación del sector servicios en la constitución del PIB regional, el cual para el año 2000 superaría la participación del sector agrícola e industrial.

Para ver este proceso es necesaria una descripción más detenida que desemboque en la relación actual entre la galería y el campo económico de la ciudad, desde la intervención del discurso económico de modernización en nuestro contexto.

3.1.2 “Modernización” regional

“Entre 1990 y 1997 el valor agregado metropolitano creció en términos reales a un ritmo moderado y pasó de 241 millones de pesos a 348 mil millones de pesos y mientras la industria manufacturera continuo aportando

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La mencionada tendencia nacional hacia la modernización y a los procesos de urbanización no fue ajena a la ciudad de Pereira, a partir de la década del treinta, ésta comienza a evidenciar los primeros titubeos industriales que se acentuarían en la década de 1960, los procesos migratorios suscitados a partir del periodo denominado como “la violencia” y la constitución de una economía que por primera vez en la ciudad se podría calificar como urbana con cierta tendencia a la industrialización, hizo de la ciudad un polo de atracción de


la acumulación de capitales que serán la base del posterior proceso de industrialización.

población que cambiaría definitivamente las características tradicionales de ésta, de tal manera la galería asumiría estos cambios con su primera transformación física: “La zona de la galería sufre una transformación, debido al incendio de 1954, su reconstrucción se realiza en estructura de material, la plaza de mercado alcanza su máximo esplendor y a su alrededor se inician actividades de mercadeo y diversidad de servicios15 ” (Gonzales, pág. 100) Este proceso de cambio de la galería, coincide con la tendencia a la modernización de la producción cafetera y los altos precios del grano registrados durante la década del 60-70, este aspecto hizo que se desarrollara un proceso de interacción económica rural-urbana, que constituiría a la galería como uno de los lugares más propicios para el intercambio comercial de productos agrarios y de servicios urbanos. Así, la galería se convirtió en el sector que impulso el desarrollo comercial de la ciudad, a su alrededor se establecieron hospedajes, restaurantes, tiendas mayoristas, cantinas, entre otros, las cuales suplían la demanda de estos servicios por parte de la población campesina, la cual a su vez constituyó la galería como el lugar de distribución de la producción agraria no cafetera, que encontraría en los empleados del sector industrial y en general de la estructura productiva urbana su mayor clientela, mientras los caficultores encontraron en ella el mercado en el cuál abastecerse de alimentos, vestuario, insumos agrícolas como abonos, herramientas, etc.

Aunque el proceso de industrialización desarrollado al interior del viejo caldas y el desarrollado en Pereira una vez se da la desintegración en tres nuevos departamentos, no produjo un proceso de modernización del que se pudieran derivar una clase industrial dominante del campo económico regional y una clase social dominada constituida por obreros, si se produjo una serie de transformaciones al interior del campo económico local, dentro del cual la galería como sitio de distribución comercial generaba una dinámica económica importante propiciada por el intercambio rural-urbano antes mencionado. Como ya se ha planteado, la incipiente industrialización de Risaralda se explica a partir de la acumulación de capital que permitió el cultivo y la comercialización del café, lo cual trajo consigo lo que se denomina genéricamente como industria cafetera. Según lo anterior, la posición dominante del campo económico local no está constituida exclusivamente por la totalidad de la clase terrateniente tradicional, parte de esta clase ha reinvertido su capital en el sector industrial local, otra parte hizo inversiones en otras regiones, pero es importante ver como empieza a constituirse una fracción de clase industrial más profesionalizada, la cual busca establecerse como clase dominante compuesta por comerciantes, los cuales buscan un mercado local y nacional para sus productos, su posición dominante dentro del campo se debe a que como fracción de clase a logrado más allá de la acumulación de capital económico, desarrollar lo denominado como capital social (se crea la ANDI, 1949 caso de Manizales) además se configura una relación entre la fracción de clase industrial con la clase política, que representaba ante el Estado los intereses de la primera, esto desde Bourdieu se denomina homología estructural de los campos, entre el político y el económico.1

Para dar cuenta de la estructuración del campo económico de la ciudad de Pereira en el periodo de sustitución de importaciones es necesario identificar cuál fue el capital inicial a partir del cual se estructuro el campo en posiciones dominantes y dominadas. En ese sentido, encontramos que el cultivo de café se consolidó como la estrategia fundamental para

15 Memorias Urbanas. Pereira: Haciendo ciudad desde los mapas culturales. Constanza Gonzales, compiladora. Pág. 100.

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del discurso neoliberal a la hora de intervenir físicamente la ciudad (tendencia que se evidencia en todos los países latinoamericanos que adoptaron a partir de la ronda Uruguay el mismo modelo económico) es decir, la necesidad para el modelo vigente y dominante de cambiar el uso del suelo para favorecer el desarrollo de actividades económicas concordantes con el modelo basado en el consumo.

3.1.3 Campo económico local La Galería, aunque se encuentra en una posición dominada dentro del campo económico de la época, tiene una posición intermedia entre la producción industrial local y la producción agrícola, ya que su posición se determina en relación al capital comercial que posee. Como ya se ha planteado ésta cumple una función de distribución de la producción agrícola no cafetera, lo que la coloca en una posición intermedia entre el productor rural y el consumidor urbano y rural (campesinado cafetero) esta función, a pesar del posterior deterioro social al interior de la galería (constitución de diferentes tipos de tráfico) se conserva sin modificaciones hasta el cambio estructural vivido por el campo económico local a partir de lo denominado como apertura económica, a partir de allí la función de la galería es replanteada desde el punto de vista de las nuevas posiciones dominantes.

El desarrollo en las dos últimas décadas de lo denominado como políticas de ajuste y de reforma macro económicas y de reformas administrativas del Estado de corte neo-liberal se pueden resumir en lo siguiente:

Ahora es importante ver la manera como el cambio de modelo económico en el país a partir de 1990, suscitado por un cambio estructural en la economía a nivel mundial, reestructura las posiciones dentro del campo económico local, dentro del cual la galería es reposicionada, hecho que se evidencia en su reubicación y la pérdida de su función histórica como punto de relación entre lo urbano y lo rural. La serie de cambios al interior del campo económico no se dan al tiempo del cambio de modelo (o de su objetivación legal), es decir, para 1990 la economía Pereirana no deja de ser industrial y agraria (aunque el modelo este en crisis), este proceso de desaceleración industrial se da de manera paulatina y se comienza a cristalizar en el departamento y concretamente en la ciudad de Pereira a finales de la década del 1990 e inicios del 2000.

Los efectos de estas políticas en el contexto local de las ciudades se observa en diferentes casos:

Apertura absoluta de la economía, inserción plena en las relaciones económicas internacionales sin salvaguardas para la potenciación de nuevas o antiguas estructuras productivas y reducción del gasto público, además del desprendimiento por parte del Estado de las funciones básicas de redistribución y promoción de un modelo de desarrollo con equidad social.

“Los procesos de globalización, que incluyen la movilidad de la información, la tecnología, las finanzas, los bienes y las personas, fortalecen las funciones urbanas. El impacto de la globalización converge en el territorio urbano; de esta manera las ciudades y sus zonas aledañas, más que las naciones, experimentan el impacto de las presiones globales”. (Nientied, citado por Reese y Catenazzi 1997, pág 4).” Los elementos mencionados en el párrafo anterior determinan los procesos de planificación regional en el nuevo contexto local, la manera en que esto se lleva a cabo se puede notar en dos elementos fundamentales trabajados por Reese y Catenazzi:

En este punto, es necesario mostrar la tendencia

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-La nueva dinámica capitalista sustentada en el mercado que plantea una lógica de acumulación “que implica acumulaciones regionales inequitativas” determina la viabilidad de unos proyectos y la inviabilidad de los que no se sustenten a partir de La productividad y la competitividad.

conocidos como megaproyectos. En conclusión, la ciudad auto–gestiona las obras complementarias para que el funcionamiento y la circulación del capital sea cada vez más óptimo, tiene que generar, para ser competitiva, una serie de obras para el buen funcionamiento y movilidad del capital, dentro de esta tendencia encontramos el caso especifico del plan Parcial de Renovación Urbana de la ciudad de Pereira. Dentro de este marco, el plan de renovación urbana es una estrategia que permite a las administraciones locales posicionar a la ciudad dentro de la lógica de la competitividad; al cambiar el uso tradicional del suelo urbano propicia la llegada de grandes capitales comerciales extranjeros (grandes plataformas comerciales) al tiempo que en palabras de Reese: “los centros urbanos intermedios sufren en general la desaparición de sus tradicionales actividades económicas, la desinversión y el desempleo. 17”

-La decisión política de los gobiernos locales, que, ante una situación de doble dominación, por un lado de las políticas nacionales y por el otro el resultante de los distintos sectores económicos dominantes nacionales e internacionales, lo llevan a plantear procesos de planificación y desarrollo de acuerdo a los parámetros o intereses de los sectores dominantes de la economía. Podemos agregar que si bien la tierra ha cumplido históricamente un papel fundamental en los procesos de acumulación de capital, no siempre esta acumulación ha tenido las mismas características, dentro del contexto económico vigente, el suelo y principalmente su uso es definido por su funcionalidad al modelo económico sustentado en el mercado. En este aspecto Eduardo Resse menciona:

3.1.4 Puesta en escena del campo económico Local

“la tierra siempre cumplió un papel preponderante en la formación de la riqueza de los sectores dominantes y también en la formación de una cultura patrimonialista de toda la sociedad”161

Los elementos anteriores, nos ubican en la tensión fundamental, entre los discursos dominantes y dominados en el contexto de una economía de consumo. No obstante como ya se explico en el capitulo anterior existen fuertes conflictos entre agentes dominantes de la ciudad debido a su concepción de desarrollo y su filiación en el modelo de modernización imperante, lo que cabe resaltar aquí es como estos conflictos se expresan de forma explícita en la configuración del campo en tensión para los agentes dominados, en nuestro caso la población de galería de Pereira. El campo económico local termina determinando la posición inicial de la cual parte la población dominada en este proceso, por lo cual enunciamos algunos elementos constitutivos encontrados en dicho campo.

Empero, esto implica una subordinación de las políticas urbanas a lo lógica de competencia entre lugares para atraer el capital global, la ciudad tiene que generar al interior de la misma un escenario atractivo a la inversión, esto es, consolidar zonas seguras, propender por el desarrollo de infraestructura vial y aérea, la construcción de zonas francas, y en general la gestión de proyectos de gran envergadura

17 Urbanismo, configuración de la ciudad y mercados de suelo: efectos sociales y espaciales Resse, Eduardo. Ponencia presentada en el marco del “programa de creación de capacidades institucionales locales en gestión del suelo”. Medellín , Mayo 31, Junio 2 de 2010. 18 REESE, Eduardo. CATENAZZI, Andrea. La construcción de estrategias de desarrollo local en las ciudades argentinas, Doc. Pdf en: http://www.inta.gov.ar/bariloche/desarrollo/gesrural/trabajos/planificacion/ Archivos/documento11.pdf

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Dentro de lo que se evidenció, el campo económico local se ha venido estructurando a partir de la apuesta por el sector terciario de la economía y como los datos lo señalan 18 este sector es el renglón que más rendimientos económicos ha generado; sin duda, lo posiciona como uno de los renglones económicos dominantes al interior del campo económico local, al igual que la localización de las denominadas plataformas comerciales (centros comerciales, Call Centers) debido, tanto a su posicionamiento espacial dentro de la ciudad, como del monopolio que dentro de ésta han hecho del sector comercial. Generando una posición de dominio que ha desplazado, como en el caso de la galería, las actividades económicas tradicionales dentro de la ciudad a zonas periféricas.

conocido generalmente en la ciudad de Pereira como “La Galería”. La propuesta bourdeana, a partir de la posesión del capital en disputa se generan estrategias de conservación del capital efectivo que otorga la posición dentro del campo, así, la posición dominante esgrime estrategias de conservación del orden que trata de legitimar a las posiciones dominadas, al tiempo que las posiciones dominadas también toman posición alrededor de estrategias de subversión de ese orden con el fin de reposicionarse dentro del campo. Si bien la fracción de clase constituida por comerciantes de la galería tenía la posesión de hecho del suelo en cuestión, está seguía en una posición de dominación, si miramos el efecto de campo que produjo el cambio de modelo económico a nivel nacional y regional, además de la cantidad de capitales que posee la clase política dominante en el contexto local (el capital legal -jurídico- respaldado del uso de la violencia legal –policial- y el capital mediático).2

En ese sentido, el sector financiero entendido como campo relativamente autónomo, genera dentro de él posiciones dominantes y dominadas dependiendo de la capacidad que tienen las diferentes entidades financieras “agentes” de hacerse para sí la mayor cantidad de capital financiero producto de la especulación, es decir, de las rentas económicas que se pueden generar sin trabajo humano; así mismo, si entendemos el sector comercial como un campo relativamente autónomo, podemos encontrar la estructuración de posiciones dominantes y dominadas a partir de la posición que los diferentes agentes comerciales establecen, desde la apropiación de lo denominado como capital comercial por un lado, la posición estratégica del agente dentro del espacio urbano y por el otro del uso que le da a este espacio19.

De esta manera se estructura dentro del campo una confrontación entre fracciones de clase, por un lado la dominante, constituida por la fracción de clase dominante del campo político y la fracción de clase dominante del campo comercial, y por otra la dominada, la fracción de clase constituida por comerciantes de la plaza de mercado.

Para el año 2000 el sector comercial como campo relativamente autónomo; tiene en el suelo urbano (su posesión, posición y uso) el capital a partir del cual se genera las tensiones y posiciones de los agentes económicos dentro del campo, particularmente, en el estudio de caso realizado en esta investigación se toma como capital en disputa el suelo urbano

18 Pereira, composición de grandes sectores económicos 2004: Primario: Colombia: 19.6%; Pereira: 5.7%. Secundario: Colombia: 21.0%; Pereira: 26.2%. Terciario: Colombia: 59,4%; Pereira: 68.1%. 19 Es importante señalar la relación que en este punto tienen de las posiciones dominantes del campo político local que a través del P.O.T y de los diferentes Planes de Desarrollo, implementaron las características de los agentes comerciales que debían ocupar el espacio urbano, posibilitado por el cambio del uso del suelo a partir de los planes parciales de renovación urbana.

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dispuestos en el universo social (en una fiesta, en una discusión, en la escuela, etc).

3.2 Caracterización del versales, la política, la

económica y la social. En este momento de análisis, el grado de la reestructuración de las disposiciones inmanentes a los campos planteados a partir del proceso de reubicación de la galería se desarrollo tomando cada uno de estos por separado. Posteriormente, se entrará en el ejercicio relacional que dará cuenta del nivel de transformación de las disposiciones (prácticas y cognitivas) y por ende del discurso de esta fracción de clase como consecuencia del efecto de campo suscitado por el cambio de modelo económico sustentado en la economía de consumo.

Las prácticas por tanto, entablan la relación entre una situación social y el habitus, que como sistema de disposiciones durables y transferibles funciona como matriz donde se agrupan las percepciones, apreciaciones y acciones de los agentes. Cada uno de los campos mencionados se configuran como dispositivos sociales relacionales, cuya estructuración en la población reubicada hace parte de la caracterización y génesis del discurso emanado por dicha población en el proceso histórico de reubicación de la Galería de Pereira y su posterior asentamiento definitivo en la nueva Galería de la Ciudad, producto de las políticas de desarrollo insertas en la economía local.

Como se encuentra expuesto a lo largo de la obra de Pierre Bourdieu, el Habitus como categoría, permite ubicar la discusión acerca de la formación de las disposiciones sociales en una doble dirección, la que apunta a la articulación de lo individual y lo social, es decir, a su mutua relación en un proceso donde las estructuras subjetivas y las estructuras objetivas que integran el campo social están en constante estructuración. El habitus como sistema de disposiciones para actuar, percibir, sentir y pensar, se objetiva a través del “sentido práctico”, es decir, la manera en que el agente sin recurrir necesariamente a una reflexión consiente se orienta y se mueve en la situación social en la que está implicado debido a una serie de disposiciones adquiridas históricamente y que funcionan inconscientemente como estructuras de determinantes en la vida social de los sujetos.

En este sentido cabe resaltar como el modelo de desarrollo puesto en escena por parte de las administraciones locales estableció la reubicación de la antigua galería como una prioridad política para los intereses de la ciudad y como una alternativa económica para la población de la zona, en este sentido el desarrollo de cada uno de los campos mencionados el social, el económico y el político, busca dar cuenta de la coherencia entre ambos intereses y su percepción desde los actores dominados en el proceso. Para esto se abordo el análisis de la clase dominada (comerciantes insertos en el proceso de reubicación), tanto desde sus posiciones y disposiciones en el trascurso de la reubicación hacia la nueva galería, como desde sus condiciones estructurales antes y después de este proceso.

Las disposiciones expresan el contenido del concepto de habitus, en cuanto dejan ver una manera de ser, una predisposición o inclinación a actuar de cierta manera; acercarse teóricamente al sistema de disposiciones, por tanto, integraría una doble mirada, por un lado se observaría la interiorización por parte del agente de la exterioridad, en la medida en que estas disposiciones son producto de condicionamientos objetivos (como el nivel educativo, ingresos económicos, tiempo para el ocio, entre muchos otros) y por otra parte en la manera como se exterioriza la interioridad, a través de sus prácticas y de las percepciones sociales

Este presupuesto teórico, llevó a diseñar una metodología que apunto al análisis de las condiciones y las disposiciones sociales, políticas y económicas de los comerciantes de la galería, para abordar lo anterior se desarrolló una caracterización de los comerciantes de la galería por medio del diseño de un instrumento (tipo encuesta) que fue aplicado a un total de 117 comerciantes20; este instrumento fue sistematizado en un paquete estadístico (SPSS).

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sentido en cuanto a la reubicación de la antigua galería se define la normatividad institucional hacia el funcionamiento del mercado y las dinámicas productivas del suelo en la ciudad de Pereira, que obliga la implementación de la política de reubicación como condición indispensable del modelo de desarrollo urbano de la ciudad. Esto finalmente señala la forma en como se estructura el discurso de la fracción de clase dominante en el contexto de un modelo económico sustentado en el consumo.

De ésta sistematización surgieron los datos que se presentaran a continuación en cada uno de los campos abordados, los cuales conforman lo que hemos denominado como generalidades sobre los condicionamientos objetivos de las disposiciones, además se realizaron una serie de entrevistas estructuradas y semi-estructuradas a comerciantes y a antiguos líderes del gremio.

3.2.1 Campo Social

Ahora es necesario observar la forma en que la fracción de clase dominada, comerciantes de la galería, incorporan esquemas generativos de la práctica social para adecuarse a la política institucional, es decir, cómo han surgido las disposiciones sociales de estos agentes a partir de su relación individual y de clase, con la Institucionalidad dominante.

Como plantea Pierre Bourdieu en su texto “Las estructuras sociales de la economía” El mercado (podríamos agregar que el del suelo urbano también) está amparado y controlado por los poderes públicos quienes terminan determinando la vida social de los ciudadanos. El Estado fija sus reglas de mantenimiento a través de una serie de reglamentaciones específicas que se suma a la infraestructura jurídica (derecho de propiedad, derecho mercantil, derecho laboral, derecho contractual, etcétera) y a la reglamentación general (congelación o control de los precios, regulación del crédito etcétera) con lo cual institucionaliza las condiciones de desarrollo de los grupos poblacionales en el contexto urbano. Para comprender la lógica de este mercado construido y controlado burocráticamente hay, pues que describir la génesis de las reglas y de las normativas que definen su funcionamiento. (Bourdieu, 2000:116)

1

De esta manera se encuentra que el concepto de ciudadanía es una categoría bisagra entre el agente dominado y la institucionalidad dominante, que permite observar un doble movimiento en cuanto a sus disposiciones sociales ante la política y en cuanto a sus condiciones sociales fijas. Esto lo evidenciamos en la interiorización de las disposiciones político- administrativas en las estructuras cognitivas del agente y a la vez, en la exteriorización de esa práctica política en una situación social determinada (el proceso de negociación de desalojo de la galería). Realizar un acercamiento al sistema de disposiciones (manera de ser, una predisposición o inclinación a actuar de cierta manera) de los comerciantes de la galería, requiere una mirada a sus condicionamientos sociales objetivos, tales como la afiliación al sistema de salud, el nivel de escolaridad, el estrato, y sus ingresos mensuales. Lo anterior tiene por finalidad develar las estructuras objetivas del universo social que inciden en el discurso de los agentes dominados

Lo que plantea Bourdieu, se evidenció en los planes de desarrollo aprobados e implementados en la ciudad de Pereira en la última década ya que constituyen lo que el autor denomina como génesis de las reglas y de las normativas, que respondiendo a un modelo de desarrollo local basado en el discurso de la “modernización urbana” implementaron políticas como la reubicación de la antigua galería, bajo el precepto de decisiones político administrativas cimentadas en el progreso de la ciudad. En este

20 De los 450 comerciantes de la galería, se escogió una muestra de 117 por inferencia estadística, es decir, para tener un margen de error en la muestra del 5%, fue necesario encuestar de manera aleatoria el número indicado de comerciantes.

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en el campo, esto lo podemos observar en la manera como estos comerciantes se articulan con lo social, ya que al mirar algunos aspectos del carácter socioeconómico se pueden entender aspectos de sus prácticas y percepciones alrededor de lo económico y de lo político y en síntesis de la configuración de sus discurso como fracción de clase. Esta forma de proceder está en consonancia con la manera en que teóricamente se forman las disposiciones sociales, es decir, lo individual y lo social están ligados en un proceso donde se relacionan las estructuras subjetivas del agente y las estructuras objetivas que integran el campo social en un proceso de constante estructuración.

tienen los comerciantes de la galería de la ciudad, ya que al ser intervenidos por un orden políticoadministrativo dominante, se supone que la regularización social de su condiciones de vida debe ser parte de la política de reubicación. Como lo vimos en el capitulo anterior el discurso construido por la fracción de clase dominante, representada en los gremios económicos y la administración local, fundamentaba parte de la naturaleza de la reubicación, en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población intervenida, lo que buscaba regularizar su entorno social en todos los niveles. Ante la afiliación al sistema de salud, encontramos los siguiente;

3.2.1.1 Condicionantes Objetivos de la población Afiliación al sistema de salud La primera variable abordada fue la afiliación al sistema de salud, como un indicador claro de los niveles de protección y seguridad social que

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social, debido a que están vinculados por el sistema en su nivel primario o se encuentran por fuera del mismo, lo que indica que las condiciones de salud de dicha población son precarias y aunque pueden estar regularizadas, no cuentan con garantías sociales estables, al menos en este nivel, como se anuncio en el proyecto de reubicación.

El 11.1 % de los comerciantes de la plaza de mercado no se encuentra actualmente vinculado al sistema de salud, lo que señala que este grupo de personas no tienen acceso a uno de los derechos fundamentales estipulados en la Constitución Nacional colombiana. El 42.74 % se encuentra vinculado al Sisben, lo que indica que esta es una población vulnerable perteneciente a estratos 1 y 2, teniendo el nivel de afiliación dependiente del estado debido a la precariedad económica de su entorno. El 46.15% se encuentra afiliado en el régimen contributivo, es decir, a una entidad promotora de salud, esto no indica que ese 46.15% posean un ingreso fijo o un trabajo estable, el cambio de la reglamentación laboral a partir de lo que se ha denominado como flexibilidad del trabajo ha hecho que el trabajador por obligación tenga que asumir los costos de su seguridad social, así sea por contratos de corta duración.

Nivel de formación académica. El nivel de formación académica lo abordamos fundamentalmente primero desde la incidencia de la escuela en cuanto a la formación política de los ciudadanos en una sociedad, este indicador puede dar algunas inferencias del porque la fracción de clase dominada, no ha tenido una formación académica estable, lo que conlleva a un bajo nivel de participación y reivindicación ciudadana. Y segundo aunque este indicador es más una inferencia, también aporta en la estructuración del campo social objetivo de la población reubicada que se supone hace parte del entramado de condiciones sociales que serian atendidas en el momento de la reubicación.

En este nivel de condiciones de vida de la población de la galería encontramos que más del 50% de dicha población está en la escala de vulnerabilidad

1. Primaria Incompleta - 2. Primaria completa - 3. Secundaria incompleta - 4. Secundaria completa 5. Técnica - 6. Superior incompleta - 7. Superior completa - 8. Sin formación académica. (Elaboración propia).

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Esta gráfica señala el bajo nivel educativo de los comerciantes de la galería, el 4,27% no tuvieron nunca ningún contacto con instituciones académicas de ningún nivel, el 23.8% de personas no curso la primaria completa totalmente solo parcialmente, el 22,2% curso la primaria completa, el 17.09% no alcanzó a estudiar la secundaria completa y el 22.22% curso la secundaria completa, siendo estos primeros cuatro registros el 89,58% del total.

también se da manera estructurada o espontanea en otros espacios de socialización como la familia, grupos de amigos, grupos artísticos, deportivos, culturales, etc. No obstante es responsabilidad de algunas entidades institucionales el crear escenarios de formación formal o no formal para elevar los niveles de educación ciudadana en espacios de asentamientos poblacionales tan grandes y que cumplen una función comercial regulada por la administración política y gubernamental.

Identificamos entonces que el 67,33% de los comerciantes de la galería no han recibido un nivel de formación básico, lo que señala un vacio formativo, el cual puede tener efectos en el campo político, una vez que se reconoce el sistema educativo como la institución a partir de la cual el Estado incorpora en los agentes la cultura nacional legitima, es decir lo que se conoce comúnmente como el sentido de identidad de un pueblo o su nacionalidad, enseña los mecanismos de participación política, etc. Además esto señala la necesidad de elevar dichos niveles de formación a estándares más altos, como parte de la misma política de intervención social de la administración local anunciada discursivamente en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población reubicada.

Estrato socio-económico

Es importante aclarar que la formación política no es exclusiva del estado por medio del sistema escolar,

En este aspecto se encontró lo siguiente ante el estrato social.

Otro indicador que señala la manera como en la nueva galería está constituido el campo social está el estrato socioeconómico de la población, ya que las condiciones socio-económicas derivada de la estratificación dan cuenta tanto del nivel de vida de la población como de la vulnerabilidad social de su contexto. Aunque en el campo económico se profundizara este aspecto también hemos expuesto el nivel de ingreso mensual, no solo como una referencia económico-productiva sino como una condición social estructurante de la vida de la población de la galería, tanto en su naturaleza objetiva como en su percepción subjetiva del discurso de clase.

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87.9% pertenezcan a los estratos 1 y 2 el 45,03%, evidenciando este indicador el grado de pobreza socio-económica de los comerciantes de la galería. Este característica en la estratificación social denota una fuerte precariedad en las condiciones de vida de la población de la galería, lo que como ya hemos señalado en apartados anteriores, demuestra que la estabilidad social enunciada en el discurso dominante no ha logrado los efectos esperados, después de un proceso de reubicación de más de 5 años.

El primer indicador es que el 23,08% de la población hace parte del estrato 1, considerado el nivel inferior de pobreza en la sociedad, como bajo o pobreza extrema. El estrato 2 lo integran el 22,22% de la población lo que indica aun un nivel de pobreza alto considerándose como pobre. Ya el estrato 3 aparece como el indicador más generalizado de la población al reunir el 41,88%, considerándose este estrato como una capa media de la población. Ya entre los estratos 4, 5 y 6 se agrupan los niveles de vida altos y muy altos, quienes al interior de la galería representan un 12,82% de la población total.

A este indicador le sumamos el dato en relación con los ingresos mensuales de los hogares de los comerciantes, como una forma de entender la relación social inmersa en la población reubicada, tanto desde su condición económica, como desde su impacto social en la configuración del discurso de clase dominada.

Este gráfico muestra un indicador claro, de cómo un 87,9% de los comerciantes residen en barrios de estratos 3 o inferior, considerados los niveles estándares de inestabilidad y vulnerabilidad social permanente. Además llama la atención que más de la mitad de comerciantes de ese

Ingresos mensuales por hogar:

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La estadística que hace referencia al ingreso por hogares dentro de la galería coincide plenamente con los datos obtenidos en el indicador de la estratificación de la gráfica anterior. El 65,82% dice tener un ingreso total en el hogar de menos de dos salarios mínimos mensuales que correspondería al ingreso familiar de estrato 1 y 2, el ingreso correspondiente a familias de estrato 3 es decir, de ingresos entre 2 y 4 salarios mínimos mensuales corresponde al 16,24%; de esta manera los ingresos por hogar que van de menos 1 a 4 salarios mínimos mensuales suman el 82,2% y corresponde casi exactamente con el estrato socio-económico al cual pertenecen los comerciantes de la plaza, el 87,1% residen en barrios de estratos 1,2 y 3. El 13.68% no aplica ya que no sabía dar un dato exacto por lo reseñado anteriormente.

claro que las condiciones de vulnerabilidad social consecuencia de niveles de exclusión institucional como el limitado acceso al sistema de salud, el bajo nivel educativo junto con los bajos ingresos económicos de los comerciantes de la galería genera condiciones propicias, para prácticas políticas y organizativas clientelistas y para reafirmar percepciones de desarraigo colectivo y desinterés social por la integración ciudadana, en cuanto a sus reivindicaciones particulares.

3.2.2 Campo político. Según lo que se puede deducir de la serie de entrevistas realizadas a los comerciantes de la galería, la organización política a partir del sindicato es la forma que les ha permitido participar e incidir en su constitución como gremio, en la medida en que esta organización permitió durante mucho tiempo la realización de actividades de recreación, encuentro, manifestación política, entre otras.

Finalmente ante la estructuración social de las condiciones de vida de la población de la galería encontramos niveles permanentes de precariedad y vulnerabilidad social en la mayoría de la población, que van desde su afiliación mínima al sistema de salud hasta sus bajos niveles de formación escolar y su inestabilidad socioeconómica, factores que en su conjunto hacen de la población de la galería un nicho social inestable y frágil, el cual necesita niveles de intervención social inmediatos, tal como se había anunciado en el discurso dominante. Además dichas condiciones sociales han contribuido objetivamente en la construcción de un discurso de clase distante de la legitimidad institucional, vulnerable en procesos como la negociación colectiva, en la cual la mayoría coinciden en su valoración negativa de este proceso en la reubicación y configuran planteamientos de desarraigo organizativo el cual imposibilita formas de representación estables para defender los intereses grupales.

Por tanto, al tiempo que se da cuenta del desarrollo de la práctica política de los comerciantes de la galería a través del sindicato, se da cuenta de la forma en que los agentes estructuran sus disposiciones alrededor de lo político. Lo anterior contrasta con la realidad actual de la nueva plaza de mercado, si bien históricamente los comerciantes plantearon la existencia de un sindicato que los representaba, en la actualidad los comerciantes plantean que esta forma de organización desapareció una vez se dio el proceso de traslado de la antigua galería al lugar donde ahora están ubicados. Lo expuesto es un elemento importante, si de lo que se trata es dar cuenta de las transformaciones en las disposiciones y prácticas políticas (discurso) de los comerciantes en el contexto económico caracterizado por el consumo. De tal forma este proceso de traslado no solo implicó una transformación en la condición económica de los comerciantes, sino todo un

Ante la configuración de este discurso de clase dominada, que en la práctica termino validando un proceso aparentemente desigual como lo fue la reubicación, evidenciamos como si bien un mayor nivel de vida social no necesariamente garantiza el deber ser una práctica ciudadana, si es

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cambio en la práctica política y en las percepciones que sobre ésta se construían desde su principal agente (sindicato).

“cada alcalde que llegaba al cuento siempre recibía órdenes de que nosotros debíamos desalojar el edificio, de que nosotros debíamos irnos de ahí. Hubo alcaldes muy descarados que sencillamente nos dijeron no hay ningún tipo de solución para ustedes señores, sencillamente váyanse para la casa, otros nos ofrecían soluciones más sin embargo, siempre que llegaba a ejercer un nuevo alcalde teníamos el mismo problema, recuerdo mucho a Juan Guillermo Ángel, este señor nos envió directamente cartas dándonos plazo para desalojar, tres meses y ya todo el mundo para sus casas ustedes verán que van hacer, no me pueden ocupar lugares públicos ”

3.2.2.1 El sindicato como capital social dentro del campo político. Antes de entrar a observar el sindicato como un capital social activo en el proceso de negociación del traslado de la galería, se debe tener en cuenta el detonante del proceso de traslado de la plaza de mercado y la justificación de este proceso por parte de la alcaldía municipal. El terremoto fue el pretexto perfecto para la reubicación de la galería, el sindicato no pudo evitarlo a pesar de estar convencidos de que no era necesario, para ello es importante destacar las palabras de uno de sus miembros: “bueno ocurrió el terremoto de 1999, la galería quedo en un Estado muy regular, ahí fue donde nos hicieron el gol a nosotros, la forma que fue construida esa galería que fue construida más o menos en el 50 y pico, papá me cuenta que la galería fue construida en el 50 y pico heee, cuando eso hacían las obras sin hambre, la resistencia que tenía esa plaza de mercado eso era para que todavía estuviera allá parada, pero resulta de que el gol nos lo hicieron porque ellos trajeron un grupo de ingenieros que eran lo mejor de lo mejor como decían ellos, ellos hicieron unos estudios en las columnas y todo, toda la estructura y decretaron de que la plaza estaba a punto de irse al suelo”. 21 Adicional a ello la tensión producida entre las alcaldías de la ciudad de Pereira y los comerciantes de la plaza por el uso del suelo donde se encontraba la antigua galería se comenzó a gestar desde mucho antes que sucediera el terremoto de 1999:

Observando que la tensión alrededor del espacio ocupado por la antigua galería venia desde prácticamente la década de los 80, es difícil argumentar que el único factor que incidió en el traslado de la galería fuera este fenómeno natural. La tensión por el uso del suelo del centro de Pereira, acentuada como lo plantea la cita por el terremoto de 1999, encuentra su punto más álgido en ésta situación. El sindicato constituyó el capital social a partir del cual se puede evidenciar las disposiciones y la práctica política de los comerciantes de la galería, por esta razón fue fundamental observar las características del sindicato como forma de organización y representación política antes, durante y después del proceso de renovación urbana. Es importante precisar que dentro de lo que se denomina como plan parcial de renovación urbana se encuentra la recuperación urbanística del centro tradicional de la ciudad, como lo plantean Martínez y otros (2010):1

21 Entrevista realizada al señor Juan Ruiz Comerciante de la Plaza de Mercado 22 Entrevista realizada al señor Jorge Palacio ex presidente del sindicato de la Plaza de Mercado

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“El principal énfasis de este plan es el mejoramiento estético de la zona céntrica donde aparece la propuesta urbanística de renovación del sector de la antigua galería, con el “plan parcial centro –centro” que se convertiría a futuro en “ciudad victoria”, conformada por ocho proyectos que transformaron la parte estética como los usos del suelo en este sector de la ciudad. 23” Es en esta coyuntura donde el sindicato como forma de organización política, representó y objetivó los intereses que como gremio tenían los comerciantes de la galería ante las instituciones políticas de la ciudad, específicamente la alcaldía.

puntos de vista del gremio alrededor del proceso de reubicación. De esta manera la antigua función administrativa y política del sindicato al interior de la plaza de mercado ubicada otrora en el centro de la ciudad, es reemplazada solo en su aspecto administrativo por una dirección nombrada por la alcaldía que cumple con funciones de tipo organizacional de plaza, pero, ¿qué pasó con el aspecto político? ¿Cómo fue ese proceso de reestructuración y deslegitimación del sindicato que dio paso a una administración nombrada directamente por la alcaldía y no por los comerciantes?1 La intención de contrastar las percepciones de los comerciantes alrededor de los procesos de negociación entre el sindicato y la alcaldía municipal tiene por objeto señalar algunos aspectos de orden local que matizados por las circunstancias del discurrir político nacional (los grandes escándalos de corrupción, parapolítica, farc-política, entre otros) llevan a la estructuración de percepciones y disposiciones que desvinculan al agente de la práctica política (en este caso alrededor del sindicato) y lo ubican es una situación de incredulidad y aislamiento de lo político (de formas de participación y reunión) que llevan a la desaparición de formas de organización que para la fecha son tradicionales (más si evidenciamos que el sindicato se conformó desde la década de 1980)

Históricamente el sindicato24 de los comerciantes de la plaza de mercado fue una organización creada como un espacio para regular y mediar el funcionamiento de la plaza, este sindicato estaba constituido por representantes (de la propia plaza) que eran elegidos por las comerciantes afiliados al sindicato, éste se conformaba por un presidente, vicepresidente, secretario, vocal y tesorero; dentro de las variadas funciones de esta organización se encontraban la administrativa, dentro de la cual se regulaba el aspecto contable por concepto de cuotas de administración y formas de recaudo de dinero para el funcionamiento de la plaza (basares, festivales), también programaba reuniones donde la administración del sindicato exponía a sus integrantes las necesidades y los programas a realizar dentro de la plaza (recreación, deterioro físico de la plaza, entre otras).

La percepción más sobresaliente encontrada en el trabajo de campo relaciona el proceso de negociación sindicato-alcaldía por parte de los comerciantes, como un proceso donde se acudió a la compra de los integrantes del sindicato favoreciendo los intereses de la alcaldía municipal

Otra función de suma importancia del sindicato la constituyó exponer y representar los intereses que como gremio tenían los comerciantes de la plaza de mercado ante la administración municipal. Esta función política del sindicato se evidenció en el proceso de negociación en que en el que entraron la alcaldía municipal y los comerciantes de la plaza de mercado, donde a partir de una organización gremial entorno al sindicato se expusieron los

23 Martínez Herrera, Adolfo. “Planes de desarrollo derechos Humanos y exclusión, Risaralda 1997-2007”. Ed. Nuevo Milenio. Pereira 2010. 24 Es necesario aclarar que el sindicato al que se hace referencia es el fue constituido por los comerciantes “intramuros” de la antigua galería. La actual desaparición del sindicato, hizo que no se pudiera acceder a documentación (actas, estatutos de funcionamiento) necesarias para reconstruir los objetivos concretos a los que respondía la conformación de organización del gremio. En las entrevistas realizadas se encontró que todos estos archivos desaparecieron y se ignora donde pueden estar, por tanto lo que atañe a este punto se dedujo de la serie de entrevistas realizadas.

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y los intereses particulares de los representantes sindicales; la imposibilidad de describir con objetividad los pormenores de la negociación entre los dirigentes del sindicato y la alcaldía de la época (2000-2001) hace que no se pueda decir con plena certeza que la alcaldía acudió o no a la compra de los dirigentes a favor del proyecto de renovación urbana. Si bien lo anterior no se puede sustentar cabalmente (solo en el contenido de las entrevistas y lo expresado por las personas en conversaciones espontaneas, no existen pruebas concretas) la paulatina desestructuración del sindicato a partir del proceso de reubicación evidencia un proceso de deslegitimación de esta forma de organización social. Podemos argumentar que la deslegitimación de la participación política a través del sindicato obedece por un lado al proceso de reubicación (la deslegitimación del sindicato y su reemplazo en materia de organización de la plaza por una administración nombrada por la alcaldía) y por otro, a un proceso de deslegitimación de lo político que sobrepasa los límites de la participación política dentro del lugar de trabajo y se ubica en la experiencia individual que cada agente a tenido con lo político (esto es a nivel local y nacional). La deslegitimación del sindicato como forma de representación de los intereses del gremio de la plaza de mercado se observa en las percepciones de los comerciantes del proceso de negociación con la alcaldía, proceso de traslado al impala y en la percepción que actualmente tienen los comerciantes alrededor del sindicato y las formas de organización social.

“Se dio la negociación y nos trasladaron y ya empezaron los rumores, en ese entonces yo iba mucho a la secretaría de gobierno porque un secretario de gobierno amigo mío, el cual pues no voy a nombrar aquí me comunico a mí de que ellos habían llegado a un arreglo y que eran unos vendidos que el hombre estaba muy sentido muy dolido porque el hombre era un hombre que venía de ser un hombre pobre, humilde y trabajador y que era imposible que hubiera sucedido lo que sucedía que ellos habían de pronto recibido dinero a cambio de colaboración para que nosotros desalojáramos la plaza de mercado o sea que ahí hubieron dineros no se sabe qué cantidad de dineros pero hubieron dineros para el desalojo, el cual fue el cambio que dio el sindicato fue e a raíz de ese dinero de que les dieron se dejaron convencer y se dejaron comprar y vendieron a una cantidad de, de gente, fue mucha la gente que se dejo comprar en la plaza de mercado y vendieron no solamente a un amigo ni diez, sino cantidad de gente25.” Lo importante es observar (sea cierto o falso lo que se plantea en la cita) que esta idea es un aspecto compartido por el grueso de comerciantes de la galería, lo cual produce una percepción negativa del proceso de negociación, donde se sintieron defraudados por la instancia que los representaba y por tanto llevó a una fragmentación de la instancia que los reunía.

Al respecto encontramos que la siguiente cita sintetiza una serie de aspectos que comparten la mayoría de personas respecto a los procesos de negociación con la alcaldía:

3.2.2.2 Percepciones sobre el sindicato y las formas de organización en la nueva galería. Las siguientes percepciones describen la transformación del sindicato a partir del proceso de renovación, así como muestran la apatía a la participación en esta instancia en la actualidad:1 25 Entrevista realizada al señor Germán Guaira, comerciante de la actual plaza de mercado.

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“El sindicato desapareció, la cooperativa desapareció. Teníamos bienes, teníamos, el sindicato tenía como 100 sillas de estas, la cooperativa tenia igual tenía un computador, yo no pregunto por nada de eso, las sillas desaparecieron, una vez le pregunte al ex gerente de la cooperativa, que qué había pasado con todo eso y me dijo que eso lo habían vendido, no le pregunte ni motivos ni razón, sencillamente desaparecieron”.26 Percepciones críticas pero un poco más optimistas con el rol del actual gremio: “Noooooo, hombre las reuniones con el sindicato ya no son igual, eso no es igual aquí ya el manejo no es igual, aquí de pronto se ven más reuniones con la administración, el administrador actual de la plaza se ve con ganas de que la plaza crezca, que la plaza progrese el hombre nos convoca a unas reuniones y se le ven buenos prospectos y buenas perspectivas y ojala que de pronto sigue así.” 27 Otras mucho más administrativo actual:

incrédulas

del

proceso

“¿Cuál sindicato? (en sentido irónico), ¿cuál sindicato? Se dicen nombrar sindicatos, se dicen nombrar cooperativas, pero pa qué, nadie hace nada, la plaza tiene cantidades de problemas y ¿qué hacen? Cada rato nombran juntas, pero para qué, para nada, yo asisto a ciertas reuniones, pero como le digo, todo queda en lo mismo, supuestamente hace poquito nombraron otra nueva junta, aquí sindicatos ya no hay, aquí vinieron como unos 4 o 5 cooperativas igual unos sindicatos pero ya no se volvió a ver nada”.28 “…yo voy a reuniones, pero la verdad es que eso no tiene ningún fin, es como perder el tiempo… heee yo llevo como 30 años en la plaza en ese tiempo eran muy distintas las

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cosas entiende, allá en la plaza vieja allá si colaboran arto, pero el sindicato también se fue acabando y ya hoy día los sindicatos de ahora no son lo mismo… Hermano, eso la gente se fue cansando hermano, se fue acabando” .29 Estas percepciones forman una tendencia sobre el sindicato en la actual plaza de mercado30 una apatía actual hacia la participación política en éste, obedeciendo a una tendencia general de deslegitimación de lo político como forma de participación válida para la resolución de los problemas sociales, el proceso de reubicación de la galería acentuó esta imagen de desconfianza hacia las organizaciones de carácter social en general. 1 En este contexto se debe entender el proceso de estructuración histórica de las disposiciones y de práctica política de la fracción de clase de los comerciantes de la galería. El antecedente fundamental radica en que el proceso de negociación de la reubicación de la galería, entendiendo a esta como un campo relativamente autónomo tanto económica como políticamente, se destaca que el sindicato dentro de la antigua plaza de mercado tenía una posición dominante. Esta autonomía se puede evidenciar en la manera como eran elegidos los representantes del gremio, elección por voto de las personas inscritas en él; “Ellos eran elegidos por votación por nosotros mismos, se postulaba alguien o 2 o 3 personas y nosotros los de la plaza íbamos mirando de pronto cual nos gustaba, mirando cuál era más activo, mejor expresado una persona que fuera inteligente ese escogíamos y de pronto que fuera de confianza también, que fura una persona que nosotros creyéramos en ella y así postulábamos a la gente así los escogíamos” 31 26 27 28 29

Entrevista realizada al señor Jorge Palacio. Entrevista realizada al señor Germán Guaira. Entrevista realizada al señor Pedro García Entrevista realizada a Marcos Londoño.


Esta posición conlleva al hecho de que la organización fue la que agrupó y representó los intereses de los comerciantes de la galería no solo en el momento de la negociación sino desde mucho antes, por lo cual el proceso de participación política y de legitimidad organizacional, derivaba del mismo sindicato. A pesar de la existencia de un habitus político estructurado desde lo que se ha denominado como clientelismo, el sindicato (que pudo haber comportado prácticas clientelistas) era una organización a través de la cual los comerciantes de la galería objetivaban su práctica política, actualmente existe una percepción negativa de esto y de cualquier actividad que involucre participación política. Al desprestigiarse y perder legitimidad el sindicato como gremio, se empieza a generalizar un descontento organizativo, lo que conllevo a crear vulnerabilidad política en el proceso de negociación, derivando esto en que la percepción poblacional sobre su campo de participación, se redujera a criticas superficiales o estructurales de su inoperancia representativa.

3.2.3 Campo Económico “El dominio del capital se manifiesta, entre otras formas, por la subordinación de las políticas urbanas a la lógica de la competencia entre lugares para atraer al capital global. Una respuesta que se viene generalizando es la de recortar dentro de las grandes ciudades y de las regiones metropolitanas centros “modernos”, conectados por redes de alta tecnología directamente con el sistema global. En tanto, los centros urbanos intermedios han sufrido en general la desaparición de sus tradicionales actividades económicas, la desinversión y el desempleo, salvo los casos particulares de algunas ciudades portuarias y/o de carácter turístico.” (Catenazzi, Reese.) 32

Es indispensable reconocer como el planteamiento de Catenazzi y Reese es la apertura pragmática de las transformaciones económicas por las cuales se implemento el proyecto de renovación urbana que desencadeno la reubicación de la antigua galería de la ciudad. Fue el discurso “moderno” amparado en el modelo de desarrollo local el que determino la importancia económica tanto para los circuitos productivos de la ciudad, como para las mismas formas productivas de la antigua galería, de que el traslado y posterior reubicación de la plaza de mercado, generaría económicamente una apertura de mercados y un despliegue de la economía local, discurso que como vemos a continuación se fue diluyendo en su implementación y fue perdiendo legitimidad al entrar económicamente en una incertidumbre comercial que afecto la estabilidad de la población de la galería de Pereira. La vocación económica y productiva de ciudades intermedias como Pereira, que ven en la tercerización de la producción y el posicionamiento del sector servicios, termino por configurar el complejo mapa económico por le cual atraviesa la plaza de mercado.

Se concluye que, a pesar de la estructuración de un habitus político a través de lo que se ha denominado como clientelismo, los comerciantes de la galería para la fecha de la reubicación tenían una forma de participación que los reunía a través del sindicato, el proceso de reubicación (precisamente las percepciones alrededor de la negociación entre el sindicato y la alcaldía, la percepción sobre procesos de corrupción en la entrega de los locales, etc.) generó que la desconfianza de los comerciantes frente a lo público y los procesos organización social a nivel general, se objetivara en percepciones y prácticas sociales apáticas a la organización dentro de la actual plaza de mercado, lo anterior derivó en una pérdida de legitimidad del sindicato como forma histórica de representación.1

30 De las 22 entrevistas estructuradas y semi-estructuradas, Se refirieron a este proceso en los términos de las citas es decir de manera negativa y 2 se refirieron positivamente. 31 Entrevista realizada al señor Jorge Palacio.

En este sentido el Campo abordado inicialmente da cuenta del cambio económico en la función

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de la galería en el contexto comercial regional, abordando la galería y en general las plazas de mercado desde la función tradicional que han cumplido como ejes de intercambio económico entre los contextos urbanos y rurales. Está función tradicional se ha replanteado a partir del advenimiento y desarrollo de la ciudad sustentada en el sector servicios que desmontó paulatinamente las bases reales de la economía anclada al sector industrial y agrícola.

3.2.3.1 Contraste de las actividades económicas desarrolladas en la antigua plaza y las desarrolladas en la actual Las actividades económicas que se realizaban al interior de la antigua galería se encuentran en la siguiente tabla:

Para dar cuenta de lo anterior, se desarrollarán dos ejercicios, el primero, consiste en comparar las actividades económicas que han desaparecido dentro de la actual plaza de mercado, a partir del texto publicado por la alcaldía: “Plan Parcial de Renovación Urbana. Anexo diagnóstico dimensional” del cual se desarrollará el contraste con las actividades económicas que cambian. El segundo ejercicio muestra una serie de indicadores y de percepciones alrededor del ingreso mensual de sus actividades económicas, el cambio en el tipo de clientela, la percepción de la rentabilidad económica actual en relación con la rentabilidad en la antigua plaza de mercado, lo anterior para señalar que si bien la plaza de mercado no desapareció de la ciudad ésta no ocupa al lugar que tradicionalmente había ocupado.1 Fuente: Plan parcial de renovación urbana. Sector Antigua Galería. Anexo diagnóstico dimensional, informe final, Pereira. Enero de 2002. 32 Catenazzi, A. y Reese, E.. “La construcción de estrategias de desarrollo local en ciudades Argentinas”. Curso Posgrado. Desarrollo Local en Áreas Metropolitanas. Módulo 3. UNGS, 2002.

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Actualmente estas son las principales actividades comerciales encontradas dentro de la galerĂ­a:

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puede ser producto de la cada vez menor relación entre el sector primario y secundario de la economía, igualmente el advenimiento y la implementación del modelo económico sustentado en los servicios, lo que integra unos flujos comerciales muy desiguales entre lo local y lo internacional por medio de las grandes plataformas comerciales, que ha ido en desmedro de la relación entre en el contexto económico anterior, donde el intercambio comercial urbano- rural creaba flujos comerciales entre la ciudad y la región por medio del campesino y el comerciante.

Descripción de la actividad del local: De un total de

117 trabajadores encuestados de la Nueva Galería , encontramos que la mayoría de éstos 30.08% se dedican a la comercialización de frutas y verduras; El 23.01% ofrecen frutas exclusivamente y un igual % venden verduras únicamente; si tomamos el total de los comerciantes de frutas y verduras sin discriminación alguna, observamos que el 77% de las actividades comerciales se dedican a la venta de estos productos. 33

Por otra parte, el segundo producto más comerciado en la Galería son las Carnes con el 6.84%, seguido de la venta de plantas medicinales con el 4,3%. Finalmente, observamos existen otros locales que no comercializan productos primarios, como cafeterías, tiendas de abarrotes y artesanías que participan de manera minoritaria.

Ahora en el contexto de la liberación comercial e internacional (cambio en el modelo económico), la Galería muestra las dificultades para integrarse a la totalidad urbana que le demanda otros significados y funciones, incluso es claro que para las clases ligadas a la tercerización de la economía, la Galería les resulta estorbosa, dada la imagen histórica de “suciedad, inseguridad y desorden”, frente a los formatos que expresan las tiendas de grandes superficies Carrefour, Éxito y centros comerciales, que se conviertes en escenarios más sofisticados creados para el disfrute comercial de locales y turistas. Desde una premisa de transformación en la política económica, se derivan una serie de efectos que cambian sustantivamente la relación no sólo económica que llevan a cabo los agentes, sino también las formas de propiedad de la tierra, así como la actividad productiva; esas premisas analíticas se reflejan no mecánicamente, pero si inercialmente en una reconfiguración relacional entre la textura poblacional del mundo rural y de la ciudad; ofertados en especial ahora por el comercio de bienes tercerizados hacia a otro tipo de población como la turista.

Este cuadro en comparación con el citado al inicio, muestra la serie de actividades que desaparecieron en la actual galería: - Comercio Mayorista de materias primas agropecuarias. - Comercio mayorista de químicos y plásticos. - Comercio minorista de ferretería, cerrajería y vidrio. - Comercio mayorista de materiales de construcción, ferretería, vidrio. - Industria manufacturera.1 Esto señala que la actual galería desarrolla una actividad comercial en su gran mayoría con productos agropecuarios, de esta manera, el tradicional intercambio rural–urbano disminuye considerablemente. Este intercambio consistía en la distribución de parte de la producción agrícola nacional y local, al tiempo que el campesino se abastecía de mercancías e insumos agrícolas necesarios para la reproducción de la familia y el sostenimiento de la producción agropecuaria. Esta desaparición del intercambio económico entre los “bienes urbanos” y la “producción campesina”

En ese sentido, estas son algunas percepciones sobre el ingreso que en términos económicos tienen los actuales comerciantes de la “nueva galería” respecto de su antiguo lugar de trabajo.

33 Estos datos surgieron del proceso de sistematización del trabajo realizado. Se desarrollo un instrumento de corte cuantitativo que se trabajó con el paquete estadístico spss.

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Ingresos mensuales antigua galería y nueva galería: La siguiente información se elaboró a partir de lo que los comerciantes consideraron su ingreso mensual, tanto en la antigua galería como en la nueva. Ingresos Antigua Galería

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Descripción sobre los ingresos en la Antigua Galería: En la tabla y en la gráfica el ítem no aplica, corresponde a

las personas que trabajan en la actual plaza de mercado pero que no fueron reubicados, el no sabe corresponde a las personas que si fueron reubicadas pero que no respondieron la pregunta por el ingreso mensual en la antigua galería. El 17.1%, recuerda que se ganaba entre uno y dos salarios mínimos, frente al 6% que ganaba entre tres y cuatro salarios mínimos. Ingresos Galería actual

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Descripción ingresos locales: El 28.2% de los comerciantes dicen percibir los ingresos mensuales equivalentes a dos salarios mínimos legales vigentes para el año 2010, configurando de éste modo el valor más alto en dicha categoría; después encontramos a 24.8%, el cual dice recibir ingresos netos hasta máximo un salario mínimo. Posteriormente, se encuentran los locales que cuentan con unos ingresos entre dos y tres salarios mínimos, estos conforman el 13.68%. Los locales que cuentan con unos ingresos mensuales de entre tres y cuatro salarios mínimos y más de 4 salarios mínimos son minoritarios pues es el 5.1% y el 6.8% respectivamente.ingresos netos hasta máximo un salario mínimo. Posteriormente, se encuentran los locales que cuentan con unos ingresos entre dos y tres salarios mínimos, estos conforman el 13.68%. Los locales que cuentan con unos ingresos mensuales de entre tres y cuatro salarios mínimos y más de 4 salarios mínimos son minoritarios pues es el 5.1% y el 6.8% respectivamente.

3.2.3.2 Percepción de rentabilidad: Para relacionar los datos propios del material cuantitativo en la construcción del discurso de la fracción de clase dominada en el campo económico es indispensable abordar también las formas en que la población percibe su estabilidad productiva y su desarrollo comercial, tomando como referencia el paso de la antigua galería a la nueva bajo el enunciado institucional del mejoramiento de su calidad de vida y su estabilidad económica. En este apartado se busca contrastar las percepciones discursivas en cuanto a la rentabilidad de la actividad comercial en la antigua galería y en la nueva, a partir de lo encontrado en las entrevistas y en la estadística desarrollada.

“Muestre a ver, era más abundante la venta, al fin y al cabo estábamos en el centro de Pereira, usted sabe qué centro es centro…bien el negocio cuando estaba arriba en la 16 era muy próspero, yo llegué a tener 5 empleados en el negocio, vendiendo desde que llegábamos hasta que nos íbamos…Se abría a las cinco y media, cinco y media seis de la mañana se abría la plaza, se trabajaba hasta la cinco de la tarde y el negocio, si demasiado próspero” 34. Otra lectura al respecto: “El trabajo mío consistía en vender plantas aromáticas, medicinales, básicamente eso era lo que nosotros hacíamos, bueno también a veces cuando la situación se complicaba un poco pues ya la metíamos lo que era materas artesanías y nos defendíamos muy bien, allí en la plaza central de mercado vivíamos supremamente bien todos ahí nadie podía decir que no se conseguía el arrendo ni la comida, porque ya sería uno mentir, ahí todos vivíamos tranquilamente, teníamos nuestras familias y hacíamos y conseguíamos el dinero para el sustento diario, para pagar arrendo para subsistir y para mantenerse uno bien y para darle estudio a la familia” 35. Este cuadro muestra, como alrededor de la antigua galería existe una idea de mayor rentabilidad, es decir de mayores ingresos; el siguiente cuadro refuerza la tendencia evidenciada anteriormente: Calificación de la actual galería en relación a la anterior:1

Percepción poblacional sobre la rentabilidad en la Antigua Galería: 34 35

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Entrevista realizada al señor Pedro García Entrevista realizada a Marcos Londoño.


Descripción sobre la rentabilidad: la mayoría de la población que vivió el proceso de Reubicación, o sea el 57.3%, percibe que recibía mayor margen de rentabilidad en la Antigua Galería, mientras que el 8.5% percibe que tiene mayor rentabilidad en la Galería actual. Por su parte, un escaso 1.7% considera que en las dos Galerías tiene iguales márgenes de ganancia.

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En este sentido, el cuadro citado al inicio sirve para mostrar la serie de actividades económicas que desaparecieron una vez se dio el proceso de reubicación, este cambio apunta a otro más sustancial, el que tiene que ver con la funcionalidad histórica de la galería dentro de la ciudad, lugar de interacción entre lo urbano y lo rural como ya se ha mencionado. En esta transformación de una práctica económica tradicional, en la nueva galería el campesino es el gran ausente, tanto en el movimiento económico que representaba para la ciudad la antigua galería, como en las percepciones que los comerciantes de ésta tienen:

3.2.3.3 Percepción Económica a partir de la Reubicación Ahora es importante una de las evidencias empíricas que en términos económicos se suscitaron a partir del traslado y el proceso de reubicación desde la antigua galería hacia la nueva: “El traslado a Impala para algunos fue viable huboooo, hubieron personas que les fue supremamente bien en Impala les iba muy bien y a otros nos iba muy difícil ejemplo los puestos que quedaban en las entradas los puestos primeros se beneficiaron mucho, había unos puestos que quedaba en los rincones ya fue difícil, nosotros nos toco u puestoooo en un rincón el cual fue totalmente difícil y llegamos en momentos en pensar más bien en cerrarlo porque estábamos era perdiendo dinero, surtíamos comprábamos ramas plantas y eso se estaba perdiendo el dinero…a cuándo nos trasladamos allí a Impala ya ahí el cambio hombre fue un cambio demasiado brusco, fue un cambio donde las ventas rebajaron de un 100% bajaron a un 30% digamos, entonces ahí ya empezamos a tener problemas e inconvenientes todas las personas que trabajábamos en la galería, ya el estudio de los niños se nos complico, la alimentación, para mantener la familia se nos complico demasiado la situación, allí las ventas eran totalmente malas muy difíciles” 36.

“Claro ese era el motivo, el factor principal de que en la galería se vendía y era muy movida, porque habían empresas de jeep’s cerca estaba la empresa de las chivas, las que iban para la florida y todo entonces todo hacia que los campesinos llegaran y no fuera mejor por eso ahora nosotros estamos a la espera de que de pronto se organice la traída de los jeep’s de las empresas de las chivas hasta aquí hasta la plaza”37.

La cita y el cuadro anterior señalan una serie de percepciones desfavorables alrededor de la rentabilidad económica a partir del proceso de reubicación del centro; si bien este punto muestra un proceso de paulatino deterioro del ingreso de los comerciantes de la galería, este apartado, como se ha mencionado antes, busca evidenciar la transformación de las prácticas económicas al interior de la galería debido a un proceso de cambio estructural de la economía.

De esta manera se puede observar como el cambio que a nivel estructural tuvo el sector económico sustentado en la interacción entre el sector industrial y el agrícola por uno sustentado en el sector servicios, generó un cambio en la lógica de una práctica económica tradicional cuyos principales protagonistas eran la ciudad como sede de la estructura productiva industrial y el campo como estructura de producción agrícola. Es así como la galería es desplazada a un lugar periférico de la ciudad ya que su función histórica de intercambio comercial urbano-rural no constituye un capital eficiente dentro del campo comercial concebido desde la competitividad y la productividad.1

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Entrevista realizada a Jaime Gómez. Entrevista realizada a Mario Vélez


3.3.2 Campo político

3.3 Conclusiones parciales

En el campo político podemos concluir Se concluye que, a pesar de la estructuración de un habitus político a través de lo que se ha denominado como clientelismo, los comerciantes de la galería para la fecha de la reubicación tenían una forma de participación que los reunía a través del sindicato, el proceso de reubicación (precisamente las percepciones alrededor de la negociación entre el sindicato y la alcaldía, la percepción sobre procesos de corrupción en la entrega de los locales, etc.) generó que la desconfianza de los comerciantes frente a lo público y los procesos organización social a nivel general, se objetivara en percepciones y prácticas sociales apáticas a la organización dentro de la actual plaza de mercado, lo anterior derivó en una pérdida de legitimidad del sindicato como forma histórica de representación.

3.3.1 Campo Social En el campo social evidenciamos que ante la estructuración social de las condiciones de vida de la población de la galería encontramos niveles permanentes de precariedad y vulnerabilidad social en la mayoría de la población, que van desde su afiliación mínima al sistema de salud hasta sus bajos niveles de formación escolar y su inestabilidad socioeconómica, factores que en su conjunto hacen de la población de la galería un nicho social inestable y frágil, el cual necesita niveles de intervención social inmediatos, tal como se había anunciado en el discurso dominante. Además dichas condiciones sociales han contribuido objetivamente en la construcción de un discurso de clase distante de la legitimidad institucional, vulnerable en procesos como la negociación colectiva, en la cual la mayoría coinciden en su valoración negativa de este proceso en la reubicación y configuran planteamientos de desarraigo organizativo el cual imposibilita formas de representación estables para defender los intereses grupales.

Además se puede concluir que al desprestigiarse y perder legitimidad el sindicato como gremio, se empieza a generalizar un descontento organizativo, lo que conllevo a crear vulnerabilidad política en el proceso de negociación, derivando esto en que la percepción poblacional sobre su campo de participación, se redujera a criticas superficiales o estructurales de su inoperancia representativa.

Finalmente ante la configuración de este discurso de clase dominada, que en la práctica termino validando un proceso aparentemente desigual como lo fue la reubicación, evidenciamos como si bien un mayor nivel de vida social no necesariamente garantiza el deber ser una práctica ciudadana, si es claro que las condiciones de vulnerabilidad social consecuencia de niveles de exclusión institucional como el limitado acceso al sistema de salud, el bajo nivel educativo junto con los bajos ingresos económicos de los comerciantes de la galería genera condiciones propicias, para prácticas políticas y organizativas clientelistas y para reafirmar percepciones de desarraigo colectivo y desinterés social por la integración ciudadana, en cuanto a sus reivindicaciones particulares.

3.3.3 Campo Económico En el campo económico en conclusión, evidenciamos como la ciudad auto–gestiona las obras complementarias para que el funcionamiento y la circulación del capital sea cada vez más óptimo, buscando elevar su nivel de competitividad a través de una serie de obras para el buen funcionamiento y movilidad del capital. Dentro de esta tendencia encontramos el caso específico del plan Parcial de Renovación Urbana de la ciudad de Pereira, como una estrategia que permite a las administraciones locales posicionar a la ciudad dentro de la lógica de la competitividad; al cambiar el uso tradicional del suelo urbano propicia la llegada de grandes

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capitales comerciales extranjeros (grandes plataformas comerciales) y modificar las formas económicas tradicionales de carácter más local. Es así como en términos económicos el traslado de la antigua galería, era discursivamente parte de una estrategia de desarrollo y expansión comercial del mercado interno, no obstante al entrar nuevas fuerzas productivas en el mercado local, grandes plataformas comerciales como parte de esta misma estrategia, la economía de la galería por el contrario a lo mencionado por la institucionalidad se ve afecta de manera radical y su posibilidad de competitividad se reduce, lo que hace que entre en una crisis creciente de rentabilidad y una percepción inmanente de incertidumbre comercial sobre su subsistencia o estabilidad a mediano y largo plazo.

de comercialización directas entre la producción rural y la urbana, desplazando de esta función a la plaza de mercado. Este proceso implico una transformación arbitraria de la naturaleza económica de la galería y por ende influyo en la percepción de inestabilidad económica de los comerciantes ante esta inmanente realidad.

La reubicación de la antigua galería define la normatividad institucional hacia el funcionamiento del mercado y las dinámicas productivas del suelo en la ciudad de Pereira, lo que obliga la implementación de la política de reubicación como condición indispensable del modelo de desarrollo urbano de la ciudad. Esto finalmente señala la forma en como se estructura el discurso de la fracción de clase dominante en el contexto de un modelo económico sustentado en el consumo. El advenimiento y la implementación del modelo económico sustentado en los servicios ha implicado la desaparición paulatina del intercambio económico entre los “bienes urbanos” y la “producción campesina” producto de la cada vez menor relación entre el sector primario y secundario de la economía, lo que implica que las formas económicas tradicionales de la ciudad varíen de acuerdo a los contextos de desarrollo de los mismo discursos dominantes, dejando de lado la posibilidad de fortalecer e incentivar las economías tradicionales, ligadas al contexto rural de la región. La galería como forma económica se vio obligada a cambiar la naturaleza de su intercambio productivo (concentrado históricamente en productos agrícolas) y diversificar su mercado, debido a la construcción de circuitos comerciales externos que empezaron a canalizar y abrir líneas

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implicó necesariamente el planteamiento y la ejecución de un plan de reestructuración de la ciudad, tanto en su infraestructura como en los lineamientos económicos y sociales que regirían la vida de sus habitantes. Es así como se diseñó una propuesta de renovación urbana que contaba con la realización de préstamos internacionales y la injerencia de capital financiero proveniente del extranjero para la realización de las obras que contemplaba dicho proyecto de renovación. La construcción del Viaducto César Gaviria Trujillo cuyo costo fue de 36 millones de dólares, obras para la reconstrucción de la ciudad después del sismo, transformación del sector de la antigua galería dedicado al mercado popular en el complejo Ciudad Victoria, así como la aplicación de un proyecto de transporte masivo con empréstitos del Banco Internacional de Desarrollo (BID), hicieron parte de la propuesta de Renovación Urbana de la ciudad de Pereira (Alcaldía de pereira, 2001).

CAPITULO IV CONCLUSIONES 4.1 Consideraciones Finales En la década del ochenta se evidenciaron grandes transformaciones en la economía colombiana como resultado de la implementación de políticas de apertura incluidas dentro del modelo económico neoliberal. A partir de entonces algunas ciudades colombianas de las que hacía parte la ciudad de Pereira transformaron sus características económicas en consonancia con las políticas nacionales que se trazó el gobierno central. Un gran porcentaje de las pequeñas y medianas industrias de Pereira y Dosquebradas se convirtieron en subcontratistas de capitales extranjeros obligando a sus trabajadores a engrosar las filas de desempleados, empleados informales o desplazados por condiciones económicas. La industria de confecciones Valher es un ejemplo emblemático del colapso económico por ajuste forzado a las tribulaciones del modelo neoliberal.

Se construyó entonces un discurso de desarrollo consignado en el denominado Plan de Desarrollo de la ciudad de Pereira, que desde la administración municipal apelaba a revivir el espíritu comercial que ha signado la ciudad desde sus inicios. Un discurso sustentado en la economía de consumoy no de producción- como el modelo económico más idóneo para superar el declive de la economía. Un modelo de desarrollo basado en el consumismo implicó necesariamente la trasformación de la infraestructura de la ciudad direccionada a la construcción de centros comerciales como supuestos focos de progreso.

Por otra parte, el ocaso de la economía cafetera estuvo dado por el rompimiento de los pactos del café, utilizado por la clase económica y política dirigente como el argumento más fuerte para sostener la necesidad de proponer alternativas distintas al desarrollo de un mercado local fuerte basado en capitales locales y nacionales. Lo anterior da al traste con la apuesta del gobierno nacional por la implementación del neoliberalismo como proyecto salvador de la economía de las regiones, basado fundamentalmente en la apertura indiscriminada de las fronteras a los capitales extranjeros como supuesto garante de salvación de la resquebrajada economía cafetera.

El proyecto de renovación urbana, en consonancia con el modelo de desarrollo a partir de la economía de consumo, se concibió y registró en el Plan de Desarrollo 2001-2003 donde se plasmaron los ejes considerados prioritarios: “Dignificar la vida de los habitantes de Pereira, refundar la ciudad y consolidar la gobernabilidad” (Alcaldía de pereira, 2001). Los ejes y programas fueron ejecutados a partir de Planes Parciales que fungían como instrumentos estratégicos complementarios a las

Aunado a lo anterior, el sismo de 1999 que afectó fundamentalmente el Eje Cafetero fue otro detonante de la crisis económica. Tal sismo

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disposiciones del Plan de Ordenamiento Territorial.

en el sector de la anterior la Plaza Central o galería, desplazando con ello a los locatarios y demás trabajadores a otro lugar de la ciudad para que no interfirieran con proyectos significativos para el desarrollo económico; igualmente, los campesinos que comerciaban sus propios cultivos en la galería se vieron desplazados por una nueva clase de agente, los intermediarios. Sin embargo los proyectos de renovación del centro se iniciaron décadas atrás cuando se hizo evidente el problema de deterioro social que presentaba el sector.

La administración municipal utilizó en su discurso de desarrollo, el eslogan “Pereira, misión de todos” para movilizar al ciudadano común frente al proyecto renovación urbana y “hacer ver y hacer creer” la urgente necesidad de cambios tanto físicos como sociales y económicos en la zona, con el propósito de “refundar ciudad” y así promover su agenda de gobierno; en otras palabras, lo utilizó como una forma de dominación simbólica que pretendió persuadir a las mayorías de la población para que le otorgaran legitimidad a dicho proyecto; La legitimidad implica, aceptación, reconocimiento, validación de lo que la clase política impuso sin previa consulta a los ciudadanos de Pereira.

El modelo de desarrollo puesto en escena por parte de las administraciones locales estableció la reubicación de la antigua galería como una prioridad política para los intereses de la ciudad y como una alternativa económica para la población de la zona, no obstante el desarrollo de cada uno de los campos mencionados el social, el económico y el político, da cuenta de cómo dicha reubicación responde indiscutiblemente al primer enunciado. Cuando se examina con precisión el mejoramiento de la calidad de vida en el campo social evidenciamos que no se cumple dicha expectativa enunciada ya que la situación social de la población de es muy vulnerable y precaria en la prestación de algunos servicios. Igualmente pasa en el campo económico donde la situación de rentabilidad real y percibida por la población indican una fuerte crisis comercial para el sector, lo que no corresponde con el discurso fundante de la institucionalidad cuya naturaleza implicaba el mejoramiento de la economía de la población de la galería. En el espectro político vemos como la institucionalidad no intervine ante la crisis organizativa de la población y por el contario legitima dicho conflicto para favorecer una interlocución débil y una negociación pasible que no se oponga de forma expresa al proceso de reubicación, si bien es cierto que la institucionalidad buscaba implementar el plan de renovación urbana bajo un precepto de conciliación, en alguna medida se pasa por alto dicha noción negociadora y termina atizando los conflictos internos en la organización de la galería, para poder imponer criterios de

Una de los sectores caracterizados, según la administración, por el deterioro físico y socioeconómico y que requería de modificaciones sustanciales en el uso del suelo y de las construcciones fue el sector de la antigua Galería (Calles 15, 16, 17 Carreras 9, 10, 11) convertido en uno de los focos de concentración de los cambios que se proyectaban para la ciudad en el Plan Parcial de Renovación Urbano denominado “Ciudad Victoria”, que incluía la demolición de la antigua galería, la construcción sobre sus ruinas de los Centros Comerciales Victoria y Éxito, y la reubicación de quienes habitaban este espacio marginal de la ciudad en bazares populares para intentar subsanar la pérdida de sus trabajos en la antigua galería y en los barrios periféricos de la ciudad con la pretensión de reubicarlos en un lugar que debía convertirse en nuevo hogar, nueva morada de asentamiento de percepciones, imaginarios y representaciones de mundo y de ciudad. El proceso de renovación del centro de Pereira fue entonces, una estrategia que visibilizó las apuestas que se realizaban en torno a la economía de consumo dentro del campo económico, razón por la cual se priorizaron las grandes plataformas comerciales con sustento en el capital internacional. Estas propuestas trasformaron en gran parte el uso del suelo y las relaciones sociales que se establecían

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negociación deterministas, que no encontraron ningún tipo de contravención.

de nuevas políticas públicas que estén orientadas a pensar y planear el desarrollo en términos económicos, políticos, sociales y culturales; esto es, una visión de desarrollo en procura del mejoramiento de la calidad de vida de los hombres y las mujeres que habitan la ciudad y, por tanto, de la búsqueda incesante del bienestar económico y social para la mayoría de la población.

Los aspectos mencionados evidencian una falta de coherencia política y administrativa entre el discurso de clase de la fracción dominante y el discurso configurado por la fracción dominada, que fundamentalmente enuncia la contradicción entre los postulados iníciales del proceso de reubicación y la implementación del mismo en el contexto local. Finalmente, este trabajo deja abiertas múltiples aristas de investigación frente al desarrollo regional, su articulación a las dinámicas globales, y las repercusiones económicas, políticas y sociales que ha traído consigo. Consideramos que es un insumo fundamental para los estudios regionales, dado que es una de las pocas investigaciones que se han realizado en la ciudad sobre la relación entre el campo económico y el campo político y sobre los discursos dominados y dominantes construidos en torno a éstos. Es así como desde una perspectiva teórica novedosa, que constituye uno de los valores agregados de la investigación, se dio cuenta de las representaciones, disposiciones y prácticas ( habitus) de los agentes dominantes en los campos mencionados, pero también de las percepciones y práctica de los agentes dominados. La investigación significó el cotejo entre una visión oficial triunfalista del modelo de desarrollo y una visión subalterna de las implicaciones económicas y políticas de su implementación. Dejamos, entonces, un registro de las versiones invisibilizadas por los discursos de la administración municipal y un análisis académico de lo que esas versiones representan en términos del cuestionamiento de los planes de desarrollo y de su coherencia con las necesidades económicas, políticas y sociales de la población regional. La investigación abre nuevos horizontes para el análisis de la realidad nacional, regional y local desde los espacios académicos, pero también es un diagnóstico que debe ser tenido en cuenta en los espacios gubernamentales para la construcción

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