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artes y oficios
CUBIERTA
EL TORNO
Tras una breve introducción histórica, los capítulos sobre materiales y herramientas, así como los dedicados a las técnicas básicas y la descripción paso a paso del uso del torno en diferentes proyectos cerámicos, completan este volumen en el que se describe tanto el torneado como el pulido, considerado este último como indispensable en la elaboración
EL TORNO Barbaformosa
EL TORNO
A O EL TORNO
de objetos por el ceramista. El lector encontrará, de forma ordenada y con un método claro y conciso, los conocimientos indispensables tanto para el que se inicia en el oficio de tornear las piezas cerámicas como para el profesional avezado.
La técnica y el arte del torno explicados con rigor y claridad
ISBN 978-84-342-2197-0
www.parramon.com
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colección artes y oficios
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El Torno
INTRODUCCIÓN, 6 HISTORIA, 8
Dirección editorial: María Fernanda Canal
Textos: Barbaformosa
Realización de los ejercicios: Barbaformosa
Diseño de la colección: Josep Guasch
Maquetación y compaginación: Josep Guasch
Fotografías: Gabriel Serra
Ilustraciones: Louise Sylvester Toksvig
Archivo ilustración: Ma Carmen Ramos
1a edición: agosto 1998 © Parramón Ediciones, S.A., 1998 Gran Via de les Corts Catalanes, 322-324 08004 Barcelona (España)
Dirección de producción: Rafael Marfil ISBN: 84-342-2197-7 Depósito legal: NA-1.571-98 Impreso en España
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra mediante cualquier recurso o procedimiento, comprendidos la impresión, la reprografía, el microfilm, el tratamiento informático o cualquier otro sistema, sin permiso escrito de la editorial.
Sum
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MATERIALES Y HERRAMIENTAS, 12 La arcilla, 14 El torno, 17 Las herramientas, 20
TÉCNICAS BÁSICAS, 26 Amasar el barro, 28 Cantidad de agua necesaria para tornear, 32 Centrar el barro, 35 Los soportes, 44 Pulir con hormas, 46 Bocas y bases paralelas, 54 Recuperar el barro, 56 Los defectos en el torno. Cómo solucionarlos, 58
ario
PASO A PASO, 66 El bol, 68 El cilindro, 78 Los jarros, 84 Los platos, 94 Las cazuelas, 106 Las copas, 110 Jarros de dos piezas, 116 Los centros, 124 Potes con tapa, 142 GLOSARIO, 158 BIBLIOGRAFÍA Y AGRADECIMIENTOS, 160
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Recuperar el barro l material básico para tornear es el barro. Si se quiere trabajar correctamente debe aprenderse a conservar la arcilla. Siempre que se tenga barro demasiado mojado o demasiado seco se recomienda encontrar el punto justo de dureza mezclándolo, de esta forma se evita que pierda plasticidad. Cuando se intenta realizar un ejercicio y no se consigue debe analizarse el barro con el que se trabaja. En algunos casos, es conveniente utilizar uno un poco más blando, como por ejemplo durante el centrado si no se consigue centrar. En otros casos se puede usar uno un poco más duro, como por ejemplo cuando se trabaja durante mucho tiempo el barro al hacer boles a la pella, por falta de práctica. Nunca se debe utilizar el barro que se usó el día anterior. Se recomienda utilizar la mitad nuevo y la mitad usado, debido a que el principiante estropea mucho el material. Estas observaciones ayudarán a pensar en la calidad de la arcilla, ya que a lo largo del trabajo va cambiando y no se sabe cuál es la dureza ideal.
E
Guardar el barro después de trabajar Según como se ha trabajado debe guardarse el barro. Si el barro que se compró está duro se puede mezclar con el blando y si está blando se dejará secar para que esté en buenas condiciones en el momento de tornear. Si ha de mezclarse barro duro y blando es mejor
cortarlo a rebanadas e intercalarlo. A continuación se tapa, para que la próxima vez sea más fácil amasar y quede bien homogéneo. Tan importante es guardar correctamente el barro después de trabajar como mantenerlo ordenado a lo largo del trabajo. Según el trabajo que se realiza en el torno se tiene un tipo u otro de barro.
1. Si se ha estado centrando, habrá barbotina en el borde de la palangana y otra barbotina con grumos sobre el torno. Además si se ha intentado hacer alguna pieza también habrá trozos de piezas rotas. El barro de las piezas rotas se junta con el que tenemos para trabajar. La barbotina con grumos se deja sobre un ladrillo durante un día, después ya podrá mezclarse con el barro que tenemos para tornear. Si el barro que se utilizó para tornear era duro se puede juntar a la barbotina con grumos al finalizar el trabajo.
2. No debe tirarse el barro dentro de la palangana porque pierde plasticidad cuanto más se moja y se seca.
Qué hacer cuando el barro está demasiado húmedo para tornearlo Si el barro que se ha utilizado para tornear está demasiado húmedo y no se puede mezclar con otro más seco se dejará secar.
3. Si se pule debe ordenarse el barro a lo largo del trabajo. El barro que se corta del contramolde se puede poner sobre un ladrillo para que no se junte con el barro de pulir. Al finalizar el trabajo se mezcla con el de la horma; si se ha secado demasiado se le hacen agujeros con el punzón, se pone un poco de agua en el interior y se tapa. El barro semiseco de pulir debe guardarse aparte y dejarlo secar completamente para recuperarlo. Cuando se tiene una cierta cantidad se recupera para volver a utilizarlo. El barro se recupera siempre, nunca se tira.
1. Algunas veces, amasando el barro húmedo sobre la mesa y desplazándolo de un extremo al otro, puede endurecerse, ya que la madera absorbe el exceso de agua del barro.
2. Si a pesar de todo, la mesa sigue pegajosa y no puede amasarse correctamente, se recomienda hacer churros o arandelas. 4. Si el barro tiene grumos se amasará más detenidamente. Con la palma de la mano presionando hacia delante y al mismo tiempo hacia la mesa, se desplaza el barro. Si hay algún grumo o piedra se detecta fácilmente y se quita. 3. Se colocan sobre la mesa y se dejan secar unas horas o un día entero. Dependerá de la temperatura ambiente y del grueso de los churros que puedan utilizarse enseguida. No debe amasarse el barro sobre una superficie de yeso para que absorba el exceso de agua. El yeso deteriora el barro haciéndole perder la plasticidad y lo agrieta fácilmente.
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Técnicas básicas
Recuperar el barro cuando está totalmente seco Cuando se tiene bastante barro seco o semiseco, éste debe recuperarse. Para realizar la operación con el esfuerzo mínimo es necesario que el barro esté completamente seco, si no es así se pone en el suelo sobre un papel de diario o plástico para que no se ensucie y se deja secar. Si se pone al sol el proceso es más rápido y una vez seco se recupera. El barro recién recuperado debe dejarse reposar como mínimo un mes, aunque lo ideal serían tres o cuatro meses. Si el barro se ha de guardar mucho tiempo, es mejor hacerlo cuando esté más húmedo de la cuenta. Si el barro reposa un tiempo se pudre y se vuelve más plástico. Las manchas de moho no perjudican el barro, al contrario le dan plasticidad.
1. Se mete el barro en un recipiente procurando no llenarlo más de las tres cuartas partes.
4. Se ponen unos ladrillos haciendo un cuadrado sobre una superficie lisa.
2. Se llena de agua hasta cubrirlo todo más 2 cm, y se deja reposar un día o un mínimo de 4 horas.
3. Al día siguiente se remueve con un palo y se deja reposar de nuevo. Sin moverlo se vacía el agua sobrante. Si se recuperó cuando no estaba totalmente seco, debe pasarse por la batidora, o de lo contrario tendrá grumos una vez recuperado. Una pieza tipo hélice añadida al taladro es suficiente. Si el barro que se ha recuperado puede guardarse durante un tiempo, los grumos acostumbran a desaparecer.
5. Se coloca un trapo, que no sea de algodón, porque se pudre con la humedad y se echa el barro en el interior.
6. Se nivela y se reparte el agua que hay, de forma que todo tenga el mismo grado de humedad; luego, se deja secar. 7. Pasados unos días, cuando el barro empieza a cuartearse, se marca con un palo haciendo una cuadrícula. De esta forma el barro no se cuartea y se va secando.
8. Para acelerar el secado final se pueden poner los trozos de lado.
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El cilindro
Estructuras cilíndricas La estructura cilíndrica es el volumen base para realizar en el torno una gran cantidad de piezas. Se recomienda practicarlo con más o menos barro, siguiendo las diferentes formas de centrado y abertura del barro (véase “Centrar el barro”, págs. 35 a 43). No se trabajará más de 30 minutos en la realización de este volumen, a partir de este tiempo las piezas tienen tendencia a bajar en vez de subir.
䉱 1. Según el tamaño de la pieza que se quiera realizar se centrará el barro de una forma o de otra. Si se quiere hacer una pieza alta y grande el barro se centrará alto. Una vez centrado, se abre con un pulgar y luego con el otro. Se introduce un puñado de barbotina que no tenga grumos y con el puño bien cerrado se mete en el interior de la masa hasta 3 cm de la base.
䉱 2. La base se trabaja con las yemas de los dedos y con el puño cerrado.
䉳 3. Se presiona la arcilla de la base para subirla hacia arriba.
䉱 6. Si la pieza queda excesivamente ancha en la base deberá reducirse. Si se quiere tornear correctamente es necesario dominar este ejercicio. Primero se reduce el cuello intentando dirigir las dos manos hacia el centro.
䉱 4. Se desplazan las manos a lo largo de la pieza en dirección hacia la boca repartiendo el barro. 䉴 7. A continuación se moja el exterior de la pieza con agua desplazando las manos hacia arriba y hacia abajo, así el agua se impregnará en la pieza convirtiéndose en barbotina.
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䉱 5. Se repite la operación tantas veces como sean necesarias hasta regular el barro que forma las paredes.
䉴 8. Se sitúan las manos en la base de la pieza como si se centrara y se desplazan hacia la boca, reduciendo el diámetro.
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Paso a paso
䉳 10. Se puede estirar el barro de dos formas: con las manos paralelas, la mano que está en el exterior se mueve primero hasta colocarse al mismo nivel que la del interior.
䉱 9. Reducido el diámetro, la pieza queda en forma cónica y el barro amontonado y grueso, entonces se debe volver a presionar desde la base hasta la boca para adelgazarlo y trabajarlo perpendicularmente al plato.
䉱 12. No se trabajará el cilindro cónicamente porque no se puede controlar el grueso de la base ni de las paredes. Tampoco se dejarán gruesos de barro en la base. Todo el barro que hay sobre el plato debe formar parte de la pieza y las paredes tienen que ser delgadas. Mientras se trabaja es conveniente observar el perfil de la pieza para ver la forma que se le da.
䉴 11. Con las manos desplazadas. Las manos empiezan a trabajar juntas y la que trabaja en el exterior queda más baja.
䉲 13. Una vez finalizada la pieza se corta la boca paralela al plato. Si se desea una superficie lisa se le pasará una herramienta. Se deja secar y se pule la base si se desea.
䉱 14. Otro sistema de subir el barro consiste en presionarlo con la tiradera. Éste es un procedimiento que utilizan algunos alfareros.
䉴 15. Pieza realizada puliendo sólo la base.
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Las cazuelas
15. Cuando la pieza está más blanda que si tuviera que pulirse, se hace una horma.
16. El borde superior se hace más grueso.
17. El canto interior y el resto si se desea se cortan y se secan por la zona que ha de sujetar la pieza.
19. Luego, se moja con cuidado el borde de la pieza y se trabaja.
20. La pared se nivela cortándola con el punzón.
18. A continuación, se centra el volumen boca arriba. 21. Presionando con el índice de la mano derecha en dirección al plato se hace más grueso el borde y se finaliza la pieza.
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22. Si se desea, puede trabajarse el borde estirando el barro hacia la parte superior.
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Paso a paso
23. Se dobla el borde hacia el exterior presionando con los dedos índice y corazón de la mano derecha y al mismo tiempo ayudados por la izquierda. Al doblar el borde se puede acumular algo de aire en el interior, si es así, se pincha con el punzón. 24. Se finaliza dejando el borde más grueso.
26. Una vez finalizada, la pieza no se torneó por la boca al girarla sino que se pulió.
25. Seguidamente, se saca la pieza del torno y se deja secar.
Piezas de la autora hechas según el mismo sistema. Estos volúmenes se realizaron como los anteriores, variando las formas. El borde de esta taza se ha realizado doblándolo como se ha indicado en los pasos 23 y 24.
Otro tipo de volumen.
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Tras una breve introducción histórica, los capítulos sobre materiales y herramientas, así como los dedicados a las técnicas básicas y la descripción paso a paso del uso del torno en diferentes proyectos cerámicos, completan este volumen en el que se describe tanto el torneado como el pulido, considerado este último como indispensable en la elaboración
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de objetos por el ceramista. El lector encontrará, de forma ordenada y con un método claro y conciso, los conocimientos indispensables tanto para el que se inicia en el oficio de tornear las piezas cerámicas como para el profesional avezado.
La técnica y el arte del torno explicados con rigor y claridad
ISBN 978-84-342-2197-0
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