Beas ha contado históricamente con una sola parroquia bajo la advocación del apóstol San Bartolomé. Su construcción se debe, en su mayor parte, a los siglos XV y XVI, como otras muchas iglesias de los pueblos de la comarca. A esta fecha inicial le sucederá un nuevo impulso constructivo en el siglo XVIII, momento en el cual se realizan la nueva y actual sacristía, la torre campanario y el retablo mayor, hoy desaparecido. Finalmente, la última etapa gran etapa constructiva del templo aconteció en siglo XIX, cuando se adosan a la estructura de la iglesia las capillas del sagrario y la de san José. El
Templo
es
un
edificio
construido
siguiendo
las
características de las iglesias gótico mudéjares sevillanas, con planta rectangular, dividida en tres naves y crucero.las naves están separadas por tres grandes arcos apuntados, que sostienen la cubierta. la nave central es más ancha y elevada que las dos laterales, se cubre con una estructura de madera mudéjar, en forma de artesa con tirantes. Sus once pares de tirantes están decorados con unas estrellas de ocho puntas. Las naves laterales presentan unas cubiertas de madera de colgadizo. En la cabecera de la nave mayor se encuentra el presbiterio, cubierto con una bóveda de nervaduras gótica, dividida en dos tramos. Las cabeceras de las dos naves laterales se cubren con sendas bóvedas vaídas.
La iglesia posee dos puertas de acceso. La portada de la nave de la epístola abre hacia la plaza del pueblo, fue realizada hacia finales del siglo XV. La portada que abre en la nave del evangelio es de tractura neoclásica, pudiendo ser fechada en el siglo XVIII. Existió en el templo una tercera puerta de acceso, situada a sus pies, la cual fue cegada en el último tercio del siglo XVIII. Las dos capillas laterales del templo se realizaron a finales del siglo XIX, la dedicada a san José, fue ejecutada en el último tercio del siglo XIX, mientras que la sacramental se confeccionó hacia 1898. La actual sacristía de la iglesia, a la que se accede desde la cabecera de la nave del evangelio, fue trazada a comienzos del siglo XVIII. Con anterioridad la sacristía se encontraba en el cuerpo bajo de la torre-campanario de la iglesia. La torre parroquial es una de las más altas de la provincia. Se compone, como es usual en la comarca del condado, de caña, cuerpo de campanas y capitel, responde al gusto constructivo de finales del siglo XVIII, tras el terremoto de 1755. La fecha marcada en su veleta, 1829, habla, posiblemente, del momento de culminación de su obra.
El contenido de este documento ha sido elaborado por DIEGO LORENZO BECERRIL PÉREZ.