Desde el día 18 de abril del presente año los nicaragüenses hemos vivido momentos trágicos a causa de la represión y violencia desatada en la nación, en contra de ciudadanos que ejercían pacíficamente su derecho constitucional a la protesta, por órganos para-policiales, fuerzas irregulares y partidarios armados. A partir de esa fecha hasta el mes de noviembre de este año, han sido asesinadas según cifras brindadas por organismos de derechos humanos nacionales e internacionales entre 325 y 545 personas, detenidos de forma arbitraria e ilegal más de 600 ciudadanos, un sinnúmero de desaparecidos y heridos, es de hacer notar que entre los fallecidos hay 25 niños y adolescentes. En virtud de la represión, persecución e intimidación de que han sido objeto miles de compatriotas, muchos incluso hasta junto a su familia se han visto obligados a abandonar el país, exiliándose en otras naciones y viviendo en albergues provisionales.