CAMINO AL ARCOÍRIS
Camino al Arcoíris
Mª José Pastor Martín de Vidales Ilustraciones: J. Lledó Guerrero
Per a tu, Iris
Una mañana de primavera Iris se despertó con el sonido de las gotitas de lluvia sobre el cristal de su ventana. —¡Mami, mami! Está lloviendo.
De pronto el sol empezó a asomarse entre las nubes. —Mira Iris —dijo su mamá—, mira allí en las montañas, ¡es el arcoíris! La pequeña quedó asombrada con aquella cinta de colores que adornaba el cielo. ¡Era precioso!
“Quiero ir a ver el arcoíris”, pensó. —¿Sabéis vosotros dónde está el arcoíris? —preguntó a sus gatitos. —Está muy lejos lamiéndose una pata.
—dijo
—Dicen que se esconde montañas —añadió Nube.
Ágora en
las
Al día siguiente Iris y sus papas se fueron a visitar a los abuelos. Al llegar, la perrita Dama les esperaba muy contenta. —Hola Dama —dijo Iris— ¿tú sabes cómo puedo llegar al arcoíris?
—Una vez, alguien me dijo, que está en el interior de la selva… —contestó Dama. Iris pasó todo el día pensando y al final decidió emprender una gran aventura. A la mañana siguiente preparó su mochila y empezó su excursión.
Cruzó toda la ciudad y llegó por fin a la selva. —¡Qué bonito, cuántos árboles! De pronto apareció un elefante. —Hola pequeña, ¿qué haces aquí tan sola? —Estoy buscando el arcoíris ¿sabes dónde está? —Yo no lo sé, pero el mono Lolo lo sabe todo. —¿Y dónde está el mono Lolo? —Te llevaré con él si sabes decirme qué sonido hacemos los elefantes. —PRRRRRIIIIUUUUU —exclamó Iris.