Desde la luz y las sombras by Pasionporloslibros

Desde la Luz Sin medias palabras y las Sombras MarĂa JosĂŠ Porrero Bienvenido

Desde la Luz y las Sombras María José Porrero Bienvenido

Edita:

I.S.B.N.: 978-84-16174-08-9 Impreso en España Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación ni de su contenido puede ser reproducida, almacenada o transmitida en modo alguno sin permiso previo y por escrito del autor.

Mi cariño a los que ya no están. La hija de una amiga, con la espontaneidad que solo tienen los niños, los denomina “hadas” y “duendes”.

ÍNDICE Introducción ............................................ 7 Capítulo I

Fenómenos paranormales ...................... Perceptibilidad .................................. Concurrencia .................................... Mundo invisible ................................ Tránsito ........................................... Comunicación telepática .................... Inverosimilitud ................................. Desdoblamiento y viaje astral .............. Sobrenatural ..................................... Preexistencias ................................... Irresoluble ........................................ Regresión bajo hipnosis ......................

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Capítulo II

Vidas anteriores y regresiones ............... 57 Capítulo III

Existencias diferentes ............................ 65 Capítulo IV

Esencias y energías ................................ 79 Capítulo V

Percepciones .......................................... 89 Epílogo .................................................. 97

Introducción ¿Es la actitud de agnósticos o creyentes la que nos coloca por un lado enfrentándonos y por otro conformándonos? Parece que el trato que se dispensa a algunos temas como la reencarnación, regresiones, existencias diferentes, otras formas de energía, etc., sea un tanto arcaico. Damos credibilidad a todo en lo que ciencia e investigación han tomado parte y avanzado, pero no laboramos lo suficiente con nuestro progreso espiritual, que se retrasa haciendo más difícil su caminar. Llegan palabras y textos con idéntico significado… mientras tanto, la vida sigue su curso en una inercia que nos conduce a un deterioro colectivo. El entendimiento, aun sin quererlo, nos lleva a cuestionar lo establecido y, por su-

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puesto, a ser crítico. Cuando decidí dar forma a este libro, tenía muy claro el trabajo a realizar. Una vez terminado, he podido comprobar que, quizás consciente o inconscientemente, tan solo he plasmado una pequeña parte de lo previsto. De todas formas, confío que su lectura tenga fundamento suficiente y sea de interés para quienes tienen inquietudes por conocer lo que podemos encontrarnos tras la última etapa, y también a los que aceptan la existencia terrenal como algo con principio y fin, sin tan siquiera ser tocados por la duda. Siempre me he opuesto al hecho de acotar cualquier periodo de tiempo pues lo entiendo con una continuidad eterna; para ponerle límites, ha de haber causas y justificaciones extraordinariamente importantes y necesarias. No obstante, sigo percibiendo al mundo como un gran objeto sin cambios porque evoluciona con demasiada lentitud. Me resisto a toda inercia que suponga un desarrollo vegetativo de la mente; por tanto, no concibo tanta negatividad y hermetismo en los cere8

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bros; esto nos lleva a comportarnos como personas con usos y costumbres siempre recurrentes, anclados en el pasado y sintiéndonos seres desconocidos hasta para nosotros mismos. “¡Hay mucho por hacer; el dilema es... ¡cómo empezar!”

Fenómenos paranormales “Conjeturas sobre circunstancias inexplicables para la ciencia que conocemos”

PERCEPTIBILIDAD

En Aragón, allá por el siglo XIV, aunque es

difícil precisar una fecha concreta. Gracias a determinados datos y circunstancias en las que se basa, tales como formas de vestir, comportamientos, incluso ese entorno donde se ven ubicadas, facilitan fijar una cronología en los hechos. En la época mencionada, un joven de acaudalada familia quedó huérfano; asesinaron a todos los suyos, sin excepciones. Al día siguiente, un pelotón de soldados entró en la mansión y vio los cuerpos ensangrentados. Fue el capitán quien encontró en una de las habitaciones a este chico que estaba sentado en una mecedora... 11

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se balanceaba con la mirada perdida en la lejanía, dejando patente su tristeza. El hombre se arrodilló, le cogió de las manos intentando transmitirle valor, al tiempo que trataba de conocer lo sucedido. Rodrigo, así se llamaba, contó cómo habían abierto de forma violenta la puerta de la habitación, con sus espadas rasgaron cortinas y tapices, después levantaron la tapa del arcón y revolvieron en su interior, buscaron debajo de la cama, hurgaron en la escribanía… Una vez terminada aquella tropelía, marcharon. – ¿Dónde os encontrabais? – En mi lecho; me despertaron unos gritos y sollozos… al incorporarme miré a aquel hombre, pero este no parecía verme. ¿Qué sucedió para que los asesinos no percibiesen su presencia y fuese el único superviviente de tanto horror, ya que también habían desvalijado otras mansiones de familias de alto abolengo, matando a sus moradores? Fueron muchos los que perecieron a manos de aquellos desalmados. En estado de hipnosis, se ha contactado con entes que hablan de existencias anteriores 12

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que tuvieron, y espíritus avanzados de los que, sin darle ninguna importancia, se comenta cómo algunos tienen capacidad para hacer desaparecer objetos e incluso personas; aunque siguiesen estando en idénticos lugares, el ojo humano, en esos instantes, sería incapaz de detectarlos. Intuye que vivió en Escocia durante la primera mitad del siglo XV. En sus recuerdos, aparecen flashes de un castillo desde cuyos torreones y almenas se podía ver el mar. En esas imágenes, a la entrada, aparece un gran puente de madera por donde pasan personas, carros y caballos; estos últimos, con sus herraduras emiten un sonido muy peculiar. Una vez cruzadas las enormes puertas, tuvo la sensación de encontrarse dentro de un pueblo rural amurallado y le sorprendió la actividad de los artesanos y en particular de los herreros. En algunos edificios de su interior había grandes salones iluminados a través de enormes vidrieras, donde se organizaban fiestas interminables que empezaban a la caída del sol y aún continuaban cuando la esfera luminosa volvía a salir... Personas, aparentemente dormidas, en posturas increíbles por su incomodidad… 13

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Recuerda ver a un hombre al final o al principio de un banco de madera; con la cabeza y el medio tronco superior del cuerpo inclinados hacia el suelo... en esa posición poco tiempo puede alguien mantenerse, a no ser que esté muy borracho o ya cadáver. Bebían y comían, también hablaban y reían de forma estrepitosa… De vez en cuando alguien desenvainaba su espada haciendo correr la sangre, y con gran rapidez los fieles criados se afanaban por limpiar el escenario de tales escaramuzas; entre ellos se mataban sin pudor y sin mala conciencia... quizás fuera lo habitual; con toda probabilidad, el paso de los vikingos por aquellas tierras había dejado su huella. Al atardecer la acostaban dos mujeres, una de las cuales debía ser la madre, por la forma de tratarla, y la otra un familiar más alejado, pues vestía ropas más austeras. La instaban a dormir amenazándola, si no lo hacía, con cerrar la puerta con llave… Entonces, como respuesta, empezaba a dar saltos y gritos… Ya más tranquila, le besaban en las mejillas, peinaban un poco sus cabellos, la arropaban y marchaban. Supone que alrededor de la media noche bajaba de la cama, cubría 14

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su cuerpo con una especie de abrigo de piel de pelo largo que arrastraba por aquél suelo de piedra, calzaba unas botas de igual tejido y salía de allí por unos corredores sinuosos; bajaba unas largas escalinatas hasta llegar a un pequeño rellano desde donde comenzaba a oír murmullos; aún el recorrido no había terminado... se adentraba por otro pasillo abierto con arcadas y ya, en ese punto, podía observar lo que más abajo estaba sucediendo: se servían animales cocinados, todavía humeantes, y lo partían con sus propias manos; comían con voracidad, las jarras de vino regaban la larga mesa, los hombres vociferaban, el sonido llegaba a ser ensordecedor... todo era muy bárbaro. Ella no sentía temor, sí mucha curiosidad... Permanecía en aquel lugar hasta que el sueño comenzaba a vencerle, volviendo a desandar el camino sobre sus propios pasos hasta llegar de nuevo a sus aposentos. Una noche comprobó algo a la luz de las antorchas de los pasillos; conforme se iba acercando, una parte del mismo se encontraba más iluminada, a causa del suave resplandor que provenía de un portón abierto. Vio a un hombre mayor que abrazaba a una chica mientras esta forcejeaba tratando de 15

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separar su cuerpo de aquel otro; el viejo la tiró al suelo y levantó su falda con intención de forzarla sin conseguirlo ya que en una de las vueltas por el pavimento logró zafarse, viendo con horror que este tenía una flecha clavada en el cuello. Se levantó y en ese instante, descubrió a la adolescente, se miraron... La joven suplicó – ¡Por favor, no comentéis nada de lo que hayáis visto! – Podéis estar tranquila, pero hay algo que me sorprende... ¿Quién ha lanzado la saeta? Ella negó con la cabeza y siguió insistiendo. – ¿Sabréis mantener el secreto? – Sí, por supuesto... Ahora necesito que me ayudéis a salir de este lugar... Ni tan siquiera sé cómo me llamo. – Sois Margaret Cameron, la hija del señor del castillo. – ¿Sabéis cuantos años he cumplido? – Puede que sean once, y contestando a vuestra pregunta anterior es imposible abandonarlo; habéis de saber que fuera y hasta muchas leguas de donde nos encontramos, tan solo hay dolor y miseria? ¿Me prometéis 16

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que jamás diréis nada de lo ocurrido aunque sea imposible sacaros de aquí? – Tenéis mi palabra... soy escocesa... y esbozando una leve sonrisa dijo? También francesa y española. – Lo decís con orgullo, aun cuando ambos países nos han declarado la guerra. – Son cosas mías... no le deis importancia. Siento que mi patria es el mundo. ¡Cerrad la puerta...! Me marcho a dormir; mañana creeré que todo ha sido un espejismo y hasta puede que nunca volvamos a coincidir.

CONCURRENCIA Viena... Otro caso singular… Lloraba desconsoladamente mientras corría despavorida por la casa buscando a su madre, –¡Mami...! ¡Mami...!– cuando la encontró, se abrazó a ella. – ¡Arlet...! ¿Qué sucede? – Siento dolor en el corazón... Acabo de verme como si fuese mayor y un señor trataba de abrazarme; me dijo: “Soy Joseph... Joseph Lanner, ¿No me conoces?” Conmocionada, seguía preguntando 17

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– “¿Quién es ese hombre? He sentido una gran consternación y tristeza, hasta el punto de no saber si lloro por su visión o porque he dejado de verle” Durante un tiempo, siguen los vagos recuerdos e intuye haberlo conocido... Son flashes... los ha tenido a lo largo de su vida y le han hecho pensar que alguna vez estuvieron unidos y algo muy valioso recibió de él. Aquella existencia ha dejado de pertenecerle y aunque quiere, le es imposible retornar al pasado. Hoy han coincidido increíbles sensaciones y extraños sucesos en los que el “Vals de la Coronación”, la imagen del compositor y su apellido, la han llevado a la Viena de 1834. Se ve ubicada en un cementerio; no tiene la menor duda que aquella mujer enlutada con un gran velo es ella; hay muchas personas y todas le dan el pésame. A su lado, un hombre la sostiene por la cintura impidiendo que su cuerpo se desplome... se encuentra aturdida. Presiente que es el compositor; más tarde una mujer se le acerca y le dice “su marido fue muy admirado...” saludando a 18

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su acompañante como “maestro Lanner” Deduce de sus lágrimas y su pesar que allí hubo muchos sentimientos imposibles de descifrar ni calibrar. Han pasado los años y hasta ahora no se han dado estas coincidencias. En lo sucesivo, espera no perder ese hilo del subconsciente para hacerlas regresar al unísono, aunque más tarde vuelen como palomas de blancos aleteos. Sabe que rememorará aquella realidad que ahora no entiende, pero que tampoco desea olvidar.

MUNDO INVISIBLE El espíritu de la niña deambula liberado de la materia… Sus familiares ya la dan por perdida, mientras “los otros” la hacen “volver”, logrando recuperar su cuerpo. Cuando de nuevo percibe que se encuentra en la cama, rodeada de sus seres más queridos, no ve a su padre aunque hacia unos pocos instantes había estado con él. Pregunta y pregunta… Le dicen que está en el cielo. Por sus mejillas ruedan las lágrimas mientras en voz baja, casi recita… 19

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“Papá, quiero abrazarte,… aunque hemos estado en el mismo lado, ahora me es imposible encontrarte y es injusto poder rodear con mis brazos a un árbol y a ti no consiga ni tan siquiera acariciarte”. Son muchas las personas que han pasado por circunstancias similares; hay infinidad de relatos que son mirados con escepticismo, quedando todos rotulados como fenómenos paranormales, sin más.

TRÁNSITO La vivienda se convirtió en humo y llamas. La adolescente decía: – “Mamá, déjame entrar… yo sé dónde está” – ¡Hija, es imposible! La chica corría… parecía volar… desapareció. Sus progenitores estaban destrozados de dolor y pena pues el edificio ardía y la joven no regresaba. Fue a buscar todas sus perlas cultivadas, piedras preciosas, jade, cuarzo… las encontró pero en el incidente perdió la vida. Los padres es20