En la lanza está el poder by Pasionporloslibros

Juan Carlos Rodríguez Ortiz Mantengo mi raíz, cubano, nacido el 24 de mayo de 1966. Técnico en medicina nuclear, ingeniero industrial, licenciado en ciencia, máster en gestión y dirección de empresas audiovisuales, compositor, escritor y cineasta.

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ ORTIZ

I ·EN LA LANZA ESTÁ EL PODER

Edita:

I.S.B.N.: 978-84-16846-22-1 Impreso en España Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación ni de su contenido puede ser reproducida, almacenada o transmitida en modo alguno sin permiso previo y por escrito del autor.

ÍNDICE

El nacimiento de CAYO................................................. 7 Doce hermanos.............................................................. 9 Pasados cinco años........................................................ 11 ADRIANO prefiere no interrumpir ............................. 13 El encuentro de CAYO y su cuñado.............................. 15 El padre de CAYO pide un favor a HELIOGÁBALO..... 19 CAYO y su táctica militar.............................................. 21 La despedida de CAYO.................................................. 27 CAYO LONGINOS recién llegado al ejército................ 31 CAYO LONGINOS en el ejército................................... 35 La visita del padre de LONGINOS a TIBERIO............. 41 Arrestado HELIOGÁBALO en la cabaña de CAYO ..... 53 El joven CAYO recibe la visita del general SERVIUS... 57 CAYO es ascendido a centurión.................................... 61 Juicio de HELIOGÁBALO en el senado....................... 65 La despedida de CAYO y HELIOGÁBALO................... 85 TIBERIO quiere conocer a CAYO ................................. 89 Partida del ejército........................................................ 97

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EL NACIMIENTO DE CAYO

En la pequeña ciudad de LANCIANO, en el seno de una familia muy rica, desde los inmensos muros de la enorme casa se escuchan unos fuertes gritos, los gritos son de una mujer que trae a su hijo al mundo, seguido se escucha el llanto del niño que acaba de nacer, es domingo 5 de abril del año 5 en la antigua Italia. En las afueras de la ciudad vive la familia del señor ADRIANO LONGINOS; es una casa muy grande y hermosa; una de la mejores construidas de aquellos tiempos. Su esposa AURELIA, una vez más, es bendecida con la gracia de concebir y traer al mundo otro hijo. Este pequeño que acaba de nacer es el número doce de la acomodada familia ya que en aquellos tiempos muy poca gente tenía la dicha de tener la riqueza poseída por esta familia. ADRIANO es un hombre de unos cincuenta y nueve años. Es blanco y sus ojos son negros. Es alto y delgado y de muy fuerte temperamento. La riqueza la adquirió desde muy joven. Primero fue agricultor Lo cual le permitió con el tiempo ser ganadero y así se convirtió en uno de los mayores ganaderos de ganado bovino de Italia. Su esposa AURELIA tiene treinta y nueve años, es

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una mujer blanca, de pelo negro muy largo, ojos verdes, bajita, delgada pero de hermoso cuerpo. Sus padres también eran muy ricos gracias a esto fue por lo que obtuvo tal privilegio de ser la afortunada esposa de ADRIANO, uno de los hombres más poderosos y ricos de Italia. De aquí es la descendencia del nombre del niño que acaba de nacer del padre de AURELIA, nombrándole igual a su padre: CAYO; el apellido de la madre: CASIO y el del padre ADRIANO LONGINO. En estos tiempos los matrimonios concebían muchos hijos siempre que fuese permitido por el padre de familia, pero para el matrimonio de esta familia tan rica la decisión de tener muchos hijos es debido a su nivel de vida, aunque es muy cierto que entre ADRIANO y AURELIA existe una gran pasión de amor fugaz.

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DOCE HERMANOS

El mayor de estos doce hermanos se llama PESENIO. Tiene veinte años. Está casado con una muchacha de la jerarquía y ya tienen un hijo. Es quien ayuda a su padre con la extensa contabilidad. Estudió matemáticas con una de las mejores formaciones dentro de este área. Le sigue una hermosa joven de unos dieciocho años llamada AUFIDIA. También está casada con el administrador de una de las más grandes ganaderías de ADRIANO LONGINOS. A pesar de tener una muy corta edad tiene dos hijos. Seguida por MACRINO de 16 años. Estudia, pero también ayuda a su padre un poco con la actividad del ganado. Después viene ACUILIA de 15 años: estudia y ayuda a su madre a atender las labores de la casa y la servidumbre. Posteriormente va CLAUDIA de 13 años, CORNELIA de 11 años, CLODIO de 10 años, después PERTINAX de 8 años, seguido de COMODO 6 años. Todos estos estudian. Luego va el de 4 años ALEJANDRO, el de 2 años llamado igual que su papá: ADRIANO, y el que acaba de nacer que sólo tiene un día de nacido: CAYO. Cuatro son hembras y ocho varones para la privile-

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giada, rica y acomodada familia de aquellos años. Todos celebraban la llegada de CAYO en la enorme y lujosa casa con un gran banquete: la mesa llena de carne y fruta. Bebían y comían, bailaban su danza favoritas, vestían sus mejores vestimentas, las inmensa mesa llena de platos de cerámica con hermoso y lujoso diseño de oro llenos de todo tipo de la abundante comida. Todos cantan de alegría; consumen muchos vinos y su comportamiento es el de mejor persona de jerarquía de la época.

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PASADOS CINCO AÑOS

Han pasado 5 años, el niño crece y es querido por todos. Sin duda el niño es mimado por todos sus hermanos al igual que los padres. El más pequeño de la casa es un objeto de atracción en toda la alegre y acomodada familia. Pasan 5 años más y el niño CAYO tiene 10 años. Su temperamento parece ser muy parecido al de su padre, no le gustan las bromas. Muy poco o casi nunca juega con los demás niños, es aún pequeño, pero su forma ya refleja en él un carácter muy propio y particular, como que ya se deslumbra la imagen de un hombre de una correcta perfección. Con solo 14 años es quien da consejo a sus hermanos COMODO, ALEJANDRO y ADRIANO que son mayores que él, e incluso un día se enfrentó a su hermano mayor PESENIO por regañarlo de forma espantosa, y sintiéndose muy ofendido no le perdonó su actitud, peleó y lo venció a pesar de su corta edad, porque era muy fuerte y bastante musculoso. Estudió historia en uno de los mejores conservatorios de la época. Tuvo siempre la idea de servir en el ejército, idea que era discutida con mucha frecuencia con su madre… Por

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cierto ese día entró su padre ADRIANO al salón donde CAYO junto con su madre, AURELIA, hablaban del tema: –¡Pero madre, ya tengo 16 años! ADRIANO se detiene y prefiere seguir escuchando la conversación desde donde está, justo en la entrada del salón, casualmente quedando un poco cubierto por una estatua que hay allí. –¡No! Hijo si tú has nacido afortunado. ¿Cuántos desearían tener esta riqueza que tienes? –¡Sí, madre! ¡pero yo hablo de una profesión! Para mí el ejército es muy importante, es lo que siempre he deseado.

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ADRIANO PREFIERE NO INTERRUMPIR

ADRIANO prefiere no interrumpir, está un poco decepcionado porque piensa que su hijo con tanta riqueza tal vez solo deseara tener una buena esposa y una familia, pero al escuchar la conversación nota que es todo los contrario, su hijo tiene otras decisiones sobre su propia vida y muy disgustado abandona el salón sin ser visto. –¿Sabes qué pienso hijo? ¡Tu cuñado te ha influenciado en esto! El cuñado de CAYO y esposo de CORNELIA la hija de la familia LONGINOS se llama HELIOGÁBALO, es guardia hace más de doce años, en su tiempo libre ha ejercitado con muchas técnicas de combate a CAYO, el cual sabe usar muy bien la espada. CAYO CASIO LONGINOS estudia el nivel más alto de aquellos tiempos, es muy inteligente. También es cierto que su interés por el ejército es influenciado por su cuñado HELIOGÁBALO, que en varias ocasiones ha sido regañado por CORNELIA su esposa y hermana de CAYO, por este mismo motivo de la idea de que tan joven su hermano corra los riesgos de entrar en la guardia.

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–¡Sí, madre! no se lo voy a negar, por él es por lo que sé cómo es el ejército. E incluso he llegado a soñar verme al frente de la tropa. –Sé a qué te refieres hijo. ¡Quieres dirigir y formar parte del imperio romano, destruir y empujar a los niños, mujeres y ancianos. –¡No! ¡me refiero a dirigir y estar al frente de un ejército. Su madre poniéndose en pie dice: –¡Pues ve hijo!... Al mismo tiempo se retira con ligero paso, va enojada… Él se queda solo en el inmenso salón. CAYO es muy alto, corpulento, tiene sus ojos verdes y el pelo negro, muy apuesto para un joven de la dinastía, le ha causado pena enojar a su madre, pero es un joven muy decidido, está molesto, por esto prefiere caminar dentro de la inmensa casa, para de esa forma olvidar un poco el enojo causado a su madre.

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EL ENCUENTRO DE CAYO Y SU CUÑADO

Al tiempo que está saliendo del salón se cruza con su cuñado que acaba de llegar y lo está buscando. –¡Por fin le encuentro! Le traigo buenas noticias… CAYO va un poco molesto, pero al ver la alegría en la cara de su cuñado sabe que es lo que está esperando. –¡Diga la noticia cuñado! Los dos sonríen y dice el cuñado: –¡A partir de este momento, pertenece usted al ejército del Imperio Romano!... Un gran y fuerte momento se apodera de CAYO, –¡Mañana tiene que acompañarme! Va a formar parte de nuestras legiones. CAYO abraza muy fuerte a su cuñado y a la vez estrechan sus manos derechas con fuerza. –¡Le estoy muy agradecido, no le defraudaré cuñado! –Esto se merece una copa –dice HELIOGÁBALO.

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