Gusy y Tamara
Carmen Noël Ilustraciones: Esther Pérez
A mis sobrinas, Luna y Marta, por llevarme a conocer el jardĂn secreto . Por su cariĂąo.
G
usy era un gusano pequeñito y juguetón,
que vivía en el interior de la tierra y pocas veces salía a la luz del sol. Como todos los demás gusanos, se pasaba el día excavando galerías subterráneas, revolcándose entre la arena, escondiéndose, subiendo, bajando, deslizándose y restregándose por todos los caminos movedizos que construía. Le encantaba avanzar entre ellos como si fueran gigantescos toboganes que le transportaban aún más hacia el interior de la tierra donde anidaba cada noche para dormir.
Aquellos móviles refugios de arena le divertían muchísimo, tanto, que había días enteros en los que no hacía otra cosa que revolcarse en ellos hasta que, extenuado de tanto subir y bajar, se quedaba escondido, muy quieto, para que alguien de su especie le encontrara. − Mira que eres juguetón, Gusy. No paras. ¿Es que no te hace cosquillas la tierra? ¿Por qué no sales un rato fuera, al exterior, y dejas que te acaricie un poco la luz del sol? − La luz del sol, la luz del sol, − contestaba Gusy − a mí no me gusta la luz del sol, me quema un poco, prefiero las cosquillitas de la tierra, nada de ahí fuera es comparable a lo que tengo yo aquí, ni tan divertido. Y Gusy seguía jugando y jugando, revolcándose y escondiéndose entre la tierra, descubriendo galerías nuevas para investigar.
Había veces, que sí le gustaba salir al mundo de fuera por poco tiempo, y en una de estas veces, se encontró con otro gusano que estaba posado ante una pequeña flor. Cuando fue a saludarle, se dio cuenta de que era casi idéntico a él en color y en tamaño, pero se fijó en que llevaba cargado a la espalda algo grande y bonito que él no tenía. − Hola, gusano ¿qué llevas ahí en la espalda? − le preguntó − yo no lo he visto antes, ¿de dónde lo sacaste? ¿Por qué lo llevas? El gusano de la flor le miró sorprendido y le contestó: − ¿Qué llevo en la espalda? Nada, soy así. Estas son mis alas. Y no soy ya un gusano. Soy mayor y me he convertido en una mariposa. Por eso llevo mis alas. Gusy no entendía nada.