Título: La Piedra De Gareth © Textos e ilustraciones: Lomba Balom
Edita:
I.S.B.N.: 978-84-16174-25-6 Título Original: La chica Aventura. R.P.I. B-29779 / 1998 Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento o sistema de reproducción, sin permiso previo y por escrito de la autora.
Dedico este cuento a toda mi familia, en especial a dos personas muy importantes en mi vida que ahora están en el cielo y que desde que era muy pequeña me animaron a soñar. A mi mamá Eugenia y a mi hada madrina Isabel, que siempre desprenderán magia en mi corazón.
E
n un hermoso castillo donde los sueños se funden con la realidad, se celebra una gran fiesta en el cual un joven príncipe tiene que escoger una esposa de entre todas las presentes. Entre todas ellas, se halla una joven doncella cuyo nombre es Hazorai. Ésta, desea tanto conquistar el corazón del príncipe Gareth, que a su rechazo, estalla en cólera dejando ver su auténtica apariencia, ocasionando gran asombro entre los invitados, que contemplan ante sus ojos una malvada y ambiciosa bruja. Hazorai maldice y transforma a los moradores del castillo en objetos, animales y plantas; incluyendo al valiente príncipe, convirtiéndole en piedra cuando intenta defenderse y soltando a su vez una horrenda carcajada…. ¡ Ja, ja, ja, ja, ja, ja! Carcajada que retumba en la cabeza de Siena una y otra vez al despertar sobresaltada de su horrible pesadilla. –7–
No muy cerca de allí, en el bosque, un grupo de hadas se reúnen bajo el árbol de la esperanza. –Tenemos que hacer algo, si no será demasiado tarde. –Dice el hada de la Naturaleza, una mujer bajita y regordeta con vestido verde y alas grandes. –¡Tienes razón! –Exclama el hada del Fuego, una señora alta y delgada con las alas pequeñas y traje rojo. –¿Pero cómo? –Pregunta el hada del Viento, una dama bajita y delgada con alas medianas y conjunto blanco. –8–
–Ya lo tengo chicas, no le deis más vueltas. –Interviene el hada del Agua, la más joven de ellas. –Acercaos...
Mientras susurran, la bruja sabe que traman algo, ya que lo ha visto a través de su bola de cristal. Entonces, las hadas deciden escoger para su cometido a Siena, una chica guapa y amable con corazón, valor y coraje. Mientras tanto Siena de buena mañana se dirige, como otras veces, a buscar agua del pozo para su madre, pero se pierde y... –9–
–¿Pero en qué estaré pensando? –Se dice a sí misma: –¡Me he perdido! –Todo va sobre ruedas, chicas. –Comenta el hada del Agua. –¡Nuestro plan ha funcionado! –Indica el hada de la Naturaleza. Mientras, todas se hallan escondidas en los arbustos contemplando a Siena, para saber qué camino escoge de los dos que a pocos pasos de sus pies nacen. –¡Que coja el camino de la derecha! –Dice el hada del Viento. –Es más corto. Las demás hadas se la quedan mirando. –No importa, los dos caminos conducen hacia el castillo. –Comenta el hada del Fuego. –Aunque el de la izquierda tenga más caminata. –¡Qué lío! –Dice Siena. –¡Ahora el camino se divide en dos! La chica se para a pensar cuál de los dos caminos va a escoger… – 10 –
–¡Ay! Me has pisado. –Se queja el hada del Viento. –¡Oh! Lo siento; no te había visto. –Se excusa la del Fuego. –Estamos muy estrechas. –¡Sssssssh! –Dicen las hadas de la Naturaleza y el Agua. –¡Silencio! –¿Quién anda ahí? –Pregunta Siena mirando hacia los arbustos. El hada del Fuego, con su varita mágica, se convierte en ardilla, saliendo de entre ellos. –¡Qué susto me has pegado. –Admite la chica, mirando a la ardilla; se gira y coge el camino de la izquierda. El hada del Fuego se da una pasada con su varita, para volver a ser ella misma, pero a la pobre no le funciona. –Déjame que te ayude. –Se ofrece el hada del Viento, mientras le da con su varita mágica y bromeando con las demás dice: –Ya va siendo hora de que cambies las pilas a tu varita. –Aconseja el hada Naturaleza mientras se va volando… hacia el castillo. – 11 –
Mientras, Hazorai mira a través de su bola de cristal a Siena, que cada vez se acerca más al lugar. –Creo que me divertiré a lo grande. –Dice para sí misma Hazorai. -¡ Ja, ja, ja! –Se ríe a carcajadas. –Hay algo que se ve a lo lejos. –Comenta pensativa Siena. –Parece un castillo.
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