Silencio Jose G. Sunday 2017
Primera publicación en España 2017 Copyright
2017 textos por Jose G. Sunday
Diseño portada por Jose G. Sunday Illustraciones por Jose G. Sunday
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Este libro no podrá ser reproducido Ni total ni parcialmente, por ningún medio Sin el previo permiso escrito del autor. Todos los derechos reservados
ISBN: 978-84-17068-10-3
Silencio es en su esencia una relajada reflexión sobre el ruido, o la falta de silencio, algo que quizás no se percibe en el día a día de un mundo que vive vertiginosamente, y a un ritmo endiablado, donde la comunicación de cualquier tipo, viaja en cuestión de segundos alrededor del planeta. ¿La cuestión es si realmente toda esa creación de contenido ya sea de información o de puro entretenimiento, es relevante? Los textos aquí escritos van acompañados de pequeñas reflexiones de grandes personajes de diversos ámbitos de la cultura o la ciencia. Como siempre he de pedir disculpas al posible lector de mis libros, lo mío quizás no sea precisamente poesía, aunque lo edite bajo esa seña, yo mismo dudo mucho que son, y por eso los llamo textos. La poseía puede ser otra cosa, por tanto, no esperen intrínsecas rimas, o métrica alguna, más que deleitarme en el lenguaje, mi deseo siempre ha sido contar algo, y ese algo se refleja en todo lo escrito hasta ahora. Puedo ser yo, puede ser otro o simplemente el entorno. Les dejo con estos textos y espero no decepcionar en demasía al posible lector. Jose G. Sunday info@josesunday.com Abril 2017
El silencio es el ruido mรกs fuerte, quizรก el mรกs fuerte de los ruidos.
1. La soledad no tiene sonido en la habitación azul el silencio retumba en las paredes. No se dice nada para no romper la armonía se guarda silencio, sin otorgar sin venderse al usurero de los sueños. En boca cerrada no salen demonios poco reflexionados, poco medidos cuando ya no eres el hombre que eras y no es una vergüenza, no es rendirse. No conoces mi nombre no conoces mu sufrir el silencio es medicina de sabios
de pensadores observantes en habitaciones vacías de improperios. Silencio al viento, al vaivén de la vida se calla, para no molestar a dioses a los amantes bajo la luna a los culpables a luz diurna. Se calla cuando la sinrazón lo abarca todo es así cuando sobran las palabras.
2. Y las palabras sobran cuando se hacen ruidos
inundando el entorno de ruido
cuando no se comunica
uno tras de otro, ojos que miran
cuando no se aprende
labios prestos al dialogo.
a dominar los impulsos.
Sin escuchar, sin digerir
Una pregunta conlleva una respuesta
lo razonable, lo coherente
de inmediato sin previa reflexión es cuando nace el ruido
antes de la réplica, antes del ruido ya no se aporta más que sonidos.
a vereda de emociones sin control no se aprende del interlocutor. Se limitan a contestar al ruido se mata con más ruidos el resultado no es comunicar es luchar contra la sinrazón la inmediatez de labios que replican en la tribulación
3. Rompemos la paz golpeando al silencio primario ese que nos vio nacer en un mundo caótico. Paraje lleno de ruido todos hablando a la vez sobre algo ininteligible inimaginable, invisible. El más allá, vetado a los humanos y hacemos ruidos a falta de respuestas nadie sabe a ciencia cierta el origen y motivos de la esfera. Pero si sabemos que gira en su propio eje a ritmo de astros errantes antes de nosotros, antes del ruido reinante y sospechamos que algunas verdades eternas
permanecerán después de nosotros. Después del ruido que busca respuestas nada cambiara esa realidad ya podemos gritar lo que queramos los dioses guardan silencio. Miden cada suspiro en mar de estrellas que penden es la noche para embrujo de almas inquietas mas el ruido como único resultado. El deseo vuelto carne y voz en las praderas de la tierra donde nacen engendros tras noches de pasión.
4.
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5. Quizás sea la única realidad
Poseeremos a nuestra amada
entre sueños, entre jadeos
entre sueños en la eternidad.
suspiros lanzados a la noche.
Ya no hay ruidos, ni gritos
Antes del letargo
guardaremos silencio
recargando fuerzas
cuando seamos dioses
para seguir gritándole a la vida
en la cara opuesta de la esfera.
día tras día, mil preguntas ¿Quién soy? ¿Qué es esto? ¿A dónde voy? ¿Con que fin? Los dioses nos ignoran piensan en sus torres de luz que ese ser vaga sin rumbo. Al ocaso, donde no hacen falta voces y la paz es eterna, donde ya no hay ruidos más el polvo igual de eterno.
6. La memoria no tiene sonido
tanto postureo sin dejar nada solido
guarda silencio entre neuronas
solo intenciones, y palabras
la conciencia grita sin cesar
que se percibe solo en la fijación.
tu boca cerrada, sellada
Todos con algo que contar, con algo que decir
sin perder la compostura. Avanzas entre el gentío te llegan los sonidos voces al viento, al destino piden amor de noche y de día no esperan respuestas.
ya nadie admira el entorno en un silencio reverente a la apabullante realidad que a su vez silenciosa se despliega ante nosotros.
No hay tiempo, solo vociferan sus carencias, sus miedos no dejan al silencio ocupar su justo lugar cuando se divaga sobre el interlocutor ¿Qué dice? ¿Qué quiere? ¿Que busca? Tanto hablar sin decir nada
7. Pasos en la oscuridad voces en la vigilia buscando su eco algo más que silencio porque estamos hechos de ilusión.
no cesaran en la búsqueda. Seres a ras del suelo. Sin alas para despegar en dirección a ese dios imaginado, creado
Buscando sin cesar
que en vez de silencios
entre sueños, entre vida
nos reafirme de su amor
un sonido, un chasquido
en paraje desolado.
algo que nos reafirme
Solo el rumorear
en la búsqueda, en la odisea.
de almas nos retrotrae
Una respuesta donde no las hay una señal ante el vacío infinito que se despliega ante nosotros majestuosa en su inmensidad. nada, ni el ruido o los gritos de semejantes vagabundos
de una realidad cruel como la vida misma todo lo que nos revela es sin letras, ni sonidos solo silencio.
8. Ese silencio
para decir a voz alta
cual combate el estrés
todo lo que no deberíamos decir.
la ansiedad, más sosiega la mente en un vaivén surreal. Quizás los dioses no se equivocan quizás somos nosotros los perdidos que del polvo somos y al polvo nuestro destino. Donde sobran las palabras o quizás los dioses no tengan boca quizás no sean como nosotros meros seres perdidos en la pradera. Las varias formas de la materia con cuerdas vocales gargantas y todo lo necesario
Eso que acallan los dioses por saber lo banal tras lo misterioso y deciden callar, deciden cerrar la boca no hablar, no gritarle a la luna simplemente reflexionar cuando sobran las palabras.
9. Es justo cuando se nota la calma la serenidad, la paz para el alma lo demás es un ruido estresante millones de seres con un sinfín de artilugios hablando al mismo tiempo. Contándonos las mil caras de lo amado las mil desgracias de la muerte en valle de lágrimas, y cielo de sonrisas. no hacen falta palabras solo serenidad ante el precipicio
Mas callados, observantes solo así al fin se entiende lo efímero, lo pasajero creado para perecer en el olvido. No hacen faltan palabras basta sentir las pulsiones del vivir para saberse mortal solo una vez, no se repite. Vociferar ante el megáfono no garantiza más que ruido y en conjunto es una aglomeración una avalancha ininteligible de magnitudes imprecisas
que venimos al azar
que solo confunden mas
y partimos entre sollozos
sin aclarar el misterio patente.
llenos de sabiduría.
10. Otros seres pueden rugir otros canturrear entre las ramas nosotros hablamos es nuestra forma de hacernos entender
en un instante fugas, un no puede decir si un te quiero, un mal de ojos es necesario entender, comprender
o al menos lo intentamos
para responder sin confusión
ya que lo que dice uno
ni mundanas tribulaciones.
no es necesariamente lo que percibe otro.
Lo demás son incongruencias
Todo es un cumulo de intenciones
que no clarifican las coordenadas
unas se entienden más que otras
de ese misterio universal
es esencial saber escuchar y antes de contestar, reflexionar. Sin importarnos el tiempo la rapidez de labios titubeantes prestos a contestar categóricamente puede no más agravar los malos entendidos
común a todo ser viviente mientras unos rugen o canturrean nosotros lo hablamos.
11. El silencio es primigenio antes de los astros que penden en el vacío antes del estruendo resplandeciente inicial de las estrellas que nos iluminan de los Cometas fulgurantes con colas en llamas.
Lo acapara todo, lo envuelve todo que sería del lloriqueo inicial sin el del rumor del amante al poseerla de la naturaleza que percibimos yacente en un lenguaje que sin entender percibimos.
Hubo un silencio que lo abarcaba todo
Por ese instante donde el tiempo pierde sentido
que nos acompaña desde entonces
y el más mínimo ruido nos sustrae de nuestra inercia
es el silencio que sostiene los gritos
sin duda es sagrado, como esos dioses que adoramos
el canto del grillo en la vigilia
y que también guardan silencio, dejándonos decidir.
el mismo en la placenta antes de nacer es aquel que sentimos una vez venidos a esta dimensión.
Haciendo de la ilusión algo palpable lleno de sonidos que nos mantienen despiertos
ĂŶƚĞƐ ĚĞů ǀŝĂũĞ ĞƚĞƌŶŽ͕ ƋƵĞ Ăů ŝŐƵĂů ĂĐĂĞĐĞ ƐŝůĞŶĐŝŽƐĂ͘