A mor Desamor Tiempos de
MÂŞ Dolores Galipienso
y
MÂŞ Dolores Galipienso
A mor Desamor Tiempos de
y
Mª Dolores Galipienso, nacida en Aspe (Alicante), en pleno Valle del Vinalopó. Cursó la carrera de Farmacia en la Universidad de Madrid, licenciándose y doctorándose en la segunda mitad del siglo XX. Su afición a las letras desde joven le ha llevado a escribir varias novelas, numerosos relatos cortos y una amplia cantidad de poemas entre los cuales se ha realizado esta pequeña selección.
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DEL AMOR HUMANO
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ESAS VOCES... Esas voces sutiles del silencio que se alejan cuando despunta el alba. Ese murmullo etéreo que nos cerca, cuando en la soledad es noche cerrada. Ese recuerdo tierno de otro tiempo. Esos besos de amor. Esa amalgama de caricias y suaves desencuentros que perviven ocultos en el alma... Ese eterno vaivén de pensamientos que antes fueron auténtica algarada. Ese leve crujir de los cimientos. Esas lejanas notas olvidadas que alguna vez fijaron los momentos de secuencias de luz arrebatada, abarcan el aroma de los vientos del ayer, de los sueños y la nada.
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QUE ME PUEDE TU AUSENCIA Que me puede tu ausencia. Que me puede, aunque resulta viejo tu recuerdo. Aunque ya no eres parte de mis sueños en cada anochecer. Que me puede tu ausencia y es tu sombra, la que va persiguiéndome en silencio y que no consiguió borrar el viento de un frío amanecer. Y no quiere aferrarse mi memoria a aquella encrucijada en el desierto, donde una polvareda dio por muerto, todo cuanto soñé. Ni quiero que en el libro de mi historia, se eternicen los sueños de mi vida, con la piel agrietada y malherida por el viento de ayer. Pero siento tu ausencia y sin quererlo rememoro los días y las horas que forjaron tantísimas auroras de mi alma de mujer.
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AQUEL RINCÓN... Aquel rincón frondoso y apacible en donde me dijiste que me amabas... Aquel amor real e irrepetible en las oscuras sendas del mañana, entonces pudo ser correspondido como el mejor de todos los anhelos, viviendo el corazón, lo no vivido, sin penas, sin preguntas ni recelos. Aquel rincón pequeño y solitario, conserva su esplendor y su belleza, pero el amor, al cabo de los años, se fue contaminando de tibieza. Verde olmedal, magnolios y encinares, fuentecilla de chorros cristalinos que vais envejeciendo sin pesares; mi pobre amor tuvo peor destino. Vencido por el tiempo y los azares, finalizó su vida adormecido.
~ 11 ~
QUÉ DARÍA YO, AMOR... Qué daría yo amor, por ir contigo en una bella tarde de verano, por la playa, cogidos de la mano, tus dedos enlazados con los míos. Y ver cómo se abrazan a la tierra las luces de un crepúsculo violeta, con la mar extrañamente quieta y el sol adormecido tras la sierra. Y luego, descansar sobre una roca con algas jironadas verdinegras y alguna caracola que trasiega el baile intermitente de las olas. Cómo querría, amor, en este tiempo, ser otra vez el sueño de tu vida, ese que deja huella y no se olvida, entre los avatares o el silencio. Y qué daría yo, si ese momento, en que el cielo y el mar se difuminan y es la luna la que nos ilumina, supiéramos grabarlo sobre el viento.
~ 12 ~
¿A DÓNDE IRÁS AMOR? ¿A dónde irás, amor? He de olvidarte. No puede retenerte mi consciencia ni en el mundo real yo puedo amarte ni materializarse tu presencia. Tú estás fuera del tiempo y del espacio. Tú existes solamente en mi memoria. Perteneces al mundo de los sueños que armonizaron parte de mi historia. Unas veces reí junto a tu sombra, otras veces sufrí con tu amargura, mas nunca me sentí del todo sola porque participaba en tu aventura. ¿A dónde irás amor? Te vas sin nombre, sin rostro, sin saber dónde ubicarte, salvo el tiempo que te tuve entre mis sueños e imaginariamente pude amarte.
~ 13 ~
SUEÑA FASCINADA Sueña fascinada en campos de almendros cuajados de flores en la primavera. Sueña que su barca que va mar adentro boga hacia una cala de suaves arenas. Sueña que de noche su aterido cuerpo lo envuelve y lo templa el calor de una hoguera. Sueña que germina de pronto la vida con triunfal comienzo de una nueva era. Contempla el futuro y está convencida que será imposible volver a perder, si queda implicada en la gran partida, entre a quién se ama y a quién no querer. Buscando los naipes para la jugada, entreabrió los ojos y nunca encontró, lo que en aquel sueño feliz disfrutaba: la barca, la hoguera, la cala dorada, el triunfo en el juego y el almendro en flor.
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TÚ ERES AMOR... Tú eres la furia del mar embravecido y la espuma liviana de la playa. Tú eres la fuerza y el ímpetu del viento y eres la brisa sutil de la montaña. Tú eres el trueno que inicia la tormenta y el arco iris que anuncia la bonanza, y el retumbar del centro de la tierra y el esplendor de cada noche en calma. Tú eres, amor pasiones encendidas, cegueras, arrebatos y locuras. Tú eres, amor la esencia de la vida, reserva de emoción y de ternura. Y eres la luz que genera la savia. Y el agua que germina la semilla. Y el fruto apetitoso que nos sacia. Tú eres la primavera florecida.
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DICES QUE QUIERES LA LUNA ¿Dices que quieres la luna? Corre tú sola a buscarla, cuando por la noche alumbra o cuando se va en el alba. Aprende a pisar conmigo las arenas de la playa. Ven con tus piernas desnudas que no se te encoja el alma y cuando brillen destellos sobre el manto de las aguas, haz con tus manos un cuenco y caza un rayo de plata. ¿Dices que quieres la luna? Nunca podrás alcanzarla. Confórmate con el rayo que acaricias con tus dedos y te llevaste del agua que yo te daré un joyero, hecho de jades y nácar para que puedas guardarlo con tus sueños y tus lágrimas.
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