Parvulos Maestro Semestre 1-2022

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Fecha:

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El Padre celestial me hizo así

Lección Texto Bíblico Salmo 139.13-16

Mensaje al maestro El inicio de cada semestre representa no sólo el comienzo de una nueva etapa, sino también el término de otra. Es un momento adecuado para la reflexión sobre nuestro trabajo. Piense por un momento sobre las trece últimas semanas y evalúe su desempeño. ¿Cómo fueron sus clases? ¿Fueron agradables para usted y sus alumnos? ¿Fueron fructíferas? ¿Puede decir que hubo un aumento en el conocimiento y en la experiencia de sus alumnos, en lo que se refiere a las cosas divinas? ¿Qué calificación daría usted a su disposición y motivación en las lecciones anteriores? Si su nota fue la máxima, lo único que queda por hacer es alabar a Dios y orar para que Él le conserve “aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). Si no fue la máxima, no se desanime. Esfuércese en oración, y “todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño” (Eclesiastés 9:10).

Objetivo • Concienciar al alumno de que es una criatura de Dios, creada por Él para amarla.

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Perfil El niño del parvulario es capaz de entender más de lo que imaginamos. Sin embargo, su desarrollo mental se encuentra todavía en la primera fase y exige que la enseñanza sea simplificada y repetitiva. Es por esto que en nuestras lecciones para este grupo repetimos la misma idea varias veces: en los cánticos, en la explicación del versículo, en la historia bíblica, en las actividades manuales e incluso en los juegos. No se preocupe pensando que va a enfadar a sus alumnos con tanta repetición. Todo lo contrario, ellos apreciarán y asimilarán la idea.


Usted necesitará:

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• Instrumentos musicales, tales como flautas, cencerros, bocinas, o juguetes electrónicos que produzcan diferentes sonidos musicales y sonidos de animales. Cosas con aromas fuertes (limón, manzana, ajo, perfume, etc.) Papel cartón. Figuras de niños de cuerpo entero (una niña y un varón). Papel de seda color rojo. Lápices de cera.

¡Bienvenidos! Al recibir a los alumnos, procure entusiasmarlos por ser esta la primera clase. Muestre las modificaciones en la decoración del salón de clases y hable sobre la nueva revista. Distribuya el nuevo control de asistencia y ayude a los niños a marcar la asistencia a la primera clase, recortando y pegando la cabeza del muñeco respectivo.

OBS: Haga para cada alumno una lámina de cartulina suficientemente grande para armar los dos muñecos. Escriba en la parte superior de la lámina el lema: “El Padre celestial y yo”. En el margen inferior, escriba el nombre del alumno.

Adoración Invite a los niños a adorar al Padre celestial que los hizo de la manera en que son. Después de alabar ore con sus alumnos. Sugerencia de oración: “Padre celestial, tú me hiciste de la manera en que soy. Tú formaste cada parte de mi cuerpo. Gracias por haberme hecho así. Te amo con todo mi corazón. Amén.”

Palabra clave “Yo”

El control de asistencia consiste en un muñeco y una muñeca que deberán ser recortados y armados, una parte cada lección. Las niñas pueden comenzar armando la muñeca, y los niños el muñeco. Una vez que completen la primera figura proseguirán con la segunda. Ambos muñecos serán completados en las primeras doce lecciones. En la lección número 13, las niñas pegarán el corazón sobre el pecho de la muñeca, y los niños en el del muñeco.

Use la mitad de una lámina de papel cartón para elaborar el cartel de la palabra clave. Pegue en él las figuras de un niño y una niña tamaño cuerpo entero. Este cartel será utilizado durante las primeras 13 lecciones, sustituyendo en cada lección la palabra clave, y agregando la figura que la ilustra.

Yo

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Para esta clase, pegue con cinta autoadhesiva una tira de papel con la palabra “Yo”, y muestre el cartel antes de la oración. Diga que Dios hizo a los niños y las niñas. A los niños los hizo de una forma y a las niñas de otra.

Para guardar en el corazón “Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo”. Salmo 139:13a (DHH) Dibuje en papel cartón la figura de un niño vestido tan sólo con shorts. Píntelo y recórtelo. Escriba el versículo y pegue por detrás una varita para fijar la figura sobre un trozo de poliexpan o un vasito de arena, de manera que quede de pie. Al enseñar el versículo, léalo directamente de la Biblia, explíquelo y repítalo con los niños mostrando la figura hasta que lo memoricen. Explicación del versículo: “El Padre celestial creó cada parte de sus cuerpos. Creó sus ojos, oídos… (Incentive a los niños a mencionar ellos mismos las partes del cuerpo). Cada pequeñita parte del cuerpo fue hecha por el Padre celestial. Aquí en la Biblia está escrito que Dios formó sus cuerpecitos dentro de la barriga de mamá. Él formó los huesos, la carne, la piel, el cabello y los hizo a ustedes crecer. El Padre celestial hizo a cada uno de ustedes de la forma en que son. Él puso dentro de ustedes un corazón para que le pudieran amar a Él y también a otras personas”.

“Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo”. Salmo 139.13a

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Contando historias de la Biblia ¿Recuerdan ustedes cuando eran bebés? (Figura 1.1a). Cuando nacieron, mamá y papá se pusieron muy contentos y dieron gracias a Dios por haber tenido un bebé tan perfecto. El Padre celestial fue quien les hizo de la manera en que son. Él hizo a los niños y a las niñas. Las niñas son de una manera y los niños son de otra. Mamá dijo: – ¡Qué bebé tan hermoso! ¡Qué ojos tan bonitos tiene! ¿De qué color son los ojos de Juliana? Son marrones. (Diga el color de los ojos de cada alumno). El Padre celestial nos hizo con dos ojos. ¿Y para qué sirven los ojos? Para mirar, con los ojos podemos ver las cosas bonitas que Dios hizo, podemos leer la Biblia, libros de cuentos… Papá dijo: – ¡Qué orejas tan pequeñitas tiene! ¿Cuántas orejas tenemos? ¿Y para qué sirven las orejas que Dios puso en nosotros? Muy bien, para escuchar. Vamos a ver si pueden descubrir qué sonido es este. Cierren los ojos y respondan luego. (Use los instrumentos musicales; imite a un pájaro u otro animal; golpee algún objeto, etc.). ¡Muy bien! ¡Sus oídos funcionan muy bien! El Padre celestial hizo nuestros oídos. – ¡Qué boquita tan linda! –exclamó mamá. – ¡El bebé está sonriendo! ¿Para qué sirve la boca que el Padre celestial nos dio, niños? Así es, para sonreír, hablar, comer y alabar al Padre celestial. El Padre celestial nos dio también una nariz. ¿Para qué sirve la nariz? Para respirar. Vamos a respirar bien profundo. (Inspire y expire). La nariz también sirve para sentir el olor de las cosas. Vamos a ver si pueden descubrir el olor de algunas cosas. Cierren los ojos. (Haga que cada niño huela por lo menos uno de los objetos con aroma fuerte y descubra qué es). Vamos a repetir las partes del cuerpo que el Padre celestial colocó en nuestras cabezas: ojos, oídos, nariz y boca (Figura 1.1b). Mamá tomó sus manitas y contó los deditos. Vamos a contar cuántos dedos el Padre


celestial colocó en nuestras manos. (Cuente con los niños). El Padre celestial nos dio diez dedos, cinco en cada mano. ¿Y para qué sirven nuestras manos? Para poder sujetar cosas, ayudar a mamá a hacer las labores de la casa, y para aplaudir. Y nuestros brazos, ¿para qué sirven? Para cargar cosas grandes y pesadas. Nuestros brazos también sirven para abrazar. Vamos a darnos todos un gran abrazo. Quiero recibir un abrazo de cada uno de ustedes. (Abrace a todos los niños). El Padre celestial se encargó de darles piernas fuertes. ¿Para qué sirven las piernas que el Padre celestial nos dio? Para ir a la escuela, ir a la iglesia, correr y saltar. Vamos adar tres saltos con las piernas que el Padre celestial nos dio. (Todos salten). ¿Y para qué sirven los pies? Para que la gente pueda caminar y estar de pie. Vamos a repetir estas otras partes del cuerpo: brazos, manos, piernas y pies. (Figura 1.1c). Saben, aún hay más. El Padre celestial les dio un corazón para que le amaran. ¿Tienen sus corazones llenos de amor por el Padre celestial?

Oficina de ideas Dibuje un corazón en una hoja de papel. Haga una copia para cada alumno. Coloque un Nombre: Clase:

recipiente pequeño con agua en cada mesa y distribuya trozos de papel de seda color rojo. Enseñe a los niños a mojar el papel en el agua y a pasarlo sobre el corazón, tiñéndolo de rojo. (Le recomendamos el uso de delantales para esta actividad). Converse: “El Padre celestial te hizo de la manera en que eres. Él hizo cada parte de tu cuerpo. El Padre celestial colocó dentro de tu pecho un corazón para amarlo. ¿Sientes tu corazón lleno de amor por el Padre celestial?”

Revista del alumno 1. Distribuya lápices de cera para cada alumno para que pinten los ojos de la figura del mismo color que los propios. Converse: “¿De qué color son tus ojos? El color de tus ojos es muy bonito. El Padre celestial escogió el color de tus ojos. Él hizo cada parte de tu cuerpo”. 2. Enseñe a los alumnos a unir los puntos con lápices de color, completando la figura de la boca y de la oreja. Converse: “¿Quién hizo tu boquita? ¿Para que sirve la boca? ¿Quién hizo tus orejas? ¿Para qué sirven? Repita: “El Padre celestial hizo cada parte de tu cuerpo”.

Hora de jugar Haga con los niños el siguiente juego: “Ventana (señale uno de sus ojos), ventanita (señale el otro ojo), puerta (señale la boca), campanilla (aprete el dedo sobre la nariz): ¡Pimmm!”. Los niños podrán repetir el juego entre sí.

Hasta luego Repita el versículo y el cántico, y concluya con una oración. Al despedirse de los niños, no olvide entregar a los padres o representantes la carta que viene en la revista del alumno. Converse con ellos, enfatizando la importancia de realizar las actividades propuestas en la sección “Momento en familia”.

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