Adolescentes Maestro Semestre 1-2022

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Lección Fecha / /

TEXTO BÍBLICO Daniel 1.3-6

DA

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LA

VI

DEVOCIONAL

ENFOQUE BÍBLICO “…para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento…” Filipenses 2.15 4

maestro

Estimado maestro, estamos comenzando, por la gracia de Dios, un nuevo semestre. Alabamos a Dios por su vida y ministerio: dádiva del extraordinario amor del Señor Jesucristo para la vida de la iglesia y, especialmente, de los adolescentes. Según el profeta Daniel, la promesa de Dios para su vida en el presente y en la eternidad es que usted brillará como las estrellas del cielo; por tanto, continúe edificando vidas y fortaleciendo el carácter de los alumnos para la honra y gloria del nombre del Señor: “Los sabios resplandecerán con el brillo de la bóveda celeste; los que instruyen a las multitudes en el camino de la justicia brillarán como las estrellas por toda la eternidad” (Dn 12.3).


OBJETIVOS

Al concluir la lección, el alumno deberá ser capaz de: 1. Comprender que ser cristiano no implica alienación social.

2. Interesarse en 3. Contrastar los comprender la cultura valores sociales con de nuestro tiempo. los de la Escritura.

QUÉDATE CONECTADO Alex, un adolescente cristiano, está haciendo un intercambio cultural en los Estados Unidos de América, y esta es la primera vez que pasa sus vacaciones lejos de la familia y de su país. Al llegar a Nueva York, quedó impresionado por el lujo de la ciudad. En el hogar donde se hospedaba, conoció a dos nuevos amigos: Thomas y John.

Thomas ora, lee la Biblia y frecuenta la iglesia. A John no le importa Dios y dice estar “pasándola bien”. Así que Alex se enfrentó al desafío de ser fiel a la orientación cristiana que recibió de su padre, el pastor de la iglesia, en vez de aprovechar la oportunidad de estar lejos de casa para aliarse a John y hacer cosas que desagradan a Dios. Es de esta manera que actúa el adolescente cristiano. Influencia, pero no es influenciado.

ROMPA EL HIELO Presente a sus alumnos algunas situaciones vergonzosas de personas que tuvieron que enfrentar desafíos culturales en otros países. Pregúnteles qué harían ellos en estas situaciones. Después de las respuestas y la relajación, pregúnteles cómo se comportarían con relación a la fe cristiana si fueran a vivir y estudiar solitos en uno de los países ricos de nuestro tiempo. ¿Cómo interactuarían con la cultura, la sociedad y los entretenimientos seculares sin afectar su fidelidad a Dios? Pregúnteles si conocen alguna historia de personas que abandonaron la fe cristiana cuando entraron en contacto con otras culturas. A partir de eso, comience a hablar acerca de los adolescentes hebreos en Babilonia. maestro

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PALABRA VIVA En esta primera lección vamos a estudiar la vida en sociedad. Es imposible no relacionarnos, pero la Biblia nos informa que podemos ser influenciados negativamente por las “malas compañías” (1 Cor 15.33). Así que es importante mantener nuestra posición de influencia. Basta comportarnos como los cuatro jóvenes que marcaron la historia de la nación más poderosa del mundo de su época. ¿Cómo no se engañaron ni se corrompieron? El secreto está en el amor que tenían a Dios, resultado de la buena formación religiosa que recibieron.

La Metrópoli Babilonia, el gran imperio que dominó el mundo por más de un siglo, sobrevaloraba la belleza, los ídolos, los sabios, la excelencia y la estética. Sus prisioneros y visitantes se maravillaban, pues no era sólo una potencia armada, sino una extraordinaria grandeza arquitectónica, cultural y política. Sus jardines colgantes eran una de las siete maravillas del mundo antiguo. La arquitectura expresaba la grandiosidad del imperio y el dominio de la matemática y la ingeniería. En la cuestión religiosa, la nación era politeísta, teniendo 53 templos y 180 altares dedicados solamente a la diosa Istar. Con todas sus divinidades, los babilonios desarrollaron diversos rituales religiosos que incluían hechicería, astrología y adivinación. 6

maestro

Se busca príncipes Procurando fortalecer aún más su reino, Nabucodonosor, rey de la Babilonia invadió Jerusalén en 605 a.C., ordenando que fueran capturados “algunos de los israelitas pertenecientes a la familia real y a la nobleza. Debían ser jóvenes apuestos y sin ningún defecto físico, que tuvieran aptitudes para aprender de todo y que actuaran con sensatez; jóvenes sabios y aptos para el servicio en el palacio real, a los cuales Aspenaz debía enseñarles la lengua y la literatura de los babilonios” (Dn 1.3,4). En esa ocasión, Daniel, Ananías, Misael y Azarías fueron llevados a Babilonia, que como centro cultural y político de la época, sería como Buenos Aires, Madrid, París o Nueva York, hoy día. Teniendo la ciudadanía asegurada, inclusive con nuevos nombres para vivir exclusivamente en el palacio del rey y hasta una dieta prescrita (Dn 1.5,8-16: comida probablemente ofrecida a Merodac, considerado el dios más poderoso de todos), con certeza los jóvenes hebreos se convirtieron en verdaderos babilonios, ¿verdad? ¡No! Pues ni siquiera esos privilegios lograron quitar la fidelidad de los muchachos. ¿Y nosotros? ¿Sabemos cómo vivir en una sociedad permisiva y continuar sustentando los valores religiosos aprendidos? La primera parte de la vida de Daniel demuestra que hay mucho más en la vida del joven que sólo cometer errores. Ninguna característica gana más rápidamente el corazón de los adultos que la sabiduría en las


palabras y acciones de una persona joven. Daniel y sus amigos habían sido llevados de sus hogares en Judá al exilio. El futuro era incierto, pero todos ellos tenían características personales que los hacían idóneos para el trabajo en el palacio, en la presencia del rey. Sacaron provecho de la oportunidad sin dejar que ésta sacara provecho de ellos. La primera señal de la dignidad de Daniel se ve cuando él se niega discretamente a abandonar sus convicciones. Daniel había aplicado la voluntad de Dios a su vida y se oponía a cambiar los buenos hábitos que había formado. Tanto el alimento físico como el espiritual eran una parte importante de su relación con Dios. Se alimentaba cuidadosamente y vivía en oración. Uno de los beneficios de estar en la etapa de capacitación para el servicio real

era comer de la mesa del propio rey. Daniel eligió con discernimiento un menú más sencillo y probó que esta había sido una elección saludable. Así como eran para Daniel, las horas de comer son pruebas obvias y regulares de nuestro empeño en controlar los apetitos. Mientras controlaba su ingestión de alimentos, Daniel se entregaba a la oración. Podía comunicarse con Dios porque transformó esa práctica en un hábito. Puso en práctica sus convicciones, aun cuando eso significó ser lanzado en un foso de leones hambrientos. Su vida probó que había hecho la elección correcta. ¿Mantiene usted su fe en Dios tan firmemente que, sin importar lo que pase, hará lo que Dios le diga? Tal convicción lo mantiene un paso adelante de la tentación y le dará sabiduría y estabilidad ante los cambios. En oración, viva sus convicciones en la vida diaria y confíe en Dios en cuanto a los resultados.

¿Acomodar para no incomodar? Los adolescentes hebreos observaron que la cultura babilónica se oponía a su educación religiosa. Por eso, se negaron a obedecer todo lo que se ordenó. Cuando los valores sociales contrastan con aquellos que has aprendido en la Biblia, en casa o en la maestro

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iglesia, ¿qué haces tu? ¿Te amoldas a los patrones mundanos para no incomodar a aquellos que viven en el pecado? ¿Procuras evitar una situación de conflicto omitiendo los valores cristianos? ¡Claro que no! Debemos hacer como Daniel, Ananías, Misael y Azarías, que a pesar de todo, no asimilaron la cultura de los caldeos. Sea a la hora de las comidas (Dn 1.8), a la hora de estudiar (Dn 1.4, 19) o de trabajar para el gobierno. Ellos permanecieron fieles a Dios, aunque eso suscitara el odio de los compañeros de trabajo, que eran sus antiguos amigos de clase; o aunque fueran llevados a perder el puesto o hasta la vida (Dn 3.8-30; 6.1-28). Los jóvenes no se dejaron engañar por cambios de nombre, pues sabían que el objetivo era exaltar los ídolos paganos (Dn 1.7). Aun estudiando la cultura y la lengua babilónica (Dn 1.4), y vistiendo la misma ropa que los babilonios, en el momento de compararlos con los caldeos, los cuatro hebreos eran completamente diferentes (Dn 1.1821). ¡Qué ejemplo! ¡Debemos amar a Dios encima de todas las cosas! Las amistades hacen la vida agradable y los tiempos difíciles soportables. Son puestas a prueba y fortalecidas en medio de las dificultades. Así era la relación entre tres jóvenes judíos deportados a Babilonia junto con Daniel: Ananías, Misael y Azarías nos ayudan a pensar sobre el verdadero significado de la amistad. A pesar de lo mucho que significaban los unos para los otros, estos amigos nunca permitieron que 8

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su amistad robara el lugar de Dios en su vida, ni siquiera ante la muerte. Juntos, desafiaron silenciosamente la orden de Nabucodonosor de inclinarse ante su estatua de oro. Compartieron un acto valiente, mientras que otros, ávidos de librarse de ellos, informaron al rey que tres judíos estaban siendo desleales. Aunque eso no era verdad, Nabucodonosor no podría perdonarlos sin perder prestigio. Este fue el momento de la verdad. La muerte estaba por separar a los jóvenes. Una pequeña concesión habría permitido que continuaran viviendo juntos, sirviendo a Dios y también a su pueblo mientras estuvieran en aquella tierra extraña. No obstante, ellos eran lo suficientemente sabios para ver que la transigencia habría envenenado la convicción genuina que los unía: cada uno demostró la más alta fidelidad a Dios. Así que no vacilaron en poner su vida en manos de Dios. ¡El resto fue sólo victoria! Cuando dejamos a Dios fuera de nuestras relaciones más importantes,


nuestra tendencia es esperar que éstas satisfagan necesidades que sólo Dios puede satisfacer. Los amigos son útiles, pero no pueden atender a nuestras necesidades espirituales más profundas. Excluir a Dios de nuestras relaciones indica la poca importancia que atribuimos a su presencia en nuestra vida. Nuestra relación con Dios debe ser lo suficientemente importante para influenciar otras relaciones, especialmente nuestras amistades más estrechas.

Buscar la excelencia sin perder la esencia Los adolescentes hebreos buscaban la excelencia en todo lo que hacían; sin embargo, no perdieron la esencia de su fe en Dios. La formación religiosa de aquellos jóvenes hizo posible que se relacionaran de forma competente con el medio físico y social, y además, que respondieran a las demandas y las necesidades de su época. Ningún babilonio comprendió su cultura

tan bien como esos adolescentes. Fueron excelentes en todo lo que hicieron: en el estudio, en la belleza física e interior, en la rectitud moral y en la fidelidad a Dios. Vivieron como estrellas brillantes en una sociedad en tinieblas (Flp 2.15). Contrastaban los patrones y valores culturales de Babilonia con las Escrituras y, así, permanecieron fieles a su Dios hasta el fin. Es el deber de cada cristiano ser excelente en todo lo que hace: en la vida espiritual, en los estudios, en el trabajo, en la cultura, en las artes (Mt 5.48), a fin de que el nombre del Señor sea glorificado.

¡Asociados y felices! Al leer la historia de esos muchachos, percibimos que no se aislaron del mundo ni de los elementos que forman una sociedad. Pues la sociedad es un agrupamiento de personas sometidas a las mismas leyes y cuyas reglas y procedimientos producidos, aceptados y sancionados, tienen valor social. El reconocimiento de esos valores por los individuos permite la interacción y el proceso social. El Señor Jesucristo y el apóstol Pablo hablaron sobre la importancia de la vida en sociedad (Jn 17.15; 1 Co 5.9-11). No obstante, es bueno entender que cuando las costumbres sociales contravienen las enseñanzas de la Palabra de Dios, dejan de tener validez alguna para el cristiano, pues la “ley del Señor” es superior (Hch 5.29). maestro

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Como la interacción social es la influencia que una persona ejerce sobre otra, mientras que el proceso social es la forma en que las personas se relacionan, es bueno decir nuevamente que alguien puede influenciar positiva

o negativamente a una persona, y los valores de esa relación sirven de base para las relaciones posteriores. ¿Alguna vez has observado la influencia que has tenido en las personas o la que ellas tienen sobre ti?

SALA DE CHARLA “Vivir y convivir”. Son dos desafíos inevitables que cualquier persona enfrenta. Todos los que viven necesitan convivir. Pero la convivencia exige ciertas reglas y condiciones. Nadie es libre de hacer lo que desea, pero no es esclavo para que acepte lo que no quiere. Daniel y sus compañeros tuvieron la postura firme que tanto admiramos por ser fieles, a pesar de vivir en una cultura que se oponía a los principios religiosos que defendían. ¡Convivir era necesario! Pero asociarse a los pecados de la cultura de los caldeos no. Debemos vivir y convivir en sociedad, ¡pero no participar de los pecados de nuestro tiempo! Así, aunque pases por antipático, por obedecer los principios cristianos, no te preocupes, pues, “¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres!” (Hch 5.29). 1. Escribe algunas líneas sobre cómo Daniel y sus amigos resistieron a las presiones e influenciaron Babilonia. __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ 10

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PASANDO EN LIMPIO Escribe “F” para falso y “V” para verdadero. 1. ( F ) El adolescente cristiano debe evitar convivir con las personas no cristianas. 2. ( V ) La sociedad es un agrupamiento de personas sometidas a las mismas leyes y cuyas reglas son aceptadas como valor social. 3. ( F ) Los valores sociales de nuestra sociedad no se oponen a los valores cristianos. 4. ( V ) Debemos buscar la excelencia en todo lo que hacemos, pero no podemos perder la esencia de la fe cristiana.

ROMPIENDO FRONTERAS Una gran barrera que los misioneros enfrentan en los países extranjeros es la cultura. En nuestra lección, estudiamos sobre la vida en sociedad, tomando como punto de referencia cuatro adolescentes que vivieron en una cultura distinta a aquella a la cual pertenecían. Tuvieron que aprender una nueva lengua y adaptarse a otras costumbres (que no contravenían su fe). Los misioneros enviados a países de África y del Oriente Medio, y hasta aquellos que van a los países de América Latina, enfrentan dificultades con la cultura. ¿Te sientes llamado a servir como misionero en alguna cultura o lugar difícil? Entiende que el proceso es largo y que exige mucha preparación. Por tanto, ¡comienza ya! Estudia la cultura y la lengua del país o de la aldea adonde deseas ir; ora y prepárate teológica y espiritualmente para evangelizar a los pueblos no alcanzados por el evangelio.

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