¿Está su pasado dictando su presente? ¿Y su futuro? ¿Quiere romper este patrón destructivo y avanzar hacia una vida más feliz pero encuentra imposible hacerlo? Sue Augustine entiende su situación. Ella también fue una vez prisionera de un pasado doloroso. Con compasión, empatía y un toque de humor, Sue le muestra cómo: • Identificar el pasado, liberarla y cambiar la forma en que responde a él. • Superar la actitud de “víctima.” • Cambiar la amargura y el resentimiento por paz y alegría • Establecer metas para el futuro con pasión y propósito • Entender el tiempo y la dirección de Dios Si está luchando con un pasado difícil que está haciéndole daño a su presente y paralizando su futuro, puede empezar hoy a soltar con el lastre de antaño, a superar sus temores, a renovar sus sueños y a ver un futuro brillante lleno de nuevas posibilidades.
Sue Augustine es la autora de los libros Retiros de 5 minutos para mujeres, y Con alas no hay barreras. Sue es conocida internacionalmente como una conferenciante en eventos empresariales y profesionales, y una invitada frecuente en programas de radio y televisión. También ofrece talleres dinámicos sobre tópicos tales como “sobrevivir al estrés” “efectividad en el tiempo” y “administración del desorden.” Vive en Canadá con su esposo.
Cuando su pasado afecta su presente SUE AUGUSTINE
POR FIN, ¡LIBRE DE SU PASADO!
Cuando
pasado afecta su presente
su
Como superar los temores que le atan
SUE A UGUSTINE Capa Cuando su pasado.indd 1
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Cuando su pasado afecta su presente © 2013 por Sue Augustine Publicado por Editorial Patmos, Miami, FL EUA 33169 www.editorialpatmos.com Todos los derechos reservados. Publicado originalmente en inglés por Harvest House Publishers, Eugene, OR 97402, con el título When Your Past Is Hurting Your Present: Getting Beyond Fears That Hold You Back. © 2013 por Sue Augustine Las citas bíblicas utilizadas en este libro son en su mayoría de la versión Reina Valera Revisada – 1960 RVR60 de las Sociedades Bíblicas Unidas. Otra versión utilizada es la Nueva Versión Internacional, de la Sociedad Bíblica Internacional. La autora empleó varias versiones de la Biblia en inglés y se ha optado traducir esas citas en forma dinámica. Son identificadas en el texto del libro por las siguientes siglas: AMP (Amplified Version); TLB (The Living Bible) ; MSG (The Message); GNT (Good News Translation); NASB (New American Standard Bible); NCV (New Century Version); y NLT (New Living Translation). Traducido por Rogelio Díaz-Díaz Capa diseñada por: Jonas Lemos ISBN 978-158802-438-1 Categoría: Vida cristiana Impreso en Brasil Printed in Brazil
Contenido Una vislumbre de esperanza. ........................................................11
Primera Parte: Renuncie a su pasado y déjelo atrás .............19 1. El ayer........................................................................................21 2. La promesa de esperanza........................................................32 3. La decisión es siempre suya....................................................44 4. Lista. Decídalo. ¡Déjelo ir!......................................................55 5. Perdone lo imperdonable........................................................68 6. Comience de nuevo..................................................................79 7. Reclame su poder interior......................................................89
Segunda Parte: Renueve su presente.......................................103 8. El día de hoy...........................................................................105 9. Cómo se crean las perlas.......................................................115
10. Flexibilidad: Doblarnos ante la adversidad sin rompernos........................................................................124 11. Deseche su bagaje emocional...............................................134 12. ¡Oh, coraje! ¿Dónde te has ido?...........................................149 13. Supere los temores que la mantienen paralizada..............158 14. Está bien ser positiva.............................................................170
Tercera Parte: Reconstruya su futuro......................................187 15. El mañana...............................................................................189 16. ¿Dónde, pero dónde se ha ido mi auto estima? ................199 17. Dios está hablando: ¿Está usted escuchando?...................213 18. Guarda silencio, corazón mío...............................................226 19. Libere su sueño escondido....................................................235 20. Edificamos fundamentos día tras día..................................248 21. ¡Libre, Al fin!...........................................................................259 Epílogo.............................................................................................273
Una vislumbre de esperanza ¿QUÉ TAL QUE SUPIERA QUE EN LOS PRÓXIMOS 21 DÍAS podría por fin dejar atrás su pasado? Si pudiera empezar otra vez con un nuevo comienzo después de tan sólo tres semanas, ¿qué estaría dispuesta a hacer a fin de que eso ocurriera? Seguramente si creyera que los efectos dañinos de su pasado pueden ser alterados tan repentinamente, sería más receptiva en cuanto a hacer algunos cambios significativos y tratar algunos nuevos conceptos. Eso es exactamente lo que me ocurrió a mí hace unos cuantos años cuando alguien me sugirió que había una manera de salir de la desesperanza, la frustración y el dolor emocional que estaba viviendo, y que no tenía que pasar el resto de mi vida en un proceso terapéutico en busca de la solución. Ello me dio la esperanza para pensar que podía moverme de un pasado que estaba lastimando mi presente, a un futuro lleno de potencial y de posibilidades. Lo mejor de todo era que esto podía ocurrir de una manera rápida y natural. Tras sufrir una cantidad de hechos perturbadores y devastadores que me hacían sentir como si fuera un fracaso, estaba frustrada y confusa y sin un lugar a donde ir. Lo que aquí quiero compartir con usted son las verdades poderosas que tan dramáticamente transformaron mi vida. ¡Yo estoy emocionada al respecto porque sé que ellas pueden hacer lo mismo con usted! [ 11 ]
Cuando su pasado afecta su presente Es bien conocido el hecho que en tan solo 21 días usted puede formar un nuevo hábito, desarrollar nuevas rutinas, o crear zonas diferentes de confort. Por ejemplo, se requieren aproximadamente tres semanas para sentirse cómoda en un nuevo trabajo o cuando uno se muda a una nueva residencia. En 21 días se adapta también a todos los dispositivos de un nuevo vehículo y recuerda el lado por el cual está el acceso al tanque de combustible. O cuando cambia de gavetas para guardar sus cubiertos o su ropa interior (¡no en la misma, por supuesto!). Por eso es que a veces pienso que unas vacaciones de tres semanas también pueden ser peligrosas. En tan corto período de tiempo usted puede crear un nuevo estilo de vida, y no será fácil regresar al anterior. En este libro hay 21 capítulos, siete en cada una de las tres secciones. Hay algo también notable en el número siete. Parece ser un número significativo para Dios pues a través de la Biblia se le menciona muchas veces y con muchos propósitos. Por ejemplo: •
Cuando se habla de la sanidad de nuestras heridas. Cuando el Señor ponga una venda en la fractura de su pueblo y sane las heridas que le causó, brillará la luna como el sol, y será la luz del sol siete veces más intensa, como la luz de siete días enteros. (Isaías 30: 26).
•
Cuando se habla de confiar en Dios y obedecerlo. Por la fe cayeron las murallas de Jericó, después de haber marchado el pueblo siete días a su alrededor (Hebreos 11:30).
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Cuando se habla de escuchar la voz de Dios. Al cabo de los siete días el Señor me dijo lo siguiente. (Ezequiel 3: 16).
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Al hablar de descanso. Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día séptimo (Éxodo 20: 11). [ 12 ]
Un vislumbre de esperanza Estas son sólo algunas referencias. Yo la animo a leer siete capítulos a la semana, uno cada día y así podrá terminar de leer el libro en 21 días. Los capítulos son breves pero lo que descubra en estas páginas durante las tres semanas siguientes podrían marcar un cambio decisivo en su vida. Veintiún días no es un período muy largo de tiempo para invertir en su futuro, si considera por cuánto tiempo ha estado luchando por desechar las cosas del pasado.
Empiece a moverse
Contrario a lo que se enseña en muchos libros, en programas de televisión y en talleres, respecto a cómo tratar con un pasado perturbador y dañino, no es esencial continuar examinando, escrutando y racionalizando los detalles de lo que ya está hecho y es pasado. Quizá usted ya ha probado ese método y no le ha dado resultado. Quiero que sepa que es posible comenzar de nuevo –moverse de un pasado imperfecto a un futuro brillante y más promisorio de lo que haya imaginado– sin invertir toda una vida de intensa terapia o de exhaustivo auto análisis. Aunque es bueno mirar hacia atrás lo suficiente para entender por qué uno se siente como se siente, Dios nos dice en su palabra: Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! (Isaías 43: 18- 19). Durante siglos, bien intencionados sicólogos, terapeutas y consejeros de toda clase han intentado ayudarnos a dejar atrás nuestro pasado reviviéndolo, recontándolo o haciendo una disección de los horrorosos detalles, de una manera muy parecida a lo que hacemos con las ranas en los laboratorios científicos. La Biblia nos dice que podemos dejar atrás el pasado porque “Si alguna persona está en Cristo es una nueva creación; lo viejo ya ha pasado. He aquí lo fresco y lo nuevo ha llegado” (2ª de Corintios 5: 17 AMP). Yo sé que esta promesa de Dios es cierta porque se ha cumplido en mí. Mi vida ha pasado de la tragedia al triunfo; del abatimiento a la victoria, sin necesidad de gastar años luchando y esforzándome en agotadoras sesiones de terapia escudriñando lo que ocurrió en el pasado. De otro lado, yo sí creo que analizar nuestro ser interior y examinar las varias pruebas de un pasado lastimero pueden ser invaluables medios de aprendizaje, cuando el análisis y el examen se hacen constructivamente y en el escenario adecuado. [ 13 ]
Cuando su pasado afecta su presente Debemos ver la terapia profesional como una herramienta benéfica en nuestra renovación personal, pero lo que yo quiero hacer en este libro es presentar pasos adicionales y principios básicos opcionales que sean compatibles con una consejería adecuada, ya sea que decida utilizar o no los unos y los otros. Los conceptos y principios bíblicos que aquí encontrará tienen literalmente el poder de llevarla de la derrota a la victoria una vez que los aplique y los adapte a su propia situación. El primer paso es creer que ello puede ocurrir. Mi experiencia me ha enseñado que los milagros tienen el hábito de ocurrir – por decirlo así– a quienes creen en ellos y esperan que ocurran. La vida tiene una extraña manera de darnos lo que esperamos de ella. Por ejemplo, si usted no esperara obtener nada de la lectura de este libro, ¿sabe qué obtendría? Eso exactamente: nada. Espere que Dios actúe en su vida y empiece a buscar su milagro, ¡ahora mismo! Ese milagro podría estar en la página siguiente. A medida que comience a hacer ajustes y a alterar sus actitudes, creencias, hábitos y comportamientos, recuerde que los cambios que hace no tienen que ser astronómicos para lograr resultados igualmente grandes. A veces pensamos que a fin de experimentar una transformación excepcional necesitamos hacer algo extremo o radicalmente afrentoso. Pero la verdad es que a menudo el cambio más pequeño en una dirección determinada logra grandes resultados. Aún una sola idea cuando es implementada puede transformar la vida. Así como en un calidoscopio cambian completamente los colores con la más mínima rotación o movimiento, su vida toda podría ser alterada con sólo un pequeño ajuste. Cualquier cambio particular que haga mientras lee este libro podría convertirse en el eslabón que faltaba en la cadena de eventos de su vida. Soy consciente de que cada uno de los pasos presentados aquí daría material para escribir muchos volúmenes y ciertamente usted puede encontrar otros libros que traten muchos de estos tópicos. Sin embargo, mi deseo al escribir este libro es presentar todos los pasos juntos en un enfoque coherente e interconectado que sea sencillo, realista y fácil de poner en práctica. Si alguna área en particular atrae su atención (y yo espero que así ocurra) será maravilloso. Siga adelante y lea otros libros sobre ese tema. [ 14 ]
Un vislumbre de esperanza Los mensajes de otras personas –en forma de libros, artículos, sermones y seminarios– me han influenciado y animado en gran manera. A través de los años he leído incontables libros y he escuchado a numerosos conferenciantes y predicadores, además he tomado miles de notas y he coleccionado grandes cantidades de artículos. Estoy profundamente agradecida con quienes han recorrido la senda antes que yo, abriendo puertas, rompiendo barreras y allanando el camino para ayudar a otros. Estoy convencida que a medida que se mueva de un pasado negativo, que siente como una carga que le dificulta la marcha, a un presente glorioso y hacia un futuro promisorio, encontrará lo que yo encontré: que otras personas han notado los cambios ocurridos en su vida y le preguntarán cómo lo hizo. Va a tener muchas oportunidades de contarles a otros lo que ha descubierto. Esto me trae a la memoria una impresionante ceremonia nocturna a la que asisto con mi familia cada año durante la Navidad en un histórico pueblo que está cerca del nuestro. A principios de diciembre una gran cantidad de personas se reúne junto a la vieja torre del reloj. Cada persona lleva una vela sin encender y nos reunimos para cantar algunos villancicos o canciones de Navidad. Luego se enciende la primera vela, y esa enciende la segunda, y esas dos encienden otras y así sucesivamente hasta que la vela de cada persona está encendida. Qué hermosa vista esta de una fría noche de invierno iluminada súbitamente por todas esas velas cuyas luces brillan juntas. Este acto sencillo siempre da calor a mi corazón no importa cuántas veces participe en él. De igual manera a medida que este mensaje cambia su vida y comienza a irradiar paz, alegría y fortaleza interior para manejar los cambios diarios, estará en capacidad de salir y llevar luz a la vida de otra persona. Las palabras de un canto infantil de la escuela dominical de mi época nos animan a “brillar en el lugar donde nos encontremos”: Una vez que empiece a iluminar su propia esquina, tendrá más luz para compartir con los demás y más brillante será nuestro mundo. Con los principios que en estas páginas voy a compartir con usted yo pude levantarme del abismo de un pasado oscuro y desolado. Y creo que usted también puede hacer lo mismo a la luz de estos conceptos y de estos fundamentos y principios. [ 15 ]
Cuando su pasado afecta su presente Mientras hace la jornada de un pasado doloroso a un futuro de satisfacciones, recuerde que vivir en libertad no es meramente un lujo. Es un elemento vital en la realización del propósito de Dios para su vida. Le pido a él que pueda descubrir todo lo que tiene para usted. Yo sé que nunca ha imaginado algo como eso, porque la Biblia nos dice: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman (1ª Corintios 2: 9). De modo que, alístese. Está a punto de conquistar esos obstáculos que han estado estorbando sus sueños, y yo estoy complacida de hacer esta jornada con usted.
Cómo obtener el mayor beneficio de este libro
Se dice que leemos mejor cuando lo hacemos con un objetivo personal en mente. Yo la animo a que tome la lectura de este libro como algo personal. En otras palabras, relacione continuamente este material con su situación actual, sus relaciones y sus intereses junto con sus retos y sus obstáculos. Pero ante todo, resista la tentación de pensar que este libro es adecuado para otra persona. ¿Por qué será que cuando nos cruzamos con material importante con el potencial de cambiar vidas, de inmediato pensamos que es otra persona la que podría beneficiarse de él? Resista esa tentación. Créame, el mensaje de este libro es para quien lo lee, es decir, ¡para usted! Hay otras muchas razones por las cuales no somos transformados por lo que leemos. Una de ellas es que no ponemos en práctica las nuevas ideas y los nuevos principios. No es lo que sabemos lo que hace la diferencia, sino lo que hacemos con lo que sabemos. El conocimiento es algo grande, pero no es más que éxito potencial hasta que se combina con la acción. Por ejemplo, ¿cuánto sabe usted sobre la importancia del ejercicio físico, la dieta y la nutrición? Lo más probable es que no necesita más conocimiento al respecto, sino tan solo acción. Al finalizar cada capítulo procure escribir su propio plan personal. Haga una lista de todos los pasos que pretende implementar como resultado de haber leído dicha porción. Sea clara en cuanto a lo que hará de manera diferente por causa de lo que ha leído. Implemente esas nuevas ideas tan pronto como pueda. [ 16 ]
Un vislumbre de esperanza Mientras más rápido ponga en práctica algún principio, más rápido se convertirá en hábito. Mantenga con este libro un diario o una libreta de notas y una buena pluma. Escriba el título del libro en la carátula y a medida que lea cada capítulo, haga su propio resumen de notas de las cosas que son significativas y pertinentes para su vida. De esta manera terminará con una versión en miniatura del libro, que enfatice las ideas que son especialmente importantes para usted. Siéntese cómoda tomando notas en el libro también; subraye pasajes pertinentes, y utilice un marcador para sombrear las ideas que le llamen la atención. Eso hace fácil ubicarlas cuando vuelva a leerlo otra vez. Tome tiempo para meditar en lo que ha leído. Meditar significa sencillamente reflexionar, considerar, contemplar y volver a pensar. Tome tiempo cada día para hacerlo. Cuando lea las citas, trate de reflexionar sobre su significado. Cuando hay versículos bíblicos, mírelos, compárelos con otras versiones y memorice algunos de ellos. Finalmente, la mejor manera de lograr el mayor beneficio de este libro es pasar de ser estudiante a ser maestro. Comparta con otros lo que ha cosechado. Sin tratar de cambiarlos o de presionarlos con información, puede sencillamente impartirles lo que la ha inspirado a usted a hacer cambios. Aunque no puede cambiar a otra persona, puede ser un ejemplo positivo y un buen modelo. Otros harán sus propios descubrimientos en el tiempo correcto para ellos. A pesar de que sólo se puede cambiar a sí misma, puede pasar a otras personas lo que la emociona. Feliz lectura y ¡disfrute la jornada! Si puedo ayudar a alguien en angustia, Si puedo hacer menos pesada una carga, Si puedo dar más felicidad, Señor, muéstrame cómo. Grenville Kleiser
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Primera Parte Renuncie a su pasado y déjelo atrás El pasado es un recipiente lleno de cenizas, de modo que no viva ni en el ayer ni viva en el mañana; viva su vida en su presente, aquí y ahora. Manténgase en movimiento y olvídese de las autopsias. Carl Sandburg Olvidando lo que queda atrás, y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio para el que Dios me ha llamado al cielo en Cristo Jesús. Filipenses 3: 13 – 14
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RENUNCIE Sinรณnimos de la acciรณn de renunciar: Abandonar, dejar ir, dejar atrรกs, dejar pasar, entregar dar la espalda.
Antรณnimos de la misma acciรณn:
Retener, adherirse a, preservar, mantener, continuar, prolongar, promover, cultivar, fomentar, avanzar.
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Capítulo 1
El ayer
No es la experiencia de hoy la que nos causa enojo; es el remordimiento o la amargura por algo que ocurrió ayer. Autor anónimo Olviden las cosas antiguas; no vivan en el pasado. ¡Miren, estoy haciendo algo nuevo! Isaías 43: 18 -19 EL AYER ES HISTORIA. ESO LO SABEMOS. Nadie tiene que decirnos que no hay vuelta atrás. No podemos revivir ninguna parte del pasado, o cambiar algo de lo que ya ocurrió, ni podemos hacer que desaparezca. Sin embargo, aunque no pretendamos vivir en el pasado, la mayoría de nosotras continúa llevando en el corazón por lo menos algún fragmento del ayer. Con todas sus alegrías y aflicciones singulares, ya sea que nos hayan ayudado o no a crecer, que hayamos aprendido de ellas mucho o nada, nuestro sufrimiento nos ha moldeado y ha contribuido a determinar lo que somos. Hemos sido cambiadas por él. No seríamos lo que hoy somos si no hubiéramos caído o si no hubiéramos sido empujadas hacia abajo y aprendido a levantarnos una y otra vez. [ 21 ]
Cuando su pasado afecta su presente De manera consciente, o no, los acontecimientos pasados vuelven a pasar por nuestra mente tal como lo hace una cinta de video en retroceso. De un lado hay algunos “buenos días” de los años idos que nos gustaría revivir. Del otro hay experiencias de épocas pasadas que nos siguen como fantasmas, las cuales nos han dejado pena, remordimiento, amargura y humillación. Si usted es como tantas de nosotras, intenta cargar en su jornada vital algún buen bagaje de los días que ya se nos fueron. Ya sea que sus valijas estén llenas de lamentos, resentimiento, temor, enojo, falta de perdón o duda, presumo que sabe intuitivamente que cargar con toda esa parafernalia a donde quiera que vaya es cargar con un lastre que la hunde física, mental, emocional y espiritualmente. Sea que su dolor aflore fácilmente a la superficie o se esconda en lo profundo de su corazón, lo que ocurrió ayer le impide llegar a ser todo lo que debe ser hoy, y paraliza sus sueños y esperanzas de un mañana victorioso. A veces quizá hasta puede parecer que usted y su pasado son uno solo. En ocasiones no podemos diferenciar lo que nos ha ocurrido y lo que somos hoy. Si tiene dificultad en superar esa forma dañina de pensar, permítame darle una voz de aliento en este mismo momento. ¡Usted no es su pasado! Aunque haya sido cambiada y moldeada por experiencias pasadas, lo que fue ayer no controla la persona que potencialmente puede llegar a ser mañana. De hecho lo que era cuando comenzó a leer este libro no es lo que puede ser una vez que lo haya terminado. Los hechos de ayer no tienen que gobernar su presente. Su pasado no dicta su futuro. Llegó el momento de hacer a un lado ese bagaje y de dejar atrás toda la lucha y el esfuerzo. Usted puede ser libre al avanzar hacia un futuro balanceado, saludable y compensador. Se cuenta la historia de cierto hombre que caminaba a paso lento y con esfuerzo, agobiado por una pesada carga que llevaba sobre sus hombros. Un fuerte vehículo lo alcanzó y el conductor se ofreció a llevarlo. El hombre aceptó aliviado la oferta y se sentó en la parte trasera del vehículo, pero allí continuó con la carga sobre sí. Cuando el chofer arribó a su destino se dirigió a donde estaba el hombre y le preguntó porque no había puesto su carga en el suelo, y éste respondió: “Sentí que era suficiente que usted me llevara a mí. No podía esperar que llevara también mi carga.” [ 22 ]
El ayer ¡Vaya desperdicio de esfuerzo! No era necesario que él siguiera soportando su pesada carga. Y así usted y yo a menudo continuamos dobladas bajo el peso de lo que nos ocurrió ayer, caminando con trabajo por el presente y avanzando fatigadas hacia el futuro.
Aligere su carga
Empecemos por aligerar su carga a medida que viajamos juntas durante las próximas tres semanas a través de estos capítulos. Para lograr mejores resultados utilice el diario y el bolígrafo que le recomendé mantener junto al libro para registrar sus propios “ajás” o razonamientos personales que se le ocurran. Encuentre un lugar confortable, póngase cómoda, acompáñese de una taza de su bebida favorita –te o café–, encienda una velita y visualíceme junto a usted. En nuestro viaje descubriremos 21 maneras potentes y prácticas para cambiar hábitos y patrones de comportamiento, y para desechar esa pesada carga que innecesariamente arrastramos con nosotros. Libertad del pasado es nuestro destino, y nuestra meta final es la liberación de cualquier cosa que estorbe nuestro progreso, que nos impida alcanzar el potencial que Dios nos dio y la realización de nuestros sueños, y que pueda frustrar el cumplimiento del propósito de Dios para nosotros aquí sobre esta tierra. Así que prepárese. Desde este momento su vida jamás volverá a ser la misma. Está en el umbral de un día completamente nuevo; de un mañana brillante y posiblemente de una vida enteramente transformada. Yo creo que no existen las coincidencias; no es por accidente que está leyendo este libro. Probablemente hay algo en su interior en este momento que le está diciendo que es tiempo de dejar atrás su pasado porque hay un magnífico futuro esperándola. Un adagio popular dice que “cuando el estudiante está listo, aparece el maestro.” Manténgase a la espera de sus maestros, Usted no sabe en que fascinantes maneras aparecerán. Por cuanto usted está lista para renunciar a los dañinos aspectos de su pasado y moverse más allá de todo lo que por tanto tiempo ha paralizado la realización de sus sueños, yo le pido a Dios que el Espíritu Santo sea su maestro utilizando los principios que este libro contiene, y desempeñe un rol mayor y cumpla un propósito superior en su vida, tan grande que [ 23 ]
Cuando su pasado afecta su presente ni usted ni yo podemos imaginar. La Biblia describe un Dios que “por su inmenso poder que obra en nosotros, puede hacer todas las cosas de una manera que excede infinitamente todo lo que podemos pedir o soñar, superando nuestras oraciones, deseos, pensamientos o esperanzas” (Efesios 3: 20 LBV). Este preciso instante en el tiempo presente podría ser su momento crítico de cambio.
¿Tiene un “pasado”?
Una pregunta para principiantes: Qué tal que yo le preguntara si tiene un pasado. Suena ridículo, ¿verdad? Todos lo tenemos. Su pasado incluye todo lo que le ha ocurrido hasta el día de ayer. El pasado se va creando minuto a minuto. Siempre la está atrapando. Justamente cuando piensa que tiene el ayer bajo control, otro pasado se cuela y la obliga a decidir cómo tratar con él. Cuando su pasado está lastimando su presente, casi siempre es por una de las dos causas siguientes: 1. Porque lamenta o le remuerde algo que ha hecho. 2. Por amargura o temor causados por algo que le hicieron. En otras palabras, o ha sido una víctima de circunstancias y situaciones externas fuera de su control –su medio ambiente, su crianza, las acciones de otras personas, costumbres culturales o religiosas, tradiciones sociales o causas naturales–, o está sufriendo las consecuencias de sus propias decisiones, acciones y comportamientos. El pasado que ahora la obstaculiza puede ser algo tan reciente e hiriente como las palabras de enojo que le habló a su niño ayer y que desearía poder “des-hablarlas” por decirlo de alguna manera, o la herida que está sufriendo por causa de la brusquedad con que su esposo la trató en presencia de otras personas la otra noche. Ese pasado puede ser un poco anterior como el incidente de la semana pasada cuando perdió control en el trabajo, o el momento bochornoso que soportó durante el banquete hace un mes, o los horribles recuerdos de cuando fue molestada en la escuela por causa de su sobrepeso, su retraso, su lentitud o su timidez. Para usted un hiriente pasado puede estar tan arraigado y ser tan complejo como las cosas humillantes y destructoras que le dijeron cuando era pequeña, el abuso que sufrió cuando niña, una aventura adúltera que arruinó su matrimonio, la vergüenza de haberse declarado en bancarrota, la consternación por la pérdida del empleo, o un horrible [ 24 ]
El ayer accidente que truncó la vida de alguien a quien amaba. En cualquier caso las heridas de su pasado pueden persistir y aparecer de la nada para interrumpir su vida presente y robar su alegría. Entrevistas con centenares de mujeres en diversos países me han convencido que cada una de nosotras tiene algo del ayer que desearía poder borrar o recrear porque sus persistentes lamentos y frustraciones tienen hoy sobre nosotros un efecto adverso. Si alguna vez se fue totalmente de bruces, o siente que su vida fue estropeada completamente por circunstancias externas, o por otras personas, entonces sabe que su pasado está afectando su presente. Si en alguna ocasión ha hecho algo que le abochornó, o sí –como me ocurre a mí con frecuencia– se ha humillado usted misma en alguna situación embarazosa mucho tiempo atrás, quizá hoy todavía su recuerdo la persigue y la mortifica. Sea que haya sido la víctima de acciones inmorales, ilegales o impropias de otras personas, o que esté viviendo con las consecuencias de sus propios errores o decisiones equivocadas, el pasado quizá todavía la está lastimando.
Deseche la rutina
Nuestro pasado está hecho de lo bueno, lo malo y lo feo. Lo ideal es disfrutar lo mejor y olvidarnos del resto. Y es muy probable que esté anhelando hacer precisamente eso, pero aunque el sentido común nos dice que hacerlo es sencillo, no siempre es fácil. Quizá está lista pero no sabe cómo comenzar. Podría ser que el temor, la duda o la ansiedad la detengan. Le puedo decir por experiencia personal que sé lo que es eso. Las cosas a las cuales temía me mantuvieron adherida a una rutina durante años. Pero poniendo en práctica los principios que le comparto en este libro pude superar esos temores y lograr una dramática transformación de mi vida. Cuando comparo mi vida pasada con la actual, el contraste es increíble. Mi existencia anterior estaba llena de ansiedad, soledad y desesperanza. Ayer yo era una víctima. Hoy soy una sobreviviente. Ayer era tímida, insegura y pesimista y hacía elecciones equivocadas. Hoy tengo confianza y siento la seguridad de caminar de la mano con Dios a través de cualquier prueba o adversidad que la vida ponga en mi camino. Ayer soportaba la violencia doméstica y vivía cada día con una horrible sensación de desesperanza. Ahora estoy sana y [ 25 ]
Cuando su pasado afecta su presente puedo animar a otras personas para que hagan elecciones positivas que transformen su vida. Mi dilema comenzó como el de tantas chicas. Con una autoestima baja en extremo; prácticamente carecía de confianza, dudaba de mis capacidades, tenía poca fe en mi potencial y cuestionaba mi valía personal. Si lograba buenas notas en el estudio las atribuía a la suerte. Si éstas eran malas me culpaba por ello y pensaba que era debido a mi falta de inteligencia. Aunque hacía amigos con facilidad, a menudo saboteaba esas amistades pues estaba convencida que una vez que alguien me conociera bien, mi relación no duraría de todos modos. Cuando las cosas me funcionaban bien, sencillamente creía que había estado en el lugar correcto, en el tiempo correcto. Cuando marchaban mal, asumía que yo era la causa. No es, pues, sorprendente que tuviera dificultad en aceptar cualquier elogio, cumplido, o reconocimiento, o palabras de aprecio, y anhelaba la aprobación de los demás. Las elecciones que hacía en ese tiempo reflejaban la pobre imagen que tenía de mí misma. En mis años de adolescente atraje a un hombre con la misma autoestima baja. A pesar de su temperamento cambiante y de lo inestable de la relación, me casé con él al terminar la escuela secundaria. Todavía recuerdo el momento cuando, parada en la parte posterior de la iglesia, como una novia adolescente a punto de caminar por el pasillo, mi papá se me acercó y me dijo al oído: “Sue, todavía estás a tiempo. No tienes que hacer esto. Puedes cambiar de opinión.” Es que mis padres sabían el terrible error que estaba cometiendo. A las pocas semanas lo supe yo también. Ambos éramos jóvenes y emocionalmente inmaduros, y no teníamos la capacidad para soportar la carga y las presiones de un matrimonio. Las discusiones degeneraron en abuso y durante los años siguientes fui una esposa maltratada. Durante ese tiempo muchas veces tuve que ser creativa para cubrir con cosméticos las contusiones, los labios hinchados, y los ojos amoratados. En muchas ocasiones fui hospitalizada con lesiones mayores. Entre las que tuve que soportar se contaba un riñón lesionado y mandíbula y nariz fracturadas. Por cuanto yo no era un contrincante pasivo sino que respondía los ataques, los incidentes se intensificaron. Finalmente me di cuenta que me estaba convirtiendo en una persona que yo misma detestaba a la cual le [ 26 ]
El ayer perdí amor y respeto. Mi vida se convirtió en un mundo en el cual eran comunes las sirenas de policía, los reportes médicos, el ingreso a hospitales y la comparecencia ante cortes de familia. No obstante volvía una y otra vez a la relación deseando desesperadamente que ella funcionara, con la esperanza, contra todas las cosas en contra, que de alguna manera mejorara.
Por qué dudaba en dejar atrás el pasado
Usted se preguntará, en primer lugar, qué me atrajo a ese matrimonio y qué me hizo regresar persistentemente a una situación tan explosiva y dañina. Muy a menudo durante las entrevistas y en retiros femeninos donde cuento mi historia me preguntan por qué soporté tanto tiempo. Si usted ha pasado por una situación similar, creo que puede identificarse conmigo. En caso negativo le será difícil entender el por qué. Muchas personas dicen que se habrían separado al primer incidente. Una cosa que he aprendido a través de mi propia experiencia es que no podemos hacer un juicio hasta que estamos realmente en tal situación. En realidad no sabemos cómo responderíamos, sólo podemos planear o esperar que actuaremos de tal o cual modo. Además cada situación es única en muchos aspectos. Algunas mujeres con las cuales he hablado tuvieron el buen sentido y el valor de buscar ayuda después del primer incidente. Yo permanecí intentando manejar la situación por mi propia cuenta por muchas razones. Una era que mi vida no era mala todo el tiempo. Como pasa con todas las relaciones difíciles, hubo buenos momentos en la relación los cuales me dieron a veces la falsa esperanza que la situación mejoraría. También yo había aprendido por necesidad a hacer mi vida dentro del matrimonio con placeres sencillos y deleites inocentes, por ejemplo diseñar y coser mis propios vestidos, hornear pan, hacer artesanías con las niñas, pasar tiempo con amigas, la pintura al óleo y la lectura de buenos libros. Y como en el pronóstico del tiempo, “cielo nublado pero con breves momentos de sol” había en mi vida suficientes intervalos soleados –amor, pasión, risa y alegrías– para mantener la esperanza viva en mi hogar. También porque había tomado muy en serio mis votos matrimoniales y estaba comprometida a que mi matrimonio funcionara a pesar de lo que yo erróneamente pensaba que era tan solo un problema de relación. Yo veía el abuso como la parte “mala” [ 27 ]
Cuando su pasado afecta su presente del compromiso expresado en la boda de unirme a mi esposo para bien o para mal. Además en ese tiempo (últimos años de la década de 1960) la separación y el divorcio traían desgracia a las familias y no se hablaba de ellos abiertamente en la sociedad. Además pesaba el hecho de que este hombre había sido el amor de mi niñez y el único hombre realmente cercano. Aunque tuvimos una difícil relación de noviazgo desde mis trece años de edad, y aunque a menudo era testigo de las consecuencias de su violento temperamento, especialmente cuando se ponía celoso, yo tenía una visión deformada y distorsionada de estas explosiones de ira. Las veía como una forma extrema de pasión y amor intensos que causaban sus celos y el temor de perderme. (Con mi baja autoestima y mi anhelo de ser necesitada, esto tenía lógica para mí.) Creía también que una vez que tuviera familia la situación cambiaría. Porque mi esposo tuvo una niñez difícil yo pensaba que lo que él sencillamente necesitaba era sentirse seguro dentro de una familia amorosa y en un hogar que fuera el suyo. Añada a esto las enseñanzas religiosas que yo había recibido desde niña y la creencia profundamente arraigada que quienes se casan lo hacen para vivir juntos hasta que la muerte los separe, y será un poco más fácil ver por qué estuve dispuesta a tolerar este comportamiento. Sus explosiones de ira las veía como un tipo de enfermedad. En realidad yo estaba dispuesta a desempeñar el papel de enfermera. No me parecía apropiado dejar a alguien que no estaba bien. Desde luego también estaban siempre sus promesas que la crueldad y la violencia no volverían a ocurrir, y yo desesperadamente necesitaba creer que esto era verdad. Si embargo, muy en mi interior sabía que no era así. Finalmente tuve que aceptar el hecho que si permanecía con él, mis opciones eran muy limitadas y que ese sería mi futuro. El hecho de sufrir abuso por parte de un ser amado provoca el conflicto de dos instintos naturales: el impulso de escondernos en lo que debe ser un ambiente seguro (el hogar, la familia), y el de huir de una situación peligrosa. Naturalmente ante el temor a lo desconocido yo estaba desecha. La mayor parte del tiempo la pasaba aprendiendo nuevas maneras de enfrentar los accesos de ira de mi esposo a fin de sobrevivir a los golpes y lesiones predecibles. Periódicamente yo toleraba casi insufribles episodios de abuso. En [ 28 ]
El ayer numerosas ocasiones trató de estrangularme y en varias me dejó por muerta. Mi constitución física estaba recibiendo daño por todo el estrés que tenía que soportar y terminé con una rara enfermedad sanguínea que por poco acaba con mi vida. Mis propias emociones llegaron a estar tan descontroladas que dije e hice cosas no propias de mi carácter y que me hicieron sentir responsable de la violencia que acarrearon. En lo profundo de mi corazón y de mi alma acepté toda la culpa por la mayor parte de los incidentes y emprendí una jornada perpetua para mejorarme a mí misma. Después que tuve a mis dos niñitas hubo momentos cuando lo único que me sostuvo a través de la noche que estaba viviendo fueron sus rechonchos bracitos abrazando mi cuello, sus mejillitas apretadas a las mías y sus dulces vocecitas diciéndome: “Todo va a estar bien, mami.” Pero yo sabía que no era así. Que no todo estaría bien. Sabía que tenía que hacer cambios, si no por mi bienestar, sí por el de mis pequeñas. El matrimonio hermoso y la vida familiar feliz que soñé cuando era niña se convirtieron en una verdadera pesadilla. Nos encaminábamos al divorcio, pero me tomó años antes de que tuviera el coraje y la sabiduría para romper con el pasado y empezar a andar el camino que me trajo al punto donde estoy ahora: una mujer felizmente casada de nuevo, madre de dos y abuela de cuatro, viajando por el mundo como escritora y conferencista. ¡Qué enorme diferencia entre el ayer y el presente!
Su tiempo de renovación
Ahora estoy libre del pasado y en capacidad de compartir con usted los pasos que yo di hacia la recuperación hasta lograr sanidad y perdón completos. Quizá usted no está en una crisis tan severa como la mía. O tal vez, en comparación, su situación es mucho peor. En cualquier caso cada una de nosotras tiene que lidiar con alguna pena o aflicción o con cualquier otro obstáculo de nuestro pasado que estorba nuestro futuro. Hay una manera de erguirse, de tomar el control y evitar que el pasado paralice sus sueños y le impida vivir una vida victoriosa. Cualesquiera que sean los desafíos que enfrente ahora, yo quiero ofrecerle la esperanza de que las cosas pueden mejorar. Le quiero traer consuelo y aliento durante tu tiempo de renovación. [ 29 ]
Cuando su pasado afecta su presente Existen tantas variables cuando se trata de identificar elementos del ayer que continúan persiguiéndonos hoy. Tal vez usted puede identificarse con algunas de las penosas circunstancias, de los traumáticos eventos y las difíciles situaciones que otras personas han compartido conmigo. Ellas las han soportado durante años y en algunos casos continúan luchando con ellas el día de hoy. • El sentimiento de rechazo durante la niñez • Haber sido molestada o amedrentada en la escuela • Haberse sentido inadecuada en su propia familia • Haber tenido padres dominantes o alcohólicos • Sentir que es un fracaso o una marginada • Haber sufrido abuso de cualquier tipo (emocional, mental, físico, verbal o sexual) • Haber sido madre soltera • Haber dado un hijo en adopción • Haber tenido un aborto • Vivir con un esposo exigente y controlador • Haber sido engañada por un ser querido • Sufrir separación o divorcio • Perder un embarazo, o la muerte de un hijo • Soportar la pérdida de un ser querido: un miembro de la familia o una amiga • No haber podido realizar sus sueños, o expectativas no cumplidas • Intento de suicidio • Haber tenido un esposo infiel • Haber sido violada • Haber tenido una aventura adúltera • Vivir con una adicción al alcohol o a las drogas • Realizar actividades criminales • Haber perdido la casa o el empleo • Haber sido acusada falsamente de algo • Haber sido plantada el día de la boda • Haberse declarado en bancarrota • Sentir que es un fracaso como madre • Soportar la depresión y la desesperanza • Haberle fallado a alguien • Haber sido abandonada [ 30 ]
El ayer • Haber sido traicionada • Haber sido víctima de robo Estas son sólo algunas de las experiencias que pueden traer pena y angustia y atraparnos en el pasado. La mayoría de nosotras ha vivido algunos de estos momentos difíciles. Casi todas las personas con las que he hablado han podido identificarse por lo menos con una de estas experiencias y en muchos casos con varias. Por alguna extraña razón es consolador saber que no estamos solas en nuestro sufrimiento. Pero ahora su pasado ha dejado de ser suyo. Tiene el hoy y el mañana frente a usted. ¡Qué agradecida me encuentro yo hoy por la forma milagrosa como he sido completamente sanada del pasado, y cuan complacida me siento por tener esta oportunidad de compartirla con usted! Aunque todavía puedo recordar lo que ocurrió y lo mucho que me hirió en su momento, los recuerdos son solamente cicatrices. Y, como me lo dijo un querido amigo en una ocasión, las cicatrices no duelen. Son sencillamente las marcas que quedan cuando las heridas sanan. Con cada cicatriz puedo recordar exactamente cuándo dónde y cómo ocurrió la herida, y aún la intensidad del dolor que en su momento me causó, pero ese dolor ya no existe. Las cicatrices ya no duelen. Venga conmigo ahora usted también y salga de su pasado doloroso a un presente de completa sanidad y restauración, y de total renovación. Yo aprecio las sabias palabras de aliento de Ralph Waldo Emerson cuando dijo: Termina cada día y déjalo atrás. Hiciste en él lo que podías. Sin duda hubo en él errores y absurdos; olvídalos tan pronto como puedas. El mañana es un nuevo día. Empiézalo bien con serenidad, sin permitir que tus pasadas faltas de juicio sean un estorbo o una carga. Este día es todo lo bueno y limpio que puede ser. Demasiado bueno con sus esperanzas e invitaciones; no desperdicies de él ni un momento ocupándote del ayer. ¡Aférrate a la promesa de esperanza del mañana! ¡Al fin puedes ser libre de tu pasado! ¡Al fin!
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