Señor Pro Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Don Carlos Williamson. Señor Vicerrector Académico, Don Juan José Ugarte. Señora Vicerrectora de Asuntos Económicos, María Rosa Millán. Señor Director de Pastoral y Cultura Cristiana, Don Antonio Daher. Señora Directora General Estudiantil, Nuria Pedrals. Señor Director de Desarrollo, Don Francisco Matte. Señores Decanos, autoridades, profesores, Directiva FEUC 2009, amigos y amigas. Hace 120 años nace, como respuesta de la necesidad de construir un país humano, la Pontificia Universidad Católica de Chile. Hoy, a 120 años de su fundación, los desafíos que Chile plantea exigen de la UC no solo mayor producción científica, no solo una mayor conexión con la sociedad, sino fundamentalmente fidelidad a su escencia: fidelidad a la gran misión de formar profesionales de sólidos valores, academicamente brillantes y de un profundo espírito de servicio. Y es que es esa la misión de nuestra querida casa de Estudios. ¡No podemos cerrrar los ojos ante tan claro horizonte! Es el mismo Juan Pablo II quien nos exorta, en sus propias palabras, “a ser una comunidad educativa que cultive, de modo riguroso y crítico, un saber iluminado por la fe y que lo comparta con la sociedad, aportando así a la construcción de una nación auténticamente humana, basada en la verdad, la libertad, la justicia, la paz y la solidaridad.” Hoy la UC enfrenta la titánica tarea de hacer de ese ideal una realidad. Y los alumnos no podemos ausentarnos de dicha tarea. Y es que el 2009 los alumnos nos enfrentamos a grandes desafíos. ¡La UC enfrenta grandes desafíos! Y en forma más específica son tres los grandes hitos: puesta en marcha del College UC, el plan piloto del Sistema de Admisión complementaria y la elección de un nuevo Rector para el próximo quinquenio.Y es justamente representar con fuerza la voz de los estudiantes en estos temas mi primer compromiso. Es que es particulamente el Consejero Superior quien debe velar por las políticas académicas y económicas que van naciendo y modificándose en el seno del Consejo. En conjunto de un avesado equipo trabajaré por certificar que el plan piloto del nuevo Sistema de Admisión Complementaria procure dar al proceso de selección más justicia, y eliminar las enormes inequidades que produce la PSU. No permitiremos la consecución de dicho plan si no se certifica transparencia y justicia. ¡Ningún Plan procederá si se elitiza o discrimina! Focaliré también esfuerzos en evaluar el desempeño del College UC. Lograr un alto estándar de calidad académica dentro de los nuevos programas ofrecidos es un piso mínimo exigible, y la persecución del Sello UC en los futuros graduados del College debe ser prioridad. Procuraré la evaluación por parte de los mismos alumnos que cursen el nuevo programa para proponer las modificaciones necesarias. ¡No existe margen de error para la innovación académica! La responsabilidad que recae en nuestra casa de estudios no admite errores en los nuevos proyectos, ¡ni menos lo haré yo! Y cómo olvidar la futura elección de un nuevo Rector para la UC. Quien conduzca nuestra Universidad durante el próximo quinquenio sin dudas asume una gran responsabilidad, y en ella grandes desafíos. El 2009 haré sonar con fuerza la voz de los
estudiantes en torno a dicha elección, y trabajaré incansablemente por alejar de dicho proceso cualquier intento de politización. Quien resulte electo debe responder enérgicamente a las exigencias morales de nuestra casa de estudios para con el país y los alumnos. Lo reitero una vez más: mi primer compromiso es ser la voz fuerte y firme de los alumnos de la UC ante nuestras autoridades, especialmente en los temas antes mencionados. Pero el trabajo del Consejero Superior no se agota en los grandes hitos. Tal como mencioné al comienzo de estas palabras, la necesidad de promover el desarrollo del proyecto educacional de la Universidad Católica en forma integral, fiel a su escencia, es clave en estos días. Trabajaré incanzablemente con un gran equipo para colaborar día a día en la construcción de una mejor Universidad. Perseguiré políticas económicas que reduzcan la carga arancelaria que afecta a miles de alumnos, buscaré el perfeccionamiento de los actuales planes académicos, y específicamente del Plan de Formación General, y trabajaré incansablemente por que el Sello UC esté presente no solo en las actividades extracurriculares, sino sea una realidad dentro de las mallas y las salas de clases, buscando formar profesionales de sólidos valores. De este modo, mi segundo compromiso es luchar incansablemente por colaborar activamente en la construcción de una Universidad fiel a su misión, promoviendo políticas académicas y económicas de acuerdo a las necesidades y exigencias de hoy. Pero el Consejero Superior no puede quedarse solo en los grandes proyectos o el trabajo académico y económico. El servicio desinteresado a todos los alumnos de la UC es fundamental. Durante el 2009 seré el nexo fuerte entre los alumnos y las autoridades. Las inquietudes, problemas e iniciativas de los alumnos encontrarán en mí representación ante nuestras autoridades. Así nace mi tercer compromiso: ser puerta de entrada de todos para con las autoridades. He ahí los compromisos de esta Consejera: ser voz la voz firme de los alumnos en los grandes hitos del 2009, trabajar en las construcción de un proyecto educativo de excelencia y fidelidad a la misión de la UC y dar acogida y representación a las iniciativas, problemas y proyectos de los alumnos de la UC. Y para terminar no puedo sino agradecer e invitar al trabajo. Quiero agradecer en primer lugar a los que lideraron la FEUC 2008. Este año tuve la gran oportunidad de trabajar en varios proyectos con ustedes y quiero darles mis sinceros agradecimientos por toda la dedicación y cariño que pusieron en cada una de sus actividades; por habérsela jugado por todos los alumnos de la UC y por haber sido durante todo el año ejemplos de servicio desinteresado por los demás. En segundo lugar quiero agradecer a Cristián Benavente por haberme sumado a este gran proyecto. A mi familia y pololo, por haberme apoyado durante todo este proceso y a mis queridos jefes y equipo de campaña, por haber creído en mí. ¡Y cómo no agradecer a Dios!, quien día a día nos da las gracias para servir y trabajar humildemente y siempre con la verdad.
Finalmente, quiero invitar a todos a trabajar con la Consejería Superior en estos importantes temas; a la directiva, los consejeros territoriales, centros de alumnos, consejeros académicos y todos los alumnos de la UC. Hoy asumo con la ayuda de Dios este importante desafío. El gran desafío y compromiso de ser, tal como exige el cargo, la Consejera Superior de voz fuerte, firme, acusadora y propositiva de los intereses de los alumnos; el principal cause de las inquietudes e iniciativas de los alumnos ante las autoridades. El desafío de trabajar por esta Universidad que tanto quiero, por que esta responda de mejor manera a la misión de formar grandes profesionales de sólidos valores y un fuerte espíritu de servicio, persiguiendo así la construcción de un Chile más humano. En fin, el desafío de servir con entrega y humildad a Dios, la Patria y la Universidad. Xime Paul