EL CONADE ES UN INSTRUMENTO DE LUCHA POR LA DEMOCRACIA Y PERTENECE AL PUEBLO BOLIVIANO Manifiesto a 38 años de su fundación
A instancias de la Central Obrera Boliviana, varias organizaciones políticas se articulan en el Comité de Defensa de la Democracia (CONADE), en 1980, más precisamente el 17 de julio, para elaborar un pronunciamiento de defensa de la democracia frente a acciones golpistas de militares que se presentaban en la ciudad de Trinidad Departamento del Beni. Se trataba de las primeras acciones del Golpe Militar a la cabeza de García Mesa y Arce Gómez, que junto a organizaciones paramilitares movilizadas en ambulancias tomarían por asalto la cede de la COB, hiriendo y asesinando a Marcelo Quiroga Santa Cruz, Gualberto Vega y Carlos Flores Bedregal. Posteriormente, el régimen de fuerza, se haría del control del Gobierno, dando inicio a una dictadura militar, que persiguió, torturó, encarcelo y masacro a quienes se oponían y luchaban por el restablecimiento de la democracia. La resistencia a la dictadura expresaba la férrea voluntad de lucha del pueblo boliviano, su cualidad insurgente frente a cualquier gobierno despótico, y al cabo de un tiempo, los golpistas tuvieron que dejar el Palacio de Gobierno, dada su ilegitimidad; la vulneración de derechos humanos; los actos de corrupción; el incremento del narcotráfico; las masacres cometidas contra mineros en Caracoles, dirigentes políticos en la Calle Harrington (15 de enero de 1981); los beneficios irregulares obtenidos de la explotación ilegal de yacimientos mineralógicos y comercialización de piedras semipreciosas a la República de Brasil (conocido como “La Gaiba”); cobros de cheques; pago irregular de maquinaria agrícola (Puerto Norte); compra de equipos petroleros de forma irregular; venta de vidrios Rayban y otros materiales destinados para la construcción de la piscina de Alto Obrajes; entre otros. 2
El pueblo boliviano posee una virtud natural de resistencia a la dictadura El 10 de octubre de 1982, se conmemora como el día de la recuperación de la democracia, con certeza, el bien político colectivo más preciado, porque nos permite elegir, debatir, expresarnos, pero también luchar y reivindicar los derechos del pueblo. De 1982 hasta el presente, si bien la democracia fue el sistema de gobierno imperante, eso no significó que el Estado o alguno de sus componentes no viole los derechos humanos, imponga políticas económicas antipopulares, capitalice los recursos estales a favor de privados, instaure sistemas de cuoteo de partidos políticos, aspectos que fueron resistidos por el pueblo boliviano. Sin embargo, pese a todas estas dificultades e incluso vigencia de Estados de Sitio, con confinamientos de dirigentes a regiones inhóspitas, estas medidas fueron temporales y la lucha popular logró imponer la vigencia de la democracia como un patrimonio suyo y no únicamente de los gobernantes de turno. 38 años después, el 11 de enero de 2018, el CONADE nuevamente se re articula, al llamado de diversas organizaciones, incluida la Central Obrera Boliviana, frente a graves indicios de vulneración del sistema democrático expresados en el abierto desconocimiento a los resultados del Referendo Constitucional realizado el 21 de febrero de 2016, cuya expresión democrática mayoritaria determinó de forma vinculante, que el Articulo 168 de la Constitución no se modifica -y en consecuencia- no existe posibilidad alguna de una nueva re postulación a Presidente y Vicepresidente de Evo Morales y García Linera.
Desconocimiento del pueblo y desestabilización de la democracia Es desde diversas instancias del Estado y el Movimiento al Socialismo (MAS) en actual función de gobierno, que se genera este movimiento desestabilizador del sistema democrático, de desconocimiento del pueblo como actor único de la democracia directa y participativa; situación que entraña la vulneración de los derechos humanos, de los cuales son también parte los derechos políticos del pueblo. Desde el gobierno de Evo Morales, se genera una desestabilización de la democracia, al pretender imponer una re re postulación que es violadora de la Constitución Política del Estado, pero además, es desconocedora del carácter vinculante del Referendo Constitucional del 21-F. A ello se suma, proclamaciones políticas de estos supuestos candidatos, que si bien no tienen efecto electoral alguno, pretenden crear una situación de anomía jurídica electoral, esto es, la anulación del pueblo como único actor de la democracia; la pulverización de la expresión mayoritaria a su interior; la ausencia de reglas democráticas; la posibilidad de que pueda existir una prorroga ilegal; en otras 3
palabras, ausencia de democracia y por ello, la vigencia de un gobierno autoritario dispuesto a imponerse a toda costa. La demolición de la democracia, no acontece en un día, como fue el golpe de Estado el 17 de julio de 1980, sino como un proceso, inicialmente de consulta al pueblo, por el Referendo Constitucional convocado por Ley N° 757 de 5 de noviembre de 2015, organizado por el Órgano Electoral Plurinacional. Conocidos los resultados del 21F, inmediatamente de declarar su cumplimiento, el mismo Evo Morales anuncia varias acciones para desconocer la voluntad del pueblo soberano. La acción que despliega el Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de la Sentencia Constitucional Plurinacional N° 0084/2017, operacionaliza esta decisión, pero su contenido al margen de ser espurio, no tiene efecto jurídico alguno, al estar vigente los Artículos 156, 168, 285.II y 288 de la Constitución Política del Estado; no pudiendo, tampoco, declarar inconstitucionales los arts. 52.m en la expresión "por una sola vez de manera continua"; 64 inc. d), 65 inc. b), 71 inc. e) y 72 inc. b) en el enunciado "de manera continua por una sola vez" de la Ley del Régimen Electoral (Ley 026 de 30 de julio de 2010). La demolición gradual de la democracia, que sucede en Bolivia, para dar paso a un régimen dictatorial, tiene como otro de sus componentes la criminalización de la protesta social, que se da en las calles, en las celdas policiales, las oficinas del Ministerio Público y de los Jueces completamente subordinados al poder ejecutivo. Uno de los andamiajes punitivos más contundentes era la entrada en vigencia del Código del Sistema Penal Boliviano, que gracias a las movilizaciones del sector salud y con la participación del CONADE y las coordinadoras sindicales, se obligó su abrogación por parte del gobierno.
Tribunal Supremo Electoral subordinado y en silencio cómplice Esta intención autoritaria, tiene, finalmente, al Tribunal Supremo Electoral completamente subordina y en silencio cómplice, pero con la tarea final de habilitar electoralmente a Evo Morales para un ejercicio indefinido del poder. El Tribunal Supremo Electoral, cuya tarea principal es proteger la democracia, mantiene un silencio cómplice con esta demolición gradual de la institucionalidad y práctica de la democracia, esto es:
Ignorar los resultados mayoritarios de la democracia directa y participativa (votación del 21-F); Permitir proclamaciones violentando las normas electorales; Permitir la difusión de encuestas con supuestos candidatos que no podrán ser habilitados; 4
Abstenerse de señalar el carácter anticonstitucional de la Sentencia Constitucional Plurinacional N° 0084/2017; Ignorar la división y paralelismo de organizaciones como la COB, el CONAMAQ, CIDOB, la toma de sus oficinas, el intento de desalojo de ADEPCOCA, casos singulares de la vulneración de la democracia comunitaria, incurrida incluso por funcionarios públicos. Ser un agente mudo, cómplice, discapacitado para asumir la tarea de ser promotor de la democracia intercultural, defender la democracia sindical, hacer respetar el voto popular y sus soberanías respectivas
No se trata de que el Tribunal Supremo Electoral garantice los derechos de las personas y de las organizaciones indígenas originarias campesinas, sino que cumpla su tarea de promover la democracia, en todas sus formas, porque la violación de los resultados del 21-F es sistémica a la vulneración de las otras formas de democracia del pueblo.
Ratificamos nuestra lucha por la democracia El CONADE, ratifica su lucha por la democracia, el respeto a la voluntad popular del soberano expresado en el referendo constitucional del 21 de febrero de 2016, la vigencia plena y real de la Constitución Política del Estado, así como de los derechos humanos. El CONADE es pueblo movilizado, habilitado por la historia para resistir y vencer a la tiranía, venga de donde venga. La democracia se defiende en las calles. Por todo ello, hoy y mañana nos movilizamos para defender estos postulados y lo hacemos sin claudicar, sin intereses de sector, precautelando la unidad del pueblo, porque nos debemos a él y el CONADE es su instrumento de lucha.
¡Basta YA! ¡Respeto al 21-F! Bolivia, 17 de Julio de 2018.
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