GUÍA DE PROCEDIMIENTOS DE INTERVENCIÓN Y CONSERVACIÓN

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PROCEDIMIENTOS DE INTERVENCION AL PATRIMONIO HISTÓRICO CULTURAL Y NATURAL

¿Qué es el Patrimonio Material del Chaco? Los bienes patrimoniales materiales del Chaco comprenden una amplia gama de edificios y estructuras arquitectónicas, sitios arqueológicos, sitios históricos, y bienes naturales como algunos animales en riesgos de extinción, o entornos de bienes arquitectónicos. Ciertos bienes conforman grupos patrimoniales como el caso de Escuelas del Plan Quinquenal (1947 a 1951), Estaciones de Ferrocarril de la provincia, o acervos de algunos museos. Otros, son agrupados de facto por tener características similares en su origen histórico o estilo, el caso de fábricas que se relacionaron con la explotación agroindustrial o las casas de Bruno Del Mónico en Resistencia. Estos bienes patrimoniales son responsabilidades del Instituto de Cultura del Chaco por Ley 1400 E (antes 5556/2005). Pero el uso y aprovechamiento es una cuestión compartida con los municipios en caso de ser bienes públicos, o las entidades o propietarios, en el caso de ser privado. En este último caso, al ser un bien privado, el propietario es responsable también del cuidado y preservación del bien. Y en algunos bienes públicos, el dominio es compartido a veces por otros estamentos provinciales y/o nacionales, como escuelas o estaciones de trenes. Estas cuestiones deben ser tenidas en cuenta cuando el patrimonio debe ser intervenido para su conservación, recuperación o refuncionalización ya que siempre debe notificarse al Instituto de Cultura del Chaco sobre estas intervenciones, y articularse con la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico Cultural y Natural para ser controladas. De igual manera debe procederse ante amenazas o perjuicios a esos bienes. Concluimos que si bien la custodia es del Estado Provincial, el cuidado es responsabilidad de la comunidad. En conjunto se elabora una gestión patrimonial que propende a la puesta en valor y apropiación del bien.


Intervenciones. Llamaremos intervenciones específicamente a toda modificación que se haga en un bien material, sea objeto, sitio o lugar, edificio, estructura inmueble o recurso natural. Llamaremos intervenciones directas a las necesarias para la puesta en valor del patrimonio o realización de estudios pertinentes; e indirectas en caso especiales cuando una organismo empresarial, gubernamental u otro requiere abordar un espacio patrimonial para modificar estructuras anexas. Ese es el caso de empresas que intervienen en espacios patrimoniales para construcción o reparación de rutas o vías férreas, construir diques y/o embalses de contención de áreas acuosas, canalizaciones y/u otras obras que atañen a bienes patrimoniales en sí o zonas sensibles a serlo, como posibles yacimientos arqueológicos, zonas de protección de recursos naturales, patrimonios declarados, etc.

Intervenciones indirectas.

Una empresa u organismo o entidad cualquiera que precise ejecutar una obra que implique modificación de estructuras, remoción de suelos, poda, talado, excavaciones, acopio de materiales, búsqueda de recursos en subsuelos, construcción de vías y todo trabajo de pequeña o gran envergadura con maquinarias deberá:  Solicitar por carta oficial de la entidad al Instituto de Cultura del Chaco el informe sobre qué bienes o zonas sensibles a serlo estarán actuando.  Detallar en la carta el nombre de la entidad a cargo de la obra y/o tarea, datos completos del responsable directo y el interlocutor local viable, la zona en la que se intervendrá con la obra, qué tipo de labor se realizará, en qué lapso estimado, y cualquier otra información pertinente.  Adjuntar captura de pantalla o fotografías satelitales de la zona de implicancia para localizar el espacio de obra.  Y aguardar el informe que emane del Instituto de Cultura del Chaco con los aspectos y cuidados a tener en cuenta en referencia a lo patrimonial.


La entidad se ajustará entonces a lo enunciado oficialmente por el Instituto de Cultura del Chaco y se notificará inmediatamente ante cualquier novedad y/o innovación necesaria. Además de lo señalado en ese informe, la entidad deberá respetar los puntos descriptos en esta Guía de Procedimientos ante los bienes patrimoniales ya sean recursos naturales, edificios, sitios o lugares, monumentos o yacimientos arqueológicos, antropológicos o paleontológicos.

Intervenciones directas.

Las intervenciones directas podrían ser consideradas según sus grados de modificación, etapa de aplicación o complejidad técnica:  Conservación Preventiva.  Recuperación.  Refuncionalización.  Restauración. Dentro de la recuperación y la refuncionalización, consideraremos una intervención a escala variable donde las modificaciones no alteren la tipicidad del bien, estilo, características, materiales originales en general y distribución de espacios. El sentido es “recuperar” el espacio para darle una nueva “función” sin perjudicar la tipicidad arquitectónica, pudiendo usar materiales contemporáneos pero con el mantenimiento de pisos, aberturas, techos, que hacen a lo especificidad patrimonial. Es un trabajo interdisciplinario en equipo. Debe actuar en conjunto en todas las etapas del proyecto (antes, durante y después de la intervención). La restauración ya implica una labor mucho más detallada y puntillosa que debe ser realizada por profesionales en el área. Implica un estudio profundo del material utilizado en el origen y el contexto ambiental del patrimonio. La conservación preventiva es aplicable en casos donde el bien patrimonial se encuentre en buen estado y pueda soportar intervenciones mínimas que propenden a su mantención como tal. También es una labor grupal cuando se elabora el plan de acción y se ejecuta.


Conservación Preventiva. Muchos de estos bienes patrimoniales materiales requieren de intervenciones para su recuperación y otros, para ser mantenidos. Llamaremos a estos trabajos de manutención como CONSERVACIÓN PREVENTIVA, que definimos como “es una estrategia de conservación del patrimonio cultural que propone un método de trabajo sistemático para identificar, evaluar, detectar y controlar los riesgos de deterioro de los objetos, colecciones, y por extensión cualquier bien cultural, con el fin de eliminar o minimizar dichos riesgos, actuando sobre el origen de los problemas, que generalmente se encuentran en los factores externos a los propios bienes culturales, evitando con ello su deterioro o pérdida y la necesidad de acometer drásticos y costosos tratamientos aplicados sobre los propios bienes”.1 No hay una metodología de trabajo única y excluyente. La conservación es una síntesis entre arte y ciencia que incluye ciencias naturales, arqueología, historia del arte y arquitectura. La conservación es una lucha en contra del deterioro que puede tener y de hecho tiene infinidad de causas, entre ellas las naturales (humedad, temperatura, fragilidad de materiales degradables, etc.) y las humanas, que pueden provocar destrucción. A eso debe agregarse la negligencia y la falta de información, que solo puede ser corregida o evitada a través de una correcta educación. En ese sentido afirmamos que “No se ama lo que no se conoce”. En la estrategia de conservación preventiva confluyen aspectos que deben ser tenidos en cuenta: la sostenibilidad, es decir la necesidad de aplicación de esfuerzos continuados en el tiempo, la optimización de recursos y la accesibilidad, entendida como acercamiento de los bienes culturales a la sociedad. ¿Quién elabora el Plan de Conservación Preventiva? La elaboración del plan de conservación preventiva requiere el trabajo de un equipo multidisciplinario, no es tarea de un técnico a nivel individual. ¿Quién ejecuta el Plan de Conservación Preventiva?


Los procedimientos y protocolos diseñados en el plan de conservación preventiva exigen la participación de equipos propios de la institución y de otros externos. Deben contar con un referente o equipo técnico para la coordinación y supervisión de la ejecución de los trabajos. ¿Cuál es el método de trabajo? Cada caso debe ser estudiado en concreto. Aun así podemos generalizar basarnos en los siguientes aspectos:  Análisis del contexto, es decir de los bienes culturales, su medio ambiente, su estado de conservación y el uso o gestión que se hace de los mismos.  Análisis de los riesgos de deterioro, mediante la identificación y valoración de los mismos, y la definición de prioridades respecto a acciones urgentes para eliminar o minimizar ciertos riesgos.  Diseño de métodos de seguimiento y control de los riesgos de deterioro, teniendo en cuenta los recursos disponibles y los medios técnicos necesarios, elaborando procedimientos de trabajo sistemático, protocolos de mantenimiento y mecanismos de detección y respuesta ante emergencias integrados en una planificación impulsada por la institución con el objetivo fundamental de compatibilizar el uso y gestión de los bienes con su conservación. Este método de trabajo se articula mediante el denominado Plan de Conservación Preventiva, con métodos y prácticas basadas en normas internacionales como la ISO 31000. ¿Cuáles son los principios fundamentales? 

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El control de los riesgos de deterioro, para evitar que éste se produzca o se acelere, actuando sobre los factores del medio y no sobre el efecto que causan en los propios bienes. Este control debe aplicarse según procedimientos de trabajo sistemático integrando todas las acciones de uso y gestión de los bienes. Utilizar el método de trabajo propuesto por la conservación preventiva para definir prioridades respecto a los recursos a emplear en medios y procedimientos para la conservación de los bienes. Utilizar la planificación de la conservación preventiva en las instituciones como herramienta de esfuerzo sostenible y aplicable a conjuntos de bienes de forma prioritaria.

¿Qué aspectos contempla la Conservación Preventiva?


La conservación preventiva se centra en los riesgos de deterioro que amenazan a los bienes culturales. Estos aspectos se identifican como indicadores de riesgos:  Ausencia de la documentación básica para la identificación de los bienes culturales. (Planos, fotografías, croquis, textos, etc.)  Daños o pérdidas causados por actos antisociales como robo, expolio, vandalismo o conflictos sociales.  Daños o pérdidas causados por sucesos catastróficos como incendios, tornados, inundaciones u otros fenómenos meteorológicos.  Daños causados por condiciones ambientales inadecuadas entre las que se incluyen los factores microclimáticos (humedad, extrema sequedad, exceso de luz solar, polvo, etc.), y los contaminantes atmosféricos.  Daños causados por el biodeterioro, generalmente asociado a condiciones ambientales inadecuadas (lo expuesto arriba) y deficiencias en las instalaciones y su mantenimiento (instalaciones de agua y/o luz: desagües, cloacas, etc.)

Recuperación y Refuncionalización. Estas intervenciones se centran principalmente en el mejoramiento de las condiciones de habitabilidad y refacciones del interior de los inmuebles. Estas refuncionalizaciones son practicadas cuando el uso original quedó obsoleto y desde el proyecto comunitario y/o cultural se busca un uso más adecuado a las necesidades del momento. Como regla imprescindible que resguarde el valor patrimonial del bien, las intervenciones deben mantener, como ya dijimos, el estilo arquitectónico, circuito del edificio en cuanto a sus distribuciones de espacios, aberturas como puertas, ventanas, claraboyas, respiraderos, etc.; estilos de pisos internos, externos, paseos y veredas del entorno, sus jardines y arboledas circundantes y sus delimitaciones fieles a lo original y estilo; techos en cuanto a direcciones de desagüe, materiales y canaletas, andamiajes en tirantes y cielorrasos, etc. Estas consideraciones deben ser especificadas en cada caso por el equipo asesor del Instituto de Cultura del Chaco mediante protocolos y formas de procedimiento, que se consensuarán en la mesa de trabajo con la


empresa ejecutora de la obra y los miembros representantes del Instituto de Cultura y los otros organismos intervinientes. La recuperación podrá aplicar el mantenimiento de algunas estructuras y aspectos del inmueble, la reparación o la rehabilitación de otras.  El mantenimiento contempla la limpieza y aseo de los espacios, la limpieza, de las paredes y pisos, canaletas, techos y desagües, el retiro de hierbas y otras plantas, la reposición de revoques, la renovación de pintura en muros y carpintería, la revisión de las instalaciones, así como también, la reposición de elementos faltantes o deteriorados.  La reparación, es la actuación en elementos concretos que se encuentran dañados, con el fin de recuperar o mejorar la integridad y funcionalidad constructiva de un edificio o parte de él. El retechado, el arreglo de las carpinterías, la renovación de las instalaciones, la sustitución de piezas rotas o en mal estado, son algunas reparaciones útiles para evitar daños mayores a futuro.  La rehabilitación, se constituye en las acciones necesarias para recuperar o mejorar la habitabilidad de un edificio histórico, cuando este ha sufrido detrimento o queda obsoleto. La rehabilitación logra la funcionalidad y/o habitabilidad adecuada en un contexto específico. Implicará un sistema de acondicionamientos, arquitectónicamente compatibles y respetuosos con la historia, estilo, forma y técnicas constructivas del inmueble patrimonial. Algunos hablan también de integración como otro método de intervención donde se aportan nuevos elementos para nuevas actividades, como sinónimo de revitalización y reanimación, términos se han utilizado recientemente al referirse especialmente a bienes inmuebles abandonados, deshabitados o desprovistos de “anima” o “vida”. Se refiere en ese contexto a las condiciones de la población, usuarios y habitaciones más que a las condiciones físicas de los bienes culturales arquitectónicos. En toda recuperación y/o refuncionalización también deben hacerse estudios de riesgos respecto al tipo de suelos, ambientes climáticos al que se expone el bien patrimonial material, vicios y deficiencias del bien inmueble en su estructura e instalaciones, y el desgaste a que será sometido en la refuncionalización; para aplicar las consideraciones de sostenibilidad correspondientes. ¿Qué acciones se deben evitar para no destruir el Patrimonio?


Hay que evitar hacerle cambios que lo dañen o utilizarlo para usos inadecuados. Muchas veces al hacer adaptaciones para usarlos de acuerdo con las necesidades actuales se los transforma y destruye poco a poco. Por tanto hay que evitar todo aquello que cambie la forma en que trabaja la estructura (cimientos, muros y techos) o que deforme y transforme las partes originales del edificio. Entonces hay que evitar:  Cubrir patios únicos.  Demoler parcial o totalmente el edificio.  Usar voladizos.  Utilizar elementos y/o materiales ajenos e incompatibles a los originales,  ya que se distorsiona la autenticidad del edificio.  Ampliar o agregar puertas y ventanas, ya que se debilita la estructura y además se deforma el aspecto.  Quitar muros originales, ya que son los que sostienen los techos y al quitarlos se compromete su estructura.  Sobrecargar los edificios, agregando muros, habitaciones, entrepisos y techos u otras cargas móviles, porque se aumenta el peso más de lo que puede soportar la estructura del edificio y puede provocar hundimientos y desplomes.  Distorsionar el estilo original del edificio, inventando ornamentos o elementos que nunca tuvo.  Crear “falsos históricos”, incorporando por ejemplo portadas o columnas de piedra que nunca estuvieron allí, debe evitarse ante todo las imitaciones de arquitectura histórica que crean confusión y distorsión de la autenticidad del edificio.  Darle un uso inadecuado al edificio, ya que puede perjudicar a cualquiera de sus partes o poner en peligro su existencia por presentar riesgos, ya sea por actividades dañinas, maniobras pesadas o vibraciones. Si se considera la refuncionalización con la construcción de algún inmueble lindante, debe tenerse en cuenta:  La arquitectura “nueva” debe ser respetuosa del contexto histórico en el que se incorpora y debe desechar cualquier intento de protagonismo frente a los inmuebles patrimoniales.  El diseño de la fachada debe mantener relación con los inmuebles vecinos, con el fin de no distorsionar la fisonomía y homogeneidad que caracteriza el conjunto patrimonial.  La altura total planteada en este tipo de intervención, no debe, en ningún caso, superar la altura de los edificios colindantes.


Es necesario conocer que cuando se requiere de una intervención en un bien patrimonial material, más allá de los trabajos de mantenimiento y conservación, se debe acudir al Instituto de Cultura del Chaco y a la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico Cultural y Natural, que da asesoría indispensable para realizar cualquier tipo de obra.

Sitios históricos y yacimientos arqueológicos. La Gestión del Patrimonio Arqueológico debe evaluar la importancia de la arqueología para el conocimiento y la comprensión de los orígenes y del desarrollo de las sociedades humanas. En los lugares con vestigios arqueológicos pueden plantearse problemas al mismo tiempo que se realiza la excavación, cuando el conocimiento todavía no es completo. Puede darse el caso que esos restos arqueológicos se encuentren dentro o en la periferia de un edificio también patrimonial, y es allí donde reside la complejidad del caso. En general, las soluciones urgentes que sean precisas adoptar para estabilizar una estructura a medida que se procede a su excavación, no deberán poner en peligro el significado integral de la edificación, en lo que se refiere a su forma y a su uso. Aspectos generales en sitios arqueológicos. La condición de cualquier objeto depende del medio ambiente, lo que para un objeto de excavación representa generalmente el “suelo”. Las intervenciones posteriores del hombre, como trabajos de irrigación y diversos fertilizantes, cuando se trata de tierras de cultivo, modifican la naturaleza química del suelo. Todo ello influye directamente sobre el objeto. Al permanecer un objeto mucho tiempo en la tierra, se encuentra en condiciones de estabilidad. Cuando lo sacamos bruscamente de su medio ambiente, ocurre una modificación del microclima. Se rompe la armonía entre el objeto y su entorno, lo que puede ocasionar un deterioro grave al objeto si no se toman las precauciones necesarias. Por eso hay que proceder con cautela y rigurosidad antes hallazgos de piezas de interés arqueológicas. La impaciencia y la curiosidad frecuentemente conducen serios deterioros en el resto o el sitio, por lo que debe detenerse toda acción de inmediato.


¿Qué hacer ante una evidencia arqueológica? Ante un hallazgo de piezas de valor arqueológico, debe:  Detenerse de inmediato la acción u obra que se está llevando a cabo en el lugar.  No extraer la pieza o retirarla de su espacio, ni pretender hacerlo con otras. Debe ser realizado por personal calificado y con infraestructura adecuada.  Delimitar la zona y evitar todo tipo de intervención humana o mecánica en el espacio.  Informar al Instituto de Cultura del Chaco sobre el hallazgo, y si se trata de un volumen importante de restos arqueológicos o paleontológicos, debe notificarse a la policía local más cercana para acelerar procesos de custodia y resguardos. Las intervenciones apresuradas, improvisadas, realizadas con buenas intenciones pero sin conocimiento y sin la debida infraestructura son siempre perjudiciales y pueden arruinar totalmente el testimonio a preservar. Recordamos que es ilícito el tráfico de bienes patrimoniales por lo que puede ser penado por ley a nivel provincial y/o nacional. Los que deseen hacer estudios e investigaciones. En el caso que profesionales requieran estudios e investigaciones en sitios arqueológicos o lugares históricos, deberán contar con la autorización expresa del Instituto de Cultura del Chaco, que evaluará el proyecto y solicitará los requisitos previos pertinentes. Al finalizar la campaña, se les exigirá la presentación de un informe detallado de la investigación efectuada por parte del/los responsables del proyecto, convenio de recepción y/o destino de las piezas halladas para posteriores estudios y/o exhibición, con la elaboración de las actas correspondientes. El Instituto de Cultura designará un responsable (persona o ámbito dentro del organismo) encargado del monitoreo del proyecto que evaluará el resguardo del bien patrimonial intervenido, y realizará el registro fotográfico pertinente con los informes necesarios ante cualquier caso y/o necesidad, que elevará exclusivamente a la presidencia del Instituto de Cultura del Chaco. Requisitos para presentar proyectos de campañas en sitios arqueológicos y lugares históricos.


El proyecto debe presentarse en carpeta con:  Nombre de la campaña.  Organismos intervinientes.  Tipo de campaña a realizar.  Objetivos y/o hipótesis de la campaña.  Plazo de la campaña: fecha de inicio y finalización. Período. Duración estimada. En caso de ampliarse la fecha especificada en el proyecto, se notificará por carta oficial al Instituto de Cultura y éste evaluará la autorización correspondiente.  Datos personales del responsable del proyecto.  Datos del equipo de trabajo interviniente.  Herramientas, maquinarias y métodos a utilizar.  Mapa georreferenciado de la zona de estudio.  Autorizaciones de otros organismos o particulares implicados en el proceso de investigación y/o relevamiento a realizar (municipios, ONGs, universidades, institutos, propietarios particulares, empresas propietarias, etc.).

Patrimonio Natural. En el Chaco contamos con un rico patrimonio natural. Incluimos en él los las especies de animales en riesgos de extinción que son Monumentos Naturales provinciales e inclusive Monumento Nacional como el caso del yaguareté, el árbol palo borracho “gigante del monte” como patrimonio natural de la provincia localizado en Villa Río Bermejito, los jardines y parque botánico de la Casa Schulz en Colonia Benítez. Y en sentido más amplio que hace referencia al entorno de los bienes patrimoniales inmuebles tenemos los especiales casos las instalaciones del antiguo Hospital Aberastury en Isla del Cerrito, el Durmitor en área rural de Campo Largo, la ex Fábrica de Tanino Limitada “Río Arazá” de Fontana, el ex Mercado Municipal de Resistencia, el Barrio "San Pedro Pescador" y zona de influencia en Colonia Benítez, la zona de Cráteres y Meteoritos de Campo del Cielo “Piguen nonraltá” en Gancedo, y la Asociación Fraternal Israelita en Sáenz Peña.


Este “entorno” o “zona de influencia” a que hace referencia el marco legal pertinente explícita o implícitamente, habla del ambiente natural donde se emplaza el bien inmueble: monte natural, costa de río, campo abierto, jardín, parque, etc., como un ambiente biodiverso a proteger. Es por ello que deben ser cuidados, preservados y respetados. En estos casos, donde el bien patrimonial inmueble involucra lo natural, debe tenerse en cuenta especialmente este “entorno inmediato” ante toda intervención y en la misma conservación preventiva. Los Monumentos Naturales ya tienen sus leyes específicas de protección como animales en riesgos de extinción, pero debemos atenernos a las normas de preservación ambiental, montes naturales, etc., para regirnos en cuanto a los manejos de esos ecosistemas. En general, acotamos que:  No debe talarse.  No debe podarse en forma indiscriminada.  No debe hacerse quemas ni incendios, ni de restos de podas o pastizales.  No se debe poluir con desechos orgánicos u inorgánicos.  No debe amenazarse especies animales autóctonas.  No debe obstruirse cauces naturales de agua.  No deben taparse los humedales.  No se debe arar.  No se deben sembrar y/o plantar especies exóticas.  No debe destruirse ni extraer especies del ecosistema, sea vegetal o animal.  No se debe cazar.  Debe cuidarse en el trazado de sendas peatonales y vías de tránsito y/o acceso.  Debe cuidarse en el manejo de pesticidas para el control de plagas.


Acervos y fondos documentales. Existen en la provincia colecciones de museos que han sido declaradas patrimonio material del Chaco. Estos acervos constituyen también casos especiales en el conjunto patrimonial chaqueño y siguen la regla general en cuanto a los procedimientos. Este acervo recibe fundamentalmente conservación preventiva, en algunos casos recuperación, en pocos, restauración y en muy escasos se la aplica una refuncionalización (cuando hablamos de muebles u otros objetos factibles a ser reutilizados). Debemos considerar que el acervo museístico es una pieza delicada. Puede ser de origen animal como pieles, cueros o animales taxidermizados, mineral como rocas o metales en el caso de armas, balas, herramientas, meteoritos; o arqueológico como huesos, vasijas, botellas, etc. Dentro de ese acervo museístico se hallan sus fondos documentales incluidos: fotografías, libros, publicaciones y otros documentos que integran las colecciones. En conjunto, son piezas que deben tratarse con el riguroso cuidado que presupone todo patrimonio y que advertimos en esta síntesis de procedimientos. Cada una de ellas debe ser tratada específicamente de acuerdo a su material constitutivo y a su uso, ya sea para archivo o exposición. Las tareas que implican la conservación, limpieza, recuperación y/o restauración del acervo deben ser ejecutadas y/o controladas por especialistas en el tema. El Instituto de Cultura del Chaco cuenta con profesionales en esa área dentro del Departamento Técnico de Museos y la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico Cultural y Natural del Chaco. Ellos están a disposición de solicitudes de asistencia para estas tareas e impartir capacitaciones.


Bibliografía. Manual para la Conservación del Patrimonio Arquitectónico Habitacional de Sucre. Ligia Peñaranda Orías. Bolivia 2011. ( 1) Fundamentos de conservación preventiva. Sección de Conservación Preventiva, Área de Investigación y Formación. Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). España, 2015. Lineamientos para la Conservación de Monumentos y Sitios en Guatemala. Blanca Niño Norton, coordinadora del proyecto. Ministerio de Cultura y Deportes, Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural. Guatemala, 2010. Manual de conservación preventiva de material arqueológico in situ. Vladimira Zupan de Saldías. Instituto Nacional de Cultura, Centro Nacional de Información Cultural. Perú, 2005. Autorizaciones para realizar actividades arqueológicas en la Provincia de Jujuy. Legislación y protocolos. Cuadernillo. Gobierno de la Provincia de Jujuy, Dirección Provincial de Patrimonio. Argentina, Jujuy, 2017. Novedades de Antropología N° 84. Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano. Argentina, abril a setiembre 2018. Derecho a la Cultura. Análisis, reflexiones y propuestas sobre la Legislación Cultural del Chaco. Fabio Echarri y Federico Valdés. Editorial Contexto. Chaco 2017. Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, ONU, 1972. Ley N° 5621 “Protección del patrimonio cultural”. Congreso del Paraguay, 2016. A história e o patrimônio industrial a partir de outro olhar: o que dizem os pisos do Complexo FEPASA- Jundiaí, SP, Brasil. Juan Manuel Cano Sanchiz, Faces da História, SP, 2017. Ley N° 25.197, “Régimen del registro del patrimonio cultural”. Congreso de la Nación Argentina, 1999. Usos del Patrimonio: Nuevos Escenarios. Editores: Francisco Javier López Morales, Francisco Vidargas. Secretaría de Cultura, Guanajato, México, 2015. Carta Internacional sobre la Conservación y la Restauración de Monumentos y Sitios (Carta de Venecia). ICOMOS, 1964. Carta Internacional para la Conservación de Ciudades Históricas y Áreas Urbanas Históricas (Carta de Washington). ICOMOS, 1987. Carta Internacional Para La Gestión Del Patrimonio Arqueológico. ICAHM, ICOMOS, 1990.


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