Complementaria- Teoría Unidad Avanzada Laura Bermúdez Duchamp Elisa Durán Durán Paula Díaz Torres Lamento del Bicentenario Hace aproximadamente seis años, entre la carrera sexta y séptima, empezó la intervención del Parque Bicentenario a cargo del arquitecto Giancarlo Mazzanti. Este proyecto se presentaba como respuesta a la evidente necesidad de conectar dos áreas divididas por la calle 26. Se consideraba como una oportunidad única de intervenir este espacio por medio de la creación de un parque que resaltara la historia que alberga este sector de Bogotá. Ubicado en el centro de la ciudad, en plena carrera séptima, se daba para plantear un espacio que le rindiera tributo a la historia de esta ciudad y a la memoria de los bogotanos. Sin embargo, lo que prometía ser una oportunidad soñada para llenar los llamados “huecos de la 26” terminó por convertirse en un sinfín de complicaciones.
El proyecto, propuesto en primera instancia por Rogelio Salmona, iba desde la calle 24 hasta el Museo de Arte Moderno, y buscaba abarcar los edificios emblemáticos que lo rodean mediante una explanada que siguiera armónicamente la topografía del lugar. Sin embargo, con su muerte en el 2007 el proyecto se detiene hasta el 2008, cuando es reasignado por Planeación a Juan Camilo Santamaría. En el 2009 el proyecto rota nuevamente, esta vez al contratista de este tramo de la fase III de Transmilenio, por orden del IDU. El contratista llamado Confase–Odinsa (el mismo de el Aeropuerto El Dorado) contrata, finalmente, al arquitecto Giancarlo Mazzanti, quien presenta y desarrolla un nuevo proyecto completamente diferente al ya aprobado anteriormente por planeación. Es evidente que el proyecto propuesto por Giancarlo Mazzanti, arquitecto encargado, carece de coherencia con su entorno y falla en solucionar los mismos problemas a los que, suponía, debía responder. La visión, el manejo y el desarrollo de este proyecto demuestran haber sido una equivocación. Se pueden identificar claramente cuatro aspectos que resumen, a grandes rasgos, en qué y cómo falló el proyecto de Mazzanti. El primer aspecto a mencionar hace referencia a la historia que alberga este espacio. El parque, que se rodea de trozos de la historia y desarrollo de
Bogotá, edificios
emblemáticos como el Quiosco de la Luz, las Torres del Parque, el Museo de Arte Moderno, la Plaza de Toros y el Planetario. Este nuevo proyecto se implanta como una invasión y deja de lado la memoria y los distintos rastros que el tiempo ha fijado allí. Es egoísta olvidar que en alguna vez el Parque de la Independencia estuvo conectado con el centro de Bogotá, y era fundamental haber tenido en cuenta todos estos elementos, pues el proyecto de Mazzanti busca intervenir un lugar emblemático de la ciudad que tiene, además, confluencias históricas, lo cual nos lleva a una intervención de escala urbana con alto efecto en la ciudad. El segundo aspecto es el de la funcionalidad. El objetivo era integrar dos sectores pero el resultado fue una serie de trazos arbitrarios y una imposición odiosa, que convierte este espacio en una nueva fisura disfrazada de paisajismo contemporáneo. Actúa, entonces, más bien como un multiplicador de culatas que, en lugar de unir o suturar, rompen y fraccionan un pedazo de ciudad que ya tenían una profunda herida. La entrada al MAMBO se arruinó por completo, lo que quedaba del paisaje tranquilo y natural del parque se ve
nuevamente afectado con una plataforma que es ajena al lugar y desprecia su entorno. Aunque el cometido en teoría se cumple, la ejecución es incómoda e incorrecta. Una tarea similar a la de Mazzanti puede verse ejemplificada en otras intervenciones ya construidas, que funcionan con naturalidad y cumplen con los objetivos buscados de unión y respeto al contexto. En Paris, los arquitectos de la firma local TERRITOIRES buscan conectar dos barrios fragmentados por un anillo vial en la zona de Porte des Lilas mediante el Jardín Serge Gainsbourg. Se busca recuperar la vegetación en la ciudad, la cual es la gran protagonista junto con los peatones y los medios alternativos de transporte como la bicicleta. Propone recorridos y espacios de permanencia cómodos para los peatones, diversos y en permanente contacto con la naturaleza, la gran ausente en la ciudad del automóvil. En el centro del jardín se ubica un estanque que se encarga de la recolección y almacenamiento de agua lluvia, que después es utilizada para el riego y mantenimiento de la vegetación del jardín. En este proyecto, a diferencia de El Parque Bicentenario, la naturaleza es el elemento central y no cumple con una función meramente decorativa, sino que busca mejorar la calidad de vida de las personas ofreciendo espacios de ocio verdes. La naturaleza es el tercer aspecto a mencionar, pues la plasta gris y plegada de Mazzanti pretende enmendar, por medio de unas precarias materas (denominadas espacio verde), la conversión de varios metros cuadrados de zonas blandas en zonas duras y la tala de árboles de más de un siglo de antigüedad, asegura Ernesto Lleras1. Además, como dice María Elvira Madriñán2, se deben “propiciar relaciones donde los elementos naturales y urbanos establezcan una relación muy delicada y sutil con la geografía. Sólo así se logra una integración sabia y respetuosa del proyecto con el lugar. De otra manera, lo nuevo o novedoso termina volviéndose arbitrario y ajeno, un agente que lejos de unir y articular, termina detonando ruptura, induciendo disgregación.” contrario a todo lo que pretende Mazzanti, pues desconoce la sutileza y se impone de manera irrespetuosa, se reconoce como un elemento ajeno y que no tiene en cuenta su entorno para emplazarse. 3
1 Profesor de Ingeniería de la Universidad de Los Andes y Presidente de la Asociación de Vecinos del Bosque Izquierdo desde 1977. 2 Presidenta de la Fundación Rogelio Salmona. 3 Imagen tomada de http://www.archdaily.com/272997/jardin-serge-gainsbourgterritoires/504fcfd728ba0d782a00007f-jardin-serge-gainsbourg-territoires-photo
El cuarto aspecto a mencionar hace referencia a las intenciones egoístas e irrespetuosas del proyecto propuesto. Se pierde todo el dinero invertido por Planeación en los primeros diseños, que Mazzanti desechó. Es en proyectos como este que la posibilidad de construir en lo publico y de integrar dos sectores tan importantes, finaliza en lo que nunca debió ser porque como dice Salmona “En arquitectura la libertad necesita coherencia, y en todo proyecto de creación y de recuperación del espacio público es imprescindible poner en evidencia elementos autónomos que desde su autonomía, han de relacionarse unos con otros para llegar a una espacialidad deseada”. En el Jardín Serge Gainsbourg es evidente la sencillez del planteamiento urbanístico, en términos de su geometría y del manejo de los niveles, esto debido a que lo más importante para los arquitectos fue pensar en lograr mayor accesibilidad al proyecto por encima de buscar una geometría llamativa que después acabara en recorridos tortuosos y sin sentido que poco piensan en la accesibilidad de toda la población.
En conclusión, al intervenir una ciudad urbanamente no solo se busca mejorar el entorno del ciudadano, sino hacerlo reconociendo y respetando la historia de cada lugar. Se deben tener en cuenta las edificaciones existentes y que van a perdurar, todas la relaciones que haya entre elementos naturales y urbanos y por supuesto su relación con la geografía. De lo contrario el proyecto se emplaza como arbitrario y ajeno, un elemento que en vez de articular y de unir, termina por deteriorar, romper y disgregar. Con sus trazos caprichosos Mazzanti y su “parque” le dan la espalda a un problema complejo que requería un estudio detallado y juicioso del desarrollo histórico del parque y de los sedimentos que el tiempo fijo allí. Desafortunadamente el capricho y el sello de autor cobraron su victoria y deberemos padecerla todos los Bogotanos.
Bibliografía:
Medina Uribe, Pablo. “La independencia, el parque que se resiste a las obras en Bogotá.” La silla vacía. 18 de marzo de 2011, http://lasillavacia.com/historia/laindependencia-el-parque-que-se-resiste-las-obras-en-bogota-22652
Jardin Serge Gainsbourg / Matthieu Gelin & David Lafon Architecte. (2012). { HYPERLINK http://www.archdaily.com/272997/jardin-serge-gainsbourg-territoire (último acceso: 16 de 10 de 2016).