¡Qué miradas indiscretas, mamá! Fotografía cubana contemporánea
Juan Carlos Alom, Consuelo Castañeda, René Peña, Marta María Pérez Bravo y Mabel Poblet
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Cuando de miradas indiscretas se trata. Hablar de la fotografía cubana es hacer referencia a más de cinco décadas en las que miradas agudas persiguieron momentos transcendentales, relacionados primeramente a la Revolución cubana y sus líderes como eje protagónico para lo cual, todo lo que aconteciera en términos oficiales era permitido y por tanto seguro de ser representado. El resultado fue una fotografía concentrada en lo político con una narrativa que enaltecía imágenes de altas figuras vinculadas al gobierno cubano, a los grandes triunfos y vítores, a los escenarios llenos de masas aplaudiendo discursos, eternas y multitudinarias manifestaciones que exaltaban compromisos del momento y justificaban más de una razón. Fueron décadas en las que el sentido de representación iconográfica no trascendía desde lo creativo y quedaba detenido ante historias cotidianas que clamaban ser miradas, por lo que llegó el momento en que los discursos se tornaron retóricos y poco sugerentes.
Siendo así se aprecia un giro de la mera crónica revolucionaria, oficialista, documental hacia la memorización de temas desacralizados y concentrados en lo que podían ser conceptualmente minorías como la negritud, lo femenino, el homosexualismo, lo religioso a manera de memorias socio–individuales hasta extenderse a zonas subjetivas de una sociedad hartamente extrovertida, irreverente, gustosa de lo popular, sostenida en una eterna beligerancia por el vivir diario de la que apenas se reparaba.
Ante este contexto aparece lo que el teórico Juan Antonio Molina identifica como “Nueva fotografía cubana”(1), la que anidó a creadores con rasgos distintivos y disonantes, quienes en medio de un todo comienzan a visibilizarse a partir de la insistencia del trabajo con sus propios cuerpos y partes, el énfasis de la labor en el laboratorio, un acercamiento a elementos teatrales y performáticos con Ya en los años 80s surgen contextos nacionales e internacionales lo que redimensionan el acto artístico, registros triviales apenas hasta favorecedores para que la fotografía alcanzara espacios legítimos dentro el momento advertidos así como una mixtura de géneros al realizar la del arte en general. Particularmente en Cuba, se crean instituciones fotografía. Todos estos pudieran ser algunas de las identidades de esta regidas por políticas coherentes en función de la práctica y promoción generación. de esta a partir de eventos, inserción en Bienales, Salones y publicaciones especializadas que incluían al género junto a una crítica ¡Qué miradas indiscretas, mamá! agrupa a creadores de especializada, empezándose así a legitimar a los nuevos hacedores y diferentes generaciones de fotógrafos cubanos, cuyos prismas se sus obras. Para este momento prolifera entonces un marcado interés (con)centran en historias particulares derivadas en representación por incidir e interactuar en el medio social, se visualizan perspectivas de instantes dramáticos y conmovedores, a manera de re-lecturas de más flexibles ante posturas críticas alusivas a un contexto para nada una cotidianidad citadina e intimista rasante con lo testimonial. Para perfecto y aparecen registros centrados mucho más a lo creativo, la ocasión más que buscar voces que coincidieran en semánticas, vinculando más ampliamente la fotografía con la sociedad. técnicas, planteamientos he apreciado las verdades individuales y los perfiles en que pueden ser traducidas cada una de las imágenes. 5
Marta María Pérez, René Peña, Consuelo Castañeda y Juan Carlos Alom son artistas primados para quienes el arte es un acto de fe. La crítica cubana considera a los dos primeros como iniciadores de la estética del uso del cuerpo convirtiéndolo en signo y significante de enormes cargas simbólicas, y desde una perspectiva antropológica. Siempre he dicho que optan por dejar los discursos en manos propias y la fórmula les ha salido bien en tanto han explotado con inteligencia y prudencia la piel que habitan, a la vez que revalorizan constantemente cargas semánticas profundas, evocativas, para nada reiteradas en las que los cuerpos son especie de territorios habitados y transitados.
social a partir de propuestas desafiantes que marcaron una diferencia. Volumen I, Artecalle, Grupo Puré articularon códigos en los que cada participante asumía roles cardinales a partir de una conciencia crítica alejada de poses complacientes. Y Consuelo sostuvo la voz bien alta.
Desde la fotografía CC se deja llevar por la añoranza de la categoría tiempo y resume en secuencias notas intimistas y emotivas, permitiéndose el uso del cuerpo desnudo a manera de mapa narrativo. A partir de una postura femenina - que no feminista - reproduce ciclos y roles pertinentes al binomio madre / hija en el que los universos se funden hasta llegar a la alteridad entre una y otra, porque en esencia Considero a Marta (La Habana, 1959) una poetisa visual que toda mujer es una eterna hija y a la vez potencialmente madre. Sus lleva al papel imágenes estéticas, hermosas y de gran sugerencia imágenes son fuertes, medulares, que impactan al espectador desde donde los fragmentos representan un todo traducido en larga historia una perspectiva central hasta alcanzar sentir el giro en espiral desde de vida posiblemente propia o referida, en las que lo pertinente a fuera o desde dentro, no importa el contorno desde el que se mire, las culturas populares, sus costumbres así como lo religioso están porque al final se trata de una misma cosa. presentes por solo citar tres grandes temas que aborda con ingenio, sutilezas y desde la introspección. Con la obra de Peña (La Habana, 1957) se inicia la revalorización de la representación del negro cubano, para el caso alejado de todo Sus imágenes, siempre incitantes de otras verdades lanzadas al el fetichismo acostumbrado y haciendo añicos la simbiosis de éste vacío, son caminos de lecturas por revisar, por iluminar, que preparan con arquetipos de virilidad, fortaleza, machismo y sexismo, entre otros, al que mira para el salto atinado o para ver deshacerse el hielo atribuidos con empeño por estigmas oficiales. A su vez, y creo que de hasta la última gota de agua. Marta María por demás no solo es una manera inconsciente, sus imágenes hacen pensar en la existencia de conocedora de la imagen precisa; también recapitula con exactitud las un racismo en Cuba. construcciones culturales pasadas que reformula desde el hoy. Sus fotografías son propias que no personales, son duales, Consuelo Castañeda (La Habana, 1957) es un nombre fuertes, conmovedoras a partir de símbolos que posibilitan una insoslayable dentro del arte cubano contemporáneo, mucho más al coherencia discursiva acerca de lo que se le antoja decir: las religiones hablarse de la generación de finales de los años 70 y de la década afrocubanas, la vida cotidiana en los hogares cubanos o las prácticas de de los 80s cuando surgen, dentro de la isla, grupos creativos cuyas consumo. No creo que el artista se imponga plantear nuevos arquetipos estéticas, temas y representaciones se fusionaron fuertemente a lo ni que le interesen los tantos significados posibles que derivan de lo
que vemos; más bien refiere todo aquello que mira a diario, le detiene y apresa ágilmente redefiniendo sedimentos socioculturales. Alom (La Habana, 1964) es uno de los fotógrafos más experimentales y versátiles de la isla, fue reconocido por la revista Time en el año 2000 como uno de los diez fotógrafos más importantes del milenio en América Latina. Sus obras orquestan ensayos de toda una época al dar entrada en sus discursos a detalles del contexto insular, donde los espacios tienen igualdad de protagonismo con relación a las personas que los habitan. Si bien se centra en el reflejo de toda una sicología y tipologías de lo cubano le interesa mucho recrear los escenarios, porque sabe que en ellos hay una acumulada carga expresiva y vivencial, de los que perfectamente se desprenden narraciones que se suceden una y otra vez hasta llegar a ser cotidianas. Personas en solitario debatidas en entuertos del que no encuentran salidas, otras que esperan o despiden ante un mar infinito, dos que descansan en medio de un sopor u otros que pasean por los márgenes de La Habana, resumen lo vivido y lo por vivir. La novísima Mabel Poblet (Cienfuegos, 1986) es uno de los nombres más reconocidos dentro el arte joven cubano con una carrera muy bien recorrida a pesar de su juventud. Haciendo uso de la experimentación en la que mezcla elementos y técnicas de las artes plásticas, escoge lo instalativo como medio para exponer de manera otra la fotografía, para el caso las tradicionales diapositivas que penden de hilos propiciando que el espectador juegue con las formas en movimientos. “Desde adentro” resume historias de personas que viven en soledad - mismas que pueden ser de cualquier otro o hasta de uno
mismo - a partir de imágenes de objetos que les acompañan en el viaje de la vida ubicados donde reciben y despiden el día en la más soberana intimidad, a manera de leit motif, en los que pudieran listarse los sentidos históricos contenidos en cada caso. La idea pudiera traducirse en cuán verdaderamente pasamos el tiempo en absoluta soledad o no, y de ser así, impedir a toda costa que el olvido atrape lo que puede ser eterno, perdurable para la memoria individual y colectiva. Se me antoja que Mabel crea jugando con las obras para que lo lúdico sosiegue la desesperanza de la soledad, asentada en nimiedades. ¡Qué miradas indiscretas, mamá! sintetiza esencias de la fotografía cubana contemporánea, llena de dolores y goces cual canto a la vida con todos sus matices. Es también un repaso de los tantos caminos oscuros que se rescatan e iluminan, de las tantas alteridades que cobran valor para quedar en la memoria de todos. Victoria James En la Ciudad de México un 29 septiembre de 2016
1- Omar Pascual Castillo en “Man Made Materials”. Palabras al catálogo de Relaciones Negativas, pág 22, 2011.
El arte de crear e interpretar las imágenes es totalmente afín a mi espíritu. Mi cámara es el compás que me guía y a ello le estoy agradecido. Donde quiera que he vivido, me he entregado a la luz, las sombras y a esos detalles que, aunque puedan parecer mínimos, me han hecho temblar y convertirlos en imágenes. Comencé a trabajar como fotorreportero cuando los tiempos de la escasez que dejó el colapso de la Unión Soviética en Cuba. Esto me llevó a experimentar, dándole forma a mi visión artística en algo conducido por la precariedad, la espontaneidad y la necesidad de enfocarme sobre diversos temas, tales como la cosmogonía afrocubana, la vida, los espacios naturales y urbanos de mi país y las dimensiones desconocidas de mi cultura. Mucho más que temas aislados, mi idiosincracia como artista visual implica ir en busca de lo imposible, una búsqueda de democratización de los espacios y sus sujetos.
Juan Carlos Alom La Habana, 1964
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Consuelo Castañeda. Estudió en la Escuela Nacional de Arte y en el Instituto Superior de Arte donde además fue profesora por un tiempo. La artista propone un modelo que recupera el rol activo de los espectadores ante el hecho estético en sí. Tal y como ella misma afirma “a través de las artes me adentro en el terreno de las comunicaciones. Desarrollo entonces un lenguaje que no se limita solo a las habilidades de lo bidimensional. Casi todo el arte desenmascara su propio artificio y pone en evidencia sus límites, de ahí que me interesa mucho operar con esos mismos límites para asumir el espacio como contenido… Ese límite existente entre el espectador y lo observado, es muy relevante en mi trabajo. Su discurso dota a cada imagen de un fuerte sustrato conceptual que la conectan con lo mejor de esa tradición en el arte cubano. Castañeda es una tránsfuga de la ortodoxia, una disidente de la norma, una desobediente frente a ese tipo de arte que nace y muere en el narcisismo de superficie.
Consuelo Castañeda La Habana, 1958
*Extraído de Andrés Issac Santana “Consuelo Castañeda: versatilidad extrema”, El Nuevo Heraldo, edición digital, agosto 21, 2015.
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Con mis fotos no pretendo explicar nada acerca de mí. No son autorretratos. Utilizo mi cuerpo como soporte de mis elucubraciones acerca de la sociedad. No me interesan los individuos en particular. Nadie se debe creer tan importante como para ser el centro de algo. Esas actitudes pueden crear determinado tipo de monstruos. Mis cuentas no las quiero ajustar con los individuos, pero sí con la sociedad. En mis fotos trato de evitar gestos dramáticos, y sentimentalismos, que propicien cualquier tipo de relación personal con quien observe las imágenes. El asunto central de mis series fotográficas es la relación que se establece entre los individuos y las instituciones (familia, educación, partidos políticos, religión). También presto atención a la contradicción que se crea cuando tratamos de conservar nuestra individualidad a la vez que tenemos que lidiar con nuestra condición de entes sociales. Considero a la fotografía una herramienta contundente, unas veces a favor de causas justas, otras de la mentira, y casi siempre como proveedora de nostalgias.
René Peña
La Habana, 1957
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Aunque he sido “catalogada” siempre de fotógrafa, nunca me he me considerado como tal. Me considero una artista que usa la fotografía para documentar ideas y registrar las acciones a través de ese medio. Soy el sujeto fotografiado. Otra persona aprieta el obturador o filma mis acciones en el caso de la obra reciente dedicada solamente al video, y se rige por mis explicaciones de cómo debe verse la imágen, el encuadre, etc. Estableciéndose una relación parecida al de un director de cine y su fotógrafo... pero tampoco soy director de cine. No tengo cámara, no tengo chaleco de esos que usan los fotógrafos con mil bolsillos, no sé nada de lentes y sus aperturas... lo confieso. Haber estudiado arte por nueve años me dió una visión más plástica que fotográfica a la hora de plantear mi obra. ¡Estudié pintura y tampoco sé pintar! Por suerte tuve bien claro que un artista primero debe saber qué medio le ayuda a representar sus ideas. Creo que dí en el clavo.
Marta María Pérez Bravo
La Habana, 1959
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La fotografía, desde sus inicios en mi trabajo, ha funcionado como un registro y siempre nos ha legado imágenes de gran valor estético; son testimonios de una historia pasada que llegan al presente como memoria individual y colectiva. En toda mi producción este medio adquiere gran protagonismo, el empleo de la fotografía me permite construir parte de mi memoria, son hechos secuenciales que tipifican el presente. Asimismo, se convierte en una técnica que facilita rehacer imágenes que sirven como recordatorio del tiempo, son reconstrucciones de un sujeto que expresa sus propias vivencias. Las fotos, a su vez, son intervenidas digitalmente como un elemento que posibilita combinar múltiples materiales al soporte de la obra. Representaciones de mi entorno son el centro principal de las composiciones, lo que me permite hacer referencia de mi cotidianidad y de mi universo espiritual. La fotografía, recurrente en casi todas mis piezas, me permite perpetuar y congelar un instante en la eternidad.
Mabel Poblet
Cienfuegos, 1986
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Juan Carlos Alom “Ellos no murieron, sólo se fueron antes” 1991 Serie: Periodo Especial Inkjet a partir del negativo 1/5 40 x 60 cm “En la casa de Nuevo Vedado” 1989 Serie: Periodo Especial Inkjet a partir del negativo 1/5 40 x 60 cm “Flotando en mi mente” 1990 Serie: Periodo Especial Inkjet a partir del negativo 1/5 40 x 60 cm “P.M.” 1989 Serie: Periodo Especial Inkjet a partir del negativo 1/5 Medidas: 40 x 60 cm
pág. 9
“Puerto de la Habana” 2006 Inkjet a partir del negativo 1/5 Medidas: 40 x 40 cm
Consuelo Castañeda “s/t” 1998 Serie: Speed-Split Impresión digital P.A. 112 x 370 cm
pág. 17
s/t (díptico manos) 1998 Serie: Speed-Split Impresión digital 2/5 (Ed + 2P.A.) 87 x 112 cm
René Peña “White hands of shame” 2015 Inkjet sobre papel fotográfico 2/10 61 x 80 cm
pág. 23
“s/t” 2013 Inkjet sobre papel fotográfico 1/10 61 x 80 cm “s/t” 2013 Inkjet sobre papel fotográfico 1/10 61 x 80 cm “s/t” 2013 Inkjet sobre papel fotográfico 1/10 61 x 80 cm “English shoes” 2016 Inkjet sobre papel fotográfico: 1/10 80 x 61 cm “Casa Blanca” 2016 Inkjet sobre papel fotográfico 1/10 80 x 61 cm
Marta María Pérez Bravo “Un camino oscuro” 2013 Video B/N sin audio en HD 2:52 min.
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“Sin título” 2011 Serie: Apariciones tangibles Still de video: pigmento sobre papel slickrock metálico 1/10 42 x 58 cm “Sin título” 2014 Serie: Apariciones tangibles Still de video: pigmento sobre papel slickrock metálico 1/10 42 x 58 cm “Así se formó un río” 2014 Still de video: pigmento sobre papel slickrock metálico 1/10 42 x 58 cm
“Sin título” 2013 Serie: Un camino oscuro Still de video: pigmento sobre papel slickrock metálico 1/10 42 x 58 cm “Sin título” 2011 Serie: Un camino oscuro Still de video: pigmento sobre papel slickrock metálico 1/10 42 x 58 cm “Un símbolo es una verdad” 2013 Still de video: pigmento sobre papel slickrock metálico 1 / 10 42 x 58 cm
Mabel Poblet “Desde adentro” 2013 Diapositiva, impresión digital, hilos. Medidas Variables
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