Fin De Semana

POESÍA BLASFEMATORIO GERARDO LINO

JORGE TELLAECHE

Artista plástico mexicano y niversal

LOS GRANDES DISCOS DEL ROCK 1951-1975 Según José Agustín

LAS CINCUENTA SOMBRAS DE GREY LA “LITERATURA” COMO NEGOCIO Juntos en Puebla

LA ORQUESTA DEL TITANIC

SERRAT Y SABINA 1

CONTENIDO

Por Víctor Arellano

Arrancamos este número 17 del suplemento cultural Findesemana con comentarios sobre la vida y obra de dos artistas que estarán en Puebla en días próximos, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina ¿extremos que se unen? Del grafiti callejero a las grandes galerías, la historia se repite, pero ahora en México, Jorge Tellaeche, joven valor de las artes visuales mexicanas. El escritor mexicano José Agustín nos presenta los que para él son los mejores discos del rock, 1951-1978. Literatura barata, literatura basura, literatura light, como usted quiera llamarle, pero deja millones de dólares, la muestra es Las 50 sombras de Grey de E. L. James y terminamos con poesía poblana, una muestra de Blasfematorio de Gerardo Lino. Hasta la próxima.

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Si hay dos compositores, cantantes, artistas, con biografías diferentes, ellos son Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, españoles ambos, catalán el primero, andaluz...

Al joven artista plástico mexicano le han preguntado si es diseñador gráfico, pintor, muralista, diseñador de muebles o grafitero. Él ha contestado que es todo...

06 Nacido en Acapulco, Guerrero, en 1944 el escritor José Agustín es la piedra angular de la llamada literatura de la onda, fue el primer escritor mexicano que en su obra habló de...

08 El fenómeno no es nuevo, nació en Estados Unidos, dónde más, y se expandió rápidamente por el mundo occidental ante la carretada de billetes que produce...

09 De qué le sirve al hombre guardar su alma incorrupta en las cajas de letras si antes de cualquier fin no encaja en la delicia o pierde el alternado cuerpo...

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LA ORQUESTA DEL TITANIC Si hay dos compositores, cantantes, artistas, con biografías diferentes, ellos son Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, españoles ambos, catalán el primero, andaluz el segundo. Ambos en la segunda parte de su gira La orquesta del Titanic, estarán próximamente en Puebla.

JOAN MANUEL SERRAT Y JOAQUÍN SABINA EN PUEBLA.

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oan Manuel Serrat nació en Barcelona, en 1943, publicó su primer disco en 1965 con cuatro canciones en catalán, la fama le vino con la musicalización de poemas de Antonio Machado, al que le seguiría Miguel Hernández, dos discos y el uruguayo Mario Benedetti. En 1975 se exilia en México, donde vive con el músico y comediante Nacho Méndez, por oponerse públicamente a la dictadura de Francisco Franco. Un año dura su exilio, regresa a España y algunas de sus canciones son censuradas en la radio y televisión española. En el año 2005 vence un cáncer de vejiga y en el año 2007 realiza por vez primera una gira con Joaquín Sabina a la que nombran Dos pájaros de un tiro, a la fecha Serrat ha publicado 36 discos.

Joaquín Martínez Sabina nació en Úbeda, Jaen, en febrero de 1949, hijo de un policía, sufrió el embate de la dictadura y tuvo que exiliarse en Londres donde vivió cinco años cantando en las calles, en bares y en el metro. Sabina ha escrito sonetos, poemas y canciones, inició su carrera musical en España con el dueto Mandrágora con Javier Krahe, con el cual tuvo éxito en el ambiente subterráneo del Barrio de La Chueca de Madrid, un barrio bohemio donde circulan las drogas, el alcohol y las prostitutas, tamas que han poblado sus canciones y de los cuales tuvo que alejarse al establecer una relación con formal con la fotógrafa peruana Jimena y al sufrir un ictus, infarto cerebral, que le obligó a abandonar la cocaína, el cigarrillo y parcialmente el alcohol, sin embargo sus temas siguen acompañándole en las letras de sus canciones y poemas.

En entrevistas juntos y separados, ambos artistas han declarado que les gusta trabajar juntos porque se divierten mucho a pesar de sus distintas biografías, comparten un gran sentido del humor y el haber vencido a la muerte en situaciones dramáticas.

El uno, Serrat, con casi setenta años a cuestas, el otro, Sabina, con sesenta y tres años bien vividos, con una que otra exageración, a cuestas, con las voces ya un tanto cascadas, con el cuerpo que les pide periodos más largos de descanso, giras a ritmo de la tercera edad, vienen a América a tomar el oxígeno que les ofrece el escenario y el aplauso de sus miles de seguidores. Letras, como es el sello de la casa, maravillosas, música que no es común en ellos, ya que trata de retratar la música que se tocaba en el legendario Titanic en su mítico último viaje, sin embargo llena de matices rocanroleros, que es el toque de Sabina y de toques baladezcos, que es el toque de Serrat. Bienvenidos dos artistas enormes, muy ligados a México, Sabina tiene en Madrid un restaurante de comida mexicana, además de admirador de nuestra Chavela Vargas, artistas que han marcado a millones de mexicanos con su arte.

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ARTISTA PLÁSTICO MEXICANO Y UNIVERSAL

JORGE TELLAECHE Al joven artista plástico mexicano le han preguntado si es diseñador gráfico, pintor, muralista, diseñador de muebles o grafitero. Él ha contestado que es todo eso y más, señala que no quiere limitar su creatividad metiéndola en un corsé y aunque salió del grafiti callejero, como el gran Basquiat que revolucionó el mundo del arte neoyorquino y que saltó de los pasillos del metro a las grandes galerías del Soho.

Imaginativo, fantasioso, lleno de colorido, Jorge plasma en murales sus sueños y los sueños de muchos otros seres humanos, sorprende que a partir de figuras humanas, animales o combinadas de las dos, desarrollé paisajes oníricos, fantásticos, que le acercan a la manera de desarrollar sus ideas de los surrealistas, pero desde una perspectiva contemporánea. Nacido en la ciudad de México, Jorge empezó a pintar a los 15 años sin estudios de dibujo ni pintura, tomó sus lápices de colores, cartulina y a dibujar y colorear para asombro de sus padres, familiares y amigos, porque inmediatamente mostró calidad y una fantasía desbordada. En poco tiempo fue invitado a exponer su trabajo en la ciudad de San Diego, California, en el Sony Art Walk, luego a Luxemburgo, donde aprovechó la invitación para estudiar pintura y posteriormente diseño gráfico en Tijuana.

Ahora, a los 30 años, proyectos de trabajo le sobran, tiendas departamentales, hoteles y restaurantes le proponen contratos para murales, sin embargo el artista no piensa nada más en el dinero, busca proyectos en donde pueda dar rienda suelta a su creatividad y tenga impacto social, un poco con el espíritu del grafiti, además tiene un proyecto personal funcional llamado Twig en el que diseña muebles, camisetas y otros objetos de diseño. Actualmente trabaja en una serie de máscaras que, dice él, traicionan su concepto artístico, ya que las máscaras ocultan la identidad, en lugar de mostrar el yo real del individuo.

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Afirma Tellaeche que intenta darle a su obra una fuerte crítica social representada sarcásticamente a través de imágenes y palabras. Reacio a contratos dotados de mucho dinero, pero que le evitarían hacer lo que quiere en donde quiere, Jorge prefiere mantenerse independiente, meter la mano en lo que se le antoja y exponer en donde se le antoja, por lo pronto ha aceptado invitaciones de galerías de Estados Unidos y en noviembre próximo estará en la galería Traeger & Pinto de la colonia Roma de la ciudad de México, en lo que es sin duda una gran oportunidad de conocer la obra reciente de este sorprendente artista mexicano, que no se parece a nadie.

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LOS GRANDES

Discos del Rock 1951-1975 Según José Agustín

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acido en Acapulco, Guerrero, en 1944 el escritor José Agustín es la piedra angular de la llamada literatura de la onda, fue el primer escritor mexicano que en su obra habló de las drogas alucinógenas, del rock, del amor libre, del hipismo y en general de la cultura underground que, como reflejo de lo que pasó en los años sesenta en Estados Unidos, pasó en México con otras, obvias, características.

Autor de un libro ineludible para los amantes del rock, La nueva música clásica, José ha escrito recurrentemente en periódicos y revistas sobre rock, en 2001 bajo el sello de la editorial Planeta publicó Los discos absolutamente imprescindibles que se deben tener para circular por la vida sin sobresaltos entre 1951 y 1975. Ya sabemos que toda antología o lista de imprescindibles es arbitraria, depende de los gustos y preferencias de quien la elabora, es siempre subjetiva, pero, sin duda, es también orientadora, puede significar una lucecita en un camino oscuro y nublado.

Dice Agustín que el fin del milenio le tomó con una buena cantidad de discos en su casa, pero que al verlos sintió que no tenía ninguno, porque no sabía qué escuchar, que disco poner en el tocadiscos, tenía música de fines de la década de los noventa, de principios del dos mil, discos de músicos de todos los rincones del universo, algunos que el escritor ha comprado en otros países y en el nuestro y otros que le han regalado sus hijos, amantes del rock como él. Después de unos minutos, José descubre que tiene mucho que escuchar, pero es un goloso musical, padece una enajenación compartida o la pasión por la novedad roquera.

En ese momento se le ocurre definir, desde su muy personal punto de vista, cuáles son los discos absolutamente imprescindibles de cincuenta años, entonces, para empezar, decide viajar a la semilla a través de la carretera cronológica, a partir de su concepción del rock y de sus gustos personales.

Y en el inició nació el blues, del blues nació el jazz, el rock’n roll, el soul, al funky y, señoras y señores, nos ponemos de pie, el rock. Entonces señala como el primer disco imprescindible Muddy Waters: His best 1947-1955, disco que contiene los grandes clásicos que el blusista grabó en su primera época. El segundo disco es Chess New Orleans de 1953 con Sugar Ray Crawford, Clifton Chenier y Edgar Blanchard, una mezcla de música cajún, zydeco, blues, rhytm and blues y rock’n roll. El tercero Jimmy Red: Rockin’ with Reed, un disco de 1959, de un guitarrista que es la gran influencia de los cincuentañeros Rolling Stones. El cuarto es, no podía ser otro, también de blues, se trata de Hank Williams: 24 greatest hits, un disco de hillbilly rock o rockhabilly, interpretado por uno de los pocos blancos de la época clásica del blues, con su guitarra y su voz, fechado en 1955. Y en quinto lugar José Agustín pone a un viejo conocido de los mexicanos que andan en la sesentena, se trata de Bill Haley y sus Cometas: The very best of Bill Haley and the Comets, un disco de 1960 y que permitió a muchos mexicanos descubrir el rock’n roll a través de la ya clásica Al compás del reloj.

Uno de los factores interesantes del libro, es que José acompaña a cada disco que recomienda con una lista de grabaciones parecidas, que comparten características, lo cual enriquece el viaje por la arqueología musical, posible gracias a las páginas de música que ahora abundan en internet y hacen la vida tan placentera.

La “literatura” como ne Las cincuenta sombras de Grey de E.L.James.

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l fenómeno no es nuevo, nació en Estados Unidos, dónde más, y se expandió rápidamente por el mundo occidental ante la carretada de billetes que produce, se trata de la literatura chatarra, la literatura light o el entretenimiento literario. Quizá el ejemplo más conspicuo sea El código Da Vinci, una novela que rompió parámetros de ventas y que provocó una marea interminable de autores que pasan de la calidad artística y apuestan todas sus bazas a las ganancias, a ingresar a la lista de Forbes. ¿Cuáles son las principales características de estas obras? En primer lugar que son tratadas mercadotécnicamente como cualquier otro producto que es lanzado al mercado, llámese refresco embotellado, pasta dental, champú o prenda de vestir. Hay una campaña de lanzamiento que crea expectativa, crea la necesidad de comprar el libro antes que nadie, después una serie de actividades promocionales que incluyen el anuncio de la película correspondiente, entrevistas pagadas con el autor en los diarios de mayor circulación internacional y uno que otro escándalo inventado para presentar al autor como una persona de mundo a la cual el dinero ha enloquecido: divorcios, relaciones homosexuales, abandono de hijos, fraudes, drogadicción, hijos fuera del matrimonio y demás pecadillos.

Ahora el mundo occidental está viviendo el fenómeno Las cincuenta sombras de Grey de la escritora inglesa E. L. James. Una obra escrita a partir de estudios de mercado, de análisis de temas impactantes, que venden, claro, que requieren de un cierto talento para acomodar las situaciones, los pasajes, una cierta destreza para darle una tensión dramática, para atrapar el incipiente o inexperto lector, cuyo perfil es el del lector ocasional, que busca una novela para esperar en el consultorio de un médico o un dentista, en el trayecto del metro o en la noche para atraer el sueño. Formula que no falla en las circunstancias actuales en las que muchas personas confunden cultura, arte con espectáculo, con show.

En el caso de la novela Las cincuenta sombras de Grey, la idea de la autora y la editorial inglesa, es atacar el mercado de las damas maduras, damas que o están sin pareja o viven las gélidas relaciones conyugales, idea que hasta el momento ha tenido mucho éxito en Inglaterra y Estados Unidos, alcanzando grandes niveles de ventas en ese sector de la población que estaba, por lo menos por los best-sellers, olvidada o descuidada.

No es literatura, es lectura, pero como negocio funciona y funciona muy bien, actualmente la autora es tratada por los medios como artista de cine, ofrece entrevistas, donde se presenta hay tumultos, le solicitan autógrafos y es, como tantos otros autores de novelas de ese tipo, más importante que la obra, en las entrevistas muestra su casa, sus autos, las obras de arte que ha comprado, su guardarropa y los muebles que le encantan.

Fenómenos del tiempo que nos tocó vivir, cada quien decide si compra una novela de esas o una obra literaria que las hay y muchas, tanto del pasado como de la época actual, sin embargo resulta ilustrativa para analizar cómo funciona el mercado, el cual ya se ha metido hasta la cocina del arte en su infatigable búsqueda de ganancias, de dinero.

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egocio

POESÍA BLASFEMATORIO Gerardo Lino

Paradox.

I De qué le sirve al hombre guardar su alma incorrupta en las cajas de letras si antes de cualquier fin no encaja en la delicia o pierde el alternado cuerpo -sin el cual no hay espíritu que valga.

II Huellas en los huesos de esto que de varona o de varón fermosos fueron de otro cuerpo no quedan ni una nervadura que su memoria guarde ni emociones ni rasgos de la cara del mundo en una página perfecta.

III Una que hablara-Mr.Wordsworth de las fuerzas que podemos sacar únicamente de lo que permanece -para que llore, grite, olvide el cuerpo aprenda a comportarse en sus escenas sepa arrojarse desde alturas y si no en otros cuerpos que en unas hojas deje dibujada la elegancia-

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