Fin de semana 53

AVISHAI COHEN JAZZ HECHO EN ISR AEL

8 Y MEDIA MUJERES PELÍCULA DE PETER GREENAWAY

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POESÍA ÁNGEL GONZÁLEZ CUMPLEAÑOS

CATÁLOGO CASI RAZONADO DEL JAZZ EN MÉXICO ANTONIO MALACARA PALACIOS

EL ARQUITECTO

TOYO ITO EN PUEBLA 1

CONTENIDO

Por Víctor Arellano

Suplemento Findesemana, número cincuenta y dos, hoy le presentamos una semblanza de la vida y obra del arquitecto japonés Toyo Ito que visita Puebla para analizar la posibilidad de proyectar un museo. Avishai Cohen es un joven trompetista judío que está asombrando al mundo del jazz con su calidad y estilo, le decimos por qué. Peter Greenaway es un cineasta lejano de los cánones cinematográficos, Ocho y media mujeres es una de sus películas más interesantes. Antonio Malacara Palacios investigó y escribió un Catálogo Razonado del Jazz en México, libro que no agota, pero aproxima a la totalidad. Para terminar por todo lo alto, un poema del español Ángel González. Salud.

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La arquitectura es una de las bellas artes, aunque en los últimos tiempos alguna rama de la arquitectura se ha convertido en herramienta de la codicia, afortunadamente...

Cuando pensamos en Israel pensamos en muchas cosas, pero difícilmente pensamos en jazz, una música eminentemente occidental, nacida en Estados Unidos...

06 Muchos de nosotros, en mayor o menor medida, hemos visto cine y esta actividad nos ha producido una cierta formación, o deformación, cinematográfica, nos ha...

08 Antonio Malacara Palacios es uno de los pocos periodistas especializados en jazz que quedan en México, columnista de La Jornada, Malacara ha dedicado sus últimos años a...

09 Yo lo noto: cómo me voy volviendo menos cierto, confuso, disolviéndome en el aire cotidiano, burdo jirón de mí, deshilachado...

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EL ARQUITECTO TOYO ITO EN PUEBLA La arquitectura es una de las bellas artes, aunque en los últimos tiempos alguna rama de la arquitectura se ha convertido en herramienta de la codicia, afortunadamente hay arquitectos que son artistas y ven, sienten y viven la arquitectura como un arte.

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no de los grandes arquitectos de nuestros tiempos es el japonés, hay que señalar que nació en Seúl, Corea, cuando estaba ocupada por Japón en 1941, posteriormente el arquitecto optó por la nacionalidad japonesa, Toyo Ito, que fue contratado por el gobierno del estado para diseñar el que será el Museo Internacional del Barroco, un proyecto constructivo de la administración estatal que tendrá un costo aproximado de dos mil millones de pesos.

Toyo Ito estudió en la Universidad Nacional de Tokio, sus primeros años profesionales trabajó en un despacho hasta que en 1979 formó su propio despacho llamado Toyo Ito & Arquitectos Asociados, que tiene oficinas en diferentes ciudades del mundo. Toyo es un arquitecto que dedica una gran parte de su vida al golf y a la práctica de lo que el llama arquitectura global.

Actualmente explora la imagen física de la ciudad en la era digital, un proyecto personal que ha plasmado en tres libros: El jardín de microchips; La imagen de la arquitectura en la era de la microelectrónica y Hacia la arquitectura del viento, libros en los que analiza la experiencia urbana propia de la ciudad contemporánea que acontece en dos espacios de referencia: un espacio físico convencional y un conjunto de espacios virtuales en los que una gran parte de las expectativas, sensibilidades e intereses urbanos se administran. El espacio físico cumple además la función de dar acceso al espacio o espacios virtuales.

En muchos de sus trabajos ha intentado disolver los espacios físicos en los virtuales, trabaja con tópicos que incluyen la noción contemporánea de una “ciudad simulada”. Según los expertos, hasta el momento su obra más importante es la Mediateca de Sendai, proyecto con el cual exploró estructuras de producción y conexión de conocimiento actuales, en un soporte que busca la integración estructural, con un tratamiento original de los soportes verticales, los cuales pretenden la apariencia vegetal dentro de un medio acuático.

El pasado mes de marzo, Toyo recibió el premio más importante en el campo de la arquitectura, el Pritzker, premio que se suma a otros diez de carácter internacional a pesar de que gran parte de su obra la ha realizado en Japón, no sólo con proyectos para edificios públicos y privados, sino también para unidades habitacionales y monumentos.

Toyo afirma partir de la arquitectura moderna para realizar arquitectura global en tiempos de la microelectrónica, intentando integrar el espacio físico que aporta la realidad con los espacios virtuales que aporta la microelectrónica, es decir, sus proyectos hablan del futuro de las ciudades, lejos de los estilos y nacionalismos, de ahí el término global que utiliza para proyectar sus obras.

Aunque no hay todavía un contrato firmado, antes Toyo tiene y debe recorrer la ciudad, conocer el entorno del terreno destinado a albergar el museo, observar la flora, el paisaje urbano, la hidrología, la orografía, para diseñar un edificio que se integre y a la vez rompa con el entorno, un edificio que se adapte a Puebla y a los poblanos, no al revés, un museo para la vida poblana, no para el protocolo, para la verdad, no para la representación. Hasta el momento las obras de Toyo plantean cosas, son osados en todos los ámbitos, o apasionan o incomodan, pero le permiten hablar, son discurso arquitectónico, artístico. El arquitecto japonés sabe que las personas somos los protagonistas de la arquitectura y no al revés. No hay todavía nada firmado, esperemos que las partes se pongan de acuerdo o no y después escribiremos de la idea de abrir un museo sin acervo, pero esa es otra historia.

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JAZZ HECHO EN ISRAEL

Avishai

COHEN Cuando pensamos en Israel pensamos en muchas cosas, pero difícilmente pensamos en jazz, una música eminentemente occidental, nacida en Estados Unidos, en el seno de la comunidad afroestadounidense, una comunidad lejana, si las hay, de la comunidad de los judíos ortodoxos. Sin embargo, hemos comentado que el jazz ha permeado por todo el mundo, ya no solo es escuchado y estudiado, ya es tocado en casi todo el mundo con mayor o menor fortuna.

Hay que señalar que en el jazz apareció hace años un gran contrabajista llamado Avishai Cohen, nacido en Israel en 1970 y que ha participado en grabaciones y conciertos con jazzistas como Danilo Pérez, Chick Corea, Bobby McFerrin, Roy Hargrove, Paquito D’Rivera, Claudia Acuña y Alicia Keys. La revista especializada en bajistas y contrabajistas Bass Player lo señaló como uno de los contrabajistas más influyentes del siglo XX. Pero en esta ocasión estamos hablando del joven trompetista del mismo nombre y nacido en Tel Aviv en 1978, que está sorprendiendo al mundo del jazz con un instrumento en el que no hay pocos ejecutantes de alta calidad, además porque es un judío ortodoxo que viste como tal con barba rabínica y trenzas que le crecen a ambos lados de la cabeza.

Actualmente de gira por Europa con los músicos Reiner Elizarde en el contrabajo e Iago Fernández en la batería, Avishai ha sido comparado en la escena de Nueva York con los trompetistas Don Cherry, Clifford Brown y Ornette Coleman, nada más y nada menos. Avisahi fue considerado en el Conservatorio de Música de Tel Aviv como niño prodigio, aprendía con rapidez y sorprendió a sus maestros y padres cuando avisó que tocaría jazz, ya que le auguraban una gran carrera en alguna de las mejores orquestas sinfónicas del mundo. Bajo de estatura, afable, de trato amable y siempre sonriente, Avishai se declara vegetariano, empezó a tocar la trompeta a los diez años, desde entonces tuvo claro que era su instrumento preferido, sus hermanos mayores Yuval y Anat tocaban saxofón y tocaban jazz, con ellos ha grabado tres discos firmados como The 3 Cohens.

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En Israel Avisahi tocó con Red Hot Chili Pepers sin ensayar y sin conocer bien su repertorio, sin embargo los rockeros y el público presente quedaron complacidos con el palomazo.

La formación jazzística la consolidó Avishai en el Berklee College of Music de Boston, en donde avanzó a pasos gigantes por su talento natural, cuando terminó sus estudios se mudó a Nueva York y empezó a tocar profesionalmente, se casó y ahí nacieron sus dos hijos. Ahora está de vuelta en Tel Aviv trabajando en crear un ambiente de jazz, organizando conciertos, invitando jazzistas, instalando un estudio de grabación y tocando en donde lo invitan. Actualmente promueve sus dos discos más recientes Triveni y Triveni II, a los que invitó a sus grandes amigos Omer Avital y Nasheet Waits, con los que interpreta composiciones propias, mismas que han sorprendido al mundo jazzísticos, y están triunfando en Estados Unidos, en donde no escasea el material jazzístico de alta calidad.

Curiosamente señala que no ha conocido al contrabajista que lleva el mismo nombre que él, el único contacto que ha tenido con él es a través de correos electrónicos, en uno de ellos le pidió que se cambiara el nombre, a lo que el joven Cohen contestó que no, que él tocaba antes que el mayora pesar de ser ocho años menor, así que el mayor debe cambiarse el nombre. Dice que hace años el tema le incomodaba, pero que ahora no piensa en ello, ya que el mundo del jazz es tan grande que bien caben dos jazzistas del mismo nombre.

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8 Y MEDIA MUJERES película de Peter Greenaway

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uchos de nosotros, en mayor o menor medida, hemos visto cine y esta actividad nos ha producido una cierta formación, o deformación, cinematográfica, nos ha provocado algunas ideas, algunas opiniones, un cierto gusto, una inclinación por uno u otro tipo de cine. Muchos seres humanos deben su educación sentimental al cine, crecieron y se formaron viendo películas, especialmente películas hechas en Estados Unidos, en Hollywood, la meca del cine. Otros empezaron con el cine estadounidense y con el paso del tiempo, gracias a cierta información obtenida en libros o en charlas con otros apasionados del cine, descubrieron el cine europeo, el asiático, el latinoamericano.

Ahora sabemos que hay muchos discursos cinematográficos, que hay directores que conciben sus películas con el protagonismo de los actores, otros con el protagonismo de la música, otros del vestuario, otros de la historia, otros de la ambientación, en fin, cada uno tiene su concepción del cine, unos son revolucionarios, cambian la manera ortodoxa de hacer cine y lo hacen bien, otros lo intenta y fracasan por diversos factores. Hay grandes directores y hay directores del montón.

Peter Greenaway es un director que tiene un estilo particular, único, personal, no se parece a ningún otro director de cine, sus obras son desconcertantes, incomodan, no son lineales, no se cuenta una sola historia, utiliza muchas imágenes, pero también un texto que acompaña y se deja acompañar. Es un cine heterodoxo, lejos de los cánones tradicionales, clásicos, es un cine que hurga, revuelve, indaga, cava, excava, busca incansablemente en el ser humano, en los seres humanos y sus pulsiones, emociones, impulsos, pasiones, conflictos.

Nacido en Gales en 1942, se formó académicamente en terrenos de las artes plásticas, sus primeros pasos artísticos los dio en la pintura a la vez que consumía cine europeo, en el Colegio de Arte de Walthamstow realizó su primero cortometraje al que llamó La muerte de un sentimiento, una cinta surrealista que transcurre en el patio de una iglesia En 1965 estacionó su carrera artística y trabajó durante quince años en la Oficina Central de Información en calidad de editor, primero y posteriormente como director. En 1966 filmó los cortometrajes Train y Tree. Doce años después filma otros dos cortometrajes; Vertical Features Remake y A walk through H. En 1980 filma su primer largometraje, The Fall, una obra fantástica llena de imágenes oníricas y que significa el despegue de su carrera cinematográfica, le siguen El contrato del dibujante de 1982, A Zed and two noughts de 1985, la maravillosa y poética La panza del arquitecto de 1987, La Conspiración de las mujeres de 1987 y una de sus obras más alabadas y reconocidas, El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante de 1989, la cual es quizá su película más conocida.

En la década de los noventa Greenaway hizo sus películas todavía más visuales, inició la década con Los libros de Próspero de 1991, la controvertida El niño de Macon de 1993 y termina la década de los noventa con Ocho y media mujeres, una extravagante comedia romántica que causó estupor y regocijo en sus seguidores.

En la historia un padre y su hijo, ambos empresarios de sólida posición económica, compran una cadena de casinos en Kyoto, Japón, el padre encarga a su hijo el manejo del negocio nipón, allá está cuando el padre avisa telefónicamente a su hijo que la madre ha fallecido y que está sumamente deprimido, que viaje a su lado para confortarlo. El hijo viaja y la primera noche que pasan juntos ambos charlan sobre la vida sexual que tuvieron los padres y aparentemente pasan juntos una noche sexual, duda con la que quedaremos a lo largo de la película.

Ambos regresan a Japón e inician una sucesión de fiestas, comparten amantes, el hijo le busca una mujer que supla la ausencia que ha dejado su madre en la vida de su padre y los intentos que el mismo padre por su lado hace para suplir tal ausencia.

Es una película sorprendente, por supuesto desconcertante como es el cine de Greenaway, lleno de imágenes deslumbrantes, con referencias al teatro Kabuki y su fundamento filosófico. Aunque la filmografía de Greenaway es para mí recomendable en su totalidad, esta película me gusta por la historia que narra el grado de compenetración que pueden alcanzar un padre y su hijo en las circunstancias que produce la muerte de la madre, una compenetración que va más allá de la amistad o las relaciones parentales, se vuelven cómplices en confidentes de temas que rara vez ventilan padres e hijos, mucho menos en México. Una película desconcertante, sí, pero visualmente rica y anecdóticamente más. Recomendable por donde se le vea.

ANTONIO MALACARA PA Catálogo casi razonado del jazz en México

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ntonio Malacara Palacios es uno de los pocos periodistas especializados en jazz que quedan en México, columnista de La Jornada, Malacara ha dedicado sus últimos años a la investigación sobre el tema del jazz mexicano, a escribir libros, entre ellos una extraordinaria biografía del gran pianista veracruzano Juan José Calatayud, sobre el mismo tema y a ofrecer conferencias por todo el país.

Después de leer la esclarecedora obra de Alain Derbez, El jazz en México.

Datos para una historia, Malacara encontró al final una discografía recopilada por el investigador y saxofonista formada por 187 discos, muchos de los cuales Malacara no tenía noticia y no estaban otros de los que sí, eso le llevó a la idea de elaborar un catálogo del jazz en Mexico, para lo cual recurrió al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, al cual solicitó una beca, el Fonca aceptó y a ello se aplicó. Resuelto el apoyo económico, Malacara se hizo la primera pregunta ¿dónde buscar? Tenía dos libros, el de Derbez y el de fotografías de Fernando Aceves que ya comentamos en este mismo espacio, ¿dónde más? Así que no tuvo más alternativa que hacer trabajo de campo, acudió al Centro Nacional de Información, Documentación e Información Musical, resultó que su colección de jazz es miserable, de nada le sirvió, habló con los jazzistas mexicanos y muchos no recordaban casi nada y tenían pocos discos, así, picando por aquí y por allá superó con creces los 187 consignados por Derbez, al llegar a abril del 2005, antes de que el libro entrara a la imprenta, tenia 600 localizados, reales y detectados.

Malacara sabe que hay más, muchos más, pero no le alcanzó el tiempo y el dinero para ubicarlos, a pesar de que el Fonca le concedió dos prórrogas para entregarlo, ante esta situación y dado que el número de discos crecía, Malacara tuvo que recurrir al apoyo de otras instituciones que se sumaron a la edición y así obtuvo más tiempo y más dinero.

El primer disco de jazz mexicano que Malacara detectó fue de 1948, Cita para bailar de Luis Arcaraz y su orquesta, orquesta que la revista estadounidense especializada en swing, señaló como la cuarta big band del mundo.

El segundo data de 1952 y es el sencillo Tacos Jazz Band y el tercero es un disco triple fechado en 1954 publicado Discos Orfeón y contiene música de Mario Patrón, Héctor Hallal, César Molina y la Orquesta de las Estrellas.

Malacara considera que su libro no agota, ni mucho menos, el total de los disco de jazz publicados en México, ya que muchos grupos sacaron ediciones limitadas que se distribuyeron limitadamente y si en el DF fue una odisea localizar algunos, no se imagina lo que será buscar en cada uno de los estados de la República. Así que considera que tendrá que seguir investigando para dos o más ediciones de este catálogo razonado que sin embargo contiene el triple de discos originalmente considerados. Señala que además hay huecos de información que deben ser llenados, en algunos casos porque las marcas disqueras no tienen archivos, que sí tuvieron, pero ya no los tienen más.

Otro punto a definir fue poner o quitar un disco que tenía uno o dos temas inscritos en el jazz, aunque el resto fuera de otro género, como fue el caso de discos de Pablo Beltrán Ruiz y Mario Patrón, donde hay más rock’n roll que jazz, pero ni modo. Así pues, el libro no agota el tema, más bien lo inicia, porque una vez que Malacara se metió de lleno, descubrió que se metía en un berenjenal del cual no iba a salir muy bien librado, pero bueno, ahí están las bases y con más tiempo y dinero, espera pronto acercarse a publicar un catálogo lo más completo posible, algo que entraña mucha dificultad, sobre todo porque no hay bases, no hay trabajos previos.

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ALACIOS

POESÍA ÁNGEL GONZÁLEZ Cumpleaños.

Yo lo noto: cómo me voy volviendo menos cierto, confuso, disolviéndome en el aire cotidiano, burdo jirón de mí, deshilachado y roto por los puños.

Yo comprendo, he vivido un año más, y eso es muy duro. ¡Mover el corazón todos los días casi cien veces por minuto!

Para vivir un año es necesario morirse muchas veces mucho.

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