Fin de semana 74

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LAS VARIACIONES GOLDBERG DE BACH FALSIFICACIÓN DE ARTE Y ARTESANÍAS

POESÍA JOSÉ GOROSTIZA

NEGOCIO JUGOSO HASTA QUE LA POLICÍA LOS DESCUBRE

LA ORILLA DEL MAR

CAMPO DE CONCENTRACIÓN EXPONE OBRAS DE RECLUSOS EL PINTOR OAXAQUEÑO

ÁLVARO SANTIAGO EXPONE EN PUEBLA 1


CONTENIDO

Por Víctor Arellano Suplemento cultural Findesemana No. 74, en este número le comentamos que parte de la obra del artista oaxaqueño Álvaro Santiago se exhibe en el Instituto Tecnológico de Puebla, hay que verla, vale mucho la pena. Las Variaciones Goldberg de Juan Sebastián Bach es una de las grandes obras musicales de la historia de la humanidad, llenas de leyendas y misterios, siguen sorprendiendo en cada escucha. El robo y falsificación de arte y piezas arqueológicas sigue siendo una actividad ilegal que mueve millones de pesos, le comentamos un caso. En un antiguo campo de concentración de Francia convertido en museo, se expone la obra que ahí crearon artistas detenidos durante la Segunda Guerra Mundial. En la poesía el gran mexicano José Gorostiza. Disfrútenlo.

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Algo tiene el estado de Oaxaca que ha sido cuna de una cantidad importante de artistas visuales entre los que destacan Rufino Tamayo, Rodolfo Morales, Francisco Toledo y...

Lo repito: cuestión de gustos. Unos especialistas dicen que Beethoven, otros que Mozart, los de más allá señalan a Chaikovsky, no faltan los que dicen que Bach. En fin, en el...

06 Hace unos días la noticia de la detención y encarcelamiento del costarricense Leonardo Patterson, comerciante de piezas arqueológicas falsas, desató una ola de...

08 Son tantos y con historias tan terribles los campos de concentración que hay en Alemania, que poco se sabe de los que hubo en Polonia y Francia, por ejemplo...

09 No es agua ni arena la orilla del mar. El agua sonora de espuma sencilla, el agua no puede formarse la orilla... 2


EL PINTOR OAXAQUEÑO ÁLVARO SANTIAGO EXPONE EN PUEBLA Algo tiene el estado de Oaxaca que ha sido cuna de una cantidad importante de artistas visuales entre los que destacan Rufino Tamayo, Rodolfo Morales, Francisco Toledo y Álvaro Santiago, por nombrar a los más representativos. EN EL TECNOLÓGICO DE PUEBLA EN EL MARCO DE LOS JUEGOS INTERTECNOLÓGICOS.

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ay entre los pintores oaxaqueños, lo que han llamado el arte oaxaqueño, algo en común, puede ser el color, fuerte, telúrico, tremendamente terreno; pueden ser los temas, la flora y la fauna de ese hermoso estado, puede ser la técnica, una técnica llena de tierras y texturas, puede ser el tratamiento de los temas, un tanto naif, un tanto surrealista, un tanto figurativista. Frutas, verduras, legumbres, animales humanizados, humanos animalizados. Pero sobre todo el color, el color de Oaxaca. Álvaro Santiago estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, después viajó a la ciudad de México y estudió en la Escuela Nacional de Escultura, Pintura y Grabado La Esmeralda. A la fecha Álvaro no ha encontrado límites a sus necesidades de expresión, ha incursionado en el grabado, ilustración, mural, pintura, cerámica y diseño de calcetines, siempre con un toque especial: el color y la figura humana sin rostro. Actualmente el artista oaxaqueño es reconocido dentro y fuera de nuestro país por su estilo original, es notable que estudió a fondo la llamada escuela oaxaqueña y dentro de sus raíces encontró su propia voz, misma que le lleva a buscar en todas las plataformas sus formas de expresión. A la fecha ha participado en una gran cantidad de exposiciones individuales y colectivas a todo lo ancho de la República Mexicana y en muchos países del mundo, obra suya se cuenta en colecciones nacionales e internacionales y son cada vez más los museos que compran obra suya. Dueño de un ritmo incesante de creación, Santiago está buscando constantemente nuevas formas de expresión, nuevas plataformas, nuevos materiales, siempre en constante renovación, con su voz, con su estilo, trabaja buscando temas y materiales, partiendo de sus raíces para hacer arte universal. Poco dado a las luces y las entrevistas, el artista ha preferido dejar que su obra hable, que su obra diga lo que tiene que decir, es su medio de expresión, de interacción con el mundo, de estar y ser en el mundo, así que poco puede agregar en entrevistas. Ahora en el Tecnológico de Puebla se puede admirar una parte de su obra, que recientemente, en agosto pasado, estuvo en exhibición en la ciudad de México, una exposición llamada Juego de nombres, que fue exitosas y que atrajo a muchas personas que disfrutan del trabajo creativo del oaxaqueño. Pocas oportunidades tenemos en Puebla de ver el trabajo de este artista, así que hay que aprovechar que en el marco de una actividad deportiva, haya una artística de alto nivel.

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UNA DE LAS GRANDES OBRAS DE LA MÚSICA CON EL PIANO DE GLENN GOULD LAS VARIACIONES

GOLDBERG DE BACH

Lo repito: cuestión de gustos. Unos especialistas dicen que Beethoven, otros que Mozart, los de más allá señalan a Chaikovsky, no faltan los que dicen que Bach. En fin, en el arte todos tienen la razón y nadie la tiene. En la ciencia no, nada más hay una razón y hay que demostrarla. En lo que sí todos los especialistas están de acuerdo, es que la gran figura del barroco es Juan Sebastián Bach. Difícil señalar la mejor obra de Bach, tiene una obra muy amplia que presenta diferentes aspectos e instrumentaciones, sin embargo la mayor parte de los especialistas y estudiosos de su obra señalan los Conciertos de Brandenburgo y Las variaciones Goldberg sus mejores obras. Las variaciones Goldberg las completó Bach en 1741, originalmente las llamó Aria con variaciones diversas para clave con dos teclados, en ese entonces el compositor alemán era cantor en la iglesia de Santo Tomás de Leipzig. Las variaciones son la cuarte parte de un estudio muy amplio de Bach al cual llamó Ejercicios para teclado, que tomó de su maestro Johann Kuhnau. Estos ejercicios son un compendio demostrativo de las obras de Bach para teclado, está dividido en cuatro partes, los escribió para principiantes en el estudio del piano, pero principiantes competentes y exigentes, como los subituló el propio Bach. La primera parte se llama Seis partitas y la escribió en 1931. La segunda parte está formada por el Concierto Italiano y la Obertura Francesa, apareció en 1735. La tercera parte se llama Misa alemana para órgano y Cuatro duetos para clave, apareció en 1939. Las variaciones Goldberg le fueron encargadas a Bach por el conde Hermann Carl von Keyserlingk de Dresde, que le consiguió el nombramiento de compositor de la Corte de Sajonia. La obra fue para que el clavicordista Johann Gottlieb Goldberg, alumno de Bach, entretuviese al conde durante sus noches de insomio. La obra gustó tanto al conde, que en agradecimiento regaló al compositor una copa de oro que

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contenía un centenar de luises de oro, lo que significaba un año de sueldo del músico. Hay investigadores que señalan que la obra no es totalmente creación de Bach, que hay fragmentos de una melodía tradicional alemana de autor anónimo. Otros dicen que Bach tomó pasajes de obras que compuso en su juventud, otros más señalan que el esquema de modulación y ornamentación de la obra no es propio de Bach. En lo que sí se ponen de acuerdo los investigadores, es en que de las más de cien grabaciones que hay a la fecha de la obra, la mejor es la que hizo en 1981 en Nueva York el pianista Glenn Gould, canadiense nacido en 1932, fallecido en 1982, que es conocido internacionalmente por la interpretación de esta obra y de la obra pianística de Schonberg.

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FALSIFICACIÓN DE ARTE Y ARTESANÍAS Negocio jugoso hasta que la policía los descubre.

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ace unos días la noticia de la detención y encarcelamiento del costarricense Leonardo Patterson, comerciante de piezas arqueológicas falsas, desató una ola de investigaciones en los principales mercados de piezas arqueológicas, legales e ilegales, del mundo, ya que el detenido formaba parte de una bien organizada red de falsificadores y vendedores que, incluso montaron exposiciones con piezas falsas en museos importantes en las principales ciudades del mundo. Hace treinta y cinco años Leonardo Patterson montó un modesto café en Puerto Viejo, un pueblo ubicado en el Caribe de Costa Rica que cada año recibía más y más visitantes de Estados Unidos y Europa, lo cual despertó en el humilde empresario la idea de falsificar piezas indígenas y venderlas a los turistas después de endilgarles historias fabulosas. Leonardo descubrió que tenía facilidad de palabra y de crear historias, encargaba más falsificaciones que vendía inmediatamente, en ese entonces los controles aduaneros eran laxos y los turistas sacaban de Costa Rica todo lo que Leonardo les vendía. Osado, codicioso, ese hombre de origen africano, nacido en 1942 en Limón, a la orilla del mar Caribe, decidió que el mercado de Puerto Viejo le quedaba pequeño y decidió emigrar a Nueva York a expander su negocio cuantitativamente, gracias a su labia y simpatía, se infiltró en los círculos de galeristas, coleccionistas y museógrafos, poco a poco empezó a ofrecer sus joyas arqueológicas, falsas y verdaderas, así conoció a la viuda de John Lennón, la japonesa Yoko Ono, a la que convenció que patrocinara una exposición arqueológica sobre los bribris, uno de los grupos étnicos más numerosos de Costa Rica. Yoko aceptó y gran parte de las obras expuestas fueron vendidas a incautos. Durante más de treinta años Leonardo recorrió el mundo vendiendo y exponiendo arqueología costarricense falsa y verdadera, hasta que a fines del pasado septiembre fue detenido en España acusado de contrabando de piezas de arte. Durante esos treinta años Leonardo abrió oficinas en Nueva York, Perú, México, Guatemala y Costa Rica, nada más en Guatemala robó 269 piezas arqueológicas mayas, que después reprodujo innumerablemente, que comerció y expuso en Europa, por su parte su país natal le acusa del robo de 495 piezas que él pomposamente llama la Colección Patterson, en la que cuenta con 1 800 piezas de culturas americanas precolombinas, valorada en más de cien millones de dólares. A su paso por México, conoció las monumentales cabezas olmecas, mismas que mandó reproducir e intentó vender en Alemania con certificados de autenticidad comprados a abogados costarricenses. En 1985 intentó introducir a Estados Unidos cerámica antigua, fue detenido y logró salir en libertad condicional. En 1990 logró ingresar al servicio diplomático de su país y trabajó en la ONU como agregado de asuntos culturales, en 1995 fue despedido, pero ya tenía fama como experto en arqueología americana, fama con la cual montó una exposición en España en 1996. En España amplió su negocio y empezó a vender arte contemporáneo, sobre todo piezas de Salvador Dalí, que después de las investigaciones se ha determinado que la mayoría son falsas. De España huyó a Alemania, pero su fama de saqueador, esquilmador e impostor le persiguió y no pudo hacer negocios, intentó regresar a España donde le esperaba una orden de aprehensión y ahora espera una condena de un mínimo de dos años de cárcel y más de sesenta millones de euros de multas.


CAMPO DE CONCENTRACIÓN EXPONE OBRAS DE RECLUSOS En la Provenza Francesa.

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Son tantos y con historias tan terribles los campos de concentración que hay en Alemania, que poco se sabe de los que hubo en Polonia y Francia, por ejemplo. Campos que no fueron tan terribles, ya que eran antesalas de los campos de exterminio cuya gran mayoría estaba en Alemania. Cuando los nazis ocuparon Francia, una fábrica de tejas ubicada a ocho kilómetros de Aix-en Provence, fue habilitada como un gran campo de internamiento y deportación en los días más oscuros de la Segunda Guerra Mundial. A un lado de esta fábrica, todavía se encuentra la pequeña estación de ferrocarril de donde salían los trenes llenos de reclusos, entre ellos muchos niños, cuyo destino era la muerte que habitaba en Auschwitz. Esta antigua fábrica de tejas es conocida como Les Milles y es el único campo de concentración conservado intacto en Francia, que antes de la ocupación nazi fue ocupado por alemanes, austriacos y húngaros sospechosos de ser agentes nazis, por lo que fueron tratados como indeseables por las autoridades francesas, aunque, ahora se sabe, la mayoría eran perseguidos por los nazis en sus países de origen. Tras la ocupación nazi de Francia, muchos siguieron presos y se les sumaron judíos que esperaban ser sometidos a la solución final. A partir del 2012 el espacio fue nombrado Museo Histórico y lugar de Memoria porque el edificio tiene las condiciones físicas para serlo, pero sobre todo porque tuvo entre sus reclusos a decenas de artistas, incluso en su época de más actividad se le conocía como el campo de los pintores. Una exposición que actualmente está abierta al público, revela la actividad artística que algunos de sus presos más célebres desarrollaron entre sus paredes. Hasta el próximo 15 de diciembre estará abierta la exposición Crear para resistir, que recoge la huella de pintores como Max Ernst, Hans Bellmer, Ferdinand Springer y Alfred Schulzer, más conocido como Wols. La gran mayoría de los presos se empeñaban en seguir creando a pesar de las condiciones de vida, era una forma de resistencia a la deshumanización de la que eran objeto, una manera de seguir siendo hombres libres y erguidos en este lugar de sufrimiento, que, pese a todo, logró inspirarles. La exposición consta de cincuenta obras producidas en Les Milles, así como numerosos documentos inéditos que dan cuenta de la vida cotidiana en su interior. Cada uno de los reclusos, cada uno de los artistas, reaccionó de manera distinta al internamiento, por ejemplo Hans Bellmer llegó al 8


campo con una maleta llena de ropa de verano, material de dibujo y las obras completas de Baudellaire. Contrariado por lo que vivía, pero decidido a convertirlo en estímulo para su arte, el pintor creó obras en las que incluyó lo que le rodeaba, sus dibujos reflejan el ladrillo omnipresente, así como la sensación de vivir una pesadilla surrealista. Por su parte, Max Ernst, que fue delatado por una vecina que le confundió con un espía alemán, apenas dibujó. Springer por su parte retrató a los internos como si fueran divinidades clásicas, mientras que Wols pintó acuarelas de temas circenses que reflejaban los miedos que le acuciaban. La actividad artística no estaba prohibida, hasta 1940 los internos gozaban de cierta tolerancia, había conciertos y veladas festivas, al grado que los guardias le pusieron el nombre de Die Katakombe, como un cabaret de Berlín de antes de la guerra. Señalan las autoridades culturales de Francia que el lugar pretende que el mundo entero recuerde los hechos para evitar que se vuelvan a producir y en ese marco se inscribe la exposición.

POESÍA JOSÉ GOROSTIZA. La orilla del mar. No es agua ni arena la orilla del mar. El agua sonora de espuma sencilla, el agua no puede formarse la orilla. Y porque descanse en muelle lugar, no es agua ni arena la orilla del mar. Las cosas discretas, amables, sencillas; las cosas se juntan como las orillas. Lo mismo los labios, si quieren besar. No es agua ni arena la orilla del mar. Yo sólo me miro por cosa de muerto; solo, desolado, como en un desierto. A mí venga el lloro, pues debo penar. No es agua ni arena la orilla del mar.

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