HACE TREINTA AÑOS MURIÓ SANTO, EL ENMASCARADO DE PLATA
LIBRO “LOS ROSTROS DE LA SALSA” ENTREVISTAS CON LAS PRINCIPALES FIGURAS DEL CARIBE.
POESÍA RUBÉN BONIFAZ NUÑO A TU PUERTA LLAMÉ
MUEREN LOS GRANDES PIANOS ANTE EL EMBATE DE LOS PIANOS CHINOS HECHOS EN SERIE. VISITARÁN MÉXICO Y PREPARARAN SU GIRA DEL ADIÓS
BUENA VISTA SOCIAL CLUB 1
CONTENIDO
Por Víctor Arellano
Bienvenidos al número noventa y uno del suplemento cultural Findesemana, en este número le comentamos sobre los productos culturales y artísticos que produjo el luchador El Santo, a treinta años de su muerte. Ante el embate de los pianos chinos, hechos en serie, los grandes pianos están a punto de desaparecer. El proyecto musical cubano Buena Vista Social Club prepara su gira del adiós, vendrá a México y esperamos que venga a Puebla. Los rostros de la salsa es un libro escrito por el periodista y novelista cubano Leonardo Padura, en él, los entrevistados nos dicen que en el origen estuvo el son cubano, mismo que creció y se diseminó. A un año de su muerte recordamos al poeta Rubén Bonifaz Nuño. Qué lo disfruten.
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Rodolfo Guzmán Huerta nació en Tulancingo, Hidalgo en septiembre de 1917 en el seno de una familia humilde, murió en la ciudad de México un cinco de febrero de 1984…
Ry Cooder es un guitarrista de rock que tiene muchas inquietudes musicales, ha participado en la fundación de algunos grupos musicales, ha grabado discos con…
06 Hay tres grandes marcas de pianos en el mundo: el checo Petrof, el estadounidense, de origen alemán, Steinway y el francés Pleyel. Son pianos que empezaron a…
08 Leonardo Padura Fuentes es un novelista y periodista cubano que ha sido conocido fuera de su país gracias a la saga novelística que lleva como protagonista…
09 A tu puerta llamé. No estabas. Aspas de viaje te arrancaron. ¿Quién volverá cuando regreses? Viento sin recuerdos… 2
HACE TREINTA AÑOS MURIÓ EL SANTO EL ENMASCARADO DE PLATA
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odolfo Guzmán Huerta nació en Tulancingo, Hidalgo en septiembre de 1917 en el seno de una familia humilde, murió en la ciudad de México un cinco de febrero de 1984. Su carrera de luchador la inició en arenas polvosas de tercera en pueblos perdidos de la geografía mexicana, poco a poco construyó una carrera en los encordados hasta que se convirtió en una de las estrellas de la lucha libre, lo cual lo llevó a protagonizar más de cincuenta películas y a vender más de millón y medio de ejemplares semanarios de la historieta que protagonizaba y que hacía José G. Cruz. Aunque nos cueste trabajo creerlo, El Santo se convirtió, a través de sus películas, en objeto de culto en países europeos, por ejemplo en Francia sus películas son consideradas surrealistas, si viviera no sé qué opinaría André Bretón, uno de los padres del surrealismo, por lo menos de un surrealismo involuntario, su trayectoria deportiva e impacto en las masas produjo una tesis de maestría Enmascarado de Plata. Mito y realidad de un héroe mexicano moderno del doctor en ciencias humanas Álvaro A. Fernández, ensayos de Carlos Monsiváis y una gran cantidad de entrevistas, entre las cuales destacan la que le hizo Elena Poniatowska en 1977, El Santo a dos que tres caídas y que apareció en su libro Todo México. Rodolfo Guzmán Huerta fue un luchador en el sentido más amplio de la palabra, como ser humano y como deportista, empezó su vida deportiva más debajo de lo bajo y murió gozando de fama y fortuna, fortuna que no ganó en los rings de lucha, sino en el cine, porque cuando El Santo fue figura de los encordados, los sueldos eran muy bajos y para vivir más o menos, los luchadores de entonces tenían que luchar viernes, sábados y domingos, en ocasiones dos veces en el mismo día en arenas que estaban lejanas una de otra. El Santo comentó a la Poniatowska en la entrevista mencionada, que fue en el cine donde pudo hacer algunos ahorros, porque la lucha le daba para el día a día de su familia, formada por su esposa y diez hijos, señaló que por Los Zombies ganó dieciocho mil pesos de esa época, por El Museo de Cera veinte mil, Las mujeres vampiro veinticinco mil, su mayor paga fue por doscientos cincuenta mil pesos por una película. Su hijo, Jorge Guzmán, que lucha con el nombre de El Hijo del Santo, señala que su padre no dejó dinero, les dejó inmuebles, durante su mejor época invirtió en bienes raíces, compraba terrenos y construía casas que él mismo diseñaba, nunca contrató a un arquitecto. Pepe Navar, coautor del libro Quiero ver sangre. Historia ilustrada del cine de luchadores, cuenta en el libro que El Santo vivió sus últimos años en una gran casa que se construyó en Tulyehualco, Xochimilco, una casa gigantesca que ocupaba toda una manzana y que a la muerte del luchador fue derruida y vendida en lotes, a pesar de que el luchador intentaba ocultar su identidad, los autobuses y micros hacían parada en la esquina la conocían, al igual que vecinos y pasajeros, como la Parada casa de El Santo. Actualmente los diez hijos de El Santo reciben las regalías que producen las películas de su padre, regalías que se generan principalmente en Europa, en México anualmente reciben poco dinero, ya que el luchador no tuvo la debida asesoría cuando firmó los contratos y los productores se asignaron los mayores acciones, hasta que abrió los ojos y se asoció con Guillermo Calderón y nada más diez películas, de las más de cincuenta que filmó, fue coproductor y esas dejan un poco más de dinero a sus herederos. Los derechos del uso del nombre y de la imagen de El Santo la tiene su único hijo luchador, El Hijo de El Santo, quien ha registrado varias marcas que aluden a su padre y ha abierto tiendas en donde venden memorabilia del legendario luchador.
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VISITARÁN MÉXICO Y PREPARAN SU GIRA DEL ADIÓS
BUENA VISTA SOCIAL CLUB
Ry Cooder es un guitarrista de rock que tiene muchas inquietudes musicales, ha participado en la fundación de algunos grupos musicales, ha grabado discos con diferentes músicos, pero, sobre todo, anda a la busca de nuevas experiencias musicales, como fue el caso de la composición de las bandas sonoras de las películas Crossroads y Gerónimo. En los años noventa del siglo pasado la inquietud de Cooder lo llevó a Cuba, donde supo de una gran cantidad de músicos cubanos que estaban prácticamente retirados ante la falta de instrumentos musicales y espacios en donde tocar. Eso lo llevó a emprender una campaña a la que invitó a músicos de todo el mundo para conseguir instrumentos musicales para los músicos cubanos, campaña que fue un éxito y que propició su segunda parte, buscar espacios en donde los parcialmente jubilados músicos pudieran tocar, así fue, empezaron a tocar en Cuba, fue un éxito, lo cual llevó a Cooder a buscar conciertos en otros lugares del mundo, incluido Estados Unidos a pesar del bloqueo y de las no relaciones diplomáticas entre ese país y Cuba. Así nació el Buena Vista Social Club, una agrupación musical que tomó el nombre de un desaparecido centro nocturno que había en La Habana y en donde tocaron muchas de las grandes glorias de la música cubana de antes de la Revolución. Según cuentan los integrantes de esa primera experiencia en el documental que hizo el cineasta alemán Wim Wenders, muchos pensaban que no volverían a tocar, por ejemplo, Ibrahim Ferrer era lustrado de calzado y tenía muchos años sin cantar, al pianista Rubén González la polilla le había comido su piano y además la artritis reumatoide le provocaba dolores cuando intentaba tocar, así andaba la mayoría, unos tocaban de vez en cuando y otros ya no tocaban, habían dejado la música en el pasado hasta que llegó a La Habana Ry.
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Buena Vista Social Club fue un fenómeno musical, vendieron miles de discos, recibieron invitaciones para tocar en diferentes países del mundo, muchos de ellos vivieron con alegría y dinero sus últimos años, como es el caso del mencionado Ferrer y Francisco Repilado Muñoz conocido como Compay Segundo. Hoy, que muchos han muerto y ha pasado el envión de la fama, dos sobrevivientes conspicuos, Omara Portuondo y Eliades Ochoa, preparan con nuevos integrantes lo que han denominado Adiós Tour, una gira que abarcará países de Europa, América y África. Actualmente el proyecto Buena Vista Social Club es dirigido por Jesús Aguaje Ramos y es coordinado por el presidente de Montuno Records, Daniel Florestano, quienes informaron que la idea de la gira es, entre otros motivos, el preparar el relevo generacional en defensa de la música tradicional cubana y a la variedad de proyectos personales que tienen sus integrantes. Agregaron que durante la gira grabarán varios discos en vivo y otros en estudio, en ellos rendirán homenaje a estrellas de la agrupación que desgraciadamente fallecieron como es el caso de Ibrahim Ferrer, Compay Segundo y Rubén González. Omara Portuondo y Eliades Ochoa, dos de los sobrevivientes del proyecto original, aseguraron que es más el cierre de un ciclo que un adiós definitivo, esta gira no significa que no volvamos a grabar y ofrecer conciertos juntos, porque lo vivido en el Buena Vista Social Club siempre nos mantendrá unidos, nacimos en 1996, ganamos un Grammy en 1997 y seremos siempre Buena Vista Social Club, un proyecto que es ya inmortal, aseguraron los dos artistas cubanos. Pronto estarán en México, esperamos que una de sus paradas la hagan en Puebla, donde desde ya los esperamos.
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MUEREN LOS GRANDES PIANOS ANTE EL EMBATE DE LOS PIANOS CHINOS HECHOS EN SERIE.
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ay tres grandes marcas de pianos en el mundo: el checo Petrof, el estadounidense, de origen alemán, Steinway y el francés Pleyel. Son pianos que empezaron a construirse hace años, a mano, de manera artesanal, con maderas cuidadosamente escogidas, elementos de calidad y acabados detallados, por eso se convirtieron en compañeros inseparables de los grandes concertistas y compositores de la historia de la música, hoy, esos pianos están a punto de dejarse de construir ante el embate de los pianos hechos en serie sobre todo en China, Corea del Sur y Japón. Los pianos Petrof empezaron a construirse en 1864 en la ciudad checa de Hradec Kralove, es una de las fábricas más antiguas de Europa, durante sus primeros años anda más construyó pianos de cola, su sonido es delicado, dulce y conciso, su pulsación es de gran precisión y suavidad, su maquinaria es alemana, de marca Renner. El costo actual de un piano Petrof puede alcanzar los noventa mil euros. Los pianos Steinway empezaron a fabricarse en Nueva York en 1853 por el emigrante alemán Heinrich Steinway, que fabricó el primer piano en la cocina de su departamento en Manhattan, mismo que vendió en quinientos dólares de entonces, hoy este piano está expuesto en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. En los siguientes cuarenta años, con la ayuda de sus hijos, Heinrich desarrolló el piano moderno, realizó ciento veinticinco patentes de piezas de piano. El Steinway Gran Piano es el instrumento musical más premiado en la historia de la música y es el piano preferido de los grandes concertistas de música sinfónica y popular. Los pianos franceses Pleyel empezaron a fabricarse en París, Francia, en 1809 por el gran músico y compositor Ignace Joseph Pleyel, compositor de más de cuarenta sinfonías. Enojado porque los pianos a los que tenía acceso no tenían la brillantez que buscaba construyó un primer piano que tuvo mucho éxito entre los pianistas de la época, lo que le llevó a dejar la música y concentrarse en la fabricación de pianos, a su muerte su hijo Camille siguió con la fábrica, mejoró los procesos de fabricación y la calidad de sus componentes, logrando grandes éxitos de venta y reconocimiento de parte de los músicos. Pleyel fabricó el primero piano de cola doble, con dos teclados, piano que se utiliza para conciertos a dos pianos y que se ha vendido con regular éxito. Para fabricar cualquiera de estos tres pianos, se requiere del trabajo de unos veinte artesanos, cada piano tiene unas cinco mil piezas y lleva entre quinientas y mil quinientas horas de trabajo, según el tipo de piano. Hoy, que la meta del mercado y la industria es abaratar costos, los grandes pianos están por rendirse a las leyes de la competencia. El presidente de Pleyel, Bernard Roques, recientemente señaló que no pueden competir con la producción china, agregó que la actividad de producción de la fábrica francesa ha descendido gravemente, en el año 2000 fabricaron mil setecientos pianos y en el 2013 nada más veinte. Este fenómeno que no es solamente económico, rompe la transmisión de una labor de una destreza y una nobleza extraordinarias, recientemente el periódico The Economist señaló que en Europa ya nada más quedan nueve fabricantes de pianos ante los trescientos que había en los inicios del siglo XX. En el año 2012 se construyeron cuatrocientos noventa y tres mil pianos en el mundo, de estos el ochenta por ciento fueron hechos en China. Hoy los pianos Petrof, Steinway y Pleyel son considerados más obras de arte que instrumentos musicales, son piezas únicas, sus precios oscilan entre cuarenta y dos mil y doscientos mil euros, lo cual obliga a las tres mencionadas fabricas a buscar otra manera de producir para competir con los pianos chinos. Los expertos señalan que el alma de un piano es la tabla de armonía, se hace con una madera especial que no hay en China y que no usan los chinos para bajar costos. El uso de una u otra madera para la tabla de armonía determina el sonido de un piano, por lo que no puede, ni debe, fabricarse en serie. Hoy en China cuarenta millones de niños estudian piano, quizá esto explica el que se construyan pianos en serie y de calidad discutible, aunque a la hora de ofrecer un concierto, por supuesto que la marca, es decir la calidad y la tradición, importan y mucho.
LOS ROSTROS DE LA SALSA Entrevistas con las principales figuras del Caribe.
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eonardo Padura Fuentes es un novelista y periodista cubano que ha sido conocido fuera de su país gracias a la saga novelística que lleva como protagonista al detective Mario Conde, en el 2011 el gobierno español concedió la ciudadanía a Padura, que no obstante sigue viviendo en Cuba. Su primera novela, Fiebre de caballos, la publicó en 1984, los siguientes años los pasó escribiendo reportajes para la revista cubana El caimán barbudo y para el periódico Juventud Rebelde, su trabajo periodístico lo llevó a escribir novelas policiacas en las cuales hace críticas a la sociedad cubana, además empieza a escribir cuentos, ensayos literarios y guiones cinematográficos, sin dejar de publicar en revistas y periódicos, en La Gaceta de Cuba fue jefe de redacción durante diez años hasta que decidió dedicarse de tiempo completo a la literatura. En 1999 Padura publicó un libro de entrevistas para la Editorial Planeta, en su colección Documentos, Los rostros de la salsa, Entrevistas con las principales figuras musicales del Caribe, un libro que parte de la idea de que en el origen está el son cubano, un ritmo que nace de la fusión, del encuentro de tres culturas: la africana, la española y la indígena cubana. El son es la raíz y del son nacieron otros ritmos afroantillanos, afrocaribeños que han recibido diferentes nombres, entre ellos el nombre de salsa, un término que fue acuñado en Nueva York por la comunidad de músicos latinos que vivieron, y viven, en el Bronx, sitio también llamado El Barrio o Fort Apache, y que fue donde muchos músicos latinos confluyeron para hacer música, para hacer son y que gracias a un disco de Clare Fischer que en su portada tenía un frasco de salsa Tabasco, llamado Hot Sauce, se le llamó salsa. Lo de menos es el nombre, en el origen está el son cubano y de ahí han nacido muchos otros nombres, incluso el hoy conocido como jazz latino, que es un encuentro del son cubano con el jazz estadounidense, ambos de fuertes raíces africanas, y que Padura describe con la ayuda del trompetista cubano Mario Bauzá, uno de sus protagonistas. Padura se pregunta qué es la salsa, qué es esa música que suena en los radios de gran parte del mundo, recorre las salas de baile, vive en cada barrio latino y se ha pegado a los oídos y a los pies de millones de personas y sin embargo sigue escapando a las definiciones. Padura no tiene respuesta a esta pregunta, por eso pregunta a los protagonistas de la salsa, a los salseros mayores y cada uno de ellos revela las claves que, según su opinión, dieron arraigo definitivo a este género musical que abarca una gran cantidad de subgéneros. Entre 1989 y 1997 Padura realizó las entrevistas contenidas en el libro, señala que los salseros intentaron dar a la calle de la ciudad moderna una forma musical y lírica, con un ritmo descarnado y unas letras agresivas que, si no siempre fueron productos estéticos de una calidad notable, sí impusieron el sello inicial de un proyecto que marcaba una rebeldía, una revisión, en tanto que expresaba una nueva relación del hombre con su medio: el barrio urbano caribeño, ese lugar entrañable, pero casi nunca apacible y romántico. Hay que señalar que durante muchos, años, gran parte del siglo pasado, el siglo XX, la llamada música tropical, era considerada por las nacientes pequeño burgue8
sías del mundo, una música para las masas, para el proletariado, en el caso de México se decía que la música tropical era para las sirvientas y para los albañiles. Hasta que don fenómenos cambiaron esta relación de fuerzas, en primer lugar la asociación de dos músicos extraordinarios bajo un sello disquero fenomenal, Fania Records, los músicos son Willie Colón y Rubén Blades, el primero de origen puertorriqueño y el segundo panameño, el primero con su música y el segundo con sus letras, nada más hay que recordar de él Pedro Navajas, pusieron a muchas personas a bailar, pero también a escuchar y analizar las letras y el segundo fenómeno es el Buena Vista Social Club, que puso a bailar a todo el mundo y rompió las barreras de clase, socioeconómicas y desde entonces la llamada música tropical suena en todas las casas y reuniones sociales sin rubor, sin pena. Este es un libro clave para entender la salsa, el son cubano, los ritmos afrocaribeños, además de primera mano, porque el escritor y periodista entrevista a los músicos, a los investigadores, a los musicólogos, a los que hacen la música y a los que la estudian como un fenómeno social, un fenómeno del que pocos pueden, y quieren, escapar.
POESÍA RUBÉN BONIFAZ NUÑO A tu puerta llamé, no estabas. A tu puerta llamé. No estabas. Aspas de viaje te arrancaron. ¿Quién volverá cuando regreses? Viento sin recuerdos, en la noche se envuelve de inútiles presagios. Dicen que la vida prosigue. Entre nieves remotas, luces que desconozco, abro los brazos -lazarillos a ciegas-; busco. Desde aquí, junto a la oreja sorda amo en secreto, y enmudezco. Dicen que la vida no perdona. A tu puerta llego, y sin mirarte, maravillado te contemplo. ¿Regresaste, vives, te escondiste? Frente a tu casa silenciosa -pienso que estás-, no llamo. Espero. Y pasa la vida, y se detiene.
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