Tres meses después del LADRIDO #6 lanzamos un nuevo número. Los problemas se nos comían vivos: por una parte la fatiga de reclutar a todos los autores de nuevo no compensaba los insultos que nos dedicaban; por otra, el presupuesto para el fanzine no era infinito y, como gran colofón, los colaboradores comenzaron a cansarse de nuestras caras. Ahí estalló la bomba.
LADRIDO #7-8 se convirtió en el primer número DOBLE del fanzine. La explicación es que intentamos lanzar un número en Junio con tiras en torno a los exámenes, pero precisamente por su culpa no más de cuatro autores entregaron sus páginas a tiempo. Ante tal despropósito y con la llegada del Salvador en forma de jornadas RolenQuart un mes más tarde decidimos unir dos temáticas: los exámenes, y los juegos de rol. Y aparentar que allí no había pasado nada.
Aunque algo gordo pasaba. Ni siquiera el Puto Perro aparecía en portada.